(Titulo Pendiente) Parte 1: Vikingos Invadidos [Tromso-Noruega]

El Océano Ártico retumbaba ante la aparición de semejante barcaza, tan grande, terrorífica y majestuosa al mismo tiempo. Las costas de Noruega ya eran visibles, ensanchada ante el gran océano del norte, gélido. Algunos pequeños y medianos icebergs eran llevados a su paso mientras la embarcación se aproximaba a su destino. Nuestra misión ya había sido dada, pronto finalmente para todo lo que nos habrían entrenado iba a dar su fruto... Nuestro primer viaje al digimundo. Fausto y los científicos de IGDA aún trabajaban con las ruptura para poder materializarlas en el digimundo así que de momento estaba algo así como desnudo sin ellas.

Me hallaba en una gran habitación, con unas cuantas jeringas del poco ADN digimon que nos quedaba. Despues de un poco tiempo decidí salir a la cubierta cuando avisaron que habíamos tocado puerto, ya allí estaba, la fría ciudad de Tromso que se abría de puertas ante nosotros, era una escena realmente bella, pronto una ciudad más quedaría sepultada y nuestra visita al digimundo enseguida. Solo faltaba el ultimo paso, nuestra real misión en ese lugar era ir por algún tipo de componente el cual faltaba para poder entrar en el digimundo, pero ya nada nos podía parar, lo que se acercaba era inminente.

Noruega, antigua zona de vikingos, aguas y clima gélidos, el sitio ideal para hacer un muñeco de nieve -Do you want to build a Snowman...- Cantaba serenamente mientras reunia la nieve que se acumulaba en la cubierta del barco para empezar a construir el muñeco de nieve, al que le improviso una lanza y casco vikingo con una escoba y un balde -Te llamare Oxnort y serás mi amigo- Le digo al inanimado montón de agua congelada.
Finalmente el Barco llega a puerto, los tripulantes del "Manatí" descienden para reabastecer el navío con provisiones y combustible, mientras tanto, yo los observo a todos desde la cubierta, bebiendo un baso de agua al lado del muñeco Oxnort.

- Futuro gobernante de la humanidad rebajado a ir a un viaje escolar a Noruega... - dijo esas palabras, expresando todo su enojo en la misma realidad. Podía ser un ser despreciable, maniático del control, psicópata, que no dudaría en asesinar gente pero seguía siendo un simple niño de 15 años que tenía que ir a la secundaria. El viaje en el cual se encontraba era uno de los típicos viajes de estudio donde se veían las diversas culturas de otros países, en este caso noruega. Más que nada para aprender inglés, disfrutar del cambio de cultura y las típicas cosas de aquellos viajes como drogas, sexo y descontrol. Previamente Tenma había usado a su Devimon para controlar a sus compañeros y a los profesores para que no se preocupasen de su existencia durante el resto del viaje. Sabía cuando el mismo terminaba así que volvería al hotel ese día, hasta entonces tenía una semana libre en un país desconocido. Por el momento su Loader estaba en la mano derecha y la izquierda en un bolsillo - Me pregunto si habrá un lugar calmado por aquí cerca... - se preguntó a si mismo mientras caminaba por la ciudad en la cual se encontraba el hotel en el cual aún todos sus compañeros del colegio estaban durmiendo.

Era un día bastante aburrido para Guilmon y para mi, en casa no ocurría absolutamente nada interesante. El aburrimiento me llevo a juguetear un rato con la terminal de batalla y de esta forma entender mejor su funcionamiento, llevándome a abrir un portal, no sabia muy bien a donde nos llevaría pero si pude abrirlo de ida, también podría abrirlo para regresar

Sin pensármelo mucho, y dado a las cordenadas que aparecieron en pantalla me puse ropa abrigadora y Guilmon se volvió Gigimon para aparentar ser un regordete peluche...

Al cruzar el portal llegamos a un sintió nevado, una ciudad, para ser precisos, nos encontrábamos en Tromso, Noruega. Tenia recuerdo de haber estudiado del sitio en la escuela, pero aun así no era mi fuerte la geografía. Al finalizar mis divagaciones sobre que hacer, simplemente e puse a caminar sin rumbo fijo por la ciudad esperando encontrar algo mas interesante que simple nieve...

Otro día sin saber nada de mi ni de mi verdadero pasado se abría camino a cada uno de mis pasos, absorta en mis pensamientos solo seguía caminado sin prestar atención a nada, pues para mi “fortunio” mi personalidad domínate estaba por alguna razón desconocida, “durmiendo” lo que para mi era lo mejor, podía evitar tener que preocuparme tontamente por seres que no tenían relevancia en mi existir, y por mismo podía enfocarme perfectamente en mi objetivo principal, saber qué es lo que yo realmente era y de paso quizás aprender a pelear mejor, pues en este sitio de pura blancura, no quedaría nada mejor que teñirlo de carmín…
En mi travesía llegue a una ciudad, como siempre ajena a mis vagos recuerdos del pasado, terminando por hacerlo lo mismo que siempre, caminar en búsqueda de lo que fuese, ya sea un digimon, otro ser como yo, o algo contra que pelear. Manteniendo una firme mirada en mi rostro, mientras daba un paso atrás otro a un ritmo constante, pero fluido y calmo, haciéndome parecer otro miembro más de esa comunidad

Enseguida despues de llegar, todos empiezan a trabajar en lo suyo, algunos de los 'peones' de Fausto comienzan a descender, otros mientras tanto se van a la parte inferior del navío a realizar informes o a calibrar maquinas, mientras tanto yo me termino de poner mi gabán y voy junto a mi hermano.

-Sabes que no te hablara, ¿verdad?- le digo con un toque de sutileza señalando al muñeco de nieve que acababa de construir, enseguida saco un cigarrillo de mi gabán y lo enciendo para 'calentarme' un poco. -Muy bien hermano, a lo que vinimos...- digo de nuevo a Crow y empiezo a caminar lentamente hacía donde el puente esta elevado para empezar a desembarcar.

Pronto al tocar la tierra firme empiezo a observar detenidamente el lugar, una mediana ciudad rodeada por paramos y mucha nieve, extremadamente fría. Manatí era la embarcación mas grande en el puerto que de por si era muy pequeño y solo atraía pequeños veleros, yates y algunas lanchas de pesca. Algunas personas se reunían en el puerto ya era para comprar cosas para sus barquitos o para poder observar y gozar del paisaje del lugar. Caminaba a paso lento entre los pequeños grupos de personas las cuales iban muy bien abrigadas, quede de pie al final del puerto con una pregunta en mi cabeza: ¿en donde comenzar?.

Cuando mi hermano sube a la cubierta y me dice que Oxnort jamás me va a hablar, yo moldeo una boca para el muñeco de nieve para poder alimentarlo con el baso con agua, aunque el agua termina derritiendo parte del cuerpo del muñeco. Me levanto y empiezo a seguir a mi hermano, pero me adelanto y desciendo primero del barco -Tengo una idea hermano, Oxnort me ayudo... tienen que haber Digimon escondidos en este lugar, creo que deberíamos sacar algunas muestras de ADN... ¿y quienes tienen Digimon? pues... los niños, son niños elegidos- Le digo a Bakura mientras saco una jeringa especial de un bolsillo de mi chaqueta. -¡Pero antes!... tengo... hambre... hambre de... no lo se- Digi eso ultimo mientras empiezo a olisquear el aire y a caminar sin rumbo -¿Lo hueles hermano?... miedo... si... hay que provocar un desastre- Digo finalmente a la vez que empiezo a hacer tronar mis nudillos, estaba sediento de sangre, cosa que podría desviarme de la misión.

Encontrar un lugar calmado en aquella ciudad le resultó más fácil de lo que esperaba, estaba en una plaza en medio de aquella ciudad donde apenas pasaban algunos pocos autos así que los sonidos eran casi nulos. Con la espalda apoyada en un árbol estaba simplemente observando como era toda aquella ciudad. A unas pocas cuadras empezaba el puerto de la misma, eso explicaba el frío que le resultaba tan agradable. Le resultaba un poco extraño ser incapaz de observar barcos excepto por uno de un tamaño ridículo, no debía de ser una ciudad importante o simplemente los barcos ya no eran como antes. Mientras divagaba como la espinaca no poseía las propiedades que le habían dicho en su infancia su DeadlyAxemon salió del digivice - No te autoricé a salir... tienes 3 segundos para explicar que sucede... - 

 Aquel digimon carecía de la capacidad de hablar por lo cual se limitó a observar hacia 3 lugares distintos, indicando que sentía presencias poderosas en aquellos lugares específicos - Excelente... como cualquier presencia poderosa siempre de alguna manera nos encontraremos con ella... Shademon... -  hablaba en voz baja ya que no quería llamar demasiado la atención en aquella plaza con casi nadie, la presencia de DeadlyAxemon fue ignorada, posiblemente creyendo que era un dron o algo similar. Eligió a los 2 digimons y realizó la Xros sin decir que lo hacía ya que no lo consideró necesario. DeadlyAxemon desapareció al ser parte de la fusión, sin embargo el resultado del Xross no apareció, se mantuvo oculto en la forma de la sombra de Tenma. Ese digimon tenía la habilidad de poder volverse una sombra  y pegarse a la gente al igual que nutrirlos con sentimientos oscuros y nutrirse a su vez del odio y otros sentimientos de  las personas a quienes parasitaba - Si sientes una de ellas a menos de 100 metros avísame y vamos - le dio esta única orden y luego esperó a que pudiese reunirse con quien sea que fuesen aquellas personas o digimons.

La ciudad donde nos encontrábamos, era de verdad pequeña, apenas camine un poco me tope con una plaza y a poca distancia había un puerto, en el cual estaba amarrando un barco descomunalmente enorme, lo que me hiso pensar "¿por que habría un navío de esas dimensiones en un sitio tan pequeño?" para después susurra para mi misma -esta bien que quería algo emocionante y divertido... pero esto no estaba en mis planes...- soltando un leve suspiro

Ignore levemente la presencia del navío y entre a una cafetería, que estaba en la pequeña plaza central del pueblo, pues pese a traer ropa abrigadora, el sitio de verdad que era frio. Me quede en las mesas del exterior de la cafetería después de comprar en el interior, bebiendo un poco de chocolate caliente con Gigimon en mis piernas, al cual le daba unos trozos del pan que había comprado junto al chocolate caliente, tratando de esconderlo en mi abrigo, aun que era algo tonto, debido a la poca gente que había en el sitio, y de seguro como siempre creerían que es una especie rara de perro

-que tranquilidad tan aburrida...- suspire mirando a mi alrededor sin prestarle atención a nada en particular

Aquel poblado nevado, era tranquilo, lo que más llamó mi atención, fue la presencia de un descomunal barco en el muelle, me sorprendía que su mismo peso no se lo llevara lejos, pues el muelle era en cierta medida rustico como para soporta el peso y la corriente marítima en conjunto, pero supuse que “los milagros existen” o que quizá la halación del barco no era precisamente de este mundo

Deje a un lado las hipótesis tontas sobre el barco, pues hasta el momento no tenían nada que ver conmigo y seguí recorriendo el poblado, llegando a la plaza central,  en la cual vi a un chico con un extraño patrón en su sombra y a una chica con una especie de animal pequeño y rojizo dentro de sus ropas. Nuevamente al no tener recuerdos de ellos, los ignore y me senté en una banca a meditar un poco, dirigiendo mi mirada al barco,  del cual bajaron otros 2 sujetos, los cuales por mucho que me esforzara no lograba encontrarlos en mis recuerdos –que fastidio… es no recordar nada…- susurre para mí misma con la mirada fija al frente, literalmente estaba viendo un poste de luz, particularmente  viendo el foco, la leve luz que emanaba de este era hasta cierto punto hipnótica en mi ser, asiéndome remembranzas de lo que parecía ser mi pasado –que fastidio… de verdad….-

Seguía aún caminando a pasos lentos, escuchando distraído lo que Crow me decía, mi atención era llamada principalmente por las extrañas presencias que habían, el parecer el lugar era un centro de reunión para Tamers, digimon y una mezcla de los dos en nuestros casos.

-Y si que los hay, hermano, allá, allá y por allá, o, pero que curioso, ese es casi igual a...- dije a mi hermano apuntando a todos los lugares donde se sentían aquellas presencias anormales. -Tendremos que calmarnos un momento, no sabemos que etapa de evolución puedan tener ellos y sería un desastre averiguarlo en una propia batalla, tampoco quisiera tener que cambiar de forma rodeado de toda esta basura, sugiero que esperemos a ver que movimientos hacen ellos primero y nosotros seguir en nuestra misión, y si se interponen, bueno... Ya veremos...- dije de nuevo e hice una pequeña risa malévola al finalizar de hablar.

Me preparaba mentalmente para comenzar la matanza, por lo que me desconecto de lo que dice mi hermano excepto por una palabra -¿Que misión? hagamos lo que siempre hacemos... tengo ganas de robar un buldózer- Digo antes de empuñar mi digivice -Aquí y ahora, vamos hermano, no tengo ganas de seguir ordenes- Digo ya preparándome para evolucionar, me sentía poderoso e imparable, pero a ultimo segundo me detengo y guardo mi dispositivo en mi bolsillo. -¿Me repites cual es la misión otra vez? no preste atención cuando me lo dijeron por primera vez- Digo mientras empiezo a caminar tranquilamente por la calle, intentando seguir las presencias y olores de los Digimon cercanos.

Los avisos vinieron uno después de otro, los distintos susurros en sus oídos, las voces en su cabeza, todas eran la misma voz y le decían los distintos datos que necesitaba. Una mujer hacia su derecha a unos 70 metros de distancia, 2 hacia delante suyo, al parecer no era solo 1 sino que 2 con poderes similares, al subir un poco la mirada Tenma los observó, mismo tipo de cabello, eran casi iguales a simple vista. Finalmente la última energía que Shademon sentía se encontraba siendo emanada por una mujer que estaba al parecer viendo literalmente un foco de luz. Era realmente extraña aquella situación y posiblemente era sabido también su posición por lo cual ocultarse no tendría demasiado sentido. Si tenía que aprovecharse lo haría de la mejor manera posible. 

 Shademon salió de su sombra, esto no fue visible a simple vista, ni por el olfato ni por la capacidad de sentir presencias y energías. Era un digimon que carecía de olor y cuya forma podía variar a voluntad al igual que podía ocultar su presencia fácilmente. La sombra del muchacho seguía igual, seguía normal, el Shademon se había ocultado bajo la forma de los distintos pastos del lugar. Había pasto, el sol al dar con el pasto ocasionaba sombra, el digimon hecho de sombras pasaba de sombra en sombra, totalmente oculto entre el pasto hasta llegar hacia la sombra de uno de esos 2 muchachos (Crow) - Me gusta esta calma...  - dijo para si mismo mientras observaba el cielo con una sonrisa tranquila. Dentro del Loader de su mano derecha los digimons observaban a los 2 más amenazadores por si tenían que salir de este para defender a Tenma.

En un principio Gigimon estaba muy tranquilo devorando felizmente los trozos que le daba de pan, hasta que repentinamente se enderezo, pero sin bajar de mi regazo, mirando y olisqueando varios olores en el ambiente, poniéndose en guardia

Ante esta acción por parte de Gigimon, mire alrededor de toda la plaza, lo primero que llamo mi atención, fue una chava, de unos 17 u 18 años de edad, que estaba perdida en un foco, pero lo mas sorprendente era que estaba tranquilamente sentada en una banca, con ropa bastante ligera para el helado clima que hacia, sin mostrar señas de sentir la inclemencia del clima, pase mi atención aun chico, de cabello verde que descansaba en el centro de la plaza y después mire a otros 2 hombres, bastantes parecidos, que parecía que estaba charlando, no sabia de que, debido a la distancia que estaba alejados de mi

-Gigimon, no se que esta por ocurrir, pero mejor que te prepares para pelear- le susurre, con un dejo de seriedad en mi voz, a lo que Gigimon se limito a asentir con la cabeza, tratando de descifrar quienes eran lo mas peligrosos, mientras que yo tentaba con la mano el Digivice y alguna carta que nos pudiese servir para el peor de los casos, una pelea sorpresiva...

Spoiler:

Cuando al fin salí de mi trance y enajenación y atracción desmedida al foco del poste que fungía para alumbra la zona a su alrededor cuando llegase la noche, me percate de varias presencias poderosas, una detrás de otra, parecía que esta plaza al centro de la nevada ciudad puertearía, parecía un centro de aparente reunión de humanos, digimon, y seres mesclados de ambos, sin mencionar lo que fuera que fuese yo; aun así no podía determinar la ubicación de las mismas ni nada aparte de sentir un gran poder proveniente de alguna parte de la plaza o quizá de sus cercanías. Intenté encontrar la fuente más próxima o elevada de poder, pero no podía; comenzaba a frustrarme por no saber quién era un potencial enemigo, y como siempre eh tenido malas vivencias al intentar tener aliados, deseche primeramente esa idea, y me concentre como siempre en mis prioridades, las cuales era, averiguar mi pasado y asegurar mi propia supervivencia –(si ellos no tienen problemas ni asuntos conmigo, yo con ellos tampoco)- pensé mirando detenidamente el sitio en concreto –(un barco gigante… ciudad pequeña… este sitio ¿será destruido? Bien, no es como si me importara realmente, simplemente llegue aquí por casualidad…)- suspire con desgano pues sin armas, y con el simple, básico y algunas veces inútil poder de un novato, cualquier batalla que tuviese que librar, si no me valía del intelecto, terminaría con mi existencia banal, por completo borrada

Spoiler:

Ahora escuchaba a Crow como normalmente lo hacía, al 50 %, mas bien al 35%. Mi otro 65% aún seguía pendiente de lo que hacían o planeaban hacer los tamers, digimon y demás criaturas que aún se hallaban a nuestro al rededor.

-El artefacto para la ya sabes que... Recuerda- le dije a mi hermano así solamente para no tener que dar toda la información en aquel lugar. -Hermano, al igual que tú también quiero destruir este pequeño pueblo y tampoco es que quiera seguir ordenes, pero por ahora debemos seguir el plan y esperar un poco...- odiaba tener que decir eso, la paciencia no era mucho lo mio y al igual que mi hermano solo pensaba en ese momento en destrucción.

-Bien, bien... la máquina, como sea- Digo si darle mucha importancia a la misión -El ultimo que encuentre un Digimon hace el resto de la misión- Digo como excusa para hacer lo que quiero y no cumplir con las ordenes, acto seguido empiezo a correr lo mas rápido que puedo para encontrar un sitio con mucha gente y consigo lo que quiero al toparme con una plaza. Me detengo y empiezo a olfatear el aire, detectando asi el olor de un Digimon, me acerco furtivamente hacia su presencia. Identifico al Digimon como un Gigimon y se encuentra al cuidado de una niña -Lindo peluche- Le digo a la niña mientras me acerco a ella -¿Puedo verlo?- Le digo ya estando a unos pasos de distancia de ella, mirándola fijamente.

Desgraciadamente carecía de la capacidad de detectar digimons al igual que lo hacían todos sus compañeros, excepto claro el DeadlyAxemon quien en ese momento se encontraba ocultado en la sombra de uno de los 2 muchachos de cabello plateado. Si se escapaban aunque fuese durante unos simples segundos ya no podría saber su ubicación a simple vista y tendría que revelar la existencia de Shademon para poder ubicarlos. Sin embargo mantuvo los ojos en el cielo durante algunos segundos, prácticamente no le importaba la situación en la cual estaba ya que no la consideraba peligrosa, a pesar de que aquellos eran seres sobre los cuales tenía que preocuparse, a pesar de que los otros 2 restantes podrían hacer ataques sorpresa y él no defenderse, a pesar de todo eso no le importaba en lo más mínimo la situación. La poca cantidad de nubes de la zona tapaba algunas estrellas que comenzaban a surgir, a la distancia el sol ya estaba recostándose sobre el océano tiñendo este de un color naranja y, de todos modos, en esta hermosa escena, aún destacaba aquel barco gigante. Los faroles estaban encendidos previniendo el inminente paso de la noche, sin embargo un tipo de ciudad como esa se calmaba más durante la noche envés de florecer tal como sucedía con la mayor parte de Japón.

Cuando volvió su mirada hacia el suelo, buscando nuevamente a los de cabellos plateados, encontró solo a uno de estos, buscó al otro pero apenas requirió tiempo para eso. Se hallaba en la misma ubicación que otra de las presencias que había detectado anteriormente, en situaciones como esa lo único que se podía hacer era actuar o esperar. Decidiéndose por la segunda, Tenma simplemente volvió la vista hacia el muchacho restante. Disimuladamente apuntó su Loader hacia la derecha, donde estaban ambas fuentes de energía, dejando la mano sobre el suelo y dentro de su chaqueta para que resultase imposible ver el Loader a simple vista. Dentro de este Devimon podría escuchar la conversación que ocurría a menos de 100 metros de distancia, su oído era uno bastante agudo, estaba basado en un murciélago y por eso mismo había heredado parte de esta habilidad de audición, incluso la forma de sus orejas servía para esto mismo.

Mientras tanto Shademon permanecía dentro de la sombra de Crow, recién cuando se encontró al lado de la mujer comenzó a adentrarse en la mente y el corazón de aquel hombre buscando toda su oscuridad, solo para notar que alguien había llegado antes que él. Toda la amalgama de emosiones y sentimientos negativos tenía manchas de bondad al igual que toda su felicidad deseaba destrucción, era la más pura representación de un bipolar trastornado. Incluso si intentase sacar alimento de un alma como esa se encontraría con cantidades iguales de bondad como de maldad. Al estar parasitando al muchacho, el Shademon comenzó a ingerir, casi contra su voluntad, los sentimientos de aquel loco, sintiendo algunos ápices de bondad en el interior de la oscuridad que era él, un leve mareo y ganas de expulsar fluidos que ni siquiera sabía que poseía.

Viendo que estar más tiempo dentro de aquel ser sería un desperdicio no solo de tiempo sino de salud, aprovechó la ubicación misma donde se encontraban. Las farolas generaban sombras muy largas al igual que lo hacía el sol por su posición. Fácilmente el Shademon logró pasar por la sombra de Crow hacia la sombra de un banco, el banco en el cual se encontraba Misaka, y luego trató de parasitarla a ella, ocultándose en su sombra la cual a su vez tocaba a la del banco. Ya que la sombra de Crow tocaba la del banco el cual a su vez tocaba la de Misaka, lograría pasar de una a otra sin ser visto. Una vez dentro de Misaka buscaría los recuerdos oscuros, emociones negativas, etc de ella y los haría salir a la luz a un nivel levemente consciente en un intento de afectar sus emociones y generar más de esos sentimientos para poder alimentarse con comida más deliciosa.

Estaba preocupada por lo que había dicho Gigimon, y esto se vio evidente cuando un joven me pregunto por él, aludiendo a su apariencia como si fuera un peluche y queriendo que se lo mostrara, en un rápido movimiento apenas se acercó a mi aquel chico e intento entablar una conversación con respecto a la regordeta creatura roja en mi regazo, abrace a mi pequeño ser digital y me levante de golpe retrocediendo y forzando una sonrisa -l-lo siento, pero no me gustan que toquen a este pequeño… peluche…- explique forzando un poco a las palabras para que salieran de mi boca, sin dejar de retroceder, con la media sonrisa mal pintada aun en mi rostro -(¿será el una de las presencias que detecto Gigimon?)- pensé analítica mirando al joven y dirigiendo mi mirada a Gigimon por menos de un segundo, afortunadamente el mantenía bastante bien su papel de “peluche extraño” sin decir una palabra y con la mirada perdida en el universo, o más bien en el suelo, como si estuviera enajenado viendo algo muy interesante, me asuste un poco al ver que la sombra del chico a unos pasos de mí, se deformaba un poco y como si se dividiera termino por escurrirse a la del banco en el que estaba sentada momentos atrás

Eso fue suficiente para hacerme captar o que el mismo era un digimon, o que algo estaba dentro de su sombra, como si eso no fuera suficiente el digivice en el bolsillo de mis pantalones se activó, pretendiendo que era alguna clase de celular moderno lo extraje de su sitio y mire la brújula que se proyectó de este, evidentemente reconocía al humano frente a mi como un mitad digimon, otro más estaba marcado, al mirar el punto en concreto mire a otro chico con rasgos muy similares al que tenía interés en Gigimon, la extraña sombra también era un digimon, otra aglomeración de marcas estaban juntas al centro de la plaza, al parecer estaban en donde un chico de cabellos verdes descansaba aparentemente tranquilo, la señal más extraña era una que de plano en lugar de un numero por sobre la flecha roja era un vil signo interrogativo, primera vez que ocurría eso en el aparato digital en mi mano, la dueña de la intrínseca marca era una chava de cabellos negros y mirada seria y fría; las opciones frente a mi eran obvias, o iba con el chico de cabellos verdes inmerso en su mundo de tranquilidad, o con la chica de cabello negro perdida en la inmensidad de sus pensamientos a solicitar ayuda, eso o probar mis artilugios obtenidos en DATS, y flashar a todos y salir corriendo como demente. Pero “o sorpresa” esa cosas no funcionaba en digimon, “fantástico” cruzo velozmente ese pensamiento… otra idea apareció repentinamente en mi mente, volver a Gigimon en Megalo Growlmon y destruir todo a lo bruto… pero, no, eso no fue productivo, devolviendo mis pensamientos a la idea de ¿“chico verde” o “chica negro”?

Como si el tiempo volviera a su cauce, mire al chico que quería “conocer mejor” a Gigimon y lo mire con un dejo de seriedad, recobrando mi temple habitual con los desconocidos y principalmente con los hombres que intentaban entablar conversaciones conmigo de cualquier indole -repito, este pequeño es muy importante para mí, además, “ves con los ojos no con las manos”- dije colgando el dispositivo digital en el cinturón en mi cintura y mirando a la opción que me pareció más “buena y viable” -disculpa, pero acabo de ver a la persona a quien eh estado esperando… hasta otra- le dedique una media sonrisa al chico mientras me retiraba y procuraba evitar tanto como pudiera que yo misma o mi sombra no tocasen ninguna otra, sin levantar sospechas al caminar a mi objetivo, de todos, era quien parecía que tal vez no era un ser malo, o lo era a mi parecer, me plante frente a esta persona, y nuevamente el pensamiento de “destruye todo con tu digimon” apareció en mis pensamientos, siendo aplacado por el pensamiento de “no, soy miembro de Dats, no de algún grupo de destrucción mundial, debo proteger”-¡hey!- a diferencia de mi anterior seriedad, una sonrisa verdadera si pinto en mis labios -(okay, tranquila, si el pelos azules podía hablar con cualquiera yo también)- debí articular una buena oración mientras caminaba hacia aquí… si no fuera por esa sombra rara… bueno no importa, ya estoy aquí, y no me puedo echar para atrás -em…- divague con la mirada el sitio alrededor de la persona intentando encontrar algo de qué hablar -sé que es tonto preguntar, pero ¿no tienes frio? Estando toda abrigada yo tengo algo de frio, pero tu estas tan tranquila con una simple blusa y falda, ambas que parecen escolares…- pase saliva y sin más me senté junto a ella -¿eres de por aquí?- solo pude maldecir a mi nerviosismo cuan lo único que salía de mi boca eran tonterías, pero, superando todo aquello me acerque a su oído y susurre -sé que no nos conocemos, y es estúpido e idiota lo que te pediré, pero… por favor ayúdame, este sitio me da un mal presentimiento, y parece que estoy siendo asediada por cosas “raras” más de lo normal…- guarde silencio unos segundos -2 son mejor que uno, y 3 aún mejor- señale con la mirada a Gigimon, esté miraba a la chica con curiosidad, aun sin moverse -la unión hace la fuerza, ¿no?-

La apacigüe tranquilidad que reinaba en la plaza mientras atardecía, se vio interrumpida por el ruido de alguien levantándose abruptamente de una silla, al dirigir mi mirada al sitio, distinguí a un hombre y una mujer, parecía que hablan de algo, pero la curiosidad generada en mí en este acto no fue lo suficientemente grande y por esto regrese mi mirada al frente de mí y mi curiosidad se vio dirigida a mis propios problemas, las muchas presencias que sentí en un principio, se encontraban ya todas en esta plaza

Pensé en muchas cosas, pero a la ves en nada en particular, hasta que la culpable del estruendo anterior estaba plantada frente a mí, hiso una especie de saludo sonriente para después quedarse parada sin más mirándome como alguna clase de idiota, el suficiente tiempo como para dejarme analizarla de pies a cabeza, captando la atención de mis ojos en el digimon en sus brazos y el aparato digital en su cintura, recordaba haber visto ese modelo en los datos que tenía guardados en sus computadoras el sujeto que maté hace no mucho, la mujer que resultó ser una simple niña de 14 años de edad, rompió el hielo entre las 2 soltando una pregunta aún más idiota que su mera presencia -no- fue lo único emanado de mis cuerdas vocales, en un tono por demás seco y despectivo, creyendo que eso sería suficiente para que se fuese a otra parte, cosa que no hiso, al contrario, como si fuéramos amigas o algo así, se sentó junto a mí, continuando con sus preguntas carentes de sentido, de nuevo la palabra -no- fue lo único que salió de mí, con exactamente el mismo tono seco y cortante. Repentinamente susurró en mi oído, palabras que a mi parecer eran igual que el resto de su conversación y presencia, simplemente idiotas, y poco que ver conmigo. Por mi daba igual si ella y su mascota roja morían ahora mismo, pero algo en mi interior, fuertemente me impulsaba a saltar y protegerla, -….- suspire resignada, si bien tenía razón en que la unión hace la fuerza, solo esperaba que no fuera la clásica cobarde debilucha que deja que otros peleen sus palabras por ella -bien, seamos… equipo…- al decir esto, mire a los pocos humanos que quedaban en el lugar, alguno de ellos debe ser el que incomodaba a la niña junto a mí, así como a mí me molestaba la mirada inquisitiva de su mascota roja. Ajuste mis gafas y volví a suspirar, recordando que mi fuerza no era tan grande como para protegerme a mí misma y a otros 2 seres, pero ya que más daba -me llamo Saya… supongo que hare lo que esté a mi alcance para ser un buen equipo contigo…- incline mi cabeza a un lado y me cruce de brazos, esperando al ataque enemigo, prefería hacer esto que ponerme a destruir todo a diestra y siniestra, pues ese tipo de acciones las consideraba echas solo por quienes no controlaban su propia fuerza y por ende su propia mente… ocasionando simplemente una muerte prematura