Cosas de la Vida...

Supuse que odiaba a los digimon, y se notaba que mucho, no deseaba ponerme a pelear ya que no tenía razón alguna para hacerla, por mas que tratase de convencerla no lograría nada, sabía que los adolescentes eran testarudos o tercos en todo caso, yo era uno después de todo y sabía que "Yo lo sé todo y lo puedo todo" Era típico de hasta los más jóvenes adolescentes de secundaria. Suspire y la miré suavemente ¿Porque era necesaria la furia o la ira? Yo debía ser psicólogo ya que ni me inmutaba a menos que se tratase de mi camarada o alguien realmente importante- A mi criterio, no fueron guerras, fueron masacres ¿Y que ganaron? Dos guerras mundiales, un mundo bipolar, lo humanos no somos seres con la capacidad del renacimiento, no podemos contar mas que una historia hasta de 100 años. Y la sangre derramada no se recupera. Además ¿Que ganaron con esas guerras? Muerte, obvio, tierras de los países perdedores. Hiroshima y Nagasaki, con que motivo fueron contra nosotros nada mas acabar la guerra. Nuestro planeta está hecho añicos. Hay catástrofes de todo tipo. Lo que mas me entristece es que el mundo no vea la realidad y vivan en una burbuja, nadie tiene que luchar por sobrevivir excepto los pobres y los guerreros que aun así tampoco ven toda la realidad... Aquí se lucha por vivir la mayor parte del tiempo o puede ser muy pacífico. No pongo a los digimon en un podio. Pero nosotros tampoco hemos hecho mucho por ellos. Experimentamos con ellos, los sacamos de sus hogares para usarlos como armas, los exterminamos. Quizás podamos enseñarnos mutuamente pero ¿Los humanos estarían dispuestos a escuchar? -Sabía que el escuchar no era el fuerte de la mayoría de los humanos, sino no habría tantas guerras o pleitos.

Dejé de dibujar ante su pregunta, suspire y puse la libreta a mi lado- ¿Que se siente tener padres? -Yo había aprendido sobre el cariño y muchas otras cosas al irme de la casa de mis padres adoptivos en Ucrania- ¿Es lindo que te mimen? O ¿Que te cuenten cuentos? ¿Como es el amor de un padre?.... ¿Que se siente...saber que en verdad te cuidaban o al menos te mantenían y no te dejaron en un bote de basura? -Por primera vez hice una mueca de disgusto y tristeza, yo había aprendido a vivir al salir de aquella casa, pero seguía solo, tan solo que supuse que para eso estaba Mika- Comprar libros por mi cuanta a los 12 era difícil, lo mas complicado era mantenerlos, mis dibujos también, en especial cuando mis hermanas adoptivas se divertían al verme llorar cuando los quemaban... Apenas aprendí a vivir hace un año, cuando vine a Japón, me han apaleado por mi apariencia, me han perseguido los Yakuza... Y por fin lloré en silencio hace un año, cuando decidí que para mantenerme debía dibujar y vender... Porque no podía seguir estudiando y no me había recibido mas que en diseño gráfico, el cual pagué con semanas sin descanso, sin pegar un ojo. -Frote mis pómulos y bajo mis ojos dejando ver ojeras bastante grandes, hace demasiado tiempo no dormía y si lo hacía era por fiebre, jaqueca o porque llegaba a desmayarme- Mika es mi primer amigo, en primaria también me rechazaban. Supongo que a nadie le gusta un afeminado sufrido ¿No? -Solté un suspiro y me "atore" con la saliva.

Yo sabía poco y mucho de las guerras mundiales, las detestaba pero todo deja un mensaje "Nadie es culpable de nada, por mas que quieran darle la culpa a alguien." Los humanos siempre estábamos en desacuerdo, siempre peleábamos por todo, miré a la chica, por un momento me dio miedo y detrás de mi cabeza apareció una gota por sus palabras. Asentí ante su opinión, quizás solo estaba viendo el lado malo de las cosas ¿Porque me había puesto a ver solo un lado? Generalmente siempre estaba atento a buscar dos campanas o mas, mas respuestas para no hacer que un hecho fuera culpa de un solo lado sino que era de todos pero.... ¿Era necesario alzar la voz? Suspire apenado, no quería dejar mi lado amable y sacar a flote la tristeza,no quería pues, estaba cansado. Simplemente seguí dibujando un poco, el dibujar me calmaba y me dejaba estar en mi estado normal- Ah, gomen. No soy japonés, soy de Ucrania. Me fui de allí hace un año, se el frío que se pasa por allá arriba. Lamento solo ver un lado de las cosas, estoy nervioso supongo.... Y se te ve nerviosa a ti obviamente. Lamento ser el fastidioso chico tranquilo que parece haber tenido una vida fácil. A decir verdad nunca me puse a la defensa de nadie en cosas así. Perdona, no me gustan pero esos temas me dejan enseñanzas a pesar de que a nadie le deje nada....Ni siquiera a los digimon. -Me recogí de hombros y le sonreí.

Levanté un hombro ligeramente y me le quedé viendo, la escuchaba pero me parecía súper tierna, la gente enfadada me era tierna. El hecho de que mi actitud no fuese seria no significaba que en el fondo no lo fuera, es que no quería ser extremadamente frío y calculador pues estaba del lado empalagoso y amable del ser humano- Preguntaste si había tenido una vida fácil, no en que tipo de ambiente la había vivido. Yo solo te di una explicación. -Hice una mueca de disgusto... y suspire, sabía que esa actitud era típica de las personas propensas a enojarse con los demás, jugué con el pasto y me agarré las piernas- No digo que la humanidad se toda mala, pero quedan pocos buenos. Nunca me interesó el hecho de que me llamasen afeminado y demás pero uno se lo guarda hasta que tiene que explotar...Sino te agrado porque soy puro empalagoso y molestia ¿Porque no te has ido? -Ladee la cabeza con curiosidad y puse cara de diversión asintiendo ante su propuesta de presentarme a alguien, era una niña al parecer. Le regalé una sonrisa sincera- Me agrada tu actitud. Odias mi forma de ser y mi criterio pero te agrado de alguna forma.....Perdona la pregunta brusca pero.... -Empecé a toser levemente y aclaré mi garganta lo mas delicadamente posible. Abrí bien los ojos y lo cerré agitando las manos para responder a su última pregunta, mi sonrisa era nerviosa al igual que mi semblante- ¿Eres tsundere? Es que hago mangas y bueno....Noté eso...No quiero ofenderte. -Llegué a esbozar una mueca disgustante.

Miré a la chica y suspire suavemente, no entendía nada ¿Porque me miraba así? ¿Cuando le pregunté de donde era? No entendía nada de porque se enojaba tanto, solo negué con la cabeza ante su pregunta, sabía que era algo... Aniñado pero es que no sabía como responderle a la muchacha. Palpé el pasto a mi lado invitándole a sentarse junto a mi, estaba seguro de que quizás se negaría por lo que simplemente me quedé escuchándola, era bastante interesante pues tenía mucho de que hablar a pesar de ser algo; o sea muy, agresiva y bastante extrovertida, quizás ofensiva hasta cierto punto, pero respetaba su forma de ser, después de todo ella estaba aguantandome- Pues si ¿Acaso ves que tenga otra opción? Aparte de pedirte a ti. Y no, Mika puede bajarme en cuanto evolucione o probablemente lo que dijiste sobre los portales aleatorios. -Me recogí de hombros y me estire suavemente tronando los huesos de mi columna y cintura. Frote mis ojos con pereza y la miré al escuchar la duda- Consigue un manga de "Gasai Yuno" te encantará, estoy segura. -Le sonreí suavemente sin resentimiento alguno.

Suspire pues supuse en que estaba pensando y sonreí ligeramente pues en el fondo le agradaba pero a la vez no, una Yandere y Tsundere en mi presencia, sabía que no veía personas así muy seguido, Mika era tsundere pero el honor del digimon no le permitía ser yandere, buscaba ser justo y ser un psicópata descontrolado no ayudaba, además siendo guerrero en esa etapa debía guardar su actitud- Los humanos nos hacen evolucionar. Tu eres humana, no solo dependes de tu bio hibridación para luchar con digimon de mayor nivel, también de la terminal para llegar aquí. Todos dependemos de alguien, no se puede no depender de nadie y sino tienes un aliado a tu lado las cosas siempre son mas difíciles... Incluso con un corazón de piedra, necesitas un hombro en el que llorar y apoyarte para levantarte de nuevo o un amigo que te soporte y se divierta contigo.... Dijiste que nadie está solo, no soy el sirviente de mi camarada, soy su amigo. -Habló el digimon de la luz por primera vez y miró a la chica con sus fríos ojos heterogéneos, rojo el derecho, blanco platinado el izquierdo. El digimon podía deducir con facilidad que sentían los demás y mas con las expresiones de la chica.

Mika notó la duda en los ojos de la chica pues su camarada se refería a si mismo como una dama, eso era él, una dama- Keith es una "dama". -Así era yo cuando debía, una dama era cariñosa, era un hombre delicado que necesitaba ser así pues su consciencia buscaba paz y nada más, sin embargo las peleas que él mismo armaba solía apoyar a toda costa a mi digimon- Te gustará, Gasai Yuno es uno de mis mangas y animes favoritos. -Le sonreí y me levante sacudiéndome la ropa, no tenía tierra pero si pasto, el ensuciarse no era cosa mía a menos que fuese por diversión. Miré a la joven antes su pregunta y esbocé una sonrisa amable- Claro, también deberías ver el rey león, esas películas me hacen llorar pero dejan buena enseñanza. -Recordé la película y de cierta forma me entristeció rememorar el final.

Los cambios de humor de la chica irritaban ciertamente un poco al guerrero de la luz pues no le agradaban las faltas de respeto, frunció el entrecejo con cierta molestia pero bajo su máscara no se notaba, el lobo suspiró y comenzó a caminar para acostarse junto a mi, ciertamente no estaba de humor para pelear ni mucho menos de discutir con una adolescente humana, no le agradaban pues eran demasiado cambiantes...Como él mismo lo era pero hasta el momento no se había burlado de nadie. Wolfmon cerró los ojos y abrió uno ante la pregunta de la muchacha al igual que yo puse atención en ella- Es un buen sentimiento, consigues la oportunidad de no solo pensar en ti sino en una vida mas que te acompañará hasta que ya no le necesites o mueras. A veces puedo sentir los dolores de Mika, es decir, sus sentimientos dolorosos y él los míos, es parte de aprender a convivir con alguien mas, el te defiende y depende de que estés listo para acompañarlo en lo que venga. Bien podría decirse que es un lazo más fuerte que el familiar pues los sentimientos que tengo y compartimos quizás lo llevan a evolucionar....Es como una manada demasiado unida o mas unida de lo normal, a veces cuesta pero luego sedes y tienes a alguien que es tu amigo y sabes que te cuidará la espalda sin importar que pase. -Mika por fin esbozó una sonrisa.

El digimon no esbozaba sonrisas a nadie, solo a mi pues solía ser algo que no dejaba mostrar con facilidad pues era serio y no deseaba que nadie supiera de su lado amable y algo sensible- A veces solo mostramos facetas de nosotros mismos con nuestros niños elegidos y ellos igual. Yo solo sonrió con Keith....Lloro con él y no demuestro a nadie mas mis sentimientos excepto las ganas de asesinar y trato de estar tranquilo en esos momentos, es molesto alterarme. -Comentó suavemente mientras cerraba los ojos y disfrutaba del lugar.

Sonreí, los cambios de la chica me hacían sentir feliz, eso significaba que no sabía si darle importancia o no a la información que le estaba otorgando, se miró la mano y luego habló, asentí suavemente ante su suposición de la "zona segura" Todos los digielegidos se sentían seguros con sus digimon, aun así sabía que a veces no era bueno sentirse tan seguro pues....Bueno, la verdad no veía nada de malo, solo que te hacía algo débil o mas bien fuerte, te dejaba entender mas de las reacciones de otros y no solo las tuyas sino las de las demás personas. Suspire suavemente mirando a Mika, le acaricié el cabello y este se acurrucó como si de un niño se tratase, sin embargo al oír la palabra "pelea" abrió los ojos súbitamente para mirar a la joven, pronto se tranquilizó al ver que había sido una intención pasajera que había surgido debido a la discusión reciente con la misma muchacha, la verdad a Mikael le gustaba la lucha pero solo si era sin trampas, algo de honor y sin lugar a dudas, cuando no estuviese cansado. La fría y dura roca que recubría su corazón era solo traspasable por pocos y uno de esos "afortunados" era yo, estaba claro que era por ser su niño elegido, nadie mas traspasaba dicha barrera, aunque había un digimon que lo había logrado, pero para Mika ya no era nada, no se veían prácticamente y a pesar de que le molestase debía dejarlo ir y seguir con su vida tal cual estaba, no iba a dejar que un solo digimon llamase su atención.

Escuché el perdón de la muchacha y esbocé una sonrisa sincera y amable, no me importaba que fuera arisca, veía que tenía buenas intenciones, que quería algún amigo y eso me bastaba para desear que estuviese a gusto con nosotros- No te preocupes, acostumbro a estar con Mika. Pero entiendo y no me molesta, me pareces agradable, pocos se ponen a discutir o charlar de historia ¿Sabes? Mas los adolescentes, hoy en día son poco interesados. -Me recogí de hombros suavemente, sus preguntas se tornaron extrañas y su cambio de actitud, eso era lo de menos, hacía la charla mas amena y menos aburrida. Ladee la cabeza ante su nueva pregunta que me dispuse a responder- Un año ¿Porque? -Parpadee suavemente.

La vi ladear la cabeza mientras jugaba con los cabellos de Mika sin tirar de loa mismos, no quería hacerle daño ni molestarlo, después de todo nos llevábamos bien y no necesitaba una discusión con él también. Escuché a la muchacha mientras me hablaba, supuse que era normal tratar de hacerse una idea de la experiencia de un tamer con los digimon y el digimundo, realmente era Mika quien tenía la experiencia, quien peleaba y había recorrido el digimundo, el sabía mas que yo por supuesto porque era un digimon, la última vez que estuvo en el digimundo fue hace 18 años, antes de que yo naciera y este año había aparecido su digihuevo, tan pronto como apareció una digimon, mas específicamente una Sakuyamon blanca, se plantó frente a mi puerta en su forma humana y al verse con Mikael me explicaron todo, eran hermanos adoptivos pero un hermano es un hermano. Esta era su hermana mayor esperando a su pequeño hermano, solo había visto que Mika fuera cariñoso con sus hermanos y conmigo, era raro de él ser una persona amena mucho menos con los digimon en general. Wolfmon se dispuso a hablar al ver la mirada de la muchacha ¿Qué le habían dicho del digimundo como para que lo viera así de peligroso?- Yo, como digimon, he pasado mas tiempo en el digimundo, es mi hogar desde que nací y esta tranquilidad es solo momentánea, hay que disfrutarla, ya sabes..... posterior a la calma viene la tormenta....Esto es solo un lapsus de paz. Pero, si, el digimundo debe ser así de pacífico, ya han muerto muchos. -Comentó con cierto dolor pues a pesa de su frialdad le dolía ver caer a los suyos, excepto a las renamon y si línea haciendo excepción de su hermana quien le salvó.

Mika respiró profundo y se estiró desperezándose, estaba tenso, al menos lo había estado y eso lo complicaba un poco pues detestaba verse indefenso frente a otros, ni siquiera gustaba de mostrar sus sentimientos frente a otros.

Pusimos atención a las palabras de la chica, tanto Mika como yo estábamos preocupados por lo que venía, si, en verdad que lo estábamos pero no podíamos hacer demasiado. Mika negó con la cabeza ante las disculpas de la muchacha- No tienes de que disculparte, veo que lo haces sin mala intención, sino no nos estarías diciendo esto. -Mika bajó la cabeza y se levantó, ahora la oscuridad crecía tanto como decía ella, este era solo un lapsus como habíamos dicho recién, era.... Algo doloroso ver como en un futuro los elegidos de la luz no tendríamos tanta capacidad de luchar contra los de la oscuridad, estos últimos eran digi elegidos ya entrenados con dos digimon o tres al menos, nosotros no teníamos a casi nadie así y era preocupante realmente, los elegidos que se supone eran aliados no hacían nada, eran casi inútiles, dejaban los desastres a DATS que aun si podían tenían a pocos elegidos con nivel mega o mas de un digimon. Suspire con fuerza y asentí- Estamos solos Ali, es difícil pero nos guste o no debemos combatir con lo que tenemos. Lamentablemente hay elegidos que están sin hacer nada pero no es su culpa, no podemos tenerlos formados por mas que fuere una guerra. Nos toca a los que tienen alguna oportunidad de ganar hacer las cosas...Mirame Mika aun no llega a ultra, dudo que podamos combatir... -Bajé la cabeza, los elegidos oscuros tenían mas experiencia también, no sabía ya que hacer.

Mika suspiró y bajó la cabeza, Ali tenía razón- Nunca vale la pena que se derrame sangre. Pero ahora es lo que hay y hay que prepararse,no queda de otra.... -Comentó el lobo con cierta molestia, de verdad estaba nerviosos en el fondo por lo que sucedería con el digimundo y el mundo humano- A veces pelear es la única salida... -El digimon de la luz negó suave y suspiró pesadamente.

No me enojé por sus palabras, sabía que teníamos muy poca experiencia para la batalla, no gustaba de pelear y dejaba que Mika librase sus batallas, sin embargo le ayudaba en la forma que los D-Cybers podemos ayudar a nuestros camaradas digitales, esperaba que nos dijera sobre nuestra experiencia o que tuviera malas intenciones en su pedido de batalla pero no había nada, ni una pizca de malicia, miré a Mika y este asintió suavemente aclarando mis dudas, estaba seguro de que una pelea amistosa no hacía mal a nadie y servía para entrenar. Agarré la mano de la muchacha y me paré en el proceso estrechándola- Con gusto, además nos servirá a los dos para entrenar ¿No?. -Le sonreí a Ali, de verdad me caía bien a pesar de nuestra presentación al llegar a la isla y allí abajo. Miré a Mika y este se acercó a mi, habíamos estado al menos un año y casi no habíamos avanzado nada en las evoluciones por lo que el entrenamiento serviría de mucho y mas algunas instrucciones de otros elegidos y digimon con mas o menos experiencia- ¿Como hacer para no matarnos? Mika es...algo agresivo en las batallas. -Comenté suavemente y miré al nombrado el cual solo gruñó molesto, era precipitado, pocas veces impulsivo pero si demasiado agresivo en combate, muchas veces dudaba que... Mika realmente se controlase ya que no tenía problemas en matar a un digimon.