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Aokigahara: el Bosque del Suicidio
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
La pelirroja era una caja de sorpresas, en una increíble demostración de su estado físico, logro usarme para poder impulsarse en el aire y atacarme con una patada, esta chica tiene habilidades físicas superiores, después de todo pudo derribar un árbol de un golpe. Lo primero que atino a hacer es dejarme caer de espaldas, pude sentir la patada de Zayyn a milímetros de mi cara, salvándome de un golpe que seguramente me habría roto la mandíbula. Con ayuda de mi brazos amortiguo un poco la caída y al mismo tiempo me impulso para dar una voltereta terminando arrodillado frente la pelirroja a la vez que me pongo en guardia, sosteniendo mi espada con una mano de forma horizontal frente a mi cara y con la palma de mi otra mano estirada sobre el final de la empuñadura del arma de entrenamiento.
Mientras tanto, Waspmon deja de disparar al ver lo que hace el Digimon rojo. Waspmon mira atentamente a su oponente y vuelve a volar hacia el para envestirlo nuevamente, pero paralelamente va cargando energía en su cañón mientras vuela hacia su oponente.
Mientras tanto, Waspmon deja de disparar al ver lo que hace el Digimon rojo. Waspmon mira atentamente a su oponente y vuelve a volar hacia el para envestirlo nuevamente, pero paralelamente va cargando energía en su cañón mientras vuela hacia su oponente.
Kenshi Haibu
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Pude sentir como mi pie rozaba apenas su rostro, pasando por un lado. Miré aquel esquive de cabeza con un brillo de molestia en los ojos, aunque me sentí mejor cuando me soltó y cayó al suelo frente a mí, con las rodillas clavadas en el suelo. Arerricé en el piso de pie y provocando un crujido en la madera. No me iba a conformar solo con eso, pero era un comienzo.
- Te dije que conseguiría que te pusieras de rodillas-dije, sonriéndo con orgullo.
Me coloqué en su misma postura, solo que yo me encontraba de pie. Le lancé una mirada de desafío, acompañado de ahora una arrogante sonrisa. Supe que hacer, era un poco locura, pero si me salía bien, dudo que Kenshi se lo esperara. Así que, con la espada en alto corrí hacia él, gritando.
- Me he cansado de observar. ¡Te va a costar caro haberme humillado antes!
En realidad, ese grito iba para que se pensara que me lanzaba hacia él de golpe, a la aventura y sin pensar. Pero en realidad, lo que hice fue muy distinto. A medio camino, clavé la espada en el suelo, entre dos tablas de madera, y volvía a impulsarme como en un salto de jabalina para pasarle por encima y aterrizar a su espalda. Una vez aterrizada en el suelo, di una vuelta sobre mí misma al tiempo que dirigía la espada. Si todo salía bien, Kenshi tendría el filo de mi madera rozando un lateral de su cuello, detenida justo a tiempo para no hacerle daño.
El Xvmon sonrió al ver detenerse a la abeja digital. Movió el cuello para hacerlo crujir, y cuando el otro se lanzó para golpearle, el digimon dragón simplemente dio un salto, alzando las alas, y, en el aire, dándole dos fuertes patadas con sus pies en el abdómen.
- No me gustan los insectos, zanganito, pero sí el dulce. Deja que te exprima la miel.
- Te dije que conseguiría que te pusieras de rodillas-dije, sonriéndo con orgullo.
Me coloqué en su misma postura, solo que yo me encontraba de pie. Le lancé una mirada de desafío, acompañado de ahora una arrogante sonrisa. Supe que hacer, era un poco locura, pero si me salía bien, dudo que Kenshi se lo esperara. Así que, con la espada en alto corrí hacia él, gritando.
- Me he cansado de observar. ¡Te va a costar caro haberme humillado antes!
En realidad, ese grito iba para que se pensara que me lanzaba hacia él de golpe, a la aventura y sin pensar. Pero en realidad, lo que hice fue muy distinto. A medio camino, clavé la espada en el suelo, entre dos tablas de madera, y volvía a impulsarme como en un salto de jabalina para pasarle por encima y aterrizar a su espalda. Una vez aterrizada en el suelo, di una vuelta sobre mí misma al tiempo que dirigía la espada. Si todo salía bien, Kenshi tendría el filo de mi madera rozando un lateral de su cuello, detenida justo a tiempo para no hacerle daño.
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El Xvmon sonrió al ver detenerse a la abeja digital. Movió el cuello para hacerlo crujir, y cuando el otro se lanzó para golpearle, el digimon dragón simplemente dio un salto, alzando las alas, y, en el aire, dándole dos fuertes patadas con sus pies en el abdómen.
- No me gustan los insectos, zanganito, pero sí el dulce. Deja que te exprima la miel.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
-Estar de rodillas también es una postura de combate- Le contesto a la chica mientras mantengo la posición, entonces ella vuelve a gritar algo mientras se abalanza contra mi para atacarme sin embargo ella realiza un movimiento impresionante en su lugar, usa la espada para impulsarse en el aire. Apenas observo eso doy una voltereta hacia delante para salir del rango que ataque cuando la pelirroja aterrice. Cuando ella toca el suelo, yo me levanto y la quedo viendo frente a frente. -No se para que quieres mi ayuda… tu necesitas a un maestro ninja no a un samurai- Le digo mientras me pongo en guardia poniendo mi espada horizontal a la altura de mi rostro, sosteniéndola con una mano y manteniendo la otra con la palma recta en la parte sin filo de la espada, tomando en referencia a una katana real. -Atacar con ira solo te humillara a ti misma- Le digo antes de correr hacia ella para atacarla, sin embargo poco antes de llegar me lanzo al suelo para hacer una voltereta y pasar a su lado para luego rápidamente arrodillarme en el suelo y con la espada atacar horizontalmente sus piernas.
Mientras tanto, Waspmon se deja golpear, aprovecha el impulso de los golpes para descender a tierra, mientras va cayendo, apunta su abdomen contra el Digimon rojo y dispara la energía que estaba acumulando en un serie de disparos láser.
Mientras tanto, Waspmon se deja golpear, aprovecha el impulso de los golpes para descender a tierra, mientras va cayendo, apunta su abdomen contra el Digimon rojo y dispara la energía que estaba acumulando en un serie de disparos láser.
Kenshi Haibu
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Di un fuerte salto en cuanto vi sus intenciones en sus acciones. De esa forma fui capaz de esquivar el sablazo que pretendió darme para hacerme caer. Luego di un salto hacia atrás, en una voltereta, alejándome. Esbocé una sonrisa divertida. Independientemente de lo que decía él, se había arrodillado, y para mí eso era señal inequívoca de sumisión. Me halagó lo que dijo de que no le necesitaba a él, pero si le había pedido enseñanzas, había sido por algo. No me interesaba ser samurai, solo quería aprender a manejar la espada.
- Jeh... La ira canalizada, es un arma letal...-Di un pisotón en el suelo y me impulsé, pero lejos de ir hacia él directamente, corrí hacia un lado, rodeandole para atacarle por el flanco derecho. Sim embargo, me detuve e golpe y salté hacia el lado contrario, trazando un veloz movimiento con la espada de madera hacia su muñeca para obligarle a soltar el arma, y que quedara completamente desarmado.
Xvmon voló por el aire, esquivando los disparos, y después se colocó cerca de la abeja, con el pecho brillante y rebosante de energía. Pocos segundos después, una X luminosa salió de su cuerpo, abalanzándose rápidamente contra Waspmon.
- ¡GRAAAAAAH!
- Jeh... La ira canalizada, es un arma letal...-Di un pisotón en el suelo y me impulsé, pero lejos de ir hacia él directamente, corrí hacia un lado, rodeandole para atacarle por el flanco derecho. Sim embargo, me detuve e golpe y salté hacia el lado contrario, trazando un veloz movimiento con la espada de madera hacia su muñeca para obligarle a soltar el arma, y que quedara completamente desarmado.
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Xvmon voló por el aire, esquivando los disparos, y después se colocó cerca de la abeja, con el pecho brillante y rebosante de energía. Pocos segundos después, una X luminosa salió de su cuerpo, abalanzándose rápidamente contra Waspmon.
- ¡GRAAAAAAH!
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Me levanto del suelo y me pongo en la misma guardia anterior mientras la chica habla, sigo sus movimientos, intentaba burlarme pero yo no me dejaba engañar fácilmente. Durante todo este tiempo Zayyn me ha impresionado, es hora de que yo haga lo mismo. Cuando veo aproximarse el ataque de la chica, bajo mi brazo con el que sostengo la espada, a la vez que me muevo en diagonal para evitar el ataque y con mi mano libre, manteniendo estirada la palma, dirijo un golpe a la muñeca de Zayyn para apartar la espada y luego flectar una pierna hacia arriba para luego patear a Zayyn en un movimiento llamado ahora como “patada espartana” con suerte consiguiendo derribarla.
Mientras tanto, Waspmon no intenta evadir el ataque, el sigue apuntando su cañón hacia el Digimon rojo y usando toda la energía cargada dispara su ataque mas poderos, el Bear Búster, un ataque diseñado para derribar Digimon gigantes por lo que es poco preciso, pero estando su oponente atacando tiene una gran oportunidad de impactarle si se mueve a riesgo por eso el Digimon rojo también falle su ataque.
Kenshi Haibu
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Enarqué una ceja al descender con rapidez la espada, casi vislumbrando el movimiento que haría Kenshi al perder la espada. Retroceso, mirada de sorpresa, tartamudeo... Se lo iba a estar recordando durante una semana, como le había vencido en su propio terreno. Y decírselo a Plutón para que supiera que había derribado a su "padre". Oh, sí, eso sería retorcidamente confortable.
Sin embargo, cuando mi espada estaba casi cerca de su muñeca, el mismo desvió mi arma, empujando mi muñeca, lo que sin duda hizo mover mi arma hacia otro lado. Gruñí, sorprendida por unos segundos, pero fui de nuevo a atacarle con la espada, frustrada. Pero había olvidado que no tenía que precipitarme, y por eso, cuando recibí la fuerte patada en el pecho, caí al suelo de espaldas, sin aliento por unos largos segundos. Miré el techo sobre mí, con los ojos muy abiertos.
<< ¿Qué acaba de suceder? >>me pregunté, incrédula. Sacudí la cabeza, confundida y me incorporé lentamente, agarrando la espada apuntando al suelo. Alcé la mirada al techo, con el ceño y los labios fruncidos de la molestia. Inspiré hondo, tratando de tranquilizarme un poco, pero estaba harta de caer al suelo, y caer y caer y caer. Y que fuera un humano el que me tiraba, no era de mi agrado. Gruñí, y apreté los dientes con fuerza y los dedos en torno a la empuñadura de madera, hasta tal punto de que los nudillos se quedaron blancos.
- Ja, ja... Muy divertido-murmuré, a pesar de que no me estab riendo de verdad. Bajé la mirada hacia el rubio; no una mirada como las de antes, esta vez las pupilas se habían achatado hasta tener la misma forma que la de un gato. Un efecto secundario de cuanto me enfadaban.
Puse una mueca, molesta, antes de reanudar la pelea. Levanté unos centímetros del suelo el pie derecho, y al depositarlo de nuevo, di un nuevo impulso, aún más fuerte, para salir despedida como una flecha roja hacia Kenshi. En pocos segundos me coloqué junto a él, a su izquierda, y de un giro rápido de muñeca, descargué mi espada contra la suya, con una fuerza que me hacía parecer estar sosteniendo una ligera pluma.
El Xvmon rojo chasqueó los colmillos. La X brillante había salido disparada de su pecho, pero él no se iba a quedar como un tonto en el mismo lugar, así que agitó sus alas para seguir peleando desde otro ángulo. Por suerte, de esa forma pudo esquivar el potente disparo de Waspmon, lo que le alteró un poco. Agitó más rápidamente las alas mentras se dejaba caer en picado, esquivando los posibles siguientes disparos. En cuanto estuviera a poca distancia, desencadenaría una bola de energía de sus fauces.
Sin embargo, cuando mi espada estaba casi cerca de su muñeca, el mismo desvió mi arma, empujando mi muñeca, lo que sin duda hizo mover mi arma hacia otro lado. Gruñí, sorprendida por unos segundos, pero fui de nuevo a atacarle con la espada, frustrada. Pero había olvidado que no tenía que precipitarme, y por eso, cuando recibí la fuerte patada en el pecho, caí al suelo de espaldas, sin aliento por unos largos segundos. Miré el techo sobre mí, con los ojos muy abiertos.
<< ¿Qué acaba de suceder? >>me pregunté, incrédula. Sacudí la cabeza, confundida y me incorporé lentamente, agarrando la espada apuntando al suelo. Alcé la mirada al techo, con el ceño y los labios fruncidos de la molestia. Inspiré hondo, tratando de tranquilizarme un poco, pero estaba harta de caer al suelo, y caer y caer y caer. Y que fuera un humano el que me tiraba, no era de mi agrado. Gruñí, y apreté los dientes con fuerza y los dedos en torno a la empuñadura de madera, hasta tal punto de que los nudillos se quedaron blancos.
- Ja, ja... Muy divertido-murmuré, a pesar de que no me estab riendo de verdad. Bajé la mirada hacia el rubio; no una mirada como las de antes, esta vez las pupilas se habían achatado hasta tener la misma forma que la de un gato. Un efecto secundario de cuanto me enfadaban.
- Spoiler:
Puse una mueca, molesta, antes de reanudar la pelea. Levanté unos centímetros del suelo el pie derecho, y al depositarlo de nuevo, di un nuevo impulso, aún más fuerte, para salir despedida como una flecha roja hacia Kenshi. En pocos segundos me coloqué junto a él, a su izquierda, y de un giro rápido de muñeca, descargué mi espada contra la suya, con una fuerza que me hacía parecer estar sosteniendo una ligera pluma.
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El Xvmon rojo chasqueó los colmillos. La X brillante había salido disparada de su pecho, pero él no se iba a quedar como un tonto en el mismo lugar, así que agitó sus alas para seguir peleando desde otro ángulo. Por suerte, de esa forma pudo esquivar el potente disparo de Waspmon, lo que le alteró un poco. Agitó más rápidamente las alas mentras se dejaba caer en picado, esquivando los posibles siguientes disparos. En cuanto estuviera a poca distancia, desencadenaría una bola de energía de sus fauces.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
La chica vuelve a caer, estiro mis músculos mientras espero a que se levante, aunque en cuanto hace eso me empiezo a preocupar, ella estaba enojada, muy enojada, increíblemente enojada. Su ira le hizo perder control de su parte Digimon o al menos eso es lo que yo creo al ver sus ojos transformados. Rápidamente me pongo en guardia, pero ella fue mas rápida, ella aparece a mi lado y me ataca con su espada la que impacta contra la mia, provocando que mi espada de madera se rompa por la mitad. Abro los ojos como platos por la sorpresa y lo primero que hago es alejarme unos pasos de ella y soltar la espada que ya no me sirve. -Tranquila- Le digo algo asustado.
Mientras tanto, Waspmon termina de caer al suelo y se levanta rápidamente para quedarse viendo a su oponente fijamente, Waspmon solamente se limita a apuntarle con su cañón y a volar lentamente hacia el, mientras carga energía.
Mientras tanto, Waspmon termina de caer al suelo y se levanta rápidamente para quedarse viendo a su oponente fijamente, Waspmon solamente se limita a apuntarle con su cañón y a volar lentamente hacia el, mientras carga energía.
Kenshi Haibu
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Sonreí todo lo posible, en una mueca muy propia del Joker de Batman, al ver su espada estallar en miles de astillas. No perdí ni un segundo después, y con un volteo vertical de mi propio arma a mi lado, me armé con el filo de madera frente a mi ojo derecho, mostrando solo el izquierdo con la larga cicatriz recorriendolo. Luego coloqué lo que sería el filo del arma bajo la gargante de KEnshi, y acerqué mi rostro al suyo.
- A mi nadie me tira al suelo de esa forma-le susurré, mirándole seriamente a los ojos. Luego hice brillar mis ojos de manera de advertencia y lo besé en los labios de manera suave-. Te perdono por ser tú...
Esbocé una muy leve sonrisa y me separé para guardar la espada en una de las vitrinas. No tenía ganas de pelear más, ya había conseguido vencerle y me sentía satisfecha, aunque igualmente frustrada por todas las veces en las que Kenshi se había librado de mis golpes.
Xvmon sonrió y lanzó la esfera de energía contra Waspmon. Sin embargo, este se levantó rápidamente del suelo y alzó el vuelo, evitando así el ataque. El digimon rojo gruñó, molesto por el comportamiento de ese insecto. ¿Por qué no paraba de moverse y listo? Si iba a morir de todas formas... Ese mismo pensamiento, el que había tenido durante gran parte de su vida, fue precisamente el que provocó que se distrajera. Por ello, el siguiente ataque de la abeja digital le dio de lleno, lanzándolo hacia atrás. Xvmon chocó de espaldas contra la pared de madera de la cabaña, abriendo un "bonito" agujero en ella que dejaba la vista al exterior.
Una vez guardada la espada de madera, me dirigí a la salida. Al llegar al baño me estiré y crují el cuello moviéndolo tras la sesión de entrenamiento. Estaba sudando, y varios pelitos rojos se habían pegado a la cara, por no decir que la camiseta tenía manchas levemente más oscuras que el color original. Me lavé la cara con agua fría, para refrescarme al mismo tiempo, y bebí hasta la saciedad del grifo, ahuecando las manos y sorbiendo de ellas con avidez.
- Buf... This nigga is really strong, dayum...-dije en mi idioma natal.
Me sequé la boca, pero dejé que las gotitas frescas de agua discurrieran por mi rostro para continuar mantenerlo frío. Salí al salón, y ya me iba a sentar para ver un rato la tele cuando, de repente, vi unos fugaces movimientos por la ventana.
- Da faq?-entorné los ojos mientras me acercaba para asomarme. Observé, anonadada, a Plutón luchando contra otro digimon, una especie de dragón rojo, muy parecido a cualquier Xvmon. Aunque tampoco pude jurarlo a ciencia cierta, porque en ese momento, el digimon rojo recibió un golpe de Plutón, y fue lanzado hacia atrás... Es decir, hacia la casa-. Fuck... and the digimon is strong too, dayum, nigga!-exclamé, mientras trataba de alejarme corriendo.
Aunque, a decir verdad, habría dado igual que corriera o no, porque con la velocidad que había llevado, pronto acabó sobre mí, gruñendo de manera molesta... Suerte que yo era bastante fuerte y resistente, que si no seguramente me hubiera roto algo.
- A mi nadie me tira al suelo de esa forma-le susurré, mirándole seriamente a los ojos. Luego hice brillar mis ojos de manera de advertencia y lo besé en los labios de manera suave-. Te perdono por ser tú...
Esbocé una muy leve sonrisa y me separé para guardar la espada en una de las vitrinas. No tenía ganas de pelear más, ya había conseguido vencerle y me sentía satisfecha, aunque igualmente frustrada por todas las veces en las que Kenshi se había librado de mis golpes.
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Xvmon sonrió y lanzó la esfera de energía contra Waspmon. Sin embargo, este se levantó rápidamente del suelo y alzó el vuelo, evitando así el ataque. El digimon rojo gruñó, molesto por el comportamiento de ese insecto. ¿Por qué no paraba de moverse y listo? Si iba a morir de todas formas... Ese mismo pensamiento, el que había tenido durante gran parte de su vida, fue precisamente el que provocó que se distrajera. Por ello, el siguiente ataque de la abeja digital le dio de lleno, lanzándolo hacia atrás. Xvmon chocó de espaldas contra la pared de madera de la cabaña, abriendo un "bonito" agujero en ella que dejaba la vista al exterior.
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Una vez guardada la espada de madera, me dirigí a la salida. Al llegar al baño me estiré y crují el cuello moviéndolo tras la sesión de entrenamiento. Estaba sudando, y varios pelitos rojos se habían pegado a la cara, por no decir que la camiseta tenía manchas levemente más oscuras que el color original. Me lavé la cara con agua fría, para refrescarme al mismo tiempo, y bebí hasta la saciedad del grifo, ahuecando las manos y sorbiendo de ellas con avidez.
- Buf... This nigga is really strong, dayum...-dije en mi idioma natal.
Me sequé la boca, pero dejé que las gotitas frescas de agua discurrieran por mi rostro para continuar mantenerlo frío. Salí al salón, y ya me iba a sentar para ver un rato la tele cuando, de repente, vi unos fugaces movimientos por la ventana.
- Da faq?-entorné los ojos mientras me acercaba para asomarme. Observé, anonadada, a Plutón luchando contra otro digimon, una especie de dragón rojo, muy parecido a cualquier Xvmon. Aunque tampoco pude jurarlo a ciencia cierta, porque en ese momento, el digimon rojo recibió un golpe de Plutón, y fue lanzado hacia atrás... Es decir, hacia la casa-. Fuck... and the digimon is strong too, dayum, nigga!-exclamé, mientras trataba de alejarme corriendo.
Aunque, a decir verdad, habría dado igual que corriera o no, porque con la velocidad que había llevado, pronto acabó sobre mí, gruñendo de manera molesta... Suerte que yo era bastante fuerte y resistente, que si no seguramente me hubiera roto algo.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Me quedo quieto mientras la chica pone su espada en mi cuello, podía fácilmente defenderme desarmado, pero con eso solo haría enojar mas a la pelirroja y lo próximo que rompa no va a ser una espada de madera. La chica redeclara ganadora de lo que debería ser un “entrenamiento” para yo poder medir sus habilidades, pero al parecer ella no puede soportar una derrota, igual que Yamato. La chica me besa, lo que hace que me relaje sabiendo que ya no es una amenaza, pero aun asi no muevo ningún músculo y me quedo pardo en el mismo sitio hasta que la chica abandona la sala.
Recojo los trozos de la espada rota y los miro fijamente, estaba pensando en lo que había pasado, el peligro que representa Zayyn, el tipo de entrenamiento que debería darle y sobre el dinero y tiempo que debo invertir en ir a la ciudad para comprar otra espada de madera. Sin embargo un estruendo que sacude toda la casa me alarma y corro hasta la puerta de la casa para ver lo que esta pasando.
Mientras tanto, Waspmon pone mas energía en sus turbinas y se mueve rápidamente hacia un lado evitando asi la bola de energía, luego divisa a su oponente en el cielo, calcula donde debería disparar anticipando sus movimientos y abre fuego contra el Digimon rojo, haciendo que caiga sobre la casa o sobre Zayyn mejor dicho. Rápidamente Waspmon se acerca al Digimon rojo, lo agarra del cuello y lo levanta para dejar libre a la chica. A pesar de que los brazos de Waspmon son cortos, si son bastante fuertes.
Recojo los trozos de la espada rota y los miro fijamente, estaba pensando en lo que había pasado, el peligro que representa Zayyn, el tipo de entrenamiento que debería darle y sobre el dinero y tiempo que debo invertir en ir a la ciudad para comprar otra espada de madera. Sin embargo un estruendo que sacude toda la casa me alarma y corro hasta la puerta de la casa para ver lo que esta pasando.
Mientras tanto, Waspmon pone mas energía en sus turbinas y se mueve rápidamente hacia un lado evitando asi la bola de energía, luego divisa a su oponente en el cielo, calcula donde debería disparar anticipando sus movimientos y abre fuego contra el Digimon rojo, haciendo que caiga sobre la casa o sobre Zayyn mejor dicho. Rápidamente Waspmon se acerca al Digimon rojo, lo agarra del cuello y lo levanta para dejar libre a la chica. A pesar de que los brazos de Waspmon son cortos, si son bastante fuertes.
Kenshi Haibu
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
El digimon rojizo de encima mía no se apartaba. Con un rugido le propiné una patada, lo que pareció hacerle levantar, furioso. Se dio la vuelta, y así pude ver que, efectivamente, era un Xvmon, rojo. ¿Cómo era posible? Todos eran o azules o negros, pero nunca ví uno rojo. No tuve mucho tiempo para pensar en ello, porque este gruñó con gravedad y me preopinó una patada que me hizo rodar. Grité de dolor al golpearme con la mesa, pero me incorporé de nuevo, gruñendo y mirándole con odio al digimon rojizo.
- No me creo que te hayas atrevido a hacerme eso-gruñí, haciendo salir el digisoul negro de mi cuerpo.
Sin embargo, él me hizo caso omiso cuando vio a Kenshi junto a la puerta. Al parecer, el chico la causaba mucho más interés que yo, y veía apropiado ignorarme por eso. Bueno, ese sería un motivo más por el que lo mataría.
- Mira qué tenemos aquí-dijo con una sonrisa, mirando a Plutón-. Este es tu compañero humano, ¿eh, bichito? Me pregunto qué pasará si lo hago desaparecer...
Le vi entonces concentrar una intensa energía en su pecho, mientras apuntaba con ella a Kenshi. Supe que si no me movía rápido, Kenshi moriría. Y por encima de mi cadaver iba a dejar que algo así sucediera. Me levanté con rapidez y me abalancé sobre él, empujándole fuera de la casa y provocando que el rayo en forma de X volara más allá de las proximidades del territorio de Kenshi.
- ¡Humana estúpida!-le oí rugir cuando cayó al suelo-. ¡No sabéis con quién estáis tratando! ¡¡GRWAAAAH!!
Entonces, en ese mismo instante en el que alzó un rugido al cielo, el Xvmon brilló, y su cuerpo comenzó a hacerse más y más grande, hasta alcanzar aproximadamente los quince metros. Cuando se alzó en toda su altura, dejó de brillar, mostrándose tal y como era ahora: Un UlforceVdramon rojo y bastante siniestro.
Lo miré desde abajo, bastante sorprendida, pero sacudí la cabeza, di un salto hacia atrás, y dejé ver el digivice de mi brazo, mientras golpeaba la parte de arriba del dispositivo y mis cabellos revoloteaban al tiempo que la evolución se aproximaba.
- Tengo una noticia para tí. No soy humana... BIOHYBRID DIGIVOLVES TO...
Busqué en mi interior el poder oscuro que albergaba. No Aeirmon, no. Me estaba refiriendo a la reina oscura, la manipuladora de sombras... Mi más poderosa evolución.
- Scathmon...-susurré, mirando con los ojos blancos al digimon con la indiferencia que me caracterizaba en esa etapa-. Que molesto eres...
Sin desenfundar la espada que pendía de mi cinto, chasqueé los dedos de la mano derecha, ordenando a mi propia sombra ganar consistencia sólida y atar con fuerza y tenacidad las piernas del digimon caballero.
- No me creo que te hayas atrevido a hacerme eso-gruñí, haciendo salir el digisoul negro de mi cuerpo.
Sin embargo, él me hizo caso omiso cuando vio a Kenshi junto a la puerta. Al parecer, el chico la causaba mucho más interés que yo, y veía apropiado ignorarme por eso. Bueno, ese sería un motivo más por el que lo mataría.
- Mira qué tenemos aquí-dijo con una sonrisa, mirando a Plutón-. Este es tu compañero humano, ¿eh, bichito? Me pregunto qué pasará si lo hago desaparecer...
Le vi entonces concentrar una intensa energía en su pecho, mientras apuntaba con ella a Kenshi. Supe que si no me movía rápido, Kenshi moriría. Y por encima de mi cadaver iba a dejar que algo así sucediera. Me levanté con rapidez y me abalancé sobre él, empujándole fuera de la casa y provocando que el rayo en forma de X volara más allá de las proximidades del territorio de Kenshi.
- ¡Humana estúpida!-le oí rugir cuando cayó al suelo-. ¡No sabéis con quién estáis tratando! ¡¡GRWAAAAH!!
Entonces, en ese mismo instante en el que alzó un rugido al cielo, el Xvmon brilló, y su cuerpo comenzó a hacerse más y más grande, hasta alcanzar aproximadamente los quince metros. Cuando se alzó en toda su altura, dejó de brillar, mostrándose tal y como era ahora: Un UlforceVdramon rojo y bastante siniestro.
- Spoiler:
Lo miré desde abajo, bastante sorprendida, pero sacudí la cabeza, di un salto hacia atrás, y dejé ver el digivice de mi brazo, mientras golpeaba la parte de arriba del dispositivo y mis cabellos revoloteaban al tiempo que la evolución se aproximaba.
- Tengo una noticia para tí. No soy humana... BIOHYBRID DIGIVOLVES TO...
Busqué en mi interior el poder oscuro que albergaba. No Aeirmon, no. Me estaba refiriendo a la reina oscura, la manipuladora de sombras... Mi más poderosa evolución.
- Scathmon...-susurré, mirando con los ojos blancos al digimon con la indiferencia que me caracterizaba en esa etapa-. Que molesto eres...
Sin desenfundar la espada que pendía de mi cinto, chasqueé los dedos de la mano derecha, ordenando a mi propia sombra ganar consistencia sólida y atar con fuerza y tenacidad las piernas del digimon caballero.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
El Digimon rojo pateo a Zayyn y luego la chica me salva de ser atacado por el mismo Digimon, yo estaba desconcertado, no sabia que estaba pasando, pero la respuesta me la di yo mismo tras pensarlo un poco, de seguro era otro mercenario buscando a FunBeemon, pero extrañamente el me ataco a mi, supongo que tiene nuevas ordenes.
Waspmon se coloca frente a mi para protegerme, aunque yo me asomo un poco para ver lo que esta pasando. El Digimon rojo se transforma y Zayyn también. Yo me subo arriba de Waspmon para ver mejor el combate, es entonces cuando Waspmon empieza a volar lentamente alrededor de la zona de batalla y ocasionalmente dispara contra el Digimon rojo.
Waspmon se coloca frente a mi para protegerme, aunque yo me asomo un poco para ver lo que esta pasando. El Digimon rojo se transforma y Zayyn también. Yo me subo arriba de Waspmon para ver mejor el combate, es entonces cuando Waspmon empieza a volar lentamente alrededor de la zona de batalla y ocasionalmente dispara contra el Digimon rojo.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
El digimon rojo pareció sorprendido porque le hubiera atrapado con mis queridas sombras, pero yo solo roneí y alcé la mirada, para que se dioera cuenta de que aún teniendo una altura humana, él no conseguiría vencerle. Ser pequeño también tiene sus ventajas. Los ojos blancos brillaron con malicia cuando tensé las sombras, apretándole los tobillos.
Sin embargo, algo en su mirada, en sus ojos, me hizo detenerme un momento. Me mriaba como si estuviera muy sorprendido, como en shock. No llegaba a entender qué era lo que le había anonadado tanto, pero supuse que sería mi condición de biohybrido, así que no le dí la menos importancia y me encogí de hombros, mientras desenfundaba con cuidado la espada zigzagueante.
- Elegiste mal a tu víctima, y como reina de las sombras, yo voy a juzgarte-murmuré, sin temer que el Ulforce rojo pudiera salir de su supuesto shock y aplastarme con un puño-. Desaparece de mi vista.
La punta de Imealldubh se iluminó siniestramente, creando una esfera de luz en su punta. De golpe, esa esfera estalló y lanzó la energía en forma lineal, hasta impactar contra el pecho del digimon real.
- ¡GRRRRAAAAAAAH!
Observé, sin la más mínima compasión, como el digimon caía al suelo y se retorcía en la hierba mientras sus datos comenzaban a desperdigarse por el aire. Iba ya a absorberlos para evitar así que pudiera renacer de nuevo, cuando una palabra me hizo quedarme clavada en el sitio.
- E... rin... ¿Por... que...?
Lo miré fijamente, con los ojos muy abiertos, y de dos zancadas me planté al lado de su cabeza.
- ¡¿Qué has dicho?!-me agaché a su lado y lo agarré del cuello con suavidad-. Habla y te dejaré renacer.
El digimon giró la cabeza para mirarme, pero debía de estar ya en sus últimas, y lo único que pudo dedicarme fue una débil sonrisa y una mirada que no entendí. Después, simplemente sus datos terminaron por desperdigarse del todo, explotando y comenzando a formar en un digihuevo que dejé sin atacar.
Sin embargo, algo en su mirada, en sus ojos, me hizo detenerme un momento. Me mriaba como si estuviera muy sorprendido, como en shock. No llegaba a entender qué era lo que le había anonadado tanto, pero supuse que sería mi condición de biohybrido, así que no le dí la menos importancia y me encogí de hombros, mientras desenfundaba con cuidado la espada zigzagueante.
- Elegiste mal a tu víctima, y como reina de las sombras, yo voy a juzgarte-murmuré, sin temer que el Ulforce rojo pudiera salir de su supuesto shock y aplastarme con un puño-. Desaparece de mi vista.
La punta de Imealldubh se iluminó siniestramente, creando una esfera de luz en su punta. De golpe, esa esfera estalló y lanzó la energía en forma lineal, hasta impactar contra el pecho del digimon real.
- ¡GRRRRAAAAAAAH!
Observé, sin la más mínima compasión, como el digimon caía al suelo y se retorcía en la hierba mientras sus datos comenzaban a desperdigarse por el aire. Iba ya a absorberlos para evitar así que pudiera renacer de nuevo, cuando una palabra me hizo quedarme clavada en el sitio.
- E... rin... ¿Por... que...?
Lo miré fijamente, con los ojos muy abiertos, y de dos zancadas me planté al lado de su cabeza.
- ¡¿Qué has dicho?!-me agaché a su lado y lo agarré del cuello con suavidad-. Habla y te dejaré renacer.
El digimon giró la cabeza para mirarme, pero debía de estar ya en sus últimas, y lo único que pudo dedicarme fue una débil sonrisa y una mirada que no entendí. Después, simplemente sus datos terminaron por desperdigarse del todo, explotando y comenzando a formar en un digihuevo que dejé sin atacar.
- Spoiler:
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Zayyn derroto al enemigo rápidamente, pero algo raro pasa, el Digimon rojo dice algo que hace que la pelirroja se arrodille junto a el. Waspmon desciende a tierra y yo corro hacia Zayyn para averiguar que pasa, cuando lo hago Waspmon me detiene pero después de verlo a los ojos el me deja ir, entendiendo de que ya no hay peligro. El Digimon desaparece, dejando atrás un huevo rojo y negro, no me costo mucho relacionar eso con el pasado, cuando encontré el huevo de Plutón. -¿Que dijo?- Le pregunto a la chica mientras me acerco a ella. Waspmon también se acerca, pero se cruza de brazos y mira fijamente el digihuevo.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Miré un rato más aquel digihuevo. Sin duda había algo raro en el digimon que estaba en su interior. ¿Cómo era posible que supiera el nombre de mi madre? Ella estaba muerta, ¿Cómo era capaz de conocerla? Podía entender por qué había dicho el nombre de mi madre: o bien me había confundido con ella, o bien alguien le había hablado de nosotras. Pero de algo estaba segura: ese digimon conocía a mi madre, e iba a averiguar por qué.
- Solo una palabra-respondí a Kenshi, levantándome con el huevo en las manos, mirándolo fijamente-. Ha dicho el nombre de mi madre.
Me volví hacia él y lo miré a los ojos finalmente, con el ceño fruncido de la extrañeza. Sin decirle nada más, caminé hacia la casa, ignorando el boquete que había en este e introduciéndome en ella para volver al dormitorio. Desgracuiadamente, no podría averiguar nada sobre ese extraño digimon hasta que eclosionara el huevo, así que iba a tener que cuidarlo hasta que eso sucediera y el digimon de su interior creciera para poder hablar con él. Y desde luego, no iba a ser agradable con él. Podría sacarle muchas cosas sin mostrarme agresiva, pero a veces el miedo era un arma muy útil para utilizarla con los demás, y siendo un bebé, sospechaba que ese dragón oba a contarme cosas muy interesantes.
- Solo una palabra-respondí a Kenshi, levantándome con el huevo en las manos, mirándolo fijamente-. Ha dicho el nombre de mi madre.
Me volví hacia él y lo miré a los ojos finalmente, con el ceño fruncido de la extrañeza. Sin decirle nada más, caminé hacia la casa, ignorando el boquete que había en este e introduciéndome en ella para volver al dormitorio. Desgracuiadamente, no podría averiguar nada sobre ese extraño digimon hasta que eclosionara el huevo, así que iba a tener que cuidarlo hasta que eso sucediera y el digimon de su interior creciera para poder hablar con él. Y desde luego, no iba a ser agradable con él. Podría sacarle muchas cosas sin mostrarme agresiva, pero a veces el miedo era un arma muy útil para utilizarla con los demás, y siendo un bebé, sospechaba que ese dragón oba a contarme cosas muy interesantes.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
La chica toma el huevo y entra a la cabaña antes de que pueda decir algo, aunque toda mi atención se centra en la nuevo agujero que adorna mi hogar. Los daños no son muy grandes pero se necesitara mucho dinero y tiempo para repararlo, Waspmon intenta entrar a la cabaña, pero pronto se da cuenta de que el es muy grande para caber dentro de la cabaña por lo que se queda sentado afuera de la puerta hasta que la digievolución termine. Entro a la casa y abro un poco la puerta de mi habitación en la que ahora esta la chica, aunque no entro ni me asomo por la puerta -¿Todo bien?- Le pregunto mientras sigo mirando el agujero en la pared. -¿Tu madre también tenia un compañero Digimon?- Le digo preocupado por que ella se veía triste después de lo que paso con ese Digimon rojo y por el agujero en la pared.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Me senté en el futón, mirando el digihuevo, cada motita, cada mancha, pero por más quelo examinaba, no llegaba a nada en claro. No sabía cómo era posible que ese digimon supiera de mi madre. Quizás, como había sido científica, había conocido a algunos digimons al viajar al digimundo...
Alcé la mirada cuando oí entrar a Kenshi, aunque al principio no le hice mucho caso. Pluton no le acompañaba, por lo que supuse que el digimon abeja estaría todavía en el jardín, esperando a volver a su forma rockie. Sin embargo, cuando mencionó palabra de nuevo, mi mirada se clavó en él, sorprendida por la posibilidad de que realmente ese Xvmon fuera un compañero de mi madre.
- No... No sé, no tenía ni idea de que mi madre fuera tamer...-fruncí el ceño, acariciando el digihuevo-. Aunque a decir verdad, quizás si lo supiera, pero ahora no lo recuerdo. Es extraño.
Suspiré, y mientras regresaba a mi forma humana, dejé el huevo a un lado, junto a la almohada para que no rodara y pudiera romperse antes de tiempo. Le indiqué con una mano después a Kenshi que se acercara con y se sentara a mi lado. Le sonreí.
- Aunque quizás tenga alguna otra relación con ella... No sé, ya no tengo ganas de pensar, estoy cansada...-finalicé la frase con un bostezo.
Alcé la mirada cuando oí entrar a Kenshi, aunque al principio no le hice mucho caso. Pluton no le acompañaba, por lo que supuse que el digimon abeja estaría todavía en el jardín, esperando a volver a su forma rockie. Sin embargo, cuando mencionó palabra de nuevo, mi mirada se clavó en él, sorprendida por la posibilidad de que realmente ese Xvmon fuera un compañero de mi madre.
- No... No sé, no tenía ni idea de que mi madre fuera tamer...-fruncí el ceño, acariciando el digihuevo-. Aunque a decir verdad, quizás si lo supiera, pero ahora no lo recuerdo. Es extraño.
Suspiré, y mientras regresaba a mi forma humana, dejé el huevo a un lado, junto a la almohada para que no rodara y pudiera romperse antes de tiempo. Le indiqué con una mano después a Kenshi que se acercara con y se sentara a mi lado. Le sonreí.
- Aunque quizás tenga alguna otra relación con ella... No sé, ya no tengo ganas de pensar, estoy cansada...-finalicé la frase con un bostezo.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Me siento al lado de la pelirroja cuando ella me lo indica, al parecer ella sabia tanto del tema como yo, el origen del Digimon que ahora es un huevo, es desconocida.
Miro el huevo fijamente, empiezo a recordar el pasado -Hace ya un tiempo... una noche un estruendo me despertó, sali de la casa para ver que era y entonces frente a mi vi un enorme monstruo amarillo caer al suelo y deshacerse en luz dejando atrás un huevo gigante y mi digivice... no tienes idea lo confundido que estaba... hasta que un día un Digimon apareció con la intención de llevarse el huevo y mi digivice... por suerte había otra persona con un Digimon que me ayudo, aunque el también quería robarse el huevo, pero lo engañe con el huevo del Digimon que el mato... un tiempo después otro Digimon apareció con las mismas intenciones, otro Digimon me ayudo en esa ocasión y entonces Plutón nació... hasta donde se Plutón llego a este mundo para cumplir una misión pero parece que hay algunos que no quieres que eso pasara...- Le digo mientras sigo mirando el huevo -Cuídalo bien- Le digo a la chica antes de levantarme para ir a la cocina y beber un baso con agua.
Miro el huevo fijamente, empiezo a recordar el pasado -Hace ya un tiempo... una noche un estruendo me despertó, sali de la casa para ver que era y entonces frente a mi vi un enorme monstruo amarillo caer al suelo y deshacerse en luz dejando atrás un huevo gigante y mi digivice... no tienes idea lo confundido que estaba... hasta que un día un Digimon apareció con la intención de llevarse el huevo y mi digivice... por suerte había otra persona con un Digimon que me ayudo, aunque el también quería robarse el huevo, pero lo engañe con el huevo del Digimon que el mato... un tiempo después otro Digimon apareció con las mismas intenciones, otro Digimon me ayudo en esa ocasión y entonces Plutón nació... hasta donde se Plutón llego a este mundo para cumplir una misión pero parece que hay algunos que no quieres que eso pasara...- Le digo mientras sigo mirando el huevo -Cuídalo bien- Le digo a la chica antes de levantarme para ir a la cocina y beber un baso con agua.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Miré a Kenshi cuando se sentó a mi lado y escuchó todo lo que me dijo... su historia con su digimon. La verdad es que se parecía bastante a cómo había aparecido el Xvmon, así tan de repente. Sospeché en esos momentos que seguramente fuera uno de esos digimopns que querían hacerle daño a Pluton. Por eso, me encargaría personalmente de que no lo volviera hacer cuando renaciera de ese huevo rojito.
- Descuida-le respondí a Kenshi dandole un beso en los labios, antes de que se levantara y se marchara de la habitación.
Le miré marcharse hasta que desapareció por la puerta. Luego suspiré, me quité la ropa hasta quedarme solo con la interior y me metí en el futón para dormir, abrazada al digihuevo, el cual era una única pista para averiguar más sobre mi madre.
- Descuida-le respondí a Kenshi dandole un beso en los labios, antes de que se levantara y se marchara de la habitación.
Le miré marcharse hasta que desapareció por la puerta. Luego suspiré, me quité la ropa hasta quedarme solo con la interior y me metí en el futón para dormir, abrazada al digihuevo, el cual era una única pista para averiguar más sobre mi madre.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Me mojo la cara y luego vuelvo a caminar hacia la habitación principal, miraba fijamente el agujero en la pared, preguntándome como lo repararía. Entonces Waspmon vuelve a ser un FunBeemon, que camina cansado al interior de la casa para luego caer dormido junto a mis pies. Busco una manta con la que envuelvo a FunBeemon para luego ponerlo sobre la mesa como si fuera una cama ya que su caja de zapatos ya le queda pequeña. Me doy cuenta entonces de que ya casi es de noche, logro ver los últimos rayos de sol por el agujero en la pared, aunque no es muy tarde ya todos están durmiendo y honestamente estoy muy cansado por la pelea con Zayyn, pero estaba acostumbrado a resistir un buen duelo. Intento tapar el agujero poniendo unas bolsas de platico pegadas con cinta adhesiva para que no entre el are frío, pero no sirve de mucho, aun hace mucho frío aunque me arrope bien en el futón.
Llevo mi futón y a FunBeemon a la sala de entrenamientos, pero pronto me doy cuenta de que esa habitación tiene mal aislamiento, hace mucho frío. Incluso intente dormir en la cocina y en el baño pero los resultados solo empeoran. Enrollo el futón y abro la puerta de mi habitación en la que duermen Zayyn abrazada al huevo, no quería despertarla, asi que lentamente desenrollo el futón para acostarme a dormir en esa habitación, la que retiene mejor el calor, simplemente me acuesto y cierro los ojos.
Llevo mi futón y a FunBeemon a la sala de entrenamientos, pero pronto me doy cuenta de que esa habitación tiene mal aislamiento, hace mucho frío. Incluso intente dormir en la cocina y en el baño pero los resultados solo empeoran. Enrollo el futón y abro la puerta de mi habitación en la que duermen Zayyn abrazada al huevo, no quería despertarla, asi que lentamente desenrollo el futón para acostarme a dormir en esa habitación, la que retiene mejor el calor, simplemente me acuesto y cierro los ojos.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
En el futón seguí despierta durante un rato, mirando el digihuevo y comiendome la cabeza sobre el tema. Sabía que era inútil darle más vueltas, pero no podía evitarlo. Tendría que cuidar del huevo hasta que el digimon de su interior naciera... Suspiré, cansada, y ya iba a cerrar los ojos cuando escuché volver a Kenshi. Con una sonrisa, me volví sobre el colchón y le miré.
- Si tienes frío siempre puedes arrimarte a mí-le ofrecí, dando golpecitos al lugar vacío a mi lado-. Come with me.
Dejé el digihuevo a un lado otra vez y me centré en el chico rubio que ante mí se alzaba. Vale, invitarle a dormir conmigo era... un paso bastante grande, pero no pensaba hacer nada más aparte de dormir. Quizás abrazarle, arrimarme a él y darle algún beso, pero nada más. No tenía ni ganas para hacer nada más, y menos cuando hacía apenas una semana ya que le conocía.
- Si tienes frío siempre puedes arrimarte a mí-le ofrecí, dando golpecitos al lugar vacío a mi lado-. Come with me.
Dejé el digihuevo a un lado otra vez y me centré en el chico rubio que ante mí se alzaba. Vale, invitarle a dormir conmigo era... un paso bastante grande, pero no pensaba hacer nada más aparte de dormir. Quizás abrazarle, arrimarme a él y darle algún beso, pero nada más. No tenía ni ganas para hacer nada más, y menos cuando hacía apenas una semana ya que le conocía.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
La chica despierta y me invita a que me acueste a su lado, apenas escucho la propuesta me sonrojo, dudo por un momento pero al final decido aceptar y me acuesto a su lado aunque mantengo una distancia de unos centímetros. No es difícil adivinar lo que pasa por mi cabeza, estoy seguro que la pelirroja lo sabe y lo esta pensando ahora mismo. Sin embargo logro tragarme mis nervios y cierro los ojos -La casa es muy fría y hay un agujero en la pared- Le digo a la chica mientras me doy vuelta un par de veces para acomodarme. Abro un ojo para ver a Zayyn pero lo cierro rápidamente, no me sentía cómodo teniéndola al lado en una situación como esta, aunque la verdad dudo que esto pase a ser mas, al menos esta noche. -¿De verdad… te enamoraste de mi?- Le pregunto, puede ser una pregunta extraña o tonta, pero siento que debo hacerla y además me esta costando quedarme dormido.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Observé con una sonrisa a Kenshi, mientras se metía en su futón y comenzaba a dar vueltas, como si no pudiera dormir y le pusiera nervioso estar a mi lado. Esperé a que se quedara quieto, escuchándo como decía que hacía frío. Hombre, si había un boquete en la casa del tamaño de una persona corpulenta, no me extrañara que lo hiciera, y aún encima estando en el monte Fuji. Me miró, y despues cerró los ojos; pude adivinar que estaba nervioso por estar tan cerca de mí.
- ¿Que te pasa?-inquirí, aún sabiéndolo. Luego él me preguntó algo íntimo, algo que yo ya le había confurmado anteriormente-. En realidad, no. Te odio, ahora mismo te mataría de no ser porque te necesito para que me enseñes a usar la espada... ¡Cierto, ya me enseñaste! En ese caso, debería matarte ya...
Me reí y le besé en los labios. Me había ido acercando a él a medida que había dicho todo eso. Esperaba que no se lo tomara en serio, tan solo había sido sarcástica, porque a estas alturas, preguntarme algo así, no sé...
- ¿Que te pasa?-inquirí, aún sabiéndolo. Luego él me preguntó algo íntimo, algo que yo ya le había confurmado anteriormente-. En realidad, no. Te odio, ahora mismo te mataría de no ser porque te necesito para que me enseñes a usar la espada... ¡Cierto, ya me enseñaste! En ese caso, debería matarte ya...
Me reí y le besé en los labios. Me había ido acercando a él a medida que había dicho todo eso. Esperaba que no se lo tomara en serio, tan solo había sido sarcástica, porque a estas alturas, preguntarme algo así, no sé...
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Me rio sarcásticamente ante la broma de la chica, después de que ella me besa, me volteo para verla y entonces la abrazo acomodándome en ella también -Es raro… en un día me mostraste mas cariño que cualquier otra persona que haya conocido, a excepción de algunos miembros de mi familia excluyendo los obvios, pero eso es diferente- Le digo mientras sigo abrazándola para luego empezar a besarla. Termino cerrando mis ojos para empezar a dormir abrazado a ella.
Por la mañana, en el barrio antiguo de Tokio, el dojo de la familia Haibu empieza a funcionar desde muy temprano, los estudiantes entran poco a poco para comenzar sus entrenamientos. Yamato Haibu se levanta para dar la lección del día a sus estudiantes, la que empieza con una “practica” o mejor dicho, la excusa perfecta para que el maestro apalee a sus estudiantes.
Por la mañana, en el barrio antiguo de Tokio, el dojo de la familia Haibu empieza a funcionar desde muy temprano, los estudiantes entran poco a poco para comenzar sus entrenamientos. Yamato Haibu se levanta para dar la lección del día a sus estudiantes, la que empieza con una “practica” o mejor dicho, la excusa perfecta para que el maestro apalee a sus estudiantes.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Le sonreí débilmente escucharle decir que había sido la persona que más cariño le había dado. Me sentí bastante bien por ello, un calorcillo agradable se había aposentado en mi pecho al descubrirlo. Le besé de nuevo, contenta, pues de la misma forma, él había conseguido comprenderme un poco después de saber todo lo malo que había hecho, y de haber conocido ese lado oscuro mío en primera persona.
- Bueno, quizás estemos igual los dos. Por el momento eres el único que no me ha... abandonado...-mis últimas palabras antes de caer dormida y rendida entre sus brazos salieron a trompicones y con esfuerzo, pues había querido responderle antes de caer en brazos de Morfeo.
Fue una noche difusa, llena de sueños, de imágenes rápidas y difusas. A decir verdad, creo que soñé con alguien a quien había olvidado, o algo por el estilo. Cuando esa mujer apareció frente a mí y me rodeó con sus brazos, supe instantáneamente de que ella era Erin, mi madre, la mujer que me había dado la vida. Sentí como lloraba débilmente, me quería, y le entristecía no poder estar conmigo...
Me desperté de golpe, abriendo los ojos y jadeando levemente. Lo primero que vi fue el techo de madera de la cabaña de Kenshi, lo que indicaba que estaba bocarriba. Desvié un poco la mirada, encontrándome con un Kenshi dormido profundamente a mi lado. Me quedé enseimismada mirándo su rostro pacífico e inocente, y tenada estuve de acariciarlo. Pero eso supondría despertarle, y posiblemente, un fail para mi plan.
Me levanté lentamente y con cuidado. Fui a buscar mi ropa normal, la cual al fin estaba seca. Me coloqué por encima del sujetador la chaqueta negra de cuero y me embocé los pantalones del mismo material, todo ello en el baño, para no despertar ni a Kenshi ni a Plutón, puesto que este seguramente si me viera, iría corriendo a decírselo a su humano. Cuando hube terminado de vestirme, agarré las espadas, me puse las botas en el descansillo, y salí de la casa por la puerta con muchísimo sigilo, ya que mi idea de salir por el boquete quedó olvidada en cuanto ví las bolsas de basura tapándolo.
Una vez afuera, evolucioné a Doitainmon para bajar más rápidamente la montaña. Cuando vi que la ciudad comenzaba a dejarse ver, simplemente recuperé mi forma humana y me interné en ella, buscando el dojo que supuestamente debía de pertenecer a Kenshi por derecho hereditario. Tuve que preguntar a varios lugareños, y gracias a sus amables indicaciones, pronto lo encontré.
Miré el edificio un momento desde fuera, hasta que me decidí por entrar. Me pusé la capucha negra para que nadie pudiera reconocerme y entré.
- Bueno, quizás estemos igual los dos. Por el momento eres el único que no me ha... abandonado...-mis últimas palabras antes de caer dormida y rendida entre sus brazos salieron a trompicones y con esfuerzo, pues había querido responderle antes de caer en brazos de Morfeo.
Fue una noche difusa, llena de sueños, de imágenes rápidas y difusas. A decir verdad, creo que soñé con alguien a quien había olvidado, o algo por el estilo. Cuando esa mujer apareció frente a mí y me rodeó con sus brazos, supe instantáneamente de que ella era Erin, mi madre, la mujer que me había dado la vida. Sentí como lloraba débilmente, me quería, y le entristecía no poder estar conmigo...
Me desperté de golpe, abriendo los ojos y jadeando levemente. Lo primero que vi fue el techo de madera de la cabaña de Kenshi, lo que indicaba que estaba bocarriba. Desvié un poco la mirada, encontrándome con un Kenshi dormido profundamente a mi lado. Me quedé enseimismada mirándo su rostro pacífico e inocente, y tenada estuve de acariciarlo. Pero eso supondría despertarle, y posiblemente, un fail para mi plan.
Me levanté lentamente y con cuidado. Fui a buscar mi ropa normal, la cual al fin estaba seca. Me coloqué por encima del sujetador la chaqueta negra de cuero y me embocé los pantalones del mismo material, todo ello en el baño, para no despertar ni a Kenshi ni a Plutón, puesto que este seguramente si me viera, iría corriendo a decírselo a su humano. Cuando hube terminado de vestirme, agarré las espadas, me puse las botas en el descansillo, y salí de la casa por la puerta con muchísimo sigilo, ya que mi idea de salir por el boquete quedó olvidada en cuanto ví las bolsas de basura tapándolo.
Una vez afuera, evolucioné a Doitainmon para bajar más rápidamente la montaña. Cuando vi que la ciudad comenzaba a dejarse ver, simplemente recuperé mi forma humana y me interné en ella, buscando el dojo que supuestamente debía de pertenecer a Kenshi por derecho hereditario. Tuve que preguntar a varios lugareños, y gracias a sus amables indicaciones, pronto lo encontré.
Miré el edificio un momento desde fuera, hasta que me decidí por entrar. Me pusé la capucha negra para que nadie pudiera reconocerme y entré.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
El Dojo no se diferencia mucho de los edificios tradicionales de los alrededores, solo que este es mucho mas grande. En la entrada hay un pequeño jardín con una pequeño estanque en el que hay un puente siguiendo un camino, se ve tonto ya que se puede caminar al lado del estanque lleno de peces koi, pero en total todo eso da resultado a una entrada hermosa. En el jardín también hay una señora mayor, de unos sesenta años mas o menos vestida con ropas tradicionales, la señora se encontraba cuidando el pequeño jardín hasta que divisa a Zayyn entrar a quien se le acerca rápidamente -¡Ho! Hola jovencita- Le dice a Zayyn muy sonriente y sin esperar respuesta alguna, la señora toma a la pelirroja de las manos -Bienvenida al Dojo Haibu, las clases ya comenzaron y mi hijo no acepta interrupciones… pero tu no estas aquí para eso ¿o no querida?... ven, pasa, bebamos algo de te mientras esperamos- Nuevamente sin esperar respuesta alguna, la señora empieza de tirar de una de las manos de Zayyn y la guía por unos pasillos de madera por fuera del edificio, hasta llegar al patio trasero que es básicamente un enorme jardín llena de flores, árboles, colmenas, tiene un pequeño espacio con muñecos para practicar con diferentes armas y también un estanque con una pequeña cascada. La señora desliza una puerta de papel que da a su habitación, una habitación muy grande pero que esta llena de recuerdos, hay espadas, armas, trajes y armaduras colando de las paredes o de pedestales. Hay mesas llenas de fotos de Kenshi, su hermano y su padre, teniendo no muy lejos una mesa entera con un único cuadro rodeado de velas, con una fotografía antigua de ella con el padre de Kenshi cuando eran los dos mas jóvenes. Sobre una mesa central hay una tetera rodeada de tazas, la señora fuerza a Zayyn a que se siente al lado de la mesa y luego ella hace lo mismo para empezar a servir el te, la señora puede ser vieja pero tiene bastante fuerza. -Dime ¿Cómo te llamas?- Dice la señora antes de servirse un poco de te para beber un sorbo antes de volver a hacer otra pregunta -¿Y como esta mi Kenshi?- Dice ella, adivinado de alguna forma la conexión entre esa chica que acaba de conocer, con su hijo.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Nada más entrar me topé en el típico y bonito jardín japonés, hasta con un estanque con peces y un puentecillo de madera que llevaría al interior de una de las salas. Parpadeé varias veces, sorprendida por lo bonito que era ese lugar, aunque tampoco tuve mucho tiempo para examinarlo más a fondo, porque de repente una mujer anciana ataviada con un kimono se me acercó y comenzó a hablarme por los codos, por lo que pronto me perdí, incapaz de seguirla en todo lo que decía.
- Eh, oiga-pude decir apenas, pues me agarró con mano férrea de la mano y tiró de mí para llevarme por unos pasillos.
Sé lo que estáis pensando. ¿Por qué no simplemente me suelto, y mando a cagar a esa señora? Bueno, la mujer iba tan rápido que no me daba tiempo a entender qué era lo que sucedía, y además tenía mucha fuerza en los brazos, no me extrañaría que ella también supiera manejar la espada. Pero algo me hizo mirarla fijamente. ¿Su hijo? Un momento... Si Yamato era el que impartía las clases, y esa era su madre, ¡eso significaba que estaba frente a la de Kenshi también! Realmente no sabía en qué la convertía eso en mí, ¿suegra era la palabra?
Acabó llevándome a otra especie de jardin, igual de bonito que el anterior, pero parecía que no nos íbamos a quedar allí, porque la mujer abrió la puerta de una habitación ya cerrada al aire libre. Allí, la estancia parecía la típica de una mujer, estaba bastante decorada con armas, armaduras, fotos de Kenshi (efectivamente, debía de ser su madre) y de otro muchacho al que no reconocí. Además, me fijé en un pequeño altar con una fotografía y unas velas... sin duda un recordatorio del difunto.
De repente, la mujer con su fuerza bruta me obligó a sentarme. No opuse resistencia, si aquella era la madre de Kenshi, daba bastante miedo, con tanta fuerza exagerada en un humano. Y aunque yo seguramente era más fuerte que ella, no iba a hacerle daño porque era madre de Kenshi y estaba seguro de que él aún la quería.
- Eerr...-me di cuenta entonces de que la capucha se me había deslizado hacia atrás de toda la "carrera" que habíamos hecho hasta llegar a esa sala-. Mire... Tengo algunos asuntos que atender y...
Enmudecí de golpe en cuanto mencionó a Kenshi. Un momento, ¿cómo sabía ella que había estado con él? ¿Acaso el la había llamado y se lo había dicho? Una inquietante idea se encendió en mi mente. ¿Se habría despertado Kenshi ya y habría echado en falta mi presencia y por eso había llamado a su madre? Aunque en realidad era una idea descabellada, ¿cómo sabría él que había decidido ir a ver a su hermano?
- ¿Perdón?-se me escapó, dando varios parpadeos de la sorpresa.
- Eh, oiga-pude decir apenas, pues me agarró con mano férrea de la mano y tiró de mí para llevarme por unos pasillos.
Sé lo que estáis pensando. ¿Por qué no simplemente me suelto, y mando a cagar a esa señora? Bueno, la mujer iba tan rápido que no me daba tiempo a entender qué era lo que sucedía, y además tenía mucha fuerza en los brazos, no me extrañaría que ella también supiera manejar la espada. Pero algo me hizo mirarla fijamente. ¿Su hijo? Un momento... Si Yamato era el que impartía las clases, y esa era su madre, ¡eso significaba que estaba frente a la de Kenshi también! Realmente no sabía en qué la convertía eso en mí, ¿suegra era la palabra?
Acabó llevándome a otra especie de jardin, igual de bonito que el anterior, pero parecía que no nos íbamos a quedar allí, porque la mujer abrió la puerta de una habitación ya cerrada al aire libre. Allí, la estancia parecía la típica de una mujer, estaba bastante decorada con armas, armaduras, fotos de Kenshi (efectivamente, debía de ser su madre) y de otro muchacho al que no reconocí. Además, me fijé en un pequeño altar con una fotografía y unas velas... sin duda un recordatorio del difunto.
De repente, la mujer con su fuerza bruta me obligó a sentarme. No opuse resistencia, si aquella era la madre de Kenshi, daba bastante miedo, con tanta fuerza exagerada en un humano. Y aunque yo seguramente era más fuerte que ella, no iba a hacerle daño porque era madre de Kenshi y estaba seguro de que él aún la quería.
- Eerr...-me di cuenta entonces de que la capucha se me había deslizado hacia atrás de toda la "carrera" que habíamos hecho hasta llegar a esa sala-. Mire... Tengo algunos asuntos que atender y...
Enmudecí de golpe en cuanto mencionó a Kenshi. Un momento, ¿cómo sabía ella que había estado con él? ¿Acaso el la había llamado y se lo había dicho? Una inquietante idea se encendió en mi mente. ¿Se habría despertado Kenshi ya y habría echado en falta mi presencia y por eso había llamado a su madre? Aunque en realidad era una idea descabellada, ¿cómo sabría él que había decidido ir a ver a su hermano?
- ¿Perdón?-se me escapó, dando varios parpadeos de la sorpresa.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
La señora sonríe mientras que lentamente se inclina hacia Zayyn mientras que poco a poco empieza a acercar una mano hacia su cuello, de donde saca un cabello rubio que le muestra a la pelirroja -No hay secretos en mi casa… mi esposo siempre me dijo que tengo el poder de ver lo que nadie ve, que debí haberme casado con un ninja para aprovechar mi talento- Luego de decir eso la señora se rie un poco y por unos segundos desvía la mirada hacia el pequeño altar que ella hizo para su difunto esposo. -Vamos, dímelo todo ¿Cómo esta Kenshi, que esta haciendo, como le va? Hace mucho que no se de el…- Vuelve a decir la mujer mientras toma otro sorbo de te.
Por la puerta abierta se puede ver el patio por el que caminan personas igual o mas ancianas que la madre de Kenshi, algunas están vestidas de forma tradicional o otras se visten normal, incluso hay un anciano que esta recolectando miel usando solo el protector para la cara.
Sin embargo la tranquilidad del ambiente es opacada de cierta forma por los sonidos de las maderas chocando y los gritos de las personas que están entrenando con las espadas. Incluso se puede oír una especie de patrón, las espadas chocando, un grito de dolor y unos minutos de silencio.
Por la puerta abierta se puede ver el patio por el que caminan personas igual o mas ancianas que la madre de Kenshi, algunas están vestidas de forma tradicional o otras se visten normal, incluso hay un anciano que esta recolectando miel usando solo el protector para la cara.
Sin embargo la tranquilidad del ambiente es opacada de cierta forma por los sonidos de las maderas chocando y los gritos de las personas que están entrenando con las espadas. Incluso se puede oír una especie de patrón, las espadas chocando, un grito de dolor y unos minutos de silencio.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
- Ehh...-seguía alucinando, aquella mujer había adivinado solo por el pelo rubio que había caído sobre mí que vivía con su hijo.
No pude evitarlo, me sonrojé profusamente, y traté de evitar el contacto visual, pero los ojos inquisitivos de la mujer me impedían apartar la mirada. Tragué saliva, nunca me había puesto tan nervioso por algo tan... humano. ¿Avergonzarme ante una madre por enamorarme de su hijo? Claro, siempre me pasaba, no te jode...
- Kenshi está bien... Tiene muchas colmenas que cuida diariamente... Hasta me enseñó a sacar la miel-me crucé de brazón, incómoda, pero continué hablando-. Le va bien, es buena persona, me salvó la vida dos veces.
Me rasqué la nuca, justamente recordando el detalle de que su propio hermano quisiera hacerle daño. Titubeé un poco, pues no sabía si esa mujer tenía idea o no de lo que hacía su hijo más pequeño.
No pude evitarlo, me sonrojé profusamente, y traté de evitar el contacto visual, pero los ojos inquisitivos de la mujer me impedían apartar la mirada. Tragué saliva, nunca me había puesto tan nervioso por algo tan... humano. ¿Avergonzarme ante una madre por enamorarme de su hijo? Claro, siempre me pasaba, no te jode...
- Kenshi está bien... Tiene muchas colmenas que cuida diariamente... Hasta me enseñó a sacar la miel-me crucé de brazón, incómoda, pero continué hablando-. Le va bien, es buena persona, me salvó la vida dos veces.
Me rasqué la nuca, justamente recordando el detalle de que su propio hermano quisiera hacerle daño. Titubeé un poco, pues no sabía si esa mujer tenía idea o no de lo que hacía su hijo más pequeño.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
En cuanto la pelirroja empieza a hablar, el rostro de la señora de llena de alegría y no puede evitar abrazar a Zayyn por unos instantes, como si a través de ella pudiese abrazar a su hijo -No sabes lo feliz que haces a esta anciana… me da mucha pena no poder ver a mi hijo, pero tener que irse era su única opción, Yamato lo habría matado… perdón, no se si sabrás la historia, ¿pero que digo? Claro que debes saberla… lo peor de todo es que no puedo llamarlo ni visitarlo, Yamato de seguiría…- Hace una pausa la señora para beber un poco mas de te -No me mal interpretes… yo amo a mis hijos… pero Yamato se fue del camino… pero ya es suficiente de hablar de el, aun no me has contado sobre ti- Dice la señora mientras toma ambas manos de Zayyn -Cuentame ¿Cómo te llamas, cual es tu relacion con Kenshi ademas de que el te salvara la vida? Puedo ver que escondes algo- Le dice a la chica en un tono algo juguetón.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Al final decidí contarle la verdad, tanto si lo sabía como si no, pero cuando fui a hacerlo, sentí cómo la mujer me estrechaba fuerte entre sus brazos durante unos instantes. Juro que sentí a mis tripas rugir y subir por el cuerpo de la presión que aquella anciana había provocado. Por suerte, el aire regresó a mis pulmones rápidamente.
- Iugh...-gemí, aliviada y respirando al fin, mientras miraba a la mujer con cierto recelo. En verdad no sabía si lo hacía sin querer, o si intentaba matarme de verdad... Ya se sabe, la nuera y la suegra no se suelen llevar bien, y aunque esa pobre mujer parecía la típida abuela entrañable, no sabía si fiarme, pues escondía una fuerza muy superior a la de cualquier humano-. S-si, conozco la historia. Kenshi me la contó...
La señora comenzó a hablar de nuevo. Parecía apenada por sus sus dos hijos; que uno se hubiera salido del camino por el que ella había tratado de llevarle, y que el otro se hubiera ido por eso mismo, no debía de ser agradable. No la juzgué, aunque sentí cierta envidia, pues mi padre nunca haría eso por mí... Y mi madre... bueno, ella estaba muerta, ya no podía hacer nada.
En ese momento no supe qué hacer para animarla un poco, aunque por suerte, tampoco hizo falta, ella mismadecidió cambiar de tema... Y hubiera preferido consolarla en vez de contarle sobre mí...
- Ehm... me llamo Zayyn, y digamos que su hijo y yo nos hemos hecho buenos amigos...-preferí no contárselo todo, suficiente tenía ya yo con mis pensamientos, como para soportar las preguntas de una anciana señora. Porque además no tenía ganas de confesarle a nadie que no fuera Kenshi que me había enamorado de él.
- Iugh...-gemí, aliviada y respirando al fin, mientras miraba a la mujer con cierto recelo. En verdad no sabía si lo hacía sin querer, o si intentaba matarme de verdad... Ya se sabe, la nuera y la suegra no se suelen llevar bien, y aunque esa pobre mujer parecía la típida abuela entrañable, no sabía si fiarme, pues escondía una fuerza muy superior a la de cualquier humano-. S-si, conozco la historia. Kenshi me la contó...
La señora comenzó a hablar de nuevo. Parecía apenada por sus sus dos hijos; que uno se hubiera salido del camino por el que ella había tratado de llevarle, y que el otro se hubiera ido por eso mismo, no debía de ser agradable. No la juzgué, aunque sentí cierta envidia, pues mi padre nunca haría eso por mí... Y mi madre... bueno, ella estaba muerta, ya no podía hacer nada.
En ese momento no supe qué hacer para animarla un poco, aunque por suerte, tampoco hizo falta, ella mismadecidió cambiar de tema... Y hubiera preferido consolarla en vez de contarle sobre mí...
- Ehm... me llamo Zayyn, y digamos que su hijo y yo nos hemos hecho buenos amigos...-preferí no contárselo todo, suficiente tenía ya yo con mis pensamientos, como para soportar las preguntas de una anciana señora. Porque además no tenía ganas de confesarle a nadie que no fuera Kenshi que me había enamorado de él.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
La señora mira sonriente a la chica mientras ella contesta, para luego ella empezar a hablar -Zayyn, me gusta ese nombre, inspira fortaleza… bueno, mi nombre querida, es Sakura Yoru y como ya sabrás soy la madre de Kenshi… ¿tu no?... Estados Unidos ¿no? Los Angeles, puedo detectar ese acento al hablar- Dice la señora antes de empezar a servirse mas te -No se si sea muy descortés de mi parte pedirte que hagas un par de cosas, tres cosas a decir verdad- Dice la señora antes de volver a abrazar a Zayyn, pero esta vez es un abrazo suave y calido, a diferencia del anterior -Dale un abrazo a Kenshi de mi parte- Dice la señora antes de soltar a la chica para entonces levantarse para ir a buscar algo afuera y regresar luego de unos minutos con una hermoso arreglo floral, que parece un bonsái pero con flores, parecidos a los que hay en la cabaña de Kenshi pero mucho mas bonito -Quiero que le des este regalo a Kenshi también… espero que no sea mucho pedir, pero espero que entiendas que es la única forma que tengo de comunicarme con mi hijo- Dice la señora mientras deja el arreglo floral sobre la mesa y luego ella se sienta al lado de la pelirroja -Por ultimo, un regalo para Yamato, no tengo que mencionar que el se ha portado mal, necesita una buena lección, pero el ya es un adulto y yo una anciana… ademas tu eres una guerrera ¿o acaso esas espadas que escondes son solo decoración?... dale una leccion a Yamato, pero no le hagas mucho daño, no me quieres ver enojada- La señora dice eso ultimo con un tono burlesco al mismo tiempo que acaricia la mejilla de Zayyn -Que joven eres, no sabes cuanto te envidio- Termina de decir la señora antes de empezar a beber su taza de te.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Al parecer esa mujer sabía más de lo que decía. Porque si no, ¿qué otra explicación había de que hubiera averiguado, no solo de qué país era, sino también la ciudad en concreto? Según ella por el acento, pero no sabía yo si fiarme o no... La miré con algo de recelo cuando me pidió tres cosas, iba a preguntarle sobre ello, cuando de repente me abrazó. Si, otra vez. Y no, no fue de la misma manera. Antes había sido más como un abrazo de saludo, pero ahora había cariño, calidez y amor en ese gesto. Me quedé sorprendida, y a pesar de saber que ese abrazo no iba dirigido a mí, apreté los puños y los dientes, frustrada por no poder recibir ese gesto de mi propia madre... Los sueños era lo único que me quedaba de ella...
Suspiré al separarme, y sacudí la cabeza mientras que Sakura (así se había presentado ella) me explicaba el segundo favor: llevarle un bonsai a Kenshi. Miré el pequeño arbolito, y capté al instante que este debía de tener un valor sentimental muy grande. Por eso asentí, conforme, a pesar de que probablemente Kenshi se entristecería. Pero me había comprometido a hacerle ese favor, y lo haría.
Empecé entonces a preguntarme a mí misma sobre el último favor que me había pedido la anciana madre de Kenshi, pero ella misma me sacó de dudas. En parte me sorprendió esa petición por parte de ella. ¿Darle una lección al Yamato de las narices? No cabía en mí del gozo, sonreí de lado, divertida, por primera vez en esa mañana y asentí lentamente.
- Supone bien, de echo había venido aquí a hacer eso mismo-respondí, levantándome ya, aunque me volví hacia ella de golpe al oir su "intento" de amenaza... Por muy de broma que estuviese, no me gustaba ese tipo de amenazas-. Usted podrá ser todo lo terrible que quiera cuando se enfade... Pero yo me convierto en un monstruo imparable-no lo dije en serio, esperaba que se lo tomara como una metáfora o una exageración- cuando tratan de hacer daño a los que quiero.
Mis ojos brillaron de manera peligrosa... Extraña, sí, pero muuy peligrosa. Me di la vuelta, ignorando completamente esa pequeña caricia, y comencé a salir de la sala. Sin embargo, cuando puse un pie fuera de la habitación, giré un poco la cabeza.
- Deje el bonsai a la entrada del dojo. Si todo sale como espero, necesitaré irme rápida y directamente de este lugar.
Sin añadir ni una palabra más, me adentré de nuevo en el jardín en dirección a la sala de entrenamiento en donde debía de estar enseñando (o apalizando) Yamato a sus alumnos.
Suspiré al separarme, y sacudí la cabeza mientras que Sakura (así se había presentado ella) me explicaba el segundo favor: llevarle un bonsai a Kenshi. Miré el pequeño arbolito, y capté al instante que este debía de tener un valor sentimental muy grande. Por eso asentí, conforme, a pesar de que probablemente Kenshi se entristecería. Pero me había comprometido a hacerle ese favor, y lo haría.
Empecé entonces a preguntarme a mí misma sobre el último favor que me había pedido la anciana madre de Kenshi, pero ella misma me sacó de dudas. En parte me sorprendió esa petición por parte de ella. ¿Darle una lección al Yamato de las narices? No cabía en mí del gozo, sonreí de lado, divertida, por primera vez en esa mañana y asentí lentamente.
- Supone bien, de echo había venido aquí a hacer eso mismo-respondí, levantándome ya, aunque me volví hacia ella de golpe al oir su "intento" de amenaza... Por muy de broma que estuviese, no me gustaba ese tipo de amenazas-. Usted podrá ser todo lo terrible que quiera cuando se enfade... Pero yo me convierto en un monstruo imparable-no lo dije en serio, esperaba que se lo tomara como una metáfora o una exageración- cuando tratan de hacer daño a los que quiero.
Mis ojos brillaron de manera peligrosa... Extraña, sí, pero muuy peligrosa. Me di la vuelta, ignorando completamente esa pequeña caricia, y comencé a salir de la sala. Sin embargo, cuando puse un pie fuera de la habitación, giré un poco la cabeza.
- Deje el bonsai a la entrada del dojo. Si todo sale como espero, necesitaré irme rápida y directamente de este lugar.
Sin añadir ni una palabra más, me adentré de nuevo en el jardín en dirección a la sala de entrenamiento en donde debía de estar enseñando (o apalizando) Yamato a sus alumnos.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
La anciana empieza a reír y antes de que la Zayyn se valla ella dice -Hacer daño a los que quiero... en eso somos iguales linda !también! sabia que eran mas que buenos amigos, pero no se lo diré a nadie- Dice la señora mientras toma el arreglo floral para dejarlo en la entrada del dojo y luego ella empieza a arreglar el jardín frontal como estaba haciendo antes.
La habitación del dojo es parecida a la sala de entrenamientos en la casa de Kenshi, pero muchísimo mas grande y con mas cosas, hay repisas repletas de armas de madera y armas reales, katanas, alabardas, lanzas, arcos, etc. También hay una enorme bandera con el símbolo del clan Haibu, bandera que esta sucia y rasgada, demostrando que es antigua, abajo de esa bandera hay una tarima con un pedestal vacío y arriba de esta, entre la bandera y el pedestal, hay un retrato de un antiguo samurai que tiene una placa que dice "Shinzo Haibu", el fundador del clan Haibu por lo que el pedestal vació es donde debería estar la espada que ahora posee Kenshi.
En la sala de entrenamiento hay aproximadamente unos diez estudiantes que aparentan ser adolescentes con trajes de karate y espadas de madera. Al otro lado de la habitación esta el maestro, Yamato Haibu, quien viste una ropa mas tradicional y sostiene una espada de madera que apoya sobre su hombro, el hombre se ve apenas un poco mas grande que sus estudiantes, tiene ojos azules y es rubio al igual que Kenshi. Cuando Zayyn entra a la habitación, todos voltean para ver a la recién llegada, Yamato es el único que camina un par de pasos hacia ella y la mira con una cara de pocos amigos -¿Quien eres? interrumpes una clase...- Dice mientras regresa la mirada a sus estudiantes.
La habitación del dojo es parecida a la sala de entrenamientos en la casa de Kenshi, pero muchísimo mas grande y con mas cosas, hay repisas repletas de armas de madera y armas reales, katanas, alabardas, lanzas, arcos, etc. También hay una enorme bandera con el símbolo del clan Haibu, bandera que esta sucia y rasgada, demostrando que es antigua, abajo de esa bandera hay una tarima con un pedestal vacío y arriba de esta, entre la bandera y el pedestal, hay un retrato de un antiguo samurai que tiene una placa que dice "Shinzo Haibu", el fundador del clan Haibu por lo que el pedestal vació es donde debería estar la espada que ahora posee Kenshi.
En la sala de entrenamiento hay aproximadamente unos diez estudiantes que aparentan ser adolescentes con trajes de karate y espadas de madera. Al otro lado de la habitación esta el maestro, Yamato Haibu, quien viste una ropa mas tradicional y sostiene una espada de madera que apoya sobre su hombro, el hombre se ve apenas un poco mas grande que sus estudiantes, tiene ojos azules y es rubio al igual que Kenshi. Cuando Zayyn entra a la habitación, todos voltean para ver a la recién llegada, Yamato es el único que camina un par de pasos hacia ella y la mira con una cara de pocos amigos -¿Quien eres? interrumpes una clase...- Dice mientras regresa la mirada a sus estudiantes.
- Yamato:
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Escuché reirse a la señora. Seguramente habría pensado que estaba de broma, pero en realidad era una verdad como un piano de grande. Si me llegaban a cabrear podían pasar dos cosas: a) que matara de forma violenta al estúpido que se había atrevido a molestarme, o b) que lo torturara antes de matarlo, también de forma violenta. Si, era agresiva, pero me daba igual en realidad, porque mientras no me molestaran, todo iría bien.
Terminé de cruzar el jardín, y antes de introducirme en la sala, me coloqué de nuevo la capucha negra, ocultando el rostro y mostrando solo la parte inferior de mi rostro, de la nariz para abajo. Después, entré sin miramientos en la sala de entrenamiento, a sabiendas de que todo el mundo me miraba. Detecté rápidamente a Yamato, porque a pesar de que no le conocía, todos parecían mostrarse sumisos a él, e incluso diría que le tenían miedo. Era rubio como Kenshi, con ojos azules. Eran muy parecidos, las únicas cosas que parecían diferenciarles era la largura del pelo, las ropas militares que presentaba, y el aire de egocentrísmo y superioridad que despedía.
- Así que tú eres Yamato-esbocé una leve sonrisa de desprecio, como si pensara que no aparentaba ser gran cosa-. Tengo un mensaje para tí, oh "gran samurai".
Agarré el borde de la capucha con dos dedos, ocultando un poco más mi rostro, mientras soltaba una leve risa. Luego, de un impulso, me lancé contra él rápidamente al tiempo que desenfundaba las espadas que colgaban a mi espalda, siendo apenas un borrón para ellos. Cuando estuve a una suficiente distancia de él, le pegué una patada en el pecho para empujarlo y acorralarlo contra la pared. Y después sólo dispuse ambas armas en cruz en torno a su cuello (con las curvaturas cóncavas de la hoja acercada al cuello del humano), y a la vez clavando las puntas afiladas en la pared (en todo ese recorrido, la capucha no se movió un milímetro de mi cabeza). Era simplemente para que viera que si quería, podía matarlo en un segundo, con solo descruzar ambos filos en sus respectivas direcciones hacia fuera.
- Bueeeeno... Qué poco me ha costado acorralarte como la rata que eres... Kenshi fue infinitamente más difícil de vencer...-susurré, tranquilamente-. Permíteme presentarme... Me llaman Sinister Blade, puedes imaginar por qué-no iba a decir mi nombre por razones obvias, y así de paso me ganaba un apodo chachi-. Los de ahí detrás, no os conviene mover ni un músculo. A menos que queráis ver mucha sangre y la cabeza de vuestro sensei rodando por el suelo.
Off: Deja que le golpee xD que así queda chula la escena.
Aquí te dejo la posición en la que deberían de estar las espadas alrededor del cuello de Yamato, por si no se ha entendido xD
Sí, lo sé, dibujo fatal en paint xDD
Terminé de cruzar el jardín, y antes de introducirme en la sala, me coloqué de nuevo la capucha negra, ocultando el rostro y mostrando solo la parte inferior de mi rostro, de la nariz para abajo. Después, entré sin miramientos en la sala de entrenamiento, a sabiendas de que todo el mundo me miraba. Detecté rápidamente a Yamato, porque a pesar de que no le conocía, todos parecían mostrarse sumisos a él, e incluso diría que le tenían miedo. Era rubio como Kenshi, con ojos azules. Eran muy parecidos, las únicas cosas que parecían diferenciarles era la largura del pelo, las ropas militares que presentaba, y el aire de egocentrísmo y superioridad que despedía.
- Así que tú eres Yamato-esbocé una leve sonrisa de desprecio, como si pensara que no aparentaba ser gran cosa-. Tengo un mensaje para tí, oh "gran samurai".
Agarré el borde de la capucha con dos dedos, ocultando un poco más mi rostro, mientras soltaba una leve risa. Luego, de un impulso, me lancé contra él rápidamente al tiempo que desenfundaba las espadas que colgaban a mi espalda, siendo apenas un borrón para ellos. Cuando estuve a una suficiente distancia de él, le pegué una patada en el pecho para empujarlo y acorralarlo contra la pared. Y después sólo dispuse ambas armas en cruz en torno a su cuello (con las curvaturas cóncavas de la hoja acercada al cuello del humano), y a la vez clavando las puntas afiladas en la pared (en todo ese recorrido, la capucha no se movió un milímetro de mi cabeza). Era simplemente para que viera que si quería, podía matarlo en un segundo, con solo descruzar ambos filos en sus respectivas direcciones hacia fuera.
- Bueeeeno... Qué poco me ha costado acorralarte como la rata que eres... Kenshi fue infinitamente más difícil de vencer...-susurré, tranquilamente-. Permíteme presentarme... Me llaman Sinister Blade, puedes imaginar por qué-no iba a decir mi nombre por razones obvias, y así de paso me ganaba un apodo chachi-. Los de ahí detrás, no os conviene mover ni un músculo. A menos que queráis ver mucha sangre y la cabeza de vuestro sensei rodando por el suelo.
Off: Deja que le golpee xD que así queda chula la escena.
Aquí te dejo la posición en la que deberían de estar las espadas alrededor del cuello de Yamato, por si no se ha entendido xD
- Spoiler:
Sí, lo sé, dibujo fatal en paint xDD
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Yamato ignora lo que la chica dice, pero se voltea cuando escucha que ella se acerca, intenta usar su espada de madera para bloquear su ataque, pero queda a medio camino cuando es golpeado haciéndolo volar un poco antes de caer al suelo. El hombre luego se ve amenazado por dos espadas. -El nombre mas ridículo que he oído...- Dice Yamato mientras mira a Zayyn con ira, el chico mira a sus estudiantes, pero ellos simplemente no se mueven, incluso algunos de ellos escapan del dojo. -No entiendo ¿Kenshi te envió y también lo derrotaste? no me importa realmente, se que ese tipo no tiene las bolas para siquiera contratar a un asesino- Cuando Yamato termina de hablar, el se queda en silencio un tiempo, en el que el acumula saliva para luego escupirle en la cara a la chica, intentando "apuntar" en la zona donde la capucha no la protege. Cuando el "Dispara" su distracción, Yamato toma las muñecas de la chica para alejar las espadas de su cuello y luego empujar a la chica para que el pueda levantarse y empezar a correr hacia una repisa con armas para atacar a su oponente.
Kenshi Haibu
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Sonreí de lado, divertida. Hacía mucho que no me divertía tanto en perturbar a un humano normal de esa forma. Por eso disfruté mucho portando las espadas en torno a su cuello. Me moría de ganas por cortarle la cabeza, pero me contuve por respeto a Kenshi, pues él le quería, era su hermano y a pesar de todo lo que le había hecho, no deseaba producirle daño.
Me reí levemente, con la boca cerrada. Habló mal de Kenshi, dijo que él no tenía huevos para contratar a un asesino. ¿Perdona? ¿Y lo decía él que no sabía enfrentarse a su hermano mayor? Eso lo primero, y lo segundo yo no mataba por dinero. Yo mataba por diversión, y en esos momentos ni siquiera eso. Fui a responderle con algún comentario burlón o hiriente, cuando, de repente, él me escupió en la cara... Todas sus babas quedaron plantadas en mi rostro oculto.
Sobrevino un sepulcral silencio. No dije nada, ni tampoco me moví... O al menos no lo hice al principio. Cuando el me agarró de las muñecas, yo hice un movimiento descendente con la cabeza, golpeándole en toda la nariz para rompérsela. Seguidamente, mi rodilla voló directa a sus genitales, y en cuanto se doblara de dolor, le propinaría un "pomazo" en la espada, con la empuñadura de una de las espadas.
Me reí levemente, con la boca cerrada. Habló mal de Kenshi, dijo que él no tenía huevos para contratar a un asesino. ¿Perdona? ¿Y lo decía él que no sabía enfrentarse a su hermano mayor? Eso lo primero, y lo segundo yo no mataba por dinero. Yo mataba por diversión, y en esos momentos ni siquiera eso. Fui a responderle con algún comentario burlón o hiriente, cuando, de repente, él me escupió en la cara... Todas sus babas quedaron plantadas en mi rostro oculto.
Sobrevino un sepulcral silencio. No dije nada, ni tampoco me moví... O al menos no lo hice al principio. Cuando el me agarró de las muñecas, yo hice un movimiento descendente con la cabeza, golpeándole en toda la nariz para rompérsela. Seguidamente, mi rodilla voló directa a sus genitales, y en cuanto se doblara de dolor, le propinaría un "pomazo" en la espada, con la empuñadura de una de las espadas.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Yamato intento escapar, pero la chica fue mas rápida, el rubio termino con la nariz rota, golpeado donde mas le duele y entonces acaba en el suelo por un ultimo golpe en la espalda. Yamato se retuerce de dolor en el suelo mientras que con una mano se agarra sus partes intimas para aminorar el dolor de alguna forma, mientras que con su otra mano intenta buscar un cuchillo que esconde en su chaqueta, pero al encontrarlo, lo saca con todo y funda asi que no es una amenaza -Lamentaras esto- Empieza a repetir sin parar mientras sigue retorciéndose para luego empezar a insultar a la chica.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Lo miré con una mueca de desprecio desde arriba, mientras me limpiaba con uno de los guantes las babas que me había dejado al lanzarme el gapo. Observé sin moverme, con calma glacial, como se retorcía en el suelo por el dolor producido, y poco después me agaché junto a él para hablarle de nuevo.
- Uhm... Ya te lo guardo yo-le agarré de una muñeca de manera tenaz y le arrebaté el cuchillo para guardármelo. Le quise agarrar del pelo para alzarle la cabeza y que me mirase, pero para ello, primero tuve que guardar una de las espadas en su funda, y así lo hice-. Dudo mucho que vaya a arrepentirme por humillar a un humano de esta forma.
Guié la espada que aún no había guardado hacia su cuello, y le levanté la barbilla con la parte plana de la hoja, para que se diera cuenta de que aún estaba en peligro de ser asesinado por mí.
- Verás... Tu hermano no me ha contratado, yo he hecho esto por voluntad propia... Esta es solo una advertencia, la próxima vez será mucho peor...-susurré, siniestramente-. Si vuelves a intentar asesinar a Kenshi, te juro por mi vida que iré a por tí. Y ya has visto con quien estás tratando.
Para afianzar la amenaza, retiré la espada rápidamente, produciéndole un pequeño y mínimo corte en el cuello, nada peligroso. Después de eso me levanté, y lamí las gotas escarlatas que habían caído sobre el filo, dandome un sabor férreo y dulce, antes de enfundar de nuevo el arma en la otra funda. Sin mirar un segundo más al "líder" del dojo, caminé hacia la salida, haciendo un gesto de despedida con la mano.
- Adiós, perdedor. Y recuérda mis palabras...
- Uhm... Ya te lo guardo yo-le agarré de una muñeca de manera tenaz y le arrebaté el cuchillo para guardármelo. Le quise agarrar del pelo para alzarle la cabeza y que me mirase, pero para ello, primero tuve que guardar una de las espadas en su funda, y así lo hice-. Dudo mucho que vaya a arrepentirme por humillar a un humano de esta forma.
Guié la espada que aún no había guardado hacia su cuello, y le levanté la barbilla con la parte plana de la hoja, para que se diera cuenta de que aún estaba en peligro de ser asesinado por mí.
- Verás... Tu hermano no me ha contratado, yo he hecho esto por voluntad propia... Esta es solo una advertencia, la próxima vez será mucho peor...-susurré, siniestramente-. Si vuelves a intentar asesinar a Kenshi, te juro por mi vida que iré a por tí. Y ya has visto con quien estás tratando.
Para afianzar la amenaza, retiré la espada rápidamente, produciéndole un pequeño y mínimo corte en el cuello, nada peligroso. Después de eso me levanté, y lamí las gotas escarlatas que habían caído sobre el filo, dandome un sabor férreo y dulce, antes de enfundar de nuevo el arma en la otra funda. Sin mirar un segundo más al "líder" del dojo, caminé hacia la salida, haciendo un gesto de despedida con la mano.
- Adiós, perdedor. Y recuérda mis palabras...
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Yamato mira fijamente a la chica mientras es amenazado, su mirada de furia paso a ser rápidamente una de terror al ver la espada en su cuello. El chico también se abstiene de decir cualquier cosa, el simplemente se limita a mirar a la chica mientras su nariz sangra. No demuestra dolor cuando le hace el corte en el cuello, pero si se aterra mas cuando ve a la chica probar su sangre para luego irse.
Afuera del dojo esta la madre de Kenshi y Yamato arreglando el jardín, con el arreglo floral a unos metros de ella -Vuelve a visitarme pronto- Dice la señora mientras se voltea para despedir a Zayyn con la mano.
Afuera del dojo esta la madre de Kenshi y Yamato arreglando el jardín, con el arreglo floral a unos metros de ella -Vuelve a visitarme pronto- Dice la señora mientras se voltea para despedir a Zayyn con la mano.
Kenshi Haibu
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Salí del edificio que hacía las veces de sala de entrenamientos, sin decir nada más, aunque confieso que sentí una enorme satisfacción al ver esa expresión de terror en los ojos del hermano de Yamato. Al salir a lo que sería el jardín, vi de lejos a Sakura regar unas plantas y voltearse después para despedirse. Yo solo incliné la cabeza con respeto y seguí mi camino, también ignorando a cualquier alumno que se parara a mirarme.
Finalmente salí del edificio entero, y tomé el bonsai que efectivamente la madre de Kenshi había dejado allí. Crucé de nuevo la ciudad para internarme en el bosque y allí poder evolucionar a Scathmon más discretamente y así llegar en pocos minutos a casa de Kenshi. Pocos minutos después, como en una media hora, llegué allí, y de nuevo en humana, entré dentro, con cuidado e no despertar a nadie. No tenía ni idea de qué horas serían, pero no quería arriesgarme a que me pillaran.
Por ello, entré en la cocina y deposité en un plato un trozo de brownie que había sobrado (sorprendentemente) de la tarde anterior. Después fui al salón, me senté junto a la mesa, y comencé a desayunar en silencio.
Finalmente salí del edificio entero, y tomé el bonsai que efectivamente la madre de Kenshi había dejado allí. Crucé de nuevo la ciudad para internarme en el bosque y allí poder evolucionar a Scathmon más discretamente y así llegar en pocos minutos a casa de Kenshi. Pocos minutos después, como en una media hora, llegué allí, y de nuevo en humana, entré dentro, con cuidado e no despertar a nadie. No tenía ni idea de qué horas serían, pero no quería arriesgarme a que me pillaran.
Por ello, entré en la cocina y deposité en un plato un trozo de brownie que había sobrado (sorprendentemente) de la tarde anterior. Después fui al salón, me senté junto a la mesa, y comencé a desayunar en silencio.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Al rededor de una hora después de que Zayyn se va de la casa, yo empiezo a despertar lentamente, me extraña no ver a Zayyn, aunque al principio no le doy mucha importancia. Me doy vuelta un par de veces, sin ganas de despertar y entonces escucho un sonido de agua corriendo lo que me relaja un poco dejándome claro que Zayyn aun esta en la casa, aunque realmente quien origina el sonido es FunBeemon que esta jugando con agua.
Me duermo por varios minutos mas, esta era una de esas mañanas perezosas.
Finalmente despierto, me levanto y camino hasta el baño, pero apenas entro resbalo y caigo de espaldas, notando que el piso del baño esta empapado, me levanto para ver que paso y descubro a FunBeemon jugando con el agua del lavamanos, abro la boca para decirle algo a FunBeemon, pero la cierro rápidamente y me levanto para entrar a la cocina y luego a la sala de entrenamientos y para mi horror descubro que Zayyn no esta en la casa, al principio me horrorizo pero intento tranquilizarme. Regreso a mi habitación para cambiarme la ropa mojada y noto que las cosas de la chica no están ¿se fue o acaso regreso a Aokigahara? Me cambio la ropa lo mas rápido posible. Ya terminando salgo de mi habitación y corro hasta la puerta de la casa y empiezo a ponerme los zapatos para salir, pero de reojo noto algo raro, volteo la cabeza y veo a Zayyn sentada al lado de la mesa comiendo un trozo de brownie -¿Donde estabas?- Le pregunto mientras me quito los zapatos para luego sentarme junto a Zayyn. -Me asustaste, creí que...- Dejo la frase a medio terminar cuando noto el arreglo floral, un arreglo floral muy familiar, un trabajo que identifico inmediatamente como el de mi madre. Abro los ojos como platos de la impresión -¿De... de donde sacaste eso?- Pregunto a la chica sin quitarle la vista al arreglo floral.
Me duermo por varios minutos mas, esta era una de esas mañanas perezosas.
Finalmente despierto, me levanto y camino hasta el baño, pero apenas entro resbalo y caigo de espaldas, notando que el piso del baño esta empapado, me levanto para ver que paso y descubro a FunBeemon jugando con el agua del lavamanos, abro la boca para decirle algo a FunBeemon, pero la cierro rápidamente y me levanto para entrar a la cocina y luego a la sala de entrenamientos y para mi horror descubro que Zayyn no esta en la casa, al principio me horrorizo pero intento tranquilizarme. Regreso a mi habitación para cambiarme la ropa mojada y noto que las cosas de la chica no están ¿se fue o acaso regreso a Aokigahara? Me cambio la ropa lo mas rápido posible. Ya terminando salgo de mi habitación y corro hasta la puerta de la casa y empiezo a ponerme los zapatos para salir, pero de reojo noto algo raro, volteo la cabeza y veo a Zayyn sentada al lado de la mesa comiendo un trozo de brownie -¿Donde estabas?- Le pregunto mientras me quito los zapatos para luego sentarme junto a Zayyn. -Me asustaste, creí que...- Dejo la frase a medio terminar cuando noto el arreglo floral, un arreglo floral muy familiar, un trabajo que identifico inmediatamente como el de mi madre. Abro los ojos como platos de la impresión -¿De... de donde sacaste eso?- Pregunto a la chica sin quitarle la vista al arreglo floral.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Apenas di un par de bocados al brownie cuando escuché pasos por la casa. Vi a Kenshi entrar en la sala de entrenamiento, a la cocina y correr despues hacia la puerta de la entrada, pero no traté de llamarle. Sabía que me buscaba a mí, y quería averiguar cuánto tiempo tardaba en percatarse de que estaba en casa. Esperé unos segundos, pero finalmente Kenshi retrocedió y entró mirándome al salón, haciéndome además las típicas preguntas.
Sonreí, alegre y tranquila, mientras masticaba un trozo del bizcocho, cuando el chico enmudeció y clavó sus ojos azules en el bonsai.
- Tu madre es simpática, aunque me daría bastante miedo si fuera una humana normal, y no un biohybrido-dejé el tenedor sobre el plato y me levanté-. Aunque no puedo decir lo mismo del idiota de tu hermano: Gilipollas, e infinitamente débil.
Al llegar junto a él me incliné un poco y deposité un suave beso em sus labios.
- Buenos días, ¿dormiste bien?
Sonreí, alegre y tranquila, mientras masticaba un trozo del bizcocho, cuando el chico enmudeció y clavó sus ojos azules en el bonsai.
- Tu madre es simpática, aunque me daría bastante miedo si fuera una humana normal, y no un biohybrido-dejé el tenedor sobre el plato y me levanté-. Aunque no puedo decir lo mismo del idiota de tu hermano: Gilipollas, e infinitamente débil.
Al llegar junto a él me incliné un poco y deposité un suave beso em sus labios.
- Buenos días, ¿dormiste bien?
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Zayyn confirma mis sospechas, ese era el trabajo de mi madre, aunque fuera de mi sorpresa empiezo a sentir miedo el saber que ella haya estado en mi casa y que ademas hable asi de mi hermano ¿Que paso, que hizo, la siguieron hasta aquí? -¿Que hiciste?- Le pregunto a la chica antes de que ella me bese. -Si, bien, ¿pero que paso?- Le vuelvo a preguntar mientras me separo de ella y voy a la puerta de entrada para asomarme y vigilar si hay alguien afuera, estaba aterrado de que Yamato enviara a alguien que siguiera a Zayyn para saber adonde vivo.
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Miré a Kenshi a los ojos con curiosidad, mientras le pasaba los brazos alrededor de su cuello para acercarlo a mí. Sabía que andaba preocupado por los motivos que me llevaron a ir a ver a su hermano. No entendía bien esa preocupación, mientras estuviera conmigo no le iba a pasar nada... ¿O se preocupaba por mí?
Con algo de molestia fruncí el ceño cuando él se separó de mí para a somarse al exterior de la casa. Supuse que temía que me hubieran seguido, pero eso era improvable, por no decir imposible, porque había vuelto transformada en Scathmon, y si hubiera habido algún humano siguiendome, lo habría sentido.
- Ey...
Suspiré, paciente, y le seguí. Tiré de él para dentro y cerré la puerta. Clavé mis ojos verdes en Kenshi, con seriedad, aunque también con el ceño fruncido. Obviamente estaba algo molesta.
- Fui a darle una lección a tu hermano, aunque también conocí a tu madre y ella me dio el bonsái que he traído-enmudecí unos momentos, dandome tiempo para confesar lo siguiente-. Le di una paliza a Yamato. Pero tranquilo, no está muerto... Solo lo amenacé, y ya no volverá a molestarte.
Sonreí ampliamente, alegre, y extendí los brazos, en un claro gesto de que viniera a abrazarme para agradecérmelo.
Con algo de molestia fruncí el ceño cuando él se separó de mí para a somarse al exterior de la casa. Supuse que temía que me hubieran seguido, pero eso era improvable, por no decir imposible, porque había vuelto transformada en Scathmon, y si hubiera habido algún humano siguiendome, lo habría sentido.
- Ey...
Suspiré, paciente, y le seguí. Tiré de él para dentro y cerré la puerta. Clavé mis ojos verdes en Kenshi, con seriedad, aunque también con el ceño fruncido. Obviamente estaba algo molesta.
- Fui a darle una lección a tu hermano, aunque también conocí a tu madre y ella me dio el bonsái que he traído-enmudecí unos momentos, dandome tiempo para confesar lo siguiente-. Le di una paliza a Yamato. Pero tranquilo, no está muerto... Solo lo amenacé, y ya no volverá a molestarte.
Sonreí ampliamente, alegre, y extendí los brazos, en un claro gesto de que viniera a abrazarme para agradecérmelo.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Al oir su explicación no cabía de la impresión -Asi que... fuiste al dojo... hablaste con mi madre y le diste una paliza a mi hermano...- Me quedo en silencio por unos momentos, me acerco a Zayyn, no sabia que decir ni como reaccionar, volteo la cabeza para ver a la pelirroja con los brazos extendidos esperando a que la abrace, lo que hago después de unos instantes, pongo mis brazos alrededor de ella y la abrazo cariñosamente -¿Como esta mi madre?- es la primera pregunta que puedo formular, ya que hacia mucho que no veía a mi madre.
Kenshi Haibu
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Alcé el pecho con orgullo cuando repitió que le había dado una paliza a Yamato. Estuve tentada de añadir que la última vez que le había visto había sido a mis pies, y que me habían entrado ganas de matarlo, pero eso solo acrecentaría la preocupación de Kenshi. Lo abracé con fuerza cuando vino a mí y le acaricié el pelo, sus suaves cabellos rubios, mientras dejaba escapar un suspiro de paz y tranquilidad.
- Tu madre parece estar muy bien. Es muy fuerte, cuando me obligó a sentarme para tomar té, debo decir que me dio bastante respeto.
Me reí con ganas ante mi propio chiste y me separé de nuevo para seguir comiendo el brownie en la mesa. Pronto me lo terminé, y me tumbé sobre el suelo, dándome cuenta de que todavía no me había quitado las botas. Con un gruñido de molestia y un hábil manejo de pierna y pie, conseguí sacar el calzado y dejarlo por ahí de cualquier momento.
- ¿El huevito se ha abierto?-pregunté, intrigada.
- Tu madre parece estar muy bien. Es muy fuerte, cuando me obligó a sentarme para tomar té, debo decir que me dio bastante respeto.
Me reí con ganas ante mi propio chiste y me separé de nuevo para seguir comiendo el brownie en la mesa. Pronto me lo terminé, y me tumbé sobre el suelo, dándome cuenta de que todavía no me había quitado las botas. Con un gruñido de molestia y un hábil manejo de pierna y pie, conseguí sacar el calzado y dejarlo por ahí de cualquier momento.
- ¿El huevito se ha abierto?-pregunté, intrigada.
Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Me alegraba saber que mi madre estuviera bien, tenia muchos deseos de verla, pero bajo las circunstancias no podía. Cuando veo que la chica se quita las botas dentro de la casa, siento un nudo en la garganta, básicamente era una falta de respeto en mi cara, sin embargo ella no es de este país, es excusable incluso a pesar de que quitarse los zapatos es una tradición japonesa bien conocida. Tomo las botas de la chica y me levanto para dejarlas en la entrada de la casa junto con los demás zapatos -Recuerda que aun estas en mi casa- Le digo a la chica mientras regreso para sentarme junto a ella. -El huevo esta donde lo dejaste... y bueno... el huevo de Plutón se abrió en una semana mas o menos, no creo que se abra de un día para otro- Le contesto a la chica. -Parece que tuviste una mañana agitada- Me recuesto al lado de Zayyn para abrazarla -Gracias por traerme el arreglo floral... espero que sea verdad que mi hermano me deje tranquilo por un tiempo... tendré que buscar algo con que recompensarte...- Le digo mientras la miro a los ojos para luego besarla.
Kenshi Haibu
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Re: Aokigahara: el Bosque del Suicidio
Alcé una ceja cuando después de regresar de dejar mis botas en la entrada me recriminó que había hecho mal, y que estaba en su casa. ¡Vaya, ahora una no podía tener un ligero desliz de repente! Sobretodo, porque nuestras costumbres no eran las mismas. En Estados Unidos llegas y entrar con los zapatos puestos, así era el occidente.
- ¡Vaya, perdona! Pero si quieres me voy-respondí, mordaz mientras me cruzaba de brazos.
Luego él se acercó a mí para sentarse a mi lado y me abrazó, aunque yo continué haciendome la remolona, o quizás la orgullosa y la dura. Pero el caso es que no quise abrazarle al principio... Aunque luego cuando me besó, no pude evitar darme la vuelta y saltar a por él, mordiéndole la oreja en el proceso de manera juguetona.
- Espero que me sepas recompensar-le susurré al oido sonriendo, antes de besarle en el cuello.
Sonreí ampliamente y lo estreché entre mis brazos, feliz por fin después de tanto tiempo...
OFF: Imagino que fin del tema ya xD
- ¡Vaya, perdona! Pero si quieres me voy-respondí, mordaz mientras me cruzaba de brazos.
Luego él se acercó a mí para sentarse a mi lado y me abrazó, aunque yo continué haciendome la remolona, o quizás la orgullosa y la dura. Pero el caso es que no quise abrazarle al principio... Aunque luego cuando me besó, no pude evitar darme la vuelta y saltar a por él, mordiéndole la oreja en el proceso de manera juguetona.
- Espero que me sepas recompensar-le susurré al oido sonriendo, antes de besarle en el cuello.
Sonreí ampliamente y lo estreché entre mis brazos, feliz por fin después de tanto tiempo...
OFF: Imagino que fin del tema ya xD
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