Fantasmas en el Monte Fuji

Ya es de noche, me encuentro dentro de mi hogar limpiando y preparando algunas cosas para mañana en la mañana. Al acabar, me siento en la sala principal de mi cabaña y veo televisión mientras bebo te antes de irme a dormir, mientras hago eso, en todo momento mantengo al gran huevo blanco con manchas verdes cerca de mi, recientemente me entere de que ese objeto era algo muy importante aunque también es algo de lo que no acabo de entender del todo.
En el exterior, se pueden ver las lucen encendidas en el interior de mi cabaña rodeada de flores y colmenas cuyos habitantes por el momento descansan después de una jornada de recolectar polen para hacer miel.

Entonces, un repentino zumbido llama mi atención, apago la televisión, tomo al gran huevo en brazos y abro la puerta de entrada para ver que o quien esta alterando a mis abejas, esperando que no sea un animal salvaje, pero no era nada de eso, al abrir la puerta, veo a lo lejos a una persona vistiendo un yukata blanco y sosteniendo una flor blanca, de hecho, el mismo sujeto era blanco. -¿Un fantasma?- Digo en voz baja y algo paralizado por el susto, no suelo ser supersticioso, pero ahora lo tengo frente a la cara. Cierro la puerta lentamente sin quitarle la vista al sujeto de blanco que parece ser el espíritu de un samurai, ya para cuando cierro la puerta, respiro hondo y pego un grito que ahogue hace un rato, mas que nada en un extraño intento de quitarme el miedo de encima.

Vuelvo a abrir la puerta lentamente, comprobando que el espectro se había marchado, aun incrédulo por lo ocurrido, dejo la puerta abierta, dejo el gran huevo sobre una mesa y salgo de la casa con mi espada en la cintura para revisar las colmenas para asegurarme que todas estén bien y de que no hay animales cerca.
El techo de mi cabaña tiene una pequeño tragaluz sobre la sala principal, además hay una pequeño tubo que es la chimenea de una pequeña estufa a leña ubicada en mi habitación.

En cuanto termino de revisar las colmenas, logro ver que la luz de mi hogar se apaga, cosa que me extraña mucho, pero no me sorprende, anteriormente los fusibles de esa casa se avían quemado, solo se tiene que cambiar. Saco mi teléfono celular de mi bolsillo, y lo enciendo para usarlo como una linterna improvisada, entro a mi casa lentamente, teniendo que apretar constantemente los botones del telefono para evitar que la luz se apague, pero entonces, gracias a la débil luz que emite el aparato, puedo ver la silueta de un hombre blanco dentro de mi casa, el fantasma que vi antes, cosa que me hace soltar mi teléfono a la vez que ahogo un grito. Retrocedo un paso por el miedo, pero luego me pongo a pensar racionalmente, puede ser un ladrón que me engaña apropósito para tener la ventaja o quizás un matón enviado por mi hermano, sea lo que sea esta en mi casa sin permiso, por lo que pongo una mano sobre la empuñadura de mi espada y con la voz temblorosa pero fuerte. -¡Vete de mi casa!- De ser una persona reaccionaria ante mis palabras, de ser un espíritu, supongo que no lo haría, aunque recuerdo historias de mi abuela que decían que si se enfrenta a un espíritu con decisión, este acabara obedeciendo.

Fuego y ojos sangrantes, no es un espíritu a lo que me enfrento es un demonio, a mi mente vienen todas las historias de terror que conozco, como Sadako o el Teke Teke. Intento desenfundar mi espada pero mi mano solo tiembla, intento correr pero mis piernas no responden, estoy paralizado viendo los ojos de aquel ser. Siento un fuerte frió que sube por mi cuerpo, mi presión sanguínea baja, mi vista se nubla y antes de darme cuenta caigo de cara al piso desmallado.

Abro los ojos lentamente, me duele la cabeza por la caída y ve veo a mi mismo en mi furton ¿fue un sueño, pero si es asi en que momento me fui a dormir? Me pregunto en mi mente antes de elevar la mirada y ver al sujeto de blanco con ojos rojos, inmediatamente me echo para atrás para alejarme de el, pero entonces noto el aroma del te, las luces encendidas y la canasta con el huevo adentro, ¿era realmente una persona? -¿Quien eres?- Digo asustado mientras mi mirada se posa en mi espada en manos del extraño, no importa si es un fantasma o no, esa espada es mas importante, inmediatamente intento levantarme pero la baja de presión anterior me dejo con pocas fuerzas, por lo que solo termino arrodillándome, miro fijamente la espada y aprieto los dientes por la frustración a la vez que miro al sujeto blanco y digo: -Yamato te envió a que recuperaras la Suchīrusutingu… ¿no?... ¿entonces por que no me has matado?- Digo algo triste al caer en el truco del que yo creo que es un matón pagado por mi hermano al que tontamente caí en su juego lo que me costo el objeto mas preciado de mi familia.

Estaba sorprendido por la respuesta y las acciones del hombre blanco, no era un fantasma por que esta bebiendo te, no era un matón de mi hermano por que me regreso la espada y no es un humano por lo que me dice, al principio estaba confundido pero no me costo mucho darme cuenta de lo que esta hablando ya que a mi mente viene las imágenes de los seres que hace unos días pelearon a las puertas de mi casa, una disputa que decidiría quien se llevaría ese huevo extraño, pero al final ninguno de los dos logro llevárselo. Me quedo en silencio por un momento mientras tomo la espada y la dejo a mi lado para luego aceptar el te. -La espada Suchīrusutingu perteneció a mi ancestro mas antiguo, Shinzo Haibu, fundador del clan samirai Haibu… el decía que la espada era mágica y que se la dieron unos guerreros aveja proveniente del mundo de los espíritus, como pago por la ayuda que Shinzo Haibu les brindo… es una reliquia bien cuidada en mi familia- Termino diciendo antes de dejar el te a un lado para desenfundar a medias la espada para mostrar su gastada y magullada oja, daños de tiempos memorables pero la espada aun se mantiene intacta debido a los buenos cuidados que le dieron durante años. -¿Eres un… Digimon? Es una palabra que aprendí recientemente… cuando un chico acompañado de una lagartija amarilla que luego se transformo en algo mas grande… y lo que parecía ser un motociclista demonio… se pelearon por ese huevo… Masaru que trabaja en DATS y… ¿Beelzemon? No recuerdo bien su nombre… ¿tu también quieres el huevo?- Digo mientras vuelvo a tomar la taza de te.
Mi cabaña tiene un tamaño regular, tiene todas las habitaciones para que viva una persona, pero la cocina es mas grande ya que alli están las maquinas para extraer y almacenar la miel de las colmenas, además hay una habitación extra que sirve como sala de entrenamientos, donde hay una pocas maquinas de ejercicios, maniquíes y armas de madera. Toda la casa huele a miel, sobre todo la sala principal en la que hay repisas llenas de tarros de miel y arreglos florales, además de una gran bandera con el símbolo del clan Haibu en ella.

Tomo al huevo y me levanto del suelo para seguir al hombre blanco, al que encuentro frente a una ventana abierta y con… alas. -¿Y que se supone que eres... un vampiro? Por que los otros Digimon que vi parecían un dinosaurio con armadura y un motociclista… supongo que de este huevo nacerá algo parecido a… un ave o un lagarto…- Digo aun algo nervioso pero mas seguro al no notar hostilidad en el invitado que no fue formalmente invitado. -Kenshi Haibu… y no, no se si mi familia a tenido contacto con los Digimon además de Shinzo Haibu… ¿y como te llamas?- Pregunto mientras entro a la cocina para servir unas galletas de miel en un plato para ofrecerlas al ser de blanco.

Hago una reverencia en respuesta al saludo de Myrddhin, pero me extraña su actitud de tener siempre la cabeza afuera de la casa. -¿Insecto?... pero el huevo parece de ave o reptil… los huevos de insecto son… bueno, babosos, es como un huevo de ave pero sin cáscara, solo con la membrana intermedia…- Digo confundido mientras miro el huevo.
Entonces, las abejas comienzan a agitarse otra vez y un fuerte viento comienza a soplar, acompañado de una presencia de otro Digimon o varias para ser exacto, en unos instantes la casa se ve rodeada de Digimons que no se muestran y que de seguro solo Dynasmon sabrá que están alli.
Noto que mis abejas están inquietas otra vez y camino hacia la puerta para ver lo que pasa, sin notar que mi Digivice comienza a brillar intensamente, tanto que la luz puede versa a través del bolsillo de mi pantalón.

Rápidamente dejo el huevo en una caja y empuño mi espada a pesar de que con ella no podré infligir ningún daño sin riesgos de que el arma se parta en dos. El ambiente parece tranquilizarse y todo sonido cesa, entonces alguien toca a la puerta un par de veces. -Solo queremos el Digihuevo y el Digivice, nadie tiene que salir lastimado- Dice una voz metálica del otro lado de la puerta. -Se que hay otro Digimon alli adentro, quiero que sepas que este asunto es con el portador de la espada que fabrico la Miel Secreta… se que el anterior mercenario fue muy violento, pero yo quiero que el trabajo se haga lo mejor y mas rápido posible y con el menor derramamiento de sangre posible- Continua diciendo la voz antes de hacer una pausa. Yo me quedo frío, no se que contestar ni que hacer, abro mi boca repetidas veces para disponerme a decir algo pero la cierro rápidamente al no considerar que sea algo apropiado.

Un Phantomon y un MetalPhantomon se dejan ver a la distancia en cuanto Dynasmon hace el comentario. -Si… mis ayudantes… discípulos por decirlo de una forma- Responde Reapermon antes de responder a la pregunta principal de Dynasmon. -Nada, yo no quiero nada con ellos, solo mi recompensa puesto que soy un caza recompensas, mis jefes por otro lado, quieren el huevo por su contenido, un Digimon que les puede ayudar a descifrar los secretos de La Base Real y de paso que ese Digimon no caiga en manos de un niño elegido para que no se interponga en el plan… mi amigo Beelzemon, que en paz descanse, se encargo de eliminar la criatura que era antes ese huevo, pero el quiso ir mas alla y eliminar de la existencia a ese Digimon, pero lo planes cambiaron- Dice Reapermon antes de esturar su mano en dirección a Dynasmon. -El huevo… si no es mucha molestia- Termina Diciendo el Digimon metálico.

Reapermon baja un poco su mano al oír la respuesta, se le veía decepcionado. ]-No se si debería recordarte que este no es asunto tullo ¿Por qué proteges a un humano que no conoces y a un Digimon que no a nacido?... Yo tengo un trabajo que hacer y tu a un elegido con quien estar ¿no? Lleguemos a un acuerdo ¿Qué tal si?- A la mitad de la frase, rapidamente Reapermon voltea su mano, apunta con su cañón a Dynasmon y de el dispara una cadena que se enrolla en las piernas de Dynasmon, luego Reapermon levanta su brazo para elevar asi también al dragón, el en aire, varios Phantomon lanzan cadenas hacia el Digimon que envuelven sus muñecas para extender sus brazos para que no pueda moverlos. El movimiento de Reapermon termina azotando a Dynasmon en el suelo y en el acto aparecen dos MetalPhantomon que ponen sus guadañas sobre el cuello de Dynasmon a la vez que Reapermon levanta su brazo-Guadaña. -¡Dejas de entrometerte!- Dice Reapermon completando la frase anterior mientras deja caer su guadaña contra Dynasmon.
Mientras tanto, un Phntomon se vuelve intangible como fantasma que es, para atravesar un muro y asi acabar a las espaldas de Kenshi, acto seguido usa su cadena para envolver al humano para después llevárselo volando fuera de la casa, a la vez que otro Phnatomon entra a la casa para luego llevarse el Digihuevo.

Dynasmon se libero de las cadenas y además destruye un grupo de Phantomon y Metalphantomon, los Digimon restantes retroceden por el miedo que les provoca Dynasmon creyendo que es un Royal Knight. -¡Cobardes! ¡No es un Royal Knight!... es el único Dynasmon que tiene un compañero humano, ¿Janaan no es asi? En mi trabajo uno debe estar bien informado… intente negociar con tigo, intente convencerte con buenas palabras, asi que es hora de usar medios mas ortodoxos- Dice Reapermon mientras vuelve a disparar una cadena desde su cañón, la que se mueve como una serpiente con la intención de atrapar las manos de Dynasmon una contra la otra para que no puedan absorber nada, independientemente de que si las cadenas logran su cometido, Reapermon se abalanza contra el caballero dragón para propinarle diversas estocadas con su brazo guadaña. -Danza de los huesos- Dice Reapermon mientras atacan, nombrando su técnica.

El Phantomon que me toma como rehén desciende para que Dynasmon le vea nítidamente a la vez que dos MetalPhantomon ponen sus guadañas contra mi cuello, no podía decir nada, estaba muerto de miedo y además no podía moverme. -Estas siendo muy rudo… deja tranquilo a nuestro amo- Dice el Phntomon poniendo el también su guadaña contra mi cuello, esperando de que Dynasmon deje de azotar a Reapermon contra el suelo. -Tienes razón… no vengo preparado para enfrentarme a un Dynasmon… pero me gustan los desafíos- Dice tranquilamente Reapermon, aunque ser azotado contra el suelo lo daño levemente, este no lo aparenta y se mantiene tranquilo.

-Me atacaron por sorpresa… en cuanto pueda desatarme- Respondo a Dynasmon mientras me meneo para ver si puedo librarme del encierro de las cadenas, pero entonces el Phantomon que me tiene prisionero aprieta mas la cadena, haciéndome gritar por el dolor. -Nada de hablar cuando las negociaciones fracasaron- Dice el Digimon fantasma a la vez que me golpea en la cabeza con el palo de su guadaña.
-¿Estas tan desesperado que pides ayuda a un humano? Admito que los humanos son mas fuertes de lo que aparentan… pero tu eres un Dynasmon tu solo nombre invoca respeto- Dice Reapermon mirando fijamente al caballero dragón sin soltar sus manos en ningún momento, entonces el Digimon metálico eleva su brazo guadaña. -Un trabajo es un trabajo- Dice Reapermon antes de atacar a Dynasmon con su arma.
Al ver la escena, vuelvo a agitarme otra vez para librarme de mis ataduras incluso logro darle un cabezazo al Phantomon que me tiene cautivo, lo que hace que afloje un poco las cadenas, pero de nada sirve cuando un MetalPhantomon me agarra del cuello para que me quede quieto.

No se puede saber realmente por sus expresiones faciales ya que el Digimon es una estatua metálica por asi decirlo, pero Reapermon estaba realmente enojado. -Discípulos… retirense, ya están listos y les dare mi ultima lección… siempre enfrenten la muerte con dignidad y valor- Dice Reapermon mientras se pone en guardia al mismo tiempo que los Phantomon y MetalPhantomon se retiran hasta desaparecer del campo de batalla. -Un trabajo es un trabajo…- Dice el Digimon antes de atacar con su guadaña y sus garras.
Mientras tanto, el ataque de Dynasmon me libera de mi prisión al igual que el huevo al que apenas alcanzo a agarrar antes de que se estrellara en el suelo, tomo el huevo y me alejo de los dos Digimon aunque en el camino me percato de algo extraño en el huevo, una grieta. -¡No!- Grito asustado creyendo que el huevo se havia roto antes de tiempo y por lo tanto la criatura en su interior ya no esta viva, pero entonces veo aparecer otra grieta y entonces el Digivice en mi bolsillo comienza a brillar, el huevo sigue rompiéndose hasta que la mitad de este vuela por los aires como el corcho de una botella y entonces veo la criatura dentro del huevo, un ser esférico color celeste y de aproximadamente el tamaño de un puño, tiene una pequeña boca dentada, unas pequeñas alitas u orejas en la parte superior y unos grandes ojos cerrados que abre poco a poco para luego centrar su mirada en mi. -Ya nació… en el peor momento- Digo nervioso mientras que camino hacia el bosque para encontrar un lugar seguro para aquella criatura que continua viéndome con cariño.

-¿Quieres saber el por que?- Dice Reapermon deteniendo sus ataques. -Yo tengo un protocolo… quiero razonar con la gente antes de hacer cualquier otra cosa, sobre todo si lidio con niños elegidos, ellos tienden a hablar pero los Digimon… somos maquinas de pelea para que negarlo… es compasión mas que nada y es esa misma compasión la que me metió en problemas al fallar una misión en la que debía perjudicar a otro niño elegido… cometí un error y ahora mi cabeza y la de mis discípulos tienen precio, este trabajo saldaría mi deuda… pero si muero esta queda saldada de todos modos… sabiendo esto le parecerá raro que sea un caza recompensas… lo se… es un negocio familiar la verdad- Dice Reapermon sin desclavarle la mirada a Dynasmon.
Mientras tanto, encuentro un escondite entre unos árboles que me mantiene a salvo de las dos criaturas y que al mismo tiempo me provee de una buena vista de la pelea. La pequeña criatura que nació del huevo aun me mira fijamente con cariño y este salta de su cascaron para aterrizar en mis manos y acurrucarse en estas.

-Ellos estarán bien… al yo morir mi deuda estará saldada, ellos solo estaban bajo peligro como un incentivo para mi… demás no pienso irme tan fácilmente- Dice Reapermon antes de disparar su cadena para atrapar las manos de Dynasmon tal y como hizo antes para luego atacarlo con su guadaña. -Danza de los huesos- Dice Reapermon mientras realiza su ataque.

El ataque de Dynasmon atraviesa a Reapermon, el que muestra su Digicode inmediatamente al mismo tiempo que se deshace en datos para luego dejar su Digihuevo atrás, el que cae al suelo. Rápidamente, un Phantomon sale de su escondite atrás de unos arbustos y lanza su cadena para atrapar al huevo y llevárselo con el de regreso a su mundo.
Desde mi escondite entre unos árboles, observo la corta pero impresionante batalla, para mi ahora, los Digimon son criaturas muy fascinantes y atemorizantes.

Salgo de mi escondite y me acerco al Digimon que regreso a su forma humana. En mis manos tengo al Digimon recién nacido, que lo único que hace es verme fijamente mientras se acurruca en mi. -¿Quieres algo de comer?- Le pregunto al ser que de seguro debe estar cansado. -Ya nació… y bueno… ¿Qué paso con el otro Digimon, Se transformo en un huevo?- Pregunto curioso por la escena que acabo de presenciar.

Antes de entrar a mi hogar, pongo en su lugar una colmena que se callo en el transcurso de la pelea, las abejas se fueron pero regresaran en cuanto descubran que no hay peligro. -No estoy al tanto de la dieta de los Digimon... pero estoy seguro que nadie se resiste a un jugoso trozo de carne, ¿no?- Digo ya dentro de la casa mientras dejo al Digimon bebe dentro de un canasto que servirá como cuna provisional mientras entro a la cocina para comenzar a preparar la comida. Pero el Digimon bebe comienza a saltar para intentar salir del canasto y chilla un par de veces para llamar mi atención. Rápidamente pongo la carne en el horno para que se caliente ya que era un trozo que cocine anteriormente y regreso a la habitación principal con los Digimon, aprovechando la ocasión también para abrir una ventanas para que sea mas a gusto de Myddhin.

-¿Reencarnan?- Digo mientras me siento junto a la mesa en donde están ambos Digimon. El Digimon bebe salta del canasto y rápidamente se acurruca en mi. -Significa que esa criatura amarilla… es este mismo Digimon… interesante… pero, ¿Por qué se supone que ahora es mio? O algo asi- Digo mientras saco el dispositivo amarillo de mi bolsillo para ponerlo sobre la mesa, el Digivice.
Poco a poco el aroma de la carne empieza a llenar la casa y casi supera el aroma de la miel. -Ya casi esta listo… y… supongo que debo darle algo blando a este pequeño, al igual que un bebe… apropósito… ¿sabes como se llama o debería ponerle un nombre?- Digo mientras acaricio la cabeza del pequeño ser con un dedo.

-Interesante- Digo sin entender mucho de lo que me dice Myrddhin, entonces muro fijamente al pequeño Digimon quien Myrddhin identifico por el nombre de Pupumon. -Pupumon- Le digo a la pequeña criatura a lo cual el me mira. -Puuuu- Dice el pequeño en un intento de vocalizar alguna palabra o un intento de imitar lo que acabo de decir. Me levanto y camino a la cocina para traer la carne a mi invitado, Pupumon me sigue sin que me de cuenta. Pongo la carne en un plato y camino de regreso a la habitación principal, esquivando a Pupumon que salta sobre mis pies. -Servido- Digo dejando el plato en la mesa y levantando al bebe del suelo.

-Poniéndolo se esa forma es un poco mas entendible- Digo en respuesta al ejemplo que me da el Digimon. Entonces noto las expresiones que Myrddhin hacia al comer y después me extraño al oír lo que me pide. -Claro, por aquí… y lo siento, me gusta glasear la carne con miel, entiendo si no es de su agrado, si quiere podría cocinarle otra cosa- Digo mientras me levanto a sacar el lápiz y el papel del cajón de un mueble. Mientras tanto, Pupumon se acerca al trozo de carne, el cual huele por un largo tiempo antes de probar la carne dando un pequeño mordisco sacado una trozo diminuto de carne la cual escupe después de masticarla un par de veces, entonces Pupumon empieza a hacer pucheros por que empieza a tener hambre. Dejo el lápiz y el papel sobre la mesa y rápidamente entro a la cocina para regresar con algo de fruta y leche. -¿Los Digimon bebes solo comen leche? Pero no son mamíferos… fruta será- Digo antes de empezar a pelar una banana, para luego cortar un pedazo y ofrecérselo al Digimon, quien olfatea la fruta por unos instantes antes de comenzar a comerla con gusto.

Escucho atentamente a Myrddhin mientras me explica a la vez que observo el dibujo, al principio no entiendo lo que me dice, pero luego de repasar sus palabras en mi mente logro comprenderlas poco a poco. -Interesante… ¿y no hay manera de saber que fortalece a este pequeño?- Digo mientras acaricio la cabeza de Pupumon con un dedo mientras este aun esta comiendo. Mientras estoy en eso, con mi otra mano tomo el lápiz y empiezo a dibujar a la criatura amarilla que solía ser antes Pupumon antes de morir, lo dibujo lo mejor que puedo aunque mis recuerdos están algo confusos. -En cuanto viste el huevo dijiste que adentro había un Digimon poderoso… ¿sabes cual es este Digimon amarillo?... además… ¿por que esos Digimon iban tras el huevo? Aun no acabo de entender eso- Digo mientras sigo dibujando.