Buscando nuevos continentes.

Kariomon simplemente les siguió en silencio. Observándoles coger la comida, en silencio, y sin tocar nada. Aún se encontraba empachada con los datos de Rosemon.

Se sentó en una silla que era más grande que ella, en la que sentada, no le permitía doblar las rodillas, debido a su pequeño tamaño. Se les quedó mirando esperando o a que empezaran algo, o a que Shirka bajara de la habitación.

Kario observó a los dos comer. Mientras que analizaba el aura de los dos delante de ellos. La de la chica era orgullosa, altiva, sin embargo no era fría ni indiferente, se dejaba influenciar por lo que dijeran las personas cercanas a ella, probablemente por miedo a perderlas. También había mucho dolor y resentimiento en ese aura. No le gustaba mirarla, además de que emitía pequeñas vibraciones de disgusto hacia Kario.

Por otro lado la del digimon a su lado era más alegre, despreocupada y amante de la diversión. Aunque vigilaba a la pelirroja, hacia la cual sentía un gran afecto.

- No lo sé, pero imagino que poco. Mi tamer quiere que nos vayamos cuanto antes... Aunque debo decir que debería irme, a ella parece incordiarle mi presencia.

Señaló Zayyn con una de sus patitas.

Kariomon sonrió alagada con eso de intuitiva. Aunque en realidad, si había que ser sincero era más bien que era capaz de ver más de lo que los demás veían.

- Gracias, imagino. Pero no es solo intuición, es que sé cómo es la gente al mirarla- respondió, aunque sin explicar del todo por qué conocía más cosas de los demás, a fin de cuentas, Shirka no dejaba que se supiera.- En cuanto a lo irnos, es porque queremos irnos a otros continentes y seguir viajando. Además que a mi tamer no le gusta ir llamando mucho la atención. Si ayudo en el caso de los secuestradores fue más bien porque queríamos viajar en tren. Pero estos no podían salir hasta que el asunto fuese aclarado. Ella no quiere estar más aquí, porque no estaba en sus planes quedarse.

Respondió la lobita, moviendo las piernas como podía sobre la silla. Dandole un toque más adorable.

:3

Finalmente conseguí coger uno de los ascensores. Al ser hora punta para ir a comer, estos no dejaban de subir y bajar continuamente, pero al estar en el último piso, generalmente se detenía en los otros antes, así que cuando llegaba estaba lleno de personas.

Por lo que tuve que esperar bastante. Miré a mi alrededor, hasta que ví a Kariomon hablando con la pelirroja y su digimon. Ella me observó y sonrió. Se despidió, o eso creo de esos dos, y se acercó corriendo hacia mí.

- Ya está. El digimon era muy majo, la humana mejor no acercarse demasiado, puede ser inestable.- respondió con su tono amable y adorable.
- Pues vamonos

A pesar de que parecí ignorar la información de los dos digimons, la almacené por si alguna vez volvíamos a vernos.

Salimos del hotel y nos dirigimos hacia la estación de trailmons para comprar pasajes. Al acercarnos a la taquilla, HiAndromon estaba en ella, con una especie de sonrisa en su rostro metálico.
- ¿Os vais ya?
- Sí, queremos continuar con el viaje.
- Entonces, dejad que os ayude con los billetes. Aún tengo almacenada la información de cual es vuestro destino... Además es gratis, como muestra de agradecimiento.
- Gracias.

Nos tendió las entradas, y nos dirigimos al andén. Al mirar el número del vagón este era de primera clase. No pude evitar una sonrisa de felicidad. Todo esto había empezado para poder salir de la ciudad, y al final tras ayudarles, me había llevado muchas recompensas. Quizás debería empezar a ayudar más a los demás.