un ángel en notre dame (paris )

un día nublado en paris las personas ocupadas en sus vida ajetreadas, si notar la belleza de la ciudad de la luces, un muchacho de cabellera negra se encostraba de pie frente a la imponente y aterradoras construcción de notre Dame, las estatua que mina en forma acusadora al invitado, una viejo mensaje que fuera de este recinto sagrado el demonio moraba

un muchacho entro al las catedral vacia debido a la hora, el interio curiosamente mezcla de oscuridad y luz celestial una broma entra ambos poderes donde el descuidado compromete su pecados a la luz divina

los ojos cielo contemplar el vidrial  alzada sobre la cruz

vestido de negro curiosamente seria confundido con un padre pero, distaba mucho de la verdad, absorto por el juego de luces ignorante de las presencia que se abriesen paso de exterior al interior

-…- estaba caminando sin rumbo fijo en alguna parte de parís; solo sabía que estaba en dicho lugar porque abrí un portal aleatorio como ya muchas veces, la única diferencia es que ahora lo había hecho para estar en mis propios pensamientos y no en búsqueda de aventura o algo parecido junto a Guilmon y Hagurumon… -Hagurumon…- susurro mirando el cielo el cual comenzaba a nublarse -lluvia…- susurro para mí misma un poco ausente de voz haciendo el acto reflejo de extender mi mano a la espera de sentir las gotas para confirmar mi anterior palabra

No pasan ni un par de segundos antes de que ya este mojada de cabeza y hombros, a los parisinos precavidos o conocedores del clima de su sitio de vida no les toma por sorpresa como a mí que me pongo a correr por entre las calles en búsqueda de refugio, o un lugar donde poder cubrirme aunque sea un poco de la lluvia. Tendré puesta la roa de digizoid y lo que sea, pero la lluvia sigue siendo lluvia; me gusta, pero no cuando estoy en medio de un sitio desconocido. En mi carrera llego a una especie de iglesia de corte barroco -¿podre refugiarme aquí?- pienso al detenerme en seco frente a la puerta -qué más da… ni que me fuera a robar algo- tras murmurar eso empujo con una de mis manos el portón de la iglesia y luego entro. Su interior me recuerda al castillo de Vandemon, pero con un toque de paz y tranquilidad acompañada de pinturas religiosas -…..- con la mirada barro la zona, no veo a nadie por lo que me interno en búsqueda de un sitio donde sentarme -¿no hay nadie?- murmuro pero con el silencio reinante se escucha como si hablase en tono normal

el hombre de cabellera negra no se dio cuenta cuando encontro refugio en la sima dela altar en una suerte de pergola dorada, para contemplar mejor los vidrios pintados

el cielo estallo en llanto por una tristeza que no entendía el de ojos cielo, el sonido de la viejas bisagras llamaron a su atención pero no se movió por temor a que fuese algún archidíacono

pero fue una voz femenina quien desmintió sus temores, bajo de su escondite y se acerco su paso lento y casi reflexivo se asemejaba a un padre o monje -hola- sonrio suavemente, pero al notar la tristeza y el pesar en su mirada preocupo al muchacho -¿te aflige algo?-

Spoiler:

-que tranquilo- susurro mirando el vidrial alegórico. Estaba tan tranquila que no me percate que un joven se me había acercado, poniéndome en una leve guardia dirigiendo mi atención al mismo -¿un párroco?- pienso viéndolo de pies a cabeza, suelto un suspiro al escuchar su pregunta al mismo tiempo que me relajo -hmm… la verdad… no lo sé…- respondo aun en susurros devolviendo mi mirada a los vidríales -¿y a ti…? Parece como que no esperabas ver a alguien más aquí- agrego con un dejo de ironía y sonriendo un poco -si es parte de esta iglesia de seguro me regañara por entrar sin más… sino… seremos cómplices de allanamiento- pienso divertida olvidado por unos segundos mis “problemas”

-¿hmm?- lo vuelvo a ver extrañada - a sí, claro, siéntate… discúlpame por no ofrecerte asiento… como ya te diste cuenta ando algo dispersa últimamente- me rasco la nuca algo nerviosa -a mi más que la hora me trajo la lluvia, no soy bruja para derretirme- me sentí un poco tonta al soltar una broma tan infantil frente a alguien que no fuera Guilmon y más recientemente Hagurumon, pero aun así continúe -pero… si me enfermo preocupare a 2 amigos cercanos…- explico con un dejo de emociones mezcladas -¿también huyes de la lluvia?- pregunte curiosa, y siendo un poco más yo misma que el montón de preocupaciones que eh sido últimamente

el hombre se sentó calmada-mente inclinando suavemente la cabeza en señal de agradecimiento

el oji cielo se rio por el comentario de la muchacha -dudo seriamente que la lluvia quisiese hacerle daño intencionalmente-

-supongo que tiene razón cuando uno enferma afecta a todas las personas que quieres y te quieren- contemplo al fondo, antes de mirar ala muchacha al escuchar su comentario -vengo a espera a mis hermanos y a mi señor, confió que vengan-

-creo que soy descortés al no presentarme, me llamo caley ¿y usted?-

-¿a tus hermanos y señor?- cuestione curiosa de nuevo, sentía un poco de envidia por que el tuviese hermanos a los cuales esperar… espera -¿señor?- recalque incrédula intentando controlar mi tono de voz, pues al fin de cuentas estamos en una iglesia -¿ustedes son parte de la corte o guardia de alguien importante?- si antes estaba curiosa, ahora era más notable y obvio pues desde hacía algún tiempo no escucha a alguien dirigirse a otra persona como “señor” al menos en el mundo humano, si no cuenta las escuelas privadas y ese tipo de “cirulos sociales” era algo “nuevo” de escuchar - ¡ah! es verdad, yo tampoco me eh presentado. Me llamo Misaka, es un gusto conocerte Caley- sonríe mientras le extiendo la mano; es un gesto anticuado pero por alguna razón aun lo hago pese a ser japonesa

el hombre en lugar de molestarse por el alza de la voz de la muchacho asintio manteniendo una mirada comprensiva casi angelical -si se puede decir que son mi hermanos, no compartimos lazos de sangre pero si somo hermano de convicción y de armas- respondió con amabilidad pero también con orgullo -si nuestro señor es muy importante para nosotros, su generosidad y amabilidad hacia nosotros no hace seguir le-

con cuidado tomo la mano de la muchacha girando la suavemente para es que expusiese el dorso de la mano de la muchacha y beso suavemente -el placer es mio-

las puestas de la catedral se abrieron rebelando a un hombre de piel morena y cabello largo negro ojos oro entrar al recinto eclesiástico, al igual que el oji cielo el traia ropa negra y una bufanda roja que protegía su cuello del frio aire

-¿eh…?- me sorprendió un poco que me besara la mano pero recordé que no estaba en Japón sino que en una de las zonas más “románticas” del mundo -¿no debimos besarnos en la mejilla?- pienso dudosa al intentar entender su acción -…- estoy a punto de preguntarle sobre su señor y sus demás hermanos pero escucho las puertas de la iglesia abrirse y por reflejo me escondo en la banca donde estamos; como el joven junto a mí no se inmuta por la presencia que abrió las puertas me asomo cuidadosamente y veo a un joven de piel morena pero de ojos que brillan en oro, sus ropas son idénticas a las de joven con el que he estado hablando -um… ¿es uno de tus hermanos…?- le pregunto a Caley; si realmente es su “hermano” tiene razón al afirmar que no son hermanos de sangre pero si de armas, del mismo equipo. Pese a no compartir lazos sanguíneos siento envidia de ellos, aun entre mis compañeros de DATS dudo tener a alguien tan cercano como para confiarle mi vida. Se me vienen a la mente los rostros de un par de personas -yo les daría mi vida de ser necesario… pero… ¿y ellos…? ¿harían lo mismo por mí?- pienso mientras aún tengo visualizadas las caras de esas personas

el extraño sacude su larga cabellera tratando de alejar el agua de ella y acomodo su húmeda bufanda mientras vio a un chica esconderse

-el cielo cae en paris esta tarde- suspiro con ligero fastidio el oji oro

-bueno la tierra, las plantas y animales requieren la lluvia, se comprensivo- dijo el oji cielo

-lo soy caley- dijo mientras se acercaba notando mejor a la muchacha -eh? y ella quien es?- comenta curioso

-ah! si, hermano ella es misaka una niña elegida-sonrie tranquilo y mira ala muchacha -misaka el es mi hermano mayor arturius-

-mucho gusto misaka mmm... eres japonesa ¿no?-dice arqueando una ceja, curioso de escuchar una respuesta

-así que si se conocen- pienso cuando mi pregunta se responde sola por sus acciones -¿…?- me sorprende que sepa que soy una niña elegida, ¿cómo lo supo? No eh sacado mi digivice y tampoco eh mencionado a Guilmon o a Hagurumon -….- estoy a punto de negar que soy una niña elegida o fingir no saber de qué están hablado pero no tiene caso, ambos lucen más que solo personas, de cierta forma su presencia se asemeja a la de Vice y a la de Saya, pero más inclinada a los digimon -¿qué serán ellos? Mas Digi-human… o es lo mismo que hizo la Sakuyamon de Zess esa vez en china-

Salgo de mis pensamientos cuando el recién llegado me pregunta si soy japonesa -sep, nací en Tokio, Japón- respondo con calma a su duda -¿ustedes?- pregunto ahora yo, casi tanto o más curiosa que el recién llegado -ya te dijeron mi nombre, pero igual me presento… soy Misaka, mucho gusto- y de nuevo extiendo mi mano para estrechar la del recién llegado

los dos parpadearon un par de veces ente la pregunta mirando al techo tratando de hacer memoria

-pues yo naci en japon-dijo el oji oro no muy convencido -pero son nacional escoces-

-yo naci en siria- comento el oji cielo -pero como mi hermano tambien me nacionalizaron escoces-

el oji oro sonrio, dispuesto a contestar cuando tanto el como el oji cielo miraron hacia el altar, un trueno ilumino otra figura de intensos y crueles ojos sangre, de no ser por que la breve luz ilumino al hombre se hubiese considerado un demonio en la catedral

-la lluvia paso de una lluvia ligera a una tormenta electrica- su voz era profunda, misteriosa y atrayente como los relatantes de leyendas con el donde atrapar la atencion de quien los oiga

-hermano- dijeron los dos morenos

el oji sangre miro de reojo al primer banco feligrés a otra persona sentada de cabello plata, caley se incorporo y ambos corrieron hacia el muchacho sentado

Tras responder mi pregunta apareció un tercer hombre y con él la ambientación solo se hacía más lúgubre a cada momento -estoy rodeada…- murmuro en un hilo de voz inaudible cuando un 4 hombre también se hace presente, miro a cada uno de los presentes -¿debería sacar a Guilmon?- pienso analizando la catedral en la que nos encontramos -no… eso sería peligroso, se supone que yo no voy por allí destruyendo edificios, es al revés…- sigo pensando mirando en silencio el techo -Hagurumon es el más útil si las cosas se ponen mal aquí…- afirmo en mi mente, para después dedicarles una sonrisa infantil a los presentes -Caley, dijiste que tus hermanos vendrían, pero no pensé que aparecerían tan repentinamente… casi parece un truco de magia- rio un poco para después continuar -me llamo Misaka, es un gusto conocerles- digo feliz dirigiéndome a los recién llegados -me surgió una duda… espero que puedan respondérmela… ¿qué saben de los niños elegidos? hace rato dijeron que yo era una…- les pregunto curiosa guardando mi mano en el bolsillo de la chaqueta que traía puesta para sujetar la terminal y de ser necesario sacar a Hagurumon de ella

-¿Qué moriré….?- pregunto con una ceja en alto -¡ja…! creo que a estas alturas preocuparme por el tiempo y la vida o la muerte no tiene mucho sentido- cierro los ojos sin dejar de sonreír preguntándome mentalmente porque el hombre de ojos rojos dijo eso, se supone que estoy sonriendo y no podría ver que sujeto mi terminal porque aún sigo sentada y la banca frente a mi debería de ser suficiente tapadera. Aclare levemente la garganta y escucho al joven de cabello blanco, aun no borro la sonrisa de mi rostro y mucho menos suelto mi terminal, por muy apacible y amable que luzca aquel hombre no puedo evitar desconfiar, en especial tras las personas que eh conocido últimamente…-el placer es todo mío, Janaan-san- también me reincorporo -puede que me equivoque pero… todos estos hombres… ¿son tus camaradas digimon?- pregunto curiosa -tengo un amigo que su digimon puede darles apariencia humana a otros… por eso lo digo- agregue para aclarar por qué hice esa pregunta

Janaan, creo que se sorprende un poco por que logre deducir que los hombres eran sus camaradas, y un brillo surge de Caley -…- tengo cubrirme los ojos por el destello que me deja casi ciega, resulta ser que él es un seraphimon el cual regresa a su etapa champion el cual es un Angemon con la particularidad de tener el cabello negro, los otros 2 hombres hacen lo mismo pero estos se quedan en sus etapas mega, un Dynasmon y un Alphamon -genial, tienes 3 megas- digo con sincero asombro y casi como si yo misma brillara por la misma emoción que siento -pues si, tengo 2 amigos… son los que te mencione antes- afirmo sacando mi terminal del bolsillo, pero dudo un momento de sacarlos o no, estamos en el mundo humano y en un sitio llamémoslo publico… todo esto esta yendo en contra de la organización a la que pertenezco -qué más da…- murmuro para mí misma sacando a Guilmon y a Hagurumon

-¿ya es hora de cena--?- se interrumpe a si mismo cargándome en sus brazos y mirando fijamente a los digimon presentes -Misakamon, ¿qué está pasando?- pregunta preocupado pero antes de que yo le responda Hagurumon le acaricia la cabeza con uno de los engranes que están en sus costados -¿amigos?- le pregunta tras dejarme en el suelo

-d-d-de nuevo…- balbucea antes de suspirar -¿una… reunión… rara?- pregunta, pero parece más una pregunta global que para mí -¿algún… día… dejaras… de… terminar… así?- ahora si me preguntaba a mí, y como respuesta solo le sonreí mientras me rascaba la nuca a lo que él volvió a suspirar

Escuchamos atentamente sus presentaciones, y suspiro ante la mención de DATS, pensando que mis antecesores tenían practicas demasiado extremistas y estúpidas para cumplir con nuestra “misión” -¡uh! ¡Yo primero, yo primero!- dice Guilmon alzando uno de sus brazos como si estuviera en clases -soy Guilmon, y Misakamon es mi amiga desde hace muuuucho tiempo; es un gusto conocerlos Janaanmon, Myrddhinmon, Arturiosmon y Caleimon- agita el brazo que tenía levantado a manera de saludo y luego hace una reverencia clásica de Japón

-…- se limita a mirarlos por unos momentos, pero casi parece que mira al infinito -Hagurumon… aún no se decir… si es un gusto o no… todo de-pen-dera… de que ocurra… después…- dictamina flotando frente a mi

-um… Guilmon tiene la manía de agregar “mon” a los nombres, y bueno… Hagurumon… no es grosero, solo no confía mucho en los demás; les pido disculpas si le llega a incomodar esto- explico apenada casi forzando una sonrisa -¿podemos saber que les trae por aquí?- pregunto curiosa

-a lo mejor… pierden el tiempo… igual… a…- deja su oración a medias y se limita a flotar sin hacer nada más que mirar al infinito

-¿eh…?- ladea la cabeza y mira a los que le hablan al mismo tiempo -….- se rasca la cabeza y luego se encoge de hombros y ya no dice más; se sienta junto a mi tranquilamente, observando el techo y como la tormenta continua sin asustarse por los relámpagos y truenos

-…- atiende en silencio a las palabras dichas por el hombre de ojos rojos, para después voltear a verme; entiendo su mirada quiere evolucionar para poder hablar más fluidamente. Cumplo su silenciosa petición y deslizo la carta correspondiente en el lector del d-ark que llevo en mi cintura y tras un brillo Hagurumon se trasforma en un Clockmon; la cuerda en la parte superior de su cuerpo de reloj se abre como si fuera una escotilla y de esta sale un hombrecillo de la cintura para arriba, con ropa roja y la boca cosida además de tener un martillo de empuñadura larga -más que eso Myrddhin; con el pasar del tiempo una opinión siempre cambia de una u otra forma…- explica para luego estirar sus brazos y luego recargar su martillo en uno de sus hombros

Escucho lo que dice Janaan y asiento a sus palabras -es verdad, Europa se ha visto blanco de muchos ataques por los Dark Tamer…- digo dándole la razón -no llevo mucho tiempo como niña elegida, pero ya me topé con una de las que se encargan de destruir ciudades sin ningún problema…- me cruzo de brazos -supongo que interferimos nosotros 3 en su reunión… bueno, en cualquier caso, me gustaría poder ayudarles en la búsqueda de una solución a estos atentados; no lo pareceré pero puedo conseguir mucha ayuda en poco tiempo-

-y de nuevo te metes en los asuntos ajenos…- niega con la cabeza y me da un pequeño golpe en mi cabeza con su martillo -que necedad la tuya niña…-

-no busco nada realmente, solo soy arrastrado por la niña- me señala despectivamente -no creo que lo entiendas pues tu eres el destinado y no el siguiente que te encuentras- se encoge de hombros -pero bueno, al fin de cuentas seguimos siendo parte del destino de algún niño elegido, por mi parte no entiendo que me empareja con la niña-

-¿de qué hablan Clockmon?- le pregunta curioso subiéndose a la espalda del reloj -¿no tienen hambre?-

-Guilmon, tu apetito solo puede compararse con el abismo del tiempo infinito…- tras decirle eso le acaricia la cabeza

-a decir verdad conozco a una bio hybrida rusa, y bueno… es un tanto…- pienso un poco en la palabra -¿especial…? Si, si, justo eso, es especial… tiene razones que le justifican su temperamento, pero a lo que voy es que entiendo a qué te refieres- suspiro -¿solo ustedes se encargaran de ayudar? No estoy diciéndoles débiles, es solo que a mí me cuesta bastante trabajo estar al pendiente de únicamente Japón… a de ser mucha presión tener que encargarse de varios países a la vez…-

-ya veo… aun así el destino dictamino que tu fueras el primero; o al menos así es como lo pienso yo- hace ademanes con su mano libre mientras habla que combinan con sus palabras -no hay mal que por bien no venga- dice al fin de las palabras del ángel

-¡yo salí de una computadora, antes de eso vivía en un videojuego de Misakamon!- afirma contento -hace muuuuuucho tiempo jugaba todo el día conmigo en ese juego- tras la explicación del Alphamon con aspecto humano y como este le arroja una masa frita rellena, Guilmon instintivamente la atrapa con las manos -¡muchas gracias!- le dice sonriente para después partirlo en 3 partes -ten Clockmon- apenas el reloj recibe su parte de la comida me lleva una de las 2 partes que le quedan y me la da -ten Misakamon- tras eso regresa con el reloj y se vuelve a subir a su espalda y de un bocado los tres nos comemos nuestra respectiva parte

-atolondrado pero considerado…- masculla el hombrecillo -mi caso es parecido, siendo un digitama llegue a este mundo… fui llevado por agentes de DATS a una de sus bases… planeaban destruirme porque “soy un peligro”- explica con su mismo tono de voz, pero aprieta fuertemente su martillo con ambas manos, luego de unos instantes afloja su agarre -esa niña entrometida como siempre, interfirió cuando estaban a punto de destruirían mis datos afirmando que se haría 100% responsable de mí y de lo que hiciera- se dio unos golpecillos ligeros en la palma de la mano con una de las caras de su martillo -y heme aquí, como su perro guardián bien encadenado- se encogió de hombros y negó con la cabeza -no busco una respuesta al porque terminamos así… soy del tipo que prefiere observar, por eso digo que la niña y yo no quedamos muy emparejados que digamos-

-pero eres nuestro amigo Clockmon- le hace “pat pat” en la cabeza para “reanimarlo”, como siempre, entiende lo que quiere de la conversación

Al igual que Janaan, dejo que todos los digimon conversen por su cuenta, y sigo con la que llevo con él; no puedo evitar escuchar la mención de DATS nuevamente, al menos me alegra que ninguno de mis camaradas dijera que yo soy la actual capitana de la rama japonesa -supongo que tienes razón Janaan-san… sin embargo, soy de las que intentan cargar con todo solas- declaro apenada -la verdad quisiera aprender a evitar pensar de esa forma… hay veces en las que incluso olvido a mis camaradas para busca una solución por mí misma… créeme que ya me ha pasado cuenta hacer eso…- fuerzo una risa y agacho la mirada volviendo al estado en el que llegue a esta catedral -Janaan-san… ¿podrías darme algún consejo?- le pido sinceramente

-me pregunto por qué todos odian tanto a DATS… ¿no son los buenos?- pregunta curioso recargándose en la espalda del hombrecillo -Clockmon… ¿tú también odias a DATS?-

-por mi parte no es odio Guilmon, es… aprensión… tienes suerte que a ti no te buscaran…- le mira con el rabillo del ojo -y más contando “eso”- murmura para después aclarar la garganta -destino… sí, es eso… el destino de que una entrometida salga y quiera hacer un “bien”- se le queda viendo a los digimon -diría que DATS ahora a cambiando, aunque sea superficialmente y que no deberían de mantener un rencor hacia ellos eternamente… es de sabios perdonar- dictamina diligentemente -o al menos no dirijan el odio a todos… dirijan sus emociones negativas únicamente a los culpables… no hagan pagar a justos por pecadores-

-bueno Janaan-san… es particularmente difícil para mí confiar verdaderamente en alguien… mi niñez no fue precisamente la típica y por eso tiendo a cargar con todo sola… aun así seguiré tus palabras…- suspiro un poco y la sonrisa retorna a mi -¿tampoco confiabas en los demás? eso me sorprende un poco, pareces alguien muy centrado, además con tus camaradas deberías de poder saber en quien puedes confiar y en que no… o eso creo-

-o pienso poner en riesgo a alguien que se dignó a abogar por mi… me da igual si lo hizo porque es una entrometida de primera o por algo más, ya lo eh dicho, la fuerza llamada destino nunca da explicaciones solo actúa y ya- explica cansado y frotándose la frente con la mano

-¿nos dejaras Clockmon?- le pregunta curioso -no te vayas, te quiero mucho y no quiero que desaparezcas- dice al borde del llanto y conteniéndose para no abrazarlo (Clockmon odia ser abrazado)

-no lo hare Guilmon, relájate… ellos ven el mundo diferente que tú y por eso dicen las cosas así; además ¿desde cuándo sigo lo que otros me dicen?- mientras habla serenamente le acaricia la cabeza calmándolo -les puedo asegurar que el “nuevo” DATS acepta con gusto ayuda de quien puede proporcionarla… siempre y cuando no termine siendo una carga; en el caos de su elegido dudo que sea tratado como un maleante o rufián y más si ayudan- explica con un dejo de seriedad

-hmmm… Guilmon solo intento comerse a mis padres una vez hace mucho tiempo- digo cuando el menciona que su digimon le atacaba -y Clockmon solo se hace el rudo, cuando estamos solo los 3 es diferente- le susurro al joven peliblanco, luego de eso escucho su explicación y como brilla algo en el -ese brillo… es un emblema, entonces tiene un digivice como el de Carlos-sempai…- pienso analítica -lealtad… hmpf… si lo pones de esa forma entonces si tengo un par de personas en que confiar, aun que rara vez me cruzo con ellos- explico rascándome la nuca -lo gracioso de todo es que muchos me tacha de confiada o cosas parecidas…- me encojo de hombros -pero bueno, tengo que decir que es liberador poder hablar contigo Janaan-san-

-no, no hago lo que él me dice; le explico que no me iré porque alguien me lo dicte simplemente… o también puede ser que solo articulo oraciones sin sentido alguno- se encoge de hombros

-Clockmon, deberías de escribirme un diccionario… rara vez entiendo que dices- dice sinceramente rascándose la nuca igual que como yo lo hago

-nop, no hizo falta explicarles… es algo sencillo, Guilmon siendo un Megidramon salió un poco de mi computadora, ataco a mis padres y luego se desvaneció, tras eso mis padres me dejaron sola en casa- explico como si fuera lo más común del mundo, y bueno, técnicamente lo es, pues cuando las personas no entienden algo o lo intentan destruir o huyen -Clockmon, la próxima asegúrate de no defender tanto a DATS- le digo cuando escucho la pregunta del peliblanco

-son todos megas y se nota a kilómetros que les desagrada DATS, no importa que digan, sus ojos no mienten- refunfuña casi histérico -a ver si me vuelvo a preocupar y evito un enfrentamiento tonto eh innecesario. De seguro bajo mi gorro ya tengo canas verdes por tu culpa- me señala enojado

-y pues sí, soy parte de DATS… pero no te preocupes, me asegurare que ya no te molesten y te exijan entregar a los digimon a los que les das refugio- explico tranquila -pero lo que no entiendo… es que te hace creer que soy la jefa, digo, tengo 14 años… sería algo imposible que una niña como yo sea la jefa, ¿no crees?- le sonrió infantilmente con los ojos cerrados

-…- el hombrecillo se mete fugazmente en el reloj del que sobresalía -a ver si vuelvo a preocuparme por ti niña- gruñe desde el interior del cuerpo de reloj, cuando cerro la escotilla rápidamente que era el apoyo de Guilmon, este término dando un giro en el aire aterrizando de sentón frente al reloj sin entender que pasaba, aun así se volvió a subir a la espalda del reloj, casi con una mirada de pedir volver a ser arrojado como hace un momento

-pues ya andas viendo cosas Janaan-san, nunca le puse los logos a la terminal ni a mi digivice- le muestro ambos -te creería más que lo dedujiste por el material de mi ropa, no es el uniforme oficial, pero si esta hecho de fibras de Chrome- explico -aun que realmente nunca me ha interesado negar mi integración a DATS, a una amiga le borraron la memoria por un error que cometió… afortunadamente yo no soy extremista y menos con mis propios aliados… pero aun así no está por demás mantener este secreto a voces como eso… un secreto- me encojo de hombros -pero bueno, no parece que quieras atacarme por ser parte de DATS así que… ¿quieres pedirme algo? sea la jefa o no tengo el suficiente nivel como para conseguirte un par de aliados para defender este continente-

Cuando estoy por reír por el intento de sacar a Clockmon de su “berrinche” soy jalada por Janaan para escondernos de nuevo -ah… se me olvido donde estábamos…- pienso despectiva pegándome al suelo de la catedral, una de las ventajas de mi baja estatura es poder pasar sin problema por muchas rendijas y esto me era útil ahora pues pude rodar sin problema por debajo de las bancas, la lluvia seguía pero al menos no había relámpagos que me delataran y aprovechando la obscuridad me cole por una lateral de donde se ubicaban los recién llegados sacando el borrador de memoria -boo- dije lo suficientemente alto como para que todos me volteasen a ver y apenas lo hicieron active el aparato en mi mano. El destello les dejo inconscientes a todos los que lo vieron directamente -listo…- me encogí de hombros

-Misakamon, ¿los sentamos en las bancas?- pregunto Guilmon aun montado en el reloj el cual se aproximaba a mí con un paso un tanto rápido, seguía enojado pero al menos aún era cooperativo

-si, buena idea Guilmon- apenas le dije eso cargo a un par y los sentó en una banca -Janaan-san, sería mejor que nos busquemos otro lugar para seguir hablando…-

-em…- la actuación de los digimon y de la bufanda que parecía tener mente propia me dejo sorprendida -esto no afecta a los digimon… no les puede borrar recuerdos más que a los humanos y se supone que solo borra las partes que tengan que ver con los digimon- explico parpadeando un par de veces, pues el destello en si me afecto la vista, al fin de cuentas la cátedra tenía una muy poca iluminación

-¿qué es una lobobomia? lobonomia… lobosofia…- se comienza a trabar más y más en la palabra hasta que se harta y dice -¿la cosa que dijo que es?-

-para que lo entiendas Guilmon, te abren la cabeza y básicamente te cortan un cacho de cerebro… mejor no sigas preguntando- explica acarreando al último hombre y aun sin salir de su cuerpo relojero -decide rápido a donde iremos niña, si llegaron estos, vendrán otros-

-…- me le quedo viendo despectivamente unos segundos -no se muy bien como es esta ciudad… no se a donde podamos ir…- suspiro y saco la terminal -lo primero es regresarlos a ustedes a la terminal, no puedo pasearme con un lagarto y un relojote… en casa pasa por disfraces pero aquí no- tras decir eso los regreso a la terminal no sin antes escuchar un resoplido indignado de parte del reloj -Janaan-san, ustedes conocen más la ciudad ¿no? mejor decidan ustedes a donde nos vamos ahora, aun llueve pero para mí no es una verdadera molestia por si quieren que demos un paseo por las calles-

-ya veo… bueno, este aparato no es tan infalible, después de todo si llegan a ver digimon otra vez recuperaran la memoria…- explico encogiéndome de hombros para después quedarme sorprendida ante su discusión académica prefiriendo mejor no interferir. Luego de escuchar la sugerencia de Janaan me quede pensando un momento, Guilmon no tenía precisamente miedo a la obscuridad o lugares estrechos pero si tenía la manía de ponerse a platicar con los cráneos que se topara en el camino y si se trataba de comer… bueno, tanto el como clockmon parecían no tener fondo estomacal -creo que prefiero las catacumbas, así al menos podre sacar a mis amigos otro rato…- digo aun pensativa -siempre y cuando ustedes no tengan hambre preferiría ir más a las catacumbas… y aun que Guilmon dijera que tenía hambre, lo verdad es que él siempre dice eso cuando no sabe qué hacer o que decir- explique mientras me rascaba la nuca

janaan parpadeo y vio a los digimon, ciertamente ellos no teniancualidades para disfrazaerse de humanos -no es mala idea ocultarlos tambien- al albino chasqueo los dedos y los tres digimon disfrazados vieron al oji amatista -sera problematico ni nos atrapan en las catacumbas pueden hacer algo-

arturius vio a clockmon y a guillmon sito una extrañas palabras que generado un circulo de hechizos color verde, transformando a guillmon y a clockmon en personas

-dudara hasta que alguno de ustedes use sus poderes- comenta acomodando su bufanda

ya desidido el destrino myrddhin caminoa hacia la ofisina del archidíacono moviendo un librero encontraron una entradas con unas escaleras  que bajaban por las catacumbas

off:

guillmon humano:

clockmon:

-¡hooo!- aplaudí asombrada cuando mis amigos de digimon pasaron a lucir como personas -parecen casi hermanos… bueno, ambos son Gigimon… aunque siempre creía que eran más inclinados al lado de ser mujeres…- pensé y luego  me rasque la nuca -si los miro bien, aun es difícil saber si sí son chicos o un par de chicas…-

-¿hmm?- se miró las manos curioso y luego se palmeo la cara -¿así es como se siente ser un humanomon?- seguía ablando igual que siempre, y para colmo también estaba en su postura común de raptor, que cuando dio un paso perdió el equilibrio cayendo de cara al suelo -hay, que raro…- se endereza tambaleándose y sin poder siquiera mantenerse bien de pie

-….- se queda mirando despectivamente a Guilmon para después suspirar -bleh…- da un pesado paso al frente seguido de otro igualmente pesado -creo que debí mencionarles que nunca eh llegado más haya de mi etapa champion- comenta ligeramente sonrojado al no ser capaz tampoco de caminar

-¿heh? ¿y mi colita?- se mira su propia retaguardia palmeándose la espalda baja -Misakamon, ya no tengo mi colita- dice al borde del llanto

-Guilmon… sería raro que tuvieras una…- le extiendo la mano ambos para que se apoyen en mí y luego seguimos a Janaan y sus compañeros -vaya, sí que sabes cosas de este edificio, no se me hubiera ocurrido que eso sería un pasaje secreto- digo al ver como se abren paso a las catacumbas -¿y que buscaremos ahora?- pregunto curiosa

Ninguno de los 3 entendimos las acciones de los digimon del peli blanco, quedándonos boquiabiertos -y yo que creía que nosotros éramos el grupos más… interesante- pienso pasando saliva; Clockmon se dio cuenta de esto y apretó mi mano dándome a entender que no me preocupara, tras asentirle los 3 cruzamos el pasaje recién abierto -su vida si que debe de ser única, Janaan-san; además de que tiene un grupo de digimon bastante prodigios-

-yo se cocinar- afirma orgulloso -¿en este sitio hay huesos como dicen en la tele?- pregunta curioso mirando a las paredes en búsqueda de los huesos

-y ya se va a poner a hablar con cráneos- se lleva su mano libre a la cara -chico arqueólogo, ¿estas catacumbas que tan antiguas son?-

-wooow Janaanmon sabe mucho de este lugar- dice Guilmon asombrado -¿de verdad no puedo agarrar ni uno solo de los huesos?-

-como miembros de DATS podemos ir y venir a cualquier parte del mundo humano por lo que tampoco tenemos problema de estar aquí… igualmente eh escuchado que grupos de humanos usan estas catacumbas como sitio de reunión para diversas actividades; la última duda que me queda es que si es verdad o no de que las catacumbas y las calles de la ciudad tienen las mismas formas y direcciones-

-…- voy mirando el pasillo por el que caminamos tratando de mantenerme atenta, porque si este sitio es tan precario como mencionaron el paso de 8 personas no debe de ayudar mucho a que todo se mantenga en pie -me pregunto si a parís no le iría mejor incinerando a sus difuntos como hacen en Japón- digo al ver el muro de huesos

-si que son muchos… no puedo creerlo… en televisión dijeron que en un lugar tenían una iglesia hecha de huesos, ¿nos queda cerca?- pregunta curioso, casi pareciendo un turista en pleno recorrido guiada

-nunca dije que fuéramos dueños del mundo, ¡hmpf!- se cruza de brazos -en cualquier caso, la historia de su familia parece salida de una leyenda, a de ser bastante antiguo su linaje-

-¿Qué es Italia?-

-es otro país Guilmon, técnicamente estamos cerca, pero por ahora aprovecha que estamos aquí- le despeino un poco -concuerdo con Clockmon, Janaan-san, casi parece un príncipe con todo y su propia corte; pero… quería preguntar desde hace un rato… ¿a dónde vamos exactamente? No lo tomen a mal… pero, se me hace un poco rara la situación en la que estamos... vagando en unas catacumbas…-

-bueno, todos los caballeros son tanto o más nobles que un príncipe y por eso dan su vida por otros, ¿no?- digo tratando de ayudar al peliblanco, aunque parece que no hay mucho efecto  -en teoría todos son perseguidos por DATS- me encojo de hombros -podríamos llegar a una conclusión de la persecución justo ahora, pero si crees que es mejor que nos quedemos atrás, esperaremos-

-y de nuevo a entrometerte… si te dicen que esperes solo hazlo y ya, no te compliques tanto niña- pone su mano en mi cabeza y con algo de fuerza la baja presionado su mano -adelante Janaan, esperaremos aquí- dice tranquilamente sin retirar su mano pero si dejando de aplicar presión