¡Sorpresa!

Llevábamos algo más de una semana en la isla, la cual, después de investigar un poco, descubrimos que se llamaba R'lyeh. No era una isla muy concurrida por humanos, tan solo un paraíso vacacional para unos pocos que sabían de ella y que podían costearse su estancia allí. Pero ahora, después de unos diez días, era nuestra, para nosotros solos.

Podría alegrarme de ello, quizás esta mañana que estoy relatando podría haber sido mejor, de no ser por dos cosas que me tenían en vilo, por dos malditos hechos que en esos momentos me estaban atenazando la garganta... o no tanto.

Diversos sonidos se escucharon ya amanecida la mañana, en el cuarto de baño que había contiguo a la habitación que Kenshi y yo nos habíamos agenciado como nuestra. Me encontraba allí, de rodillas ante el retrete, recogiéndome el pelo para no mancharlo mientras echaba toda la cena que había tomado por la noche. Era muy posible que hubiera despertado a Kenshi, pero rezaba ansiosamente para que el sueño del muchacho estuviera profundo, porque no era capaz de enfrentarme a él en el caso de que mis sospechas fueran acertadas.

Una vez terminado de vaciar mi estómago de manera involuntaria, gateé por el suelo de baldosas hasta apoyar mi espalda contra la pared. Saqué el digivice del bolsillo, y obligué salir a Beelko, la cual me miró fijamente, con el ceño fruncido, en su forma de felina negra.

- Pensaba que ya habías aprendido la lección...

- Te juro por lo que más quieras...-jadeé-, que usamos protección. La usamos... Es imposible que...-palidecí visiblemente, al parecer todavía quedaba algo en mi estómago que no pude evitar echar sobre el plato de ducha que había a mi lado.

- Dios, que asco...-la gata puso cara de repelús, pero colocó sus zarpas en jarras-. Ya me imagino por qué me has despertado. Si fueras tan amable...

Solté un gemido, y aún sin poder ser dueña de mí misma, hice un gesto con los dedos. Al instante, BlackGatomon adoptó su apariencia humana, y un portal se abrió junto a ella.

- Compra cincuenta... Va en serio...-Kali me miró, sorprendida, pero cuando vio mi rostro angustiado dio un suspiro y desapareció por el portal, asintiendo. Después de que ella se fuera, yo agarré un bidón de dos litros de agua y lo levanté, para comenzar a beber a morro.

Despierto por la mañana, en la habitación mas grande de la casa la que hicimos nuestra habitación, después de diez días este lugar ya era nuestro, sin embargo durante estos días Zayyn no parecías estar bien de salud, al parecer el clima de la isla no le hizo bien o al menos esa es mi teoría. Al despertar esa mañana, me percato que Zayyn no estaba en la cama y luego escucho los sonidos provenientes del baño de la habitación. Me levanto, me cambio de ropa y entonces me acerco a la puerta del baño y toco un par de veces -¿Todo bien amor, sigues sintiéndote mal?... bueno, te haré algo ligero para desayunar- Le digo a la chica antes de salir de la habitación, entrar a la cocina y empezar a preparar algo para comer esa mañana.

Comencé a beber el agua a largos tragos. Si iba a hacerlo, necesitaría beber muuuuucha agua, mucha. Tanta para abarcar los cincuenta tests que le había pedido comprar a Kali. Con uno no iba a estar segura, ni con dos, ni con tres, ni siquiera con diez. Aunque si daban negativo al principio, todo sería maravilloso y bonito. No más preocupaciones, sólo la misión de liberar a Vladimir y de exigir lo mío por derecho. Un mundo donde Kenshi no tuviera que temer por su vida.

Justo en ese momento, llamaron a la puerta, haciéndome dar un salto en el suelo del susto. Después, la voz de Kenshi hizo que tragara saliva.

- No te preocupes, Kenshi... Estoy un poco revuelta, pero se me pasará... Ve abajo, después te sigo.

Cuando le escuché dejar la habitación di un suspiro de alivio. En verdad no sabía cómo iba a hablarle a Kenshi, aunque si mis sospechas en realidad eran erróneas, a lo mejor no tendría por qué decírselo. Ni siquiera le mencionaría el susto que había tenido por pensar en que...

Sacudí la cabeza, y di más tragos al agua. A espensas de cansarme, traté de bebérmela toda rápidamente antes de que Kali llegara, aunque era bastante posible que estuviera ya de regreso... << A todo esto... me imagino la cara del farmacéutico cuando Kali le pida los cincuenta tests... >>ese pensamiento hizo que sonriera, muy levemente. A pesar de todo, parecía que no había perdido el humor por ese tipo de cosas.

Mientras tanto en una farmacia muy lejana a la isla, un farmacéutico mira incrédulo a una chica que le pide cincuenta test de embarazo, al principio cree que es una broma y que le están gravando para ver su reacción, pero luego al ver que la chica estaba muy seria y decidida, el se da cuenta de que no era una broma -¿Sabes que con una basta no?...- Dice el señor de cabello canoso que recoge un canasto de compras del suelo y se adentra en las repisas llenas de medicamentos que están a sus espaldas. Mientras que el hombre recolecta los test, los demás clientes de la farmacia que escucharon la petición de Kali, la miran incrédulos, incluso una mujer mayor que tiene la piel muy bronceada y usa unos enormes lentes de sol se acerca a Kali y le dice -Si, yo también compre muchos de esos con mi primer hijo, lo difícil es tener la suficiente orina para usarlos todos, mi consejo es que los remojes en el inodoro- Dice la señora que mientras mas se le mira, mas extraña es su apariencia, ya que luce como una anciana que aun se cree una niña.
Finalmente el farmacéutico pone el canasto lleno de cajas con test de embarazo sobre el mostrador, toca unos botones en la caja registradora y luego dice -Son 375 dolares con 5 centavos... ¿efectivo o tarjeta?- Dice el hombre esperando en cualquier momento que le digan que todo es una broma.

Kali esperó tranquilamente a que el farmacéutico recolectara todos los tests de embarazo. Era consciente de que todos en la farmacia la miraban con asombro, pero ella ni se inmutaba. Incluso una anciana que parecía querer hacerse la jovencita le dio unos cuantos consejos a la gata disfrazada, a lo que ella respondió dándose la vuelta y mirando a la humana de manera divertida.

- Oh, no son para mí. Son para mi compañera-sonrió ampliamente, y cuando escuchó la pregunta del dependiente, Kali se volteó de nuevo, le miró, y de la nada sacó dos escopetas, con las que apuntó al hombro-. Escopeta, por favor.

Sin decir nada más, la motera agarró la bolsa de las asas con los dientes, y antes de salir de la farmacia, les dedicó a todos un guiño juguetón. Poco después, la motera hacía desaparecer las escopetas y desaparecía entre la multitud, para posteriormente meterse en un callejón, y volver a cruzar el portal que la había llevado allí.

- Ale, Z. Ya estoy aquí-dijo Kali, justo cuando el agua ya iba por la mitad.

- Ah... Tío, no puedo más, voy a reventar... Mis riñones y mi vejiga me odiarán por esto...-dije levantándome y bajándome el pantalón del pijama.

Kali dejó entonces la bolsa con los tests en el suelo, y yo comencé a sacarlos uno por uno, orinando en todos ellos. Poco a poco los fui utilizando todos, y poco a poco pude descubrir, en todos ellos, el mismo resultado, por el cual seguía haciendo más y más test, sin descanso, mientras bebía más agua en los descansos.

El farmacéutico y demás clientes miran con miedo las armas, aunque rápidamente el rostro del dependiente cambia a impotencia cuando Kali se marcha -Esa perra preñada me robo trecientos dolares en test de embarazo... renuncio- Dice el hombre antes de irse caminando.

Mientras tanto, yo termino de cocinar el desayuno: panqueques con chocolate. Quizás me tarde mucho en hacerlos, pero ahora tengo cinco bocas que alimentar y todos ellos comen en cantidades. Al terminar me siento a ver televisión por un tiempo, pero al notar que Zayyn no baja, me acerco a Ryudamon y le pido que la valla a buscar, a lo cual el pequeño corre subiendo las espaleras, entra a la habitación y choca contra la puerta del baño para luego empezar a rascara como un perro queriendo entrar -¡A comer!- Dice el Digimon.

- No... Es imposible...

Media cincuentena de de tests de embarazo descansaba en el suelo, ya realizados todos, con dos líneas todos, lo que indicaba que no había error... Uno era posible que estuviera erróneo, pero no veinticinco... Pero yo seguía intentándolo, con sólo uno erróneo me conformaba.

- Por favor... por favoooooor... No puede seeeeeer... -mi expresión era de total desesperación y horror. No podía creer que lo estuviera, no podía ser...

- Ya acéptalo, Zayyn... Lo estás... No hay vuelta atrás... Y no es necesario que continúes...

- ¡No! ¡Es imposible que esté embarazada! Me beberé todo el agua necesaria y mearé sobre todos los tests necesarios para demostrarte-

Antes de terminar de hablar, recibí un golpe en la nuca por parte de la motera. Me había dado una colleja, para tranquilizarme, o para quitarme la tontería a tiempo.

- ¡Tranquilízate, dije! ¡Estás embarazada! ¡Asúmelo!

OFF:

Ryudamon, espera atrás de la puerta varios minutos hasta que se aburre y vuelve a bajar las escaleras, para luego sentarse bajo mis pies y negarme la cabeza, es entonces cuando Zayyn me empieza a preocupar aun mas, es increíble que se pueda sentir tan mal, quizás esta isla no es lo mejor para ella, si es necesario la agarro y la llevo a un hospital, lo que sea para que este mejor. Subo las escaleras y entro a la habitación para tocar la puerta del baño -Zayyn, llevas horas en ese sitio ¿estas bien?... baja a comer...- Le digo legado a la puerta, es entonces cuando pongo la mano sobre el picaporte y lo muevo lentamente para abrirlo -Te llevare a un hospital, no puedo verte tan mal- Le digo con la intención de abrir la puerta.

Solté un gemido ahogado y enterré el rostro en las manos. Inspiré hondo varias veces, tratando de calmarme, pero por más que lo intentaba no conseguía nada. Estaba embarazada, de nuevo. ¿Qué iba a hacer? Se suponía que iba a llevar a cabo una guerra, no podía criar a un niño, mucho menos después de la experiencia con Naois que, aunque no recordaba, no sentía ninguna necesidad de cuidarlo. Estaba claro que no iba a ser una buena madre...

Di un respingo entonces, al escuchar la voz de Kenshi, y al mirar la puerta y ver que el picaporte comenzaba a girar, me lancé casi con desesperación a empujar la puerta para evitar que abriera.

- ¡Nonononononono! ¡No entres! No es agradable de ver lo que hay aquí...-Dije mirando de nuevo los tests. Solté un gemido de angustia.

- Zayyn, ¿No crees que él debería saberlo?

Mire a Beelko con horror.

- No... No...-Pero cuanto más lo negaba, más me daba cuenta de que tenía razón. Kenshi era el padre... Y tenía derecho a saberlo...- ...

Cerré los ojos con expresión de sufrimiento, y tras dar una larga bocanada de aire, comencé a abrir la puerta, lentamente. Abrí los ojos cuando calculé que Kenshi estaba frente a mí. Unos ojos rojos de la irritación, y enmarcados con ojeras. Bajé la mirada, y antes de que él pudiera hacer o decir nada, abrí la puerta por completo, mostrando por el suelo todos los tests de embarazo... Todos positivos

Cuando Zayyn cierra la puerta para que no entre, mi preocupación no hace mas que subir, vuelvo a tocar la puerta al mismo tiempo que intento abrir la puerta -No Zayyn, déjame ayudarte, no te quiero ver mal- Al parecer mis palabras la hicieron reaccionar ya que ella abre la puerta, inundándome asi un fuerte olor a vomito y orina que me obliga a taparme la nariz, pero nada en el mundo me hubiese preparado para ver lo que estaba del otro lado de la puerta, no solamente estaban Zayyn sin pantalones y Kali, esos son detalles que ignoro ante el hecho de ver una gran cantidad de objetos de plástico en el suelo, se me cae la mandíbula de la impresión al reconocer que eran esos objetos, test de embarazo. Me siento en el suelo junto a los test y los observo detenidamente sin tocarlos ya que se que estas llenos de orina, luego tomo una de las cajas de los test para leer las instrucciones, comprobando que las dos lineas rojas significa que el test dio positivo y hay cincuenta positivo en el suelo, Zayyn esta embarazada -Imposible... usamos protección... la del patito- Digo mientras me rasco la cabeza intentando pensar en la situación. No puedo negar que no pensé que Zayyn me había engañado, la miro raro por unos segundos pero luego niego con la cabeza para olvidar esos pensamientos, ella había estado con migo todo este tiempo y no hemos viajado fuera de la isla, durante todos estos días en que la chica sufrió los síntomas del embarazo. Luego de pensarlo por varios minutos, me empiezo a reír de alegría, me levanto del suelo y miro a Zayyn con una sonrisa -Vamos a empezar una familia ahora mi amor... no me toques que estas llena de orina- Le digo eso ultimo acercándome a ella para besarla en los labios, estaba realmente feliz, al principio estaba confuso pero ahora estoy eufórico -Que sorpresa tan inesperada- Le termino de decir alejándome unos pasos de la chica para pararme bajo el marco de la puerta.

XDDDDDDDDDDDDDDDD:

Me aparté de la puerta, y apoyé la espalda contra la fría pared del baño mientras Kenshi entraba y observaba con ojos ojipláticos la montonera de tests que había esparcidos por el suelo. El chico se sentó y los observó, después comenzó a leer las instrucciones.

- Sí... Al parecer eran condones defectuosos...-me dejé resbalar por la pared hasta sentarme en el suelo, y me coloqué en posición fetal para no verle la cara al chico... Puesto que estaba segura al cien por cien de que me iba a dejar. Tener un hijo es mucha responsabilidad, y en muy poco tiempo ya le estaba pidiendo demasiado... Primero que me apoyara en mis planes, segundo obligarle a hacer cosas malas, y ahora esto. Kenshi no iba a poder soportarlo, me iba a dejar en ese mismo instante, lo supe al notar la mirada que me echó.

Sin embargo, al cabo de unos segundos, pude escuchar su risa, su alegre y feliz risa, lo que me hizo levantar la mirada. El chico me miró, sonriente, eufórico, y dijo que ibamos a empezar como una nueva familia, algo que sin duda me sorprendió que dijera.

- ¿No me vas a... dejar?-inquirí, con un hilo de voz y una pizca de esperanza brillando en mi interior. Me besó en los labios, y eso hizo que recuperara la confianza y que suspirara con alivio, ya liberada de un gran peso de encima...

Me siento frente a Zayyn y la miro fijamente con una sonrisa en el rostro, de daba risa lo que ella decía, que la iba a dejar, tiene que estar loca -¿Dejarte? espero que sea el cambio hormonal el que habla... yo jamas te dejaría por algo asi mi amor, ahora llevas a mi futuro hijo, nuestro futuro hijo... ahora te amo el doble, esto es maravilloso- Le digo acercándome mas a ella, poniendo mis manos sobre sus mejillas y entonces la beso nuevamente en los labios -Te amo... pero me temo que si te dejare, por cinco minutos, tiempo suficiente para que te duches, te pongas pantalones, limpies y desinfectes el baño para luego bajar a comer... ahora tengo que alimentarte por dos... y una ultima cosa, tranquila, puedo ver en tu rostro que estas nerviosa y asustada... también se que no te fue muy bien con tu primer hijo... pero ahora yo estoy con tigo y te aseguro que haré lo imposible para darle una buena vida a mi futuro hijo o hija y a su madre- Le digo sonriente antes de acariciarle una mejilla, mirándola fijamente a los ojos por unos instantes antes de taparme la nariz con una mano para luego salir del baño -No bromeo, limpien ese baño- Digo antes de irme para regresar a la cocina para hacer mas panqueques para la persona que ahora come por dos.

Me miró fijamente, con una sonrisa, como si se estuviera riendo de mí o de algo que yo había dicho. Mis ojos se clavaron en los suyos, sorprendidos, y sentí cómo un torrente de calor suave y de calma se iba aposentando en mi pecho a medida que le oía hablar. Esbocé una breve sonrisa y parpadeé, para contener las lágrimas. No se si serían las hormonas, o la emoción de descubrir lo leal y fiel que era Kenshi, que aunque me embarazara, él estaría conmigo. No me abandonaría.

Correspondí a su beso, y depués di un suspiro, exhalando todo el miedo que había tenido.

- Gracias...-Susurré, mientras me levantaba como podía. Me sentía algo mareada por la rapidez con la que todo se había solucionado. No acababa de creérmelo del todo.

Kenshi se separó de mi, también levantándose y tapándose un poco la nariz, salió de baño, mientras que me pedía limpiarlo a fondo. Cuando se fue, me costó como medio minuto entender que tenía a mi lado al mejor hombre del mundo, al hombre perfecto.

- ¿Zayyn?-Kali me miró, ladeando la cabeza, a lo que yo respondí con una amplia sonrisa.

- Creo que estoy en el cielo...-Di un suspiro, y comencé a recoger el baño y a limpiarlo con una fregona que había en un armario que había junto al lavabo.

Beelko me ayudó, y cuando hubimos acabado, me duché, me vestí con mis pantalones y una camiseta de Kenshi que me venía grande, y bajé a la cocina. Fui hacia él, mirándole, y aunque estaba contenta, mi cabeza andaba también dándole vueltas a otros problemas.

- Kenshi... Está bien, estoy embarazada, pero...-Tragué saliva-. ¿Y si no soy buena madre? ¿Y si intenta alguien usar... Esto en mi contra? ¿Y si estoy poniéndolo en peligro...?

Bajo las escaleras con las energías renovadas, me había cansado de cocinar por toda la mañana, pero ahora tengo energías para hacer aun mas panqueques ya que hay una nueva boca que alimentar que vendrá dentro de unos meses. La idea de ser padre no es algo en lo que hubiera pensado siquiera una vez en mi vida, pero ahora que voy a serlo, creo que jamás había estado tan feliz en mi vida.
Cuando termino de hacer los nuevos panqueques, Zayyn baja las escaleras para contarme sus preocupaciones -Seré franco con tigo, yo también tengo miedo, pero es algo inevitable, solo mira nuestro estilo de vida, somos tamer, ladrones profesionales... embarazada o no, siempre estaremos en peligro y si alguien intenta usar eso en tu contra tienes a siete guardaespaldas- Le contesto a la chica antes de abrazarla tiernamente -Además, yo nunca permitiré que seas una mala madre con mi hijo o hija, además conozco a alguien que crió a dos hijos que nos puede ayudar mucho... yo tampoco se nada de bebés o si seré un buen padre- Le digo a la pelirroja antes de acariciar una de sus mejillas para luego besarla en los labios. -A decir verdad... tengo que llamar a esa persona y darle la noticia de que será abuela, si... toma un plato de comida y acércate al teléfono- Le digo a Zayyn antes de separarme de ella entrar a la sala principal, acerco dos sillas a la mesa en donde esta el teléfono y empiezo a buscar el código de Japón en una guía telefónica para finalmente empezar a marcar el numero.

Nada más entrar en lo que era la cocina, un olor a tortitas me llegó a la nariz, haciéndome agua la boca. Como si ello lo hubiese provocado, mi estómago rugio sonoramente, y no me di cuenta hasta entonces del hambre que tenía. Casi con ansia, me acerqué al chico y me senté junto a él mientras me abrazaba. Yo correspondí sin decir nada, pues estaba todavía algo consternada para decir cualquier cosa.

Sin embargo, me separé de él al entender su última insinuación, y cuando se dio la vuelta para buscar el teléfono, la expresión de mi rostro se transformó en completo terror. << La vieja noo... Quién sabe qué le hará a mi pequeño... >>inconscientemente, me abracé el vientre, mirando con temor a Kenshi, pero obedecí su petición y cogí mi plato de tortitas... Luego me senté en el sofá a esperar escuchar la voz de Sakura.

Activo el altavoz del teléfono y escucho el sonido que indica que esta llamando hasta que finalmente alguien contesta y se escucha la voz de mi madre del otro lado de la bocina -¿!Quien es!?- Dice con un tono de enojo. -Hola mamá- Le respondo, lo que hace que súbitamente la voz del otro lado de la bocina se vuelve amable y llena de cariño -¡Ha! Kenshi, ya era hora de que llamaras mi niño ¿como estas?- Sonrió al escuchar la voz de mi madre, tomo aire y entonces le respondo -Aquí estamos muy bien, en una casa nueva, relajados... ¿y tu como estas abuela?- Le digo sonriendo esperando la respuesta de mi madre ante la noticia, pero la respuesta tarda en llegar, como si hubiese tardado en procesar la información, se decidía si enojarse o preguntar -¿Abuela?... ¿ustedes?... hooo Kenshi... ¿como te atreves a convertirme en abuela? ya me siento diez años mas vieja de solo pensar en eso... haaa, mi niño ya es un hombre ¿esta Zayyn cerca? quiero hablar con ella- Dice la señora bastante emocionada.

La anciana no se hizo esperar, y aunque si bien al principio su voz sonó molesta, esta se suavizó al escuchar el timbre de voz de Kenshi, su hijo mayor, el cual no tardó en contarle las nuevas noticias acerca de nuestra nueva casa, y de mi embarazo. La vieja tardó un poco en reaccionar, pero cuando lo hizo, me pareció que estaba entre airada y contenta... En ese momento no supe cómo tomarme aquello.

- Estoy aquí-dije, cuando Sakura preguntó por mí. Me acerqué con mi plato de tortitas al teléfono y saludé, aunque no tan amigablemente como me gustaría-. Buenos días, Sakura. No sé qué hora será allí, nosotros acabamos de enterarnos de... Bueno, de eso...

Me encogí sobre mí misma, abrazándome, y con las dudas y temores de antes volviendo a mí. Había sido una mala madre con mi primer hijo, ¿y si volvía a serlo con este? ¿Y si volvían a intentar hacerme daño por medio de la pequeña vida que llevaba dentro de mí...?

Me rio un poco por la respuesta de Zayyn, no sabia por que pero me hacia gracia. -Vamos a necesitar tu ayuda mamá- Digo acercándome a la bocina y la respuesta que recibo es una sonora carcajada, característica de mi madre cuando alguien suele decir algo tonto -Soy una anciana viuda... no tengo nada que hacer en todo el día excepto ver televisión y tejer... voy a ayudar a mi nieto en todo lo que pueda y cuidarlo... y... bueno a ustedes también... vengan lo mas pronto posible, hay que preparar todo- Dice la señora muy emocionada -Apropósito... no le digas a nadie mamá- Le digo solo para asegurarme, el tema de la seguridad que planteo Zayyn me preocupa realmente -Como quieras, como sea- Responde la señora.

Puse cara de molestia, y miré a Kenshi con cierta indignación cuando le pidió ayuda púbicamente a su madre. ¿Para qué íbamos a necesitarla? ¿Para que se volviera loca y le arrebatara a mi futuro hijo un cabello? ¿Para que le diera la néura de abuela sobreprotectora? No, gracias, para eso ya estaba yo, que sería la madre. Después de comerme la primera tortita, hice un mohín, y me crucé de brazos, mientras me aguantaba las ganas de colgarle el teléfono a esa vieja por reírse... Un momento, ¿qué me estaba pasando? De repente estaba tan asustada, después tan contenta, y... ¿Acababa de dar muestras de cabreo? Malditas hormonas...

- Mientras no se dedique a peinarme, todo irá bien-murmuré con un gruñido, en referencia a nuestro último encuentro, cerca de la Ciudad Industrial. Después me acerqué a Kenshi y le susurré al oído-. ¿Y por qué tenemos que irnos de esta casa? Con lo bien que estábamos...

Suspiré, resignada. Sabía que, si Kenshi quería ir a Japón a volver a ver a su madre, nada le detendría... Y con Yamato suelto por ahí, no iba a dejarle solo en ningún momento.

-No te preocupes querida, no tienen que moverse yo voy para alla, tu sabes bien que puedo movilizarme a la perfección sin mencionar rastrearlos... bien, después hablamos, tienen muchas cosas que preparar y yo debo ir rápido a revelar unas fotos, Adiós Kenshi y gracias por llamar ¿ves que no es tan difícil?- Dice la señora antes de empezar a reírse para luego colgar. -Si... ahora va a querer que la llame mas seguido- Digo mientras cuelgo el teléfono algo nervioso al notar que Zayyn esta incomoda cuando el tema de mi madre sale a flote, aunque por mas evidente que sea, me niego a la idea de que ella la odie.

Chasqueé la lengua antes de terminarme la tortita, algo molesta, porque si Sakura decía lo de querer ayudarme lo decía en serio... No por nada, era la madre de Kenshi, y ya nos conocíamos. Sin embargo, al escuchar que vendría a la isla personalmente, se me heló la sangre de las venas. No fui capaz de decir nada hasta que hubieron colgado el teléfono.

- ¡¿Que va a venir aquí?! Pero... Pero... ¡Ni loca! ¡Esto es una base secreta, y todavía no necesito a nadie detrás de mí todo el tiempo!

Me levanté con irritación, sintiendo rabia al recordar mi pelea con la vieja. ¡Y ahora venía a invadir mi territorio! Lo que me faltaba, verla husmeando entre mis cosas... Y seguramente tendría cero intimidad con Kenshi...

- Tsk... Me voy a entrenar al gimnasio...-Sin decir nada más, agarré las funda de las espadas y me la colgué a la espalda. Subí a la habitación de nuevo, y me vestí con mi ropa normal, pues no me iba a poner a dar sablazos con la camiseta de Kenshi que me quedaba grande... Una vez lista, bajé al piso del gimnasio, el cual estaba bajo tierra, mediante una boca de bomberos.

La sala de entrenamiento era muy amplia, y tenía varias cámaras para las distintas modalidades. Me acerqué a una de ellas, tecleé un codigo en un teclado electrónico de la pared, y al abrirse la puerta entré. Pasaron alrededor de treinta segundos, antes de que varios hologramas naranjas de personas corrieran por toda la sala, escondiendose tras obstáculos, saltando, y abalanzándose sobre mí. Con una rápida mirada, conté cinco hologramas. Cuando el primero corrió de frente a por mí, me agaché, me junté a él, y lo lancé hacia atrás de un empujon con mi espalda, acabándolo posteriormente al lanzarle un cuchillo militar que le acertó en mitad de la frente.

Al segundo vino por la espalda, me agarró en un abrazo constrictor para juntarme los brazos al cuerpo. En respuesta, doblé el cuerpo hacia delanta, por lo que tuvo que aflojar un poco, y así le metí un codazo en el estomago, liberándome finalmente. Por último, di una vuelta sobre mí mismo, pasando las espadas a través del cuerpo de datos del enemigo que, al igual que el primero, estalló limpiamente para desaparecer.

OFF: Los hologramas son como los que salen en la segunda de Los Juegos del Hambre xD

Spoiler:

Prefiero no decir nada cuando Zayyn se enfurece por la noticia de que mi madre vendrá algún día, espero que este asunto no sea un problema constante. Me limito a recoger los platos y dejar ir a Zayyn quien se va a entrenar después de comer y embarazada, debería llevar un trapeador también y yo debo hacer mas comida para lo que se viene.
Cuando Zayyn baja a la sala de entrenamientos, ella no se percata de que es seguida por una peculiar lagartija gigante con armadura, Ryudamon la sigue silenciosamente y cuando el entrenamiento comienza, el empieza a correr entre los hologramas, persiguiendo las imágenes para intentar morderlas, aunque aveces acaba haciendo tropezar a un par de imágenes -Quiero jugar- le dice a Zayyn luego de ver que es ignorado por lo hologramas y el se sienta paciente en el medio de la sala mientras que la pelirroja pelea contra los enemigos simulados.

Exhalé un resoplido. Dos de cinco, pero no debía relajarme todavía, pues el tercero no tardó en aparecer a mi lado, portando un enorme espadón que dejó caer sobre mí. Salté a un lado, topandome de frente con la pared, la cual usé de apoyo para impulsarme de nuevo contra él. Como si se tratara de parkour, pisé la pared, me impulsé hacia arriba y caí sentada sobre los hombros del hombre de la gran espada. Con una fiera sonrisa, hice voltear mis dos ''colmillos'', y corté su cabeza de un tijeretazo. Antes de que el cuerpo de datos cayera al suelo y estallara, yo ya estaba saltando de nuevo. En el aire, envainé las espadas en su funda, y caí en el suelo de manera limpia y glácil... Justo frente a los dos últimos hologramas, que me miraban a unos cinco metros.

Perfilé una siniestra sonrisa, colocándome en posición de pelea de artes marciales, tal y como me enseñó Kenshi. En un gesto de provocación, doblé los dedos de una mano, instándoles a que vinieran a por mí. Los hologramas no se hicieron de rogar, los dos corrieron, con cuchillos en mano, hacia mí. El primero, el que parecía correr más, me lanzó un tajo que evidentemente esquivé sin demasiados esfuerzos. Le tomé la muñeca, y se la retorcí de tal forma que tuvo que soltar el arma; después simplemente lo usé de escudo contra el arma del último enemigo naranja, quien aniquiló a su compañero en el proceso.

Por un momento pareció sorprendido, instante que aproveché para envolver mi pierna en digisoul y golpearle con ella en el pecho, lanzándole unos metros hacia atrás. Sin embargo, después de recolocarme el flequillo con una sacudida de cabeza, comprobé que no había muerto. El último hombre de datos sacó de alguna parte una pistola hecha de su mismo material, y me apuntó con ella, cuando vio que me abalanzaba sobre él y desenvainaba las espadas otra vez.

Cling, cling, hicieron las balas al rebotar contra el acero de mis colmillos cuando las usé de ''escudo''. Mala suerte para él último holograma, pero había que terminar con lo empezado. Cuando su cuerpo estalló al ser cortado en dos, guardé las armas en su funda, soltando un largo suspiro, y volviéndome para mirar a Ryudamon y sonreírle, el cual no me había incordiado en ningún momento.

Ryudamon mira fijamente a Zayyn mientras ella pelea contra las imágenes, una por una van cayendo hasta que los únicos que quedan en la sala es el Digimon quito como una estatua y la chica -¿Juegas?- Pregunta el Digimon ladeando la cabeza. Pero entonces la tierra empieza a temblar violentamente, no parecía un terremoto la sensación de los movimientos es como si una gran criatura caminada sobre la isla y esas sospechas se confirman en cuanto se escucha un fuerte rugido que hace resonar todo. El estruendo me alarma y salgo de la casa para ver que ocurre, viendo entonces que precisamente hay un monstruo gigante sobre la isla. El monstruo parece tener una forma humanoide y robusta además de que extrañamente parece estar hecho de luz color rojo.

Sonreí de manera orgullosa. No era raro que hubiese acabado con los cinco hologramas yo sola y casi sin despeinarme, pero los digimons eran otra cosa. Sin transformarme, podría vencer a rockies, incluso a algún campeón, pero dudaba bastante que, en una pelea contra un ultra o superior, lo venciera en mi forrma humana. Aun así, estaba ya más contenta, y me daba por satisfecha. Ya casi había olvidado el tema de Sakura, cuando Ryudamon me miró de manera juguetona y me preguntó.

Sin embargo, no tuve tiempo ni de procesar rápidamente la pregunta. De repente, el suelo tembló, y la casa se enviolentó durante un par de segundos. Me alarmé, alcé la mirada, y salí de la cámara de entrenamiento para subir las escaleras y observar que, tras la enorme cristalera, el paisaje de la isla era bien agraciado ahora que una enorme figura roja brillante, avanzaba lentamente a través de la selva.

- ¿Pero qué...?-Solté un gruñido, y deslicé mi digivice del brazo hasta la mano. Dejé salir a Fenrir, y ambos salimos al exterior para ver de más cerca lo que era aquello. Hice evolucionar al lobo en su etapa mega, y tras subirme a él, ambos nos acercamos volando-. Ten cuidado, se discreto... No quiero recibir golpes-ordené, llevándome una mano al vientre.

El lobo metálico asintió.

- Sí, mi señora-gruño el digimon, planeando por el aire con cuidado.

La criatura gigante rápidamente detecta a Zayyn acercandose sobre su Digimon, pero el monstruo no ataca, muy por lo contrario esta se enrolla sobre si misma y literalmente se transforma en una bola. La enorme esfera parece ser inmune a todo tipo de ataques si es que es atacada y después de unos cuantos minutos la esfera se abre como si fuera el capullo de una flor, pero de su interior sale algo muy dferente a una planta, de ella surgen incontables cabezas de serpiente que empiezan a agitarse sin control por todas partes pero sin la intención de dañar de cualquier forma a Zayyn. Finalmente una risa familiar resuena y la criatura roja desaparece por completo dejando atras a la madre de Kenshi quien esta suspendida en el aire con un par de alas color rojo y sosteniando a la prima de Kenshi -¿Te asuste?- Dice la señora con una sonrisa maliciosa en el rostro.

Di unos pequeños golpecitos con la pierna a uno de los costados de Fenrir, indicándole que se detuviera. Observé a una prudente distancia cómo la criatura se transformaba en una gran esfera rojo y como, pasados unos minutos esta se abría como si fuera un capullo, expulsando lo que parecieron ser unas serpientes por doquier. Me mantuve firme y desafiante, mirando con seriedad a la cosa aquella, pero atenta y en tensión por si decidía atacar. Fenrir gruñó, y sentí cómo preparaba sus cañones por si tenía que usarlos. Sin embargo, no hizo falta ningún ataque, pues una risa familiar me hizo entrecerrar los ojos a dos rendijas, y observar con algo de hastío a la anciana madre de Kenshi, quien me correspondió con una malévola sonrisa.

- Hace falta algo más que eso para acojonarme-repliqué, de manera mordaz. Luego mis ojos se posaron en el cuerpo que la mujer llevaba al hombro, como un saco de patatas, y reconocí con irritación a la prima de Kenshi-. No recuerdo haberla invitado a ella.

Solté un resoplido, y ordené a Fenrir darse la vuelta. Sakura podía volar gracias a sus alas, así que podría seguirme fácilmente hasta la casa a una velocidad normal, en donde se suponía que estaría Kenshi esperando

La madre de Kenshi sigue a Zayyn y a su Digimon con la prima de Kenshi echada sobre un hombro -Si, si... ella se moria por visitar a su primo- Dice la señora como si nada -¡Hola!- Saluda la prima de Kenshi muy fugazmente ya que la señora empieza a volar mas rápido y aterriza frente a la casa donde es recibida por un Kenshi impresionado por lo que ve. -¿Desde cuando puedes volar?- Es lo primero que atino a preguntar antes de que mi prima salte del hombro de mi madre para correr a abrazarme -¿Me explican?- Le digo a mi madre a lo cual ella responde diciendo -Yo era tamer mi amor- Dice mi madre antes de entrar a la casa como si nada.

Aterrizamos sobre la parte exterior de la casa, justo junto a la piscina que al aire libre se encontraba. Kenshi ya estaba allí, esperándo, y abrió los ojos completamente, sorprendido al ver a su madre con un par de alas en el aire, y a su prima en el hombro de esta. Me bajé del lobo, y besé a Kenshi en los labios suavemente.

- Tu madre ha llegado...-murmuré, sin muchas ganas, mirando a la susodicha y viendo cómo esta le decía su condición de tamer, como si fuera los más normal del mundo, y se metía al interior de la casa-. No rompa nada, la casa es nueva... Dios, si te lo va a contar, ¿por qué carajos me pide a mi que me mantenga callada?-murmuré para mi misma, llevándome una mano a la cara mientras suspiraba-. Da igual...

Sin embargo, mis palabras fueron interrumpidas, cuando al ver de nuevo a Kenshi, me encontré con una escena de lo más... desagradable, si cabe. Yoshino, la prima, le estaba abrazando, estaba pegadita a él como una lapa... Sentí cómo me surgían venitas de cabreo por toda la cara, y le dirigí a la chica una mirada que, si pudiera matarla de esa manera, ella ya habría muerto miles de veces en menos de un segundo.

Mis dedos se crisparon, antes de apretar los puños con fuerza para tratar de tranquilizarme, pero casi al instante se me ocurrió una brillante idea... Aproveché que no podían mirarme ninguno a los ojos para sonreir con maldad, y mirar a Fenrir con una expresión maliciosa... El digimon pareció comprender, y con un suspiro dedigievolucionó hasta Garurumon, un lobo negro con franjas doradas... Y cuando se hubieran separado esos dos, saltaría con un gruñido sobre la chica, tirándola al suelo, y colocándose sobre ella de manera amenazante, con sus colmillos asomando por sus fauces.

Spoiler:

- ¡Fenrir! ¡Compórtate!-Exclamé, haciéndome la loca y regañando al digimon, de mentira-. Ella es una invitada también.

Me crucé de brazos, mientras el digimon soltaba un leve gruñido y finalmente se apartaba de encima suyo, para sentarse sobre sus cuartos traseros junto a mí. Me acerqué a la chica, y mientras la miraba de manera extraña, la ayudé a levantarse.

- Perdónale, es un lobo un tanto sobreprotector, y cuando capta olores externos se lanza para advertir... Pero en el fondo es buen chico.

Traté de comportarme con naturalidad y amabilidad, para que Kenshi no sospechara nada, y no pudiera echarme en cara haber azuzado a Fenrir para que derribara a la chica... No en vano, Kenshi era mío, y si bien había dicho que Fenrir era sobreprotector, yo era muy territorial y posesiva.

Cuando escucho que mi madre era tamer me quedo sin palabras, simplemente asiento con la cabeza y camino de regreso a la casa -Preparare te- Digo antes de entrar a la cocina, llenar una tetera con agua y ponerla sobre el fuego. Mientras tanto, la prima de Kenshi se preparaba para correr y abrazar al rubio, pero entonces Fenrir le corta el paso y le gruñe amenazadoramente, la niña sin embargo se queda quieta mirando fijamente al lobo gigante sin decir nada ni mostrando emoción alguna -¿Tu saliste en algún anime no es asi?- Pregunta la niña poniendo una gran sonrisa para luego caminar en dirección al Garurumon con la intención de tocarlo, pero entonces la madre de Kenshi la detiene agarrando su camiseta por la espalda y la arrastra hasta el interior de la casa -Ya niña, no juegues con ese pulgoso- Dice la señora antes de entrar a la casa donde es recibida por un alegre Ryudamon que salta alegremente al ver la señora sentarse en el sofá, mientras que la prima enciende la televisión para ponerse a ver animes.

Observé con cierto fastidio cómo esa criaja ni siquiera se asustaba ante la amenazadora presencia de Fenrir. Mi mirada se clavó en ella y en Sakura cuando esta decidió llevarse a la chica al interior de la casa, dejándonos afuera al lobo negro y a mí. Chasqueé la lengua, irritada.

- No se asustó... ¿Qué hacemos ahora?-inquirió Fenrir, volviendo a su etapa rockie y rascándose detrás de las orejas con las patas traseras. El digimon había vuelto a estar tranquilo, de hecho, era raro no verle así, pues era un soldado experimentado y pocas cosas había ya que no hubiese visto y que lo pusieran nervioso.

No le respondí enseguida. Por unos segundos me quedé mirando a la prima de Kenshi, viendo cómo se sentaba y cómo se ponía a ver la televisión de manera tan tranquila, como si estuviera en su propia casa. Al parecer no se había dado cuenta todavía de que ese era mi territorio, y de que su integridad física y mental peligraba si estaba cerca de mí.

Esbocé una cínica y divertida sonrisa.

- Pues haremos lo que mejor se nos da... Poner buena cara y ocultar una amenaza tras la sonrisa-dicho esto, me quité las botas, las dejé en el suelo al entrar en el interior, y rodeé con los brazos a Kenshi por detrás, en un agarre posesivo. Pero evidentemente, con intenciones escondidas... Quería dejarles muy claro a las invitadas que esa era mi casa, y que el rubiales era mío-. Nee, Kensh, deberíamos enseñarles la casa entera... ¿Por dónde empezamos? ¿Por los calabozos? ¿O por la sala de torturas?

Lo dije con suficiente volumen para que tanto Sakura como la prima lo escucharan. Dibujé una traviesa sonrisa y besé al chico en la mejilla, mientras Fenrir se sentaba sobre una de las alfombras cercanas al sofá y continuaba rascándose allí. Kali y Rukriel se reunieron con él, aunque la gata simplemente se puso a lamerse las patas, y el dragoncito rojo se sentó en el sofá junto a Sakura.

Cuando siento el abrazo de la chica y escucho lo que dice, no me cuesta mucho deducir que planea algo malo, al parecer asustar a nuestras invitadas, por lo que yo sigo como si nada a servir unas tazas de te y entonces sin levantar la mirada -O puedes ir a la piscina que esta afuera- En cuanto digo eso, mi prima se levanta de un salto y emocionada empieza a correr hacia el patio gritando -¡Piscina!- Por su parte, Sakura agarra el control remoto y cambia de canal para sintonizar unas telenovelas -¿Zim no ha causado problemas?- Dice la señora mientras acaricia la cabeza de Ryudamon, a lo cual yo me acerco a ella con una taza de te en una mano -¿Quien?- Le digo antes de darle la taza -Ryudamon, el era mio hace muchos años y lo llame Zim ¿se ha portado bien o sigue siendo un mordelón?- Dice eso ultimo apretando la boca de Ryudamon para luego beber un poco de te. -No tenia idea... hay cosas que no me han contado...- Digo impresionado antes de caminar hacia Zayyn -¿Tu sabias de eso?- Le pregunto recordando que ellas dos han pasado mucho tiempo juntas últimamente.

Cuando vi que la prima dejaba el salon para salir a la piscina, no pude evitar sonreír de satisfacción, por lo que abracé a Kenshi con menos fuerza, para dejarle libre un rato ahora que estaba a salvo de busconas. Le deposité otro beso en la mejilla, y le dejé tranquilo, no sin antes revovlerle el dorado pelo a modo de broma.

Ahora estaba más tranquila, pero Sakura todavía estaba en la habitación lo que sin duda también me ponía nerviosa, y más aún cuando, al sentarme junto a Rukriel, escuché cómo la anciana nos contaba acerca de Ryudamon, que al aprecer se llamaba "Zim", o algo parecido. No sería nada preocupante, de no ser porque Kenshi empezó a sospechar, y pronto pude sentir su mirada clavada en mí, cuando debió de descubrir que había estado ocultándole la verdad acerca de su madre.

- Uhg...-puse una mueca, sabiéndome pillada, sabiendo que seguramente le molestaría conocer que yo lo había sabido todo este tiempo-. Maybe...-dije entre dientes, mientras le miraba de reojo-. ¡Pero ella me obligó a no decirte nada! ¡Yo quería pero... pero...

Bajé la mirada, mirándome los pies, evidentemente arrepentida de no habérselo contado antes. Era raro verme así, pero quizás fuera por los cambios de humor que mi cuerpo estaba empezando a experimentar. Quizás si él se daba cuenta de eso, no se enfadaría mucho conmigo... Aunque no le había dicho nada porque Sakura me había hecho prometérselo. Supongo que eso también contaba.

Me cruzo de brazos y miro serio a la chica cuando me confiesa que sabia todos esos secretos de mi madre -Wow... ¿porque nadie me dice nada?... al menos llevare bien con ella entonces... como sea, luego me cuentas todo- Le digo a Zayyn antes de servir dos tazas mas de te, una para ella y otra para mi -Voy a ver donde se metió la niña- Digo antes de caminar hacia la piscina, para encontrarme a mi prima flotando de espaldas sobre el agua.
Mientras tanto, la señora estaba escuchado atentamente la conversación en la cocina y cuando Kenshi se marcha ella empieza a hablar -Jeje... ¿le dirás todo? esta bien, no tengas miedo... después no te quejes- Dice la señora con tono burlón mientras cambia los canales -Demonios la televisión aquí es terrible- Dice la señora dejando el control a un lado para beber te.

Cuando Kenshi se fue, traté de detenerle, pero me di cuenta de que eso sería contraproducente, pues si estaba molesto conmigo, tratar de evitar que fuera con su prime iba a hacer que se enfadara más. Con una pizca de rencor y envidia, observé cómo ambos se reunían y cómo se ponían a hablar. Chasueé la lengua, y con cierta rabia di un golpe al suelo con el pie.

- Maldición, es por esto por lo que odio ocultarle cosas... Luego me siento mal-di un suspiro, y con mala cara escuché lo que Sakura tenía que decirme-. Yo no le diré nada de usted, simplemente le diré que me ayudó a buscar una cura cuando estuvo enfermo, y que nuestras madres eran amigas. Pero no quiero que se disguste al saber que hasta su madre ha sido una mala persona en el pasado... Suficiente tiene ya conmigo.

Comencé a acariciar a Rukriel que, al notar que me había desanimado, se había subido a mi regaño para tratar de animarme poniendo muecas graciosas. Le sonreí, y le acaricié la cabecita roja a modo de agradecimiento.

- Ójala estuviera mi madre aquí... Es cuando más necesitaría un consejo suyo...

La madre de Kenshi suspira al escuchar las quejas de Zayyn, luego apaga la televisión y aclara su garganta para hablar fuerte y claro -Escúchame niña... serás una buena madre, esta en tus genes... cuando tuviste al primero no estabas preparada pero ahora si y si tienes dudas o problemas siempre puedes recurrir a Kenshi o a mi que tengo mas experiencia que tu- Dice la señora antes de volver a encender la televisión. En su mente la madre de Kenshi esta esperando el momento en el que la pelirroja se pregunte desde cuando ella sabe sobre Naois, aunque la chica de seguro podrá deducir que ella entrevisto a un clon de cabello.
Mientras tanto, Kenshi esta sentado en la orilla de la piscina siendo mojado por su prima quien le lanza agua sin parar.

Estuve a punto de enterrar el rostro en las manos para intentar pensar con más claridad, pero cuando Sakura dijo algo de un primer hijo, me quedé estática, tratando de recordar si de verdad yo ya le había mencionado ese detalle a ella.... Pero finalmente acabé llegando a la conclusión de que no. Sólo se lo había contado a Kenshi, y ella no podría haberlo sabido a no ser que el chico se lo hubiera contado. Pero esa opción también parecía improbable, Kenshi no había visto a su madre mucho más que yo, y sabía que no le diría nada a nadie a menos que me lo preguntara a mi primero.

- ¿Cómo sabe...?-miré a la anciana, entrecerrando los ojos de manera peligrosa. Traté de terminar la pregunta, pero casi al mismo tiempo caí en la cuenta, cuando un recuerdo vino a mi memoria. Un recuerdo de una pelea con la anciana-. Usted... ¿Cómo se atreve? ¿Quién le dejó hacer más clones?-me incorporé del sofá, mirándola con rabia. Me jodía que continuara haciendo más clones a partir de cabellos que ella misma me había quitado en todas las veces que me había abrazado, pero más me jodía que los utilizase para conseguir información sobre mí.

Mis ganas de gritarla y de arrojarla un jarrón a la cabeza aumentaban por momentos. ¿Qué se creía esa vieja al tratar de saber información sobre mí? ¿Qué pretendía, buscar trapos sucios para luego mostrárselos a Kenshi? ¿O quizás tenía intenciones de chantajearme? De cualquier forma, todos esos pensamientos se disiparon cuando, al escuchar unos grititos y unas risas provenientes de fuera, vi cómo la prima jugueteaba a mojar a Kenshi, quien se encontraba sentado en la orilla de la piscina. Al instante, mi enfado con Sakura se vio sustituído por otra cosa, quizás por celos, o por rabia...

- ¿Sabe qué? Deme dos clones de esos, me voy a divertir mucho con ellos...-murmuré, apretando los dientes y entrecerrando los ojos mientras maldecía mentalmente a esa zorra.

Cuando Zayyn se da cuenta finalmente como Sakura obtuvo la información, la señora se rie  y le responde entre risas -Hey, no me culpes, quiero conocer muy bien a la novia de mi hijo... y como tu no cooperas mucho, necesito a alguien igual a ti pero que este bajo mi control...- Dice la señora antes de levantarse del sofá para caminar hacia la cocina, luego la señora se percata del cambio de actitud de la pelirroja y cuando ella hace su pregunta, la señora se horroriza al mal interpretar la situación -¿Como te atreves? ni siquiera pienses en engañar a mi hijo y si cuenta si es con tigo misma... te romperé la espalda si lo haces- Dice la señora haciendo la mímica cuando menciona la parte de romper espaldas.

Resoplé, todavía molesta por Sakura. Aunque fuera para conocerme más por ser la novia de su hijo, era algo que tenía que haberme consultado antes, yo no le había pedido permiso para crear ningún clon, ni para sonsacarles infomración. Me levanté al mismo tiempo que ella, y la seguí para cantarle las cuarenta.

- No, pues la próxima vez, me va a pedir permiso... O incluso mejor, me va a preguntar directamente a mí. Y si no le respondo, pues se fastidia, si no se lo digo es porque no quiero que lo sepa... Dios, ¿acaso no existe la intimidad para usted?

Me crucé de brazos, y volví a mirar al exterior, en donde Kenshi seguía con su prima. Solté un gruñido grave, sintiendo cómo las ganas de partirle la cara a esa cría aumentaban. Ya había levantado un pie para reunirme con ellos, cuando . la voz enfadada de Sakura me dejó clavada en el sitio. Me di la vuelta para mirarla, sin poder creer lo que estaba insinuando.

- Pero... Pero... ¡Usted es una pervertida!-noté cómo mis mejillas se sonrojaban al entender lo que sus palabras significaban-. ¡No planeaba hacer eso! ¡Planeaba usar a mis clones para atormentar un rato a la "niña kawai", para que deje de mirarle el culo a mi novio.

De nuevo miré a los que estaban afuera, y apreté los puños al verles reir. No soportaba que Kenshi se lo pasara bien en presencia de esa guarra, y no conmigo.

Cuando Zayyn menciona lo de la prima de Kenshi y Kenshi, a la señora le da un ataque de risa que dura un par de minutos mientras que la señora se para fente a la pelirroja para evitar que se marche. Cuando termina de reír, la señora mente una mano en una de sus mangas y saca un abanico cerrado con el que golpea la cabeza de Zayyn sin mucha fuerza -No te culpo, deben ser las hormonas... la "niña kawaii" estaría mas interesado en su primo, que la ha cuidado desde que ella era un bebe, si es que Kenshi estuviese plasmado en una revista... en serio, esa niña tiene algo raro, tiene una habitación llena de esas revistas locas... mi hermano le esta buscando alguna clase de terapia... mi punto es que ella tiene nueve años y son primos, empieza a pensar con claridad con esa cabeza roja... nadie te va a quitar a Kenshi ¿o es acaso que tanta poca fe le tienes a el?- Dice la señora antes de empezar a abanicarse.

Comencé a caminar hacia esos dos, pero entonces, escuché una carcajada a mi espalda, y seguidamente después vi cómo Sakura, quien era la que se estaba partiendo de risa, fruncí el ceño. Es entonces cuando ella me golpeó con un abanico que se sacó de la manga (nunca mejor dicho).

- ¡Auchi!-me quejé, frotándome la cabeza y mirándola mal.

Sakura comenzó a comentar entonces ciertas cosas acerca de la primita, como que Kenshi la había cuidado desde que habían sido pequeños, o como que esa rarita tenía su habitación llena de revistas. Sin embargo, cuando la anciana mencionó insinuando que yo no tenía fe en mi chico, me revolví, la rodeé, y me acerqué al exterior.

- Yo sí confío en Kenshi. En quien no me fío es de esa niña-murmuré, cruzándome de brazos y viéndolos a los dos en la piscina-. Tsk, lo peor es que ya se lo avisé, y aún así sigue tonteando con él...-moví la cabeza para apartar de un movimiento el flequillo que ocultaba parte de mi rostro.

La señora se aparta del camino de Zayyn para que haga lo que quiera -Te tiene años de ventaja, fue Kenshi el primero que le regalo un manga y desato la maldición- Dice la señora con tono burlón antes de volver a sentarse en el sofá a ver televisión.
Mientras tanto, Kenshi esta sentado en la orilla de la piscina y dentro de ella esta su prima nadando de espaldas mientras le relata la trama de un anime que compara con la versión original del manga, a pesar de que la prima se ve emocionada relatando, el empapado Kenshi no se ve tan emocionado pero aun asi se queda ahi sentado escuchando y ocasionalmente haciendo una pregunta para que su prima no sienta que esta en un monologo.

Miré fijamente desde mi posición a esos dos, mientras escuchaba a Sakura detrás de mí. No dije nada, mi mente estaba buscando la forma de librarse de esa cría sin que Kenshi se enfadara. Parpadeé seguidamente varias veces, y tras profundizar el fruncimiento de ceño, me dispuse a salir de la casa y a reunirme con ellos.

- Hey ~-esbocé una sonrisa tranquila, me senté junto a Kenshi, y metí las largas y lisas piernas en el agua una vez que me hube arremangado el pantalón para no mojarlo-. ¿De qué hablábais?-fruncí los labios, tratando de disimular una sonrisilla-. Por cierto, Kensh, tu madre te llama, dice que vayas con ella.

Enrosqué un brazo en torno al de Kenshi para finalmente posar mi mano sobre la suya y entrelazar mis dedos con los suyos. Me incliné hacia él y le deposité un beso en la mejilla con cariño, antes de apoyar mi cabeza sobre su hombro y mirar de manera aburrida a Yoshino.

Sonrío cuando veo llegar a Zayyn y cuando ella se sienta a mi lado para acurrucarse con migo. Entrelazo mis dedos con los que ella como ella lo hace y pongo mi otro brazo al rededor de Zayyn para abrazarla y luego la beso tiernamente. Cuando Zayyn pregunta sobre el tema de conversación, la prima nada hacia la orilla de la piscina -Ho, hablamos de un anime que termine de ver ayer, trata de una chica que muere y regresa como un fantasma para acosar a su ex quien intenta coquetear con otra chica que en realidad es un demonio que molesta al fantasma- (explicación: me acabo de inventar el "anime" xD) Dice la prima muy emocionada.
Cuando la prima empieza a contar la trama nuevamente de su programa, me separo de Zayyn y me levanto -Iré a ver que quiere mi madre- Digo antes de retirarme. Cuando llego donde mi madre y pregunto si me necesitaba y a pesar de que ella no me llamo, eso no evita que ella me pida un te y algo para comer.

Mi llegada fue bien recibida por Kenshi, por suerte la enana estaba nadando en la piscina a su aire, aunque se acercó cuando pregunté sobre lo que hablaban. Evité poner cara de disgusto, y simplemente ignoré su relato para prestar más atención a los mimos de mi chico. Cuando me sentí rodeada por él sonreí, olvidándome por unos segundos de su prima, y me miré como una tonta mientras me besaba.

- Prrr...-ronroneé tal que un gato, e incluso me arrepentí por unos instantes de haberle dicho que le llamaban adentro... Pero era necesario, así que le dejé ir cuando se levantó.

Yoshino y yo quedamos solas en el exterior. Moví las piernas unos segundos en el agua, antes de agarrar la camiseta de Kenshi y quitármela desde arriba, mostrando que llevaba un bikini de un estampado rojo y negro; lo mismo hice con los pantalones, y una vez lista, me metí en el agua dejandome caer desde el bordecito de la piscina.

El agua esta fría, pero no me molestó, pues en aquella isla hacía bastante calor, así que se agradecía el frescor. Abrí los ojos sumergida, topándome con mechones de mi pelo flotando con suavidad en el agua, pero enseguida clavé mi mirada en la persona que flotaba a un metro de mí, junto a la orillita. Solté un leve resoplido, dejando escapar pequeñas pompitas que salieron a la superficie, y con las que me reuní al ascender. Al romper la plana superficie de agua boqueé con suavidad, ignorando en todo momento a la prima de Kenshi si es que se había puesto a hablarme al meterme en el agua. Me pasé una mano por el pelo, para retirarlo de la cara, y finalmente me volví hacia la chica, clavando mis ojos en ella. Me acerqué a su lado, sonriente, y me detuve a su lado mientras hacia la bicicleta con las piernas para mantenerme flotando, aunque había que decir que hacía perfectamente pie con el suelo.

- El agua está fresquita...-comenté de manera casual, agarrándome al borde con los brazos y apoyando mla cabeza sobre estos-. A todo esto... ¿Por qué tantas ganas de venir aquí a ver a Kenshi? Es un lugar peligroso, podrías salir herida ~

Le di su tiempo a contestar, mientras vigilaba que ni Kenshi ni Sakura salieran de la casa. No necesitaba que de repente ellos vieran lo que tenía planeado, porque entonces, ni saldría bien, ni a Kenshi le gustaría ver en situación problemática a su "querida" prima.

Me di la vuelta, mirándola finalmente. Me solté del bordé, y apoyé los pies sobre el suelo enbaldosado.

- Los animales de la isla son los que menos miedo deberían darte. Tu auténtica pesadilla soy yo.

Sonreí ampliamente, y de manera rauda, empujé con fuerza su cabeza hacia abajo, sumergiéndola, e impidiéndola respirar de esa forma. Tras ese rato, la solté, y mi sonrisa se hizo más amplia cuando consiguió salir del agua (?).

- Kenshi es mío, llevo a su hijo en mi interior, y no necesita a ninguna zorra que vaya detrás de su culo... Mientras yo esté delante, te quiero ver lejos de él. ¿Te ha quedado claro, o tengo que hacerte entrar en razón?-entorné los ojos peligrosamente, mientras abría y cerraba el puño en gesto amenazador.

La prima no emerge del agua luego de ser sumergida por Zayyn, muy por el contrario ella nada hacia el fondo de la piscina para luego agarrar uno de los tobillos de Zayyn para hundirla en el agua, luego la niña nada hacia la superficie, en el camino ella mira con una sonrisa de oreja a oreja a la pelirroja mientras van en direcciones contrarias bajo el agua. Finalmente la niña sale del agua, emergiendo cerca de la orilla para salir del agua y espera a que Zayyn emerja de las profundidades, sentada en el borde de la piscina. Cuando Zayyn sale del agua, la prima se levanta, alza los brazos de emoción y empieza a decir muy contenta: -Tu también leíste ese manga ¿no? "Samurai Hattory", capitulo 15, las villanas dicen y hacen exactamente esto mismo antes de matarse ahogándose mutuamente... a ver, si recuerdo, luego ella decía..."¡Bruja! no me quitaras lo que me pertenece"... ¿Lo leíste verdad? tengo todos los 69 capítulos del manga, dicen que lo harán anime dentro de poco- (Aclaración: acabo de inventar ese manga XD) Dice la niña antes de empezar a correr alrededor de la piscina un par de veces para luego cambiar su dirección al interior de la casa, donde se encuentra Sakura viendo televisión mientras bebe te y a Kenshi quien esta en la cocina haciendo pan tostado a la vez que lee un libro de cocina.

Poco después de haberla sumergido en el agua, mi sonrisa se borró en el instante en el que sentí como me agarraba del tobillo y tiraba de él para abajo, mientras ella subía a la superficia. La sorpresa de ese "contrataque", me hizo tragar agua, pero pronto, al darme cuenta de lo que había hecho, me enfurecí, sentí mi cuerpo arder como si desprendiera un aura de fuego capaz de derretirlo todo. Nadé hacia arriba, salí, tosí, y la miré con rabia.

- No tienes idea de lo que has hecho, humana...-murmuré entre dientes, chirriándolos con furia.

Fue entonces cuando ella explicó algo de uno de sus series de dibujos. Solté un resoplido de exasperación, y cuando se levantó para correr y marcharse, sonreí ampliamente, en una mueca perversa y malévola. Mis ojos brillaron un instante, como si fueran los de un demonio. Mi mano derecha se transformó en una garra negra, con pequellas "grietas" o vetas rojizas... Con un movimiento brusco del brazo, hice que de repente una violenta tormenta de aire hiciera acto de presencia, empujando con violencia a la criaja, y lanzándola de nuevo al agua. La caída fue fuerte, probablemente le hubiera picado mucho en la espalda tan solo por la salpicadura, pero que se jodiera.

Me subí al borde sin esfuerzo, me levanté, y la miré fijamente, con una sonrisa en la cara.

- ¿En el anime también hacían eso, bitch?-mi mano regresó rápidamente a la normalidad al decir eso.

La corriente de viento lanza a la chica al agua, sin embargo ella simplemente cree que resbalo y se sumerge en el agua, nada en el fondo por un tiempo y luego ella se detiene repentinamente, se relaja y empieza a ascender a la superficie para y terminar flotando boca abajo como si se hubiese ahogado.
Mientras tanto, Kenshi ya termino todo lo que tenia que hacer en la cocina y entonces regreso a la piscina, solo para descubrir a mi prima flotando boca abajo en el agua -¿Todo bien?- Pregunto calmadamente mientras miro a mi prima, no estaba preocupado por que se que ella es mas parecida a un anfibio mas que a una humana. -Quiero ver cuanto tiempo puede estar asi, ella es mitad rana, te sorprendería cuanto puede aguantar la respiración- Digo antes de sentarme en la orilla de la piscina.

Miré malhumorada a la criaja. Justo en ese momento apareció Kenshi, y casi me da un síncope al percatarme de que muy posiblemente se enfadara conmigo, pero el se tomó tranquilamente que su prima estuviera en el agua bocabajo. Y al parecer ello se debía a que la chica era capaz de aguantar por largo tiempo bajo el agua. Por un lado quedé aliviada, pues eso supondría que Kenshi no se enfadaría, pero por otro me dio tanta rabia que tuve que darme la vuelta para que no se me viera la expresión.

- Entonces déjala ahí que se divierta-murmuré, mientras tomaba la mano de Kenshi y tiraba de él hacia el interior de la casa-. Seguramente encuentre muy entretenidas las baldosas del fondo, no deberíamos molestarla.

Sin dar opción a réplica, continué tirando de él, para obligarle a seguirme al interior. Prefería mil veces estar en la misma habitación que Sakura, a que la cría estuviera en la misma que Kenshi.