Visita a otro mundo

En ese momento Layla se paseaba por el DigiQuartz, esa vez había ido a ese mundo por voluntad propia y no por error como la vez anterior, se preguntó qué cosas encontraría en esta ocasión. Ya que la vez anterior había obtenido tres Digimon nuevos con los cuales ya había entablado amistad, con Astamon había sido un poco mas difícil pero finalmente había logrado llevarse bastante bien con este.

Mientras caminaba con ambas manos en su espalda tarareaba en voz baja una canción que le gustaba mucho, hacía ya un buen rato que no veía señales de algún otro Digimon o ser humano, por lo que supuso que podía darse el lujo de poder tararear por el momento.

La joven al oír a alguien mas se volteó en la dirección de la que provenían ambas voces y se sorprendió al ver a un chico humano acompañado por un Digimon, el cual con solo verlo de inmediato pensó que era muy tierno. No parecían malas personas en lo absoluto, por lo que se acercó caminando a estos mientras les saludaba gentilmente con un movimiento de su mano.

—Hola, mucho gusto.—Saludó con una educada reverencia tanto al humano como al Digimon y con una amable sonrisa en el rostro, al fijar su mirada en aquel pequeño Digimon no pudo evitar juntar sus manos y emitir un casi inaudible Kya en señal de que le parecía sumamente tierno y lindo. Después volvió a dirigir su atención al muchacho.—¿Quienes son ustedes?

—Es un placer conocerlos Tagiru y Gumdramon.—Emitió una pequeña risa al ver la presentación que hicieron el muchacho y el pequeño monstruo digital, tras escuchar la pregunta de Tagiru lo pensó unos escasos segundos antes de responder.—Mmm...Si y no, ya llevo tiempo con el Xros Loader, pero esta es solo la segunda vez que vengo al DigiQuartz. De hecho ni siquiera sabía que existía un mundo como este.

Tras haber respondido fijó nuevamente su atención en Gumdramon, ¡era tan tierno! Entonces lo alzó en sus brazos proporcionándole al Digimon un cálido abrazo, aunque después como de costumbre procedió a pedir disculpas tanto a Gumdramon como a Tagiru.

—Etto...lo siento mucho, no me resistí.—Segundos después dejó al pequeño Gumdramon en el suelo con suavidad y apartó un poco la mirada.

—Te lo agradecería mucho si lo hicieras, quiero aprender mas sobre las DigiXros y el DigiQuartz.—Quería mejorar en ese aspecto ya que el Xros Loader era para eso, crear poderosas DigiXros, un tema que ella aún no conseguía entender del todo pero sabía lo básico.

—Ahora que lo mencionas, es cierto, desde que llegue aquí no he visto a ningún otro Digimon aparte de Gumdramon.—Al escuchar la opción de Tagiru asintió en señal de que daba su aprobación.—De acuerdo.

Justamente, aquel era un buen momento para mostrar la nueva DigiXros que había estado planeando desde hacía ya algunos días. Además sentía bastante curiosidad al respecto del por qué no había ni un solo Digimon en todo el lugar, tal vez no se habían escapado, en su mente estaba la posibilidad de que algo los hubiera asustado lo suficiente como para abandonar el área.

—Reload, Baalmon.—El Digimon dueño del Libro Rojo de Appin hizo aparición clavando su único ojo visible en el Arresterdramon que estaba ahí, después miró a su compañera quien asintió.—Esta será una pelea de entrenamiento, pero aún así no debemos ser blandos. Hay que pelear con todo.

Baalmon: De acuerdo.—Dicho eso su mirada se tornó mas seria.

El Digimon le apuntó al Dramon que estaba en su presencia con el arma de su brazo y sin miramientos comenzó a disparar.

Baalmon: ¡Kamiuchi!—Baalmon desenfundó su arma, Dǎshénbiān, la cual demostró ser en realidad un largo látigo hecho de luz. Estando en el aire Baalmon reaccionó de inmediato y formó un escudo compuesto de amuletos con el cual evitaría el recibir daño por parte del ataque de Arresterdramon.

Mientras Arresterdramon estuviera distraído por la inesperada aparición del escudo, Baalmon desaparecería aprovechando los segundos de distracción del Digimon Dramon y volvería a aparecer a sus espaldas. Lo que iba a hacer sería bastante simple a su parecer, tras haber aparecido detrás de su contrincante enrollaría su látigo en el cuello de este lo jalaría en dirección al suelo y lo estrellaría con todas sus fuerzas contra este.
Layla en tanto permanecía en completo silencio, observando la batalla y de vez en cuando alguno que otro vistazo a Tagiru.

Baalmon se quedó sin aire tras recibir aquel ataque, al poder concentrarse de nuevo desapareció envolviéndose en un pequeño torbellino de amuletos y volvió a aparecer a metros de distancia del Dramon. Se vio obligado a apoyar una rodilla en el suelo por el daño que había recibido de aquel ataque.

—¡Baalmon!—Se preocupó por su Digimon, pero cuando este se puso de pie se sintió un poco mas tranquila, pero no estaba convencida del todo por lo que se acercó a su Digimon y este antes de poder articular palabra alguna volvió a ser un Impmon.—Lo siento...

El Diablillo púrpura no entendió a qué vino esa disculpa, la joven entonces se volteó en dirección a Tagiru y a Arresterdramon.

—¿Les molesta si dejamos el combate hasta aquí?—Por el momento no sentía deseos de pelear, o mas bien era como si se hubiesen esfumado, ni siquiera había podido formar una estrategia simple por eso.—Si quieren podemos reanudarlo en otro momento, pero de seguro pelearé mal...

Dijo aquello en un tono de voz no muy alto, casi un susurro, mientras bajaba la mirada y chocaba suavemente las yemas de sus dedos índice de cada mano. Impmon le miró con curiosidad, el si quería pelear, pero si su compañera no quería simplemente optó por resignarse a esa decidión. Al menos esa no era una pelea importante o algo parecido, solo era un entrenamiento.[/color]

Al escuchar las palabras de Tagiru y cuando el muchacho tomó sus manos Layla se sintió mejor, entonces no pudo evitar sorprenderse cuando Tagiru mencionó lo de que se veía mas bonita cuando sonreía. Justo en ese momento pudo jurar que notó un atisbo de sonrojo en las mejillas de Tagiru un segundo antes de que este se diera la vuelta apresuradamente.

—De acuerdo.—Le agradó aquella propuesta de caminar, quería conocer el DigiQuartz para así no llegar a tener la mala suerte de aparecer en un punto desconocido de este y perderse.

Ya sabía que el DigiQuartz era un reflejo del mundo humano pero en versión Digital, pero aún así tenía sus cambios y había cosas que simplemente le resultaban completamente desconocidas.

—Tagiru, ¿desde hace cuanto tiempo eres un Hunter, y cómo conociste a Gumdramon?—Aquello le producía curiosidad, por su parte Impmon caminaba con sus manos entrelazadas detrás de la nuca y con un aire despreocupado mientras miraba los alrededores. Tratando de ver algún otro Digimon sin resultado alguno.

La joven Hunter escuchaba atentamente la historia que le relataba Tagiru, le resultó muy interesante el saber cómo se habían conocido ambos. Al escuchar la pregunta por parte del chico ella no pudo evitar sonreír nuevamente.

—Fue raro, el Xros Loader me lo dio una voz extraña que hizo que el tiempo se detuviera en el lugar donde yo estaba, después de eso fui a un lugar donde no hubiera gente para poder ver mejor lo que había recibido.—Tenía el Xros Loader de color azabache en sus manos mientras le contaba aquello a Tagiru.—Entonces, sin darme cuenta lo activé e hice que Impmon saliera, me asusté. Bastante. Pero nos hicimos amigos rápidamente. Sabes, me agradas mucho. A pesar de que te conocí hace muy poco.

Bajó la vista ligeramente avergonzada, mas de una vez le habían dicho que no era bueno confiar tan rápido en las personas.

—Gracias Tagiru...eh...—Al escuchar lo último que había dicho Tagiru inevitablemente se sonrojó, de repente parecía como si el tiempo transcurriera de forma mas lenta cuando el joven Hunter se le quedó mirando fijamente a los ojos.

Por su parte Impmon miró a Gumdramon con una expresión de incógnita en su rostro, Layla en tanto al no poder soportar mas le dio la espalda al muchacho mientras se cubría el rostro con ambas manos tratando de ocultar el rubor que condecoraba con insistencia sus mejillas.

—¡Cuidado!—La joven sujetó a Tagiru por la parte posterior del cuello de la ropa y consiguió alejarlo del edificio que se venía abajo. Impmon había hecho lo mismo con Gumdramon, por lo que la joven como aún tenía su Xros Loader del color de la noche en sus manos dirigió su mirada al Megidramon el cual aún sobrevolaba el área.

Su mirada entonces cambió, pasó a ser mas decidida al igual que recuperaban cierta chispa

—Impmon, ¿quieres pelear contra él?—El Diablillo sintió lo mismo, por lo que asintió sin dudarlo. La pantalla del aparato brilló y tras eso Mummymon hizo aparición.—Estoy segura de que ganaremos.

Pero entonces para sorpresa de la pelinegra la pantalla del aparato emitió un brillo otra vez, de inmediato fijó su mirada en Mummymon. Una nueva Digievolucion, cuando esta terminó ahora en el lugar en el que había estado la momia Digital se erguía un Digimon con aspecto de motociclista. Beelzemon.

Beelzemon: Ahora si, podré pelear sin problemas.—Dijo aquello mientras clavaba sus ojos rojos en el Digimon Dramon con el Digital Hazard. Desenfundó sus dos armas y con una de ellas apuntó y dio el primer tiro en dirección al oponente.

Layla retrocedió rápidamente al ver las llamas, Beelzemon en cambio saltó en dirección al edificio mas cercano y se sujetó a este un par de segundos quedando a gran altura lejos de las flamas, tras prepararse dio otro salto pero este en dirección al Megidramon para atacarle mientras este aún escupía fuego en dirección al suelo. Las garras del demonio motociclista se iluminaron de un color púrpura y entonces atacó al enemigo con estas en el lado derecho del rostro.

Beelzemon: ¡Darkness Claw!—Con ambas manos realizó un tajo con forma de X y hecho eso volvió a aterrizar en el piso, pero lejos del fuego.

Tras salir despedido hacia atrás y haber impactado contra aquel auto Beelzemon se puso de pie inmediatamente y apuntó en dirección al pecho del Megidramon.

Beelzemon: ¡Heartbreak Shot!—Localizó el corazón del enemigo y realizó un tiro certero, después de eso optó por moverse a otra parte y esta vez apuntó en dirección a la herida que Megidramon tenía en el hombro, la que le había causado con sus garras.—¡Quick Shot!

Las balas salieron disparadas a gran velocidad en dirección a su blanco, Layla solo observó expectante mientras no podía evitar sentirse un poco mal por aquel Megidramon. Ya lo había visto antes, era el que había tratado de atacar a Anubimon para escapar.

—Megidramon...—Ella estaba junto a Tagiru, al parecer había logrado recordarla a ella y a su Digimon compañero.—Entiéndelo por favor, lo que hizo Anubimon fue por tu propio bien. Mírate, tienes tu poder de vuelta, pero nuevamente has ido por el camino incorrecto.

No quería ver a alguien, ya fuera humano o Digimon ir por el lado de la maldad. Quería ayudarlo.

—Es un Digimon que conocimos cuando fuimos al mundo al que van las almas de los Digimon que murieron.—Al ver que los ataques ya estaban mermando mucho la resistencia del Megidramon, en cuanto el Digimon comenzó a atacar de nuevo escupiendo esferas de fuego Beelzemon comenzó a evadirlas sin muchos problemas.—¡Megidramon, no te estoy mintiendo. Vas por el camino equivocado de nuevo!

La joven se volteó para ver a Tagiru, ahora necesitaba que los Digimon de ambos hicieran otro ataque en sincronía.

—Tagiru, debemos derrotarlo de un solo ataque esta vez. Ahora está débil, Beelzemon subirá al lomo de Arresterdramon y así podrán acercarse a Megidramon para asestarle el último golpe.—Pero al terminar de decir eso cerró sus puños con fuerza.—Pero por favor, no quiero que lo maten. Esta vez, yo le daré otra oportunidad, y haré que deje de ser malo.

Beelzemon: ¡Double Impact!—El Digimon demonio desenfundó sus dos armas y sin dudar le disparó a Megidramon, cuando la ronda de balas hubo finalizado el Demonio Digital enfundó sus armas de nuevo y miró fijamente al Digimon enemigo.

Layla sacó su Xros Loader y esperó el momento indicado, dejó escapar un profundo suspiro.

—Tranquilo...—La joven se acercó al Megidramon y le mostró una sonrisa cálida y comprensiva, extendió su mano y le acarició suavemente la cabeza al Digimon. Con el paso de los segundos la respiración del dragón, que había sido agitada, se tornó mas tranquila hasta pasar a ser lenta y parsimoniosa. La joven entonces se apartó un poco y apuntó el Xros Loader al malherido Dramon.

Unos segundos después, el Digimon ya no estaba, ahora yacía al interior del Xros Loader de color azabache de la joven.

La joven entonces se dio la vuelta al escuchar que Tagiru llamaba su atención, y de la nada recibió un abrazo con el cual el chico casi la había derribado. Aunque aún así agradeció la felicitación que recibió por parte de este, así que correspondió el abrazo a Tagiru.

—Muchas gracias por su ayuda, Tagiru, Arresterdramon.—La chica ejerció solo un poco mas de fuera en el abrazo, no podía evitarlo, se sentía sumamente feliz. Tanto así que le dio un beso en la mejilla a Tagiru, cuando soltó al muchacho fue a ver a ambos Digimon, Arresterdramon y Beelzemon, y los felicitó por aquel excelente trabajo en equipo.—Ambos estuvieron fantásticos.

Se acercó a Beelzemon y este último apoyó una rodilla en el sueño, la niña abrazó a su compañero mientras este último correspondía el gesto.

—Creo que debí decirlo hace ya unos minutos, pero es increíble que ya hayas llegado a tu forma Mega.