De visita en el Cuartel General

Layla estaba sentada en una de las sillas de la sala de comando, mientras tanto Miki y Megumi trabajaban como siempre y sus Digimon, PawnChessmon White y PawnChessmon Black respectivamente, iban de aquí para allá con bandejas con bebidas y comida para los otros que trabajaban en la base. La niña le dio una mirada al Jefe Rentaro y a su Kudamon quienes estaban concentrados viendo unos datos en la pantalla y después dejó escapar un profundo suspiro mientras veía la taza de té que sujetaba en sus manos, le gustaba formar parte de aquella organización aunque había escasos días, como aquel, en el que no había muchas cosas interesantes por hacer.

—Además hasta ahora no he visto a nadie mas que tenga un Xros Loader...—Dejó la taza sobre una mesita y de la nada sintió que alguien se estaba apoyando sobre su cabeza. Ya sabia quien era.—¡Masaru!

Masaru: Que extraño, me pareció oír algo...¿tu no Agumon?—El Agumon con correas rojas en sus manos rió solo un poco y saludó a la chica alegremente.—Hola pequeña.

—Ya de dije que por favor dejaras de llamarme pequeña...—El joven en cambio solo le revolvió un poco el cabello mientras, como siempre, le había recuerdo de que él era el gran Daimon Masaru, el luchador mas reconocido de las calles de Japón.—Lo sé, lo dices varias veces al día...

El muchacho se rió alegremente y le deseó un buen día a ella mientras se iba a buscar algún contrincante a las calles mientras era seguido por su Agumon, Layla solo rodó los ojos pero en el fondo se sintió feliz, no podía culparlo de ser así. Además de todas formas le agradaba, terminó de beber su té y se cruzó de brazos mientras apoyaba su espalda en el respaldo del asiento.

- Hola... De alguna manera terminé convenciendo a los digimons que tenía que derrotar para que se volviesen miembros de DATS... - comentó Alec mientras entraba por la puerta principal hacia la sala de comando de la base central de Yokohama de la Organización. A su lado no solo estaban aquel digimon con forma de un pequeño ángel y aquel virus extraño con unos brazos cuyo tamaño era ridículo al compararse incluso con los de un humano normal sino que también se encontraban 2 digimons de nivel mega y ráfaga. El primero de estos era un ShineGreymon y el segundo era un MirageGaoGamon Burst Mode el cual había desactivado el Burst Mode al no verle sentido gastar la energía para una simple presentación. Ambos digimons al entrar hicieron una pequeña reverencia - Buenas tardes -

 El Kudamon del único hombre de allí que era de rango superior a Alec voló hacia estos 2 megas y comenzó a darles instrucciones y una especie de presentación ante como sería la situación a partir de entonces - Emmm... alguno ha visto a Carlos?... necesito probar algo... -

Gran parte de su tiempo en el cuartel lo dedicaba a hacer investigaciones con otros científicos en el laboratorio de DATS. Los amplios conocimientos que había adquirido en el área de la Informática, y su reciente afición por el área de la Genética le habían granjeado un pequeño espacio en ese lugar. - ¿No se les a ocurrido traer unos cuantos datos contaminados con el virus al mundo humano? - Sabía que esta idea era peligrosa, pero si los seres humanos al entrar en el digimundo se volvían prácticamente datos, lo opuesto les podía suceder a los Digimon transformándose en seres orgánicos. - Solo se necesita un pequeño fragmento para poder hacer investigaciones genéticas. Piénsenlo, con unas cuantas enzimas de restricción configuradas digitalmente podríamos crear un tipo de vacuna para... - La idea quedo en el aire, ya que su comunicador había comenzado a vibrar en su bolsillo. - Discúlpenme, pero me necesitan en la sala de comando. - Con paso acelerado salio del Laboratorio sin siquiera quitarse el delantal que traía puesto.

- Alec - Dijo con una sonrisa mientras entraba al cuarto de mando seguido por Astaroth e Imperius, a los cuales paso a buscar al campo de entrenamiento. - Has regresado, y veo que traes compañía. -

- Oh, genial, justo a quien andaba buscando - observó a Carlos durante un instante, al parecer había conseguido un segundo digimon y era del mismo tipo que la otra forma del Keramon. Miró a Layla antes de siquiera explicar por que estaba buscando a Carlos - Ven Lay, necesito que me hagas un favor, solo serán unos minutos - ni explicó para que los necesitaba, simplemente caminó hacia donde estaba Carlos ya que por ahí era el acceso más rápido a la sala de entrenamientos y necesitaba ir ahí.

Layla se puso de pie preguntándose qué era aquello que necesitaba el pelinegro, se acercó a ambos muchachos y le lanzó una mirada de incógnita a Carlos la cual transmitía un mensaje muy claro "¿Sabes para qué nos necesita?"

Siguió a Alec hasta la sala de entrenamiento mientras aún estaba con la duda.

—¿Qué es lo que necesitas Alec?—Ladeó ligeramente la cabeza mientras esperaba la respuesta, conociendo a Alec y lo impredecible que podía llegar a ser era normal que preguntara.

Una vez llegada al área de entrenamiento Alec apuntó con ambas manos hacia sus 2 digimons que lo habían seguido hasta allí. Ambos evolucionaron al materializarse y enviárseles las esferas de energía correspondientes a su evolución. Típicamente el primer resultado fue un Metalgarurumon en Cambio de modo, un tamaño un poco mayor al normal y un poder incrementado. El segundo digimon, Lucemon, evolucionó en un digimon que era literalmente un experimento fuera de control el cual, de todos modos, podía ser controlado por Alec. Había muy poca información sobre este digimon, incluso en la base de datos de la organización. Un digimon sin piernas, con un estómago de tamaño exagerado el cual tenía una pantalla y partes de metal. Un rostro similar al de un ave hecho de metal y garras de metal al igual que sus manos las cuales eran capaces de disparar rayos láser. Alas que parecían células o gotas de sangre y debían de impedirle volar estaban permitiéndole volar sin siquiera moverse. Luego de la transformación Alec activó el programa X en ambos digimons, extrañamente Metamormon siguió igual, el que cambió volviéndose aún más poderoso fue Metalgarurumon X.

 - Es simple Layla, necesito que formes a un Omnimon X - comentó sonriéndole.

Al parecer Alec necesitaba la ayuda tanto de Layla como la mía, por lo que a la cara de interrogación que me dedico Layla solo le pude responder alzando los hombros y negando con la cabeza.

- Veniamos de acá... - Comento Imperius mientras avanzaba por el mismo camino desde el cual había llegado.

Cuando llegamos de nuevo a lo que era el campo propiamente tal Alec hizo evolucionar a sus Digimon en un MetalGarurumon X y en Metamormon. El primero era ya conocido por Carlos, mientras que el último ni siquiera la base de datos de DATS tenía información suficiente. - Ya veo lo que quieres hacer... - El muchacho sacó su dispositivo y le dedico una mirada interrogante a Astaroth, el cual asintió a regañadientes. - Hagámoslo. - Su Digivice emitió un resplandor al igual que el Agumon, donde antes se encontraba el pequeño dinosaurio naranja ahora se encontraba un Wargreymon con su armadura reluciendo. - Solo falta un toque. - Con su mano izquierda levantó un poco la manga opuesta y dejó a la vista su terminal de batalla. Con uno de sus dedos presionó un botón y activo el anticuerpo X cambiando la apariencia de Imperius y de Astaroth.

—De acuerdo.—La joven sacó su Xros Loader de color negro y la parte superior de este se abrió dejando ver la "V" dorada que indicaba que había una DigiXros en proceso.—¡WarGreymon, MetalGarurumon, DigiXros!

Dicho y hecho ahora en el lugar estaba Omegamon X, del Xros Loader de la joven también salieron el resto de sus Digimon solo por curiosidad, Impmon, Astamon, Sorcerymon y Fla Wizardmon.

Metamormon observó al digimon resultado, la pantalla de su pecho brilló fuertemente, ese brillo cubrió el cuerpo entero del digimon como si fuese una lámpara hasta que, finalmente, el brillo desapareció y el mega ya había cambiado de forma. Ahora habían 2 Omnimon X, la memoria del Metamormon ya había guardado a aquella forma y, gracias a eso, podía volverse el RK a voluntad y utilizar sus ataques  - Excelente... - mientras Alec hablaba el falso hizo salir del brazo Greymon su espada Grey Sword - Demasiado peligroso, Meta... No uses esa técnica excepto que te veas obligado por la situación... Es demasiado poderosa para eso... - El Omnimon X falso volvió a la forma de Lucemon y se subió a la cabeza de Alec quedándose sentado sobre esta - Pero quería borrar algo... - - Nada de borrar cosas... no por ahora por lo menos... - - Emmm... ¿Podrías separarnos?... -

Layla sacó su Xros Loader e hizo lo mismo que cuando nos conocimos. - Aquí vamos de nuevo... - Astaroth cerró sus ojos como si esperara un golpe en el estómago, pero lo único que sucedió fue que en un punto medio entre él y el Garurumon de Alec  apareció un Guerrero blanco con las cabezas de los respectivos digimon en sus brazos.

Al ver como el otro compañero de Alec tomaba la forma del Omegamon X el chico con gafas sonrió. - Ya veo, con que eso es lo que querías hacer. - Se aproximó al Omegamon X real y le tocó el brazo con forma de WarGreymon. - Espero que no sea tan fuerte como el original. -

Layla asintió ante la petición del Omegamon X y deshizo la DigiXros solo con decir "Xros Open"

Hecho eso guardó a sus Digimon en el aparato y miró por unos segundos al Lucemon de Alec y después al muchacho de ojos azules. Se pregunto, ¿a cuantos Digimon mas podría copiar con Metamormon?

—Creo que comenzaré a practicar con las DigiXros mas seguido.

- ¿Por que volviste a la forma de Lucemon? - preguntó Alec al digimon que estaba sobre su cabeza. Mientras tanto el otro Omnimon X se dividió en los 2 digimons que normalmente se utilizaban para formarlo - ¿No es eso todo? - El D-Cyber sonrió y agitó su cabeza para que Lucemon se viese obligado a volar hacia arriba - Para nada... Carlos... tu mismo lo dijiste... hay que probar al digimon resultante... - Alec obligó a Lucemon a volver a la forma de Metamormon al utilizar una esfera de energía y este digimon adquirió  esta vez la forma de Metalgarurumon X. El otro metalgarurumon X, el real, volvió hacia Alec y se acostó a su lado - Ahora... peleen, no se contengan, hay que ver que tan alto es el poder de copia de Metamormon - sin embargo Metamormon no atacó, Alec apretó unos botones  y un portal apareció delante suyo - Es una isla dentro del océano pacífico, deshabitada, rodeada de kilómetros de mar, perfecto para probar a un nuevo digimon - comentó mientras pasaba de zona. Metalgarurumon lo siguió por este portal y Metamormon observó a los digimons que irían a ser su enemigo - Esto es raro...  Pero deseo enserio probar mi poder... - luego entró por el portal