Un nuevo lugar

Demi, no escapes, lucha contra él o no estarás bien contigo mismo - exclamo el chico mientras seguía golpeando como podía a aquellos digimon, si bien antes había derribado a algunos cuantos, eso fue solo momentáneo pues tras pocos segundos se pusieron de pie atacándole de nuevo, salvo el jefe quien, al escuchar lo que el joven dijo, empezó a ver pro el lugar en busca de una muestra de aquel pequeño digimon azul mientras reía.

¿Qué harás, piensas enfrentarme pequeña rata? – exclamaba burlonamente mientras Demiveemon se secaba algunas lagrimas y apretaba sus puños, escalando el árbol frente del de Demidevimon estaba parado – No escapare mas de ti!! – grito dando un fuerte salto hacia el frente justo en el momento en que un misterioso digimon se encargaba de los demás digimon como si no fueran nada.

Mientras Demiveemon se lanzaba contra su adversario, una intensa luz salía del dispositivo que Atsushi llevaba en uno de sus bolsillos sacándolo de allí al darse cuenta, saliendo un pequeño halo hacia su compañero el cual creció en apenas un instante, propinándole un poderoso puñetazo a su rival, haciéndole rebotar del tronco del árbol y caer al suelo – Nunca mas te tendré miedo – murmuro el digimon con forma prehistórica que poco antes era una bolita azul con patitas - ¿Qué te paso…?

Por un momento cruzo la idea de vengarse por todo lo que le había hecho, por las veces que le ridiculizo, por las que fue golpeado, las burlas, todo eso resonó en su cabeza, mas una mano toco el hombro del digimon azul cuando sus puños empezaban a temblar ante su indecisión – Ganaste, eso es todo – susurro el chico mientras miraba hacia el Demidevimon lastimado y derrotado, en cuanto tuvo oportunidad se levanto y voló tan lejos de allí como pudo seguido de algunos de sus subordinados.

No tiene sentido vengarse, tan solo se lo suficientemente fuerte como para que no se metan contigo de nuevo – diciendo eso volvió la vista a aquel digimon notándole junto a otro humano, era perfecto, una oportunidad ideal para obtener algo de información de aquella chica quien al parecer era la maestra de ese digimon – Hey…¿sabes donde estamos y por qué? – pregunto adelantándose un poco, menos de cinco pasos les separaban ahora, veemon tan solo miraba a los otros a un lado de Atsushi

Veemon se quedo quieto al sentir cerca suyo aquel digimon, mirando a la chica que era su compañera sin perder detalle de lo que pasaba, no había dicho nada en todo ese tiempo, al parecer aun no se le había pasado del todo su nerviosismo, seria cuestión de tiempo para que su personalidad se hiciera mas decidida.

Atsushi igualmente miraba a la chica de forma fija directamente a los ojos, tanto por su forma de hablar como en su forma de actuar se le veía alguien bastante frio mas no era cosa que le interesara, tan solo necesitaba reunir información – Pues si, salta a la vista que soy nuevo aquí y tal vez él sepa algo, pero al parecer tu llevas ya algo de tiempo aquí así que seguramente sabrás cosas que otros no, ¿podrías darme algo de información?

Cuando aquel dragón regreso junto a la joven, veemon se acercó mas a Atsushi mirándoles con intensidad, quería probarse, pero si algo sabia era reconocer la fuerza ajena y sin duda ellos eran mas fuertes, mucho mas fuertes.

Matarnos…vaya – pensó mientras seguía escuchando a la chica observando a veemon y luego al digimon que la acompañaba, así que no solo crecían sino que podían cambiar de formas, observando mas a veemon se pregunto si seria igual que ese digimon en forma de dragón o si seria distinto, ¿ cuantas razas mas habría? Volviendo la vista a ella, observo su digivice que es como lo había llamado, sacando el suyo observo que eran bastante distintos uno de otro, sobre todo al ver esa ranura en el mismo, al revisar en su otro bolsillo encontró algunas cartas con imágenes de digimon y algunas armas.

Decidiendo descubrir eso por su cuenta, sobre todo al saber que no eran similares sus digivice, guardo ambas cosas en sus bolsillas y miro a Veemon de nuevo antes de dirigirse a ella – Solo dos cosas, siendo niños elegidos y al ser perseguidos ¿somos buenos o malos? Y ¿Dónde conseguiste esa piruleta? – observando con sumo interés el caramelo antes de que ella lo llevara a su boca.

Escuchándole una vez mas, era interesante aquello que decía, así que podía estar con nadie y después decidir, o simplemente irse con algún bando desde el principio aunque al ser totalmente nuevo no conocía a nadie allí salvo esa chica y apenas por preguntarle sobre lo que allí pasaba, aun era pronto para que él decidiera algún bando al cual pertenecer.

De momento algo mas ocupaba su mente, le había escuchado decir que aquellos que no pertenecían a ningún bando vagaban por el digimundo hasta aburrirse y atacar a alguien mas, ella era bastante fuerte y lo había demostrado hacia poco así que una pelea sin saber nada en ese momento no era algo que deseara.

Mas no retrocedió, se quedo allí hasta que vio como le tendía una piruleta,-¿Hay por aquí una ciudad? – pregunto observando alrededor, viera donde viera no podía encontrar algún camino o rastro de civilización cerca de ellos.

Observándoles en todo momento, tanto él como veemon se daban fugaces miradas a espera de una respuesta por parte de la chica, si decía que no simplemente irían por su cuenta aunque eso seria un tanto peligroso, tomando en cuenta que eso Demidevimon podrían regresas e incluso podrían traer mas amigos con ellos, o bien encontrarse niños elegidos malos que les atacaran, si iban con mas gente podrían estar mejor contra ese tipo de cosas, al menos mientras se fortalecían a espera de lo que pudiera pasar.

Mientras escuchaban lo que decía, el joven sacaba la envoltura de la piruleta que le había regalado, llevándola a su boca disfrutando de su sabor a limón, si bien no era su favorito al menos era lo mas dulce que había probado en las ultimas horas, lamentablemente su bolsa con dulces y demás cosas se había quedado en el mundo humano.

No seremos una carga – respondió el chico al escuchar su respuesta, veemon sonrió mientras empezaba a caminar colocándose a un lado de la chica – Soy Murasakibara – susurro el grandulón mientras llegaba con ella con tan solo dos pasos.

Así que Zayyn ¿llevas mucho por aquí – pregunta el chico mientras continúan caminando, veemon miraba a todas partes, parecía preocupado por algún motivo mas el joven no había notado nada y la actitud relajada de la chica tampoco le mostraba preocupada por algo en particular.

Después de algunos diez o quince minutos de seguir caminando, algunos ruidos entre los arbustos empezaron a molestar tanto a veemon como al joven de cabellera morada quien no paraba de dar pequeñas miradas hacia donde escuchaba ese mover de las hojas - ¿Quién será? – susurra mientras veemon se encogía de hombros.

Mas no tuvieron que esperar mucho para conocer la respuesta, tres sombras salieron de entre los arbustos cerrándoles el paso - ¿Creyeron que les dejaría irse así de fácil? –exclama uno de los tres, el digimon del medio mirándoles con una sonrisa malévola, era la misma voz que el Demidevimon de antes pero su apariencia era totalmente distinta, de ser un pequeño Demidevimon ahora era un Devimon, acompañado por dos Vilemon – Al ver que eran muy fuertes para nosotros nos unimos y esto resulto de ese odio que sentíamos, ahora mueran – exclamo devimon antes de lanzarse a atacar a ambos.