Volviendo a Casa...[Inglaterra(Londres)]

Sabía que no podía responder a todo, solo que esa duda quedaba en juego, de alguna forma debía responderme a mi mismo, con mis acciones y preguntar a otros tamer, el problema es que no a todos les gustaba este tipo de conversaciones y parece que eran pocas las personas que tenían la paciencia necesaria para no evadir el tema. Muy pocos sentían amor hoy en día, yo no sentía nada por casi nadie, solo dos personas y tenía pocos amigos que hace tiempo no veía, con algunos debía saldar cuentas, había muchos que poco le agradaban pero que pasaba buenos momentos con ellos, hasta había personas de las cuales no recordaba sus nombres. Volví a la realidad al escuchar lo que dijo, lo era, de verdad que era....Cálido el amor pero podía causar muchas cosas- El amor es cálido pero también es un arma de doble filo. Hay veces que incluso el amor...No es suficiente.-Comenté y me quedé pensando en lo que dije, allí tenía una respuesta, estaba esperando que llegara otra más pero como dice el dicho "No le pidas peras al olmo" Y es que yo era una mezcla entre Olmo y Cerezo o Peral. Suspire con ligereza y continúe caminando, el frío era lo que mas detestaba con todo mi ser y me había mudado al lugar menos cálido del mundo o al menos uno de ellos, considerando que debía ser el tercer país mas alejado de la calidez.

Vi la cara del albino y su negación, no quería perder esa confianza que había logrado antes pero al parecer ya lo había hecho- ¿Recuerdas que prometí nunca matarte por mas que me descontrolara? Toma esa promesa como algo igual a esto, jamás pondría en peligro a la persona que estoy buscando Janaan, no son simples palabras, es la promesa que te hago esta vez, es solo por mi y por esa persona, porque es importante.... Y porque hasta ahora eres el único que no me ve con malos ojos a pesar de que deberías, no te pido que me perdones, solo que me creas. No es una promesa vaga, se que a unos metros está la casa y que allí estará lo que busco, por eso lo prometo ¿Vale? Si quieres creerme o no, esta bien para mi, se que lo que hice es difícil de perdonar y otorgar confianza, pero gracias, por aguantarme-Respiré profundamente para calmarme, sentía una opresión en el pecho, como cuando se pierde a alguien.

Solté una risa "Pues estás viejo o solo es disciplina" Pensé con ligera diversión y le vi retirarse luego de decir que seguiría mi concejo, esperaba que se olvidará pero como al parecer era un libro que leía bastante no me salvaría de eso. El mayor caminó hacia la esquina y corrió tirando su chaqueta. En ese momento escuché que se acercaba alguien corriendo y volteé a mirar.

Era Arturius, suspire ¿Que hacer? Velar por la salud del albino o no decir nada para que no se lo llevaran. Alcé la mano y señalé hacia donde se había ido- Se fue por allá, no le digas...Y no me mires así, pareces mi padre.-Dije sin una pizca de egocentrismo, solo sinceridad, al momento llegó Selene y levantó levemente la mano moviendo los dedos- Mae Govannen Sele.-Ella frunció el ceño molesta por el idioma que usaba, sabía que no debía hablar en idiomas poco entendibles.

La de ojos heterogéneos me lanzó una caja de chocolates- Te tardaste.-Le dije y ella alzó una ceja divertida, sin molestias. Miré al de ojos sangre- No te angusties por Selene, al menos no más, ya nos alejaremos de ese tema. No hagas el tonto y te alejes de ella ¿Si? Creeme, uno se arrepiente.-me di media vuelta y miré a Selene por sobre mi hombro- Si quieres ayudarlos o venir hazlo, no te preocupes, puedo solo.-La digimon Asintió dejándome ir y se volteo a ver al ojisangre.

El tiempo que habían pasado fue corto pero era normal en aquella situación, al menos eso supuso- Pensé lo que dijiste de la navaja hace un rato, pero yo soy la navaja y como tu, debo apoyar a mi camarada, espero eso no afecte demasiado, Myrddhin. Es lo que menos quiero....No te guardes lo que piensas o lo que te duele, si me necesitas aquí estaré..... Literalmente-Soltó una risa divertida y miró al mayor esperando su respuesta.

Me crucé de brazos ante el gruñido y el comentario de Arturius, no estaba de humor para responder pero que va, no le iba a dejar quedarse con la última palabra- Necesitaba probar el mal para madurar, acepto las consecuencias, pero....Sigo considerándole mi amigo, que le traicionara no significa que le odie.-Metí mis, ahora descruzadas, manos en mis bolsillos y caminé escuchando lo que el mayor decía- Haz lo que quieras Myrddhin, es tu decisión, no puedo hacer nada para afectarla, solo demostrar que estoy arrepentido.-Fruncí el ceño mientras caminaba y me llegó el aroma a sangre, me detuve un momento, pero pensé que si me acercaba al de ojos amatista seguro sus digimon me saltarían a la yugular- Y apresura a llevarlo al hospital...-No se notó la preocupación mientras caminaba alejándome de la pareja.

Selene asintió y miró al mega irse, con preocupación en sus ojos la digimon comenzó a caminar hacia donde me encontraba, no quería alterarlos mas de lo necesario, ya tenían a quien cuidar.