De regreso en lo desconocido

En un desierto congelado, solo hielo al rededor, para ser exactos, montañas de hielo, nieve e icebergs tan blancos y transparentes la mayoría como si fuera la total purificación. Ese lugar era totalmente frío, muy rara vez se podía ver la luz del sol alumbrar al basto imperio desolado que el hielo y nieve abarcaban, de echo ya era algo que jamás se veía desde que un mundo nuevo inicio por así decirlo, desde esa época hasta la actual solo se lograba divisar nubes y mas nubes en el cielo en toda esa gran región a la redonda sin haber espacio para una luz aunque fuese efímera.

En uno de los montículos de hielos yacía congelado dentro del transparente y grueso pedestal un digimon, no se podía saber desde cuanto tiempo a podido estar allí, solo que este o estaba muerto por congelación o ya estaba en ese estado desde los inicios de esas tierras, nada era seguro, solo que los digimons de hielo que pasaban por esos lugares velaban y custodiaban ese lugar como si fuera de recuerdo para el digimon que pereció sin dolor pero no a podido reencarnar.

Pasando unas cuantas semanas unos sismos azotaban al lugar partiéndose rocas de hielo, icebergs y también partes que estaban unidas a la tierra en si saliendo grandes marejadas y tormentas de nieve. En esos momentos el pilar icónico para la muerte del digimon congelado que estaba en el lugar predeterminado termino partiéndose, haciéndose trizas saliendo datos por doquier. Los de las cercanías solo veían datos esparcirse hasta por el cielo y al contrario que se fueran, se acumulaban en un punto en específico sonando al momento una estruendosa corriente de aire deteniéndose luego.
En el lugar del monumento ya no estaba el gran digimon congelado, a su vez solo estaba solo estampado en el hielo inconsciente un pequeño digimon que en la cintura llevaba una espada de bambú cubierto todo el cuerpo de este con una especie de abrigo negro mas largo que este, capaz de cubrirle por completo.

El clima era espantoso. Un viajero se arropaba con fuerza de su capa, el frio era notorio y cada bocanada de oxigeno quemaba la nariz

-me muero de frio!!!- grito el viajero, fastidiado por su pesada senda saco su leader –reload Sangloupmon!-

Un luz violácea salió del leader dejando en su lugar un digimon canino de alas de murciélago, y garras metálicas, su tamaño era muy grande, incluso sobre pasaba a su especie, compartiendo el tamaño de los garurumon  

-déjame montar en tu lomo- pide con ligero toque de exigencia algo normal en alguien caprichoso como el hunter, sangloupmon se agazapa en la nieve permitiéndole al humano montar sobre su lomo-no entiendo para que cruzamos esta tierras ¿de quien fue la brillante idea?-

-tras lo ocurrido en la isla de los dioses, dijiste que querías encontrarte con el señor Janaan y no lo querías esperar en el castillo-comenta el Sangloupmon

-a la otra que diga eso, golpéame-

Sangloupmon rio entre dientes-no ahí problema-

Un temblor alerto a los viajeros, sangloupmon prácticamente se anclo a la nieve mientras esperaban que el sismo pasara  

-que fue eso?- pregunto Magnus

-un temblor?-

-no eso no fue un temblor normal, parecía emanar de algún punto- medito el hunter, bajando la vista, saco su leader y activando el localizador digimon indico a Sangloupmon el camino

Sangloupmon corrió hacia la dirección, mientras el hunter de la oscuridad se preguntaba que podía ser el causante de este sismo, muchas ideas cruzaban en su mente, un volcamon, un digmon que  cabo en un lugar equivocado y quizá alguna batalla entre megas, las teorías volaban hasta llegar a su destino ¿un glacial?

-pero que…- un fuerte  sismo interumpio el comentario del hunter, sangloupmon no tubo de otra que estirar sus alas y alzar el vuelo  a tiempo para evitar que el estallido del bloque de hielo dañase al humano, vieron lo datos volando pero, curiosamente en lugar de dirigirse a la ciudad de  origen se recopilaron no muy lejos de bloque adoptando la apariencia de un pequeño digimon

Sangloupmon y Magnus se miraron antes de descender y auxiliar al pequeño, Magnus bajo del lomo cuando sangloupmon miro hacia una dirección y se rio entre dientes

-creo que es el par que con mas frecuencia te encuentras Magnus-

-dime que no son...- dijo magnus ocultando su rostro tras el pelaje del lobo

-no son- comento irónico

-ja ja- gruño y se acerco a kotemon quitando le su capa para cubrir, sintió un duro escalofríos pero no le tomo importancia

....; emitía un ruido de respiración notándose como de fuera de la mascara de este pequeño digimon salía vapor de respiración, debiendo ser por el frío que congelaba más y por el echo de al fin estar libre. Pese a no estar consciente luego de tantos años y darse por muerto aparentemente, se mantenía con la mano firme a su arma compañera como siendo manejado por su fuerza de voluntad e inconsciente que se mantenía luchando.

Los sismos se estaban deteniendo pero no por mucho, solo era el inicio de algo peor y ese lugar sería algo así como el ojo de la tormenta.
Se escuchaban pisadas y aromas un tanto hostiles aunque eso no importaba ya que dentro de ese Kotemon, todo permanecía en completa oscuridad como sumido en un letargo, en una hibernación producida a la congelación, volviendo apenas a escuchar, oler y respirar, poder respirar ese gélido aire que hacía estremecerse por dentro sin mover nada del cuerpo físicamente al sentir al fin el calor de alguien que quizás me haya encontrado. Luego de eso los sentidos se perdían y volvía al estado de inconsciencia escuchando en el suelo, piso o hielo, un retumbo que se acercaba cada vez mas fuerte sin tener fuerzas para avisar.

off:

Manigoldo parpadeo confundido al ver como kotemon fue literalmente arrancado de sus temblorosas manos, trataba de no temblar pero, ¡con mil demios que hacia frió! y con su ropa algo húmeda de transpiración no era mejor

Sangloupmon gruño por la acción tan violenta del otro niño elegido, mostrando sus fauces y preparando sus garras

-Ancora (quieto)- ordeno firme, también estaba molesto por las acciones del otro pero, debia buscar un refugio, ya el kotemon era por fuerza problema del otro, se enderezo -Noi (vamos)- ordeno y Sangloupmon acato a regañadientes comenzando a caminar, Manigoldo tardo un poco en seguir a su camarada mirando molesto a sasuke pero, no estaba enojado con el, sus músculos estaban a tensos por el frio

-ora è il tuo problema (ahora es tu problema)- dijo finalmente dándose media vuelta con la intención de irse, aun si esto le generase un desgarre muscular, realmente tendría que entrenar su resistencia con el frio

De la nada se sentía un poco mas agradable solo un poco como si tuviera algo extra encima siendo arrastrado físicamente hacia otro lado junto a un ser que de un grito me despertó. Su grito aún era algo confuso oyendo solo un ''mon'' cuando terminaba la frase o palabra, cada segundo despertaba mas pero solo podía ver como alguien al despertar por las mañanas sin emitir ruido ni poder moverse y en mi caso menos ya que estaba congelado de las articulaciones y era suerte que siguiera con vida.

Luego veía a un digimon grande y a una persona, un humano que hablaba con un dialecto extraño que no podía entender, claramente no era el idioma al que llamaban japonés, tampoco español ni inglés por lo que solo entendía palabras sin sentido.
Al instante movía un poco la cabeza observando que tenía un tipo de abrigo encima como si fuera una túnica o capa sin saber bien ya que lograba entender un extremo que cubría parte de la cabeza comprendiendo quizás que el humano que se le veía con algo de frío pudo atenderme en esta ocasión. Al instante cerré los ojos entendiendo solo un poco en donde estaba... un lugar congelado.

Quienes... son...; era lo único que podía decir para articular algo las palabras y que fuera entendíble sin saber el porque me costaba tanto mover la boca.