Si hay juguetes, hay amigos.

En el pequeño pueblo de los juguetes pocas cosas iban mal en el día a día. Ya habían conseguido arreglar el pueblo del incendio que hubo unos meses atrás y poco a poco las cosas volvían a la normalidad. Todos los digimons habían conseguido recuperar su sonrisa, y los pequeños bebés podían jugar en las calles de nuevo. Los nuevos juguetes más lustrosos y bonitos que los de antes, las casas más acogedoras y con un espacio mejor aprovechado.

Nada en ese lugar indicaba que fuera mal. Y este fue el motivo por el que los habitantes habían puesto carteles por toda la isla File, invitando a entrar a todo el que quisiera. Ese fue el motivo de que una joven rusa de cabellos dorados y largos hubiera decidido ir hasta allí.

Al llegar quedó profundamente emocionada. Era como siempre se había imaginado el hogar de Santa Claus, todo lleno de juguetes y gente feliz. Sólo había un pequeño fallo en comparación con su imaginación, faltaba más nieve. Pero con lo poco que la gustaba a Natasha, este lugar era perfecto.
Comió, jugó, miró y volvió a jugar. Ese lugar era un sitio soñado por ella, nadie te miraba mal, nadie te trataba mal. Aceptaban a todos, aunque en los tejado había algunos digimons que se mantenían vigilantes, para evitar cualquier tipo de conflicto.

Ahora mismo, jugaba con unos pequeños botamons con una pelota. Lanzándonos y sujetándola cuando se la tiraban. Mostraba una gran sonrisa puesto que hacía mucho tiempo que no se lo pasaba tan bien. El mundo digital podía llegar a ser muy estresante, puesto que cada dos por tres alguien intentaba matarla.

Hemos estado viajando en unas de nuestras aventuras de grandes maravillas al llegar a la Isla File no parábamos de encontrar unos letreros de un tal Valle De Los Juguetes eso sonaba algo interesante para entretenernos durante un buen rato.

Durante unas largas horas de caminata y un poco de descanso logramos llegar al maravilloso pueblo de los Juguetes donde hay muchos digimon jugando por ahí y por acá con juguetes Agumon se emocionaba cada vez mas quería empezar a jugar y viendo un buen lugar agarre una pistola de agua y le sugerí que jugábamos con las pistolas de agua y el acepto así que jugamos durante un largo rato con las pistolas de agua mojándonos y reímos mucho.

Al correr un rato hemos llegado un lugar lleno de Botamons y vi una rubia que me hiso muy familiar.

-Samuel ¿Esa no es Natasha?-Y ahí ya recordé todo lo que paso aquel día en Rusia y con el encuentro de la chica loca de cabello rojo.- Es cierto Agumon a paso un tiempo que no he vuelto a verla ¿Vamos a saludarla?-Le pregunte.- Claro que si.- Y corrimos hacia Natasha.- ¡Eh! ¡Eh Natasha! ¡Somos nosotros! ¡Samuel y Agumon!-Le dije a gritos mientras me acercaba cada vez mas y mas.

La rubia continuó jugando ajena al ruido de los transeúntes. Hasta que la voz de alguien la llamó por su nombre. Tensa se volvió a mirar a su alrededor, hasta que vio a un chico de unos dos años menos que ella, castaño con una gorra. Samuel, acompañado por su agumon, que aún recordaba en el primer momento haber pensado que era un niño disfrazado de dinosaurio.

Inmediatamente una sonrisa de alivio se hizo paso en su rostro, seguida de una de alegría. No esperaba volver a verle, y le alegraba saber que la pelirroja no había vuelto a buscarle. Dejó de jugar, con la pelota en brazos, mientras que se acercaba a ellos.

- Me alegro de veros- dijo abrazándolos. Ella siempre que veía a alguien que la caía bien le saludaba de esa manera. Además de que no hay nada que una más que tener las vidas amenazadas por una persona.- Ya veo que la loca no ha ido a por vosotros, me alegro. Así que, ¿qué tal os ha ido todo?

Estaba bastante contenta con volverlos a ver, pero los botamons se quejaban de que querían seguir jugando. Así que la chica les devolvió el balón.

Natasha se fue acercando a nosotros y fuimos recibido con un abrazo muy caluroso a pesar de que estabamos completamente mojados, Natasha me soltó diciendo que estaba alegre de vernos de nuevo.

- ¿Y cómo te ha ido con tu viaje Natasha?.-Pregunto Agumon muy contento.- Si, ya esa chica de peli roja ya ha dejado de molestarnos últimamente pero me alegra que te salvaste de ella cuando entraste al portal con ella ¿Qué te hiso ella? ¿Dónde te llevo? -Le pregunte pacientemente la respuesta, estaba muy alegre de volver a verla.

La chica estaba muy contenta de verles, lo cierto es que ver caras conocidas en ese extraño mundo era algo que se agradecía profundamente.

- Tranquilo, no me hizo nada... Hubo un problema con su portal y acabamos metidas en un laberinto en el que teníamos que cooperar para salir. Así que no me hizo nada malo y conseguí algo para defenderme, además. Así que a partir de ese momento he estado viajando y he conocido a más niños elegidos... Y también me volví a topar con la loca. Pero esta vez conseguí huir de ella sin problemas.

Les sonrió de manera tranquilizadora.

- ¿Y vuestro viaje? Ya os lo he contado yo, ahora os toca a vosotros hacerlo. - repitió de nuevo la pregunta.

Natasha conto lo que sucedió tras el portal en ese día en Rusia nos ha sorprendido saber que tuvo que unir fuerza con la loca peli roja para escapar de ese Laberinto y consiguió ´´Algo´´ Que la ayuda escapar de las garras de la peli roja aunque luego se encontró con ella nuevamente pero escapo con mayor facilidad.

Luego pregunto de nuestros viajes no se por donde podemos comenzar tuvimos mucho y más adelante tendremos mucho mas así que nos sentamos en el suelo.

-Hemos tenido mucho conociendo también nuevos Niños Elegidos y Digimon.-Dijo Agumon y yo no sé si decirle sobre mi familiar.- ¿Le decimos lo de la Base?-Le pregunte a mi compañero y el asintió así que aclare mi voz.- Después de haberte conocido en Rusia fuimos a Colombia porque nos había llamado unos chicos para unirme a un equipo llamado Destroyer Dynastia o mejor conocido como DD buscábamos una base pero la mejor opción que teníamos era la casa de Daniel el jefe del equipo, pero nos dimos cuenta que estábamos muy cerca de un asunto de un BlackGarurumon que utilizaban Datamons para construir un portal al Digimundo cuya razón era atraer a su jefe y unimos fuerzas y logramos destruir al BlackGarurumon y nos quedamos con el portal…-Al finalizar dije dando un fuerte respiro.- Bueno Agumon te toca contar la continuación.-Le dije con una sonrisa.

El emocionado por contar se acerco más y más a Natasha.- Tuvimos algo que hacer y el resto del equipo fue transportado al Digimundo al Valle De Los Dragones al llegar vimos una guerra a punto de iniciar y por accidente nosotros destruimos los hijos de Gekomon y iniciamos una terrible guerra estábamos en un gran castillo los hijos ahora eran digihuevo y en esos momentos estábamos cuidándolo pero por un largo rato, la batalla finalizo y al devolver los digihuevos a Gekomon y quedarse en el castillo AeroVedramon el líder del castillo nos dio el Castillo como Base y Final Feliz.- Y esperamos como opinaría Natasha.- ¿Y que es esa cosa que te ayudo mucho de escapar de la loca peli roja? -Le pregunte muy curioso.

La chicas les escuchó con interés. Aunque se sintió un poco mal al no saber de que hablaban sobre un equipo. Ella no había escuchado nada así en el digimundo. Aunque bueno, no recordaba haber estado en el valle de los dragones.

- Me alegro de que todo os saliera bien. Parece que os lo pasáis bien en el equipo. - dijo con una sonrisa de felicidad.

Se quedó unos segundos pensativa, quizás estar en un equipo era estar más cerca de los demás, y así no sentirse tan sola puesto que ella no tenía ningún tipo de compañero con el que viajar.
Pero una leve voz resonó desde su dispositivo morado. Era Selenemon.

Ni se te ocurra pensarlo. Nosotras somos autosuficientes.

La rusa no cambió su expresión, no estaba segura de si Samuel y Agumon lo había oido, pero si hacía algo quedaría como que estaba loca y oía voces. Cosa que no era.

Por suerte, antes de que pudiera haber preguntas incómodas y demás, su estómago gruñó, reclamándola comida.

- ¿Os apetece seguir hablando con algo de comida delante? Yo invito.

Por suerte tras su última aventura en la que había conseguido el tesoro de unos piratas, tenía dinero suficiente para pagarse la estancia en el mundo digital unos meses. Y sino siempre podía ponerse a trabajar.

Natasha le gusto la historia que le contamos pero se quedo un rato callada sin cambiar su expresión ¿Qué le sucedió? Me preocupe un poco y Agumon le entro algo de curiosidad al darse cuenta que Natasha se había quedado en silencio.

Un rato se me ocurrió preguntarle a Natasha si quería unirse a nuestro equipo será genial tenerla de un miembro en el equipo y Natasha sugirió que comiéramos mientras seguíamos hablando y sin resistirme le dije.

-Si vamos a comer algo.-Primero debí aceptar la petición de Natasha.- Ya me estaba muriéndome de hambre.-Dije con alegría Agumon y ahí debí preguntar.- ¿Te gustaría unirte a nuestro equipo? Así nunca estarás sola y estaríamos siempre unidos ayudando a otros digimon y teniendo más aventuras ¿No te gustaría?-Le pregunte ansioso por la respuesta.- Eso es una buena idea Samuel. Si Natasha acepta así nos ayudaremos entre sí seria asombroso tener como equipo ¿Aceptas? -Inquirió mi digimon.

Mientras que andaban hacia el restaurante, Samuel hizo una pregunta que le causo un gran problema interno a la rusa. Por un lado, quería ir con ellos y estar dentro del equipo, pero por otro lado Selenemon se negaba. Al parecer ella quería conseguir algo y para eso no la convenía que la chica se aliara de manera tan permanente con otras personas.

- Yo... - suspiró dubitativa.
Su dispositivo brilló, ella lo cogió. En la pantalla aparecía el rostro de una mujer de cabello negro con el rostro inexpresivo, pero sus ojos chispeaban de molestia.

- No lo hagas, o sino me buscaré a otro frontier que pueda usarme. Y tú- señaló fuera de la pantalla, pero sus palabras iban dirigidas a Samuel- Deja de tentarla.
- Samuel, Agumon os presento a Selenemon mi espíritu digital.- presentó la rubia. - Por ahora declino tu invitación. Quizás cuando Selene consiga lo que quiere, entre a tu equipo. Además aunque no esté en el equipo siempre podemos ayudarnos mutuamente, ¿no?- sonrió.

A pesar de que quería entrar, su decisión estaba tomada. No quería que la guerrera digital la dejara por otra persona. Además, tenía curiosidad en saber qué es lo que quería.

Finalmente llegaron ante el restaurante del pueblo.

- ¿Os parece bien comer ahí?

Esperábamos ansioso por la respuesta de Natasha pero se quedo en duda podemos esperar su respuesta pero no fue una respuesta que esperaba ósea como un no o un si sino que apareció una voz de la nada; Agumon y yo nos pusimos muy atentos por si fuera un enemigo pero la voz provenía del mismo Digivice de Natasha.

La voz de la mujer ruda advirtió a Natasha si se unía a nuestro equipo la abandonaría y se buscaría otro… ¿Frontier? La voz dijo que dejara de tentarla solo fue una petición no la obligábamos a unirse y nuestra amiga dijo que era Selenemon su Espíritu Digital ¿Qué era eso? Agumon se rasco la cabeza confuso pero se negó a unirse porque Selenemon no quiso hacerlo.

-Vale entendemos que no puedas unirte porque Selenemon es como tu compañero aunque este metido en tu Digivice literalmente y no quiere que te deje si logras conseguir lo que Espíritu Digital desea, pues nuestro equipo te aceptara con gusto.-Le asegure con una sonrisa.- Claro que podemos seguirnos ayudarnos uno al otro, somos mejores amigos ¿no?-Dijo Agumon felizmente y le acaricie la cabeza.- Cierto Agumon y Natasha.-Luego llegamos a la tienda.- ¿Qué venden aquí?-Dijo impaciente mi compañero se moría de hambre.

Natasha escuchó atentamente a Samuel y a Agumon.

- Lo siento, pero es que ella es así... Aunque cuando nos toca pelear nuestras personalidades se combinan más. Pero separadas... Es peor que una madre.- la chica se rió un poquito, pero lo cierto es que siempre había querido volver a sentir lo que era tener una madre. Así que la agradaba ese comportamiento por parte de Selenemon. - Cuando hayamos conseguido hacer lo que ella quiere, probablemente me deje entrar sin poner demasiadas pegas. Así que tan solo esperad un tiempo. Y claro que somos mejores amigos.- una amplía sonrisa se hizo presente.

Miró la carta del lugar, tenían una impresionante cantidad de platos, desde hamburguesas sin una pizca de verduras hasta platos para vegetarianos. Con platos de todos los lugares del mundo.

- Vaya, parece que tienen muchos tipos de comida. Podría no estar mal comer aquí. Entremos

Una Lilimon estaba esperando que llegaran nuevos clientes y sonrió al ver a Samuel y Natasha.
- Bienvenidos, sentaos donde queráis. En un momento os atendemos.- dijo con amabilidad y una sonrisa.

No esperaba que existiera Espíritus Digitales supongo ya tenía muchas dudas respecto a eso (El portal se rompió cuando entro…) (El raro Digivice que lleva) Bueno mejor dejo las dudas cuando ya encontremos una mesa donde sentarnos y pedir las ordenes de comida.

Llegamos a ver el gran cartel de comida de esa tienda ya Agumon se hacía agua en la boca se estaba muriendo del hambre al 100% y es cierto lo que dijo Natasha creo que vamos a pedir mucha comida, hemos llegado a la tienda ideal poco rato llego una mujer llena de flores y viendo mi Digivice era un Lilimon nivel ultra y sus niveles de peleas son altas aunque parecía muy amigable y buscando una mesa.

-Sentemos en esa mesa.-Dije caminando a una mesa redondo y vacía casi cerca de la puerta principal y solo resta esperar.

La rubia sonrió a Lilimon como saludo y fue hacia la mesa que le señaló Samuel. Dos minutos después de que se hubieran sentado apareció otro digimon, este al igual que el otro estaba ambientado en las plantas. Pero no parecía que aún hubiera "florecido". Un Floramon.

Spoiler:

- ¿Qué queréis para beber?- preguntó a la vez que les entregaba dos menús para que escogieran el plato.

- Yo quiero agua, por favor. - contestó al rusa.

EL digimon miró hacia agumon y hacia Samuel, esperando que le dijeran lo que fuera para poder marcharse a la cocina.

Al sentarnos esperamos como dos minutos para que nos atendieran y llego un Floramon lo analice en mi Digivice 01 nivel Novato y sus niveles de peleas son regulares bueno hacemos esto para conocer más a los digimon, Agumon cogió el menú y nos quedamos pensando que íbamos a tomar.

-Yo quiero, jugo de manzana por favor.-Le pedí amablemente y mire a Agumon.- ¿Tu qué quieres beber amigo?-Le pregunte.- Yo quiero jugo de pera por fis.- Respondió mi compañero al Floramon y ahí miramos el menú para pedir algo de comer.

Floramon apuntó todas las cosas y se marchó dejandoles unos cuantos minutos para que decidieran que iban a comer.

- A ver, a ver... - decía Natasha mientras que miraba la carta con curiosidad.- ¡Oh! ¡Tienen Borshch!

La joven rusa estaba que no cabía de la emoción, puesto que esa sopa era su comida preferida, especialmente cuando estaba hecha por alguien en vez de vendida en brick o lata. Ella ya lo tenía decidido, además de que no era demasiado cara.

Floramon regresó un momento a dejar las bebidas, antes de volver a retirarse.

- ¿Qué os trajo a la ciudad de los Juguetes?- preguntó la rusa animada tras dar un trago a su vaso de agua.

Al mirar el Menú Natasha grito diciendo algo sobre un Borshch ¿Qué era eso? Le pregunte a Agumon si quería pedir esa comida y el acepto al fin y al cabo valía la pena intentar probar nuevas comida que nunca hemos conocido hasta ahora.

-Si vamos a pedir Borshch.-Dije decidido cerrando al menú y dejándolo a un lado para que mirábamos a Natasha.- Hemos llegado aquí porque había muchos carteles diciendo algo de la Ciudad De Los Juguetes o Valle De Los Juguetes así que quisimos entretenernos jugando aquí y relajarse.-Le conté.- Y antes de verte estábamos jugando pistolas de juego, por eso estábamos empapado.- Añadió mi compañero.- Ahora dinos ¿Cuál fue tu razón de porque viniste aquí?-Le pregunte.

La rubia sonrió a ambos ampliamente, le gustaba que los demás también querían pedir su comida favorita, pero podían pedir también otras cosas. No estaba bien obligarles a comer algo que no sabían lo que era, sobre todo porque la sopa de remolacha no tenía por qué gustarle a todo el mundo.

- Si queréis pediros otra cosa podéis, no os voy a obligar a nada.

Floramon estaba ocupada atendiendo otras mesas, por lo que aún tenían tiempo para decidirse.

- Pues el mismo motivo. No tenía nada que hacer y vi el cartel. Me pareció un lugar muy interesante, cuando llegue me dediqué a jugar con todos los digimons que querían hacerlo. La verdad es que es un pueblo muy agradable. - sonrió alegrmeente.

off:

Le sonreí con amabilidad moviendo una mano en señal que no se preocupara nos gustaba probar cosas nuevas e interesante y esa sopa era algo nuevo para nosotros por eso lo pedimos para probar esa comida.

-No debes porque preocuparte por nosotros Natasha, nos gusta pedir cosas nuevas que jamás hemos conocido hasta ahora.-Le asegure con una sonrisa.- Y cada cosa nueva nos da más experiencia en las cosas.-Dijo Agumon.

Luego se me vino una duda para Natasha.

-¿Y cómo pagaras la comida? ¿Cómo conseguiste dinero? No digo que no seas capaz de conseguir dinero, no, no, solo digo de cómo conseguiste dinero si o has conseguido en un lugar unas de tus aventuras ¿Así lo conseguiste o más o menos?-Le pregunte algo nervioso si creía que pensaba que no fuera capaz de conseguir dinero, claro que creo que es capaz de hacer muchas cosas solo quiero oír su historia.

La rusa les sonrió a ambos agradecida por dejarla pedir su comida favorita.

- Sapsivo.- dijo agradeciendoles-No creo que os arrepintáis. Si no os gusta, pedid lo que queráis, ya sabéis pago yo.

Floramon se acercó a la mesa para tomar nota. Natasha le indicó lo que querían y el digimon florar volvió a marcharse. Se rió cuando Samuel se puso nervioso para explicar el motivo por el que le extrañaba que la chica tuviera ahora tanto dinero.

- Tranquilo, no me molesta que lo preguntas.- se echó hacia delante en la mesa dejando de sonreír, y bajó el tono para darle más emoción a sus palabras.- Durante uno de mis viajes me topé con unos piratas. De esos que tienen barco y se dedican a robar a otros, con parches y patas de palo. Me enfrenté a ellos junto a una amiga. Y conseguimos su barco y sus tesoros. Por lo que ahora mismo tengo varios meses para vivir bien, con suficiente dinero.

Se separó de la mesa, y volvió a adoptar su habitual semblante alegre.
- Y ese es el secreto de que ahora tenga tanto dinero.

Reímos ligeramente cuando dijo una palabra que no pudimos entender supongo que debe ser un lenguaje de Rusia ya que ahí vivió casi toda su vida antes de venir al Mundo Digital, luego nosotros nos acercamos aun mas para escuchar detenidamente la historia de aventura de Natasha más me alivie que no se lo tomara mal.

-Wow, jamás imagine que este mundo existía piratas, debió ser una gran aventura.-Comente con una ligera sonrisa.- Ni yo tampoco lo imagine, creí que eso solo existía en el Mundo Humano que provienen ustedes debió ser increíble.-Dio su opinión mi compañero.

La chica se encogió de hombros con modestia, tampoco había sido para tanto... Bueno, sí que lo había sido. Pero no la gustaba presumir de esas cosas. A fin de cuentas había estado en el momento adecuado en el lugar adecuado, nada más.

- No estuvo mal, fue divertido y además hice una nueva amiga. ¿Y vosotros que habéis estado haciendo últimamente?

Justo nada más formular la pregunta, Floramon regresó con todo lo que habían pedido. Por lo que la rusa no tardó en servirse para empezar a comer.

Sonreímos de satisfacción pero nos sentimos aun más alegre al ya recibir la comida de los Ruso, agradecimos la comida y así que empezamos a comer saboreando la sopa, primero vamos a terminar de comer para luego responderle la pregunta de Natasha porque si hemos pasado por muchas cosas juntos, pero primero comida y luego respondí así no hacemos malos modales.

Agumon casi se lo terminaba con su gran boca y sus ganas de comer para tener el estomago lleno.

La chica engulló prácticamente su plato en un visto y no visto. A pesar de su delgadez comía como una lima, tragándose todo sin problemas, daba igual lo que fuera. Acostumbrada a pasar más hambre que a la sensación del estómago lleno no era demasiado remilgada a la hora de comer.

Tras terminar la comida pidió la cuenta y pago, saliendo fuera del restaurante. Empezaba a atardecer, lo que significaba que habían pasado más tiempo del esperado allí dentro. Sonrió, abrazándolos a los dos a modo de despedida.

- Se hace tarde, me voy ya. Me alegro de haberos visto, esperemos volver a encontrarnos en breve.

Dicho eso, avanzó por la calle, mezclándose con los digimons.

Finalizo nuestra comida ya lleno, Agumon por fin satisfecho y yo relajado así que vimos como pagaba Natasha que al parecer también disfruto mucho de su comida, salimos de la tienda viendo el cielo que ya empezaba atardecer y nuevamente recibimos el caluroso abrazo de Natasha y nos despedimos levantando el brazo.

-Adiós e igual esperemos que nos volvamos a ver.-Nos despedimos felizmente.- Y recuerda volver a pagarme la comida.-Dije en tono burlón Agumon mientras que caminamos en sentido contrario.