Encuentro con el Hijo de Yuki-Onna

Esta amaneciendo y el cielo esta despejado, por lo que decido dar un paseo por el Monte Fuji con Pupumon, además para que el conozca un poco mas el mundo. Pongo algo de comida y a Pupumon en un canasto y camino hasta el monte para empezar a escalarlo por uno de sus múltiples caminos. A pesar de la época, hay una cantidad considerable de turistas en el sitio, incluso un grupo de monjes, yo solo sigo mi camino hasta llegar casi a la cima del volcán Fujiyama, que en esta época tiene su cima nevada, perfecta para esquiar, pero ese deporte no es de mi agrado.

El camino se hacia cada vez mas nevado a medida que caminaba mas hacia la cima, pero entonces me detengo cuando escucho una voz a mis espaldas, una voz serena masculina, pero en cuanto me volteo se me erizan los pelos, la persona que me hablaba parecía ser un fantasma, como la leyenda de Yuki-onna o quizás un hijo de aquel espectro en este caso. Pongo una cara de terror y doy un salto hacia atrás en cuento veo al fantasma, pero en cuanto hago eso me viene a la mente lo que ocurrió en mi casa hace ya un tiempo con cierto Digimon que me pego un susto. -Me diste un susto de muerte… no quiero ofender pero te pareces a Yuki-onna- Digo mientras respiro hondo a la vez que me llevo la mano al corazón el que palpita apresurado por el susto. Mientras yo estoy recobrando el aliento, Pupumon se asoma y mira al extraño sonriente, pera luego decir: -Puuu- Lo único que es capas de decir, además de gruñidos y chillidos.

En cuanto siento dos presencias y voces a mis espaldas, me volteo velozmente y por instinto levanto una mano con la intención de tomar mi espada que guardo en mi espalda, pero me detengo a medio camino y en lugar de hacer lo anterior mencionado, me toco la cara con la mano, haciendo un “facepalm” mas que nada de rabia por que me asustaron dos veces. -Myrddhin…- Digo reconociendo a una de las dos personas que simplemente aparecieron a mis espaldas y que una esta alimentando a Pupumon con un chocolate quien lo esta comiendo vorazmente y con gusto, incluso llega a morder los dedos de Alphamon por accidente. -No me asusten…- Digo mientras respiro hondo para recuperarme del susto.

-Si… el solo come cosas dulces…- Digo en cuento escucho el comentario de chocolate y después en cuento recibo a Pupumon, recupero la compostura y saludo a todos los presentes con una reverencia. -Buenas tardes, me llamo Kenshi Haibu… ¿Qué les trae aquí a Monte Fujiyama?- Pregunto tranquilamente aunque creo que el saludo estuvo de mas ya que al parecer ellos ya han oído de mi a través de Mirddhin. Mientras tanto, Pupumon se revuelca de felicidad en mis manos mientras sigue saboreando el chocolate en su boca.

-Ho… bueno… me alegro que le halla gustado la miel, aunque ahora no traigo nada con migo y en cuanto a lo del turismo… ahora mismo en esta época se puede esquiar mucho, aunque aun asi no suelen verse turistas extranjeros por esta área… o al menos yo no he visto muchos…- Digo mientras observo a los presentes para terminar viendo a Janaan. -¿Y de donde vienen ustedes?- Pregunto sin saber de que hablar ya que toda esta situación me agarro por sorpresa.

-¿Escocia?... es un largo viaje ¿y adonde era donde deseaban viajar?- Pregunto mientras miro a los albinos, pero entonces mi atención se dirije al sujeto de cabello negro, Arcturius. -¿Kendo? No exactamente… la verdad es una combinación de varias artes marciales y en cuento a mi espada…- Digo antes de tomar la espada que guardo en mi espalda, le quito lentamente la tela con la que la envuelvo y la desenfundo unos cuantos centímetros para mostrar su oja desgastada. -Es una reliquia- Digo mientras que Pupumon empieza a saltar sobre mi cabeza.

Palidezco un poco al oír el nombre del bosque del suicidio, nunca es bonito oír ese nombre, siempre acarrea dolor y muerte. -¿Aokigahara?... ese… no es un sitio turístico a decir verdad… solo hay dos tipos de personas que entran a ese bosque… una de ellas no vuelve a salir y la otra entra para buscar sus cuerpos…- Digo algo nervioso mientras enfundo mi espada y empiezo a envolverla nuevamente. -Shinzo Haibu, el primero en portar esta espada, clamaba que la obtuvo en el mundo de los espíritus y que era una espada mágica… además de eso no se que poder pueda tener esta espada…- Digo intentando desviar el tema.

Prefiero no comentar nada acerca de Aokigahara, es un tema que me da miedo y que es incomodo en general. En cuanto escucho el estornudo de Janaan, saco un pequeño termo de mi canasto y se lo entrego al albino. -Tengo te caliente- Le digo. Pupumon por su parte, salta de mi cabeza en dirección a Alphamon, no logra llegar hacia el pero este empieza a descender lentamente como si no pesara nada al mismo tiempo que mira fijamente a Alphamon.

-Bueno después de todo es un bebe… Digo en respuesta a lo que dice el Arcturius y entonces Janaan me pregunta algo a lo que respondo: -La verdad no lo se… hay algunos templos o lugares de oración por el monte pero no se exactamente donde…- Digo mientras miro al albino a la vez que me pregunto el por que estaba usando un kimono, algo muy poco apropiado. Por su parte, Pupumon empieza a devorar el trozo de chocolate que le ofrecen y salta alegremente mientras lo come.

Suprimo las ganas de reír tras oír la extraña historia atrás del kimono a lo que solo respondo asintiendo con la cabeza. Entonces Janaan menciona algo mas que llama enormemente mi atención, un cambate con espadas de madera, ciertamente seria interesante no por el combate en si, si no por el choque de dos estilos diferentes de pelea, ya que yo intuyo que Janaan al ser de Escocia debe saber un estilo medieval de pelea. -El poder y resistencia de una espada europea contra el estilo y la velocidad de una katana, dos estilos muy diferentes de combate pero efectivos al mismo tiempo… has llamado mi atención, seria un gran entrenamiento, pero necesitaríamos espadas de madera acorde a nuestro entrenamiento… difícilmente encontremos una en el Monte Fuji- Digo mientras miro fijamente a Janaan, con los ojos iluminados, emocionado ante una batalla que se espera que sea muy interesante, a pesar de que a mi no me gustan los conflictos, un entrenamiento es un entrenamiento sobre todo cuando se tiene tanto intercambio cultural.

Pupumon se veía feliz ante las palabras que le dice Alphamon, aunque de por si el siempre se ve feliz. -Puuu- Responde el bebe mientras salta sin parar sobre la cabeza del Digimon caballero. -Se bien que seria un enfrentamiento amistoso… pero me emociona la idea de probar dos estilos de combate diferentes… aunque al final solo derive en nuestro estilo y habilidades propias…- Digo en respuesta a lo que dice Janaan mientras camino hacia el templo abandonado que señalo Dynasmon.

Tomo la espada de madera en mis manos, la observo por un largo tiempo y la agito un par de veces en el aire. -Es perfecta, no se consiguen espadas de madera de esta calidad… generalmente tienen el peso equivocado- Termino diciendo mientras sostengo la espada a la altura de la cintura como si fuese una espada enfundada. Por su parte, Pupumon baja de la cabeza de Alphamon y empieza a corretear por el templo.

Ahora Janaan aparece con otra ropa puesta, mejor que el kimono a decir verdad, seria raro pelear con un kimono puesto. -Si, es una buena espada…- Digo mientras descuelgo mi espada real de mi espalda y la recuesto contra una pared para que no estorbe en la pelea. -Plutón, quédate aquí- Digo eso mientras miro a Pupumon, quien rápidamente corretea hacia mi y después empieza a saltar alegremente alrededor de la espada. -Buen chico… así además evito que te pierdas- Digo antes de alejarme de los dos para ponerme frente a frente a Janaan, sosteniendo la espada de madera a la altura de la cintura como si fuese una espada enfundada.

Salgo del templo para contemplar el campo de batalla que los Digimon de Janaan prepararon, me posiciono en mi lugar y entonces encorvo un poco la espalda y flexiono las piernas a la vez que con una mano tomo la empuñadura de mi espada mientras que con la otra la sostengo para mantenerla pegada a la cintura como si estuviese enfundada, ya estaba en posición de batalla y listo para hacer una de las técnicas mas poderosa, rápida y precisa que se puede hacer con una katana, el Iai-do, básicamente era desenfundar rápido. -Cuando estés listo- Digo a Janaan ya en mi posición, no me iba a mover de mi posición, me mantendría en mi lugar y esperaría a que Janaan se aproximase y luego desenfundaría para golpear su espada, lo mas cerca de la empuñadura posible, haciendo asi que el suelte su espada, ¿seria un combate corto? Quizás, pero algo me dice que el podrá evadir ese ataque.

Eligio correr hacia mi, me le esperaba y también me espero que pueda repeler mi ataque, de esa forma podré saber que tipo de guerrero es el, no es por ser arrogante, es simplemente una investigación. Cuando Janaan esta a la distancia correcta, hago lo planeado, tomo firmemente mi espada, doy un paso hacia delante al mismo tiempo que hago el desenfunde rápido y mi objetivo es golpear la espada de Janaan lo mas cerca de la empuñadura posible, sin dañar su mano, para obligarlo a soltar la espada.
Mientras tanto, Pupumon se asoma por la entrada del templo y observa atentamente la pelea mientras salta de felicidad y posiblemente animándome.

Se lanzo al suelo, inmediatamente doy un giro para quedar frente a frente a Janaan, no logro evadir el golpe que me da en la rodilla pero si logro mover mi espada a tiempo para bloquear el que iba dirigido a mi estomago. -A esto me refería con choques culturales- Digo cuando ambas maderas se golpean, técnicamente ya perdí la pelea ya que fui golpeado en una parte que aunque no es vital, es inmovilizante. -Creo que gano este asalto- Digo mientras sonrió un poco.
Al verme siendo atacado, Pupumon salta hacia mi mientras chilla fuertemente, pero entonces a mitad de camino, el pequeño Digimon empieza a brillar y a elevarse en el cielo. -Puroromon- Dice una voz infantil al mismo tiempo que la luz se disipa dejando al descubierto que Pupumon ahora se transformo en un insecto amarillo de mas o menos el tamaño de una pelota de football quien rapidamene vuela hacia Janaan y empieza a volar alrededor se su cabeza. -¡Do dastimes a mi papi! ¡e ede mado!- Dice el Digimon con una vocecilla parecida a la de un niño de unos 3 o 4 años.

Miro confundido al pequeño insecto, que aparentemente me esta protegiendo y el hecho de que me llame “papi” también me perturba bastante. -¿Quién eres?- Pregunto sin despegar la vista del insecto quien se detiene para verme. -¡So yo! Plutón e Puroromon ¡e tu ede mi papi!- Dice el Digimon muy contento para luego pegarse a mi cabeza lo que en realidad es un abrazo peor no se nota por que las patitas del Digimon son diminutas. Por mi parte yo aun no logro entender del todo la situación. -Hmmm… ¿Qué paso?- Le pregunto a Janaan mientras tomo con ambas manos a Puroromon.

Después de oír lo que Janaan me dice, suelto al pequeño Digimon, pero este inmediatamente vuelve a pegarse a mi cara, por lo que vuelvo a tomarlo. -Eso… explica mucho… ¿entonces eres Plutón?- Le pregunto al Digimon quien sonriente mi mira y responde. -¡Si papi!- Con su tierna voz. -¿Por qué me llamas papi?- Pregunto confundido. -¡Po e do eres!- Dice alegre el pequeño insecto quien logra soltarse y rápidamente se pega a mi cabeza en un intento de abrazarme.

El domo de nieve cae y mi rodilla deja de doler gracias a la magia del Digimon de Janaan. -Gracias, aunque no era realmente necesario, solo era un pequeño golpe- Digo mientras intento despegarme a Puroromon de la cara pero este se esta aferrando con fuerza. -Plutón, me haces daño- Digo algo adolorido, a lo que el pequeño Digimon me suelta para comenzar a volar alrededor de mi cabeza. -Los Digimon son increíbles… ¿cuantas veces puede el cambiar de forma?- Pregunto curioso por la cantidad de transformaciones que un Digimon puede tener.

Tienen un mínimo de seis transformaciones, impresionante y con cada transformación aumenta su poder, lo que es increíble y atemorizante a la vez. -Increíble… pensar que esta cosita puede terminar siendo una criatura gigante con un poder destructivo…- Digo mientras miro al sonriente Puroromon, a la vez que recuerdo todos los Digimon con los que me he encontrado hasta ahora. Puroromon escapa de mis manos, vuela alrededor de mi cabeza un par de veces y entonces se posa sobre la cabeza de Janaan -¡Mado! dastimasde a e papi- Dice el bebe, pero rápidamente tomo al pequeño y lo alejo de Janaan. -No te preocupes, solo estábamos jugando…- Le digo al pequeño para que ya no este enojado.

-Si, me disculpo por lo de Plutón… discúlpate- Digo eso ultimo en voz baja y mirando al pequeño Digimon, quien mira a Janaan y con su tierna vocecilla dice: -Pedon-
En cuento escucho el comentario de Janaan, le miro fijamente y en mi mente repaso todos los movimientos que se. -Si, quizás eso sea por que siempre e combatido con las mismas personas una y otra vez… siempre contra el mismo estilo y reglas de pelea… mi familia aun usa el mismo estilo de Shinzo Haibu… hasta ahora era suficiente- Digo mientras me rasco la nuca, haciendo memoria.