Cerveza y Ciencia (Irlanda)

Me encontraba en la proa del barco con los brazos estirados, imitando la tan famosa escena de la película Titanic mientras silbaba  la canción de la misma película, dentro de muy poco el barco desembarcara en las costas de Irlanda después de un viaje por el mar mediterráneo y por todas las naciones que limitan con el, en donde yo y mi hermano fuimos un tsunami de desastres, fiestas y excesos. -¡Cerveza, duendes, ollas de oro! ¿Hermano estas listo para atracar?- Digo mientras camino hacia Bakura.
Mientras tanto, el barco se acerca lentamente a la orilla del puerto, donde los marinos se encargan de soltar el ancla y amarrar al navío para luego poner la rampa de abordaje.

Ya todo se estaba preparando para que el barco atracara, mientras tanto yo estaba bajo cubierta con una balde de basura  la cual ya estaba hasta el tope de tanto vomitar, esta situación no se podía compensar con alcohol, cigarrillos  y mucho menos helado. Salí hacia donde estaba mi hermano, mareado , cuando por fin ya se podía ver la tierra a solo unos cuantos metros, -Y, ¿en donde se supone que estamos?- pregunte a mi hermano mientras dejaba caer el balde y el vomito se esparcía por toda la parte de cubierta.

Cuando por fin atracamos, salí corriendo a besar tierra y a hacerle cariñitos -Ahhh, jamas te volveré a dejar...-triste mentira.

Y allí volvía a estar yo, en mi "querida" Irlanda natal. Puesto que por mucho que ahora viviese en Inglaterra, mi familia materna provenía de la isla hermana. A decir verdad, el que estuviera allí no era solo por nostalgia -que tampoco era demasiada, puesto que sólo había estado hasta los cuatro años allí- sino porque me habían obligado a tener las vacaciones que aún me restaban del año anterior. Cosas de los sindicatos y no se qué, pero total, iba a aprovechar esos días a pesar de que fuesen obligados, al menos, la empresa me pagaba esos días.
Me había dedicado a hacer un tour por el país, así que, tras un par de días me encontraba en el condado de Sligo, en el pueblo con el que compartía nombre. Estaba caminando cerca del puerto, donde habían atracados barcos de varios tamaños, aunque en su mayoría eran sólo barcos pesqueros.

El Sol se ocultaba ya por el horizonte, no hay que olvidar que estabamos en invierno, así que, era lo más habitual. Además de ver algunos restos de nieve que había resistido desde la última nevada. Y en cuanto se ocultara del todo el astro rey, no quería estar fuera de un buen lugar caliente. Quizás las ciudades Irlandesas parezcan pueblos, y los pueblos lo eran más todavía, pero en todos ellos encontrabas al menos un pub.
Así que, sin mirar hacia el mar otra vez me encaminé hacia algún lugar donde poder estar caliente hasta volver al hotel por la noche.

Desciendo del barco tranquilamente mientras veo a mi hermano abrazando y besando la tierra como si fuese Cristóbal Colón después de llagar a América, recojo un poco de nieve que hay en el suelo, restos de alguna nevada de hace un tiempo atrás, la hago bola y se la lanzo a la cabeza a mi hermano. -¡Cerveza! Quiero quiero quiero quiero- Digo rápidamente antes de comenzar a correr por las calles de Irlanda, como el sol comienza a ponerse, los carteles luminosos de los locales empiezan a encenderse, algunos un poco antes ya que aun hay sol, pero un letrero llama mi atención, “La Olla del leprechaun” decía ese letrero que iba acompañada de la imagen de un duendecillo bañándose en una olla llena de oro y con una jarra de cerveza en una mano. -¡Cerveza, Duendes y Oro! Es el lugar perfecto- Grito de emoción al ver el pub y abrazo uno de sus muros mientras espero a mi hermano para poder entrar.

Al levantarme del suelo una bola de nieve va directo a mi cabeza -Imbécil...- le digo a Crow sin tomar mucha importancia. El sol se ponía, las tiendecitas de aquel pequeño pueblo se empezaban a prender junto al sonido del va y ven de las olas.

-Así que... Irlanda... no se que tenga que hacer padre aquí- digo mientras me pongo el gabán el cual tenia colgado a mi espalda. En esta parte del viaje solo venia a ''disfrutar'' así que no me pareció conveniente llevar las dos escopetas y por lo tanto solo baje con una. Mi hermano al ver un pub salio corriendo hacia el y tras el iba yo -Que más da...- dije mientras abría la puerta y entraba.

Había conseguido encontrar un lugar cercano al puerto, la verdad me hubiese esperado algo como: "el cerdo algoso" algún nombre extraño y absurdo relacionado con el mar y a la vez con algún tipo de comida. Pero el sitio tenía hasta un nombre decente como la olla del leprechaun. Incluso el interior no era algo deplorable y con una falta de higiene tal que respirar el aire del interior fuese letal. Algo anticuado y con alguna capa de polvo de más, pero limpio y correcto. Así que me dirigí hacia una de las mesas del lugar, esquivando a algunos borrachos del local... Lo raro es que no hubiese alguno.
Me deshice del abrigo al llegar al lugar seleccionado, y después me senté. Pensé un rato en qué tomar, no sabía si cenar ya o esperar un poco más. Tenía hasta las ocho de la tarde para decidirme con la comida, así que, decidí esperar un poco más.

Tras pedir lo que quería de beber, nada con alcohol para no arriesgarme a seguir pidiendo y acabar perdiendo el control, entraton dos jóvenes de cabellos blancos como la misma nieve. Y un... Algo, por decir de alguna forma, que no les hacía ser iguales a los demás del lugar.
Con discreción saqué el teléfono móvil de dentro de los bolsillos del abrigo, y miré los avisos que había. Lo había dejado en silencio por error, pero el aviso estaba... El rada había notado a dos criaturas digitales o al menos con parte digital en su interior. Les miré con más atención en ese momento, aunque por ahora no haría nada. Prefería estudiarles de lejos para poder acercarme con mayores probabilidades de éxito.

Entro al bar e inmediatamente detecto olor a licor y polvo, una combinación ganadora, rápidamente me acerco a la barra y digo: -¡Quiero cerveza, duendes y oro!- El cantinero me mira raro y me sirve una cerveza color dorada, la que inmediatamente comienzo a beberla y apenas la termino pido otra y luego otra. -¿Dónde esta el duende? Quiero esa olla de oro- Digo levantándome de la barra para comenzar a inspeccionar las mesas y sillas dentro del local, incluso levanto una pesada y vieja mesa de madera con una sola mano mientras busco a ese duende invisible. -Irlanda me esta decepcionando… esperaba ver mas duendes y oro… ¿Qué hay de comer?- Digo regresando a la barra. -Hermano ¿que piensas hacer después? Yo quiero encontrar la olla de oro y robarle el sombrero a un duende… y quizás hacer explotar algunos autos- Digo mientras le doy una palmada a la espalda de Bakura, luego miro a mi alrededor para luego notar la presencia de una mujer en el Pub a la que me quedo viendo fijamente.

Me senté al lado de mi hermano y al igual que el me sirvieron una cerveza a lo cual mire al cantinero -¿Me ves con cara de querer beber una cerveza?-, este me miro seriamente y agacho la cabeza, -mejor sirveme un Whisky doble- y este inmediatamente me lo sirvió.  

-Sabes que eso de los duendes y el oro con el arco iris es un mito, ¿Verdad?

Mientras tomaba mi whisky pude notar la presencia de una chica a unas cuanta mesas de donde estábamos pero no puse mucha atención a esta, luego fue que me di cuenta  que esta nos estaba observando.

~Crow, ¿ves a esa chica?, ha estado observándonos desde que llegamos~.

Luego mientras Crow seguía tomando cervezas me levante de la silla -Ya vuelvo voy al baño- dije como excusa mientras caminaba donde la chica silbando la 5ta de Beethoven.

Vale... Lo primero que pude anotar es que de los dos, el de la cicatriz en el rostro estaba loco, en un punto que debía rayar la demencia. O eso, o era increíblemente crédulo junto con una inusitada hiperactividad que le hacía parecer loco e infantil al mismo tiempo. ¿Actuación o mentalidad inestable? Por ahora tenía pocos datos como para poder decirlo.
Aunque otra cosa que tenía clara es que era mejor no tener un enfrentamiento directo con ellos, demasiada fuerza física. Casi parecía inhumana, pero eso sólo podía significar una cosa: estaba entrenado. Como era de esperar, en los restos del trabajo de mis padres -la parte que no habían conseguido robar- encontré los cálculos de la fuerza media de un biohybrido con una vida normal sin hacer entrenamientos que aumentasen demasiado su fuerza, y si bien eran más potentes que un humano normal, no podrían levantar una mesa de madera con una solo mano como si nada.

El otro que tenía el pelo más largo, aunque era ligeramente más pequeño que su hermano -no hacía falta ser un genio para saberlo, se asemejaban demasiado como para ser dos personas diferentes- parecía ser más normal. De hecho, no hizo nada extraño, simplemente pedir algo para beber en la barra. Parecía ser tan serio e indiferente como alocado e infantil su hermano. Me recordó mucho a cierta pelirroja que conocía...

Quizás esperaba que estuviesen acostumbrados al escrutinio, o que la gente del propio local también les miraran. Pero al parecer, el resto de los del pub estaban más que ocupados en mirarse las pelusas en el ombligo, porque enseguida noté las dos miradas de los chicos puestas en mí.  Podría apartar la mirada, o bien, seguir mirando. Pero tratar con híbridos no era algo sencillo, y por ello, había que andarse con pies de plomo. ¿Cuál sería la mejor forma de actuar?
Decidí apartar mi vista al menos unos segundos en cuanto el del cabello largo se movió en dirección hacia donde me encontraba silbando una de las más famosas composiciones musicales. Pero yo simplemente dí un trago a mi coca-cola, tratando de hacerme la desinteresada. Aunque era complicado, tratar con dos de ellos era distinto a hacerlo con uno.

Me disponía a pedir otra cerveza e ignorar a la chica, pero entonces toda mi atención se fue a lo que ella estaba bebiendo, al principio crei que era cerveza negra, pero no, era Coca-Cola. -¡Inaceptable!- Digo inmediatamente al ver el liquido, luego camino hacia la chica y la miro fijamente a los ojos. -Nadie viene a un pub a beber bebidas gaseosas de fantasía, saborizadas con caramelo y vainilla que contienen peligrosas dosis de azúcar y otros conservantes que hacen que la bebida sea altamente ácida tanto que puede disolver una moneda… además la cerveza es un alimento completo y nutritivo y algunas dotadas de diferentes dosis de alcohol además de que es un desperdicio venir a un lugar asi para beber tan insignificante liquido como ese, señorita quien nos a estado vigilando maliciosamente- Le digo rápidamente a la chica casi sin respirar, quedando con la cara roja por unos instantes antes de hacer una pausa para respirar. -Los duendes no estarían felices de verte… hueles a lavanda- Termino diciendo antes de sentarme junto a ella como si nada y empiezo a tararear la canción de la película Titanic.

Al acercarme a la chica tome una silla y me senté a su lado -He notado que nos estabas observando, ¿acaso se te perdió algo?-, conteste mientras tomaba de su coca-cola.

-Se más cortés hermano- dije acabando la coca-cola, -Estaba buena, hace mucho no tomaba de esta... tal vez luego de ''eso'' podamos tomar otra...- saque la escopeta y apunte al techo -Ahora, ¿porque nos observabas tanto?- dije mientras disparaba al techo.

Puse los ojos en blanco al ver al de la cicatriz gritar que algo era inaceptable y venir rápidamente a donde estaba yo, musitando una sarta de tonterías unidas a una buena explicación sobre las bebidas carbonatadas, más centrado en la propia coca-cola, aunque algunas cosas podría ponérselas en duda. Sin embargo, sólo puse una mirada de desinterés mientras que hablaba.

- Prefiero mil veces una bebida de estas, puesto que no te deprimen el SNC, lo que te causa esa maldita perdida de control unida a una desinhibición, gracias a la cual ya no sepas ni tan siquiera lo que haces. Por lo que algunos babosos se aprovechan de ese estado de debilidad para hacer lo que quieren contigo. - repliqué, dándole otro trago a la coca-cola. Nada mentira, además de que en mi caso ese horrible efecto de perder el control se daba deprisa, puesto que no estaba acostumbrada a ellas... Y prefiero no recordar lo que pasó la única vez que me he embriagado.

No iba a decir nada respecto a los duendes, a fin de cuentas, no eran reales. Así que ¿para qué gastar tiempo y saliva en ellos? Lo bueno de escuchar eso, es que de verdad me había confirmado que a era terriblemente crédulo. A la par que bastante inteligente, o bien, que era capaz de recordar con precisión la información leída. De todas formas, para hacer eso, tendría que tener un cerebro interesante... Que ganas de hacerle un electroencefalograma...
Pero no podía dejarme perder en el mundo de las cosas que quería hacer y que aún eran solo imaginaciones mías. Puesto que se sentó a mi lado mientras que hacía castillos sobre las nubes, a pesar de que no le había invitado para hacerlo. Aunque unos segundos después llego el otro y se sentó en otra silla. Al parecer no sabían lo que era esperar una invitación.

- Que yo sepa, mirar sigue siendo gratis. Y por lo que se ve sentarse sin tener la amabilidad de preguntarle a la persona que estaba en la mesa, también.- me retiré uno de los mechones de pelo hacía atrás, para que no me molestara, sobre todo, porque al parecer los dos hermanos tenían cierta habilidad para sacarme de quicio, y era una forma de intentar eliminar esa molestia de alguna manera.- Una pregunta, ¿alguien os enseñó que lo que es de otra persona, es de esa persona?- pregunté de forma cortante al ver como mi bebida desaparecía en la boca de el que tenía el pelo largo.

Mi rostro seguía impertérrito, pero entonces, escuché el sonido tan molesto de un arma de fuego al ser disparada, y la leve sensación de notar gravilla cayendo del techo... Ahora sí que puse una mueca de molestia. Pero no me digné a contestar la pregunta de por qué estaba mirado, no lo iba a hacer al menos hasta que se comportaran más tranquilamente. Daba igual si me amenazaban o no, la respuesta que es lo que ellos querían sólo la tenía yo, y apagada mi existencia siempre se quedarían sin saberlo. Podría hacer las cábalas que quisieran, pero la única con la respuesta iba a ser yo.

- Ruidosos... - murmuré entre disparo y disparo, masajeándome con la mano que no llevaba enguantada, la frente.

Ante los disparos de Bakura, todos en el pub corren despavoridos dejando sus tragos en las mesas, menos un un anciano que estaba durmiendo en una silla y el cantinero que saca una escopeta de doble barril que tenia escondida y con las manos temblorosas intenta cargar los cartuchos. -Eso es lamentable- Digo mientras le levanto de la mesa para comenzar a caminar hacia el cantinero. -No solo esta descargada, también tiene el seguro puesto y una considerable capa de polvo sobre ella, lo que me dice que no la has mantenido, y la punta del cañón se ve carcomida, las pocas veces que la usaste para cazar patos no la limpiarte y ahora la pólvora se comió el estriado interior- Le digo al cantinero mientras me acerco cada vez mas a el y el cantinero se pone mas nervioso en poner los cartuchos. -La verdad es mas peligroso que me ataques con una botella rota que con eso- Termino diciendo ya estando del otro lado de la barra, el cantinero deja caer la escopeta y toma una botella de licor, la que rompe contra la barra e intenta apuñalarme con ella. -Error- Digo antes de que con una mano tomo por la muñeca el brazo con el que el cantinero intenta apuñalarme, y con mi otro brazo golpeo su codo lo que hace que la articulación se doble para el otro lado, dislocando asi los huesos, entonces tomo la botella rota con la que intentaron atacarme y la entierro en el cuello del hombre haciendo que este caiga al suelo mientras se ahoga en su propia sangre. -Me pregunto cuanto tiempo queda hasta que la policía llegue…- Digo mientras camino hasta el otro lado de la barra para comenzar a ver las botellas de licor, buscando específicamente la que tenga el mayor grado alcohólico.

Gente corriendo despavorida y ahora la muerte del cantinero a manos de mi hermano... No había duda la policía no tardaría en llegar, no quería tener que hacer mucho esfuerzo en Irlanda, pero ya que el momento se ponía pesado no había otra opción -¿Para que tenias que hacer eso Crow?, ahora la policia va a llegar y voy a tener que disparar, eso es mucho esfuerzo... que pereza-, luego mire de nuevo a la chica -Pues no me molesta compartir, además aun no me contestas porque nos observabas tanto- decía mientras guardaba la escopeta.  

-Espero que sepas pelear, no voy a protegerte cuando ellos lleguen- dije a la castaña mientras ponía unas mesas de lado en la puerta y en donde estábamos para usarlas como protección, luego tome una silla y me senté cruzado de piernas sacando de nuevo la escopeta esperando a que llegaran -Que aburrido...

Una pequeña vena de enfado apareció en mi frente, porque como era natural, tras los disparos, la gente empezaría a correr y algunas mujeres a gritar alteradas... Vamos, que más ruido molesto de manera gratuita. Exhalé el aire de mis pulmones con calma, intentando no mandar a la mierda a los dos albinos a mi lado. Al parecer, para ser biohybridos tenían poco control de sus acciones o les daba igual las consecuencias, en definitva, personas extremadamente molestas. Pero con un código genético increíblemente interesante.

Lo siguiente que paso me llego a parecer tan absurdo, que no sabía bien cómo reaccionar. Observé la muerte del cantinero, aunque lo único con lo que me quede fue con la fuerza y velocidad del sujeto de la cicatriz. Hay algo que tengo claro, y es que a todos nos llega la hora de morir, así que, tampoco me iba a escandalizar por la muerte de un ser humano frente a mis ojos. Había delitos peores, y la verdad, ¿qué diferencia había entre terminar con la vida de un humano con la de cualquier animal? Lo único malo es que eso iba a atraer más atención de la necesaria.

- ¿Era necesario todo este circo? ¿O es que intentáis recibir la atención de alguien y por eso os comportáis como "niños malos"? - la verdad, me recordaban a esos adolescentes que querían más atención por parte de sus padres, y que por ello se metían en todos los problemas que podían. Ridículo. - En cuanto a lo de la policía... Esto es un pueblo, no creo que haya más de cuatro en toda la zona. Y si van a pedir refuerzos, seguramente tarden varias horas en llegar. En estos sitios tan pequeños no suele haber grandes problemas.

Veía como una pérdida de tiempo explicarle al del pelo largo que por mucho que a él no le importara compartir a él, a mí sí. Pero intuía que iba a ignorarme completamente. En cuanto a lo otro, ya dije que no iba a contestarles más allá de: "mirar es gratis".

- No, no sé pelear. Ya contaba con no tener ayuda por vuestra parte, pero de todas formas, como he dicho, no creo que haya muchos policías y de todas formas. Está mal atacar a los rehenes, a fin de cuentas, ellos tienen que salvarnos.- hice teatro poniendo una expresión de que iba a desmayarme por el susto recibido. Aunque enseguida volví a poner la misma cara indiferente de siempre.- Así que, creo que puedo apañármelas bien yo sola.

Me acomodé mejor en el asiento, esperando a que algo ocurriera.

-Por supuesto que era necesario… solo me sirvió la cerveza…- Digo antes de encontrar la botella con el licor mas fuerte. -Deja eso hermano, no hay por que pelear… por que vamos a quemar el lugar- Digo antes de destapar la botella para empezar a verterla sobre la barra y las demás botellas de alcohol. -Aunque no se si funcione- Digo cuando vacío la botella. -Hermano, llevate a la chica, parece saber mas de lo que dice y eso se demuestra con sus palabras desafiantes y falta de miedo… además me gustan sus ojos, yo te sigo luego- Digo mientras empiezo a lanzar botellas el piso para luego prenderle fuego al lugar.

-Si eso me quita el trabajo que tendré que hacer... por mi no hay problema- dije a Crow mientras me levantaba de nuevo de la silla y caminaba hacia la chica -y tu aquí... que problema- le dije a la chica tomándola sin tener que hacer esfuerzo por la cintura y cargarla en mi brazo izquierdo la parte izquierda de mi vientre.

-Nos veremos en el puerto, trata de que los policías no sufran mucho...- enseguida corrí saliendo por la puerta de atrás dirigiéndome al puerto -aun no me has dicho como te llamas-dije mientras corría a gran velocidad por un callejón y me montaba en una escalera para luego llegar al techo las casas y correr entre ellos.

Enseguida de llegar al puerto vi una tienda de helados -bueno... un poco no hará daño- dije para mi aun con la chica en el brazo.

A pesar de que preguntase tanto, todas mis preguntas eran a modo de liberar las ganas que tenía de largarme y dejar a esos dos... Ehm... Esos dos, dejémoslo ahí mejor. Así que, puse los ojos en blanco cuando el de la cicatriz contesto. Enhorabuena, un aplauso para ti.
Pero tuve que dejar esos pensamientos cuando dijo que iba a quemar el lugar. ¿En serio? Creo que estos dos especímenes son más dementes de lo que jamás habría pensado. Así que, antes de que agotaran mi tan escasa paciencia decidí irme de allí y dejarles hacer lo que quisieran; ellos felices y yo mucho más. Pero no pude hacer nada, porque unos brazos me rodearon la cintura, dejándome estática, casi en shock. Nunca, y cuando digo nunca es que lo es, me habían tocado en esa parte del cuerpo. Bueno, quizás no era correcto decir que era un contacto directo, puesto que llevaba una camiseta que me cubría completamente el torso por eso de que hacía frío. Pero de todas formas, podía sentir el calor de ser tocada por otro ser vivo.
Aspiré todo el aire, sin respirar hasta que tuve que volver a hacerlo, y en ese instante, comencé a revolverme para que me soltara. Su contacto quemaba, sentía algo similar a que me clavasen agujas incandescentes allí donde su cuerpo entraba en contacto con el mío.

- Suéltame- siseé la primera vez, mientras que seguía retorciéndome para que finalmente me dejara caer al oponer resistencia a ser transportada. Pero al no ser escuchada, o más bien, ser ignorada comencé a alzar la voz. - ¡Suéltame!

Tras un largo tiempo exigiéndole que me soltase, suplicar no es lo mío, le oí murmurar algo, pero estaba demasiado ofuscada en esa horrible sensación que apenas era capaz de pensar sobre qué estaba hablando. Durante todo el trayecto había continuado revolviéndome para que me soltara, por suerte la adrenalina servía para que no me enterase de que estaba agotándome. Pero eso sí, después seguramente me doliese todo.

- ¡Que me sueltes!

Podrían amenazar con disparar, matar a alguien frente a mí o quemar una ciudad entera, que apenas iba a decir nada. Pero ahora, que no me tocaran, o entonces parecía que me estaban matando de manera lenta y tortuosa.

Mi hermano se va con la chica y yo sigo destrozando las botellas de licor por todo el suelo o al menos las de mayor grado alcohólico, al terminar, busco algún objeto interesante que este en la barra, encontrando un pica hielo, un poco de dinero y un encendedor. Cuando escucho las sirenas de la patrulla que se aproxima, rápidamente me tiro al suelo junto a la puerta, para simular que estoy muero al igual que el cantinero o borracho como el anciano que aun duerme. Al pub solo entra un policía con su arma en manos, el oficial me mira, luego mira al cantinero y después al anciano, luego mira el agujero en el techo causado por el escopetazo de mi hermano y entonces empieza a hablarle al aire, pidiendo que quien sea que hizo esto, que se muestre, entonces yo lentamente me levanto y sigilosamente me acerco a su espalda para enterrarle el pica hielo en la nuca entremedio de las vértebras, causando una muerte instantánea. La muerte no provoco ruidos ni evidencia, algo conveniente considerando que aun hay un policía afuera del edificio adentro de la patrulla. Pongo las balas de la pistola del policía sobre la barra al igual que los cartuchos de escopeta y entonces le prendo fuego al liquido inflamable, para luego escapar por la puerta trasera para comenzar a correr hacia el puerto.

Al llegar al sitio de los helado bajo a la mujer y me acerco a pedir unos -Por favor un de fresas, vainilla y chocolate... ¿tu quieres helado?... que sean dos por favor- digo sin esperar a que si quiera la chica respondiese. Luego de un momento me entregan los helados y pago -gracias basura- digo mientras miro a la chica.

-Nunca respondiste porque nos observabas ni tampoco dijiste tu nombre...- mientras como mi helado unas personas pasan corriendo y dicen -vamos a ver... si, corre... parece que han destruido el viejo pub del centro...- pero no digo nada. -Si te portas bien tal vez más tarde te muestre algo que te gustara-.

Respiré aliviada en cuanto volví a tener el suelo bajo mis pies, y los brazos del albino lejos de mi cuerpo. Al cual, abracé yo misma para tratar de eliminar la sensación desagradable que dejaba cuando alguien me tocaba, y más con tanto tiempo de contacto. Brrrrr... Desagradable.
Observé qué es lo que hacía, y le vi comprar helados mientras que parloteaba en apariencia él solo, porque aun estaba un tanto traumatizada por haber tenido tanto contacto físico con otra persona. Y de todas maneras, aunque hubiese analizado lo que decía lo más probable es que ignorara mi pregunta. A pesar de que no tenía diarrea verbal como el de la cicatriz, él también tenía momentos en los que no paraba de hablar diciendo y haciendo preguntas, pero en el fondo sin decir nada interesante.

- A lo primero queda claro que no voy a contestar. Y a lo segundo, no me lo habías preguntado antes, y de todas formas, para pedir esa información se suele presentar uno mismo. - probabilidades de que me ignore: 99% así que, yo iba a seguir sin contestarle y él iba a seguir sin tener respuesta.

Ignoré a las personas que pasaban corriendo, ya me imaginaba que el de la cicatriz lo había hecho. Ya se sabe, los locos no suelen mentir. Pasado ese momento, ya pensaba que íbamos a estar en perfecta calma y silencio. Pero el híbrido habló diciendo algo que me hizo replantearme si preguntar o no. ¿Qué iba a enseñarme? Podría ser algo que mereciera de verdad la pena, o bien una de esas frases estúpidas de los hombres para decir que "esta noche iba a ser la mejor de mi vida" o cualquier gilipollez de esas. Sin embargo, como científica que soy, la curiosidad puede más que la prudencia.

- ¿Qué es eso que me quieres enseñar?- pregunté con cautela, aunque frunciendo el ceño, eso sí.

Seguía corriendo hacia el puerto, ignoraba a la gente que corría en dirección contraria para ver el incendio yo tenia una misión fija, misión que se vio quebrada al ver a mi hermano y la chica dentro de una heladería, entro a la tienda y me siento junto a ellos. -Creí que iríamos al puerto… ¿me compraste un helado?- Digo antes de mirar a la chica para sonreírle. -Hola, ¿disfrutaste el viaje?... apropósito hermano… ¿adonde la llevaremos?... ¿te a dicho algo? ¿la amarramos a una bolla o la llevamos al IGDA?- Termino diciendo a la vez que me pongo la capucha de mi abrigo y me acomodo en mi asiento.

-Pues estas mal... yo no me voy a presentar ante alguien que no se presente primero ante mi...- dije a la chica aun comiendo mi helado, -y, ya te lo dije, si quieres que te lo enseñe debes portarte bien-.

En ese momento llego mi hermano, imagine que como no venían policías tras el, el plan había sido un existo y había matado a los policías, -no te pedí, yo te creía en el puerto, ¿que haces aquí?-.


OFF: Perdonen ese post tan de porquería, me duele un poco la cabeza y no puedo pensar mucho.

Me encogí de hombros, me daba igual si quería decirme su nombre o no. No era un dato realmente importante, porque con numerarlo ya estaba hecho. Y lo haría por el orden de llegada, así que, el primero al que había visto era al de la cicatriz, así que, sería número uno. Y el que se encontraba conmigo en ese momento sería número dos por haber llegado más tarde.
Rápido, sencillo y mucho más eficaz que intentar aprenderme el nombre de alguien que no me interesaba nada más que para robarle el ADN.

- Tsk...

No entendía bien a que se refería con eso de ser buena. Porque si era ser dócil y amable, mal iba ya. Pero no iba a cambiar mi forma de actuar hasta que no estuviese segura de que me iba a interesar. Saqué el teléfono para mirar si alguien me había hablado, pero al ver que no había pasado nada, volví a guardar el aparato en el bolsillo del pantalón. Justo en ese momento llegó el chico de la cicatriz.

Se sentó junto a su hermano, yo permanecía de pie, puesto que no me encontraba lo suficientemente relajada como para sentarme y fingir que no había pasado nada. Me crucé de brazos.

- ¿El viaje? Una mierda, pero gracias por preguntar.- el agradecimiento era sarcasmo, lo demás era cierto. Pero estaba segura de que me iban a ignorar... En fin, sigo sin entender por qué contesto a veces. - ¿IGDA?

Ese nombre sí que me interesaba algo más. A fin de cuentas, las siglas eran algo bastante normal para cualquier ámbito científico. Y generalmente una I solía ser de instituto. La G y la D podrían corresponder a genética digital o genes digimon. En cuanto a la A... ¿Podría ser avanzado? No sé, las iniciales no dicen mucho, aunque me podría aproximar a su significado.

Esperé a ver qué es lo que decidían o si me contestaban a mi pregunta sobre qué era IGDA.

Le sonrió a la chica al notar que muestra interés al yo hablar del IGDA, quizás ella sepa lo que es o quizás esta involucrada en asuntos parecidos, pero su interés por el asunto y su falta de miedo hacia nosotros la delata. - Investigación Genética Digital Armamentista… debería ser CIGDA, pero no quisieron cambiarle el nombre para no cambiar el logo…- Le digo a la chica antes de darle un pequeño codazo a mi hermano. -Se amable con ella hermano… si quieres información debes darle información… si aun asi no quiere hablar… destruyera- Le digo a Bakura antes de levantarme de mi asiento para ir hacia el heladero y comprar un helado, un barquillo de chocolate y menta.

Callaba mientras comía el helado, luego Crow menciono el IGDA y explico que era, mi hermano era un tonto, no se podia ir diciendo por ahí que eramos de IGDA o que era IGDA y mucho menos a una chica a la cual acababa de conocer. Tome a Crow por el cuello y lo lleve un momento a otro lugar -¿que estas haciendo?, ¿ acaso no recuerdas que esta prohibido decir alguna cosa sobre IGDA a simples humanos tontos?- dije mientras le pegaba un puño en la cabeza;  -ahora debemos matar a esa chica, que desperdicio...

Acerte dos de las cuatro letras del nombre, aunque lo cierto es que eran las dos iniciales sencillas. La A era la letra más rara de las dos, la verdad nunca habría pensado que alguien se le ocurriría poner algo relacionado con armas en el nombre. Pero eso me daba la confirmación de que habían sido creados con uso militar, y me abría la posibilidad de que hicieran además más armas... Bueno, de todas formas, a mí lo que me interesa más son los híbridos no sus usos o sus equipos.

- Vaya, es muy interesante todo lo que cuentas sobre ese sitio. ¿Podría ir algún día a visitarlo?

La pregunta siempre quedaba, pero en ese momento ambos hermanos se levantaron a hablar de algo entre ellos. Aunque por lo que podía ver, el del pelo largo estaba regañando al menor, podía haber dicho algo indebido, pero al menos tenía suficiente capacidad de raciocinio como para saber tratar conmigo, a diferencia del otro, que no tenía ni la menor idea. ¿Se esperaba que mi información fuese gratuita? Ni de coña. Pero por un intercambio de información, no tenía problemas en contar cualquier cosa, a menos que fuese demasiado comprometida para mis planes futuros. Pero vamos, cualquier otra cosa, me daba igual contestarla, por muy personal que fuese.

Mi hermano tiende a sobreactuar, en cuanto termino de hablar, este me lanza contra la pared y comienza a golpearme, a lo que respondo amarrándolo de las muñecas y comenzar a hablarle al oído. -Tu pensamiento es limitado hermano mio… por lo que dije ahora ella acaba de delatarse y me impresiona que no te hayas dado cuenta antes… no nos teme, nos observa, nos estudia con la mirada y muestra interés en el IGDA, de seguro ella trabaja para alguna organización para estudiar personas como nostras o al mismo IGDA… ya que eres tan listo averigua lo que ella quiere…- Luego de hablarle, suelto a Bakura y lo empujo para luego salir de la heladería y caminar hacia el puerto, aunque al llegar a la esquina, me distraigo con un perro que esta acostado comiendo algo de basura, por lo que me inclino para acariciar al animal en la cabeza.

Tal vez mi hermano tuviera un poco de razón, pero ¿que tal que esa chica fuera algún agente de otra institución?, IGDA tiene demasiados enemigos los cuales quieren sacar información sobre todo lo que ha hecho IGDA. Me quede en silencio y espere a ver que pasaba con la chica sin bajar la guardia además, si las cosas salían bien y esta no era ninguna espía posiblemente más adelante hubiera sexo con la chica la cual a decir verdad no era fea despues de todo.

-Ahora, vendrás con nosotros, lo único que debes tener es prudencia y que no te vea husmeando cuando estemos allí- dije mientras me dirigía hacia la puerta invitando a la chica que viniera con nosotros.

Al parecer no me iban a contestar de momento, estaban muy ocupados en una absurda sesión de "castigo" para el de la cicatriz. Aunque lo siguiente que dijo a su hermano, me sacó una leve sonrisa de diversión -no estaban siendo precisamente discretos y la tienda no era demasiado grande, estamos en un pueblo- además de acrecentar mis ganas de saber más cosas sobre él en concreto, puesto que era el primer híbrido inteligente con el que me cruzaba.
De no haber estado juntos, posiblemente ya tendría a uno de ellos drogado y estaría sacándole el ADN; pero al ser dos, la cosa se complicaba mucho... Aunque era bastante probable, que con el de la cicatriz hubiera tenido un "enfrentamiento" más duradero, a fin de cuentas, parecía observador. Demasiado. Pero quizás en uno de sus momentos de demencia infantil le hubiese podido atrapar.

En cuanto él salió de la tienda, me dirigí a la puerta yo también. No me interesaba demasiado lo que decía el de pelo largo, porque era uno de tipo estándar. Fuerte, pero sin demasiado cerebro. Y ya tenía muchos de esos, me interesaba más investigar el comportamiento del otro. Así que, dadas las dificultades para poder hacer nada en su contra, y que podría sacar datos interesantes de sus formas de comportamiento, prefería no hacer nada en su contra.

- Sí, sí.... Lo que quieras.- respondí sin darle demasiada importancia a sus palabras.

Continuo acariciando y jugueteando con ese perro callejero, hasta que noto que la chica sale de la tienda y entonces ignoro al perro para quedarme viendo a la chica fijamente. -Crow Morningstar… ¿Cuál es tu nombre?- Pregunto mientras doy unos pasos para acercarme a ella. -Tengo una idea, mi paciencia no se agota tan rápido como la de mi hermano pero ya empieza a disminuir gradualmente hasta el punto de desaparecer lo cual no seria ventajoso para ti… por lo tanto propongo un pequeño juego, tu respondes una pregunta y yo respondo una pregunta y no estas en posición de negarte… de lo contrario serás masacrada y sodomizada y después ese perro comerá tus restos…- Digo muy calmadamente sin dejar de sonreír, una sonrisa que se hace cada vez mas siniestra a medida que sigo hablando. -Pero antes… debemos encontrar un lugar mas discreto… un almacén en el puerto servirá…- Digo sin quitarle la mirada a la chica, esperaba a que mi hermano la escoltase para entonces ponerme a caminar, es en estos momentos cuando mi mente se vuelve menos “loca” y pasa a ser mas maniaca.

Sostuve la puerta para que la chica saliera, luego espere a que se fuera delante mio, seguía pensando en que algo estaba tramando fue entonces cuando el teléfono móvil sonó -Bakura, necesito que vengas con Crow inmediatamente al barco, tengo un nuevo trabajo para ustedes-. Ese era Fausto Morningstar, el que se hace llamar mi padre, ahora tenia un nuevo trabajo para nosotros, eso quería decir que nos tocaba pelear contra alguien o algo así... daba igual, había que hacer mucho esfuerzo físico y eso en realidad era muy aburrido, -ajj, enseguida vamos viejo- conteste y colgué el celular guardándolo de nuevo.

-Crow, debemos apresurarnos, Fausto nos necesita ahora- dije a mi hermano mientras guardaba mis manos en el gabán y seguía caminando hacia el puerto para llegar al barco.

Suspiré al sentir la fría brisa nocturna, que soplaba de manera moderada, pero constante, como era normal en el litoral a causa de esas pequeñas células que provocaban un continuo movimiento de aire. Cerré la cazadora más todavía, antes de esperar a que cualquiera de los dos hermanos decidieran llevarme al IGDA. Tras no se, casi una hora o así que debía estar en compañía de esos dos, el de la cicatriz se presentó. El cuervo parecía ser mucho más inteligente que el otro.

- Yo soy Kira.- respondí escuetamente.

A fin de cuentas, su apellido me era conocido, no por nada, había un genetista con ese mismo apellido. Por lo que no me extrañaría nada que fuese su "padre". Peculiarmente, debe ser un rasgo distintivo de los machos ponerles el apellido a sus creaciones... O quizás fueran los padres reales. Pero por ese mismo motivo, no quería dar mi apellido, quizás habían leído algo sobre mis padres.
Pero dijo algo que en realidad era lo que yo buscaba, pero mejor que me lo ofreciesen ellos, así podía eliminar de manera más efectiva el que me mintieran. Sobre todo, porque habían propuesto el trato ellos.

- Me parece bien, "pajarito",- había decidido apodarlo así- Pero espero que tus respuestas sean sinceras. En cuanto a mí, no me gusta mentir ni traicionar cuando la gente decide confiar en mí, así que, espero que todo esto nos lleve a buen puerto... Una cosa, si tú decides darme una respuesta que no aclare mi pregunta, entonces si decido que alguna de las preguntas no quiero dar mas detalles, no tengo por qué darlos. ¿Hecho?

Ignoré las amenazas y brabatas. Me importaba poco morir, a fin de cuentas, todos estamos destinados a ello. Así que, me daba igual si ahora, en cien años o nunca; lo que más podría molestarme de ser matada ahora sería que no habría podido recuperar el nombre de mis padres en su trabajo final.

Una leve sonrisa apareció en mi rostro al escuchar el nombre de Fausto. Definitivamente ya sabía quién era su creador. Pero el sistema utilizado seguía siendo un misterio, y obviamente, esa iba a ser una de las preguntas.

-¿Pajarito?- Pregunto en cuanto la chica me llama de esa forma, pero ahora lo que mas me incumbe es el llamado que padre le hizo a mi hermano. -¿Que hacemos con ella hermano? No podemos llevarla para allá… o quizás uno podría quedarse a vigilarla… y otra cosa… Kira… condiciones aceptadas- Digo mientras camino hacia el perro callejero que estaba acariciando hace un rato para volver a juguetear con el por el tiempo restante que tengo antes de que se tome una decisión. -Nunca tuvimos una mascota, ¿Por qué nunca tuvimos una mascota?- Me pregunto a mi mismo en voz baja mientras continuo acariciando al animal.

Saque el teléfono que había dado Fausto y sin que nadie se diera cuenta tome una foto a la castaña, tal vez Fausto la conociera y nos de más información acerca de quien era y que era lo que quería, me acerque de nuevo a hablar con mi hermano, -te quedaras exactamente en este lugar y esperaras a que llegue con esa chica, ten cuidado, las bonitas siempre son las más peligrosas y la veo muy interesada en lo que eres- digo y me marcho inmediatamente hacia el barco.

Al llegar a este, camine por un largo corredor para luego llegar a un elevador en el cual baje hasta lo más profundo del barco que era donde se encontraba Fausto junto a su asistente y otros de los cuales nunca me habían interesado saber nada.

-¿Para que me querías?-.

-¿Y Crow?-

-Se encuentra afuera cuidando a alguien...-

-Bueno como sea, los necesito para explicarles la razón por las cuales estamos aquí-, dijo mientras oprimía algunas teclas en la computadora y en la pantalla aparecía un personaje junto con alguna información,  -el es Howell Browm, un científico el cual trabajo para IGDA hace un tiempo, este tras años de trabajo junto a mi robo valiosa información y escapo, esta información la uso para crear una especia de transportador hacia el digimundo. Luego de un tiempo ente hallo la forma de esclavizar y controlar digimon en etapa rockie y champion con algo parecido a una antena la cual es instalada dentro del digimon con agujas. Descubrimos que este tiene su laboratorio aquí en Irlanda y ahora que tenemos la forma de entrar y tomar de nuevo la información debemos hacerlo. Su misión es ir y tomar de nuevo la información y traerla aquí, además deben matarlo y borrar toda evidencia de que el alguna vez estuvo aquí, tambien os pido que destruyáis el transportador-.

-Ahg, que aburrido, yo que pretendía venir a descansar aquí, esto costra mucho dinero y licor, ¿lo entiendes?...- digo mientras me marcho, luego me acorde de la fotografía y volví para mostrársela, -esta chica esta con nosotros hace un rato , ¿ la conoces de algún lugar?-.

-Su cara se me hace familiar de algún lugar pero no se de donde... igualmente estén al pendiente, hay muchos enemigos de IGDA y esta puede ser una de ellas que quisiera robar información acerca de IGDA o de ustedes mismos, los biohybridos-. Despues de escuchar eso, salí y volví hacia donde estaba Crow.

Me crucé de brazos algo burlona, esperando a ver con qué pregunta me asaltaban de nuevo, aunque me interesaba más por el momento saber si mis condiciones habían sido aceptadas. Pero el del pelo largo, del que seguía sin saber el nombre, habló con su hermano de que tenía que irse. Bufé en cuanto dijo que era peligrosa. ¿Hola? Sois vosotros los que levantáis mesas de madera con una mano, no yo. Además de que en la huida del establecimiento, habían dejado mi abrigo con todos los instrumentos para dejar K.O. a alguien... Así que, ahora mismo solo contaba con mi teléfono -bien escondido por si acaso- y con la chaqueta que siempre llevaba. Por suerte, me abrigaba lo suficiente por ahora.

En cuanto el chico de la cicatriz, o Crow como debería llamarlo, accedió a las condiciones contesté a la pregunta sobre pajarito.

- Crow es cuervo, así que, pajarito es simplemente un apodo. Rara vez llamo a la gente por su nombre. Pero si no te gusta puedo intentar llamarte por el nombre... Aunque eso es más aburrido.

No sabía si me habría escuchado o no, porque en un momento dado se puso a desvariar sobre su pasado con los animales, sinceramente, no entendía a qué venía preguntarse por una mascota. Pero imagino que la demencia es lo que tiene: preguntas random, cero respuestas coherentes.

- Quedamos en una pregunta por vez, además de que no sé por qué vuestro padre no os dejó tener perro. No estaba allí, pero me imagino que por lo de siempre, cuidar de un animal es problemático, te quita tiempo y bla, bla, bla... Razonamientos aburridos. - tanto si la pregunta era para mí como si no, tenía que traerlo de vuelta a la tierra.- ¿Qué es el IGDA? Y no me respondas con el significado de las siglas, sino para qué sirve esa institución exactamente.

Me había hecho dos preguntas, a las cuales le había contestado lo mejor que sabía, si no eran preguntas del juego, se siente. Que me hubiera indicado cuales eran y cuales no para que no se las hubiera respondido. Pero ya era tarde, y mi preguntaba estaba hecha.

Frunzo el ceño al oír las respuestas de la chica, no me gustaba el apodo pajarito, esa pregunta no contaba para el juego y su interés en el IGDA es muy sospechoso. -¡Hey!... yo soy medianamente responsable… y esa pregunta no contaba, de todos modos te iba a dejar empezar… el IGDA comenzó como un pequeño proyecto en un laboratorio que ya no existe, los científicos principales del proyecto son ex niños elegidos… no se que significa eso pero eso decía el resumen… como sea, al ver que el proyecto se masificaba decidieron expandirse para crear el IGDA como es hoy en día, cuyas actividades principales es la investigación de la genética y tecnología del mundo digital y la utilización de esta en el mundo humano… primero fue el portal, luego las herramientas transdigitales, las armas y por ultimo el arma máxima, los Biohibridos… mi turno… ¿Por qué muestras tanto interés en los biohibridos?- Le digo a la chica tranquilamente mientras sigo acariciando al perro.

Salí del barco de nuevo hacia donde se dirigía mi hermano y la chica. Al llegar al lugar donde se encontraban di un papel con información a Crow sobre lo que Fausto había explicado que debíamos hacer, -Esta a unas cuantas calles de aquí- dije serio y me puse en marcha antes que el, no me importaba que la chica fuese con nosotros, no iba a protegerla y seguro ese tal Howell tenia muy bien custodiado donde estaba ubicado.

A unas pocas calles me subí a un tejado y con unos binoculares observe lo que pasaba en la casa donde debía ir. Habían unos cuantos guardias con algún tipo de armas que no conocía y algunos otros en la parte de atrás descargando cosas, espere un rato que sucedía, lo mejor era analizar la situación y planear algo, no iba a ser tan sencillo entrar allí si tenia humanos y digimon protegiendole.

Alegó que me iba dejar empezar con las preguntas, pero ya le había dicho yo hacía un rato que empezase él. Las damas primero en algunas ocasiones, pero en cuestiones de negocios es preferible que sea el que tiene más cartas en el asunto para que piense que tiene una ventaja y que por tanto está por encima de ti y que le ves como una figura de autoridad. O algo así, de todas formas, los negocios solo me interesan puntualmente.

Escuché y memoricé con atención todas y cada una de las palabras de Crow -eliminando obviamente sus pequeñas intromisiones- para recoger toda la información posible. Aunque aún había algunas dudas, como por ejemplo qué eran los niños elegidos. Pero el chico ya me había dicho que no sabía lo que eran, así que, era inútil preguntar por ahí. Pero sin duda había bastantes cosas que saber sobre ese lugar.
Pero antes tendría que responder a mi pregunta, la cual no era demasiado problemática.

- Mis padres se dedicaron a la investigación genética de manera independiente a los gobiernos, siendo de los primeros en conseguir la mezcla del ADN digimon y el humano. Aunque no pudieron realizar el proyecto, puesto que fueron asesinados antes. Digamos que tengo ganas de acabar sus estudios de alguna forma. Además de optimizar una fusión del ADN estudiando otros métodos de hibridación.

Expliqué algo de más para que no se quejase demasiado. Puesto que él había hablado más, pero claro, porque la pregunta requería una contestación más larga. Y de nuevo era mi turno.

- ¿Qué sistema usaron para producir la hibridación en el sistema? Y si no te importa decirme la edad que teníais en ese momento, serás muy amable.

Puede parecer una estupidez, pero siempre es más fácil crear una unión más fuerte en el ADN cuanto más joven sea la criatura a la que se la inyectes, digamos que le es más fácil asimilar el cambio.

Pero en ese momento tuvo que llevar el que no se había presentado dándole un papel a su hermano. Para luego añadir que estaba a unas cuantas calles de allí e irse caminando como si nada. Pero estaba claro, que algo se traían entre manos, y como no me quería quedar sin respuestas, tendría que ir con ellos. Así que, con un suspiro me encaminé por donde se había ido el del pelo largo.

Pero mientras que lo hacía un pitido molesto salió de mi bolsillo. Al parecer, había algo más aparte de los dos hermanos que el radar había captado. Saqué el teléfono y observé la pantalla, delante de nosotros, en lo que parecía ser una casa con un terrero bastante extenso, había puntos rojos. Que en mi radar eso sólo podía significar una cosa: Digimons.

- Parece ser que vais a estar ocupados un buen rato. Yo por mi parte, prefiero no meterme donde no me llaman. Así que, os esperaré aquí.

No era buena luchadora, y por otra parte, había digimons ahí dentro. Y prefiero seguir conservando el buen aspecto que pueda, las quemaduras, perdidas de miembros y heridas graves no es que fueran algo que me gustase demasiado... O al menos no me gustaba cuando me lo hacían a mí.

-Lamento la interrupción de nuestro pequeño juego pero algo mas importante surgió… mi respuesta esta pendiente… y si, debes acompañarnos- Digo después de leer el papel que mi hermano me entrega para luego partir hacia el lugar de la misión, para escondernos en el tejado del edificio frente a la edificación donde esta nuestra presa para observar el panorama el que no se ve agradable. -Hmmm… hermano, esto no se ve bueno… necesitamos recurrir a algo que jamás usamos… el cerebro… necesitamos disfraces e infiltrarnos, no me gusta como se ven esos guardias y- Dejo a medias mi frase para dar una gran y sonora olfateada al aire para luego continuar. -Huele a Digimon… no estoy del todo seguro, pero huele como a los tubos de ensayo del laboratorio…- Digo mientras no paro de mover los brazos y las piernas, ansioso de infiltrarme.

Observaba aun a los guardias en el edificio, luego de un momento llego Crow mientras seguía observando, -¿Y crees que en realidad usando unos disfraces podremos infiltrarnos así tan fácilmente en esa edificación llena de digimon y de guardias?- digo mientras guardo los binoculares y me levando de donde estaba, -Uff, las armas tampoco servirán...

Me senté en la mitad de el tejado y cerrar los ojos para pensar, esta se veía por mucho las misión más difícil y peligrosa que habíamos tenido, no era simplemente entrar allí, robar lo que debíamos, destruir el lugar y salir así como así. Empece a pensar posibilidades de como podríamos entrar, estaba la de empezar a disparar a diestra y siniestra a los guardias los cuales no se veían un gran problema, el problema eran los digimon, cuando nos topáramos con ellos esto no iba a ser solo dispararles y ya. Otra era entrar por el tejado directamente a la escalera y correr hacia la planta baja donde seguramente se hallaba el laboratorio, tampoco era viable, el científico debía estar protegido por digimon y muchos más guardias, empece a recordar algo que nos había sucedido en Seattle, probablemente no era algo de mucha lógica pero era lo más viable que veía hasta ahora, si, eso podía ser.

Para cuando abrí de nuevo los ojos ya estaba llegando la oscuridad, posiblemente había pasado al rededor de 1 a 2 horas pensando pero nunca me di cuenta, de igual forma no preste mucha importancia. -Crow... nos vamos de compras...

Ya me imaginaba que no iba a haber más respuestas por el momento, pero al menos hasta que llegaramos a la localización donde tenían que "trabajar" podía haber respondido. Pero bueno, me encogí de hombros y continué caminando en silencio, con las manos en los bolsillos de la cazadora.
Pero sí que había algo a lo que me iba a negar en rotundo. No me iban a meter ahí dentro ni de coña. Ya podrían amenazar con lo que les diera la gana, pero no iba a mover ni un pie hacia el interior de eso. Había puntos rojos a patadas dentro de ese lugar, y eso solo significaba, digimons... Lástima que no me pudieran informar de que nivel eran, que sino, todo sería más cómodo y fácil.

- ¿En serio quieres meterme ahí dentro? Pensé que os daría igual matarme directamente, pero al parecer dependéis de culpar a otros porque se hayan cargado a una humana. - en serio, sin ser yo una buena luchadora solo había contadas opciones.- O bien, es que teméis que me vaya en cuanto entréis ahí dentro, pero que fuera por ese motivo, implicaría que tengáis que protegerme, y eso es una molestia. ¿No se dice que un grupo es tan fuerte como su eslabón más débil?

Hasta ahí las razones lógicas. La otra opción que se me ocurría es que lo hicieran por el mero hecho de contar con el "placer" de mi presencia. Lo cual era total y absoluta estupidez. Pero bueno, ya me habían demostrado en otras ocasiones que la lógica no era su punto fuerte. Pero esperaba que al menos tuvieran un poco de cabeza al hacer las cosas.

- ¿Compras?- me pregunté más a mí misma cuando escuché eso... Esto es lo que yo decía que vivían en un mundo aparte al del resto de la lógica del planeta... Aunque al ser tan extrañas esas palabras, podría implicar, más bien, que todo tuviese sentido.

Escucho la respuesta de mi hermano y después lo veo quedarse en silencio por un largo rato, mientras tanto, la chica empezó a hablar o a quejarse mejor dicho, en cuanto ella termina de hablar, mi hermano sigue en silencio, por lo que miro a la chica y digo. -No hables, estas presenciando un momento único en la naturaleza, algo que jamás ha pasado antes y que debe registrarse para la posteridad… mi hermano esta usando su cerebro… ya que tenemos tiempo… el estará así un buen rato… aquí va la respuesta… la hibridación… la hicieron antes de que mi hermano y yo naciéramos… y usaron un virus para eso… los detalles no los tengo claros, solo tengo acceso a resúmenes…- Digo mientras me acomodo en el tejado para esperar a que mi hermano termine de pensar. Paso como una hora y media para cuando mi hermano afín reacciona y da una respuesta afirmativa a mi idea del disfraz. -Perfecto… debemos comprar ropa elegante y colonias que disfracen nuestro olor… además de pelucas o pintura para el cabello… ¡ho! Kira… nos acompañaras, tu también serás parte del camuflaje, no te preocupes si todo sale como lo he planeado, tu acabaras en una habitación de hotel mientras que nosotros nos infiltramos… cabe destacar que mis planes nunca son del todo exitosos- Digo en un tono medio serio y medio de broma, cuando la situación lo amerita, cuando mi mente esta en un estado menos errático como de costumbre y cuando pongo a funcionar mi cerebro logro elaborar complicados planes que muchas veces son exitosos pero la línea entre el fracaso y el éxito es muy delgada.