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[Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
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[Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Nueva York. Bonita ciudad para perderse. Pero no habíamos ido allí de vacaciones ni por negocios. Solo por venganza. Kira me había llamado, me había dicho que por fin la había encontrado. Estupendo, al fin mis esperas daban frutos. Dentro de poco podría vengarme de ella.
Sonreí, riéndome interiormente, desde el pecho, observando la puerta del edificio de enfrente, desde la azotea de otro. Una vez en la ciudad que nunca duerme, habían hecho falta unos cuantos días para saber la localización exacta de nuestra pequeña amiguita rusa, pero gracias otra vez a Black, conseguimos seguir su olor y encontrarla. Ella estaba en esos momentos a mi lado, en su forma campeón; y yo estaba invisible, pero ella era capaz de percibirme.
- ¿Cuánto falta para que salga?-pregunté.
- Poco.
Era ya por la tarde, pero quedaba poco para que saliera del edificio, estuviese haciendo lo que estuviese haciendo adentro. Al parecer siempre salía a la misma hora. ¿Tendría un trabajo allí? ¿O era que daba clases? Bueno, tenía pensado averiguarlo muy pronto.
Mi plan había empezado a desarrollarse.
Sonreí, riéndome interiormente, desde el pecho, observando la puerta del edificio de enfrente, desde la azotea de otro. Una vez en la ciudad que nunca duerme, habían hecho falta unos cuantos días para saber la localización exacta de nuestra pequeña amiguita rusa, pero gracias otra vez a Black, conseguimos seguir su olor y encontrarla. Ella estaba en esos momentos a mi lado, en su forma campeón; y yo estaba invisible, pero ella era capaz de percibirme.
- ¿Cuánto falta para que salga?-pregunté.
- Poco.
Era ya por la tarde, pero quedaba poco para que saliera del edificio, estuviese haciendo lo que estuviese haciendo adentro. Al parecer siempre salía a la misma hora. ¿Tendría un trabajo allí? ¿O era que daba clases? Bueno, tenía pensado averiguarlo muy pronto.
Mi plan había empezado a desarrollarse.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Había pasado cerca de un mes desde que había decidido desaparecer de su antigua vida, no había sencillo ni mucho menos. A fin de cuentas, no tenía nada, y de lo que antes hubiera podido tener, no quería saber nada. Porque había perdido a alguien muy importante para ella... Pero a la vez, a pesar de estar viéndolo, no había hecho nada por miedo a perder la amistad de otra persona. La vida no siempre era fácil, y al parecer le encantaba complicársela.
Por ello había decidido ir a Nueva York, a comenzar una nueva vida. Al principio había tenido que vivir en las calles, nada nuevo para ella, que estaba acostumbrada a vivir allí, y la verdad, era más sencillo hacerlo en esa ciudad que en Moscú. Al menos no hacía un frío tan potente que parecía que te iba a arrancar la piel en cualquier momento. Tras unos cuantos días, observó a la gente dentro de un edificio, al parecer estaban actuando o algo así. Y una pequeña chispa de ilusión apareció en sus ojos azules, como hacía muchos días que no tenía. De pequeña, siempre le había gustado "actuar" para los demás chicos de la calle, como ayuda para hacerles olvidar las malas condiciones.
Por eso, con algo de esfuerzo, intentó aprender a leer el idioma, además de -con ayuda de Witchmon- conseguir un carné de identidad. Y así, en menos de dos semanas se había metido en el curso de aprendizaje para la actuación... Ser biohybrido al parecer tenía algunas ventajas con el aprendizaje, sobre todo, si tu digimon era de forma humana.
Por eso, salió a la calle después de otro día más de clases. El cielo estaba algo encapotado, pero a la chica casi le gustaba más así. Iba más acorde a como de verdad se sentía, a pesar de que con sus compañeros de clase trataba de mostrarse lo más animada posible.
Se despidió de ellos a la salida, y se dirigió a algún lugar donde pudiera repasar el pequeño fragmento que la tocaba interpretar al día siguiente. Para después irse a trabajar, porque tenía que sacar el dinero de la matrícula de algún lado, además de para pagar la habitación en la que estaba viviendo alquilada.
Sin percatarse de que estaba siendo observada por un "fantasma" de su pasado, la chica comenzó a andar, arrebujándose en el fino abrigo que había encontrado abandonado.
Por ello había decidido ir a Nueva York, a comenzar una nueva vida. Al principio había tenido que vivir en las calles, nada nuevo para ella, que estaba acostumbrada a vivir allí, y la verdad, era más sencillo hacerlo en esa ciudad que en Moscú. Al menos no hacía un frío tan potente que parecía que te iba a arrancar la piel en cualquier momento. Tras unos cuantos días, observó a la gente dentro de un edificio, al parecer estaban actuando o algo así. Y una pequeña chispa de ilusión apareció en sus ojos azules, como hacía muchos días que no tenía. De pequeña, siempre le había gustado "actuar" para los demás chicos de la calle, como ayuda para hacerles olvidar las malas condiciones.
Por eso, con algo de esfuerzo, intentó aprender a leer el idioma, además de -con ayuda de Witchmon- conseguir un carné de identidad. Y así, en menos de dos semanas se había metido en el curso de aprendizaje para la actuación... Ser biohybrido al parecer tenía algunas ventajas con el aprendizaje, sobre todo, si tu digimon era de forma humana.
Por eso, salió a la calle después de otro día más de clases. El cielo estaba algo encapotado, pero a la chica casi le gustaba más así. Iba más acorde a como de verdad se sentía, a pesar de que con sus compañeros de clase trataba de mostrarse lo más animada posible.
Se despidió de ellos a la salida, y se dirigió a algún lugar donde pudiera repasar el pequeño fragmento que la tocaba interpretar al día siguiente. Para después irse a trabajar, porque tenía que sacar el dinero de la matrícula de algún lado, además de para pagar la habitación en la que estaba viviendo alquilada.
Sin percatarse de que estaba siendo observada por un "fantasma" de su pasado, la chica comenzó a andar, arrebujándose en el fino abrigo que había encontrado abandonado.
Natasha
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
El cielo estaba oscuro, parecía que llovería pronto. ¿No era eso perfecto? Parecía que el cielo presentía que algo iba a ocurrir dentro de poco, y como muestra de ese miedo, había comenzado a arremolinar a las nubes, las unas contra las otras, oscureciéndolas y llenándolas de lluvia. El ambiente era idóneo para mi venganza, pero por desgracia, tendría que esperar un poco para llevarla a cabo.
Una fría brisa me revolvió el pelo entonces, justo en el instante en el que un grupo de personas salía del edificio. Alcé la barbilla mirándolos desde arriba, tratando de descubrir ente ellas a una cabecita rubia y pequeñita. A los pocos segundos, la localicé, y yo sonreí. El viento parecía estar a mi lado, avisándome de que era el momento de comenzar.
- ¿Es esa? No parece gran cosa...-comenté.
A decir verdad, la chica era pequeñita, más bajita que yo. Con largos cabellos rubios, y un cuerpo delgado envuelto en un abrigo. Si me lo hubiesen dicho antes, no me lo hubiese creído. Parecía tan débil como un bebé. Pero no debía dejarme llevar por las apariencias. De echo, yo misma iba a aparentar ser otra cosa muy distinta de lo que era... La pregunta era, ¿conseguiría hacer que confiara en mí?
- Es hora-me di la vuelta, y comencé a descender del edificio saltando a lugares cada vez más bajos, hasta que al final caí en cuclillas sobre el suelo de la acera. BlackGatomon no tardó en colocarse a mi lado, y sin preocuparme por que me vieran, me hice visible otra vez.
Después de meter a la gata negra en el dispositivo digital, con una sonrisa de oreja a oreja, comencé a caminar hacia la chica rubia que se alejaba a cada paso de mí. Empujé a la gente por la calle para hacerme paso, pero ni siquiera me detuve a disculparme o a ayudarles si es que les había tirado al suelo. Solo me interesaba ella.
Una fría brisa me revolvió el pelo entonces, justo en el instante en el que un grupo de personas salía del edificio. Alcé la barbilla mirándolos desde arriba, tratando de descubrir ente ellas a una cabecita rubia y pequeñita. A los pocos segundos, la localicé, y yo sonreí. El viento parecía estar a mi lado, avisándome de que era el momento de comenzar.
- ¿Es esa? No parece gran cosa...-comenté.
A decir verdad, la chica era pequeñita, más bajita que yo. Con largos cabellos rubios, y un cuerpo delgado envuelto en un abrigo. Si me lo hubiesen dicho antes, no me lo hubiese creído. Parecía tan débil como un bebé. Pero no debía dejarme llevar por las apariencias. De echo, yo misma iba a aparentar ser otra cosa muy distinta de lo que era... La pregunta era, ¿conseguiría hacer que confiara en mí?
- Es hora-me di la vuelta, y comencé a descender del edificio saltando a lugares cada vez más bajos, hasta que al final caí en cuclillas sobre el suelo de la acera. BlackGatomon no tardó en colocarse a mi lado, y sin preocuparme por que me vieran, me hice visible otra vez.
Después de meter a la gata negra en el dispositivo digital, con una sonrisa de oreja a oreja, comencé a caminar hacia la chica rubia que se alejaba a cada paso de mí. Empujé a la gente por la calle para hacerme paso, pero ni siquiera me detuve a disculparme o a ayudarles si es que les había tirado al suelo. Solo me interesaba ella.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La rubia iba tan sumida en sus pensamientos, que ni tan siquiera se entero de la voces de queja de la gente detrás de ella, y que cada vez sonaban más cerca. Estaba ocupada en bloquear a ese fantasma del pasado que aparecía cada dos por tres para recordarla que no había hecho nada. Era como esa típica sensación que tenía un asesino al ver el espíritu de la persona a la que había matado, sobre todo, si había sido un accidente. No eran reales, eran productos de su imaginación culpable.
- Cállate... Tú no existes... - murmuró entre dientes, mientras continuaba caminando, deseando por un momento que la gente desapareciera de las calles, pero eso era imposible, incluso en un día de lluvia. Y menos, en toda la parte central de la ciudad.
- Cállate... Tú no existes... - murmuró entre dientes, mientras continuaba caminando, deseando por un momento que la gente desapareciera de las calles, pero eso era imposible, incluso en un día de lluvia. Y menos, en toda la parte central de la ciudad.
Natasha
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La rubia seguía caminando, ajena a que detrás, a apenas unos metros de ella, me encontraba yo, intentando llegar hasta ella. La maldita muchedumbre se me ponía en medio, y gracias a eso, aún no había conseguido ponerle las manos encima a nuestra amiga. Pero eso lo arreglé fácilmente, empujándolos de mi camino.
- Na... Tsk-intenté decir, pero otro estúpido se cruzó delante de mí, y tuve que callarme y mirarme de la manera más asesina posible... El humano se apartó automáticamente para dejarme pasar, cagadito de miedo, y yo pude por fín salir de la masa de gente y correr hasta la traidora-. ¡Naty!
La agarré de uno de sus hombros y la obligué a darse la vuelta para mirarme. Sonreí ampliamente, dandole toda la alegría posible a mi rostro, intentando que parecía que me alegraba de ella, cosa que no era del todo falsa, pues en parte me encantaba tenerla delante, solo para ver qué cara ponía al verme de vuelta.
Entorné los ojos, en una expresión de lo que podría llamarse cariño, y bajé la mano para cogerle de la mano.
- Hola, Naty-saludé, cerrando los ojos y sonriendo ampliamente.
- Na... Tsk-intenté decir, pero otro estúpido se cruzó delante de mí, y tuve que callarme y mirarme de la manera más asesina posible... El humano se apartó automáticamente para dejarme pasar, cagadito de miedo, y yo pude por fín salir de la masa de gente y correr hasta la traidora-. ¡Naty!
La agarré de uno de sus hombros y la obligué a darse la vuelta para mirarme. Sonreí ampliamente, dandole toda la alegría posible a mi rostro, intentando que parecía que me alegraba de ella, cosa que no era del todo falsa, pues en parte me encantaba tenerla delante, solo para ver qué cara ponía al verme de vuelta.
Entorné los ojos, en una expresión de lo que podría llamarse cariño, y bajé la mano para cogerle de la mano.
- Hola, Naty-saludé, cerrando los ojos y sonriendo ampliamente.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
El terror dejó paralizada a la rubia cuando escuchó ese tono de voz. Pero, no era posible... Ella estaba muerta, y bien muerta. No podría haber sobrevivido a la caída de ese acantilado y menos en su cuerpo humano... Con temor en sus ojos azules se dio la vuelta para ver al maldito fantasma más corpóreo que su cabeza había creado, incluso parecía que la estaba tocando de verdad, notaba hasta el calor de su mano a través de la ropa. Pero había algo raro, las otras Zayynes no tenían una enorme cicatriz en su ojo. Eso era raro...
Y estaba contenta. Alegre, con una mueca que no había visto antes, pero en cierto sentido le parecía vacía. Aunque era algo que era más un presentimiento, porque en realidad se veía una felicidad que nunca había sido capaz de ver en todo el tiempo que habían estado juntas.
- N-no... Déjame, no eres más que un fantasma. - le dijo al fantasma tras dar unos pasos hacia atrás.- Estás muerta... - se repitió con pesar.
Y estaba contenta. Alegre, con una mueca que no había visto antes, pero en cierto sentido le parecía vacía. Aunque era algo que era más un presentimiento, porque en realidad se veía una felicidad que nunca había sido capaz de ver en todo el tiempo que habían estado juntas.
- N-no... Déjame, no eres más que un fantasma. - le dijo al fantasma tras dar unos pasos hacia atrás.- Estás muerta... - se repitió con pesar.
Natasha
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Cuando la chica se dio la vuelta, pude verle por fin a la perfección el rostro a uno de mis asesinos. En realidad ella no me había matado, pero lo sentía como si así lo hubiera hecho en el fondo y... En fin, me desvío del tema. Era de tez blanca, bastante para ser exactos, y sus ojos, azules, mostraban lo que parecía ser temor al verme. ¿Temor, por qué? ¿Acaso ya conocía mis intenciones? ¿Alguien se habría ido de la lengua? Fruncí el ceño, pero traté de seguir con la farsa y ladeé la cabeza.
- ¿Qué te pas... ?-antes de terminar de formular la pregunta, ella se separó de mí, negando con la cabeza-. ¿Eh? ¿Qué te pasa?
Me acerqué de nuevo a ella, y con cuidado le cogí de las manos, intentando ser suave y no brusca, para que no se asustara. Debía de ser muy extraño ver de repente a alguien a quien habías visto morir.
- Nat... Soy yo, Zayyn...-parpadeé, fingiendo preocupación, aunque en realidad por dentro estaba dando una fiesta por haber visto terror en su rostro al verme de nuevo-. No estoy muerta... No morí...
Me rasqué la nuca, frunciendo el ceño nuevamente, y pensando en qué decirle ahora para que me creyera. No me había esperado que me hubiese tomado por un fantasma o algo parecido. Suspiré, y con un deje de tristeza la volví a mirar.
- Nat, no estoy muerta-repetí-. Me salvaron antes de la caída, ¿comprendes? ¡Estoy viva!-exclamé, sonriente. Luego, sin previo aviso, la abracé con fuerza, rodeándola con mis brazos-. Dios, estoy tan contenta de haberte encontrado por fin...
- ¿Qué te pas... ?-antes de terminar de formular la pregunta, ella se separó de mí, negando con la cabeza-. ¿Eh? ¿Qué te pasa?
Me acerqué de nuevo a ella, y con cuidado le cogí de las manos, intentando ser suave y no brusca, para que no se asustara. Debía de ser muy extraño ver de repente a alguien a quien habías visto morir.
- Nat... Soy yo, Zayyn...-parpadeé, fingiendo preocupación, aunque en realidad por dentro estaba dando una fiesta por haber visto terror en su rostro al verme de nuevo-. No estoy muerta... No morí...
Me rasqué la nuca, frunciendo el ceño nuevamente, y pensando en qué decirle ahora para que me creyera. No me había esperado que me hubiese tomado por un fantasma o algo parecido. Suspiré, y con un deje de tristeza la volví a mirar.
- Nat, no estoy muerta-repetí-. Me salvaron antes de la caída, ¿comprendes? ¡Estoy viva!-exclamé, sonriente. Luego, sin previo aviso, la abracé con fuerza, rodeándola con mis brazos-. Dios, estoy tan contenta de haberte encontrado por fin...
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
El temor seguía presente en sus ojos, pero no porque un fantasma hubiese vuelto, sino por el dolor que supondría darse cuenta después de que no era real. Que todo sólo había sido un deseo de su mente para hacerla feliz. Pero no podría permitirse irse a otro mundo donde la fantasía fuese lo único que existiese, tenía que conseguir dar un paso adelante y vivir. Y pensando continuamente en el pasado y lamentándose por los errores no iba a llegar a ningún lado. Por eso, y nada más, sentía miedo... Incluso le sería más fácil aceptar que fuese un fantasma vengador que solo quisiera matarla. Al menos le pegaba más al lado rencoroso de Zayyn.
Iba a irse corriendo de allí para refugiarse en cualquier rincón donde poder estar sola, cuando su criatura imaginada, la sujetó por las manos de una manera tan firme que no podía estar imaginándoselo. Y repitiéndola una y otra vez que no había muerto. Ya, claro... La había visto caer con sus propios ojos.
- Te vi caer... Nadie sobreviv... - fue cortada por el que fue salvada de la pelirroja, pero ella solo pudo mirar con un deje de suspicacia en sus ojos azules que reflejaban más tristeza que otra cosa con el pasar de la conversación- ¿Quién? Es demasiado bonito para ser real... Sólo puedes ser producto de mi imaginación...
Indudablemente, sería muy raro para todos los demás caminantes, ver a la joven hablando sola. O eso es lo que pensaba ella. Y no, no la importaba que la tomasen como una loca, se sentía así el noventa por ciento del tiempo.
Pero algo ocurrió que no podía ser producto de su imaginación, o es que ya estaba peor de lo que pensaba. Porque el abrazo que recibió era real y le produjo la misma sensación de seguridad y confort que cuando era abrazada por la misma Z. Así que... Solo quedaba que fuese real.
- D-de verdad estás aquí... - no era una pregunta, solo una constatación al hecho.
Correpondió con fuerza al abrazo, escondiendo su rostro en el cuerpo de la mayor, mientras que lágrimas de alegría y alivio salían de sus ojos. No podía creerse lo que estaba pasando. No creía que ese momento pudiera ser real. No lo merecía, pero ahí estaba. La persona que más había querido hasta el momento, ya fuese por amor real o por un amor mental producto de una enfermiza fijación. Eso no importaba ahora, lo que importaba es que volvía a estar viva.
- [b] Pe-pensé que no... Snif... Volvería a verte.- dijo separándose un poco, y limpiando como pudo las lágrimas en sus mejillas, que no paraban de caer en ningún momento; sorbió por la nariz, con una sonrisa que mostraba de verdad alegría. - Me alegro tanto de que hayas vuelto.- abrazó a la mayor con fuerza, como si no quisiera separarse de ella nunca más.
Iba a irse corriendo de allí para refugiarse en cualquier rincón donde poder estar sola, cuando su criatura imaginada, la sujetó por las manos de una manera tan firme que no podía estar imaginándoselo. Y repitiéndola una y otra vez que no había muerto. Ya, claro... La había visto caer con sus propios ojos.
- Te vi caer... Nadie sobreviv... - fue cortada por el que fue salvada de la pelirroja, pero ella solo pudo mirar con un deje de suspicacia en sus ojos azules que reflejaban más tristeza que otra cosa con el pasar de la conversación- ¿Quién? Es demasiado bonito para ser real... Sólo puedes ser producto de mi imaginación...
Indudablemente, sería muy raro para todos los demás caminantes, ver a la joven hablando sola. O eso es lo que pensaba ella. Y no, no la importaba que la tomasen como una loca, se sentía así el noventa por ciento del tiempo.
Pero algo ocurrió que no podía ser producto de su imaginación, o es que ya estaba peor de lo que pensaba. Porque el abrazo que recibió era real y le produjo la misma sensación de seguridad y confort que cuando era abrazada por la misma Z. Así que... Solo quedaba que fuese real.
- D-de verdad estás aquí... - no era una pregunta, solo una constatación al hecho.
Correpondió con fuerza al abrazo, escondiendo su rostro en el cuerpo de la mayor, mientras que lágrimas de alegría y alivio salían de sus ojos. No podía creerse lo que estaba pasando. No creía que ese momento pudiera ser real. No lo merecía, pero ahí estaba. La persona que más había querido hasta el momento, ya fuese por amor real o por un amor mental producto de una enfermiza fijación. Eso no importaba ahora, lo que importaba es que volvía a estar viva.
- [b] Pe-pensé que no... Snif... Volvería a verte.- dijo separándose un poco, y limpiando como pudo las lágrimas en sus mejillas, que no paraban de caer en ningún momento; sorbió por la nariz, con una sonrisa que mostraba de verdad alegría. - Me alegro tanto de que hayas vuelto.- abrazó a la mayor con fuerza, como si no quisiera separarse de ella nunca más.
Natasha
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
De un momento a otro la vi pasar de la descpnfianza a la incredulidad, y de esta última a la alegría. Le acaricié el pelo mientras estabamos abrazadas, tratando de animarla y relajarla. O en apariencia, al menos, porque, en cuanto mi rostro quedó fuera de su rango visual al estar abrazadas, esbocé la más macabra de las sonrisas, y el más letal brillo en mis ojos verdes. Pero todo eso desapareció, escondiéndose de nuevo tras la falsa careta alegré y amable, cuando nos separamos.
- Estoy aquí, te prometo que no me voy a ir-sonreí, apoyando mis brazos sobre sus hombros. Entonces ella volvió a abrazarme, sorprendiéndome, pero igualmente correspondí.
¿De verdad se alegraba de verme? ¿Sentía acaso remordimientos por lo que había hecho? En fin, ya era demasiado tarde para arrepentirse de los errores cometidos... Aunque... que llegara hasta a llorar....
Sacudí la cabeza de golpe. No, no podía dejarme engatusar por esos encantos. Ella me había traicionado, y yo ahora me iba a vengar de ello.
- Naty... Me alegra que me digas eso-lo de que se alegra de verme viva-. Yo... debo contarte muchas cosas. ¿Podemos hablar en algun lugar cómodo y calentito?
Le acaricié el pelo. Creo que ya debía de tener litros y litros de arcoiris recorriendo mis venas... Nunca me había puesto tan pastelosa con nadie, pero para mi desgracia, debía seguir con el show.
- Estoy aquí, te prometo que no me voy a ir-sonreí, apoyando mis brazos sobre sus hombros. Entonces ella volvió a abrazarme, sorprendiéndome, pero igualmente correspondí.
¿De verdad se alegraba de verme? ¿Sentía acaso remordimientos por lo que había hecho? En fin, ya era demasiado tarde para arrepentirse de los errores cometidos... Aunque... que llegara hasta a llorar....
Sacudí la cabeza de golpe. No, no podía dejarme engatusar por esos encantos. Ella me había traicionado, y yo ahora me iba a vengar de ello.
- Naty... Me alegra que me digas eso-lo de que se alegra de verme viva-. Yo... debo contarte muchas cosas. ¿Podemos hablar en algun lugar cómodo y calentito?
Le acaricié el pelo. Creo que ya debía de tener litros y litros de arcoiris recorriendo mis venas... Nunca me había puesto tan pastelosa con nadie, pero para mi desgracia, debía seguir con el show.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La rubia se acurrucó, tratando de hacer que el abraza durara hasta el infinito y más allá, pero todo tiene que tener su punto final. Porque no todo en el mundo es estar con la persona que quieres sin hacer nada más que abrazaros eternamente, así que con algo de resignación la rubia permitió que se separaran.
- Eso espero... No quiero que vuelvas a desaparecer... - ni tampoco quería volver a sentirse mal por haberla dejado caer. Pero ¡maldición! ahora que estaba Zayyn allí con ella no podía evitar sentirse peor, que tenía que dar una disculpa. Pero ahora que lo pensaba... Zayyn había estado enfadada con ella.- Pero... ¿Por qué te alegras tanto de verme? L-la última vez.... Tú... Yo.... basbdasdadasdas...- no quería decirlo, le daba miedo que la pelirroja volviera a enfadarse con ella, por eso, balbuceaba cosas sin sentido. Pero finalmente reunió el valor para decirlo.- La última vez estabas muy enfadada conmigo... Dijiste que te había traicionado...
Agachó la cabeza apenada por eso, pero en el fondo de ella -y de sus evoluciones- había algo extraño en todo ese asunto. Y le daba algo de mala espina. Por mucho que Zayyn se hubiese dado cuenta de que el abandonarla fue para ayudarla a recuperar a Nao, dudaba que la buscase y se alegrase tanto de verla.
- Eso espero... No quiero que vuelvas a desaparecer... - ni tampoco quería volver a sentirse mal por haberla dejado caer. Pero ¡maldición! ahora que estaba Zayyn allí con ella no podía evitar sentirse peor, que tenía que dar una disculpa. Pero ahora que lo pensaba... Zayyn había estado enfadada con ella.- Pero... ¿Por qué te alegras tanto de verme? L-la última vez.... Tú... Yo.... basbdasdadasdas...- no quería decirlo, le daba miedo que la pelirroja volviera a enfadarse con ella, por eso, balbuceaba cosas sin sentido. Pero finalmente reunió el valor para decirlo.- La última vez estabas muy enfadada conmigo... Dijiste que te había traicionado...
Agachó la cabeza apenada por eso, pero en el fondo de ella -y de sus evoluciones- había algo extraño en todo ese asunto. Y le daba algo de mala espina. Por mucho que Zayyn se hubiese dado cuenta de que el abandonarla fue para ayudarla a recuperar a Nao, dudaba que la buscase y se alegrase tanto de verla.
Natasha
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La cogi de la mano y tiré de ella después de separarnos y romper el abrazo. Necesitaba algún lugar cómodo para explicarle, y además ya empezaba a hacer algo de frío. Sin embargo, la miré y escuché, para saber qué era lo que le había obligado a detenerse. Y entonces comprendí que una pequeña duda suspicaz comenzaba a echar sus raíces en ella. No podía permitir que sospechara, tendría que contárselo ya.
Miré para un lado y para otro, y seguidamente me llevé a Natasha a un lugar un poco más apartado de la gente.
- Ehm... Esto puede sonar extraño, pero... He perdido la memoria, Naty.
Observé con cuidado su reacción, mientras respiraba hondo. Ni para la verdadera Zayyn era un tema del que pudiera hablar tan tranquilamente. Aún me afectaba pensar en que todos mis recuerdos se habían desvanecido.
- Samuel, en su último golpe, borró todos mis recuerdos... Un digimon consiguió salvar mi cuerpo, pero no mi mente... Poco después, Beelko me encontró, y me contó todo lo sucedido-hice una pausa-. ¡Pero no estoy enfadada contigo! Fui una idiota, no debí de haberte tratado tan mal...
Traté de mostrarme arrepentida y triste, bajando la cabeza y mirándome los pies con gesto deprimido. Suspiré, y al cabo de un rato volví a alzar la cabeza para mirarla.
- ¿Podrás perdonarme?
Miré para un lado y para otro, y seguidamente me llevé a Natasha a un lugar un poco más apartado de la gente.
- Ehm... Esto puede sonar extraño, pero... He perdido la memoria, Naty.
Observé con cuidado su reacción, mientras respiraba hondo. Ni para la verdadera Zayyn era un tema del que pudiera hablar tan tranquilamente. Aún me afectaba pensar en que todos mis recuerdos se habían desvanecido.
- Samuel, en su último golpe, borró todos mis recuerdos... Un digimon consiguió salvar mi cuerpo, pero no mi mente... Poco después, Beelko me encontró, y me contó todo lo sucedido-hice una pausa-. ¡Pero no estoy enfadada contigo! Fui una idiota, no debí de haberte tratado tan mal...
Traté de mostrarme arrepentida y triste, bajando la cabeza y mirándome los pies con gesto deprimido. Suspiré, y al cabo de un rato volví a alzar la cabeza para mirarla.
- ¿Podrás perdonarme?
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Se dejo llevar, pero no por ello bajó la guardia esperando en cualquier momento un ataque por parte de la pelirroja al intentar apartarla de la gente. Pero aunque se encontrase sin demasiadas ganas de pelear, no se lo pondría tan fácil. Ya no era una presa tan fácil como cuando era humana.
Se cruzó de brazos, esperando la respuesta, pero en una actitud más protectora que ofensiva hacia la pelirroja. Sentir los brazos cerca hacía que se sintiera algo más segura ante lo que pudiese ocurrir a continuación. Pero antes de que pudiera hacer nada, la boca se le abrió hasta que toco el suelo. Bueno, eso era una exageración, pero estaba asombrada, si hubiese tenido que imaginarse qué es lo que la pelirroja quería decirla, nunca se habría imaginado eso.
- ¿No recuerdas nada de nada? - bueno, ya sabía que ella al menos había sobrevivido a la pérdida de recuerdos, porque la pelirroja sabía cómo se llamaba... ¿Sería por que la quería? Eso sería precioso, pero sabía que su "ex" era alguien bastante rencorosa. - Aunque...
Pero antes de que pudiera replicar que era demasiada casualidad que se acordara solo de ella, le explicó que su compañera le había contado todo. A pesar de que su relación había mejorado poco a poco hasta casi considerarse amigas, tras lo ocurrido en Sudamérica, no creía que la gata sintiera demasiado aprecio.
- Lo siento mucho, Z... Nunca quise que te pasara nada malo... - se sentía apenada. ¿Qué pasaría si nunca se hubiesen encontrado? Zayyn estaría sola y sin memoria, sola en un mundo que solía rechazar a los híbridos. - Debiste pasarlo muy mal sin saber quién eras... - se encontraba bastante triste por eso, además de que la deuda que tenía con ella no hacía más que aumentar.
Saltó a abrazarla, cuando las palabras de Zayyn, disculpándose la dejaron helada en el sitio. ¿Quién era esa que estaba enfrente suya? La orgullosa persona que solía ser no la dejaría disculparse por nada del mundo. O si lo hacía, era de una forma muy sutil.
La abrazó con fuerza, intentando trasmitirle con el gesto que no pasaba nada.
- Tú no tienes que disculparte de nada... Debería ser yo... No hice nada para evitarlo... ¡Tenía miedo de perderos a cualquiera de los dos si me metía en la pelea!- de nuevo se le humedecieron los ojos, y tuvo que parpadear repetidas veces para que no se le escaparan.- Lo siento tantísimo, Zayyn... Ojala pudiera compensártelo de alguna manera, pero sé que jamás podría hacerlo...
Se cruzó de brazos, esperando la respuesta, pero en una actitud más protectora que ofensiva hacia la pelirroja. Sentir los brazos cerca hacía que se sintiera algo más segura ante lo que pudiese ocurrir a continuación. Pero antes de que pudiera hacer nada, la boca se le abrió hasta que toco el suelo. Bueno, eso era una exageración, pero estaba asombrada, si hubiese tenido que imaginarse qué es lo que la pelirroja quería decirla, nunca se habría imaginado eso.
- ¿No recuerdas nada de nada? - bueno, ya sabía que ella al menos había sobrevivido a la pérdida de recuerdos, porque la pelirroja sabía cómo se llamaba... ¿Sería por que la quería? Eso sería precioso, pero sabía que su "ex" era alguien bastante rencorosa. - Aunque...
Pero antes de que pudiera replicar que era demasiada casualidad que se acordara solo de ella, le explicó que su compañera le había contado todo. A pesar de que su relación había mejorado poco a poco hasta casi considerarse amigas, tras lo ocurrido en Sudamérica, no creía que la gata sintiera demasiado aprecio.
- Lo siento mucho, Z... Nunca quise que te pasara nada malo... - se sentía apenada. ¿Qué pasaría si nunca se hubiesen encontrado? Zayyn estaría sola y sin memoria, sola en un mundo que solía rechazar a los híbridos. - Debiste pasarlo muy mal sin saber quién eras... - se encontraba bastante triste por eso, además de que la deuda que tenía con ella no hacía más que aumentar.
Saltó a abrazarla, cuando las palabras de Zayyn, disculpándose la dejaron helada en el sitio. ¿Quién era esa que estaba enfrente suya? La orgullosa persona que solía ser no la dejaría disculparse por nada del mundo. O si lo hacía, era de una forma muy sutil.
La abrazó con fuerza, intentando trasmitirle con el gesto que no pasaba nada.
- Tú no tienes que disculparte de nada... Debería ser yo... No hice nada para evitarlo... ¡Tenía miedo de perderos a cualquiera de los dos si me metía en la pelea!- de nuevo se le humedecieron los ojos, y tuvo que parpadear repetidas veces para que no se le escaparan.- Lo siento tantísimo, Zayyn... Ojala pudiera compensártelo de alguna manera, pero sé que jamás podría hacerlo...
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La reacción de la chica fue la más absoluta de las sorpresas al enterarse de mi amnesia. Parecía habérsele desencajado la mandíbula de la incredulidad. Eso me provocó un cosquilleo de satisfacción, y por poco estuve de soltar una risa, pero por suerte me la tragué a tiempo. No sería muy normal verme reír de júbilo en esos momentos, cuando se suponía que estaría recordando el momento en el que me di cuenta de que era amnésica perdida. En teoría debía de recordar ese momento con impotencia y dolor.
- Tranquila, en realidad no fue muy difícil, y después de encontrar a Beelko, todo comenzó a mejorar.
Sonreí tan de la manera más afable que pude, tratando de ocultar el dolor que había sentido, y que de verdad había sido real. Porque obviamente, uno que se despierta con todos sus recuerdos perdidos no podría tomárselo todo tan bien. Al menos yo me había sentido perdida y desorientada, y a veces aún me sentía así... Pasaría un tiempo en el que recobrara toda mi seguridad.
De repente, y rompiendo mis pensamientos, Natasha me abrazó con fuerza. Sorprendida parpadeé, y al principio no supe muy bien qué hacer. Sentí un leve calor en la cara, que no era incómodo, sino... Bah, no sería nada. Seguramente había sido más por la sorpresa que por otra cosa. Correspondí a su abrazo y enterré los dedos en su largo cabello, el que además era tan suave... ¡Un momento! ¿Qué demonios hacía yo pensando en la textura de su pelo?
Parpadeé de nuevo, y escuché sin decir nada todas y cada una de las disculpas que salían de Natasha. Parecía desesperada por hacerme saber que sentía muchísimo todo lo que había pasado... Pero no me alegré de verla así... Me pregunté si debía preocuparme.
- No te preocupes. Todo ya ha pasado y no volveré a irme...-tragué saliva y me separé de ella, agitando la cabeza para desechar los pensamientos que estaban empezando a invadirme-. Me basta solo con estar contigo, ¿vale?-añadí sonriendo y cerrando otra vez los ojos, pero esta vez era más para evitar que viera la incertidumbre que los corroía.
- Tranquila, en realidad no fue muy difícil, y después de encontrar a Beelko, todo comenzó a mejorar.
Sonreí tan de la manera más afable que pude, tratando de ocultar el dolor que había sentido, y que de verdad había sido real. Porque obviamente, uno que se despierta con todos sus recuerdos perdidos no podría tomárselo todo tan bien. Al menos yo me había sentido perdida y desorientada, y a veces aún me sentía así... Pasaría un tiempo en el que recobrara toda mi seguridad.
De repente, y rompiendo mis pensamientos, Natasha me abrazó con fuerza. Sorprendida parpadeé, y al principio no supe muy bien qué hacer. Sentí un leve calor en la cara, que no era incómodo, sino... Bah, no sería nada. Seguramente había sido más por la sorpresa que por otra cosa. Correspondí a su abrazo y enterré los dedos en su largo cabello, el que además era tan suave... ¡Un momento! ¿Qué demonios hacía yo pensando en la textura de su pelo?
Parpadeé de nuevo, y escuché sin decir nada todas y cada una de las disculpas que salían de Natasha. Parecía desesperada por hacerme saber que sentía muchísimo todo lo que había pasado... Pero no me alegré de verla así... Me pregunté si debía preocuparme.
- No te preocupes. Todo ya ha pasado y no volveré a irme...-tragué saliva y me separé de ella, agitando la cabeza para desechar los pensamientos que estaban empezando a invadirme-. Me basta solo con estar contigo, ¿vale?-añadí sonriendo y cerrando otra vez los ojos, pero esta vez era más para evitar que viera la incertidumbre que los corroía.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Con una respiración más profunda, la rubia asintió, intentando dejar a un lado todo lo malo, y centrarse en que Zayyn volvía a estar con ella. Sonrió, o al menos lo intentó de una manera bastante buena, porque aún estaba algo apenada de que la pelirroja no recordara todo. A fin de cuentas, había momentos en los que las dos habían estado muy felices juntas y la gata estaba cazando o haciendo algo en la cocina. Y seguro, eso no se lo habría contado.
- Me alegra saber que estarás conmigo. - se puso de puntillas y le dio un beso en la mejilla antes de cogerla de la mano y arrastrarla hacia otro lugar de la ciudad.- Antes me dijiste que querías ir a un sitio calentito, así que, te voy a llevar a mi cafetería preferida. Quizás esté algo vieja y no en muy buen estado, pero es tranquila, hace calor y los propietarios son muy amables.
Se dedicó un rato a explicarle algunas cosas más sobre el lugar, porque a fin de cuentas, era allí donde estaba trabajando. Aunque por suerte, hoy era su día libre. Así que, podía estar todo el tiempo que quisiera con Zayyn, sobre todo, para ayudarla a recordar.
Pero una duda apareció en su cabeza, una duda, que la verdad, la llegaba a tener preocupada, porque no sabía que habría pasado con él.
- Por cierto... Zayyn... ¿Y Naois?
- Me alegra saber que estarás conmigo. - se puso de puntillas y le dio un beso en la mejilla antes de cogerla de la mano y arrastrarla hacia otro lugar de la ciudad.- Antes me dijiste que querías ir a un sitio calentito, así que, te voy a llevar a mi cafetería preferida. Quizás esté algo vieja y no en muy buen estado, pero es tranquila, hace calor y los propietarios son muy amables.
Se dedicó un rato a explicarle algunas cosas más sobre el lugar, porque a fin de cuentas, era allí donde estaba trabajando. Aunque por suerte, hoy era su día libre. Así que, podía estar todo el tiempo que quisiera con Zayyn, sobre todo, para ayudarla a recordar.
Pero una duda apareció en su cabeza, una duda, que la verdad, la llegaba a tener preocupada, porque no sabía que habría pasado con él.
- Por cierto... Zayyn... ¿Y Naois?
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Traté de calmarme poco a poco, respirando hondo, hasta que consiguiera tenerlas todas conmigo. Al conseguirlo, abrí los ojos, mirándola por fin, y sonriendo hacia un lado, satisfecha por que se lo hubiera creído todo. Aunque aún seguía algo alterada por sus muestras de cariño. ¡Vamos! ¿Qué pretendría? ¿Hacerme perder los nervios? No podía, simplemente no podía dejarme llevar por los sentimientos. Si no, todo lo que le había dicho a Samuel en el callejón habría sido todo una simple fachada, y no quería ser tan inferior como para dejarme llevar por esas tonterías.
Iba a cogerla de la mano para continuar andando por la calle, ya estando más tranquila, cuando de repente, ella se puso de puntillas y depositó en mi mejilla un beso. Abrí mucho los ojos, y el anterior calor que había sentido regresó con más intensidad, esta vez, por casi todo el cuerpo. Solté un pequeño jadeo, y sin decir nada, dejé que tomara mi mano y que tirara de mí, mientras me hablaba, aunque no escuchaba nada de lo que me decía. Estaba más preocupada en maldecirla mil veces por usar esos sucios trucos conmigo. Besos, abrazos y sonrisas. ¿De qué iba? Si se había propuesto sacarme de mis casillas, lo estaba consiguiendo, y muy bien, porque no podía controlar las reacciones de mi cuerpo, era como… si este no obedeciera a las órdenes de mi cerebro, sino de mi…
¡No! ¡No podía dejar que eso sucediese! Me habían vencido precisamente por eso, no podía permitir que me volviera a pasar y que me quedara vulnerable ante cualquiera. Debía centrarme en mi misión…
Aún seguía algo atontada, como drogada, como cuando la idiota de Kira me sedó en Londres… Hasta que de repente, el nombre de “Naois” resonó en mis oídos de golpe al escucharlo.
- Naois… -repetí.
¿Por qué me preguntaba por él, si estábamos las dos tiernamente “cómodas” (nóteseme el sarcasmo) en esos momentos sin él? ¿Sería eso una prueba? ¿Una trampa? No las tenía todas conmigo, así que por eso, decidí mentir sobre ello.
- Yo… Le he estado buscando, sin éxito-improvisé-. Vinimos aquí para ver si estaba en mi casa, pero al parecer el destino quiso que te encontrara antes a ti…
Me sonrojé entonces, al comprender el sentido de esas palabras. ¡Pero despierta, idiota! ¡Que es sólo un actuación!
Iba a cogerla de la mano para continuar andando por la calle, ya estando más tranquila, cuando de repente, ella se puso de puntillas y depositó en mi mejilla un beso. Abrí mucho los ojos, y el anterior calor que había sentido regresó con más intensidad, esta vez, por casi todo el cuerpo. Solté un pequeño jadeo, y sin decir nada, dejé que tomara mi mano y que tirara de mí, mientras me hablaba, aunque no escuchaba nada de lo que me decía. Estaba más preocupada en maldecirla mil veces por usar esos sucios trucos conmigo. Besos, abrazos y sonrisas. ¿De qué iba? Si se había propuesto sacarme de mis casillas, lo estaba consiguiendo, y muy bien, porque no podía controlar las reacciones de mi cuerpo, era como… si este no obedeciera a las órdenes de mi cerebro, sino de mi…
¡No! ¡No podía dejar que eso sucediese! Me habían vencido precisamente por eso, no podía permitir que me volviera a pasar y que me quedara vulnerable ante cualquiera. Debía centrarme en mi misión…
Aún seguía algo atontada, como drogada, como cuando la idiota de Kira me sedó en Londres… Hasta que de repente, el nombre de “Naois” resonó en mis oídos de golpe al escucharlo.
- Naois… -repetí.
¿Por qué me preguntaba por él, si estábamos las dos tiernamente “cómodas” (nóteseme el sarcasmo) en esos momentos sin él? ¿Sería eso una prueba? ¿Una trampa? No las tenía todas conmigo, así que por eso, decidí mentir sobre ello.
- Yo… Le he estado buscando, sin éxito-improvisé-. Vinimos aquí para ver si estaba en mi casa, pero al parecer el destino quiso que te encontrara antes a ti…
Me sonrojé entonces, al comprender el sentido de esas palabras. ¡Pero despierta, idiota! ¡Que es sólo un actuación!
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Natasha asintió cuando la pelirroja musitó el nombre de Naois, deteniendo su marcha para escuchar con atención la respuesta. Le parecía muy raro que hubiese dejado a su hijo solo, por no decir, que era más raro que él quisiese que estuvieran las dos juntas. Aún odiaba a la rusa, por haberle secuestrado. Y seguramente, no se hubiese arreglado mucho con no haber hecho nada durante la pelea.
Por ello, quería asegurarse bien de que no iba a ser nada contraproducente el que Zayyn hubiese ido a buscarla. Y ya de paso, saber qué le parecía a él.
- Oh... Vaya... Pensé que estaríais juntos... Seguro que debe estar pasándolo mal por no estar contigo. Prométeme, que no le dejarás de buscar... De hecho deberías ir a por él cuanto antes... - se había hecho pasar por la mala para conseguir juntarlos a los dos, pero ahora estaban de nuevo separados y por mucho que la casualidad quisiera que los dos se encontraran, ella no quería que luego su relación le diese problemas a Zayyn. - De hecho, no creo que sea buena idea que nos veamos más... Naois no me quiere ver ni en pintura, y yo no quiero que estés sin él. Te mereces pasar tiempo con tu hijo.
Sin embargo, a pesar de sus palabras, su mano no quería soltar la de la mayor, de hecho, la sujetaban con fuerza como si intentara trasmitirle un "quédate conmigo". Al igual que sus ojos azules, brillaban mostrando que querían que la mayor se quedara, pero a la vez el dolor por tener que dejarla marchar para encontrar a su hijo.
Mientras que eso transcurría, la rubia se detuvo frente a la puerta de un pequeño local iluminado por dentro, puesto que el cielo nublado hacía que la oscuridad fuese mayor para la hora del día que era.
Por ello, quería asegurarse bien de que no iba a ser nada contraproducente el que Zayyn hubiese ido a buscarla. Y ya de paso, saber qué le parecía a él.
- Oh... Vaya... Pensé que estaríais juntos... Seguro que debe estar pasándolo mal por no estar contigo. Prométeme, que no le dejarás de buscar... De hecho deberías ir a por él cuanto antes... - se había hecho pasar por la mala para conseguir juntarlos a los dos, pero ahora estaban de nuevo separados y por mucho que la casualidad quisiera que los dos se encontraran, ella no quería que luego su relación le diese problemas a Zayyn. - De hecho, no creo que sea buena idea que nos veamos más... Naois no me quiere ver ni en pintura, y yo no quiero que estés sin él. Te mereces pasar tiempo con tu hijo.
Sin embargo, a pesar de sus palabras, su mano no quería soltar la de la mayor, de hecho, la sujetaban con fuerza como si intentara trasmitirle un "quédate conmigo". Al igual que sus ojos azules, brillaban mostrando que querían que la mayor se quedara, pero a la vez el dolor por tener que dejarla marchar para encontrar a su hijo.
Mientras que eso transcurría, la rubia se detuvo frente a la puerta de un pequeño local iluminado por dentro, puesto que el cielo nublado hacía que la oscuridad fuese mayor para la hora del día que era.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Comencé a mirar a mi alrededor mientras caminábamos, y mientras ella hablaba y decía que debía de ir a buscar al chico... Claro, podíamos a buscarle juntas, como una familia feliz, ¿qué te parece? Seguro que se alegraba muchísimo de ver a la que no hizo nada por salvar a su madre. No le conocía, pero me imaginaba que no se iría a tomar bien que ahora estuviese de nuevo con ella, sobretodo después de haberle secuestrado él y haberle engañado.
No obstante, justo pareció que me leía el pensamiento en ese preciso instante, porque comenzó a decir que quizá no era buena idea que estuviésemos juntas, y que lo más probable sería que Naois se enfadara. ¿Y a mí qué lo que pensara ese criajo? Lo siento, bonita, pero antes va mi venganza. No te librarás tan fácilmente de mí. Aunque parecía que ella misma no quería que me fuera de su lado, porque me apretaba con fuerza de la mano, y sus ojos... sus ojos mostraban casi desesperación.
- Nat-le dije, acariciándole de la mano-. No te voy a dejar sola. Hablaremos con él y lo arreglaremos para que no esté enfadado contigo, ¿vale?-me incliné hacia ella y, al igual que había hecho conmigo, le di un beso en la mejilla... Juro que estuve a punto de estremecerme ante el contacto... Era algo extraño, por una parte, me había sonrojado antes cuando ella me besó, pero ahora lo hacía yo, y me entraba de todo-. Te quiero, y no voy a estar más separada de tí, ¿ok?
Sonreí ampliamente, y después, me interné en la cafetería frente a la que nos habíamos parado y que parecía ser la que había dicho ella antes. Con curiosidad, comencé a observar el local, mientras me dirigía a una de las mesas que había para sentarnos las dos y tomar algo. Al menos esperaba descubrir algún que otro punto débil... Aunque ya sabía cuál era su principal talón de Aquiles.
No obstante, justo pareció que me leía el pensamiento en ese preciso instante, porque comenzó a decir que quizá no era buena idea que estuviésemos juntas, y que lo más probable sería que Naois se enfadara. ¿Y a mí qué lo que pensara ese criajo? Lo siento, bonita, pero antes va mi venganza. No te librarás tan fácilmente de mí. Aunque parecía que ella misma no quería que me fuera de su lado, porque me apretaba con fuerza de la mano, y sus ojos... sus ojos mostraban casi desesperación.
- Nat-le dije, acariciándole de la mano-. No te voy a dejar sola. Hablaremos con él y lo arreglaremos para que no esté enfadado contigo, ¿vale?-me incliné hacia ella y, al igual que había hecho conmigo, le di un beso en la mejilla... Juro que estuve a punto de estremecerme ante el contacto... Era algo extraño, por una parte, me había sonrojado antes cuando ella me besó, pero ahora lo hacía yo, y me entraba de todo-. Te quiero, y no voy a estar más separada de tí, ¿ok?
Sonreí ampliamente, y después, me interné en la cafetería frente a la que nos habíamos parado y que parecía ser la que había dicho ella antes. Con curiosidad, comencé a observar el local, mientras me dirigía a una de las mesas que había para sentarnos las dos y tomar algo. Al menos esperaba descubrir algún que otro punto débil... Aunque ya sabía cuál era su principal talón de Aquiles.
<< Yo >>pensé, sonriendo de lado.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Las mejillas adquirieron un tono rojizo cuando Zayyn la dio un beso, nunca había sido muy de hacer esos gestos de cariño, y menos en mitad de la calle. Así que, no se lo había esperado para nada. Le acarició la mejilla con cariño antes de que se separara. Se sentía demasiado querida y bien en el momento.
- Vale... Aunque no creo que a Nao le haga mucha gracia. Pero no es mal chico, quizás al final lo acepte... Y así podamos vivir los tres juntos. ¿No te gustaría?- entrelazó los dedos con los de Zayyn.
Se dejó llevar al interior del local aún de la mano, pero en cuanto estuvieron dentro, dejó a Zayyn mirar el interior, mientras ella iba a hablar con la dueña del local, una señora mayor, pero con un toque materno por la que todos los clientes acababan cogiéndole cariño.
- Z, ¿qué quieres tomar?- la preguntó.
- Vale... Aunque no creo que a Nao le haga mucha gracia. Pero no es mal chico, quizás al final lo acepte... Y así podamos vivir los tres juntos. ¿No te gustaría?- entrelazó los dedos con los de Zayyn.
Se dejó llevar al interior del local aún de la mano, pero en cuanto estuvieron dentro, dejó a Zayyn mirar el interior, mientras ella iba a hablar con la dueña del local, una señora mayor, pero con un toque materno por la que todos los clientes acababan cogiéndole cariño.
- Z, ¿qué quieres tomar?- la preguntó.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
¿Qué te dije? Pretendía que los tres fuésemos la familia feliz. Pobre ingrata, no quería ni imaginarme la cara que pondría cuando le contara la verdad, pero seguro seguro que era entretenida... Ver pasar su expresión de la alegría a la extrañeza... de la extrañeza al miedo... y del miedo al dolor. Y muy posiblemente ese dolor se transformaría en odio, pero eso no me asustaba.
Conseguí sentarme en una de las mesas, una junto a una ventana, de esas que tienen los asientos en forma de sofá. Miré a Nat, justo cuando ella me preguntaba por lo que querría tomar, e instintivamente le dije:
- Batido, batido de chocolate-sonreí, animada. Después le indiqué con un gesto de la mano que cuando acabara se acercara a sentarse, y mientras terminaba de pedir a la señora de la barra, me quedé mirando por la ventana, frontándome, sin darme cuenta, el lugar en el que la rubia me había acariciado, tan suavemente, con sus manos pequeñitas y finas... ¡Agh! Ya estaba de nuevo desvariando.
Sacudí la cabeza, confundida, y hasta llegué a pellizcarme en uno de los brazos desnudos para obligarme a pensar con la cabeza. ¿Qué me estaba pasando? Se suponía que no debía de encariñarme... y mucho menos de una chica. ¿No se suponía también que yo era asexual, heterosexual en todo caso?
- Grr...-molesta, me crucé de brazos, pero traté de seguir con mi faceta feliz y enmoñada.
Conseguí sentarme en una de las mesas, una junto a una ventana, de esas que tienen los asientos en forma de sofá. Miré a Nat, justo cuando ella me preguntaba por lo que querría tomar, e instintivamente le dije:
- Batido, batido de chocolate-sonreí, animada. Después le indiqué con un gesto de la mano que cuando acabara se acercara a sentarse, y mientras terminaba de pedir a la señora de la barra, me quedé mirando por la ventana, frontándome, sin darme cuenta, el lugar en el que la rubia me había acariciado, tan suavemente, con sus manos pequeñitas y finas... ¡Agh! Ya estaba de nuevo desvariando.
Sacudí la cabeza, confundida, y hasta llegué a pellizcarme en uno de los brazos desnudos para obligarme a pensar con la cabeza. ¿Qué me estaba pasando? Se suponía que no debía de encariñarme... y mucho menos de una chica. ¿No se suponía también que yo era asexual, heterosexual en todo caso?
- Grr...-molesta, me crucé de brazos, pero traté de seguir con mi faceta feliz y enmoñada.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La rubia se giró la cabeza rápidamente para que Zayyn no pudiera ver la sonrisa amplia que se había formado en su rostro, indicando que iba a reirse en breve. A fin de cuentas, ese lado tierno de la pelirroja era raro verlo, y cuando decía que prefería algo dulce a cualquier otra bebida, la hacía parecer tan inocente... Incluso algo infantil, pero eso era algo que a Natasha le gustaba bastante.
Pidió las dos bebidas y se dirigió al sitio que había escogido la pelirroja al lado de la ventana. Pero se la encontró con los brazos cruzados y algo de expresión de molestia en el rostro. Ahora se parecía más a la que conocía.
- Perdona por tardar, pero no te enfurruñes, no es mi culpa. No todos pueden servir rápidamente.- dijo dejando ambos vasos sobre la mesa.
Posteriormente se sentó al lado de la mayor, y se acercó a ella, para acurrucarse a su lado, llevando una mano a través de la mata de pelo rojizo y enredar sus dedos en la nuca. Sabía que era una forma eficaz de tranquilizar a la pelirroja, y así podría recuperarla velozmente.
- Venga, no hay que enfadarse hoy, que estamos las dos juntas por fin.
Se apartó ligeramente de ella después de decir eso, pero sus dedos seguían acariciando a la mayor. Con la otra mano le dio un pequeño sorbo a su café irlandés. Digamos que para superar todas las cosas malas, había acabado bebiendo más alcohol que de costumbre. Pero al menos, era capaz de controlarse por las clases y demás quehaceres. Sólo se derrumbaba al llegar a casa, que por suerte, solía ser bastante tarde todos los días.
Pidió las dos bebidas y se dirigió al sitio que había escogido la pelirroja al lado de la ventana. Pero se la encontró con los brazos cruzados y algo de expresión de molestia en el rostro. Ahora se parecía más a la que conocía.
- Perdona por tardar, pero no te enfurruñes, no es mi culpa. No todos pueden servir rápidamente.- dijo dejando ambos vasos sobre la mesa.
Posteriormente se sentó al lado de la mayor, y se acercó a ella, para acurrucarse a su lado, llevando una mano a través de la mata de pelo rojizo y enredar sus dedos en la nuca. Sabía que era una forma eficaz de tranquilizar a la pelirroja, y así podría recuperarla velozmente.
- Venga, no hay que enfadarse hoy, que estamos las dos juntas por fin.
Se apartó ligeramente de ella después de decir eso, pero sus dedos seguían acariciando a la mayor. Con la otra mano le dio un pequeño sorbo a su café irlandés. Digamos que para superar todas las cosas malas, había acabado bebiendo más alcohol que de costumbre. Pero al menos, era capaz de controlarse por las clases y demás quehaceres. Sólo se derrumbaba al llegar a casa, que por suerte, solía ser bastante tarde todos los días.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Al cabo de un rato de estar esperando, la chica regreso con mi batido y con lo que parecía ser un café. La miré, mientras que me reprendía (¿En serio?) por mi actitud malhumorada, y parpadeé mientras trataba de excusarme.
- Oh, no, tranquila. Solo es que no me gusta mucho la lluvia-improvisé. Luego agarré con una mano el batido y me llevé la pajita a los labios-. ¿Qué es eso que te has pedido?
No tuve tiempo a escuchar pa respuesta. De repente sentí un cosquilleo cuando ella enredo sus dedos entre los pelos de la nuca, y sin darme yo cuenta, comencé a emitir un ronroneo del gusto mientras sorbía lentamente el batido.
- Mñña.... Prrrrr...
Los ojos verdes se me entornaron del gusto, olvidando todo lo anterior de que no iba a dejarme engatusar por ella. En fin... Perro ladrador, poco mordedor, o algo... La música amansa a las fieras, pero en mi caso parecía ser el chocolate y las caricias.
- Oh, no, tranquila. Solo es que no me gusta mucho la lluvia-improvisé. Luego agarré con una mano el batido y me llevé la pajita a los labios-. ¿Qué es eso que te has pedido?
No tuve tiempo a escuchar pa respuesta. De repente sentí un cosquilleo cuando ella enredo sus dedos entre los pelos de la nuca, y sin darme yo cuenta, comencé a emitir un ronroneo del gusto mientras sorbía lentamente el batido.
- Mñña.... Prrrrr...
Los ojos verdes se me entornaron del gusto, olvidando todo lo anterior de que no iba a dejarme engatusar por ella. En fin... Perro ladrador, poco mordedor, o algo... La música amansa a las fieras, pero en mi caso parecía ser el chocolate y las caricias.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Sonrió divertida al ver como Zayyn estaba a punto de babear, aunque bueno, eso era exagerar, pero se la veía muy relajada por los mimos que la hacía. Por suerte tanto tiempo con ella la hacía conocedora de algunos puntos "débiles" que se podían aprovechar para esa clase de situaciones. No quería que la mayor estuviese enfadada o que discutieran por cualquier tontería ahora que se habían enocntrado.
- ¿Esto?- preguntó a modo de confirmación, pero contestó de todas formas, porque era obvio que se refería a eso.- Café irlandés... He tenido que mentir un poco con la edad, aquí hasta los 21 no te dejan beber, pero en mi carné los tengo. Guárdame el secreto, por favor. - pidió guiñando un ojo.
Separó finalmente las manos del pelo de la mayor, por aquello de que pudiera recuperar la consciencia en algún momento del día. O sino, se convertiría en una babosa descerebrada, cosa que aunque fuese más fácil de manejar, era algo aburrido.
- Bueno... - empezó sin saber de qué hablar.- ¿Tienes alguna idea de donde puede estar Naois? Te puedo intentar ayudar a encontrar alguna pequeña pista para encontrarle. Aunque tampoco puedo prometer nada... Lo siento... Sé que le estarás echando de menos.
Obviamente, era ajena de que ahora a la pelirroja su hijo había pasado a ser una ¿preocupación? - si es que se le pudiera llamar así- secundaria. Quizás tendría curiosidad por verle, pero ya no tenía ese sentimiento de necesitar cuidarle.
- ¿Esto?- preguntó a modo de confirmación, pero contestó de todas formas, porque era obvio que se refería a eso.- Café irlandés... He tenido que mentir un poco con la edad, aquí hasta los 21 no te dejan beber, pero en mi carné los tengo. Guárdame el secreto, por favor. - pidió guiñando un ojo.
Separó finalmente las manos del pelo de la mayor, por aquello de que pudiera recuperar la consciencia en algún momento del día. O sino, se convertiría en una babosa descerebrada, cosa que aunque fuese más fácil de manejar, era algo aburrido.
- Bueno... - empezó sin saber de qué hablar.- ¿Tienes alguna idea de donde puede estar Naois? Te puedo intentar ayudar a encontrar alguna pequeña pista para encontrarle. Aunque tampoco puedo prometer nada... Lo siento... Sé que le estarás echando de menos.
Obviamente, era ajena de que ahora a la pelirroja su hijo había pasado a ser una ¿preocupación? - si es que se le pudiera llamar así- secundaria. Quizás tendría curiosidad por verle, pero ya no tenía ese sentimiento de necesitar cuidarle.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Sacudí la cabeza en cuanto apartó sus dedos del pelo. Fruncí el ceño, algo molesta por haber bajado tanto la guardia y haberme mostrado tan indefensa, pero al mirarla me recompuse y la escuché. Con que bebía alcohol... muy mal, eso era ilegal e inapropiado para una chica de esu edad, fui a decirle, pero entonces me percaté de que tampoco sabía qué edad tenía, aunque debía de ser mucho más pequeña que yo.
- ¿Qué edad tienes?-inquirí, guiñándole yo también un ojo a su vez, concretamente, el ojo de la cicatriz. Sí, guiñé ese ojo aposta para ver qué cara ponía. Me daba curiosidad saber qué opinaba de la marca.
Me llevé de nuevo la pajita a la boca y bebí otro poco chocolate. Aah, qué rico estaba. Al parecer, mientras que el alcohol me ponía de mal humor, el chocolate hacía exactamente lo contrario. Y pareció funcionar, hasta que Natasha volvió a mencionar a Naois. ¿Acaso no se cansaba de meterle en la conversación?
- Uhm...-me froté la barbilla, pensativa-. A lo mejor... Bueno, pensé que quizás estuviera en mi antigua casa. Black me habló de ella. Dijo que estaba en Los Ángeles, ¿cierto?
- ¿Qué edad tienes?-inquirí, guiñándole yo también un ojo a su vez, concretamente, el ojo de la cicatriz. Sí, guiñé ese ojo aposta para ver qué cara ponía. Me daba curiosidad saber qué opinaba de la marca.
Me llevé de nuevo la pajita a la boca y bebí otro poco chocolate. Aah, qué rico estaba. Al parecer, mientras que el alcohol me ponía de mal humor, el chocolate hacía exactamente lo contrario. Y pareció funcionar, hasta que Natasha volvió a mencionar a Naois. ¿Acaso no se cansaba de meterle en la conversación?
- Uhm...-me froté la barbilla, pensativa-. A lo mejor... Bueno, pensé que quizás estuviera en mi antigua casa. Black me habló de ella. Dijo que estaba en Los Ángeles, ¿cierto?
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La suave risa, casi musical, abandonó los labios de la rubia al ver a Zayyn sacudirse como si fuese un perro tras haber recibido muchos mimos y tener que recolocarse... lo que sea, ¿por qué se sacudirán los perros después de los mimos? Se preguntó la rubia a sí misma, quedando unos largos segundos pensativa en eso. De hecho, tenía todas las neuronas puestas en hallar respuesta a eso. Pero fue arrancada de sus cavilaciones por la pregunta de Zayyn.
- Exactamente del todo no lo sé, pero creo que entre 16 y 17 años. Lo cierto, es que con el pasar del tiempo he llegado a olvidar el día de mi cumple. Aunque sé que es en diciembre.- explicó la rubia. Hacía mucho que había abandonado la idea de intentar recordar el día exacto de su cumpleaños. Tendría que entrar en el orfanato que estuvo, y además contar con la suerte de que estuvieran los papeles aún allí.
Pero se quedó muda cuando vio la enorme cicatriz de la pelirroja sobre su ojo. A ver, la de la espalda era mucho peor, indudablemente, pero la del ojo que nunca había estado ahí le sorprendió bastante a la chica. Que solo pudo acercar la mano con cuidado y recorrerla con mucha delicadeza. Como si intentara a la vez, borrar el dolor que pudo haber causado le herida, y también comprobar que fuese real.
- Lo siento por eso... - agachó la cabeza mientras que parpadeaba para no llorar otra vez en el día. Quizás no había sido culpa directa suya, pero no se había metido en la pelea para evitar eso.
Estaba algo afectada por eso como para que le importara el tema de Naois, o de donde estaba la casa de Zayyn. Así que, respondió por hacerlo, puesto que en realidad no se había enterado mucho de lo que la habían dicho.
- Sí... Ahí está...
- Exactamente del todo no lo sé, pero creo que entre 16 y 17 años. Lo cierto, es que con el pasar del tiempo he llegado a olvidar el día de mi cumple. Aunque sé que es en diciembre.- explicó la rubia. Hacía mucho que había abandonado la idea de intentar recordar el día exacto de su cumpleaños. Tendría que entrar en el orfanato que estuvo, y además contar con la suerte de que estuvieran los papeles aún allí.
Pero se quedó muda cuando vio la enorme cicatriz de la pelirroja sobre su ojo. A ver, la de la espalda era mucho peor, indudablemente, pero la del ojo que nunca había estado ahí le sorprendió bastante a la chica. Que solo pudo acercar la mano con cuidado y recorrerla con mucha delicadeza. Como si intentara a la vez, borrar el dolor que pudo haber causado le herida, y también comprobar que fuese real.
- Lo siento por eso... - agachó la cabeza mientras que parpadeaba para no llorar otra vez en el día. Quizás no había sido culpa directa suya, pero no se había metido en la pelea para evitar eso.
Estaba algo afectada por eso como para que le importara el tema de Naois, o de donde estaba la casa de Zayyn. Así que, respondió por hacerlo, puesto que en realidad no se había enterado mucho de lo que la habían dicho.
- Sí... Ahí está...
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Acerqué mi mano a la suya, tomándola y dándole una leve caricia con el pulgar. Me sonrojé levemente, y a causa de ello me volví a poner nerviosa. Carraspeé y retiré la mano, azorada. Por un momento, mi propio cuerpo me había traicionado, ¿en qué momento había ordenado yo hacer eso?
- Dieciséis años... Yo creo que tengo veintiuno, o es dijo la gata...
Sonreí, y agarré el batido para llevarme el vaso directamente a la boca y no tener que inclinarme para beber. Di un sorbo, mirando a Natasha, pero entonces ella acercó una mano a mi cara, por lo que dejé otra vez el vaso en la mesa y la miré atentamente, con algo de recelo. Acabó tocándome la cicatriz del ojo, por la parte de arriba, y comenzó a seguir la línea hacia abajo. Cerré los ojos, sintiendo como rozaba esa parte más sensible de la piel, y di un largo suspiro, frunciendo el ceño... La herida todavía dolía. Ya fuera por dentro, o por fuera, el dolor seguía ahí... No había sido buena idea guiñar ese ojo.
Cuando terminó de rozarla con delicadeza, abrí lentamente los ojos, con un leve gesto de dolor. Comprobé, al hacerlo, que yo no había sido la única a la que le había afectado. Natasha tenía la cabeza gacha, y casi notaba su aura deprimida y triste. No sé por qué, pero sentí en ese momento un pinchazo inexplicable en el pecho... Sería alguna tontería, algo de lo que no debía de preocuparme.
Qué inocente llegaba a ser yo a veces.
- No te preocupes, ya casi no duele. Pronto ni seré consciente de que está ahí, y siempre la puedo tapar con maquillaje-sonreí para tratar de hacerla olvidar eso, y para romper el incómodo silencio que de repente se había adueñado de nosotras... Le cogí de la barbilla y le obligué a alzar la mirada-. Sonríe, estás mejor así.
- Dieciséis años... Yo creo que tengo veintiuno, o es dijo la gata...
Sonreí, y agarré el batido para llevarme el vaso directamente a la boca y no tener que inclinarme para beber. Di un sorbo, mirando a Natasha, pero entonces ella acercó una mano a mi cara, por lo que dejé otra vez el vaso en la mesa y la miré atentamente, con algo de recelo. Acabó tocándome la cicatriz del ojo, por la parte de arriba, y comenzó a seguir la línea hacia abajo. Cerré los ojos, sintiendo como rozaba esa parte más sensible de la piel, y di un largo suspiro, frunciendo el ceño... La herida todavía dolía. Ya fuera por dentro, o por fuera, el dolor seguía ahí... No había sido buena idea guiñar ese ojo.
Cuando terminó de rozarla con delicadeza, abrí lentamente los ojos, con un leve gesto de dolor. Comprobé, al hacerlo, que yo no había sido la única a la que le había afectado. Natasha tenía la cabeza gacha, y casi notaba su aura deprimida y triste. No sé por qué, pero sentí en ese momento un pinchazo inexplicable en el pecho... Sería alguna tontería, algo de lo que no debía de preocuparme.
Qué inocente llegaba a ser yo a veces.
- No te preocupes, ya casi no duele. Pronto ni seré consciente de que está ahí, y siempre la puedo tapar con maquillaje-sonreí para tratar de hacerla olvidar eso, y para romper el incómodo silencio que de repente se había adueñado de nosotras... Le cogí de la barbilla y le obligué a alzar la mirada-. Sonríe, estás mejor así.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La rubia se ruborizó levemente cuando la mayor sujeto su mano, aunque tan rápido como lo había hecho, dejó de hacerlo. Siempre había sido vergonzosa para esas cosas, por lo que no se lo tomó muy mal.
Dio un trago a su café para poder calmarse, o al menos sentir algo más de tranquilidad tras haber tocado la cicatriz, había visto el dolor que le había provocado que simplemente la rozara. Y eso en parte la molestaba, porque de no haber sido tan pasiva en ese momento... Pero no había sido una decisión fácil, puede que estuviese entre deprimida y resentida con la mayor por no querer comprenderla, pero eso tampoco era razón para haberla dado de lado.
- Pero aunque la cubras con maquillaje siempre estará ahí... Te agradezco que quieras animarme, pero soy culpable de eso. Y también de que perdieras la memoria... - dejó caer la cabeza entre sus brazos para poder deprimirse lo que quisiera sin que nadie pudiera verle el rostro, no quería ser molesta por eso también.- No sé que haces aquí conmigo... No te merezco después de todo lo que he hecho... Te merecerías a alguien mejor que yo.
Sí, acababa de entrar en un estado en el que se odiaba a sí misma. No podía sonreír por mucho que se lo pidieran, al menos, no de verdad. Porque no creía que pudiera tener tanta suerte de que se hubieran reencontrado y que además Zayyn quisiera olvidar todo el daño que la había hecho. No se lo merecía para nada...
Dio un trago a su café para poder calmarse, o al menos sentir algo más de tranquilidad tras haber tocado la cicatriz, había visto el dolor que le había provocado que simplemente la rozara. Y eso en parte la molestaba, porque de no haber sido tan pasiva en ese momento... Pero no había sido una decisión fácil, puede que estuviese entre deprimida y resentida con la mayor por no querer comprenderla, pero eso tampoco era razón para haberla dado de lado.
- Pero aunque la cubras con maquillaje siempre estará ahí... Te agradezco que quieras animarme, pero soy culpable de eso. Y también de que perdieras la memoria... - dejó caer la cabeza entre sus brazos para poder deprimirse lo que quisiera sin que nadie pudiera verle el rostro, no quería ser molesta por eso también.- No sé que haces aquí conmigo... No te merezco después de todo lo que he hecho... Te merecerías a alguien mejor que yo.
Sí, acababa de entrar en un estado en el que se odiaba a sí misma. No podía sonreír por mucho que se lo pidieran, al menos, no de verdad. Porque no creía que pudiera tener tanta suerte de que se hubieran reencontrado y que además Zayyn quisiera olvidar todo el daño que la había hecho. No se lo merecía para nada...
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Me mantuve en silencio durante todo el rato en el que ella habló, sin saber qué decir o qué pensar. Se sentía culpable por mi herida, ¿de verdad? Realmente no sabía si creérmelo o no, a fin de cuentas, había decidido no volver a fiarme de nadie. Pero... era muy convincente, sobretodo por el gesto de dolor y las lágrimas que parecían querer salirse de sus ojos azules. De repente, me di cuenta de que esa situación no me gustaba, es más, me molestaba. No había vuelto para encontrármela deprimida y triste, sino para verla con su vida rehecha y con el objetivo de hundirla de nuevo. No, no, no. No quería hundir a una traidora ya deprimida. Quería joderla de verdad.
Aunque, la verdadera pregunta que me rondaba en la cabeza de forma inconsciente era... ¿De verdad era eso lo que yo quería?
Gruñí, hastiada, pero no la dejé que mirara para abajo. Le tomé el rostro entre las manos, y me juré a mí misma que nunca volvería a hacer lo que estaba a punto de realizar.
El beso fue torpe, pero tampoco fue muy largo. Lo suficiente para dejarla durante unos momentos en shock, sorprendida, para que pensara en lo que ella había dicho y en lo que yo había hecho en respuesta. Al separarme, la miré con severidad, seria, y sin aceptar ningún pero.
- Me mereces más de lo que crees. Lo que yo no me merezco es que te martirices de esa forma cuando todo ya es parte del pasado. Olvida el ayer, vive el hoy, y protege el mañana. De esa forma, podrás vivir en paz.
No tengo ni la más puta idea de dónde saqué esas palabras, pero tras soltarlas, me quedé mucho más relajada, y una sonrisa me salió sola. Al mismo tiempo, me sonrojé, y me rasqué la nuca algo incrédula. ¿Desde cuando era yo tan profunda?
Aunque, la verdadera pregunta que me rondaba en la cabeza de forma inconsciente era... ¿De verdad era eso lo que yo quería?
Gruñí, hastiada, pero no la dejé que mirara para abajo. Le tomé el rostro entre las manos, y me juré a mí misma que nunca volvería a hacer lo que estaba a punto de realizar.
El beso fue torpe, pero tampoco fue muy largo. Lo suficiente para dejarla durante unos momentos en shock, sorprendida, para que pensara en lo que ella había dicho y en lo que yo había hecho en respuesta. Al separarme, la miré con severidad, seria, y sin aceptar ningún pero.
- Me mereces más de lo que crees. Lo que yo no me merezco es que te martirices de esa forma cuando todo ya es parte del pasado. Olvida el ayer, vive el hoy, y protege el mañana. De esa forma, podrás vivir en paz.
No tengo ni la más puta idea de dónde saqué esas palabras, pero tras soltarlas, me quedé mucho más relajada, y una sonrisa me salió sola. Al mismo tiempo, me sonrojé, y me rasqué la nuca algo incrédula. ¿Desde cuando era yo tan profunda?
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La rubia se quedó completamete congelada cuando la mayor la sujetó por ambos lados del rostro. ¿Qué pasaba? Pero antes de que pudiera pensar en otra cosa, sintió unos labios sobre los suyos, dándole un corto beso. Abrió los ojos sorprendida, no se hubiera esperado ese gesto en ese momento, de hecho, pensó que tardarían al menos un par de días más para llegar a ese punto de contacto físico. Sabía que a la pelirroja no la gustaba que fuesen demasiado deprisa con ella, presionándola. Y ella aún sentía que cuando había estado con Zayyn no había sido solo por amor, sino por la enfermiza necesidad de saberse necesitada por alguien... Pero ahora no podía dudar del amor, porque eso se lo debía. Y aunque no fuese un amor cien por cien puro, la quería más que a cualquier otra persona en su vida, también porque no tenía a muchas personas en ella...
- Gracias por todo... - sonrió levemente algo ruborizada por el gesto y las bonitas palabras que la dedico.- Caer por el acantilado parece que te quitó la memoria, pero te dejó frases muy bonitas. Aunque imagino que estarías encantada por recuperar tus recuerdos...
Sabía que quizás su comentario no fuese lo más acertado, porque si había algo que la obligaban para aprender a actuar era saber reconocer lo que podían sentir y pensar otras personas. Puesto que así podría crear personajes más realistas.
Dio el último trago a su bebida, y pensó en algo que hacer. No tenía ganas de seguir allí dentro. Porque si se estaba quieta, comenzaba a deprimirse, y aunque Zayyn la ayudase todo lo posible, podría cansarse de un momento a otro. Pero una magnífica idea apareció en su mente.
- ¡Ya sé! ¡Acabate el batido que nos vamos a uno de mis sitios favoritos de la ciudad! Seguro que te gusta. - dijo con una sonrisa muy amplia.
Se colocó la chaqueta sobre la ropa y se puso de pie, emitiendo mucha energía. Puesto que a fin de cuentas, le encantaba hacer eso. Sobre todo ahora, que sus digimons estaban muy familiarizados con ello.
- Gracias por todo... - sonrió levemente algo ruborizada por el gesto y las bonitas palabras que la dedico.- Caer por el acantilado parece que te quitó la memoria, pero te dejó frases muy bonitas. Aunque imagino que estarías encantada por recuperar tus recuerdos...
Sabía que quizás su comentario no fuese lo más acertado, porque si había algo que la obligaban para aprender a actuar era saber reconocer lo que podían sentir y pensar otras personas. Puesto que así podría crear personajes más realistas.
Dio el último trago a su bebida, y pensó en algo que hacer. No tenía ganas de seguir allí dentro. Porque si se estaba quieta, comenzaba a deprimirse, y aunque Zayyn la ayudase todo lo posible, podría cansarse de un momento a otro. Pero una magnífica idea apareció en su mente.
- ¡Ya sé! ¡Acabate el batido que nos vamos a uno de mis sitios favoritos de la ciudad! Seguro que te gusta. - dijo con una sonrisa muy amplia.
Se colocó la chaqueta sobre la ropa y se puso de pie, emitiendo mucha energía. Puesto que a fin de cuentas, le encantaba hacer eso. Sobre todo ahora, que sus digimons estaban muy familiarizados con ello.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Sonreí, y mis mejillas se ruborizaron con eso de que ahora decía frases muy bonitas. Ayy... lo que hacen las ganas de vengarse. Si tú supieras, rusa... Seguro que después ya no pensarías que digo cosas bonitas. Miré para otro lado azorada, sin embargo, sin saber qué más decir.
- Yo... er... gracias-murmuré, mientras me levantaba también. La vi poniéndose su abrigo, y me di cuenta que por suerte esta vez yo llevaba un hasta la cintura, encima de la chaqueta de cuero, no muy acolchado, pues no me gustaba sentirme gorda ni con poca movilidad por cosas como guantes, bufandas o abrigos muy gordos. Pero al menos, me serviría para guarecerme del frío. Debajo de este (que por cierto parecía ser del mismo material que el resto de las prendas), llevaba la misma ropa que había comprado en Londres... Ahora que lo pensaba, ¿se habría fijado ella en ese pequeño detalle de mi poca ropa?
Le cogí de la mano, sin darle importancia a que me recordara que mis recuerdos estaban perdidos, pero fácilmente en otra ocasión le habría partido la cara por ese comentario. Cogí el batido con una mano y lo apuré para terminarlo, mientras ella se entusiasmaba con llevarme a algún lugar que según ella me iba a gustar. Vete tú a saber a qué se refería.
- Ok, ya está-avisé, dejando el batido en la mesa y caminando hacia la salida.
- Yo... er... gracias-murmuré, mientras me levantaba también. La vi poniéndose su abrigo, y me di cuenta que por suerte esta vez yo llevaba un hasta la cintura, encima de la chaqueta de cuero, no muy acolchado, pues no me gustaba sentirme gorda ni con poca movilidad por cosas como guantes, bufandas o abrigos muy gordos. Pero al menos, me serviría para guarecerme del frío. Debajo de este (que por cierto parecía ser del mismo material que el resto de las prendas), llevaba la misma ropa que había comprado en Londres... Ahora que lo pensaba, ¿se habría fijado ella en ese pequeño detalle de mi poca ropa?
Le cogí de la mano, sin darle importancia a que me recordara que mis recuerdos estaban perdidos, pero fácilmente en otra ocasión le habría partido la cara por ese comentario. Cogí el batido con una mano y lo apuré para terminarlo, mientras ella se entusiasmaba con llevarme a algún lugar que según ella me iba a gustar. Vete tú a saber a qué se refería.
- Ok, ya está-avisé, dejando el batido en la mesa y caminando hacia la salida.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
En cuanto se puso en pie le dio un corto abrazo por la energía que tenía en ese momento y la cogió en el proceso por la mano, entrelazando sus dedos. Se dirigió a la salida y desde allí comenzó a caminar lo más rápido que podía -sin dejar de ser un ritmo humano- hasta llegar al gran parque de Central Park. El mayor parque de la ciudad estadounidense. Y un lugar muy conocido de las películas, sobre todo de las románticas.
A pesar de que ya no había hojas en la mayoría de los árboles, tenía un toque mágico y algo especial ese lugar. Por ello le encantaba a la chica, pero no era solo eso, sino que además tenía una enorme y bonita pista de patinaje de hielo. Allí era a donde iba a llevar a la pelirroja. A decir verdad, era un pequeño vicio que había ganado al pasar el tiempo en la ciudad, y aunque se dejaba gran parte del dinero, no podía evitar ir allí y olvidarse de todo dando giros y deslizándose de un lado a otro.
- ¡Patinemos! ¡Ya veras qué divertido es! - dijo muy animada.- Y si no sabes... Pues yo te enseño, ya verás que es fácil. -
Sin darle casi tiempo a decir nada, la rubia se fue a pedir los patines para ambas. Por suerte sabía bastante bien la talla de pie de Zayyn.
A pesar de que ya no había hojas en la mayoría de los árboles, tenía un toque mágico y algo especial ese lugar. Por ello le encantaba a la chica, pero no era solo eso, sino que además tenía una enorme y bonita pista de patinaje de hielo. Allí era a donde iba a llevar a la pelirroja. A decir verdad, era un pequeño vicio que había ganado al pasar el tiempo en la ciudad, y aunque se dejaba gran parte del dinero, no podía evitar ir allí y olvidarse de todo dando giros y deslizándose de un lado a otro.
- ¡Patinemos! ¡Ya veras qué divertido es! - dijo muy animada.- Y si no sabes... Pues yo te enseño, ya verás que es fácil. -
Sin darle casi tiempo a decir nada, la rubia se fue a pedir los patines para ambas. Por suerte sabía bastante bien la talla de pie de Zayyn.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Con un suspiró, la imité al entrelazar los dedos con los suyos. Me dejé llevar por las calles de la ciudad, curiosa por saber a qué lugar me llevaría. Eso me hizo pensar en lo que estuviera haciendo en esa ciudad, porque según las indicaciones de Beelkomon, ella era rusa... ¿Qué le habría llevado a ir a los Estados Unidos?
- Tengo curiosidad-dije, mientras cruzábamos una calle hacia lo que parecía ser un parque-. ¿Qué haces en Nueva York? ¿Cómo te ganas la vida y todo eso?
Esperando a que me respondiera, entramos en dicho parque. Quizá lo que me quería enseñar estuviera allí, o simplemente a lo mejor era el propio parque lo que quería que viera. Me encogí de hombros, sabiendo que tarde o temprano lo vería, y que no tenía sentido hacerle preguntas al respecto. Así que me puse a mirar a mi alrededor, los árboles, las personas, la hierba... Se respiraba aire limpio en ese parque. Me gustaba ese lugar, parecía una pequeña porción de bosque en una inmensa ciudad contaminada.
Finalmente, los caminos y las hileras de árboles nos llevaron a un lugar abierto, con una enorme pista de hielo en la que una multitud de gente se deslizaba con unos extraños zapatos que tenían una cuchilla en la suela. Patines.
- ¿Pa-patinar?-pregunté, nerviosa. No sabía patinar, o al menos no lo recordaba. ¿Y si me mataba en el hielo? O peor, ¿y si hacía el ridículo? Retrocedí un par de pasos, temerosa, mirando el frío hielo con desconfianza-. No... no se patinar... Yo...
Titubeé un par de veces más, pero al ver su sonrisa y su ilusión reflejada en sus ojos, suspiré y asentí, esperando a que regresara con ambos pares de patines. Aunque, ¿sabría ella cual era mi número de calzado?
- Tengo curiosidad-dije, mientras cruzábamos una calle hacia lo que parecía ser un parque-. ¿Qué haces en Nueva York? ¿Cómo te ganas la vida y todo eso?
Esperando a que me respondiera, entramos en dicho parque. Quizá lo que me quería enseñar estuviera allí, o simplemente a lo mejor era el propio parque lo que quería que viera. Me encogí de hombros, sabiendo que tarde o temprano lo vería, y que no tenía sentido hacerle preguntas al respecto. Así que me puse a mirar a mi alrededor, los árboles, las personas, la hierba... Se respiraba aire limpio en ese parque. Me gustaba ese lugar, parecía una pequeña porción de bosque en una inmensa ciudad contaminada.
Finalmente, los caminos y las hileras de árboles nos llevaron a un lugar abierto, con una enorme pista de hielo en la que una multitud de gente se deslizaba con unos extraños zapatos que tenían una cuchilla en la suela. Patines.
- ¿Pa-patinar?-pregunté, nerviosa. No sabía patinar, o al menos no lo recordaba. ¿Y si me mataba en el hielo? O peor, ¿y si hacía el ridículo? Retrocedí un par de pasos, temerosa, mirando el frío hielo con desconfianza-. No... no se patinar... Yo...
Titubeé un par de veces más, pero al ver su sonrisa y su ilusión reflejada en sus ojos, suspiré y asentí, esperando a que regresara con ambos pares de patines. Aunque, ¿sabría ella cual era mi número de calzado?
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La rubia se quedó unos segundos algo pensativa antes de hablar, no era sencillo organizar todo lo que quería en pocas frases pero que tuviesen la información más relevante, sobre todo, porque no quería aburrir a Zayyn con sus dramas.
- Estoy aquí porque no quería volver a Rusia. Quería olvidarme de todo lo que había pasado para poder seguir adelante, y para eso era mejor que no pudiera ver nada que me resultase familiar... Ya que no estabas, quería no volver a recordarte... Pero siempre estaban tus fantasmas culpandome de todo... - se abrazó con la mano que tenía libre.- Después de unos días, decidi entrar a una academia de artes dramáticas para comenzar a ser actriz... Y como tenia que pagar la matricula y el alquiler de mi apartamento, trabajo en la cafetería donde hemos estado antes.
Se lo había tratado de resumir lo más posible, así que, volvió al mismo ritmo de antes, puesto que lo había bajado para poder pensar con más claridad.
Ya dentro del parque, al lado de la pista de patinaje, se acercó a Zayyn, entregándole los patines con su número de pie. Se sentó en un banco y comenzó a cambiarse los zapatos.
- Venga, no seas aburrida... Además, si no sabes, yo te enseñare ^^ No dejaré que te caigas, te lo prometo. - dijo animada, pero a la hora de prometer sus ojos cambiaron a unos determinados. Se puso de pie ya con los patines puestos.- Te espero en la pista, no tardes.
Se agachó para darle un beso en la frente, antes de ir caminando hasta la entrada y pasar al interior del lugar. Tras dar un par de vueltas de calentamiento, eso sí, haciendo algún pequeño juego de pies. La chica pasó al centro del lugar, donde había poca gente que se dedicaba a hacer alguna pequeña acrobacia como saltos y vueltas. Y eso mismo fue lo que hizo la rusa, saltó mientras que daba algunas vueltas en el aire, para caer con elegancia de nuevo sobre el hielo.
De pequeña siempre había ido a pistas de hielo, por no decir, que las propias calles de Moscú en invierno eran una pista de patinaje. Pero ahora, con la gran afinidad de sus evoluciones al hielo, ella misma había aprendido a patinar mucho mejor que antes, puesto que se sentía como en su casa al estar sobre el hielo.
- Estoy aquí porque no quería volver a Rusia. Quería olvidarme de todo lo que había pasado para poder seguir adelante, y para eso era mejor que no pudiera ver nada que me resultase familiar... Ya que no estabas, quería no volver a recordarte... Pero siempre estaban tus fantasmas culpandome de todo... - se abrazó con la mano que tenía libre.- Después de unos días, decidi entrar a una academia de artes dramáticas para comenzar a ser actriz... Y como tenia que pagar la matricula y el alquiler de mi apartamento, trabajo en la cafetería donde hemos estado antes.
Se lo había tratado de resumir lo más posible, así que, volvió al mismo ritmo de antes, puesto que lo había bajado para poder pensar con más claridad.
Ya dentro del parque, al lado de la pista de patinaje, se acercó a Zayyn, entregándole los patines con su número de pie. Se sentó en un banco y comenzó a cambiarse los zapatos.
- Venga, no seas aburrida... Además, si no sabes, yo te enseñare ^^ No dejaré que te caigas, te lo prometo. - dijo animada, pero a la hora de prometer sus ojos cambiaron a unos determinados. Se puso de pie ya con los patines puestos.- Te espero en la pista, no tardes.
Se agachó para darle un beso en la frente, antes de ir caminando hasta la entrada y pasar al interior del lugar. Tras dar un par de vueltas de calentamiento, eso sí, haciendo algún pequeño juego de pies. La chica pasó al centro del lugar, donde había poca gente que se dedicaba a hacer alguna pequeña acrobacia como saltos y vueltas. Y eso mismo fue lo que hizo la rusa, saltó mientras que daba algunas vueltas en el aire, para caer con elegancia de nuevo sobre el hielo.
De pequeña siempre había ido a pistas de hielo, por no decir, que las propias calles de Moscú en invierno eran una pista de patinaje. Pero ahora, con la gran afinidad de sus evoluciones al hielo, ella misma había aprendido a patinar mucho mejor que antes, puesto que se sentía como en su casa al estar sobre el hielo.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Según me relataba lo que había ido a hacer ahí, comencé a sentirme mal. Se había ido de su país natal… ¿para olvidarme? ¿No me quería realmente? ¿O el recuerdo de mi muerte la torturaba tanto como para no querer saber nada más de mí? Entorné los ojos, y su mano de repente me pareció fría; el anterior pinchazo en el pecho volvió a golpear, pero de una manera distinta, y más desagradable.
- Ya veo…-dije con voz monótona, tratando de sonar fría, aunque ni idea de si me salió como quise. Carraspeé, y miré para otro lado-. Es bueno que hayas rehecho tu vida, seguro que se te da de maravilla la actuación. Me alegro por ti.
Exhalé un leve suspiro, cuando regresó con los patines. Miré los míos, algo dubitativa. Me besó en la frente de repente, lo que hizo que soltara unos balbuceos inconexos y que me sonrojara… Después, mientras ella se iba a probarlos sobre el hielo, me senté en el mismo banco y comencé a ponérmelos, observándola desde lejos, como se movía con elegancia sobre el hielo, y como trazaba giros y piruetas en el aire. Parecía ser uno con el hielo, parecía vivirlo. Cuando me quise dar cuenta, la estaba mirando como una tonta.
Sacudí la cabeza y me levanté una vez me hube atado los cordones de los zapatos hechos para patinar. Di pasos torpes hasta llegar a la pista de hielo, y me agarré con fuerza a la barandilla, mientras me desplazaba ridículamente dando pequeños pasitos y, cómo no, resbalándome otro poco. Por suerte, yo solía poseer un buen equilibrio, por lo que al notar como me iba para delante o para detrás movía los brazos para quedarme estable.
- Mierda-gruñí, soltando otra cadena de improperios, sabiendo que los más cercanos me estarían mirando con diversión-. ¿Qué miras, mocoso? -espeté a un niño que patinaba por allí y al que le había visto esbozar una sonrisilla-. Tsk…
- Ya veo…-dije con voz monótona, tratando de sonar fría, aunque ni idea de si me salió como quise. Carraspeé, y miré para otro lado-. Es bueno que hayas rehecho tu vida, seguro que se te da de maravilla la actuación. Me alegro por ti.
Exhalé un leve suspiro, cuando regresó con los patines. Miré los míos, algo dubitativa. Me besó en la frente de repente, lo que hizo que soltara unos balbuceos inconexos y que me sonrojara… Después, mientras ella se iba a probarlos sobre el hielo, me senté en el mismo banco y comencé a ponérmelos, observándola desde lejos, como se movía con elegancia sobre el hielo, y como trazaba giros y piruetas en el aire. Parecía ser uno con el hielo, parecía vivirlo. Cuando me quise dar cuenta, la estaba mirando como una tonta.
Sacudí la cabeza y me levanté una vez me hube atado los cordones de los zapatos hechos para patinar. Di pasos torpes hasta llegar a la pista de hielo, y me agarré con fuerza a la barandilla, mientras me desplazaba ridículamente dando pequeños pasitos y, cómo no, resbalándome otro poco. Por suerte, yo solía poseer un buen equilibrio, por lo que al notar como me iba para delante o para detrás movía los brazos para quedarme estable.
- Mierda-gruñí, soltando otra cadena de improperios, sabiendo que los más cercanos me estarían mirando con diversión-. ¿Qué miras, mocoso? -espeté a un niño que patinaba por allí y al que le había visto esbozar una sonrisilla-. Tsk…
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La rubia se sentía más relajada y tranquila a cada vuelta y giro que daba, a cada movimiento que hacía. Tenía que tener cada músculo controlado para evitar hacerse daño o resbalar sobre el hielo. Quizás no fuera muy lista, pero lo que ella no había aprendido intelectualmente, lo había aprendido a controlar cada parte de su cuerpo, así que, no le era muy complicado hacer casi cualquier movimiento, por muy complicado que fuese. Siempre y cuando, claro, que pudiera visualizarlo.
Terminados sus mintuos de gloria para despejarse, la chica se volvió a dirigir al exterior de la pista, allí donde había visto una cabellera pelirroja. O mejor dicho, unos brazos que trataban de aguantar el equilibrio sobre una superficie resbaladiza. No le importó que la gente la siguiera aún con la vista esperando alguna pirueta más, puesto que ahora no iba a hacer eso. Le tocaba enseñar a alguien al menos a aguantar de pie sobre el hielo.
Frenó cerca de Zayyn y se desplazó lentamente por su lado.
- Te recomiendo, una vez que creas que estas estabilizada, que no intentes andar como fuera del hielo... Es más, te diría casi que te empujaras y te dejaras llevar por el hielo sin intentar imponer tu control. No le gusta que traten de pelear contra él, pero si decides seguir lo que él dicta, no será tu enemigo. - comenzó la chica. Intentar explicar algo que le salía por instinto no era del todo fácil.- Ven, si quieres yo te ayudo por ahora... O te intento explicar algo, aunque no creo que se me dé muy bien.
Extendió las manos para que Zayyn las tomase. Casi parecía una prueba de la confianza que tenía la pelirroja sobre ella. Aunque en realidad, no lo había pensado como tal, simplemente quería ir a ese sitio a pasarlo bien.
Terminados sus mintuos de gloria para despejarse, la chica se volvió a dirigir al exterior de la pista, allí donde había visto una cabellera pelirroja. O mejor dicho, unos brazos que trataban de aguantar el equilibrio sobre una superficie resbaladiza. No le importó que la gente la siguiera aún con la vista esperando alguna pirueta más, puesto que ahora no iba a hacer eso. Le tocaba enseñar a alguien al menos a aguantar de pie sobre el hielo.
Frenó cerca de Zayyn y se desplazó lentamente por su lado.
- Te recomiendo, una vez que creas que estas estabilizada, que no intentes andar como fuera del hielo... Es más, te diría casi que te empujaras y te dejaras llevar por el hielo sin intentar imponer tu control. No le gusta que traten de pelear contra él, pero si decides seguir lo que él dicta, no será tu enemigo. - comenzó la chica. Intentar explicar algo que le salía por instinto no era del todo fácil.- Ven, si quieres yo te ayudo por ahora... O te intento explicar algo, aunque no creo que se me dé muy bien.
Extendió las manos para que Zayyn las tomase. Casi parecía una prueba de la confianza que tenía la pelirroja sobre ella. Aunque en realidad, no lo había pensado como tal, simplemente quería ir a ese sitio a pasarlo bien.
Natasha
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Al final, dejé de tratar de desplazarme para quedarme quieta y esperar a que doña princesa de hielo se dignara a acercarse y a ayudarme. Resoplé, algo molesta, pero cuando finalmente se me acercó, tras seguir haciendo malabares en el hielo, me agarré a uno de sus brazos.
- Me mataré, estoy segura de que me mataré-gruñí.
Mientras trataba de caerme, aún sujetada con la otra mano a la barandilla, escuché los consejos de Natasha. Me hizo gracia la forma en la que trataba al hielo, como si fuera un ente al que le gustaba llevar el control. Era gracioso, porque yo era quién, muchas veces, prefería ser la que controlara las cosas. Por eso casi me resultaba molesto eso de tener que dejarme llevar por el hielo. Lancé otro gruñido, pero al final acepté su ayuda y tomé su mano con suavidad, mirándola a los ojos, que en esos momentos irradiaban... ¿felicidad? ¿animo? ¿determinación por no dejarme caer? No sé... algo había en ellos, que me hizo asentir y cogerle de la otra mano.
- Vale...-murmuré por lo bajo, pero no porque no quería que ella me oyera, sino porque la voz me sonó algo... ronca. ¿Qué me pasaba?
- Me mataré, estoy segura de que me mataré-gruñí.
Mientras trataba de caerme, aún sujetada con la otra mano a la barandilla, escuché los consejos de Natasha. Me hizo gracia la forma en la que trataba al hielo, como si fuera un ente al que le gustaba llevar el control. Era gracioso, porque yo era quién, muchas veces, prefería ser la que controlara las cosas. Por eso casi me resultaba molesto eso de tener que dejarme llevar por el hielo. Lancé otro gruñido, pero al final acepté su ayuda y tomé su mano con suavidad, mirándola a los ojos, que en esos momentos irradiaban... ¿felicidad? ¿animo? ¿determinación por no dejarme caer? No sé... algo había en ellos, que me hizo asentir y cogerle de la otra mano.
- Vale...-murmuré por lo bajo, pero no porque no quería que ella me oyera, sino porque la voz me sonó algo... ronca. ¿Qué me pasaba?
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
No apartó en ningún momento la mirada de los ojos de Zayyn, no entendía por qué, pero tenía que hacerlo. Como si quisiera confirmar algo, aunque tampoco tenía curiosidad, sino simplemente, ganas de pasarlo bien en la nieve. Pero esas cosas solían pasarla desde que tenía a una bruja como compañera de ADN, a veces presentía cosas. En cuanto sintió los dedos de la mayor sujetos a sus manos, sonrió de manera amplia y se impulso hacia atrás, mientras que tiraba de la mayor con ella.
- Recuerda, relájate y déjate llevar o nos iremos las dos al suelo.- volvió a repetirle, estaba bastante segura de que iba a ponerse tensa e iba a tratar de volver a donde estaba, aunque eso como cualquier persona que se desequilibra al ser arrastrado por otra persona.
Fue lentamente, deslizándose por el exterior del círculo, mirando de vez en cuando para no chocarse con nadie. Mientras que trataba que la mayor se acostumbrara al deslizamiento y que cada vez le fuese más natural moverse de esa manera.
- ¿Te gusta aunque sea un poquito?- preguntó fijando sus ojos en los de la mayor, con la típica mirada de perro que indicaba que no le gustaría escuchar un no por respuesta.
- Recuerda, relájate y déjate llevar o nos iremos las dos al suelo.- volvió a repetirle, estaba bastante segura de que iba a ponerse tensa e iba a tratar de volver a donde estaba, aunque eso como cualquier persona que se desequilibra al ser arrastrado por otra persona.
Fue lentamente, deslizándose por el exterior del círculo, mirando de vez en cuando para no chocarse con nadie. Mientras que trataba que la mayor se acostumbrara al deslizamiento y que cada vez le fuese más natural moverse de esa manera.
- ¿Te gusta aunque sea un poquito?- preguntó fijando sus ojos en los de la mayor, con la típica mirada de perro que indicaba que no le gustaría escuchar un no por respuesta.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La intensa mirada de Natasha me hizo corresponder a ese contacto visual, clavando mis ojos verdes en los suyos azules. Ese brillo me infundó confianza, y fuerzas para pensar en que no me dejaría caer. Con un leve impulso, me acerqué a ella y dejé que me llevara, tratando de hacer como ella me había dicho: tragarme el orgullo y dejar que el hielo me llevara, que trazara él mis movimientos, como un suave baile frío. No aparté la mirada ni un segundo de ella, de repente todo alrededor pareció dejar de tener importancia, como si estuviese el mundo en una escala de grises, y Natasha sola brillara con todos los colores.
- ...
Un rápido bombeo en mi pecho era lo único que parecía escuchar. Ni las risas de alrededor, ni el siseo de los patines sobre el hielo. Todo giraba en torno a algo que me atenazaba el pecho, y que me cortaba la respiración, pero sin llegar a molestarme, más bien al contrario. Notaba una calidez agradable e indescriptible con palabras...
Pero de repente, esa extraña paz que había sentido durante unos segundos, se vio quebrada cuando, sin querer, mi pie se posicionó mal en el hielo y me hizo balancearme hacia delante. Aferré con más fuerza aún las manos de Natasha para no caerme, y accidentalmente, me vi con el rostro, sonrojado como un tomate, muy cerca del suyo, a apenas un par de centímetros.
- ...
Un rápido bombeo en mi pecho era lo único que parecía escuchar. Ni las risas de alrededor, ni el siseo de los patines sobre el hielo. Todo giraba en torno a algo que me atenazaba el pecho, y que me cortaba la respiración, pero sin llegar a molestarme, más bien al contrario. Notaba una calidez agradable e indescriptible con palabras...
Pero de repente, esa extraña paz que había sentido durante unos segundos, se vio quebrada cuando, sin querer, mi pie se posicionó mal en el hielo y me hizo balancearme hacia delante. Aferré con más fuerza aún las manos de Natasha para no caerme, y accidentalmente, me vi con el rostro, sonrojado como un tomate, muy cerca del suyo, a apenas un par de centímetros.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
En ningún momento la mayor dijo nada, lo que frustró en parte a la menor. Se pensaba que estaba concentrada en aprender a patinar. En ningún momento se le paso que estaría atrapada en el bonito mundo del que nacían los unicornios o los gatos pegados a una tostada que regalaban arco iris con sus defecaciones.
Se tensó, cuando Zayyn se desequilibró, pero en vez de frenar de golpe, cosa que seguramente hiciera que se cayeran ambas, giró aprovechando la energía de la pelirroja, mientras que la sujetaba más cerca de ella. En algo parecido a un abrazo, aunque no era sencillo si la mayor aún seguía sujetándose a sus muñecas.
Pero cuando recuperó el control de ambas, se concentró en lo que tenía delante... Por no decir muy cerca. Se ruborizó completamente al ver el rostro -y los labios- de Zayyn a poca distancia de ella. Sin poder evitarlo, recorrió el pequeño espacio que quedaba entre ambas y la beso. Y ahora sí disfrutando del contacto, puesto que en el anterior había estado demasiado asombrada para hacer nada.
- ¿Estas bien?- preguntó con suavidad tras separarse del beso.
Se tensó, cuando Zayyn se desequilibró, pero en vez de frenar de golpe, cosa que seguramente hiciera que se cayeran ambas, giró aprovechando la energía de la pelirroja, mientras que la sujetaba más cerca de ella. En algo parecido a un abrazo, aunque no era sencillo si la mayor aún seguía sujetándose a sus muñecas.
Pero cuando recuperó el control de ambas, se concentró en lo que tenía delante... Por no decir muy cerca. Se ruborizó completamente al ver el rostro -y los labios- de Zayyn a poca distancia de ella. Sin poder evitarlo, recorrió el pequeño espacio que quedaba entre ambas y la beso. Y ahora sí disfrutando del contacto, puesto que en el anterior había estado demasiado asombrada para hacer nada.
- ¿Estas bien?- preguntó con suavidad tras separarse del beso.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Si el rostro había estado rojo al acercar el rostro, con el beso que recibí adquirió un tono incandescente, y casi parecía salirme humo de las orejas. Abrí los ojos muy sorprendida, al tiempo que el corazón paría aumentar su ritmo cardíaco, casi tan acorde como los picotazos de un pájaro carpintero. La respiración se me agitó, y al principio no supe que hacer, pero a pesar de todo, no me separé, ni traté de empujarla. Y el contacto... no era desagradable. El beso que le había dado ya en la cafetería había sido demasiado corto como para sentirlo y disfrutarlo, pero este... Era otra cosa. Me gustaba, era muy cálido.
Se separó poco después, sacándome un sonido de molestia. La miré cuando se preocupó por mí, y sonreí aún con rubor por todo el rostro. No le respondí de forma directa a la pregunta. Me incorporé con cuidado, ahora con más seguridad sabiendo que ella estaba ahí y no me dejaría caer. Sin darla tiempo a decir nada más, apoyé los brazos en sus hombros, incliné la cabeza y la besé, esta vez yo, sin ningún reparo o vergüenza... Y de forma real. No era como cuando estábamos en la cafetería. Aquel había sido un beso fingido, y sin embargo este, me había salido desde dentro.
Tras unos segundos manteniendo el contacto, me separé, y aún sonriendo apoyé la frente en la suya, mirándola con intensidad.
- ¿Contesta eso a tu pregunta?
Se separó poco después, sacándome un sonido de molestia. La miré cuando se preocupó por mí, y sonreí aún con rubor por todo el rostro. No le respondí de forma directa a la pregunta. Me incorporé con cuidado, ahora con más seguridad sabiendo que ella estaba ahí y no me dejaría caer. Sin darla tiempo a decir nada más, apoyé los brazos en sus hombros, incliné la cabeza y la besé, esta vez yo, sin ningún reparo o vergüenza... Y de forma real. No era como cuando estábamos en la cafetería. Aquel había sido un beso fingido, y sin embargo este, me había salido desde dentro.
Tras unos segundos manteniendo el contacto, me separé, y aún sonriendo apoyé la frente en la suya, mirándola con intensidad.
- ¿Contesta eso a tu pregunta?
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Sonrió divertida al ver el rostro enrojecido de la pelirroja, junto con la queja que emitió al dejar de besarla. ¿Dónde estaba esa Zayyn cuando habían estado saliendo? Ahora era más adorable, más dulce, como si fuera la primera vez que sentía eso, y por tanto todas sus reacciones eran mucho más profundas y sinceras. Cosa que estaba a punto de volver loca a Natasha, si quería a una Zayyn gruñona, ahora que era más cariñosa creía que podría morir de felicidad.
Pero estaba demasiado en silencio, y eso le daba algo de miedo.
- ¿Ocu...
No pudo continuar hablando, los labios de la mayor atraparon los suyos en un beso demandante. El color se subió aún más a sus mejillas, pero eso no evito que rodeara con sus brazos a Zayyn, colocando sus manos en la nuca de la mayor, acariciándola, mientras que la presionaba contra ella para no dejarla escapar.
Cuando se separaron -no tuvo más remedio, se quedaba sin aire- se paso la lengua por los labios de manera inconsciente y sonrió, llevando una de las manos que se encontraba enredada en los cabellos de la mayor a su mejilla, donde la acarició con cariño.
- Sí, con eso estoy más que satisfecha. - sonrió satisfecha.
Le dio un beso en la mejilla, antes de separarse con cuidado, pero volviendo a cogerle la mano a Zayyn para que no se cayera. Tenía que volver a la realidad, donde el tiempo seguía corriendo, aunque le encantaba esa pequeña burbuja del mundo donde estaban ellas dos solas y el tiempo parecía correr más lentamente.
- Y aunque no me importaría que nos diesemos más... Tenemos que aprovechar el tiempo que nos queda, los besos siempre podemos dárnoslos en cualquier lugar, pero nos cuesta dinero estar aquí. ¿Así que, preparada?
Antes de que Z contestara, ya comenzó a deslizarse lentamente sobre el hielo.[/b]
Pero estaba demasiado en silencio, y eso le daba algo de miedo.
- ¿Ocu...
No pudo continuar hablando, los labios de la mayor atraparon los suyos en un beso demandante. El color se subió aún más a sus mejillas, pero eso no evito que rodeara con sus brazos a Zayyn, colocando sus manos en la nuca de la mayor, acariciándola, mientras que la presionaba contra ella para no dejarla escapar.
Cuando se separaron -no tuvo más remedio, se quedaba sin aire- se paso la lengua por los labios de manera inconsciente y sonrió, llevando una de las manos que se encontraba enredada en los cabellos de la mayor a su mejilla, donde la acarició con cariño.
- Sí, con eso estoy más que satisfecha. - sonrió satisfecha.
Le dio un beso en la mejilla, antes de separarse con cuidado, pero volviendo a cogerle la mano a Zayyn para que no se cayera. Tenía que volver a la realidad, donde el tiempo seguía corriendo, aunque le encantaba esa pequeña burbuja del mundo donde estaban ellas dos solas y el tiempo parecía correr más lentamente.
- Y aunque no me importaría que nos diesemos más... Tenemos que aprovechar el tiempo que nos queda, los besos siempre podemos dárnoslos en cualquier lugar, pero nos cuesta dinero estar aquí. ¿Así que, preparada?
Antes de que Z contestara, ya comenzó a deslizarse lentamente sobre el hielo.[/b]
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Sonreí con los ojos entornados, quizá como con cariño, o diversión y me reí cuando me besó en la mejilla. La dejé que se separara de mí, y le apreté la mano con suavidad cuando me la tendió, arrimándome un momento a ella para rozarle la cabeza con la mía propia, como si fuéramos una pareja de felinos u otro animal. Luego, comencé a moverme con más seguridad, imitando los movimientos de Natasha para moverme junto a ella en el hielo.
<< Revenge >>un suave susurro en mi mente rompió mis pensamientos, rompiendo de golpe como un cristal la ilusión en la que yo misma me había introducido. Esa palabra... Era verdad, había jurado vengarme, ¿qué estaba haciendo? ¿Por qué me había dejado llevar por las emociones? Comencé a ponerme nerviosa, y tuve que separarme de Natasha... No, de la rusa.
- Tengo que irme-dije de golpe-no podía ser, no podía ser. ¡¿Cómo diablos había dejado que esto ocurriera?!-Acabo de recordar que dejé a Black sola en el hotel. Ya es tarde y... estará preocupada.
Traté de mirarla lo justo, pero esperaba al menos que creyera que era por la incertidumbre de si mi compañera estaba bien o no, a pesar de que realmente, me importaba más el cuidado de mis dos espadas.
<< Revenge >>un suave susurro en mi mente rompió mis pensamientos, rompiendo de golpe como un cristal la ilusión en la que yo misma me había introducido. Esa palabra... Era verdad, había jurado vengarme, ¿qué estaba haciendo? ¿Por qué me había dejado llevar por las emociones? Comencé a ponerme nerviosa, y tuve que separarme de Natasha... No, de la rusa.
- Tengo que irme-dije de golpe-no podía ser, no podía ser. ¡¿Cómo diablos había dejado que esto ocurriera?!-Acabo de recordar que dejé a Black sola en el hotel. Ya es tarde y... estará preocupada.
Traté de mirarla lo justo, pero esperaba al menos que creyera que era por la incertidumbre de si mi compañera estaba bien o no, a pesar de que realmente, me importaba más el cuidado de mis dos espadas.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Natasha estaba exultante de felicidad, quizás debería dedicarse a eso de dejar a más gente sin recuerdos, porque no sabía que volvían tan alegres y tan cariñosos. Tan sinceros en su sentir que eran como niños que vuelven a descubrir con ilusión las cosas buenas de la vida. Aunque era posible que fuese eso mismo, sentir de nuevo lo que era enamorarse por primera vez, ese amor que te marca por el mero hecho de ser el primero de todos.
Sin embargo, esa felicidad tan brillante y deslumbrante, fue opacada en un instante cuando la pelirroja dijo que debía marcharse. ¿Por qué? ¿Acaso no lo pasaba bien? No pudo ocultar la decepción en el rostro. Aunque una chispa de rabia se colo en sus ojos azules al escuchar el nombre de la gata. ¿Nunca iba a dejar de molestar? No sabía de donde venía el presentimiento de que ella había renunciado a algo que las impedía estar felices por la pelirroja. Pero la gata era un combinado del que nunca podría huir. Y eso la hastiaba bastante.
- Está bien... Imagino que no podrá hacerte cambiar de opinión... - dijo suspirando con algo de pesar.
Con la mano de la mayor entre una de las suyas propias, se acercó a la salida con ella. Ya no necesitaba llevarla como si fuese una niña pequeña, había demostrado aprender rápido y ya podría sostenerse casi ella sola en el hielo. Aunque aún le faltaba la confianza de saber que no se iba a caer.
Se quedó en la pista de patinaje, con la sensación de ser abandonada como un perro al que ya no se quiere. Por ello, antes de que la mayor se alejara más de dos pasos de la salida, extendió el brazo y la agarró de la muñeca, haciendo suficiente fuerza como para retenerla allí un buen rato.
- Por favor... ¡N-no vuelvas a desaparecer y dejarme sola de nuevo! - le pidió con los ojos brillantes, y con el miedo escrito en cada una de las sílabas.
Después, simplemente la dejó marchar, observándola hasta que desapareciera de su vista.
Sin embargo, esa felicidad tan brillante y deslumbrante, fue opacada en un instante cuando la pelirroja dijo que debía marcharse. ¿Por qué? ¿Acaso no lo pasaba bien? No pudo ocultar la decepción en el rostro. Aunque una chispa de rabia se colo en sus ojos azules al escuchar el nombre de la gata. ¿Nunca iba a dejar de molestar? No sabía de donde venía el presentimiento de que ella había renunciado a algo que las impedía estar felices por la pelirroja. Pero la gata era un combinado del que nunca podría huir. Y eso la hastiaba bastante.
- Está bien... Imagino que no podrá hacerte cambiar de opinión... - dijo suspirando con algo de pesar.
Con la mano de la mayor entre una de las suyas propias, se acercó a la salida con ella. Ya no necesitaba llevarla como si fuese una niña pequeña, había demostrado aprender rápido y ya podría sostenerse casi ella sola en el hielo. Aunque aún le faltaba la confianza de saber que no se iba a caer.
Se quedó en la pista de patinaje, con la sensación de ser abandonada como un perro al que ya no se quiere. Por ello, antes de que la mayor se alejara más de dos pasos de la salida, extendió el brazo y la agarró de la muñeca, haciendo suficiente fuerza como para retenerla allí un buen rato.
- Por favor... ¡N-no vuelvas a desaparecer y dejarme sola de nuevo! - le pidió con los ojos brillantes, y con el miedo escrito en cada una de las sílabas.
Después, simplemente la dejó marchar, observándola hasta que desapareciera de su vista.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Me di la vuelta, mientras me deslizaba lentamente hacia la salida, ocultando el gesto de dolor de mi rostro para que ella no pudiera verlo. ¿Por qué? No podía enamorarme de ella, mi misión era precisamente lo contrario: Matarla. Y si me encariñaba de ella, nunca podría hacerlo, siempre trataría de protegerla, de cuidarla, y de verla feliz... No... Los sentimientos eran una debilidad... No debía...
- Bueno...-empecé a decir, cuando fui a poner un pie fuera de la pista de patinaje, pero entonces, la chica me agarró de la muñeca, y con fuerza me hizo volverme. Fue una suerte que mi rostro hubiera cambiado a sorpresa, porque si no, habría visto mi expresión llena de incertidumbres y temores. Pero para mi asombro, el suyo estaba deformado por la angustia y desesperación, con los ojos mucho más brillantes de lo que los había visto ya... Me pidió que regresara, que no volviera a desaparecer sin dejar rastro, que la fuese a buscar-. ...-di un suspiro, y obligándome a olvidar durante unos segundos mi real cometido, me acerqué a ella y la abracé con fuerza, quedándome así como si no la volviese a ver más y esa fuera la última vez que la iba a ver-. Volveré-susurré.
Dicho eso, me separé de ella, y sin mirarla, salí de la pista, quitándome los patines sin esfuerzo y dejándolos a un lado. Haciendo equilibrios me puse las botas y comencé a caminar hacia los árboles desnudos del pequeño bosque que conformaba Central Park, en donde me perdí un par de minutos antes de evolucionar a la Etapa Muerta y desplazarme mediante un portal a la casa de mi supuesta aliada, Kira...
Suspiré al cruzar la apertura dimensional. Mi aliada... Le había prometido algo que en esos momentos me iba a ser muy difícil darle. Sobretodo después de aquella tarde inolvidable y reconfortante...
- Kira-llamé.
- Bueno...-empecé a decir, cuando fui a poner un pie fuera de la pista de patinaje, pero entonces, la chica me agarró de la muñeca, y con fuerza me hizo volverme. Fue una suerte que mi rostro hubiera cambiado a sorpresa, porque si no, habría visto mi expresión llena de incertidumbres y temores. Pero para mi asombro, el suyo estaba deformado por la angustia y desesperación, con los ojos mucho más brillantes de lo que los había visto ya... Me pidió que regresara, que no volviera a desaparecer sin dejar rastro, que la fuese a buscar-. ...-di un suspiro, y obligándome a olvidar durante unos segundos mi real cometido, me acerqué a ella y la abracé con fuerza, quedándome así como si no la volviese a ver más y esa fuera la última vez que la iba a ver-. Volveré-susurré.
Dicho eso, me separé de ella, y sin mirarla, salí de la pista, quitándome los patines sin esfuerzo y dejándolos a un lado. Haciendo equilibrios me puse las botas y comencé a caminar hacia los árboles desnudos del pequeño bosque que conformaba Central Park, en donde me perdí un par de minutos antes de evolucionar a la Etapa Muerta y desplazarme mediante un portal a la casa de mi supuesta aliada, Kira...
Suspiré al cruzar la apertura dimensional. Mi aliada... Le había prometido algo que en esos momentos me iba a ser muy difícil darle. Sobretodo después de aquella tarde inolvidable y reconfortante...
- Kira-llamé.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Off: Sale Naty y entro yo =D (como no somos la misma persona... xD)
On:
Era una tarde aburrida, esas que tienes en el fin de semana en las cuales ya no sabes qué hacer para entretenerte. No tenías trabajo, ni tampoco ninguna investigación que hacer; los juegos te parecen aburridos, tu gato está dormido, y hace un tiempo tan malo que no te apetece ni asomar la cabeza por la ventana... Vamos, lo que es una tarde de domingo cualquiera.
Finalmente decidí ponerme a ver hunterxhunter para entretenerme, habían sacado una versión más moderna, y tenía varios capítulos que me quedaban por ver. Así que, hice palomitas. Y me planté delante de la pantalla de mi ordenador cuando escuché una voz a mi espalda, llamándome. A menos que mi gato pudiera hablar de repente, no había nadie que yo supiera que estaba en la casa.
Así que, me dí la vuelta rápidamente, aprovechando que la silla giraba y lancé lo primero que tenía sobre la mesa, que era un abrecartas. No era muy afilado, pero daño haría... Bueno, eso si hubiera dado, porque salió disparado hacia el fondo de la habitación sin rozar ni tan siquiera a la mi interlocutora.
- ¡Joder! Frozen, llama antes de venir. ¿Cómo narices has entrado en mi casa? ¿Y qué haces vestida con esas pintas?- demandé de mal humor.
On:
Era una tarde aburrida, esas que tienes en el fin de semana en las cuales ya no sabes qué hacer para entretenerte. No tenías trabajo, ni tampoco ninguna investigación que hacer; los juegos te parecen aburridos, tu gato está dormido, y hace un tiempo tan malo que no te apetece ni asomar la cabeza por la ventana... Vamos, lo que es una tarde de domingo cualquiera.
Finalmente decidí ponerme a ver hunterxhunter para entretenerme, habían sacado una versión más moderna, y tenía varios capítulos que me quedaban por ver. Así que, hice palomitas. Y me planté delante de la pantalla de mi ordenador cuando escuché una voz a mi espalda, llamándome. A menos que mi gato pudiera hablar de repente, no había nadie que yo supiera que estaba en la casa.
Así que, me dí la vuelta rápidamente, aprovechando que la silla giraba y lancé lo primero que tenía sobre la mesa, que era un abrecartas. No era muy afilado, pero daño haría... Bueno, eso si hubiera dado, porque salió disparado hacia el fondo de la habitación sin rozar ni tan siquiera a la mi interlocutora.
- ¡Joder! Frozen, llama antes de venir. ¿Cómo narices has entrado en mi casa? ¿Y qué haces vestida con esas pintas?- demandé de mal humor.
Alyria-Kira
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
La chica parecía aburrida, como si no tuviera nada que hacer, aunque podía dedicarse un día a ordenar su puñetero salón lleno de papeles. Esperé a que se girara para mirarme a la cara cuando fuera a contarle las nuevas noticias... que podían ser muy buenas para ella... pero que no sabía si también lo serían para mí. Ella, al escuchar su nombre, se dio la vuelta y me lanzó algo afilado, supongo que porque la había sobresaltado con eso de aparecer de repente en su casa sin avisar. Ni siquiera tuve que moverme para evitar el cuchillo, lo que indicaba que, o había fallado aposta, o tenía la puntería en el culo.
- Pf, a dónde apuntas...-murmuré, aburrida, antes de envolverme en sombras y regresar a mi etapa humana de nuevo.
Entré en el salón, sorteando los pilares de papeles que no parecían haber cambiado en el tiempo que no me había pasado por allí, y me acerqué a ella.
- Prefiero Scarlet a esa basura de apellido de mi padre-comenté, sin demostrar emoción alguna en mi rostro, ni siquiera en mis ojos. No me interesaba que Kira supiera de lo que había comenzado a sentir esa tarde. Sin decir nada más por el momento, me tumbé en el sofá, de manera despreocupada, y me crucé de brazos-. He encontrado a la rusa y al humano-anuncié.
Me miré las uñas un momento, sin darle demasiada importancia que los hubiera localizado tan rápido. A fin de cuentas, estabamos hablando de mí, ¿no?
- Ella estudia dramatización en Nueva York. Él vive en Miranda, Venezuela.
- Pf, a dónde apuntas...-murmuré, aburrida, antes de envolverme en sombras y regresar a mi etapa humana de nuevo.
Entré en el salón, sorteando los pilares de papeles que no parecían haber cambiado en el tiempo que no me había pasado por allí, y me acerqué a ella.
- Prefiero Scarlet a esa basura de apellido de mi padre-comenté, sin demostrar emoción alguna en mi rostro, ni siquiera en mis ojos. No me interesaba que Kira supiera de lo que había comenzado a sentir esa tarde. Sin decir nada más por el momento, me tumbé en el sofá, de manera despreocupada, y me crucé de brazos-. He encontrado a la rusa y al humano-anuncié.
Me miré las uñas un momento, sin darle demasiada importancia que los hubiera localizado tan rápido. A fin de cuentas, estabamos hablando de mí, ¿no?
- Ella estudia dramatización en Nueva York. Él vive en Miranda, Venezuela.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Bufé bastante molesta por el "susto", por no decir que me incordiaba que apareciera de la nada. Pero imagino que tendría alguna capacidad de crear portales o teletransportarse. No tenía mucha idea de esas cosas, pero no lo veía tan descabellado. Pero sin duda lo que también me molestó fue lo de la puntería. Vale que la tuviera mala, pero tampoco era para recriminármelo, sobre todo, si ni tan siquiera hubiese mencionado que tenía una puntería magnífica.
Aunque claro, no iba a mostrar más que el ceño fruncido, expresión que tenía desde que había entrado a la casa.
- Como se ve, no tengo buena puntería. ¿Pero para qué tener buena puntería cuando se tienen buenas dotes culinarias?- oh, sí. Una pequeña insinuación de que podría envenenarla en cualquier momento que probase mi comida. Pero tenía que ser capaz de verlo.
Ignoré su comentario sobre el apellido, la llamaría como yo quisiera, que para algo estaba en MI casa. Y además, nunca he sido muy de escuchar lo que decían los demás sobre los nombres, sobre todo con mis otros nombres... Maldita compañía de videojuegos... En fin, ya era complicado hacer otra cosa que no fuese apechugar con el nombre. Y eso que conste, que era mi preferido de los tres. Solo que a veces era problemático.
La observé sentarse en MI sofá de manera despreocupada como si esa fuera su casa. Lo cual me hizo fruncir más el ceño dos segundos, porque después sonreí con mucha calma y algo así como bondad.
- ¿Te importaría levantarte de mi sofá?- pregunté con voz muy suave.- Ya sé que en tu estado de perder la memoria, además de por haber sido una vagabunda, no tienes educación alguna. Pero estás en mi casa, y si no te es mucha "molestia" pregunta antes de hacer lo que te salga de los ovarios. "Gracias".
Sarcasmo, sarcasmo a patadas. Tanto sarcasmo junto que si me pagaran un céntimo por cada pequeña chispa sarcástica que salía de mis labios, ya sería la persona más rica del planeta. Pero una lástima que por eso no te paguen, la verdad, trabajaría divinamente en eso.
Pero al escuchar sus siguientes palabras comencé a reírme sin poder parar. ¿Hola? ¿Que había localizado a ambos? El chico sí, obvio. Pero yo le había dicho que maldita ciudad del mundo podría encontrar a la rusa esa.
- ¿De verdad? ¿A ambos? Que bien trabajas, sobre todo si te dicen por donde puedes encontrar a uno, ¿eh?- solté para que pensara si el logro era suyo.- ¿Y bien? ¿Dónde está? Pensé que ya la habrías secuestrado, puesto que solo tenías que dar con su localización exacta y llevártela para torturarla lo que fuera antes de traermela. Pero sin duda, vienes algo desanimada.
Podría no conocer a la gente, pero si tu venganza ya esta viento en popa, no vas a tirarte a un sofá. Sino que estarías andando de un lado a otro exultante de energía. Lo que me provocaría un mareo, pero al menos sería una reacción más normal. No esa tan... ¿Vacía? Llamémoslo así. Así que, tenía curiosidad. ¿Habría algo oculto en su reacción? ¿O es que la chica se habría escapado sin problemas?
Off:
Aunque claro, no iba a mostrar más que el ceño fruncido, expresión que tenía desde que había entrado a la casa.
- Como se ve, no tengo buena puntería. ¿Pero para qué tener buena puntería cuando se tienen buenas dotes culinarias?- oh, sí. Una pequeña insinuación de que podría envenenarla en cualquier momento que probase mi comida. Pero tenía que ser capaz de verlo.
Ignoré su comentario sobre el apellido, la llamaría como yo quisiera, que para algo estaba en MI casa. Y además, nunca he sido muy de escuchar lo que decían los demás sobre los nombres, sobre todo con mis otros nombres... Maldita compañía de videojuegos... En fin, ya era complicado hacer otra cosa que no fuese apechugar con el nombre. Y eso que conste, que era mi preferido de los tres. Solo que a veces era problemático.
La observé sentarse en MI sofá de manera despreocupada como si esa fuera su casa. Lo cual me hizo fruncir más el ceño dos segundos, porque después sonreí con mucha calma y algo así como bondad.
- ¿Te importaría levantarte de mi sofá?- pregunté con voz muy suave.- Ya sé que en tu estado de perder la memoria, además de por haber sido una vagabunda, no tienes educación alguna. Pero estás en mi casa, y si no te es mucha "molestia" pregunta antes de hacer lo que te salga de los ovarios. "Gracias".
Sarcasmo, sarcasmo a patadas. Tanto sarcasmo junto que si me pagaran un céntimo por cada pequeña chispa sarcástica que salía de mis labios, ya sería la persona más rica del planeta. Pero una lástima que por eso no te paguen, la verdad, trabajaría divinamente en eso.
Pero al escuchar sus siguientes palabras comencé a reírme sin poder parar. ¿Hola? ¿Que había localizado a ambos? El chico sí, obvio. Pero yo le había dicho que maldita ciudad del mundo podría encontrar a la rusa esa.
- ¿De verdad? ¿A ambos? Que bien trabajas, sobre todo si te dicen por donde puedes encontrar a uno, ¿eh?- solté para que pensara si el logro era suyo.- ¿Y bien? ¿Dónde está? Pensé que ya la habrías secuestrado, puesto que solo tenías que dar con su localización exacta y llevártela para torturarla lo que fuera antes de traermela. Pero sin duda, vienes algo desanimada.
Podría no conocer a la gente, pero si tu venganza ya esta viento en popa, no vas a tirarte a un sofá. Sino que estarías andando de un lado a otro exultante de energía. Lo que me provocaría un mareo, pero al menos sería una reacción más normal. No esa tan... ¿Vacía? Llamémoslo así. Así que, tenía curiosidad. ¿Habría algo oculto en su reacción? ¿O es que la chica se habría escapado sin problemas?
Off:
- constatación de que Kira la encontró:
- Zayyn escribió:Nueva York. Bonita ciudad para perderse. Pero no habíamos ido allí de vacaciones ni por negocios. Solo por venganza. Kira me había llamado, me había dicho que por fin la había encontrado. Estupendo, al fin mis esperas daban frutos. Dentro de poco podría vengarme de ella.
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Off: Cuando dije lo de que la había encontrado yo sola, me refería a dentro de Nueva York, que no es precisamente una ciudad pequeña.
On:
Giré los ojos en sus órbitas. Parecía molesta por mi comportamiento, pero que fuesemos aliadas, no significaba que me fuera a portar como a ella le diera la gana. Solté una suave risa, divertida, al oirla mencionar sus "dotes culinarios". Sin duda ya en parte los había probado.
- Oh, no me cabe ninguna duda de ello-repliqué, respondiendo a la sutileza con la que me había hablado.
Se acercó después a mí, con una mirada y una sonrisa que para nada me pareció de buena persona. Podía fingir serlo, pero no conseguiría engañarme a mí. Sobretodo, después de restregarme por la cara mi pérdida de memoria y que no tuviera casa ni educación. Pero no me enfadé, sino que sonreí más ampliamente. ¿A santo de qué venía ella reprochándome nada? ¿Educación? ¡Ja! Le dijo la sartén al cazo.
- Tranquilízate un poco, Kirita. ¿No íbamos a ser aliadas? ¿Dónde está la confianza?-repuse, levantándome-. Puede que no recuerde nada y que no tenga una casa estable, pero... ¿Educación? Ambas sabemos que no deberíamos tirar por ese tema... No tenía ni idea, de verdad, de que meter los dedos en vaso ajeno y hurtar las pertenencias de otra persona fuera síntoma de buena educación, fíjate. Por no hablar de la sangre y los restos de piel.
Esbocé una sonrisa como la suya. A fin de cuentas, después de de una tarde de melosidad y arcoiris, no me sería demasiado dificil. Me di la vuelta, y dejé sobre el sofá la mochila, de la cual después saqué una bolsa del tamaño de una cabeza, llena de dinero. Billetes, billetes de alto valor everywhere.
- No me des las gracias, a fin de cuentas era mi obligación-le tendí la bolsa, sonriendo, y después me volví a colgar la mochila al hombro-. Ah, y no he perdido a nuestra rusa, si es lo que estabas pensando. Solo estoy cansada por hoy de fingir ser buena persona-inspiré hondo y suspiré-. Ella confía en mí y me adora. Y antes de entregártela, quiero jugar con ella... Pronto la tendrás, mañana recibirás noticias mías.
On:
Giré los ojos en sus órbitas. Parecía molesta por mi comportamiento, pero que fuesemos aliadas, no significaba que me fuera a portar como a ella le diera la gana. Solté una suave risa, divertida, al oirla mencionar sus "dotes culinarios". Sin duda ya en parte los había probado.
- Oh, no me cabe ninguna duda de ello-repliqué, respondiendo a la sutileza con la que me había hablado.
Se acercó después a mí, con una mirada y una sonrisa que para nada me pareció de buena persona. Podía fingir serlo, pero no conseguiría engañarme a mí. Sobretodo, después de restregarme por la cara mi pérdida de memoria y que no tuviera casa ni educación. Pero no me enfadé, sino que sonreí más ampliamente. ¿A santo de qué venía ella reprochándome nada? ¿Educación? ¡Ja! Le dijo la sartén al cazo.
- Tranquilízate un poco, Kirita. ¿No íbamos a ser aliadas? ¿Dónde está la confianza?-repuse, levantándome-. Puede que no recuerde nada y que no tenga una casa estable, pero... ¿Educación? Ambas sabemos que no deberíamos tirar por ese tema... No tenía ni idea, de verdad, de que meter los dedos en vaso ajeno y hurtar las pertenencias de otra persona fuera síntoma de buena educación, fíjate. Por no hablar de la sangre y los restos de piel.
Esbocé una sonrisa como la suya. A fin de cuentas, después de de una tarde de melosidad y arcoiris, no me sería demasiado dificil. Me di la vuelta, y dejé sobre el sofá la mochila, de la cual después saqué una bolsa del tamaño de una cabeza, llena de dinero. Billetes, billetes de alto valor everywhere.
- No me des las gracias, a fin de cuentas era mi obligación-le tendí la bolsa, sonriendo, y después me volví a colgar la mochila al hombro-. Ah, y no he perdido a nuestra rusa, si es lo que estabas pensando. Solo estoy cansada por hoy de fingir ser buena persona-inspiré hondo y suspiré-. Ella confía en mí y me adora. Y antes de entregártela, quiero jugar con ella... Pronto la tendrás, mañana recibirás noticias mías.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Off: Pues anda que el mundo entero... xD
On: Seguía en mi sillita, esperando a que se levantara de mi precioso sofá. Pero entonces tuvo que abrir su bocaza y decir puras gilipolleces. ¿Hola? ¿Quieres que te joda los argumentos en dos segundos? Al parecer es lo que deseaba, así que, no iba a decepcionarla. Con una suave risotada, la miré fijamente.
- A veces vale más tener la boca cerrada, al menos no pareces idiota. Es un consejo. Así que, voy a empezar a enumerarte tus errores, para que la próxima vez, pienses antes de abrir tu estúpida boca. - comencé a enumerar tanto en palabra, como con los dedos, para ponerselo más fácil de entender todo. - Número uno, no me gustan las intromisiones en mi casa y menos sin avisar, ya podrías llamar al menos... Lo cuál también es una falta de educación, por cierto. Número dos, aunque seamos aliadas no me has dados más motivos para confiar en ti que para desconfiar. A fin de cuentas, la única que tiene información sobre dónde están sus víctimas eres tú. Tercero, no te conocía y no me importa una mierda lo que piensen los desconocidos. Cuarto, eres una rata de laboratorio, dudo que nadie se dedique a preguntarle a sus objetos de estudio si les gustan las pruebas que les hacen o no. Quinto, eres un experimento erróneo, no eres mejor que un desecho, así que, no te inventes una dignidad que no tienes, por favor. Además, dudo que a estas alturas de tu vida consigas que la gente intente comportarse mejor contigo si tú no haces más que molestarles.
Desde luego, vivía sin una pizca de estrés gracias a estas cosas. No hay nada mejor que la sinceridad descarnada. Pero antes de que me contestara, cogí la bolsa con el dinero con una de esos palos que tienen una tenaza en la parte superior y sirven para coger cosas alejadas. La verdad, era una cosa muy útil sobre todo, si no querías tener que levantarte de la silla para coger algo que estuviera muy alto o lejos. Sí, dentro de mi casa soy hiper-vaga. Pero en esta ocasión no lo utilizaba para eso, sino para evitar entrar en contacto con ella por accidente. Brrrrr... que maldita sensación más horrible, solo pensar en rozar a alguien me daba algo.
- No te lo iba a agradecer, era tu obligación como bien has dicho. Pero no hacía falta que me lo recordaras.
En cuanto tuve la bolsa en mi poder me levanté y recogía a Chess de su cojín donde estaba sobando. Me dirigí a mi habitación para poder contar el dinero en paz, y de paso ignorarla un rato. Que me saturaba tener a alguien en mi tiempo de relax. Por eso no querría un compañero de piso en mi vida.
- Me voy a dormir ya, haz lo que quieras.- tecleé un código en un pequeño teclado al lado de la puerta que daba a mi habitación. Medidas de seguridad para cuando tuviera invitados estos no entraran a mi habitación. La puerta a pesar de parecer finita, estaba blindada y el cierre era hermético. Aunque dentro de la propia habitación tenía una buena ventilación. Tampoco era plan de que me ahogara solo por tener intimidad.
En cuanto se cerró la puerta a mis espaldas, me dirigí a la cama. Sin haber pensado que mis últimas palabras podrían malinterpretarse con facilidad. Yo le decía que hiciera lo que quisiera con la rusa esa, pero quizás lo entendía como que podía quedarse en mi casa y hacer lo que la diese la gana... Fallos por querer contar la cantidad de dinero que tenía... A veces me puede el ansia...
On: Seguía en mi sillita, esperando a que se levantara de mi precioso sofá. Pero entonces tuvo que abrir su bocaza y decir puras gilipolleces. ¿Hola? ¿Quieres que te joda los argumentos en dos segundos? Al parecer es lo que deseaba, así que, no iba a decepcionarla. Con una suave risotada, la miré fijamente.
- A veces vale más tener la boca cerrada, al menos no pareces idiota. Es un consejo. Así que, voy a empezar a enumerarte tus errores, para que la próxima vez, pienses antes de abrir tu estúpida boca. - comencé a enumerar tanto en palabra, como con los dedos, para ponerselo más fácil de entender todo. - Número uno, no me gustan las intromisiones en mi casa y menos sin avisar, ya podrías llamar al menos... Lo cuál también es una falta de educación, por cierto. Número dos, aunque seamos aliadas no me has dados más motivos para confiar en ti que para desconfiar. A fin de cuentas, la única que tiene información sobre dónde están sus víctimas eres tú. Tercero, no te conocía y no me importa una mierda lo que piensen los desconocidos. Cuarto, eres una rata de laboratorio, dudo que nadie se dedique a preguntarle a sus objetos de estudio si les gustan las pruebas que les hacen o no. Quinto, eres un experimento erróneo, no eres mejor que un desecho, así que, no te inventes una dignidad que no tienes, por favor. Además, dudo que a estas alturas de tu vida consigas que la gente intente comportarse mejor contigo si tú no haces más que molestarles.
Desde luego, vivía sin una pizca de estrés gracias a estas cosas. No hay nada mejor que la sinceridad descarnada. Pero antes de que me contestara, cogí la bolsa con el dinero con una de esos palos que tienen una tenaza en la parte superior y sirven para coger cosas alejadas. La verdad, era una cosa muy útil sobre todo, si no querías tener que levantarte de la silla para coger algo que estuviera muy alto o lejos. Sí, dentro de mi casa soy hiper-vaga. Pero en esta ocasión no lo utilizaba para eso, sino para evitar entrar en contacto con ella por accidente. Brrrrr... que maldita sensación más horrible, solo pensar en rozar a alguien me daba algo.
- No te lo iba a agradecer, era tu obligación como bien has dicho. Pero no hacía falta que me lo recordaras.
En cuanto tuve la bolsa en mi poder me levanté y recogía a Chess de su cojín donde estaba sobando. Me dirigí a mi habitación para poder contar el dinero en paz, y de paso ignorarla un rato. Que me saturaba tener a alguien en mi tiempo de relax. Por eso no querría un compañero de piso en mi vida.
- Me voy a dormir ya, haz lo que quieras.- tecleé un código en un pequeño teclado al lado de la puerta que daba a mi habitación. Medidas de seguridad para cuando tuviera invitados estos no entraran a mi habitación. La puerta a pesar de parecer finita, estaba blindada y el cierre era hermético. Aunque dentro de la propia habitación tenía una buena ventilación. Tampoco era plan de que me ahogara solo por tener intimidad.
En cuanto se cerró la puerta a mis espaldas, me dirigí a la cama. Sin haber pensado que mis últimas palabras podrían malinterpretarse con facilidad. Yo le decía que hiciera lo que quisiera con la rusa esa, pero quizás lo entendía como que podía quedarse en mi casa y hacer lo que la diese la gana... Fallos por querer contar la cantidad de dinero que tenía... A veces me puede el ansia...
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Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Aguanté sin mirarla demasiado el sermón que había decidido darme, como si fuese mi madre o algo parecido, lo cual indicaba que me aburría de sobremanera con palabras que no me interesaban. Sí, había entrado en su casa sin avisar, ¿y? Ella había empezado cuando sin venir a cuento había decidido paralizarme y robarme, lo que sin duda hubiera provocado su muerte de no ser porque por ahora me interesaba tenerla de aliada. Y no pude evitar reírme cuando me llamó rata de laboratorio y deshecho erróneo. ¿Perdona? ¿Con qué derecho ella, una humana corriente y moliente, que con una sola brisa de aire ya estaba muerta, venía a mí a decirme lo que yo era?
Cuando cerró por fin su pico y se fue a dormir, ni siquiera me dijo que me fuera, así que no lo hice. Suficientemente cansada estaba yo como para irme a otro lugar a dormir. Así que me volví a tirar sobre el sofá, me quité las botas y me tumbé.
- Estúpida humana-mascullé mientras Black salía del digivice y se hacía una rosca encima de mí-. Tiene suerte de que me sea útil por ahora.
- Nya~-BlackGatomon me miró con sus ojillos dorados-. Deberías decirle que no le vas a entregar a Natasha.
Parpadeé varias veces, sorprendida por la osadía de la gata. ¿Cómo había dicho?
- ¿Qué dices, idiota?-espeté, frunciendo el ceño-. Por supuesto que se la voy a entregar.
- Uhm... Pues después de veros intercambiar saliva durante toda una tarde, diría que comienzas a sentir algo.
La miré fijamente, con un brillo peligroso en los ojos, y me incorporé un poco, quedando sentada en el cojín del sofá. Ella debió de notar el aura asesina que había comenzado a desprender, porque retrocedió un poco y me miró temerosa... Chica lista. Sin avisarla, la agarré del cuello, sin remordimientos, y la empujé contra el sofá, sin la menor expresión en mi rostro que denotara que estaba enfadada.
- Voy a explicarte como son las cosas, felpudo con patas. Sin mí, no puedes evolucionar, por lo que si me tocas mucho los ovarios, te abandonaré a la primera de cambio-La gata boqueó, molesta, pero no intentó clavarme las uñas. Tan solo me miró con necesidad y desesperación-. Cualquier comentario hiriente te lo puedes guardar para ti. De echo, por mí ni hablarías en ningún momento, pero imagino que para tu corta inteligencia, eso es pedir mucho...-entorné los ojos-. Estoy de mal humor, así que te aconsejo que te calles. ¿Me has oído?
Todo eso, dicho en susurros. Cuando estas cabreado y quieres intimidar a otra persona, en susurros el resultado era aún mejor que si lo hacías gritando. Acojonaba el doble, podría decirse. Tras verla manotear unos segundos más, la solté, y volví a tumbarme. Sentí como ella, algo molesta conmigo por eso, decidió bajarse del sofá y dormir en el suelo. Una buena elección, sin duda, no tenía ganas de tenerla encima, y menos ese día.
Al cabo de unos minutos, terminé por dormirme.
Cuando cerró por fin su pico y se fue a dormir, ni siquiera me dijo que me fuera, así que no lo hice. Suficientemente cansada estaba yo como para irme a otro lugar a dormir. Así que me volví a tirar sobre el sofá, me quité las botas y me tumbé.
- Estúpida humana-mascullé mientras Black salía del digivice y se hacía una rosca encima de mí-. Tiene suerte de que me sea útil por ahora.
- Nya~-BlackGatomon me miró con sus ojillos dorados-. Deberías decirle que no le vas a entregar a Natasha.
Parpadeé varias veces, sorprendida por la osadía de la gata. ¿Cómo había dicho?
- ¿Qué dices, idiota?-espeté, frunciendo el ceño-. Por supuesto que se la voy a entregar.
- Uhm... Pues después de veros intercambiar saliva durante toda una tarde, diría que comienzas a sentir algo.
La miré fijamente, con un brillo peligroso en los ojos, y me incorporé un poco, quedando sentada en el cojín del sofá. Ella debió de notar el aura asesina que había comenzado a desprender, porque retrocedió un poco y me miró temerosa... Chica lista. Sin avisarla, la agarré del cuello, sin remordimientos, y la empujé contra el sofá, sin la menor expresión en mi rostro que denotara que estaba enfadada.
- Voy a explicarte como son las cosas, felpudo con patas. Sin mí, no puedes evolucionar, por lo que si me tocas mucho los ovarios, te abandonaré a la primera de cambio-La gata boqueó, molesta, pero no intentó clavarme las uñas. Tan solo me miró con necesidad y desesperación-. Cualquier comentario hiriente te lo puedes guardar para ti. De echo, por mí ni hablarías en ningún momento, pero imagino que para tu corta inteligencia, eso es pedir mucho...-entorné los ojos-. Estoy de mal humor, así que te aconsejo que te calles. ¿Me has oído?
Todo eso, dicho en susurros. Cuando estas cabreado y quieres intimidar a otra persona, en susurros el resultado era aún mejor que si lo hacías gritando. Acojonaba el doble, podría decirse. Tras verla manotear unos segundos más, la solté, y volví a tumbarme. Sentí como ella, algo molesta conmigo por eso, decidió bajarse del sofá y dormir en el suelo. Una buena elección, sin duda, no tenía ganas de tenerla encima, y menos ese día.
Al cabo de unos minutos, terminé por dormirme.
Re: [Nueva York] Reencuentro con... ¿un fantasma?
Me desperté tras mis ocho horas de sueño, el dinero era más que suficiente, ahora sólo tenía que conseguir pasar parte a mi cuenta como un ingreso de otra persona. Aunque eso no quitaba que era demasiado, pero bueno, no era demasiado problemático. Había gente a la que no le importaba recibir el dinero en mano para contarlo, olerlo y lo que quisieran hacer con eso.
Salí de mi cuarto, seguida por cierto gatito negro de ojos azules, cuando me topé con una escena que creí que no iba a ver. Bufé al observar a la pelirroja dormida -en una curiosa pose, por cierto- en mi sofa. Y en el suelo una gata negra. Me entraron ganas de sacarla de los pelos de la casa, pero al final me relajé, eran las cinco de la mañana. Era demasiado pronto como para ponerme a dar gritos sin ton ni son. Así que, simplemente me encogí de hombros y la dejé estar.
Horneé galletas -me gusta desayunar cosas hechas por mi- y mientras que estaban en el horno, me fui a duchar. Al regresar las dejé enfriar y coloqué bien mi habitación, aparte de vestirme. Después desayune y me fui por la puerta a las siete en punto.
Dejé un plato de galletas para la pelirroja, para que luego se queje de mí, eso sí escondido de Cheshire... Ese gato tiene una malsana adicción por los dulces. Y le puse una nota pegada en la frente, cosa que había hecho con muchísimo cuidado para que no se despertara. Pero era la mejor forma de asegurarme que la leía.
En cuanto la humana dejó la casa, el gato negro se dedico a observar a la pelirroja, sentado sobre su estómago. Sin moverse casi como si fuese una estatua, pero se aburría de que no la hiciera caso, así que, con un delicado salto, que apenas provocó alguna anomalía en la presión que sintiera la pelirroja, se acercó a la gata dormir. Antes de saltarla y morderla las orejas con saña... Lo cual posiblemente, despertara a las dos, una por el dolor y a la otra por el grito que daría la gata.
Salí de mi cuarto, seguida por cierto gatito negro de ojos azules, cuando me topé con una escena que creí que no iba a ver. Bufé al observar a la pelirroja dormida -en una curiosa pose, por cierto- en mi sofa. Y en el suelo una gata negra. Me entraron ganas de sacarla de los pelos de la casa, pero al final me relajé, eran las cinco de la mañana. Era demasiado pronto como para ponerme a dar gritos sin ton ni son. Así que, simplemente me encogí de hombros y la dejé estar.
Horneé galletas -me gusta desayunar cosas hechas por mi- y mientras que estaban en el horno, me fui a duchar. Al regresar las dejé enfriar y coloqué bien mi habitación, aparte de vestirme. Después desayune y me fui por la puerta a las siete en punto.
Dejé un plato de galletas para la pelirroja, para que luego se queje de mí, eso sí escondido de Cheshire... Ese gato tiene una malsana adicción por los dulces. Y le puse una nota pegada en la frente, cosa que había hecho con muchísimo cuidado para que no se despertara. Pero era la mejor forma de asegurarme que la leía.
Te dejo unas galletas...
Por favor, no dejes que el gato se coma ninguna.
Date prisa en largarte de mi casa, y en ir a por la rusa esa.
Ya sabes que a mi me da igual, no quiero vengarme de ella.
Aunque tener un sujeto de experimentación me viene muy bien.
Kira.
______________________________
Por favor, no dejes que el gato se coma ninguna.
Date prisa en largarte de mi casa, y en ir a por la rusa esa.
Ya sabes que a mi me da igual, no quiero vengarme de ella.
Aunque tener un sujeto de experimentación me viene muy bien.
Kira.
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En cuanto la humana dejó la casa, el gato negro se dedico a observar a la pelirroja, sentado sobre su estómago. Sin moverse casi como si fuese una estatua, pero se aburría de que no la hiciera caso, así que, con un delicado salto, que apenas provocó alguna anomalía en la presión que sintiera la pelirroja, se acercó a la gata dormir. Antes de saltarla y morderla las orejas con saña... Lo cual posiblemente, despertara a las dos, una por el dolor y a la otra por el grito que daría la gata.
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