¿Esto... Es un ShadowKnight?

Yokohama, mi ciudad natal y el comienzo de mis dolores de cabeza desde que tengo memoria o incluso desde antes, habían pasado meses desde que me acerque a algún ser viviente que no sea ese Gazimon pero ya iba siendo tiempo de que retomase el camino y vuelva a mi hogar sin embargo esta inmunda ciudad seguía siento tan insípida y aburrida como siempre, con sus personas viviendo vidas simples, callejones con peligros ocultos menos peligrosos que un Rookie y los negocios que no tenían mucho futuro que se encontraban por todos lados, sin mencionar la existencia de aquella corporación fantasma de la que había escuchado en alguno de mis viajes. Para mi suerte el clima estaba bastante bien, aunque caluroso, una gran sombra que me cubría evitaba que me diera un golpe de calor.

Esos eran los pensamientos que hubieran salido del antiguo yo pero ahora todo era diferente, mi actitud en el último año era más antisocial y mis pensamientos eran más oscuros que de costumbre, llenos de deseos asesinos y gore. Por eso me encontraba con una cara inexpresiva y casi famélica luego de días de deambular sin detenerme, mis ojos eran imposible de ver bajo mi cabello que creció durante este tiempo, moviéndome con un paso digno de un zombie  y con ayuda de mi bastón me dirigí hacia donde recordaba que estaba mi casa casi deseando que no estuviera para que me recordara que yo no existía aunque sabía que eso no era cierto.

Una gran sombra me cubría, ésta causaba fuerte sonidos aplastantes que resonaban entre los edificios de la vieja ciudad de Yokohama haciendo un terrible sonido de *crasha crasha* produciendo pequeños temblores por la fuerza y peso que se aplicaban en el suelo, esa sombra que me acompañaba no hablaba ni atacaba a los pobladores que quedaban estupefactos al verlo sino que se mantuvo siguiéndome a un paso razonable mientras dejaba cráteres en el suelo producidos por sus pies -Ohayō- mi voz casi muerta con mi paso zombificado mientras era seguido por lo que producía la sombra provocaban una imagen espeluznante.

Yokohama, una ciudad algo alejada de donde me encontraba actualmente, ¿por que estaba afuera tan temprano? pues quizás por que la compañía Riot hizo un pequeño mantenimiento inhabilitando los servidores para jugar y era molesto. Mi inmensa depresión fue transformada en frustración cuando un gran rayo de sol penetro mi vista haciendo que quedara cegado unos segundos hasta volver a ver moviendo los ojos de un lado a otro.

Después de estar caminando sin rumbo alguno, me saque mi mochila y desamarre la Longboard nueva que había comprado unos días antes para practicar, me monte perdiendo un poco el equilibrio haciendo que me inclinara unos cuantos grados hacia atrás, mas intentándolo varias veces logre estar estable y empece a rodar empujando con mi pie el piso, luego de estar en confianza sobre esa patineta saque un par de audífonos de mi bolsillo y lo coloque en mis oídos.

Tras esquivar dos o quizás tres atropellos, logre colocar la música y seguí andando por los suburbios escuchando música ignorando el resto del mundo.-Que aburrido es esto-.Mientras que mis susurro fueron interrumpidos por el colgante artefacto que traía sobre mi cuello el cual empezó a brillar pero con poca intensidad.

Un inmenso grito desgarro la calma de los ciudadanos que en realidad se encontraban calmados desde un principio pero yo no lo sabía, ese ruido provino de encima mío pues lo causaba lo que llame la sombra aunque en realidad era mi viejo compañero que se convirtió en un Death-x-Kerpymon. El antiguo ser que conocí como Lop ya no parecía estar allí, su mente había sido corrompida por la energía malvada que transmití por el D-Cyber, yo no podía crear más energía pura por alguna razón desconocida y esto también me causaba algo a mí, algo maligno que carcomía mi razón y sentido común.

Seguido del anterior mencionado alarido, edificios detrás de mi comenzaron a derrumbarse debido a que la sombra tuvo un cambio súbito de actitud y comenzó a destrozar todo a su alrededor, tal vez debido a la energía oscura que mi cuerpo comenzó a irradiar y que parecía aumentarse a medida que avanzaba hasta mi residencia, era algo que yo no estaba provocando conscientemente y ninguna idea se me venía para detenerla aunque ni siquiera lo intente pues seguí en mi trance que comenzó a parecer eterno.

Cientos de trozos de los edificios cayeron ferozmente, no tengo idea de cuantas personas fueron aplastadas o si alguna lo había sido pero de seguro algo así debe de haber dejado a alguien lisiado, ni siquiera sé si me estaba concentrando o no en lo que pasaba porque ni siquiera me inmutaba por los ruidos de los gritos y derrumbes a mi alrededor o de los aullidos desgarrantes de mi amigo, tan solo quería llegar a mi tan extrañado hogar e imaginar que nada de los pasados meses había sido realidad y que mis manos no estaban manchadas de la sangre de otros tamers y Digimon que se encontraban en aquel torneo.

A la lejanía se podia ver a un esquelto gigante el cual destruía todo a su paso o quizás su alrededor no sabria como describirlo lo que si sabia es que no debía acercarme por ningun motivos a ellos pero mis pensamientos cambiaron al momento en que un chico en bicicleta igual de distraido me arroyara y me lanzara contra el suelo a gran velocidad haciendo que tuviera raspones y me abriera un poco una herida en el brazo.-Idiota-.Dije empezando a correr para llegar a alcanzar la patineta la cual estaba a casi un metro de mi y con el propio impulso di u nsalto cayendo sobre ella desbalanceandome un poco pero retomando el control.

De lejos observaba con magnitud lo atemorizante que podria ser esa cosa de cerca, mas mi IC, el artefacto dado con mi compañero empezo a tener un patron de brillo lo cual indicaba que eso era un Digimon creo. Me fui acercando pero a unos 10 metros de distancia de esa cosa.-Espero y no me note-.Susurraba para mi mismo haciendo un salto en la patineta sobre el paso peatonal.

*Crash* grandes trozos de edificios derribados por los brazos del Death-x-Kerpymon, parecía una danza de gran destrucción sin precedentes en la ciudad o al menos hasta donde sabia -¡¡¡GRRRRRUUUUUU!!!- de repente, la táctica de destrucción cambio por completo pasando a ser de un simple monstruo gigante a lo King Kong a ser algo más similar a la guerra de los mundos, y esto era debido al gran, poderoso, aniquilador y extraño rayo que comenzó a salir del tórax de la sombra -FIIIIIII- el suelo que de por si retumbaba por el rayo destructor, comenzó a abrirse en diferentes lugares debido a los torrentes de columnas de huesos que provenían desde el interior, esto era la habilidad ‘Root Bone’ que empeoraba por las fechas de huesos que provenían de sus alas -GAAAAASSSP- otro cambio sucesivo paso, extraños trozos de masa cayeron de su cuerpo carcomer el suelo y todo lo que lo tocase pues era acido semisólido.

-Estrellitas… Guíenme a casa…- evitando con increíble suerte los escombros, Fary seguía perdido en su mundo imaginario lleno de ilusiones transitorias sin poder percatarse del peligro a su alrededor.

Los daños que estaba causando el gran Digimon fue tal que parecía empezar a expandirse debido a que nadie parecía enfrentarse a él, llegando a alcanzar un rango de más de diez manzanas a la redonda debido a que los huesos parecían crecer casi sin límite y que las flechas llegaban a lugares lejanos por culpa de la altura monstruosa que poseía el Digimon.