Se acabó la suerte [Irlanda(Dublin)]

Después de haberme vuelto a encontrar con mi contacto, decidí pasarme un momento por Dublin, pensando en como podría ganarme más la confianza de "nuestro" equipo, ya que debía hacerles creer que era su aliado. Para ello es que me había venido a la capital de un país. En especial ésta, ya que Irlanda representaba la suerte y, al destruir su ciudad más importante y capital, demostraría que dicha fortuna ya no existía, que era solo una mera superstición.

Aún no tenía completamente planeado lo que iría a hacer para acabar con una metrópolis como ésta, pero que algo se me ocurriría. Estaba en esto con mis camaradas, cuando la noche llegó y azotó con un fuerte viento. A mi derecha se encontraba Ysera, quien se recostada sobre mí para ver el mapa. De mi lado izquierdo, apartado y sosteniendo su espada sentado, estaba Fistus. Él había nacido hace poco, pero ya había adquirido algo de fuerza, al menos la suficiente para sobrevivir la encrucijada que se vendría.

Miré desde mi posición la alegre ciudad de Dublin. Nunca había estado allí, a pesar de ser la ciudad natal de mi madre, pero eso se debía seguramente porque no la había conocido... Y aunque lo hubiese hecho daba igual, porque ella estaba muerta. Y tampoco tenía un especial cariño a esa ciudad... Era solo una ciudad.

Balanceé los pies con delicadeza, mientras observaba la calle desde la azotea en donde me encontraba sentada, en el bordillo. Sonreí levemente mientras mis cabellos rojos azotaban mi rostro con suavidad, al escuchar acercarse a Rukriel y a Kali, cada uno a un lado mío. Ambos esperaban instrucciones, ya fueran dichas, o demostradas.

- Kali, ve a buscar a Johno, noto su presencia muy cerca de aquí.

Ella puso los ojos en blanco, pero asintió, desplegó sus alas, y marchó volando en dirección a donde debiera encontrarse el humano oscuro. Rukriel se quedó todavía a mi lado, pero a un leve movimiento de mi mano, el digimon caballero se agachó y tomándome entre sus grandes y rojas manos, me colocó en su hombro.

- Comienza a destruir, pequeño mío. Diviértete tanto como gustes-susurré, sin darle la menor importancia, mientras él volaba sobre la calle y se quedaba después suspendido en el aire-. Yo estaré por aquí observando...

Sin decir nada más, me dejé caer al vacío. Ulforce no trató de recogerme, ni de salvarme, porque sabía que no estaba realmente en peligro, pues mientras yo caía y caía, mi cuerpo era envuelto por un aura de datos y cambiaba hasta tomar la forma de la Guerrera de la Oscuridad, Scathmon. Mis alas surgieron de repente, deteniendo mi caída, y haciéndome planear con lentitud y sosiego.

Un mensaje habia llegado a mi celular, el cual me convocaba a Irlanda.. Mas especifico Dublin su capital, lo cual me inquietaba ya que era en una ciudad algo desconocida y mas aun porque citarlo ahi. Luego de un largo viaje desde America del Norte llegue a Dublin, una ciudad muy bonita y mas aun que decian que daba suerte ese pais.

Luego de caminar por un largo rato, buscando a quien lo habia llamado , mas era imposible buscar entre tanta gente y mas aun si yo no hablaba su idioma, Al pasar un rato entre a un cafe ingles pidiendo un capuchino y sentandome en una mesa esperando indicaciones.

-Espero y pueda comprar algo antes de que hagamos caós...-Pense mientras bebia el capuchino observando los alrededores.

Jake había decidido ir a la ciudad de Dublin, la capital de Irlanda, luego de haber destruido la Dama de Cobre para descansar un poco tomándose unas pequeñas vacaciones en ese lugar ya que no tenia nada mas que hacer.

Luego de varias horas Jake llego a Dublin, y sin esperar ni un segundo se puso en marcha para buscar algún hotel en donde hospedarse. Pero mientras lo buscaba, paso por una cafetería en la cual pudo ver a su hermano tomando un capuchino. Jake entro en dicho lugar para preguntarle a su hermano que hacia en Dublin.  

—¿Axel? ¿Que haces aquí?—El pelicastaño tomo asiento quedando frente a su hermano cruzándose de brazos esperando alguna respuesta de este, Axel se estaba tardando en responder lo cual hacia que su hermano se enfadara un poco ya que no le gustaba que lo dejaran esperando.

El gran océano atlántico era testigo de una enorme embarcación, la cual vagaba por todo el mundo sin piedad alguna. Los días e Manatí eran ahora mucho más soportables gracias a que tenía ya la ansiedad de de querer ir a destruir muchas más ciudades, que se arrodillaran ante nosotros y mas que todo, poder cumplir todos nuestros propósitos contra Fausto y por fin tener a IGDA y a Manatí bajo nuestra merced.

A medida que Manatí avanzaba por el atlántico a lo lejos se podía ver una gran ciudad, no hizo falta mucho tiempo para poder darme cuenta que nos encontrábamos en Dublin, la capital de aquel país en el cual Crow y yo ya habíamos estado varias veces, era como estar en casa ya. Pronto tocamos puerto y mis intenciones para esa ciudad ya eran más que claras, pronto la cosa tal llamada 'Suerte', que en aquel país tanto apreciaban, se acabaría y una terrible era llegaría.

-Ya sabes que hacer Crow- dije a mi hermano para indicarle y luego como era costumbre, revise la munición de mis escopetas y espere a estar totalmente quito para poder descender.

El Manatí llego a su destino, pero el donde estamos es algo que no me interesa, lo único que quiero es terminar de hacer mi proyecto en el que me he estado ocupando durante todo el viaje. Había estado encerrado en mi habitación junto a algunas cajas de agua, comida, herramientas de metal, pintura y un trozo de madera. Durante todo el viaje solo me dedique a transformar ese trozo de madera en una mascara con forma de gato. Cuando termino, el barco ya se detuvo en el puerto, mi habitación esta llena de aserrín, basura y botellas llenas de orina, salgo de mi encierro para reunirme con mi hermano con la mascara puesta y noto que el se esta preparando para descender -Miau- Digo en respuesta a lo que me dice Bakura, refiriéndose a que valla a buscar las jeringas especiales que encontramos en el laboratorio australiano. -Todo listo... ¿te gusta la máscara?- Le digo a Bakura cuando regreso hacia donde el se encuentra ya con todo lo necesario para descender del navío corriendo y saltando.

La máscara :

Después de haber planeado con cuidado lo que íbamos a hacer, acaricié un momento a Ysera para luego apartarla y levantarme. Me dirigí hacia la calle seguido de mis dos camaradas. Luego de mirar a todos los presentes, me empecé a dirigirme al parlamento, que estaba a unas cuadras. Así que nos pusimos en marcha y llegamos a la esquina, fue allí cuando me pareció ver a alguien que se nos acercaba desde el cielo. Parecía una mujer con alas negras y una máscara. Mis Digimon se pusieron en guardia, demostrando que esta criatura también lo era.

-¿Quién eres?- le pregunté a la recién llegada, esperando de que fuese amiga, aunque estaba dispuesto a luchar si se mostraba hostil.

Sobrevolé Dublín, tranquilamente, sopesando los segundos que debían de quedar para que todo, absolutamente todo, quedara destrozado. Esbocé una sonrisa. Rukriel, a pesar de haberle dado ya autorización para destruir a su gusto, volaba a mi lado, esperando una señal por mi parte... Y suerte que decidió no destruir nada todavía, porque, al ver una plaza grande con un escenario en mitad de ella, se me ocurrió una idea... Una brillantísima idea...

Mi sonrisa se hizo más amplia al imaginármelo, y no pude esperar a que Beelko regresase con Johno y su digimon. Con un silbido, indiqué a Rukriel que me siguiera, y ambos descendimos hasta el suelo, en un callejón para que nadie nos viese. Una vez allí, recuperé mi apariencia humana, e hice a Rukriel regresar a su etapa rockie, la cual se subió a mi espalda después. Así pues, salimos del callejón, y recorrimos la avenida hasta llegar a la plaza mencionada anteriormente, la cual por cierto, estaba rodeada de otros edificios.

Allí, una masa de gente se congregaba frente al escenario, vitoreando, coreando las canciones que el grupo musical invitado interpretaba en esos momentos.

- Qué molesto... Y le llaman a eso música...-murmuré mientras observaba, infiltrada entre el público, con asqueo al grupo que cantaba una cover de una canción original...
Le di entonces unas instrucciones a Rukriel, unas órdenes que él se dispuso a cumplir lo más rápido posible. Con un suspiro, le vi alejarse dando saltos mientras brillaba, salí de la muchedumbre, y me acerqué, ignorando el lazo de prohibido el paso, a la parte de atrás del escenario, en donde estaba el equipo de sonido e iluminación.

- Eh, no puedes estar aquí, si quieres un autógrafo...-la frase quedó a medio acabar, porque el que debía ser uno de los técnicos recibió un sablazo en el pecho, cortesía de Zayyn Scarlet.

Sus compañeros vieron caer su cuerpo congelados de miedo, no parecían tener valor ni para escapar, pero con todo, no tenía interés en matarlos a ellos también... Es más, los necesitaba vivos.

- Que el escenario siga iluminado y que el sonido se escuche... O estáis muertos-indiqué sin pararme a mirarles. Simplemente subí unas escaleritas hasta el escenario y salí desde detrás del telón.

El sonido allí era aún más terrible que abajo del escenario. El batería apenas hacia otra cosa que golpear sin sentido los platillos y los bombos; el cantante llevaba una bonita guitarra negra que apenas utilizaba (y lo hacía como el culo), y el bajista... Bueno, quizás ese era el que mejor lo hacía. Pero cuando los tres me vieron aparecer, detuvieron sus actividades para asustarse ridículamente de la "loca con dos espadas".

- Tú, largo-dije al cantante mientras le obligaba a quitarse la guitarra y lo empujaba después afuera del escenario-. Dedícate a otra cosa, la música no tiene la culpa de que no sepas afinar una guitarra.

Era consciente de que todos me miraban. Algunos más tranquilos que otros, se debían de pensar que eso era una cámara oculta, o el rodaje de alguna nueva serie o película.<< ¿Dónde están las cámaras, entonces? >>, pensé, colgándome la guitarra agenciada como mía.

- Vosotros dos solo seguid mi ritmo y viviréis-murmuré, sin acercar aún los labios al micro-Y no es ninguna broma, hay un hombre muerto ahí detrás-sonreí, señalando con la cabeza el lugar en donde estaban los técnicos. Luego miré al público que se había quedado para curiosear... Y empecé a tocar la guitarra.

Realmente no sé cómo sabía tocarla, o cuándo había aprendido, pero supuse que fue antes de que perdiera la memoria, y que ahora simplemente conservaba el hábito de la música. Por lo cual, las notas fluyeron, un sonido siniestro y agudo salió de mi guitarra repetidas veces, para después estallar al son de la batería... Era rock lo que estaba sonando.

- In the daylight, I'm you sweetheart ♫♪~

Spoiler:

- Your goody-two-shoes prude is a work of art ♩♬~


Mientras tanto, Beelkomon había encontrado a Johno, y se había detenido junto a él. Rápidamente, les explicó que era mi compañera y les dio la dirección de mi actual ubicación; después retomó el vuelo para regresar junto a mí y unirse a Rukriel quién, tras haber evolucionado nuevamente, estaba destruyendo las salidas y entradas de la plaza, para que ningún humano pudiera salir o entrar allí.

Ellos dos comenzaron a destruir juntos, a expensas de que los humanos comenzaran a intentar escapar de allí, en vano, obviamente, porque Rukriel ya se las había bañado para obstaculizar todas las entradas y salidas de la plaza.

- But you don't know me, and soon you won't forget ♫♪~-hasta ese momento, mi voz y el canto que esta había producido habían sonado inocentes y limpias, pero con la siguiente estrofa, él timbre con él que cantaba se volvió de golpe duro, espero y rugiente-. Bad as can be, yeah you know, I'm not so innocent!! ♩♬~

Ignoraba los gritos de los humanos, con solo pensarlo, el volumen de la música aumentó, llevando las notas que con mi nueva guitarra producía hasta todos los rincones de esa plaza, y posiblemente también a las proximidades. Mis labios se curvaron en una sonrisa mientras cantaba al ver cómo Beelko derivaba de dos disparos a dos policías que habían rondado por allí.

Al rato de beber mi capuchino ya me iba a retirar, cuando me encuentro con mi hermano el cual me pregunto que hacia aqui, debia decirle la verdad mas me caye un poco, pues me puse a pensar una mentira y fingir que no lo habia escuchado con todo el jaleo que habia en la cafeteria, me levanto y lanzo el capuchino a el bote de basura, me acerco a donde estaba mi hermano con intención de irme, mas debia responderle. Me acerque con delicadesa hacia su oreja respondiendole

-Estoy por la misma razón que tu.-Dije riendome un poco para retirarme colocandome un par de auriculares algo grandes los cuales cubrian mis orejas completamente metiendo mis manos en la sudadera negra que tenia retirandome lentamente hacia una gran plaza la cual estaba rodeada de grandes edificios.

Jake salio de la cafetería y camino hacia un callejón un tanto oscuro y solitario, este fue rodeado por una gran cantidad de datos digitales de color morado siniestro, haciendo que cambiara completamente su apariencia, a la de un Digimon, para ser mas específicos a la de un XV-mon Black. Desplegó sus alas y sin mas alzo vuelo para contemplar la vista desde lo mas alto.

Poco después logro hallar a su hermano el cual se dirigía a la plaza, este descendió y lo sujeto de la sudadera para luego ascender con Axel. BlackXV-mon sostenía con sus garras a su hermano mientras lo llevaba por los aires mirándolo con sus afilados ojos.

—Que te has creído idiota—Cada vez ascendía mas hasta haberse camuflando con las nuebes y pasar desapercibido, por otro lado su hermano no parecía estar muy contento con el viaje pero no se podia resistir o de lo contrario podría morir ya que era una larga caída y no le esperaba nada mas que asfalto solido.

Presté atención a lo que dijo la supuesta camarada de Zayyn, la cual se encontraba también en esta ciudad. La vi alejarse en la dirección donde estaría la pelirroja. -Supongo que pensamos en lo mismo.- dije de manera apática a mis camaradas, sin tener que mirarlos. nos fuimos caminando hasta dónde estaba la loca esa. Caminamos de manera apacible hasta las afueras de la plaza.

Al llegar ahí noté que algo había pasado, ya que había gente huyendo del lugar. -Zayyn...- dije en voz baja al ver esa escena de lejos. -Tendrías que ser un poco más cuidadosa para no llamar la atención.- seguí diciendo para que solo mis camaradas me escuchasen. Ambos observaban los hechos con la misma desaprobación. -Aunque podemos valernos de esto para que no crear sospechas.- terminé diciéndoles aún lejos de la pelirroja. Al acercarme, a donde estaba ella, me percaté de la presencia del Monryumon.

Mis dedos se movian solos por las cuerdas de la guitarra, de la misma manera que yo andaba por mi casa: era un lugar conocido, conocias a la perfeccion cada rincon, y por eso no dudabas en tus movimientos. La musica nacia de una fusion entre el instrumento y los apendices, recorria los cables, y se alzaba en el cielo saliendo de los altavoces, llenando toda la plaza de una lugubre y siniestra presencia... La mia.

- Boy, you better run for your life ~ -era gracioso, porque justamente veia a todos los humanos correr despavoridos por doquier. Gritos, llantos, suplicas... Que hermoso coro para mi musica-. WELCOME TO THE NIGHTMARE IN MY HEAD! SAY HELLO TO SOMETHING SCARY!

Tanto Rukriel como Kali ya casi lo habian destruido todo... La poca gente que quedaba no era capaz de salir de la plaza, quedaban todos acorralados frente a los escombros. Sonrei ampliamente, entretenida, pero justo en ese momento, un digimon que ya habia visto aparecio dando por culo en la zona... Era MI destruccion. Por que tenia que venir EL a robarmela? Deje de cantar para mirar con frio odio al chico que se planto frente a mi despues de digievolucionar. Le dedique mi mejor expresion de absoluto desprecio, pero seguidamente sonrei, y como salida de la nada, la cadena afiladisima de mi guante le golpeo por la parte plana en el pecho para derribarlo y sacarlo fuera del escenario... No hace falta decir que el metal de esas cuchillas estaba electrificado.

- Tu mera existencia me molesta, perdedor-dije, dandome la vuelta y recogiendo de nuevo a Stinger Fola en el interior del guante. Movi los puntiagudos dedos del guantelete y sonrei. Habia dejado de cantar, ya no era necesario mas show... Ni tampoco lo eran los musicos y los tecnicos-. Me habeis servido bien, pero... No quiero testigos.

De nuevo, la cadena salio disparada del guante, pero esta vez no para golpear, sino para atravesar como si fuera un pincho moruno a los musicos que sorprendentemente habian conseguido seguirme en mi interpretacion. Stinger Fola se saco a si misma de los cuerpos, y como si me hubiera leido el pensamiento, se deslizo por el suelo cual serpiente y... Bueno, segundos despues escuche tambien los gritos de los tecnicos audiovisuales.

- Y ahora... Es el momento de hacer magia...-Chasquee los dedos de una mano, y al segundo siguiente, me hice tan invisible como el aire. Caminando con lentitud, al cabo de unos minutos me acerque a Rukriel, y me deje ver con la apariencia del nino que habia usado anteriormente en EEUU, cuando derribamos la estatua. El Ulforce rojo, sintio mi presencia, y cogiendome entre sus grandes manos, me coloco en uno de sus gigantescos hombros.

- Y ahora, master? Que vamos a hacer?

Me quede pensativa, mirando al pequeno grupo de gente que no podia salir de la plaza, y que estaba, por lo tanto, encerrada.

- Juum... Crees conveniente que los matemos?-Pregunte, sentandome sobre su roja armadura. El solo se encogio de hombros.

OFF: Perdon por las faltas de ortografia, estoy en movil y no puedo poner tildes Dx Manana editare.

Jake llevo a su hermano hasta la plaza dejándolo en el suelo, volvió a su forma humana y se mezclo entre la multitud, la cual parecía alterada y atemorizada, este pudo sentir la presencia de los mismo Digimons de aquella noche en EE.UU, cuando destruyeron la Estatua de la Libertad, ¿pero por que? ¿también estaban por aquí? El pelicastaño comenzó a buscar entre toda esa gente asustada, era obvio que andaban por el lugar causando caos como de costumbre.

A lo lejos se podía ver a el camarada de aquella pelirroja, pero la pelirroja no estaba, en sus hombros tenia a aquel niño de la otra vez, era obvio que se trataba de la pelirroja llamada Zayyn. Jake se quiso acercar a ellos para que se dieran cuenta de que este estaba allí.

-Si Samuel, es casualidad.- le dije fuerte y claro al maldito cretino, el cual parece no haber notado por completo mi presencia. -Aunque supongo que no entiendes que a veces hay compañerismo en la oscuridad.- le terminé aclarando a ese biohybrido de lo que estaba pasando. Aunque esta aclaración no era del todo cierto. En ese momento hice evolucionar a mis dos camaradas, Ysera a Dorugoramon y Fistus a Knightmon.

-Supongo que quieres destruir Dublin igual que nosotros.- le dijo la dragona a la pelirroja, cuyo disfraz de "niño bueno" no nos engañaba en lo absoluto después de haberlo visto la otra vez. -Supongo que esa imagen es del Digimental del Deseo.- comentó ella de manera muy tranquila. -Me pregunto, ¿Cómo sería el del ORgullo que tiene Johno?¿o el de la Tenacidad, que lo tiene una tal Elian?-

Era divertido ver chillar a los humanos, suplicando y gritando patéticamente por su vida, pero debíamos de hacer rápida la tarea, ya que era muy probable que vinieran policías y militares a defender ese lugar... Y cuando llegaran, no me gustaría que cualquier superviviente pudiera recordar mi rostro. Por eso, y por poco más, alcé la barbilla. Beelko entendió mi petición, mi órden, y sin mediar palabra se acercó al grupo de humanos, dejando escapar de sus armas una ráfaga de balas, una lluvia de prpyectiles que acertaron certeramente sobre sus objetivos. Gritos de dolor y de desesperación fue lo que obtuvimos a cambio, pero no me retracté, sino que miré de manera fría la matanza que la motera estaba llevando a cabo.

Cuando, minutos después, lo único que se escuchaba era mi respiración y el crepitar de las llamas por la plaza, me volví, y Rukriel me bajó de su hombro hasta el suelo. Ignoré a Zerker al principio, y pasé a su lado sin mirarle si queira, pero después, al llegar Johno, me volví hacia ellos, con una seria expresión en el rostro.

- No ha sido intencionado nuestro encuentro, si eso es a lo que te refieres... Pero considero esto como una señal... una nueva reunión entre los integrantes de Chaos...

Me crucé de brazos, y miré al digimon de Johno mientras hablaba. No hubiera sabido qué era lo que la dragona tenía que decir, pero sin duda, nunca me hubiera esperado esa nueva información... Que él poseía el digimental del orgullo, y que además conocían a la poseedora del de la tenacidad. Mis labios se cuervaron en una amplia sonrisa de satisfacción, y miré a mi alrededor, curiosa.

- ¿Y dónde se encuentra esa tal Elian? Sólo la necesitamos a ella para continuar con los planes de Vladimir...

Jake, como nuevo integrante del Chaos Team, no estaba completamente informado de aquella persona que había mencionado Johno, la tal Elian, que poseía uno de los famosos Digimentals, el de la Tenacidad. Jake se encontraba escuchando con atención cada palabra que los presentes decían, este debía de estar al tanto de que lo estaba ocurriendo y lo que tarde o temprano ocurriría al liberar al tal "Vladimir".

Jake no sabia mucho acerca de estas ultimas dos personas mencionas en las conversaciones de Johno y Zayyn, por lo que había oído, empezarían a buscar a Elian para pedirle ayuda de su Digimental de la Tenacidad.

—¿Y quien es Elian? ¿Es una aliada?—Pregunto el pelicastaño fijando su mirada en los tres miembros de Chaos, ya que parecía que estos sabían mas de lo que Jake se podía imaginar.

No sabía si reírme o no de las actitudes que Samuel había demostrado, así que disimule con una leve sonrisa bajo esta máscara, inclinando hacia adelante y cerrando los ojos un momento, emitiendo un sonido que demostraba que me hacía gracia. Luego de ese momento recuperé a postura habitual. Luego escuché con mucha atención lo que él dijo, que me sonó bastante interesante. -¿Le pediste el número o una forma de contactarla?- le pregunté con un ojo oculto por la sombra, mirándolo seriamente. Esto era importante para saber cuanto tiempo le quedaba a esta era. -Por el bien de la causa espero que lo sepas.- terminé diciéndole, aún mirándolo fijo.

Mi mirada pasó rápidamente de Johno, a Zerker, en cuanto este último mencionó que conocía a la tal Elian. Mis ojos se clavaron en él durante un par de segundos, como si trataran de comprobar si mentían, pero finalmente adoptaron un brillo divertido, al tiempo que una sonrisa burlona se dibujaba en mi infantil rostro.

- Vaya, al final resulta que vas a servir para algo, ¿eh, Zerker? Muy bien...-me crucé de brazos, y miré de manera inquietante a un punto fijo del infinito, mientras que el crepitar de las llamas llevaba mi rostro de la sombra a la luz repetidamente y viceversa-. Creo que por hoy ha sido suficiente... Búscala, encuéntrala. Consigue una forma de tenerla localizada, porque vamos a necesitar su ayuda muy pronto.

Les dí la espalda a todos, y caminé hacia Rukriel para que me recogiera y me colocara de nuevo en su hombro, junto con Kali. Una vez encima del caballero digimon rojo, miré desde arriba al resto, a Zerker, a Johno, y a Jake.

- Ahora tengo asuntos que atender, pero pronto volveremos a vernos... See ya.

Palmeé el cuello de Rukriel, y él alzó el vuelo de un salto, elevándose en el cielo y perdiéndose entre las nubes oscuras que sobrevolaban la ciudad de Dublín. Después, de nosotros ya solo quedó un ligero resplandor que desapareció rápidamente en el firmamento.

OFF: Finito este tema, para mí.

Jake ya no tenia nada mas que hacer ahí, pues por lo visto ya la pequeña reunión de Chaos había dado fin, ¿cierto? Así que opto por dar media vuelta, tomar su forma Digimon y alzar vuelo de un salto, elevándose en el cielo pero a una dirección opuesta a la de Zayyn. Se sumergió en las oscuras nubes para no ser visto por los humanos.