Conociendo el Mundo de las Tinieblas

Jake había matado a su hermano Axel para calmar la sed de Beelzemon, cada vez que el pelicastaño mataba a una persona el poder maligno de Beelzemon lo consumía mas y mas. ¿Que como llego Jake al Mundo de las Tinieblas? Pues fácil, este se encontraba en New York, en Central Park para ser mas precisos, con su hermano Axel y un chico llamado Zess, al cual lo acompañaba una Renamon de gélida mirada. En ese momento los instintos de Jake de matar volvieron, al oír la voz de Beelzemon en su cabeza la cual decía "Mátalo, mata a tu hermano" El pelicastaño cegado en las ordenes de Beelzemon, hizo lo que le había pedido, mato a su hermano cortando su cabeza de un tajo, pero antes de hacerlo le dijo a Axel "Hasta aquí llegaste, hermano" Luego se fue alejando de la escena dejando atrás un charco de sangre y el cuerpo de Axel sobre el. Cuando ya estaba lejos, un portal se abrió frente a él y este simplemente lo atravesó y así fue como aquel portal lo llevo al Mundo de las Tinieblas, en estos momentos se encontraba en las Cavernas Oscuras, extrañas cavernas llenas del poder de la Oscuridad, que comunican al Mundo Digital con el Mundo de las Tinieblas, perfecto lugar para el joven Tatsuna.

—Este lugar es para mi...—Mascullo mientras recorría el lugar para ver que hallaba, ya que tenia entendido de que de ese lugar provenían las Torres Negras y quería destruir algunas para entretenerse un poco.

"Bonito" lugar era al que había llegado la joven dama junto con su compañera digital, prácticamente recién salida del huevo. Todo en dicho lugar era negro, y en caso de no serlo, era de una tonalidad oscura. Bastante raro era de hecho que pudiesen ver las dos.

La muchacha suspiró limpiándose el polvo que había llenado sus ropas al caer desde el cielo por culpa de una especie de portal salido de la nada. No era ni tan siquiera algo normal: estaba caminando por la calle, disfrutando de la libertad que le había ayudado a conseguir Itsuki, cuando de repente, sintió que algo la tragaba.
Además, para más problemas, el vestido que llevaba no era precisamente algo bueno para caminar por un lugar lleno de rocas.

- ¡Genial! ¡Todo maravilloso! Te haces huevo para conseguir salir de este mundo corrupto, y se tiene que abrir un puto portal para traerte de nuevo a él. Y no a cualquier lugar, claaaaro que no, ¡al puñetero sitio más jodidamente jodido de sobrevivir!- el pequeño ser estaba alterado y enfadado, así que, maldecía en exceso.

- Lu-chan - llamó al Moonmon que había a su lado, gruñendo algo,- ¿sabes donde estamos?

- ¡¿Qué si lo sé?! Pues claro que lo sé, ¡genio! Estamos en el mundo oscuro. Mal sitio si quieres seguir viva- la Moonmon se puso a sollozar.- ¿Qué le he hecho yo al mundo?

- Tranquila, tranquila. Ya verás como conseguimos sobrevivir a todo, y encima tenemos una historia interesante que contar. Ya sabes, ¡las heroínas pueden con todo!- trató de consolarla por medio de esas palabras, sobreactuando un poco con lo de heroína, aunque en el fondo pensase eso de verdad. - Lo primero de todo es caminar, seguro que encontramos algo interesante por delante.

Cargó a su compañera entre sus brazos y comenzó a caminar. Quizás pudiesen encontrar a alguien a quien preguntar o quizás a algún tipo de indicación para volver al mundo humano.

Jake mientras caminaba por el sobrio lugar, pudo escuchar a alguien gritar, aquellos quejidos irritaban los oídos de Jake, este quiso callar su voz de raíz así tuviera que matarla para que cerrara su boca. Empezó a buscar de donde provenía la voz, los gritos lo llevaron a toparse con una niña de cabellos negros, la cual traía a una Moonmon en sus brazos, al parecer aquella pelinegra había caído del portal que Jake vio anteriormente aparecer en el cielo. El pelicastaño se acerco a ella con poca interés mientras por su mente pasaba si matar a su Digimon o dejarlo vivir...

—¿Ustedes fueron las que cayeron del cielo?—Señalo el lugar en donde había aparecido el portal que había expulsado a la Humana y a su Digimon irritante.—Este lugar es muy peligroso para una niña como tu.

De los bolsillos de su sudadera, saco una cajetilla de cigarrillos y un encendedor, tomo un cigarrillo con la boca y lo encendió, le dio una profunda calada y expulso el humo en forma circular volviendo a repetir el proceso un par de veces mas, volvió a fijar su mirada en la pelinegra pero esta vez la observo de pies a cabeza.

—¿Quien eres?—El pelicastaño se quito la capucha de la sudadera esperando alguna respuesta de la niña o de su irritante Digimon, mientras esperaba, le dio otra calada al cigarrillo pero esta vez expulso el humo por sus fosas nasales en dirección a la Moonmon.

El camino era bastante aburrido, tan solo los obstáculos visuales suponían un cierto interés, pero todo el paisaje era de los mismos colores. Por lo que el Moonmon puso cara de exasperación, a total diferencia de la joven humana que estaba emocionada. No parecía afectarla el paisaje monótono y algo siniestro. Era una oportunidad de vivir aventuras.

Una voz a sus espaldas, las sobresaltó a las dos. Haciendo que la humana se girase sobre sí misma velozmente para observar al extraño. La figura era humana, pero su rostro no se podía ver bien por culpa de la capucha que llevaba puesta. La muchacha tragó saliva, era la primera vez que veía a otra persona con un aspecto tan delictivo, además de que con su timidez natural -o sobrenatural por el grado en la que la padecía - la hiceron querer salir de ahí y encerrarse de nuevo en su jaula. Pero tras inspirar hondo, mantuvo la posición, ¡llevaba años esperando salir de ese lugar y ahora que por fin lo había conseguido, no iba a volver por muchas dificultades que hubiese!

Por suerte la digimon fue la primera en hablar, que seguía estando bastante molesta.

- ¿Ves a alguien más aparte de nosotras? ¡Pues claro que hemos caído por ese dichoso agujero de mierda!- le gritó al chico, antes de mirar a su compañera.- Has visto esas pintas, creo que deberíamos largarnos, a saber si podría hacernos cosas malas.

- ¿Por qué? Quizás vaya así porque quiera parecer un chico malo, pero en el fondo sea buena persona. Además, de momento no nos ha atacado- replicó Alyson con severidad, para luego mirar hacia el desconocido y tragar saliva de nuevo, ahora nerviosa por tener que hablar con un extraño.- M-mi nombre es Alyson Bernadotte, mucho gusto- la chica hizo la típica inclinación japonesa.- Mi compañera y yo... N-nos hemos perdido, ¿se-sería tan amable de indicarnos el camino de vuelta al mundo humano?

Suspiró en cuanto las últimas palabras escaparon de sus labios, le ponía nerviosa hablar con otras personas que además fuesen desconocidos, y encima, si estos la observaban fijamente.

A Jake no le agrado mucho la forma en la que le respondió la estúpida e irritable Moonmon, este estaba que le enterraba su espada en la boca de la Digimon para callarla para siempre, pero contuvo las ganas de hacerlo ya que no quería tener a otro enemigo mas encima.

—Sera mejor que cambies tu tono conmigo, basura detestable.—Apunto su espada Rebellion hacia la Moonmon para hacerle coger miedo y que respetara a sus superiores, volvió a enfundar su espada y miro a la niña que al hablar tartamudeaba un poco, al parecer temía del pobre Jake, este no tenia la culpa de ser un asesino, el responsable era Beelzemon que lo incitaba a que hiciera tal cosa tan atroz.—No tienes por que temerme, puedes confiar en mi.

Este termino el cigarrillo, lo arrojo al suelo y lo piso con el pie retorciéndolo para que se apagara, escucho las claras palabras de la niña llamada Alyson y se dispuso a ayudarlas a salir del Mundo de las Tinieblas, y llevarlas de regreso al Mundo Humano.

—Te ayudare, pero sera mejor que controles a esa Digimon o se las vera conmigo.—El pelicastaño le hizo una pequeña advertencia a la Humana para que no sufriera el mismo destino que la DigiHuman Ene Takane y su hermano Axel Tatsuna.

La Moonmon miró de manera desafiante al humano, pero finalmente bufó. Sabía que era demasiado débil de momento como para enzarzarse en una pelea, porque por el aspecto que tenía ese humano suponía que por la violencia era la única forma de hacer que aceptara lo que pasaba. Pero haría falta más que una espada para hacer temblar al bebé.

Sin embargo, la que sí que se asustó fue Alyson. Nunca le habían amenazado con un arma real, y estaba temblando entre la emoción de la situación y el riesgo de salir herida. Tanto tiempo entre algodones y sedas que pensar en que la iban a hacer daño o la iban a herir, se sentía mal por la sugestión.
Intentó respirar hondo para calmarse, cuando el desconocido se dirigía a ella, parecía suavizar el tono de voz para hacerlo más amigable.

- Lamento ponerme así- hizo una leve inclinación de torso.- P-pero es que no estoy muy acostumbrada a que me apunten con un arma... O que apunten cerca de mí.

Comenzaba a pensar que aunque fuese amable con ella, bien podría ser solo una actuación. Y que en realidad fuese Lu-chan la que tuviese razón. Pero entonces el hombre, tras tirar el cigarro al suelo, le dijo que le ayudaría a encontrar la salida.

- ¿De verdad? ¡Muchísimas gracias!- por la alegría que había obtenido al escuchar eso, la muchacha dejó a un lado los tartamudeos. - ¡Ves, Lu-chan! Tenía razón con él.

- Ya le daré yo lo de verselas conmigo... Ya se lo daré- gruñó entre dientes, de forma que fue ininteligible para ambos "humanos".- Y sí, qué genial que ahora tengamos a un protector.

La chica ignoró la ironía del limo morado, no le apetecía tener que intercambiar opiniones en ese momento. Se sentía más tranquilo con un compañero de viaje que parecía ser capaz de salvarlas de prácticamente cualquier ataque en su contra -bueno, cualquier ataque humano -así como bastante amable. No tenía por qué hacerlo.

- Disculpe, pero desconozco aún su nombre, señor. Creo que siendo compañeros de viaje, al menos debería saber yo también cual es el suyo.

Es verdad, Jake aun no se había presentado ante la pequeña llamada Alyson, ¿debía confiarle el nombre a la niña que había acabado de conocer? La niña le había caído bien, por lo que decidió decirle su verdadero nombre porque confió en que esta no lo traicionaría ni nada parecido.

—Soy Jake Tatsuna, un placer.—Aun así fuera un asesino, aun tenia aquellos modales que le enseño su bella madre, hizo una leve reverencia ante la pequeña y le mostró una pequeña sonrisa.—Vamos, busquemos una salida por este lado.

El joven pelicastaño espero a que Alyson estuviera lista para empezar a buscar alguna salida para regresar al Mundo Humano, ya que eso era lo que deseaba tanto la Humana con su irritable Digimon. Estos empezaron a caminar, Jake la miro con la intención de hacerle algunas preguntas.

—Hace poco escuche decir a tu Digimon " Te haces huevo para conseguir salir de este mundo corrupto, y se tiene que abrir un puto portal para traerte de nuevo a él" ¿Que quiso decir con hacerte huevo?—Este implanto una pregunta ya que sentía algo de curiosidad de saber a que se queria referir Moonmon con eso de hacerse huevo.

Alyson sonrió con suavidad en cuanto supo el nombre del mercenario -no parecía un caballero, precisamente -que la iba a ayudar a salir de dicho lugar. Su apariencia daba algo de miedo, pero parecía ser buena persona, incluso la había sonreído.

- El placer es mío, Tatsuna-san- quizás si hubiese sido alguien de su edad, se hubiese tomado la libertad de llamarle por el nombre, pero siendo alguien que le sacaba más de cinco años, era mejor ser muy educada.

La chica de coletas miró a todos lados, todo se veía igual de oscuro en cualquiera de las direcciones, así que, optó por caminar hacia donde iba en un principio. Si no había una salida hacia allí, por lo menos,podrían llegar a algún lugar.
Escuchó al castaño mientras que hacía la pregunta, pero la humana se encogió de hombros. Desconocía el pasado de su compañera, sólo sabía algunas cosas, como su nombre y algunos datos que había dejado caer.

- No sé, no le suele gustar mucho hablar de su anterior vida. De hecho se pone de mal humor cuando la insistes mucho.

- Es una inutilidad hablar de tu anterior vida, pero dado que nosotras vamos a tener que hacer equipo contigo, te lo contestaré a cambio de un intercambio equivalente, es decir, contestar a mi pregunta con total sinceridad- Moonmon se notaba mucho más calmada ahora, de hecho, usaba hasta un tono razonable. - ¿Tenemos trato?

El pelicastaño asintió a la Digimon de etapa Bebe II, este quería saber que clase de pregunta le haría la Moonmon a cambio de contarle su historia a Jake. ¿Que se traía entre manos esta Moonmon? Para ser de etapa Bebe II, tenia una mente bastante abierta comparado con los demás Digimons Bebe II.

—Esta bien, tenemos trato.—Afirmo el pelicastaño mientras esperaba a lo que iba a decir la Moonmon, aunque este ya se suponía lo que iba a preguntar la Digimon. Jake saco un par de golosinas del bolsillo de su sudadera y se las dio a la niña y a la Moonmon, este saco otra, le quito el envoltorio y se lo mando a la boca.—¿Y cual es tu pregunta?

Moonmon sonrió satisfecha, al parecer su primera percepción del humano había sido  errada y al final era alguien con el que se podía razonar perfectamente. Quizás algo inseguro, dado que le gustaba llevar la voz cantante por medio de la violencia, pero cuando no se sentía "amenazado", era alguien bastante razonable.

- Como ya sabrás, supongo, el mundo digital está contaminado por el virus. Cuando infecto la zona donde habitaba, huí hacia las profundidades de una caverna de hielo, en busca de refugio. Pero fue algo inútil, el virus avanzaba y cada vez me era más difícil alejarme de él- comenzó a narrar con la voz clara, y pronunciando de manera pausada para que nadie perdiese detalle de lo que decía, no le gustaban las interrupciones.- Por fortuna, un portal se abrió en la otra punta de la sala en la que había entrado, el virus ganaba terreno, así que, eché a correr, pero la mala fortuna vino cuando uno de los infectados entró al lugar, golpeando las paredes para hacer caer las estalagmitas. No dejé de correr, pero la última de ellas antes de entrar al portal, me golpeó, haciendome desaparecer en datos. Por suerte, el impulso que llevaba me permitió entrar al portal en forma de huevo- finalizó tomando aire de manera más tranquila.- Y eso es todo.

- Woooo, ¡qué historia más interesante!- los ojos de Alyson brillaban, le encantaban las historias, y más si tenían algo de tensión en ellas.

Moonmon asintió a su humana, que seguía perdida en su imaginación. Seguramente aunque no fuese nada demasiado espectacular la historia de la bebé, en la cabeza de la morena sería todo un escenario épico.

- Tu turno, entonces- miró hacia Jake.- ¿Solo aparentas ser peligroso o lo eres realmente? Y si es así, ¿por qué?

No estaba dispuesta a dejar morir a su humana, solo porque el chico supiese actuar bien. Si de verdad creía que era un peligro para ella, trataría de sacar a la damita de allí.

Jake escucho cada detalle de la historia sobre su pasado que contó Moonmon, este no mostró ningún sentimiento alguno ni mucho menos alguna reacción al respecto. Ahora era el turno de Jake responder la misteriosa pregunta que le haría Moonmon, y como se lo suponía era esa misma pregunta en la que Jake estaba pensando que le haría, que si este era peligroso o que si solamente lo aparentaba, acaso no se notaba? El pelicastaño era un asesino suelto, un terrorista y un criminal, a este no le importo revelar la verdad a ambas para aclarar sus dudas.

—Si así desean, les diré la verdad. Soy un tipo peligroso ya que mate a una DigiHuman llamada Ene Takane y a mi propio hermano, Axel, ademas de haber destruido la famosa Dama de Cobre de New York.—Respondió el pelicastaño con un tono de voz normal y algo siniestro, no le importaba si la niña y su Digimon dejaran de confiar en él, después de todo no era cosa que le importara mucho. Ademas, la niña y su Digimon necesitaban salir del Mundo de las Tinieblas, y no iban a conseguirlo ellas solas sobretodo cuando eran débiles y su camarada estaba en su etapa Bebe II.

Jake dio media vuelta dándole la espada a la niña y a Moonmon, esperando la reacción de estas, ya que no pensaba acompañar a alguien que desconfiara de él en todo momento, miro a las presentes con el rabillo del ojo para hacerles una sola pregunta.

—¿Vendrán conmigo o no?—Jake no pensaba quedarse parado allí mucho tiempo, tenia ganas de explorar aquel lugar maligno y siniestro, el cual era perfecto para adaptarse, incluso para iniciar una nueva vida.

La chiquilla dejó su ensoñación en cuanto escuchó la voz del hombre que la acompañaba, quería saber más cosas sobre su misterioso acompañante. Le provocaba demasiada curiosidad, nunca había conocido a nadie fuera de lo que eran los guardias de su familia, solo a Itsuki y a Dracomon. Así que, cuantas más personas reales conociera y entendiera, mucho mejor iba a ser su aventura.

- ¡Lo sabía! - chilló Moonmon, quien de haber tenido dedos le hubiese señalado acusadoramente.- No es buena idea seguir con él, ¡es un asesino! Aunque lo otro, pse, cosas de gente aburrida que no sabe que hacer para llamar la atención.- la verdad la información de la dama Libertad era algo bastante irrelevante desde el punto de vista de la digimon, solo era un trozo de metal.

Aunque para la chica de cabellos negros, fue casi al revés, llevaba tanto tiempo leyendo libros sobre asesinos, que podía llegar a comprender cualquier tipo de motivación que llevase a una persona a hacerlo, y eso no siempre implicaba que fuesen mala gente, solo alguien que había tenido que pasar por muchos reverses en la vida. Pero la estatua de la Libertad ¡eso no tenía perdón alguno! No solo por ser algo que representase algo muy importante para la chica como lo era la libertad, sino que también era un monumento bello, una creación que demostraba el trabajo y el gusto de alguien.

Detuvo sus pasos, encarándose hacia él, estirándose aún más, aunque no hacía falta, su postura era perfecta.

- No me importa que sea un asesino, incluso eso hace más divertido todo esto, pero ¿destruir la estatua de la libertad? ¿Qué ganabas haciendo con eso?- sus ojos burdeos brillaban con decepción.

La digimon puso los ojos en blanco, ¿cómo podía ser esa humana tan rara?

Jake no le importo mucho las palabras de Moonmon, por lo que fijo su mirada en la pelinegra, ¿por que esos ojos de decepción? si ni siquiera se conocían ni en lo mas mínimo, la niña ya sabia demasiado sobre Jake por lo tanto su único destino era la muerte segura al igual que a su Digimon, pero decidió no hacerlo ya que era un asesino pero no tanto como para matar a una niña.

—Sabes demasiado sobre mi, te mataría pero... No seria capaz de hacerle eso a una niña.—Este espero a que Beelzemon no le diera la orden de aniquilar a Alyson, ya que sin duda lo habría hecho.—¿Que ganaba con destruir la Dama de Cobre? Caos, desatar el caos, y liberar a una persona de la cual no te puedo mencionar, es información clasificada.—La mirada del pelicastaño había cambiado, esta ahora se había tornado bastante gélida y friolenta.

Los ojos de la adolescente se endurecieron en cuanto escuchó la amenaza contra su persona. La muerte no era algo a lo que había que temer, a fin de cuentas, era la verdad inevitable de todos los seres vivos. Pero no le gustaba sentir que la intentaban anular por medio del miedo, si es que ella lo estuviese sintiendo. Tan solo lo tenía cuando conocía a alguien nuevo, porque detestaba el rechazo, pero en sí, no era nada temerosa.

- No ganaba nada útil, Jake-san. Crear el Caos es tan solo algo temporal, y no te reporta una ganancia real, tan solo llamar la atención- bufó poniendo los ojos en blancos, era incapaz de llegar a otra conclusión que no fuese esa.- Pero aunque sea por la libertad de una persona, no entiendo que tiene que ver una de las obras más impresionantes de la humanidad actual. Además, para liberar a una persona siempre hay muchas formas de hacerlo, lo sé.

No por nada la chica podía considerarse como una princesa cautiva, siempre había estado recluida en el interior de su mansión sin tener contacto con el mundo exterior, más allá de por medio de los libros y de internet.

—No sabes el caos que tarde o temprano se desatara en el Mundo cuando esa persona sea liberada.—El pelicastaño miro el cielo mientras reía entre dientes, volvió a mirar a la pelinegra y preguntarle que si aun quería que Jake la acompañara o si no para irse de ahí y dejarlas a ellas irse por su propia cuenta.—Lo dire una vez mas, ¿iras conmigo o no?—Jake ya se estaba cansado de estar ahí parado sin hacer nada, no escucho quejas de su difunto hermano como para venir a escuchar los de una simple niña.

Sin esperar respuesta de la pelinegra, Jake empezó a caminar en la misma dirección a la que antes iban, este aun no se quería ir del Mundo de las Tinieblas pero si debía de estar con aquella niña que ahora le parecía insoportable, era mas conveniente regresar al Mundo Humano y tal vez reunirse con su "equipo", el Chaos Team.

—Que aburrimiento.—Se dijo así mismo mientras metía sus manos a los bolsillos de su sudadera, la niña le había quitado todas las ganas de divertirse, por lo que mejor decidió sacar su Terminal y pudo ver que un Digimon se acercaba por detrás de la niña, Jake quiso ver como reaccionaria le pequeña ante aquella situación tan peligrosa.

La chica se encogió de hombros, no iba a seguir con esa conversación, ya había intentado hacerle entender que solo era algo momentáneo. Nada era eterno, tan solo los ideales humanos, y el caos no era precisamente uno de ellos, porque si alguien lo deseaba en el fondo lo único que quería hacer era dejar esa existencia para siempre. Además, en todos los libros siempre el caos era derrotado, nunca dominaba demasiado tiempo, aunque luego siempre volvía a aparecer.

- Supongo que sí, no me gusta dejar a nadie solo. Sobre todo porque este lugar es peligroso.

Aunque su respuesta fue un tanto inútil dado que se la dijo al aire. La muchacha infló las mejillas de manera infantil, a la par que adorable, ante ese gesto. Le había parecido una falta de educación, pero finalmente suspiró y continuó caminando con Moonmon, la cual, seguía en sus brazos.

- Podríamos irnos de aquí, no le necesitamos para estar protegidas- dijo la pequeña, aunque no fuese eso verdad, aún estaba en una etapa demasiado baja para hacer algo.

- No sé, quizás sea malo porque se siente solo- era una sensación que la muchacha no podía explicar, pero le daba la sensación de que a Jake le rodeaba un aura de soledad, aunque bien podría equivocarse, y ser algo sugestionado por el ambiente tan oscuro por el que estaban rodeados.

Ajenas al digimon que se encontraba espiandolas, las dos siguieron hablando. Hasta que este decidió hacer acto de presencia, saltando en su dirección, dejando que la saliva cayese densa sobre el suelo. Tenía hambre, y ellas dos parecían ser bastante más tiernas que el hombre de delante. El Dobermon ya podía soñar con clavar sus colmillos en los datos que las conformaban a las dos. Pero el sonido de sus garras al arañar el suelo, alertaron a la pequeña digimon morada, que con un golpe al cuerpo de Alyson, consiguió desestabilizarla, dado que no esperaba esa acción. Gracias a eso, pudieron evitar la entrada del perro.

dobermon:

Pero no fue lo único que sucedió de repente, del dispositivo que llevaba la humana salió una luz blanca, que se repitió también en el Moonmon.

- Moonmon, digievolves... Lunamon!

Quizás aún el nivel fuese insuficiente para enfrentarse ella sola al cánido, pero estaría más parejo. Alyson, por su parte, en cuanto se le pasó el susto inicial, sonrió. No esperaba ver una pelea tan rápido, y tampoco se esperaba poder ver a su compañera evolucionar. La aventura comenzaba a reescribirse.

Jake al ver que por fin el Digimon había tenido el valor de mostrar su cara ante los presentes, soltó una sonrisa como la del gato cheshire, quería ver si aquella Digimon era tan buena como las palabras que escupía, por lo que decidió no intervenir por el momento entre su batalla. Pero Jake no iba a dejar sola a la niña, claro que no, este también iba a ayudar a la pequeña Alyson pero antes disfrutaría del show.

El Digimon que las asechaba era nada mas y nada menos que un Dobermon, un Digimon de etapa Champion y de atributos Virus y Vacuna, pero la Moonmon no se quedo atrás, ya que esta había Digievolucionado en su etapa de Roockie, Lunamon. Jake entrelazo sus brazos para ver como el exquisito aperitivo del Dobermon, se defenderían de no ser comidas, ¿estaba mal en no intervenir antes para salvar a la niña? Para Jake eso era igual, aunque si ese Dobermon se pasaba de listo, Jake lo iba a volver pedazos en segundos.

—Veamos que tan buena eres en pelea.—Jake quería probar si la niña era buena, ya que no quería arriesgar su vida por salvar la de alguien que aun no le valía la pena, pero si era todo lo contrario, era digna de ir al lado de el pelicastaño. Alyson pensara que Jake era cruel, pero realmente no era así, este hacia todo esto solo para fortalecer el lazo de aquellas dos ya que por lo visto no tenían muy buena amistad que digamos, Jake hacia todo esto por ellas dos.

El perro digital gruñó cuando se percató que su golpe había fallado, sin embargo al girarse para atacar ya definitivamente a esos dos tiernos trozos de datos, una luz le dejó momentáneamente ciego. Acostumbrado a un lugar oscuro, y sin esperarse ese estallido, el perro tuvo que parpadear repetidas veces sus ojos hasta recuperar la vista. Aunque no era algo realmente necesario para él, puesto que su olfato era mucho más fino que lo podía serlo su vista.

Durante esos segundos, Lunamon obligó a base de empujoncitos y golpes a Alyson a que se levantara del suelo. No podía continuar estando en línea directa para el perro. Porque si la humana moría, ella se quedaría sin poder evolucionar. Y eso era un grave problema. La chica en cuanto estuvo en pie, entendió que no era buena idea meterse en la pelea, el perro era demasiado grande para que ella pudiese hacer algo, y la mirada de Lunamon se mostraba confiada.

Tras sacudirse el perro gruñó a Jake, no sabía qué intenciones iba a tener, pero no quería que se metiese en la pelea. Sabía que no era del todo humano, apestaba a digimon. Lo que desconocía era su cantidad de poder, ¿mucho o poco? Realmente no importaba si no iba a entrometerse, como parecía. De hecho, parecía que tan solo iba a ser un espectador de eso.
Lunamon al escuchar esas palabras le miró con algo cercano al desprecio, ¿en serio iba a protegerlas un tío que se acobardaba ante el primer combate?

- Soy humana, no puedo hacer mucho ahora mismo, y menos sin no voy armada- contestó Alyson a sus palabras, cómo quería que se peleara con las manos desnudas contra algo tan enorme. Y lo de dar ordenes a Lunamon estaba muy bien, si eso fuese una serie para niños. Pero el tiempo que tardaría en gritar con lo que hiciera su compañera sería demasiado lento.

- No te preocupes, yo puedo. No soy una cobarde, como otros- la pequeña digimon rosada sonrió de manera altiva a Jake, para luego mirar al perro, el cual había posado sus patas con fuerza con el suelo, mientras que cargaba su ataque. Por poco un rayo negro no golpeó a la digimon roockie cuando salio disparado de las fauces del cánido; la roca contra la que el ataque impacto fue deshaciendose poco a poco hasta desaparecer. - Lop Ear Ripple

Las orejas de la digimon comenzaron a girar poco a poco hasta que comenzaron a salir burbujas que se arremolinaban alrededor del perro digital. En sí daño no hacía, pero sí que le ralentizarían lo suficiente como para poder huir, y en todo caso, pensar un plan en ese momento. El que su ataque fuese capaz de destruir el digicore no le hacía ninguna gracia a Lu-chan.

Off:
• Lop Ear Ripple: Hace girar sus orejas muchas veces, crea un vórtice de burbujas que atrapa al oponente.
Rayo Negro: Dispara un rayo negro, que penetra en el cuerpo del oponente, destruyendo el Digicore

El comentario de la Lunamon hizo que Jake se enfadara, por lo que saco su Digivice Bio-Hybrido ya que se dispuso a pelear y callar la boca de aquella Digimon. De la palma de la mano de Jake comenzo a emanar su Digisoul, el cual era de un color morado siniestro, introdujo la carga de Digisoul en la parte superior del dispositivo digital haciendo que este fuera obligado a ser rodeado por una serie de datos, los cuales empezaron a cambiar por completo su apariencia Humana.

Cuando los datos se dispersaron, dejaron ver en nuevo cuerpo del Humano, este ahora era un Digimon, se trataba de nada mas y nada menos que de Black-Ex-Veemon, este le rugió a la Lunamon dejando notar sus afilados colmillos, aferro su gélida mirada en el Dobermon para acabar con él de una vez por todas ya que se había cansado de estar en ese lugar.

—Ahora veras quien es el cobarde.—El Digimon alado dio un par de pasos al frente y sin previo aviso decidió atacar al Digimon canino.—¡X-Láser!—Este lanzo un intenso rayo láser con la forma de una X de su pecho hacia el Dobermon.

Lunamon se retiró hacia atrás sin dejar de lanzarle burbujas al perro digital, consiguiendo ralentizarlo, dado que cada vez que una de las pompas le golpeaba en el hocico, cerraba los ojos y sacudía su cuerpo. Era un ataque bastante molesto de recibir, aunque su potencia dejaba mucho que desear.

Pero gracias a eso, el láser del BlackX-Veemon golpeó a su objetivo, dañándole, pero no matándole. Claro que no, haría falta que hubiese más golpes certeros.
Ahora era un digimon como lo era Lunamon, a pesar de que hubiese jurado que era una persona normal hacía tan solo dos segundos.
La pequeña digimon roockie por su parte, solo sonrió como lo haría un tiburón, dándole a su tierna apariencia un aire más siniestro. Sus palabras habían hecho el efecto deseado

- Oh, si, tengo que retractarme de mis palabras por lo que se ve- comentó irónica hacia el digimon oscuro.

Por su parte, Dobermon se levantó del suelo, ahora con el objetivo de acabar con Jake, no por nada había era el único que se interponía entre su comida y él. Así que, iba a matarlo para después poder devorar a las dos damas. Así que, optó por soltar un poderoso rugido en su dirección, que de golpearle, sellaría sus poderes, devolviéndole a la forma humana.

Off:
Estruendo Gris: Ruge sellando el poder del oponente.

Era un ataque demasiado fácil para esquivarlo, sobretodo si era dirigido a un Digimon con la capacidad de volar, y eso fue lo que hizo Black-EX-Veemon, agito sus alas y desprendió vuelo evitando por completo el ataque del Dobermon. Aprovechando de que estaba en el aire, para atacar de nuevo al perro digital y acabar con el de una vez por todas, para irse de ese lugar que ya le parecía aburrido.

—¡Dispersión Calurosa!—El Digimon Virus empezó a crear una bola de fuego y la lanzo hacia el Dobermon con gran velocidad, esperando a que el ataque impactara contra su objetivo. Se fijo en la Lunamon frunciendo el ceño, ya que esta no se encontraba haciendo nada, ¿y decía que Jake era el cobarde? Pues al parecer las cosas eran al contrario, gruño un poco y regreso su mirada al Dobermon, con la intención de desquitar todo su enojo en él.

El Dobermon gruñó cuando vio cómo esquivaban su ataque sin dificultades, pero eso no iba a hacer que se rindiera. Mientras que el BlackX-Veemon cargaba el ataque, él hizo lo mismo con su Dark Ray, que no se dijera que no iba a pelear hasta el último instante.

Los dos ataques pasaron uno contra el otro, impactando cada uno en el objetivo. Aunque debido a los golpes anteriores, el perro digital se dispersó en datos, mientras que Jake tan solo sufriría el dolor causado por el rayo negro, pero nada demasiado grave.

Por su parte, mientras que los dos campeones peleaban, Lunamon había decidido alejar a Alyson del lugar aún más, ahora que había fuego cruzado era mejor que no estuvieran en medio, porque esos golpes podrían matarlas, o dejarlas al menos muy tocadas. Así que, estaban detrás de una roca.

- Lu-chan, deberías ayudar a Jake-san en el combate. No me parece bien que estés tú aquí después de haberle tachado de cobarde- reprendía la joven de cabellos oscuros al ser rosado.

- No te estreses, que ya verás como él puede. Además, eso lo dije, porque era el único que podría derrotarle. Yo aún estoy demasiado débil como para poder enfrentarme bien a otros digimons. En todo caso, necesitaría de tu energía para poder hacerlo, y aún eres demasiado novata como para saber usar bien tus habilidades.

El Dobermon se había vaporizado en una serie de datos, los cuales fueron absorbidos por el Black-EX-Veemon. El ataque del Dobermon también golpeo al Digimon alado haciendo que este cayera al suelo sosteniéndose sobre su rodilla izquierda y su brazo derecho, regreso a su forma humana sintiendo algo de dolor en su cuerpo por el ataque del Dobermon. Jake se levantó con un poco de dificultad y camino hasta la niña y su detestable Digimon para poder continuar con su desespero por salir de tan agradable y acogedor lugar.

Cuando logro llegar a donde se encontraban la niña y Lunamon, este simplemente saco otro de sus cigarrillos y lo coloco en su boca, lo encendió y le dio una profunda calada y expulso el humo por su nariz, le dio otra calada más al cigarrillo pero esta vez expulso el humo por su boca haciendo que este saliera en formas circulares.

—¿Nos vamos?—Miro a Alyson con el rabillo del ojo, esperando a que esta respondiera para poder continuar. Mientras esperaba a que la niña hablara, este saco su Terminal de Batalla y le hecho un pequeño vistazo a sus contactos, tenía a todos los miembros del Chaos Team en él, pero en estos momentos no pensaba hablar con ellos, la guardo y le dio otra calada a su cigarrillo expulsado el humo en dirección a la Lunamon.

Alyson observó preocupada como el digimon negro parecía encontrarse herido, e incluso en forma humana no avanzaba de la misma forma que antes, como si de verdad tuviese una herida, aunque no se percibian manchas de sangre en la chaqueta del hombre.

La muchacha se acercó a él en cuanto estuvo a pocos metros de llegar a la roca, con la preocupación brillando en sus ojos rojizos. No por nada, él había peleado por salvarlas a las dos, y eso era una deuda que la muchacha sentía que debía saldar. Dudaba que pudiese hacerlo por el mismo método, dado que si había algo que podía matarle a él, a Alyson podría borrarla del mapa en menos de dos segundos.

- ¿Se encuentra bien, Jake-san?- preguntó a la vez que él. Así que, se apresuró a contestar a su pregunta, para que luego él pudiera informarla con tranquilidad de su estado.- Sí, estoy lista desde hace rato... Por cierto, gracias por ayudarnos con el perro- la muchacha hizo una reverencia japonesa para agradecerle el gesto.

Lunamon por su parte refunfuñó cuando el humo del cigarro la golpeó en la nariz, haciéndola toser con fuerza.

- Tan mal no puede estar si está fumando una de esas cosas.

—Si, me encuentro bien.—Arrojo el cigarrillo al suelo y lo piso, retorció el pie y luego lo mando hacia atrás para cerciorarse de que estuviera apagado del todo y no ocasionar un incendio. Empezó a caminar al lado de Alyson para ayudarla a encontrar alguna salida, Jake estaba sorprendido que aquella niña se preocupara por un asesino como lo era él, tal vez ella no juzgaba un libro nada más por su portada.

Para Jake, Alyson valía la pena, debía de valorar su confianza, no muchos desearían ir acompañados por un asesino, a lo contrario de Alyson. En el rostro de Jake se dibujó una leve sonrisa, al pensar lo bueno que era tener a aquella niña como amiga y no como enemiga, aunque no podía decirse lo mismo con su Lunamon.

—Así que eres una nueva Digielegida, ¿que Digivice posees?—Jake quería saber qué clase de Digielegida Alyson, no podía ser una Frontier o Bio-Hybrido, Ya que contaba con la compañía de un camarada Digimon.—Como puedes ver, yo soy un Bio-Hybrido.

La chica sonrió aliviada al saber que el mayor de verdad se encontraba bien, no estaba segura de que el ataque del perro hubiese sido inocuo. Aunque cuando era un digimon, Jake, parecía bastante fuerte, nunca se sabía.

- Me alegra saber eso.

La muchacha se agachó a recoger a la Lunamon en brazos, aunque esta ya era más que capaz de ir por sí misma, a la humana le gustaba tener algo que abrazar en ese sitio tan tétrico. Sólo piedras y más pieras negras en el paraje y un cielo con cierta tonalidad violácea, pero en el fondo, un cielo oscuro.

- ¿Eh? ¿Mi dispositivo? ¡Ah! Sí, un segundo - haciendo unos pequeños malavarismos, la chica consiguió sacarlo de un bolsillo de su mochila.- Por lo que me ha dicho Lu-chan tengo que encontrar un símbolo, o algo así.

- Emblema- corrigió la pequeña conejita.

- ¡Eso!- Alyson se encogió de hombros, de momento eso no importaba, su aventura acababa de comenzar, y eso tenía pinta de ser instrumento que encontraría hacia el final del primer tomo de sus viajes.- Es la primera vez que oigo de hablar de ese grupo, aunque creo que es un tanto redundante el nombre, porque exceptuando los enlaces químicos, la palabra híbrido hace referencia a seres vivos. Pero supongo que era una forma de que sonase mejor- teorizó un poco la chica, antes de dejarlo. No quería aburrirle con sus locuras.- Jake-san, ¿podría preguntarle más cosas sobre los biohybridos? No quisiera causarle molestias con mi curiosidad.

—Claro que puedes, con gusto responderé a todas tus preguntas.—Sonrió, Jake no tenia problema en aclarar las dudas de la pequeña sobre los Bio-Hybridos, antes al contrario, quería que supiera todo sobre lo que eran y como era que podía Digievolucionar en Digimon sin tener que ser un Frontier. Jake espero a que la joven pelinegra hiciese su siguiente pregunta, para poder responder con todo el respecto que se debía.

Mientras hablaban acerca de los Bio-Hybridos, Jake viajo al pasado, recordó el momento en cuando aquel científico introdujo el DNA de ese par de Digimons en los cuerpos de Jake y su hermano, Axel, pero solo fue por un breve periodo de tiempo ya que volvió a prestar su atención en Alyson.

La chica sonrió agradecida, de nuevo tranquila con la presencia del mayor. Siempre le había resultado más fácil hablar con adultos que con gente de su edad, porque les entendía mejor, al haber sido con los que más había hablado durante toda su vida.

- Muchas gracias, Jake-san- hizo un par de segundos en silencio para formular las preguntas en su mente.- Al ser un ser mitad y mitad, ¿uno de sus padres era digimon y el otro era humano? o ¿ambos eran como usted? - una pregunta normal, porque la chica no sabía que podían hacerse en laboratorio.- ¿Qué habilidades presentan más allá de convertirse en digimon? ¿O no hay más? Es que en lo que estoy habituada de los libros es que los mestizos siempre poseen más habilidades que sus padres.

Lunamon por su parte solo pudo poner los ojos en blanco, ella sí que sabía algunas cosas de los híbridos, aunque no del todo. A fin de cuentas, eran algo extraños y había muchos métodos para que se pudieran formar.

- Lamento por interrumpir, pero ¿sabes cuánto tiempo queda para salir de aquí?- le preguntó a Jake.

—Simplemente me inyectaron DNA de Digimon en mi cuerpo, y sobre las habilidades, pues cuando estoy en mi forma humana tengo la fuerza de un Digimon de etapa roockie.—Mientras le explicaba todo sobre los Bio-Hybridos a la niña, su Digimon interrumpió preguntando que si faltaba mucho para salir, si que era fastidiosa, Jake la miro con el rabillo del ojo.—No lo se, pero espero a que haya mas diversión.—Rió entre dientes respondiendo la pregunta de la Digimon.

La respuesta en cierto sentido decepcionó a Alyson, dado que la joven dama se esperaba algo más épico, por decirlo de alguna manera. Sin embargo, suponía que también estaba bien eso de que la ciencia estuviese tan avanzada. Aunque como siempre, dudaba que esa inyección de ADN digital tuviese que ver con algo bueno para el ser humano, sería mucho más normal que fuese para usarlos como armas humanas. Sí, indudablemente lo peor que se podría crear, seres con la moralidad humana y encima más distorsionados aún por tener el poder en sus manos... Estupendo, para darle un premio a los científicos.

- Vaya, eso es interesante. Aunque me esperaba algo más que sólo transformarse- lo de la fuerza no lo consideraba, sobre todo si comparaba a Lunamon, ella no parecía precisamente la definición de fuerte. - Pero supongo que no os mejorarían demasiado, sobre todo si necesitaban tener a los primeros controlados, supongo. Porque a fin de cuentas, os crearon para ser armas, ¿no?

La intuición de la joven era grande, quizás por todo lo que había leído. Podía costarle mucho entender a las personas, pero las situaciones generales podía ver hacía donde iban encaminadas. Y claramente los seres humanos nunca crearían a alguien "super" si no fuese para utilizarlo como método de coacción frente a otras naciones.

La muchacha de cabellos negros había hablado después de que Jake contestara a su compañera, sobre todo, porque esta última con esa respuesta solo puso los ojos en blanco. Cuánto deseaba poder llegar a su casa ya y alejarse del híbrido.

—¿Armas? Yo no fui creado para ser arma de nadie.—Frunció un poco el ceño, pero solo duro por unos segundos antes de volver a mostrar su rostro de antes. Jake aun era débil, solo tenia la capacidad de Digievolucionar en su etapa Champion, pero eso no era suficiente, este quería poder alcanzar su etapa Ultra para poderse defender de los Digimons de mayor nivel.

Pasaron un par de minutos antes de dejar un corto silencio en el ambiente, el caminar tanto ya se estaba tornando aburrido, Jake quería un poco mas de diversión, y platicar todo el día no iba a ser la solución. Abrazo su nuca con sus manos mientras miraba a todos lados tratando de encontrar algo emocionante con el cual entretenerse un poco.

La morena se le quedó mirando sin poder creer que no hubiese sido creado con ese propósito. Eso le rompía todos los esquemas, en general, la experimentación humana era para crear un arma contra los demonios o extraterrestres que les iban a matar, o en épocas de tranquilidad porque eran malvados, y querían crear un arma bajo su poder para poder hacerse con el control del mundo.
Finalmente suspiró algo decepcionada de que su intuición hubiese fallado miserablemente.

- Lamento si mis palabras le han molestado, Jake-san- se disculpó inmediatamente al ver su rostro.

El silencio cayó sobre ellos, decorando de manera exquisita el panorama de oscuridad y desolación que los rodeaba. Ahora que no había voces que ocupasen el silencio de ese extenso lugar, un sentimiento cercano a la desolación parecía surgir del mismo aire. Definitivamente pocos serían a los que les gustase vivir en ese sitio. Alyson estrujó entre sus brazos con más fuerza a la Lunamon, que al igual que el biohybrido miraba a su alrededor. Pero sus motivos diferían mucho. Ella lo hacía para evitarse los problemas.

- No me gusta este lugar...- musitó con un hilo de voz la chiquilla.

Justo cuando la niña termino de hablar, un portal se abrió justo al frente de ellos, aquel portal podía ser el boleto de su salida o el boleto a su muerte, porque tal vez de ese portal podría salir otro Digimon que quisiera atacarlos como el anterior. Luego de unos segundos, un Digimon se dejo ver, pero no era un tipo Virus, era uno de tipo Vacuna, se trataba de un Angemon. Jake se decepciono del todo, esperaba algo mejor que un Angemon, pero bueno, algo es algo, ¿no? Jake puso su mano en el hombro de Alyson y se dirigió hacia el Digimon alado que había salido del portal, por suerte este ultimo aun seguía abierto.

—¿Que haces aquí?—Dijo quedando al frente del Digimon Ángel, no tenia mucho interés en el porque estaba allí, solo quería que Angemon se quitara de en medio para poder pasar por el portal.

El aire se rasgó dejando a la vista un portal, tal y como el que había metido a Alyson en ese lugar. La chica sonrió dispuesta a entrar por él, al parecer esas aberturas aparecían de la nada y les llevaban a otros lugares, como le había pasado a ella en Japón. Seguramente se debía a que estaba en una zona donde había una pared de la realidad más débil y permitía a otras dimensiones y mundos a crear puentes.
Pero no pudo avanzar mucho, porque la mano de Jake la sostuvo.

- ¿Eh? ¿Qué pasa?- la respuesta fue automática un ángel salió de ahí-. Un ángel

Al igual que en otros momentos, los ojos de la joven comenzaron a brillar ilusionados. Era el primer ser celestial que veía con sus propios ojos y, como buena lectora del género de fantasía, deseaba toparse con uno de ellos. Era como un sueño hecho realidad para ella.
Pero la atmósfera se sentía rara, Jake parecía bastante tenso y extrañado por la presencia de ese ser. ¿Quizás iba a atacarles? Dio un paso atrás, abrazando con más fuerza a Lunamon. No parecía como el perro de antes, pero tampoco podía fiarse de las apariencias.

—¿Que hace uno de los tres Ángeles del Digimundo, en un lugar como lo es el Mundo de las Tinieblas? Realmente me interesa saber...—Dijo el castaño, mientras veía de pies a cabeza al ser alado, pero sin esperar respuesta por parte del Digimon, Jake invoco su espada con la ayuda de su Digisoul. No pasaron mas de dos segundos, antes de ver rodar la cabeza del Agemon por el suelo, o bueno, lo era hasta que esta tomo su verdadera forma... Se trataba de un Devimon. Tanto el cuerpo como la cabeza se volvieron datos, pero lo extraño fue que no se regenero en un Digihuevo, sino que desaparecieron sin dejar rastro alguno, de seguro se trataba de esos Digimon poseídos por el virus que habita en el Mundo Digital.

Ya sin más dilación, Jake tomo de la mano a la pequeña y cruzaron el portal, el cual los llevo de regreso a Tokio. Este se despidió de Alyson, esperando encontrarse con ella en algún otro momento, pero por el momento se iría a divertirse por ahí.