Mugre en mi camino

Caminaba sin rumbo a travez de un espeso bosque, estaba de mal humor, había pasado tiempo desde la última vez que vi a Eli, mi hembra, mi chica y mi cuerpo tenía necesidades que no sabía como calmar sin ella.
Hacia frío, estaba muy oscuro, era una noche sin luna ni estrellas y las ansias por destrozar algo se acumulaban en mi interior.
Luego de un rato caminando llegué a un claro, un sector sin arboles pero con varios arbustos, un buen lugar para descansar de mi viaje a pie, me recosté mirando el cielo, con mis brazos como almohada, y luego de un corto suspiro cerré los ojos seguro de no ser atacado, sabiendome en la cima de la cadeena alimenticia de cualquier especie conocida, y porqué no?, también de cualquier especie por conocer.

Era de noche, sin embargo el astro plateado no surcaba el cielo negro, ni tan siquiera las estrellas brillaban. Casi parecían indicar que esa noche no ocurrirían cosas buenas. Sin embargo la joven rusa, rubia y de ojos rojos era ajena a ello.

Caminaba por el bosque, silbando una melodía, mientras que intentaba no tropezar con las raíces de los árboles. La verdad es que no era un buen momento para caminar, pero no podía dormir. Tropezaba continuamente con cualquier cosa, aunque por suerte era bastante ágil y tenía buen equilibrio, por lo que evitaba caer. Pero eso no quitaba que hiciera ruido. Cualquier criatura con un oído fino podría captar por donde andaba.

Siguió avanzando hasta que observó que las raíces y troncos de los árboles cada vez se separaban más como si se acercara al final del bosque o a un claro. Aunque con todo a oscuras, no podría ver si había alguien hasta que estuviera bastante cerca.

En un día normal Veemon y yo decidimos caminar por un bosque, era de noche y no se podían observar las estrellas.
-Mira Veemon, este lugar se ve algo siniestro-. Comenté a Veemon.
-Sí Dansher, en este bosque no se puede observar muy bien el cielo-. Dijo Veemon.
-Cierto Veemon, bueno sigamos caminando-. Le dije a Veemon y seguimos caminando hasta que logramos ver que ya algunos árboles no se veían, solo puros arbustos.
-¿Qué raro, creo que aquí se acaba todo lo verde?-. Dije de forma burlona.
-No, si no no habría arbustos-. Contestó Veemon y chocó con una chica que silbaba.
-Ups lo lamento, no me fije que había delante-. Se disculpó Veemon.

Me encontraba tranquilo, solo en la oscuridad, cómodo, sabía que podía haber digimons cerca mas no me importaba, mientras no fastidiaran mi descanso podían hacer lo que les viniese en gana.
Escuchaba distintos disturbios a mi alrededor, susurros lejanos de bestias que probablemente también tomaban un descanso y también ruidos cercanos, ramas doblandose y quebrandose bajo los pies de algún descuidado ser que regalaba su pellejo a los carnívoros de la noche.

Natasha se giró sorprendida, dejando de silbar, porque algo había chocado con ella. Cuando fijó más su vista, pudo ver a un Veemon con un compañero humano, un niño elegido que sería su compañero seguramente.

- Oh, no pasa nada. Con lo poco que se ve es normal.

La chica quedó pensativa, quizá con su evolución pudiera ver mejor entre las tinieblas, puesto que Selenemon era un digimon más de hábito nocturno.

- No es un buen día para pasear la verdad- continuó- Por cierto, yo soy Natasha. Encantada de conoceros

Como siempre mostró una amable sonrisa, aunque quizá con la oscuridad que había en la zona, quizás el chico no pudiera verlo bien. Cosas que tenía el que estuviera todo a oscuras.
Quizás fuera buena idea que buscara un sitio donde dormir antes de que se abriera la cabeza al seguir andando por mitad del bosque.

Una chica con actitud amable disculpó a Veemon, y sí, era muy difícil ver en la noche.
-Gracias Natasha, mi nombre es Veemon, mucho gusto-. Dijo Veemon a la chica.
En eso yo me acerqué a la chica igual y me presenté.
-Hola Natasha, mucho gusto, mi nombre es Dansher y Veemon es mi camarada-. Expliqué a la chica -Por cierto, ¿tú no tienes un digimon camarada?-. Pregunté con mucha curiosidad.
Veemon vio alrededor en busca de algún otro digimon.
-Es cierto, no hay otro digimon cerca, ¿cómo te defiendes en el digimundo?-. Preguntó Veemon muy curioso mientras esperábamos la respuesta de la chica.

Voces, eso escuchaba ahora, probablemente una conversación entre 2 seres cercanos a mi posición, no entendía lo que decían, pero era suficiente como para no dejarme descansar
- tsk... -
Mi expresión cambió una de molestia, representada en mi labio superior semidoblado mostrando uno de mis afilados colmillos.
Me levanté pesadamente, la roja sudadera que llevaba puesta caía por mis brazos y me encaminé al sitio desde donde las voces nacían, estaba lo suficientemente oscuro como para no ser visto, no había luces ni artificiales ni naturales, y gracias a la falta de árboles no había ramitas que descubrieran mi movimiento.

La chica les sonrió divertida con lo del compañero. Ahora que lo pensaba, todos los niños elegidos que había conocido tenían un compañero. Y lo cierto es que eso la provocaba envidia, ella también quería tener uno, al menos así no estaría tan sola cuando viajaba. Pero tampoco se podía quejar ella misma era la que peleaba.

- No, no tengo compañero- llevó la mano a la cintura, tomando su digivice y mostrándoselo a Dansher. Aunque no sabía si el chico podría verlo bien, pero al menos podría saber que era un dispositivo por la forma- Tengo un espíritu digital que me permite volverme un digimon. Así que la que pelea soy yo

Explicó de la mejor manera que podía, esperaba haberse explicado lo suficientemente bien. Ella misma no tenía muy claro el por qué de que pudiera usarlo, ni exactamente como se hacía. Los momentos en los que era un digimon controlaba su cuerpo, pero a la vez había como otra presencia en su mente que la hacía comportarse de manera diferente a lo normal. Como si fuera poseída, aunque siempre se sentía como ella misma.

La chica no podía ver a aquel que se acercaba, las tinieblas evitaban que su figura fuera visible hasta que quedara cerca. Y la hierba que no estaba seca, acolchaba los pasos, ahogando cualquier sonido.

Natasha nos mostró su dispositivo, con mucho esfuerzo lograba verlo, noté que era de un color oscuro, entre morado, lila y azul, no lograba notarlo bien. Anteriormente nos explicó que ella era la que peleaba.
-¿Tú te conviertes en Digimon?-. Pregunté emocionado a Natasha -Eso debe de ser increíble-. Lo dije impresionado.
-Sí, un humano peleando por su cuenta, saberse cuidar solo, es genial Natasha-. Le dijo Veemon a Natasha.
En lo que platicábamos escuché un crujir de una arbusto, tenía el presentimiento de que algo se acercaba hacía donde Natasha, Veemon y yo nos encontrábamos.
-Alguien viene por esa dirección-. Dije señalando el lugar de origen de aquel sonido extraño.

Con movimientos rápidos e insonoros me acerqué a aquellos que interrumpian mi letargo, pero por error rosé un arbusto, produciendo ruido suficiente como para ser descubierto.
Ambos seres estaban cerca, podía sentir sus aromas, y ya habiendo sido descubierto no tenía porque contenerme, con un largo salto llegué junto a ellos y rugí estruendosamente
- gggggggggggrrrrrrrrrrraAAAAAAAAAAAAAA!!! -
Un grito que retumbo por todo el bosque, y que concideré suficiente como para espantar a dichas molestias.

La chica se ruborizó levemente ante los cumplidos de que fuera genial que se convirtiera en el digimon. Tampoco le parecía tan genial, pero debía ser muy desesperante ver como tu digimon tenía que protegerte, siendo él herido. Visto así, era mejor la forma que tenía ella de defenderse.

- Gracias. La verdad es que es divertido convertirse en digimon, puedes hacer cosas que como humano serían difíciles de realizar

De repente un sonido se oyó en el claro. Una leve fricción contra una planta. La chica se giró hacia la dirección del sonido, para segundos después ser peinada, o despeinada, por la potencia del rugido de aquel ser que había aparecido delante suya.

Parpadeó varias veces hasta ver una especie de figura antropomórfica. Pero con la niebla que comienza a descender en las noches frías la chica no podía distinguirlo bien. Por ahora la niebla no era muy molesta, y si había suerte no espesaría más, con lo que sería difícil ver. Pero no imposible. Parecía que la propia noche no quería que nadie pudiera ver nada.

Si la intención de la criatura era ahuyentarlos, más bien le provocó el efecto contrario a la joven. Se había quedado paralizada por el susto, aunque sus dedos se cerraron con más firmeza alrededor del dispositivo.

gggggggggggrrrrrrrrrrraAAAAAAAAAAAAAA!!!

- ¿Que demonios?

Aquel rugido había llegado incluso hasta el lugar en el que L y Were se encontraban... Habían sido tele-transportados por una máquina que el humano no terminaba de entender a la que habían accedido desde el bosque de la niebla, terminando en otro bosque con niebla de diferentes características, que por el instinto del digimon pudieron saber se hallaba en otra isla distinta.

- ¿Eso ha sido tu estómago? Luego me dices a mi - El chico miró a su acompañante con una ceja alzada en un gesto claramente reprochador - Bueno, tomaré eso por un no... Pero quiero ver que ha sido. - Knight asintió mientras mostraba una sonrisa retorcida girándose en la dirección de la que había venido el grito, es decir, para Were la dirección exacta en la que se encontraba el muchacho, de ahí la confusión del Digimon.

- Movámonos con cuidado - Dijo aquello en un susurro, y Were le contestó con una afirmación al tiempo que se ponía sobre sus cuatro miembros, algo que solo hacía cuando quería ir con sigilo...

Tras unos segundos los dos llegaron al valle del que había salido el rugido, colocándose a contra viento con ayuda del Digimon para no ser detectados por el olfato de cualquier posible criatura que hubiera en las mediaciones... La niebla no existía en aquel tramo, por lo que el Digimon podía ver mucho mejor, a diferencia del humano. Quizás por eso mismo L hizo un gesto a Were, señalándose la nariz, cosa a la que el Digimon asintió, cerrando los ojos y olfateando con cuidado, tras lo cual alzó una mano con cuatro dedos, luego bajó un dedo y medio, quedando dos y medio en pie, eso significaba que habían dos humanos, pero el medio dedo descuadró al chico, como mostró en su rostro, mas Were no le aclaró nada, sencillamente encogiéndose de hombros e indicando que no tenía ni idea de que era el cuarto sujeto, solo la mitad, como indicaba su dedo... ¿Podría ser otro híbrido?

Cuando estábamos hablando tranquilamente con Natasha, pocos momentos después logré escuchar el sonido de un arbusto siendo rozado o pisado, que posteriormente señalé la dirección. Me lleve una gran sorpresa que del lugar donde se había escuchado el roce se produjo un gran rugido que nos puso a los presentes los pelos de punta.
-¿Qué....qué fue eso?-. Dije un poco atemorizado.
-¿Creen que sea un digimon maligno?-. Preguntó Veemon un poco impactado.
Al escuchar aquel escalofriante sonido, Veemon y yo dimos unos cuantos pasos hacia atrás, ya que no sabíamos con que nos enfrentaríamos, preparé mis cartas si era necesario.
-Natasha, Veemon, creo que sí esa cosa que produjo el sonido no es amigable, tendremos que actuar-. Dije a Natasha y Veemon con un tono entre seriedad y nerviosismo. A lo que Veemon afirmó con la cabeza.

Aquellos que impedían mi siesta no habían huido, eran 3 según pude olfatear, 2 humanos y un digimon que no sabían alejarse cuando se les daba oportunidad, uno de ellos inteligentemente tomo distancia, mas no la suficiente.
- ... -
Estiré mi diestra alcanzando al segundo, tocando parte de lo que parecía su rostro, de hace mucho tiempo no tocaba a un humano, era suave, calido. Me tomé mi tiempo recorriendole el lado izquierdo de la cara, su mejilla, su oreja, tocandole el parpado del ojo con una sensación de nostalgia.
- humano... por qué interrumpes el sueño del demonio? -
Pregunté sin soltar la mejilla de Naty que era la más cercana, escuchando sin agrado las palabras de Dansher

La inmovilidad de la chica había hecho que el monstruo pudiera acercarse a ella y empezara a tocarla. Pero carecía de garras o cualquier otra cosa, sino que más bien parecían las manos de una persona. Si tan solo hubiera dado unos pasos como Dansher ahora no estaría sufriendo una exploración de su rostro.

Cosa que tras el susto, molestó a la chica. Normalmente era amable y tranquila hasta que algo la asustaba. En ese momento salían todos los malos sentimientos reprimidos. Lo cual provocaba que cambiara su personalidad a una mucho más sarcástica.

La rubia miró la alta figura ante ella, tratando de vislumbrar al "monstruo". Aunque cada vez estaba más segura de que aquel que estaba frente a ella no era solo un monstruo, puesto que carecía de garras, cuernos y demás protuberancias características de ellos. Sino que más bien y por la forma lo que estaba delante de ella era un humano.

- No pretendía molestar el sueño de nadie. Aunque si hay un demonio yo no lo veo por aquí.- dijo la chica.

Hecho esto, dio varios pasos hacia atrás. Alejándose, por si acaso.

- Aunque si nos vamos ya, no molestaremos más.

Esperaba evitarse una pelea, pero en caso de que el "monstruo" decidiera atacar, ella estaría preparada. A fin de cuentas sólo tenía que conseguir pasar la banda de datos por el lector del dispositivo y evolucionar, si la cosa se ponía fea. Hecho eso habría dos opciones pelear si los niveles eran parejos o huir, en caso de que estuviera en desventaja.

L y Were continuaron "observando" la situación... Los ojos del digimon ya se habían acostumbrado casi por completo a la oscuridad, pero no lograba ver nada mas que sombras en movimiento,y el chico seguía sin saber ajeno a lo que su compañero le indicaba.

Al poco tiempo empezaron a oír voces, cada cual distinta, y a cada una que escuchaba L miraba a su digimon para esperar algo de información, o lo que se traducía como un gesto para cada uno. La primera vez era de un humano, la segunda le indicó que pertenecía al raro espécimen cuyo olor no entraba en ninguna categoría, y la tercera también a un humano... O humana si se tenía en cuenta el tono de voz, por lo tanto quedaba sin hablar solo el digimon. Gracias a todos los datos proporcionados por su Digimon L pudo sonreír ante las palabras de la mujer desconocida... NO dudaría de que el que les estaba "atacando" fuera un demonio, pues ajenos a su apariencia, que al parecer y por las palabras de la misma era humana, la única explicación para no tener su olor era o que fuera un híbrido o que hubiera dormido dentro de algo que le hubiera impregnado de otros aromas.

La verdadera cuestión ahora era si merecía la pena salir de su escondite... De permanecer en el solo serían detectados en caso de que la luz aumentara o de que el viento cambiara de dirección, y esto último solo en caso de que entre los demás presentes alguno tuviera bien desarrollado el olfato, situación de la que se daba el caso, pero que L era incapaz de conocer.

- Creo que tus invitados no entienden las posibilidades de un cuerpo... Humano. - Al final se había decidido por salir de su escondite, para sorpresa de Were, quien aún no se había mostrado ante la "luz" - Disculpa la intromisión... Solo soy un viajero atraído por el grito de lo que podría ser... ¿Un híbrido? Disculpa si me equivoco, pero es una de las pocas explicaciones que se me ocurren ante vuestra discrepancia de opiniones... Aparte de la mentira, claro. - La razón de no dejar clara la evidencia de que sabía que no se trataba de un humano era tan sencilla como el proteger a Were de ser localizado, pues en caso de peligro un ataque sorpresa les permitiría huir, y por el momento el Digimon seguía fuera del alcance visual u olfativo.

Aquel ser que había originado el ruido se acercó más a nosotros y centró su atención hacia Natasha, estábamos un poco confundidos, no parecía ser un digimon, si no que al ver un poco mejor su silueta era como un humano alto, pero con una actitud algo tenebrosa.
-Oye, no le hagas daño a Natasha, no fue nuestra intención molestar tú sueño, es más, no sabíamos que alguien aparte de nosotros se encontraba aquí-. Respondí al ser con un tono de seriedad, pero con respeto, ya que tener una actitud muy grosera ante aquel ser no me serviría más que para que me hiciera daño o a alguien más.
Cuando le dije eso al ser, un sujeto, el cual no le veía bien, salió de algún lugar y preguntó por lo visto al ser, si era un Biohybrido.
-¿Un Biohybrido?-. Se preguntó Veeemon.
-¿Acaso nos estaba espiando-. Me preguntaba, hasta que un sonido, como si algo se estampará con el suelo, interrumpió lo que pensaba e hizo que enfocará mi atención a ese otro ser, que con mucho esfuerzo, noté que era una persona.
-¿Está cayendo personas del cielo?-. Comenté en voz baja.
-También hay un digimon-. Dijo Veemon viendo como Yaamon caía a las manos de Natasha.

Uno de los humanos luego de un comentario siguió el movimiento de su compañero y se alejó de mí, por la manera en que me habló antes de hacerlo deduje que no los había espantado lo suficiente pero mi intención de alejarlos había dado frutos.
- ... -
Sonreí malvada y lujuriosamente al darme cuenta por el tono de voz que lo que se encontraba delante mío no era un simple humano, era una hembra, una fémina, no la veía bien, pero por la textura de su piel sabía el placer que obtendría con solo estirar una mano.
Por las palabras de su humano compañero supuse que tendría que librarme de él antes de llevar a cabo mis intenciones, la humana se llamaba natasha según decía el macho a unos pasos de ella.
No me interesó en realidad lo que decían, mis planes ya estaban claros y era momento de llevarlos a cabo, pero un tercer humano apareció en escena
- ... -
Cómo no pude olerlo?, estaba demasiado cerca, había salido de la nada y sin hacer ruido alguno, no era un digimon, ahora que estaba al descubierto y cerca notaba su humanidad, cómo consiguió eludir mis agudos sentidos?...
Otro fuerte sonido y una maldición me indicó que los intrusos eran aún más
- ... mucha basura para limpiar -
en vez de artarme sonreí, no quería más sorpresas y decidí escanear el terreno a mi alrededor, quería asegurarme en realidad cuantos eran, actualmente habían 3 humanos, una hembra y 2 machos, 1 digimon, y otro ser a lo lejos, aquel que maldijo fuertemente, muy distanciado como para saber con esactitud que era.
Levanté un poco mis brazos, mi cabello se levantó por la estática y con algo de concentración dejé salir un pequeño campo electromagnético, insuficiente como para dañar algún aparato, pequeñas descarguitas eléctricas en un rango de 5 metros de radio, dichas descarguitas no harían daño, ni serían visibles, solo era una especie de señal, cualquier objeto, metal, cuerpo, en ese rango que fuese conductor, respondería con otra descarguita indicandome su posición.
Así fue como, además de los ya mencionados, encontré los cuerpos de Zayyn y were, claro sin saber sus formas ni nombres.
- ... je -
Mis ojos brillarón en la oscuridad con ansias de sangre a la vez que mi sonrisa cambiaba la oscura silueta que me representaba por algo más animal, algo más... salvaje, no fue una evolución, solo fue un cambio en mi precensia, probablemente los individuos cerca mío sentirían mi sed en ese decuidado momento, mas no le di importancia, con lentos movimientos me giré y caminé hasta el sitio en donde uno de los 2 seres no presentados se encontraba(were) y con un puñetazo destrozé parte del suelo con el fuerte sonido correspondiente a ello.

Natasha se alegró de que la persona frente a ella no se moviera, ni hiciera ningún movimiento. Pero el que no hubiera hecho nada se debía más bien a que acababa de aparecer alguien más por la zona. Un chico, por el tono de voz. La verdad es que con tanta oscuridad y el suelo de hierba tierna, no permitían descubrir a nadie que se acercara. Sobre todo si te fiabas más de esos sentidos.

- ¿Híbrido...?

La chica sólo había conocido a un biohybrido, y tenía mala experiencia por ello. Así que ahora estaba claro, lo mejor era huir. Quién sabía si al igual que la pelirroja estaba loco.
Pero antes de poder hacer algún movimiento, se oyó un improperio dicho por la voz de una mujer, que además, le era conocida. Y un objeto redondo, y blandito le cayó entre las manos. Palpando, descubrió que era un digimon de tipo bebé. Aunque ni idea de cual era. No conocía a todos los digimons.

- Sí, parece que llueven personas, pero sobre todo digimons.- le dije a Dansher.- Deberíamos irnos, no me gusta estar con híbridos... Están todos locos- Algunos de sus cabellos se levantaron, debido a la electricidad, pero debido a la gran cantidad y a la longitud de estos, apenas se había movido. Sobre todo se habían levantado en la parte del flequillo.

Al terminar de decir eso, una sensación de peligro la inundó. Sobrevivir en las calles te hacía ser sensible a notar las intenciones de dañar a los demás, sobre todo cuando era tan notable como la que emitía la figura delante de ella.

Segundos después hubo un gran estruendo... La cosa se ponía fea, el humano era extremadamente fuerte... Lo mejor era huir, aunque estaba cansada de tener que correr por su vida continuamente. Parecía que el destino, el karma, los dioses o cualquier otra cosa, la odiaba.

- Chert!- maldijo en ruso.

El muchacho se extrañó cuando notó un escalofrío por su cuerpo que le puso el bello de punta, no tenía frio ni estaba alterado en lo mas mínimo y la electricidad estática era imposible en aquellas condiciones...

- ¿Has sido tu híbrido?

No obtuvo respuesta, pero si pudo observar el resplandor de los ojos de aquel híbrido, por lo que se llevó los dedos a la boca y silvó con rapidez mientras en la distancia pudieron oírse unas hojas revolverse, antes de un nuevo silencio. Sabía que estaba por atacar, así que desconociendo su objetivo y habiendo terminado de autolocalizarse con aquel silbido, se apartó en silencio hacia un lado, volviendo a adentrarse por completo en las sombras del lugar, y entonces, un gran estruendo estalló del lugar en el que se encontraba Were. Acto seguido y antes de ni si quiera plantearse preocuparse notó una garra en su pierna, se trataba del joven digimon, que por el silbido le había seguido con el olfato, no por el peligro, si no para poder elaborar una estrategia.

- Escudo - Fue solo un susurro que debería haber sido solo perceptible para el lobo, pero L no lo tenía del todo claro, así que igualmente se movió un par de metros mas junto a su compañero, quien olfateó el aire y le guió hacia la persona mas cercana a su posición, quien resultó ser también la persona a quien había estado manoseando con anterioridad el híbrido chiflado. En aquella situación el azar no tenía nada que ver... El estaba cerca del Híbrido antes de que se moviera y el otro joven se había alejado con el rabo entre las piernas - Sígueme, no hagas ruido, no hables y si ese digimon no es tuyo sueltalo - Volvió a susurrar, esta vez cerca del oído de la joven para que nadie mas pudiera oírlo, y la indicó que se pegara a su espalda mientras Were les conducía hacia los matorrales y el bosque oscuro, procurando caminar a favor del viento para anular su huella de olor... Aunque ya habían deducido que el híbrido tenía otras formas de seguirlos.

L no podía obligar a que la muchacha le siguiera, pues de lo contrario habría hecho demasiado ruido, pero si estimaba su vida suponía que lo haría y lo mas importante, le cubriría la retaguardia en caso de ser localizados y atacados... De ahí las palabras que el joven había usado al dirigirse a su Digimon "Escudo" le había pedido un escudo humano, pero eso era algo que nunca reconocería ante los demás. Una vez llegados a los árboles L y Were comenzaron a zigzaguear por estos, no a la suficiente velocidad como para perder a alguien que les siguiera a menos de un metro, pero si para perderse de vista, dejar terreno con obstáculos de por medio y lo mas importante para ellos... Alejarse del loco satánico.

Mientras tanto Knight intentaba situar en un mapa aéreo la localización de un ordenador por el que poder huir al mundo humano... Pues deseaba unos días ajeno a semi-humanos con poder destructivo absurdo. Si bien aún no se había alejado lo suficiente para dejar de oír lo que ocurría en el lugar, y si dejaban de intentar eliminarle quizás se quedara a una distancia que le alejara de problemas mortales.

Las cosas sucedían demasiado rápido, la bestia que estaba centrando su atención hacia la chica, desapareció rápidamente de la vista de los presentes, lo único que logramos escuchar fue un fuerte sonido que provenía de un lugar no muy lejos de nuestra posición.
-¿Qué pudo haber sido ese ruido?-. Preguntó Veemon algo confuso por el entorno tan oscuro y poco fiable que había en nuestro alrededor.
En eso escuché la recomendación de la chica, el huir era nuestra mejor opción, ese tipo de humanos que se hacian llamar BioHybridos, no lo entendía muy bien, no sabía que era un BioHybrido, por lo visto Veemon tampoco. Aunque el comentario de la chica me hacia pensar que ese tipo de humanos eran muy peligrosos, así que me acerqué a Veemon.
-Debemos de salir aquí, el lugar oscuro no nos ayuda en nada, y creo que estamos en peligro con esos que se llaman BioHybridos-. Dije a Veemon, sacando mis cartas y mi celular para ver cuales debía de escojer. Después de forzar un poco la vista para mis cartas, terminé escogiendo 4 y las demás las guardé, en eso me acerqué a la chica con tono ruso.
-¿Sabes dónde es la salida del bosque?, y si es posible, podrías decirme ¿qué es un BioHybrido?-. Le pregunté a la chica esperando su respuesta y preparando mis cartas, al igual que Veemon estaba en posición defensiva por si algún movimiento extraño sucedía alrededor.

Al parecer la que planeaba fuese la primera víctima había escapado, no sentí sus huesos romperse o su cuerpo reventar con el impacto, mi poderoso nivel mega no tenia comparacion.
Me giré y en mi posición actual recibí perfectamente los aromas del grupo, ahora sabía cómo habían eludido mi olfato, estaban contra el viento.
Un nuevo aroma se había unido a los anteriores, seguro el cuerpo que había escapado de mi golpe venía con el misterioso chico que también eludió mi olfato.
- tsk... -
Levanté mi surda y de ella salio un pequeño fantasma, algo extraño y pequeñito, del cual crecieron 9 colitas, 4 patitas, y 2 pequeñas orejitas
- no pierdas a la hembra -
Ordené al pequeño zorrito que de mi mano había salido, el cual con rápidos saltitos volvió al grupo y se plantó junto a la rubia mientras ellos hablaban y yo volvía sobre mis pasos.
El zorrito la seguiría donde fuese, pequeño, dificil de ver en la oscuridad y con un olfato aún más desarrollado que el mío.

Repentinamente el digimon bebé desapareció entre sus manos. La chica era bastante despistada y por ello, la pequeña criatura podía saltar sin que ella lo notara. También por ese despiste momentáneo estaba siguiendo a un completo desconocido a saber donde.

También había un digimon, aunque sólo reconocía la figura. Sorprendentemente era la primera vez que no la preguntaban por su digimon, si se dejaba guiar por lo que había dicho el "secuestrador" él había sabido que el Yaamon no era suyo. Eso le llamó la atención a la joven, pero no dijo nada. Sabía que era mejor estar callada en esas situaciones. Sobre todo porque así podría pensar en algo.

Ajena de que estaba siendo seguida por un pequeño zorro fantasmal, comenzó a pensar en como alejarse de todos los presentes. A decir verdad, a excepción de Dansher todos los demás le daban mala espina; aunque al joven delante de ella, no podría decir el motivo. Instintivamente había algo que no le gustaba, y sabía que para sobrevivir había que hacer caso al instinto. No por nada llevaba diez años viviendo en la calle.

Podía tomar otro camino que no fuese el del chico y su digimon, internándose por el bosque por su propia cuenta. El digimon de este, debía tener los sentidos desarrollados si no titubeaban a la hora de moverse en la más completa oscuridad. Por ello sabría cuando se había ido... Pero ya pensaría algo en el momento de que eso ocurriera.

Por ello, en cuanto notó que el chico se movía a un lado, para hacer una curva, ella tomó la otra dirección. Por suerte no se chocó con el árbol que estaba delante de ella por pocos centímetros y palpando con las manos, lo rodeó y continuó su camino por el bosque.

Were paró de correr cuando la chica se alejó de ellos, pero solo durante unos instantes en los que sonrió antes de seguir guiando al humano restante hasta un lugar seguro a varios metros mas de distancia, cerca del cauce de un río, el cual estaba lo suficientemente iluminado por la luna para recuperar gran parte de la visión en ambos camaradas.

- ¿Y quien nos acompañaba...?

- Era la chica, claro que los humanos no podéis saber esas cosas sin los ojos o el tacto. La seguía algo extraño que le había colocado el digi-híbrido, así que creí mejor dejarla irse.

L se llevó una mano al rostro, cerrando los ojos mientras se los cubría con la misma y suspiraba con lentitud y cierto pesar... Ahora que se hallaban quietos y a salvo pudo suponer que el momento en el cual se escapó fue cuando Were paró, así que hasta aquel momento había cubierto su función de escudo, y luego se había marchado sin mas, llevándose de paso consigo al peligro.

- Todo un detalle por su parte... Por cierto, deberíamos alejarnos unas horas del mundo Digimon, así que iremos al ordenador que habíamos visto hace unos minutos, estaba cerca del río, de hecho juraría que debía estar aquí mismo... Supongo que la oscuridad era demasiado intensa ¿Por cuanto nos hemos equivocado?

Si bien la pregunta correcta era en que dirección debían seguir el río, tanto el Digimon como el humano entendían perfectamente esto, por lo que tras decidir cual sería la mejor opción comenzaron a andar por el cauce del río hacia su izquierda, con un 90% de seguridad de que aquella era la dirección correcta. Para su bien resultaba ser así, aunque no lo sabrían hasta que vieran la computadora, lo mas importante para ambos era que por el momento se habían librado de los problemas.

Cuando me dirigí a la chica y le hice unas peguntitas, solo me pude percatar que una brisa demasiado rápida pasó cerca de donde Veemon, Natasha y yo estábamos. Cuando menos me lo esperaba, volteé la mirada hacia en frente y ya no puse sentir la presencia de aquella chica, al igual que se dejaron de oír sonidos extraños al rededor.
-¿Qué sucedió aquí?, rayos todo pasa tan rápido que no me doy cuenta de nada-. Me aquejé -Debemos de salir de aquí Veemon, gracias a tanta oscuridad no se que pasa-. Dije a Veemon.
-Sí, digievolicioname a Veedramon y con la carta de ''Aero Alas'' te llevo volando de aquí-. Recomendó Veemon.
-Buena idea Vee..-. Fui interrumpido cuando un fuerte rugido provino de un lugar cercano, al igual que se escuchaba cómo algo...o alguien corría a gran velocidad haciendo resonar fuertemente el pasto y las plantaciones cercanas.
-Sabes Veemon, creo que esa estrategia es una opción, pero no me quiero ir sin las personas (buenas) que aún están pérdidas aquí al igual que tú y yo. Así que creo que mejor usaré la carta de Hipervelocidad para ver si de suerte nos topamos con alguien-. Dije a Veemon, tomé mis cartas, las alumbré y pensaba en comenzar a buscar a las demás personas -Cambio de carta: Conexión S de Superdigievolución-. Veedramon preparado, esperó a que pasará otra carta -Dansher, con la velocidad será más fácil buscar a los demás-. Comentó Veedramon. -Lo sé, espera que no veo casi nada, deja saco la carta de Hipervelocidad-. Dije en tono divertido a Veedramon para que no perdiera la paciencia -Listo. Cambio de carta: Hipervelocidad-. Pasé la carta, me subí a la cabeza de Veedramon y éste comenzó a correr.
-Cuando logremos oír algo, no dudes en lanzar un ''Cortador Shoot'' o dirigirte a esa dirección para ver lo que ocultan esos árboles-. A lo que Veedramon respondió moviendo la cabeza de arriba hacia abajo indicando que ''sí''.

OFF:

El pequeño zorrito continuó corriendo tras naty, era rápido, más que ella, no perdía su rastro encontrandose siempre a pocos centimetros de su presa.

Por otro lado yo estaba a unos pasos de el último chico que quedaba, esta vez podía verlo, la luna había salido... no, siempre estuvo ahí, probablemente una negra nube la tapaba, pero ahora iluminaba parte de la oscuridad.
El joven frente a mi hacía extraños movimientos los cuales no interrumpí, me intrigaban, y terminó por volar en su digimon acompañante.
- ... -
suspiré algo molesto y solo me dediqué a caminar sin mucho ánimo, esactamente por el recorrido que había hecho mi zorrito anteriormente.

Puede que Natasha no tuviera una gran inteligencia, y a veces podía no entender las cosas. Pero algo sí que tenía claro, si perseguía a alguien en un bosque a oscuras, nunca haría ruido, puesto que esa era su ventaja a la hora de atrapar a la persona delante suya. Aunque se lo agradecía a la persona que la perseguía.

Cerró los ojos, para no deslumbrarse a sí misma con la luz que emitiría al evolucionar. Cosa que si veía la otra persona quedaría cegada suficiente tiempo como para que ella se alejara todavía más de la zona. O si estaba lo suficientemente lejos, al menos para que viera una zona frente a él o ella iluminada y cuando desapareciera la luz todo estuviera mas oscuro que antes.
En su mano derecha apareció una banda de datos, que pasó por el lector del dispositivo que llevaba en la mano izquierda. Inmediatamente fue rodeada por código digital. Cuando desapareció había una mujer de cabello negro, ojos plateados, vestida con ropas negras con detalles en blanco. Llevaba dos katanas.

La guerrera digital sonrió porque en ese momento la Luna se abrió paso iluminando levemente el bosque, lo suficiente para que hubiera algún destello plateado de referencia. Puesto que las hojas de los árboles disminuían también el brillo.

- Zavesa Tʹmy (Завеса Тьмы )

La digimon se desplazó diez metro hacia delante. Donde comenzó a correr, teniendo cuidado de evitar chocar contra los troncos de los árboles. Siguiendo un leve rumor, demasiado apagado, pero presente en el aire. Debía haber un río cerca de la zona.

Y así era, en cuanto llegó a él, pudo ver con claridad la zona, puesto que allí los árboles sólo emitían sombras, pero no reducían la luz.
Saltó al río con cuidado, no de cabeza, por si no había profundidad. Por suerte para ella sí que la había y se sumergió en el agua, nadando a favor de la suave corriente del río. La cosa ahora era seguir huyendo, pero varios metros a la derecha o a la izquierda para que fuera más difícil de seguir. Ahora que estaba en el agua, su olor había desaparecido. Puesto que bajo el agua no había aire que pudiera llevar las moléculas que producían el olor. Hasta que no saliera a tomar aire no podría volver a ser olida, y aún así su olor sería muy tenue por estar mojada.

Si hubiera estado planeando la dirección que había tomado, sabría que estaba tomando la dirección por donde se había separado del chico misterioso. Y por tanto que debería estar acercándose a él.

Cuando creyó que había recorrido suficiente distancia salió del agua. Al salir, pudo observar una pantalla de ordenador. ¿Qué narices hacía ese objeto ahí tirado?

Off:
Завеса Тьмы (Zavesa Tʹmy /velo de oscuridad): El traje negro se convierte en sombras que la rodean y hacen desaparecer a Selenemon. Reaparece en otra sombra a 10 metro de su anterior posición.

Continuaron caminando por el cauce del río durante varios minutos, siempre atentos a todo lo que les rodeaba, pues cualquiera de los híbridos podía salir de entre los árboles... En medio del camino L se decidió a hacer una pequeña parada para acercarse al agua y beber de la misma, echándose parte de lo recogido de sus manos sobre la cabeza.

- Aléjate del agua ¿Y si te da por quedarte otra vez ido? Nos atraparán.

Hablaba en susurro, siempre hablaban en susurro cuando estaban bajo algún peligro. El humano sonrió de manera irónica... Hasta el momento la única visión que le había puesto en riesgo había sido la que le había atacado en la laguna ojo de dragón, y solo por la profundidad de la propia laguna, si bien estaba de acuerdo con Were en que aquellas extrañas visiones siempre le venían cuando estaba sumergido en el agua, si bien tenían que ver también con la música...

- Hecho de menos la música...

- ¿Música? He oído hablar de ella, pero nunca la he visto.

De nuevo aquella misma sonrisa, que mostró mientras se levantaba y daba un toque en la frente de su compañero digimon, al cual no pareció molestarle aquel gesto - La música no se ve, se escucha y se siente. Claro que no espero que compartas mi pasión, después de todo es lo único que no he... olvidado -Le hizo un gesto con la cabeza y juntos comenzaron a correr de nuevo, siguiendo el cauce del río corriente abajo. Varios minutos mas tarde llegaron a la zona en la que habían visto el ordenador, y como la vez anterior fue Were el primero en verlo - Hemos llegado.

Se acercaron con la misma velocidad al ordenador, parando solamente al ver como una figura humanoide surgía del agua y se quedaba mirando a la pantalla de ordenador. En ese momento pararon de correr ¿Por que siempre se les tenía que torcer algo en sus planes? No tenían demasiado tiempo, si aquel ser se decidía por destruir la pantalla se habrían quedado sin vía de escape, así que L hizo una rápida señal y terminaron de recorrer el tramo que quedaba entre el ordenador y ellos, quedándose Were entre el chico y la figura misteriosa, mientras L apuntaba a la pantalla con su dispositivo, la cual se encendió en ese mismo instante, mientras la puerta al mundo humano comenzaba a abrirse.

- L... Este digimon huele como la humana que nos seguía - A pesar de estar mojada y dada la escasa distancia que separaba al digimon lobo y a la joven pudo notar este detalle, aunque hubiera tardado escasos segundos en sentirlo. Eso les dejaba fuera de peligro con ella, pero solo significaba que los demás podrían estar cerca. L sonrió ante aquella opción, habían pocas cosas que privaran a su mente de sus pensamientos, mas aquella situación fue una de estas, quizás por la presencia del río, quizás por la cercana charla con Were sobre aquellas visiones, o sencillamente por que sentía que tenía una deuda que saldar al haberla usado como escudo.

- Dame la mano - Mientras decía aquello alargó la mano, el portal al mundo humano estaba terminando de abrirse, y aquellas palabras hicieron que Were desviara la atención hacia su compañero, un tanto sorprendido - Vendrán en cualquier momento, y yo puedo llevarte al mundo humano... Solo si me das la mano. No te obligaré, pero el tiempo se acaba - L extendió aún mas su brazo mientras Were se colocaba al lado, sujetándole de la pierna, y entonces el portal se iluminó de color verde, y su digivice comenzó a resplandecer con fuerza, al igual que la pantalla, aún no habían sido localizados por nadie mas, y a aquellas alturas nadie podría impedirle marcharse al mundo humano - Confía en tu instinto.

Aquellas fueron las últimas palabras emitidas por el joven... Tres segundos después su figura se alargó hacia la pantalla, donde fue absorbido en menos de dos segundos junto a Were... Y a la humana si es que esta decidía confiar en el, de lo contrario permanecería en el mundo digimon, Knight no mentía, no pensaba obligarla.


OFF: Salgo del tema.

Veedramon corrió algunos minutos con migo en su cabeza, pero no habíamos logrado ver algo.
-Creo que se esconden del sujeto de pelo rubio-. Dije a Veedramon.
-Supongo que sí Dansher, con eso de que los tales ''BioHybridos'' son peligrosos, quizás todos estén ocultos, no sabemos cuantos de esos tipos de digimon..o personas hayan aquí-. Respondió Veedramon.
Al poco tiempo que Veedramon y yo seguíamos buscando, en un lugar cerca de nuestra posición se vio un gran resplandor, no estábamos bastante cerca, pero el resplandor si llegó a lastimar un poco la vista de Veedramon y la mía, por eso me cubrí un poco con mi antebrazo y Veedramon cerró un poco los ojos. No tardamos en recuperar la visión.
-Veedramon, vamos hacia allá, para ver que es lo que a sucedido-. Indiqué a Veedramon.
-Voy allá Dansher-. Dijo Veedramon corriendo hacia esa dirección -Que raro, no hay nadie....pero....un río-. Veedramon comenzó a dirigirse a la dirección en que lograba olfatear el río.
Al llegar a ese lugar, Veedramon y yo observamos dos digimon demonio (Aeirmon y Beelzemon), un sujeto y un digimon tipo lobo que eran absorbidos por una televisión (L y Were) y otro digimon que asomaba su cabeza por el río (Natasha).
-Aquí hay otras personas, ¿dónde estarán la chica de pelo rubio y el tal Biohybrido?-. Le pregunté a Veedramon en voz baja.
-No lo sé Dansher, pero no tengo buena espina de esos digimon demonios-. Comentó Veedramon en voz baja mientras observábamos que sucedería o que tan fiables eran esos 3 digimon.

El zorrito continuaba a paso veloz, prácticamente bajo las faldas de naty, era bastante veloz para su pequeña formita.
Notó que eran seguidos, el escándalo de los digimons que habían fijado su vista en la misma presa no era difícil de percibir.
El zorrito continúo corriendo sin perder de vista a naty, siempre en las sombras para no ser visto por aquellos que los seguían, y así pudo notar el brillante disco de datos en las manos de Naty.
- "digiespirit" -
pensó el zorrito al haberse encontrado anteriormente con esa clase de evolución, a lo cual cerró los ojos y giró deteniendose momentaneamente.
Al haber terminado dicho peligro ocular continúo su persecución, solo alcanzó a ver el vestido negro de la chica por un segundo, y al siguiente ya no estaba, qué había sucedido?, el zorrito no lo sabía, pero el aroma de la chica seguía delante, asi que acelerando sus patitas intentó alcanzarla, por desgracia la chica saltó dentro de un río, lugar donde el zorrito no la pudo seguir.
Chibikyubimon (el zorrito) caminó oculto por la costa evitando ser encontrado por los cazadores que iban no lejos de él, pero no encontraba ni el rastro de naty, ni otro indicio para dar con ella.
Sin embargo al rato de busqueda una luz en medio de esa oscuridad llamo su atención, en la misma orilla del río algo brillaba de manera permanente y sombras se reunían a su alrededor.
- ... -
Con el pensamiento de que aquellas sombras pudieran ser aquellas que buscaba se acercó, habían 3 sombras, 2 de ellas con aroma conocido y la última bastante tenue, solo alcanzó a ver como 2 de dichas sombras desaparecían a travez del lumínico portal mientras salía de su escondite acercandose a la última, cuyo aroma oculto por el agua le causaba curiosidad.
- Kyu? -
Alcanzó a emitir tiernamente el zorrito dejandose ver, sin reconocer a la última sombra que a la luz no parecía ser la presa.

Yo seguía a todos muy por detrás, algo aburrido, pero con mi vista en el camino, detrás tambien de los cazadores quer querían arrebatar mi presa, así fue como me encontré de lleno nuevamente con el chico pelinegro y su veedramon en el camino.
- nos encontramos nuevamente -
saludé amigablemente alzando una mano.

Selenemon se tensó al oír los ruidos de alguien corriendo. Llevó una de sus manos a la funda de la katana. Pero no desenfundó. Sólo era un humano con su compañero digimon, este colocado delante de ella, protegiendo al humano. Quitó la mano del arma, por la actitud de ambos debían estar huyendo de los dos locos, y por la forma del digimon supo que no era Dansher. Así que tenía que ser aquél del que se había alejado antes.

El rostro generalmente impasible de la guerrera digital cambió a una leve expresión de desconcierto. A pesar de que anteriormente creyó haber notado algo maligno en el joven ahora no era capaz de percibirlo, además de que la había ofrecido salir de allí. Puesto que era de ese grupo de tamers que podía abrir portales entre el mundo humano y digital.
Se sintió culpable por el hecho de haber desconfiado antes, los instintos era poco precisos a veces.

Dio un paso acercándose a la pantalla, pero una voz la retuvo. Alguien gritando: ¡Maldita criaja!. Sólo giró el rostro para ver quién la perseguía. Vaya, al parecer su relación con la pelirroja era siempre la de huir de ella. "Lástima" que esta vez no tuviera a nadie con la que chantajearla para quedarse.

Otro sonido, más mono y adorable se oyó, pero no tenía tiempo de mirar qué era. Lo mejor era salir de allí cuanto antes y dejar a la pelirroja sin presa.

Una enorme sonrisa traviesa asomó entre sus labios, antes de saltar hacia el portal. Huyendo de esa zona, donde había dos locos. Nada más pasar, el portal se cerró...

Off: Salgo del tema~ :3

A una corta distancia, escuché que la digimon demonio había gritado a la digimon que se escondía en el río que poco después desapareció tras haber cruzado una televisión - ¿Qué rayos son esos ordenadores?, pueden llevarse a la gente-. Me preguntaba con mucha curiosidad.
La digimon demonio se enfadó cuando la digimon del río escapó al mundo humano y lanzó una fuerte ráfaga a todos los árboles que había a su alrededor, Veedramon sintió que su ataque era muy fuerte y me protegió de esas fuerte ráfagas con sus brazos.
-¿Estás bien Dansher?-. Me preguntó Veedramon -Sí, estoy bien, gracias Veedramon, ¿y tú?-. Le pregunté, ya que no sabía que tan fuerte había sido la ráfaga de aire -Pues, a mi no me hizo mucho daño, nada serio Dansh, tan solo unos pequeños rasguños-. Dijo Veedramon tranquilo.
Poco después de que Veedramon me protegiera, el chico ''Biohybrido'' de pelo rubio se acercó y me saludó, me puse un poco nervioso por lo que había escuchado de los ''Biohybridos'', pero como él me saludó, pues yo le respondí igual.
-Hola, y sí, nos volvemos a encontrar...-. Dije amablemente, aunque después de mi oración hice una pausa profunda.
-Dime...¿qué es un Biohybrido?, Dansh y yo tenemos curiosidad por saber eso desde un rato-. Preguntó Veedramon al que le denominaban eso mismo, ''BioHybrido''.
Cuando Veedramon le preguntó al de pelo rubio, los dos digimon demonios se acercaron hacia donde estábamos, por lo visto ella conocía con anterioridad a ese mismo chico de pelo rubio, después sentí su mirada hacia mi.
-Hola-. Dije algo seco pero con una sonrisa a la digimon demonio y su compañero.

El pobre zorrito no había alcanzado su objetivo, luego de oler el suelo, donde la extraña y humeda digimon se encontraba antes de teleportarse, supo que era ella, Naty, había huido.
Chibikyubimon se preparaba a volver sobre sus pasos cuando un rugido seguido por fuertes vientos lo hicieron volar por la lejanía.
- kyyyuuuuuuuu...uuu..uu -
se escuchaba mientras desaparecía a lo lejos.

Mientras tanto yo, miraba al moreno delante mío, había perdido mis ansias de caza pero aún no decidía que hacer con él.
- tampoco estoy seguro de qué es un bio... -
respondí descpreocupadamente levantando mi surda y acariciando los aretes que brillaban con fuerza a la luz de la luna.
En eso llegaron los cazadores, mi competencia, y reconocí a la hembra que había visto anteriormente, pero evolucionada
- zayyn... -
sonreí deleitandome con su aroma
- lo sé... la vi largarse -
comentaba mientras tomaba asiento sobre una piedra bastante grande, a unos pasos de dansh.

Al que le denominaban ''Biohybrido'', no sabía que era eso, ya que no me pudo contestar.
-Bueno, está bien, era una duda que tenía, de todas formas gracias-. Le dije al chico rubio.
En eso, la digimon demonio se acercó más a mi, y puso su cola en mi garganta, me quedé inmóvil, me sentía asustado, ¿qué haría?, ¿me mataría?, ¿qué posibilidades teníamos Veedramon y yo de vencer a dos digimons de nivel mega?, me sentía totalmente indefenso, además, no tenía posibilidades de escapar, mi dispositivo no estaba diseñado para abrir puertas al mundo humano.
Aunque, después escuché que si sabía donde habían ido los demás, o sí me hacia la víctima...
-No, yo no sé a donde fueron los demás, mi dispositivo no sirve para viajar en esos ordenadores-. Dije muy tenso, aquellos que estaban allí no les conocía, y ninguno me daba buena espina.
La digimon demonio retiró su cola de mi garganta, en eso deje escapar un leve suspiro, aunque seguía un poco nervioso por que no alejaba su cola puntiaguda de mi.
-Demonios, dejen en paz a Dansher , ¿qué les hicimos para qué nos traten así?-. Dijo Veedramon seguro aunque también un poco nervioso ya que trataba de protegerme, pero no sabía la reacción que tendrían los digimon demonio.

Aún sentado sobre la piedra antes mencionada entrelacé los dedos de ambas manos delante de mí y apoyé mis codos sobre mis rodillas, luego de esto apoyé mi boca sobre la unión de mis manos, quedando en una extraña posición que no solía tomar, pensando mientras miraba a los 4 seres que se reunían delante mío.
La luz de la luna caía plenamente sobre mí, iluminando con fuerza mis dorados cabellos los cuales parecían tener luz propia en la oscuridad del bosque asi como la roja sudadera color sangre que caía por mi espalda, la mescla de ambos colores me proporsionaba una apariencia lugubre y peligrosa.
- Tranquilo dragón -
Dije con una voz tranquila pero oscura, respondiendo a la pregunta de veedramon
- nada le pasará a... Dansher dijiste? -
Repetí el nombre mencionado por el digimon, aunque me daba lo mismo, para mí no era más que otro humano, y tampoco sabía lo que planeaba zayyn contra él, pero de momento necesitaba al "elegido"
- no hagan nada precipitado y todo estará bien -
Sonreí bajo mis manos sin cambiar mi posición, no fue una sonrisa para nada amable.
- Zayyn -
Me dirijí a ella con una mirada penetrante
- quién te acompaña? -
Pregunté haciendo referencia al negro digimon que junto a ella caminaba y aún en mi misma posición.

Veedramon había tratado de defenderme de la digimon demonio, que por lo que dijo el chico rubio, se llamaba Zayyn, alzándole un poco la voz, pero el chico de pelo rubio le pidió que se tranquilizara.
-...Esta bien...-. Dijo Veedramon un poco incómodo.
Cuando ''Zayyn'' alejó su cola de mi, pude tranquilizarme un poco y ya no me sentía tan nervioso, pero ahora tenía en consideración la idea de escapar mientras ellos platicaban, ya que se veían muy entretenidos en su charla. Aunque visualizaba los pros y contras de escapar, por que era muy probable que me capturaran, pues ellos se veían muy fuertes y rápidos, sinceramente les temía, sobre todo a ''Zayyn''.
Pues, cuando ellos se concentraron en su charla, me dirigí rápidamente al ordenador intentando que éste se activara como los demás lo habían hecho, sin embargo no logré conseguir nada.
-Demonios, mi dispositivo, como deduje al principio no funciona en estos ordenadores-. Dije a Veedramon.
-Dansher, ¿qué debemos hacer?-. Me preguntó Veedramon un poco inquieto.
-Sinceramente no sé, si intentamos escapar, o alejarnos de aquí, ellos nos atraparán-. Comenté un poco decepcionado y me dirigí hacia donde el chico de pelo rubio y los digimon demonio estaban.
-Oigan, ¿alguno de ustedes sabe dónde queda la salida del bosque?-. Les pregunté a los presentes mientras ponía mi mano en mi cabeza.

- hace un tiempo parecía no importarte mi nombre -
Respondí a la digimon de ojos plateado
- por qué ahora si te importaría? -
dije con una pequeña sonrisa cambiando mi posición, ahora me apoyaba sobre la piedra con ambas manos mirando a zayyn, sin perder de vista a Dansher, el moreno murmuraba algo a su digimon, eran bastante obvios, y se acercaba a... el ordenador¿?, al parecer nos movimos bastante estaba seguro que había gran distancia con el ordenador y el río, pero quizás fue una confusion por la oscuridad.
En todo caso Chibikyubi (el zorrito) aparecía entre los arbustos detrás de beelzemon, venía algo magullado, y con su pelito levantado debido a los vientos soltados por zayyn hace buen rato, parecia un pequeño y sucio peluche.
- kyu... -
Gimio el pequeñito intentando llamar la atención, pero lo ignoré descaradamente.
- no tengo idea huma... Dansher... pero... -
Sonreí luego de olvidar el nombre del humano por un momento, me di cuenta como intentó usar su digivice en el ordenador, quería que lo hiciera, ese era el plan, que lo activase, pero al parecer fue un intento fallido, ya no me servía.
- creo que zayyn nos puede explicar a ambos qué es un biohybrido, si quieres oírlo claro -
volvía a repetir el nombre de la chica para molestarla, para demostrar que yo tenía algo que ella no, y a la vez era una clara petición para que nos diera una definición, sin importarme si quería o no darla.

Cuando regresé, y pregunté sobre la salida del bosque, ninguno de los presentes pudo contestarme. Aunque sí pudieron responderme un pregunta que había hecho con anterioridad, la que tenía que ver con los Biohybridos, la cual nos explicó Zayyn, aunque entre orgullosa y presumida, al igual que se sentía mucho.
-Bueno, gracias por contestar a mi duda..Zayyn- Dije a la digimon con tono un amable, aunque con cara de seriedad.
En eso me preguntaba ¿cómo saldría de aquí?, las instancias a las que había recurrido no me dieron ningún resultado, pero ya que se notaba un poco menos denso en donde estaba, y como no me dijeron nada al intentar usar mi dispositivo en el ordenador para escapar, supuse que les daba igual sí intentaba escapar o no.
-Gracias por su compañía, pero no pienso quedarme mucho más tiempo en éste bosque, así que buscaré una salida. Espero verlos después- Advertí a todos mientras me subía en Veedramon y pegué una sonrisa seca.
-Sí, hasta pronto...- Dijo Veedramon de una forma no muy convencida de querer que nos volviéramos a ver.
-Cambio de Carta: Hipervelocidad- Pase mi carta y Veedramon corrió en línea recta para no andar en círculos, si no que en una sola dirección para no perdernos.

OFF:

Sonreí divertido ante el comentario del chica, justo?, nada en este mundo era justo, nada nunca fue justo ni para mí, ni para los pocos que me rodeaban, el mundo era un lugar injusto, siempre lo había sido y siempre lo sería.
La respuesta de zayyn al tema biohibrido me intrigó... yo siempre pensé que era único en mi clase, diferente al resto, nunca me consideré mejor, sino... algo indeseable, incompleto, una abominación... algo sin nombre.. una... cosa... sin embargo habían más como yo, y todos parecían compartir la carácteristica de conciderarse a si mismos algo mejor que humanos o digimons.
- vaya... -
respondí atontado luego de la explicacion de la peliroja digimon sin importarme que el humano se despidiese y retirase, a mi ya no me servía, solo me interesaba su digivice, y al estar seguro que zayyn al igual que yo no tenía digivice no le iba a preguntar si podíamos ir tras la femina humana que había escapado, en vez de eso, ahora tenía mis ojos puestos en la digimon, el objeto de mi interes no tenía porque ser una humana... cualquier hembra podía satisfacer mis necesidades.
- por qué seguias a mis presas? -
pregunté a la peliroja mientras chibikyubi se acercaba cojeando hasta mis piernas pidiendo ayuda, sin darle importancia a dansher.

Cuando Veedramon y yo nos alejábamos más y más de aquel Biohybrido y de los dos digimon demonio, me percate que éstos no nos seguían ni a Veedramon ni a mi.
-Bueno, al menos ahora sí podemos dar un pequeño respiro- Dije un poco aliviado -Cierto Dansher, por fin nos alejamos de esos extraños seres, espero no que no nos volvamos a topar con ellos en un futuro- Comentó Veedramon de forma seria -Sí, eso yo también espero, no creo que sean seres de fiar, sobre todo...esa demonio llamada Zayyn- Pensé, y a lo lejos Veedramon y yo logramos observar la luz.
-Por fin, saldremos de este bosque. Fue raro, ya que casi no me entereba de nada por su oscuridad- En eso Veedramon y yo salimos de aquel bosque sin mirar atrás, viendo la hermosa luz de sol que se veía en esa parte fuera del bosque y aquellos prados verdosos.

OFF: