[Okinawa/Japon]Santa Exhumación [Misión de Keith Sorcerer]

Habíamos llegado a Okinawa con la curiosa noticia que había un misterioso sacerdote enviado por dios, a Mika evidentemente le pareció otra estupidez humana, no quería ofender; cosa que le costó demostrar, pero luego mencionó que deberíamos de ir a investigar, algo le llamaba la atención pues si aquel hombre llevaba seguidores era por algo y además, aunque fuese poseedor de dicho poder no tendría nada que demostrar, menos algo como lo que habíamos visto entre las personas que estaban reunidas para una demostración por parte de aquel dichoso sacerdote, si éste fuera un verdadero enviado de dios habría sanado a alguna persona con una enfermedad incurable o al borde de muerte, información poco valiosa pero algo razonable. Por su parte Mika hacía lo que podía por observar desde el digivice, estaba molesto por lo que veía y allí olía raro, sentía otras presencias u otra, no lo tenía claro. Observamos al hombre el cual "murió" carbonizado, Mika no olía nada de combustible y eso era normal ya que si hubiera sido así el dichoso monje no habría podido controlar la supuesta reencarnación- Hay digimon cerca. -Murmuró Mika suavemente sin dejar que nadie lo escuchase.

Suspire ligeramente sin quedar impresionado por la supuesta resurrección de aquel hombre, había visto otro tipo de bestialidades que daban mas miedo pero si algo me daba miedo era que había detrás de aquel espectáculo que tenía montado el monje.

Las personas de allí se sorprendieron mientras yo observaba el lugar y al monje para ver si encontraba algo, los digimon solían esconderse cerca de donde estaba su víctima. Suspire cuando el hombre comenzaba a dar el típico discurso de un "enviado de dios" a pesar de que aquel enviado de dios no era mas que un humano en busca de seguidores, quien sabe porque. Además no podía quejarme pues sería mal visto, cosa que me daba lo mismo pero de igual forma prefería mantener la boca cerrada. Quizás el supuesto padre no era quien tenía el poder del digimon pero por si acaso investigaría si el molesto monje podía darnos otra demostración, si el digimon estaba con él podría hacerlo de nuevo por lo que me alejé del grupo de personas lo suficiente y saqué a Mika en su forma rookie- Si algo pasa rescatame. -El digimon me miró con preocupación pero desapareció aceptando la misión. Volví donde la multitud, y a pesar de que no era lo mío, me adentré entre las personas a los empujones hasta llegar lo suficientemente cerca- Disculpe, o todo poderoso monje. Podría hacer otra demostración ¿Conmigo como sujeto? -Sonreí "Inocentemente" mientras hablaba con él, quería ver si Mika podía descubrir al digimon sin que yo muriera en el intento y si no era así podríamos retirarnos a investigas a su anterior seguidos el cual se había "Carbonizado" y "Resucitado" eso o seguir al monje, ya que aquel seguidor era humano....En teoría

Sentí su mirada sobre mi y asentí ante su primer pregunta, sabía que no era de aquí y algo me decía que trataba de recordar quien era yo pero al parecer se dio cuenta de que no, no era de por allí ¿Este era el enviado de dios? Un viejo monje en busca de poder con mala memoria. Sonreí y me sujete la barbilla, no era mala idea, unirme al séquito del monje para investigar de cerca ¿Porque no? Me quedé maquinando un plan simple y quizás algo peligroso pero serviría después de todo Mika me seguiría a donde fuera siempre y cuando también me abrieran las puertas para que pase tanto yo como él. Suspire mientras las personas murmuraban para disgusto del monje. Uno de los monjes que estaba tras el líder habló para el mismo, sonreí suavemente y cuando el hombre "enviado de dios" comenzó a hablar arquee una ceja levemente, en cierto momento me vi obligado a revirar los ojos con molestia por tanto cuanto inventado y luego fijé mi mirada en la del monje líder, sonreí con cinismo y travesura, como un niño "inocente" esperando para hacer su travesura. Uní mis manos haciendo que las mangas que llevaba me cubrieran la nombradas en primer lugar, las mangas que yo llevaba eran típicas de los kimonos, solo que estas en los hombros no estaban unidas a mi remera sino que dejaban mi hombro al descubierto, estaban sujetas por elásticos internos los cuales se ocultaban con cintas de color rosa claro y lila.

Tan pronto como el monje se fue me dediqué a seguirlo hasta estar tras su grupo de...seguidores por no decir otras cosas- Juro por el señor que creo en sus poderes, quería ver su demostración en mi para unirme a sus seguidores y poder experimentar... Los poderes que dios le a otorgado. -Me incline con las manos unidas en saludo y respeto al monje líder, claro, si es que era el quien atendería mis palabras. Aquel monje estaba siendo demasiado presuntuoso para su rango pero debía aparentar.

Di un brinco al ver que cuatro monjes me rodearon pero al explicarme para que era me tranquilice, de seguro Mika también había reaccionado mal o quizá había flexionado los músculos únicamente para saltar y atacar, no lo sabía ya que no podía verlo. Los monjes me guiaron por los templos- Arigato. -Agradecí a los monjes que me guiaron donde un grupo de seguidores, en verdad odiaba este tipo de cosas, solo tenía creencia por algunos dioses y no era por éste monje extraño que decía ser un enviado de dios, era solo otro de los locos que aparecían por allí, solo que éste tenía un digimon tras él. Suspire observando meticulosa y disimuladamente el camino y los templos. Al llegar al templo menor vi un sinnúmero de cuevas y cavernas, algo me daba mal royo por lo que me acerqué a la entrada del laberinto cuando nos indicaron que hacer. Sentí a Mikael cerca y siguiendo mis pasos por lo que entré con tranquilidad, supuse que él me guiaría por el laberinto pues así era, al entrar comencé a caminar entre el laberinto y Mika apareció al lado mío- Esto es imprudente y lo sabes. Veré donde está la salida. -Mika salto colgándose de un muro y se asomó para encontrar la salida.