¿Por qué Samuel? Zerker vs Johno

Era un día nublado y gris, como si presagiara la tristeza que estaba por venir. El viento arreciaba previo a la tormenta. Todo parecía indicar que iba a llover. Dorumon y yo nos habíamos venido acá, hasta el monte Fuji, para descansar de tantas peleas. Estábamos ya desde la mañana con este respiro antes de nuevas peleas. Comíamos sandwiches de varios sabores, algunos de pescado, otros de lechuga y tomate, otros de jamón y queso.

En eso estaba cuando me pregunté en voz alta mientras miraba el cielo con un sanguchito de miga en la mano: -¿Qué estarán haciendo los del Destroyers Dinasty?- Sentía cierta nostalgia al pensar en nuestros viejos aliados, los cuales no los había visto desde hace un tiempo.

-No lo sé.- me contestó la dragoncita morada de manera despreocupada. Ella estaba más interesada en la comida frente a ella que en mis pensamientos. Luego, cuando terminó de comer, me volvió a hablar mirándome: -Quizás estén de vagos y dispersos.- Yo la miré, pero no dije nada.

Han pasado muchos días después de mi operación perdiendo mi rumbo por el mundo, no sé, que hacer ahora… He perdido todo lo que quería. Mi existencia, mis amigos, mis sueños siendo remplazado por puro odio en tener que soportar la cruel realidad de seguir vivo, existiendo ¡Siendo ahora un impuro totalmente! Un biohibrido, lo que muchos detestan incluyéndome… Un doloroso castigo injusto… Y no siento esperanza de que algún día volviera ser humano totalmente, es imposible y por eso veo ahora un mundo en donde no hay esperanzas; solo odio y dolor, sin remedio alguno.

No quiero que mis amigos o mis familiares lo sepa… ¿Cómo reaccionarían? Eso me alarmaba y me preocupaba en imaginar sus reacciones ¿Me llegarían a tratarme igual o… Me odiarían? De todos modos no quiero saberlo entonces, mi única alternativa es fingir mi muerte y es por eso que le mande a Gaomon crear evidencia falsa de mi ‘‘muerte’’ que recorrería por mis familiares principalmente, luego a mis amigos y ahora mismo Gaomon lo está haciendo, brillando en su ausencia a mi lado. Mejor para mí, así puedo estar solo por un tiempo.

Me encontraba en Japón, en el Monte Fiju quedándome caminando nostálgicamente al cielo-teniendo mi mascara puesta- recordando mis antiguos tiempos de ser un chico normal pasando el tiempo con mis amigos de mi antiguo equipo Destroyer Dynastia…

-¿Qué les habrá pasado…?- Me pregunto despreocupado y ni sentir una pisca de querer verlos, solo me quede con la intriga de sus paraderos. Lo de Fary ni idea, lo de Dansher nos traiciono por cosas personales, Johno tampoco se, y la mayoría nunca llegue a conocerlo...

< ¿Seguirás pensando en personas en que una vez uniste fuerzas, que pronto te olvidaron y te ignoraron totalmente del mundo? Merecen algo peor... Una muerte lenta.>

Arg... Un dolor punzante recorrió mi cabeza, es lo mismo cada vez que escucho la maldita voz... Trato de ignorarlo llevándome mi mano en la frente y luego doy unos saltos encima de unas casas, pasando desapercibido, tratando de hallar un refugio en donde protegerme de la tormenta que se avecinaba… Note un chico, junto con un Dorumon. No me quede viéndolo, solo continúe mi rumbo ignorándolos.

Terminamos de almorzar, el día se poía cada vez más oscuro, como si algo malo se viniese acercando, dando la sensación de que algo terrible iba a ocurrir. Nos preparamos para comenzar a regresar a la ciudad, cuando frente a nosotros y entre los árboles, perdido en sus pensamientos, nos pareció ver a un extraño sujeto.

Era bastante peculiar, ya que parecía algo vikingo su aspecto, con ese tipo de ropa y la máscara con cuernos. También noté que poseía una piel muy pálida. -¡Oye, tú!- le llamé la atención a aquel ser de aspecto poco humano mientras Dorumon lo olisqueaba, como si en parte lo reconociera...

Al solo unos segundos escuche a alguien llamándome ahí esboce una severa expresión de desprecio a quien se atrevió a llamar mi atención, y su voz note que era alguien muy familiar sobretodo alguien de mi misma edad, sin detenerme giro mi cabeza, en verlo y los reconoció de golpe expresando mi sorpresa abriendo ligeramente mis ojos.

-¿Johno…? Dorumon?-No tienen que verme, tengo que apartarlos de mi… Saco mi pistola izquierdo y dando un rápido salto para luego girarme apuntándolos, disparo unas 2 balas rozándoles a sus pies para distraerlos así aprovecho para huir. Caigo al suelo y doy la vuelta para iniciar a correr con mi nueva velocidad.

Al parecer ese sujeto nos conocía, aunque probablemente sea alguien que nos haya visto en Tokio desafiando a los Tamers. No pudimos averiguar esto preguntándole, ya que nos había disparado un par de tiros a los pies, como para que no lo siguiéramos. Al ver que no era buena idea seguirlo a pie, hice evolucionar a Dorumon a su etapa campeón.

Una vez en el aire, Dorugamon, quién había captado el olor de aquel sujeto, lo empezó a rastrear como sabueso. Lo encontramos un par de metros más allá, adelante, tratando de huir de nosotros. -¡Hey!¡Espera!- grité, trando de hacer que se detuviera. -¿Por qué huyes?-

Oh fabuloso hizo evolucionar su compañero a su etapa campeón dejándome expuesto totalmente, sin ninguna salida para empezar, no puedo disparar a un digimon capaz de lanzarme unas bolas de metal que terminaría dándome… Ni siquiera ocultarme entre los arboles seria mi mejor opción.

-Maldición…-Me quejo frustrándome cada segundo que siento como me persigue con intenciones de saber quien soy… Esperen… Claro, mejor fingir que me entrego y luego busco la forma de noquear su Tamer para que su compañero lo atienda solamente a el, ignorándome completamente. Esboce una leve sonrisa bajo mi mascara y me detengo finalmente, dándole la espalda y giro un poco mi cabeza, observándolos con frialdad.

Al parecer ese sujeto decidió mostrarse, como si se hubiese rendido, cosa que por alguna razón no me convenció. -¡Quédate ahí!- le grité de manera imperativa debido a esta inquietud. -¿Quién eres y de qué me conoces?- le pregunté intrigado del por qué ese sujeto conocía mi nombre. Nunca me pareció ver ae ste sujeto en la ciudad, ya que con un aspecto como el que tenía, lo reconocería facilmente. No, no era japonés, no lo parecía. Pero debía averiguarlo.

Zerker no dijo nada, solo permaneció como un zombie andante por las calles girando lentamente en dirección a Johno cabalgando sobre su compañero Digimons; compartiendo su amistad y unieron fuerzas para perseguirlo aunque parezca tonto mostraba gran amistad y le destrozaba al chico con mascara, en no volver sentir lo mismo con su compañero Gaomon ni mucho menos con Agumon, sumido en sus pensamientos ignoro las preguntas del chico así que solo permaneció como un estatua manteniendo su fría vista sobre los dos.

-……-Permaneció en silencio, quiso planear una mejor táctica obligando que uno de los dos se acercaran más.

-¡Responde!- le exigí al extraño sujeto con la máscara para que me dijese de qué me conocía. Él se había quedado quieto, inmóvil, como si no tuviese alma o voluntad. Parecía que quería que yo me acercara, cosa por lo que me parecía el juego "haber quien cede primero". Fue por ese pensamiento que nos quedamos sostenidos en el aire, observándolo a él al mismo tiempo que éste nos observaba.

No contesto solo se hizo el tonto o falta de neuronas ladeando la cabeza sin comprender, se divertía contemplar la inquietud del muchacho como si creyera que el misterioso lo atacaría, y aparentemente capto la idea de su juego ¿Quién da el paso primero? Zerker imagino que debería iniciar puesto que Johno está negado a dar unos pasos, o por lo menos su compañero se dignara a acercarse.

-¿Valdría la pena la respuesta? Amigo mío… Ni querrías una mínima pista. Hazme un favor ¿Quieres? Aléjense, sigan siendo compañeros mientras que su realidad sea placentero porque quien sabe que su bella realidad se convierta en un infierno.-Contesto misteriosamente. Sus ojos miraron directamente al frente del joven extendiendo su pistola al joven deseando dispararlos, clamando muerte, acabar con su vida pero no puede, tiene que controlarse porque por otra parte, no quiere lastimar a su amigo ni a su Digimon.

-No te lo preguntaría si no me interesase.- le contesté a aquel sujeto, el cual parecía o advertirme o amenazarme. -¿Bella?¿Placentera?- pregunté de manera sarcástica sin esperar una respuesta. -¿Te parece placentero el hecho de que ya no puedo volver a mi casa?- le interrogué algo molesto por las palabras que el había dicho. -¿O el hecho de vivir con el miedo de que pierda el control de mi mismo y dañe a las personas que más aprecie?- terminé preguntándole con cierto enfado.

Luego observé que me miraba a los ojos, con el arma levantada y preparada para dispararme. Logré percatarme de que algo lo detenía, lo cual dorugamon también notó, por lo cual no se preparó para atacar. -¿Eres del Destroyers Dinasty?- preguntó ella sospechando. Luego me puse a pensar en ello.

Medito todas las sarcásticas respuesta de su vida; comparándolo con la suya y verlo en otro punto de vista Johno aparentemente sufrió mas o menos lo mismo que a Zerker… En realidad sintió pena y alivio en descubrir que alguien haya soportado el mismo dolor, agonía y sufrimiento…

< Pierde el control de si mismo ¡Tiene problemas de personalidad! ¿No te das cuenta? El no tiene ni minina idea que vos soportarte ¿Y porque sentirás pena? ¿Eh? ¡Te hace débil! El al menos es un humano puro… Tu no… Sentiste el dolor real… El no… No es un monstruo como tú. >

Todo lo que le hacía despertar a una realidad se fueron por el caño enfureciendo profundamente el joven, es cierto, es un biohibrido ahora e incluso tuvo que fingir morir para que nadie se diera cuenta de su patética existencia ¡Johno no! Contemplo lleno de desprecio y odio hacia Johno y su compañera decidido a lastimarlos agarrando firmemente su pistola.

-¡Te advierto Dorugamon! ¡No te conviene preguntarme cosas que ni tú mismo este seguro!-Le saco de sus casillas en oír la pregunta ¿Qué derecho tiene el digimon en meterse en la conversación?

Corre debajo de Dorugamon, mientras con sus pistolas le va disparando hasta llegar a sus espaldas, pero su principal objetivo es herir a Johno.

Dorugamon no se molestó por la actitud que el biohíbrido, ya que estaba más ocupada esquivando las balas para protegernos. Yo, mientras observaba y me percataba de lo que aquel sujeto trataba de hacer, hice que mi Nanotool tuviera forma de escudo. Luego protegiéndome tras él y aún montado sobre mi camarada dije: -¿Acaso crees que con unas pistolas de juguete me harás retroceder?- la pregunta fue en parte enojo, en parte desafío.

Observé algo que me pareció curioso, de vez en cuanto había pausas de silencio. Este sujeto además era silencioso y errático. Algo que conocía muy bien los síntomas. -¡Deja de hacer caso a ellas!- le recriminé, haciendo notar que entendía de las voces que tenía en su cabeza. -¡Lo que se pierde se puede volver a recuperar!- le traté de hacer entrar en razón.

El humano utilizo una peculiar arma protegiéndose de las balas de Zerker acaba frustrando más al chico sin tener muchas opciones de vencer a Johno y su compañera, tiene un método simple pero  al mismo tiempo no desea recurrirlo por su tremendo odio de convertirse el, mismo en un Digimon, aunque no tiene ni el mas mínima idea de cómo son sus evoluciones solo tiene una idea; grandes y feroces, pero le da algo de ventaja en la batalla…

-Presumido…-Susurro resignado, sin que Johno pudiera oírlo.

Sus ojos se abrieron como platos de las inesperadas palabras del chico, es ilógico como se refería de no hacerles casos a ellas ¿A quién? O ¿De quién no hacerle caso? Un fuerte punzado recorrió por su cabeza, gimió, oía su propia mente palpitar del dolor que sentía.

< ¡Ajajajaja! Nunca evitaras que me escuches, yo soy tu impulso a la verdad, lo que te hago razonar ¿Qué sabe él, lo que tú sentiste? Nadie lo sabe más que yo. Lo que tu perdiste jamás se recuperara, todo lo que querías se esfumo… Incluso tu humanidad… Agarra tu Digivice… Libera tu poder… >

Dio varias suspiros tranquilizándose pero mientras lo hacía, largo un gruñido transformándolo en un rugido quedándose mirando fieramente a Johno y Dorugamon, agarrando lentamente su Digivice mientras se cubría de un aura de Digisoul purpura.

-¿Puedo recuperar mi existencia, lo que realmente fui, mi humanidad? ¡Respóndeme a eso!-Empuño frente suyo su Bio-Digivice.- ¡Digisoooooooouuulll Charge!-Choca fuertemente la parte superior de su Digivice introduciéndole todo su Digisoul. Liberando toda su rabia convirtiéndose por primera vez en un Digimon; Transformándose a una extraña figura familiar a un GeoGreymon, solo que toda su piel es blanca y sus franjas son naranjas, portaba un collar dorado alrededor de su cuello, su casco cambio a una tonalidad dorada, sus ojos son celestes y lo más increíble es que este portaba 6 alas, dándole la capacidad de volar.

-!Monryumon!

Quieto como estatua permaneció viéndose lo que antes fue sus manos, sus garras idénticos la de su compañero lo diferente son sus garras y su piel, pudo sentir la energía recorrer por su nuevo cuerpo, sobre todo ahora es increíblemente inmenso, movió su cola y apretó sus garras.

< ¿Esto es evolucionar? > Se dijo pensativo y luego se fijo arriba, mirando como objetivo a Dorugamon.- Estamos iguales… ¡Mega Tornado!-Es como si el nombre del movimiento le llegara de golpe por la cabeza cuando quiso desarrollar unos de sus nuevos ataques, expulso de su boca una gran bola de fuego azulado concentrado, tomando forma de un torbellino.

-Todo lo que se pierde se puede volver a recuperar.- le contesté firmemente aún teniendo algo de enojo por la actitud del desconocido. Él parecíaa que odiaba lo que era, como si hubiese algo que aún no me hubiera dicho. Algo que ocultaba, lo que no quería.

Aunque no tardé en averiguarlo cuando Digievolucionó, transformándose en una criatura parecida a greymon, salvo por el color del cuerpo, del mismo que sus alas, blanco con franjas naranjas. Cuando evolucionó pareció sorprendido por el hecho, incluso cuando realizó su ataque, el cual parecía un tornado de fuego.

-¡POWER METAL!- exclamó Dorugamon en vos alta, y de su boca salió una enorme esfera de metal hacia el centro del torbellino. Al hacer contacto se empezó a recalentar. Tanto fue el calor que se generó, que hizo estallar la bola metálica, destruyendo ambos ataques.

-Todo lo que se hace se puede deshacer, para ello debes estar decidido a lograrlo.- le dije molesto por el trato desigual que recibíamos, ya que nosotros queríamos entender. -Pero si sigues así no nos dejarás otra opción.- dije en un tono triste, demostrando pensar en llegar a pelear en serio si era necesario.

-Ese aspecto me hace recordar al geogreymon de Samuel.- dijo mi camarada con un rostro serio y a la vez inexpresivo.

Sus palabras no le encontraba significado ¿Deshacerlos? ¿Cómo? Si es imposible eliminar el ADN Digital de su cuerpo, lo hecho esta, no puede cambiarlo como evitar que todos no murieran, además verlo de ese modo le hizo enfurecer mil veces mas ¿Sera por su evolución que acumulaba más ira por segundo? No supo, y de cualquiera manera no le dio importancia ahora que estaba a su primera etapa, sacaría mucho provecho en destrozar a Johno y su Digimon.

-¡Vosotros no entendéis! ¡Vos mucho menos me comprendéis! ¡Soy ahora en esto, y no puedo remediarlo, ni tener esperanza, ni creer en un feliz futuro lo cambiara!-Le replico salvajemente, rugiendo a todo pulmón.- Oyó las palabras de Dorugamon y rio entre dientes.- Más cerca, amiga…-Decir eso se odio así mismo ¿Qué carajo le pasaba? Era como si su propia evolución intentaba dominarlo y hablaba de forma inconsciente, como la frase que acaba de pronunciar.  

Evita el humo y los restos del metal cubriéndose con sus alas en forma de protección, luego agito sus alas hacia adelante esparciendo todo el humo hacia Johno para dificultarle su vista.

-¡Alas infernales!-Agito sus alas expulsando miles de plumas filosas envueltas en llamas.

-Si no te permites a vos mismo tener esperanzas,- le empecé a decir a aquel terco sujeto que no se quería a sí mismo. -entonces estás muerto, aún estando con vida.- le aclaré fríamente, sintiendo pena por la actitud que el extraño poseía. Nos criticó que no lo entendíamos, pero yo no le contesté. No le contesté porque me percaté que una pared me escucharía más que él.

Luego, como si cada vez se pusiera más agresivo, volvió a atacarnos. En esta ocasión utilizó plumas envueltas en llamas. -Evade.- le susurré a mi camarada, la cual se empezó a correr para no ser golpeada por dicho ataque.

Monryumon como así es su nombre, se quedo ahí, mirando como evadía sus plumas/dagas envueltas en llamas azuladas esperando que uno acertara pero sencillamente los esquiva. Rugía más ante las palabras de johno, no iba a darle el lujo que seguiría ‘‘razonándole’’ y que abriera los ojos, tenía los ojos bien abierto viendo la cruda realidad ante todo el mundo vive pero que casi nadie no acepta y lo que más odiaba ahora, que todos continúen alucinándose en tener ‘‘esperanza’’ o en ‘‘creer’’ para él, esas palabras están vacías…

Simplemente le dio lo mismo que era un vivo muerto, de hecho, era casi un aliviado que por fin acertara como está el ahora; un individuo sin vida que perdió todo junto sus esperanzas, su creencias, sus sueños, murieron junto su existencia.

-Increíble. Felicidades, pudiste acertar por lo menos como me siento.-Contesto con la molestia impresa en la voz.

Sus 6 grandes alas iniciaron agitarse elevando al enorme dinosaurio y como si no tuviera peso, velozmente se balanceo encima del Dorugamon, aferrando sus garras y mordiéndole el cuello, para hacerle caer contra el suelo.

Aquel híbrido se encontraba verdaderamente molesto, ya que empezó a atacar cuerpo a cuerpo. Se movía rápido hacia nosotros, sujetando a Dorugamon con sus garras y mordiéndole el cuello. Mi camarada intentó revertir el ataque aprovechando del propio impulso de Monryumon. Para lograrlo, ella, al ser impactado por el dinosaurio alado, lo pateó por debajo clavándole las garras de las patas delanteras en el pecho. Luego le mordió el hombro, para asegurarse que tampoco se librase de la caída al suelo.

Yo, aprovechando el momento, tomé mi nanotool y, con una orden dada a mi reloj, cambió de escudo a espada. Ya en forma de espada, con una estocada rápida le lastimé la superficie del ojo izquierdo. Luego salté de mi camarada para evitar la embestida al suelo.

El dinosaurio alado termina siendo tirado gracias los constantes ataques de Dorugamon largando un feroz grito desgarrador resonando por todo el monte, no fue los ataques y la mordedura de su oponente o la caída precipitada lastimando un poco su espalda, si no que Johno clavo su espada en la parte superficial de su ojo izquierdo.

No fue una sensación que sería capaz de controlar fácilmente, era fastidioso, ardía demasiado, picazón y el dolor era desgarrador que lo hacía retorcerse una y otra vez contra el suelo con su garra en el ojo izquierdo. Sujeto a Dorugamon y lo obliga a tirarlo a un lado para que se levantara, a pasos torpes observando el lugar un poco borroso por el dolor y no veía por ahora nada el ojo izquierdo.

-¡MALDITO! ¡GRRRRRR! ¡Sufrirás por atreverte herirme de esta manera!-Con un esfuerzo, como si sentía un gran peso que le impedía moverse trato de controlar su cola para pegarle a Johno, ahora que no está al lado de su compañero pero los dolorosos rasguños y mordidas de Dorugamon, lo hirieron demasiado y lo único que hizo fue tirarse de rodillas, aun con su garra en el ojo lastimado.

Poco a poco termina digievolucionando regresando a su forma humana, Zerker impulsado por el dolor se quito su máscara poniendo su mano sobre el lado izquierdo del rostro, le sangraba mucho su ojo izquierdo como un río rojo resaltando entre su piel pálida como empapándose de tinta roja, miro aun con su ojo sano de forma asesina a Johno. Se levanto, teniendo sujetando su máscara en el brazo derecho.

-¿Mucho tiempo, no?-Dijo ya quitando su mano izquierdo de encima, revelando por fin su rostro. Para probarlo, saca su colgante de su antiguo equipo Destroyers Dynastia.- Es un lindo recuerdo de cómo pase mi vida antigua… Pero a la vez un desperdicio que quisiera deshacer.-Comento viendo con esfuerzo su colgante.

Ambos Digimon impactaron contra el suelo. Monryumon parecía estar molesto por el daño que le había provocado en el ojo, por lo cual, después de apartar de encima a Dorugamon, trató de lastimarme con su cola, aunque no pudo golpearme.. No pudo tanto porque me alejé como porque su daño era abundante y, en el caso del ojo, molesto. Tanto fue así que perdió su evolución y, casi como instinto, se sacó la máscara revelando su identidad. -Ya me parecía.- dijo Dorumon después de haber regresado a la normalidad luego de reincorporarse.

-¿Entonces es cierto?- le pregunté intrigado a pesar de lo evidente. -¿Eres Samuel?- seguí preguntado con cierta incredulidad ante la reciente revelación. -¿Qué te ocurrió?- traté de entender por qué se había vuelto un híbrido entre humano y digimon.

Ignora a Dorumon, por ser por el momento una cosa sin interés  y siguió viendo lo incrédulo que estaba su ‘‘amigo’’ arqueo una ceja mientras escucho las preguntes evidentes ¿Tan desconcertado esta? Pero no dijo nada durante un rato, mientras veía a la nada y luego vuelve a mirarle a Johno, encogiéndose de hombros moviendo la cabeza de un lado a otro como si lo negara, al percatarse que lo llamo por su antiguo nombre Samuel.

-Te pido que no vuelvas a llamarme por aquel nombre, porque no significa nada para mi ahora, a partir de ahora soy Zerker.-Le aclaro con disgusto y desprecio.- Y en el caso de que me paso, no es algo que tenga mucha importancia Johno.-Contesto simplemente y de forma desinteresada, al igual que aun mantenía su tono tranquilo y misterioso.  

Saco su pistola y le apunto a Johno.- Lamentablemente no puedo dejar que sigas por ahí sabiendo lo que fui antes, y por eso debes morir.-Le dispara unas pardees balas aun teniendo su aguda vista de su ojo sano.

Me escondí entre unos árboles que había allí al ver que me iba a disparar. Luego escucho los disparos y siento que una de kas balas me silba y roza la pierna, haciéndole un tajo al pasar. -¿¡Por qué lo haces Samuel!?- grité entristecido y furioso, casi llorando. -¡Eras mi amigo!¡Bastaba con que me lo hubieses pedido!- exclamé enfurecido, girando la cabeza como tratando de mirarlo. Yo nunca lo hubiese delatado si él me lo hubiese pedido bien.

Dorumon se había enfadado al ver la acción del híbrido, por lo cual lanzó bolas de metal tanto a la cara como a la mano que sostenía el arma. -¡Detente Dorumon y ven!- le ordené a mi compañera, a lo cual ella obedeció. -¡Vete Samuel! Tú secreto quedará a salvo conmigo.- le dije fuerte y claro a aquel que alguna vez llamé amigo.

Ni tan cerca estuvo de atravesar unas de sus balas una extremidad en el cuerpo de johno entonces lanzo una maldición culpándose por tener mal el ojo izquierdo, hubiera ha tirado si no lo tuviera malo o continuar sintiendo el dolor de sus heridas abiertas por el combate, pero luego como si su sistema le avisara reacciono rápidamente esquivando cada una de las esferas metálicas, agachándose silbándole encima de su cabeza al sentir como una bola le rozaba su cabello, gira verticalmente para no recibir la otra dirigida a su mano y da un fuerte salto apartándose de la línea de tiros de Dorumon dirigidas hacia él.

-¡Arg! ¡Tsk! ¡Malditas heridas!-Gruño mirando con odio sus rasguños y heridas cuando piso tierra y como su cuerpo reacciono automáticamente sus heridas ardiéndole molestosamente.- Ahora, continuemos…-Apunto nuevamente su pistola hacia Johno.

La verdad le valía un comino lo que él decía, ya para él, los amigos son solo un peso de encima hasta que…

<< El no merece morir… Te está dejando una oportunidad de esconder lo que eres ahora… >>

Esta voz es distinta, como concejal ¿Y la otra voz perturbadora que lo impulsaba hacer el mal? ¿Tan adentrado estaba con la ira, que ahora escucha cosas buenas? Sacudió la cabeza confundido y perdido… Miro a johno por última vez y rugió irritado.

-No perderé el tiempo batallando contigo… Debo atender mis heridas. Escúchame Johno a pesar de esto no voy a permitir que sigas ahí, algún día te eliminare del mapa.-Se puso su máscara con sumo cuidado de no herir su ojo lastimado y huye entre los arboles perdiéndose de vista.

-Y yo estaré acá, Samuel.- dije en voz baja mientras meditaba lo ocurrido el día de hoy al mismo tiempo que aquella persona que era mi amigo se volviese mi enemigo se escapara. Para poder aceptar este cambio debíamos olvidar a Samuel, ya que Zerker dejó bien en claro que había muerto. Así es que decidí tomar una desición. La decisión de derrotarlo o, si llega a ocurrir, de matarlo. Sin mediar más palabras, Dorumon y yo nos decidimos buscar la forma de entrar al Digimundo. Debíamos ir a la isla File a ayudar a Norn...