Creación de un nuevo híbrido

Me retiré a un lado para dejarle salir finalmente, y así poder anotar los datos en un cuaderno. Tenía buena memoria, pero había cosas que era mejor tener apuntadas. Sobre todo, porque número arriba o número abajo y puedes hacer un buen lío con los datos. Así que, algo que te enseñan desde que empiezas la carrera es a apuntar bien los datos para tener acceso a ellos en cualquier momento.

Bufé cuando contestó Samuel que esas no eran sus preguntas. ¿En serio? ¿No me digas? ¡Que sorpresón! El día que entiendan que son datos informativos generales por lo que habían dicho con anterioridad, se acabaría el mundo.

- Ya sé que no son tus preguntas. Aún no las habías realizado, y aunque tenga datos cerebrales tuyos, no me permiten leerte la mente. Así que, era obvio que no lo iba a responderlas antes de que las formulases.- miré a Zayyn cuando se acercó con algo que me parecía un comportamiento infantil, sospechoso.- ¿Y para qué quieres acercarte?

Si la respuesta no me convencía, golpe de maniquí. Simple, sencillo y eficaz. Me tocaba hacer de cuidadora de dos niños que eran más fuertes que yo, pero a mala leche y sobre todo, a mente retorcida, nadie de la sala me ganaba. Así que, más les valía comportarse bien... Creo que empezaré a hacer juegos con ellos, para que al menos no se alíen contra mí, sino que empiecen a golpearse entre ellos.

- ¿Eh? ¿Y qué más te da saber de qué digimon ha salido tu ADN? Lo único que te puedo decir, es que no es ninguno que hayas visto... O bueno, todo junto al menos.

Quería comprobar hasta que punto podía molestar a Samuel, y para ello, le negaba la información sobre lo que quería saber. Pero además, le incitaba a que había una respuesta algo "inesperada" al final del todo. Porque lo de que no era un digimon que hubiera visto, no era algo que se me hubiese escapado accidentalmente.

Vaya, vaya, no me esperaba su reacción después de mi pequeña aclaración a sus respuestas sin valor, a menos para mí, así que solo me mantuve con mis brazos cruzados ignorando a Zayyn totalmente. Ya estas alturas no encuentro ningún objetivo relacionado con Zayyn así que ¿Para qué seguir prestándola atención? Pude notar que su comportamiento era algo infantil y un tanto hiperactiva ¿Habrá tomado un pasatiempo durante mi proceso de transformación?

-Como digas…-Fue lo único sacado de mi boca sin mucho interés tras sus quejas. Solo quiero mis respuestas escuchadas, no otras aclaraciones sin ningún valor. Sin embargo la mujer no quiso colaborar conmigo; fruncí el ceño comprendiendo rápidamente sus intenciones de ver mis alteraciones o el límite de mi paciencia en agotarse liberando mi enojo…

< ¿Lo ves? Nadie te quiere ayudar, incluso Kira, la única mujer que trato de ‘‘ayudarte’’ En la celda te rechaza completamente ¿Quieres seguir siendo usado? ¿Eh? ¡EH! ¡Acabala con ella, ahora! >

En algo tiene razón en esta voz que no se, en donde provenía; solo quieren usarme y luego deshacerme de mi… Me mordí los dientes y me acerque lentamente a Kira viéndola con mi ojo izquierdo brillando intensamente de rojo.- Jejejee… ¿Quieres jugar con un biohibrido? ¡Está bien, tranquila! ¡No tengo problemas, porque mis instintos tienen hambre de pelea! ¡Ya me he dejado utilizarme muchas veces, como para volver ser utilizado por una humana como tu!-Estuve a punto de balancearme sobre Kira con una expresión de psicópata.- ¡MORIRAS POR SER IGUAL A TODOS!-No se que me pasaba, estaba invadido por pura ira, odio, quería descargarlo, como si toda esta ira me controlara totalmente por algo... Y lo soltaría contra Kira.

Me detuve un momento con la silla para mirarles y escuchar la respuesta de Kira. Estaba hiperactiva, y eso hacía que me aburriese más, porque no tenía nada que hacer, y compensaba eso con moverme mucho. Tenía ganas de acción, de usar mis poderes para algo, no para quedarme en un laboratorio muerta de risa. Yo soy una persona activa, siempre me estoy moviendo, y pocas veces me entra vaguería, porque pienso que es una pérdida de tiempo el no hacer nada.

- Dios, me aburro como una ostra... Llevo un mes sin hacer nada...-respondí, molesta, recostándome de nuevo en el respaldo de la silla.

Suspiré, y les observé de lejos hablar, con expresión de aburrimiento. Todo parecía normal y tranquilo, hasta que de repente, sin venir a cuento, sentí como Samuel despedía un aura asesina, no el digisoul, sino una necesidad brutal por destrozar... Algo que yo había sentido ya muchas veces... Por lo tanto, ya sabía qué iba a pasar.

Con una amplia sonrisa, apoyé los pies en el asiento de la silla, dando un leve salto, y seguidamente empujé con todas mis fuerzas para que, con un poderoso impulso, me abalanzara hacia ellos para entrar en escena, desenvainando una de las espadas en el aire. Tras apenas unos segundos, aterricé a la izquierda de Samuel, acuclillada a su lado y sujetándole con mi mano de ese lado uno de sus brazos, mientras que con la derecha le amenazaba el cuello con la espada. Tenía los brazos como en una especie de cruz, pero el arma era suficientemente larga para llegar hasta su cuello... sin dañarlo.

-Uhmph... Estúpido...-resoplé, con superioridad.

Postura:

Puse cara de molestia cuando dijo que como quisiese. Eso no era divertido, pero bueno,  eso demostraba que era un hibrido responsable y útil. Posiblemente capaz de cumplir cualquier orden sin rechistar, lo cual me venía bien. Yo no los tenía esclavizados a tiempo completo, pero sí que les necesitaba para hacer cosas que yo, como humana no podía hacer.

Le dí la espalda dispuesta a largarme, pero entonces siguió hablando, y sí. Era tan insoportablemente inestable mental y emocionalmente como cualquier otro híbrido. Aunque bueno, no había hecho este experimento para demostrar que se podrían hacer híbridos perfectamente tranquilos y obedientes, sino porque tenía ADN y un cuerpo humano con el que poder jugar.

- ¿Jugar? La vida es un juego continuo, lo único, d¿e verdad quieres arriesgarte a echar una mano contra mí?- volteé ligeramente mi cara, dejando a la vista mis ojos con una expresión de una malsana diversión y además unido a la superioridad. No por nada, yo era la que tenía los ases bajo la manga, mientras que sabía todo sobre su cuerpo, quizás su mente y su alma fuesen un misterio, pero con dominar lo otro, ya estaba ganada la partida. - Y no tengo nada de usual, pequeño, recuérdalo bien.

Esas últimas palabras no las había pronunciado yo... O al menos no las había pensado. Habían salido solas. Pero eso no era lo único sobre lo que yo no tenía control, puesto que mis ojos durante una fracción de segundo se volvieron plateados como la luna llena en las noches. Y para cualquier criatura muy sensible a la energía o con un fuerte sexto sentido habría notado un incremento de mi aura.
Pero como digo, eso fue solo un par de segundos, nada serio ni de lo que preocuparse. Aunque había sido extraño... Quizás algún efecto secundario de haber dormido poco durante las últimas semanas.

Me encaré completamente cuando vi a Zayyn detenerle. Sin embargo, no necesitaba ese tipo de ayuda. Me crucé de brazos y hablé de nuevo con mi voz.

- Me alaga ver que me proteges Zayyn, pero no es necesario. Déjale hacer lo que quiera... O bueno, eso es, si le sirve de algo.- sonreí mostrando los dientes, que parecían algo más apuntados de lo normal por culpa de las luces y las sombras que había. Lo que hacía parecer que mi sonrisa era más parecida a la de un tiburón que a la de un humano.

A punto de rasgarle su rostro fui rodeado por una espada alrededor de mi cuello en estos instantes supe que la maldita de Zayyn se atrevió a detenerme de mi pequeño juego contra la humana, agarrándome de mi brazo izquierdo que me impedía seguir extendiéndolo para proporcionarle un golpetazo a la mujer. Gruñí enfureciéndome cada vez más, sin poder controlarme emocionalmente solo pude ver los ojos de Kira que curiosamente se tiñeron de color plateado… Quien me recordaba a una mujer, quien tenía esos mismos ojos… Y su último comentario me dejo atónito.

-¿Selenemon…?-Pronuncie en voz baja, en terminar de recordar que unos tiempos antes que Natasha se transformara en Biohibrido, tenía unos Digispirts una llamada Selenemon y otra Heliamon a partir de su transformación no supe mas de esos Espíritus, será posible ¿Qué esta será su portadora?-¿El mundo es un juego? En algo tienes razón. Es un juego sin final… Que los humanos les gustan controlar los cuerpos de cada humano, como lo hicieron conmigo… Y juegan incluso con la naturaleza llevándolo a su propia destrucción. Eso es algo que ahora odio… ¡Y TU QUITATE DE ENCIMA!-Jalando con rudeza al otro extremo de la camisa de Zayyn, con mi única mano libre la tiro contra la pared… Con mi nueva fuerza. La observo con superiora y enojo.- Tú, ya no puedes jugar conmigo Zayyn… Soy como tú ahora, ya no volverás a verme sufrir… Nunca más.-Los pronuncie de forma amenazante con unos instintos salvajes de asesinarla.

Alcé un poco la mirada, la cual se había vuelto de un verde tan claro que hasta daba miedo. Parecían además, los ojos de una un depredador: verdes, letales, peligrosos, amenazantes… Unos ojos que no creo que nadie en su sano juicio considerara normales.

- Sé un poco más agradecido… Ella ha intervenido en tu operación, estúpido…-murmuré, divertida, mientras soltaba una breve risa.

Sin embargo, antes de poder hacer o decir nada más, Samuel me golpeó. Vale, sí, ahora era biohybrido y era muy idiota por mi parte no considerar eso, pero había estado con la guardia baja, y por eso volé por los aires hasta dar con mi espalda en la pared del laboratorio. El golpe fue brusco, me hice daño, y hasta escuché crujir la espalda. La pared quedó agrietada, y la colisión había logrado levantar una nube de polvo que me escondió durante unos momentos de los otros dos.

- Tsk…-Levanté la mirada, incorporándome un poco hasta ponerme de rodillas y tratar de ver a través de la nube, sin resultado-. Grrrr….

Los ojos verdes me brillaron con odio y rabia, y las pupilas se rasgaron hasta quedar como las de un gato que ve a su presa en el punto de mira.


Una intensa ráfaga de digisoul rojo como la sangre estalló alrededor mío, recorriendo cada silueta de mi cuerpo, moviéndose a mi son y desprendiendo pequeños datos por encima de manera virulenta, respondiendo a mi furia.

Segundos después, una figura negra y veloz, muy veloz, salía de la humareda de polvo hasta abalanzarse sobre Samuel, derribándolo contra el suelo con fuerza abrumadora. La criatura negra, no era nada menos que yo, transformada en Aeirmon. Me paré frente a él, mirándolo desde arriba con desprecio, y después me senté encima suyo, impidiéndole moverse, y sujetándole los brazos por las muñecas.


- Que te quede bien claro, gusano…-siseé en un susurro en su oído, de manera torva-. Tú nunca serás como yo. Estás a milenios de ser como yo, ni aunque empieces a entrenarte ahora serás como yo. Entérate…

Pasé una garra por su rostro, rozando las largas uñas negras de demonio por su piel, pero sin arañarle, Recorrí su cuello de igual forma, hasta que al final retiré la mano y me levanté de encima suya, moviendo la cola con algo de molestia. Realmente no era como yo. Él tenía amigos, yo los había ido perdiendo a lo largo del tiempo. Él tenía familia, la mía había muerto tiempo atrás (aunque no de manera literal). Ni aunque hubiera sufrido la mitad de lo que yo había tenido que soportar, me entendería... Aunque claro, esto todo era en caso de que me acordara de mi pasado, ¿verdad?

Suspiré cuando vi a la pelirroja "volar" por los aires. Bien, se acabó mi calma, me tocaba hacer de mediadora entre esos dos. Casi un suicidio, ¿no? Bueno, por suerte para mí había tenido tiempo para pensar en como conseguir controlarles a ambos, al menos durante un buen rato.
Sin embargo, me apetecía ver a mi nueva mascota ser humillada completamente. El dispositivo aún no estaba del todo completo, así que, le era imposible evolucionar tan rápido. Aunque la verdad, deberían poder hacerlo sin ese aparato. Pero eran incapaces de ello, así que, estaba bien para mí. Si no me equivocaba demasiado por el tipo de digimons que había usado en él, todas sus evoluciones deberían ser grandes. Y no me apetecía ver el techo de mi laboratorio hecho trizas solo por una riña de poder.

Observé por primera vez al digimon de Zayyn, en apariencia, un demonio con magma recorriendo su cuerpo. La realidad de los datos que tenía de ella, un demonio de aire. Pero jamás lo había visto.

- Ya es suficiente, Zayyn. No quiero que os matéis entre vosotros aquí dentro. - dije mientras que aún estaba sobre él, dudaba que me obedeciera por propia voluntad.- Pero dado, que tengo que castigar a uno de los dos por haber provocado al otro, tengo que culpar al que ha empezado en esta ocasión, es decir, Samuel. Esperemos que Zayyn sea clemente contigo.- sonreí para dispara un dardo tranquilizante de la pistola que llevaba dentro de la chaqueta. A pesar de que Zayyn estaba cerca de la trayectoria no le dio. Quizás tenga mala puntería con los cuchillos, pero llevaba años refinando mi capacidad de disparar armas de fuego.

El sedante no tardaría más que unos segundos en hacer efecto. Después le pediría a Zayyn que me acompañase a otro lugar, donde encadenaría al chico. Podría golpearlo lo que le diera la gana, pero, estaba vigilando. Si creía que se sobrepasaba, las tornas cambiarían. Y además, él tendría derecho a un golpe con verdadera mala leche por haberselo hecho ella antes.
El método era sencillo, el que empezase tenía la culpa, y como había cámaras en todo el lugar, me sería fácil saberlo. Así, hacía que la rabia entre los dos continuase, pero evitaran atacarse dentro de las instalaciones, por "miedo" a las consecuencias de sus acciones. Digamos que ese era el mejor método para evitar que se aliaran en mi contra.

Ha pesar de mis nuevas capacidades ahora me siento inútil e indefenso frente a Aeirmon; la etapa mega de Zayyn me frustre ¿Cómo yo evolucionaria ahora?, ¿Cómo lo hacían y con qué? En todas las ocasiones que vi un biohibridos siempre utilizaban otra especie de Digivice, sin embargo, no lo tengo y pensar en ese detalle, fruncí mas el ceño, apretando mis dientes y puños con fuerzas estando consciente de que ahora no puedo ser nada contra ella, no en este estado o forma ‘‘normal’’.

Sin previo aviso, fui tirado al suelo con otra carga encima a mis espaldas que seguramente es Zayyn presumiendo luego fui sujetado de mi cuello con sus extrañas garras y luego me lo empieza apretar, ahorcándome luego agite mis piernas y poniendo mis manos sobre sus brazos e intente sacármela de encima, otra vez…

-¡Arg!... Jo…De…te… Ya somos iguales… Te guste o no…-Le respondí tras su amenaza o su aclaración de que nunca nos pareceremos, ni dentro de mil años… Pero para mí. Ya somos exactamente iguales. Luego Kira entra en escena dando expresando sus razones de castigarnos, o ser más preciso castigarme a mí por mis acciones salvajes e impulsas y ¡Pum! Un filo puntiagudo se introdujo a mi cuerpo un sedante durmiendo cada fibra de mi cuerpo, al instante mi cuerpo no me contestaba, estaba débil y veía todo borroso… Al final me quede dormido y mi cuerpo ya no respondía.

Sin fuerzas ni nada, me dormí estando ahora como un títere entre las garras de Zayyn.

Sonreí enseñando los afilados colmillos de demonio y siseé, divertida, ante lo que dijo de que en realidad si éramos iguales. Podía perfectamente hacerlo desaparecer en una pelea, pero parecía no darse cuenta del pequeño detalle de nuestra diferencia de poder. Eso sería peligroso para él; si me cabreaba no dudaría en hacerle la vida imposible.

Moví la cola suavemente, y la pasé alrededor de su cuerpo, aferrándolo cuando ya estaba insconsciente. Kira me indicó que la siguiera, posiblemente para encerrarlo. No dejé que tocara el suelo, no queríamos que se hiciese daño antes de tiempo, sobretodo porque parecía que iba a poder entretenerme con él.

Al llegar a la sala indicada, me di cuenta que era una celda como la de Gaomon, con cadenas, maloliente y sucia. Un lugar indicado para un idiota como él. Lo dejé en el suelo, con la espalda apoyada en la pared, y comencé a atarle las muñecas y los tobillos con las cadenas que había adheridas a la pared. Me separé de él, y después de regresar a ser humana lo miré con cruel diversión, con los ojos verdes aún brillando con peligrosidad, y con las pupilas estrechadas.

- No lo mataré, lo tendrás como nuevo cuando lo precises-le dije a Kira, adivinando sus pensamientos. Imagino que ella quería tenerlo de su lado, quizás para utilizarlo contra Andrew, y mientras fuera útil, esa era una razón más que sificiente para "acatar" las necesidades de Kira.

Miré el anillo de mi mano derecha, y lo acaricié con mimo con un dedo de la otra. De repente, de las joyas rojas que hacían de ojos del lobo de relieve, comenzaron a salir sombras, no muy densas, porque al parecer el otro portador del poder oscuro no se encontraba allí. Las tinieblas, comenzaron a ocupar toda la celda, impidiendo la visión aproximadamente un treinta por ciento a Samuel, y un cuarenta a Kira por ser humana, pero igual era molesto. Con una sonrisa felina,musité las palabras mágicas para que el colgante me permitiera hacerme invisible, haciendo que así no se me pudiera ver definitivamente.

- Samueeel~-Un golpe de mi puño recorrió el espacio, hasta clavarse en su estómago-. No debiste haberme tocado~

Me encogí de hombros ante su afirmación de que le tendría como nuevo cuando quisiese, obviamente ya me iba a tener que encargar yo de hacer eso posible, y la verdad, me daba igual tener que cerrar algunos cortes o tener que escayolarle el brazo. Por el momento no le iba a mandar hacer nada, es más, tendría una libertad que estaría limitada a un tiempo. ¿Por qué? Bueno, eso no lo voy a decir ahora, pero viendo los continuos fallos de los demás científicos, me iba a ganar la lealtad completa de Samuel. Por sólo un simple y pequeño factor... Si yo caía, él lo haría conmigo y sufriendo un infierno.

Chasqueé la lengua molesta por la niebla oscura que me reducía la visión, apoyada como estaba en la pared de enfrente, no era capaz de verles. Lo que sólo me dejaba una opción, a fin de cuentas, la niebla no le afectaría al chico, sólo le reduciría el campo de visión a lo lejos, así que, eso había sido para mi. La niebla no te hace ver puntos o no, simplemente reduce el alcance.

- Activar sistema infrarrojo.- murmuré a un controlador que llevaba en el móvil. La orden comunicaba con el ordenador central, que cambiaba el tipo de visión de todas las cámaras el lugar. Incluyendo la que había en la sala.

Y obviamente, podía recibir esas imágenes al teléfono. ¡Vivan las nuevas tecnologías!
El único problema lo tendría sí la niebla era de la misma temperatura de los dos semi-humanos.

- Zayyn, cuidado con lo que estés jugando... Si no sé lo que pasa invertiré vuestros papeles.

Off: he conseguido internet, pero no se sí hay faltas de ortografía. Además de que no creo que pueda hacer más de uno o dos post al día hasta que regrese del viaje.

Unos minutos inconsciente se hallo el joven torturado injustamente por las manos vengativas de la pelirroja, sin esperanzas, sin sueños, se contuvo atrapado en sus más profundos pensamientos dolorosos ni siquiera soñaba, solo veía una inmensa manta oscura en su mente ¿Por qué soñar? Si todo lo perdió, en un abrir cerrar de ojos, como si le hubieran rebatado un regalo muy preciado o una persona muy cercana… O si le hubieran clavado un cuchillo directo en su corazón… A pesar de eso, pudo lograr sentir un ligero dolor en su estomago pero no le hizo mucho caso al estar tan, tan, sumido en sus sentimientos de frustración y melancolía, que apenas fueron unos escalofríos recorriendo por su inconsciente cadáver.

Siendo cargado como un cuerpo sin vida a una cárcel del mismo tamaño donde permanece su compañero, muy preocupado por su camarada humano, sus barrotes tétricos, y sus cadenas frías al igual que sus paredes estrechas.

Pronto entre sus oídos oyeron una voz femenina de un tono muy baja, con intenciones de asustar al joven hibrido. Y la mujer logra despertar al chico, este abrió sus parpados con lentitud y pesadez, con vagancia sus pupilas se quedaron viendo en el aire… No veía a nadie, más que sombras rodeándolos como lobos hambrientos… So ojo color sangre solo claman muerte en ver a Kira, solo se preguntaba en donde está ahora Zayyn porque no lo logra verla entre tanta oscuridad juro oírla por sus agudos oídos, sub-desarrolladas por su operación que marco su vida. Intento mover una extremidad de su cuerpo solo para descubrir que esta encadenado, como un perro que hizo una travesura y lo hubieran tratado muy mal solo para aprender su lección, además, sintió un punzado de dolor en su estomago lo cual soltó un ligero gemido y muecas de dolor.

-¿Quién me habla?-Dio unos leves giros intentando buscar la misteriosa voz, dudando, decidió responderlas con un tono lúgubre y sombría.- Nunca debiste capturarme en primer lugar. Ahora tienes el riesgo de morir por mis propias manos, es cuestión de tiempo que yo aprenda mis capacidades nuevas…-Ahora se sentía estúpido ¿Hablaba con un amigo imaginario?, ¿Su cabeza lo hace ilusionar? No pudo asegurar nada, resopla y se apoya su cabeza contra la pared mirando a la nada con aburrimiento y sus manos encadenadas posándose entre sus piernas separadas.

Me separé un poco de él después de darle el golpe en el estómago. Sentí a Kira a mi espalda, más allá de la neblina de oscuridad, y escuché como activaba algún dispositivo infrarrojos. No me importara que mirara, mi neblina no ocultaba el calor humano, sino solo lo visual, y además no era del todo, y la función de las sombras no eran ocultarle lo que le hacía al chico, sino obstaculizar la vista de este, hacerle sentir como que se encontraba en un abismo oscuro y solitario. Por ello, no me mostré molesta, sino que sonreí y asentí, aunque sin hablar. No quería interrumpir mi tortura con palabras fuera de esta.

- ¿Quién te habla? No soy más que tu mayor miedo, aquel que te lo ha arrebatado todo...-susurré en su oído, divertida, rozándole una mejilla con un dedo-. Yo nunca moriré... Puede que mi cuerpo desaparezca algún día... pero mi recuerdo es inmortal...

Me separé de él, y moví los brazos con una sola acción de afuera hacia dentro, al tiempo que las sombras de alrededor se rejuntaron en un solo punto frente a nosotros dos. En ese mismo punto me acerqué y me introduje yo, al mismo tiempo que me dejaba mostrar de nuevo, aunque para Samuel, lo único que podría ver serían unos brillantes ojos verdes como una serpiente, estrechados como los de un gato, y letales como una espada.

- Tu te dejaste atrapar por mí... Eres débil, aún todavía eres débil. Esa fuerza de la que ahora alardeas, no te servirá de nada... ¡si no sabes usarla!

Le agarré el cuello con fuerza y lo presioné, empujándolo para evitar que respirase. Sonreí ampliamente y lo miré a los ojos, esos ojos que habían cambiado de marrón a heterocromía de azul y rojo... Y que parecían desesperados por recuperar el oxígeno que les llegaba...

Me ausenté entre tanta palabrería para distraerme a mirar las cosas que tenían mayor temperatura, era una soberana gilipollez, pero con algo me tendría que entretener mientras que ellos jugaban a ver quién decía la mayor bravata en menos de 15 segundos. Y la verdad, por no fastidiarles a ninguno de los dos, les dejaría hablar de lo que les diese la gana. ¡Todos salíamos ganando! Vale, no tengo tanto entusiasmo como para fingir esa clase de falsa felicidad, pero bueno, siempre queda bien para rellenar.

Bien podría haber estado en ese estado de aparente felicidad infantil por los colorines, de no haber sido, porque en uno de los movimientos de la pantalla observé a Zayyn ahogándolo. Y dudaba que fuese a ser solo unos segundos, así que, de nuevo con cuidado saqué la pistola de dentro de la bata, usé el móvil como visor para localizarla y la disparé, alcanzándola en el cuello. Como había pensado, la piel no era de roca, así que, el dardo tranquilizante se clavó en su cuello con facilidad.

No tardaría mucho en quedarse K.O. Así que, me acerqué de nuevo hacia ellos, dejando el móvil a un lado cuando ya podía ver. Me reducía cerca de la mitad de la visión dentro de la sala, pero con andar unos cuantos pasos ya podía ver todo. Abrí los dos grilletes del chico, sin prestar mucha atención a si se iba de morros al suelo o no. Después le señalé a la pelirroja y a los grilletes para que la atara.

- Como he dicho antes, puedes hacer lo que te plazca con ella, pero tampoco te sobrepases demasiado, que os cambio de puestos. Es decir, nada de matarla o de sacar órganos, me resulta más complicado deshacer ese tipo de acciones, por no decir, que lo de resucitar a los muertos solo pasa en las pelis de Disney.

Las sombras se alzaron más, encima del muchacho reduciendo su vista como si estuviera ciego lo único que llego ver fueron le dieron escalofríos en ver tanta oscuridad de repente, sintiéndose más solo que nunca en el mundo sin nadie, nadie quien lo apoye, sin que lo ayude, estaba solo en un mundo que tenía que sobrevivir por su cuenta luego alzo su vista, observando unos ojos verdes como una serpiente a punto de cazar a su presa seduciéndolo con su vista, y sus palabras fueron dagas atravesando su cuerpo ¿Le estaba dando la razón? Sus ojos se abrieron más incrédulo sobre las palabras que acaba de oír… ¿Cómo puede fortalecerse lo suficiente?, ¿Cómo aprendería evolucionar? Muchas preguntas y la forma de saberlo es continuando siendo una rata de experimento, si el da algo, entonces le regresarían el favor y significaría una respuesta.

Dio un gruñido como una mano recorría su cuello, apretándolo fieramente sin dejarle oxigeno y sus ojos se encontraron en la desesperación de volver a respirar, intentando formar vocales pero no podía por la presión del cuello haciéndole incapaz de vocabulario palabras, por lo menos, palabras coherentes.

-Eg… Ugh… S-Solo espera… Y veras…-Es lo máximo que pudo pronunciar, luego sin fuerzas  cae como un muñeco sin vida por falta de oxigeno, y continuando como Zayyn le quita la vida, ahorcándolo sin piedad.

Luego de pronto llega su ‘‘salvador’’ disparando un tranquilizante a Zayyn, como un animal a suelto, la va dejando en K.O y saca provecho de zafarse de las garras de la pelirroja cayendo precipitadamente al suelo tosiendo, mientras recuperaba el aire a grandes bocados y con la mano al cuello, sobándolo con lentitud y ve llegar a Kira, esta vez explica que se han cambiado los papeles… Lo dejo impactado ¡Ahora él, sería el atacador, el abusador, tendría poder contra Zayyn!  Su ojo izquierdo -el rojo- brillo de ansiedad, emoción, entusiasmo y sed de venganza y lo demuestra con una sonrisa maniático, no muy esperado de él, puesto que ahora tomo una personalidad bastante tranquilo pero estas condiciones, su lado agresivo, está muy a suelto… Hizo caso las órdenes de Kira y encadeno a Zayyn, con fuerza y agresividad.

-Es tiempo de acabar con tu maldita racha Zayyn. Es mi turno de jugar con tu tierna reputación o tu falsa reputación… ¡Tranquila! Solo serán unos moretones porque Kira volvería a castigarme ¿Ok?

<< ¡Adelante! ¡Libéralo mi amigo! Tu poder, tu furia, tú mismo lo exiges hacerlo ¡No vaciles, no te detengas! ¡CONVIERTE TODO TU ODIO ECHO VERDAD! >>

Oyendo esos ánimos lo cambio drásticamente convirtiendo su ojo rojo a un color de sangre puro, sangriento como del mismo demonio y su ojo derecho pierde toda su tonalidad celeste y ahora siendo gris como si perdió toda pureza de su cambio enfocando solo su odio y agresión a su ojo izquierdo que solo demuestra un rojo brillante intenso como el infierno, con la pupila rasgada.

-¿Deseas ver mi poder? ¡Bien! ¡Contempla mi poder!-La tira del cabello, sin arrancarle un mechón, de arriba al límite de su rostro con mucha fuerza, le proporciona una gran bofetada a ambas mejillas luego le suelta su cabello y le da velozmente una poderosa patada en su vientre, seguido de un codazo en su cuello –de la parte de atrás- Sin terminar, le agarra de su cabeza y lo pega contra la pared agrietándolo.- ¿Te gusta? ¡A mí me fascina!-Literalmente le da placer soltar aquel nuevo poder, usar todo su fuerza hibrido… Quiso jugar más, y hace una acción graciosa… Apoya el cuerpo de Zayyn contra la pared y le da dos fuertes patadas contra los pechos de Zayyn, las mujeres le duele mucho, cuando recibe un simple golpe en aquellas partes del cuerpo femenino así que hizo un acción simple, y lo simple le haría sufrir a Zayyn. Se agacho y esta vez le dio un fuerte golpe al pecho-no los melones (?)- si no el centro, y cortarle momentáneamente su respiración.-A partir de ahora Samuel murió… Soy Zerker.-Aclaro como si algo de él hubiera nacido, una cosa nueva y lo quiso confirmar a base de ese nuevo nombre… Dejando atrás su antiguo yo… Ahora naciendo como el monstruo que es ahora.

Río sádicamente liberando su lado desquiciado y asesino era genial el sentimiento de satisfacción en hacer sufrir a la única persona que hizo miserable su vida ¿Qué más puede pedir? Luego de darles los dos últimos, pero dolorosos golpes a su rostro con unos puñetazos se aparta dando fuertes respiros volviendo en sí, tomando consciencia y estabilizándose, cambiando la tonalidad de sus ojos ya el izquierdo es rojo normal y el gris de su ojo derecho se torno nuevamente azul además de sentirse extraño y débil busco la salida para marcharse.- Kira… Kira… ¿Puedes darme ropa?-Le pide vagamente mientras trata de recuperarse después de tanta agresión.

La cara de Samuel comenzaba a ponerse morada tras ahorcarle tanto tiempo del cuello. Sonreí ampliamente. Iba a seguir así hasta que llegara a su límite, momento en el que le soltaría para que recuperara la respiración. Ya se lo había dicho a Kira: no lo iba a matar, sólo estaba torturándolo. Sin embargo, cuando aún quedaban unos segundos para soltarle, noté un ligero pinchazo en el cuello, y entonces me vino a la mente el momento en el que Kira me había paralizado en Londres.

- Ugh...-sin poderlo evitar, mi cuerpo cayó al suelo de lado, y sólo pude girar la cabeza un poco para mirar a Kira-. Hija de...

Gruñí con gravedad, mientras que siseaba, molesta, al sentir cómo Samuel era liberado y cómo él mismo me ataba, con sus sucias manos, con las cadenas que le habían tenido aprisionado a él hasta hace unos momentos.

- Suéltame, Kira... Ya le iba a dejar...-murmuré, tratando de zafarme de las cadenas.

Pero entonces, antes de que pudiera añadir cualquier cosa, sentí un fuerte tirón en el pelo que me obligó a levantarme. Miré a Samuel, con los ojos brillando, verdes de la furia. Tiré de las cadenas, intentando, en vano, romperlas y lanzarme a su cuello para romperle todos los huesos del cuerpo, sólo por haberse atrevido a tocarme... Pero parecían bien soldadas a conciencia, como si se hubiese previsto que un biohybrido acabaría allí encadenado. Alcé el gruñido, convirtiéndolo en un rugido, cuando me abofeteó. Sólo había habido alguien que me había hecho eso, y la había dejado escapar por aprecio... Pero Samuel no contaba con mi afecto, sino con todo mi odio.

- No saldrás impune de esta... ¡ARGH!-me doblé al sentir un golpe en todo el estómago, producido por una patada suya. Tosí, desesperada por recuperar el aliento, pero los golpes venían uno detrás de otro, y el codazo siguiente me obligó a caer de rodillas en el suelo, con los ojos muy abiertos-. Ghh...


- ¡ZAYYN!-Beelkomon se recorrió todos los pasillos, en mi busca, alarmada por haber notado en nuestro vínculo una anomalía, un intenso dolor por todo el cuerpo. Giró una esquina, y pronto pudo escuchar los alaridos de dolor que emitía.

Se paró con un derrape frente a la celda en la que estaba retenida, y golpeó la puerta con todas sus fuerzas para entrar y acudir en mi ayuda. Sin embargo, esta parecía muy cerrada, y no cedió ante sus intentos por cruzarla-. ¡¡ZAYYN!!


A los pocos segundos de recuperar algo de aire, Samuel volvió a la carga. Con un gemido traté de oponer resistencia a su fuerza, cuando me agarró de la cara, pero estaba atada, dolorida, y cansada, y pronto me incrustó la cabeza en la pared, agrietándola. El grito de dolor que pegué, escalofriante, fácilmente se podría haber escuchado en los alrededores de la fábrica. Noté como la piedra se clavaba en mi piel, y como la sangre discurría de la cabeza, deslizándose como un río rojo.

Entorné los ojos, húmedos por el dolor que ese imbécil me estaba provocando. Volví a gemir cuando un par de lágrimas escapaban, rozaban las zonas heridas y me provocaban punzadas de dolor. En esos instantes, pude sentir lo mismo que Nat cuando la encerré en el sótano y la golpeé. Quise dar vuelta atrás, no por las supuestas represalias, sino por la empatía. Me di cuenta de lo que tuvo que haber sufrido cuando se enteró de que al final yo no era como ella se había pensado, de que en realidad, solo había querido vengarme de ella.

Pero al final, me había arrepentido.

- Tskggh...-miré desafiante al idiota cuando me colocó contra la pared. Las patadas en el pecho me hicieron soltar múltiples gritos ahogados, antes de que, sin poder evitarlo, cayera de rodillas al suelo, con la cara ensangrentada y los labios cubiertos de sangre del interior-. Na...tasha...

El susurro dio paso a un suspiro. Mi cuerpo se desplomó en el suelo, de lado, ya sin sentir la última patada en el pecho. Mis oídos me pitaban, la cabeza bombeaba como un tambor. Sentía todo el cuerpo dolorido. La visión estaba borrosa, y apenas podía escuchar ninguna palabra más... Solo voces lejanas...

Off: Casi seguro me sale corto, pero no tengo ganas de postear -.-

On: Regresé a mi lugar en la pared, recostándome en ella, ahora ya, sin necesitar la ayuda de las cámaras para poder ver qué es lo que pasaba. Todo esto era la verdad, bastante aburrido para mí, pero no tenía a nadie a quién poder usar para controlar a esos dos. Sabía que si desaparecía para ponerme a trabajar o a acabar el dispositivo de Samuel, tendría que dejarlos solos, y dudaba mucho que pudieran controlarse.

Observé con una calma glacial todos los golpes que recibía la pelirroja mientras se quejaba por el dolor, suerte que debía estar aún bajo los efectos del calmante, que debería reducirle bastante el dolor. Había algo de sangre por el lugar, pero al menos, no parecía haber huesos rotos, aunque quizás después debería cerciorarme de eso. La verdad, de haberlos, le tocaría a Samuel ser castigado, pero de momento la pelirroja no podría hacerlo... Bueno, ya encontraría algo.

Sonreí algo maquiavélicamente al escuchar el golpeteo rítmico de unas patadas por fuera, al parecer la motera había hecho acto de presencia. Por suerte, esas puertas estaban blindadas y no le sería tan fácil abrirla. Pero en caso de que siguiese, lo único que haría es que se atrancara, puesto que se abrían deslizándose, y si estaban abolladas, no podría entrar en su hueco en la pared.
Así que, viendo que el chico ya estaba cansado de dejar rienda suelta a su "poder", y que me pedía ropa, decidí calcular el momento oportuno para abrir la puerta. Y obviamente, hacer que la motera entrara comiendose el suelo tras perder el equilibrio.
Las llaves de las cadenas las tenía yo, así que, de momento no podría soltarla, a menos que arrancase la pared. Sólo la tendría en esa posición un rato más, hasta que hubiese despachado al chico. Porque luego, me tocaría chequear que la pelirroja estaba bien.

- Sígueme, Samuel. - sí, había pasado totalmente de su nuevo nombre y demás. Le llamaría como me diese la gana.- Lo cierto, no sé qué tipo de ropa hay, o si solo es de mujer.

Entré a una nueva sala, esta, no tenía puerta alguna. En la pared había algunos armarios metálicos simples. Dentro había gran cantidad de ropa. Todo eso, eran cosas que había encontrado, o que bien, no entraban en mi casa. Y tenerlo allí era algo cómodo.
Salí de la habitación, esperando apoyada en la pared a que se cambiara de ropa, para enseñarle su nueva habitación y ya le dejaría "libre". Aunque eso sí, sin poder salir a la calle.

Torpemente y tambaleando siguió a Kira ignorando completamente la presencia de Beelkomon como si nunca hubiera estado allí, la verdad le daba igual si le dijera algo ofensivo o no después de todo ya ha soltado mucho su nuevo poder y si llega a pegarle, no dudaría en devolverle el golpe. No sintió culpa alguna, tenia placer y triunfo por dentro después de todo lo que le hizo a Zayyn, se marcho como si hubiera ganado un torneo y esbozo una ligera sonrisa tras cruzar la salida.

Recorrió el camino a espaldas de Kira, sumido en sus pensamientos sin prestar mucha atención las cámaras, y entre otras cosas que tiene una fabrica… Pensaba que más poder podría liberar, o que formas evolutivas podría adaptar, si bien, su poder fue muy salvaje y perdió su cordura apenas al enojarse así que imagino que su ADN son más bestiales y salvajes que humanoides… Lo confirmaría muy pronto teniendo a Kira a solas.

-No importa, encontrare algo.-Comento sin mucha preocupación y tratando sonar indiferente.

Llegando por fin a una pequeña sala de armarios de metal, simples, pero tenía pinta de contener una gran cantidad de ropa y asegurarse de que Kira no viera, comenzó a revisar el contenido del armario… Busco y rebusco, hasta que por fin encontró una buena vestimenta; una camisa larga y ligera, de color gris, un pantalón de cuero negro, unas correas verdes y blancas, una chaqueta de cuero negro con capucha de pelaje blanco, muy parecido a sus antiguas chaquetas de capucha… Pero lo que más le atrajo poderosamente su atención fue una peculiar máscara de gas, de forma de cordero negro, con un dibujo de una estrella pentagonal en la frente.

-Es una buena mascara… Necesito una máscara si pretendo ocultarme…-Decidido, agarro la máscara y suerte que tiene una cuerda así lo usaría de colgante.

Tras unos minutos, ya se cambio y de verdad se veía bastante bien para su nuevo aspecto, con la máscara de gas colgando en su cuello, luego se dirigió afuera donde Kira estaba apoyada.

-Ya, me dejaste con mucha espera Kira es tiempo de respuestas.-Se cruzo de brazos mirando directamente a Kira.- Contéstame ¿Qué ADN me introdujiste a mi cuerpo?-Repitió la pregunta, esperando esta vez una linda colaboración.

Beelkomon continuó golpeando la puerta con insistencia, escuchando las voces y gritos del interior. Estaba desesperada, no sabía qué era lo que le estaban haciendo a su compañera, a su hermana... pero no iba a perderla de nuevo. Cuando la vio caer por el precipicio, la motera se sintió desfallecer, y notó cómo el mundo se le caía encima de la desesperación.

- ¡ZAYYN!-rugió.

Cuando Kira abrió la puerta, no perdió tiempo en insultarles, ni tan siquiera le dio importancia al traspié que dio y que casi la hizo caer. Prácticamente se tiró en el suelo junto a mí, y me abrazó con cuidado de no hacerme daño, sosteniéndome la cabeza con una mano.

- Zayyn...

Yo tan solo era capaz de vislumbrar una mancha borrosa, pero sabía que era ella, por su voz, por su contorno, por la rapidez con la que había acudido a ayudarme... Le sonreí, débilmente, tratando de tranquilizarla, pero posiblemente mi cara no tenía buen aspecto. Probablemente la tendría hinchada, roja y ensangrentada. Provocando un tintineo, alcé una mano y la posé en el hombro de mi compañera.

- Estoy bien... Ese idiota no es capaz de matarme ni aunque tenga una pistola...-tosí con fuerza, escupiendo algo de sangre.

Beelkomon entrecerró los ojos húmedos, preocupada, y cogió mi mano.

- Zayyn...-me abrazó con fuerza, y a la vez con cuidado, y seguidamente miró a su alrededor, buscando la manera de romper las cadenas que me retenían. Yo averigüé lo que estaba pensando, y negué con la cabeza.

- Vete... por favor...-conseguí murmurar-. Necesito... estar sola...

Beelkomon fue a replicar, pero le lancé una mirada entre severa y suplicante, y con un suspiro, asintió, me colocó sentada con la espalda apoyada en la pared y salió, aunque dubitativa, de la sala. Yo, obviamente, seguí ahí, quieta, sin moverme un milímetro porque me dolía todo el cuerpo. Entrecerré los ojos, y con cuidado me dí la vuelta, dándole la espalda a la puerta. Con un tintineo de las cadenas, me encogí sobre mí misma y me abracé las piernas ocultando el rostro en las rodillas, como en una posición fetal.

Le observé de manera algo inquisitiva cuando salió de la sala, no entendía para qué quería esa máscara, pero me encogí de hombros, sin darle demasiada importancia. Después me volví a poner completamente vertical y eché a andar hacia otra parte del laboratorio. Una parte que él no había visto en ningún momento, puesto que iba a darle su habitación.

- Tener paciencia es una buena cualidad, evita que cometas errores. Y espero que acabes aprendiendola... Ya sea por las buenas o por las malas. Pero como me he "divertido" un rato con vosotros, es justo que te las dé. - contesté sin girar para mirarle.- ¿De verdad no te imaginas de quién pueden ser los datos?

Le dejé unos segundos en silencio. Bueno, eran parte de los datos, pero eso ya se lo diría después, por ahora, quería ver qué tal eran sus capacidades deductivas.

- Hibridar a alguien no es una cosa sencilla, y menos si ha crecido. Se tiene que tener en cuenta la naturaleza del humano y del digimon. Pero es más fáicl hacer una unión, cuando ya ha habido un vínculo. Es decir, usé los datos de tu digihuevo. Pero como me gusta ser original, les di un par de cambios. Así que, ahora eres un digimon único. Pero no, no tengo ni idea de cómo eres.

Algunas cosas sí que sabía, pero en general, serían muy pocos datos útiles para él, así que, con eso tendría que conformarse.

Caminé hasta su habitación haciendo una seña hacia ella.

- Bien, este será tu nuevo cuarto. Puedes ir a donde quieras, siempre que esté dentro del edificio. Puedes desobedecerme si quieres, incluso, eres libre de salir. Pero te aseguro que en dos semanas querrás volver aquí. - dije en un tono entre sombrío y misterioso.

Tuvo que seguir a Kira donde lo llevaría a otro lugar que no conocía recorriendo otro largo pasillo silencioso que solo oía sus pasos,  ¿Qué le mostrara?, ¿Otro laboratorio?, ¿Un Cuarto? Al fin y al cabo no siente interés de donde la llevaría ahora, solo tiene intriga descubrir sus respuestas y exige saberlos ahora.

Kira respondió con adivinanzas preguntándole a Zerker si no tiene una minina idea de quien son los datos, y aprovechando los minutos de silencio se fijo en sus manos cobrando memoria…  No vio el Digihuevo de su compañero por ningún lado, ni el laboratorio, ni en una cárcel, recordó que la última vez lo metieron en un tubo de cristal…  Como viniendo la respuesta en la cabeza se quedo en shock.

-¿Usaste a mi…?-No tuvo que ter minar la frase ahora que Kira le revelo sus sospechas; si, uso los datos de Agumon ¡Ahora mismo tiene sus datos! No lo pudo creer, simplemente no puede creer que tenga ahora los datos de su compañero, no supo si sentirse triste de no volver a ver a su compañero nunca más o enojado contra Shayla por utilizarlo…- ¿Unos cambios?-Frunció el ceño sin entender.

Luego de ver su nueva habitación, y le explica que puede hace lo que se antoje hacer, salir, desobedecerla como un ave en libertad… Pero le dio mierda eso, quería saber más porque no tiene muchas cosas claras ¿Digimon único? ¿Y qué clase de cambios le hizo su ADN? ¿Y para que quiere regresar dentro de 2 semanas?

-A mi no me divierte tus juegos de misterios ¿Qué cambios le has hecho su ADN? Y ¿Por qué quiero regresar aquí dentro de 2 semanas?-Le pregunto directamente atravesando su ruta, sin dejarle paso.

El silencio se hizo eterno en la celda, no había nada más que oír que mi respiración, la cual había ido poco a poco relajándose, hasta no ser más que un leve siseo que rompía el aire; y los latidos de mi corazón, que bombeaban en mi cabeza como si me estuviesen golpeando con un martillo en el cráneo. Suspiré, con el rostro oculto por el largo pelo rojo, sin atreverme a mirar hacia arriba, con el temor de encontrarme con una cara conocida.

- ...

Moví un poco los ojos, pasando de mirarle los pies a mirarme las muñecas. Estas estaban rojizas, de tanto tirar de las cadenas, y posiblemente pronto me harían rozarías que dolerían bastante... Nunca había estado encadenada (al menos no lo recordaba), y ahora sabía cómo debían de sentirse los presos, o cualquier otro que hubiera estado retenido en contra de su voluntad. Sentía impotencia, algo de rabia, pero sobretodo, sentía dolor, mucho dolor.

<< Quizás sea mejor así... Soy un monstruo que hace daño a los que se acercan a ella... >>Pensé, desanimada, mientras me miraba las manos<< Mi existencia solo se basa en el dolor y el odio... ¿de verdad vale la pena? >> Entorné los ojos, continuando con el examen de los brazos. Las recorrí con la vista primero por la parte del bello, luego pasando por los dedos mientras los movía. Después giré las manos, y bajé la mirada por las palmas, hasta que finalmente me detuve en las muñecas. << No tienes valor para eso... >>susurró una voz en mi mente de golpe. Me había esperado que hablara en algún momento, así que por eso no me sobresalté << Adelante, hazlo si quieres... >>Aeirmon gruñó, sumándose a la voz de manera molesta, a la que después siguieron otras dos: << ¿Vas a dejarme sin un cuerpo al que poseer? >> << ¿Lo harás? Sabía que, al final, eres solo como cualquier otro humano... >>

- Basta...-musité. Las voces no se rindieron, siguieron susurrando malas palabras en mi mente, palabras para animarme, palabras para evitar que lo hiciera. No podía aguantarlas, eran demasiadas. ¿Qué o no hacer? No sabía, no tenía ni idea de que era lo que yo quería. Por un lado me aterraba la idea de perder la vida, pero por otro... después de todo lo que había sentido... hasta parecía un sedante contra el dolor. << ESTAS SOLA >>La voz de todas y cada una de las evoluciones hablaron al unísono, provocando que el mensaje quedara más claro, y tuviera más reacción en mí-. ¡BASTAAAAAAAAAA!

Me agarré del pelo, al instante en el que un aura hecha de datos surgía de mi interior. No era roja, no esta vez. Su color había oscurecido hasta volverse completamente negro, como la oscuridad y el vacío que sentía a mi alrededor.

Sonreí de manera burlona a la vez que usaba una mirada despectiva cuando me preguntó los cambios que había realizado. Buen intento, pero eso se vendría a la tumba conmigo. Además de que no eran relevantes, y menos para él. Quizás para otra persona del cambio científico sí que fuese información útil e importante.
Además, siempre podría escudarme en terminología científica que no entendería. Porque antes dudaba que tuviera edad suficiente como para estar en la universidad, y menos haciendo especialización en el ADN.

- Lamentablemente, dudo que tu capacidad cognitiva pueda entender todos esos cambios. Así que, confórmate que es algo diferente y posiblemente mejorado. Respecto a lo otro...- mi mirada cambio a una más siniestra, con un leve deje de locura en lo más hondo de las pupilas.- Para asegurar tu lealtad, puesto que al parecer la mortalidad de los creadores de híbridos por dichas creaciones es extremadamente alta, te he inyectado una especie de droga. No causa efecto alguno en tus sentidos o en tu forma de pensar, pero, tu cuerpo ahora lo necesita para estar "saludable". Lo que implica que si decides esperar a padecer el síndrome de abstinencia, probablemente no te guste. Porque causa dolores. Pero allá tú con lo que quieras hacer.

Hice un gesto de despedida con la mano, dando por terminada la conversación. Yendo a buscar de nuevo a la pelirroja a la celda donde estaba, para comprobar en qué estado estaba y para liberarla.

No entiende porque Kira sigue con sus misterios ¿Qué pretende? ¿Por qué le gusta ocultarle cosas? ¿No sufrió suficiente, no merecía tener respuestas que por lo menos le satisface?  Quedarse con sus dudas le atormentaría su cabeza, siempre y cuando aprendiera acostumbrarse como hizo anteriormente cuando aún era un humano completo.

Cruzo de brazos largando un gruñido irritante, ofendido sobretodo ¿No comprenderlo? Si solo tiene que añadir, que clase de cambios le los datos del ADN de Agumon, no relatar unas instrucciones específicamente complicadas solo para dar una respuesta, que pudo decirlo simplemente con el nombre de una cosa.

-¿Y si tu capacidad no puede resumirlo en unas simples palabras? ¡¿Qué problema tienes con eso?!-Le pregunta mostrándose desafiante a Kira, no quiso dejarla ir sin darle una contestación.

Lo que dijo fue impactante para el joven biohybrido ¿2 Semanas tendrá que regresar? ¡Para darle una cura! Aunque rápidamente lo asimilo y acepto la condición, no le gusto su ‘‘juego’’ que le hizo o la bella condición; de seguro es para no traicionarla o algo parecido, de todos modos él no tiene intenciones de dañarla… No, al menos que le haga sacar de sus casillas.  

-¡No, parad!-Intento detenerla, no quiso dar por finalizado la conversación.- …. –La vio irse, chasqueo la lengua, y se le ocurrió ir a la computadora si lograría averiguar algo así que se condujo a la PC de Kira sigilosamente.

Ni tan siquiera volví mi vista hacia atrás. No me importaba lo que el chico hiciera a partir de ese momento. Podría investigar todo lo que quisiese, pero no encontraría nada que le resultase de utilidad, no por nada, me había asegurado de que el ordenador fuese un área inexpugnable del lugar, con miles de códigos, confirmaciones y un precioso teclado con configuración propia, en el cual, no aparecía ni un solo símbolo en las teclas. Y obviamente, no estaban colocados como en uno normal. Así que, era prácticamente imposible sacar de ese lugar nada.
Por otra parte, estaban todas las hojas, pero que eran datos complejos y cálculos. Dudaba que le sirvieran de mucho...

Sin embargo, lo que no recordé en ese momento era la existencia de un pequeño postit que había utilizado para tener etiquetadas las plumas del dragón digital que había encontrado hace un tiempo. Ahora se encontraba localizado en las puertas de uno de los armarios, destacando sobre el blanco de estos con su color amarillo.

Volviendo al tema, entré de nuevo en la sala donde estaba la pelirroja. Me agaché a su lado, y comprobé que sus constantes vitales fuesen normales, o que al menos estuviesen en un nivel fuera de peligro. Tras comprobar que no estaba mal -obviamente llevaba dos capas de guantes de latex- extendí la mano hacia su muñeca, donde llevaba el dispositivo y lo saqué. Por ahora tenía que crearselo a mí híbrido. Y qué mejor que tener un ejemplo en persona.

- No te estreses, te lo devuelvo en un ratín. - dije tras levantarme y sacudirme un poco el polvo.

Después salí de allí, caminando hasta dirigirme hacia uno de los pasillos más tortuosos y estrechos que había. Un sitio que llamaba poco la atención, pero en el cual, había un ascensor que llevaba a la planta donde tenía todo lo necesario para hacer aparatos electrónicos. Obviamente, en ninguno de los mapas aparecía ese lugar.

En cuanto llegué abajo, comencé a desmontar pieza a pieza el dispositivo, anotando en un cuaderno, todo aquello que pudiera ayudarme a montar uno igual, por no decir todo aquello que realmente fuese útil para su funcionamiento.

El aura negra de datos se enviolentó aún más, moviendose como tentáculos muy rápidamente. Gruñí y apreté los dientes, con los ojos llorosos, y casi sin ningún tipo de brillo racional. Era como si me hubiera convertido en un animal furioso.

Cuando Kira entró a la celda, bien podía haberme encontrado sentada en el suelo, de espaldas, con el aura virulenta moviéndose a mi alrededor y gruñendo. No me moví cuando agarró mi brazo y me arrebató el digivice, en esos momentos no estaba con ganas de enfrentarme a nadie. Solo quería huir, huir muy lejos para no volver, perderme por el mundo sin tener que encontrarme con nadie al que conociera.

A pasos firmes se condujo lentamente los pasillos tratando de hallar dicho laboratorio donde contenía todas las informaciones relacionadas con su proceso hibrida como tratar de hallar una gema preciosa, tiene mucho valor para Zerker encontrar los datos cambiados de su nuevo ADN porque es justo que supiera lo que le hicieron después de todo fue tratado como una rata, y espero con paciencia una insatisfactoria respuesta que lo exalto y tuvo suerte que Kira no se entrometiera, ya tuvo suficiente de estar unos segundos presentes ante ella de forma incomoda.

Respiro resignado y frustrado, no porque logro encontró un obstáculo en su ruta de hecho pudo conseguir encontrar el gigantesco laboratorio tétrico con esa típica sensación gélida de sufrir una inyección o una tortura en cualquier momento; es por ver miles de papeles tirado en las mesas, la enorme computadora y varios armarios blancos metálicos…

-Como me las arreglo…-Susurro consigo mismo posando su mano sobre su frente, es como intentar pillar una púa en un pajar.-Es evidente que no lograre nada con la PC pero es mejor que nada tratar, que quedarme con las dudas.-Se dijo decidido en dirigiéndose hacia la computadora, contemplando perdidamente los teclados en blancos, literalmente, no tiene ningún símbolo que le indicara una letra, y vio en la pantalla varios datos complejos, indicando unas miles de contraseñas y códigos. Torpemente presiono teclados ala zar, sin ningún resultado aparente.- Tsk… Como lo suponía; nada.-Comento rendido y voltea buscando ahora en los papeles una información útil.

Blablablabla… Era para él lo que decía las notas lleno de garabatos complicados de comprender a simple vista, aunque utilizara su nuevas capacidades mentales no logro descifrar ninguna cosa útil… Solo los científicos son capaces de entenderlo, y el desafortunadamente no lo es, y termino tirado por los aires las hojas cayendo como plumas al suelo.

-Quizás sea mejor quedarme con el maldito misterio… Soy incapaz de comprender estos diagramas, o que sea que dicen… Kira… ¿Cómo ella se entrometió con mi transformación? ¿No es Shayla…? ¿La…?-Empezó a suponer que todo este tiempo Shayla, no era nada más que Kira…- Arg… Da lo mismo…-Vagamente se fijo en los armarios donde distingue un post amarillo resaltando en los armarios blancos…

Como un imán fue atraído por la curiosidad extendiendo su mano despegando del armario la nota, y comenzó a leer letra por letra.

-¿Shiron? ¿El Windramon?-Luego como si fuera ayer o como imágenes pasando por su cabeza recordó aquel digimon dragón que encontró aquella cueva, con Natasha, contándole una profecía que el atraía una guerra y el poseía un poder que no libero aun...

Continuo leyendo mientras seguía recordando, hasta formarle un nudo en la garganta quitándole el aliento en terminar de leer la notita y lo dejo caer al suelo…- ¿T-Tengo sus datos?-Al final descubrió que la notita contenía información de su pluma digital, que Kira uso sus datos para combinarlo con lo de Agumon y ahora lo poseía.

Se quedo paralizado tratando de comprender esa revelación…

Ajena a "todo" lo que había conseguido descubrir Samuel, yo continué durante horas y horas trasteando con el dispositivo de Zayyn, hasta que finalmente tuve el esqueleto interno del de Samuel construido. En sí, no me había llevado demasiado tiempo entender en qué lugar iban todos los circuitos para optimizar sus funciones, lo malo era tener que comprobar que tuviera dichos chips, por no decir, que en caso de no tenerlos, tenía que crearlos.

Suspiré satisfecha tras haber acabado. Había ignorado todo el tiempo que había estado trabajando, pero al acabar, no pude evitar dar un enorme bostezo. Quería irme a dormir cuanto antes, pero antes tenía que devolver el dispositivo, a su dueña... Y ocuparme de dejarle un par de cosas claras.

Así que, con un suspiro de resignación, me levanté y me dirigí hacia el ascensor para volver a la planta normal. Allí me encaminé de nuevo a la habitación donde la tenía encerrada. Como aún no la había desencadenado, no tenía que preocuparme por mi salud en el momento que entrase a la sala... Además de que para lo que tenía en mente, era mejor que estuviese sin poder moverse mucho.
De camino hacía allí, conseguí un par de esposas de hierro, muy similares a las que deberían haber llevado los presos de las épocas más antiguas, pero lo apretadas que eran y el peso que tenían, hacían bastante imposible que pudiesen romperlas con facilidad. En cuanto llegué, la coloqué unas de las esposas en ambos tobillos para que no pudiese patearme, y la solté de los brazos sin decir nada. Después, con rapidez, sujeté la cadena que mantenía sus pies unidos y a base de fuerza, la fui arrastrando hacia la salida.
La delicadeza cuando estaba molesta no era mi estilo, así que, tendría que aguantar eso un rato. Me daba igual si se enganchaba a los marcos de las puertas. En cuanto que diera la orden de cierre automático de esa puerta, se le pillarían los dedos, rompiéndose o seccionándose. Con lo que no podría hacerlo más de una vez. Y dudaba mucho que pudiese clavar los dedos entre las baldosas del suelo.

Finalmente la llevé hasta la sala grande y de allí, ignorando a todo el que hubiese dentro, abrí la puerta que daba al sótano de la fábrica donde, tras respirar unos segundos para recuperar fuerzas, la lancé lo más lejos que pudiese. Obviamente con los pies aún atados.

- Te voy a decir tan solo dos cosas. Empiezas a ser una molestia, sobre todo desde que viste a la rusa esa, y con tu depresión no has hecho nada en estas dos semanas que me sea de utilidad. Por lo que, si no quieres que reconsidere nuestra alianza, será mejor que empieces a traer dinero de nuevo. Y segundo, ni se te ocurra poner un pie aquí dentro, porque lo que ha pasado Samuel, será como una caricia en comparación contigo.

Le lancé las llaves de las esposas, y pateé a su gata - en el caso de que aún estuviese dentro del recinto- para luego cerrar y sellar la puerta.
Después miré/busqué a Samuel para comunicarle que en poco tiempo tendría su dispositivo y podría hacer lo que quisiese de momento.
Estaba algo cansada ya de estar rodeada de tanta persona, y quería volver a tomarme un tiempo de descanso sin que nadie me molestase.

Comencé a golpear la pared con los puños, sin contenerme, con fuerza para deshogarme un poco, por lo que, al cabo de un rato cuando terminé, acabé rindiéndome al sueño, tumbándome sobre mi costado izquierdo. En ningún momento sentí que me movieran horas después, ni tampoco que me colocaran las esposas ni que me lanzaran afuera del edificio. Estaba tan cansada, que había entrado en una especie de miniletargo que probablemente me duraría un par de horas. Cuando me desperté, estaba afuera, en la calle. Miré a mi alrededor, confusa, y pude ver a mi lado a Beelko, sentada en el suelo, con los ojos cerrados.

- Ya era hora de que te despertaras. Kira te ha echado.

Parpadeé varias veces, extrañada, y fruncí el ceño al ver unos viejos grilletes negros y una llave a mi lado. Recordé todo de golpe, y entorné los ojos. Inspiré hondo cuando noté que en mi interior comenzaba a enfurecerme, y si no me controlaba, acabaría destruyendo ese lugar, con todos los que se encontraban allí. Me levanté sin decir nada, y comencé a caminar hacia ninguna parte. Ya no tenía ningún objetivo que cumplir.

El digisoul volvió a surgir a una orden mía, pero ya no era rojo, se había vuelto tan negro como la noche, o como mi futuro. Con un haz de luz oscura, evolucioné a Scathmon y creé un portal que me sacó de allí a mí sola. Que le dieran a Beelko. Que le dieran a Kira. Que le dieran a Samuel. Que le dieran a Natasha.

OFF: Me voy del tema.

Tras comunicarle al chico de antiguos cabellos marrones, ahora gises como los de un anciano, que su dispositivo estaría en poco tiempo, regresé a la sala donde había estado haciendo el nuevo dispositivo. Me dediqué a acabarlo, es decir, darle todos los detalles decorativos externos para que no fuese un trozo de chips al aire libre.

Eso me llevó al menos otras tres horas más, tras las cuales, salí a buscar a Samuel allí donde fuese que estuviera. Tras encontrarle le tiré el dispositivo, obviamente, cuando me estuviese mirando.

- Ahí tienes tu dispositivo. Ya sé que antes te dije que te prefería durante un tiempo por aquí, pero estoy cansada de la compañía. Así que, eres libre de ir a donde quieras. Pero recuerda, vuelve dentro de dos semanas, si no quieres empezar a sufrir molestias.- le dije al chico, recordando entonces que tenía que darle un papel.- Aquí tienes mi teléfono, por si no me encuentro por aquí, para que venga.

Después me dí la vuelta, y sin despedirme me dirigí a la habitación que tenía en el laboratorio para dejarme caer en la inconsciencia del sueño.

Off: Si no hay nada más que poner, este sería mi último post.

Proceso dicha información de por fin saber que clases de cambios sufrió su ADN. Gracias a eso puede imaginar mejor sus evoluciones al menos tendrían que ser gigantescos, feroces y aladas de cualquier forma no siente prisa de descubrirlo, no siente el menor interés en cambiar de forma a base del Digisoul que supone que posee ahora ¿De qué color? Ni él sabe, pero sospecha que tiene que ser celeste o rojo, o purpura por combinación de ambos colores.

Giro su cabeza mirando a Kira con mala cara y de mal humor, cruzo de brazos continuando esperando otras 3 horas esperando su nuevo Digivice debido que sus antiguos Digivice 01 se hicieron añicos y pedazos. Luego vio nuevamente a Kira y automáticamente atrapo en ver a vuelo su nuevo Digivice IC, de un color externo azul metálico y bordes grises y negras. Se lo guardo en su bolsillo y recibió el pedazo de papel anotada el número de celular de Kira. Prefirió no contarle nada acerca de su descubrimiento, no dijo nada sobre eso.

-Espero que el tiempo pase lento…-Comento fríamente y guardo el papel.- Adiós.-Fue lo único que dijo y se decidido salir del laboratorio, siendo ‘‘libre’’ una palabra y significado que obviamente volverá a sentir…

OFF: Cierro el tema.