Esto no es una fiesta cualquiera… [Evento Iniciado]

Durante la noche de brujas de este año, una extraña presencia apareció en la mansión ubicada en el Cementerio Overdell obligando a Vamdemon y todos los Digimon virus a huir del área e incluso los virus dejaron de acercársele, está presencia cambio tanto el exterior como el interior de la mansión haciéndola con un toque más humano pero a la vez más atemorizante. Sonido de gritos desgarradores y mujeres pidiendo ayuda se escuchaban en su interior, cada vez que uno de los gritos cesaba se encontraba un nuevo cadáver en los alrededores pero nadie nunca estaba cerca para ver quien era el que los dejaba allí, lo único que con certeza sabían era que cuando la música empezaba significaba que alguien nuevo se encontraba en su interior buscando su muerte. Y curiosamente está misma noche, la música comenzó a sonar…


~  Carlos ~

Un pantalón azul, roto y embarrado, una camisa blanca y desgarrada, unos lentes moderadamente rotos, y sin zapatos. Esas eran las ropas puestas que llevaba el investigador de DATS, sin mencionar que su piel estaba pintada para parecer que su cuerpo estaba en descomposición, sin duda un buen disfraz de zombie. Él se encontraba en el suelo desmayado dentro de una de las habitación de la extraña mansión, la puerta estaba cerrada desde afuera, el suelo lleno de basura como papeles, un par de monedas y algún que otro resto de comida. La habitación era como el cuarto de un niño, incluso había una cama sin hacer pero su colchón estaba roto como si una rata lo rompiese con sus dientes hasta dejar un agujero en la parte superior, en la pared una palabras escritas con pintura blanca decían ‘’Par… la salida… encontrar… el o… …eddy’’ pero muy a su pesar, varias palabras habían sido borradas con el pasar del tiempo.

~  Janaan ~

El noble y cortés albino estaba rodeado de botellas rotas, un bloc de notas y varios papeles hechos bollos, sin mencionar de una cama perfectamente hecha, junto la puerta que permanecía cerrada había tres botones de los colores primarios y justo al lado decía con buena caligrafía ‘’Prueba y muere o prueba y vive’’. La capa del albino estaba polvorienta, su traje de noche un poco desgarrado tal vez por cortarse por el roce con alguna botella, en su mano derecha unos colmillos de plásticos con sangre falsa en ellos, y en sus ojos unas lentillas que daban la impresión de que sus iris eran rojas.

~ Suoh ~

El desafortunado y pobre Suoh no estaba en las mejores, en su cabeza crecía un chichón y se encontraba dormitante sobre una cama tan dura como una piedra, la manta que lo cubría tenia dos grandes agujeros haciéndolo el peor disfraz de fantasmas del mundo, sin mencionar que de todas las habitaciones de la casa le había tocado la más pequeña de todas. En toda la habitación había sangre fresca y con un olor muy fuerte y también estaban esparcidos los restos de varias personas como: una mano con un anillo en el dedo anular, una pierna entre las mismas piernas de Suoh, un brazo derecho colocada frente a la puerta como si estuviera rasguñando hasta salir y una cabeza desde la esquina que además tenia la boca llena de papeles. Junto la puerta había un sistema de reconocimiento con la imagen de una mano, sin lugar a dudas era de una mano derecha pero en el dedo índice había como una especie protuberancia bastante extraña.

~ Natasha ~

La chica de Rusia, que se encontraba acostada en medio de la habitación, llevaba una pamela negra con una gran punta, varias arrugas, verrugas y una nariz falsa, un traje largo y negro, y una escoba antigua, además su piel era de un verde claro dando a comprender que se le estaba yendo el maquillaje. Para su suerte, el suelo de su cuarto estaba limpio pero el techo estaba lleno de telarañas que habían atrapado varios papeles y restos de comida viejos con el pasar del tiempo, en ellas se encontraban cuatro arañas de color verde esmeralda, dorado, azul lapislázuli y negro simple. Sin dudas su habitación era especial, ya que era la única cama sin sabana ni colchón, además de que su puerta era la única de entre todas las de la casa que era de platino, la cual tenia un grabado que decía ‘’Comete la araña más valiosa de todas’’.

~ Zayyn ~

La pelirroja llevaba unas orejas de juguete naranja, una cola peluda naranja y el resto del provocante traje de zorra, este era el disfraz que más resaltaría entre los invitados a la mansión. Su habitación era simple, una cama deshecha debido a que ella dormía sobre ella, una puerta cerrada, un tacho de basura lleno de papeles y otras cosas, y un encendedor de luz para el solitario foco en el techo.

~ Danixion ~

El optimista de Danixion está vez estaba ligeramente atado en una silla con papel higiénico de su propio traje de momia como si le hubiesen jugado una broma pesada. Él estaba dormido con la cabeza sobre la cama pero estaba sentado en el suelo, su habitación era una de las pocas limpias ya que alguien había tirado todo en una papelera en una esquina. Su puerta daba la impresión de ser la que estaba mejor cerrada de todas y también daba a entender que no se abrirlo con un método normal. A excepción de eso, no había nada que resaltar en la habitación.


En alguna de las esquinas de cada habitación estaban los objetos que cada uno llevaba antes de terminar en la mansión, inclusive sus respectivos Digivice pero los compañeros digitales de algunos no aparecían por ningún lado. Para finalizar con el placentero sueño, de algunos, sonó una voz en toda el Cementerio Overdell que les invitaba a participar de está divertida masacre -’’No se queden hasta tarde jugando videojuegos’’-…

Off:

Pero que? respondia Dani después de percatarse de una gran frase dicha a un volumen exagerado, el joven tamer, que se encontraba sin su compañero digimon, ni su digivice, se preguntaba que sucedia. Un traje de momia, claramente mal confeccionado cubria su cuerpo, y un dolor de cuello lo aquejaban. Sobre una mesa estaba su dispositivo, y la capa de su difunto amigo sorcerymon. Sera mejor salir de este bonito cuarto rápido Dani vio la papelera que había en una esquina, pensó en vaciarla para luego asotarla contra la puerta en intentar salir del cuerto, pero se sallto la primera parte del plan y solo la levanto, y azoto contra la puerta, generando así un gran despliegue de basura por el cuerto, aparte de un ruido aparentemente notorio desde los cuartos contiguos. Cof… cof cof Dani tocia, ya que aparte de la basura que salio de la papelera, una gran nube de polvo se alzo en el cuarto, Dani intento cubrir su boca con la capa de sorcerymon que ya tenia puesta, pero algo de polvo logro entrar en su boca.

Una voz despertó de golpe al pelirrojo, a este le dolía un poco la cabeza y cuando se toco, sintio un pequeño chichón que creía. ¿Como había pasado esto? Su espalda lo estaba matando, pues como no iba a hacerlo, si había dormido en un colchón tan duro como una roca. Este hizo sonar todos los huesos de su cuerpo para secar el dolor mientras se levantaba de la cama.

—¿Pero que llevo puesto?—Se miro a si mismo y noto que encima traía una manta con dos agujeros, el típico disfraz del fantasma, ¿acaso no encontraron un disfraz mejor que este? La habitación estaba llena de miembros humanos, estos se encontraban por todo el lugar, ademas de que olían pésimo. Suoh se acerco a la puerta y pudo ver que en esta había un sistema de reconocimiento con la imagen de una mano, sin lugar a dudas era de una mano derecha pero en el dedo índice había como una especie protuberancia bastante extraña, frente a la puerta colgaba un brazo derecho como si estuviera rasguñando hasta salir. Este miro el sistema de reconocimiento, luego la mano tomándola y colocando esta en el sistema de reconocimiento.

El silencio era algo perturbador en la casa, exceptuando en esa sala cuyo techo lo único que había eran arañas y sus correspondientes telarañas. El motivo de esa ruptura del silencio era una joven dama, o quizás debería decir bruja, que roncaba sobre el somier de una cama. Sin embargo, la incómoda superficie no parecía causarle ningún problema a la hora de descansar, de hecho, incluso se podía ver un hilo de baba saliendo por la comisura de sus labios.

Sin embargo, el despertar no tardó en llegar, aunque no a causa de nada externo, sino más bien al propio sueño de la joven.

- Blinis... Ghhhh... Nooo... Ghn.... Son míos.... Los bliniiiis....- Natasha se despertó en ese momento, tras alzar la mano como si intentase alcanzar algo. Miró somnolienta y confundida el extraño techo que había sobre ella, mientras que paladeaba para alejar el sabor de la comida de su sueño. ¡Malditos sueños con sabor! Luego tenía hambre al despertar.

Finalmente tras suspirar se incorporó, estirándose y haciendo chasquear sus espalda. En estas situaciones daba gracias a haber crecido en la calle, porque de haber estado acostumbrada a los colchones ahora mismo tendría la espalda hecha polvo. No recordaba nada de la sala donde se encontraba, aunque tampoco le dio mucha importancia, el vodka podía tener fuertes efectos amnésicos, y la joven había pasado muchas veces por esa situación.
Aunque lo raro era que no sentía el regusto amargo del alcohol en su boca. Pero supuso que su idea de que había estado bebiendo no iba desacertada, dado que la ropa que llevaba puesta era un traje de bruja. Halloween, algo de lo que nunca había participado hasta ese año, pero ¿lo había celebrado o estaba por celebrarlo? No recordaba nada, y dar vueltas al tema tan solo llevaba a una cosa: dolor de cabeza.

La bruja se puso de pie algo tambaleante, recogiendo la escoba que llevaba de decoración: podía servir para golpear, como bastón y como un bonito complemento para limpiar. Sus ojos azules se dirigieron hacia la extraña puerta de la sala. Parecía estar hecha de metal, y de hecho, cuando la golpeo para comprobarlo así sonó. Al lado de esta, descubrió un mensaje.

- Comete la araña más valiosa de todas- leyó. - Menos mal que hace unos meses aprendí a leer en estas letras, o no hubiese salido de aquí en mi vida.

La rubia se acercó al centro de la sala, donde además de telarañas con papeles había cuatro arañitas. Una de un verde esplendoroso, otra de un azul oscuro, una negra, sin más, y la última dorada como el oro. Quedaba bastante claro cual de todas era la más valiosa. Aunque... ¿Pasaría algo por comerse las cuatro? Es decir, tenía hambre y no le daba cosa comer arañas. Bastante peor se había alimentado en las calles de Moscú.
Sin embargo, de momento por precaución tan solo se comería la que era. A saber si la puerta era tan maldita de no dejarla salir cuando se hubiese comido a todas.

Así que, para conseguir que bajaran uso su "preciada" escoba. Enrrollando, telarañas, papeles y arañas en el palo. Después solo era necesario meter las manos en esa masa "esponjosa" y encontrar algo interesante, ya fuese en los papeles que iba a revisar o con las arañitas. Pero la única que se metería en los labios sería esa de color del oro.

Esas palabras, susurradas casi en mi oído, fueron las que, poco a poco, me desvelaron de mi profundo sopor. Poco a poco mis ojos se abrieron, con pereza y ensoñamiento. Parpadeé repetidamente, y me mantuve en el lugar con el objetivo de acostumbrarme a la oscuridad y poder ver un poco el lugar en el cual me encontraba. Cuando pude acotumbrarme un poco a la penumbra, me incorporé del lugar en el cual había yacido hasta ahora. Me encontraba en una cama, muy cómoda por cierto, pero supe al instante ue no era la mía, ni tampoco se trataba del futón de la casa de Kenshi... ¿Entonces dónde estaba?

En un intento por incorporarme, mi mano se deslizó por las sábanas, hasta tocar algo que me hizo dar un brinco sobre el colchón. Mis dedos habían razado algo peludo, suave, y blandito, pero no tenía ni idea de qué se trataba... A simple vista no podía saber con seguridad... pero parecía un animal, de modo que me incorporé rápidamente de la cama, tropezándome de paso con algo, y cayendo al suelo, justo en la rabadilla.

- ¡Ay...!-me quejé, con el culo dolorido por el golpe, pero al dar mi trasero con el suelo, noté que había caído sobre algo, y al tantear con la mano, descubrí que, de nuevo, la cosa peluda estaba ahí. A segunda vista, no me pareció nada peligroso, pero por si acaso me levanté del suelo, y busqué por las paredes, intentando encontrar un interruptor de luz o algo por el estilo-. Dónde caraj...

Bingo. Mis dedos rozaron el interruptor de la luz, la cual alumbró el lugar, cegando mis ojos durante un instante. Solté una maldición por lo bajo y me tapé los ojos, molesta, hasta que al rato después, mis pupilas consiguieron habituarse un poco a la reciente luminosidad.

Ok, me encontraba en una habitación cerrada, con una cama y pocos muebles más. Una papelera llena de papeles y más cosas en un rincón, y varios objetos -los cuales pude identificar como míos- en otro. Con el ceño fruncido, caminé hasta donde estaba mi digivice, mi runa, y mis espadas.

- Oh, bien...-murmuré. Sin embargo, al dar un paso me detuve, pues algo impedía que me moviera, algo me tiraba del trasero. Miré a mi alrededor, y descubrí que de este último colgaba nada menos que la cosa peluda que me había asustado al principio... Una jodida cola naranja de zorro-. Pero qu...

Fue entonces cuando le eché un vistazo a la ropa que llevaba. Una cola de zorro, y ropa cuanto menos provocativa, eso sin contar con las dos orejitas naranjas que tenía sobre la cabeza. Me quedé con expresión de póker. ¿Qué jodida broma era esa? ¿Por qué iba vestida de zorra? Fruncí el ceño, y traté de recordar cómo había llegado allí, pero lo único que obtuve fue un pinchazo en la cabeza... No recordaba nada de lo que había pasado antes de despertarme.

- ...-con un mal presentimiento me planté frente a la puerta para abrirla. No me importaba -de momento- estar disfrazada de esa manera, pues lo único que me interesaba era salir de allí, y buscar a mis digimons. Sin embargo, al intentar hacer girar el picaporte, este no se movió-. Me cago es su puta madre, estoy encerrada...

Inspiré hondo y dejé escapar todo el aire en un suspiro resignado. Me rasqué la nuca, y fui a coger mis cosas. Me coloqué el digivice con su mecanismo en el brazo, me colgué las espadas enfundadas a la espalda, y me coloqué mi runa alrededor del cuello. Después de estar más o menos preparada -jeh, no es que mi atuendo fuera muy normal, pero bueno, tampoco me disgustaba mucho, y de hecho, era capaz de mover la colita que me colgaba- levanté la papelera del suelo, y la vacié con cuidado, por si acaso había algo que pudiera ayudarme ahí...

- ¿¡Eh!? - El joven integrante de DATS se despertó sobresaltado, nuevamente se había quedado la noche en el laboratorio mezclando datos como si fueran nucleotidos de una secuencia de ADN. - ¿Donde estoy? -  Se incorporó con dificultad, fijándose en el proceso el tipo de ropa que llevaba y el color de su piel. - Muy graciosos chicos... Que me quede dormido en el trabajo no quiere decir que pueden hacer lo que quieran conmigo. - Esta no era la primera vez que le sucedía esto, es más, hacia tan solo unas semanas el muchacho se quedó dormido frente a un microscopio y algunos científicos le habían dibujado cosas en el rostro. - Después el supervisor nos hecha bronca a todos. - Se aproximó a la puerta e intentó abrirla, dándose cuenta que estaba completamente cerrada. - ¿Enserio? - Soltó la perilla con brusquedad y se giró para contemplar más detenidamente el cuarto.

La habitación era la de un niño pequeño, repleta de papeles y restos de comida en el suelo. - Que desastre... - En una esquina se hallaba una cama deshecha con un colchón roído por un roedor. - Debo admitir que realmente le han puesto empeño chicos... - Un grabado algo borroso llamó su atención en la pared. - ¿Oso Teddy? - No estaba seguro si eso era lo que decía. - Bueno si quieren jugar... - El muchacho se guardó las monedas del suelo y sus objetos que estaban en una esquina. Acto seguido tomó las hojas de papel y as revisó en búsqueda de alguna pista o un dibujo de un oso de peluche.

Todo iba tal cual estaba planeado, cada concursante había despertado y comenzado a buscar su salida pero ninguno esperaba lo que se les estaba por venir en la mansión, ni a quienes estaban por venir -Esto fue demasiado fácil- -Juego de novatos- en otras en habitaciones ya habían tamers que se habían liberado y comenzado su búsqueda por la verdad.

~ Carlos ~

Carlos fue sagaz y comenzó su búsqueda sin titubear, con lo cual pudo encontrar una pista para su futuro: ’’Los 6 Digimon están en el piso de arriba’’ un nombre firma la hoja y era el de Ted, más abajo una posdata decía ’’Por cierto, deberías dormir en la cama conmigo’’.

habilidad adquirida:

~ Janaan ~

Janaan era el más decidido a conseguir objetos pues había obtenido no solo un arma sino que una pista que le serviría de momento, en el bloc de notas decía: ’’Perdí mucha sangre, parece que el rojo es el color favorito en esta casa’’ las letras estaban escritas con un lápiz que ya no se encontraba en el lugar, las palabras habían sido escritas velozmente seguramente porque su autor debió de estar en problemas en ese momento, además en las puntas de las hojas había un numero que indicaba la cantidad de hojas lo cual era extraño pues faltaban la 1, 2, 3, 14 y la última hoja. Las hojas de papel que Janaan tomo decían ’’Los 6 Digimon están en este piso’’.

HABIlidades:

off (botones del muro):

~ Suoh ~

Suoh parecía inteligente al darse cuenta del secreto de la cerradura rápidamente pero esa inteligencia desapareció al poner la mano sobre el sistema de reconocimiento pues la marca era de una mano derecha con una protuberancia pero el había colocado una mano izquierda en su lugar. Nada más ocurrió en esa habitación.

off:

~ Natasha ~

Ella tomo la escoba que se le había entregado y comenzó a alcanzar los objetos encerrados en las telarañas, donde una hoja que decía ’’Hubo una vez un par de orugas, la primera era amada por todos por lo linda que era y la otra era ignorada por no ser tan linda. Un día ambas tuvieran una metamorfosis donde todo el mundo quedo sorprendido al saber que la primera oruga era una polilla y la segunda una mariposa’’ se le cayo en la cara, en la parte de atrás decía ’’Tres objetos para tres equipos’’. Natasha opto por la araña dorada para cumplir con el reto en la puerta pero al tratar de morderla se dio cuenta que era tan dura como el mismo oro por lo que un diente se le astilló, la araña no era solo de oro sino que estaba viva y era fácil de darse cuenta cuando comenzó a mover sus patitas en la boca de la rusa. La puerta permaneció cerrada.

trampa sorpresa:

~ Zayyn ~

La pelirroja había prendido la luz revelando algo curioso en la habitación, mientras ella revisaba una hoja del cesto cuyas letras apenas eran legibles y que ponían ’’La respuesta sobre el sexto Digimon es del género…’’ se percato que una gota de sangre cayó en su nuca, al mirar arriba encontraría una frase escrita en sangre que daba una interrogante ’’Entre más me vez, menos puedes verme ¿Quién soy?’’, la respuesta de esa pregunta estaba en la habitación pero muy bien oculta.

~ Danixion ~

Danixion se había liberado, tomo el cesto y lo lanzo contra la puerta, está puerta hizo un poco de ruido pero se abrió con simpleza pues nunca estuvo cerrada, de entre todas las puertas era la única que olvidaron cerrar. El pasillo tenía un gran sofá, unas lámparas de pie apagadas, un par de peceras sobre una credenza y una mesita de café con papel tornasol azul encima.

Ya en el pasillo se dio cuenta que estaba cerrado por otra puerta pero está si estaba cerrada por algún medio, sobre la puerta del cuarto anterior se podía ver la letra N y el número 0 por lo que la habitación era la N0.

La puerta para continuar parecía no necesitar un complicado mecanismo, sino solo responder a una pregunta ’’¿Cuál de las peceras tiene ácido?’’.

off:

Este coloco la mano sobre el sistema de reconocimiento pero esta no se abria, la coloco varias veces pero no funcionaba en lo absoluto, Al parecer esa no era la mano correcta. Este peino el lugar con su mirada para tratar de buscar la mano correcta. Efectivamente esta se encontraba sobre la cama, Suoh la tomo y también pudo notar una cabeza la cual tenía la boca llena de papeles, este tomo los papeles ya que podían ser alguna pista o algo parecido, luego de haber tomado los papeles y la mano, se dirigió hacia la puerta para intentar abrir la puerta con la otra mano.

—Espero que esta sea la correcta...—Se detuvo ya que miro que su Digivice y su Terminal de Batalla se encontraba en una esquina del cuarto, tomo ambos objetos y los guardo ya que tal vez serian de utilizad. Miro la pantalla de su IC pero había algo extraño en esta, Kotemon no se encontraba en el interior del Digivice lo cual hizo preocupar a Suoh por completo.—Tengo que buscar a Kotemon.—Se paró al frente de la puerta y coloco la mano sobre el sistema de reconocimiento, esperando a que esta mano fuera la que abriera la puerta y lo dejara salir del cuarto.

Dani vio cómo se abría la puerta frente a sus ojos, Que gracioso debí verificar si estaba o no cerrada y no intuirlo, el ahora solitario tamer atravesó el pórtico, no sin antes cerciorarse de lo que dejaba atrás, en la parte superior de la puesta una letra y un número identificaban la habitación, N0 anotado, ahora continuemos frente a la momia se encontraba un cuarto que también tenía un puerta, esta vez Dani se percató primero de si estaba o no cerrada, y efectivamente lo estaba. Además de eso un par de lámparas de pie sin encender, dos peceras y un papel de color azul que hizo estremecer al joven elegido. porque tenía que ser química, porque señor o señora que me tiene aquí encerrado y con un dolor de cabeza súper molesto? Dani se aquejaba por tener que implementar sus conocimientos de química que aunque pocos eran los suficientes como para saber que el papel de la meza era papel tornasol, que tenía la funcionalidad de indicar si una solución es básica o acida, y según la información recolectada al investigar la puerta, tenía que emplear aquel papel de azulado color, para saber cuál de las soluciones dentro de las peceras era la acida y cual no. Pero antes de avanzar en su trayecto, Dani tomo una delas lámparas de pie, busco el cable de corriente, se percató de que estuviera desconectado, y luego piso uno de los extremos, para así al halar con fuerza, romper el cable, que podía ser útil en algún momento. También tomo la lámpara, que no le representaba mucho peso, ni estorbo, esto para obtener un arma que podría serle útil en algún momento. Para finalizar Dani dividió el papel azul en dos partes, una para cada pecera, las introdujo lentamente, para así añadirle un poco más de tención a su propia aventura, y espero a que el papel cambiara de tonalidad, si el papel pasaba de ser azul a ser rojo, querría decir que el líquido era acido, y podría pasar por la puerta, pero si seguía de color azul era una base, y por lo tanto inútil para su objetivo.

Rebuscando entre la mierda de la papelera, alcancé a encontrar un papel escirto con letra entendible. Lo desdoblé, lo alisé y lo leí en silencio. Sin embargo, al entender el confuso mensaje, fruncí el ceño. ''La respuesta sobre el sexto digimon es del género...'' What? ¿Qué demonios quería decir con eso? Continué releyéndolo un rato, hasta que me cansé de encontrarle un sentido, pero entonces, algo golpeó mi nuca. Algo frío y húmedo, como una gotita de un líquido. Me llevé una mano al cuello para ver qué era, y me sorprendí al ver que era rojo, y por su olor, juraría que no era ketchup.

- Sangre...-Alcé la mirada al techo. Si había caído de ahí, debían de haber restos, y eso fue precisamente lo que encontré-. ''Entre más me ves, menos puedes verme.  ¿Quién soy?''-cité, leyéndolo-. Estupendo, ¿ahora tengo que resolver acertijos?

Moví mi colita de zorra, airada, y me froté la barbilla de manera pensativa. Entre más me ves, menos puedes verme. Eso sonaba a algo irónico, pero sabía que ahí estaba la respuesta. ¿Qué cosa no ves cuanto más grande se hace? De alguna manera, mi mente recordó cuando me había despertado, toda esa negrura, tan densa e inmensa, me había asustado al principio.

- The Darkness...-Dije, mirando al infinito-. La oscuridad...

Parpadeé repetidamente. Si eso era una especie de prueba que me dejaría salir en caso de que acertara, entonces había sido relativamente fácil. Y digo relativamente, porque me olía que iba a haber cosas como esas al salir... Eso sin contar con la nota que había encontrado en la papelera. Si mis digimons estaban por ahí, los encontraría.

- ¡Ay!- se quejó la muchacha cuando no pudo partir al bicho.

Lo cual directamente desencadenó un ataque de rabia por parte de la rubia. Aunque eso la hizo pensar en una forma de "vengarse" de ese bicho. Quitándose el gorro sobre su cabeza, la escupió al interior. Estrujándolo todo lo posible para evitar que saliese. Sin embargo, la sensación rara no abandonaba su boca, y todo era por culpa del trozo de diente que ahora faltaba. Frunció el ceño molesta por eso, arreglarse el diente iba a ser caro, y encima, no tenía nada de alcohol con lo que ahogar la sensación de cosquilleo de su boca.

- Puto bicho, te juro que cuando salga de aquí te voy a fundir para  formar parte de mi nueva dentadura.

Sin embargo después de eso quedó desconcertada, si el oro no era lo más valioso. ¿Qué lo era? Los segundos pasaban, pero la muchacha no llegaba a ninguna conclusión. Y tampoco el papel de los equipos y las mariposas/poilillas ayudaba mucho. Porque más allá de que eso le recordara a dos seres de una serie japonesa de animación que contaba con "ristachu", no llegaba a ninguna otra cosa.

- ¡Jodeeeer! Odio estas cosas. ¡No nací para pensar!- pataleó la chica, sin soltar en ningún momento el sombrero con la araña dentro.- Yo sin vodka no pienso hacer nada más.

Estaba casi segura al 100% de que si se había quedado dormida y que después no recordaba nada tenía que haber una botella de alcohol cerca. Así que, se puso a mirar por el suelo a ver si encontraba algo que poder beber, aunque otras cosas tampoco se quejaba. Pero a menos que les viese una utilidad, no les haría demasiado caso.

El muchacho leyó atentamente la nota hasta llegar a una posdata. - Lo lamento Ted, pero tengo novia. -bromeo el muchacho con una sonrisa mientras guardaba todas las notas en su bolsillo. - No sea que las vuelva a necesitar. -

Se aproximó a la cama deshecha y la miró atentamente, a simple vista no había nada en ella salvo el agujero en la parte superior. - No meteré mi mano ahí si hay algún roedor... - Tomó del suelo unos de los restos de alimento, mientras con la otra mano sacaba una de las monedas que recogió. Lanzó la moneda dentro del orificio con toda la fuerza que pudo, si había algo realmente ahí eso lo despertaría. Luego acercó el trozo de comida esperando a que saliera un ratón hambriento, si esto no sucedía en un intervalo de tiempo razonable, dejaría de lado el trozo de comida e introduciría la mano con cuidado.

Suoh leyó la nota que había encontrado, la cual decía "Morir… En el día de mi boda… Por favor, tómalo… Mi anillo te servirá", al reverso de la nota también había un escrito el cual era "Ese tipo era algo patético, pero cuando andaba investigando se dio cuenta de un error en la habitación". Suoh cayó en cuenta de que tal vez si tomaba aquella mano que tenía un anillo en su dedo anular, se lo quitaba y colocaba ambas cosas en el sistema de reconocimiento, tal vez esta se abriera.

—Espero que esta vez sí funcione...—Coloco el anillo en el dedo índice de la mano y la puso sobre el sistema de reconocimiento para ver si ahora si abriría la puerta. Mientras esperaba a que el sistema reconociera la huella de la mano, volvió a peinar la habitación para cerciorarse de que no dejaba nada importante, quiso echar un vistazo bajo la cama pero antes debía esperar a que el sistema reconociera la huella de la mano con la cual había intentado abrir esta vez Suoh.—¿Qué esperas?—El pelirrojo se estaba impacientando, además de que estaba preocupado por su camarada Kotemon, el cual no sabía con certeza en donde se encontraba.

Esto no puede ser, pero si se suponía que uno de estos era un ácido no? A no ser… Dani tomo las peceras, una por una las fue colocando frente a la puerta, Ok me dices que cual de las dos es la que tiene acido no? Dani se pasó la mano por la cabeza en señal de que estaba pensando, Hice la prueba del papel tornasol, eso era lo que querías no? Dani le hablaba a la puerta como si esta le escuchara. Si ninguna de las peceras, al hacer la prueba cambio de color, entonces podría decirse que ninguna tiene acido, y que pase esta prueba por lo cual es tu deber abrirte puerta. Dani retrocedió unos pasos, tomo la lámpara que planeaba usar como arma en un futuro, Pero si por algún casual no es esa la respuesta y el termino que usaste consistía en un acertijo, y este consiste en que tengo que disolver algo especial con uno de estos líquidos, pues entonces Dani hizo una pausa, y luego tomo impulso para posteriormente emplear la lámpara que tenia en su mano como una lanza, Ábrete de una maldita vez pedazo de puerta estúpida Dani lanzo con todas sus fuerzas la lámpara hacia un lado del picaporte de la puerta, esto para tratar de que la lámpara, empleada como lanza, atravesara y de esta forma poder introducir su mano para abrir desde el otro lado.

Al salir de la habitación, fui recibida por una especie de pasillo amplio, un descansillo que permitía el acceso a más puertas como la mía. Parecía que mi supuesto ''arrendador'' tenía ganas de jugar al laberinto... Menuda gracia me hacía a míi... Aparte, también pude observar unos carteles en la pared, un sillón viejo, y unos escáneres de mano como el que encontré en la base secreta de la madre de Kenshi.

- ...Si ella tiene algo que ver con esto, me aseguraré de meterla en una residencia de ancianos, para que no salga en lo que le queda de vida... Por loca.

Me crucé de brazos, y mientras caminaba lentamente por ese pasillo moví la cola de manera distraída - le empezaba a coger gustillo a eso de tener una tan peludita, y blandita, pues ninguna de mis evoluciones poseía una así-. La habitación de la cual había salido había sido nombrada como la U15; a su lado, otra era calificada como la G12, y más allá dos escaleras, una de subida y otra de bajada. Me fijé después en los carteles, y les eché una ojeadita para comprobar si había algún otro mensaje que pudiera ayudarme a descifrar ese misterio. Luego suspiré, y me puse a comprobar cada una de las puertas (las de los pasillos, el baño, la G12 y el cuarto de juegos) por si alguna estaba abierta.

Antes de cambiar de piso quería cerciorarme de no dejarme nada sin ver en esa planta. ¿Quién sabía si Kali y los demás estaban por allí o no? Si no me ponía a mirar, nunca lo averiguaría...

- Bueno...-Descrucé los brazos y me rasqué la nuca, tocando sin querer las peludas orejitas anaranjadas que quien fuera que haya organizado eso me había puesto. Eran muy suaves, como la cola, y por un momento me hizo gracia que casualmente yo tuviera el pelo rojo-. No se si sentirme halagada por el color, o si ofenderme del doble sentido de la palabra ''zorra''...-Murmuré, esbozando una sarcástica sonrisa.

Nada. Eso fue todo lo que pudo encontrar la rubia en su búsqueda del suelo, una preciosa y magnífica nada. Mira que era raro todo eso, solo cuando había intentado dejar de beber no tenía una botella de vodka cerca de la cama, pero en esta ocasión tampoco la tenía. Y juraba que no había intentado volver a dejarlo... De hecho solo pensar en eso la hizo reprimir un escalofrío. ¡Brrrr! Dejar la bebida eso sí que era verdaderamente aterrador.

Ya cuando iba a quedarse sentada sobre una de las esquinas, sin ganas de seguir buscando nada, una notita le cayó desde el techo con un "Nunca saldrás si no juegas mis juegos’’. La cara de póker de la rusa fue bastante épica en ese momento, ella no quería salir más allá de encontrar alcohol, y comida, así que, en cuanto encontrase eso, ya solo podría caerse la casa, que no pensaba abandonarla. Bueno... A menos que le prometiesen la bebida y la comida fuera.

- ¡Pero yo no quiero irme! O no aún... Aunque acepto jugar... Pero quiero vodka. ¿Me escuchas casa? Mientras más botellas de alcohol encuentre, más jugaré - nadie había dicho que no se pudiese negociar con la casa. Aunque dicho así sonaba bastante absurdo... ¡Bueno! Ya qué más daba, podía soportar el calificativo de loca.

Se puso de pie y volvió a mirar a la puerta, buscando una cerradura, porque al menos eso sí que podría forzarlo. Sin embargo nada. No había ningún hueco negro por el que tratar de forzar la puerta... ¡Espera! Negro. ¡Eso era! La araña negra podría representar una cerradura y por tanto, algo con lo que poder abrir la puerta.
Además, si la dorada había resultado ser dura como un metal, la negra debería representar a una araña real, por tanto la única blandita y comestible. A menos que representase carbón o petróleo, en cuyo caso eso sí que iba a saber fatal...

La muchacha se dirigió hacia donde estaba el artrópodo negro, para volver a bajarlo como había hecho anteriormente con la dorada.

El muchacho aproximó el trozo de comida al agujero, esperando a que algo saliera de él. Gracias a esta acción el chico tuvo tiempo suficiente para analizar las palabras de la nota que había encontrado anteriormente. - Veamos, la nota dice que hay 6 digimon en este lugar, y que se encuentran en un piso superior. Eso quiere decir que por lo menos este edificio tiene dos pisos. - Una obvia deducción que haría reír al mejor detective ingles. - Puede que uno de esos digimon sean Astaroth o Imperius... o puede que sean dos de esos... de todas formas me sobran 4... ¿Habrá alguien más en este lugar además de mi? - La pregunta fue dirigida a nadie, y esperaba que nadie se la respondiera. - De todos modos debo salir de acá antes de romperme la cabeza con acertijos así... -

El tiempo transcurrió y nada salía del agujero en el colchón. - Que va, al parecer estuve haciendo el idiota durante un par de minutos... - El muchacho tomó la otra moneda de su bolsillo y la puso entre su dedo anular y corazón. - Si hay alguna trampa que la otra moneda no allá desactivado... Como una ratonera... Esto probablemente evite que me rompa los dedos... - Lentamente el muchacho introdujo su mano en el orificio, tanteando el lugar en búsqueda de la otra moneda y algún objeto que le pueda servir.

~ Carlos ~

El chico de las gafas se atrevió a meterla la mano en el colchón, donde sintió como un que alguien lo jalara pero antes de caer logro sacar el contenido del agujero, un oso Teddy. Al sostener el peluche, se abrió la puerta de su cuarto llevándolo de una vez por todas al pasillo, su habitación se reconocía como la I6, en el interior de la nueva sección que desbloqueo habían un par de credencias, y cuatro puertas que eran ’’Cuarto N9’’ que en frente habían varios vidrios rotos, ’’Cocina’’, ’’Sala de Tv’’ y un pasillo, una escalera estaba cerca de su puerta dando acceso a los demás pisos. Muy cerca de él, una extraña presencia se sentía, una presencia bastante familiar pero alrededor no había nadie.


~ Janaan ~

Un suave sonido eléctrico se escucho cerca de Janaan en el momento que presiono el botón, ya que le habían dado un leve choque eléctrico por haber seleccionado el botón incorrecto. Dos opciones y una pista eran lo que tenía, su prueba y error comenzaba con el pie izquierdo pero le convenía para progresar, aunque tendría repercusiones en el futuro.

trampa sorpresa:

~ Suoh ~

Suoh entendio rapidamente lo que la nota le decia pero volvio a tomar la mano izquierda y le cambio de lugar el anillo pero el escaner solo leeria una mano derecha, por lo que nada paso.

~ Natasha ~

Natasha había optado por la araña negra, la cual al probarla sentiría un sabor muy conocido y dulce, el sabor del chocolate con relleno vodka. Al tragárselo la puerta se abriría dejando caer una ultima nota diciendo ’’El valor verdadero está en el interior de las cosas’’, la casa sin duda le había dejado un pequeño obsequio a la rusa. Su habitación se reconocía como la N9, al igual que varios pasillos estaba con un par de credencias, y cuatro puertas que eran ’’Cuarto I6’’ que en frente habían varios vidrios rotos, ’’Cocina’’, ’’Sala de Tv’’ y un pasillo, una escalera estaba cerca de su puerta dando acceso a los demás pisos. Muy cerca de ella, una extraña presencia se sentía, una presencia bastante familiar pero alrededor no había nadie.

~ Zayyn ~

La zorrita reviso las puertas encontrando que el escáner de mano de la puerta del cuarto de juego tiene un grabado que dice ’’Caballero’’, el escáner del baño decía ’’Optimista’’ y los escáneres de los demás pasillos decían ’’Secreto’’, la única puerta que estaba cerrada sin método de abrir era el Cuarto G12. Sobre una de las credenzas había una nota de un bloc de notas con un numero 1 que ponía ’’Para sobrevivir tendré que matar’’.

~ Danixion ~

La puerta del pasillo donde estaba Danixion se abrió como por arte de magia, dejando pasar la lámpara al siguiente pasillo y rompiéndola con el impacto por lo que ya no era utilizable para nada excepto chatarra. La decisión de Danixion fue correcta por lo que fue recompensado al camino hacia una escalera, cinco puertas tituladas como ’’Cuarto roto’’, ’’Sala de huesos’’, ’’Los cuarto alpha y beta’’ y una puerta para acceder a otro pasillo. En su interior había dos credencias más, vidrios rotos en el suelo y una chica examinando unas hojas de papel que también estaban esparcidas por el piso -Hola, ¿Qué tal?- le pregunto la tamer a Danixion, ella llevaba un uniforme escolar verde y blanco, su pelo era negro y su piel tan blanca como la nueve, su suave sonrisa de seguro hipnotizaría hasta el más duro de los hombres del mundo.

imagen de la chica:

El muchacho introdujo cuidadosamente su mano dentro del orificio perforado en el colchón. Cuando por fin sintió algo con sus dedos fue como si lo jalara hacia el interior. - ¡Eh! - El chico utilizó todas sus fuerzas para evitar que lo atrajeran más al interior, llegando al punto en que pudo sacar el objeto del agujero. - Esto es... ¿un oso Tedy? - En ese preciso instante su puerta se abrió, con cuidado el muchacho se levantó y se colocó el peluche en el cinturón. - No sea que me vuelvas a ser de ayuda Teddy... - Con cuidado salió por la puerta.

Al otro lado un pasillo un marco indicaba que la habitación en la que se encontraba era la I9. - Bueno, ahora por lo menos se de donde salí... - El chico dedicó una mirada general a todo el pasillo, unas cuantas credencias se encontraban frente a él, junto a unos cuantos vidrios rotos y tres cuartos más que investigaría inmediatamente. -Creo que esto me puede ser útil... - El chico tomó uno de los trozos de vidrio más afilados, mientras hacía esto una presencia familiar provenía de la cercanía. - ... ¿Quien anda ahí? - Preguntó mientras se aproximaba cautelosamente a las credencias. - ... - Al no escuchar respuesta abrió los objetos cuidadosamente, listo para arrojarse hacia atrás si activaba una trampa, esperando encontrar algo que le fuera útil.

Al parecer Suoh se había equivocado otra vez porque había tomado de nuevo la mano izquierda, por lo que esta vez tomo el brazo derecho, le puso la sortija en el dedo índice pero antes de ponerlo en el sistema, camino hacia la cama y miro debajo de esta para ver si se encontrara con algo que le fuera de utilidad.

—Veamos que hay por aquí…—Dijo este mientras miraba debajo de la cama para tratar de hallar algo, pero desafortunadamente no se podía ver nada por lo que el espacio allí abajo estaba demasiado oscuro. Se levantó y se dirigió a la puerta para tratar de abrirla con el brazo derecho y la sortija puesta en su dedo índice.—Espero que esta vez sí funciones, ya quiero salir de esta apestosa habitación.—El pelirrojo le estaba hablando a la puerta como si esta lo escuchara tal cual lo haría una persona ordinaria. Al estar tanto tiempo en ese pequeño cuarto, el chichón en su cabeza y ese apestoso disfraz, lo estaban estresando demasiado, lo cual lo llevo a que empezará a hablar con el sistema de reconocimiento de la puerta, si estuviera acompañado, tal vez lo estuvieran mirando como si estuviera loco.

La muchacha paladeó más que satisfecha por lo que acababa de comerse, bueno, algo menos de lo que preocuparse al menos durante un rato. Más adelante debería volver a buscar comida y bebida, pero momentáneamente estaba satisfecha. Observó la nota que cayó en cuanto la puerta se abrió, dejándola algo confusa.

- ¡Oh! Entonces la nota de las mariposas había sido para eso... Entiendo. Bueno, llegué por otros métodos a la solución - la muchacha se encogió de hombros, la filosofía de la frase era bonita, pero poco útil en un mundo donde al final siempre se anteponía el aspecto físico. - Gracias casa, has sido muy amable con lo de que estuviese rellena la araña. Al final vas a ser hasta una buena... ¿Persona? Uhm, no, quizás eso no. Mejor edificación.

Salió al pasillo, pero al hacerlo, una sensación provocó que cada poro de su piel se erizara: había algo o alguien cerca. Pero por mucho que mirara no encontraba nada, sin embargo, eso no evitó que la muchacha siguiera en posición defensiva, no fuese a aparecer algo de repente que intentase matarla, o en el peor de los casos que intentase secuestrarla. Estaba harta de los secuestros. Aunque... Ahora que lo pensaba, esa sensación no le parecía de peligro, sino familiar, y además de algo o alguien que la alegraba, pero no llegaba a ninguna conclusión clara.

- ¿Hay un fantasma por aquí? Si es así, que haga levitar lo que sea y continúe con sus actividades paranormales, dejándome a mí en paz- la chica había llegado a la única conclusión lógica que podía haber para algo que está, pero que no puedes ver.

Dicho eso, la muchacha miró a su alrededor. A su espalda, la habitación que acababa de dejar se llamaba N9, a su derecha había otra habitación con muchos cristales en el suelo, ante la cual había otro letrero que ponía I6. A la izquierda, al contrario había una escalera y dos puertas. Decidió investigar primero en esas salas, no fuese a haber algo interesante en ellas, además de que los cristales le daban mala espina, ¿de dónde podrían haberse roto?
Aunque como la sensación de estar cerca de alguien no se iba, avanzó con la escoba sujeta de manera que si algo apareciese, pudiese darle un golpe. Mejor disparar antes y después preguntar...

Yo bien, y veo que tu también estas bien Dijo el tamer mientras miraba con ojos coquetos a la chica, Soy Dani, déjame ayudarte Dani se presento y consecutivamente le ayudo a la chica a recoger aquellos papeles, los cuales aquella chica miraba con insistencia, Que hace una chica tan bella como tu en un feo lugar como este? El joven elegido estaba tratando de recolectar información, así sabría se aquella corazonada que sentía en el pecho era cierta o no. Dani pensaba claramente que aquella persona que se encontraba frente a él podía ser una trampa, una ilusión, un monstruo, o simplemente una linda chica que llego al lugar más incorrecto en el momento más incorrecto. Los papeles que Dani levantaba los revisaba porque eso parecía estar haciendo la chica de negros cabellos y que postaba ese uniforme de colegiala de color verde, entre los pensamientos de Dani pasaba la idea de que la casa fuera una de esas en la que los hombres van a divertirse con las mujeres, y que aquella chica era una de las implicadas en aquella diversión para adultos, claramente esto no tenia mucha lógica, puesto que si fuese lo que dani piensa, este no habría estado atado con papel a una silla. Dani se levanto, acomodo sus vendas y estendio su mano para ayudar a levantar a la chica, mientras que le entregaba con la otra mano los papeles.

Fruncí el ceño, visiblemente molesta. No obtuve demasiados resultados con respecto a mi análisis del entorno, solo que las todas las puertas poseían algún tipo de seguridad para poder cruzarlas. Todas... excepto la G12.

Me di la vuelta, echando otra ojeada al tablón que colgaba de la pared, y poco a poco, una sonrisa fue aflorando por mi rostro, al recordar lo que había leído en uno de los papeles de ahí, algo que me había dado la pista para salir de allí.

Sonrisa XD:

- Bueno...-susurré, mientras desenfundaba mis espadas y comenzaba a hacerme invisible gracias a la runa que pendía de mi cuello-. Matar es algo que se me da muy bien...

Una breve y leve risa salió de mi pecho al decir eso, justo cuando parecía que no quedaba rastro de mí. Recordé entonces todas las muertes que había provocado. Entre todas ellas, una humana albina, un digihuman moreno, y Kira... A la primera no la recordaba, pero con las otras dos había sentido como parte de mi, algo que no era material, era resquebrajado... Un sentimiento un tanto extraño, cierto, pero necesario... Si iba a seguir con mis planes, no podía dejarme ablandar.

Sim más preámbulos, me quedé quieta, de espaldas a la pared, y mirando fijamente la puerta del G12 que se encontraba a unos cinco metros de mí. Esa era una puerta muy parecida a la mía, y había descubierto que estaba cerrada, por lo que debía de haber alguien dentro de ella. Mi plan era sencillo: esperar a que esa persona saliera de ahí, y atacarla sin piedad, tal y como la casa parecía haberme pedido.

<< Vamos, ratita... Sal de tu agujero... >>

~Carlos~

Antes de investigar la habitación, Carlos sintió un jalon del cinturón, el oso Teddy había desaparecido como por arte de magia y la puerta detrás de él había sido cerrada. Tomando el más filoso de los vidrios, comenzó a investigar la credenzas que estaban cercanas a la puerta del siguiente pasillo, en la primera encontraria una caja de fosforo con 23 unidades y en el segundo una botella de vodka  y más vidrios rotos que serian un par de vasos.

habilidades obtenidas:

~Janaan~

Janaan toco el botón con un poco de miedo pero nada malo paso, el cerrojo se destrabo y la puerta ya se podía abrir para pasar al pasillo. Desde el exterior de la puerta se podía apreciar la letra G seguida del número 12, el nuevo pasillo que desbloqueo para si misma era uno de los mejores ya que tenía acceso al piso superior y los inferiores por medio de una escalera que no le quedaba muy lejos. Está parte del pasillo contaba con otras 5 puertas aparte de la habitación G12 y estas era la habitación U15, el cuarto de juegos, el baño y dos secciones más del pasillo, todas tenían en la parte superior unas palabras para reconocer cual era cual. Aparte de otras habitaciones, el pasillo no contaba con gran variedad de cosas, solo había un sillón mohoso, un par de credencias y varios escáneres de manos. Además frente a sus ojos había una chica de pelo rojo empuñando dos espadas, lista para atacar a matar y para empeorar su situacion, ella usaba algun tipo de magia para no ser persibida por una vista normal.

~Suoh~

De una vez por todas, la puerta de Suoh se abrió dejando paso a un pasillo en particular de entre otros y era que es el primero con una ventana al exterior, también estaban las típicas credencias, una mesa de café con una llave roja (con dos cortes en cada lado) encima, dos floreros con tierra pero sin plantas, una televisión descompuesta con un control encima y otra puerta con un cerrojo anaranjado.

~Natasha~

En la habitación junto la de Natasha, en el picaporte apareció un oso colgando sin importancia ni necesidad. Las puertas que Natasha fue a investigar tenían un lector de manos, la cocina decía ‘‘el desafortunado’’ y la sala de tv ponía ‘‘el rojo’’.

~Zayyn~

La chica espero frente la puerta de la otra alma en pena cuando de repente apareció justo ante sus ojos un chico albino de pelos blancos con cara de preocupación. Este seria el segundo encuentro entre personas dentro de la mansión, y el comienzo de la verdadera razón por la que nadie se acercaba a la mansión.

~Danixion~

Mientras Danixion le daba a la chica los papeles del suelo, los cuales tenían escritos en distintas lenguas muertas y olvidadas, encontró una con un número 2 que sobresalía más allá de ser parte de un bloc de notas, pues era la única que tenia letras en español pero decían algo perturbador: ‘‘Entramos 7… Somos 8…’’. La chica sonreía cortésmente antes de responderle al tamer -Supongo que lo mismo que tú- ella tomo las hojas que le iban dando y las iba leyendo como si entendiera lo que ponían.

Por fin la puerta se había abierto dejando el paso hacia un pasillo con una ventana al exterior, el pelirrojo se asomó por la ventana y pudo notar que el lugar en el que se encontraba era algo baldío y tétrico, además de ser un poco sombrío, los arboles estaban secos y sin hojas que los cubriera y la tierra no era muy fértil. Se alejó de la ventana y se dirigió a aquella mesa de café y noto que sobre esta había una llave roja la cual tenía dos cortes en ambos lados, se acercó a la televisión descompuesta y tomo el control remoto, tal vez sería de utilidad, se acercó a las credencias para ver si dentro de los cajones hubiera algo que le sirviera.

—Veamos que encuentro por aquí.—Empezó a abrir cada uno de los cajones de las credencias tratando de buscar alguna nota, objeto u acertijo que lo ayudara para poder encontrar a su Digimon y salir de ese lugar. El pelirrojo dejo de buscar por un momento ya que se acordó de que su Terminal tenía la función de usar el mapa para encontrar Digimons y Tamers, la saco pero desafortunadamente aquella función no servía, por alguna razón el mapa no aparecía en la pantalla de la Terminal, al parecer no estaba permitido usar aquella función, por lo que la guardo y continuo buscando entre los cajones.

Mientras el muchacho veía el nuevo lugar al cual salió, un nuevo tirón proveniente de su cinturón lo sobresalto. - ¡¿Qué?! - De pronto el oso de peluche que se había colgado desapareció misteriosamente y la puerta de su habitación se cerró tras él. - Al cabo que no quería tu compañía... -

Al parecer investigar las credencias habían sido una de las mejores decisiones que pudo tomar, ya que en la primera encontró una caja de fósforos con nada menos que 23 de estos preciados objetos. - Bien, ahora puedo iluminarme en los lugares muy obscuros... o prenderle fuego a esta maldita casa... - Se guardó la cajita en el bolsillo donde tenía las monedas y sus objetos que lo acompañaron, dirigiéndose a una nueva credencia. - y aquí haaaaaay... ¡Vodka! - Dijo el muchacho tomando la botella entre sus manos. - Si Nat estuviera acá probablemente me pediría que la bebiéramos. - Una sonrisa apareció en su cara, y a sensación de la presencia conocida se hizo más notoria. - Mejor será que me lo guarde... - Diciendo esto se levantó y se aproximó a la primera puerta que estaba junto al cuarto del que salió, el Cuarto N9. - ¡¿Que habrá detrás de la puerta número dos?! - Como un animador de televisión el muchacho se burló un poco de su situación, mientras giraba el pomo de la puerta cuidadosamente.

Mi espera dio sus frutos. Al poco rato de quedarme ahí vigilando a que saliera otro de la habitación, la puerta se abrió, y un humano alto, albino, y de porte elegante salió por ella. Reconocí al instante al muchacho amigo de Kenshi que había ayudado en la Base Real a contratacar a las fuerzas de aquellos generales... No había hecho demasiadas migas con él, y no es que me cayera mal. Pero mi vida es mi vida, mi libertad es mi libertad... Tenía que hacerlo para encontrar a mis compañeros y para salir de ese lugar.

Me moví sigilosamente, sabía que no era capaz de verme, y eso me daba una gran ventaja para atacar por sorpresa. Por lo tanto, me moví a su espalda, y de buenas a primeras, hice aparecer mi digisoul rojo como la sangre. Posteriormente, hice desaparecer mi invisibilidad, y al mismo tiempo, descargué mis espadas sobre él, tratando de clavarlas en su cuerpo. Intentaba darme, una vez más, una victoria, e iba a luchar por ella tal y como la misma mansión me estaba pidiendo... Para sobrevivir tendré que matar. Y yo no pensaba morir tan pronto, tenía asuntos y planes que atender. Debía liberar a Vladimir, debía conseguir poder... Debía cambiar el mundo a mi antojo.

¿Desafortunado? ¿Rojo? Esos términos decoraban las puertas, pero no tenían significado alguno para la joven rusa. Como mucho, la de rojo podría implicar que para abrirla necesitase algo rojo, pero sin más pistas no tenía la menor idea. Además, no cargaba nada de ese color en ese instante, bueno, dejando a un lado su sangre, pero prefería mantenerla de momento en sus venas. Además, la puerta que ponía cocina era la que tenía el cartel de desafortunado, y había más oportunidades de encontrar alcohol -lo notaba cerca, o eso le decía su instinto- y comida en esa sala, que en una sala de TV. ¿Pero qué podría significar eso de desafortunado?

La muchacha suspiró y regresó ante la puerta de su habitación, pero por sorpresa para ella, había algo en la habitación contigua (la I6). Sobre el picaporte había un muñeco de peluche con forma de oso. La muchacha sonrió y lo sostuvo en su mano libre -la otra sostenía el sombrero y la escoba- desde que era pequeña siempre le habían gustado esos seres, sobre todo, porque los escaparates de las tiendas de juguetes estaban tan bonitos... Aunque siempre sentía la desesperación de tener que mirar sin poder comprar nada por vivir en las calles, sin padres que la quisiesen.

- Vaya, vaya, hola plyushevyy mishka, ¿te importa que para acortar solo te llame Mishka? Es que si no va a ser demasiado largo - la chica no sentía vergüenza alguna de hablar con el muñeco, a fin de cuentas, se sentía sola y era mejor hablar con un objeto de felpa que con un ser invisible.- Bueno, parece que te ha enviado la señora casa por algún motivo. Así que, llevémonos bien.

La rubia observó la puerta, a diferencia de las otras dos no ponía requisito alguno, así que, tras encogerse de hombros, la chica decidió abrir la puerta, sosteniedo obviamente al ser de peluche entre sus brazos.

traducción:

Dani noto despues de un momneto que la chica leia los papeles y que estos estaban escritos en lenguas antiguas, por lo que la chica tenia que ser bastante inteligante, o una trampa. Dani ya se empezaba a poner paranoico, y aun mas cuando entendio lo que decia uno de los papeles que él tomo, Así que hay 5 personas mas aqui que no conosco, y apuesto a que la ocatava persona es nuestro anfitrion. Dani camino un poco para luego percatarse de las puertas que habian en el lugar, pero lo que mas le intereso fueron aquellas escaleras que lo conducian hacia arriba. Conoces algo sobre este lugar? pregunto a la chica cuyo nombre no habia querido decir.

off:
No puedo hacer post de 200 palabras simplemente porque no tengo office en mi pc (es uno nuevo) acepto la disminucion de HP

El pomo de la puerta se giró sin hacer mayor resistencia, como si alguien hubiera salido recientemente de ahí. - Que extraño... - Dijo el muchacho sin soltar la "esfera" de metal de su mano. - Pensé que pondría más resistencia... - Antes de decidir que hacer una risa espectral se escucho en todas las direcciones, como si la misma casa se estuviera riendo de algo. - ... - De pronto se cruzó por la cabeza del muchacho la idea de que esto no era una broma de sus compañeros de laboratorio. - ¿Chicos? Si esto es una broma ya no es divertido... - Espero una respuesta en silencio aún sujetando el pomo de la puerta... nada... - Mierda, creo que esto va en serio. - Con el ceño fruncido abrió lentamente el cuarto con cuidado de no activar una trampa o algo por el estilo.

En la nueva habitación que entró parecía que un huracán hubiera pasado por ahí. En una esquina una cama sin sabanas ni colchón reposaba, mientras toda la habitación estaba repleta de telarañas y de hojas de papel. - Veamos que tenemos acá... - El muchacho se adentró en el cuarto, y se dio cuenta que por el otro lado la puerta estaba hecha de platino. - Que elegante... - Con cuidado comenzó a tomar las notas que estaban en el suelo para leerlas en busca de pistas.

OFF: como no pusiste descripción del cuarto tomé la que se dio en el principio más las modificaciones que hizo Natasha.

La muchacha entró a una habitación que parecía una típica de un niño pequeño, dado que todos los muebles tenían ese toque infantil. Aunque estaba horriblemente sucia, papeles, monedas, e incluso ¡comida! Aunque pensándolo bien, ¿en qué casa dejaban todo hecho un asco? Porque vale, en su anterior habitación había suciedad, pero al menos solo eran arañas, nada más. Sin embargo, esta tenía ese toque a abandono.

- Parece que hace mucho que nadie está aquí, pobre Mishka te has tenido que sentir muy solito en esta casa.

La muchacha curioseó por el suelo, a ver si encontraba algo. Pero toda la comida estaba en descomposición, por lo que lo único que tomo fueron las monedas. Quién sabe, quizás venían hasta bien fuera de la casa.
Sin embargo, tras su búsqueda por el suelo, alzó la mirada a una pared, donde las letras se habían borrado, pero suponía que ponía Oso Teddy.

- Vaya, que suerte que te encontré antes, si no, no hubiese podido salir de aquí, gracias por todo Mishka- sin embargo, una tétrica risa se escuchó por toda la casa. - ¿Uno menos? ¿Es que acaso hay más gente aquí?- preguntó al oso, como si este tuviese todas las claves del lugar.

Suoh encontró, en el cajón de la derecha, una nota que decía “Busca dónde no buscas”, el pelirrojo la tomo y la guardo, en el cajón de la izquierda al fondo encontró unas pilas, de las cuales solo una estaba intacta, porque las demás estaban partidas a la mitad. Debajo de ellas había un papel que se veía raro, como si estuviese manchado de varios colores, de forma rara. Suoh tomo el papel para echarle un vistazo y saber qué era lo que quería decir, si tenía un mensaje oculto, algún acertijo o algo parecido.

—Veamos que dice…—Dijo mirando la el papel y se dirigía a la siguiente credencia para ver que más hallaba, también saco la llave roja que tenía dos cortes en cada lado, la cual había tomado anteriormente de la mesa de café. Luego le hecho un pequeño vistazo a la puerta que tenía un cerrojo anaranjado, y se puso a pensar en que si la llave abriría esa puerta, le hecho un pequeño vistazo a la televisión y pensó en romper el vidrio de esta para ver que hallaba en su interior, pero lo haría después de revisar las demás credencias ya que no podía dejar nada atrás.

Me relamí los labios, mientras veía a mi arma dirigirse rápidamente al cuerpo de mi presa. Esperé que pronto todo se tintara de rojo, de un precioso y embriagador rojo, pero, en vez de eso, algo extraño sucedió. Antes siquiera de que la punta de mis armas encontraran su carne, el humano albino fue como arrastrado por algo, y rápidamente, desapareció por las escaleras. Por unos momentos, me quedé patidifusa, sin entender qué cojones había pasado, o qué había sido lo que me había robado a mi víctima. Luego, cuando recobré el habla, solté un gruñido de frustración, envainé otra vez las espadas a mi espalda, y me dirigí hacia las escaleras para bajarlas.

No obsante, cuando ya iba a poner una zarpa sobre el primer escalón, algo me hizo detenerme, una voz de ultratumba que resonó por la casa, reverberando por todas las paredes. La risa hizo que el cabello se me erizara, y me volví hacia todos los lados, alerta, pero no logré ver nada. Y encima, para aumentar la sensación de inseguridad, la misma voz susurró unas palabras que evidentemente, deban a entender que aquello no era un juego... Era una matanza...


Entorné los ojos, ¿esas palabras significaban que habían matado a Janaan? Solo quedaba una explicación para todo aquello... A nuestro anfitrion le importaba bien poco quién moría, si anunciaba una muerte de una manera tan pública. Eso quería decir que no me había ayudado por mera cortesía... Y que yo también estaba en la lista negra.

Tragué saliva, pero volví a ser dueña de mis acciones, y comencé a bajar las escaleras con cuidado y en silencio, intentando no hacer demasiado ruido.

Tranquila, yo sospechaba que tueras la anfitriona, pero no tienes la pinta de poder hacer lo que sea que este pasando aqui dentro Dani tenia un plan, pero aun no sabia si resultaría, ya que no conocía bien a la chica. Intuyo que si estas aqui es porque tienes un compañero digimon y lo estas buscando no? Mientras Dani esperaba la respuesta de aquella extraña chica, observo todo lo que a su alrededor había, algo que le fuese de utilidad, Dani camino hacia las demás puertas, por lo que logro ver todos sus nombres, pero aun así le llamaba la atencion la escalera, todas las puertas estaban cerradas, así que la chica deberia de haber llegado de allí. Que hay aqui arriba? pregunto el joven tamer para obtener un poco mas de información al respecto, ya que cada vez el lugar se ponía mas y mas extraño, sobre todo cuando aquella extraña voz dijo que había un integrante menos, lo que significaba que ahora habían 5 extraviados y el anfitrión.

En el piso dos hubo un brillo en la puerta del cuarto de juegos, proveniente del escaner, cuyo grabado cambio de ‘‘Caballero’’ a ‘‘Extranjero’’.

~Carlos~
El chico de las gafas rotas logro entrar en un nuevo cuarto pero no había gran cosa en su interior, a no ser que una nota que ponía ‘‘Sótano’’ le pareciera algo con gran importancia, al pie de la nota firmaron con la frase: ‘‘De la gente del tercer piso’’.

off:

~Suoh~
El joven de pelos rojos no encontró nada más en las otras credenzas por lo que tendría que continuar con lo que ya tenía.

off:

~Natasha~
Natasha le hablaba al oso como si le fuera a responder, lo extraño es que si le contesto pero no hablando, sino que su cabeza se cayo por estar mal cocida revelando que dentro de él había un grabador y dos pequeñas cintas a un lado.

~Zayyn~
La pelirroja llego a la planta baja o piso 1, con su presencia en el lugar uno de los escáneres brillo indicando que debían poner una mano sobre ella y no era ni más ni menos que el cuarto de televisión. No había otra cosa en la habitación que pudiera servirle en estos momentos por lo que tendría que seguir avanzando por alguna puerta o por las escaleras.

~Danixion~
-No te molestes- dijo la chica -El otro chico que salio del cuarto beta dijo que el ático estaba cerrado, por cierto yo salí del cuarto alpha- la suposición de Danixion sobre que las puertas estaban todas cerradas era totalmente errónea y las únicas puertas con escaners eran la Sala de Huesos cuyo grabado decía ‘‘Extranjero’’ y el Cuarto Roto con un grabado de ‘‘Investigador’’.

off:

off de disculpas:

Nada más bajar al piso inferior me aseguré de estar completamente sola en el lugar donde me encontraba. Miré a mi alrededor, y a primera vista conté cinco puertas a las cuales podría optar por utilizar. No obstante, una entre todas ellas llamó mi atención, puesto que el escaner de mano que tenía junto a sí se puso a brillar ante mi presencia. Fruncí el ceño y ladeé la cabeza, caminando hacia dicha puerta y observándola durante unos segundos con atención.

Al principio no las tuve todas conmigo de poner la mano sobre el escaner, pero después llegué a la conclusión de que no tenía nada mejor que hacer, ni tampoco podía perder nada, de momento. Me rasqué la nuca de manera distraída, y después deposité la mano sobre la marca de la huella en el escaner, esperando de verdad que la puerta se abriese, y me mostrase una nueva habitación. Porque, ¿quién sabía qué podía encontrarme en la nueva habitación, o si mis digimons se encontraban en esta?

Y luego había otra cosa. Estaba el hecho de que el presunto cuerpo de Janaan no andaba por ninguna parte, si es que de verdad lo habían matado, por lo que debían de haberlo metido en algun lado... ¿no? Contuve un escalofrío, lo menos que quería ahora era saber qué era lo que habían hecho al cuerpo del albino. No tenía ganas de preocuparme antes de tiempo por mi integridad física.

La chica suspiró resignada a que no le contestara para nada el oso de peluche, se sentía bastante relajada para lo que sería una persona normal en esa situación, en cierto sentido, era inconsciente a lo que la rodeaba. No quería percatarse de que de verdad había cosas demasiado extrañas dentro de esa casa, más bien, se lo tomaba todo como un sueño raro y curioso pero nada más.

Volvió a dirigir su mirada por toda la sala, sin encontrar nada interesante. Al parecer, las arañas eran indicadores de que había algo interesante, o al menos eso parecía estar dando a entender la casa. Aunque eso solo eran pensamientos de la rusa, seguía teniendo hambre, pero sobre todo buscaba vodka. Definitivamente tendría que mirar en la cocina... Por probar no perdería nada así que, sí, lo mejor era salir.

Al darse la vuelta, los pies de la joven se toparon con algo blando. Concretamente, la cabeza de un oso de peluche, o mejor dicho, la de Mishka.

- ¡Nooooooooo!!Mishka... Eras demasiado joven para morir- los ojos de la rusa se cristalizaron al alzar el cuerpo del peluche para cerciorarse de que de verdad fuese su peluche el roto y no un "regalo" de la casa. Pero recuperó la seriedad al ver algo en su interior.- Parece que aunque hayas dado tu vida por la causa, aún quieres ayudarme, pequeño amigo. Nunca te olvidaré.

La chica dejó el sombrero -pisándolo para no dejar escapar a la araña- y la escoba para poder meter las manos tranquilamente en el cuerpo del oso y sacar aquello que ocultaba. Dentro no había más que una grabadora y dos cintas. La muchacha sumamente curiosa introdujo la primera de ellas (supongo que pone un 1) y esperó pacientemente a ver que la tenían que decir.

Las notas que el chico tomó no tenían mayor importancia, la mayoría eran garabatos y dibujos mal hechos. - Sorprendente... un montón de papeles inútiles... - Estaba apunto de darse por vencido cuando de pronto una de las notas llamó su atención. - ¿eh? - La separó de todas, mientras dejaba el resto sobre la cama. - ¿Sótano? - El mensaje no era la gran cosa, ahora sabía que además de constar de más de un piso la edificación también contaba con un sótano. - De la gente del tercer piso... - En cambio la firma era algo más llamativa. - Bien, esto tiene como mínimo 3 pisos... no creo que sea tanto trabajo encontrar la salida... - Guardó la nota junto a las otras que había obtenido anteriormente, y dio una mirada más antes de salir por la puerta nuevamente al pasillo por el que entró.

El chico comenzó a caminar hacia las escaleras, pero antes de decidir bajar vio los dos cuartos que quedaban. - Bueno, ya estoy aquí y que probablemente no vuelva a visitar este piso... podría echar un vistazo a estos cuartos... - Desvió su trayectoria a la habitación más apartada del pasillo la cual tenía un letrero que decía"Sala de Tv".

La nota que tenía varios colores no era nada más que basura innecesaria, por lo que decidió continuar su camino con lo que ya tenía con él hasta ahora. Se acercó a la puerta e introdujo la llave roja en el cerrojo anaranjado, tratando de averiguar si tal vez esa llave funcionaria con aquella cerradura.

—Espero que sea la correcta.—El pelirrojo giro la llave en el interior del cerrojo, para tratar de abrir la puerta y poder avanzar para encontrar a Kotemon y terminar de una vez por todas con todo este juego de acertijos.—¡Abre ya!—Suoh estaba desesperándose, no era uno de esos tipos los cuales eran buenos en los acertijos, era todo lo contrario. Suoh forcejeo un poco para ver si así la puerta se abriría, ya que tal vez era por la llave que tenía aquellos cortes en ambos lados, o sino, era porque esa llave no correspondía a ese cerrojo y que debía de seguir buscando la llave que podía abrir la puerta. Suoh se preguntaba que se encontraría al otro lado de la puerta, tal vez problemas, tal vez algún aliado o si había suerte, a Kotemon, aunque no habían quien lo asegurara.

Hablando de otro chico, donde esta? Dani se preguntaba curiosamente por el otro personaje que había sido introducido por la chica a su extraña historia, consecuentemente, dani empezó a descartar cuartos para de esta manera darse cuenta de que solo dos tenían escáneres, y que de alguna manera las palabras que tenían escritas eran una pista sobre que había dentro o sobre la manera de abrirlas. El resto de las puertas eran comunes tal parecía, pero Dani se centró en la que conducia al siguiente pasillo, casi que ignorando los otros cuartos, de esta manera trataría de encontrar una zona más por la cual escudriñar para encontrar una salida, y claro encontrar a su compañero Impmon. Me acompañas al otro pasillo a tratarde encontrar una salida, o te quedas a seguir haciendo lo que se supone que hayas estado haciendo mientras no estaba aquí contigo? El plan de Dani seguía en pie, y su latigo estaba listo para ser usado en caso de emergencia. El joven Tamer no dio espera a la respuesta de la chica, así que se aproximo lentamente a l puerta que conectab con el siguiente pasillo, y tomo el pomo de la misma con su mano derecha, haciéndolo girar para abrir la puerta.

~Suoh~
La llave roja parecía no caber en la hendidura de la cerradura por lo que Suoh debía prestar más atención para buscar lo que tanto anhelaba, su libertad.

~Natasha~
-Día X del mes X- la voz de un hombre provino de la cinta -Si escuchas esto estas dentro del juego, si escuchas esto debes de ir al piso… *ZZZ* Linterna… *ZZZ*- algo parecía haber dañado la cinta -No estamos solos… *ZZZ* Mi compañera murió… *ZZZ* Creo que es el mismo ente de antes… *ZZZ* Los objetos y cuartos ocultos son la clave…- el narrador de la cinta parece haber hecho una corta pausa pero su continuación no iba a ser tan agradable como hasta ahora -Está aquí, por Dios…- el hombre tenia una voz cansada y triste, y también estaba llorando -No… Yo juego… ¡No puedes hacerme esto! ¡¡NOOOO…!! ¡Para quien encuentre esta cinta, vayan al…!- unos sonidos como de ahogo acabaron con la cinta dándola por finalizada.

~Zayyn~ y ~Carlos ~
El escáner se ilumino de un color grisáceo  al sentir el tacto de la mano de la pelirroja, forzando el abrir de la puerta del cuarto de TV. A primera vista el cuarto era pequeño, oscuro, con tapices en las paredes y el suelo alfombrado, lo más notoria en ese lugar era la ausencia del cuerpo de Janaan, quien parecía haber desaparecido sin dejar sangre ni ningún otro tipo de rastro. Pero lo importante era la televisión sobre una mesa en la pared opuesta de la habitación, la cual parecía ser un sistema de vigilancia en la casa con una serie de botones que decían: alpha, beta, investigador, rojo, desafortunado, optimista, extranjero, caballero y ‘‘risa’’, está ultima parecía estar rota. En la pantalla del televisor pasaban un programa que tenia el titulo de ‘‘Optimista’’ a un costado donde se mostraba al tamer Danixion hablar con una chica -Él debe de andar por ahí y prefiero quedarme- el joven envuelto de papel higiénico se adelanto para abrir la puerta y la imagen se puso borrosa como si le faltara señal. En ese preciso momento el botón de ‘‘Risa’’ brillo haciendo sonar la atemorizante risa lunática que sonó tras la muerte de Janaan.

El televisor comenzó a sintonizar un nuevo programa que se titulaba ‘‘Investigador’’ que mostraba a una chica pelirroja de espaldas que en cuyas manos se hallaban dos espadas y estaba contemplando un televisor, alejando la cámara se notaba que el principal de ese programa no era otro sino Carlos habiendo llegado a otro cuarto pero habitado.

off:

La puerta se abrió ante el chico sin oponer mayor resistencia. - Que suerte, dos puestas que se abren fácilmente ¿Tal vez solo pensaron un acertijo para la primera...? - La sangre del muchacho se heló, al otro lado de la puerta una chica de cabello rojo estaba de espaldas a él viendo una televisión... y para colmo la televisión mostraba la misma imagen. - Tú... - Era la misma chica con la que había tenido el encontronazo en la montaña hacia tanto tiempo. Si bien llevaba un traje algo raro, recordaba perfectamente que era un peligro para cualquiera que estuviera cerca de ella.

Si ella estaba ahí probablemente su BlackGatomon también estuviera con ella en el edificio. - Mierda... - Una subida de Adrenalina impulsó al muchacho a retroceder nuevamente al pasillo, cerró la puerta de golpe y corrió directo a las escaleras. Aquella chica tenía dos espadas, y él tenía un simple trozo de vidrio por lo que cualquier intento de luchar contra ella terminaría en un mal final para él.  - Vamos, no me falles... - Apresuradamente sacó de entre sus ropas el emblema que llevaba colgando. Intentaría invocar a algún digimon para que distrajera a la chica mientras él se intentaba esconder bajando las escaleras hacia el sótano.

La muchacha parpadeó con lentitud, tratando de memorizar la cinta que estaba escuchando. Aunque a pesar de las voces asustadas, ella ya suponía que no era más que una forma de la casa de asustarles, a fin de cuentas, era demasiada casualidad que un peluche en apariencia algo viejo, pero en buen aspecto, ahora se encontrase sin cabeza. Pero bueno, si había que fingir entrar en pánico para salir del lugar, lo haría.

- Vale, entendido, al piso del sueño y con una linterna. Sin ella somos inútiles, o es porque se van a ir las luces del sitio. Entendido- suspiró resignada observando los restos del muñeco de felpa. - Bueno, de nuevo sola, y en esta ocasión solo con una araña para hablar. ¡Mándame a alguien con el que puede hablar, casa! O mejor, ¡manda vodka!- la rubia seguía empeñada en que el edificio era capaz de escucharla.

Luego, colocó la segunda cinta y le dio al play. Mientras que sonaba, se colocó el aparato en el escote del vestido, y recogió sus cosas para salir de la habitación. En esa sala no había nada, y quizás debería mirar bien las demás salas del lugar, no había intentado meter la mano en los lectores. Además, si era como antes, tras "abrir" una puerta, otra le dejaría pasar. Quizás funcionase así la casa, y no tuviese que meter las manos en ningún lado, el tener un diente menos la había hecho recapacitar en cuestión de ir a por la primera opción.