Un laberinto bastante peculiar

Los ojos plateados de Selenemon se clavaron en sus "compañeros". No entendió bien, pero el motero decidió dormir en el suelo, o no había percibido que había tres camas, o quizás la humana no le dejara dormir en ellas. Tampoco era tan extraño con el comportamiento tan extraño de la humana, lo más normal es que al pobre digimon lo tuviera esclavizado.

Ella no iba a dormir, no lo necesitaba, llevaba siglos descansando, y aunque el cuerpo de la humana sí que necesitara dormir, sacaba el descanso de parte del espíritu.
Finalmente la guerrera se levantó y se acercó a la estatua, la cual comenzó a escalar. Finalmente llegó a los hombros de este y se apoyó con las manos entrelazadas detrás de la cabeza.

- Deseo ver las estrellas, captor. ¿Podrías hacer que toda la pintura del techo durante unas horas sea una ventana al exterior?- mejor pedir las cosas sin que pudiera malinterpretarlas. Como le había pasado a la pelirroja.
- Ten cuidado con lo que deseas...

Al parecer era una coletilla de la criatura, porque realizó el deseo como había pedido. La guerrera se quedó mirando sus amadas estrellas, perdiendo su mirada en ellas. "Leyendo" las historias que le contaban.
Así pasaron las horas hasta que el robot decidió que ya había cumplido con el deseo de Selenemon.

Finalmente, la pelirroja abrió los ojos. Se sentía bastante descansada, aunque algo angustiada. Había soñado con Aly, otra vez. Más concretamente, con el día que la conoció. Le sorprendió. Ultimamente solo soñaba con su muerte, era un alivio no haber repetido la escena otra vez.

Se levantó y se estiró, sin darse cuenta de los pelos despeinados que llevaba. Miró a Beelze y se acercó a él para despertarlo.

- Venga, tenemos que seguir...

Luego caminó hacia donde estaba su zapatilla y se la puso. Agarró la mochila y se cruzó de brazos mirando todas las salidas.

- Uhm... la cinco-y la señalo.

Beelze observó el camino y asintió. Avanzó hacia allí para dirigir la marcha. Zayyn lo siguió.

Selenemon seguía mirando al techo, ignorando descaradamente a los de abajo. Ya podrían avisar de que se iban. Saltó desde donde estaba, rebotando contra alguna de las piezas del robot, para evitar daños innecesarios, metiéndose en el pasillo.

Y mirando el mapa, sus compañeros ya debían estar en la sala delante suya. Dado que no había desviaciones, sólo un único camino, aunque para llegar a la sala había que girar a la izquierda.


Y como no, en la sala había digimons, más concretamente un Aero V-dramon. El cual al ver a los recién llegados atacó. Ese era su territorio, no iba a dejar que entraran intrusos en él.


- Dragon Impulse- disparó hacia Beelzemon, puesto que era el que encabezaba la marcha.

Off:
Dragon Impulse: Se cubre con un aura con forma de dragón, que al dispararla rodea al enemigo y explota.

Al llegar a la sala, Beelzemon vio al digimon enemigo. Alzó los brazos y creó su escudo para protegerse. Zayyn notó que ahora era ella la que peligraba, así que sería mejor ponerse a salvo.

- Jera activada... chameleon-susurró, y tras un brillo por parte de la runa, la muchacha desapareció, camuflándose.

Beelzemon agarró entonces sus pistolas y disparó al digimon enemigo.

El ataque de Aero v-dramon fue inútil contra la barrera. Al igual de inútil que fue la resistencia que opuso contra los disparos del digimon mega. Se convirtió en datos y desapareció.

Selenemon llegó tranquilamente a la sala, silbando.

- Ya veo que os habéis ocupado de todos. - miró en la sala.- ¿Y la pelirroja? Bah da igual, por ahora sigue viva, o ya nos habríamos enterado de que no podíamos salir- dirigió su vista al mapa.- Sólo hay una salida más adelante el otro camino es regresar a la sala.

Enrolló el mapa y lo guardó dentro del "vestido" que llevaba. Después apoyó su mano izquierda, sobre la empuñadura de la espada que llevaba en ese lado.

- ¿Y bien? ¿Por dónde?- preguntó ladeando la cabeza.

- Sigo aquí...-se la oyó decir, mientras se colocaba de nuevo en formación-.Beelze, estoy detrás tuyo, sigue recto.

El digimon asintió y continuó caminando, aún con el escudo levantado.

- Pues vamos.

Selenemon se encogió de hombros, sin importarle demasiado las razones de por que la humana era invisible. Se dispuso a seguirlos, volviendo a silbar una cancioncilla.

El pasillo los obligaba a girar a la derecha y después de un buen rato giraba a la izquierda, dando a parar en una sala de nuevo.


La sala no tenía más salidas, sino que era un camino cerrado en el laberinto. Dentro de él había una digimon, rubia, con los ojos vendados. Recostada en el suelo, casi apacible. Por la sala volaba una paloma.

- Iros, no quiero tener que pelear

Esas fueron sus únicas palabras. Venusmon no era una digimon a la que le gustara la violencia. Por ello no solía matar a su enemigo, aunque pobre de aquel que quisiera enfrentarla, vería convertido su actitud guerrera en pacífica.

Zayyn frunció los labios y resopló, luego se dió la vuelta.

- Pues vaya mierda... Ya puedes darte la vuelta, "Natillas", por aquí no hay nada...

Beelzemon parpadeó y con un suspiro y una leve inclinación se despidio de Venusmon. Luego se volvió y espero. a que las otras dos caminaran.

¿Natillas? ¿La había llamado como si fuera una comida? Eso fue un límite para el orgullo de la guerrera, y para la paciencia de la humana. Una cosa era que quisiera matarla, pero llamarla comida ¡ni hablar!

Sonrió taimadamente...

- Glubokaya rana lunnyy (глубокая рана Лунный)

Una onda de color plateada se dirigió contra Venusmon. La cual se levantó rápidamente, esquivando el ataque. Aunque al ser campeón tampoco le hubiera hecho demasiado daño.

- Si salimos vivos, espero que recuerdes no llamarme Natillas, da?- susurró la morena.
- Así que queréis pelear. Muy bien... Love You

Sopló varios besos en dirección de los allí presentes, mientras que la paloma piaba indignada por su comportamiento.

Off:
глубокая рана Лунный (glubokaya rana lunnyy /cuchillada lunar): El filo de las espadas se ilumina con luz plateada, aumentando su potencia de corte y permitiéndole lanzar rayos cortantes a distancia.

Love You: Sopla un beso que hace que los opositores que lo reciben caigan en shock.

Zayyn palideció al ver como Venusmon se enfadaba y los atacaba. Le lanzó una mirada de odio a Selenemon.

Beelzemon abrió la boca, sorprendido.

- ¡Me cago en diez!-rugió, y se movió a un lado para esquivar el ataque. La apuntó con las escopetas y disparó.

Zayyn saltó a un lado, para esquivar ella también el beso. A pesar de ser invisible, no era intangible, por lo que podía recibir el ataque. << ¡Tsk! ¡Idiota! >>

- La próxima vez ya sabes que es lo que no me tienes que llamar en este laberinto. Do svidaniya. Zavesa Tʹmy (Завеса Тьмы)

Selenemon se teletransportó al pasillo antes de que el beso la golpeara, después de eso se dirigió hacia la sala de nuevo, tenía que retroceder ocho casillas hasta la anterior sala donde aparecería otro ultra. Les esperó allí, observando para descubrir que digimon había. Podía pasar por la sala sin ser vista, claro está, teletransportándose, pero no estaba bien que desapareciera tanto. Eso sería preocuparles demasiado.

Por su parte, Venusmon sabía que había dos personas en la sala, pero sólo una de ellas le daría problemas. Era el que disparaba. Venusmon se movió al lado para esquivar las balas de Beelzemon y envió a su paloma a atacarle. Para anular su espíritu de lucha y al menos así dejaran de molestarla.

- Peace Fantasia

Off:
Завеса Тьмы (Zavesa Tʹmy /velo de oscuridad): El traje negro se convierte en sombras que la rodean y hacen desaparecer a Selenemon. Reaparece en otra sombra a 10 metro de su anterior posición.

Peace Fantasia: Olive (la paloma) picotea al enemigo haciendo que tenga intenciones pacíficas, da igual la ferocidad que posean.

Beelzemon apuntó a la paloma con el blaster al verla. No sabía qué pretendia, pero mejor no.arriesgarse. Disparó, y mientras, apuntó a Venusmon de nuevo con la escopeta, a la que disparó.

Zayyn observó furiosa cómo Selenemon se alejaba de ellos. Apretó los dientes y miró a su compañero, solo pudiendo esperar a que derrotara a la digimon.

La paloma acabó hecho un pollo asado (?), con todas sus plumas de color negro debido al ataque. Pió débilmente.

Venusmon, esquivó los disparos, pero dejó de atacar por ir a socorrer a su ave.

- Olive ¿qué te han hecho, pequeñina mía?

La digimon parecía más ocupada en socorrer a su paloma que en atacar a sus enemigos, momento que podrían aprovechar para huir; puesto que Venusmon no es un digimon violento, y por tanto no les perseguiría. Aunque también podían matarla, eso sí, si se dejaba dar.

Selenemon mientras observó como una Arukenimon se había hecho con el control de la sala de Aero V-dramon. Quizás pudiera confundirla para evadirla, puesto que no sería capaz de derrotarla en un combate. Tenía más nivel que ella, y aunque sus espadas eran muy afiladas, la araña podría defenderse de ellas.

Venusmon se paró a auxiliar a su paloma, momento que Zayyn aprovecho para agarrar a Beelzemon.

- Busca a esa idiota y protégela-le ordenó, en un murmullo.

Él asintió y corrió de vuelta a la sala del ultra. Justo en la entrada encontró a Selenemon, y sin mirarla siquiera miró al digimon araña, al que disparó con su escopeta.

- Double impact

Zayyn llegó junto a ellos, aunque se quedó en la.entrada con Selenemon. Aprovechando que seguía invisible, la miró mal, sin cortarse.

No se esperó que salieran tan rápido de la sala, pero al parecer así había sido. Con una expresión aburrida siguió a Beelzemon a la sala.

Arukenimon, ocupada como estaba en mirar las pertenencias del anterior dueño de la sala no se percató de su presencia hasta que estuvo muerta. Su cuerpo se deshizo en datos.
Momento que aprovechó la morena para continuar andando por la sala hasta la cámara central.

- Detesto a las arañas- murmuró en voz extremadamente baja e indiferente.

Por suerte en ninguno de los pasillos se habían topado con ningún digimon. Nada más llegar, Selenemon se dirigió hacia la única estatua que quedaba.

- ¿Por dónde? ¿O prefería descansar?- de nuevo el tono indiferente, pero una sonrisa traviesa apareció en su rostro.

Off: No pongo el mapa, porque estoy vaga... Son 8 entradas, la cinco es la escogida anteriormente.

Beelzemon siguió a Selenemon, hasta que llegó a la sala. Zayyn, al entrar, se deshizo del camuflaje.

- Jera desactivada...-murmuró, luego avanzó hacia Selenemon-.Tu...¿Qué es lo que has hecho?

Beelzemon se apartó de su camino, alarmado. Notaba un aura oscura alrededor de su compañera, mejor no meterse en medio.

- ¿Te crees que ya por poder evolucionar a nivel campeón, puedes hacer lo que te dé la gana?-se rió con crueldad-. Por favor, ni siquiera podrías hacerle cosquillas a un mega. Solo eres una novata que no tiene ni idea. Podrías haber hecho que nos mataran, y entonces ya sería imposible salir de aquí. ¿No tenías tantas ganas de escapar? Porque no se nota.

La miró, con sus ojos chispeando de rabia. Beelzemon pensó que daba miedo.

- La próxima vez que hagas algo así, no tendré más remedio que noquearte para que no intentes ninguna tontería.

Dicho eso, se volvió hacia la estatua, con expresión aún malhumorada.

- Y tu, estatua.¿Serías tan amable de darnos algo para comer? ¿Algo que sea comestible y que no nos mate o aplaste al intentar comérnoslo?-pidió, cruzándose de brazos.

Selenemon desenvainó ambas espadas y observó los filos de estas, distraída con el brillo de las hojas. Tardó unos segundos en darse cuenta de que Zayyn estaba hablandola a ella.

Se estaba riendo, aunque no sabía de que. Se encogió de hombros y dejó a la pelirroja reír. Después clavó las espadas en el suelo, a suficiente profundidad como para que quedaran estables, pero no tanto como para que luego no se pudieran sacar. Ambas formaban una x, aunque había poco angulo entre ellas.

Después de eso, se sentó apoyando la espalda en sus armas. Y bostezó, estirándose. No estaba acostumbrada a que la echaran broncas, aunque suponía que eso sería lo que hacían los padres con sus hijos. Pero a decir verdad, tras escuchar, no le parecía una vivencia digna con los padres. Para este caso casi se alegraba de no tenerlos. Sin embargo, el casi era un decir, ella aún quería recuperar a la familia que había perdido.

- ¿Has acabado? Para empezar deberías saber que esto no es como una evolución normal del todo. Los digispirits te "poseen" así que tengo más o menos claro hasta donde están mis límites. Por otra parte, sabía que os haríais cargo vosotros, que para algo sois los protectores que me ha puesto el laberinto. Además de que ¿quién ha empezado? Tú, y nadie más que tú, puesto que has decidido llamarme comida. - la miró fijamente- Dime, ¿en qué momento te he faltado al respeto? Ah, y olvídate de Moscú, tener a un niño pequeño apuntado por una pistola hace que el arpía que dije suene casi a alago en comparación con lo que tendría que haberte llamado. Pero aquí dentro que yo sepa no me he referido a ti de esa manera.- Movió la cabeza con un gesto altivo.

En cuanto Zayyn se alejó, se puso a silbar de nuevo, de manera despreocupada.

La estatua brilló y aparecieron varios ingredientes sobre los instrumentos que antes habían aparecido para que pudieran comer. Ahora sólo tendrían que cocinarlos, pero al menos así tenían comida.

La chica se volvió para mirarla, aunque de forma no muy agradable.

- Te vas a morir por ponerte un mote, cuidado-sonrió siniestramente-.Si hubiera atacado a todos los que me insultaban o ponian motes... ¡Ah, no, espera! ¡Si lo hice! Pero no porque me molestara... sino porque era divertido verles sufrir-soltó, y dejó escapar una carcajada.

Beelzemon suspiró y se puso entre las dos, tratando de disminuir la tensión del ambiente.

- Dejad de discutiiiir... n.nu

Zayyn resopló y se tumbó en una cama, donde se acomodó para mirar el techo. El motero, en cambio, cogió los ingredientes y se puso manos a la obra.

Selenemon puso los ojos en blanco.

- Sorprende lo mucho que te gusta mostrar lo débil que eres. Pensé que tenías más orgullo.

Que alguien no hiciera más que recalcar era una manera de demostrar su debilidad, intentaban hacer que los demás tuvieran miedo. Pero Natasha había visto morir a demasiada gente, y el espíritu había participado en demasiadas guerras como para tener miedo de un asesino.
Además de eso, si lo decía con tanta sangre fría, indicaba que no entendía el valor que tenía la vida, y por tanto a la larga eso le haría ser débil.

La guerrera siguió recostada contra sus armas, esperando a que terminaran de comer para seguir en marcha.

Zayyn se rió entre dientes al oírla, pero no dijo nada. Esperó durante un rato, hasta que Beelzemon le tendió un bol de ramen, con sus tradicionales ingredientes como la carne o el naruto.

La chica le dio las gracias y tomó el recipiente y los palillos, y se puso a comer. El demonio se sentó a un lado de la cama y comió también, aunque en repetidas ocasiones tuvo que levantarse de nuevo para rellenarle el bol a su compañera, que tenía un hambre voraz.

- ¡Ya está!-exclamó la muchacha, levantándose-. Retomemos la huida

Sonrió, e hizo brillar su cuerpo hasta transformarlo en Aeirmon, que ya tenía rebovadas fuerzas tras haber descansado y comido. Le indicó con un gesto al motero que eligiera el camino, y este se dirigió hacia la salida número dos. Aeirmon cogió la mochila y le siguió, poniendo atención en si Selenemon los seguía.

Selenemon se quedó mirando sin moverse, había algo que la decía que no era necesario moverse. Era un digimon bastante intuitivo, y sobre todo, llevaba mucho tiempo en ese viejo y odioso laberinto. Aunque sacó el mapa para comprobar que lo que decía era cierto..


Sí, cuando los dos se internaron se encontraron con una pared al frente, era un pasillo de tan solo un cuadrado.

- Al parecer la suerte no te sonríe ahora- comentó con una leve sonrisa, esperando a que esos dos volvieran a la sala.

Ambos volvieron a la sala, una con expresión aburrida y otro con cara de póquer. Aeirmon sopesó las opciones que quedaban. No dos, no cinco, todavía quedaban unas cuantas más. Suspiró y se encaminó hacia la salida número tres, moviendo, levemente airada, la cola de un lado a otro. Beelzemon esperó a que Selenemon pasara por delante de él para seguirlas.

En cuanto regresaron a la sala, sacó las espadas de la piedra, y las guardó con paciencia y mimo, muy lentamente. Como digimon no tenía más ataque que el que le concedían esas preciosas katanas. Así que había que cuidarlas. Hecho eso, pasó por delante de Beelzemon, siendo la segunda en entrar, aunque en realidad por tiempo debería haber sido la última.

Sacó el mapa cuando llegaron al final del retorcido pasillo que les hacía subir y bajar varias veces. No llevaba a ningún lado, de nuevo un camino cerrado.


- No se puede tener peor suerte. ¿Qué le habrás hecho al Karma?- preguntó de manera retórica la morena.

Y ahora sí, se oían pasos de un digimon tras ellos. Un Gabumon (no incluyo imagen).

Off:
Si cuentas el regreso son nueve casillas, así que aparece un roockie. Y me he comido la salida número cuatro, pero no lo voy a corregir que estoy harta de pintar en negro.

Aeir no respondió. Simplemente resopló y se dio la vuelta. Ahí fue donde vio al Gabumon. Entornó los ojos y se adelantó a Beelzemon. Luego atacó al digimon rockie con la cola.

- Spine Tail.

Continuó caminando después de matarlo y llegó a la sala central, donde se dirigió a otra salida, hacia la cuarta. Caminó con expresión aburroda, ya hartándose de no dar más que palos en ciego.

Selenemon los siguió, aunque sacó el mapa tras un giro que había que hacer en un pasillo para volver en la misma dirección. Esto desembocaba en una sala, aunque el camino de nuevo estaba cerrado. Desde luego la pelirroja no tenía nada de suerte...


En esta sala tan solo había un roockie, un Dorumon, que estaba durmiendo hecho una bola en el suelo.

De nuevo regresaron a la sala central.

- Vaya, vaya. Al parecer andáis muy perdido- se rió la estatua de manera un tanto cruel.
- Así es, una y otra y otra vez, temo que registraremos todos los caminos

Sacó el mapa y lo miró, entradas 2, 3, 4 y 5 registradas. Quedaban otras 4, al menos ya solo quedaban la mitad de las opciones.


La guerrera miró a Zayyn, estaba seria muy seria. Y sus palabras fueron dichas de manera que parecía que otra persona hablaba por la boca de la morena.

- El seis tres veces es el número de la bestia, un número que al demonio concede suerte, pero en este caso sin penas ni glorias se muestra el camino.

Dicho eso la guerrera se cruzó de brazos, esperando ver la decisión que tomaban.

Aeirmon escuchó a Selene con atención. No parecía ser ella misma, aunque se tendría que fiar de ella, pues si no, no saldrían del laberinto de las narices. Inspiró hondo y miró las saludas que quedaban. Obviamente, no iba elegir la sexta, puesto que allí no parecía haber nada. Pero la morena había dicho pena... eso significaba que en una de las salas que quedaban había algo gordo, y muy, muy peligroso... Cerró los ojos un instante, luego los volvió a abrir, tomando una decisión. Que fuera lo que el destino quisiera... pero ella no pensaba morir allí, todavía le quedaban muchas cosas por hacer en el mundo...

- A la siete...-murmuró, avanzando hacia allí.

Selenemon sonrió levemente, antes de que se volvieran a mirar la sala, cuando cerró los ojos un poco mareada. Ella desconocía la hubicación del laberinto, pero al parecer las estrellas sí que conocían el camino por él. Pero aún no era capaz de entenderlas.

- A ver si ahora hay más suerte.

Entraron por el pasillo, pero había dos opciones, desviarse a la derecha o continuar recto.


- ¿Y bien? ¿por dónde?

Se detuvieron en el cruce. Ahora estaban antes dos caminos. Uno de ellos podría llevarlos hacia la salida... el otro podría perderlos e internarlos de nuevo en el laberinto. Aeirmon miró a Selene cuando le preguntó.

- No sé, dímelo tú-respondió, cruzándose de brazos-.Mejor dirige tu ahora... así al menos, si nos equivocamos, no tendré yo la culpa.

Miró al techo, pebsativa. ¿Qué harían cuando salieran? Aún no lo sabía, aunque había pensado en ocuparse de Natasha, cuando salieran, y no la necesitaran más. En fin, ya se vería...

Selenemon fue a moverse, pero algo se lo impidió. Tenía la imperiosa necesidad de comentar el futuro, y dejar que los demás fueran los que sellaran su camino a seguir.


Dicho esto, el digimon brilló, y dejó a Natasha semiinconsciente en el suelo, al parecer ya no le quedaban energías para mantener la evolución.

Aeirmon miró a Selenemon a los ojos mientras hablaba, calcando cada palabra a fuego en su mente. Entonces, la morena puso los ojos.en blanco y brilló, y el demonio pelirrojo comprendió que había agotado casi todas sus fuerzas. La cogió antes de que cayera al suelo, sujetándola con la cola.

- ¡Eh!-llamó para despejarla. Luego chasqueó la lengua-.Joder, tia. Vaya mierda de GPS estás hecha.

Inspiró hondo y se frotó la barbilla con una garra, pensando. en las palabras del digimon moreno.Las patas de la araña has evitado y por ende perderte en el círculo infinito que hay tras ese número, había dicho.¿Araña? ¿Qué araña? Solo se habían topado con dos, y tampoco habían supuesto un gran problema. Frunció el ceño, pensando en que no tenía sentido. Luego pasó a lo siguiente. Bucle infinito. Infinito. Infinito era un símbolo que solía representarse por un ocho tumbado...

- Ocho patas...-susurró, y se golpeó la palma de una mano con el puño de otra-.Claro, la sala ocho...

Se alegró de no haberla elegido. Cabía reconocer que había pensado.en dirigirse allí en una ocasión... un error que la hubiera matado.

Satisfecha de haber descifrado la primera parte, pasó a la siguiente, recordando las palabras de Selenemon. Escogidos los caminos del Sur donde el sendero es pacífico, puesto que los paladines protegen sus tierras. Sin embargo, el camino será más largo... Escucha la advertencia, puesto que eres un demonio: si escoges el sendero de la rectitud cual caballero, puesto que esa no es tu esencia, acabarás muerta por aquellos que aseguran la zona. El otro sendero es largo y arduo, tortuoso, aunque pocos enemigos saldrán al acecho. En este caso, el mensaje parecía algo más claro. El camino corto podría parecer el mejor, el más seguro... si no eras un demonio malévolo sediento de venganza. Por tanto, aunque tardara más, tendría que elegir el otro sendero, el de la derecha, el que giraba.

- Es por ahí-dijo, convencida, señalando el camino que giraba.

Miró a Natasha, y la aferró con fuerza con la cola para que no cayera, aunque con cuidado de no hacerla daño. Luego avanzó hacia el camino elegido, seguida por Beelzemon, que sonreía al ver a su compañera más animada.

La chica estaba bastante cansada y sobre todo confusa. No recordaba demasiado bien desde el resplandor en la sala central, todo era un poco borroso, aunque intuía que ya se acostumbraría a esa situación en algún momento.


Se quitó la cola de encima, puesto que recordaba que la pelirroja quería matarla, y se puso a caminar, apoyándose en la pared, para tener un punto de apoyo.

- Mierda de GPS tu madre... - dijo con voz débil.

De nuevo había dos desvíos. Uno a la izquierda otro a la derecha.

Off:
La primera parte de la profecía te indicaba que la entrada uno llevaba a la salida, puesto que está situada al Norte (todos los mapas a menos que se indique lo contrario están orientados al Norte)

Lo de las patas bien, aunque lo de infinito lo entenderás cuando veas el mapa xD

Y era mucho más fácil: camino de la RECTitud es decir recto xD palabra clave que te indicaba que el recto era el malo, y no era precisamente un camino corto, que tenías que andar lo tuyo para llegar.

Off: Soy de ciencias, siempre tengo que poner algo "demasiado" literal xD

On:
La chica se giró un poco para mirar a Beelzemon.

- Por ahora voy bien. Iznvinite por la preocupación.

Llevaba tantos años siendo ella la que se preocupaba de los demás, que sentía algo extraño que la gente la preguntara por su salud, sobre todo si eran desconocidos.

Sacó el mapa, se iluminó el pasillo por el que iban, y como se podía comprobar era muuuuy, muy largo.


Off:
Pongo el mapa con todo el pasillo, porque soy una vaga, pero se tarda en llegar dos o tres post a la sala. Y hasta pasada esta, no vuelvo a poner mapa, que me canso de colorear todo el rato xD

El tiempo corría en contra de la pelirroja, puesto que llevaban allí ya varias horas. Y más si tenemos en cuenta que se quedaron dormidos.

Natasha estaba distraída, un poco confusa, puesto que no entendía el por qué de haber evolucionado. Ella no era un digimon, pero había cogido ese extraño objeto dentro de la estatua y ¡puf! se había convertido en digimon. Era bastante extraño, además de que había notado como si alguien más estuviera con ella en esa forma, pero de manera sutil. Aunque lo suficientemente real para cambiar algunos detalles de su personalidad.

Quizá debería preguntarles a ellos dos, puesto que había notado muchos años tras esa otra presencia en su cabeza.

- ¿Alguno sabéis bien qué son los espíritus digitales?

Quizá alguno de los dos tuviera respuesta a sus preguntas.

Natasha asintió, aunque en realidad no le había dicho nada que no supiera en realidad. Había notado la antigüedad y las ganas de salir del olvido que emitía el digimon.

- Ya, pero algo más aparte de eso. Lo que hicieron, por qué existieron o cosas de ese estilo.

Continuó andando cada vez un poco más segura de su fuerza, aunque estaba a punto de hacer dos días que no comía nada, y su estómago se quejaba cada dos por tres con un pequeño gruñido.

Natasha se encogió de hombros y siguió caminando. Ya no debía quedar demasiado, aunque el trayecto era largo. No debían faltar más que un minuto o dos para llegar a la sala. O al menos eso era lo que ella pensaba.

Natasha oyó una voz, débilmente como si la avisaran de que iba a aparecer algo peligroso delante. << Evoluciona, delante hay más peligro >> La voz le sonaba, aunque no sabía a quien atribuirla. Pero estaba cansada, quizás un poco más adelante lo hiciera.

Finalmente llegaron a la sala, donde había tres megas y dos campeones: Un Wargreymon, un Metalgarurumon y un Saberleomon por los megas; y un Starmon y un Allomon.


Todos ellos estaban reunidos en un pequeño círculo. Saberleomon era el único que daba la espalda a Zayyn, Beelze y Nat. Los siguientes eran Metalgarurumon y Wargreymon que estaban de lado y enfrente los dos campeones.

El blaster golpeó al digimon en la espalda, aunque no lo hizo desaparecer en datos, simplemente hizo que retrocediera hasta la etapa roockie, Liollmon.


Por su parte, Wargreymon se puso en pie, rápidamente y cogiendo a Liollmon se apartó a un lado de la sala para ponerlo a salvo, sabiendo que su compañero lobo sería el encargado de parar el ataque que viniera. Sin embargo era un rayo de gran tamaño, por lo que también tuvo que retirarse a un lado. Por suerte la sala era de mayor amplitud que cuatro metros. Aunque los digimon campeones no tuvieron tanta suerte. Y acabaron convertidos en datos.

- Garuru Misiles

Todos los misiles de los compartimentos ocultos de la "armadura" de Garurumon salieron disparados contra los dos digimons que había en el pasillo, congelando allí donde impactaban, por lo que congelaron el escudo de Beelzemon por encima.

Tenían dos opciones, gastar energía en romper el hielo que cubría el escudo y que no les permitía ver lo que había en la sala. Puesto que el escudo de Beelzemon no desaparecía hasta recibir la suficiente cantidad de daño, aunque la mayor parte de los misiles habían impactado en las paredes y el suelo, creando ahí una barrera de hielo de bastante grosor; y que luego fueran atacados por ambos digimos mega que ya estaban cargando sus respectivos ataques. O regresar por donde habían venido y tratar de encontrar otro camino.

Atacarles no había sido la mejor opción que habían tomado.

Off:
Garuru Misiles: lanza misiles desde los compartimentos ocultos en su cuerpo. Estos misiles congelan el blanco donde impactan.

La elección era buena, puesto que si hubieran decidido malgastar energías les hubiera esperado un fuerza de gea al otro lado seguido de un aliento congelante unos segundos después, para que no se quejaran de que hacía demasiado calor.

<< ¡Evoluciona ya! >> Los pensamientos en su cabeza, se hicieron más acuciantes, había algo "malo" que iba a pasar. Aunque estaba bastante agotada, Nat sacó el dispositivo.

- Digispirit dievolves!- Pasó de nuevo la cinta de datos por el lector- Selenemon

Justo a tiempo, terminó de evolucionar justo cuando Aeirmon hizo rodar el escudo. Si no lo hubiera hecho, en forma humana, habría acabado inconsciente, con serias contusiones y golpes, puede que incluso alguna hemorragia interna. O quizás muerta por un mal golpe.


- ¡Maldición!

Fue lo último que pudo decir antes de estar más ocupada en intentar recuperar la verticalidad. O al menos a no recibir daños muy severos.

Off:
Como hay que retroceder 34 casillas toca un mega cambio de modo. Aunque quizás haciendo rodar el escudo lo único que pase es que lo dejes un poco planchado en el suelo xD ya se verá en su momento (todo depende del tamaño y de si decides ir hacia la sala central... Que también puedes seguir recto xD)

Vueltas y más vueltas y más vueltas sin parar, eso era lo que notaba Selenemon, que ya no distinguía la horizontal del techo y las paredes. Había estado dando vueltas por casi todo el escudo, así que ya no sabía ni donde se encontraba.

- Y- yo no ve- veo nadaaaaa... - replicó empezando a marearse ya.

Se acercaba la primera esquina del pasillo, si Aeirmon seguía metida en sus pensamientos, el escudo chocaría contra la pared, la cual siendo irrompible por la energía del guardián del laberinto, haría que el escudo rebotara y lanzara a Aeirmon hacia atrás. Eso si no se rompía antes. Al final de ese giro se podía oír levemente el sonido de unos pasos que se acercaban.