Cambio de mundo [Tema autoconclusivo]

por **Jack** Sáb Nov 16, 2013 10:31 am

Jack se lanzó hacia un lado, evitando el ataque de su peludo contrincante. El canino digital se detuvo al ver que había errado de nuevo y se giró para encarar al rubio, el cual había rodado por el suelo y ahora se encontraba de nuevo en pie.
—¡No me ataques!—dijo el hunter por novena vez—. ¡Tenemos hambre, solo queríamos unos frutos de ese árbol!
—¡Ni hablar!—respondió la salamon, que parecía tener muy mal genio—. ¡Ese árbol es mío y no dejaré que nadie lo to…!
Salamon cayó al suelo, dormida. Puttimon aleteaba encima suyo, feliz. Había conseguido ser útil y proporcionarles algo de alimento. Jack ser acercó al árbol que defendía la canina, no sin antes acariciar a su digimon, y cogió un par de frutos, uno para él y otro para la pequeña bola blanca. Los frutos eran redondos, suaves al tacto y tenían un rico sabor dulzón. El rubio recogió a la perrita, la dejó en un pequeño lecho de hojas y salió corriendo antes de que se despertase, seguido de Puttimon.
No llevaban mucho tiempo en Mundo Digital, o eso creía, puesto que un digimon le había atacado, arrebatándole la memoria. Una chica pelirroja llamada Scath le había salvado y le había bautizado bajo el nombre de Jack. Después le dijo que los humanos estaban esclavizando a los digimon, y el rubio comenzó a buscar humanos para hacerles pagar. Pero mientras tanto, debía aprender a sobrevivir y entrenar a su digimon para que evolucionase. Habían sido alrededor de dos semanas, si no había calculado mal, y en ese periodo de tiempo se había encontrado con digimon amables, divertidos, honestos y hospitalarios. Y otros más egoístas y malvados. Pero ni un solo humano. El día anterior le había llegado al Xros Loader un mensaje que decía que tenía que evacuar el Digimundo, pero no sabía cómo, y pensó que era una broma de alguien.

Jack y Puttimon se sentaron en una piedra, cansados de la carrera. El rubio ya se había terminado su fruto, pero al pequeño ángel la sostenía como podía, entre bocado y bocado. El rubio dejó su mochila cerca de la piedra y su dispositivo a su lado, mientras ayudaba a Puttimon a terminarse su comida. Entonces, el Xros Loader, que no había sido bien colocado, se cayó de la superficie de la roca al suelo. Cuando calló, uno de los botontes dio contra el suelo, pulsándose y abriendo un extraño portal. Jack se sobresaltó y se acercó al portal cuidadosamente, dejando a Puttimon solo con la fruta. El ángel, al no poder sostenerla, se acercó a Jack para sujetarla, pero le empujó y le hizo caer al portal. Puttimon, alarmado, corrió detrás de su dueño atravesando el portal, el cual se cerró inmediatamente después.

Instantes después, los dos cayeron al duro suelo de una ciudad. Tras ellos, El Xros Loader, cerrando el portal. Jack cogió el aparato, guardándoselo en un bolsillo del pantalón, y comenzó a andar por las calles, preguntándose donde estaba. Se horrorizó al darse cuenta de que todo, absolutamente todo, estaba lleno de humanos.
—¡Corre Puttimon, escóndete! No vaya a ser que te vean y te esclavicen—susurró el hunter para que no le oyese nadie. Buscó con desesperación algo en lo que esconder a su digimon y dio con una pequeña caja lo suficientemente grande como para que entrase Puttimon. Metió al digimon, cerró la caja y comenzó a andar por las calles de la ciudad.

Y de pronto, la vio. Ese cabello rojo era inconfundible. Era ella, Scath. Echó a correr tras ella, pero se detuvo unos instantes después. ¿Qué hacia ella allí? ¿Acaso no odiaba tanto a los humanos? Decidió que sería mejor seguirla para averiguarlo, por lo tanto comenzó a seguirla más despacio para que no le detectasen.

Spoiler: