El juego de las sombras heladas

¿Pero dónde estamos Mzs. B?-abrazo mi pecho mientras mis piernas empiezan a temblequear.

Dijiste que querías un día de nieve. Sé que hemos tenido que andar un poco pero este lugar es perfecto para que juguemos con la nieve- comenta Mzs. B saltando alegremente.

Me acoplo mejor el pasamontañas de panda, echo un vistazo a los montículos blancos que tenemos alrededor. Tiene razón Mzs B, podemos jugar sin molestar ni ser molestados por nadie en una guerra de bolas de nieve. Sonrío enseñando todos mis dientes de forma traviesa, tomo una bola entre mis manos y se la lanzo en la cara a mi amiga digital. Rápidamente se molesta y hace otra bola con sus patitas a lo que decido salir corriendo. Mzs. B es bastante rápida y fuerte pero nunca me haría daño. Además es bastante tontorrona ahora está haciendo una bola tan grande que como la levante le va a caer en la cabeza. Sigo riendo a todo volumen y corriendo. Cualquiera diría que somos dos osos jugando en la nieve.

¡¡No puedes alcanzarme!! ¡¡Noah gana!! ¡¡Noah gana!!-me río y termino de esconderme detrás de un montículo nevado para que no me vea.

Suspiro algo afligida mientras acaricio la nieve en el suelo, haciendo dibujos de demonios y símbolos arcanos por pura costumbre, antes de terminar una serie de runas que permitan a un ser de las tinieblas adentrarse en este reino pisoteo los mismos mientras me cruzo de brazos algo resignada.

- Me encanta la nieve... - Por el tono de mi voz cualquiera diría que estoy siendo sarcástica, pero la verdad es que su frialdad se debe únicamente a que desde pequeña siempre he adorado sentir el frío en la piel, pero desde que ese ser se llevó mi alma, cualquier sensación fría ha perdido una enorme intensidad, por lo que ya no disfruto tanto como antes de los días nevados... Lo que puede verse en el hecho de que mantengo mis mismos ropajes en ese lugar, únicamente acompañados por una capa de piel mas centrada en detener el viento que en cualquier otra cosa.

Unos gritos llaman mi atención desde algún lugar cercano, así que por mera curiosidad me acerco hasta el lugar en cuestión. Una vez oculta tras unas piedras observo como lo que en un principio parecen dos Digimons están haciendo una pelea de bolas de nieve, pero al fijarme con mas cuidado veo que uno de esos "Digimons" se trata de una niña de demasiado corta edad, que corre feliz con un abrigo en forma de panda... Al poco tiempo corre para esconderse de su digimon a una roca que se encuentra justo en frente de la mía, y quizás llevada por esa faceta infantil (Y ligeramente maliciosa) que aún late en ocasiones, tomo algo de nieve y se la lanzo con delicadeza a la espalda, escondiéndome tras ello y esperando su reacción.

Comienzo a reirme flojito llevando mis manos a tapar mi boca para que no me encuentre Mzs.B.  Pero de repente una bola se choca contra mi espalda. ¡No puede ser, Mzs. B está haciendo trampas, dijimos que nada de usar su ataque de rodar!! Pero al girarme me doy cuenta que no hay nadie. Mzs B se ha tenido que esconder, comienzo a buscar por la zona cuando descubro que no se trata de Mzs. B, sino que es una chica mayor bastante guapa. No parece tener frío pues ha venido con ropa de verano. Doy unos pasos para acercarme a hablar con ella.

¿Quieres jugar? ¿Cómo te llamas? ¿No tienes frío?-de repente caí en la cuenta de que le estaba haciendo demasiadas preguntas y a los adultos no les gusta que se le pregunte. Pero ella todavía no era un adulto ¿o sí? Estaba observándola cuando Mzs. B me lanzó su bola de nieve aprovechando que estaba distraída.-Es una tramposa-le digo a la chica mayor mientras inflo los mofletes unos segundos. Luego sacudo la nieve que me ha caido agitando la cabeza y compruebo que no se haya quedado por mis orejas de panda. Ladeo mi cabeza mientras llevo mis manos a los bolsillos.-Soy Noah.

Sonrío cuando la chiquilla me encuentra, entregándola una mariposa de nieve que he hecho con las manos mientras se dedicaba a buscarme - ¿Jugar a que? Puedes llamarme lady, y sí, tengo algo de frío, pero me gusta - Tras años de meras órdenes, pláticas sangrientas y torturas mentales, la inocencia de una niña preguntándote hasta la talla del pie que usas resulta algo encantador.

Sonrío con curiosidad mientras examino mas de cerca a la chiquilla, no tiene ningún rasgo extraño a primera vista ¿Entonces que hace sola? Según todo lo que el me dijo, los elegidos de corta edad siempre están acompañados por mas elegidos de su bando, pero es evidente que a parte del digimon que aparece poco después, nadie mas está con ella, por el resto, parece completamente feliz... Quizás demasiado feliz - ¿Noah? Es un nombre precioso. Y veo que te gustan los pandas, pero con tanta nieve ¿No sería mejor ser un oso polar? ¿Un lobo ártico quizás? - Había llegado a aquel lugar pensando en miles de cosas, ninguna positiva, pero la visión de aquella pequeña jugando con felicidad había recuperado un rasgo de mi que hacía tiempo no sentía... Solo deseaba que no fuera otro de los múltiples juegos mentales a los que EL me sometía de cuando en cuando.

Estiro las manos para recoger la mariposa de nieve que me da la chica mayor, la cual luego me dice que se llama Lady. Es muy delicada y me cuesta mantenerla entre mis manos ¿Cómo lo habrá hecho? Estoy tan concentrada en su mariposa que me sorprende cuando vuelve a hablarme.

¿Eh? ¡Ah! -levanto la cabeza para dirigirme hacia ella.-No he conocido a ningún oso polar, ni a ningún lobo árctico. No sé si me llevaría bien con ellos.-le comento segura de mí misma.-¡Una vez conocí a un panda en un zoo y pude jugar con él!. -Mis ojos se iluminan mientras agito los brazos, recordando ese gran momento.-Y intenté abrazarlo pero él puso esta cara-Agrando mis ojos e inflo mis mofletes copiando al panda- Y quise comer bambú, pero Bell me dijo que los niños no comen bambú. Entonces yo era muy pequeña y no sabía eso-cuento con los dedos para no equivocarme- tenía cuatro años.

Mzs B aparece interponiéndose entre Lady y yo me mira primero a mí y después a ella. Sabe que me pongo triste si hablo de Bell, pero no estábamos hablando de Bell solo de aquel panda que conocí. Luego se coge de las patas traseras y comienza a balancearse.

Ahora que somos tres podemos jugar al Juego de las Sombras Heladas. ¡¡Es muy divertido!!.-Sonríe mientras se sigue balanceando.

llevo mi mano cerrada al rostro, con un único dedo semi-extendido que coloco delante de mi boca mientras río con sinceridad ¿Como ha llegado una niña tan viva a estar sola en el mundo digital? Sin embargo la reacción de su Digimon ante sus siguientes palabras, las cuales no dejaban de hacerme sonreír, me hacen percatarme de que hay algo malo detrás de las mismas... No soy idiota, no voy a preguntar quien es Bell, pues tengo la impresión de que sea quien sea, el mencionarla solo hará que la niña entristezca, y no es algo que desee causarle a semejante terrón de azúcar.

- No puedes comer bambú... pero la verdad es que existe un zumo hecho exclusivamente de bambú, es muy dulce, creo que te gustaría - Sonrío con dulzura, mirando a la niña desde su misma altura al recogerme sobre mis piernas, abrazándome a las mismas justo cuando su digimon se decide a hablar - ¿Sombras de nieve? - Alzo una ceja algo desubicada ¿Habla de hacer figuras en la nieve con el cuerpo? Pese a mi resistencia al frío quizás no sería lo mejor, o la verdad, quizás no lo sería para nadie, pero quizás ni si quiera se refiera a eso - ¿Que es el juego de las sombras heladas? - Se que es puramente infantil, pero la palabra sombras no deja de generar cierta inquietud en mi interior.

Lady está interesada en jugar con nosotros al Juego de las Sombras de nieve que ha dicho Mzs.B. Me alegro de que sea una de esas chicas mayores a las que les gusta jugar. Porque a mucha gente mayor se le olvida cómo divertirse.

¡¡¿De verdad?!!-Mzs B está muy emocionada porque Lady haya aceptado jugar. Se ha levantado de golpe y la está mirando con esos ojos que pone cuando algo la sorprende y le gusta mucho.-¡Vale, vale, vale! Os explico...-Nos hace caminar un poco hasta estar en la zona con más colinas de donde nos encontramos además de un pequeño riachuelo.-Este juego es muy parecido al escondite, sabéis jugar al escondite ¿verdad?-Yo asiento con la cabeza y esperamos a que Lady diga algo.-En la nieve siempre se están dejando huellas pero no todas son verdaderas... a esto se les llama sombras. El juego consiste en que uno se ponga a contar hasta cien mientras los otros dejan sombras y se esconden.

Mzs. B el juego es muy fácil... siempre vamos a dejar huellas, así que terminarás encontrándonos.-le comento no muy convencida.

Se trata de confundir a quien está contando, por eso cuantos más jugadores más divertido, porque también se trata de averiguar de quién es la huella. ¡¡Y hay un tiempo máximo de 3minutos!!-Mzs.B salta emocionada tras la explicación de su juego.

Ya entiendo... pero creo que Lady estará en desventaja. Mis pies con pezuña de oso se pueden confundir con las manos de Mzs.B pero en cambio sus pies...-Miro hacia sus pies preocupada.

Cuando te toque contar a ti, puedo llevar a Lady encima de mí unos cuantos pasos para despistar. Soy muy fuerte aunque no lo parezca.-le dice a Lady sonriendo.- ¿Qué os parece? ¿Jugamos?

- ¿Descubrir de quien son las huellas de cada cual? - Miro de arriba a abajo primero al oso y luego a la chica... ¡Si en tamaño y pisada son prácticamente iguales! al parecer Noah se da cuenta dee sto, sugiriendo que es un juego muy sencillo para ellos, casi siento como si el oso tratara de engañarme... - Dejadme pensar ~

Me cruzo de brazos pensativa ¿Como se supone que puedo competir contra ellos en este juego? Por mas que su Digimon pueda cargarme unos metros, en cuanto toque el suelo mis huellas serán completamente distintas a las de la chiquilla y su digimon. De acuerdo, es solo una niña pequeña... Pero no me gusta perder contra nadie, y eso parece un juego injusto, a no ser...

- Hmmm... Me parece algo difícil, pero acepto - Sonrío con inocencia, tras lo cual me llevo la mano al rostro, adoptando una pose pensativa mientras doy toques en mi barbilla - Y creo que podría empezar yo, dado que soy la invitada. Así podré ir acostumbrándome con el juego... ¿Os parece? - Espero a que se decidan, poniendo ojitos de cordero mientras tanto, para que me dejen ser la primera en buscarles... Aún no empieza mi gran plan, primero tengo que atrapar a alguno de ellos, pero quiero darles una ronda "limpia" antes de empezar con el juego, después de todo, las siguientes serán completamente alocadas.

Una vez acepten me giro, comenzando a contar hasta cien en voz alta y con musicalidad, con los ojos cerrados para que puedan ir a donde quieran. Mientras tanto, pienso en lo que haré tras este o el siguiente turno, cuando consiga descubrir a alguien, preferiblemente a la pequeña Noah.

Lady ha aceptado a jugar con nosotros y además se ha ofrecido para ser la primera en buscar. Cuenta bastante bien, hay algunos adultos que no se les entiende nada y no sabes cuando han terminado de contar. Me miro con complcidad a Mzs.B mientras ella me sonríe y a la vez comenzamos a correr para dejar huellas por toda la superficie. La verdad es que no sé donde esconderme...

Mzs. B se ha enterrado en uno de los montones grandes de nieve. Pero su nariz puntiaguda de oso sobresale por la nieve. Me llavo la mano para tapar mi boca y me río lo más bajito que puedo. Seguro que la encuentra a ella primero. Cuando ya le quedan pocos segundos para terminar la cuenta, me doy cuenta de que hay un árbol cerca. Me escondo detrás de él y trato de golpearlo para que caiga nieve y cubra un poco mis huellas.

Jijiji ahora ya no me encuentra.-digo en voz bajita mientras mis orejas de oso sobresalen.

Casi cuando estoy terminando de contar escucho como desde algún punto a uno de mis lados resuena un ligero golpe, y tras el mismo, sonido de nieve cayendo precipitadamente al suelo ¿Sabrán concluir que el estar con los ojos cerrados no influye en el oído?

En cualquier caso cuando termino de contar mi rostro adopta una seria cara de poker... A un lado, desde un montón de nieve removido sobresale la nariz del digimon... y al otro, de donde venía el replicar de la nieve cayendo, las orejas de la capucha de la pequeña se asoman - ¿Donde estarán? - Supongo que a fin de cuentas tengo que recordar que estoy jugando con una niña pequeña, esto es lo normal.

Saco una moneda y la lanzo al aire, sale cara, eso implica que tengo que "encontrar" a la dulce Noah, pero antes puedo permitirme jugar un poco - Me ha parecido escuchar como antes caía algo de nieve por aquí... - Camino con tranquilidad hacia el árbol donde se encuentra la pequeña, siguiendo sus huellas - Estas zarpitas... Yo diría que son de alguien que pesa muy poco... Y por otro lado esto - Deslizo los brazos como si "abrazara" al árbol, tomando las orejas de oso de la capucha de la pequeña y toqueteándolas cómicamente - Me parece que pertenece a la dulce Noah - Y me asomo por el extremo del árbol para verla - ¿No es así?

Lady ha terminado de contar y parece un poco perdida. Me pregunto quién llevará la cuenta de los tres minutos que ha dicho antes Mzs. B que teníamos para encontrar a los demás. Oh, no... ha escuchado cómo le daba un golpe al árbol para que cayese nieve. Pensaba que estaría tan distraída que no se daría cuenta... Me tenso detrás del árbol, creo que me ha pillado. Las manos de Lady han atrapado las orejas de mi capucha. Ahora tengo que quedarme muy callada... quizás me confunda con Mzs. B... Pero Lady dice mi nombre y se asoma para comprobarlo.

Inflo los mofletes y llevo la mirada al suelo.-Me has encontrado. Juegas bien para ser una chica mayor. ¡¡Mzs.B tienes que salir, ya me han encontrado!!-Camino unos pasos hacia el sitio de ir a contar, pero antes me doy la vuelta y le saco la lengua divertida- Ahora me toca a mí y voy a ir a buscarte. -Me río y echo a correr para no peder tiempo.

Me tapo los ojos con la zarpas del abrigo y comienzo a contar en voz alta. Hace mucho tiempo que no jugaba con otra humana a este juego, Mzs. B me presentó a algunos amigos suyos digimons pero era muy fácil jugar con ellos. Nunca me encontraban y se hacía un poco aburrido. En cambio Lady sabe donde mirar. Me pregunto si tendrá hermanas pequeñas y por eso juega tan bien.

Escondite de Mzs.B:

Listos o no ¡¡Allá voy!!-grito destapando mis ojos y dándome la vuelta.

Acaricio la cabeza de la pequeña cuando mira al suelo, se recupera con rapidez para comenzar a llamar a su Digimon, tras lo cual comienza a contar, no sin antes sacarme la lengua y "amenazarme" con ir a buscarme a mi... Justo como deseaba desde el principio - Entonces me esforzaré en que te diviertas por el camino... y te recompensaré si lo logras ¿Te parece bien?

Pero no recibo respuesta. Ella comienza a contar y su Digimon corre a esconderse, haciéndose pasar por una piedra. Al parecer ya se ha olvidado de la promesa de cargarme unos metros.

Comienzo a caminar con normalidad mientras saco mi Xros Loader, pasando tras varios pasos a andar de puntillas y por último dar dos pasos dignos de toda una bailarina de ballet. Hecho esto saco a Cutemon y a hagurumon de su descanso, colgándome del segundo para que me lleve separada del suelo mientras indico al primero que camine  siguiendo mis huellas y dando varias vueltas.

Con ayuda de hagurumon floto hasta la rama de un árbol, guardando tras ello al insensible digimon, esperando a que Cutemon de varias vueltas, tras lo cual y acelerando el paso cuando la niña está contando ya por noventa, corre hacia mi y salta con el poder que sus dignas patas de conejo le otorgan, cayendo en mis brazos. Sonrío y le acaricio entre las orejas con malicia, pese a su lado oscuro es quizás junto a Tinkermon quien mas se parece a mi, y se que en su caso adora a los niños.

Me doy la vuelta y en el suelo encuentro huellas por todas partes. Hay varias en círculo ¡¡serán las de Lady!! Pero no se parece mucho al pie que parecía tener Lady. El rastro de Mzs.B parece más claro, aunque termina justo a dos piedras. Posiblemente una de las dos piedras sea falsa...¡¡No!! he dicho que iba a buscar a Lady. Pongo atención a las huellas siguiéndolas con cuidado de no borrarlas con las mías. Pero de repente se pierde el rastro... solo van en círculos. Es como si a partir de aquí hubiese ido volando o estuviese bajo tierra.

Me cruzo de brazos extrañada ¿y si ha hecho un truco de magia como el de la mariposa? Agito la cabeza para quitarme esa idea, no seas tonta, la gente que hace magia solo está en los programas tontos de la tv. Excavo con mis manos un poco en el suelo, pero solo encuentro nieve. Miro hacia arriba y veo parte de las hojas de un árbol. Miro en derredor en todas direcciones.

Quedan 30 segundos...-avisa de repente mi terminal. Mzs.B ha debido programarla sin que me diese cuenta.

Se me está terminando el tiempo, voy a perder...-Repaso con la vista una vez más el camino de huellas que he seguido. Vuelvo a mirar hacia el cielo y noto como varias hojas se caen repentinamente. Decido acercarme más al árbol mirando hacia arriba y allí está Lady. Pero no está sola, hay un conejo negro con ella, posiblemente la haya ayudado-¡¡Te encontré!!-Señalo con felicidad, pero ahora quedaba averiguar qué pisada sería de Lady. Vuelvo a mirar el círculo de pisadas además de notar como mi terminal está pitando indicándome los últimos diez segundos.-¡¡Es esta!!-Señalo la huella grande.

Cruzo las piernas, balanceándolas con tranquilidad mientras Cutemon mira con interés a la niña, y luego a mi, y de nuevamente a la niña... para terminar mirándome con una ceja alzada inquisitivamente. Sonrío al tiempo que suspiro, susurrándole mis siguientes palabras - Eh vamos, no la voy a hacer nada malo, de verdad... Me recuerda demasiado a mi de pequeña... - Según la frase progresa mi tono se vuelve algo mas melancólico, por lo que el digimon me muerde el brazo que le sostiene, sin usar los dientes, solo como reclamo de atención. Sonriendo con malicia tras ello.

Observo como corretea por toda la zona buscándome, sonrío al ver como localiza a su Digimon, a pesar de lo cual sigue buscándome a mi, tal y como ha prometido... Llegados a un punto concreto y tras que su temrinal la haya avisado de que la quedan treinta segundos, arranco una hoja del árbol en el cual me encuentro y la dejo caer sobre donde corretea, gracias a lo cual logra encontrarme, momento en el cual la guiño un ojo, mientras cutemon mueve sus orejas - ¿Y mi huella? - Al momento comienza a retroceder por las mini-huellas dejadas ahí por el digimon conejo, hasta que finalmente llega a las dos o tres que me pertenecen, señalándolas entusiasmada mientras el tiempo está a punto de agotarse.

Asiento complacida, soltando de golpe a BlackCutemon, quien cae desde las alturas para aterrizar perfectamente sobre sus cortas piernas, y echarse a un lado, consciente de que tras ello la que está saltando soy yo... Que caigo a su lado con elegancia, hundiendo parte de mis piernas y manos en la nieve - ¿Entonces vuelve a ser mi turno? ¿O preferis hacer otra cosa? Oh... Y este es BlackCutemon, uno de mis compañeros, y junto a la endemoniada Tinker, quizás el único al que te pueda presentar adecuadamente.

Tras mis palabras el peluchoso Digimon eleva su mano derecha, saludando con gesto neutro sin moverse - ¡Yoh! - Aún sigo sin saber que hace conmigo, pese a su variación de color, sigue siendo un Digimon puramente cooperativo, de apoyo e incluso bondadoso... Y a mi lado ha visto cosas... Que no me explican por que sigue sin intentar abandonarme.

Ahora que han saltado del árbol miro con más fijación al conejo negro acompañante de Lady. Tiene unas orejas tan grandes, tan peludas… Parpadeo cuando escucho su nombre, nunca había visto un digimon como ese. Alargo las manos con la intención de querer tocar sus orejas, son tas lindas… sonrío emocionada. Hasta que cuando ya casi puedo acariciarlas… recuerdo de golpe lo que me contó Mzs.B de algunos Digimons. No todos son amigables, no a todos les gusta jugar, no a todos les importa ser acariciados. Igual tendría que pedirle primero permiso. Miro un momento al suelo y después a Lady. Por unos segundos se me había olvidado que estábamos jugando y que ahora sería el turno de Lady. Me pregunto cuántos Digimons estarán con Lady ya ha nombrado a dos y faltan más.

Lady… ¿a cuántos Digimons conoces?-le pregunto sin apartar la vista de BlackCutemon.- Me han contado que hay muchos que es mejor no acercarse… ¿Hay algún truco para escapar de ellos? –mi mirada se ensombrece.-No quiero que me hagan daño nunca más.

Al ver que estamos tardando más de lo normal, Mzs B sale de su escondite y viene rodando hacia nosotras. Se coloca a mi lado y con sus ojitos curiosos intenta interesarse por la conversación. Ella tiene muchos digimons a lo mejor podría preguntarle por eso… pero ¿es de fiar? Ha sido amable con nosotros y ha jugado al juego de Mzs. B

Noah parece emocionarse ante el descubrimiento del nuevo Digimon, a quien intenta manosear con todos los buenos deseos de una niña de su edad, parando en el último momento claramente cargada de dudas. No tengo que hacer nada, por ue Cutemon salta sobre ella por si mismo para abrazarla, palmeando gentilmente el rostro de la pequeña con sus sedosas orejas... Esto debe de ser como el cielo para el, raro es el día que recibe cariños de mi parte, y la verdad es que le encanta. Aunque quizás sea mejor prevenir - Si alguna vez ves al resto de mis Digimons mejor no les toques demasiado... Son completamente distintos a Cutemon.

Me dispongo a contestara  la pequeña cuando pregunta por el resto de mis Digimon, pero antes de poder hacerlo BlackCutemon se me adelanta, levantando la mano para llamar la atención, justo antes de comenzar a hablar - Está Tinkermon y luego los otros dos - Por Apocalimon... Eso deja quizás demasiado claras las preferencias de Cutemon, aunque siendo sincera entiendo el por que de su desagrado hacia Dracumon, a fin de cuentas se divierte pasando el rato hipnotizando a todo el que quiere en cuanto me descuido, menos a mi por supuesto, en parte por que es incapaz de hacerlo. Desde luego no es una compañía que valla a sacar estando la pequeña cerca. Y luego está Hagurumon que... Bueno, sencillamente es Hagurumon, solo puedes mostrar indiferencia ante el.

Pese a todo la pequeña parece estar dudando sobre algo, a lo que sencillamente entorno los ojos, sonriendo con dulzura como tan bien se hacer al tiempo que con mi mano derecha acaricio su mejilla, haciendo que eleve su mirada nuevamente hacia mi - ¿Que es lo que te preocupa dulzura...?

El digimon de Lady salta sobre mí por lo que estiro los brazos y me dejo caer sobre la nieve. Es tan suave... siento sus orejas como acarician mi cara. También es blandito. Río sin poder evitarlo mientras manoseo al lindo BlackCutemon. Lady es afortunada de tener un Digimon tan sedoso y mimoso como BlackCutemon. Aunque me advierte que el resto de sus compañeros no son como él. Bueno, eso es porque no han visto a Mzs. B en un mal día. Supongo que todos los Digimons tienen su genio. Me levanto del suelo y me sacudo como lo haría un perro para quitarme la nieve que se ha pegado a mi chaqueta teniendo entre los brazos a BlackCutemon. Siento cómo Lady me invita con una caricia a que le cuente acerca de eso.

Semi-entierro mi cara entre la cabeza de BlackCutemon entre sus orejas. No quiero admitirlo pero me da sonrojo que la chica mayor me acaricie, no estoy muy acostumbrada a los mimos. -El otro día estábamos jugando cuando unos Digimons mayores a Mzs.B vinieron. Nos acorralaron y... al final nos fuimos.-Digo terminando la historia de golpe. Siendo una chica mayor no hará falta que le cuente más detalles.

Mzs. B revuelve entre el bolsillo de mi chaqueta y saca el dispositivo digital. Luego también saca las cartas que me he ido encontrando durante el tiempo que llevo aquí.

Quisimos usar esto, porque creemos que tiene que servir de algo...Pero casi conseguimos que nos las quiten. Yo tenía muy claro que eso no iba a pasar. No,no,no. -por la voz de Mzs.B se puede notar que está cabreada.

¿Qué se hace con esto, Lady-onee?-poso mis ojos sobre los suyos esperando su respuesta. Ni siquiera me he dado cuenta hasta unos segundos después que he usado ese nombre...Ahora no tiene importancia.

- Mejillas calientes - Aquellas palabras con cara de poker de Cutemon me hacen sonreír al interpretarlas, con lo activa que es la pequeña, no me esperaba hacerla sonrojarse por una caricia.

Atiendo con una cálida sonrisa en el rostro las explicaciones de Noah y su Digimon, sorprendida cuando me muestran su dispositivo mencionando que no saben como utilizarlo. Si que están perdidos ¿Como es que una fuerza los ha traído a este lugar sin explicarles nada? ¿Es que es algún tipo de experimento? No puedo entender a las caprichosas fuerzas de este lugar...

- Entiendo... - Tomo su dispositivo y le hecho un vistazo mientras pienso en sus anteriores palabras. Soy defensora de la ley de la jungla, el fuerte se come al débil, usa su piel para abrigarse y sus huesos para aumentar su poder... Pero en algún sitio deben de haber límites, claro que ¿Quien soy yo para criticar nada? Mi actitud actual es únicamente por que la pequeña me recuerda demasiado a mi pasado - He visto esto antes - Es mentira, pero prefiero hacerla pensar que ya me he encontrado antes con un dispositivo así antes que confesar que un Demonio partía mis horarios deteniendo de vez en cuando sus torturas mentales para otorgarme lecciones prácticas del mundo digital y todos aquellos que pudieran ser mis "enemigos" en el futuro - Las cartas que tienes deben ser deslizadas por esta ranura - Señalo un pequeño hueco a un lado del dispositivo - Eso hará que tu compañero Digimon cambie algunas de sus características para adecuarse a un combate directo - Vuelvo a dejarlas sobre las manos del Digimon con aspecto de oso - Si mal no recuerdo, creo que cuando esteis preparados encontrareis de alguna manera una nueva carta, que debería permitir a B alcanzar una nueva forma, mas grande y poderoso, que durará solo el tiempo que deseéis - Le guiño un ojo al Digimon con picardía, riendo tras ello - Aunque no te ves nada mal así, diría que incluso puedes intimidar de así desearlo.

Me acerco hasta quedar al lado de la pequeña, encorvada cual felino para no abandonar mi posición de cuclillas y por lo tanto la altura que me permite mirarla directamente a los ojos sin agachar la mirada - Noah... Por desgracia, en este lugar deberéis luchar de vez en cuando para evitar que ninguno de los dos sufráis daños. Todo puede ser un paraíso, pero los humanos no estamos demasiado bien considerados por muchos Digimons - Vuelvo a colocar mi mano sobre su rostro para sonreír cálidamente - ¿Crees que podrás hacerlo..? Por que siempre hay un precio a pagar por lo que deseas - Y eso lo sé mejor que nadie.

Alzo la vista por donde Lady está mirando mi dispositivo, es cierto que tiene una ranura y es por donde yo intenté deslizarlas por ahí la última vez. Pero no cambió nada. Miro el dispositivo y después la miro a ella con curiosidad. Al menos ha confirmado lo que esperaba del dispositivo, Lady también dice que funciona así. Veo que vuelve a entregárselo a Mzs.B y que ésta lo deja en mi bolsillo de nuevo. Mzs.B se cruza de brazos tras las palabras que le dice Lady.

Ya se lo digo a Noah, con ella puedo ser su peluche grande pero si me lo propongo, ni esos monstruos que destruyen ciudades que tanta gracia le hacen, puede hacerme frente a mí.-dice Mzs.B en un tono que no admite replica.

¿Todavía estás celosa de eso? El otro día le conté de qué iba la peli de Godzilla y me dijo que ella si quería se convertiría en una Diosa Guerrera destroza ciudades. –Miro a BlackCutemon con cara de resignación.

Mi mirada se enfrenta con la de Lady ya que ha decidido ponerse a mi altura. Sus palabras, aunque suaves, reflejan una verdad muy dura y que de alguna forma es familiar. Si me preguntasen por mis últimos años que tenga memoria, creo que me he dedicado a eso más que a nada. Su mano está en mi mejilla de una forma cariñosa me invita a que le cuente qué estoy pensando. Coloco mi manita encima de la suya mientras mi mirada se ensombrece.

¿Es que los humanos estamos bien vistos para alguien?-Por el rabillo del ojo me doy cuenta de cómo Mzs.B está pendiente de mí, su expresión ha cambiado y sé por qué. Se acerca a mí y por eso levanto una mano para que se detenga. Estoy bien, no hace falta que me aparte de Lady para enterrarme en sus brazos como hace siempre que piensa que lo necesito.-No pasa nada, Mzs.B, Lady ha sido buena con nosotros puede saberlo.-Vuelvo a mirar a la cálida muchacha mayor-Los odio. Preferiría volver a nacer y ser un Digimon. Pero nadie vuelve atrás, eso lo entiendo.-Desvío la mirada con rencor unos segundos-Nadie me hará daño, nunca más. Lucharé. Ahora este es mi mundo y jugaré con sus normas.

Mzs.B no dice nada pero sabe qué ocurre cuando pienso en estas cosas. Tengo que ser fuerte, Lady no puede pensar que soy una niña pequeña o querrá llevarme con mis padres o esas cosas que hacen los mayores cuando piensan que eres demasiado pequeña para entender ciertas cosas. BlackCutemon, como está pegado a mi cuerpo, puede sentir cómo mis piernas se han echado a temblar. Me abrazo más a él sin despegar la mirada del suelo.

Noto como un escalofrío recorre mi espalda ante las palabras de la niña. Se siente indefensa, eso es cierto, pero al mismo tiempo muestra una fuerza y convicción que no es fácil de encontrar en nadie que no haya sufrido mas de la cuenta, y eso con su edad... Creía estar ante un bastión de pureza, y la verdad es que tengo delante de mi a un campo virgen sembrado con pequeñas semillas de maldad y rencor ¿Es bueno o malo que aparentemente aún no haya salido ningún brote?

- Dulce niña... - Aparto a Cutemon con delicadeza, el cual se sube a mi espalda como está demasiado acostumbrado a hacer, solo para tomar a la pequeña entre mis brazos mientras sonrío, recogiéndola en mi regazo para calmar el temblor de sus piernas, que siento nada mas apartar al Digimon - No tienes que preocuparte de las apariencias mientras estés conmigo. Soy lo menos parecido que puedas encontrar a ninguna otra persona ¿Quieres aprender a jugar con sus verdaderas reglas? Por que la verdad es que al principio puede doler, pero nada te va a entregar mas libertad - Acaricio su espalda mientras la rodeo mas extensamente con mis brazos, sin mantener presión alguna, para que pueda liberarse de así desearlo - No puedes volver a nacer siendo un Digimon, pero hay maneras de ser parte de uno... Aunque ahora mismo no es el momento. De todas maneras hay cosas, aspectos de tu humanidad que nadie por aquí podrá explicarte cuando llegue el momento, así que ¿Querrías contar conmigo? Estoy muy lejos de ser la perfecta maestra, pero puedo enseñarte a ser todo lo libre que este mundo te permita.

Pese a mi aparente tranquilidad, tengo que recurrir con fuerza a mi voluntad y auto-control en la posición en la cual me hallo ahora mismo... De ser cualquier otro carácter situacional, posiblemente mi oscuridad ya habría salido con fuerza, pero si aún no lo ha hecho es por que creo estar mirando a un espejo que me muestra el pasado. BlackCutemon parece saber en lo que pienso, y quizás por eso, quizás por miedo, pulsa un botón en mi Xros, volviendo a su interior. Que sea mi compañero no significa que le gusten muchas de las acciones y pensamientos que genero. Y quizás no pueda mantenerme así demasiado tiempo.

Siento cómo Lady quiere apartar a BlackCutemon y al principio tiro de él para que no ocurra. Pero no quiero hacerle daño a su digimon, tan blandito y suave, así que finalmente dejo que lo termine apartando. Me atrae hacia sí como lo haría cualquier persona mayor que se preocupase por mí. Hacía mucho tiempo que no me sentía abrazada por alguien humano. Estiro las manos para agarrarme a su cuello y esconder mi rostro para que no me vea sonrojarme, ni tampoco… da igual que no lo vea, se va a dar cuenta igual de eso.

Dice cosas muy interesantes…ser como un digimon, no sabía que se podía llegar a ser eso. ¿En serio ella podría enseñarme? Una sonrisa pequeña sale de mi boca, Lady no solo me estaba dando cariño sino también algo por lo que luchar. Si fuese un digimon ya no tendría que regresar nunca jamás al Mundo Real y podría jugar con Mzs.B para siempre. Eso sonaba genial.

Noah, eres lo más valioso que tengo. No respondería de mí como alguien volviese a partirte el corazón…Lady, ella necesita alguien estable, su corta vida ha visto demasiado-me despego de Lady para estirar el brazo y tapar la boca de Mzs.B.

Ella es buena conmigo.-Miro con ojitos vivos a Lady y le dedico una sonrisa amplia.-No ha preguntado cosas porque no ha querido hacerlo y eso está bien.-mi voz no suena del todo lo fuerte que habría pensado en un principio- La verdad es que no he ido mucho a la escuela, pero creo que no te refieres a ese tipo de maestros. Es como algo parecido a una hermana ¿no? Me cuidas y si me meto en líos me regañas.-Pongo ojitos de niña buena aunque puede que no esté quedando tan buena como debería, esperando que esto último no ocurra. Bell siempre decía que era imposible que escondiese mi cara traviesa. Los mayores son demasiado aburridos y pesados cuando dicen que has hecho las cosas mal. Además, Lady no me parece de este tipo de adultos tampoco.

Anunciado por un escalofrío a lo largo de mi columna vertebral, un atisbo de sadismo descontrolado recorre mis ojos, mientras miro al Digimon oso cuando pronuncia su advertencia... A mi nadie me amenaza, bajo ninguna situación. Igualmente la "maldad" desaparece en un suspiro, siendo sustituida de nuevo por cariño... Si bien, desde el dispositivo en mi cintura, decorado con aspecto siniestro, una sonrisa macabra y maliciosa aparece, seguida de un par de ojos que observan desde la pantalla al Digimon que ha osado amenazar a su dueña,desapareciendo también casi al instante. Entiendo las razones del Digimon, pero hay reacciones que tengo sencillamente demasiado inculcadas, de hecho, para aquellos dentro del Xros puede resultar extraño que no le haya golpeado por dicho comentario.

Muestro ternura ante la mirada de Noah y sus palabras, y como respuesta automática sencillamente deposito un suave beso en su mejilla, limpiando tras ello sus lágrimas con la fina tela que cubre mi brazo, esta pequeña tiene mucho potencial, no solo es fuerte, si no... - ¿Una hermana? Me gusta la idea, aunque no se si podré cumplir tus expectativas caramelo, soy algo complicada, y pese a estarlo logrando ahora mismo, hay momentos en los que sencillamente no puedo controlar una parte de mi que quizás te asustaría... No podría prometerte estar siempre aqui, pero si que intentaré estar siempre que lo necesites. De hecho... ¿Me permites? - Sonrío y busco entre su chaqueta, hasta sacar de la misma la terminal de batalla que todo "elegido" porta consigo - Para esos momentos en los que tenga que desaparecer, con esto podrás localizarme al momento, solo tienes que tocar en contactos yy... - Hago lo que estoy diciendo, esperando a que su terminal localice a la mía, para agregarlas como contactos - Ya está, podrás localizarme incluso aunque yo esté en el mundo humano - Hecho aquello vuelvo a dejar la terminal de donde la he tomado, rodeándola nuevamente con mis brazos, mientras acaricio su cabeza, permitiendola que se "entierre" en mi de así desearlo - Si me quedara contigo de manera continua te causaría mas problemas de los que te solucionaría, por que hay cosas que si bien no diré que una niña no deba vivir o contemplar, pues depende de la cultura... Prefiero ahorrártelas por ahora la verdad, y sobre los regaños, no te preocupes... Creo que casi debería ser yo la regañada por ti en mas de una ocasión.

Mzs. B siente clavada como un aguijón la mirada de Lady, hasta ahora la había visto reír y mostrarse amable. Inevitablemente echa un paso hacia atrás y después contempla expectante la forma que tiene de dirigirse a Noah. Hay algo extraño en esta peculiar humana. ¿Será algo que le he dicho que le molestó? ¿cómo se lo dije? Eran preguntas que se hacía la osa. La tranquilidad que expedía Noah la reconfortaba. Eso era todo lo que le valía a la osa para dejar el tema en paz. Cuando nuevamente se vuelven a abrazar ella se les une.
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Me gusta la forma en la que me mira Lady. No es compasión, no es falsa ni como si tuviese que ser mi héroe. No quiero nada de eso. Me dan asco esos adultos. Ya sé que las personas buenas no existen, ya no he me chupo el dedo. Por eso, que ella quiera insistir en que no siempre va a estar allí… me tranquiliza. Porque sé que no me está mintiendo y eso me hace quererla más. Cuando me da un beso en la mejilla sonrío feliz, el último beso que recuerdo me lo dio Bell la noche anterior a su muerte cuando me iba a dormir. No quiero otra Bell, no podría soportar perder a otro ser querido. Tomo dos mechones de su pelo y empiezo a trenzarlos mientras la escucho hablar. Paro cuando busca en mi bolsillo mi digivice y anota su número en la agenda. Luego vuelve a abrazarme a lo que respondo igual.

Ya tuve una hermana…¿sabes, Lady? No quiero otra como esa. Era tan buena que la mataron.-Inflo los mofletes con rabia semienterrada mi cabeza en el pecho de Lady.-Yo quiero que tú seas mala, así sé que siempre estarás bien. Me gusta estar contigo. –La miro con una sonrisa de oreja a oreja-Pero si te portas mal conmigo sí te regañaré. Oh, otra cosa...-mi expresión cambia por otra más seria-solo me encontrarás en este mundo... este es mi hogar ahora. Algún día te contaré... algo, pero hoy no. ¡¡Estoy muy feliz de volver a tener una hermana!!-Busco en mi mochila y la entrego una pulsera de cáñamo hecha por mí.

Inclino ligeramente el rostro, al parecer ya tenía una hermana ¿Y yo...? La verdad es que tengo dificultades para recordar la mayoría de los detalles sobre mi pasado a excepción de... Bueno, lo que me llevó a hacer un pacto, probablemente por algún lavado de mente por parte de EL - Mientras te guste, todo estará... ¿Bien? - Sonrío ante lo rara que queda mi respuesta a su comentario - Los recuerdos son lo mas preciado que tienes, tanto los buenos como los malos, así que cuando quieras contármelo, estaré lista.

Recojo la pulsera que me entrega, colocándomela alrededor de la muñeca mientras la observo de cerca, es bonita, y aunque quizás no pega demasiado con el resto de mi vestimenta, el caso es que me gusta como me queda - Gracias - Me inclino de nuevo sobre la pequeña, mirándola fíjamente a los ojos con una sonrisa - Aunque yo no tengo nada para darte... ¿Hay algo en especial que desees? Lo que se te ocurra estará bien, me ocuparé de conseguírtelo para la próxima vez, o incluso ahora si es posible - Llevo dos dedos a mi boca y los beso, colocándolos sobre su frente - Es una promesa

Ladeo la cabeza algo confusa cuando dice que los recuerdos son valiosos. ¿De verdad, lo son? Yo no quiero que se quede nada de lo que he vivido hasta llegar aquí. Pero Lady es mayor que yo... sí lo dice tan segura, quiero creer que tiene un buen motivo. Veo que le gusta mi pulsera, así que me hace feliz que se la ponga tan pronto. Sonrío mientras balanceo los pies y me abrazo a su cintura. Mi cara se vuelve curiosa cuando la veo que besa sus manos y luego da un toque en mi frente. ¡¡Una promesa sellada!! Mi corazón late con fuerza. Llevo mi manita hacia la boca mientras pienso seriamente qué responderle.

Me da algo de verguenza... pero sí que hay algo que echo de menos. -miro hacia otro lado y entonces me doy cuenta de que Mzs.B sigue abrazada a nosotras. Si lo digo en voz alta igual hiero sus sentimientos.-Oye, Mzs. B... ¿por qué no vas a mirar cuánto nos queda de camino de vuelta?-Le doy el digivice y es tan buena que no se lo toma como algo malo. Aún así, aparto el pelo de Lady con cuidado para susurrarle en el oído.-¿Puedes darme las buenas noches a través de la terminal? No me importa la hora...esperaré.-Me separo de ella y le doy un beso en la mejilla. Me sonrojo porque yo no suelo hacer esas cosas, ni siquiera se los daba a Bell. Tenía que ganárselos. Comienzo a trenzarle el pelo con gesto pensativa...-Lady... sé que los mayores siempre estáis ocupados y que seguro que dentro de poco me dirás que te tienes que ir. Pero antes de eso... ¿podría enseñarme algún truco entre chicas? -Cierro los puños y hago un gesto en el aire como si le pegase a algo. -¡¡Tengo que defenderme para que la próxima vez que nos veamos te cuente a cuántos tontos he derrotado!!-Río alegremente.

Me cruzo de brazos, prestando atención, ya que parece habérsela ocurrido algo que pedirme ¿Sin mas? Eso es que no es nada material, tengo curiosidad por saber que será.

Sonrío algo dibertida cuando veo como la niña engaña facilmente a su Digimon, si son los dos tan inocentes, habrá que tener cuidado en el futuro con encuentros no deseados, pues está claro que de querer aprovecharme yo misma de ella, no tendría problemas... Me inclino cediéndola mi oído cuando se decide a susurrarme, sonriendo ante su petición, con la cual río ligeramente, no de ella, si no de la situación. Tras ello vuelve a trenzar mi pelo, haciéndome otra petición, esta vez algo menos personal, tras la que empieza a boxear con el aire.

- Hmmm... - Me llevo una mano al rostro adoptando una pose pensativa, que no mantengo demasiado tiempo antes de encararme completamente con ella, de rodillas para estar a su misma altura, tomando su mejilla con delicadeza - ¿Y si duermo contigo esta noche? así podre cumplir por primera vez mi promesa en persona, y de paso enseñarte algunos trucos de chicas - Parpadeo pensativa de mis propias palabras, tengo que tener cuidado con mis "reacciones predefinidas" - Pero por ahora te enseñaré la mas básica... Es importante que nunca luches contra un Digimon tu misma, pero si se tratara de un humano, un hombre, e intentara acercarse demasiado mientras tu compañero no está presente... Es importante, puede pasar si vas a estar sola - Me coloco muy pegada a ella y acaricio su mejilla - Imagínate que se estuviera dando esa situación ahora mismo, tal y como nos encontramos... El se acerca, dice las cuatro tonterias que siempre dicen en esas situaciones y por cualquier cosa te toca el rostro, la cabeza, los hombros... - Imito los movimientos que pronuncio, tras los cuales, llevo mis dos manos a su rostro y "fuerzo" una sonrisa - Lo importante es que te mantengas tranquila e incluso sonrías, no te resistas, no tienes fuerza suficiente... El se confiará, y cuando se acerque mas o genere una buena situación, es decir, cuando creas que puedes... - Me muestro mas confiada, acercándome por completo y sin mostrar defensas, alzo una mano y sonrío - ¡Es ahora cuando tienes que golpearle con todas tus fuerzas el mejor golpe que poseas directamente entre las piernas! Si tienes una piedra u objeto contundente cerca, mejor - Y la guiño un ojo, sonriendo divertida para abrazarla tras ello, rompiendo algo de la tensión generada... Seguramente esté mas nerviosa que ella, y no por mi "representación" de un papel deseado, si no por que la situación que acabo de describir es prácticamente la que a mi me ocurrió... y cometí el error de mostrarme completamente asustada y alterada, lo que me impidió encontrar ningún momento de debilidad para defenderme... - Intentaré traerte un arma pequeña que puedas usarla en esas situaciones si me prometes no jugar con ella... Y en cuanto a las mujeres, no te preocupes, no creo que se acerquen a ti para... Eso - Ni si quiera se si sabe de que estoy hablando, si me lo pregunta se lo explicaré, pero, no puedo estar segura - Bueno, solo las que son como yo... Y yo, que soy la peor de todas, no te haría nada que no me pidieras - Sonrío y acaricio su cabeza mientras río por una gracia que quizás solo yo he comprendido.

Agrando mis ojos cuando Lady dice que puede dormir conmigo esa noche ¿en serio? Nada me haría más ilusión ahora mismo. Me abrazo a ella como muestra de alegría por lo que acaba de decir. Pero ella tiene un rostro pensativo y luego comienza a hablar, por lo que me separo para prestarla mucha atención. Siento su proximidad a mí, observándola por primera vez desde muy cerca. Lady me está contando cosas de mayores, como cuando un hombre se acerca a ti y empieza a acariciarte. Siento sus caricias con expresión muy seria, cuando me dice “no te resistas” me doy cuenta de que precisamente es eso lo que estoy haciendo. No me gusta que me toquen, pero si es la cara o el cuello supongo que todavía puedo mantener la calma como dice Lady. Veo cómo se aproxima hacia mí sin poder evitar apartarme un poco, alza la mano y me dice que es ahora el momento de atacar. Asiento para mostrarle que lo he entendido aunque hasta que no me guiña un ojo y me abraza no termino de tranquilizarme. Ya está todo bien.

Me quedo algo pensativa cuando me dice las mujeres también pueden acercarse a “eso”. No lo había pensado nunca, pero tiene sentido que si los hombres lo hacen, las mujeres también puedan. Ladeo la cabeza ante sus últimas palabras mientras soy acariciada.

No he querido interrumpirte pero creo que hay algunas cosas que no he entendido… solo sirve si se acercan a ti de frente, ¿no?-Tomo su mano y repaso con gestos lo que me ha ido explicando. Dicen cosas, acarician cara, cabeza y hombros. Esperar, esperar, esperar… y luego hago un amago buscando la zona en la que me ha dicho Lady como si fuese a pegar y en mi cabeza digo: ¡Pam! ¡Pum!.-Supongo que con el arma pequeña que me traigas puedo atacarles si vienen por detrás. Soy más rápida de lo que aparento, es fácil que se confíen conmigo, aunque aquel día no pude hacer nada porque me subió del suelo. –Alzo una ceja y luego trato de olvidar lo que he dicho tarareando una canción.  Muevo las manos para que Lady vea que me "encuentro bien", sin querer he dicho algo que igual ha roto el momento de chicas que teníamos porque me he acordado de eso... Me abrazo de nuevo a ella a los pocos segundos para que no sospeche y cambio de tema-Pero ya no hay nada que temer...¡¡Seré como tú!! ¿Eres la peor de todas? ¿Entonces si ellas me hacen algo les harás otro de tus trucos como venganza?-Sonrío feliz, hasta me río con travesura, seguro que sí porque las hermanas que no son buenas protegen a sus hermanas pequeñas así. Lady sabe muchas cosas, algún día quiero ser como ella. -Eso me ha dado otra duda... ¿esas cosas pueden pedirse? Yo pensaba que esos solo pasaba cuando alguien se volvía loco y entonces intentaba hacerte esas cosas.  O a lo mejor hablabas de otra cosa... y no he entendido nada...-Me encojo de hombros. A lo mejor había entendido mal qué es eso de pedir algo, además a ella ya le he pedido cosas, hoy tiene que darme las buenas noches.-Me siento feliz de que me hayas contado un secreto de chicas. Con esto y lo que me has dicho del digivice seré invencible. ¿Qué quieres que te regale cuando sea la más fuerte?

Abro los ojos de par en par ante las palabras que salen de su boca "¿Aquel día no pude hacer nada?". Casi al momento parece eludir el tema, tarareando una canción mientras mueve las manos... Ahora todo puede tener sentido, una niña que no quiere volver al mundo humano, no solo ha perdido a su hermana si no que la ocurrió algo que... Por la confusión que ha mostrado durante mi explicación, deduzco que no se trata de la situación "mas peligrosa" para la cual la estaba preparando, así que solo queda una opción. Me abraza, y tengo que morder mi labio inferior para evitar decir nada, comprendo lo duro que puede haber sido, mas para una chica de su edad, y sobretodo por que mi situación ha sido similar.

- Si alguien se atreve a hacerte algo mis "trucos" serían algo mas desagradables de lo normal... Pero no creo que valla a pasar, ahora tienes a B como guardián continuo - Sonrío ante la risa traviesa que emite tras ello, esta pequeña tiene mucho potencial oscuro, solo necesito saber donde rascar... Su sigiente pregunta hace que mire a otro lado un instante, no me sonrojo, si bien es lo único que me queda a mi gesto. Espero a que pase el momento, sin decir nada en absoluto, y retomo la atención cuando vuelve a hablar - Los regalos son algo que deben salir del corazón, no de la deuda, no tienes que regalarme nada en ningún momento... Solo aquello que desees otorgarme.

- Y bueno... - Toso un poco, tomando aire e invitándola a sentarse sobre mi regazo, tras hacer yo lo propio en el suelo - Verás... Se que es lo que has entendido antes, y también debería servir en esa situación, pero a lo que yo me refería... - Me acerco a su oído y trato de explicárselo todo con "delicadeza", absolutamente todo... A fin de cuentas quizás no sea la mejor influencia, pero al menos aprenderá a mi lado, y una pequeña de su edad no puede ir sola por el mundo, no al menos sin saber ciertas cosas.

Muevo las manos, algo nerviosa, mientras Lady me cuenta al oído de qué me hablaba cuando decía “eso”. Mis ojos se quedan estáticos en la nieve a la par que mis mejillas se van encendiendo. Es como si muchas cosas de mayores tuviesen sentido de repente. Cuando termina me quedo balanceando los pies unos segundos en silencio. A lo mejor nadie le explicó a Bell estas cosas y por eso acabó así… ¡¡Pero yo no voy a ser como ella!! ¡¡Nunca!! ¡¡Nunca!! ¡¡Nunca!! Una sonrisa comienza a salir de mis labios, alguien se había molestado en explicarme cómo funciona el mundo y si algo he aprendido… es que cuando tú pones las normas los demás tienen que hacer todo lo que tú quieras y más. Así fue como me quede sin papá ni mamá. Y así es como volveré a tenerlo todo otra vez.

Tomo la mano de Lady y la dejo caer sobre mi cabeza mientras la miro con ojos grandes y mimosos. –Creo que ya lo he entendido todo. Y me parece cruel. No todo el mundo está preparado para enfrentarse a la verdad. ¿Cuándo se les cuenta eso a los niños? Cuándo entieden que han sido engañados por un adulto... Sabes qué pienso...-Mis ojos se concentran unos segundos poniendo mi cara donde antes la he dejado encima de mi cabeza-Sin un osito que las quiera les va a doler mucho.-Cierro los ojos- Eres la primera persona que se preocupa por mí. Pero estoy confusa con algunas cosas que me acabas de contar. ¿Cuándo tenga esas preguntas? ¿Puedo pedirte que me expliques más? Ahora creo que no quiero saber más…-la abrazo con ternura, hay cosas que me ha contado que me dan escalofríos de pensarlas.

No puedo evitar reírme por lo bajo cuando veo la reacción de Noah a lo largo de mi explicación, en parte por que la misma me tranquiliza, ya que aunque haya sufrido en su pasado, se que al menos no se han aprovechado así de ella, deposito un ligero beso sobre su cabeza antes de responder a lo que me pregunta, acariciando su mejilla cuando lleva mi mano a esta - Soy de esas pocas personas que piensa en que sería conveniente contaros todo esto antes de lo que se hace... Claro que mi historia es quizás algo especial... Pero ahora también me tienes a mi para quererte - Asiento a sus siguientes preguntas con una sonrisa, percatándome al momento de que tiene los ojos cerrados - Claro - Susurro con dulzura - Creo que debes de poder saber y conocer todo lo que desees si vas a estar sola mas de una vez... Y a la vez entiendo que quieras mas tiempo - La recojo nuevamente entre mis brazos cuando acude a ellos... A estas alturas creo que Cutemon habrá sido capaz de comprender al fin lo que ocurre... No es una niña normal, no para mi. Es un perfecto y adorable molde con gran potencial, no miento cuando digo que ya la estoy considerando como mi hermana pequeña, y si, quizás mi "amor" no sea como el de los demás, pero en este caso lo considero mucho mas válido.

Miro al cielo entornando los ojos, comprobando que está comenzando a atardecer. Sonrío y tomo a Noah en brazos, riéndome ligeramente mientras lo hago, la verdad es que no pesa casi nada en absoluto - Está anocheciendo, y en cuanto lo haga hará demasiado frío incluso para tu traje de panda o mi resistencia... ¿Vamos a buscar algún lugar en el que pasar la noche, de acuerdo? - Espero a que su Digimon nos alcance o se percate del movimiento antes de comenzar a andar en una dirección predefinida, donde se que hay una cabaña... Desconozco si vivirá alguien dentro, pero no me importa "barrer la casa" antes de entrar de ser necesario.

Me gusta el contacto de su piel, es suave y por primera vez en mucho tiempo no es de un ser peludo. Balanceo suavemente mis piernas que ahora, están colgando de sus brazos. Miro de reojo para comprobar que Mzs. B no está siguiendo y veo que es así. Está caminando por detrás de Lady, quizás poniendo cara de que se está aburriendo porque a ella le encanta tomarme en sus hombros. Le saco la lengua para que se anime y después de eso ella se ríe. –Tienes razón, cuando se va el sol no sirve ni hacerse bolita porque tienes igual de frío. –Busco los ojos de Lady para mirarlos aunque ella esté mirando hacia el frente-Mzs.B ha hecho una estrategia para eso ¿sabes? Me agarro a su tripita como si fuese un oso pequeño y me protege con sus brazos.-Y de repente caigo en otra razón por la que no me gusta la oscuridad- Pero no es bueno quedarse visible, salen muchos digimons con los que es mejor no encontrarse. Nee-san, ¿tú tienes miedo a algo?-junto mis manitas esperando con ansias a su respuesta.

Nos hemos parado delante de una cabaña, en condiciones normales yo no entraría en ella. Pero yendo con Lady no tengo de qué preocuparme. Hace mucho que no entro en un edificio de personas mayores del Mundo Real. Desde que me escapé. ¡¡Pero ahora que está Lady podemos jugar a hacer sombras en la pared y muchas otras cosas!! A Mzs. B ese juego no se le da bien por sus zarpitas…

Tinkermon sale ella sola de mi Xros, adentrándose por debajo de la puerta para comprobar si hay alguien en el interior de la casa. Mientras tanto la dulce Noah, mi diamante en bruto, responde a mis anteriores palabras, contándome varias anécdotas y finalizando con una pregunta que me hace titubear un instante. Sonrío con tristeza mientras sopeso que responder a la pequeña Noah... ¿Que si temo a algo? No es una pregunta que no tenga clara, se las cosas a las que respeto, entre otras a la entidad demoníaca que posee mi alma, pero solo temo una cosa - A recordar... - No digo mucho mas, pero por la tristeza que invade mi rostro puede notarse que hablo con sinceridad, incluso para la niña que llevo en brazos... Es cierto que recuerdo algunos momentos previos a mi "abducción" pero pese a todo ni si quiera estos me son completamente claros, todo ello es por EL, quien prefiere mantener mi pasado como una sombra borrosa que no puedo terminar de definir. La excepción es un único momento, el que me hizo venderle mi alma... Eso si que ha procurado mantener lo vivo, para recordarme en todo momento por que le pertenezco - Y bueno... - Sonrío con algo mas de alegría, dándola un beso entre mis palabras sin soltarla - Supongo que ahora también a poder perderte dulzura...

Tinkermon sale del interior canturreando una canción que se me hace macabramente familiar - ¡Nadie dentro! - Sonrío hacia mis adentros, la sonrisa que porta... No se que había dentro, pero algo había, pues esa canción junto a su sonrisa y la cuidadosa elección de sus palabras... En fin, si había alguien pensaba eliminarlo de todas maneras, así que quizás esto me evite problemas, pues puede que Noah no esté preparada para ver ese lado mío en todo su explendor... No por ahora.

Tinkermon no tarda en abrir la puerta de la cabaña con ayuda de su lanza, tras lo cual vuelve a entrar ella sola en el Xros, pulsando un solo botón antes de desaparecer. Tras ello sencillamente entro en la cabaña, no hace calor, pero tampoco frío, y hay maderos abandonados en la chimenea por si quisiera hacer fuego, también hay una mesa sin nada sobre ella y una única cama, al lado de la cual se halla una mesilla de noche con un libro cuyo título me resulta vagamente familiar. Cierro la puerta de un taconazo tras haberme cerciorado de que todos estamos dentro, tras lo cual dejo a la pequeña en el suelo, colocándome en cuclillas para quedar de nuevo a su altura - ¿Tienes hambre?

¡¡Lady tiene un digimon hada!! ¡¡Es genial, tiene un conejito peluchoso y un hada!! Claro que no es lo mismo que tener un panda pero… no está nada mal como equipo. Mi boca se abre cuando Lady dice cuál es su mayor temor, no sé nada de ella pero en cambio teme a lo mismo que yo. Mi admiración hacia ella crece porque veo que sabe tantas cosas y que es tan fuerte que quiero ser igual. Cuando me da un beso me ruborizo levemente dando un gritito alegre a la vez que me abrazo a ella con más fuerza. Me giro para saber qué está haciendo Mzs.B y parece mucho más seria de lo habitual. ¿En qué estará pensando?

¿Qué ocurre Mzs. B?-Es como si estuviese concentrada en la cabaña que tenemos delante. Pone la misma cara que cuando está siguiendo un rastro.-Cuando estemos dentro le puedes enseñar el baile que tanto te gusta hacer, seguro que a Lady también le hace gracia.-le digo para ver si así se anima.

Mzs.B me mira por un instante seria, pero luego termina sonriendo aunque no deja de mirar a Tinkermon con el rabillo del ojo. –Claro, podéis animaros a bailar también si queréis. Tú ya te sabes el baile.

Entramos en la cabaña guiados por Tinkermon, no tiene muchas cosas parece un lugar sencillo. Con el frío que hace por aquí no me extraña que nadie viva dentro. Posiblemente sea una cabaña de paso. Cuando estaba en el Mundo Real, visitábamos muchas cabañas de paso porque no requieren de ningún registro si se pasa la noche. Solo que estén desocupadas. Lady me baja al suelo y yo soplo mis manitas para conservar el calor. La miro fijamente tras su pregunta.

Sí…en mi mochila tengo bayas y algún pescadito crudo. Si quieres le digo a Mzs.B que vaya a cazar algo.-Sonrío. De alguna forma creo que Lady tiene un plan pero quiero que vea que sé arreglármelas por mí misma y que dejándome sola no me moriré de hambre.

Camino por la cabaña con curiosidad porque siempre me gusta investigar cosas. Levanto el libro que está encima de la mesita y lo vuelvo a dejar. Total tampoco entiendo qué significa el título… me gusta este sitio, no tiene armarios. Las cortinas no están muy sucias señal de que alguien antes que nosotras ha venido hace poco. Son detalles tontos, pero cuando estás acostumbrada a viajar te los conoces todos.

Como has sido buena conmigo te lo voy a decir. Yo le tengo miedo a los armarios. Son oscuros y estrechos. Pero ya no le tengo miedo a nada más.-Sacudo la cabeza como negación y luego sonrío. Después voy corriendo hacia Lady y me abrazo a una de sus piernas.-Porque sé que a ti no te voy a perder. Eres como yo. –Me suelto lentamente y voy caminando para sentarme en la cama.

Sonrío ante las palabras y gestos de la pequeña, acariciando su cabello cuando se abraza a mis piernas – Si yo te contara las de cosas divertidas que puedes descubrir en un armario y durante la salida del mismo… Por suerte aquí no hay armario alguno, supongo que los Digimon no los necesitan – La observo irse caminando hacia la cama y la guiño un ojo en el camino, tras lo cual camino al lado opuesto de la casa para comprobar que nada de la misma se me halla pasado por alto. Solo encuentro un cuadro de lo que parece el cielo nocturno - Sobre la propuesta de antes del baile, creo que tendré que negarme por ahora, el tipo de danza que se hacer no es adecuada para este momento. Además quiero prepararos algo de comer, pero antes necesitamos la comida... - Hago un rápido movimiento ene l aire, guiado por mi Xros Loader como si se tratara de la batuta de un músico - BlackCutemon Tinkermon ¡Digi Xros! - Mientras digo aquello, las figuras de ambos Digimon aparecen en medio del aire, fusionándose en un espectáculo de luces y oscuridad sin siquiera tocar el suelo, para dar lugar a un ser con detalles de ambos, pero ligeramente distinta.

- Noir, por favor, ves a traernos algo de pescado... Sé que se te da bien, pero ten cuidado, si ves algún peligro no dudes en volver... ¿O necesitas que True te ayude...? - Como única respuesta obtengo a la infantil Digimon sacándome la lengua, tras lo cual se da la vuelta dispuesta a irse, no sin antes darse una cachetada como burla final, lo que logra hacerme reír  un instante antes de verla desaparecer a toda velocidad - En fin. ¿Por dónde íbamos..? ¡Cierto! - Me giro hacia el fuego y busco en mi terminal, hasta que finalmente termino sacando un Zippo... Lo último que pensé al meterlo en la misma es que terminaría usándolo para hacer un fuego casual ¡Que sorpresas tiene la vida! Tomo unas ramas de pequeño tamaño y las prendo con el mechero, para tras ello colocarlas bajo el resto de las maderas... Como resultado, unos minutos más tarde un bello fuego crepita en la chimenea, iluminando y dando calor por igual.

Una vez me he encargado de todo el ambiente, me acerco a la cama y retiro una de las sábanas, tomando de paso el libro y caminando hacia la hoguera, sentándome ante la misma a solo unos metros, tras lo que llamo a Noah con un gesto seductor de mi mano para invitarla a sentarse conmigo… De aceptar, la envuelvo con la sábana, quedando yo también en su interior, si bien dejándola tiempo para retirarse su jersey o chaqueta de así desearlo… No Rodeo a Bearmon, pero le hago un sitio al lado por si quiere colocarse con nosotras, pues es evidente su unión con Noah, si bien no considero adecuado cubrir a un Digimon con mucho pelaje ya de por si con aún más protección contra el frío dentro de una casa que no tardará en calentarse, a fin de cuentas no estoy tratando de torturarlo – Este libro cuenta una historia que quizás muchos niños no entiendan… Pero como eres un caso especial y me viene bien su existencia, si te apetece, puedo contarte uno de los “cuentos” que contiene – Acaricio el cabello de la niña mientras la mantengo rodeada por las sábanas y mi propio cuerpo, a la espera de su respuesta.

Digimon:

Por las palabras de Lady se nota que a ella no la han encerrado en muchos armarios sin comer ni beber. Por cómo lo ha dicho seguro que cuando eres mayor los ves de otra manera, pero dudo mucho que yo pueda llegar a hacerlo. Siento como mi tripita comienza a rugir por lo que me llevo las manos a ella, veo que Lady está sacando a sus digimon y…¿qué es eso? ¡¡Se están juntando, es magia!! Mis ojos se iluminan al ver el resultado y mi boca se abre por la sorpresa. ¡¡Es increíble!! Antes de despedirse, el digimon le saca la lengua y se da un golpe cómico. Me río al ver eso y veo que Mzs.B también lo está haciendo. –Qué graciosa, con ella es imposible que te aburras.

Lady enciende fuego y la cabaña comienza a llenarse de un olor a humo, pero también se vuelve mucho más acogedora. Es el ambiente perfecto para contar historias de miedo, secretos de chicas o que salga un tipo con una máscara y un cuchillo y le tiremos a un lago. Acudo donde Lady me llama, dando saltos y canturreando una cancioncilla tonta de Hora de Aventuras. Lady está con una sábana por lo que creo que nos va a envolver a ambas. Me llevo el dedo a la boca como gesto pensativo…si me abraza es posible que la moleste con mis orejas de oso panda porque tiendo a mover mucho la cabeza… Decido desabrocharme la chaqueta y luego paso a sentarme acurrucándome contra ella.

¡¡Me encantan las historias!!-mis ojitos se iluminan al escuchar que me va a contar una-Si quieres después te puedo contar otra. Me sé un montón.-Llamo a Mzs. B para que se acerque, parece que hay algo que no le gusta de esta cabaña porque no está tan afable como de costumbre. A mi señal decide venir a sentarse con nosotras en el hueco que se le ha dejado. Me agarro de la manta y así si da miedo la historia de Lady puedo taparme la nariz.-Pero tampoco son historias que una niña debería conocer… -me encojo de hombros-te escucho Nee-san.    

Abrazo a la dulce Noah en cuanto se sienta a mi lado, rodeándola con la manta para darla calor como mínimo hasta que la chimenea logre calentar la estancia, completamente helada... Posiblemente sus anteriores propietarios solo tuvieran la chimenea como decoración, ya que ahora que me fijo no tiene rastro de hollín, y por estos lugares no suelen limpiar demasiado.

Observo de soslayo a Bearmon, a quien le dedico una sonrisa tranquilizadora al tiempo que me apego mas a el, sin soltar a Noah en el proceso. Se que lo sabe, sabe que lo sé... y parece no ir a decir nada, quiero que entienda que no le voy a hacer nada malo a ninguno de los dos, que comprenda que esa faceta de nuestro grupo "diabólico" es lejana a dañar a Noah. Si bien no pretendo que asienta y sonría sin mas, no es un digimon oscuro a fin de cuentas.

Beso la cabeza de Noah tras escuchar sus palabras, y abro el libro que tengo entre mis manos; Se trata de un fino libro con varias historias, cuentos y moralejas... pero de los antiguos, de esos en los que Caperucita Roja no lograba escapar de que el lobo "se la comiera". Suspiro y paso páginas buscando alguna historia que conozca, mas todos son ñoñerías sin sentido que prefiero evitarla, puestos a contarla una historia con final oscuro, que al menos contenga un buen mensaje. Hago como que he encontrado una historia de mi interés y humedezco los labios y comienzo a relatar un antiguo cuento que no recuerdo donde escuché, con un tono suave y dulce.

- Dos hermanas que siempre viajaban juntas llegaron un día a un extraño paraje el cual no podían eludir... La primera, valiente y decidida, impulsiva y terca, decidió atravesar con rapidez el lugar, pero su hermana, mucho mas sabia, analítica y confiada defendía la idea de pasar observando, analizando y aceptando cada detalle. Discutieron por minutos, y al final optaron por seguir cada una su propio interés, siendo a´si, la primera hermana salió corriendo, dispuesta a atravesar con premura todo el lugar.

Caminando llegó al interior del lugar, los árboles la rodearon y la oscuridad se mostró por todas partes. Entre la oscuridad, dos centellas brillaron y la observaron, ante lo que ella, cargada de valentía, tomo una piedra y la arrojo al matorral en el cual se escondían... Con rapidez una sombra surgió y la atacó, arañando su rostro, antes de que ella se decidiera a huir, pues en la oscuridad poco podría hacer contra aquella bestia. Siguió corriendo, hasta entrar en un laberinto en el cual no se veía luz alguna, y guiándose por la vista tropezó con cada muro e impactó con cada pared hasta que logró salir del mismo, demasiado magullada como para poder alegrarse de ello. Ocurrió que tras ello entró en una estancia algo menos oscura que las demás, nerviosa por el miedo y la debilidad, solo fue capaz de ver a cientos como ella misma completamente aterrorizados y ariscos, listos para saltar sobre ella con violencia... Quiso comprender que seguía amenazada, pues la superaban en número y salió corriendo y llorando, dando directamente contra la un amable hombre, iluminado por un candente farol, que la ofreció un pañuelo con una sonrisa bondadosa, pensó en aceptarlo, pero su miedo y desconfianza le hizo eludirlo y seguir corriendo, llegando por fin al final del camino, donde aguardó llorando la llegada de su hermana...

Cuando esta apareció la abrazó desde la espalda, gracias a lo cual su hermana pudo ver la sonrisa que portaba sobre su hombro... "¿Estás bien?" la pregunto mientras la abrazaba, y su hermana, entre lágrimas, la explicó todos los horrores vividos. Al terminar la mas oscura sonrió de nuevo, y pasó a explicarla por que ella había salido sonriente "Primero crucé un bosque oscuro, y escuché un ruido seguido de una centella entre los arbustos... me acerqué con amabilidad y descubrí que era un gato, así que jugué con el un poco antes de alejarme caminando, deberías haberle visto, es el animal mas precioso y cariñoso que nunca he conocido, negro como el tizón. Después llegué a un laberinto, y como no veía nada me guié de las manos hasta llegar al final, fue divertido, por que en las paredes habían bellos retratos que logré ver al acercarme para tocarlas y guiarme por ellas. Finalmente llegué a una estancia que me asustó un poco al entrar pues muchas mas personas como yo se encontraban igual de perplejas, pero al saludarlas y sonreirlas me devolvieron el gesto, y comprendí que estaba rodeada de espejos... Así que jugué con mi propio reflejo antes de salir y venir a buscarte..." La hermana valiente no pudo evitar reírse ante la historia, comprendiendo lo tonta que había sido al asustarse y lastimarse con cosas que podría haber disfrutado de vencer su desconfianza a las sombras, y mientras se giraba con una sonrisa para ver por primera vez a su hermana, preguntó "¿Y el hombre de la luz? Parecía agradable, mas mi miedo por lo anterior me hizo correr" Y entonces su rostro se quebró... Ante ella, la figura ensangrentada de su hermana la abrazaba casi sin vida, sonriente, con completa felicidad "Eso ha sido lo mejor... Al verle acepté el pañuelo que me otorgaba, confiada por lo que la luz me permitía ver... Y no pude ver el puñal que tras el trapo escondía... Por eso estoy tan feliz de ver que tu has logrado evitarlo"

Cierro los ojos y abrazo a la pequeña, rodeándola por completo para protegerla de los miedos que pueda haberla causado... Es ahí donde la historia termina, y su moraleja es mas bien sencilla"Desconfía de aquello que parece sin dudas obvio y puro, examina aquello que las sombras ocultan por el placer que puedan otorgarte... Y ante todo, sonríe incluso al final, por que siempre habrá algo de lo que deberás alegrarte de que haya ocurrido". Beso la mejilla de Noah y la acuno entre mis brazos, esperando por si tiene algo que decirme.

Escucho atentamente la historia que cuenta Lady acerca de dos hermanas. Su voz hace que no pueda prestar atención a otra cosa que no sea conocer cómo sigue la historia. Bearmon se acerca a nosotras para abrazarnos en los trozos más siniestros. Siento a Lady conmigo lo que me da seguridad para no detener el relato, aunque se trate de dos hermanas. Es duro escuchar que a los demás también les ocurren cosas tan tristes como a mí. Casi al final del relato, agarro la manta con fuerza y me cubro con ella tras escuchar cómo termina la historia. Los brazos de Lady me abrazan protegiéndome de todo cuanto la vida me ha quitado. Todos los cuentos dicen las cosas por algo, esta vez, hablan de algo que conozco demasiado bien.

Sé por qué la hermana buena confío en el hombre. Se fío de su sonrisa y no se fijó en sus ojos.-me dejo llevar por el suave balanceo de Lady y cierro mis ojos- La gente no sabe mentir con los ojos.-me acurruco mejor-¿Sabes en qué lo sé? Porque cuando alguien quiere hacerte algo malo, sus ojos no se mueven. Es como si estuviesen muertos y eso no pasa cuando te hablan de otras cosas. Pero la voz es muy fácil cambiarla para que suene convincente. –tras unos minutos sin decir nada más, me levanto un poco estirando mis brazos porque quiero abrazar su cuello y apoyar mi cabeza con la suya.-Quiero contarte una historia, pero vas a decirme que hago trampas porque no quiero que me hagas preguntas.

Esta es la historia de una niña llamada…errrmmm…Danah. Esta niña vivía en un castillo de cristal, con una hermana de cristal y unos padres de cristal. Un día un carpintero malvado entró en el castillo y con un martillo rompió en pedazos el castillo, pero también a la hermana de cristal y a los padres de cristal.¡¡BAM BAM BAM BAAAAAM!! Cuando llegó Danah recogió los pedazos entre sus dedos, el cristal terminó cortando sus manos hasta que ya no pudo aguantar el dolor y lloró durante días y noches enteras.

¿Por qué lloras tanto, niña? Estás despertando a los buitres.-le dijo un día un mago que pasaba por allí.

Mis padres y mi hermana están rotos, no tengo hogar y cuando traté de ayudarlos me quedé sin manos. Solo puedo llorar.-le contestó Danah con tristeza.

Pero eso lo puedo solucionar yo. Tus padres solo necesitan algo que les ayude a mantenerse en pie. Les puedo dar un par de muletas y todo será como antes.-dijo el hombre con una sonrisa.

¿Y mi hermana?-quiso saber la niña.

Para ayudar a tu hermana es más difícil. Es de un cristal muy especial y codicioso, el carpintero que vino ese día se llevó una pieza muy importante. Tendrás que reemplazarla para recuperar a tu hermana.

¿Dónde encuentro esa pieza? No tengo manos y no puedo buscarla en el Reino de Cristal.-le dijo la niña apenada.

Haces muchas preguntas, niña. Me has estado preguntando por tu familia pero a ti te faltan manos. ¿quieres vivir siempre así? Yo te mostraré lo que deseas saber.

El mago hizo un movimiento con su manta y con su magia se llevó a la niña y uno de los cachitos rotos del cristal de sus padres. La obligó a vivir con él, le enseñó que un mundo sin manos puede ser tan problemático como no tener familia. A través del cristal pudo ver cómo sus padres habían vuelto ahora que no estaba ella. El mago les prometió que les devolvería a Danah si hacían todo lo que él les dijese. Danah vio cómo el corazón de sus padres se dividía en miles de cachitos sin poder hacer nada por ellos. Porque la magia no era tan bruta como el martillo del carpintero, pero cuando pasó un tiempo, ni siquiera quedaron esos cachitos. Danah trabajó sin saber que todo lo que una vez fue su familia se había ido para siempre. Se quedó sin pies y sin brazos, pero siguió. Un día el mago le contó lo que había hecho por diversión y entonces Danah sonrió porque ya no había nada que le importase. Cuando el hechizo se rompió, Danah caminó completamente sola pero con la lección aprendida. Había perdido mucho más de lo que creía que podría haber ganado. Pero entonces la encontró. Era la pieza que le dijo el mago que haría funcionar a su hermana. Con la nariz la estuvo empujando hasta llevarla junto con los cachitos de los cristales de su hermana. ¡¡Pero no era su hermana la que salió cuando le encajó la pieza!! Esa nueva hermana le explicó que hay gente que se aprovecha de los corazones que están desesperados para arrancarles las vísceras. Le fue consiguiendo piezas metálicas para que volviese a tener manos, brazos y pies. Ahora era una niña de metal, sin hogar y sin familia. Pero eso le pareció bien. Porque su mundo ya no giraba en torno a cosas de cristal. Ahora tenía una motosierra por brazos y una metralleta por pie. El mago le había enseñado a no llorar por los trozos rotos, sino a luchar por conservar los que aún tenía.

¿A que da miedo?-le pregunto al terminar.-A mí me estuvo asustando un tiempo. Pero aprendí lo mismo que la hermana desconfiada de tu historia, Nee-san.-La cara de Mzs.B está muerta de miedo, me mira a mí y después a Lady, luego cierra los ojos da un suspiro y abraza a Lady.

Parpadeo ante las palabras de la niña, demasiado ciertas como para que alguien de su edad las maneje tan bien, no la suelto en ningún instante, hasta que ella misma se decide a recuperarse y re-incorporarse, abrazando mi cuello y recostando su cabeza sobre la mía, mientras yo la recojo con mis brazos para facilitarla el intento - Adelante, prometo no hacer preguntas... Cuéntame tu historia.

...

Sonrío como puedo ante su historia, mordiéndome la lengua al recordar que me ha pedido que no la haga preguntas. No puedo mostrarme quebrada ante ella ahora que se que es lo que la ha ocurrido... noto como Bearmon se abraza a mi... Y entonces me dejo llevar por el que es mi impulso mas fuerte en ese momento para tratar de indicarle a la niña que "me gusta" el cuento que me ha contado, o mas bien, que lo acepto, así como a ella... Es mas, en realidad me gusta, pues al final aparezco yo, y eso me parece algo precioso. La tomo de ambas mejillas y aprobechando que su rostro está sobre el mio cierro los ojos, dejando directamente sobre sus labios el beso mas tierno y cariñoso que nunca le he dado a nadie... Permanezco así unos segundos antes de separarme, y la recojo entre mis brazos nuevamente, tomándola y acunándola, permitiendo que se recueste si así lo desea, mientras acaricio su rostro con cariño, sin decir nada...

...

Cuando Tinkermon vuelve, no me he atrevido aún a soltar a Noah, a quien acaricio con ternura e incluso beso sobre la cabeza de así desearlo o creer que lo pide. La observo, lleva varios pescados con ella. Me sorprende la cantidad de peso que puede levantar pese a su tamaño.

Las indico con un gesto de cabeza que dejen el pescado en la chimenea, lo cual hacen con inteligencia, dejándolo con unos palos atravesados para que el mismo se valla tostando con lentitud... Lo bueno es que en el mundo Digimon seres como la solitaria no existen, así que podremos comerlos in problemas, y además, esos pescados que han capturado tienen un extraño cuerpo casi sin espinas. Pero no le presto demasiada atención... Sigo acuando y protegiendo a Noah, no voy a soltarla hasta que me diga que quiere comer, no me importa estar siendo sobreportectora, puedo permitírmelo mientras esté con ella, no va a ablandarse por ello, no cuando va a estar sola de nuevo durante un tiempo posiblemente al día siguiente.

Miro dulcemente a Lady esperando escuchar su opinión cuando me coge de las mejillas y me planta un beso en los labios. Eso es lo que hacen los mayores cuando quieren mucho a alguien. Me sonrojo porque es el gesto más bonito que ha tenido una persona conmigo en mucho mucho pero que mucho tiempo. Luego me toma entre sus brazos a los que me acojo para que me envuelvan. Se siente un poco extraño todo esto. He conocido hoy a Lady pero no sé cómo explicar que soy capaz de confiar en ella más que en nada ni en nadie. Entiende cuando quiero hablar y cuando no. Canturreo una canción pues me siento muy relajada y cómoda. Estoy empezando a quedarme dormida… pero Lady hace un gesto de cabeza y me espabilo un poco. Tinkermon ha regresado con varios pescados. Los dejan en el fuego y noto como ruge mi tripa por el olor.

¿Los colores tienen diferentes sabores? Mzs.B siempre me traía lo de color verde.-le pregunto a Lady mientras hago una trenza entre mi pelo y el suyo.

Creía que era tu color favorito.-dice la digimon osa mirándome con curiosidad.

Esta semana no, esta semana es el morado.-le comento sin prestarla mucha atención.

¿Cuál es el tuyo, Lady?-quiere conocer de repente Mzs.B

Tras escuchar alguna respuesta Mzs.B se va hacia la chimenea para tomar un pez de mi color y otro del de Lady. Vuelve con ellos hasta nosotras para ofrecérnoslos con una sonrisa en la boca. Con lentitud voy desenredando mi pelo del de Lady pues no quiero que al tomar los peces pueda darle algún tirón y hacerle daño. Tomo mi pez y lo examino con el ritual que he aprendido. Primero lo olfateo, luego lo miro que no tenga ninguna parte dudosa ni se hunda por alguna parte. Por último sonrío y le doy el primer mordisquito.

No te asustes Lady, ella siempre hace lo mismo con la comida. Salvo con las patatas y las chuches. Por más que le intento decir que en el Mundo Digital no le va a pasar eso, todavía piensa que puede estar en mal estado. Es testaruda, pero poco a poco se le irá quitando esa manía.-me saca la lengua a lo que consigue hacerme reir.

La próxima vez cocinaremos nosotras, ¿verdad, Mzs.B? Sé hacer unas tartas muy ricas.-doy más mordisquitos a mi pez sin dejar de estar recostada en los brazos de Lady. Pero de repente, caigo en la cuenta de algo… para hacer una de mis tartas necesito ingredientes del Mundo Real.-¿está mal si robo a otros cuando no me apetezca comida del Mundo Digital?  -parpadeo porque la verdad es que nunca lo había pensado. Sé que Lady puede entender que no se trata simplemente de hacer algo malo. Sino que hay una necesidad y es que quiero comer algo rico de vez en cuando.

- Si, los colores tienen diferentes sabores. A veces son mas distintos, otros mas similares... y en otros la diferencia está en la textura. Mi favorito es la trucha negra, pero es difícil de pescar - Permanezco pensativa sobre que tipo de pescado pedir... ¿Negro? No, Noir no ha traído ninguna trucha negra, así que pedir este color solo será posible si alguno de los actuales se quema, por lo que el mismo queda descartado, no hay peces dorados, solo amarillos, y nunca han sido mis favoritos... Solo queda una opción - Supongo que otro morado o violeta para mi - Parpadeo mientras mis ojos buscan sus semejantes en color, sonriendo cuando Bearmon nos los acerca, tomando el mio después de que Noah haya aceptado el suyo, tras lo que observo detenidamente su ritual con una sonrisa cariñosa... No me extraña que compruebe la comida varias veces. Al menos ya he aprendido a no preocuparme por ella, es fuerte, y tiene gran potencial oscuro... Algún día sus traumas se volverán sus armas mas poderosas, como lo son en mi caso.

- También puedo traerte dulces de la tierra la próxima vez si quieres. Una tarta de chocolate, o de queso con mermelada... ¿Unos bollos rellenos? O bombones, turrón... - La boca se me hace agua mientras pienso en las posibilidades, antes de desbocarme trago saliva y le doy un mordisco a mi pescado, logrando así tranquilizarme, ya que curiosamente es un poco dulce. Mientras mastico escucho las palabras de Noah, preguntado si está bien robar, ante lo que me mantengo algo pensativa antes de responder - Lo que no está bien es que te atrapen... pero en ocasiones no es necesario robar, yo tengo mis métodos para que me inviten a todo lo que quiero, pero en tu caso aún eres pequeña para poder explotar ese lado - Me río y antes de que diga nada la doy un beso en la frente - No lo digo por tu edad... Si no por tu cuerpo... Digamos que los hombres son tontos, y media sonrisa de una mujer atractiva les hace gastar dinero en grandes cantidades aunque no obtengan nada a cambio, solo por si pudieran obtenerlo - Doy otro mordisco a mi comida y mastico pensativa, tragando antes de volver a hablar - Tampoco está bien robar sin motivos... Se termina volviendo un vicio y necesitas hacerlo cada cierto tiempo y cada vez arriesgándote mas, lo que al final solo te causa problemas. Pero supongo que si quieres algo específico siempre puedes pedírmelo y te lo traeré la próxima vez que venga a verte.

Una vez termino mi ración vuelvo a abrazar a Noah, procurando no molestarla si es que aún no ha terminado de comer - De todos modos, en este mundo también hay restaurantes llevados por Digimons, cada uno pide cosas distintas a cambio de su comida, quizás seas capaz de conseguir alguno que te alimente. Hay por ejemplo uno llevado por un Meramon con gusto por conchas bonitas de playa, las cuales no se atreve a ir a recoger... y créeme, los Meramon son cocineros de carnes o postres impresionantes, nadie hornea mejor que ellos.

Me sonrojo cuando Lady dice que puede traerme cosas del Mundo Real. Extraño muchísimo la comida de allí, había cosas muy ricas, como todas las que ha nombrado. Pero me daba vergüenza pedirle abiertamente algo así. Puede pensarse que solo soy una niña caprichosa y que no sé cuidarme tan bien de mí misma. Pero ya que ha sido ella quien se ha ofrecido… Me remuevo emocionada en los brazos de Lady con una carita de extrema felicidad. Asiento todavía con el rubor a las mejillas mientras sido dándole mordisquitos al pez. Lady me explica pacientemente las diferencias de cuando se puede y cuando no se puede robar. Parpadeo cuando nombra algo de restaurantes llevados por Digimon ¡¡eso tengo que verlos!!

Buscaré al Meramon.-le confirmo con confianza.-Volviendo al tema de robar… creo que yo me sé otro truco. Una vez me perdí en unos grandes almacenes y la gente sintió mucha lástima de mí. Cuando me encontré con mi madre y mi hermana, me habían comprado cosas ricas de comer y un osito de peluche. Ahora no podría hacerlo porque me da miedo la gente, pero puedo usarlo si hay necesidad. A ver si me sale…-trago el pescadito, bajo las cejas y desvío la mirada con ojos como vidriosos- era esta cara. ¿Crees que es convincente?

¿Y yo qué hago? Me quito la gorra para que hagan su donativo.-dice Mzs.B en tono medio en broma, medio en serio.-¿O me pongo a bailar nuestro baile?

¡¡Nooo!! Eso lo arruinaría todo, ¿a que sí, Lady?-digo mirándola enfadada a la osa y abrazándome a Lady para terminar enterrando mi cara en uno de sus hombros.-Tiene muchas cosas que aprender todavía, es muy buena. Si no fuese por mí estaría muerta-aprovecho para susurrarle a Nee-san. Empiezo a tener sueño porque ha sido un día en el que he jugado mucho, pero todavía quiero estar unos minutitos más con mi Nee-san. Me llevo el dedo pulgar a la boca. La próxima vez tenemos que conseguir un juego de cartas o algo de eso.-Poco a poco la estoy enseñando a sobrevivir y que conozca todas las enseñanzas del Maestro Rata. ¿te crees que no conocía a las Tortugas Ninja tampoco?

Al parecer está empeñada en aprender "trucos de supervivencia" e incluso muestra tener sus propios métodos, ante lo cual no puedo evitar sonreír divertida - Dan ganas de regalarte algo, desde luego. Pero si alguna vez tienes que hacerlo, te recomiendo que tengas siempre a Mzs.B cerca, vigilando desde algún sitio... Eres demasiado tentadora, como un dulce caramelo - Acompaño mis palabras con una caricia que desciende por su cabecita siguiendo sus cabellos, para luego volver a reirme ante el comentario del Digimon, seguido de cerca por una respuesta ingeniosa de la muchacha.

- Si te digo la verdad... Creo que yo tampoco las conozco, o tal vez si, no lo se. Mi memoria está en blanco en lo que respecta a toda mi infancia y poco mas de esta - Dicho aquello trato de restarle importancia revolviendo ligeramente la gorra del Digimon y el pelo de la pequeña al mismo tiempo, mientras sonría con malicia infantil - Tenéis mucha suerte de haberos encontrado... podéis aprender mucho el uno del otro siempre que seáis capaces de escucharos.

Entorno ligeramente los ojos al percibir como Noah parece estar cada vez mas agotada. Supongo que es normal si tenemos en cuenta que debe de haber sido un día muy largo para ella - ¿Quieres dormir ya cariño? Ya te he dicho que me quedaré contigo toda la noche, así que no te preocupes, mañana seguiré aquí - Mientras espero su respuesta, tomo mi Xros Loader y alargo el brazo, con un movimiento hago que ambos Digimon se separen, con el siguiente los recojo en el Dispositivo para que puedan descansar... parecen llevarse algo de comida al interior del mismo.

Muevo mi cabecita entre los brazos de Lady porque quiero decirle que todavía no quiero hacerlo, es muy pronto para dormir. No quiero, no quiero, no quiero. Pero cuando me quedo quieta, me doy cuenta que es lo mejor. He estado tan bien con ella que de alguna forma, la razón por la que no me quiero ir a dormir es porque me gustaría contarle mil cosas. Que me acariciase como lo hace, trenzar su pelo… Tiene que irse, no soy ningún bebé llorón, además me prometí que esto no volvería a pasar otra vez. Además, yo quiero ser como ella. aunque no tengo prisa Lady ahora es una adulta que querrá hacer cosas de adulta por su cuenta, mientras que yo solo quiero jugar. Eso está bien. ¿Cuando he vuelto a pensar en cosas tan serias? Eso es aburrido. Una idea se me pasa por la cabeza y no hay ninguna norma que me impida hacerlo. No quiero que esta noche la recuerde como la noche que añoré algo. Quiero que sea completamente divertida como todas las que he tenido en el Mundo Digital, que haya conocido a Lady aquí no es casualidad. Lentamente me despego de ella con una gran sonrisa entre los dientes.

¡¡Antes quiero saltar encima de la cama!!-mis ojitos se iluminan-Nunca lo he hecho… pero se ve que debe ser genial. Luego te prometo que seré buena y me dormiré abrazada a ti como tu osita dulce de peluche ¿sí, sí sí?.Por fi, déjame ser mala -parpadeo y cruzo mis manos para pedírselo como un favor.

Suelto a la dulce niña y la miro con curiosidad mientras muestra picardía en su rostro ¿Que se le ha ocurrido ahora? Sonrío y me río ante su idea, mirando de reojo a la cama, si, parece resistente, aunque por el bien de la suspensión de la misma, mejor si lo hace ella sola.

- No veo por que no debería permitírtelo, solo ten cuidado con el cabecero para no chocarte ¿De acuerdo? Te curaría al momento, pero el susto no nos lo quita nadie - Sonrío y la llevo de la mano hasta la cama, dejándola tras esto completa libertad para que actúe como quiera, mientras yo me quedo sentada en una de las esquinas de la cama observándola con una sonrisa en el rostro, relajada, pero lista por si tengo que recogerla en caso de caerse, si bien confío en su habilidad, y bueno... Tampoco me preocupa que se de algún golpe, así es la vida, no puedo empezar a sobre-protegerla ahora. Así que sencillamente me mantengo esperando a que caiga agotada sobre mi.

Cuando Lady me dice que sí puedo, voy corriendo hacia la cama. Le hago un gesto a los demás para que vengan, tanto a Mzs.B como a Lady. Igual a Lady esto le parece demasiado de niños, pero eso es lo que soy y seré siempre. Comienzo a saltar, hace ruido pero me empuja alto, esto es muy divertido me gustaría poder repetirlo a menudo. Salto y caigo, salto y doy una voltereta, salto y caigo encima de Mzs.B aplastándola. Río tan alto que podrían dolerme los pulmones pero es que es genial. Estiro los brazos hacia Lady- ¡¡El avión!! ¡¡Hazme el avión por fa!!-me río sin dejar de saltar.

Cada vez tomo más impulsos en mis saltos, sé que si me esfuerzo más podré llegar al techo. En cada salto se me levanta un poco la camiseta dejando al descubierto algunas de las cicatrices que tengo, pero me estoy divirtiendo tanto que no me importa. Además, Lady es mi Nee-san y no preguntará nada porque no lo ha hecho antes. Así que puedo confiar en que no se asustará y me hará hablar cosas que no quiero. Me empieza a faltar la respiración entre los saltos y la risa. Finalmente freno y me dejo caer sobre su espalda, abrazada al cuello de Lady.

No olvidaré esta noche, Nee-san. –le doy un beso en la mejilla y me doy la vuelta para dejarme caer sobre sus piernas.-Eres mejor que todos los superhéroes juntos y con la sabiduría de todos los megavillanos.-rasco mis ojos que ya se empiezan a cerrar por el sueño.-Mírame, un día atraparé el sol y lo haré explotar…¡¡booom!! Y las luces serán de colores, morados y negros.-los ojitos se me están cerrando, ya no sé si le estoy hablando a la Lady real o si le hablo en sueños.

Observo a la pequeña Noah mientras juega dando saltos sobre la cama, me entran ganas de unirme a ella en su juego, pero ni lo veo adecuado por nuestra diferencia de pesos, que podrían tirarla de la cama, ni por mi vestimenta, que... Bueno, no sería adecuado. Me con ella río cuando la niña cae sobre su Digimon, acariciando la cabeza del oso tras ello para restarle importancia, y asiento ante sus siguientes palabras, tomándola en brazos para elevarla sobre mi, ayudada de las piernas, mientras me recuesto en mi espalda.

Tras unos segundos "volando" vuelvo a dejarla sobre la cama para que continúa su juego, y por un instante mis ojos pierden el brillo de diversión al contemplar sus cicatrices. Rápidamente cambio el gesto de mi rostro para mostrarla nuevamente un sencillo gesto de cariño y dulzura, mientras mi mente piensa en que hacer con los datos que acabo de recoger...

Sonrío al recibir un beso por su parte y la recojo en brazos cuando se deja caer agotada, perimiéndola quedarse sobre mis rodillas mientras acaricio su mejilla - Que honor... los Megavillanos siempre han sido mas inteligentes a fin de cuentas, excepto los que cuentan sus planes al héroe, esos merecen perder... Nunca cuentes tu plan al bueno, es ridículo - Me río ante sus siguientes palabras, abrazándola con ternura y elevándola un poco de la cama, sosteniéndola con uno de mis brazos mientras con el otro aparto las sábanas, para dejarla tras ello sobre el colchón.

Al verla de nuevo tumbada, parte de sus cicatrices quedan nuevamente al descubierto... Sin pensarlo demasiado las acaricio directamente, mientras comienzo a hablar - ¿Confías en mi preciosa? Por que voy a hacer algo que te hará sentir bien... Pero necesito que confíes en mi. No voy a preguntar nada - puntualizo - Espero lo mismo por un par de minutos...

Mientras espero su respuesta, y si así me lo permite, retiro con cuidado toda la ropa que sea necesaria hasta dejar expuestas todas sus marcas... Mi pobre niña... Seguramente quien le hizo esto estará en prisión, no será así mucho tiempo en cuanto le localice - Tranquila - Me inclino y beso su espalda con suavidad, tras lo cual la cubro un instante con las sábanas para cubrir las marcas y su cuerpo des-arropado, sacando tras ello a Cutemon de mi Xros Loader.

- Tengo que cubrirte los ojos querido, es por una buena causa -  Tomo un trapo que hay por la casa y le vendo los ojos al Digimon, parece confuso, pero confía en mi, como espero que también esté haciendo Noah, pues no la quiero asustar. Una vez el Digimon no puede ver nada vuelvo a destapar el cuerpo de la niña, y guío con la mano a Cutemon hasta su cuerpo, sin llegar a tocarlo - Usa Yokunaol - Cutemon mira algo confuso hacia la dirección en la que oye la voz, pero al poco tiempo se concentra y sus manos se iluminan, las guío por el cuerpo de la niña sin llegar a tocarlo, siempre a un dedo de distancia... Dos o tres minutos mas tarde he terminado - Gracias - Sorprendido por la sinceridad de mi tono y pese a sus vendas Cutemon sonríe, saludando con una mano a la nada antes de que le haga desaparecer.

- Noah... - Acaricio su mejilla y la hago incorporarse levemente aún sin vestirla - Mira - Y guio su rostro para que sus ojos se situen sobre sus cicatrices, o mas bien, sobre donde estas antes se encontraban, zonas ahora sin daño o marca de dolor alguna - Es lo todo lo que puedo hacer por ahora, pero espero que te sea de agrado, prometo ir mejorando - Sonrío y la abrazo, rodeándola complétamente con mis brazos de manera protectora, espero que todo lo hecho no la haya molestado...

Lady me ha tendido sobre la cama, esta blandita es como dormir sobre la hierba. Pero mejor. Siento que me acarician parte de la espalda, aunque está rozando mis cicatrices no pasa nada porque sé que es Lady y solo una caricia. Me pregunta si confío en ella, con la carita contra la almohada le respondo que sí con los ojitos cerrados. Lentamente percibo que me está desnudando, pero pronto siento que Lady me ha dado un beso. Eso me tranquiliza, seguramente querrá acariciarme la espalda porque ya me ha vuelto a arropar con las sábanas. Pronto noto cómo un extraño calor va recorriendo mi cuerpo, es como un foco que va en todas direcciones. Me gusta esta sensación.

La osa permanece en silencio, Lady ha sacado de repente a uno de sus digimon. Se queda observando lo que hace Cutemon pero no puede evitar abrir la boca cuando ve que después de que sus patitas hayan estado sobre una zona del cuerpo de Noah, sus cicatrices han desaparecido. Arde en deseos por abrazar al Cutemon pero no puede distraerlo de su tarea, tiene que seguir curando todas las marcas.

Luego escucho que Lady me llama, me acaricia la mejilla y yo la miro con ojitos de sueño. Hace que me levante un poco y me señala distintas partes de mi cuerpo desnudo que… no tiene ya ninguna de esas marcas. Abro la boca completamente sin creerme qué ha sucedido, llevo mis manos y froto mis ojitos por si estuviese viendo cosas que no son de verdad. Es como magia. ¡¡No están!! ¡¡No hay nada!!

Me doy la vuelta buscándolas, sobre todo las de la espalda, es como si nunca hubiese conocido el cinturón ni la navaja. Es como si hubiese pedido un deseo y ya no hubiese nada de mí que me recordase al hombre malo de la máscara. Mis ojitos se llenan de lágrimas de alegría abrazando con fuerza a mi Nee-san. Ha tenido que ser ella, ya ha hecho magia otras veces en el ratito que llevo con ella. ¿No es la más genial del mundo? ¡¡Nadie podría hacer las cosas que ella hace ni aunque la imitasen!!  

¡¡Noah ya puede bañarse en el lago!! Mañana iremos de pic-nic al sitio que visitamos aquella vez que tenía digimons tan graciosos y ahora, Noah podrá bañarse con ellos.-grita muy alegre y feliz Mzs.B.

Nunca te habría pedido algo así aunque hubiese podido saber que sabías hacer magia, porque me daba demasiada vergüenza. –no se me ocurre cómo darle las gracias porque todo lo que ha hecho por mí en un día, es lo que nadie ha hecho jamás, desde que estoy viva.-Gracias Nee-san, te adoro. Tú eres la hermana que tenía que haber tenido desde el principio, mi verdadera hermana. –me aferro más a ella- soñaré con poder ser un día tan genial como tú. Ya lo verás, Nee-san, estaré contigo siempre y te sentirás orgullosa de mí.

Noto cierta tensión mientras Noah gira sobre si misma, buscando algo que ya no está, para finalizar viendo lágrimas en sus ojos, que no tardan en trasmitirse como alegría cuando me abraza con fuerza sin pensar del todo en su "Situación actual" Claro que... A fin de cuentas es una niña, quizás esto la de menos vergüenza que a muchos adultos, o quizás... Quizás sencillamente esté tan feliz que la de igual. La rodeo con los brazos y acaricio su espalda, ahora impoluta mientras la dejo desahogarse en mi persona.

Me sobresalto ligeramente cuando escucho a Bearmon gritar de alegría ¡Menuda forma de romper la tensión! Al menos me alegro de que también esté feliz de lo ocurrido, es lo que esperaba pero... He conocido a seres muy extraños que consideraban una injuria perder sus cicatrices, algo estúpido en mi opinión, y que por otra parte sería difícil ver en esta niña, mas cuando es evidente que no son marcas de guerra.

Beso su cabeza con dulzura, no veo sus ojos y me gustaría hacerlo para trasmitirla mi cariño, pero como cada vez se aferra a mi con mas fuerza, sencillamente la sigo acariciando mientras la acuno. Noto algo extraño en mi pecho cuando me transmite sus sentimientos ¿Cuanto tiempo hace que...? - Claro que me voy a sentir orgullosa de ti Noah, eres la viva imagen de lo que quiero creer que es posible cariño... Y no tengas verguenza en hablarme de tus males o pedirme ayuda con ellos, solo me detendrá el que sean imposibles, y a pesar de eso, lo bueno que tenemos los malos... Es que somos expertos en hacer posible lo que tantos creen imposible.

Sonrío con dulzura, y sin separarme de ella lo mas mínimo me tumbo sobre el colchón, atrayendo una sábana para cubrirnos con ella - ¿No queremos que ahora pesques un resfriado verdad? - Se que está demasiado emocionada y alterada como para dormirse de inmediato, por eso no la dejo separarse de mi, pero me he dormido demasiadas noches entre lágrimas, y nunca eres consciente de cuando el agotameinto vence al sentimiento para hacerte caer dormida, aun siendo de alegría esto es lo mismo, en cuanto deje de llorar, caerá dormida al segundo siguiente, y no seré yo quien la despierte para cubrirla o por alejarme... Y entonces recuerdo algo - Buenas noches Noah - Sonrío y beso su cabeza mientras continuo acariciándola para tranquilizarla, comenzando a hacerlo yo mismo en el proceso - Dulces sueños mi niña...

Finalmente, Morfeo acude, y el sueño me atrapa por esta noche, en la que duermo tranquila, como pocas veces he logrado en los últimos años.

Siento que Lady se ha recostado y ahora estamos tumbadas en la cama. Hasta que no dice algo sobre caer malo no me doy cuenta que sigo desnuda. Uy. Miro a mi alrededor y veo que están cerca, así que estiro la mano y tapada entre las sábanas me coloco la camiseta y mis braguitas. Luego vuelvo a abrazarme a Lady, escucho su respiración y me gusta, me relaja mucho. Cierro los ojitos y busco su mano para tomarla con la mía. –Buenas noches, Nee-san. Te quiero un poquito hoy y otro poquito será para mañana.-Restriego mi carita por su cuerpo en forma de arrumaco y me acomodo sobre ella para dormir. Se siente tan calentita su piel, no es como abrazar el cuerpo peludo de Mzs.B, es un tacto suave.

Mi osa decide dormirse en una esquinita, sin interrumpir. Ha sido un día muy emocionante, he jugado, me he divertido y he conocido a Nee-san. Además ahora puedo soñar libre porque he aprendido muchas cosas y sé cuales tengo que mejorar. Quiero ser como mi Nee-san. Voy a demostrarle de lo que soy capaz, porque ella me ha demostrado que sabe hacer magia. Yo también haré desaparecer las cosas malas, sí, jugaré sin que nadie me pare. Nadie más me dirá jamás lo que tengo que hacer… seré invencible. Lady y yo invencibles…sí…. No puedo más, ahora hay que dormir.

Abro los ojos con lentitud. Al principio no logro ver demasiado, la habitación en la que estoy se mantiene a oscuras, y aún atacada por el reciente despertar no recuerdo muy bien las cosas ocurridas... Son una intuición en forma de instinto básico y un aroma extrañamente desconocido y familiar junto al calor extra contra mi pecho los que me hacen recordar con quien estoy dormida.

Procuro no moverme demasiado para no despertar a la dulce niña, desde las cortinas puedo ver como algo de luz se adentra entre las sombras, así que efectivamente ya es de día. En cualquier caso no me muevo demasiado para no despertar a Noah, contentándome con acariciarla léntamente. Tras la noche todo se ha aclarado en mi mente... Voy a hacer de esta pequeña mi nueva y primera hermana, pero también la voy a convertir en mi pupila. Es joven, pero tiene suficiente potencial mental y físi...

Mi pulso se acelera, no hay ruido alguno, así que su Digimon está dormido, y es un oso, en un paraje invernal, no despertará a no ser que le provoquemos... Y ese es el problema, la provocación. Cierro los ojos y trato de calmar la agradable sensación que no cesa de causarme mal estar en este momento... La pequeña está tan indefensa... Y tras las curas recibidas añoche en las cuales ya la des-arropé para sanarla, no preguntaría nada pese a que ya la hablé y advertí de ello y de sus síntomas... ¡Tsk! Presiono ojos y piernas para contener el calor, controlando la respiración, o intentándolo, ya que nunca he tratado de detener estos deseos con anterioridad... Sería tan fácil, pero no, a ella no... Ahora solo queda esperar como pueda a que despierte y luego alejarme unos segundos con toda la naturalidad que me sea posible, quiero llorar, espero que cuando despierte no se percate de mis síntomas, de las cuales la instruí ayer... Soy un asco...