[Manchester] El Sueño se vuelve pesadilla.

Ya llevando unos días desde que por fin logro recuperar a su compañero Agumon prácticamente se sintió libre de preocupaciones bueno en parte porque aun tiene la peli roja siguiendo sus rastros pero teniendo ya sus compañeros no tiene por qué preocuparse tanto, menos que su madre le ha propuesto dar un inmenso viaje en Inglaterra unos de los lugares que posiblemente estuviera nevando o el clima un tanto más frío que su ciudad natal, sin más rodeo inicio a empaquetar todo e intento esconder ahora sus dos Digimons: Agumon y Gaomon, la relación entre ambos no llega ni ser de hermanos más que solo conocidos o ‘‘Aliados’’ sus diferentes puntos de vistas se convierten en discusiones y mini-batallas entre los digimons obligando al joven intentar tranquilizarlos sin embargo por suerte sus peleas no llegan ser realmente serios, como para terminarse matándose entre sí.

El resultado fue meterlos en el porte-equipaje del avión aunque al humano no le agradaba la idea de tener a sus dos amigos en un espacio muy estrecho o con muchos objetos desplazándote de un lado a otro, que de seguro eso será lo primero que dirían al llegar en Inglaterra, era la mejor opción para que nadie lo viera… Son muy grandes como para que finja que son muñecos, y para los asientos, y no tenía una maleta lo suficientemente gigante para que ambos entraran o por lo menos dos con el espacio exacto para el tamaño de cada uno. El viaje fue agradable hizo que Sam se relajara a tal punto de quedarse dormido, sin prestar atención en su entorno ni el paisaje que podía contemplar tan solo asomarse por la ventana del avión; todo nublado de todos modos.

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Terminando de aterrizar, liberar a sus compañeros (Que se quejaron), de irse al apartamento, desempaquetar todo, cambiarse, en resumen una básica rutina de inicio en una nueva ciudad que nunca conoció, el joven observo por la ventana con ojos expresando aburrimiento y sin interés las carreteras repleto de nieve blanca como el papel pero estaba de noche por lo que parecía un blanco opaco.- Tanto tiempo sin ver la nieve, es un milagro que nevara en esta ciudad, el calor de Venezuela es agobiante a cada segundo.-Dijo largando un bostezo tapándose la boca con su mano derecho que ya se recupero después de su combate contra la pelirroja, que debe estar bien lejos…

Agumon sentado moviendo las piernas como un niño intentando entretenerse y moviendo sus patas para matar el tiempo, vio por la ventana que miraba su Tamer, el Gaomon apoyado contra la pared izquierdo de la habitación meditando con los ojos cerrados y los brazos cruzados.

-¡Podíamos dar un paseo! No veía ni muros de ciudades todo el tiempo que pase con el desgraciado que extraño ver paisajes, anda Sam ¡Di que si!-Suplico dando un salto al suelo emocionándose.

-No te entiendo para nada tus emociones, es solo nieve y otra ciudad sin cosas nuevas… No me extraña que venga de ti con esa mentalidad tan infantil.-Opino quejándose apartando la mirada a un lado.

Eso hizo enojar al digimon dinosaurio lanzándole una mirada de agresión y enojo al lobo azulado, entonces Samuel intervino rápidamente antes que esto se convierta en una disputa sin sentido, de nuevo… -Ya, enserio tienen que terminar de una vez sus peleas cuando dije que terminarían siendo buenos amigos no me refería en buenos amigos peleándose sin parar. En cuanto a tu propuesta Agumon podemos pasear, no encontramos otra cosa más que hacer ¿Cierto Gaomon?-Observa a su otro compañero y este solo se encoge de hombros.

Entonces se cambio ligeramente su vestuario con guantes de algodón, un abrigo en su cuello color azul marino y su capucha puesta para que la nieve no se le caiga en su cabello castaño, así que junto con sus dos compañeros emprendieron su corto paseo por la gran ciudad de Inglaterra cubierto de nieve.

Resoplé, aburrida, mirando por la ventana de la habitación. Estaba con los brazos apoyados en la barandilla del balcón, y con un cigarro entre los dos dedos de una mano. No me dedicaba a hacer nada, sólo miraba al infinito con un brillo deprimente en los ojos, pensando en que la había cagado, y mucho, con Natasha. Hubiera preferido mil veces haberlo hecho fácil, y no haberme enamorado de ella (de nuevo), pero al parecer, al universo le gustaba torturarme. ¿Sería eso lo que se denominaba karma?

- Vaya mierda de semana...-murmuré, suspirando y dando una calada después.

BlackGatomon, quien me había animado todo lo posible, se subió a la barandilla, y haciendo gala de su espléndido equilibrio se sentó ahí, mirándome. Correspondí a esa mirada, y le acaricié la cabeza, algo arrepentida por haberla tratado tan mal últimamente. A fin de cuentas, ella había estado a mi lado cuando nadie lo había hecho, y se lo agradecía.

- Después de un tiempo, tendremos que ir a buscar a ese idiota-dije, refiriéndome a Andrew.

Black solo ronroneó a las caricias y cerró sus ojillos, mientras se frotaba un poco contra mí para pedir más mimos. Parpadeé y ya miraba de nuevo para otro lado, observando distraídamente a la gente pasar por la calle cuando...

Abrí la boca un poco, producto de una mezcla del asombro e intriga, y provocando que el cigarrillo se cayera de entre mis labios al vacío.

- Fíjate... ¿Qué harán aquí esos tres?-le dije a BlackGatomon, mientras seguía con la mirada al peculiar trío, acercándose a mi ventana-. ¿Es ese el compañero perdido?-inquirí, señalando al dinosaurio naranja.

BlackGatomon asintió, con sus letales ojitos clavados en Gaomon. La vi relamerse, con ganas de tomar la revancha contra el digimon azul. Sonreí de lado, divertida y me metí en la habitación a recoger mi digivice y las espadas. Después regresé junto a la gata negra, y de un ágil movimiento, salté la barandilla hasta caer al suelo, sin dañarme... Justo frente a Samuel y sus digimons. Cara a cara.

- Hola...-saludé, sonriendo y notando cómo Black bajaba a mi lado-. ¿De viaje turístico? ¿Necesitáis a un guía?

Samuel no paraba de mover sus ojos de un lado para otro intrigado y asombrado por el diseño de los edificios ninguna lo podía comparar con la de Venezuela, su lugar natal, todo era muy nuevo y con la nieve rozándolo en su piel lo reconfortaban demasiado sentir el frió en vez de un calor infernal, su boca ligeramente abierta continuo moviendo su cuello en varios sentidos para ver cosas nuevas de Inglaterra, aunque en unas pardees ocasiones con sus manos se frotaban sus brazos para calentarse un poco.

Pero para Agumon y Gaomon el frio no era nada, en primero Agumon de sangre caliente y ser especie dragón las temperaturas bajas no le afectan a lo absoluto en cambio a Gaomon tiene su piel recubierto en gran masa de pelaje que es como un inmenso abrigo que lo ayudan a protegerlo del calor…

-Uau, Inglaterra es enorme…-Comenta vagamente Samuel como hablándose sin prestar mucha atención si llegase a tropezarse con una roca en el camino.

-¡Y los edificios, sus objetos, sus tiendas! Es todo emocionante y que suerte que este camino no está nadie, es como si la población se desvaneciera de golpe.-Hablaba energéticamente el dinosaurio que tiene un amplia sonrisa.

-Enserio, no te comprendo…-Le dijo a Agumon de nuevo quejándose muy irritado de su actitud tan infantil e ingenua.

Ya cuando creían que lo pasarían de turistas por la ciudad tuvo que suceded lo indispensable haciendo sobresaltar de la sorpresa al grupo quedándose estáticos… Agumon expresaba algo de miedo en sus ojos al mismo tiempo que cambio su postura a una completamente salvaje y Gaomon apretando sus filosos dientes, con su postura de pelea en boxeo. Sam larga una maldición invadido por la frustración, sin embargo sonríe de forma desafiante alargando sus mangas hasta los codos revelando sus dos Digivices 01.-Prefiero el bus… ¿Qué queréis ahora Zayyn?, ¿No tienes mejores cosas que hacer? O tus planes volvieron a fallar, porque tu mente deja de funcionar por el pequeño golpe que te dimos y te pierdes, como tu vida tan… Lamentable.-Insinuó el chico preparándose para una posible batalla.

-¡Grrr! ¡Creí que no te pillaría de nuevo loca demente! ¡Peli roja de cabello feo!-Les lanzo insulto el dinosaurio amarillo para desquitar todo el enojo que contuvo contra la mujer que la hecho un gran daño.

Sonreí ampliamente, como un tiburón al tener sobre él a su presa. No había olvidado nuestro último encuentro, había sido hacía relativamente poco, y todavía tenía la rabia de haberme quedado inconsciente, caliente en mi pecho. Me llevé las manos a la espalda y desenfundé ambas armas, volteándolas mientras avanzaba hacia ellos, haciéndoles retroceder.

- Creo que teníamos un asunto pendiente-ignoré completamente al dinosaurio. En esos momentos me importaba una mierda lo que pensara de mí, y para tenerlos a ambos a raya, ya estaba BlackGatomon, quien evolucionó en Beelkomon y golpeó al lobo azul con una de sus escopetas en la cara-. Y esta vez no te vas a escapar, enano.

Dicho eso, giré el pomo de una de las espadas alrededor de mis dedos y se la lancé al dinosaurio amarillo al pecho.

- Así no nos molestarán mientras "hablamos" ♥.

Sam se quedo con cara de Poker Face en cómo sus dos compañeros han sido rápidamente derrotados, y sintió como alguien le desgarraba el corazón tan solo ver una espada atravesando el pecho de su amigo con los ojos bien abiertos como pudo con una expresión de horror.

-¡Arg! ¡Aggg! …. S-Sam…-Y se hizo puros datos regenerándose en un Digihuevo, aunque si lograrían salir de esta podía volver a criar a Agumon pero aun le daba un ataque de pánico en volver a ver a su compañero asesinado, ¿Por qué la vida gira repentinamente las cosas a él, empeorándolo? Le hacía pensar que el mundo solo lo trataba mal, como si su realidad solo fuera… Vivir felizmente unos instantes y luego se convierte en puro horror… Escucho un ¡Plaf! Que hizo girar su cabeza contemplando el noqueo de su otro amigo Gaomon, por suerte no lo mataron pero si llegaron a desmayarlo al caer al suelo por el fuerte golpe que recibió de parte de Beelkomon.

-No… Grrr, con gusto hablare contigo, ¡Te haré pagar por esto, maldita bastarda!-Arranco el Colgate de su cuello corriendo en dirección a la chica al mismo tiempo que materializaba su espada y movió su mano diagonalmente intentando herir a Zayyn.

El Agumon murió, desfragmentándose en datos que volvieron a unirse para tomar la forma de un digihuevo. Sonreí ampliamente, orgullosa de mi puntería. Llevaba poco tiempo desde que había perdido la memoria, pero cada vez me habituaba más y mejor a mis habilidades, y cada día me gustaba más lo que yo era. Y mientras tanto, Gaomon había caído a un lado, desmayado, y Beelkomon se acercaba a él para vigilarlo y observarlo.

sonreí de manera cruel, y al ver a Samuel correr hacia mí, yo también fui a su encuentro, pero con la diferencia de que, antes de que pudiera alcanzarme su sablazo en diagonal, me agaché, esquivé, y me coloqué a su espalda, dando yo misma un sablazo en horizontal y rajándole la espalda

- ¡Para empuñar una espada, hay que saber manejarla!-rugí, con la euforia recorriendo cada una de mis venas. Al fin, sin ningún digimon que estorbara, me enfrentaría a él, y era más que obvio el resultado final.

Le propiné una patada en plena cara, mientras reía de júbilo, y le observé caer al suelo.

- Hasta ahora has tenido mucha suerte...-comencé a decir, pero entonces me fijé en los dos brazales que poseía en las muñecas, lo que me recordó que eran sus digivice. Me agaché, y de un par de tirones, le arrebaté ambos dispositivos-. Esto no lo volverás a utilizar. Allá donde te voy a enviar no son necesarios.

Un recorrido rozo en toda mi espalda, desde abajo hasta arriba para dar paso al peor dolor que he sentido obviamente no pude evitar largar un chillido de sufrimiento al mismo tiempo que acabo recibiendo en plena cara, la patada de mi vida además el golpe fue muy fuerte e hizo que caiga al suelo precipitadamente girando, chocando, entre otras cosas que no quiero describir terminando acostado boca arriba al suelo, comenzando a sentir el desgarrador dolor, agonía y sufrimiento de mi espada incluso siento la sangra derramarse por toda mi camisa manchándose de un color rojo profundo… Intente pararme pero es inútil, el inmenso dolor que mi cuerpo sentía me impedía mover un mínimo musculo de mi cuerpo, intente aguantar el dolor apretando fuertemente mis dientes e impidiendo que unas mísera lagrimas rozaran por mi mejilla por el dolor.

Siento un tirón en mis dos brazos en eso me alarme, me entro pánico ¡Mis Digivice! Con toda la fuerza del mundo consigo incorporarme e intento recuperar mis Digivices.- D-Devuélvemelo… ¡Ugh!-Entonces sin poder seguir, me arrodillo frente a ella.- P… Por lo menos, no soy una rata de laboratorio…. No soy un impuro… Como tú, que lo fuiste desde que naciste…-De seguro es mi fin, no tenía posibilidades de salir de estas… Mis ojos se clavaron en Gaomon, luego en Beelkomon y por ultimo en Zayyn mirándola fijamente sin temor en aquellos ojos verdes.

Reí suavemente al contemplar sus intentos inútiles por levantarse. Caminé hacia el digihuevo de Agumon, y recuperé mi otra espada. Beelkomon, quien seguía vigilando que Gaomon no despertara, era también testigo de la paliza que le estaba dando, sin remordimientos ni piedad. Con Natasha había sido distinto, me había apiadado de ella porque al final había acabado volviéndome a enamorar de ella, pero con el humano… Él me había marcado en el ojo con una cicatriz, él me había hecho perder la memoria, y él me había burlado en Venezuela… No iba a ser tan indulgente con él. Iba a morir… Lo iba a matar con mis propias manos sin ningún tipo de titubeo. Podría parecer una acción inhumana… pero es que yo no era del todo de esta débil raza. Yo era un biohybrido y como tal no me importaba borrarlos del mapa.

Samuel quedó de rodillas ante mí, postrándose y pidiendo que le devolviera los dos dispositivos. Ensanché mi sonrisa hasta límites macabros, y crucé las dos afiladas hojas de mis espadas, colocándolas de manera que el cuello del chico quedara en el ángulo de las armas para que, al moverlas hacia sus respectivas direcciones, él perdiera la cabeza.

- ¿Unas últimas palabras?-pregunté, jocosa.

Sin embargo, enarqué una ceja al oírle llamarme rata de laboratorio, al llamarme impura… ¿Qué no lo era? ¿Qué no era impuro, él, un humano egoísta y débil? Resoplé, separé las espadas de su cuello y las volteé en el aire, haciéndolas rodar entre mis dedos, antes de enfundarlas de nuevo en las vainas de la espalda. Me agaché junto a Samuel, y le agarré de la ropa, levantándolo en el aire.

- No soy pura… Y piensas que tú lo seguirás siendo, ¿verdad?-con una fuerza sobrenatural sacada de alguna parte de mi interior, lo lancé contra el cristal del escaparate de una tienda cercana en la que vendían armas de caza y otros utensilios para irse de safari. Curioso, que en esa ciudad tan fría hubiera ese tipo de tiendas… Pero cosas más raras se han visto.

Mientras él volaba y se estampaba contra el cristal, deposité en el suelo sus dos dispositivos, muy juntos. Volví a extraer las espadas, y tras inspirar hondo y soltar un grito de júbilo, las descargué con fuerza sobre ambos digivices. Sabía que con un solo golpe no se destruirían, pero eso no sería problema. Los seguiría golpeando hasta destrozarlos.

Ver su sonrisa macabra me perturbo tanto que volví a creer que esta mujer le falta un tornillo, aunque siempre lo mencionaba ahora veía frente a mí, la misma chica enloquecida que tanto deseaba matarme... Mis ojos vieron con horror sus armas, o ser más preciso, su hoja muy afilada que cortarían un papel al solo sentir su contacto ahora yo soy el papel en completo riesgo de perder mi cabeza de un simple movimiento recto, me quedo callado y observe enfurecido, con mis puños apretados y mis dientes apretando con fuerza aun sintiendo el desgarrador dolor de mi espalda, esperando al fin ver lo negro entero y ver la luz de mi otra vida…

Sin embargo sentí que los filos se apartaran supuse que mis palabras le llegaron afectar. Un logro para mí pero para mi desgracia, Zayyn me toma por la camisa y me tira arriba ¡Uau! Me levanto de esta manera es obvio que su fuerza es demasiada inhumana, mucho como para que yo un humano cualquiera lograría pegarla en golpe limpio ni mucho menos en estas condiciones además que note que sus habilidades en armas blancas mejoraron mucho ahora mis movimientos ni le llegan afectarle, los esquivas y otro golpe en no sé qué parte de mi cuerpo.

-¿Yo, impuro? Tengo al menos sangre limpia de humano, no como tú, que te mezclaste con cosas raras tan solo existir ¡AYYYYYYY!-Al terminar mi frase con un tono de enojo y desafiante, termine siendo lanzado de forma brusca hasta chocar contra el cristal de una tienda que no me fije bien porque estaba ocupado por donde caería, que estar viendo lo que voy a chocar por suerte mientras fui lanzado, logre cubrirme con mis brazos mi cabeza para que, los pequeños vidrios se clavaran en mis brazos y no mi cabeza… A pesar de todo fui herido, pero no en una zona craneal por suerte…- Auch… Hija de… ¿!Uh?!-Cuando me incorporaba con toda la fuerza de mi interior dos objetos se cayeron en mi cabeza, suave pero por el peso debían ser realmente pesados y es entonces que mi expresión cambio una de asombro y duda ¡Dos armas! Una negra y otra plateada…- Es… Yo…-Me encontraba inseguro, las armas podían serme útiles pero no soy bueno con las armas de fuego ni menos en puntería… De repente unos sonidos me pusieron nervioso.- ¡PARA! ¡DETENTE!-Esta maldita está decidida en destrozar mis Digivice, no podía creerlo ¡No! No podía estar pasando si lo destruyera, no volveré ser un V-Tamer en mi vida ni podre tener como compañero oficial a mis dos únicos Digimons: Agumon y Gaomon. Tenía que pararla y es entonces que el impulso me llego, agarre firmemente ambas armas de fuego apuntando a la asesina.- ¡MUERE!-Jale del gatillo de ambas armas y le dispare.

Continué golpeando los digivices con insistencia, produciendo, a cada golpe, una grieta más en cada uno. Sonreí a Samuel cuando gritó, desesperado, y al ver que me apuntaba con unas pistolas de quien sabe dónde las había sacado, bloqueé con las dos hojas de las armas las balas que acudieron a mí. Solo había calculado mentalmente la distancia a la que estábamos y la altura a la que iban volando los dos proyectiles, así que, sumado con mi velocidad, no fue mucho problema.

Estallé después en carcajadas reales, que me salían porque realmente me hacía gracia la situación y porque me encantaba sentirme mejor que los demás y demostrarles que no valían nada. Samuel no era distinto, y al verle intentar matarme de manera tan inútil y desesperada me llenaba de satisfacción.

- ¡Jajajajaj...!

Por fin, en un último golpe, descargué toda mi rabia y odio canalizados en las espadas sobre los brazales-digivices, provocando qie terminaran de agrietarse y romperse en fragmentos qie desprendieron una luz cegadora. Aparte por ello la mirada, cubriéndome los ojos con un brazo, pero al sentir remitir la luz y mirar al suelo, no pude sino volver la vista hacia Samuel, con satisfacción.

De los dos digivices, ya solo quedaban uno medio intacto y los simples fragmentos de metal del otro.

- Perdiste tu poder-murmuré, mientras avanzaba hacia él, impávida e imparable-. Nada podrá salvarte ahora...

Mis disparos fueron inútiles a pesar de la distancia en donde estaba yo aun así no quise rendirme sin pelear hasta quedarme realmente sin energía pero… Agachado me fui gateando mientras Zayyn regresaría su vista en mis dispositivos, con cada paso un punzado de dolor recorrió por toda mi piel, carne y hueso largando uno pardees quejidos de sufrimiento enserio que en estos momentos desearía que esto fuera un mal sueño porque todo esto no tendría que estar pasándome… Sin embargo llegue demasiado tarde por fin llegando frente a mis objetos son destruido emitiendo un haz de luz cegadora que cegó mi vista y tuve que taparme con mi brazo derecho.

Al regresar mi vista me quede aterrorizado e incluso quise… Gritar por la cantidad de tensión, frustración, nerviosismos y otras emociones que liberaba adrenalina por cada célula de mi cuerpo…-M-Mis... Mis…. Digivices… N-No… Esto debe ser una pesadilla. No puede estar pasando ¡NOO!-Levante lo que quedaba de mis digivices… Solo quedaba uno medio-intacto y el otro sus piezas que lo formaban pero no conozco ni una pisca de conocimiento referente a la reparación o construcción de Digivice prácticamente estoy indefenso, perdí mi esencia… Es decir lo único que me representaba ser un elegido entre los Digielegidos, estar entre el Mundo Digital y humano, ademas que mis compañeros han sufrido y quién sabe, si van a morir…- …. –Inconscientemente he metido junto mis armas, los trozos de lo que quedaba de mis Digivices en mis bolsillos de mi suéter mientras en silencio largaba unas lagrimas de tristeza, no porque perdí mis digivice si no que mis compañeros no tendrán un Tamer, no podre hacerle compañía es como dejarlos ‘‘Huérfanos’’….- Es cierto, nada podrá salvarme… No hay nada peor que ser derrotado y morir… Espero que mis amigos estén bien…-Fueron mis últimas palabras, ahora… A recibir mi merecido.

Llegué junto a él, desviando cualquier disparo que tratara de lanzarme. Le propiné un gancho con el puño derecho, y al retroceder el brazo le golpeé con el codo. Mientras él agonizaba en el suelo, le indiqué con dos dedos a Beelkomon que recogiera el digihuevo.

- ¿Sabes? He estado pensando de qué manera puedo vengarme de ti...

Dejé caer la mochila al suelo, y de ella extraje una larga cuerda. Me incliné junto al humano y le até las muñecas, juntas, para que no pudiera moverse. Después pasé otro trozo de cuerda alrededor para poder tirar de él para llevarlo a donde yo quisiera. Esa era una forma antigua de transportar mercancía humano, cuando el esclavismo seguía vigente en la sociedad. Y ahora era una bonita forma de destrozar su autoestima: tratándole como basura humana.

- No te gustan los biohybridos, ¿verdad?-le planté una mano en el rostro, suavemente-. Enhorabuena, ahora te convertirás en tu propia pesadilla-concluí lo dicho con una leve bofetada-. Beelko.

La motera, tras coger el digihuevo de Agumon y acercarse a nosotros, se llevó dos dedos a la boca y soltó un suave silbido que hizo que, cabo de un rato, una moto grande y negra se detuviera frente a nosotros. Con una leve sonrisa, obligué a Samuel a levantarse y a avanzar hacia el vehículo.

- Camina.

Siento un golpe tras otro hiriéndome con intensidad recorriendo en fracción de segundo mi cuerpo de puros rasguños, moretones y principalmente en dolor interno… Agonizaba posando mis manos en las partes que me dolían sobándomelo disimuladamente para que ella no lo notara esperando que el dolor disminuyera en vano, su fuerza es sobrenatural y todos los golpes que recibo son como martillos pegándome. No sé si exagerado pero eso es lo que siento al recibir fuerza de un hibrido y no de un humano normal.

-¿Q-Que…?-Pregunte sin comprender, tratando de analizar el comentario que hizo, ¿No iba a matarme, entonces que planea hacerme? Por desgracia no pude recibir la respuesta porque me jala a la fuerza cada extremidad de mis manos amarrándolos con cuerdas (Muy apretadas que de seguro al quitármelo me dejara marcas…) Cuando hacia esas cosas yo trate de movilizarme pero es inútil y termine siendo amarrado como un perro… Recordé una teoría de la esclavitud humana en siglos pasados y al parecer Zayyn me está siendo lo mismo, para humillarme más de lo que estoy y la verdad me baja mucho la autoestima en estas condiciones. Luego abro los ojos horrorizados sin poder creer sus palabras, me quede paralizado sin ni siquiera prestar atención el dolor al recibir la bofetada suave que me dio Zayyn y al poco tiempo comencé a moverme, parpadeando varias veces mientras que sus palabras me invadían mi mente comenzado a comprender su significado y pongo una mueca de desagradado, disgusto y desesperación, me muevo en varios sentidos y luego jalo con fuerza hacia atrás.- ¡Tú no me puedes convertirme en biohybrido! ¡No te voy a permitir que me conviertas en un ser que pueda terminar como tu! ¡NO! ¡Suéltame! ¡Soltadme, ahora!-Forcejeo expresando mi pánico al aire.  

Siempre para mí los biohybridos lo consideraba seres inhumanos sin ni siquiera tienen control de si mismo porque prefieren seguir sus instintos salvaje por su genética Digital de los Digimons, si admito que algunos pueden llegar ser buenos… Pero sus actitudes llegan ‘‘Perdidas’’. Yo soy siendo humano ni me importa las capacidades sobrenaturales que llevan los biohybridos en sus genes ¡No quiero serlo! ¡No quiero terminar ser un sicópata como Zayyn, u obligado por ser igual a alguien como Natasha, o terminar perdiendo la memoria como Alice!

Samuel comenzó a resistirse, negándose en redondo a ir conmigo y tirando de la cuerda. Me di la vuelta cuando aún no me había subido a la moto y di un fuerte tirón a la cuerda, con saña, atrayendo al humano hacia mí. Lo agarré del pelo cuando lo tuve frente a mí y tiré de él.

- No tienes elección. Vas a venir conmigo te guste o no... Dicen que duele bastante cómo introducen cada parte del ADN digimon en tu cuerpo, cómo sientes poco a poco que dejas de ser un humano... ¡Pero tranquilo! Si sobrevives y aún tienes algo de cordura, podrás disfrutar de tus propios poderes. Podrás matar a quien quieras... Menos a mí, obviamente. Aunque fueras bio, todavía te quedarían cien años para poder sobrepasarme.

Me reí con ganas, le solté el cabello y sin dejar de amarrar la cuerda, me acerqué al Gaomon, al que levanté cogiéndole de la cola. El digimon seguía inconsciente, y mejor, así no molestaría.

- Y con él haré un felpudo ~

Ella enserio está decidida en transformarse en Biohibrido ¿Por qué ahora se le ocurre esta idea tan macabra?, ¿No le satisface ver a Natasha una hibrida como ella? ¿Por qué ahora conmigo? Ni tengo las capacidades de soportar dichas operaciones que ellos se a someten y que le introduzcan el ADN Digital… Terminaría muerto en media operación. Reuniendo otra fuerza de mi interior vuelvo a resistir ante ella intentando con todo para evitar ser sometido en unas de sus operación e incluso agite mi cabeza esperanzado despertar de un terrible sueño que seguramente me quedara traumado teniendo más cuidado ante esta especie subnormal.

Sin embargo logro atraerme con su cuerda jalándome un mechón de mi cabello castaño sintiendo el ardor que uno siente a que le jalen bien fuerte su pelo simplemente me quedo quieto, mirándola a los ojos y escuchando sus palabras que no significan nada para mi, ni me interesa los que los biohibridos son capaces de hacer.

-¡AY! ¡Ya basta que tú sabes perfectamente que no quiero no importa las consecuencias que resultaría tras la operación que yo, !Aun!, tengo mi familia, mis compañeros e incluso tengo mis amigos! ¡No voy a dejarlos por la posibilidad de morir o perder gran parte de mi memoria! ¡TODO POR UN CAPRICHO TUYO!-Tras decir al fin ella me suelta y me tambalee un poco por cómo me tira… Tomando aire vi a mi compañero Gaomon agarrado por la cola por esa bastarda.- ¡Tsk… Matate y déjanos en paz!-Eso fue la única palabra ofensiva que se me ocurrió…

Beelkomon apretó los aceleradores, aún con el freno puesto, calentando el motor y preparándolo para una huida rápida. El rugido de la moto resonó por toda la calle, por lo que apresuré a Samuel para que se moviera, tirando de él.

- Vamos, escoria, muévete.

Sin embargo, él seguía resistiéndose. Inútilmente, en mi opinión, pues lo iba a llevar quisiera o no con Kira. No me vengaría de Natasha, no la llevaría a ella ante la humana... Pero podía vengarme aún de Samuel... Sí, eso sería mucho mejor. Me di la vuelta para encararle, el chico seguía quejándose y gritando que él no quería ser un biohybrido, que él tenía una familia, unos amigos… Y comenzó a cabrearme. ¿Se creía mejor que yo por tenerlos? ¿Por cargar con un peso que no hacía más que hacerte débil?

- Joder… cállate, pesado-murmuré, molesta, golpeándole en la cabeza con el mango de una de mis armas y dejándolo inconsciente-. Agh… Me ponía enferma…

Lo agarré de la tripa y lo senté en la moto, tras Beelko, y yo me senté detrás después de atar al perro azul con una cuerda a la misma soga que tenía retenido a su humano. Pasé los brazos por delante y rodeé como pude con ellos el estómago de la motera.

- A casa de Kira, Beelko-ordené, con los ojos brillando de la emoción. Si todo salía bien, me saldría con la mía. Me vengaría de ese estúpido, y encima… que no se quejara a Kira, le llevaba un juguetito con el que entretenerse.

Aparentemente mis palabras la han fastidiado por lo que me alegre por eso, y al mismo tiempo me arrepentí por eso porque ahora en aquel momento vi moverse el mango de su espada, sin tiempo de esquivar recibo un doloroso golpe en la cabeza… No pude recordar nada más… Todo estaba negro…

OFF:

Tema Cerrado.