Donde todo comienza

Era una cálida y tranquila tarde en el mundo digital, la brisa era suave, el cielo estaba despejado y todo estaba en calma. Yo paseaba junto a un Patamon que habitaba en ese lugar los dos íbamos tranquilos, en coordinación con ese fantástico día. Bostecé y le dije a Patamon: -¡Vaya!, si que es un día espléndido. -Jajaja, lo sé después de todos los problemas que hemos tenido un poco de calma no nos viene mal. Seguimos adelante por un pequeño camino de tierra, hasta que a lo lejos divisamos algo. -¿Patamon, que es eso? Parecen juguetes y cojines gigantes... -Pues sí, que curioso. ¡Vamos a verlo! El día ya volvió a ser igual de escandaloso como los demás. Empecé a correr detrás de Patamon a la vez que me reía. Llegamos a ese lugar tan curioso y gris. Me frené en seco al ver que estaba a punto de pisar un gran y gris-aseo huevo. La cosa era que no era el único huevo de por ahí, había montones todos grises por el virus... -Patamon, ¿que es esto? -Son Digihuevos. Verás, cuando un Digimon muere, se descompone y viene hacia aquí convertido en un Digihuevo. Que curioso.- Patamon se puso a olfatear. -Mei noto la presencia de más Digimons y otros humanos.- Me emocioné con la noticia. -Genial veamos quien viene-.

Durante un día tranquilo, mientras caminaba sin un rumbo fijo por la ciudad, me tope con un portal al digimundo, dado que estaba aburrida, lo cruce sin pensarlo mucho

Al cruzar el portal, termine en una gran caída libre, sin poder evitar gritar mientras daba vueltas descontroladas en el aire, para terminar impactándome en el suelo sin mas, irónicamente rebote en el "suelo" el cual parecía un cojín gigante. Cuando por fin deje de rebotar, me di cuenta que estaba en un extraño sitio que parecía estar echo de bloques de cojín gigante para bebes, además de que a mi alrededor había huevos de tamaño considerable

-aaah... ¿Dónde estoy...?- me enderece y con la mirada peine el área -¿me pregunto si habrá alguien mas por aquí...?- saque mi Digivice, pero Salamon continuaba dormida por lo que decidí recorrer el área sola mientras curioseaba los tan coloridos huevos a mi alrededor...

Hasta que a la distancia distinguí una figura humana, acompañada de otra mas pequeña, que supuse seria un digimon; me aproxime a ellos con mi clásica sonrisa en mi rostro, para al estar cerca de ellos decir -¡hola! disculpa, pero... ¿tienes alguna idea de como se llama este sitio??- mantuve mi sonrisa característica, mientras miraba de pies a cabeza, a la joven frente a mi

Vi a la chica presentarse y no tuve mas remedio que hacer lo mismo, estaba muy emocionada ya que era la primera persona que encontraba merodeando en el Digimundo.

-Estas en la Villa de los Inicios, este lugar esta ubicado en el Digimundo como puedes ver-. Le explique un poco acerca de donde nos encontrábamos porque al parecer se veía perdida. -Yo soy Mei Misaki gusto en conocerte-. Hice una leve reverencia ante la joven recién llegada.

-ya veo...- susurre analizando el lugar con mirada en cuanto ella me dijo el nombre del mismo -me congratula conocerte, Mei Misaki, mi nombre es. . . ¡¿heh?!- de estas por completo calmada abrí los ojos como plato -¡ajem!- aclare la garganta y recupere mi calma y mi sonrisa habitual -que coincidencia tan grande, yo me llamo Shokuhou, Shokuhou Misaki... gusto en conocerte- le dedique una de mis clásicas sonrisas

Al escuchar que tenia mi mismo apellido no pude evitar saltar de alegría y luego abrazarla de emoción. -Que emoción que tengas el mismo apellido mio, es la primera vez que veo esto-. Dije mientras la dejaba de abrazar y sonreía. -Y como es que llegaste al Digimundo Misaki?-. -Quien es ella Mei?- Me pregunto Patamon y al igual que el, yo me hacia la misma pregunta.

Me sorprendió su efusividad, pero me mantuve tranquila -y pues, hace poco cruce un portal que apareció repentinamente frente a mi, y luego caí aquí, afortunadamente este sitio parece ser un montón de cojines gigantes- explique mirando el cielo y luego el suelo

-¿este pequeño es tu digimon?- me agache para poder ver mejor al Patamon -dado que estas en el digimundo, me imagino que eres una tamer y este pequeño es tu compañero, ¿no?- acaricie un poco la cabeza del Patamon, para después sonreírle a ambos

-En realidad no, Patamon no es mi compañero solo le gusta jugar conmigo-. Dije explicándole un poco sobre Patamon. Poco después un portal se abrió frente nosotras "tragándonos" sin mas excepto al Patamon ya que el había alcanzado a evitar ser succionado. -Ahh!!-.No pude evitar gritar al ser absorbida por el extraño portal que había aparecido sin razón alguna.

Cuando el portal se volvió a abrir, este nos expulso en un lugar distinto, al parecer nos había traído al mundo humano. -E-Estamos en... Japon...?

Sin mas se abrió un portal, el cual nos succiono a ambas sin darnos la oportunidad de huir, a excepción del Patamon que estaba acompañando a Mei, pues este si pudo evitar se tragado

El portal nos termino llevando a alguna parte de Japón, donde, no estaba segura, solo sabia que era Japón, por la escritura en los carteles y anuncios...


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