Esto no es una fiesta cualquiera… [Evento Iniciado]

Nada más colocar mi mano en el lector, la puerta de la habitación se abrió. Había intuído bien, la puerta estaba ahora abierta y podría investigar por allí. Entré con cuidado, y observé nueva sala mostrada en su totalidad. Era un cuarto pequeño, las paredes estaban cubiertas con tapices, y el suelo con una amplia alfombra. Fruncí el ceño. El cuerpo de Janaan tampoco estaba allí, pero eso no era lo que había llamado mi atención, sino la televisión que formaba todo el mobiliario de la estancia, y el sistema de botones que había al lado.

- What the...-susurré, acercándome al aparato cuando salió la imagen de un chico envuelto en vendas siendo atacado por algo, luego se escuchó de nuevo la siniestra risa, y supuse que aquel pobre humano había muerto... Sin embargo, mis pensamientos fueron distraídos, cuando un sonido a mi espalda me alertó, y tuve que darme la vuelta para comprobar de qué se trataba, mientras me llevaba una mano al mango de una de mis armas. No obstante, para sorpresa mía, lo único que ví fue a un muchacho de cabellos y ojos negros. Pude identificarle incluso con las gafas. Desenvainé la espada-. What are u doing here? I thought I've killed you.

Antes de que pudiera hacer nada, el chico salió corriendo, y yo me moví rápidamente hasta la entrada para tratar de perseguirle. Pero al ver que él desaparecía por las escaleras, resoplé, y al final decidí dejarlo en paz... Total, no creí que pudiera hacer nada, y la televisión hallada con los botones, me resultaba un artilugio de lo más interesante. Por ello, solté una suave risa, y volví a entrar. Me incliné sobre el mecanismo de los botones, y comencé a apretarlos uno por uno, lentamente, dando un pequeño margen entre cada uno para poder observar si la imagen de la televisión cambiaba.

Spoiler:

La llave no había funcionado, como era de esperarse, por lo que Suoh opto por seguir buscando entre las cosas que se encontraban en el cuarto, pero la pregunta era, ¿en dónde? Suoh empezó a revisar cada rincón de la habitación para ver si tenía suerte de encontrar algún objeto que le fuera de utilidad y también debía de encontrar la llave que abriría aquella puerta con el cerrojo anaranjado.

—Puede que haya algo en ese televisor…—Al terminar de decir las anteriores palabras, se acercó al televisor que había en la televisión y miro por su alrededor, poco después de cerciorarse de que no había nada por el alrededor, tomo el televisor y lo arrojo al piso para que se dañara y pudiera ver su contenido, tal vez hallaría algo en su interior o tal vez habría dañado el televisor en vano.—Veamos que encuentro…—Empezó a buscar entre los fragmentos que habían quedado del televisor dañado, el pelirrojo esperaba encontrar la llave o al menos algún otro acertijo, ya que el anterior papel de colores no era nada más que basura desechable e inservible.

Suoh no sabía que le podría estar pasando a Kotemon en estos momentos, por eso debía de apresurarse en avanzar para poder hallarlo, no sabía si en ese lugar se encontraran más personas, lo único que escucho fue de nuevo esa macabra risa, que aterraría a cualquiera hasta los huesos, pero no a Suoh.

~Carlos~
El emblema de Carlos surtió efecto por lo que al rato de su escape, al estilo de todo un ‘‘macho’’, apareció un pequeño Badmon que se acerco amigablemente a Zayyn pero como ella no le dio importancia a Carlos tal vez tampoco se percate de la presencia del simpático Digimon. En su escape, Carlos llego al sótano donde el color que predominaba era el negro puro imposibilitándole ver más allá de su nariz, si avanzara tal vez algo malo le sucedería por lo que seria mejor que se fuera de ese lugar hasta obtener un medio de luz que dure bastante tiempo o arriesgarse a seguir ante un futuro desconocido.

~Suoh~
Suoh había destrozado el televisor y revisado cada rincón del lugar pero a simple vista no había nada, pero cuando se acerco a analizar los restos del televisor por fin encontró algo y era un corte en su mano provocado por tocar algún vidrio de la pantalla rota.

off:

~Natasha~
-Hola- la cinta continuaba mientras la extranjera volvió al pasillo que conectaba con las demás puertas -Reporte del día X, del mes X del año 201X- la voz femenina que provenía de la segunda cinta parecía haber sido opacada por el ruido de alguien escapando por las escaleras -Mi investigación me indica que los únicos pisos con linterna son el uno y el dos- una de las puertas del pasillo daba la impresión de que había sido abierta recientemente y que aun se podría abrir -Al parecer mi compañero se encuentra en el segundo piso portando una de las linternas- ninguna otra cosa parecía destacar en el pasillo, con excepción de los vidrios en el suelo que parecían ya haber desaparecido -Hago está grabación para cualquier persona o Digimon que sea obligado a participar en este juego y lo único que quiero decirles es que- la voz parece hacer una pausa antes de acabar -Siempre deben de pensar en uno mismo-.

~Zayyn~
La pelirroja no le presto atención al zombie y se volvió hacia el televisor tocando el primero de los botones, donde se mostró unas delicadas manos tomando un grupo de hojas en el suelo, el siguiente mostraba a alguien bajando tranquilamente un par de escaleras que parecían ser de algún punto en lo alto del edificio ya que parecían no tener fin desde el punto de vista de ‘‘Beta’’, el tercero mostraba una oscuridad total como si estuviera en una habitación con la luz apagada, el cuarto mostraba la misma pantalla del televisor que se repetía en una infinidad de veces ya que este estaba mostrando a la misma pelirroja por lo que alguien podría vigilarla si se mantenía en ese canal, pero lo cambio para mostrar una habitación cerrada con un televisor roto en el suelo siendo este el canal de alguien desconocido, el botón de optimista daba a un canal con interferencia por lo que no se podía llegar a ver nada, el anteúltimo de los botones sanos mostró el pasillo por el cual Carlos había corrido pero era imposible que fuese él ya que se dirigió a las escaleras dando a entender que en el piso había más personas de las que ella sabia, el ultimo botón funcional fue una decepción porque también mostraba interferencia. No importaba cuanto lo intentara la pelirroja, el botón de risa ya no funcionaba a voluntad de los demás. Cuando el canal de la extranjera aun estaba en la televisión, un pequeño ser conocido como Badmon se presento en el cuarto y se pego en la pierna de la chica.

Los pasos de Natasha al salir de la habitación se dirigieron hacia la sala de la tele, aquella que estaba ahora abierta. Pero a medio camino se detuvo, mientras que escuchaba la grabación. En esta ocasión la calidad era mucho, pero que mucho mejor que antes. Al menos no había "ronquidos" en mitad de la cinta que no le dejasen escuchar la voz de la mujer.

- Las linternas son imprescindibles y en el segundo piso... Uhm, quizás debería ir a mirar allí- la muchacha se quedó quieta en el pasillo, mirando a la puerta abierta en un lado y a las escaleras en el otro. Sin embargo al final decidió optar por la puerta, no por nada, estaba abierta cuando segundos antes no lo estaba, así que, quizás hubiese algo de interés, como un mueble bar lleno de vodka. - Al final el señor de la primera cinta era demasiado alarmista.

Con parsimonia cruzó el pasillo, haciendo que sus tacones resonasen contra el suelo de madera, hasta alcanzar la puerta de la sala, abriéndola con cuidado, no fuese a caerse nada o a salir alguien raro. Podía estar tomándoselo todo a broma, pero eso no quitaba que se asustase si alguien le salia de improvisto.
Justo en ese momento, la cinta terminaba y la rubia no pudo más que suspirar con algo de hastío.

- ¿Pensar en uno mismo? Eso es aburrido, así no es divertido jugar, porque te lo tomas demasiado a pecho, con lo que deja de ser un juego. Y esos siempre son divertidos

Suoh simplemente había encontrado algo, una cortada en su mano provocada por un vidrio roto que había quedado en la pantalla del televisor, este simplemente dijo “¡Maldición!” en un tono bastante alto, se puso de pie, tomo un pedazo de tela de su ridículo disfraz y vendo la cortada de su mano para que el sangrado parase. Cuando termino de vendar su mano, peino de nuevo el lugar con su mirada para ver que encontraría, pero se dio cuenta de que lo que estaba buscando no estaría a simple vista sino que estaría en un lugar, un lugar que no se vería a simple vista. Suoh se acordó de las pilas que había encontrado en las credencias, las saco de su bolsillo seguido del control remoto del televisor, quito la tapa para tratar de meter las pilas en su lugar o tal vez encontrar algo oculto en ese pequeño lugar.

—Espero encontrar algo que valga la pena.—Retiro la tapa del control remoto, para ver si encontraría algo o simplemente estaba vacío para colocar las pilas en su lugar, aunque en una nota que había encontrado en la credencia decía “Busca donde no buscas”, por lo que eso daba a entender de que tal vez habría algo allí.

El emblema del muchacho brilló demostrando que había funcionado. - Bien, espero que el digimon que invocó sea útil. - El chico había escapado tan rápido que no se quedó el tiempo suficiente para ver al Badmon, pero si lo hubiera hecho su cara sería de total frustración.

Al bajar las escaleras la intensidad lumínica fue decreciendo paulatinamente. Al parecer el sótano era más oscuro que la boca de un lobo, por lo que su avance se vio reducido hasta que tubo que detenerse. - No tenía previsto esto... - En su mano izquierda aún sujetaba el trozo de vidrio que utilizaba como arma, mientras que en la derecha tenía agarradas las notas y la botella de vodka en su axila. En su bolsillo el peso de la caja de fósforos comenzó a aumentar directamente proporcional al incremento de la oscuridad. - Es tentador... - Dijo tocando el paralelepípedo con su mano derecha. - Pero creo que prefiero no gastarlos aún. - Con paciencia esperó un par de minutos en la oscuridad, esperando ver si la chica de cabello rojo lo seguía o no.

Al darse cuenta de que no se escuchaban pasos aproximándose a la escalera, Carlos comenzó a subir nuevamente las escaleras con total cuidado de no hacer presión indebida y causar ruido.

Observé los canales que la televisión me iba mostrando a medida que apretaba los botones de al lado. Dos mostraban interferencias –más tarde supuse que serían las vistas de los que habían muerto-, y otro estaba roto, pero todos los demás tenían una cosa en común… Era como si el televisor mostrara lo que varias personas estaban viendo en esos momento, incluso fui capaz de verme a mí misma en un bucle, mirando en la televisión mi figura que miraba la televisión y así, y así y así… infinitamente. Fruncí el ceño, aunque tampoco tuve tiempo de pensar en nada, porque algo me tocó la pierna, sobresaltándome, y al mirar hacia abajo, me topé con un pequeño digimon, de aspecto amigable.

- What…? ¿Quién eres tú?-me agaché junto al pequeño, y lo miré con curiosidad. No lo había visto nunca, pero tenía toda la pinta de ser un digimon… ¿Sería el compañero de alguno de los humanos que allí se encontraban metidos en ese embrollo, al igual que yo?

Con un resoplido, me incorporé. No me iba a quedar allí para perder el tiempo, prefería aprovecharlo para seguir investigando la casa… Y en caso de encontrar a otro humano, matarlo, pues eso era lo que me había encomendado la casa. Sin dar más rodeos, me dirigí a la salida de la habitación de la televisión.

El picaporte cedió al girarlo para abrir la puerta, pero en lugar de toparme con un pasillo completamente vacío, frente a mí vi a una persona vestida de lo que parecía ser una bruja. Su piel estaba manchada en algunas zonas de verde, y tenía horribles berrugas por la cara. Si no conociera a esa persona tanto, si no me hubiese enamorado de ella en el pasado, podría haber pasado por una auténtica bruja de esas horribles de los cuentos. Pero sus rasgos delataban otra cosa... Sus rasgos delataban que se trataba de Natasha.

- ¡Joder, qué susto!-exclamé dando un brinco del sobresalto-. ¡Nat!

Independientemente de que fuera vestida de bruja, la abracé con cierta alegría de encontrármela allí, aunque por otra parte me preocupaba, pues ese lugar era peligroso, y no quería que se lastimara, porque además no sabía si ya se había recuperado del todo de su secuetro.

Sin embargo, al separarme, un movimiento llamó mi atención. Al desviar la mirada, volví a ver al humano de antes, aquel al que había dejado medio muerto en aquella montaña por no querer darme la ubicación de la rusa. Allí había demostrado serle fiel a la chica, pero no sabía si era buena o mala persona, o si en realidad quería hacerle daño. De modo que, con un brillo peligroso en la mirada, agarré a Nat del brazo y la coloqué detrás de mí para protegerla, mientras amenazaba al humano con la espada, apuntándole con la punta de esta.

- Ni un paso más, humano.

Efectivamente Suoh si había hallado algo en el compartimiento del control remoto, dentro de este había un llave totalmente anaranjada que curiosamente era totalmente plana como si estuviera partida por lo que solo tenía dos cortes en lugar de cuatro. Suoh camino hasta la puerta para intentar abrirla de nuevo con la nueva llave que había encontrado.

Ya estando en la puerta introdujo la llave anaranjada en el cerrojo del mismo color, no giro la llave hasta cerciorarse de que había buscando bien y no dejaría nada atrás que le fuera de utilidad, peino de nuevo el lugar con su mirada y se cercioro de que ya había revisado todo el cuarto, regreso su mirada en el cerrojo con la llave introducida en él, giro la llave para tratar de abrir la puerta, esperando a que aquella llave fuera la correcta.

—Espero que esta si sea la llave correcta, debo salir de aquí para encontrar a Kotemon.—Dijo el pelirrojo mientras giraba la llave anaranjada hacia ambos lados tratando de que la puerta se abriera, hizo un poco de fuerza con la llave y con la perilla de la puerta, para que abriera mucho más rápido así, ya que tal vez el cerrojo estaba muy viejo.

Las escaleras jugaron a su favor y el chico vestido como zombie pudo subir sin delatar su ubicación. - Parece que se fue... - dijo en un susurro apenas audible, cuando de pronto un grito se escuchó en el pasillo contiguo.

Al asomarse con cautela, Carlos pudo identificar nuevamente a la pelirroja vestida como un zorro, y a su lado un pequeño Badmon. - No me digas que eso fue lo que invoque... - Su expresión se transformó en una de decepción. No solo había invocado una criatura completamente inútil, además esa criatura parecía llevarse bien con la persona que lo había dejado tan mal hacia casi un año. - Que ser más inútil... -

Gracias a un movimiento de la pelirroja, el muchacho pudo ver que detrás de esta una tercera persona se encontraba en el pasillo. - ¿Nat? - La presencia extraña que había sentido unos minutos atrás volvió a aparecer, pero esta vez podía verla e identificarla. - ¡Natasha! - Dijo saliendo de su escondite. Su novia iba vestida con un traje de bruja, una graciosa referencia a su evolución adulta, tenía verrugas y la piel verde en un montón de lados pero a sus ojos seguía siendo igual de hermosa que siempre.

La puerta se abrió sin que tuviese que abrir el picaporte, lo que provocó que la rubia estuviese a punto de darle un escobazo a aquello que salió de la puerta. Por suerte, se detuvo a tiempo al ver una cabellera pelirroja que le era demasiado familiar. Bueno, eso y porque la otra persona también se sobresaltó, yendo hacia atrás.

Los ojos de la chica observaron con sorpresa a Zayyn, nunca se hubiese imaginado que la encontraría allí, pero siendo todo tan extraño en esa casa, quizás no fuese raro. Incluso bien podría ser una ilusión creada por el lugar acorde a sus pensamientos, porque aunque hubiese dicho que empezaran de cero, aún sentía algo de odio hacia la pelirroja por lo pasado anteriormente, así que, ese traje de zorra la iba perfectamente acorde.
Sin embargo, cuando fue abrazada, decidió pasarlo de largo, ya había decidido hacer borrón y cuenta nueva. Además, estaban en una casa rara y parecía ser real. Así que, correspondió a su abrazo sonriendo cálidamente, de esa forma tan habitual en la rubia.

- Me alegro de verte. Ya pensaba que tendría que hacer todo esto yo sola.

Pero no recibió más respuestas además de eso, porque lo siguiente que supo es que la otra mujer se había puesto tensa por algo. Volteó el rostro para ver qué se acercaba, pero tan solo pudo ver a alguien con pinta de cadáver, otro disfraz. Pero a pesar del maquillaje y toda la ropa desgarrada, sabía perfectamente quién era. Su actual pareja: Carlos.
Sin embargo, no pudo ir hacia él, porque la pelirroja se colocó delante suya con las espadas en las manos amenazando al humano.

La rusa sonrió entre divertida y enternecida por el gesto que acababa de tener su ex. Pero colocó su mano libre sobre el antebrazo de ella, para hacerla bajar el arma.

- Tranquila, no me hará ningún daño. Además, siendo un zombie no tiene nada que robarme- acabó de forma jocosa.

Tras conseguir "calmar" a Zayyn, la muchacha salió detrás suyo para ir a abrazar al joven. Estrujándolo con algo de fuerza, ahora se sentía entre preocupada y feliz. Era tan solo un humano, no tenía nada que ver con Zayyn o con sí misma, que podrían ser peligrosas hasta cierto punto -sobre todo la pelirroja -pero él era actualmente el más débil de los tres. O bueno, cuatro contando al Badmon.

- Por cierto, ¿sabéis cómo hemos llegado a este lugar? Yo tengo un enorme boquete en la memoria desde ayer por la noche... Supongo que me pase bebiendo. Lo cual me recuerda... ¿Ninguno habrá encontrado Vodka, verdad?

Solté un gruñido al humano, al verle acercarse. Moví un poco la espada a modo de amenaza, para que se estuviera quietecito, pero entonces, Nat posó una mano sobre mi brazo, y lo bajó para que apartara el arma. La miré sin comprender al principio, pero después al mencionar que no iba a hacer daño alguno volví a mirar al chico, y aunque continuaba con recelo, enfundé el arma en la vaina que colgaba a mi espalda.

- Uhmph-hice un mohín, pero lo dejé estar-. Un movimiento en falso y ni ella podrá salvarte de mí-le advertí, cruzándome de brazos, mientras ellos dos se abrazaban calurosamente.

No iba a negarlo. Verles tan contentos de verse el uno al otro me dio algo de envidia. Ya no sentía a Nat como alguien a quien amar de verdad, puesto que ese lugar ahora lo ocupaba Kenshi; pero me hacía recordar el tremendo error que cometí, y que de haberlo evitado, quizás yo fuera quien estuviera estrechándola entre mis brazos.

Sacudí la cabeza al percatarme de esos pensamientos. No debía pensar así, mi relación con Natasha había sido un error, no me había aportado dolor y frustración que, comparadas con los momentos buenos, me hacían pensar que nunca debió de haber sucedido nada entre nosotras. Solté un carraspeo, para romper el incómodo silencio que estaba sufriendo, y para alejar mi mente de esa maraña de pensamientos que había estado teniendo.

- No tengo ni idea de cómo, ni de cuándo he llegado. Me desperté en una cama y a partir de ahí es lo que recuerdo... Odio las lagunas de memoria-gruñí.

La rusa estaba contenta, al menos había gente conocida en ese lugar, algo que llevaba mal era lo de encontrarse sola, así que, ahora que estaba rodeada de gente, sentía que ya podría caérsele la casa encima, que ella seguiría igual de animada. Lo único de lo que podría quejarse era de la falta de alcohol, pero bueno, no siempre se podía tener todo.

Escuchó con atención a lo que tenía que decir la pelirroja para asentir.

- Sí, estoy de acuerdo contigo en eso. Pero bueno, si te pasas bebiendo es algo normal, sobre todo si la bebida entra en la categoría de "amnesicas"- se rió, jocosa por la broma final.- Bueno, supongo que ya habrá algo que nos informe de lo que ha pasado esta noche.

Se encogió de hombros y tras mirar a su alrededor, volvió a fijar su mirada en la puerta por la que había salido Zayyn. Ya que había estado ella, no era necesario registrarla, aunque no estaría de más que dijese qué había en su interior.

- Bueno, yo ya he visto todo lo que hay en este lugar, salvo la puerta por la que has salido, Zayyn. ¿Alguna cosa interesante ahí dentro? - esperó a que contestase lo que fuese, simplemente para decir.- Yo en las salas que he mirado, lo único de interés que he encontrado es que son necesarias linternas, para ir a otro piso, o algo así. No estaba muy claro.Aunque indicaban algo del último piso, así que, yo voy para allá, si queréis acompañarme, estaré encantada de teneros como compañeros de "equipo".

La rubia sonrió hacia los dos, antes de dirigirse hacia la escalera del fondo y comenzar a subir por ella.

La chica se aproximó a él y le dio un fuerte abrazo el cual correspondió con el mismo entusiasmo. - Siempre me alegra verte, pero no se si esta sea el mejor lugar para encontrarnos... - Mientras duraba el abrazo la pelirroja no perdió el tiempo de dedicarle una "amistosa" amenaza. - Se de lo que eres capaz, independiente de si conoces o no a la persona... -

El abrazo fue interrumpido nuevamente por la chica de la cicatriz. Al parecer le molestaba ver lo apegados que estaban Natasha y él en ese momento, por lo que decidió aflojar el abrazo. - Pues somos tres... Lo último que recuerdo es una muestra génica en el laboratorio y mis ojos cerrándose por el cansancio. Acto seguido desperté en un cuarto parecido al de un niño pequeño. -

- Toma Nat... - Le extendió con cuidado la botella de vodka que tenía en su poder. - Dudo que la necesite para otra cosa, pero espero que no te afecte mucho los sentidos, esta casa me da mala espina. -

Le devolvió la sonrisa a la rubia, claramente la acompañaría a hasta el fin del mundo si fuera necesario. - Contigo siempre. - Tomó su mano y la acompañó hasta las escaleras ascendentes.

La llave tampoco había abierto la puerta, era obvio, la puerta no se iba a abrir ya que era solo la mitad de la llave, por un momento pensó en juntar ambas partes de las llaves que había encontrado con anterioridad, para ver si así si se abriría la puerta para poder salir de esa habitación. Rebusco entre sus bolsillos la otra llave para intentar hacer lo que tenía pensado. Suoh pudo encontrar la llave roja, la saco de su bolsillo y la unió con la llave anaranjada, miro la cerradura, luego la nueva llave que había hecho y de nuevo en la cerradura.

—Este será mi último intento… Espero que esto funcione.—Se acercó de nuevo a la puerta, estiro su brazo introduciendo las dos llaves en la cerradura, esperando a que la puerta se abriera para que el pelirrojo pudiera salir e ir a buscar a su camarada Kotemon, pueda que estuviera en problemas y necesitara la ayuda de Suoh ya que sin él a su lado no iba a poder Digievolucionar. Luego de haber introducido las llaves en el cerrojo anaranjado, las giro hacia ambas direcciones, mientras sostenía la perilla, para ver si esta vez se abriría la puerta, aunque las probabilidades de que se abriera no eran muy altas.

~Suoh~
En la pantalla de la habitación de TV se mostró el programa de desafortunado, en él apareció Suoh probando distintos métodos para abrir una cerradura. De repente, la luz en la habitación se apaga y se escucha la horrible risa en toda la mansión, la pantalla comienza a mostrar interferencia para luego cambiar al canal del científico.

~Natasha~/~Zayyn~/~Carlos~
Mientras que los pocos participantes que quedaban en la mansión se acostumbraban a estar en un triangulo amoroso, el lector de la cocina comenzó a brillar y en su grabado ponía ‘‘ Científico’’ interrumpiendo el escape de Carlos con Natasha, esto comenzó a pasar luego de que el desafortunado se diera por desaparecido -Me encantan las telenovelas de este tipo- de la puerta del pasillo adyacente salio un chico con traje de estudiante blanco y verde, mirada perdida y seria, pelo negro y mal arreglado, con dos pistolas de un metal extraño -Creo que puedo ayudarles-.

-¿Cuándo va a dejar de sonar esa espantosa risa?- de las escaleras que estaban frente a Carlos bajo una chica con el mismo traje escolar que el chico, su pelo era negro y su piel tan blanca como la nieve -Vaya vaya, que calamidad- luego de decir eso, se quedo esperando a ver que harían los demás en la habitación con respecto al escáner brillante.

imagen de los recién aparecidos:

Le dediqué una hosca mirada al humano cuando me replicó, pero decidí ignorarle de momento. En cambio, Natasha me preguntó sobre el interior de la habitación de donde había salido, así que sin darle importancia me dispuse a describirla.

- Una habitación normal, solo que tiene una televisión y unos mandos que te permiten ver lo que otros en esta casa estan viviendo en estos momentos... Dos de ellos no funcionan, están como con interferencias, así que supongo que esas personas ya están muertas. Y a juzgar por los botones que quedaban, al menos debe de haber dos personas más aparte de nosotros.

Enmudecí, pero no tuve tiempo de decir nada más, pues Natasha se dirigió rápidamente a las escaleras, subiéndolas. Su amigo humano la siguió.

- Esper...-Me dispuse a seguirles, pero cuando ya iba a pisar el primer escalón, una voz desconocida me dejó helada... Rápidamente, desenvainé las espadas, hice brillar la Runa, volviendo a hacerme invisible, y subí con cuidado de no hacer crujir el suelo.

Una vez en el piso superior, encontré como había esperado al humano y a Natasha, pero desafortunadamente, no estaban solos. Les acompañaban un tipo de oscuros cabellos y armado con unas pistolas, y una chica vestida de manera similar. Mis ojos se clavaron en las armas de fuego que llevaba el tío, y al instante, comencé a rodearlos para ponerme a su espalda, tal como hice con Janaan. De conseguirlo, pues le golpearía en la cabeza con el pomo de una de mis armas.

La chica continuó ascendiendo, ajena a lo que pasaba en el primer piso, no por nada, ella había sido la primera en comenzar a avanzar por la escalera con, obviamente, la botella de vodka bajo el brazo, firmemente sujeta. Cada vez tenía mas cosas encima y menos manos con las que llevarlas... Alcanzó así el rellano del segundo piso, pero la risa maquiavélica que llevaba sonando desde hacía bastante tiempo volvió a sonar, lo que estuvo a punto de hacerla perder el equilibrio y que se precipitase por las escaleras hacia abajo.

Bufó molesta por la situación, aunque luego se giró hacia atrás preocupada de que nadie se hubiese asustado al verla hacer aspamientos con las manos en el borde de los escalones. Y por qué no reconocerlo, le había molestado un poco que ninguno de los dos hubiese dicho nada al verla... Pero claro, si no estaban, ¿cómo iban a preguntarla? Se cruzó de brazos, esperando a que cualquiera asomase su cabeza, pero nada. Solo silencio. De hecho, no escuchaba ni tan siquiera un ruido viniendo de abajo... Quizás un par de voces...
Bueno, si solo hablaban no pasaba nada. Tras negar con la cabeza y suspirar la chica gritó escaleras abajo.

- No sé que hacéis ahí abajo, pero yo voy a seguir hacia el último piso. En cuanto tenga lo necesario bajaré a reunirme con vosotros.

Quizás no era lo más inteligente ir sola por ese lugar, pero tampoco sentía que esperar fuese la opción correcta. Sobre todo, porque todos en camarilla para encontrar una única linterna, tampoco lo veía del todo correcto.

El chico se había desconcentrado un par de minutos mientras veía por ultima vez el piso en el que se encontraba. Su mirada pasó por la habitación de la cual había salido hasta la escalera que bajaban al sótano. - Creo que volveré a bajar su encuentro una forma mejor de iluminarme. - giró su cabeza hacia donde se supone se encontraba la rusa, viendo un mechón rubio dando la vuelta en la curva. - ¡Espérame Nat! - Apresurado comenzó a ascender, cuando de pronto la risa macabra que cada cierto tiempo sonaba volvió a hacer acto de presencia.

Mientras el chico giraba en la curva, la rusa dio un grito escaleras abajo. - Tranquila, que ya estoy aqu... - Justo detrás de la rubia un lector con la palabra "Científico"  grabado en él comenzó a brillar. - ¿Y eso? - El muchacho subió los últimos peldaños que le quedaban, aproximándose al "caza-bobos" con lucecitas. - Me pregunto si... - Extendió su mano con cuidado, deteniéndola a unos pocos centímetros por el ruido de una puerta y una voz desconocida.

Rápidamente Carlos se giró, para ver a un chico de cabello negro y dos pistolas de un metal llamativo. - ¿Quien eres tú? - Preguntó mientras se aproximaba a Natasha y le colocaba una mano en su hombro. Antes de recibir respuesta alguna, otra voz se escuchó bajando las escaleras, está vez proveniente de una chica. - ¿Y como se supone que nos ayudarían ustedes? - Por la vestimenta que llevaban, claramente los dos chicos nuevos eran aliados o algo por el estilo.

Warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning warning…

De la nada una alarma sacudió toda la mansión como si hubiera un terremoto, montones de carteles aparecieron en el aire y todos decían la misma palabra ‘’ Error!‘’ seguida de cientos de caracteres sin sentido. El supuesto error comenzó a manifestarse de una manera muy extraña como quitando la invisibilidad a Zayyn o haciendo desaparecer a los dos extraños en un destello oscuro, de repente el suelo y paredes empezaron a desaparecer en 0s y 1s frente a los ojos de los participantes. No paso mucho tiempo hasta que el suelo bajo los pies de Carlos desapareciera haciendo caer en un abismo oscuro donde luego de unos segundo se lo perdió de vista, luego el cuerpo de la pelirroja comenzó a actuar de forma extraña como si su composición fuese inestable para luego caer en el mismo abismo que Carlos y, finalmente, Natasha quedo sola mientras todo a su alrededor iba desapareciendo en la nada misma, escapar era inútil pues las escaleras y puertas ya habían desaparecido con excepción del pequeño pedazo bajo sus pies pero no duro demasiado ya que al igual que sus amigos también quedo a merced de esa oscuridad tan rara.

Cientos de luces pasaron ante los ojos de los participantes pero sin poder entender que pasaba, no podían ver a nadie a su alrededor ni a ellos mismo, sus mentes parecían estar viajan más allá de sus cuerpos. -Perdonen por los problemas, parece que algo salio mal con el prototipo- la voz de una chica se acercaba para sacar los cascos que tenían en la cabeza, los cuales tenían las letras NVG, la chica tenia un traje de bruja similar al que tenia la rubia en la mansión -Gracias por probar la beta de ‘’Haunted House 3: Halloween Version‘’ y por favor perdonen los problemas de programación y el error del final, aquí tienen el premio que les había prometido- tanto Carlos como Natasha y Zayyn notaron que sus vestimentas eran las mismas de siempre mientras que a la rubia le otorgaban un extraño bastón de parte de la chica -Oh cierto, sus otros amigos ya se fueron al resto del festival- alrededor muchas personas iban caminando en pareja viendo los puestos que habían por doquier, a lo lejos se veían caras conocidas como las de Janaan o Danixion. Los tres quedaron estupefactos por todo, de modo que comenzaron a caminar por el festival como si nada y sin tratar de buscarle lógica a lo sucedido.

Carlos trato de darse la vuelta antes de alejarse demasiado del puesto pero este ya no estaba alli, al igual que la extraña chica que los despertó -Solo sigue tu camino- una voz sonó en su oído, este le hizo caso como si no pudiera evitarlo.

Bastón: