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Susurro del viento
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Susurro del viento
Los árboles antiguos, la niebla invariable, un extraño silencio... Todo ello es lo que conforma este bosque alejado en una isla solitaria. Todo en él impone respeto, como si en el hiciera mucho que nadie ponía sus pies siendo extranjero. La brisa removía las hojas creando una extraña melodía: quizá era una advertencia para el caminante descuidado sobre los que estaban allí, o quizá simplemente era el viento entre las ramas. ¿Quién lo sabía?
Desde luego, el digimon que saltaba de rama en rama con cuidado, lo desconocía. Pero reconocía por su instinto que había algo que no le gustaba en el bosque. Sus patas se movían veloz y ágilmente entre las ramas, sin hacerla perder el equilibrio y provocando el mínimo ruido. Tenía que tener cuidado, debía proteger a su compañera y por eso, mientras que la chica de cabellos azules descansaba abrazando un huevo, ella hacía rondas a su alrededor. Alejándose 100 metros para después regresar y volver a ir por otro camino.
Esperaba que en caso de que algo ocurriera ella se diera cuenta. Pero no estaba segura del todo... Además de que ese aire la molestaba en la piel, era como si algo maligno habitara allí.
Renamon se detuvo a escuchar más atentamente, cerrando los ojos. Tranquila y quieta, intentando descifrar el mensaje del viento. Pero este solo la removía su pelaje amarillo, sin dejar nada claro.
- ¿Qué es lo que quieres decir?- preguntó al elemento invisible. Sin obtener respuesta alguna...
Al menos por ahora.
Desde luego, el digimon que saltaba de rama en rama con cuidado, lo desconocía. Pero reconocía por su instinto que había algo que no le gustaba en el bosque. Sus patas se movían veloz y ágilmente entre las ramas, sin hacerla perder el equilibrio y provocando el mínimo ruido. Tenía que tener cuidado, debía proteger a su compañera y por eso, mientras que la chica de cabellos azules descansaba abrazando un huevo, ella hacía rondas a su alrededor. Alejándose 100 metros para después regresar y volver a ir por otro camino.
Esperaba que en caso de que algo ocurriera ella se diera cuenta. Pero no estaba segura del todo... Además de que ese aire la molestaba en la piel, era como si algo maligno habitara allí.
Renamon se detuvo a escuchar más atentamente, cerrando los ojos. Tranquila y quieta, intentando descifrar el mensaje del viento. Pero este solo la removía su pelaje amarillo, sin dejar nada claro.
- ¿Qué es lo que quieres decir?- preguntó al elemento invisible. Sin obtener respuesta alguna...
Al menos por ahora.
Invitado
Re: Susurro del viento
El viento seguía soplando, tratando de advertirla, pero el elemento hablaba en un lenguaje desconocido para la mayoría de los mortales. Intentaba avisarle de que allí se encontraba un peligro, nuevo, que no pertenecía a ese lugar.
El viento se agitó un momento, y pudo escucharse un extraño sonido, como el de un rugir de algo. Abajo, en el suelo, una extraña criatura alargada y con unas patas redondas se desplazaba rápidamente, y encima suyo lo montaba un digimon negro, con ropas de cuero. Iba tranquilamente avanzando y silbando una cancioncilla. Tras él, aun en el lomo de la "criatura" había un bulto, maniatado, tratando de zafarse de las ataduras.
- ¡Socorro! D:
El viento se agitó un momento, y pudo escucharse un extraño sonido, como el de un rugir de algo. Abajo, en el suelo, una extraña criatura alargada y con unas patas redondas se desplazaba rápidamente, y encima suyo lo montaba un digimon negro, con ropas de cuero. Iba tranquilamente avanzando y silbando una cancioncilla. Tras él, aun en el lomo de la "criatura" había un bulto, maniatado, tratando de zafarse de las ataduras.
- ¡Socorro! D:
Re: Susurro del viento
Renamon continuó con su recorrido, algo frustrada por no entender de dónde le viene esa sensación de peligro. Aunque no puede hacer nada por captar ese significado. Por ello continua saltando de un lado a otro.
Se detiene cayendo al lado de su compañera que se encuentra dormida, con lágrimas corriendo aún por las mejillas. Se las retira con cuidado y la cubre con una manta que había en la mochila de Alyria. Sonríe y continua con su ronda de vigilancia.
Entonces un ruido extraño la avisa de que hay alguien en la cercanía. Se dirige saltando hacia allí, justo cuando va a verlo, resbala de la rama dado que estaba más atenta a mirar lo qué provocaba esa vibración.
- Itte...
Dice empezando a levantarse, dado que ha caido de espaldas. Y entonces oye el grito, frunciendo el ceño. Algo malo pasaba, algo muy muy malo.
Se detiene cayendo al lado de su compañera que se encuentra dormida, con lágrimas corriendo aún por las mejillas. Se las retira con cuidado y la cubre con una manta que había en la mochila de Alyria. Sonríe y continua con su ronda de vigilancia.
Entonces un ruido extraño la avisa de que hay alguien en la cercanía. Se dirige saltando hacia allí, justo cuando va a verlo, resbala de la rama dado que estaba más atenta a mirar lo qué provocaba esa vibración.
- Itte...
Dice empezando a levantarse, dado que ha caido de espaldas. Y entonces oye el grito, frunciendo el ceño. Algo malo pasaba, algo muy muy malo.
Invitado
Re: Susurro del viento
El bulto comenzó a salir de la bolsa que lo retenía y gritó aún más fuerte, lo que provocó que el digimon que lo había atrapado se diera la vuelta en la moto y se encargara de nuevo de él, metiéndolo dentro otra vez y haciendo un nudo para que no saliese de ahí. Entonces, de repente, la moto se paró de golpe, sosteniéndose sobre la rueda de atrás. El digimon negro cayó al suelo con un quejido y se frotó el coxis, con una mueca de dolor.
- Tsk...
Se levantó, molesto,y miró que era aquello que había hecho a Behemoth pararse. Un digimon amarillo, con aspecto de zorro. Puso los ojos en blanco, agarró la bolsa, y se subió de nuevo al vehículo.
- ¿Te paras solo por esto...?-inquirió, dando un resoplido.
La moto comenzó a moverse de nuevo, rodeando a aquel digimon, para seguir con su camino.
- Tsk...
Se levantó, molesto,y miró que era aquello que había hecho a Behemoth pararse. Un digimon amarillo, con aspecto de zorro. Puso los ojos en blanco, agarró la bolsa, y se subió de nuevo al vehículo.
- ¿Te paras solo por esto...?-inquirió, dando un resoplido.
La moto comenzó a moverse de nuevo, rodeando a aquel digimon, para seguir con su camino.
Re: Susurro del viento
Una cosa negra, se paró delante de ella, poniéndose a "dos patas"... Bueno eso si tuviera cuatro patas para empezar, y que fueran patas. Eran dos ruedas, una detrás de la otra, en una estructura metálica de apariencia bastante pesada: Una moto.
Renamon la miró asombrada, y luego oyó un quejido de dolor. Se puso de pie, mirando al que hubiera hecho ese ruido. Un digimon vestido de cuero negro con el rostro oculto por una mascara, con tres ojos rojos y una cola de metal.
Fue a apartarse, hasta que le oyó decir que "¿Te paras sólo por esto..?" ¿Esto? ¿Cómo se atrevía a tratarla de esto? Era bastante orgullosa, pero a su vez ella siempre trataba con respeto a los demás, así que... ¿Cómo que esto?
Entonces reparó de nuevo en el bulto, que se removía (?)... Era un secuestrador, porque sino ¿para qué iba a llevar un saco que se removía? Frunció el ceño. No podía dejarle hacer eso.
- Kohenkyo- murmuró
Apareció detrás del motero, y dio un empujón al digimon encerrado en el saco, al menos así no estaría capturado, aunque dentro del saco aún.
- ¿Quién te crees que eres para ir secuestrando digimons?
Aunque en su fuero interno se preguntó a ella misma quién era ella para detenerle.
Off:
*Kohenkyo (狐変虚): Aparece en la ubicación del oponente, o crea dos clones de sí misma.
Renamon la miró asombrada, y luego oyó un quejido de dolor. Se puso de pie, mirando al que hubiera hecho ese ruido. Un digimon vestido de cuero negro con el rostro oculto por una mascara, con tres ojos rojos y una cola de metal.
Fue a apartarse, hasta que le oyó decir que "¿Te paras sólo por esto..?" ¿Esto? ¿Cómo se atrevía a tratarla de esto? Era bastante orgullosa, pero a su vez ella siempre trataba con respeto a los demás, así que... ¿Cómo que esto?
Entonces reparó de nuevo en el bulto, que se removía (?)... Era un secuestrador, porque sino ¿para qué iba a llevar un saco que se removía? Frunció el ceño. No podía dejarle hacer eso.
- Kohenkyo- murmuró
Apareció detrás del motero, y dio un empujón al digimon encerrado en el saco, al menos así no estaría capturado, aunque dentro del saco aún.
- ¿Quién te crees que eres para ir secuestrando digimons?
Aunque en su fuero interno se preguntó a ella misma quién era ella para detenerle.
Off:
*Kohenkyo (狐変虚): Aparece en la ubicación del oponente, o crea dos clones de sí misma.
Invitado
Re: Susurro del viento
Beelzemon, que así se llamaba el digimon, parpadeó sorprendido. Primero, al ver como el amarillo desaparecía; y segundo, al percatarse de que ya no tenía la bolsa en la mano. Miró hacia atrás y lo vió en el suelo.
- ¡Eh!-se bajó de la moto y cogió de nuevo el saco. Luego miró al digimon zorro-. ¿Y quien te crees que eres tu para detenerme?
Frunció el ceño y se sentó de nuevo en la moto, sin hacerle más caso. A fin de cuentas, era solo un digimon rockie, mucho más débil que él. No valía la pena pelear contra ella. Pisó de nuevo el pedal, y la moto comenzó a andar, no sin que antes Beelzemon le sacara la lengua al digimon amarillo. Antes de que el zorro pudiera hacer alguna otra cosa, el vehículo aceleró un poco, dirigiéndose hacia el oeste. Dirigiéndose al punto de encuentro.
- ¡Eh!-se bajó de la moto y cogió de nuevo el saco. Luego miró al digimon zorro-. ¿Y quien te crees que eres tu para detenerme?
Frunció el ceño y se sentó de nuevo en la moto, sin hacerle más caso. A fin de cuentas, era solo un digimon rockie, mucho más débil que él. No valía la pena pelear contra ella. Pisó de nuevo el pedal, y la moto comenzó a andar, no sin que antes Beelzemon le sacara la lengua al digimon amarillo. Antes de que el zorro pudiera hacer alguna otra cosa, el vehículo aceleró un poco, dirigiéndose hacia el oeste. Dirigiéndose al punto de encuentro.
Re: Susurro del viento
Rena se bajó de la moto de un salto, pero no lo suficientemente rápido, dado que el demonio había vuelto a coger el saco. Lo cual hizo que se enfadara un poco, aunque externamente no lo demostró, a fin de cuenta las demostraciones de emociones le ponían nerviosa, aunque fueran de enfado. Por eso no se permitía mostrarlas muy claramente, o al menos cuando la persona podía verla.
- ¿Yo? Soy digimon que ayuda al bien, que busca que todo sea justo, y no ocurran cosas cómo lo que estás haciendo
Sin embargo, a pesar de que el demonio había sido el que había preguntado, ignoró su respuesta y la sacó la lengua.
Rena se olvidó de que Aly le había pedido tener cuidado, y todas las demás precauciones. Le iba a enseñar a ese digimon lo que era bueno, aunque la sacara mucho nivel. No iba a dejar que se fuera así como así.
- Kohenkyo- volvió a decir, apareciendo detrás de Beelzemon.
Sin embargo ahora el demonio iba más rápido, así que no calculó bien lo que se desestabilizaría. Al sentir que iba a caer, movió los brazos para delante, abrazando lo primero que tocó... Siendo esto el cuello del demonio.
Aly por su parte empezó a despertarse de su duermevela, desde hacía unos días no dormía bien. Se destapó, recogiendo la manta y mirando al digihuevo que tenía enfrente algo triste.
Se sobresaltó al oír un pitidito de su d-3, cogiéndolo y mirando a la pantalla. Al parecer había otro niño elegido cerca.
Decidió ir para allá... Renamon no aparecía y extrañamente no notaba que estuviera cerca. Casi parecía como si el viento la dijera que se moviera...
Off:
*Kohenkyo (狐変虚): Aparece en la ubicación del oponente, o crea dos clones de sí misma.
- ¿Yo? Soy digimon que ayuda al bien, que busca que todo sea justo, y no ocurran cosas cómo lo que estás haciendo
Sin embargo, a pesar de que el demonio había sido el que había preguntado, ignoró su respuesta y la sacó la lengua.
Rena se olvidó de que Aly le había pedido tener cuidado, y todas las demás precauciones. Le iba a enseñar a ese digimon lo que era bueno, aunque la sacara mucho nivel. No iba a dejar que se fuera así como así.
- Kohenkyo- volvió a decir, apareciendo detrás de Beelzemon.
Sin embargo ahora el demonio iba más rápido, así que no calculó bien lo que se desestabilizaría. Al sentir que iba a caer, movió los brazos para delante, abrazando lo primero que tocó... Siendo esto el cuello del demonio.
Aly por su parte empezó a despertarse de su duermevela, desde hacía unos días no dormía bien. Se destapó, recogiendo la manta y mirando al digihuevo que tenía enfrente algo triste.
Se sobresaltó al oír un pitidito de su d-3, cogiéndolo y mirando a la pantalla. Al parecer había otro niño elegido cerca.
Decidió ir para allá... Renamon no aparecía y extrañamente no notaba que estuviera cerca. Casi parecía como si el viento la dijera que se moviera...
Off:
*Kohenkyo (狐変虚): Aparece en la ubicación del oponente, o crea dos clones de sí misma.
Invitado
Re: Susurro del viento
Beelzemon rió cuando pensó que había dejado detrás al digimon... pero pronto sintió algo. Le aferraban el cuello, no podía respirar. Tosió repetidamente, tratando de recuperar la respiración. Apretó sin querer más fuertemente el acelerador, y Behemoth aumentó de velocidad, haciendo que ambos sintieran el aire en la cara. Pronto dejaron atrás el bosque, llegando a un claro bastante amplió.
Entonces, la moto decidió que ese era un buen momento para parar de golpe, por lo que Beelzemon y el zorro volaron hacia delante, aterrizando junto a unas garras negras...
Entonces, la moto decidió que ese era un buen momento para parar de golpe, por lo que Beelzemon y el zorro volaron hacia delante, aterrizando junto a unas garras negras...
Re: Susurro del viento
El digimon amarillo parpadeó al notar a qué se estaba abrazando. Sonrojándose muy levemente, no estaba bien invadir el espacio personal de los demás. Cuando fue a soltarse, la moto comenzó a ir más deprisa consiguiendo que la reacción automática de Renamon fuera la de abrazar mas fuertemente el cuello del demonio.
Cerró los ojos, sin saber muy bien durante cuanto tiempo estuvo así agarrada. Hasta que...
Notó como volaba, la sensación del aire rodeándola por todos los lados. Rompió el abrazo con el cuello del demonio, dado que trató de corregir su trayectoria en el aire de manera inconsciente, aunque no sabía exactamente donde estaba en el aire. Abrió los ojos cuando notó el suelo en su espalda.
Y eso fue un error, porque observó como el demonio caía encima suya. Además de que notaba una presencia tras ella, muy cerca, observándoles.
Cerró los ojos, sin saber muy bien durante cuanto tiempo estuvo así agarrada. Hasta que...
Notó como volaba, la sensación del aire rodeándola por todos los lados. Rompió el abrazo con el cuello del demonio, dado que trató de corregir su trayectoria en el aire de manera inconsciente, aunque no sabía exactamente donde estaba en el aire. Abrió los ojos cuando notó el suelo en su espalda.
Y eso fue un error, porque observó como el demonio caía encima suya. Además de que notaba una presencia tras ella, muy cerca, observándoles.
Invitado
Re: Susurro del viento
Beelzemon sacudió la cabeza, atontado, y abrió los ojos. Se sonrojó al instante, pues se encontraba tumbado, encima del digimon azul, con una mano sobre su zona del pecho. Escuchó entonces un carraspeo y se quedó helado. Alzó lentamente la mirada, hasta toparse con los ojos grises de Aeirmon, mirándolo desde arriba. Beelze esbozó una nerviosa sonrisa a modo de disculpa y se levantó sacudiendose el polvo.
- ¿Has traido eso?-inquirió, con una voz acerada.
Belzemon asintió y sacó del saco a una bola de pelo rosada, por las alas: un Piximon. Aeirmon lo miró un momento, sonrió, y descendió su mirada hasta Renamon.
- Tres son mejor que dos-comentó, señalando a su propia presa, una lilymon atada a un arbol.
- ¿Has traido eso?-inquirió, con una voz acerada.
Belzemon asintió y sacó del saco a una bola de pelo rosada, por las alas: un Piximon. Aeirmon lo miró un momento, sonrió, y descendió su mirada hasta Renamon.
- Tres son mejor que dos-comentó, señalando a su propia presa, una lilymon atada a un arbol.
Re: Susurro del viento
Rena se quedó unos segundos, helada, sin saber cómo reaccionar. Un escalofrío la recorrió de arriba abajo, antes de sonrojarse, tornando el pelaje de su cara de color anaranjado. Miró la mano del digimon demonio: Esto ya no era una intrusión leve a su espacio personal. Por suerte no fueron nada más que unos segundos, antes de que el maldito pervertido ese, se levantara y mirara al digimon que tenía Renamon a su espalda. Ella se dió la vuelta para observar a otro digimon demonio.
En este caso la piel era negra y presentaba vetas rojizas como si su piel fuera de lava endurecida, pero por la que aun discurría la roca líquida. Tenía dos alas y cinco cuernos sobre una cabellera roja como la sangre.
El digimon de aspecto zorruno, se levantó, dispuesta a irse. Dado que esto empezaba a darla muy mala espina hasta que vio que había una Lilymon atada al tronco de un árbol. ¿Qué pretendían hacer los dos demonios con los digimons hada? Pero al parecer no era una venganza entre grupos, ya que el demonio hembra la miró diciendo que tres eran mejor que dos. ¿Eso qué significaba?
Rena se puso en pie de un salto, alerta, retrocediendo muy lentamente.
- ¿Qué es lo que vais a hacer?- preguntó frunciendo el ceño.
En este caso la piel era negra y presentaba vetas rojizas como si su piel fuera de lava endurecida, pero por la que aun discurría la roca líquida. Tenía dos alas y cinco cuernos sobre una cabellera roja como la sangre.
El digimon de aspecto zorruno, se levantó, dispuesta a irse. Dado que esto empezaba a darla muy mala espina hasta que vio que había una Lilymon atada al tronco de un árbol. ¿Qué pretendían hacer los dos demonios con los digimons hada? Pero al parecer no era una venganza entre grupos, ya que el demonio hembra la miró diciendo que tres eran mejor que dos. ¿Eso qué significaba?
Rena se puso en pie de un salto, alerta, retrocediendo muy lentamente.
- ¿Qué es lo que vais a hacer?- preguntó frunciendo el ceño.
Invitado
Re: Susurro del viento
A una orden silenciosa, Beelzemon levantó a Piximon y lo agarró de la cabeza con fuerza, clavándole las garras. El digimon rosa dejó escapar un lamento con su voz chillona, de una manera que pondría los pelos de punta a cualquiera. En unos pocos segundos, sus datos se desperdigaron, y flotaron lentamente hacia el motero. Aeirmon puso cara de desagrado al oírle chillar, molesta por el ruido producido. Se volvió hacia el otro digimon que su compañero había traído y se cruzó de brazos.
- Tranquila, ahora vas tú-le dijo, mientras que en su mano se formaba una corriente de aire. Sin embargo, hubo un grito a su espalda.
- ¡Cobarde!-gritó Lilymon- ¡Métete con alguien de tu tamaño!
La digimon planta comenzó a brillar, furiosa, y evolucionó a Rosemon. El nuevo digimon trató de soltarse, cortando las cuerdas que la retenían con su látigo de espinas. Pero antes de que pudiera conseguirlo, la corriente de aire de Aeirmon se clavó en su pecho. Tras un grito, sus datos se reunieron para formar parte del cuerpo del demonio mujer, quien bostezó.
- Tras ese inútil numerito... North Wind.
Beelzemon observó como una repentina tormenta azotaba a Renamon, exclusivamente, con el propósito de hacerla caer al suelo para que no lograra escapar. La digimon demonio se acercó a ella y movió suavemente la cola de lado a lado, tratando de decidir de que forma ejecutaría su siguiente ataque. Beelzemon se dio cuenta entonces de por qué ella actuaba tan fríamente últimamente. Hacía poco había ocurrido algo que la había afectado, que la había hecho ocultar de nuevo sus emociones. Pero él la conocía; veía rabia, dolor y desesperación en sus ojos grises.
Entonces, Aeirmon alzó la cola para asestarle un golpe mortal a Renamon
- Tranquila, ahora vas tú-le dijo, mientras que en su mano se formaba una corriente de aire. Sin embargo, hubo un grito a su espalda.
- ¡Cobarde!-gritó Lilymon- ¡Métete con alguien de tu tamaño!
La digimon planta comenzó a brillar, furiosa, y evolucionó a Rosemon. El nuevo digimon trató de soltarse, cortando las cuerdas que la retenían con su látigo de espinas. Pero antes de que pudiera conseguirlo, la corriente de aire de Aeirmon se clavó en su pecho. Tras un grito, sus datos se reunieron para formar parte del cuerpo del demonio mujer, quien bostezó.
- Tras ese inútil numerito... North Wind.
Beelzemon observó como una repentina tormenta azotaba a Renamon, exclusivamente, con el propósito de hacerla caer al suelo para que no lograra escapar. La digimon demonio se acercó a ella y movió suavemente la cola de lado a lado, tratando de decidir de que forma ejecutaría su siguiente ataque. Beelzemon se dio cuenta entonces de por qué ella actuaba tan fríamente últimamente. Hacía poco había ocurrido algo que la había afectado, que la había hecho ocultar de nuevo sus emociones. Pero él la conocía; veía rabia, dolor y desesperación en sus ojos grises.
Entonces, Aeirmon alzó la cola para asestarle un golpe mortal a Renamon
Re: Susurro del viento
Renamon observó ligeramente asqueada lo que hacían con los otros digimons. Aly no la dejaba absorber los datos, y por lo que respectaba a ella personalmente tampoco la gustaba hacerlo. Piximon fue eliminada rápidamente, produciendo un desagradable chirrido que puso los pelos de punta a la digimon amarilla. Por otro lado, Lilymon trató de soltarse evolucionando, pero Aeirmon la mató antes de que pudiera hacer algo.
El desdén con el que trataron los digimons demonio a los demás no le gustó nada más al digimon zorruno. Dispuesta ya a huir; dos megas era una mala combinación para pelear. A pesar de que era roockie, confiaba que con una estrategia buena, al menos podría herir a un digimon de niveles superiores. Pero eran dos... Lo cual hacía casi imposible conseguir un resultado levemente favorable.
Pero antes de que saltara para internarse entre los árboles y la niebla, un viento especialmente fuerte la empujó haciéndola caer contra el suelo. Trató de levantarse varias veces, pero fue inútil. Levantó la mirada, desafiante, ante el demonio; sólo arrepintiéndose de no haber podido despedirse de su compañera.
- ¡ALTO!
El grito se oyó en todo el claro, y la propietaria de la voz salió entre los árboles con un huevo en brazos. Rodeada por una antinatural aura de ira en ella, junto con una mirada acerada y fría hacia el demonio que iba a empalar a su compañera.
Rena no miró, aunque reprimiendo un leve escalofrío de terror. No por lo que emitía la persona que acababa de llegar, a fin de cuentas, era humana; sino por lo que los dos demonios pudieran hacerla. Ella era la que tenía que proteger Alyria, no al revés.
- Aly... - murmuró.
El desdén con el que trataron los digimons demonio a los demás no le gustó nada más al digimon zorruno. Dispuesta ya a huir; dos megas era una mala combinación para pelear. A pesar de que era roockie, confiaba que con una estrategia buena, al menos podría herir a un digimon de niveles superiores. Pero eran dos... Lo cual hacía casi imposible conseguir un resultado levemente favorable.
Pero antes de que saltara para internarse entre los árboles y la niebla, un viento especialmente fuerte la empujó haciéndola caer contra el suelo. Trató de levantarse varias veces, pero fue inútil. Levantó la mirada, desafiante, ante el demonio; sólo arrepintiéndose de no haber podido despedirse de su compañera.
- ¡ALTO!
El grito se oyó en todo el claro, y la propietaria de la voz salió entre los árboles con un huevo en brazos. Rodeada por una antinatural aura de ira en ella, junto con una mirada acerada y fría hacia el demonio que iba a empalar a su compañera.
Rena no miró, aunque reprimiendo un leve escalofrío de terror. No por lo que emitía la persona que acababa de llegar, a fin de cuentas, era humana; sino por lo que los dos demonios pudieran hacerla. Ella era la que tenía que proteger Alyria, no al revés.
- Aly... - murmuró.
Invitado
Re: Susurro del viento
La púa brilló con el rojizo tono del atardecer. El demonio sonrió con fríaldad; que irónico, hiciera lo que hiciera el metal seguiría estando teñido de rojo, aunque no de la misma manera. Miró a Renamon y se despidió.
- Gracias por tus datos... Bye bye.
La cola se tensó, y salió disparada hacia el digimon amarillo. Rasgó el aire, pero no obstante, el aguijón no llegó a tocar a Rena. La punta se quedó a apenas un par de centímetros de su rostro, quieta.
Aeirmon había alzado la mirada al escuchar el grito, y contemplaba con los ojos muy abiertos a la propietaria de aquella voz. Aly entró en el claro, con un expresión en su habitualmente amable rostro, demasiado fría para ella. El demonio negro retrocedió, sin apartar la mirada de la peliazul. Las miró alternativamente a ella y al digimon zorruno, y lo comprendió. Sin darse cuenta, había estado a punto de arrebatarle a Aly su segundo compañero también; el karma le jugaba una pala pasada. Pero entonces se percató de que Aly no la había visto jamás en su forma mega normal, por lo que no podría reconocerla. Sintió que Beelzemon se colocaba a su lado. Él también parecía haberse dado cuenta. Inspiró hondo y retiró la cola, dejando así claro que no iba a atacarla.
- ... No ataco a niños elegidos, ni a sus digimons-se excusó, aunque en parte, no era del todo cierto. Labramon había muerto en sus manos.
- Gracias por tus datos... Bye bye.
La cola se tensó, y salió disparada hacia el digimon amarillo. Rasgó el aire, pero no obstante, el aguijón no llegó a tocar a Rena. La punta se quedó a apenas un par de centímetros de su rostro, quieta.
Aeirmon había alzado la mirada al escuchar el grito, y contemplaba con los ojos muy abiertos a la propietaria de aquella voz. Aly entró en el claro, con un expresión en su habitualmente amable rostro, demasiado fría para ella. El demonio negro retrocedió, sin apartar la mirada de la peliazul. Las miró alternativamente a ella y al digimon zorruno, y lo comprendió. Sin darse cuenta, había estado a punto de arrebatarle a Aly su segundo compañero también; el karma le jugaba una pala pasada. Pero entonces se percató de que Aly no la había visto jamás en su forma mega normal, por lo que no podría reconocerla. Sintió que Beelzemon se colocaba a su lado. Él también parecía haberse dado cuenta. Inspiró hondo y retiró la cola, dejando así claro que no iba a atacarla.
- ... No ataco a niños elegidos, ni a sus digimons-se excusó, aunque en parte, no era del todo cierto. Labramon había muerto en sus manos.
Re: Susurro del viento
Renamon parpadeó mirando la punta metálica a pocos metros de su rostro, algo más color crema que amarillo. Y suspiró aliviada, mirando a Aeirmon. La cual estaba sorprendida, pero rápidamente volvió a una expresión más neutra.
Cuando apartó la cola, Rena se levantó de un salto y dando unos cuantos más retrocedió hasta Aly, poniéndose en una posición defensiva. A pesar de las palabras de Aeirmon de no atacar a los niños elegidos no se fiaba ni un pelo.
Alyria suspiró levemente, y dejó salir una sonrisa de alivio al ver que su compañera estaba ilesa. La cogió del brazo, obligándola a darse la vuelta y mirarla. Y la abrazó, estaba muy preocupada por ella. Después se separó al notar como su digimon se tensaba ante la muestra de cariño.
- ¿Estás bien?. preguntó preocupada, mientras que la miraba fijamente.
Rena apartó la mirada algo incómoda por las muestras de afecto de su humana, pero asintió a la pregunta con una leve sonrisa.
- No te preocupes, solo me he llevado algunos golpes contra el suelo, nada más. - después puso una expresión de orgullo hacia sí misma.- Además el motero se ha llevado la misma cantidad de golpes... Bueno, uno menos.
Aly miró al "motero" que decía Rena y sonrió un poco más ampliamente. No sabía si las caídas de este las había provocado su compañera, o habían sido por otra causa. Pero aún así, su compañera era un peligro que tener en cuenta.
Cuando apartó la cola, Rena se levantó de un salto y dando unos cuantos más retrocedió hasta Aly, poniéndose en una posición defensiva. A pesar de las palabras de Aeirmon de no atacar a los niños elegidos no se fiaba ni un pelo.
Alyria suspiró levemente, y dejó salir una sonrisa de alivio al ver que su compañera estaba ilesa. La cogió del brazo, obligándola a darse la vuelta y mirarla. Y la abrazó, estaba muy preocupada por ella. Después se separó al notar como su digimon se tensaba ante la muestra de cariño.
- ¿Estás bien?. preguntó preocupada, mientras que la miraba fijamente.
Rena apartó la mirada algo incómoda por las muestras de afecto de su humana, pero asintió a la pregunta con una leve sonrisa.
- No te preocupes, solo me he llevado algunos golpes contra el suelo, nada más. - después puso una expresión de orgullo hacia sí misma.- Además el motero se ha llevado la misma cantidad de golpes... Bueno, uno menos.
Aly miró al "motero" que decía Rena y sonrió un poco más ampliamente. No sabía si las caídas de este las había provocado su compañera, o habían sido por otra causa. Pero aún así, su compañera era un peligro que tener en cuenta.
Invitado
Re: Susurro del viento
Aeirmon las observó abrazarse, quizá con algo de envidia en su mirada. Por un lado, quería que Aly la perdonara. Lo admitía, se había pasado matando al chucho. Aunque le cayera muy mal, seguía siendo el digimon de Aly, y...bueno, también le costaba admitirlo, pero empezaba a ver a la chica como algo más que una conocida.
Por otra parte, ella no solía dar abrazos. No era tan cálida como la peliazul, por lo que el abrazar a su digimon le parecía algo extraño. Frunció el ceño. No, eso haría que los demás se diesen cuenta de como se sentía en realidad, y le daba demasiada vergüenza.
Se dio la vuelta para que no le vieran la expresión que llevaba, aunque ladeó la cabeza un poco. Beelzemon la miró, preguntándose que era lo que pensaba.
- Siento haber atacado a tu digimon-dijo ella-. No sabía que tenía humana.
Beelzemon parpadeó, sorprendido por el hecho de que su compañera se disculpara. Si de algo sabía de ella, era que de orgullo no escaseaba. Entonces, algo atrajo su atención. Algo que dijo Renamon a su compañera. Algo sobre que habían recibido el mismo numero de golpes.
- Si, ¿pero al final quien quedó encima de quién? ¿Eh?-replicó volviéndose hacia ella, herido en su orgullo.
- Beelze... -le advirtió Aeirmon, pero el motero siguió hablando.
- Y se te veía muy rojita, ahí, en el suelo...
Aeirmon suspiró, cansada.
- Beelzemon...-dijo con un tono de voz aún más frío.
- ¿Qué?
El motero, al darse la vuelta, recibió de lleno en la cara un puñetazo de su compañera. Se tambaleó hacia atrás, atontado, y cayó al suelo, mirándola con estupefacción.
- Cállate...
Por otra parte, ella no solía dar abrazos. No era tan cálida como la peliazul, por lo que el abrazar a su digimon le parecía algo extraño. Frunció el ceño. No, eso haría que los demás se diesen cuenta de como se sentía en realidad, y le daba demasiada vergüenza.
Se dio la vuelta para que no le vieran la expresión que llevaba, aunque ladeó la cabeza un poco. Beelzemon la miró, preguntándose que era lo que pensaba.
- Siento haber atacado a tu digimon-dijo ella-. No sabía que tenía humana.
Beelzemon parpadeó, sorprendido por el hecho de que su compañera se disculpara. Si de algo sabía de ella, era que de orgullo no escaseaba. Entonces, algo atrajo su atención. Algo que dijo Renamon a su compañera. Algo sobre que habían recibido el mismo numero de golpes.
- Si, ¿pero al final quien quedó encima de quién? ¿Eh?-replicó volviéndose hacia ella, herido en su orgullo.
- Beelze... -le advirtió Aeirmon, pero el motero siguió hablando.
- Y se te veía muy rojita, ahí, en el suelo...
Aeirmon suspiró, cansada.
- Beelzemon...-dijo con un tono de voz aún más frío.
- ¿Qué?
El motero, al darse la vuelta, recibió de lleno en la cara un puñetazo de su compañera. Se tambaleó hacia atrás, atontado, y cayó al suelo, mirándola con estupefacción.
- Cállate...
Re: Susurro del viento
Aly miró a la demonio. Había algo en ella que la recordaba a alguien... Notando una sensación pesada de tristeza, pero sacudió la cabeza. Ella se había pasado y las consecuencias a sus acciones eran estas.
- Imagino que nada, porque no ha pasado nada... Pero deberías evitar atacar a los otros digimons. Tu ya tienes todo el poder que quieras, así que ¿para qué más?
Sin embargo otra cosa la llamó más la atención. Las palabras de Beelzemon, y miró a su compañera que tenía el rostro extrañamente inexpresivo, aunque su pelaje era de una tonalidad más anaranjada a su tono normal. Pero sus manos la delataban, las tenía cerradas en dos puños con fuerza. Tratando de contenerse, aunque a cada palabra la fuerza aumentaba.
- Eres muy molesto... - murmuró en un tono que no auguraba para nada que estuviera de buen humor.
El motero fue derribado por su compañera por un puñetazo. Pero eso no era suficiente para calmar a la digimon amarilla, ni mucho menos. Sobre todo por que se volvió a levantar.
- Kohenkyo
Apareció delante de él, y saltó propinándole una patada en la cara, volviendo a derribarle. Dado que unido a su propia fuerza por el enfado, el otro digimon estaba un poco desequilibrado por el puñetazo de la demonio de lava.
Sin embargo ahí no acababa la cosa, Renamon se colocó a horcajadas encima de Beelzemon, sin pensar en lo que hacía. Le agarró por las solapas de la chaqueta y lo levantó un poco mirándole enfadada.
- Para empezar el que violó mi espacio personal eras tú. Normal que una se sonroje cuando un PERVERTIDO decide poner sus TENTÁCULOS encima de su pecho. - dijo mirándole muy fijamente.
Aly por su parte decidió acercarse a los dos digimons, con una expresión de no entender nada, de lo surrealista que era. Pasó al lado de Aeirmon.
- Perdona el comportamiento de mi compañera a veces puede ser... Muy visceral n.nU
Se acercó a ella para quitársela de encima a Beelzemon, sobre todo antes de que Renamon se diera cuenta de qué ella misma estaba invadiendo la zona personal del demonio. Su compañera estaba diciendo insultos casi al azar contra el digimon vestido de cuero. ¿Quizá alguna contestación por su parte había provocado eso?
- Serás PERVERTIDO, IDIOTA, IMBÉCIL, PULPO... - y una variedad más de insultos. Repitiendo varias veces el pervertido.
Aly la cogió por debajo de los hombros y dio un tirón para separarla de Beelzemon. Consiguiéndolo, aunque Renamon seguía con los insultos, muy ofendida. Aunque no era nada extraño que se pusiera así, a fin de cuentas era bastante orgullosa.
- Imagino que nada, porque no ha pasado nada... Pero deberías evitar atacar a los otros digimons. Tu ya tienes todo el poder que quieras, así que ¿para qué más?
Sin embargo otra cosa la llamó más la atención. Las palabras de Beelzemon, y miró a su compañera que tenía el rostro extrañamente inexpresivo, aunque su pelaje era de una tonalidad más anaranjada a su tono normal. Pero sus manos la delataban, las tenía cerradas en dos puños con fuerza. Tratando de contenerse, aunque a cada palabra la fuerza aumentaba.
- Eres muy molesto... - murmuró en un tono que no auguraba para nada que estuviera de buen humor.
El motero fue derribado por su compañera por un puñetazo. Pero eso no era suficiente para calmar a la digimon amarilla, ni mucho menos. Sobre todo por que se volvió a levantar.
- Kohenkyo
Apareció delante de él, y saltó propinándole una patada en la cara, volviendo a derribarle. Dado que unido a su propia fuerza por el enfado, el otro digimon estaba un poco desequilibrado por el puñetazo de la demonio de lava.
Sin embargo ahí no acababa la cosa, Renamon se colocó a horcajadas encima de Beelzemon, sin pensar en lo que hacía. Le agarró por las solapas de la chaqueta y lo levantó un poco mirándole enfadada.
- Para empezar el que violó mi espacio personal eras tú. Normal que una se sonroje cuando un PERVERTIDO decide poner sus TENTÁCULOS encima de su pecho. - dijo mirándole muy fijamente.
Aly por su parte decidió acercarse a los dos digimons, con una expresión de no entender nada, de lo surrealista que era. Pasó al lado de Aeirmon.
- Perdona el comportamiento de mi compañera a veces puede ser... Muy visceral n.nU
Se acercó a ella para quitársela de encima a Beelzemon, sobre todo antes de que Renamon se diera cuenta de qué ella misma estaba invadiendo la zona personal del demonio. Su compañera estaba diciendo insultos casi al azar contra el digimon vestido de cuero. ¿Quizá alguna contestación por su parte había provocado eso?
- Serás PERVERTIDO, IDIOTA, IMBÉCIL, PULPO... - y una variedad más de insultos. Repitiendo varias veces el pervertido.
Aly la cogió por debajo de los hombros y dio un tirón para separarla de Beelzemon. Consiguiéndolo, aunque Renamon seguía con los insultos, muy ofendida. Aunque no era nada extraño que se pusiera así, a fin de cuentas era bastante orgullosa.
Invitado
Re: Susurro del viento
Beelzemon miró a Aeirmon, confuso.
- ¿Por qué has hecho eso? D:-inquirió desde el suelo.
Sin embargo, no tuvo tiempo de escuchar la respuesta, porque al levantarse vio de frente a Renamon, peligrosamente cerca de él. El digimon amarillo alzó una pata y el motero fue golpeado por segunda vez en la cara. Trastabillo hacia atrás y cayó otra vez al suelo.
- ¡Aaayyyy!
Entonces, aún viendo estrellitas y zorritos amarillos sobre su cabeza girando, notó como Renamon se sentaba a horcajadas sobre él y, cogiéndolo de la chaqueta, lo zarandeaba. Escuchaba la palabra "pulpo" y "tentáculo" repetidas veces, pero que él supiera, no estaban en el mar, por lo que era improbable que hubiera pulpos allí. O quizá era otra cosa, pero él no se daba cuenta porque de tanto moverse se estaba mareando.
- Serás PERVERTIDO, IDIOTA, IMBÉCIL, PULPO...-decía Renamon.
Aeirmon, sin embargo, miraba la escena sin intervenir, con una leve sonrisa en su rostro normalmente marmóreo. Él se lo había buscado, por buscón. Aunque ella no era quien para decirlo. Había hecho algo mal y ahora pagaba las consecuencias por ello. Miró a Alyria, que tiraba de Renamon para separarlos, y suspiró. Luego se sentó con las piernas cruzadas sobre una roca.
- ¿Por qué has hecho eso? D:-inquirió desde el suelo.
Sin embargo, no tuvo tiempo de escuchar la respuesta, porque al levantarse vio de frente a Renamon, peligrosamente cerca de él. El digimon amarillo alzó una pata y el motero fue golpeado por segunda vez en la cara. Trastabillo hacia atrás y cayó otra vez al suelo.
- ¡Aaayyyy!
Entonces, aún viendo estrellitas y zorritos amarillos sobre su cabeza girando, notó como Renamon se sentaba a horcajadas sobre él y, cogiéndolo de la chaqueta, lo zarandeaba. Escuchaba la palabra "pulpo" y "tentáculo" repetidas veces, pero que él supiera, no estaban en el mar, por lo que era improbable que hubiera pulpos allí. O quizá era otra cosa, pero él no se daba cuenta porque de tanto moverse se estaba mareando.
- Serás PERVERTIDO, IDIOTA, IMBÉCIL, PULPO...-decía Renamon.
Aeirmon, sin embargo, miraba la escena sin intervenir, con una leve sonrisa en su rostro normalmente marmóreo. Él se lo había buscado, por buscón. Aunque ella no era quien para decirlo. Había hecho algo mal y ahora pagaba las consecuencias por ello. Miró a Alyria, que tiraba de Renamon para separarlos, y suspiró. Luego se sentó con las piernas cruzadas sobre una roca.
Re: Susurro del viento
Aly continuó arrastrando a su compañera, que tampoco hacía mucho para evitarlo. Dado que era mucho más fuerte que la humana.
- Vamos Rena, esas palabras no las dice una señorita bien educada
Sus palabras causaron el efecto deseado, puesto que la digimon con forma de zorro se calló y carraspeó, sonrojándose por su comportamiento indebido. Aly sonrió y la soltó.
Miró al digimon alado, que al parecer se lo había pasado bastante bien con la escena, a pesar de que el otro demonio estaba aparentemente bastante confuso. Quizá los dos golpes habían sido demasiado para él.
- Lo siento por el espectáculo- se disculpó de nuevo, aunque estaba vez riéndose un poco.
Renamon miró mal a Beelzemon, y después se giro encarándose con Aeirmon. Aunque la digimon había tratado matarla, asunto que más adelante le gustaría tratar con ella, se inclinó ante ella y se disculpó.
- Lamento mi comportamiento indebido.
- Vamos Rena, esas palabras no las dice una señorita bien educada
Sus palabras causaron el efecto deseado, puesto que la digimon con forma de zorro se calló y carraspeó, sonrojándose por su comportamiento indebido. Aly sonrió y la soltó.
Miró al digimon alado, que al parecer se lo había pasado bastante bien con la escena, a pesar de que el otro demonio estaba aparentemente bastante confuso. Quizá los dos golpes habían sido demasiado para él.
- Lo siento por el espectáculo- se disculpó de nuevo, aunque estaba vez riéndose un poco.
Renamon miró mal a Beelzemon, y después se giro encarándose con Aeirmon. Aunque la digimon había tratado matarla, asunto que más adelante le gustaría tratar con ella, se inclinó ante ella y se disculpó.
- Lamento mi comportamiento indebido.
Invitado
Re: Susurro del viento
Beelzemon seguía siendo zarandeado, aunque pronto los movimientos cesaron, cuando Aly le dió una orden a Renamon.
- Ahhhh.....@.@-le daba vueltas la cabeza, todo se veía muy borroso-. ¿Dónde estoy? ¿Cuándo...? ¿Por qué...? ¿Cómo...? ¿Quién...?
El digimon alado ladeó la cabeza mientras tanto. Después se la sujetó con una mano, apoyando el codo sobre una pierna. Aly sonreía, parecía haberse olvidado durante un rato de la "pelea" y del huevo. Aeir entornó los ojos, sabiendo que ese momento no duraría demasiado. Cuando la volviera a ver en forma humana, Aly se pondría a la defensiva, y acabaría por alejarse más de ella....
De repente, alzó la cabeza, pensando en algo. Una bombilla se le encendió en su mente. Quizá Aly no quisiera estar con Zayyn, pero con Aeirmon... Quién sabe, a lo mejor funcionaba.
Sintió entonces que la observaba, nada más ni nada menos que Renamon, disculpándose por su comportamiento, aunque todavía con el recelo implantado en sus ojos.
- No importa.-respondió, dando un bostezo.
- Ahhhh.....@.@-le daba vueltas la cabeza, todo se veía muy borroso-. ¿Dónde estoy? ¿Cuándo...? ¿Por qué...? ¿Cómo...? ¿Quién...?
El digimon alado ladeó la cabeza mientras tanto. Después se la sujetó con una mano, apoyando el codo sobre una pierna. Aly sonreía, parecía haberse olvidado durante un rato de la "pelea" y del huevo. Aeir entornó los ojos, sabiendo que ese momento no duraría demasiado. Cuando la volviera a ver en forma humana, Aly se pondría a la defensiva, y acabaría por alejarse más de ella....
De repente, alzó la cabeza, pensando en algo. Una bombilla se le encendió en su mente. Quizá Aly no quisiera estar con Zayyn, pero con Aeirmon... Quién sabe, a lo mejor funcionaba.
Sintió entonces que la observaba, nada más ni nada menos que Renamon, disculpándose por su comportamiento, aunque todavía con el recelo implantado en sus ojos.
- No importa.-respondió, dando un bostezo.
Re: Susurro del viento
Renamon asintió en silencio, aunque no pudo volver a echar una mirada cargada de rabia hacia Beelzemon. Como le volviera a coger en su forma Mega, ya veríamos quién acababa debajo de quien.
Aly observó a Aeirmon, sujetando con más fuerza el huevo, el cual se había movido un poco, como si hubiera dado un golpecito. A veces Labra hacía eso, aunque seguía sin querer salir del huevo.
- Bueno, os dejamos. Veo que estás cansada y no quisiera molestar más- se despidió mirando al demonio alado cuando bostezaba.
Rena apartó su mirada del motero, andando hacia Alyria. Por fuera tranquila, pero en su mente aún insultándole y zarandeándole.
Aly observó a Aeirmon, sujetando con más fuerza el huevo, el cual se había movido un poco, como si hubiera dado un golpecito. A veces Labra hacía eso, aunque seguía sin querer salir del huevo.
- Bueno, os dejamos. Veo que estás cansada y no quisiera molestar más- se despidió mirando al demonio alado cuando bostezaba.
Rena apartó su mirada del motero, andando hacia Alyria. Por fuera tranquila, pero en su mente aún insultándole y zarandeándole.
Invitado
Re: Susurro del viento
Aeirmon parpadeo al ver que se daban la vuelta para marcharse. Tenía que pensar rapidamente en algo para retenerlos alli. No queria que se fuera de nuevo. No tan pronto. Cuando Aly y Rena se diero. La vuelta para marcharse, se inclinó un poco para delante.
- ... Espera-soltó, sin pensar-. Se... está haciendo de noche... Podeis venir a la cueva si quereis, allí se está bien.
Beelzemon, quien ya estaba recuperado y mirando mal a Renamon, parpadeó sorprendido. No le iba a gustar nada dormir en un mismo sitio que la digimon amarilla, pero Aeir parecía desesperada. Ademas, ella era su maestra, por lo tanto tenia que acatar siempre sus ordenes, independientemente de si a él le gustaban o no.
- ... Espera-soltó, sin pensar-. Se... está haciendo de noche... Podeis venir a la cueva si quereis, allí se está bien.
Beelzemon, quien ya estaba recuperado y mirando mal a Renamon, parpadeó sorprendido. No le iba a gustar nada dormir en un mismo sitio que la digimon amarilla, pero Aeir parecía desesperada. Ademas, ella era su maestra, por lo tanto tenia que acatar siempre sus ordenes, independientemente de si a él le gustaban o no.
Re: Susurro del viento
Las dos féminas se detuvieron, y miraron a Aeirmon.
- Bueno, en eso tienes razón... Pero no quisiera que fueramos una molestia. ¿Tú que opinas, Rena?
Renamon miró alternativamente a su compañera a la demonio, intentando ver el por qué del repentino ofrecimiento. No parecía que fuera por querer hacerla algo malo, o sino ya las habrían secuestrado. Además, con dos megas, Aly estaría más segura que con ella, aunque no le gustaba nada tener que estar en el mismo espacio que el motero.
- Está... Está bien. - asintió levemente, aunque renuente.
- Bueno, en eso tienes razón... Pero no quisiera que fueramos una molestia. ¿Tú que opinas, Rena?
Renamon miró alternativamente a su compañera a la demonio, intentando ver el por qué del repentino ofrecimiento. No parecía que fuera por querer hacerla algo malo, o sino ya las habrían secuestrado. Además, con dos megas, Aly estaría más segura que con ella, aunque no le gustaba nada tener que estar en el mismo espacio que el motero.
- Está... Está bien. - asintió levemente, aunque renuente.
Invitado
Re: Susurro del viento
Se levantó cuando escuchó que su respuesta era afirmativa, y les hizo un gesto para que les siguieran. Beelzemon puso mala cara y tras mirarle mal a Renamon, se reunió con su compañera. Ambos caminaron de vuelta a la cueva donde se habían instalado de forma no permanente, aunque era un sitio bastante acogedor.
Se internaron de nuevo en el bosque, sorteando los árboles que les salían al encuentro. Aeirmon iba tranquilamente, moviendo la cola a su alrededor con entretenimiento, mientras que Beelzemon se había cruzado las manos por detrás de la cabeza y miraba el cielo, con una expresión aburrida en la cara. Miró a su compañera.
- ¿Qué es lo que andas planeando?-inquirió en un susurro, para que las otras dos no les escucharon.
Ella lo miró un momento y se señaló a si misma con los ojos. A continuación siguió mirando hacia delante.
- A mi, Aeirmon, no me conocen...
Beelzemon asintió, comprendiendo al instante, pero frunció el ceño.
- El zorro me cae mal.
Aeirmon rió con suavidad al escuchar eso. Quién lo diría...
Se internaron de nuevo en el bosque, sorteando los árboles que les salían al encuentro. Aeirmon iba tranquilamente, moviendo la cola a su alrededor con entretenimiento, mientras que Beelzemon se había cruzado las manos por detrás de la cabeza y miraba el cielo, con una expresión aburrida en la cara. Miró a su compañera.
- ¿Qué es lo que andas planeando?-inquirió en un susurro, para que las otras dos no les escucharon.
Ella lo miró un momento y se señaló a si misma con los ojos. A continuación siguió mirando hacia delante.
- A mi, Aeirmon, no me conocen...
Beelzemon asintió, comprendiendo al instante, pero frunció el ceño.
- El zorro me cae mal.
Aeirmon rió con suavidad al escuchar eso. Quién lo diría...
Re: Susurro del viento
Aly les siguió unos metros por detrás con Renamon caminando a su lado. La cual observaba con algo de recelo a la pareja de demonios. La chica de pelo azul se rió suavemente.
- Deja de mirarles así. No creo que sean malas personas.
- Bueno, eso porque tu no viste lo que las hicieron a las digimons que había antes- murmuró en voz baja.
- Algunos de los tuyos tienen esa vida, pero ya has visto que desde que saben que eres un digimon elegido, no han intentado hacer nada contra tí- contestó en voz baja.
La digimon con aspecto de zorro se encogió de hombros algo molesta. Los digimons de adelante iban hablando de algo, pero no les oían, del mismo modo que ellas no podían ser oídas por ellos.
- Siguen sin caerme bien
- Ya te he visto mirando al motero, y se ve que para naaaada te cae bien- se rió.
- No sé qué es lo que insinúas, pero no le aguanto. Somos demasiado diferentes para llevarnos bien, somos como aceite y agua.
- Yo diría que os parecéis más de lo que pensáis- dijo crípticamente.
Dicho eso, la peliazul caminó un poco más rápido acercándose a los dos digimons. Renamon la miró parpadeando continuamente, no entendía qué es lo que la humana quería decir.
- ¿Falta mucho para llegar?- preguntó a Aiermon.
- Deja de mirarles así. No creo que sean malas personas.
- Bueno, eso porque tu no viste lo que las hicieron a las digimons que había antes- murmuró en voz baja.
- Algunos de los tuyos tienen esa vida, pero ya has visto que desde que saben que eres un digimon elegido, no han intentado hacer nada contra tí- contestó en voz baja.
La digimon con aspecto de zorro se encogió de hombros algo molesta. Los digimons de adelante iban hablando de algo, pero no les oían, del mismo modo que ellas no podían ser oídas por ellos.
- Siguen sin caerme bien
- Ya te he visto mirando al motero, y se ve que para naaaada te cae bien- se rió.
- No sé qué es lo que insinúas, pero no le aguanto. Somos demasiado diferentes para llevarnos bien, somos como aceite y agua.
- Yo diría que os parecéis más de lo que pensáis- dijo crípticamente.
Dicho eso, la peliazul caminó un poco más rápido acercándose a los dos digimons. Renamon la miró parpadeando continuamente, no entendía qué es lo que la humana quería decir.
- ¿Falta mucho para llegar?- preguntó a Aiermon.
Invitado
Re: Susurro del viento
Beelzemon se quedó mirando a su compañera.
- ¿Qué es tan gracioso? .__.
Aeirmon sonrió y deslizó su cola por su propio cuerpo, rodeando el cuello con suavidad y llegando hasta una de sus garras. Rozó el metal de la pua con suavidad y fruncio los labios.
- Uhm... está sucia...-la limpió con un dedo y luego la dejó caer-. Nada, que quizá con el tiempo os llevéis mejor... No sé si te has dado cuenta, pero planeo estar todo el tiempo posible con Aly.
Beelzemon parpadeó, pero no dijo nada. Entonces sintieron que Aly se acercaba y se mantuvieron en silencio. La muchacha quería saber si el lugar al que iban estaba cerca. Aeirmon la miró, sin dejar de andar.
- Ya estamos casi.
Continuaron andando un ratito, hasta que ambos digimons demonio se acercaron a un arbusto. Beelzemon retiró las hierbas y dejó a la vista un agujero en una pared rocosa. Aeirmon se metió por él, y Beelze indicó a la humana y a su compañera que entraran.
- ¿Qué es tan gracioso? .__.
Aeirmon sonrió y deslizó su cola por su propio cuerpo, rodeando el cuello con suavidad y llegando hasta una de sus garras. Rozó el metal de la pua con suavidad y fruncio los labios.
- Uhm... está sucia...-la limpió con un dedo y luego la dejó caer-. Nada, que quizá con el tiempo os llevéis mejor... No sé si te has dado cuenta, pero planeo estar todo el tiempo posible con Aly.
Beelzemon parpadeó, pero no dijo nada. Entonces sintieron que Aly se acercaba y se mantuvieron en silencio. La muchacha quería saber si el lugar al que iban estaba cerca. Aeirmon la miró, sin dejar de andar.
- Ya estamos casi.
Continuaron andando un ratito, hasta que ambos digimons demonio se acercaron a un arbusto. Beelzemon retiró las hierbas y dejó a la vista un agujero en una pared rocosa. Aeirmon se metió por él, y Beelze indicó a la humana y a su compañera que entraran.
Re: Susurro del viento
Aly sonrió contenta, aunque para cualquiera que la hubiera conocido antes, esa sonrisa era apagada y triste en comparación.
- Genial
Abrazó con más fuerza el huevo entre sus brazos. El cual sólo se movió un poquito, aún negándose a abrirse.
Rena por su parte se acercó más a su tamer, hasta llegar a la cueva que los dos demonios decían.
Las dos entraron dentro, observando el interior. Sobre todo Rena que miró desconfiada por si había alguna trampa, al menos que Alyria pudiera salir viva.
- Genial
Abrazó con más fuerza el huevo entre sus brazos. El cual sólo se movió un poquito, aún negándose a abrirse.
Rena por su parte se acercó más a su tamer, hasta llegar a la cueva que los dos demonios decían.
Las dos entraron dentro, observando el interior. Sobre todo Rena que miró desconfiada por si había alguna trampa, al menos que Alyria pudiera salir viva.
Invitado
Re: Susurro del viento
La cueva era bastante amplia, y tenía bastante iluminación, venida del techo y tiñendo la caverna de un suave color azul turquesa. Una pequeña abertura en la pared escupía agua clara y limpia, creando una piscina natural. El suelo estaba lleno de piedras y rocas que se habían desprendido con el paso del tiempo, pero sorprendentemente, no tendrían que dormir ahí. Unas cuantas camas sencillas se disponían colocadas contra la pared, en fila, y en el lado opuesto había una pequeña cocina donde preparar la comida.
Aeirmon se posó sobre un saliente de la pared y se quedó medio tumbada, dejando la cola colgando. Beelzemon pasó junto a Aly y Renamon y se sentó sobre una roca.
- De echo, parece un lugar bastante acogedor, para ser una cueva, ¿no?-comentó Aeirmon con una media sonrisa.
Aeirmon se posó sobre un saliente de la pared y se quedó medio tumbada, dejando la cola colgando. Beelzemon pasó junto a Aly y Renamon y se sentó sobre una roca.
- De echo, parece un lugar bastante acogedor, para ser una cueva, ¿no?-comentó Aeirmon con una media sonrisa.
Re: Susurro del viento
El interior era muy bonito, la cueva de manera natural estaba cubierta por una luz azulada, que hacía que parecíera de hielo, aun cuando las rocas eran lo que formaban sus paredes. Rena se relajó ante la vista y asintió al ver que el refugio era bastante seguro y además estaba bien equipado con las camas y la cocina. Además de que con el lago había un afluente de agua continuo.
- Que bonita n.n ¿Vivís aquí todo el tiempo?- dijo la peliazul internandose por la cueva.
Renamon la siguió en silencio.
- Que bonita n.n ¿Vivís aquí todo el tiempo?- dijo la peliazul internandose por la cueva.
Renamon la siguió en silencio.
Invitado
Re: Susurro del viento
Aeirmon negó con la cabeza.
- Nosotros viajamos de lado en lado... pero encontramos este lugar hará una semana y...
Abrió entonces mucho los ojos, percatándose de algo que había en la cueva... Sus pertenencias como humana: la espada y la mochila. Y lo peor es que Aly le había visto con ambas. Si las veía de nuevo se daría cuenta de quién era en realidad Aeirmon. Y seguramente no se alegrara.
Le lanzó a Beelze una fugaz mirada, pero él también se había dado cuenta y le pegó una patada a la mochila y la espada para esconderlas tras otra roca. Todo este numerito, con rapidez para que ninguna de las dos invitadas lo notaran. Aeirmon sonrió, nerviosa y rió.
- Eeestoo..... pues eso, que hace poco que estamos aquí... Uhm... ¡AH! ¿Qué hay ahi?-señaló algo que supuestamente había tras ellas dos. Si se daban la vuelta, Beelze aprovecharía para guardar la espada y la mochila en un hueco entre las rocas, bastante escondido.
- Nosotros viajamos de lado en lado... pero encontramos este lugar hará una semana y...
Abrió entonces mucho los ojos, percatándose de algo que había en la cueva... Sus pertenencias como humana: la espada y la mochila. Y lo peor es que Aly le había visto con ambas. Si las veía de nuevo se daría cuenta de quién era en realidad Aeirmon. Y seguramente no se alegrara.
Le lanzó a Beelze una fugaz mirada, pero él también se había dado cuenta y le pegó una patada a la mochila y la espada para esconderlas tras otra roca. Todo este numerito, con rapidez para que ninguna de las dos invitadas lo notaran. Aeirmon sonrió, nerviosa y rió.
- Eeestoo..... pues eso, que hace poco que estamos aquí... Uhm... ¡AH! ¿Qué hay ahi?-señaló algo que supuestamente había tras ellas dos. Si se daban la vuelta, Beelze aprovecharía para guardar la espada y la mochila en un hueco entre las rocas, bastante escondido.
Re: Susurro del viento
Alyria continuó mirando la cueva, admirando su belleza.
- Pues escogeis muy bien los sitios- dijo alagándolos.
Mirando sin enterarse de lo que les ocurría a los otros dos. Renamon sin embargo oyó el movimiento de algo, y luego la risita nerviosa de la demonio. Sin duda alguna, había algo que la olía a chamusquina con la pareja de demonios.
De ahí que se girara a mirarlos en vez de mirar dónde señalaban. Todo era muuuy sospechoso.
- ¿Dónde?- decía Alyria mirando la pared tras suya.
- Pues escogeis muy bien los sitios- dijo alagándolos.
Mirando sin enterarse de lo que les ocurría a los otros dos. Renamon sin embargo oyó el movimiento de algo, y luego la risita nerviosa de la demonio. Sin duda alguna, había algo que la olía a chamusquina con la pareja de demonios.
De ahí que se girara a mirarlos en vez de mirar dónde señalaban. Todo era muuuy sospechoso.
- ¿Dónde?- decía Alyria mirando la pared tras suya.
Invitado
Re: Susurro del viento
Aly se dio la vuelta, por lo que Beelze fue corriendo a esconder la espada y la mochila entre unas rocas. Sin embargo, tropezó con una piedra en el camino y trastabilló, lo que hizo que Aeirmon se alarmara en el saliente y se resbalara cayendo al suelo. Beelze consiguió mantenerse en pie, y consiguió esconder las pertenencias.
El digimon motero se levantó carraspeando, pero se quedó con el cuerpo tenso al ver que Rena era la única que seguía mirándolos... no se había dado la vuelta.
- Ha... había una araña...-dijo Aeirmon, levantándose, aunque le sangraba la cabeza por un lado debido al golpe-. -.-'
El digimon motero se levantó carraspeando, pero se quedó con el cuerpo tenso al ver que Rena era la única que seguía mirándolos... no se había dado la vuelta.
- Ha... había una araña...-dijo Aeirmon, levantándose, aunque le sangraba la cabeza por un lado debido al golpe-. -.-'
Re: Susurro del viento
La escena no podía ser más extraña para la digimon amarilla. Había visto al motero correr con algo en las manos tropezarse, y ahí pasó su atención a Aeirmon, la cual se golpeó contra el suelo.
- No he visto nada raro... - dijo abatida.
Rena por poco no sigue al demonio alado al suelo por la estupidez de la situación, pero no dijo nada. En fin... Parecía que no era nada peligroso.
- O.O ¿Qué ha pasado?- dijo Aly acercándose a Aeirmon y mirandole el golpe- No te preocupes, no parece nada demasiado serio para un digimon
- ...
- No he visto nada raro... - dijo abatida.
Rena por poco no sigue al demonio alado al suelo por la estupidez de la situación, pero no dijo nada. En fin... Parecía que no era nada peligroso.
- O.O ¿Qué ha pasado?- dijo Aly acercándose a Aeirmon y mirandole el golpe- No te preocupes, no parece nada demasiado serio para un digimon
- ...
Invitado
Re: Susurro del viento
Aeirmon se sentó en el suelo, frotándose la cabeza con gesto de dolor. Al menos habían conseguido esconder las cosas a tiempo antes de que Aly los mirara de nuevo.
- Solo me he resbalado y me he caído... Soy algo torpe.
Recordó entonces el día en que conoció a Aly. Allí había dado muestras de su torpeza, cayéndose ella sola al suelo frente a la chica y Labramon. Que tiempos, en los que aún no había creado amistad con Aly, en los que solo se preocupaba de ella misma.
- ... ¿Queréis comer?
- Solo me he resbalado y me he caído... Soy algo torpe.
Recordó entonces el día en que conoció a Aly. Allí había dado muestras de su torpeza, cayéndose ella sola al suelo frente a la chica y Labramon. Que tiempos, en los que aún no había creado amistad con Aly, en los que solo se preocupaba de ella misma.
- ... ¿Queréis comer?
Re: Susurro del viento
La chica de pelo azul le sonrió, se alegraba de que no fuera nada serio. Aunque el golpe en la cabeza había sido bastante fuerte... Aunque siendo un digimon tendría la cabeza muy dura.
Suspiró algo triste, durante unos segundos le vino a la mente la imagen de una pelirroja cayéndose hacia el suelo gritando Kyaaa~
- Mientras que no sea nada grave, ser torpe no es un gran problema
Se levantó yendo hacia Renamon, la cual aún dudaba de que fuera buena idea quedarse. Pero ya era tarde para echarse atrás. En cuanto preguntaron si querían comer, el estómago de la digimon amarilla fue el encargado de responder produciendo un gran rugido, a lo que ella sólo pudo sonrojarse y mirar para otro lado.
- Parece ser que sí- se rió Aly.
Suspiró algo triste, durante unos segundos le vino a la mente la imagen de una pelirroja cayéndose hacia el suelo gritando Kyaaa~
- Mientras que no sea nada grave, ser torpe no es un gran problema
Se levantó yendo hacia Renamon, la cual aún dudaba de que fuera buena idea quedarse. Pero ya era tarde para echarse atrás. En cuanto preguntaron si querían comer, el estómago de la digimon amarilla fue el encargado de responder produciendo un gran rugido, a lo que ella sólo pudo sonrojarse y mirar para otro lado.
- Parece ser que sí- se rió Aly.
Invitado
Re: Susurro del viento
Aeirmon sonrió y miró a su compañero.
- Beelze, demuestra tus dotes culinarios (?).
Él ladeó la cabeza y resopló. Se acercó a la fuente y se lavó las manos. Luego sacó de algún lugar un delantal rosa con volantes y se dio la vuelta hacia la cocina. Aeirmon se llevó una mano a la cara al verle con esas pintas tan ridículas, pero aquello era como un ritual para el demonio. Sin su delantal, no podía cocinar. Entonces, Beelzemon se puso manos a la obra. Comenzó a sacar ingredientes de un cajón que había junto al fuego, mientras que Aeir miraba a Aly y a Rena, nerviosa.
- .__.u
- Beelze, demuestra tus dotes culinarios (?).
Él ladeó la cabeza y resopló. Se acercó a la fuente y se lavó las manos. Luego sacó de algún lugar un delantal rosa con volantes y se dio la vuelta hacia la cocina. Aeirmon se llevó una mano a la cara al verle con esas pintas tan ridículas, pero aquello era como un ritual para el demonio. Sin su delantal, no podía cocinar. Entonces, Beelzemon se puso manos a la obra. Comenzó a sacar ingredientes de un cajón que había junto al fuego, mientras que Aeir miraba a Aly y a Rena, nerviosa.
- .__.u
- OFF:el delantal rosa:
Re: Susurro del viento
Rena aún estaba un poco cortada por el rugido que acababa de meter su estómago. Pero se le pasó al ver cómo el digimon vestido de cuero se ponía un ridículo delantal rosa con volantes. No pudo evitar una risotada por lo bajo, cosa que era bastante rara de conseguir de la digimon tan reservada.
- Nunca hubiera pensado que era cocinero. Pero estoy deseando probar su comida, por algo será que los mejores chef del mundo son hombres, ¿no?
Le dio un leve golpecito a su compañera para que se comportara. Cosa que Rena hizo aunque una leve sonrisa quedó tatuada en su rostro.
- Nunca hubiera pensado que era cocinero. Pero estoy deseando probar su comida, por algo será que los mejores chef del mundo son hombres, ¿no?
Le dio un leve golpecito a su compañera para que se comportara. Cosa que Rena hizo aunque una leve sonrisa quedó tatuada en su rostro.
Invitado
Re: Susurro del viento
Beelzemon miró para atrás, lanzándole a Rena una mirada asesina, pero después siguió trabajando, con la barbilla alzada.
- No sé que es tan gracioso.
Aeirmon bajó la mano y lo miró.
- Tus pintas, así vas a conseguir que se vayan del espanto.
Beelzemon hizo un mohín. Su compañera suspiró y apoyó la espalda contra una pared, todavía sentada. Se removió y pasó la cola hacia delante, estirandola entre las dos piernas. Luego ladeó la cabeza y se empezó a mirar los pies, moviendo los dedos y haciendo que rozaran las garras negras las unas contra las otras. Había faltado poco para que los pillaran, aunque afortunadamente, Aly seguía siendo inocente, y se había creído lo de la araña. Y, aunque Renamon no había picado, no parecía que tuviera muchas luces respecto a lo que acababan de hacer. Pero era desconfiada, habría que andarse con ojo con ella.
- No sé que es tan gracioso.
Aeirmon bajó la mano y lo miró.
- Tus pintas, así vas a conseguir que se vayan del espanto.
Beelzemon hizo un mohín. Su compañera suspiró y apoyó la espalda contra una pared, todavía sentada. Se removió y pasó la cola hacia delante, estirandola entre las dos piernas. Luego ladeó la cabeza y se empezó a mirar los pies, moviendo los dedos y haciendo que rozaran las garras negras las unas contra las otras. Había faltado poco para que los pillaran, aunque afortunadamente, Aly seguía siendo inocente, y se había creído lo de la araña. Y, aunque Renamon no había picado, no parecía que tuviera muchas luces respecto a lo que acababan de hacer. Pero era desconfiada, habría que andarse con ojo con ella.
Re: Susurro del viento
Rena le lanzó una fría mirada altiva en cuanto se giró, pero no dijo nada. Era evidente sobre qué se reía.
- Bueno, he visto cosas peores, así que por ahora no me echáis.- se rió- Mala hierba nunca muere
La peliazul trataba por todos los medios de bajar la tensión que formaban los digimons. Pero no sabía si lo conseguiría. Se acomodó el huevo y lo acarició con cariño, esperando a que se abriera, para esas ocasiones en las que no era él mismo el problema, a Labra se le daba muy bien bajar las tensiones.
- Bueno, he visto cosas peores, así que por ahora no me echáis.- se rió- Mala hierba nunca muere
La peliazul trataba por todos los medios de bajar la tensión que formaban los digimons. Pero no sabía si lo conseguiría. Se acomodó el huevo y lo acarició con cariño, esperando a que se abriera, para esas ocasiones en las que no era él mismo el problema, a Labra se le daba muy bien bajar las tensiones.
Invitado
Re: Susurro del viento
Aeirmon rió alegremente al escuchar el comentario de Alyria. Por un momento le había parecido ver a la Alyria de siempre, alegre y feliz. Por un momento se había sentido como siempre. Pero sabía que no era permanente. Por eso decidió romper el incomodo hielo que se sobrepuso en el silencio.
- Acabo de recordar un chiste... ¿Qué hace un Wizardmon en la oscuridad?
Beelzemon detuvo lo que estaba haciendo y se dió la vuelta un poco, sorprendido. ¿De verdad Zayyn sabía contar chistes? ¿En serio? No se lo hubiera imaginado en la vida...
- ¿Violar gente?
- ...No...-respondió ella, frunciendo el ceño-. Hace Magia Negra
- ...-Sin decir nada más, Beelze se dió la vuelta y siguió cocinando. No se atrevía a decir nada por si Aeir se sentía ofendida y le zurraba.
- Acabo de recordar un chiste... ¿Qué hace un Wizardmon en la oscuridad?
Beelzemon detuvo lo que estaba haciendo y se dió la vuelta un poco, sorprendido. ¿De verdad Zayyn sabía contar chistes? ¿En serio? No se lo hubiera imaginado en la vida...
- ¿Violar gente?
- ...No...-respondió ella, frunciendo el ceño-. Hace Magia Negra
- ...-Sin decir nada más, Beelze se dió la vuelta y siguió cocinando. No se atrevía a decir nada por si Aeir se sentía ofendida y le zurraba.
Re: Susurro del viento
Tras el nefasto chiste de la digimon alada, las dos se quedaron en completo silencio. Rena por mera educación y Aly porque no sabía de que manera suavizar el que el chiste no tenía nada de gracia.
- Esto... Ahora que lo pienso, no nos hemos presentado: Yo soy Alyria y ella es Renamon- dijo recordando ese pequeño detalle, después continuo- Siento decir que contar chistes no es lo tuyo, pero el intento ha estado bien... Creo que te ha fallado el propio chiste, no la manera de contarlo
Rena asintió a las palabras de su compañera, y se impacientó esperando la comida. No sabía cuanto más le aguantaría el estómago sin volver a rugir de manera sonora.
- Esto... Ahora que lo pienso, no nos hemos presentado: Yo soy Alyria y ella es Renamon- dijo recordando ese pequeño detalle, después continuo- Siento decir que contar chistes no es lo tuyo, pero el intento ha estado bien... Creo que te ha fallado el propio chiste, no la manera de contarlo
Rena asintió a las palabras de su compañera, y se impacientó esperando la comida. No sabía cuanto más le aguantaría el estómago sin volver a rugir de manera sonora.
Invitado
Re: Susurro del viento
Si antes había habido un silencio incómodo, ahora se había transformado en uno insoportable, tras el "intento de chiste" de Aeirmon. La digimon sonrió al ver que nadie decía nada, ni se reía. Ella no era alguien que hiciera bromas, es más, normalmente le molestaban, aunque muchas veces las ignoraba. Miró a la humana cuando se presentó.
- Yo soy Aeirmon... y el Beelzemon-se presentó. Luego se cruzó de brazos-. Ya me imaginaba que el chiste no tenía gracia, no suelo hacer bromas.
Entonces, escuchó el suspiro de su compañero, quien se dio la vuelta y se acercó a ellas con una olla en una mano y cuatro platos hondos apilados en la otra.
- Yo conozco uno mejor... ¿Qué digimon proviene del cerdo?... El jaMÓN... Jajaja... -dijo mientras le tendía a Alyria un plato y le echaba sopa.
- Yo soy Aeirmon... y el Beelzemon-se presentó. Luego se cruzó de brazos-. Ya me imaginaba que el chiste no tenía gracia, no suelo hacer bromas.
Entonces, escuchó el suspiro de su compañero, quien se dio la vuelta y se acercó a ellas con una olla en una mano y cuatro platos hondos apilados en la otra.
- Yo conozco uno mejor... ¿Qué digimon proviene del cerdo?... El jaMÓN... Jajaja... -dijo mientras le tendía a Alyria un plato y le echaba sopa.
Re: Susurro del viento
- Encantada de conoceros
- Un placer- dijo Rena, aunque en su caso no era algo que sintiera realmente, simplemente lo decía por educación.
- Lo cierto es que si no cuentas chistes normalmente, no suelen tener gracia. Pero el intento ha estado bien- Aly jamás era destructiva a la hora de hablar de algo.
En cuanto Beelzemon contó el chiste, Alyria comenzó a reírse, no había oído nada así en su vida, y en cierto sentido el chiste tenía lógica. Pero Renamon se mantuvo en un silencio más profundo que el anterior, en general era raro sacarla ni la más mínima expresión. Pero además los chistes no era algo que la hicieran mucha gracia.
- Jajajajaa... ¡Que bueeeenoooo!
- ...
El estómago del digimon amarillo no pudo aguantar más y rugió. La espera para comer era ya muy larga. Esto provocó que un leve rubor le cubriera las mejillas.
- Un placer- dijo Rena, aunque en su caso no era algo que sintiera realmente, simplemente lo decía por educación.
- Lo cierto es que si no cuentas chistes normalmente, no suelen tener gracia. Pero el intento ha estado bien- Aly jamás era destructiva a la hora de hablar de algo.
En cuanto Beelzemon contó el chiste, Alyria comenzó a reírse, no había oído nada así en su vida, y en cierto sentido el chiste tenía lógica. Pero Renamon se mantuvo en un silencio más profundo que el anterior, en general era raro sacarla ni la más mínima expresión. Pero además los chistes no era algo que la hicieran mucha gracia.
- Jajajajaa... ¡Que bueeeenoooo!
- ...
El estómago del digimon amarillo no pudo aguantar más y rugió. La espera para comer era ya muy larga. Esto provocó que un leve rubor le cubriera las mejillas.
Invitado
Re: Susurro del viento
- Lo mismo digo-respondió la digimon demonio ante el comentario de Aly de alegrarse de conocerlos.
Aeirmon sonrió muy levemente y desvió la mirada, haciendo que sus cabellos rojos le taparan parte del rostro. << Aly me conoce, pero no se da cuenta. Y desgraciadamente no se lo puedo decir porque se iría... y yo no quiero eso. >> pensó. Eso era lo que más le molestaba, no poder hablar con ella de manera normal. Tenía que usar la apariencia de Aeirmon para ello... Si Aly se enterara seguramente se enfadaría, aunque ella nunca había preguntado por su etapa mega, de modo que en teoría no la había engañado.
- Soy bastante reservada y fría. A veces ni yo misma entiendo algunas bromas...
Enmudeció y escuchó el chiste que Beelze empezaba a contar. Parpadeó cuando su compañero hubo terminado y soltó una suave risa. Vaya idiota, pensó. Bueno, al menos él sabía cocinar y contar chistes. Algo bueno tendría que tener aparte de testosterona, aunque no estaba segura de si lo último era bueno, o malo (¿?¿?), y desde luego, a ella eso no le importaba. Vio como Aly se reía a carcajadas, a diferencia de Renamon, que permanecía serena.... o en apariencia. De repente, en mitad del silencio, se escuchó un sonido extraño, como un rugido, y Aeir y Beelze miraron directamente al digimon amarillo, que estaba levemente ruborizada.
El motero aprovechó su oportunidad para pasarselo bien un rato y dejó junto a Alyria su plato de sopa. Luego se acercó al digimon zorruno y con una sonrisa juguetona le tendió otro plato, con su correspondiente caldo.
- Aquí tienes, que lo disfrutes...-dijo soltando al final una risa suave.
Aeirmon sonrió muy levemente y desvió la mirada, haciendo que sus cabellos rojos le taparan parte del rostro. << Aly me conoce, pero no se da cuenta. Y desgraciadamente no se lo puedo decir porque se iría... y yo no quiero eso. >> pensó. Eso era lo que más le molestaba, no poder hablar con ella de manera normal. Tenía que usar la apariencia de Aeirmon para ello... Si Aly se enterara seguramente se enfadaría, aunque ella nunca había preguntado por su etapa mega, de modo que en teoría no la había engañado.
- Soy bastante reservada y fría. A veces ni yo misma entiendo algunas bromas...
Enmudeció y escuchó el chiste que Beelze empezaba a contar. Parpadeó cuando su compañero hubo terminado y soltó una suave risa. Vaya idiota, pensó. Bueno, al menos él sabía cocinar y contar chistes. Algo bueno tendría que tener aparte de testosterona, aunque no estaba segura de si lo último era bueno, o malo (¿?¿?), y desde luego, a ella eso no le importaba. Vio como Aly se reía a carcajadas, a diferencia de Renamon, que permanecía serena.... o en apariencia. De repente, en mitad del silencio, se escuchó un sonido extraño, como un rugido, y Aeir y Beelze miraron directamente al digimon amarillo, que estaba levemente ruborizada.
El motero aprovechó su oportunidad para pasarselo bien un rato y dejó junto a Alyria su plato de sopa. Luego se acercó al digimon zorruno y con una sonrisa juguetona le tendió otro plato, con su correspondiente caldo.
- Aquí tienes, que lo disfrutes...-dijo soltando al final una risa suave.
Re: Susurro del viento
Aly cogió el plato de sopa y sonrió al digimon motero. Desde luego tenía muy buena pinta, lo cierto es que era algo extraño en un digimon con ese aspecto que se le diera bien la comida. Casi le hacia parecer tierno, casi, porque las prendas de cuero y el saber que era un demonio no lo arreglaba para nada.
- Graciaas n.n tiene muy buena pinta
Renamon por su parte le miró con algo de desconfianza cuando le tendió el plato de sopa de esa manera tan amable para ser él. Aunque el que se riera al final la hizo desear levantarse y largarse de esa cueva. Dejando allí a todos, pero debía cuidar de Aly por encima de sus deseos personales. Así que resistiendo el impulso cogió el plato.
- Gracias- contestó de manera seca.
- Graciaas n.n tiene muy buena pinta
Renamon por su parte le miró con algo de desconfianza cuando le tendió el plato de sopa de esa manera tan amable para ser él. Aunque el que se riera al final la hizo desear levantarse y largarse de esa cueva. Dejando allí a todos, pero debía cuidar de Aly por encima de sus deseos personales. Así que resistiendo el impulso cogió el plato.
- Gracias- contestó de manera seca.
Invitado
Re: Susurro del viento
Beelzemon sonrió de nuevo, esta vez de manera malvada y se sentó en el suelo tendiéndole a Aeirmon su plato y sosteniendo el suyo propio.
- Le eché cianuro, pero tranquila, será una muerte rápida, no sentirás nada n.n-le comentó a Renamon. Obviamente, era una broma.
Aeirmon tomó el plato que el demonio le tendía y comenzó a probar la sopa. Cuando se hubo tragado la primera cucharada lo miro severamente.
- Beelze, no seas descortés. A una dama no se la trata así. Tienes que ser más cariñoso y caballeroso... u.u-dijo, fingiendo recato. Le salió bastante bien, aunque Beelze la miró desconfiado, sabiendo que Aeir lo único que pensaba era en lo bien que se lo estaba pasando. Aeir miró a Rena-. No le hagas caso, solo es un tonto adolescente... (?)
Beelzemon frunció los labios molesto, y comenzó a tomarse su sopa, algo rojo por la vergüenza que le estaba haciendo pasar su compañera.
- Le eché cianuro, pero tranquila, será una muerte rápida, no sentirás nada n.n-le comentó a Renamon. Obviamente, era una broma.
Aeirmon tomó el plato que el demonio le tendía y comenzó a probar la sopa. Cuando se hubo tragado la primera cucharada lo miro severamente.
- Beelze, no seas descortés. A una dama no se la trata así. Tienes que ser más cariñoso y caballeroso... u.u-dijo, fingiendo recato. Le salió bastante bien, aunque Beelze la miró desconfiado, sabiendo que Aeir lo único que pensaba era en lo bien que se lo estaba pasando. Aeir miró a Rena-. No le hagas caso, solo es un tonto adolescente... (?)
Beelzemon frunció los labios molesto, y comenzó a tomarse su sopa, algo rojo por la vergüenza que le estaba haciendo pasar su compañera.
Re: Susurro del viento
Renamon respiró profundamente, intentando por todos los medios ser más elegante que él, y encontrar una salida a sus palabras, que la dejara mejor.
- Gracias, imagino, así tendré que aguantarte menos tiempo- le respondió antes de meter la cuchara.
Lo cierto es que olía muy bien, pero no se imagino que también supiera tan bien. Si estuviera malo al menos podría recriminárselo, pero por esa vía era imposible. Después escuchó cómo la compañera del demonio le "reprendía" por sus malos modales con una "dama". Ella no lo era, y dudaba que lo fuera, dado que las damas de los cuentos eran gente como Aly: incapaces de luchar y amantes de la paz.
Pero aún así el alago le sacó una levísima sonrisa, que sólo podía percibir su compañera. Y eso era por el tiempo que llevaban juntas.
- Bueno, si él es un adolescente, yo sería una niña. Y si los críos que siempre son más egoístas que los de mayor edad. Por lo que no me sentiría a gusto en caso de que encontrara a alguien más joven que yo con unos modales mejores.
Cerró los ojos y continuó comiendo, pero en un momento miró a Beelzemon con una mirada altiva, para provocarle. Aunque al hacerlo pudo verle algo sonrojado, quizá le molestara ese tema... Por educación debería dejarlo, pero por su propio egoísmo seguiría "martirizandolo".
Alyria se apiadó del demonio y decidió cambiar un poco el tema.
- Cocinas muy bien, creo que te tendría que pedir clases. Aunque soy un peligro en la cocina... Quizá deberías enseñar a Rena- esto último era en realidad un pensamiento que se la escapó.
La digimon con forma de zorro, por poco no se atraganta ante las palabras de la humana.
- Gracias, imagino, así tendré que aguantarte menos tiempo- le respondió antes de meter la cuchara.
Lo cierto es que olía muy bien, pero no se imagino que también supiera tan bien. Si estuviera malo al menos podría recriminárselo, pero por esa vía era imposible. Después escuchó cómo la compañera del demonio le "reprendía" por sus malos modales con una "dama". Ella no lo era, y dudaba que lo fuera, dado que las damas de los cuentos eran gente como Aly: incapaces de luchar y amantes de la paz.
Pero aún así el alago le sacó una levísima sonrisa, que sólo podía percibir su compañera. Y eso era por el tiempo que llevaban juntas.
- Bueno, si él es un adolescente, yo sería una niña. Y si los críos que siempre son más egoístas que los de mayor edad. Por lo que no me sentiría a gusto en caso de que encontrara a alguien más joven que yo con unos modales mejores.
Cerró los ojos y continuó comiendo, pero en un momento miró a Beelzemon con una mirada altiva, para provocarle. Aunque al hacerlo pudo verle algo sonrojado, quizá le molestara ese tema... Por educación debería dejarlo, pero por su propio egoísmo seguiría "martirizandolo".
Alyria se apiadó del demonio y decidió cambiar un poco el tema.
- Cocinas muy bien, creo que te tendría que pedir clases. Aunque soy un peligro en la cocina... Quizá deberías enseñar a Rena- esto último era en realidad un pensamiento que se la escapó.
La digimon con forma de zorro, por poco no se atraganta ante las palabras de la humana.
Invitado
Re: Susurro del viento
Beelzemon terminó de tomarse los fideos y procedió a beberse el caldo, inclinando el plato hacia su boca. Miró mal a Renamon al pillarla dirigiéndole una mirada altiva. Quería guerra, ¿eh? Muy bien...
Aeirmon rió al verle en una situación tan incómoda. El demonio mujer, en esa etapa, era más cruel, por así decirlo, que sus etapas anteriores, y le encantaba fastidiar a los demás, aunque fueran aliados.
- No me cabe duda de que serías un excelente profesor...-empezó a decir, pero se detuvo al oírle decir a Alyria que mejor enseñara a Rena... Aeirmon miró malévolamente a su compañero, divertida. Esa idea era aún mejor.
Beelzemon, sin embargo, no dió muestras de alterarse.
- Si, está bien.. Puedo enseñarle, si ella quiere... aunque entendería que no quisiera, soy bastante estricto con mis alumnos. A lo mejor a ella le parecerían excesivas mis enseñanzas-dijo, dándose aires y lanzándole a la digimon con aspecto de zorro una mirada cargada de orgullo hacia sí mismo y quizá, algo de desdén.
Aeirmon rió al verle en una situación tan incómoda. El demonio mujer, en esa etapa, era más cruel, por así decirlo, que sus etapas anteriores, y le encantaba fastidiar a los demás, aunque fueran aliados.
- No me cabe duda de que serías un excelente profesor...-empezó a decir, pero se detuvo al oírle decir a Alyria que mejor enseñara a Rena... Aeirmon miró malévolamente a su compañero, divertida. Esa idea era aún mejor.
Beelzemon, sin embargo, no dió muestras de alterarse.
- Si, está bien.. Puedo enseñarle, si ella quiere... aunque entendería que no quisiera, soy bastante estricto con mis alumnos. A lo mejor a ella le parecerían excesivas mis enseñanzas-dijo, dándose aires y lanzándole a la digimon con aspecto de zorro una mirada cargada de orgullo hacia sí mismo y quizá, algo de desdén.
Re: Susurro del viento
Aly sonrió al ver que la compañera del motero veía bien esa solución, así Rena podría relacionarse con más digimons que un digihuevo silencioso, que solo en algunos momentos brillaba o se movía, pero no hacía nada más.
Rena le lanzó primero una mirada de desconfianza cuando accedió. Internamente le dio por saltar, y señalarle con un dedo y decirle que le demostraría que no era para tanto y que ella aguantaría todo. Sin embargo no se movió por respeto, además al ir escuchándolo tuvo muy claro, que aunque fuera una trampa para tentarla a aceptar.
Rechazó eso y se dijo que aunque fuera así, le demostraría que no podría hacerla renunciar.
- Una pena que pienses así de primeras, dado que estaré "encantada" de aceptar esas clases. Digamos que tengo una voluntad que es tan grande como un incendio y tan resistente como un glaciar.
Le sonrió con una sonrisa tan llena de confianza que chocaba contra la mirada de autorgullo de Beelzemon.
Rena le lanzó primero una mirada de desconfianza cuando accedió. Internamente le dio por saltar, y señalarle con un dedo y decirle que le demostraría que no era para tanto y que ella aguantaría todo. Sin embargo no se movió por respeto, además al ir escuchándolo tuvo muy claro, que aunque fuera una trampa para tentarla a aceptar.
Rechazó eso y se dijo que aunque fuera así, le demostraría que no podría hacerla renunciar.
- Una pena que pienses así de primeras, dado que estaré "encantada" de aceptar esas clases. Digamos que tengo una voluntad que es tan grande como un incendio y tan resistente como un glaciar.
Le sonrió con una sonrisa tan llena de confianza que chocaba contra la mirada de autorgullo de Beelzemon.
Invitado
Re: Susurro del viento
El motero cogió de nuevo su plato y, cuando terminó de bebérselo, soltó una carcajada. Su plan para provocarla a aceptar las clases había dado resultado.
- Muy bien, pues cuando terminemos de comer empieza la clase del terror-dijo sonriendo burlonamente. Para orgullo, él, que era un demonio. Reduciría esa confianza y voluntad en cenizas.
Sería su maestro, la enseñaría a cocinar... pero bajo sus normas y sus órdenes. Le enumeraría los pasos a seguir para preparar los platos, pero al mínimo fallo de calculo, por pequeño que fuera, le regañaría. Una ensalada mal aliñada, demasiado azúcar en el postre, o una mayonesa cortada. Rió con suavidad. Se lo iba a pasar muy bien, vaya que sí. Además, se dio cuenta de que era divertido molestarla, bien haciéndola enfadar, bien provocándole sonrojo.
Aeirmon, por su parte, cerró los ojos y se empezó a beber su sopa. Luego suspiró y miró a Beelze.
- Pues ve trayendo ya el segundo plato, que se va a quedar frío.
Él se levantó, contento y moviendo la cola con suavidad. Cogió los platos de los que ya habían terminado y los llevó a la cocina. Después, regresó con otra vajilla en la cual descansaban alitas de pollo en salsa. Se sentó y comenzó a repartirlos, dedicándole una sonrisa burlona a la digimon zorruna.
- Muy bien, pues cuando terminemos de comer empieza la clase del terror-dijo sonriendo burlonamente. Para orgullo, él, que era un demonio. Reduciría esa confianza y voluntad en cenizas.
Sería su maestro, la enseñaría a cocinar... pero bajo sus normas y sus órdenes. Le enumeraría los pasos a seguir para preparar los platos, pero al mínimo fallo de calculo, por pequeño que fuera, le regañaría. Una ensalada mal aliñada, demasiado azúcar en el postre, o una mayonesa cortada. Rió con suavidad. Se lo iba a pasar muy bien, vaya que sí. Además, se dio cuenta de que era divertido molestarla, bien haciéndola enfadar, bien provocándole sonrojo.
Aeirmon, por su parte, cerró los ojos y se empezó a beber su sopa. Luego suspiró y miró a Beelze.
- Pues ve trayendo ya el segundo plato, que se va a quedar frío.
Él se levantó, contento y moviendo la cola con suavidad. Cogió los platos de los que ya habían terminado y los llevó a la cocina. Después, regresó con otra vajilla en la cual descansaban alitas de pollo en salsa. Se sentó y comenzó a repartirlos, dedicándole una sonrisa burlona a la digimon zorruna.
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