¿Que es un Haggis? [Escocia]

La ciudad de Edimburgo, capital de Escocia, es un sitio con estética antigua y medieval, un gran foco turístico, pero hoy en día la ciudad se ve algo fea ya que hay pocos peatones en las calles y con una sobre población de automóviles en las calles, esto se debe a que esta amaneciendo y a que esta lloviendo a cántaros. Sin embargo hay una fuerte presencia en el aire, hay Digimons cerca y todos parecen estar localizados en un restaurante de cuatro estrellas pero que se ve algo descuidado para su reputación. Ya sea siguiendo la presencia o para tener una comida caliente y techo, las puestas del restaurante “El Caldero de los Sueños” están abiertas y hay letreros que anuncian ofertas ridículas, algunas de hasta un 70% de descuento.

Escocia, Segunda vez que visito este pintoresco lugar. La primera vez que estuve por estos lugares fue para vaciar el Lago Ness de algunos Digimon "indeseados". - ¡AAHHH! - Si bien estaba lloviendo, el olor a pasto y tierra mojada siempre me reconfortaba. - ¿Como te sientes Koromon? - En mi mano izquierda llevaba un paraguas, mientras que en la otra tenía a mi Digimon.

- No muy bien... - Como un niño pequeño Agumon había estado jugando bajo la lluvia. - Creo que me voy a enfermar... - Koromon estaba apunto de estornudar cuando algo le llamo la atención. - Siento... Siento a algunos Digimon ¡ACHIS! - Mientras estornudaba indico con una de sus orejas a un restaurant.

- ¿Aquí? - Dije sorprendido por el lugar al que se refería. - ¿Seguro que no es un truco para comer? - Le pregunte mientras abría la puerta.

-Buenos días caballeros que ¿podemos ofrecerles?- Apenas Carlos entra al restaurante, el escucha esas palabras, provenientes de un camarero vestido de manera elegante pero de apariencia tétrica, su piel es pálida, su cabello esta desordenado, tiene unas enormes ojeras debajo de los ojos, es muy alto y al mismo tiempo es tan delgado como un esqueleto y se ve perturbadoramente feliz mientras sostiene una bandeja entre sus delgados y huesudos dedos. -Tenemos mesas libres por aquí, yo los llevo--Otra voz se escucha y otro camarero aparece con las mismas características del anterior, quien toma a Carlos de un brazo y lo lleva casi a tirones hacia una mesa donde también lo fuerza a sentarse, después de eso, otro camarero tétrico aparece y le entrega la carta para luego quedársele viendo esperando una orden.
El restaurante es enorme por dentro, la decoración es increíble y todo esta muy limpio, sin embargo muchas mesas se ven maltratadas, el papel mache de las paredes se ve viejo y muchas luces en el techo están rotas. Cabe mencionar que también el restaurante esta vacío, salvo por una persona sentada en una esquina comiendo un plato con un aspecto extraño y por los camareros que todos parecen sacados de una película de zombies, además también se escuchan muchos gritos de furia, platos rompiéndose y golpeteo de ollas proveniente del área de la cocina, como si el cheff tuviese un día de furia.

Al entrar en el restaurant un camarero con apariencia escalofriante me recibió amablemente. - B... Buenos D... Días. - Su apariencia parecía sacada de la noche de brutas. - Solo estábamos de paso por aquí... - De pronto otro Camarero igual al anterior apareció y me arrastro local adentro. - ¡No! ¡Espere! ¡solo estaba de paso! - Muy tarde, antes de darme cuenta ya estaba sentado en una mesa y un tercer camarero me estaba entregando la carta. - Esto es horrible... - Le comente a Koromon al ver el deplorable estado del local.

- Ya que estamos acá ¿Pedimos algo para comer? - Koromon estaba sentado junto a mi. No me gustaba que hablara en publico, pero era muy probable que los mozos no se interesaran en él.

- De acuerdo... - Dije rendido mientras le hice una señal al mozo. Cuando se aproximo para tomar mi orden ya sabía que pedir. - Tráigame lo mismo que esta comiendo ese caballero... y un jugo de piña por favor. -

El camarero tétrico parece asustarse ante la petición, voltea unos segundos para ver al único cliente del restaurante y después vuelve a mirar a Carlos. -Seria un jugo de piña y un Haggis… enseguida- Dice el camarero antes de caminar lentamente hacia la cocina, puede verse como el abre la puerta, asoma la cabeza para decir algo y entonces del interior de la cocina se escuchan unos gritos probablemente del cheff. -¿¡Otro Haggis!?- Dice la voz que hace que el camarero retroceda del susto. Mientras tanto, los demás camareros se pasean por el restaurante y algunos se dedican a limpiar las mesas pero durante todo el tiempo de espera, el otro cliente sentado en una esquina alejada del restaurante no mueve ni un músculo, como si no mostrara señales de vida.

Al ver la expresión del camarero por la orden, claramente algo andaba mal. - Creo que no deberíamos haber pedido nada Koromon... -  Le dije en un susurro a Koromon. Un grito desde el interior de la cocina perturbo el poco silencio que había en el restaurant. 

-Al parecer si... - Koromon después de escuchar al que posiblemente era el chef coincidió conmigo.

- ¿Has visto a ese señor? - Le pregunte a Koromon. - No se a movido en ningún momento... 



- De seguro solo esta descansando. - Mi compañero Digital estaba impaciente junto a mi.  - ¡¿Cuanto se demorará?! -

- Espera, déjame ir a preguntarle al chef. - Me levante de la mesa en la que estaba y me dirigí a la cocina.

Apenas Carlos se acerca a la puerta que da acceso a la cocina, la puerta de metal se abre violentamente y del otro lada aparece un sujeto diferente a los camareros zombie, este hombre se veía “normal” salvo por su postura encorvada y por su ropa de monje que intentaba ocultar atrás de un delantal de cocina. -Lo lamento pero solo puede entrar el personal autorizado- Dice el sujeto rápidamente antes de cerrar la puerta de golpe. -¿Se le ofrece algo mas señor?- Dice un camarero que aparece sorpresivamente a espaldas de Carlos.

- Esto... - No alcancé a terminar la frase cuando el hombre me cerró la puerta de la cocina en la cara, por suerte en el momento justo logre echarme para atrás y evitar un golpe en la cara. - Wooh - Dije casi perdiendo el equilibrio. - Al parecer tendremos que esper... ¡Aaah! - Al girarme para regresar a mi asiento, uno de los camareros con apariencia algo macabra surgió de la nada y me dio un susto de muerte. - Por favor... no haga eso... - el susto, tal vez no intencionado me había dejado con el corazón agitado. - Solo quería saber que era el alboroto de hace un momento, y porque se demoraban tanto con la orden. -

- ¡Carlos! ¡¿estas bien?! - Koromon al escuchar mi grito se aproximo revotando a donde me encontraba.

Por faltas mias a la hora de responder el tema, la misión se cerrara y se te entregaran los DE de recompensa.