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El Poder de la Espada
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El Poder de la Espada
Pasaron varios días desde la gran pelea y las cosas han seguido de manera normal, no se menciona mucho el tema, el Digimon recién nacido evoluciono a su etapa Bebe II y ahora es una criatura muy parlanchina. Durante estos días nos hemos dedicado a reconstruir la casa, cerrando los agujeros en las paredes, la de la habitación principal esta lista, pero la de la sala de entrenamientos aun le falta unos detalles.
Amanece ese día, me levanto temprano para bañarme y luego hacer el desayuno: pan, carne, huevos y leche con chocolate. Mientras tanto, FunBeemon entra a la habitación y se recuesta sobre Zayyn para despertarla o motivarla para levantarse. -Hola- Dice la abeja mientras mira a la chica a la cara mientras le hace cosquillas con sus antenas.
Amanece ese día, me levanto temprano para bañarme y luego hacer el desayuno: pan, carne, huevos y leche con chocolate. Mientras tanto, FunBeemon entra a la habitación y se recuesta sobre Zayyn para despertarla o motivarla para levantarse. -Hola- Dice la abeja mientras mira a la chica a la cara mientras le hace cosquillas con sus antenas.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Abrí los ojos, pero no porque Funbeemon viniera a desperarme, sino porque el digimon que habiamos encontrado, el demiveemon rojo llamado Rukriel, comenzó a dar saltos sobre mi tripa, gritando que tenía hambre.
- ¡Zayy, Zayy! ¡Depieta, tengo hambree!-gritaba el pequeño, exigiendo desayuno, a pesar de que Kenshi debía de estar ya levantado. Seguramente no se fiaba ni de él, ni de la abejita digimon-. ¡Zayyyyyyyyyy!
- Ya va, ya va... Grrrñlblññaa...-remoloneé en la cama un rato más, moviendome como una croqueta por el futón y abrazándome a la almohada.
Finalmente, y con un despeinado ejemplar de una loca de manicomio, me levanté, bostezando, y caminé por el pasillo hacia el baño mientras me rascaba la cabeza y el trasero con cada mano. Una vez dentro, ni siquiera me peiné, solo hice mis necesidades, me lavé las manos y la cara, y salí de nuevo para reunirme con Kenshi. Por el camino, cogí al digimon rojizo (que me había estado esperando sentadito frente a la puerta del cuarto de baño) en brazos y entré en el salón.
- Buenos días, amor...-saludé, acercándome a él y besándole en los labios, independientemente de lo que estuviera haciendo-. ¿Más reformas y arreglos?
- ¡Zayy, Zayy! ¡Depieta, tengo hambree!-gritaba el pequeño, exigiendo desayuno, a pesar de que Kenshi debía de estar ya levantado. Seguramente no se fiaba ni de él, ni de la abejita digimon-. ¡Zayyyyyyyyyy!
- Ya va, ya va... Grrrñlblññaa...-remoloneé en la cama un rato más, moviendome como una croqueta por el futón y abrazándome a la almohada.
Finalmente, y con un despeinado ejemplar de una loca de manicomio, me levanté, bostezando, y caminé por el pasillo hacia el baño mientras me rascaba la cabeza y el trasero con cada mano. Una vez dentro, ni siquiera me peiné, solo hice mis necesidades, me lavé las manos y la cara, y salí de nuevo para reunirme con Kenshi. Por el camino, cogí al digimon rojizo (que me había estado esperando sentadito frente a la puerta del cuarto de baño) en brazos y entré en el salón.
- Buenos días, amor...-saludé, acercándome a él y besándole en los labios, independientemente de lo que estuviera haciendo-. ¿Más reformas y arreglos?
Re: El Poder de la Espada
FunBeemon mira molesto a pequeño Digimon rojo, no dice ni hace nada, solo lo sigue mientras sigue mirándolo mal, el no se fiaba del bebe. Mientras tanto, yo me encontraba cocinando y apenas termino de hacer los huevos, Zayyn se acerca a mi dudando de que ella este del todo despierta al juzgar por su para, ropa desarreglada y por el afro rojo que es su cabello ahora. -Buenos días- Le respondo antes de besarle -Solo faltan los últimos detalles en la sala de entrenamientos- Le digo mientras preparo los platos y vasos para llevarlos a la habitación principal para luego sentarme en la mesa para empezar a comer. Funbeemon se sienta y come a mi lado, sin quitarle la mirada al Digimon rojo.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Sonreí, y antes de ayudarle a llevar los platos con nuestro desayuno le besé detrás de la oreja, mientras que con una mano le rocé el trasero aposta. Había descubierto que Kenshi era bastante reservado en ese aspecto, y me hacía mucha gracia verle con las mejillas ruborizadas.
- A ver, enano-murmuré, mientras nos sentábamos todos a la mesa-. Sigues sin recordar nada, ¿verdad?-el demiveemon rojo negó con la cabeza; no me había esperado contestación distinta. Suspiré-. No sé ni por qué pregunto... Cómetelo todo-le ordené señalando la carne de su plato.
Al parecer, el pequeño bebé no llegaba a acostumbrarse a la comida humana, o más bien, a la carne en general. En todos los días que llevábamos desde el entrenamiento del terror, había demostrado ser partícipe de la comida vegetal... Vamos, un "plantitas", como los llamaba yo. Sacudí la cabeza, y mientras el digimon rojo miraba a Plutón y le sacaba la lengua, desvié mi atención sobre Kenshi.
- De eso si quieres puedo encargarme yo... Además, tengo pensado en llevarte al digimundo... Aunque desde que perdí la memoria no lo he vuelto a pisar ni una vez...
- A ver, enano-murmuré, mientras nos sentábamos todos a la mesa-. Sigues sin recordar nada, ¿verdad?-el demiveemon rojo negó con la cabeza; no me había esperado contestación distinta. Suspiré-. No sé ni por qué pregunto... Cómetelo todo-le ordené señalando la carne de su plato.
Al parecer, el pequeño bebé no llegaba a acostumbrarse a la comida humana, o más bien, a la carne en general. En todos los días que llevábamos desde el entrenamiento del terror, había demostrado ser partícipe de la comida vegetal... Vamos, un "plantitas", como los llamaba yo. Sacudí la cabeza, y mientras el digimon rojo miraba a Plutón y le sacaba la lengua, desvié mi atención sobre Kenshi.
- De eso si quieres puedo encargarme yo... Además, tengo pensado en llevarte al digimundo... Aunque desde que perdí la memoria no lo he vuelto a pisar ni una vez...
Re: El Poder de la Espada
Me sonrojo cuando la chica me vuelve a besar y me acaricia en una parte indebida, últimamente ella había estado haciendo eso muy seguido, sabia que ella lo hacia para incomodarme. Yo me tomo las cosas con mas tranquilidad, respeto, etcétera, pero a decir verdad teniendo en cuenta la naturaleza salvaje de la chica me da miedo tomar el siguiente paso.
Observo tranquilamente la conversación entre la pelirroja y el Digimon rojo, a decir verdad no espero que el recién nacido recuerde su vida pasada, Plutón no ha podido recordar y apropósito de similitudes a Plutón, el Digimon también aparenta ser vegetariano o casi ya que ha intentado comer carne, por lo que creo que debe estar acostumbrándose. -Quizás a el le gustaría comer pollo o pez antes de comer carnes rojas- Comento antes de dar un bocado a un trozo de pan.
Cuando Zayyn menciona que ella se encargaría de reparar la pared y que después iríamos al Digimundo, la tierra de donde provienen los Digimon, estaba tan impresionado por esas palabras que miro a la chica fijamente con un trozo de pan en la boca -El Digimundo- Digo con ilusión, tenia muchas ganas de pisar esa tierra desconocida para mi y ahora también desconocida para Zayyn quien perdió sus recuerdos.
Observo tranquilamente la conversación entre la pelirroja y el Digimon rojo, a decir verdad no espero que el recién nacido recuerde su vida pasada, Plutón no ha podido recordar y apropósito de similitudes a Plutón, el Digimon también aparenta ser vegetariano o casi ya que ha intentado comer carne, por lo que creo que debe estar acostumbrándose. -Quizás a el le gustaría comer pollo o pez antes de comer carnes rojas- Comento antes de dar un bocado a un trozo de pan.
Cuando Zayyn menciona que ella se encargaría de reparar la pared y que después iríamos al Digimundo, la tierra de donde provienen los Digimon, estaba tan impresionado por esas palabras que miro a la chica fijamente con un trozo de pan en la boca -El Digimundo- Digo con ilusión, tenia muchas ganas de pisar esa tierra desconocida para mi y ahora también desconocida para Zayyn quien perdió sus recuerdos.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Asentí, conforme, en cuanto terminara de comer, iría a reparar la sala de entrenamiento, allá en donde habíamos golpeado Kenshi y yo al pelearnos. Además, también habría que limpiar un poco la sala, porque todavía quedaban manchas de sangre. Observé, curiosa, la reacción de Rukriel ante la mención de palabra "pescado". Los ojos del pequeño digimon se iluminaron como brillantes, y juro que ví como babeaba...
- Veo que eso sí que le gusta...-dije levemente sorprendida, mientras sonreía; luego continué comiendo.
Rukriel sonrió ampliamente, como el niño que era en esos momentos, y sin que nadie le viese, le robó un pedazo de huevo del plato a Funbeemon, mientras le miraba de manera maliciosa, con una leve sonrisa pícara y juguetona.
Mientras, yo me levanté al encontrarme con el estómago lleno, y tras acariciarle el pelo a Kenshi, entré en la sala de entrenamiento. Observé el estado de la madera, con el ceño fruncido, y me puse manos a la obra, cogiendo unas tablas que habíamos colocado contra la pared. Me armé con las herramientas pertinentes y me puse manos a la obra martilleando y taladrando.
- Veo que eso sí que le gusta...-dije levemente sorprendida, mientras sonreía; luego continué comiendo.
Rukriel sonrió ampliamente, como el niño que era en esos momentos, y sin que nadie le viese, le robó un pedazo de huevo del plato a Funbeemon, mientras le miraba de manera maliciosa, con una leve sonrisa pícara y juguetona.
Mientras, yo me levanté al encontrarme con el estómago lleno, y tras acariciarle el pelo a Kenshi, entré en la sala de entrenamiento. Observé el estado de la madera, con el ceño fruncido, y me puse manos a la obra, cogiendo unas tablas que habíamos colocado contra la pared. Me armé con las herramientas pertinentes y me puse manos a la obra martilleando y taladrando.
Re: El Poder de la Espada
Cuando todos terminan de comer y se levantan de la mesa, llevo los platos a la cocina y los dejo en el lavado, estaba apunto de comenzar a limpiar, pero entonces una mejor idea se me cruzo por la cabeza. Entro a la sala de entrenamientos y de una caja saco la mascara de apicultor y el ahumador, me dieron ganas de recoger algo de miel mientras que Zayyn reparaba la pared, pero antes de ir a mis colmenas, me acerco a la chica para verla trabajar -Se ve bien, por suerte queda poco por reparar- Le comento a la chica mientras veo como repara la pared, es entonces cuando una idea extraña cruza por mi cabeza, una especie de venganza-juego para sorprender a la pelirroja -Buen trabajo- Le digo mientras que con una mano toco su trasero para luego dejar la habitación riéndome entre dientes.
Mientras tanto, FunBeemon se sienta frente al televisor para empezar a ver sus programas, pero esta distraído vigilando al bebe rojo, atento a sus movimientos.
Mientras tanto, FunBeemon se sienta frente al televisor para empezar a ver sus programas, pero esta distraído vigilando al bebe rojo, atento a sus movimientos.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Mientras colocaba algunas de las tablas en el suelo, sentí como Kenshi se acercaba a mi lado y como admiraba el trabajo que estaba haciendo. Por el rabillo del ojo, le vi preparándose para ir a recoger la miel de las colmenas, e incosncientemente me vino a la mente el instante en el que me enseñó a mí extraer los paneles. No pude evitar esbozar una sonrisa, divertida, recordando también las peleas con bolas de nueve...
- Eso, tu a por la miel, que por algo eres el chico abeja-dije soltando una leve risita-. A propósito, ¿qué... ?
No fui capaz de terminar de formular la pregunta, porque algo (la mano de Kenshi) me rozó el culo, evidentemente aposta. Me sonrojé bastante, y miré para detrás, lo justo para ver al chico rubio dirigirse a la salida para ir a hacer su labor. No pude evitar reirme de manera maliciosa, aunque también fue una risa nerviosa en parte, porque nunca me habría imaginado un gesto así de él.
- Así que hoy estás juguetón, eh...-murmuré, volviendo al trabajo, tras el cual me levanté satisfecha por el resultado.
Asentí, para mí misma, y palmeando las manos para sacarme el polvo de ellas, salí al salón, viendo de frente a Rukriel y a Plutón viendo.
- Ya terminé de arreglar la sala... ¿Qué estáis viendo?
- Eso, tu a por la miel, que por algo eres el chico abeja-dije soltando una leve risita-. A propósito, ¿qué... ?
No fui capaz de terminar de formular la pregunta, porque algo (la mano de Kenshi) me rozó el culo, evidentemente aposta. Me sonrojé bastante, y miré para detrás, lo justo para ver al chico rubio dirigirse a la salida para ir a hacer su labor. No pude evitar reirme de manera maliciosa, aunque también fue una risa nerviosa en parte, porque nunca me habría imaginado un gesto así de él.
- Así que hoy estás juguetón, eh...-murmuré, volviendo al trabajo, tras el cual me levanté satisfecha por el resultado.
Asentí, para mí misma, y palmeando las manos para sacarme el polvo de ellas, salí al salón, viendo de frente a Rukriel y a Plutón viendo.
- Ya terminé de arreglar la sala... ¿Qué estáis viendo?
Re: El Poder de la Espada
FunBeemon voltea la cabeza para ver a la pelirroja quien le habla después de acabar su trabajo, en ese instante la abeja digital se pone nerviosa ya que se dio cuenta de que se perdió su programa por estar viendo al bebe rojo. -¿¡Ha!? ¡La película!- Dice el Digimon mientras salta para abrazar el televisor y con ojos llorosos mira los créditos finales del programa que no vio.
Mientras tanto, yo me dedique a recolectar unos pocos paneles y entro a la casa con el carrito para descubrir a FunBeemon abrazando la tele y a Zayyn que supongo termino de reparar la muralla. Ignoro a los presentes ya que debe haber una escena extraña involucrada y entro a la cocina con el carrito para empezar a quitar la miel de los paneles con la centrifuga.
Mientras tanto, FunBeemon se deja caer al suelo y vuelve a su tarea de mirar mal al Digimon rojo, pero esta vez lo ve como si ahora fuera un asunto personal.
Mientras tanto, yo me dedique a recolectar unos pocos paneles y entro a la casa con el carrito para descubrir a FunBeemon abrazando la tele y a Zayyn que supongo termino de reparar la muralla. Ignoro a los presentes ya que debe haber una escena extraña involucrada y entro a la cocina con el carrito para empezar a quitar la miel de los paneles con la centrifuga.
Mientras tanto, FunBeemon se deja caer al suelo y vuelve a su tarea de mirar mal al Digimon rojo, pero esta vez lo ve como si ahora fuera un asunto personal.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Fui a mirar la película, pero al fijar la vista en el televisor, descubrí que ya estaban los créditos finales. Funbeemon se lanzó como un obseso a abrazar la caja tonta. Parpadeé sorprendida, al verle lagrimear, y compartí con Rukriel una mirada de extrañeza.
- No entiendo nada... ¿Qué veíais, una telenovela?
Pude atisbar un brillo malicioso en los ojos del digimon rojito, y supe al instante que tramaba algo malo, o al menos algo en contra del digimon abeja. Fruncí el ceño, y esperé una respuesta por parte del digimon bebé.
- Veíamoz Heidi, Mastee-dijo el pequeño, a lo que me reí, divertida por tal respuesta. Sabía qué serie era esa, a pesar de ser amnesica, y resultaba bastante ridículo que un digimon, más aún si era masculino, llorara por no haber termiando de ver el programa.
- Tú eres muy listo y sabes más de lo que aparentas...-me volví para mirar a Plutón, pero descubrí que este esyaba observando con furia a Rukriel-. Ah, demonios... En buen momento llegas, Kenshi-suspiré, notando que el rubio llegaba a mi lado.
- No entiendo nada... ¿Qué veíais, una telenovela?
Pude atisbar un brillo malicioso en los ojos del digimon rojito, y supe al instante que tramaba algo malo, o al menos algo en contra del digimon abeja. Fruncí el ceño, y esperé una respuesta por parte del digimon bebé.
- Veíamoz Heidi, Mastee-dijo el pequeño, a lo que me reí, divertida por tal respuesta. Sabía qué serie era esa, a pesar de ser amnesica, y resultaba bastante ridículo que un digimon, más aún si era masculino, llorara por no haber termiando de ver el programa.
- Tú eres muy listo y sabes más de lo que aparentas...-me volví para mirar a Plutón, pero descubrí que este esyaba observando con furia a Rukriel-. Ah, demonios... En buen momento llegas, Kenshi-suspiré, notando que el rubio llegaba a mi lado.
Re: El Poder de la Espada
Dejo de recolectar la miel para ir a la habitación principal y pararme junto a Zayyn para intentar entender y resolver el conflicto que se esta desarrollando. -Plutón, ven- Le digo al Digimon abeja mientras estiro una mano, haciendo que el insecto vuele hasta mi brazo para asi hablarse tranquilamente -¿Que paso?- Digo con un tono de voz autoritaria. FunBeemon empieza a explicar entonces como no pudo ver su programa favorito, que afirmativamente era Heidi, pero yo interrumpo al Digimon y digo -No, dime ¿Qué es lo que realmente pasa?- Pregunto, haciendo que FunBeemon se quede callado por unos instantes antes de empezar a responder algo tímido -El quería dañarnos a todos, me lo dijo mientras peleaba con el antes de que se volviera un huevo… pero nadie ve que el es peligroso- Responde FunBeemon mientras mira hacia abajo. En cuento el Digimon responde, yo miro a Zayyn y le hablo -¿Que opinas, como podría solucionarse?- Le pregunto a la pelirroja para saber su opinión.
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Re: El Poder de la Espada
Me acerqué a Rukriel, y lo cogí en brazos. El bebé, gustosamente, se dejó llevar, y me miró con una amplia y adorable sonrisa, quneu yo sabía que en el fondo estaba intentando parecer bueno, para que la bronca no cayera sobre él. Retorné la mirada después hacia Plutón; comprendía que le cayera mal el pequeño dragoncito rojo, pero ahora era inofensivo, y no iba a hacerle nada malo. Además, había pertenecido a mi madre, y esperaba que gracias a eso, fuera obediente conmigo.
- Uhm...-medité unos momentos qué hacer con ellos dos, porque se iban a seguir peleando largo rato si no solucionábamos el problema-. Plutón, Rukriel no nos hará daño, ¿vale? A tí tampoco, te lo prometo- alargué una mano y acaricié la cabecita de la abeja digital-. Y Rukriel...-retomé mi atención en este-. Estan terminantemente prohibidas las peleas. Si veo que tú y Plutón os enzarzáis me enfadaré mucho, ¿compendido?
Le lancé una mirada severa y de advertencia al pequeño bebé, el cual se encogió entre mis brazos, evidentemente intimidado por mi expresión amenazante. Suspiré, sacudiendo la cabeza, y me volví hacia Kenshi, con cara de circunstancias y resignación.
- No sé... Cada vez se llevan peor...-contesté, dejando a Rukriel en el suelo-. Quizás ya haya llegado el momento de ir al Digimundo... Allí puede que se den cuenta de lo importante que es la convivencia...
- Uhm...-medité unos momentos qué hacer con ellos dos, porque se iban a seguir peleando largo rato si no solucionábamos el problema-. Plutón, Rukriel no nos hará daño, ¿vale? A tí tampoco, te lo prometo- alargué una mano y acaricié la cabecita de la abeja digital-. Y Rukriel...-retomé mi atención en este-. Estan terminantemente prohibidas las peleas. Si veo que tú y Plutón os enzarzáis me enfadaré mucho, ¿compendido?
Le lancé una mirada severa y de advertencia al pequeño bebé, el cual se encogió entre mis brazos, evidentemente intimidado por mi expresión amenazante. Suspiré, sacudiendo la cabeza, y me volví hacia Kenshi, con cara de circunstancias y resignación.
- No sé... Cada vez se llevan peor...-contesté, dejando a Rukriel en el suelo-. Quizás ya haya llegado el momento de ir al Digimundo... Allí puede que se den cuenta de lo importante que es la convivencia...
Re: El Poder de la Espada
Dejo a FunBeemon en el suelo mientras escucho lo que Zayyn dice, me quedo pensativo un tiempo, considerando lo que ella dice -Bueno… supongo que un viaje a su tierra natal les puede hacer bien, a fin de cuentas ambos revivieron en este mundo, necesitan conocer sus tierras y quizás asi puedan formar una conexión- Digo pensando en voz alta, camino en círculos un poco mientras pienso, pero finalmente tomo una decisión. Tomo mi espada y me la pongo en la espalda y luego apago el televisor -Que no se diga mas, vamos al Digimundo- Digo a Zayyn. Por su parte FunBeemon me mira con susto, no le animaba la idea de ir al Digimundo. el estaba acostumbrado a la vida en el mundo humano.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Asentí, feliz, al escuchar su respuesta, y en seguida fuí a recoger mis cosas. La mochila, las espadas, el digivice... Regresé con una sonrisa de oreja a oreja, colocándome a la espalda la bandolera que portaba las vainas de mis armas y la mochila. Agarré con fuerza el digivice, y amplié mi sonrisa hasta mostrar los dientes.
- Be prepared, bitchies. Nos vamos de aventuras. Estaba deseando poder utilizar de nuevo mis colmillos-dije haciendo referencia a las dos armas de Vulcanussmon-.Será mejor que preparemos un macuto con comida y mantas... Yo voy a fuera, tengo que preparar el portal...
Di un silbido, a lo que Rukriel corrió a mi lado para salir conmigo al jardín. En el descansillo, me puse las botas, y antes de salir, le guiñé un ojo a Kenshi.
- Be prepared, bitchies. Nos vamos de aventuras. Estaba deseando poder utilizar de nuevo mis colmillos-dije haciendo referencia a las dos armas de Vulcanussmon-.Será mejor que preparemos un macuto con comida y mantas... Yo voy a fuera, tengo que preparar el portal...
Di un silbido, a lo que Rukriel corrió a mi lado para salir conmigo al jardín. En el descansillo, me puse las botas, y antes de salir, le guiñé un ojo a Kenshi.
Re: El Poder de la Espada
Veo como la chica se prepara para salir, vamos a ir inmediatamente al mundo de los Digimon, la idea me ponía nervioso, ir a un mundo completamente diferente y llena de criaturas increíblemente poderosas. -Ve con ella- Le digo a FunBeemon indicándole que siga a la pelirroja al exterior de la casa mientras que yo reúno las cosas que me indico la misma. Pero ese guiño en el ojo seguido de cuando ella menciono que buscara unas mantas, hace que me ponga un poco mas nervioso pero intento ignorar ese detalle distrayéndome haciendo la bolsa para el viaje, en donde pongo las mantas, unos sándwiches y también los futones porsiacaso.
Cuando termino de empacar, salgo de la casa y camino hacia Zayyn para ver si ella tiene listo el portal -Comida y abrigo, todo listo- Le digo a la chica mientras me acerco a ella.
Cuando termino de empacar, salgo de la casa y camino hacia Zayyn para ver si ella tiene listo el portal -Comida y abrigo, todo listo- Le digo a la chica mientras me acerco a ella.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Una vez en el jardín, resoplé, y chasqueé los dedos de la mano derecha, haciendo aparecer el digisoul negro. Golpeé con energía la base del dispositivo, haciéndolo brillar, y como consecuencia, refulgiendo yo también. En apenas un par de segundos después, acababa transformada en Scathmon. Sentí a mi lado a Rukriel y a Plutón, y los miré Rukriel se encogió de miedo al ver mis ojos blancos, pero no le di importancia. Volteé la espada zigzagueante un par de veces, antes de rasgar con su filo el aire y crear una abertura que giraba sobre sí misma... El portal.
- Ya está...-me volví, y de nuevo recuperé mi forma humana. Kenshi aún debía de estar dentro de la casa, por lo que decidí esperarle sentada en el suelo, acariciando. Rukriel.
Desgraciadamente, no había podido aprovechar ese momento para hacerle preguntas, debido a la presencia de Plutón, pero ya buscaría yo algún otro momento... Quizás cuando estuviéramos en el digimundo.
Pronto Kenshi salió. Me levanté, animada, y le tomé una mano, sonriéndole con ánimo. Había notado que estaba nervioso, pero no iba a tener de qué preocuparse, puesto que no iba a dejar que sufriera ningún daño.
- Vamos...-tiré de él con suavidad, hacia el portal. Rukriel estaba sobre mi hombro, emocionado también ante la idea de volver a su hogar.
Inspiré hondo. ¿Para qué negarlo? Yo también estaba nerviosa, pero no dejaba aparentarlo. Esa sería la primera vez que iría al digimundo después de haber perdido la memoria.
Pero estaba con Kenshi. Todo saldría bien. Cerré los ojos, y di un paso hacia delante, cruzando el portal.
- Ya está...-me volví, y de nuevo recuperé mi forma humana. Kenshi aún debía de estar dentro de la casa, por lo que decidí esperarle sentada en el suelo, acariciando. Rukriel.
Desgraciadamente, no había podido aprovechar ese momento para hacerle preguntas, debido a la presencia de Plutón, pero ya buscaría yo algún otro momento... Quizás cuando estuviéramos en el digimundo.
Pronto Kenshi salió. Me levanté, animada, y le tomé una mano, sonriéndole con ánimo. Había notado que estaba nervioso, pero no iba a tener de qué preocuparse, puesto que no iba a dejar que sufriera ningún daño.
- Vamos...-tiré de él con suavidad, hacia el portal. Rukriel estaba sobre mi hombro, emocionado también ante la idea de volver a su hogar.
Inspiré hondo. ¿Para qué negarlo? Yo también estaba nerviosa, pero no dejaba aparentarlo. Esa sería la primera vez que iría al digimundo después de haber perdido la memoria.
Pero estaba con Kenshi. Todo saldría bien. Cerré los ojos, y di un paso hacia delante, cruzando el portal.
Re: El Poder de la Espada
Miro el portal con curiosidad, era raro ver esa puerta hacia otro universo, empiezo a llenarme de preguntas y preocupaciones, pero las supero rápidamente cuando Zayyn me toma de la mano, estando todos juntos no debería ocurrir nada malo -Vamos- Digo en cuanto la chica dice lo mismo y empiezo a caminar junto a ella para acercarnos a la puerta -Nooo- Dice FunBeemon preocupado mientras se abraza a mi cabeza al mismo tiempo que atravieso el portal y es entonces que empieza unas de las experiencias mas desagradables de mi vida ya que apenas atravieso el portal, entro en un vértice multicolor. Empiezo a dar vueltas y vueltas mientras que mis ojos se encandilan por las luces de colores, suelto la mano de Zayyn, me separo del grupo, acabo desorientado, mareado y temporalmente ciego para finalmente llegar al final del camino otro portal se abre y me escupe en medio de un bosque. Me quedo tirado en el suelo por un largo tiempo, estaba recuperándome del mareo y la vista, intento hablar pero de mi boca solo salen sonidos guturales. Aun conservo mi espada y la bolsa con las mantas y comida, pero estaba solo en medio del bosque, Zayyn, Plutón y Rukriel aparecen a las orillas de un lago, un sitio muy distante al que me encuentro ahora.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Cuando Kenshi repitió mis palabras al unísono fue como si un aura cálida y protectora me rodeara, y me diera fuerzas para pensar que nada iba a salir mal. Sin embargo, no había contado con el miedo de Kenshi. Para él, todo era nuevo, no entendía las cosas. Yo, respecto al digimundo, también andaba algo perdida, pero estaba menos despreocupada... Aunque esa tranquilidad desapareció cuando noté los dedos de Kenshi soltándose de mi. Jadeé, y traté de agarrarle de nuevo, pero el torbellino de colores nos engulló a ambos, cada uno por un lado, hasta que, de repente, sentí que mi espalda daba contra el suelo.
Me quedé sin respiración por el golpe, y boqueé varias veces para recuperar el aliento. Gemí, cerré los ojos, y me encogí, haciéndome una bolita.
- Gh... Ghaa...-levanté la mirada, con los ojos entornados por el dolor, y observé mi alrededor...
Contuve el aliento, sobrecogida. Eso no era, ni mucho menos, la casa de Kenshi... Eso era el digimundo... Me levanté con dificultad, y contemplé anonadada la superficie calmada y plateada del enorme lago que se extendía frente a mí y más allá. Jadeé, admirada, y sonreí, contemplando las aguas, el cielo brillante de la tarde, la hierba, los árboles... Me distraje tanto, que no me acordé de Kenshi y los demás hasta que sentí a Rukriel rozarme la pierna.
- ¡Ay!-exclamé desenfundando de manera inconsciente una de las espadas. Cuando le vi a él y a Plutón, bajé el arma, pero me dispuse a mirar más allá, en busca del humano rubio.
- ¡¿Dónde está Kenshi?! ¡Kenshii!
BlackGatomon levantó la cabeza de la hierba, alerta, al captar un olor repentinamente aparecido. Desde la rama en donde había pretendido descansar, levantó las orejas y se incorporó, escrutando en dirección al reciente aroma qie había captado.
- Humanos...-murmuró, con un brillo calculador en los ojos. Y se bajó de un salto del árbol para ir a inspeccionar.
Me quedé sin respiración por el golpe, y boqueé varias veces para recuperar el aliento. Gemí, cerré los ojos, y me encogí, haciéndome una bolita.
- Gh... Ghaa...-levanté la mirada, con los ojos entornados por el dolor, y observé mi alrededor...
Contuve el aliento, sobrecogida. Eso no era, ni mucho menos, la casa de Kenshi... Eso era el digimundo... Me levanté con dificultad, y contemplé anonadada la superficie calmada y plateada del enorme lago que se extendía frente a mí y más allá. Jadeé, admirada, y sonreí, contemplando las aguas, el cielo brillante de la tarde, la hierba, los árboles... Me distraje tanto, que no me acordé de Kenshi y los demás hasta que sentí a Rukriel rozarme la pierna.
- ¡Ay!-exclamé desenfundando de manera inconsciente una de las espadas. Cuando le vi a él y a Plutón, bajé el arma, pero me dispuse a mirar más allá, en busca del humano rubio.
- ¡¿Dónde está Kenshi?! ¡Kenshii!
* * * * *
BlackGatomon levantó la cabeza de la hierba, alerta, al captar un olor repentinamente aparecido. Desde la rama en donde había pretendido descansar, levantó las orejas y se incorporó, escrutando en dirección al reciente aroma qie había captado.
- Humanos...-murmuró, con un brillo calculador en los ojos. Y se bajó de un salto del árbol para ir a inspeccionar.
Re: El Poder de la Espada
Después de estar tirado en el suelo por un tiempo, logro recuperarme lo suficiente para poder sentarme en el suelo, aunque la cabeza aun me da vueltas y tengo el estomago revuelto. -Me siento mal… ¿eso es normal?- Le pregunto a Zayyn o al menos eso quería hacer. Ignoro por unos momentos el hecho de que nadie me responde, espero a que mi cabeza deje de dar vueltas para entonces empezar a mirar a mi alrededor , dándome cuenta de que estoy solo -¿Ha?... Zay- Digo a medias dándome cuenta de que es inútil intentar llamarla, debe estar lejos
Me levando del suelo y empiezo a caminar por el bosque hasta llegar a un pequeño claro entre los árboles en donde decido instalarme. Es ahora donde me doy cuenta de que no estoy en la tierra, los árboles tienen un aspecto extraño de donde cuelgan cables o frutos raros y el cielo tiene colores extraños y cosas flotando, sin embargo espero que aun existas algunas leyes de la física que se apliquen también en este mundo.
De la bolsa saco un futon para tener algo en donde sentarme y saco un sándwich el que empiezo a comer mientras empiezo a buscar ramas, trozos de madera, un trozo de papel en mi bolsillo y hojas secas los que reúno en una pila para hacer una fogata, la que intento encender con dos piedras sin lograr muchos resultados.
Mientras tanto, FunBeemon acaba mareado en el suelo, sin embargo los gritos de Zayyn al intentar localizar a su tamer, lo hacen reaccionar y FunBeemon empieza a volar en círculos mientras empieza a gritar -¡Padre, padre! ¡¿donde estas?!- Dice el Digimon insecto antes de empezar a volar por entre los árboles para luego regresar al lago -¿Y si cayo en el agua?- Dice el Digimon mientras empieza a volar cerca de la superficie del agua para intentar ver que hay abajo.
Me levando del suelo y empiezo a caminar por el bosque hasta llegar a un pequeño claro entre los árboles en donde decido instalarme. Es ahora donde me doy cuenta de que no estoy en la tierra, los árboles tienen un aspecto extraño de donde cuelgan cables o frutos raros y el cielo tiene colores extraños y cosas flotando, sin embargo espero que aun existas algunas leyes de la física que se apliquen también en este mundo.
De la bolsa saco un futon para tener algo en donde sentarme y saco un sándwich el que empiezo a comer mientras empiezo a buscar ramas, trozos de madera, un trozo de papel en mi bolsillo y hojas secas los que reúno en una pila para hacer una fogata, la que intento encender con dos piedras sin lograr muchos resultados.
Mientras tanto, FunBeemon acaba mareado en el suelo, sin embargo los gritos de Zayyn al intentar localizar a su tamer, lo hacen reaccionar y FunBeemon empieza a volar en círculos mientras empieza a gritar -¡Padre, padre! ¡¿donde estas?!- Dice el Digimon insecto antes de empezar a volar por entre los árboles para luego regresar al lago -¿Y si cayo en el agua?- Dice el Digimon mientras empieza a volar cerca de la superficie del agua para intentar ver que hay abajo.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Comencé a caminar como una desesperada por los alrededores, siendo seguida por Rukriel. ¿Dónde demonios estaba Kenshi? Tendría que estar por allí, ¿dónde estaba?
- ¡Kenshi, si esto es una broma, no tiene ni puta gracia!-rugí, molesta, esperando de verdad que en ese momento el chico saliera de detrás de unos arbustos, aunque sabía que no pasaría... Kenshi era demasiado responsable-. ¡Joder!-le pegué una patada al tronco de un enorme árbol cercano.
Miré a Plutón; mientras que este trataba de buscar a su "padre", Rukriel me instó a que lo cogiera en brazos. Con un suspiro, me agaché, pero algo me hizo quedarme helada en el sitio. Un sonido, parecido al crujir de mil ramas, sonó a mi espalda. Me di la vuelta lentamente, agarrando con una mano la empuñadura de una de las espadas.
Me quedé lívida... Lo que había pateado, no era un árbol corriente y moliente, sino un enorme digimon con aspecto de chopo, con los ojos rojos de furia.
- Ah...-inspiré hondo, con una mueca de horror en el rostro-. ¡PLUTÓN, CORRE!
Sin perder ni un segundo más de tiempo, emprendí una desesperada huía en dirección contraria, agarrando a tiempo una patita del digimon abeja.
BlackGatomon se asomó entre unos matorrales, lo justo para que solo se viera su cabecita negra. Frunció el ceño, ante ella, tenía a un humano, confundido claramente, pero un humano al fin y al cabo. Movió su cola, distraída, preguntándose si debía avisar al muchacho del peligro del virus o no... Por suerte, ella aún no lo había cogido, y prefería no tenerlo y perder su consciencia. Al final, tras cabilarlo un poco, llegó a la conclusión de que ese humano no era de su incumbencía, y ya se iba a marchar de ahí, cuando escuchó salir un nombre de los labios del rubio.
Comenzó a salir de entre las plantas, para saber si se había imaginado o no lo que había escuchado. Sin embargo, al ver que el rubio encendía un fuego humeante, salió de su escondite casi con desesperación.
- ¡NO! ¡No hagas esoooo!
Saltó hacia delante para apagar el fuego con cualquier cosa, pero antes de llegar, un fuerte rugido recorrió todo el lugar, dejando a la gata negra clavada en el sitio.
- Mierda...
- ¡Kenshi, si esto es una broma, no tiene ni puta gracia!-rugí, molesta, esperando de verdad que en ese momento el chico saliera de detrás de unos arbustos, aunque sabía que no pasaría... Kenshi era demasiado responsable-. ¡Joder!-le pegué una patada al tronco de un enorme árbol cercano.
Miré a Plutón; mientras que este trataba de buscar a su "padre", Rukriel me instó a que lo cogiera en brazos. Con un suspiro, me agaché, pero algo me hizo quedarme helada en el sitio. Un sonido, parecido al crujir de mil ramas, sonó a mi espalda. Me di la vuelta lentamente, agarrando con una mano la empuñadura de una de las espadas.
Me quedé lívida... Lo que había pateado, no era un árbol corriente y moliente, sino un enorme digimon con aspecto de chopo, con los ojos rojos de furia.
- Ah...-inspiré hondo, con una mueca de horror en el rostro-. ¡PLUTÓN, CORRE!
Sin perder ni un segundo más de tiempo, emprendí una desesperada huía en dirección contraria, agarrando a tiempo una patita del digimon abeja.
- Spoiler:
* * * * *
BlackGatomon se asomó entre unos matorrales, lo justo para que solo se viera su cabecita negra. Frunció el ceño, ante ella, tenía a un humano, confundido claramente, pero un humano al fin y al cabo. Movió su cola, distraída, preguntándose si debía avisar al muchacho del peligro del virus o no... Por suerte, ella aún no lo había cogido, y prefería no tenerlo y perder su consciencia. Al final, tras cabilarlo un poco, llegó a la conclusión de que ese humano no era de su incumbencía, y ya se iba a marchar de ahí, cuando escuchó salir un nombre de los labios del rubio.
Comenzó a salir de entre las plantas, para saber si se había imaginado o no lo que había escuchado. Sin embargo, al ver que el rubio encendía un fuego humeante, salió de su escondite casi con desesperación.
- ¡NO! ¡No hagas esoooo!
Saltó hacia delante para apagar el fuego con cualquier cosa, pero antes de llegar, un fuerte rugido recorrió todo el lugar, dejando a la gata negra clavada en el sitio.
- Mierda...
- Spoiler:
Re: El Poder de la Espada
Cuando finalmente logro encender el fuego, hecho unas hojas verdes al fuego para asi hacer mas humo, pero entonces escucho una voz a lo lejos y veo a un gato negro acercarse a mi para apagar el fuego, estaba apunto de hablarle al gato con guantes que sin dudarlo era un Digimon pero entonces un nuevo sonido me distrae, eran pasos y cuando me volteo, veo a un dinosaurio negro y con cabeza de metal atrás mío. -Mierda- Digo al unísono que la gata negra, sin embargo yo empiezo a moverme desde ya. Con una mano agarro al gato y con la otra agarro la bolsa con las cosas para ponerme a correr hacia los árboles. Dejo atrás un futon lo que lamento un poco ya que solo tenía dos, pero eso es lo de menos, lo único que importaba ahora era correr para esconderme en el bosque. Me adentro un poco, me escondo atrás de un árbol y me pongo a mirar hacia atrás para ver donde esta la criatura -Dime algo… esa cosa no dejara de seguirnos ¿verdad?- Digo mientras dejo al gato negro en el suelo para luego sacar mi digivice de mi bolsillo -Ya me esperaba que debía pelear pero no tan pronto- Digo algo nervioso.
Mientras tanto, FunBeemon es agarrado por una pata y tirado por la mujer roja, mientras que el ve como un árbol gigante los persigue lentamente. Mientras que FunBeemon escapa involuntariamente, el usa su técnica Llamada 88, haciendo que sus antenas se vuelvan rojas asi pidiendo ayuda a otros Digimon insectos que salen del bosque para detener al árbol andante.
Mientras tanto, FunBeemon es agarrado por una pata y tirado por la mujer roja, mientras que el ve como un árbol gigante los persigue lentamente. Mientras que FunBeemon escapa involuntariamente, el usa su técnica Llamada 88, haciendo que sus antenas se vuelvan rojas asi pidiendo ayuda a otros Digimon insectos que salen del bosque para detener al árbol andante.
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Re: El Poder de la Espada
Corrí y corrí todo lo que pude, internándome en la espesura para salvar mi vida y las de los digimons a los que llevaba. Me di en la cara con numerosas ramas blandas, pero no me importó, tenía que salir de allí rápidamente. Yo podría evolucionar, pero Rukriel no, y Plutón sin Kenshi tampoco; y además, tenía muy pocas probabilidades de vencer frente a un digimon infectado con el virus.
- Tranquilos...-jadeé-. Así era mi día a día antes de la amnesia... Creo... no estoy segura... Es lo que Beelkomon me contó...
Decidí enmudecer, para no tener que gastar fuerzas en hablar. Por suerte, el árbol digital parecía lento, así que podríamos escapar fácilmente, porque además él no podría internarse entre los árboles... Las ventajas de ser pequeños, oye. Al cabo de unos minutos corriendo, me detuve junto a unas rocas, en donde por suerte había un pequeño agujero.. Sin pensarmelo dos veces, me introduje en él, escondiendo también a los digimons pequeños.
- Creo... que aquí estaremos a salvo...-me llevé una manoal pecho, sintiendo como el corazón me palpiataba a mil por hora.
Blackgatomon no se molestó en responder. La prioridad en esos momentos era escapar, esconderse del dinosaurio azul. Luego cuando estuvieran a salvo ya podrían hablar con más tranquilidad.
El gato negro continuó corriendo, mas pronto fue ella misma la que comenzó a tirar el humano. Parecía saber por dónde se movía, puesto que sus pasos eran rápidos, y sus movimientos muy controlados. Pronto, la gata y el humano saldrían del bosque para entrar en un claro con unos búnkeres alineados... La gata se dirigió allí, y abriendo la puerta de uno de los refugios se introdujo dentro.
- Entra, vamos-urgió el felino, mientras cerraba la puerta de metal con un resonante sonido.
- Tranquilos...-jadeé-. Así era mi día a día antes de la amnesia... Creo... no estoy segura... Es lo que Beelkomon me contó...
Decidí enmudecer, para no tener que gastar fuerzas en hablar. Por suerte, el árbol digital parecía lento, así que podríamos escapar fácilmente, porque además él no podría internarse entre los árboles... Las ventajas de ser pequeños, oye. Al cabo de unos minutos corriendo, me detuve junto a unas rocas, en donde por suerte había un pequeño agujero.. Sin pensarmelo dos veces, me introduje en él, escondiendo también a los digimons pequeños.
- Creo... que aquí estaremos a salvo...-me llevé una manoal pecho, sintiendo como el corazón me palpiataba a mil por hora.
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Blackgatomon no se molestó en responder. La prioridad en esos momentos era escapar, esconderse del dinosaurio azul. Luego cuando estuvieran a salvo ya podrían hablar con más tranquilidad.
El gato negro continuó corriendo, mas pronto fue ella misma la que comenzó a tirar el humano. Parecía saber por dónde se movía, puesto que sus pasos eran rápidos, y sus movimientos muy controlados. Pronto, la gata y el humano saldrían del bosque para entrar en un claro con unos búnkeres alineados... La gata se dirigió allí, y abriendo la puerta de uno de los refugios se introdujo dentro.
- Entra, vamos-urgió el felino, mientras cerraba la puerta de metal con un resonante sonido.
Re: El Poder de la Espada
Tenía pensado pelear, pero la gata tenia otros planes, ella me toma de la ropa y empieza a tirarme para conducirme a un claro lleno de búnkeres donde nos refugiamos. No se necesitan muchas neuronas para saber que algo grave esta pasando. -Ese no era un Digimon normal ¿no?... ¿Qué esta pasando?- Le pregunto al Digimon mientras veo la puerta de la fortaleza esperando la respuesta indicada para poder salir e ir por Zayyn.
Mientras tanto, FunBeemon es llevado a la cueva junto con la chica y su Digimon, pero FunBeemon esta inquieto, no deja de moverse y de estar preocupado -Nooo… esta perdido ¿Dónde estas?- Dice muy triste la abeja, pero entonces el deja de moverse y mira fijamente una esquina de la caverna donde hay dos Gotsumons intentando esconderse atrás de una roca, pero rápidamente FunBeemon deja de prestarles atención para acercarse a Zayyn -¿Crees que mi padre este bien?- Dice el Digimon bastante triste.
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Re: El Poder de la Espada
Miré a los dos pequeños digimons, ambos parecían muy asustados, era normal, yo también lo estaba. Pero no podíamos dalir por el momento, no mientras hubiera un árbol asesino rondando por ahí. Suspiré, y saqué de mi mochila unos envoltorios con algunas bolas de onigiri, que Kenshi había hecho y que había guardado yo por si acaso. Miré a los dos pequeños, y les di una a cada uno. Iba yo a comerme otro, cuando me sorprendió la presencia de otros dos digimons en la cueva. Mi primer instinto fue desenfundar las espadas, pero después observé sus miradas asustadizas, y ahí comprendí que eran inofensivos.
- ¿Estáis... escondidos también?-fruncí el ceño y me levanté. Miré la bola de arroz de mi mano, y con un suspiro, guardé la espada y me acerqué a los digimons desconocidos para ofrecerles la comida-. Compartidla, no tenemos mucha más comida...
BlackGatomon se internó en el búnker, suspirando de alivio, y comenzó a rebuscar cosas de unas cajas de madera, mientras que recobraba el habla.
- ¿Qué hace un humano en el Digimundo sin compañero digital que lo proteja?-preguntó, sacando unos huevos blancos de una huevera de cartón-. ¿O es que acaso eres un frontier o un biohybrido?
La gata negra, empujó con sus patas otra caja de cartón, más para subirse a ella que para otra cosa, y así poder llegar a una encimera con un fuego y una sartén.
- ¿Estáis... escondidos también?-fruncí el ceño y me levanté. Miré la bola de arroz de mi mano, y con un suspiro, guardé la espada y me acerqué a los digimons desconocidos para ofrecerles la comida-. Compartidla, no tenemos mucha más comida...
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BlackGatomon se internó en el búnker, suspirando de alivio, y comenzó a rebuscar cosas de unas cajas de madera, mientras que recobraba el habla.
- ¿Qué hace un humano en el Digimundo sin compañero digital que lo proteja?-preguntó, sacando unos huevos blancos de una huevera de cartón-. ¿O es que acaso eres un frontier o un biohybrido?
La gata negra, empujó con sus patas otra caja de cartón, más para subirse a ella que para otra cosa, y así poder llegar a una encimera con un fuego y una sartén.
Re: El Poder de la Espada
Pongo una mano sobre la puerta del bunker, estaba ansioso por irme a buscar a Plutón y Zayyn. Ignoro lo que hace la Digimon pero respondo lo que me dice -Si tengo compañero y no llegue solo al Digimundo, venia con una chica pero por alguna razón aparecimos en lugares separados… tengo que ir a buscarlos- Digo nervioso mientras me volteo para ver a la gata que se prepara para cocinar -¿A que me enfrentare si salgo de aquí?- Le pregunto al Digimon para saber cual es la razón para esconderse en una fortaleza.
Mientras tanto, los Gotsumon aceptan temeroso la comida y dividen la bola de arroz para empezar a comerla. FunBeemon se asoma por la salida de la cueva y vigila si hay enemigos cerca, comprobando de que el árbol andante ya no esta -¡No esta, vamos a buscarlo!- Dice FunBeemon antes de acercarse a Zayyn y empieza a tirar para incitarla a salir de la cueva.
Mientras tanto, los Gotsumon aceptan temeroso la comida y dividen la bola de arroz para empezar a comerla. FunBeemon se asoma por la salida de la cueva y vigila si hay enemigos cerca, comprobando de que el árbol andante ya no esta -¡No esta, vamos a buscarlo!- Dice FunBeemon antes de acercarse a Zayyn y empieza a tirar para incitarla a salir de la cueva.
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Re: El Poder de la Espada
Saqué yo mismo otra bola de arroz y comencé a comérmela, mientras cavilaba nuestras opciones. Podríamos salir, y arriesgarnos a que el árbol digital nos descubriese; o podíamos quedarnos allí con los brazos cruzados. Sin embargo, entre que yo no tenía demasiada paciencia, y que Kenshi estaba solo allí afuera ante el peligro, no era capaz de quedarme tranquila en el interior de la cueva. Por suerte, Plutón decidió por mí.
- Está bien, vamos-agarré la mochila, al tiempo que Rukriel se subía encima de mí para meterse dentro.
Me agarré a las piedras, y subí por ellas para salir a la superficie. Una vez fuera, miré a mi alrededor. Antes de ir a ninguna parte, agarré a Plutón de una pata.
- Pase lo que pase, veas lo que veas... No te separes de mí. Ahora eres responsabilidad mía.
Con un gruñido, me incorporé y me dirigí hacia el Norte, en donde parecía que los árboles seguían creciendo.
- Si detectáis algo, avisad con un silbido... Estad muy atentos-les recomendé a ambos, mientras desenfundaba una de las espadas y la colocaba en ristre.
Beelkomon echó aceite y esperó a que este estuviera lo suficientemente caliente mientras que escuchaba al humano. Lo miró de reojo un momento.
- Así que os habéis perdido...-dedujo mientras movía un poco el aceite-. ¿Y quién es esa chica? ¿Tu novia?
BlackGatomon hizo brillar sus ojos dorados, calculadora. El chico no había dicho nada de que la otra persona estuviera acompañada por un digimon, y ella juraría haber oído un nombre conocido de los labios del rubio... O al menos, eso esperaba... Hacía tanto tiempo que no la veía...
- Por el momento, es mejor quedarnos aquí durante un rato... No quieras enfrentarte a ese digimon tu solo. Está infectado, como muchos otros, por un virus muy peligroso...
- Está bien, vamos-agarré la mochila, al tiempo que Rukriel se subía encima de mí para meterse dentro.
Me agarré a las piedras, y subí por ellas para salir a la superficie. Una vez fuera, miré a mi alrededor. Antes de ir a ninguna parte, agarré a Plutón de una pata.
- Pase lo que pase, veas lo que veas... No te separes de mí. Ahora eres responsabilidad mía.
Con un gruñido, me incorporé y me dirigí hacia el Norte, en donde parecía que los árboles seguían creciendo.
- Si detectáis algo, avisad con un silbido... Estad muy atentos-les recomendé a ambos, mientras desenfundaba una de las espadas y la colocaba en ristre.
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Beelkomon echó aceite y esperó a que este estuviera lo suficientemente caliente mientras que escuchaba al humano. Lo miró de reojo un momento.
- Así que os habéis perdido...-dedujo mientras movía un poco el aceite-. ¿Y quién es esa chica? ¿Tu novia?
BlackGatomon hizo brillar sus ojos dorados, calculadora. El chico no había dicho nada de que la otra persona estuviera acompañada por un digimon, y ella juraría haber oído un nombre conocido de los labios del rubio... O al menos, eso esperaba... Hacía tanto tiempo que no la veía...
- Por el momento, es mejor quedarnos aquí durante un rato... No quieras enfrentarte a ese digimon tu solo. Está infectado, como muchos otros, por un virus muy peligroso...
Re: El Poder de la Espada
Escucho lo que la gata me tiene que decir y de esa manera me quedan las cosas claras, hay un virus peligroso rondando, pero tengo que buscarla. -Lo lamento, pero tengo que buscarlos… si tengo suerte quizás regrese con ellos, no te preocupes por mi, puedo defenderme… pero debo buscar a Plutón y a Zayyn- Digo antes de abrir la puerta, salir del refugio y cerrar la puerta a mis espaldas, inmediatamente después activo el digisoul y tomo mi espada por la funda, en mi mente la espada sigue siendo vieja y frágil, que solo puedo usar para golpear con esta teniendo la funda puesta, obviamente no me he percatado del cambio en el arma.
Mientras tanto, FunBeemon sigue a Zayyn, volando sobre su cabeza. El Digimon vigila atentamente, moviendo sus antenas intentando detectar alguna amenaza -Hay muchos Digimon insectos escondidos en las copas de los árboles…- Dice la abeja mientras apunta sus antenas hacia los árboles. Sin embargo, FunBeemon no detecta a un Digimon que es esconde entre los matorrales y que espera a que ellos se acerquen para emboscarlos. el Digimon es un Fangmon preparándose para morder a quien se acerque.
Mientras tanto, FunBeemon sigue a Zayyn, volando sobre su cabeza. El Digimon vigila atentamente, moviendo sus antenas intentando detectar alguna amenaza -Hay muchos Digimon insectos escondidos en las copas de los árboles…- Dice la abeja mientras apunta sus antenas hacia los árboles. Sin embargo, FunBeemon no detecta a un Digimon que es esconde entre los matorrales y que espera a que ellos se acerquen para emboscarlos. el Digimon es un Fangmon preparándose para morder a quien se acerque.
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Re: El Poder de la Espada
Continuamos caminando, deprisa pero sin pausa, atentos a nuestro alrededor. Al final, me decidí por sacar la otra espada, por si las moscas, nunca se sabía si me haría falta o no. Miré a FunBeemon, el cual me indicó que había numerosos digimons de tipo insecto cerca, concretamente, sobre los árboles, así que por eso comencé a mirar hacia arriba, mientras caminaba para atrás.
Efectivamente, sus sospechas fueron acertadas. BlackGatomon apagó el fuego y salió en pos del humano, llamándole a vocinazos, corriendo para alcanzarle. Cuando llegó junto a él, se colocó delante y alzó las zarpas.
- ¡Espera! ¿Dijiste Zayyn? ¡Yo la conozco! ¡Soy su digimon!-los ojos de la gata negra brillaban con emoción, al fin podría reencontrarse con su compañera biohybrida-. Nos separamos hace tiempo, y he estado buscádola desde entonces. ¡Déjame ayudarte, si vas tan de golpe, solo conseguirás que te maten!
Bufó, frustrada, y con un brillo, comenzó a evolucionar ya ganar altura y figura bastante esbelta. Cuando volvió a poderse ver, la gata se había transformado en una criatura con aspecto humanoide, rubia, con tres ojos rosas, y vestida de cuero.
- Déjame ayudarte, podemos buscarla juntos.
* * * * *
Efectivamente, sus sospechas fueron acertadas. BlackGatomon apagó el fuego y salió en pos del humano, llamándole a vocinazos, corriendo para alcanzarle. Cuando llegó junto a él, se colocó delante y alzó las zarpas.
- ¡Espera! ¿Dijiste Zayyn? ¡Yo la conozco! ¡Soy su digimon!-los ojos de la gata negra brillaban con emoción, al fin podría reencontrarse con su compañera biohybrida-. Nos separamos hace tiempo, y he estado buscádola desde entonces. ¡Déjame ayudarte, si vas tan de golpe, solo conseguirás que te maten!
Bufó, frustrada, y con un brillo, comenzó a evolucionar ya ganar altura y figura bastante esbelta. Cuando volvió a poderse ver, la gata se había transformado en una criatura con aspecto humanoide, rubia, con tres ojos rosas, y vestida de cuero.
- Déjame ayudarte, podemos buscarla juntos.
Re: El Poder de la Espada
-¡Cuidado!- Dice FunBeemon quien se dio cuenta tarde de la amenaza del Digimon que salta de los arbustos para atacar a Zayyn, sin embargo a medio camino en el aire, el Digimon cae al suelo por un aguijón de metal que dispara la abeja e impacta en la cara de Fangmon.
Mientras tanto, cuando la gata sale de la fortaleza y me explica que ella es la Digimon de Zayyn, me cuesta creer esa coincidencia, es demasiado conveniente. Independientemente de eso, cuando la gata evoluciona en la motociclista vestida de forma atrevida, no puedo evitar impresionarme -Wow… que cambio- Digo antes de empezar a caminar para alejarme de las fortalezas e internarme en el bosque. Pero entonces un temblor hace que me detenga, el dinosaurio negro surge de entre los árboles y empieza a acercarse a mi. -Valla… regreso… acepto tu ayuda… pero puedo defenderme solo- Le digo a la Digimon antes de activar mi digisoul y comenzar a correr hacia el dinosaurio. De un salto aterrizo sobre un árbol y de otro salto llego hasta el Digimon al que pateo en la mandíbula, luego me aferro a uno de sus cuernos. Sin darme cuenta, la funda de mi espada, que tengo en una mano, se abre un poco y entonces soy testigo de la transformación de esta. El metal esta como nuevo, el filo esta hecho de luz, los colores están vivos y no desgastados por el sol, la espada esta como nueva e incuso parece mágica, tal como las leyendas. Me suelto del cuerno del Digimon y mientras voy cayendo desenfundo mi espada y hago un corte vertical en el Dinosaurio.
Mientras tanto, cuando la gata sale de la fortaleza y me explica que ella es la Digimon de Zayyn, me cuesta creer esa coincidencia, es demasiado conveniente. Independientemente de eso, cuando la gata evoluciona en la motociclista vestida de forma atrevida, no puedo evitar impresionarme -Wow… que cambio- Digo antes de empezar a caminar para alejarme de las fortalezas e internarme en el bosque. Pero entonces un temblor hace que me detenga, el dinosaurio negro surge de entre los árboles y empieza a acercarse a mi. -Valla… regreso… acepto tu ayuda… pero puedo defenderme solo- Le digo a la Digimon antes de activar mi digisoul y comenzar a correr hacia el dinosaurio. De un salto aterrizo sobre un árbol y de otro salto llego hasta el Digimon al que pateo en la mandíbula, luego me aferro a uno de sus cuernos. Sin darme cuenta, la funda de mi espada, que tengo en una mano, se abre un poco y entonces soy testigo de la transformación de esta. El metal esta como nuevo, el filo esta hecho de luz, los colores están vivos y no desgastados por el sol, la espada esta como nueva e incuso parece mágica, tal como las leyendas. Me suelto del cuerno del Digimon y mientras voy cayendo desenfundo mi espada y hago un corte vertical en el Dinosaurio.
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Re: El Poder de la Espada
Continué mirando para arriba, atenta a cualquier movimiento que pudiera delatar la presencia de un enemigo. Sin embargo, el peligro no vino de allí momentos después. Escuché un sonido a mi espalda, y gracias a dios que Funbeemon se había percatado antes que yo de ello. El digimon abeja atravesó al que acabó siendo un lobo digital rojo con una de sus agujas. Jadeé, sorprendida, y miré al digimon de Kenshi con asombro.
- Gracias...-dije mientras asentía una vez-. Esta claro que este lugar no es seguro... Necesitamos una idea para desplazarnos sin recibir emboscadas como estas.
Entonces, Rukriel salió un momento de la mochila para intervenir en la conversación. Se agarró a mi hombro y miró a Funbeemon mientras hablaba:
- Si pudieba evoducaionad, od llevadía sobre mí, y azí haría como que el virus me ha infetado. De segudo que nadie notadía la difedencia.
Por desgracia, las cosas no eran tan fáciles. Mi madre había muerto mucho tiempo atrás, y no podría hacerle evolucionar... Maldita su suerte, y maldito Andrew... Aunque en realidad había sido yo quien le había arrebatado la vida durante el parto.
- Rukriel... Tu eras el compañero de mi madre, ¿verdad?-inquirí, mientras retomaba la marcha, esta vez sí, con mil ojos puestos sobre el entorno.
Esperaba que el pequeño se percatara de que, como no estabamos los dos solos, había tenido que especular sobre su origen, y que no tenía ni idea hasta ese momento de que mi madre había tenido un digimon, y de que encima, había sido amiga de la madre de Kenshi. Por suerte, el pequeño era bastante inteligente, y captó al vuelo mis intenciones.
- Zi... Me zorprendí mucho cuando te vi, que pensé que de veddad había encontdado a Edin... A pesar de saber que ella había muedto...
- Lo lamento...-dije acariciando su cabecita pequeña. Realmente parecía triste por la pérdida de su tamer, aunque no le pregunté cómo era que lo sabía; probablemente lo hubiera descubierto mucho tiempo atrás-. ¿No me odias por eso...?
Rukriel negó con la cabeza.
- Do. Tu no tuvizte la cuppa. Ella te quedía, y yo rezpeto ezo... Pero ziempre zupe que ese humano le aduniadía la vida...
Beelkomon se sorprendió tanto de que el humano no dijese nada de acerca de lo que le había confesado, que al instante supo que no se fiaba de ella. Frunció el ceño, siguiéndole, algo molesta, pero se detuvo de golpe del susto al ver que de repente el dinosaurio azul había surgido de entre los árboles. Con una exclamación ahogada, sacó sus escopetas y apuntó con ellas al digimon enemigo. Sin embargo, el humano corrió hacia este, a la aventura, a riesgo de perder su vida. Beelkomon fue a correr para detenerle, pero el hecho de que el chico rubio saltara a una rama y golpeara y rajara al digimon de tal manera, la dejó ojiplática.
- Ay, va...-sacudió la cabeza, para salir del "trance" que le había dado la sorpresa, y cuando el chico acabó en el suelo, se dispuso ella misma a acabar definitivamente con el Greymon-. Heartbreak Shot!
El Greymon recibió el disparo directamente en su corazón digital. Miró durante unos momentos, furioso, al digimon y al humano, pero después cayó cuan largo era al suelo, abatido. Beelkomon se abstuvo de absorber sus datos. Sabía que, si estaba infectado, ella cogería el virus, y la verdad es que prefería no hacerlo.
- Vamos a ver, humano-suspiró, plantándose de dos zancadas junto a Kenshi-. Ya sé que no te fías de mí, porque te parecerá que resulta muy conveniente que hayas encontrado justo a la compañera de Zayyn. No pretendo engañarte, si quieres que te demuestre mi vínculo con ella, encantada estoy de hacerlo. Puedes preguntarme cualquier cosa acerca de ella, que te diré la respuesta correcta... Y por favor, ¡No vuelvas a abalanzarte de esa forma contra el enemigo!
Inspiró hondo, tratando de calmarse. Ella no era así, nunca había sido tan... "histerica", pero había visto cosas en el digimundo, cosas que no valía la pena subestimar ni tomar por el pito del sereno. El digimundo estaba en crisis, y había que tener cuidado.
OFF:
- Heartbreak Shot: Bloquea el corazón del enemigo y lo hace caer de un disparo.
- Gracias...-dije mientras asentía una vez-. Esta claro que este lugar no es seguro... Necesitamos una idea para desplazarnos sin recibir emboscadas como estas.
Entonces, Rukriel salió un momento de la mochila para intervenir en la conversación. Se agarró a mi hombro y miró a Funbeemon mientras hablaba:
- Si pudieba evoducaionad, od llevadía sobre mí, y azí haría como que el virus me ha infetado. De segudo que nadie notadía la difedencia.
Por desgracia, las cosas no eran tan fáciles. Mi madre había muerto mucho tiempo atrás, y no podría hacerle evolucionar... Maldita su suerte, y maldito Andrew... Aunque en realidad había sido yo quien le había arrebatado la vida durante el parto.
- Rukriel... Tu eras el compañero de mi madre, ¿verdad?-inquirí, mientras retomaba la marcha, esta vez sí, con mil ojos puestos sobre el entorno.
Esperaba que el pequeño se percatara de que, como no estabamos los dos solos, había tenido que especular sobre su origen, y que no tenía ni idea hasta ese momento de que mi madre había tenido un digimon, y de que encima, había sido amiga de la madre de Kenshi. Por suerte, el pequeño era bastante inteligente, y captó al vuelo mis intenciones.
- Zi... Me zorprendí mucho cuando te vi, que pensé que de veddad había encontdado a Edin... A pesar de saber que ella había muedto...
- Lo lamento...-dije acariciando su cabecita pequeña. Realmente parecía triste por la pérdida de su tamer, aunque no le pregunté cómo era que lo sabía; probablemente lo hubiera descubierto mucho tiempo atrás-. ¿No me odias por eso...?
Rukriel negó con la cabeza.
- Do. Tu no tuvizte la cuppa. Ella te quedía, y yo rezpeto ezo... Pero ziempre zupe que ese humano le aduniadía la vida...
* * * * *
Beelkomon se sorprendió tanto de que el humano no dijese nada de acerca de lo que le había confesado, que al instante supo que no se fiaba de ella. Frunció el ceño, siguiéndole, algo molesta, pero se detuvo de golpe del susto al ver que de repente el dinosaurio azul había surgido de entre los árboles. Con una exclamación ahogada, sacó sus escopetas y apuntó con ellas al digimon enemigo. Sin embargo, el humano corrió hacia este, a la aventura, a riesgo de perder su vida. Beelkomon fue a correr para detenerle, pero el hecho de que el chico rubio saltara a una rama y golpeara y rajara al digimon de tal manera, la dejó ojiplática.
- Ay, va...-sacudió la cabeza, para salir del "trance" que le había dado la sorpresa, y cuando el chico acabó en el suelo, se dispuso ella misma a acabar definitivamente con el Greymon-. Heartbreak Shot!
El Greymon recibió el disparo directamente en su corazón digital. Miró durante unos momentos, furioso, al digimon y al humano, pero después cayó cuan largo era al suelo, abatido. Beelkomon se abstuvo de absorber sus datos. Sabía que, si estaba infectado, ella cogería el virus, y la verdad es que prefería no hacerlo.
- Vamos a ver, humano-suspiró, plantándose de dos zancadas junto a Kenshi-. Ya sé que no te fías de mí, porque te parecerá que resulta muy conveniente que hayas encontrado justo a la compañera de Zayyn. No pretendo engañarte, si quieres que te demuestre mi vínculo con ella, encantada estoy de hacerlo. Puedes preguntarme cualquier cosa acerca de ella, que te diré la respuesta correcta... Y por favor, ¡No vuelvas a abalanzarte de esa forma contra el enemigo!
Inspiró hondo, tratando de calmarse. Ella no era así, nunca había sido tan... "histerica", pero había visto cosas en el digimundo, cosas que no valía la pena subestimar ni tomar por el pito del sereno. El digimundo estaba en crisis, y había que tener cuidado.
OFF:
- Heartbreak Shot: Bloquea el corazón del enemigo y lo hace caer de un disparo.
Re: El Poder de la Espada
Fangmon se queda un tiempo en el suelo, sin embargo eventualmente se levanta y al percatarse de que es ignorado y ya no visto como una amenazase aleja con la cola entre las patas, literalmente. La abeja digital mira como el digimon se aleja y luego se acerca a la chica y el Digimon rojo para oír su conversación, al principio el insecto los mira algo ansioso para que se muevan y poder encontrar a su tamer, pero rápidamente sus emociones cambian a sorpresa y a horror cuando el se da cuenta que el Digimon rojo recuerda su vida pasada, cosa que el no puede hacer y que le atormenta cada día. Desde su nacimiento, FunBeemon ha tenido la sensación de que el tiene que recordar algo, tiene que saber algo, tiene que hacer algo, pero que sin embargo el no recuerda, ese es un sentimiento que le atormenta día y noche, que Rukriel pueda recordar su vida pasado y el no, es el insulto máximo. -¡No! ¿¡como recuerdas!? ¡no deberías recordar!- Dice Plutón mientras se acerca al Digimon rojo con los ojos llorosos.
Mientras tanto, yo empiezo a caminar para adentrarme al bosque apenas veo al dinosaurio caer, pero la Digimon me corta el paso y me empieza a hablar un poco desesperada -Esta bien… te diré las preguntas ahora y respondes en el camino por que no quiero que el dinosaurio despierte- Digo mientras miro mi poderosa espada nueva la que enfundo para comenzar a caminar -¿De que color es el cabello de Zayyn?, ¿tiene una cicatriz y si la tiene donde esta? Y ¿Cómo se llama su hermano?- La ultima pregunta era trampa ya que yo sabia que Zayyn tenia dos hermanas aunque no se como se llaman.
Mientras tanto, yo empiezo a caminar para adentrarme al bosque apenas veo al dinosaurio caer, pero la Digimon me corta el paso y me empieza a hablar un poco desesperada -Esta bien… te diré las preguntas ahora y respondes en el camino por que no quiero que el dinosaurio despierte- Digo mientras miro mi poderosa espada nueva la que enfundo para comenzar a caminar -¿De que color es el cabello de Zayyn?, ¿tiene una cicatriz y si la tiene donde esta? Y ¿Cómo se llama su hermano?- La ultima pregunta era trampa ya que yo sabia que Zayyn tenia dos hermanas aunque no se como se llaman.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Mi rostro quedó oscurecido, sombrío, al oir a Rukriel mencionar a Andrew. Apreté los puños, frustrada, pero traté de relajarme respirando hondo. No era momento de perder la cabeza, en esos mismos momentos podríamos haber estado amenazados por quién sabe qué otro digimon. Así que seguí caminando, acariciando a Rukriel. Sin embargo, un gimoteo me hizo detenerme y darme la vuelta para mirar directamente a Plutón. Sorprendentemente, este tenía los ojos llorosos, como si hubiera algo que le reconcomiera. Alarmada, me acerqué a él, al mismo tiempo que la abeja digimon se acercaba a Rukriel para... echarle en cara haber recuperado la memoria. Comprendí, entonces, que estaba desesperado por saber qué había pasado antes de que naciera del huevo, y al instante me sentí identificada.
- Plutón... tranquilo, Plutón. No debes tener miedo-le cogí con las manos, e hizo que me mirara fijamente a los ojos-. Conozco esa sensación de desesperación y vacío de no saber quién eres. Esa impotencia que te hace dudar de todo y que te impide conciliar el sueño por las noches. Recuerda que yo también he perdido la memoria... Te contaré un secreto, ¿vale? Pero no se lo cuentes a tu padre de momento... He empezado a recordar algunas cosas... No todo, pero si algunos retazos de recuerdos. No sé si algún día lo recordaré todo, pero no me importa en realidad, porque mi presente, esta aquí con vosotros... Olvida el ayer, vive el hoy, y protege el mañana...-le dije al final. Una frase que ya le había dicho a Nat en una ocasión, cuando trataba de engañarla y traicionarla... Pensar en ella me hizo suspirar, aunque sorprendentemente, su recuerdo no dolía ya tanto como antes.
Beelkomon suspiró, el humano estaba empecinado en ir a buscar a Zayyn. La motera no sabía si ese chico era amigo o enemigo de la pelirroja, pero en cualquier caso, estaría atenta, y de esa manera por fin lograría reencontrarse con su tamer.
- Está bien-accedió la motera, mientras se ponía a caminar a su lado. Tomó aire antes de ponerse a contestar, con todo lujo de detalles, y quizás añadiría algo para que el rubio la creyera definitivamente-. Zayyn es alta, esbelta, no suele llevar mucha ropa encima, y la que lleva siempre es negra. Sus cabellos son tan rojos como el fuego, como la sangre, o como el atardecer, y sus ojos bien pueden tornarse plateados bajo la Luna, a diferencia de cuando es el Sol quien los ilumina, volviéndolos de un verde pálido. No sólo tiene una cicatriz, posee tres en total por todo su cuerpo: la primera, una larga cruzándole la espalda, se la hicieron los niños de su orfanato al dejarla caer por una ventana; la segunda, en el costado derecho, se la hizo una humana llamada Mashury cuando ambas peleaban en los cascotes de hielo del mundo digital; y finalmente, la tercera, fue dibujada en su ojo izquierdo, de arriba a abajo, por un biohybrido llamado Zerker, justo antes de que perdiera la memoria-cerró los ojos un momento, como si rememorara aquel fatídico momento-. Zayyn no tiene hermanos propiamente dichos, pero si dos medio hermanas. El nombre de una de ellas es Keilyn, de la otra no sabemos nada-abrió nuevamente los ojos-. ¿Satisfecho ya? ¿O hay algo más que deseas saber de ella?
- Plutón... tranquilo, Plutón. No debes tener miedo-le cogí con las manos, e hizo que me mirara fijamente a los ojos-. Conozco esa sensación de desesperación y vacío de no saber quién eres. Esa impotencia que te hace dudar de todo y que te impide conciliar el sueño por las noches. Recuerda que yo también he perdido la memoria... Te contaré un secreto, ¿vale? Pero no se lo cuentes a tu padre de momento... He empezado a recordar algunas cosas... No todo, pero si algunos retazos de recuerdos. No sé si algún día lo recordaré todo, pero no me importa en realidad, porque mi presente, esta aquí con vosotros... Olvida el ayer, vive el hoy, y protege el mañana...-le dije al final. Una frase que ya le había dicho a Nat en una ocasión, cuando trataba de engañarla y traicionarla... Pensar en ella me hizo suspirar, aunque sorprendentemente, su recuerdo no dolía ya tanto como antes.
* * * * *
Beelkomon suspiró, el humano estaba empecinado en ir a buscar a Zayyn. La motera no sabía si ese chico era amigo o enemigo de la pelirroja, pero en cualquier caso, estaría atenta, y de esa manera por fin lograría reencontrarse con su tamer.
- Está bien-accedió la motera, mientras se ponía a caminar a su lado. Tomó aire antes de ponerse a contestar, con todo lujo de detalles, y quizás añadiría algo para que el rubio la creyera definitivamente-. Zayyn es alta, esbelta, no suele llevar mucha ropa encima, y la que lleva siempre es negra. Sus cabellos son tan rojos como el fuego, como la sangre, o como el atardecer, y sus ojos bien pueden tornarse plateados bajo la Luna, a diferencia de cuando es el Sol quien los ilumina, volviéndolos de un verde pálido. No sólo tiene una cicatriz, posee tres en total por todo su cuerpo: la primera, una larga cruzándole la espalda, se la hicieron los niños de su orfanato al dejarla caer por una ventana; la segunda, en el costado derecho, se la hizo una humana llamada Mashury cuando ambas peleaban en los cascotes de hielo del mundo digital; y finalmente, la tercera, fue dibujada en su ojo izquierdo, de arriba a abajo, por un biohybrido llamado Zerker, justo antes de que perdiera la memoria-cerró los ojos un momento, como si rememorara aquel fatídico momento-. Zayyn no tiene hermanos propiamente dichos, pero si dos medio hermanas. El nombre de una de ellas es Keilyn, de la otra no sabemos nada-abrió nuevamente los ojos-. ¿Satisfecho ya? ¿O hay algo más que deseas saber de ella?
Re: El Poder de la Espada
Escucho la respuesta de la Digimon y obtengo mas información de la que pedi e incluso algunos datos que desconocía, como la ubicación de sus otras cicatrices. -Bien... lo lamento pero tenia que estar seguro- Le digo a la chica digital mientras meto una mano en el saco para sacar un sandwich que le ofrezco a la Digimon -Asi que... eres su Digimon... es una gran coicidencia- Le digo a la Digimon mientras sigo caminando entre los árboles. Me preparaba para comenzar una conversación con la chica, pero entonces algo capta mi atención, por encima de las copas de los árboles, logro ver movimiento de algo muy grande. Esa cosa grande es el Cherrymon que aun busca a Zayyn y los Digimon.
Mientras tanto, Cuando Zayyn empieza a hablar, FunBeemon posa su mirada sobre la pelirroja aun con los ojos llorosos, escucha cada palabra que ella dice y cuando termina, el insecto digital ya no puede contenerse y empieza a llorar mientras abraza a la pelirroja. Es una situación en la que todos están distraídos y no pueden saber de que el árbol digital gigante, Cherrymon, aun los esta buscando y esta muy cerca.
Mientras tanto, Cuando Zayyn empieza a hablar, FunBeemon posa su mirada sobre la pelirroja aun con los ojos llorosos, escucha cada palabra que ella dice y cuando termina, el insecto digital ya no puede contenerse y empieza a llorar mientras abraza a la pelirroja. Es una situación en la que todos están distraídos y no pueden saber de que el árbol digital gigante, Cherrymon, aun los esta buscando y esta muy cerca.
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Re: El Poder de la Espada
El Cherrymon se dedicó a tirar los árboles que tenía por delante, golpeando a diestro y siniestro, furioso y peligroso. Seguía buscando a las presas que se habían atrevido a golpearle y a despertarle de su siesta. No parecía ser un digimon infectado por el virus, sus ojos no se mostraban rojos, y de su boca no parecía salir la espuma que delataba la infección del virus maligno.
Al final, terminó echando abajo una hilera de árboles más pequeños que él mismo, y por desgracia, era la última hilera antes de llegar hasta el humano y la motera digital. Esta, había estado mirando al humano, de espaldas al peligro, y cuando decidió darse la vuelta para averiguar que pasaba, ya fue demasiado tarde, puesto que el digimon ultra movió una de sus ramas con fuerza y golpeó a la motera, lanzándola contra otro árbol y provocando que quedara inconsciente y dedigievolucionara hasta quedarse en un pequeño Salamon.
- ¡¡GRWWWOOOAAR!!-gritó-. ¡Más humanooos! ¡Os mataréeee!
Casi se me parte el corazón al ver llorar a Plutón. Lo sé, era algo muy tonto por mi parte, siendo yo como era, pero le había cogido cariño en todo ese tiempo, y me daba mucha pena verle tan triste y desesperado. Correspondí a su abrazo con fuerza, y le acaricié su lomo y su cabecita, tratando de tranquilizarlo. Rukriel observó desde mi hombro, y también le dio unas palmaditas a Plutón, no para molestarle, simplemente lo hacía de corazón, comprendiendo al digimon abeja, a pesar de haber peleado contra él en el jardín de Kenshi.
- ¡¡GRWWWOOOAAR!! ¡Más humanooos! ¡Os mataréeee!
Solté a Puroromon de golpe, y me di la vuelta rápidamente para mirar en la dirección en la que sonó aquel escalofriante rugido. Hubiera cogido a Plutón y a Rukriel y me hubiera dado la vuelta para huir... De no ser porque ese "humanos" me hizo quedarme clavada en el sitio. ¿Más humanos? ¿Cómo que más humanos? ¿Significaba eso que...?
- Kenshi...-sin perder un momento corrí en dirección al grito, desenfundando las espadas y agarrando el digivice para evolucionar-. ¡Kenshiiii!
Al final, terminó echando abajo una hilera de árboles más pequeños que él mismo, y por desgracia, era la última hilera antes de llegar hasta el humano y la motera digital. Esta, había estado mirando al humano, de espaldas al peligro, y cuando decidió darse la vuelta para averiguar que pasaba, ya fue demasiado tarde, puesto que el digimon ultra movió una de sus ramas con fuerza y golpeó a la motera, lanzándola contra otro árbol y provocando que quedara inconsciente y dedigievolucionara hasta quedarse en un pequeño Salamon.
- ¡¡GRWWWOOOAAR!!-gritó-. ¡Más humanooos! ¡Os mataréeee!
* * * * *
Casi se me parte el corazón al ver llorar a Plutón. Lo sé, era algo muy tonto por mi parte, siendo yo como era, pero le había cogido cariño en todo ese tiempo, y me daba mucha pena verle tan triste y desesperado. Correspondí a su abrazo con fuerza, y le acaricié su lomo y su cabecita, tratando de tranquilizarlo. Rukriel observó desde mi hombro, y también le dio unas palmaditas a Plutón, no para molestarle, simplemente lo hacía de corazón, comprendiendo al digimon abeja, a pesar de haber peleado contra él en el jardín de Kenshi.
- ¡¡GRWWWOOOAAR!! ¡Más humanooos! ¡Os mataréeee!
Solté a Puroromon de golpe, y me di la vuelta rápidamente para mirar en la dirección en la que sonó aquel escalofriante rugido. Hubiera cogido a Plutón y a Rukriel y me hubiera dado la vuelta para huir... De no ser porque ese "humanos" me hizo quedarme clavada en el sitio. ¿Más humanos? ¿Cómo que más humanos? ¿Significaba eso que...?
- Kenshi...-sin perder un momento corrí en dirección al grito, desenfundando las espadas y agarrando el digivice para evolucionar-. ¡Kenshiiii!
Re: El Poder de la Espada
Observo como la masa de hojas empieza a acercarse a nosotros, no sabia que era hasta que finalmente veo una rama que sale de entre los árboles que golpea a la chica digital haciéndola involucionar en… un perrito, que cambio. Apenas veo la rama acercándose, desenfundo mi espada lo mas rápido posible y asesto un golpe contra el trozo de madera, logrando cortar un petazo sin mucho esfuerzo, como si cortara mantequilla con un cuchillo caliente. Entonces logro ver que mi oponente es un árbol gigante que se veía furioso, pero sin juzgar su apariencia, activo el digisoul y me lanzo contra el Digimon armado con mi poderosa espada.
Mientras tanto, FunBeemon deja de llorar cuando escucha el grito de Cherrimon y vuela a gran velocidad al lado de Zayyn hasta llegar en donde la pelea esta transcurriendo. -¡Padre!- Grita FunBeemon.
El grito de FunBeemon hace que voltee la cabeza, distrayéndome por unos instantes en las que el árbol aprovecha para golpearme con una de sus ramas, haciendo que caiga al suelo, pero al mismo tiempo, mi digivice empieza a brillar y FunBeemon digievoluciona en Waspmon que se lanza para atacar a Cherrimon con sus láser, pero debido a la diferencia de niveles, nada de lo que haga le hará mucho daño.
Mientras tanto, FunBeemon deja de llorar cuando escucha el grito de Cherrimon y vuela a gran velocidad al lado de Zayyn hasta llegar en donde la pelea esta transcurriendo. -¡Padre!- Grita FunBeemon.
El grito de FunBeemon hace que voltee la cabeza, distrayéndome por unos instantes en las que el árbol aprovecha para golpearme con una de sus ramas, haciendo que caiga al suelo, pero al mismo tiempo, mi digivice empieza a brillar y FunBeemon digievoluciona en Waspmon que se lanza para atacar a Cherrimon con sus láser, pero debido a la diferencia de niveles, nada de lo que haga le hará mucho daño.
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Re: El Poder de la Espada
Al poco de correr, Funbeemon, Rukriel y yo llegamos a una especie de claro, con muy pocos árboles, en el que, uno de ellos, uno gigante que se movía y que conocíamos muy bien, gritaba y usaba sus ramas y raices contra un muchacho humano rubio... Kenshi. Con una exclamación ahogada ante la imagen de Kenshi derribado, me lancé sin dudarlo contra ese digimon (haciendo al tiempo que Rukriel cayera al suelo sin querer), con los ojos brillando de la furia y el digisoul brotando de mi cuerpo como una marea furiosa. Ese digimon iba a pagar por golpear a MI chico.
- Te mataré...-rugí, mientras daba un potente salto a una de sus ramas, luego a otra, hasta que me elevé sobre su copa y cargué mis espadas con el digisoul que me rodeaba con el objetivo de cortar a ese digimon en rebanadas-. ¡Mueree!
Sin embargo, ya con el primer grito, el árbol digital ya estaba avisado. Cuando caí sobre él, otra de sus ramas me golpeó en el pecho, dejándome sin respiración del enorme dolor que sentí, aunque a ese sufrimiento, se le sumó además el que me estrellara contra un árbol (no animado) cercano. Caí de rodillas al suelo, jadeando, y retorciéndome del dolor, pues seguramente se me hubiera roto algo por dentro, quizás una costilla o dos... No era para NADA, agradable.
El Cherrymon gruñó levemente, y se volvió para centrar toda su atención en mí. Le miré con furia, con fría y asesina cólera, jurando que lo iba a matar entre horribles sufrimientos. No iba a morir en un lugar así, y menos a manos de un digimon tan patético. Pero apenas podía moverme, era un milagro que puediera arrastrarme unos metros. En un último intento desesperado, miré a mi alrededor, buscando el digisoul, el que encontré a un par de metros de mí. Di una rápida mirada al árbol gigante, gracias a lo cual, pude esquivar haciendo la croqueta cuando una de sus gigantes ramas cayó en picado sobre mí. Gruñí, agarré el dispositivo negro y rojo, aquel con el que había evolucionado yo tantas veces, y con el que había hecho evolucionar a Beelko otras tantas. Miré de nuevo al arbol con furia, mientras el digisoul volvía a aparecer. Pensaba evolucionar, para darle yo misma su merecido, y porque Salamon (...Espera, ¡¿Qué?! ¡Salamon estaba allí! ¡Con Kenshi! ¡¿Qué demonios?!) estaba inconsciente...
Pero, a pesar de todo, el calor que solía sentir cuando iba a evolucionar, no apareció, de echo, ni me salían tampoco las palabras para hacerlo. Porque Rukriel, el Demiveemon, el compañero digital de mi madre, estaba mirando con rabia a Cherrymon, una rabia casi animal... Y al instante, un digisoul idéntico al mío le cubrió el cuerpo completamente. Quedé anonadada, alucinada, ojiplática. ¿Cómo era posible que hubiera reaccionado a mi digisoul? Él era el compañero de mi madre, no el mío, ¿por qué iba a evolucionar gracias a mí? La respuesta a esa pregunta me vino a los pocos segundos, al comprender que, quizás y solo quizás, el vínculo que Rukriel había tenido con Erin, había pasado de madre a hija... como un Legado.
- ...-cerré los ojos, aún con el ceño fruncido y los dientes apretados por el dolor-. Gracias, Madre... Digisooooooooooooooooooooooooooooouuuuuuuuuuul... Chaaaargue Overdriiiiiveeeeeeeeeeee!
Moví el brazo con energía, y con la palma de la mano, golpeé la parte de arriba del dispositivo IC, provocando que un chorro de energía saliera de la pantalla y envolviera a Rukriel otra vez.
- Demiveemon megadigievoluciona eeeeeeeeeen...-su vocecilla aguda, al igual que su pequeño cuerpo, fueron sustituídos por un potente rugido, y un enorme cuerpo de unos quince metros... Supe exactamente qué era en lo que se convertía-. ¡¡UlforceVDramon!!
OFF: Controla ahora si quieres tu a Cherrymon XD
- Te mataré...-rugí, mientras daba un potente salto a una de sus ramas, luego a otra, hasta que me elevé sobre su copa y cargué mis espadas con el digisoul que me rodeaba con el objetivo de cortar a ese digimon en rebanadas-. ¡Mueree!
Sin embargo, ya con el primer grito, el árbol digital ya estaba avisado. Cuando caí sobre él, otra de sus ramas me golpeó en el pecho, dejándome sin respiración del enorme dolor que sentí, aunque a ese sufrimiento, se le sumó además el que me estrellara contra un árbol (no animado) cercano. Caí de rodillas al suelo, jadeando, y retorciéndome del dolor, pues seguramente se me hubiera roto algo por dentro, quizás una costilla o dos... No era para NADA, agradable.
El Cherrymon gruñó levemente, y se volvió para centrar toda su atención en mí. Le miré con furia, con fría y asesina cólera, jurando que lo iba a matar entre horribles sufrimientos. No iba a morir en un lugar así, y menos a manos de un digimon tan patético. Pero apenas podía moverme, era un milagro que puediera arrastrarme unos metros. En un último intento desesperado, miré a mi alrededor, buscando el digisoul, el que encontré a un par de metros de mí. Di una rápida mirada al árbol gigante, gracias a lo cual, pude esquivar haciendo la croqueta cuando una de sus gigantes ramas cayó en picado sobre mí. Gruñí, agarré el dispositivo negro y rojo, aquel con el que había evolucionado yo tantas veces, y con el que había hecho evolucionar a Beelko otras tantas. Miré de nuevo al arbol con furia, mientras el digisoul volvía a aparecer. Pensaba evolucionar, para darle yo misma su merecido, y porque Salamon (...Espera, ¡¿Qué?! ¡Salamon estaba allí! ¡Con Kenshi! ¡¿Qué demonios?!) estaba inconsciente...
Pero, a pesar de todo, el calor que solía sentir cuando iba a evolucionar, no apareció, de echo, ni me salían tampoco las palabras para hacerlo. Porque Rukriel, el Demiveemon, el compañero digital de mi madre, estaba mirando con rabia a Cherrymon, una rabia casi animal... Y al instante, un digisoul idéntico al mío le cubrió el cuerpo completamente. Quedé anonadada, alucinada, ojiplática. ¿Cómo era posible que hubiera reaccionado a mi digisoul? Él era el compañero de mi madre, no el mío, ¿por qué iba a evolucionar gracias a mí? La respuesta a esa pregunta me vino a los pocos segundos, al comprender que, quizás y solo quizás, el vínculo que Rukriel había tenido con Erin, había pasado de madre a hija... como un Legado.
- ...-cerré los ojos, aún con el ceño fruncido y los dientes apretados por el dolor-. Gracias, Madre... Digisooooooooooooooooooooooooooooouuuuuuuuuuul... Chaaaargue Overdriiiiiveeeeeeeeeeee!
Moví el brazo con energía, y con la palma de la mano, golpeé la parte de arriba del dispositivo IC, provocando que un chorro de energía saliera de la pantalla y envolviera a Rukriel otra vez.
- Demiveemon megadigievoluciona eeeeeeeeeen...-su vocecilla aguda, al igual que su pequeño cuerpo, fueron sustituídos por un potente rugido, y un enorme cuerpo de unos quince metros... Supe exactamente qué era en lo que se convertía-. ¡¡UlforceVDramon!!
OFF: Controla ahora si quieres tu a Cherrymon XD
Re: El Poder de la Espada
Zayyn intenta pelear contra el árbol, pero este logra derribarla, yo intento levantarme para ayudarla pero una de mis piernas salio muy dañada del mazazo del Digimon y me imposibilita el levantarme, pero aun tengo un comodín -¡Plutón, toma!- Le digo a mi Digimon mientras le lanzo mi espada, Waspmon me escucha y agarra el arma con la que empieza a cortar las ramas del Digimon mientras le sigue disparando. Mientras la pelea sigue su curso, yo desvió la mirada para ver a Zayyn y entonces veo que el Digimon rojo evoluciona, adoptando la forma que tenia antes de morir. Waspmon también se percata de esta evolución, lo que lo llena de terror y al mismo tiempo lo distrae de su verdadero oponente que lo fusila lanzándole cerezas explosivas, haciéndolo caer al suelo para luego ser pisado por una raíz gigante. Después de derrotar a Waspmon, Cherrimon ahora le dispara las cerezas explosivas a Rukriel.
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Re: El Poder de la Espada
Jadeé con fuerza, mirando al árbol digital con rabia cuando vi que disparaba contra Waspmon. Apreté los puños con fuerza y cuando noté que el Cherrymon se volvía para atacar a Rukriel sonreí con fiereza, como un gato cuando ve al ratón entre sus garras. Miré de reojo a mi nuevo compañero, el cual desapareció de su ubicación como si nunca hubiera estado allí, dejando apenas visible el borrón de su movimiento.
Rukriel apareció justo encima del árbol digital, también sonriéndo, oliendo su victoria, con los brazos cruzados sobre el pecho. Sus alas rojas y negras ondearon como dos capas, como si fuera un superhéroe, pero yo sabía que en realidad no lo era, ya no. Quizás cuando estuvo con mi madre, pero sospechaba que el digimon caballero se había torcido con la muerte de esta...
- Jum...-Rukriel descruzó sus brazos en el mismo instante en el que la V gigante de su pecho se iluminaba con un brillo rojo oscuro bastante siniestro-. Shining V-Force!
El rayo salió de la V de golpe, impactando contra la copa del Cherrymon, incendiandolo y destrozando todo su cuerpo de hojas y madera. Para rematarlo, el digimon rojo se tiró en picado, con los sables luminosos de sus brazaletes en ristre, y acabó enarbolándolos en forma de equis, cortando al enemigo en cuatro trozos.
- Como se esperaba del digimon de mi madre...-murmuré, con una leve sonrisa, mientras me abrazaba el pecho con un brazo, debido al dolor. Rukriel aterrizó en el suelo, y caminó lentamente hacia mí, mientras iba dedigievolucionando, hasta acabar convertido en un Veemon rojito.
Rukriel apareció justo encima del árbol digital, también sonriéndo, oliendo su victoria, con los brazos cruzados sobre el pecho. Sus alas rojas y negras ondearon como dos capas, como si fuera un superhéroe, pero yo sabía que en realidad no lo era, ya no. Quizás cuando estuvo con mi madre, pero sospechaba que el digimon caballero se había torcido con la muerte de esta...
- Jum...-Rukriel descruzó sus brazos en el mismo instante en el que la V gigante de su pecho se iluminaba con un brillo rojo oscuro bastante siniestro-. Shining V-Force!
El rayo salió de la V de golpe, impactando contra la copa del Cherrymon, incendiandolo y destrozando todo su cuerpo de hojas y madera. Para rematarlo, el digimon rojo se tiró en picado, con los sables luminosos de sus brazaletes en ristre, y acabó enarbolándolos en forma de equis, cortando al enemigo en cuatro trozos.
- Como se esperaba del digimon de mi madre...-murmuré, con una leve sonrisa, mientras me abrazaba el pecho con un brazo, debido al dolor. Rukriel aterrizó en el suelo, y caminó lentamente hacia mí, mientras iba dedigievolucionando, hasta acabar convertido en un Veemon rojito.
Re: El Poder de la Espada
El árbol fue derrotado, se puede alcanzar a ver como el se hace pedazos y se reduce a cenizas antes de que se deshaga en datos. Waspmon resulto dañado por el fuego, pero poco le importa a la abeja robótica que ya estando libre de la raíz gigante, se levanta y vuela hacia su Tamer a quien le regresa su espada. Yo enfundo la espada y acaricio la cabeza de Waspmon que lucia cansado. Luego dirijo la mirada hacia Zayyn quien resulto herida en la pelea -¿Estas bien?- Le pregunto a la chica mientras yo sigo tendido en el suelo, incapaz de mover una pierna. Entonces, Waspmon regresa a su etapa de novato y casi al mismo tiempo, mi digivice empieza a parpadear, llamando mi atención y haciendo que mire la pantalla del dispositivo y entonces veo algo que no me esperaba ver, un símbolo familiar que aparenta ser un ocho color púrpura. Recordaba ese símbolo de un sueño o lo que creía que era un sueño pero basándome en lo que veo, fue real, lo que significa que tengo el poder del Digimental del conocimiento.
Tomo mi digivice con firmeza y lo activo, lo que produce que un rayo de luz morado vuele del digivice hacia FunBeemon, provocando la digievolucion -¡FunBeemon, armor digivols aaaaa!- Entonces la abeja digital se transforma en una especie de mago de baja estatura, con capa, sombrero de punta y un báculo -…Wizardmon- Dice el nuevo Digimon algo desorientado mientras empieza a ver sus manos y báculo -Hola- Le digo al nuevo Digimon quien parece reaccionar a mis palabras y se acerca a mi para poner sus manos arriba de mi pierna, de sus manos empieza a surgir una luz que hace que el dolor de mi pierna se valla y que la movilidad regrese, estaba curando mis heridas. Cuando termina con migo, el mago corre hacia Zayyn para hacer lo mismo, auque en el camino casi se tropieza con su propia capa.
Tomo mi digivice con firmeza y lo activo, lo que produce que un rayo de luz morado vuele del digivice hacia FunBeemon, provocando la digievolucion -¡FunBeemon, armor digivols aaaaa!- Entonces la abeja digital se transforma en una especie de mago de baja estatura, con capa, sombrero de punta y un báculo -…Wizardmon- Dice el nuevo Digimon algo desorientado mientras empieza a ver sus manos y báculo -Hola- Le digo al nuevo Digimon quien parece reaccionar a mis palabras y se acerca a mi para poner sus manos arriba de mi pierna, de sus manos empieza a surgir una luz que hace que el dolor de mi pierna se valla y que la movilidad regrese, estaba curando mis heridas. Cuando termina con migo, el mago corre hacia Zayyn para hacer lo mismo, auque en el camino casi se tropieza con su propia capa.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Rukriel se detuvo al ver que Plutón dedigievolucionaba y volvía a transformarse en otro digimon, muy distinto a lo que sería su línea evolutiva, pero por el grito que había pegado yo ya había deducido que era la evolución de un digiegg. Sonreí al ahora convertido en hechicero, y me estiré como un gato en cuando sentí que el pecho ya no dolía. Después me levanté, le puse una mano en el hombro a Plutón, a modo deagradecimiento, pero no quité atención a Veemon, por lo que lo agarré y lo abracé.
- Recuérdame que te haga un brownie sólo para tí-le dije, divertida. Pero entonces, al ver a una pequeña figura tendida en el suelo junto a un árbol, caí en la cuenta de que recompensar a Rukriel no era el problema más urgente-. ¡Salamon!-dejé al digimon rojo en el suelo y corrí para socorrer a la perrita, a mi compañera. Me di cuenta de que la había echado de menos, y por eso no pude evitar cogerla en brazos y abrazarla con fuerza.
Rukriel se acercó a ver, curioso, pero no intervino, solo observó el momento entrañable entre Salamon y yo. Sin embargo, por tantos esfuerzos que hacía, la perrita no no despertaba, y mi angustia solo aumentaba por ello. La sacudí suavemente para obligarla a despertar, pero ella seguía desvanecida. Llegué a pensar que la había perdido, pero en tal caso, sus datos debían de haber empezado ya a desperdigarse para formar el digihuevo...
- ¿Kali...?-aventuré a decir. Hacía tiempo me había confesado su verdadero nombre, pero nunca me había atrevido a llamarla así.
Cerré los ojos, infinitamente aliviada, cuando la perrita abrió sus ojillos azules debilmente, mientras esbozaba una pequeña sonrisa. Me di la vuelta, y llamé a Wizardmon para que curara a la perrita, y pudiera sostenerse en pie por ella sola.
- No me llames así...-murmuró esta.
- Recuérdame que te haga un brownie sólo para tí-le dije, divertida. Pero entonces, al ver a una pequeña figura tendida en el suelo junto a un árbol, caí en la cuenta de que recompensar a Rukriel no era el problema más urgente-. ¡Salamon!-dejé al digimon rojo en el suelo y corrí para socorrer a la perrita, a mi compañera. Me di cuenta de que la había echado de menos, y por eso no pude evitar cogerla en brazos y abrazarla con fuerza.
Rukriel se acercó a ver, curioso, pero no intervino, solo observó el momento entrañable entre Salamon y yo. Sin embargo, por tantos esfuerzos que hacía, la perrita no no despertaba, y mi angustia solo aumentaba por ello. La sacudí suavemente para obligarla a despertar, pero ella seguía desvanecida. Llegué a pensar que la había perdido, pero en tal caso, sus datos debían de haber empezado ya a desperdigarse para formar el digihuevo...
- ¿Kali...?-aventuré a decir. Hacía tiempo me había confesado su verdadero nombre, pero nunca me había atrevido a llamarla así.
Cerré los ojos, infinitamente aliviada, cuando la perrita abrió sus ojillos azules debilmente, mientras esbozaba una pequeña sonrisa. Me di la vuelta, y llamé a Wizardmon para que curara a la perrita, y pudiera sostenerse en pie por ella sola.
- No me llames así...-murmuró esta.
Re: El Poder de la Espada
Plutón se veía feliz en cuanto Zayyn menciona lo de los brownies y la sigue cuando ella se acerca a Salamon. Mientras tanto, yo me levanto del suelo y camino un par de pasos comprobando que puedo caminar perfectamente, entonces toda mi atención se concentra en mi espada, la miro fijamente notando el gran cambio que ha sufrido, se veía como nueva, muy diferente y por sobre todo era mágica, tal como decía el portador original del arma, lo que también me hace llegar a la conclusión de que el mundo de los espíritus que el mencionaba era en realidad el Digimundo. Luego de ver detenidamente la espada, siento que Zayyn debería ver esto, por lo que desenfundo mi arma, dejando al descubierto su brillante oja de luz y camino tranquilamente hacia la pelirroja. Mientras tanto, Wizardmon se tropieza con su capa mientras sigue a la chica y cae al suelo, pero cuando cae, de su bastón sale un pequeño relámpago que choca contra un árbol, derribandolo en el acto, pero el Digimon ignora eso y se levanta rápidamente y se acerca a Salamon para sanarla tal como ordeno la pelirroja.
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Re: El Poder de la Espada
Sonreí ampliamente, mirando a Salamon, cuando entonces la perrita notó la presencia de Rukriel. Lo miró con extrañeza, como preguntándose quién era, a lo que yo rápidamente respondí.
- Es amigo, Kali. Se llama Rukriel y al parecer vais a ser compañeros... Es mi segundo compañero digital.
La perrita abrió la boca, anonadada por la noticia. Me dedicó una mirada dolida, pero no entendí a qué vino hasta que la perrita digimon habló.
- ¿Me has suplantado?
- ¿Qué?-exclamé, confundida-. ¡No, claro que no! ¡Ambos sois mis digimons!-sacudí la cabeza, sorprendida por esa idea planteada. Aunque después me di cuenta de que era normal que pensara eso: hacía mucho que no nos habíamos visto, y en su ausencia, yo había adoptado a otro digimon-. Rukriel era compañero de mi madre, y ahora ha pasado a ser mío, ¿entiendes?
Kali me miró a mí, y después a Veemon. No pareció demasiado convencida al principio, pero asintió y saludó con una patita al pequeño dragoncito digital. Sin embargo, cuando fue a decirle algo, se quedó de piedra, y sus ojos llamearon de la furia al mirar algo que debía de estar a mi espalda.
- ¡Lo sabía! ¡Eres un asesino y tratas de matarla!
Sin esperar respuesta alguna, Salamon hizo un esfuerzo y evolucionó en una Beelkomon torpe y herida. Era evidente que estaba cansada y dolorida, pero su afán por protegerme estaba por encima de todo. Y eso me hizo darme la vuelta para ver qué pasaba.
Kenshi estaba ahí, con la espada desenfundada, acercándose. Había algo extraño en el arma, no recordaba que estuviera en tan buenas condiciones ni que brillara... ¿Qué estaba pasando? Comprendí entonces, que Beelko había malinterpretado la situación, así que me puse entre ella y Kenshi, con los brazos alzados, y los ojos verdes brillando con urgencia.
- ¡Espera, no! ¡No le hagas daño, él también es amigo!-exclamé.
Beelkomon gruñó y le quitó el seguro a una de sus escopetas.
- ¿Ahora para tí todos son amigos? ¿Me separo de tí y tan poco tardas en suplantarme?-respondió, enfadada.
- ¡Que no te he suplantado, coño!-de verdad que esta chica siempre acababa sacándome de mis casillas-. ¡Pero sigue con ese comportamiento, que me lo reeplantearé seriamente!
La motera entornó los ojos peligrosamente y gruñó. Les dirigió varias miradas asesinas a Kenshi, Plutón y Rukriel, pero al final acabó por dedigievolucionar a su etapa campeón para descansar, ya que esa era la etapa en la que se encontraba más cómoda.
- Es amigo, Kali. Se llama Rukriel y al parecer vais a ser compañeros... Es mi segundo compañero digital.
La perrita abrió la boca, anonadada por la noticia. Me dedicó una mirada dolida, pero no entendí a qué vino hasta que la perrita digimon habló.
- ¿Me has suplantado?
- ¿Qué?-exclamé, confundida-. ¡No, claro que no! ¡Ambos sois mis digimons!-sacudí la cabeza, sorprendida por esa idea planteada. Aunque después me di cuenta de que era normal que pensara eso: hacía mucho que no nos habíamos visto, y en su ausencia, yo había adoptado a otro digimon-. Rukriel era compañero de mi madre, y ahora ha pasado a ser mío, ¿entiendes?
Kali me miró a mí, y después a Veemon. No pareció demasiado convencida al principio, pero asintió y saludó con una patita al pequeño dragoncito digital. Sin embargo, cuando fue a decirle algo, se quedó de piedra, y sus ojos llamearon de la furia al mirar algo que debía de estar a mi espalda.
- ¡Lo sabía! ¡Eres un asesino y tratas de matarla!
Sin esperar respuesta alguna, Salamon hizo un esfuerzo y evolucionó en una Beelkomon torpe y herida. Era evidente que estaba cansada y dolorida, pero su afán por protegerme estaba por encima de todo. Y eso me hizo darme la vuelta para ver qué pasaba.
Kenshi estaba ahí, con la espada desenfundada, acercándose. Había algo extraño en el arma, no recordaba que estuviera en tan buenas condiciones ni que brillara... ¿Qué estaba pasando? Comprendí entonces, que Beelko había malinterpretado la situación, así que me puse entre ella y Kenshi, con los brazos alzados, y los ojos verdes brillando con urgencia.
- ¡Espera, no! ¡No le hagas daño, él también es amigo!-exclamé.
Beelkomon gruñó y le quitó el seguro a una de sus escopetas.
- ¿Ahora para tí todos son amigos? ¿Me separo de tí y tan poco tardas en suplantarme?-respondió, enfadada.
- ¡Que no te he suplantado, coño!-de verdad que esta chica siempre acababa sacándome de mis casillas-. ¡Pero sigue con ese comportamiento, que me lo reeplantearé seriamente!
La motera entornó los ojos peligrosamente y gruñó. Les dirigió varias miradas asesinas a Kenshi, Plutón y Rukriel, pero al final acabó por dedigievolucionar a su etapa campeón para descansar, ya que esa era la etapa en la que se encontraba más cómoda.
Re: El Poder de la Espada
En cuanto escucho al Digimon de Zayyn gritar y evolucionar para amenazarme con sus armas, yo me quedo paralizada e intento comprender la situación, pero me percato de que ella quizás se sintió amenazada por estar con la espada desenfundada. -Perdón- Digo mientras enfundo mi espada y me quedo quiero esperando a que las chicas se calmen, aunque no puedo evitar seguir impresionarme por la línea evolutiva de ese Digimon.
Mientras tanto, Wizardmon mira la escena de furia de la Digimon algo desesperado al no saber que hacer ya que no sabe como usar su nueva evolución, pero el se tranquiliza al mismo tiempo que lo hace la Digimon cuando evoluciona a BlackGatomon. Wizardmon se empieza a acercar lenta y tímidamente hasta que este lo suficientemente cerca para acercar una mano a ella y empezar a curarla con su poder mágico. -Me llama Kenshi Haibu… perdón si no me presente antes, pero estaba preocupado por Zayyn- Digo mientras me acerco a la pelirroja y a la gata negra.
Cuando Wizardmon termina de sanar a BlackGatomon, su cuerpo empieza a brillar y un rayo de luz morado sale de su cuerpo y entra en mi digivice para que luego el Digimon regrese a ser un FunBeemon quien velozmente vuela hacia un árbol para posarse sobre el y absorber los datos de un trozo de ese árbol, luego regresa con el grupo y empieza a construir un refugio moldeando los datos de la madera.
Mientras tanto, Wizardmon mira la escena de furia de la Digimon algo desesperado al no saber que hacer ya que no sabe como usar su nueva evolución, pero el se tranquiliza al mismo tiempo que lo hace la Digimon cuando evoluciona a BlackGatomon. Wizardmon se empieza a acercar lenta y tímidamente hasta que este lo suficientemente cerca para acercar una mano a ella y empezar a curarla con su poder mágico. -Me llama Kenshi Haibu… perdón si no me presente antes, pero estaba preocupado por Zayyn- Digo mientras me acerco a la pelirroja y a la gata negra.
Cuando Wizardmon termina de sanar a BlackGatomon, su cuerpo empieza a brillar y un rayo de luz morado sale de su cuerpo y entra en mi digivice para que luego el Digimon regrese a ser un FunBeemon quien velozmente vuela hacia un árbol para posarse sobre el y absorber los datos de un trozo de ese árbol, luego regresa con el grupo y empieza a construir un refugio moldeando los datos de la madera.
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Re: El Poder de la Espada
Suspiré hondo al ver que BlackGatomon se sentaba en el suelo, con los brazos cruzados, y haciendo un mohín. Wizardmon, en cuanto se acercó a la gata negra recibió un bufido por parte de esta, aunque ella evidentemente se relajó más cuando vio mi mirada de advertencia, dejandose sanar. Me volví hacia Kenshi, y le tomé de la mano, acariciandola con el dedo pulgar.
- Siento este espectáculo-le dije, mirando de reojo a la gata y al dragoncito rojo. Este se había acercado a olisquearla, y ella al verle, le mostró amenazadoramente una garra llena de afiladas uñas, a lo que Rukriel dio un salto hacia atrás del susto-. Voy a ver si hacen migas...
Me rasqué la nuca, y mientras Plutón hacía un refugio, me senté junto a mis dos compañeros. Les miré a ambos, sonriendo, y me pasé una mano por el pelo. Esto de las reconciliaciones no se me daba bien...
- Bueno... Black, antes de nada quiero disculparme... Perdóname por haberte abandonado, estaba enfadada, y después de lo de Nat no quería ver a nadie... Llegué a ponerme en peligro por eso... Pero Kenshi me salvó, y estoy con él desde entonces...
Black me miró fijamente, pero asintió, resignada. Sabía que decía la verdad, y aunque no lo hiciese, ella no se alejaría de mí de nuevo. Los siguientes minutos los dediqué a explicarle varias cosas, aunque no mencioné en ningún momento mi relación con el rubio... Ella misma acabaría dándose cuenta.
- Siento este espectáculo-le dije, mirando de reojo a la gata y al dragoncito rojo. Este se había acercado a olisquearla, y ella al verle, le mostró amenazadoramente una garra llena de afiladas uñas, a lo que Rukriel dio un salto hacia atrás del susto-. Voy a ver si hacen migas...
Me rasqué la nuca, y mientras Plutón hacía un refugio, me senté junto a mis dos compañeros. Les miré a ambos, sonriendo, y me pasé una mano por el pelo. Esto de las reconciliaciones no se me daba bien...
- Bueno... Black, antes de nada quiero disculparme... Perdóname por haberte abandonado, estaba enfadada, y después de lo de Nat no quería ver a nadie... Llegué a ponerme en peligro por eso... Pero Kenshi me salvó, y estoy con él desde entonces...
Black me miró fijamente, pero asintió, resignada. Sabía que decía la verdad, y aunque no lo hiciese, ella no se alejaría de mí de nuevo. Los siguientes minutos los dediqué a explicarle varias cosas, aunque no mencioné en ningún momento mi relación con el rubio... Ella misma acabaría dándose cuenta.
Re: El Poder de la Espada
Cuando Zayyn se acerca a mi para disculparse por esa escena, suspiro aliviado y le respondo -No te preocupes… se nota que se preocupa por ti…- Le digo antes de que ella se separe para hablar con sus Digimon y mientras FunBeemon construye un refugio, yo recolecto ramitas y hojas secas para hacer un fogata para encender mas tarde.
Cuando FunBeemon termina el refugio, este tiene la apariencia de un iglú de madera sólida. FunBeemon vuelve a alejarse, pero ahora regresa con fruta que recolecta de los árboles y los pone adentro de la guarida. Entro al iglú de madera y me siento junto a Zayyn y acaricio la cabeza de FunBeemon que descansa después de trabajar -No pienso sonar ofensivo… pero esto es exactamente lo que pensé que pasaría en el Digimundo- Digo mientras pongo un brazo alrededor de la pelirroja para luego besarla.
Cuando FunBeemon termina el refugio, este tiene la apariencia de un iglú de madera sólida. FunBeemon vuelve a alejarse, pero ahora regresa con fruta que recolecta de los árboles y los pone adentro de la guarida. Entro al iglú de madera y me siento junto a Zayyn y acaricio la cabeza de FunBeemon que descansa después de trabajar -No pienso sonar ofensivo… pero esto es exactamente lo que pensé que pasaría en el Digimundo- Digo mientras pongo un brazo alrededor de la pelirroja para luego besarla.
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Re: El Poder de la Espada
Black me prestó completa atención cuando le expliqué todo lo que me había pasado desde que nos separamos. Evité hablarle también de mis dos intentos de suicidio, para que no se preocupara y se pusiera a dar gritos como una loca. Cuando terminé, sentí a Kenshi sentarse a mi lado, en el interior del refugio que Plutón había creado. Sonreí al sentir su brazo rodeándome y ne pegué a él mientras correspondía a su beso, con una sonrisa.
- Me alegro de que estés bien-le susurré. Luego volví a prestarle atención a mis dos compañeros, y al ver la expresión de Black al presenciar esa escena, casi me caigo para atrás de la risa. Tenía uno de los ojos más abierto que el otro, y su mandíbula parecía completamente desencajada.
- ¿Pero qué...?-la gata sacudió la cabeza, cada vez más confundida-. [color=mediumvioletred]¿Vosotros dos estáis... juntos?-me miró fijamente-. ¿Y Natasha?-Mi mirada se endureció cuando mencionó a la chica, y vi por el brillo en sus ojos, que supo al instante que no debió de mencionar el tema. Con un gruñido, desvió la mirada y se cruzó de patas-. Lo siento...
Resoplé y abrí la mochila para sacar algo de comer. Repartí un poco a cada uno (Black evolucionó en Beelko de nuevo para comer con más comodidad, pues ya se encontraba mejor), y me puse a comer mi parte en silencio, aunque... al poco rato caí en la cuenta de algo. Me recosté contra la pared del "iglú" de madera.
- Sólo por curiosidad, ¿cómo os habéis conocido, vosotros dos?-inquirí, señalandoles a Kenshi y a Kali con dos dedos.
Ella miró al chico fijamente, y separó los labios para responder, con voz neutra:
- Bueno, le encontré medio perdido por el bosque y le llevé a un búnker para que descansara y comiera...
- Me alegro de que estés bien-le susurré. Luego volví a prestarle atención a mis dos compañeros, y al ver la expresión de Black al presenciar esa escena, casi me caigo para atrás de la risa. Tenía uno de los ojos más abierto que el otro, y su mandíbula parecía completamente desencajada.
- ¿Pero qué...?-la gata sacudió la cabeza, cada vez más confundida-. [color=mediumvioletred]¿Vosotros dos estáis... juntos?-me miró fijamente-. ¿Y Natasha?-Mi mirada se endureció cuando mencionó a la chica, y vi por el brillo en sus ojos, que supo al instante que no debió de mencionar el tema. Con un gruñido, desvió la mirada y se cruzó de patas-. Lo siento...
Resoplé y abrí la mochila para sacar algo de comer. Repartí un poco a cada uno (Black evolucionó en Beelko de nuevo para comer con más comodidad, pues ya se encontraba mejor), y me puse a comer mi parte en silencio, aunque... al poco rato caí en la cuenta de algo. Me recosté contra la pared del "iglú" de madera.
- Sólo por curiosidad, ¿cómo os habéis conocido, vosotros dos?-inquirí, señalandoles a Kenshi y a Kali con dos dedos.
Ella miró al chico fijamente, y separó los labios para responder, con voz neutra:
- Bueno, le encontré medio perdido por el bosque y le llevé a un búnker para que descansara y comiera...
Re: El Poder de la Espada
No puedo evitar reírme un poco cuando veo la cara de sorpresa de la gata, aunque mi sonrisa desaparece cuando la Digimon menciona a la ex novia de Zayyn, Natasha, la idea aun no me cabía en la cabeza, pero la cosa es asi. Entonces empieza la hora de comer, FunBeemon se abalanza sobre el montón de fruta par recoger unas cuantas y regresar a mi regazo para comerlas. Yo no como nada de momento, no tenia hambre y solo me dedico a ver a los demás comer, sobre todo al Digimon de Zayyn que evoluciona de la gata a la chica con apariencia de motociclista -Que cambio…- Digo mientras la miro fijamente por unos instantes, me parecía fascinante las formas tan diferentes en las que podía transformarse además de la ropa tan reveladora que usa. Después de un rato, me secuestro contra una pared de la guarida y cierro los ojos para descansar un poco -¿Estaremos realmente seguros aquí o sera necesario regresar al bunker?- Pregunto mientras sigo con los ojos cerrados, no dudaba de la eficiencia del refugio de FunBeemon, pero estoy conciente del gran poder destructivo de los Digimon y quizás un bunker sea mas seguro.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
En cuanto escuché el comentariopor parte de la motera, me tensé, mis ojos se clavaron en Beelkomon de manera inquisitiva, como si intentara fulminarla con la mirada, ya que estaban refulgiéndo con un brillo letal que ya se sabe como un gesto peligroso en mí. Sin embargo, al oír hablar a Kenshi, me vuelvo para mirarle y lanzarle una mirada muy similar. ¿De qué iban esos dos? ¿Primero una provocando, y después el otro dejándose llevar por semejante put...?
Sacudí la cabeza y apreté los puños tanto que los nudillos se quedaron blancos. Mi rostro se transformó, pasó de ser tranquilo a ser casi obsesivo... O quizás debiera decir posesivo. Con un suave movimiento, desenfundé una de las espadas y apunté con ella a Kali, aún con un brillo de amenaza en mis ojos rojos.
- Él es MÍO. Si te veo siquiera lanzarle una mirada de más de un segundo te mato, ¿entiendes?-dije, de manera tranquila y completamente normal...
O al menos para mí, porque Beelko se quedó con cara de "WTF". Rukriel, en cambio, seguía comiendo, entretenido, sin entender qué pasaba allí. Una vez que la motera pareció comprender, guardé nuevamente la espada, y me arrimé otra vez al humano.
- Y espero que tú hagas lo mismo. Podrías perder los huevos si te veo demasiado cerca de ella-susurré en su oído, antes de darle un beso en la mejilla. Luego hice como si no hubiera pasado nada y sonreí ampliamente, mirando al resto-. Si queréis, podemos ir al búnker, al menos allí habrá más espacio.
Sacudí la cabeza y apreté los puños tanto que los nudillos se quedaron blancos. Mi rostro se transformó, pasó de ser tranquilo a ser casi obsesivo... O quizás debiera decir posesivo. Con un suave movimiento, desenfundé una de las espadas y apunté con ella a Kali, aún con un brillo de amenaza en mis ojos rojos.
- Él es MÍO. Si te veo siquiera lanzarle una mirada de más de un segundo te mato, ¿entiendes?-dije, de manera tranquila y completamente normal...
O al menos para mí, porque Beelko se quedó con cara de "WTF". Rukriel, en cambio, seguía comiendo, entretenido, sin entender qué pasaba allí. Una vez que la motera pareció comprender, guardé nuevamente la espada, y me arrimé otra vez al humano.
- Y espero que tú hagas lo mismo. Podrías perder los huevos si te veo demasiado cerca de ella-susurré en su oído, antes de darle un beso en la mejilla. Luego hice como si no hubiera pasado nada y sonreí ampliamente, mirando al resto-. Si queréis, podemos ir al búnker, al menos allí habrá más espacio.
Re: El Poder de la Espada
De pronto, en medio de la conversación, Zayyn desenfunda una de sus espadas y amenaza a su Digimon sin provocación alguna, además de demostrar que es una chica posesiva y celosa con los que dice. Yo lo único que hago es mirar repetidas veces a Beelkomon y a Zayyn, antes de quedarme viendo a la Digimon por un tiempo mal largo para elevar los hombros, en señal de no saber que ocurre o el por que Zayyn actúa de esa manera. No puedo negar que se me hizo un nudo en la garganta, me asustaba que Zayyn fuese tan celosa. Pero me pongo aun mas tenso cuando ella me amenaza antes de regresar a la “normalidad” como si nada hubiese pasado nada. -Yo creo… que… deberíamos ir al Bunker… ahí hay mas espacio y comida…- Digo aun nervioso intentando ignorar lo que ocurrió hace un rato. -Deberíamos ir ahora antes de que aparezcan mas Digimon- Digo antes de salir del refugio.
Kenshi Haibu
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Re: El Poder de la Espada
Sonreí ampliamente cuando vi que Kenshi también estaba de acuerdo con eso de salirnos de ese pequeño refugio. Al parecer había entendido mi amenaza y le había asustado con ella. Bien, así me aseguraba de que no hiciera nada raro con otra, porque mientras estuviera conmigo, sería como si fuéramos una pareja normal. Así que, simplemente le seguí, indicando con un silbido a mis dos digimons que vinieran también. Beelkomon resopló, cansada, y salió del iglú gateando, ya que era muy alta y no cabía por la salida; Rukriel la siguió dando saltitos, contento de tener una compañera digital también, de su misma especie, y que no fuera un biohybrido.
- Bueno, Beelko, tu guías...-murmuré. Ella se adelantó a todos y comenzó a caminar a través del bosque, quizás hacia el Norte, aunque tampoco estaba segura del todo.
La motera indicó que le siguiéramos, así que, entrelazando mi mano con la de Kenshi, retomé la caminata. Rukriel se colocó junto a Plutón y, sonriéndole, le saludó con una patita. Sonreí al verlos, pero volví a prestarle atención a Kali. La verdad, al prinipio pensé que no tardaríamos nada, porque desde que me separé de Kenshi hasta que lo volví a encontrar, no creí ni que hubiera pasado más de una hora. Sin embargo, las horas pasaron, y no conseguíamos encontrar el búnker...
- ¿Estas segura de que es por aquí? Porque parece que sólo estamos dando vueltas sin sentido...-dije, visiblemente molesta y cansada de cambiar.
- Juraría que era por aquí... No entiendo...-la miré inquisitivamente, pero la sensación que me dio, no fue de alguien que me estuviera mintiendo.
Puse los ojos en blanco y desvié mi mirada hacia Kenshi, algo inquieta. No las tenía todas conmigo, pero él podría decir si íbamos bien encaminados o no.
- Bueno, Beelko, tu guías...-murmuré. Ella se adelantó a todos y comenzó a caminar a través del bosque, quizás hacia el Norte, aunque tampoco estaba segura del todo.
La motera indicó que le siguiéramos, así que, entrelazando mi mano con la de Kenshi, retomé la caminata. Rukriel se colocó junto a Plutón y, sonriéndole, le saludó con una patita. Sonreí al verlos, pero volví a prestarle atención a Kali. La verdad, al prinipio pensé que no tardaríamos nada, porque desde que me separé de Kenshi hasta que lo volví a encontrar, no creí ni que hubiera pasado más de una hora. Sin embargo, las horas pasaron, y no conseguíamos encontrar el búnker...
- ¿Estas segura de que es por aquí? Porque parece que sólo estamos dando vueltas sin sentido...-dije, visiblemente molesta y cansada de cambiar.
- Juraría que era por aquí... No entiendo...-la miré inquisitivamente, pero la sensación que me dio, no fue de alguien que me estuviera mintiendo.
Puse los ojos en blanco y desvié mi mirada hacia Kenshi, algo inquieta. No las tenía todas conmigo, pero él podría decir si íbamos bien encaminados o no.
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