Entrenando al aura del viento

Layla caminaba a paso dudoso por la Digicentral, mirando en diferentes direcciones y con su Terminal de Batalla en una mano y con la Tsubasa no Kami en forma de cetro en la otra. Leía una y otra vez el mensaje que había recibido por parte de otro Tamer en el cual le pedía que se reuniesen en aquel lugar. Jamás había estado allí, por lo que no sabía si iba por buen camino.

Pasados ya unos minutos se detuvo en medio de aquel lugar y guardó la Terminal en el bolsillo que yacía al interior de su chaleco azul. El remitente del mensaje era un chico llamado Ruben, por lo que se quedó ahí y esperó pacientemente a que apareciese el susodicho. Mientras esperaba comenzó a tararear en voz baja una canción.

Me levanto de la cama tras una larga siesta, tomo mi digivice y veo el reloj, al percatarme de la hora me levanto de apuro y le arrojó un par de zapatos a Bearmon, el cual estaba durmiendo en la cama de alado. –Bearmon despierta, ya vamos tarde al entrenamiento con Layla, ella ya debe de estar esperándonos.- Norn me había dicho que una nueva arma aura había sido entregada a una joven llamada Layla, y como una nueva portadora de un arma aura iba a necesitar de entrenamiento para controlarla y controlar los poderes de los digimental.
Bearmon se despierta y me arroja los zapatos que le había arrojado a él y me impactan en la cabeza. –No hace falta que me arrojes con tus zapatos apestosos, no tengo el sueño tan pesado como tú- La expresión de Bearmon era de molestia, ya que al igual que a mi odiaba que lo despertaran cuando estaba durmiendo. Me calzo los zapatos y tomo mi terminal y el digivice y salgo de la habitación junto a Bearmon, nos dirigimos al pasillo principal y miro hacia abajo por la barandilla de la escalera, desde ahí puedo ver en el suelo una figura humana. Sin demora tomo uno de los ascensores del lugar y bajo hasta el primer la planta baja.
-Hola, lamento la demora, tenía algunas cosa que hacer.- llevo mi mano a mi nuca como auto reflejo y salgo del ascensor seguido por Bearmon.

Permaneció varios minutos allí, esperando. Hasta que finalmente quien supuso que era el remitente del mensaje hizo acto de aparición. Este saludó al tiempo que se llevaba una mano a la nuca, y tras él un Bearmon le seguía de cerca. La niña no pudo evitar pensar que aquel era un Digimon muy tierno, pero antes de hacer algo más ella también correspondió el saludo de forma educada.

—Mucho gusto, te agradezco el hecho de que me ofrezcas tu ayuda para aprender a utilizar el arma aura.—Hizo una ligera reverencia y hecho eso le sonrió al muchacho.

Al acercarme más a la chica logro notar algo en ella que me era familiar, pero no podía recordar que. La chica hace una reverencia lo cual me hace sentir avergonzado y mi rostro se ruboriza un poco. -disculpa, pero tu rostro me es familiar. ¿Ya nos conocíamos?- Le pregunto algo avergonzado, ya que mi memoria para las personas a las que había visto pocas veces era más bien mala y solía olvidar desde los nombres hasta el rostro de las personas.

Al escuchar la pregunta del muchacho la pelinegra se quedó pensando unos segundos mientras le examinaba minuciosamente con la mirada, hecho eso la joven entonces recordó.

—¡Tienes razón! Recuerdo que fue en el Digimundo, un bosque con mucha neblina, creo que por un momento nos vimos sin darnos cuenta.—Dijo aquello con una sonrisa mientras inevitablemente recordaba cuando en aquel inesperado "viaje" Impmon había intentado guiarla por la espesa neblina del bosque y habían terminado bastante perdidos.

Al escuchar la historia de la chica el recuerdo regresa a mí, nos habíamos visto en la Isla de los Dioses antes de que aquella fisura dimensional nos secuestrara a mí y a Bearmon. -Es verdad, ahora lo recuerdo, creo que aquella ves no tuvimos la oportunidad de hablar, es bueno ver que te has vuelto una portadora del poder del aura como yo.-
Bearmon se adelanta a mí y mira a Layla. -Perdónalo, tiende a olvidarse de todo si no se lo estoy recordando a cada rato.-
Fulmino a Bearmon con la mirada. -Oye, eso no es cierto- Le respondo con algo de molestia. -El entrenamiento- Me responde Bearmon y al escuchar esas palabras me doy cuenta de que ya lo había olvidado por completo y me siento algo avergonzado de la forma tan simple en la que había demostrado su punto de vista. -eto... es verdad, vamos. Sube al ascensor y vallamos a un lugar más apropiado para entrenar.- Retrocedo y me subo al ascensor al igual que Bearmon y nos quedamos esperando a que suba Layla.

La chica no pudo evitar reír un poco ante la pequeña "discusión" entre el Bearmon y su Tamer, cuando estos dos últimos ingresaron al ascensor ella también les siguió sintiéndose muy emocionada. Al ingresar junto al chico y el Digimon ella entonces fijó su atención en el Bearmon, era la primera vez que veía uno en persona.

—Eres muy tierno.—Emitió aquel comentario mientras sonreía dulcemente. Tras aquello la chica observó al muchacho.—¿El entrenamiento será muy difícil?

Al escuchar aquellas palabras Bearmon se sonroja un poco y boltea su hocico a un lado para que Layla no pueda verle directamente a la cara. -Eto...gracias.- Dice apenado.
Al ver la reaccion de Bearmon sabia que no podia dejar de aprobechar la oportunidad para molestarlo. -Si piensas que es tierno tendrias que verlo cuando se esta tomando un baño, parece como si estubiera drogado.- Al decir esas palabras Bearmon me fulmina con la mirada y apreta y me señala para luego llevar su garra a su cuello y hacer el tipico gesto de "estas muerto". Pero su rostro cambia rapidamente al encontrar algo con lo que poder vengarce. Se da vuelta y mira a Layla fijamente. -No le hagas caso, solo esta celoso por que ninguna mujer le hace caso, yo digo que en cualquier momento de hace gay para ver si logra tener mas suerte con los hombres que con las mujeres.- No puedo evitar el querer extrangular a mi compalero en aquel momento, pero opto por ignorarlo y concentrarme en la chica y en su otra pregunta la cual tendi a ignorar para molestar a Bearmon. -Bueno dejemos el juego y vallamos a lo que hemos venido a hacer.-
Al ver que cambie de tema Bearmon no puede evitar sentir un aire de grandeza y se superioridad. -Es verdad- Al terminar de decir eso llegamos al 8vo piso y las puertas se abren y le hago un gesto para que me siga mientras ablo. -Tranquila, solo buscaremos que te adaptes y logres familiarizarte con tu arma y a usarla en batalla y fuera de ella.- El pasillo en el que salimos era igual que los demas de la central y al entrar por una puerta nos encontramos con una gran habitacion la cual tenia dentro otras cuatro puertas las cuales tenia a su vez computadoras externas y otros artilogios. Me hacerco a uno de los paneles y sincroniso los controles con la de mi terminal. Abro la puerta y entro junto con Layla y Bearmon. -En este lugar entrenaremos. Pero primero que nada. ¿Tienes algun simbolo?.- La abitacion no era muy grande, media unso 4x4x4 y todas las paredes y suelo eran blancos con lineas que daban luz a la habitacion.

La Hunter al notar la reacción del Bearmon pensó que ahora se veía el doble de tierno, y al escuchar el comentario de Ruben emitió una risa en voz baja. La cual después esforzó en contener por lo que le dijo el pequeño Digimon oso.
Cuando el ascensor llegó a su destino las puertas se abrieron y rápidamente la niña siguió al muchacho, ella asintió al oír lo de familiarizarse con su arma aura, realmente se sentía emocionada.

Mientras avanzaban pensó en lo sencillo que podía llegar a ser el perderse en la Digicentral, era un lugar enorme. Finalmente cuando hubieron llegado a una sala completamente blanca, a excepción de unas líneas que recorrían las paredes la pregunta de su interlocutor le tomó por sorpresa.

—¿Un símbolo?—Primero miró al chico, después al Bearmon y por ultimo bajó la mirada mientras se rascaba la cabeza.—Eh...etto...

Al notar que Layla no sabía de lo que estaba hablando extiendo mis manos asía adelante y hago como si estuviera sosteniendo algo entre mis manos. -Espada Aura- Al pronunciar esas palabras una energía de color azul cubre mi cuerpo y esta luego se concentra en mis manos y comienza a tomar la forma de una espada hasta que esta se materializa por completo.

Me acerco a Layla y coloco la espada de cabeza y le muestro la empuñadura, la cual tenía grabados en forma de discos los símbolos de los digimental, cada uno de ellos brillaba con su color correspondiente.
-Estos son los símbolos de los cuales te hablaba, son la marca de los guardianes de los digimental, cada símbolo tiene un poder diferente y a su vez le concede a las arma aura un poder nuevo.-

La pelinegra observó con asombro la espada y el como esta se materializó en las manos del chico. Entonces cuando este último le mostró la empuñadura del arma la Hunter entonces entendió a lo que este se refería.

—A ver, eh...—La niña entonces hizo aparecer su arma aura en forma de cetro y le examinó con la mirada para ver si tenía alguna marca de los pocos Digimental que poseía.—No tiene esas marcas, o al menos yo, no las encuentro.

Dijo con cierta desilusión reflejada en su hablar para luego observar las marcas en la espada del muchacho. Sin percatarse había comenzado a mostrar cierto aire infantil.

Al percibir su desilusión llevo una de mis manos y se la coloco en el hombro como señal de que no se tenía que preocupar por eso. -Tranquila, yo no sé mucho sobre las demás armas aura, puede que cada una tenga sus trucos o que no todas marquen los símbolos como la mía, revisa en tu terminal de batalla, ahí deben de marcar los digimental que poses, y de lo contrario podemos entrenar sin usarlos.- Tras decirle eso me retiro un poco de ella.

Aunque la verdad es que no sabía que podía hacer ella solo con su cetro sin ningún digimental que le diera poder, mi espada al menos podía cortar, pero un cetro sin digimental no iba a poder hacer mucho. La verdad era que me gustaría habar con el creador de las armas y pedirle un manual, eso nos sería de gran ayuda.

Tomo mi terminal y programa el cuarto, en unos segundos todo se ilumina y el entorno cambia totalmente, las paredes y el suelo desaparecen y en su lugar aparece una inmensa pradera con un cielo azul como muy pocos, a unos 10 metros de nosotros aparecen unos blancos de tiro flotando en el aire.

-Descubramos que puede hacer tu arma. ¿Qué sabes sobre ella?- Le pregunto más por curiosidad y para saber que hacer que para medir su conocimiento en sí.

La niña sintió la mano de Ruben posarse en su hombro y alzó la vista para verlo, al tiempo que escuchaba en silencio lo que este le dijo. Cuando él hubo terminado de hablar la pelinegra sujetó su cetro con una mano y con la otra extrajo su terminal de batalla del bolsillo interno de su chaleco azul.
Y mientras hacía eso, la habitación en la que estaban comenzó a cambiar. Al percatarse de esto la Hunter comenzó a observar la metamorfosis del entorno a su alrededor con la sorpresa y emoción reflejadas en sus pupilas.

Cuando el proceso hubo terminado la chica observó maravillada el drástico cambio y luego al muchacho, aunque volvió a la realidad al oír el comentario de este

—¡Ah, cierto!—Para en parte responder las dudas del muchacho Layla le entregó a este su Terminal de Batalla, la cual mostraba en la pantalla los Digimental de los cuales ella era poseedora.—Bueno, sé que mi arma puede curar, y que puede adoptar otras formas.