[China (Gran Muralla China)] Día de relajación

Suoh se encontraba de nuevo viajando, esta vez se dirigía a China, para contemplar su mas preciada creación, la Gran Muralla China. En estos momentos, Suoh se encontraba en un avión de primera clase rumbo a China. Tanto el pelirrojo como su Digimon se habían vuelto mas fuertes estos últimos meses, Kotemon ya podía alcanzar su etapa Mega, pero Suoh quería mas poder, quería encontrar el X-Antibody para poder hacer que Kotemon Digievolucionara en su siguiente etapa, el Cambio de Modo, en otras palabras, en Dynasmon X.

Mientras esperaba a que el avión llegara a su destino, decidió sacar su Terminal de Batalla para pasar el rato, saco unos auriculares y se puso a escuchar música, mientras veía entre sus contactos, con quien hablar un poco. En su lista de contactos estaba Janaan, Ruben, Fary, Dansher, Zess, Saya... Entre otros, todas esas personas les parecía aburridas, aunque aun así decidió enviarle un mensaje a Zess, después de aquella misión sobre investigar lo de la criatura del lago Ness, no habían vuelto a tener contacto alguno.

Suoh simplemente le mando un "¡Hey! ¿Que tal?" Pues justo cuando envió el mensaje, el avión llego al aeropuerto de China. El pelirrojo guardo su Terminal y salio de avión, compro una soda antes de salir del aeropuerto y caminar hacia su objetivo principal, conocer la Gran Muralla China.

Luego de mi primera misión en el mundo humano, estaba escapando de la vista de los humanos para que estos no me descubrieran ya que la excusa de ''ser un niño disfrazado'' no todos se las iban a creer, ya que si yo estaba en este mundo quien sabe cuantos mas y si algún humano supiera que no somos niños disfrazados, que somos digimons y que somos de otro mundo, pues eso si que sería el espanto para una histeria en masa.

Justo en un lugar con maquinas voladoras fue en donde me refugié encontrando una capucha negra que me cubría hasta el casco y la cola. De pronto sentí que estábamos en el aire y donde estaba era un lugar lleno de cajas de colores parecido a los morrales de los digimons, todos moviéndose hasta sentir mucho tiempo aburrido en el lugar que al fin se detenía esta maquina abriéndose una compuerta, saliendo muy rápido del lugar siendo del tamaño de un Kotemon.

Caminando sin conocer nada, me dirigí a una maquina que los humanos usaban para sacar una lata con líquido dentro que necesitaba un papel para eso pero no tenía ninguno así que simplemente quedé mirando la maquina hasta que un individuo saco una lata de la maquina observándolo de reojo para luego seguirlo pasando desapercibido ante todos.

Suoh iba hacia la salida del aeropuerto, pero fue detenido por un dispositivo en su rostro, era un Terminal y en ella estaba el mensaje que Suoh había enviado a Zess, cuando giro su mirada hacia el pelinegro, pudo notar que se trataba de Zess, que rápido había llegado, al lado de este estaba una joven albina, la ultima vez no la había visto y no reconoció de que esa era la forma humana que tomaba Renamon para pasar inadvertida.

—¿Y donde dejaste a tu Renamon? ¿Y quien es la señorita?—No la señalo para no ser descortés, ademas de que eso podría hacer enfadar a la albina, y no quería que tal cosa pasara. Segundos después, su Terminal comenzó a emitir unos sonidos, este la saco y le hecho un vistazo. En la pantalla del aparato se pudieron ver dos puntos rojos, uno delante de él y el otro que se acercaba por detrás, guardo de nuevo la Terminal sin darle importancia al Digimon que se acercaba por detrás, el que mas le atraía la intencion era el que estaba al frente suyo, osea la albina.

Mientras seguía al individuo de cabellos extraños, logré percatarme que se juntaba con 2 humanos mas y de echo me enojaba eso de ver humanos y mas humanos por donde quiera que iba. Seguí solamente caminando viendo de reojo a los humanos que hablaban ya que eran 3 humanos, pero algo me resulto demasiado extraño, según mi visión que no me fallaba habían 3 humanos además del resto que entraba y salía para subir y bajar otros a la maquina voladora, pero mi percepción y olfato indicaban que uno de ellos era un digimon, lo que me comencé a preguntar ¿existe un digimon que pueda cambiar de forma a un humano?.
Por ahora solo tenía algo claro, el sujeto al que seguía era humano al 100% pero los otros, podría ser que no.

...Digi...; para averiguar mas, pasé por al lado de ellos susurrando algo entrecortado ocultando bien mi cuerpo y rostro en el abrigo pareciendo solo un niño humano caminando por allí, pero si uno de ellos fuera un digimon, claramente me hubiera escuchado y me vería. Así que al decir eso, daba unos cuantos pasos mas deteniéndome viéndolos de reojo para saber quien volteaba a verme.

Suoh se sorprendió un poco, no sabia que cuando los Digimons alcanzaban su etapa Mega podían tomar una apariencia humana, pero ahora lo sabia. El pelirrojo escucho las palabras que Selene e hicieron que fijara su mirada en el "niño" que había pasado al lado de ellos, conocería esa ropa donde fuera, se trataba de un Kotemon. ¿Que por qué lo sabia? Pues era obvio, su camarada Digimon era nada mas y nada menos que un Kotemon.

—Es cierto, ya sabíamos de tu posición hace mucho.—No le quito la mirada de encima, aquel Digimon tenia muchas agallas al atreverse a pasear como si nada entre los humanos, sabiendo que en cualquier momento un Hunter podía cazarlo. Luego mando su mirada en el pelinegro, sus cigarrillos se habían acabado así que le iba a pedir uno a Zess.—Oye, ¿me regalas un cigarrillo? Los míos se me acabaron.

Por fin tenía la atención de los humanos y se veía claramente que algunos no tenían tan mala vista que digamos, pero el punto era que al fin sabia quien era el digimon entre ellos 3, ni mas ni menos que una mujer, algo muy raro saber que además un digimon mega se pudiera transformar en humano, en un ser tan desagradable y traicionero como lo era un ser humano.

Jeje... Solo voltea digimon, yo no me oculto pareciendo un humano; dije con seriedad estando aún mirando de reojo fijamente a la digimon que se hacía pasar como una humana pero el aroma la delataba.
Estaba de pie con el abrigo largo y negro oculto hasta el rostro ignorando por completo a los 2 humanos y al resto que pasaba de un lado al otro como rutina diaria,, esperando ver el rostro de la digimon en su disfraz de humana estando solo a unos cuantos pasos detrás de esta.

OFF: Kotemon está oculto con un abrigo, es imposible que a simple vista alguien lo identifique

Recibió el cigarrillo con una pequeña sonrisa boba marcada en su rostro, Suoh no quería ligar con Selene, aunque no seria una mala idea, pero no quería terminar siendo el enemigo numero uno de Selene. El pelirrojo coloco el cigarrillo en su boca y saco un encendedor de su bolsillo y encendió el cigarrillo, dándole un par de caladas para luego expulsar el humo por la nariz y aferrar su mirada en el Digimon salvaje.

—Si no quieres ser de nuevo un Digitama, sera mejor que regreses por donde has venido.—Cuando termino de hablar, le dio una calada al cigarrillo expulsando el humo por su boca. Ese Kotemon quería ser exterminado por dos Digimons de etapa Mega, y regresar a ser de nuevo un simple Digitama. Como todo Digimon salvaje, creía que los humanos eran malos y siempre terminaban trabajando con ellos.

Ignorando lo que decían los humanos, solo me enfocaba en la digimon con apariencia humana que claramente no quería pelear pero sus instintos y el aura que emanaba de su cuerpo decía lo contrario, como si fuera un ser con resentimientos o demasiados enojos ocultos que por una cosa salía todo ese interior a la luz.

Son miedosos la mayoría y ambos sabemos que al mostrarnos sería peligroso para nosotros y para los humanos que te acompañan; Aunque sabía que era muy poderosa y estaba entrando en una jaula junto a una bestia, por otro lado solo sentía mas desagrado y repulsión por aquel digimon que estaba con una forma tan débil como era un humano.

Humano... mi mundo esta cada vez mas desolado, vine a este para buscar respuestas sobre eso; ante estos seres no me sentía en nada amedrentado, es mas era mas como si las seudo-amenazas que me decían fueran solamente una farsa, ya que tanto ellos como yo perderíamos mucho si combatiéramos en este lugar con tanta gente al rededor.

Si fuera un problema, estaría liquidando a estos humanos; mencione antes de darme media vuelta viendo de frente a los 3 individuos.

Aquel Kotemon ya había cabreado a Suoh, por lo que hizo que el pelirrojo le lanzara el cigarrillo que se estaba fumando a la cabeza, justo después hizo que su Digisoul, de color rojo, emanara de la palma de su mano logrando así invocar su espada, la Red Queen. El pelirrojo se lanzo hacia Kotemon y lo sujeto del cuello, por su tamaño no fue difícil alzarlo, poso la hoja de su espada en el cuello del Digimon Roockie, los ojos color ámbar de Suoh estaban aferrados al Digimon.

—Ya me estas cabreando, maldita basura.—No le importo que las personas mandaran sus miradas hacia ellos, después de todo no lo entenderían. Suoh estaba a punto de tajar el cuello de Kotemon, pero se pudo calmar un poco, pero aun así no lo soltó ni quito la espada de su cuello.

Luego de la explicación de la falsa humana, me quedaban mas dudas acerca de la masacre del imperio de mi padre, que era eso de ''amistad'' entre digimon y humano, de los que hacen maldades y mas importante ¿por que un digimon querría ser un humano?. Esos temas aunque no me involucraran en primera persona, seguía buscando las respuestas para estar en calma y saber todo lo relacionado a estas cosas según yo, descabellada idea de hacer amistad con un humano. Además este humano de cabellos oscuros había dicho algo de un virus y me estaba sermoneando como si fuera un simple crío mal portado sacando en cara lo que no tenía idea, solo por indicios recordando a ese humano con abrigo oscuro y semblante de asesino cuando estaba en el digimundo y sus acompañantes estaban con miedo a lo que sucedía.

Gracias por decir lo del virus, la verdad no sabía que un humano se interesara en el mundo de los digimon, quizás les importa para poder eliminarlos con sus propias formas ¿no?... De cualquier modo no estoy aquí por eso, averiguo caso hay esperanzas para confiar en los humanos; sonrío mirando al sujeto que apestaba a humo sin ningún miedo, pues aunque me dijera enano, solo era en apariencia y en nada mas.

De pronto el otro sujeto con una espada que había aparecido con un resplandor, me sostiene del ropaje apuntándome con la punta insultándome como si nada solamente observándolo con rostro de seriedad y solamente soledad, mientras el abrigo con el que me cubría caía al suelo.
¿Todos los humanos atacan solo si les hablan? si quieres volverme un digitama adelante... sería el único con esa grandiosa suerte ya que esos humanos que dicen absorben los datos desapareciendo el digimon; veía de reojo a la digimon con forma humana sonriendo ya sin importar lo que pasara solamente diciendo para luego no decir nada cambiando la mirada al sujeto que tenía la espada; Los humanos destruyen, traicionan, usan, aniquilan, extinguen... jeje pero dirás no son todos iguales ¿no?; Espero la respuesta de los humanos sin planear ni moverme ningún milímetro.

Suoh escucho las palabras tanto de Selene como las de Zess, tenían razón. Soltó al Kotemon y guardo su espada de la misma manera que la saco, matar a ese niño Digimon no valía la pena después de todo no sabia de los peligros que podía correr tanto en el Digimundo como en el Mundo Humano.

—No me voy a ensuciar las manos con basura como tú.—Metió las manos en los bolsillos de su chaqueta, mientras se recostaba contra la pared y cerraba los ojos. Se puso a pensar en como seria Deimons (Dynasmon) en su forma humana, pensaba que si seria tan sensual como lo era Selene en su forma humana. Dejo de prestarle total atención a Kotemon, estaba sumiso en sus pensamientos.

Cuando al fin el humano con cabellos de colores me soltó, pude ver como varios humanos mas veían con miradas aterradas hacia nosotros, por lo que solo me puse el abrigo nuevamente cubriendo de la cabeza hasta la cola viendo de reojo al único que estuvo calmado y también había dado información acerca de lo que pasaba en el digimundo. Aparte de escuchar a la digimon con forma humana comprendiendo en algo su importancia por defender su ideología sobre los humanos, seguía con el mismo pensamiento por mi parte de que todos eran iguales y que no eran de confiar.

... No te conozco y tu tampoco a mi, tengo mis razones para no confiar en los seres que defiendes; de inmediato daba media vuelta viendo de reojo al humano que había desaparecido su espada. Cuidado con lo que haces basura, por tu arrebato todos nos están viendo y si me metiera en problemas no descansare hasta matarte ¿escuchaste?; luego comencé a caminar viendo a lo lejos unas murallas de roca o por lo que se veía de lejos era eso ignorando a cada humano impactado, tratando de igual controlarme al escuchar las molestas e insultantes palabras de algunas personas como el ''que horrible se disfrazó'', ''los padres deben tener vergüenza de disfrazar tan feo al niño'', entre otras cosas y muchas risas.

Los pensamientos de Suoh fueron interrumpidos, las palabras de Kotemon fueron lo que le hicieron traer los pies de nuevo a la tierra, ese Digimon de etapa Roockie creía que iba a poder matar a Suoh, aquellas palabras eran demasiado mayores para un enano como lo era él.

—¿Basura? ¿Matarme? Esas palabras son demasiado como para que un enano como tú las este diciendo.—Miro al Kotemon con el rabillo del ojo, aquel Digimon creía tener la victoria asegurada, cuando su vida realmente estaba dependiendo de un hilo.—Tú no eres nada mas que una mierda, te podría hacer pedazos en segundos.—Dijo con un tono burlón para hacer que Kotemon se cabreara y cayera redondito en su trampa...

Mientras caminaba escuchando los insultos del humano hacia mi persona como si este fuera el rey del universo para tratarme así, solo me detuve viéndolo de reojo sonriendo haciendo oídos sordos a todas las estupideces que este había dicho.

Tienes razón, se molestan y alteran cuando están amenazados jajaja eso es miedo; Les decía refiriéndome a lo que me había respondido el humano de cabello negro, para luego ver para delante caminando lejos de ellos hasta una hileras de rocas apiladas a lo que llamaban ''Muralla China''.

—Que buena idea, Zess.—Mostró una sonrisa ladeada, esperando a que el Kotemon no se acobardara y huyera, que por lo visto eso estaba haciendo en estos momentos. Suoh espero una respuesta proveniente del Kotemon, quería cerrarle la boca para que dejara de hacerse el fuerte cuando realmente es débil.—¿Que dices? ¿Pelearas? ¿O te acobardaras?

Sin duda, el Digimon Roockie pretendía huir hacia la Muralla China, ¿que iba a hacer en ese lugar? Pues si buscaba pelear allí, solo encontraría la destrucción de la Gran Muralla China, era algo estúpido pelear allí, si llegaban a destruir tan preciada creación, serian buscados justamente de la misma forma que los "terroristas" que se la pasan destruyendo monumentos. Ademas Suoh no quería ser buscado por el cuartel de DATS, no aun.

Lo que un humano piense de mi es lo mismo que el soplo del viento, nada; Este humano repugnante aparte de insultarme, estaba tratando que no tuviera compostura y respondiera como un crío que creían que era, pero solo me causaba mas risa por los intentos inútiles que hacía este y que se irritaba aún mas.

Si peleamos aquí, tu miedosa especie saldrá corriendo del miedo y puede que algunos salgan lastimados jajaja mas pierden ustedes por lo que veo En tal caso estaba diciendo la verdad ya que nada mas al hablar ya me estaban amenazando, insultando y además ahora querían que peleara. No era mi idea rebajarme hasta tal grado de pelear con un humano y luego comenzar problemas que me puedan perseguir otros viéndome como amenaza, podría que fuera un guerrero pero tampoco era un ignorante capaz de caer en una provocación tan patética.
Por ese motivo ya dicho eso solo me fui por el camino que ya estaba encaminado.

Suoh soltó una risa al escuchar las palabras del Digimon Roockie, sin duda temía morir, era una deshonra para su especie ¿Y se hacia llamar Digimon? Que absurdo eran todas esas idioteces que escupía aquel niño Digimon. Tanto Selene como Zess tenían razón, así que su interés por malgastar su tiempo peleando contra un cobarde se desvanecieron.

—Si dices odiar a los humanos, ¿que haces aquí? ¿Por qué no te vas al Digimundo a enfrentar el virus tu solo. Ah, claro, viniste aquí por el temor de morir, ¿o me equivoco? Claro que no me equivoco, estoy diciendo justamente la razón por la que estas aquí.—Sin mas, le dio la espalda al Digimon para regresar su mirada en Zess y Selene, discutir con ese "odia-humanos" no valía la pena.—Tienes razón, Zess, no tiene sentido perder nuestro tiempo con este idiota.

El pelirrojo hizo traquear todas las partes de su cuerpo, quiso estirar un poco antes de empezar a caminar a algún lugar lejos de allí, quería platicar un rato con Zess y Selene, pues no iba a desperdiciar su tiempo lidiando con un idiota que no sabe razonar.

Ignorando por completo las palabras del humano y de la digimon que optaba la apariencia humana, aunque tendría razón en parte pues al no saber nada del virus era mi culpa no haber investigado con los pocos digimons que quedaban, pero al estar solo Numemons las probabilidades que hubiera una respuesta concreta sería muy baja. Por otro lado estos decían de ''traición'', ''miedo a la muerte'' y de ''escapar'', cosas que decían de dientes para afuera tan solo para obligarme a luchar y me sacaran de mis casillas.

Estos DATS que dicen se ven poderosos y si tengo que matar a algunos humanos para que me busquen lo haré jeje... gracias por decir toda esa información basura, ahora no tengo que estar camuflado en esta forma; les dije sacándome de golpe  el abrigo viendo con una vista vacía a todos los inútiles humanos que se veían apartándose de a poco por el simple echo de sacar mi espada de bambú habiendo destrozado un puesto de globos con el impulso de un solo movimiento del brazo.

Aunque trataba de controlarme para no armar peleas y tratar de entender a los humanos pacíficamente sin atacarlos y sin que me temieran, estos humanos, estos patéticos humanos fueron los que desencadenaron la razón nuevamente por la que los odiaba tanto y ya en este momento me daba igual si un niño, joven, adulto o anciano moría.

Apenas me entero del virus, el idiota eres tu por no escuchar humano y si supiera como volver ya lo hubiera echo hace mucho; observaba al humano tranquilo sonriendo con la espada de bambú en mi nuca viendo como lentamente se alejaban impactados los demás humanos del lugar. Gracias por recordarme que los humanos no escuchan, así me ahorro mucho

Suoh ya se había cansado de todo esto, tenia ganas de atravesar el cuerpo del Digimon con su Red Queen, pero no se iba a rebajar a su nivel, después de todo, ese pequeño Digimon no conocía los peligros que podía correr tanto en el Mundo Humano como en su propio mundo. Segundos después, su Terminal comenzó a sonar, era una señal de un Digimon. La voz de Deimons surgió desde el interior del IC, ya que él también había sentido la presencia del Digimon.

Una gran explosión sonó no muy lejos de donde estaban ellos, la explosión provenía de la Gran Muralla China. Aquel fuerte estruendo alerto al pelirrojo, ¿que estaba pasando? Sin duda, el Digimon que había aparecido, había comenzado con el show. Suoh no se espero y corrió hacia el lugar para detener al nuevo invitado cuanto antes.

¿Enfadado? en realidad solo estoy harto de recibir insultos estando de espaldas de un humano que tiene los egos por las nubes; respondía al humano que fumaba, señalando con mi espada al otro ser que ni siquiera podría decirse que era humano, pues trataba igual que un Numemon con insultos y faltas de respeto sin conocer siquiera al resto.

De pronto se escucho un estruendo y un rugido seguido de varias explosiones, cosa que voltee para ver observando que a lo lejos se veía destrucción y muchos misiles en el aire explotando. Sabía ya que algo ocurría mal y aunque no me importara, podría ser una gran amenaza tanto para los humanos como para los digimons que se ocultaban en estos lugares, así que enfunde mi espada comenzando a correr y saltar por los techos rápido para apresurar el paso hacia el lugar de las explosiones viendo de reojo a los humanos huir gritando del miedo diciendo que era un tigre o un perro suelto ¿un perro suelto? que desquiciado que un perro de este mundo pudiera atacar con misiles, a no ser que este fuera un digimon o una maquina de destrucción creada por humanos.

Gran perrote; estaba a unos metros de distancia de este Metalgarurumon sin control que atacaba todo a su paso, sacando inmediatamente mi espada de bambú viendo caso tenía algún punto débil, anticipando ya que en esta forma no le podría hacer ningún daño, ni siquiera cosquillas.

Saco su IC de su bolsillo, a la vez que pronuncio unas palabras "Deimons, materializar", justo cuando termino de decir la frase, su camarada surgió desde el interior del Digivice en su etapa Mega. El Digimon alado desprendió vuelo hacia donde estaban luchando los demás con lo que parecía ser un MetalGarurumon Virus.

Deimons llego a la zona donde se encontraban peleando, Sakuyamon había sellado los ataques de BlackMetalGarurumon, este sin mas aprovecho el momento para empezar a atacar y terminar con esto de una vez por todas.

—¡Dragon's Roar!—El Digimon alado disparo una energía con el atributo iguales a de los Diez Guerreros de las palmas de sus dos manos.

Por otro lado, Suoh se encontraba con Zess, tanto uno como el otro estaban algo desinteresados ante la situación, pues siempre era lo mismo, salvas vidas inocentes y, ¿que hace DATS? Echarte la culpa a ti de los daños causados por el Digimon que se infiltra en el Mundo Humano.

Digivice:

Deimons:

Ataque:

Al estar en el techo logré ver personas que aún estaban muy cerca del BalckMetalGarurumon aterradas por lo que pasara y aunque les tuviera odio, no podía dejar que inocentes murieran por algo tan absurdo como un digimon fuera de control, además tampoco era tan desgraciado como para no hacer nada. Solo había una falla, me iban a descubrir que era otra bestia y en esta forma muy poco podía hacer, cuando de pronto vi unas armaduras samurais muy similares a mi forma champion que era la verdadera, solo me tocaba digi-evolucionar.

Cuando evolucioné a Musyamon salté del techo de donde estaba percatándome que una digimon que identifiqué como Sakuyamon, una sacerdotisa muy poderosa en el digimundo apareció y para mi sorpresa tenía el mismo aroma de la digimon que optaba la apariencia humana. En eso los movimientos del BlackMetalGarurumon se paralizaron logrando poder llegar rápidamente y apartar a los niños y jovenes humanos que aún quedaban allí dejando que creyeran que era una especie de espíritu protector de la muralla dándoles a esto la espalda protegiéndolos de la onda expansiva de la técnica de un Dynasmon hacia el digimon descontrolado, logrando contener el lugar, sabiendo ya que no había sido de ayuda en la pelea pero había echo de mi parte aunque fuera mostrar algo de compasión hacia la raza humana.

Debido a mis drásticos cambios de personalidad, no tenía ni idea de que es lo que hacia la “otra Saya” mientras estaba en control de este cuerpo, por lo que me sorprendí al estar frente a una gran muralla y más aún cuando un fuerte estruendo se hiso presente acompañado de una tropelía de personas huyendo. Dando un par de saltos apoyándome en el gran muro para así lograr llegar a la sima de este, di otro salto más para subir a lo que parecía una torre de vigilancia de la misma muralla, desde allí pude divisar la pelea de varios digimon.

Algo en mi interior me impulso a ir al sitio de la pelea, pero no siendo una humana, me precipite y mientras corría al sitio me transforme a mi aspecto digimon y con este termine por ir volando hacia el sitio de la pelea; cuando llegue era claro cuál era el enemigo, se trataba de un Black MetalGarurumon, el cual acaba de ser golpeado por una especie de esfera de energía, aproveche ese hecho para disparar los cañones en mi espalda, apuntando a la parte que no había sido afectada por la esfera. Debido al ataque cruzado, en flancos diferentes el enemigo no pudo esquivar ninguno de los 2, recibiendo un daño considerable. Después de esto, me quede a la expectativa de lo que haría el enemigo, y de los que serían mis “aliados” en este encuentro, un Sakuyamon, un Dynasmon y un Musyamon… No entendía claramente por qué peleaban contra un digimon como Black MetalGarurumon ni por qué este estaba en el mundo humano. Al fin de cuentas, no sabía cómo había terminado yo misma en este lugar

Deimons observo que aquel Kotemon había Digievolucionado en Musyamon, pero eso no era todo, un nuevo Digimon había llegado a la zona de batalla, ¿se trataba de un enemigo mas o un nuevo aliado? Todas sus dudas se aclararon cuando este empezó a atacar a BlackMetalGarurumon, aquel Digimon que se había unido a la batalla era nada mas y nada menos que un Tactimon. Eran tres Megas, mas un Campeón, contra BlackMetalGarurumon, el cual ya tenia su destino predestinado, ademas de que sus poderes estaban sellados por el talismán de Sakuyamon.

—Vaya, vaya. Un nuevo aliado.—Aferro su mirada carmesí en el Tactimon, dando como aviso con esta, de que si los llegaba a traicionar, su destino seria el mismo que el de MetalGarurumon Virus. Regreso su mirada al Digimon Cyborg, dispuesto a acabar con este de una vez por todas.—¡Aliento de Wyvern!

Off:

Tras ataques y ataques hacia el Black MetalGarurumon y que lo estuvieran doblegando dos digimons en etapas megas, era algo que no veía desde cuando era un bebe inexperto en los combates, era algo admirable ver cada ataque que complementaban, aún así me daba frustración el quedar salvando a las personas que estaban cerca del campo de onda de los ataques pues estaban aterrados del miedo y que los demás digimons hicieran todo el trabajo de doblegarlo.

Ya termine aquí y ya casi lo derrotan... ¡Kirisute Gomen!; A unos metros de distancia de la cabeza del digimon sin control, lo atacaba con mi espada en llamas dando un corte al piso a la distancia, atacando a la cabeza del Black MetalGarurumon una figura de un dragón en llamas.

Luego del ataque pude ver como otro digimon atacaba también, sería aliado o enemigo, pues se había presentado de la nada pero a atacar al digimon maligno sin control. Como estaba en el aire muy alejado este ser, no distinguía bien de que digimon se tratara, pero lo que quedaba claro era que todos estábamos atacando al mismo objetivo.

OFF:

Era increíble, luego de tantos ataques, el lobo mecánico seguía en pie sin convertirse en datos ¿de qué estaba hecho? Y para colmo, mi mente se distraía con el aroma que emanaban 2 de los digimon que combatían igual que yo en contra del lobo mecánico, sin embargo, por más que luchara no podía concretar un recuerdo de ellos, quizás eso era debido, a que quien conocía realmente el aroma no era precisamente este “yo” sino que el otro. Sacudí mi cabeza al tiempo que descendía rápidamente al suelo y materializaba mi afamada arma, con la cual, apenas si mis pies habían tocado el suelo, realice la técnica conocida como “Ni-no-Tachi” golpeando consecutivamente el suelo 2 veces, del suelo emergieron sombras con aspecto humanoide que se amarraron y afianzaron al cuerpo del Black Metalgarurumon, no importaba si este tenía toda la resistencia del mundo digital, con esto quedaría inmóvil y terminarlo sería un acto simplista y sencillo, sin embargo, yo no pude hacerme cargo de esa labor, debido a la confusión en mi cabeza que ocasionaban el aroma de estos digimon, sin embargo trate de mantener mi entereza y seriedad comunes, concentrándome en las acciones del oponente, por si este lograba sobrevivir a la tropelía de ataques y escapar del amarre de mis sirvientes .

”off”:

Después de tantos ataques recibidos, la resistencia de BlackMetalGarurumon había llegado a su tope, el Digimon Cyborg cayo al suelo rendido, mientras se volvía en simples datos digitales, pero lo extraño fue que no se transformo en un Digitama, no, claro que no, sus datos se desvanecieron en el aire sin dejar rastro alguno. ¿Que clase de Digimon era este? ¿Acaso estaba siendo manipulado por aquel virus mortal que gobierna en el Viejo Digimundo? Fuera lo que fuera, ya se había ido a... ¿Un mejor lugar?

Deimons descendió al suelo quedando al frente del Tactimon, su poder no era superior al de él, pues tenia el poder de un Digimon en su etapa Ultra, pero estaba en etapa Mega. El Digimon alado no despego su mirada del nuevo "aliado" que había decidió aparecer en la batalla, pero eso no era todo, este, ademas de oler a Data, olía a Humano. ¿Bio-Hybrido o Digi-Human? Aquel Tactimon tenia que ser una de esas dos, aunque las probabilidades de que fuera Digi-Human eran altas, ¿por qué? Pues porqué Deimons tuvo el privilegio de conocer a uno de esa especie, era un Digi-Human llamado Gennai, el cual tenia ese mismo olor.

—Dinos, ¿que eres realmente?—La mirada carmesí estaba aferrada al Tactimon, esperaba respuestas explicitas de este, quería saber las verdaderas intenciones de este "aliado".

Por otro lado, Zess y Suoh se encontraban distanciados de sus camaradas, por lo tanto no sabían lo que estaba ocurriendo realmente. El pelirrojo opto por ir allá para saber lo que estaba pasando, sabia que su camarada era bastante impulsivo y lo único que lo hacia reaccionar era él.

Eramos dos megas o quizás tres y un champion atacando al Black MetalGarurumon y aún así este no se desvanecía o eso creía al atacar en conjunto todos contra este hasta que expulsó el digimon su último rugido desapareciendo por completo con un aura oscura que se desvanecía sin formar un digitama o hacerse datos de absorción, solo desapareció. En ese instante recordé lo del virus que había mencionado uno de los humanos pero aún tenía mis dudas de sobre sus causas o que acarreará tenerlo.

.... estaba ido; Fue lo único que dije después de envainar mi katana caminando hacia los demás digimons pero siendo detenido por unos niños humanos que me trataban de héroe o por el estilo, pareciendo ya una especie de protector de la muralla. En ese momento nada me agradaba de lo que decían, pero aunque mucho rencor les tuviese por mi pasado a los humanos, había algo que me detenía y decía que no les hiciera nada ya que eran inocentes.

Cada vez me daba mas cuenta a lo que me quería enfrentar ya que el Dynasmon que descendía al suelo tenía el mismo aroma al humano de cabellos de colores, percatándome igual de la presencia de ese Tactimon que tenía una presencia extraña emanando la sensación que era digimon el aspecto pero tenía una mezcla igual de humano, una mezcla de humano y digimon unidos en un solo ser pero al mismo tiempo algo que no entendía.

Después de recibir un ataque tras otro, el digimon fuera de control, simplemente se esfumo en el aire, sin dejar ningún tipo de rastro de su presencia, solo pude pensar en lo “fantástico” que era eso, pues no pude obtener ninguna pista de mi misma y mi origen. Uno de los digimon que peleaban contra el lobo mecánico, al terminar la batalla, descendió al suelo, justo frente a mí; cuestionándome sobre que era yo exactamente. Inevitablemente se escapó de mis labios una sonrisa atascada con una especie de toz, si supiera que es lo que soy, no estaría sufriendo un delirio existencial, acompañado de un trastorno de personalidad tan grave como el que tengo.

Suspire levemente para acomodar mis ideas, pues lo último que quería era un tercer psique existencial, y me devolví a la forma humana, y mientras peinaba sutilmente mi cabello y mantenía una mirada fría y firme sobre los ojos del digimon con aspecto de caballero alado dije -no lo sé… ¿tú sabes que es lo que podría ser?- cuestione con un dejo de sarcasmo, pues no sería la primera vez que no me diesen una explicación correcta, a los pocos segundo se unió otro de los digimon, el cual miraba de forma extraña al Dynasmon frente a mí, quizá había pasado algo entre ellos antes de que yo y el enemigo apareciéramos…

Suoh estaba al lado de Deimons, al frente se encontraba Tactimon, o lo era antes de regresar a su forma humana. Como lo suponía, aquel Tactimon era un Digi-Human, sus ojos la delataban.

—Tu eres una Digi-Human, supongo que fuiste creada por Yggdrasil como los demás Digi-Humans, con un mismo propósito, defender el Digimundo.—Por otro lado, Suoh si había reconocido a la pelinegra, ella también estaba en Escocia para averiguar lo del monstruo del lago Ness, el pelirrojo nunca olvida una cara.

—Tu eres Saya, ¿cierto? Estuviste con nosotros en Escocia.—Le hizo a Deimons un ademan con su mano para demostrarle de que él la conocía y que no les iba a hacer algún daño. Deimons no se acordaba de ella, pues en aquel instante no salio del Digivice.

Al destruirse el digimon oscuro, me acercaba mas para el lugar en el que estaban todos los demás digimons viendo que el humano con el cabello de colores estaba al lado del Dynasmon y hablando con este Tactimon que de pronto se transformaba en una humana pero con el color y forma de ojos muy diferentes al resto de esta especie y también muy diferente a algún digimon conocido.
Aún así tenía una fuerte presencia y aroma a humano y a digimon que hacía dudar que es lo que realmente era, todo eso pasaba en mis pensamientos en cosas de décimas de segundos como en el ¿por que un digimon se transforma en humano?, ¿por que existen estos seres que son mezclas de las dos razas? y lo mas importante ¿por que habían digimons cooperando con los humanos? de todo eso necesitaba alguna respuesta, pero por el simple echo de salvarlos ante el Black MetalGarurumon, ya algo en mi mentalidad estaba cambiando.

Así que la creo Yggdrasil, ¿sera verdad que tiene el propósito de cuidar el mundo digital?... ; estaba con los brazos cruzados en mi forma champion algo curioso por que este Dynasmon había llamado a este dios como si fuera una insignificante cosa, pero el punto de mi curiosidad era esa humana o digimon, sea que sea ¿como es posible que Yggdrasil hubiera creado algo así?

-Escocia…- pronuncie con un dejo de duda, puesto que no recordaba de un sitio llamado de esa forma, para, luego de unos segundos de indagar en mis pensamientos, caer en el hecho de que, a la “persona” que habían conocido no era precisamente “yo” sino que mi contraparte psicológica; termine suspirando con desgano y pensado que lo mejor sería era cargar un diario o lo que fuese donde apuntara lo que me ocurre a mí y lo que le ocurre a “ella” para así no estar en líos como el actual. Matricule en mi mente si me veía en la necesidad de mentir sobre conocer a los humanos y sus compañeros digimon o si mejor les explicaba mi situación mental.

Todas mis dudas se vieron pausadas cuando mencionaron al dios Yggdrasil, realmente no sabría que en era él, si no fuera por la información que encontré en el laboratorio del humano que me tenía… -siendo honesta, no tengo ni idea de por quién eh sido creada, ni cuales objetivos y/o razones; pero es un hecho que no tengo nada especifico en contra de los humanos o digimon a mi alrededor…- explique, sin embargo note las miradas dirigidas al digimon campeón -prefiero solo limitarme a atacar a los seres que no son racionales o se limitan sus propias mentes a una sola idea- quizás mis últimas palabras pasarían como un comentario sobrante, pero algo en mi interior quería que las dijese -y sí, mi nombre es Saya, tiempo sin vernos…. ¿tienen alguna idea del porque el digimon de hace un momento estaba en frenesí?-

Después de haber aclarado las dudas, ahora la fría mirada de Deimons estaba aferrada en el Musyamon, el Digimon alado se había enterado de todo lo que había dicho este sobre los humanos y los Digimons que decidieron acompañarlos. Al igual que Selene, Deimons tenia rencor en ese Digimon, tenia mucho valor en decir esas palabras al frente de dos Megas, pues veamos si tenia ese mismo valor para pelear contra ellos.

—Repite esas palabras que dijiste allá atrás.—Dijo con un tono serio, dirigiéndose al Musyamon, el cual decía ser mejor que los humanos y que los mismos Digimons.

Por otro lado, la mirada de Suoh estaba centrada en Saya, al parecer ya había recordado quienes eran ellos. Ella pregunto que si estos sabían algo sobre ese BlackMetalGarurumon. Honestamente no sabían mucho, pues aquel Digimon Cyborg había aparecido de repente en este lugar, pero al parecer estaba siendo controlado por el Virus del Viejo Mundo Digital.

—Lo único que se, es que estaba siendo controlado por el Virus, el mismo Virus que esta destruyendo el Digimundo.—Miro a Zess, tal vez él sabia un poco mas sobre la situación y se lo pudiera redactar a la pelinegra.

Es así, pero no matare a nadie hasta entender algo; de reojo observe a la digimon que con anterioridad estaba con apariencia humana, dándome lo mismo lo que pensaran o si se habían enojado por lo que había dicho con anterioridad o recientemente. En seguida escuchaba a la ¿digi-human? según le decían estos, era llamada así su especie o sería su clase, daba igual ya que de todas formas era la primera que veía y que sabía que existía unos seres de esa forma, solamente asintiendo con la cabeza su contestación para luego ponerme serio al escuchar a uno de los megas que sonaba con seriedad y algo de auto-superioridad.

Aunque sin intenciones de atacar o amenazar a nadie, veía a este Dysnamon que aunque no nos conocíamos en nada y tampoco me interesaba, era capaz de hablar como estar retándome a algo, por solo el mero echo de ser un mega y yo una clase champion. Como si nada quede en frente de este gran digimon con la mirada seria sin un pestañeo sin importarme nada de lo que sucedería ya que al fin de cuentas, si este comenzaba a amenazar o a algo mas, no sería mi culpa el iniciar.

Las de odio a los humanos ¿no? pues si ¿y?; solo estaba allí con semblante frío sin hacer ninguna mueca o disgusto en mi rostro, algo muy raro para una clase Musyamon que siempre están con el seño fruncido o enojado. Yo era algo mas diferente al resto, no por linaje ni por creerme superior, solo estaba tranquilo sin dejar que nada ni nadie me tratara como inferior.

De inmediato alcancé a escuchar del humano de cabellos de colores diciendo que el Black MetalGarurumon estaba infectado con el virus, que por lo tanto ese mal que afectaba el digimundo no era una anomalía sino que una erradicación haciendo que los digimons ya no fuesen ni datos o al menos eso fue lo que pensaba, aunque habían muchas mas dudas sobre eso y caso había alguna cura para remediarlo.
Aunque hubiera escuchado al humano, seguía con la mirada fija a este Dynasmon.

Trataba de escuchar tanto la explicación del joven Zess, como el porqué de la discusión entre los digimon… -entiendo…- susurre, con la suficiente fuerza en la voz como para que el humano me escuchara, ahora dirigía mi mirada al nivel champion, pues, me recordaba a mí misma antes, cuando no confía en nadie, ya fueran humanos o digimon. Entre en una discusión interna de si debería decirle algo o no, terminando en salir victoriosa la parte de hablar con el como seres civilizados y pensantes -Musyamon, no sé porque odias a los humanos, o a los digimon que hacen equipo con estos; sin embargo, he de reconocer que existen humanos que tratan deplorablemente a sus digimon, pero también están los que los tratan como parte de su familia- guarde silencio un momento, recordando el ultimo sitio en el que estuve y conocí a humanos que tenía digimon.

-tal vez esto no te interese y no cambie en lo más mínimo tu forma de pensar, pero hace poco, yo cambie un poco al conocer a un par de humanos, por un lado estaba el que quería conquistar este mundo, y trataba a sus digimon como simples esclavos, por el otro estaba una humana que relativamente estaba escapando de este, ella trataba muy bien a su compañero, al grado de saber las posibilidades tanto buenas como malas de poder o no vencer al otro humano- hice otra pausa, para no perder el hilo de lo que trataba de decir -en resumidas cuentas, creo que estas celoso… celoso de que existan buenas relaciones entre humanos y digimon, y tú también quieres un camarada humano y a la ves temeroso, pues tienes miedo que el que se pueda convertir en tu compañero sea alguna clase de sádico o que te convierta en un simple esclavo… puedes negarlo o admitirlo, para lo que mi importa un digimon como tú, pero solo te pediré que no andes por allí creyéndote más que los demás independientemente de tu nivel digimon, y si lo vas a seguir haciendo, ten el criterio suficiente para elegir tus palabras y la forma de usarlas, y si hablas de más ten el valor de afrontar las consecuencias de tus actos-