Un nuevo y extraño mundo

Me desperté de un sueño profundo. Tenía mis ropas rasgadas por haberme tropezado más de una vez, mis reflejos ya no son lo que antaño eran. Observé a mi alrededor. Nada, ni rastro de aquellos "bichos" que me secuestraron...

Camino despacio, sin fuerzas pues mis heridas me pueden, pero no pienso rendirme así y aquí... No ahora que logré huir de ellos.

Escucho un ruido, algo parecido a un graznido. No son ellos; intento alejar todos mis pensamientos sobre esas criaturas que lo único que hicieron fue separarme de mi familia.

Ahora, en busca de una salida, sin norte al que ir me pregunto dónde estoy realmente.

Puede que esté a salvo o no. Lo que importa ahora es encontrar a alguien y que me diga donde estoy.

Hacia días que habíamos zarpado desde India, días que fueron años para mi ese maldito barco era el infierno, no teníamos mujeres, los cigarrillos se habían acabado hace días, nuestra única forma de sobrevivencia era que el ron abundaba pero eso no saciaba mis ganas de vomitar o escapar de ese infierno.

Después de esos largos días el barco por fin atraco cerca a una costa de Japón y lo único que nos dividía de tierra eran unos pocos metros de agua. Cuando por fin pudimos bajar del barco, salí alegremente a resivir que nuevamente estaba en tierra. Ahora era momento de ir en busca de chicas y de pacas de cigarros, por supuesto llevaba conmigo las escopetas -Crow, es hora de desatar el infierno en esta pequeña ciudad- dije mientras revisaba la munición de las escopetas.

Me pasaba los Días comiendo chocolate y bebiendo ron, tanto fue que padre tubo que obligarme a hacer ejercicio y a regresar a una dieta “normal”. En cuanto me entere de que zarparíamos en Japón, inmediatamente comencé a investigar y leer acerca de ese lugar, o esa era mi intención, pase cinco horas estudiando y el resto de los días solo leí mangas. Cuando el barco finalmente llego a puerto, rápidamente salgo a cubierta y desciendo a tierra corriendo con los brazos al aire y riendo a carcajadas como un niño pequeño aunque a mi edad eso se podría traducir como riendo como un maníaco. -Quiero ver a los robot gigantes, se que deben haber alguno por aquí, o mejor vallamos por sake o pasteles de arroz, no se que es eso peor lo quiero… ¿o primero visitamos a las geishas? ¡no! ¡Quiero los pasteles extranjeros y potencialmente vomitivamente horrendos!- Digo mientras camino alrededor de mi hermano Basura como si fuese una luna orbitando a su alrededor.

Caminé, no se durante cuanto tiempo. Estaba confundida y a la vez muy perdida. Llegué al mar, observaba el gracioso vaivén de las olas y los ruidos marinos que mi mente podía percibir. Ah, paz, armonía, tranquilidad.

Algo irrumpió mis pensamientos: un barco. Llevaba tripulación y cuando ésta bajó pensé que podía ser mi salvación.

Entre la gente pregunté mas nadie me prestó atención pero a lo lejos vi a dos personas curiosas. Pensando que esa mi única oportunidad de sobrevivir, no aguanté más y les pregunté.

Perdonen, ¿me podrían decir... dónde estoy?

Guarde las escopetas en sus respectivas fundas y luego detuve a Crow el cual estaba corriendo al rededor mio -¿Quisieras parar de hacer eso?, me estas mareando- dije mientras lo sostenía de el brazo, -Primero los cigarrillos, ya se han acabado, luego haremos cualquier cosa que desees-.

Una chica de cabellos verdes se dirigió hacia nosotros y luego nos pregunto en donde estábamos. -¿Acaso parecemos guías turísticos? o ¿tenemos un puesto de información?- dije mientras soltaba a Crow y empezaba a caminar, -vamonos Crow, ¿que esperas?-.

Mi atención se desvía a la llegada de una chica quien nos hace una pregunta simple, mi hermano le responde despectivamente, pero creo que es mas que nada por que no sabe donde esta tampoco. -Puertos de Tokio, Japón, la nación del sol naciente y hogar de increíbles maravillas y excesos que nos esperan- Respondo mientras camino siguiendo a mi hermano. -¿No será mejor comprar una pipa? Podrías cultivar tabaco en el barco… pero si de cultivar se trata hay otras cosas mas divertidas... como tomates- Digo antes de poner un brazo sobre el hombro de mi hermano para continuar hablando. -Katanas, me gustan las espadas, padre te dio una escopeta yo necesito un arma ahora… no deberías ser tan grosero con una chica perdida… ¿sabias que el sake es licor de arroz?... … ¿tienes dineros japoneses o haremos la transacción al igual que en Sicilia?- Digo entre oraciones serias y divagaciones recordándole finalmente que en Sicilia tuvimos que asaltar un banco para financiar toda nuestro viaje por Europa.

No le eché cuenta al chico que me respondió primero, parecía imbecil o algo por el estilo.
Su acompañante me dijo exactamente donde estábamos

Gracias por la información, eres muy amable, no como...otros

Vi que pronto se irían así que intentando buscar compañía les pregunté:

¿Os importa que...vaya con vosotros? No tengo a dónde ir ni dónde pasar la noche... Si soy una molestia, intentaré perderme y no me volveréis a ver nunca más

-Cállate- dije secamente ante las frases que decía -Nada de eso va a tener importancia si va a ser destruida esta ciudad-.

La chica nuevamente estaba molestando, esta noche tenia intención de ir a hacer unos cuantos destrozos, luego beber un poco y terminar en la cama con una linda japonesa. La chica había pedido permiso para acompañarnos pero yo no dije y solo mire a Crow para asentir. -Crow, hagamos de esta noche una típica noche Morningstar Siciliana- dije a mi hermano con una sonrisa macabra en el rostro.

Volteo la cabeza para ver a la chica mientras que escucho la propuesta de mi hermano, Sicilia fue un lugar muy divertido que dejamos en cenizas. -Intentemos que esto sea igual que Sicilia y no como Nápoles…- Digo mientras cierro los ojos recordando el desastre de Nápoles, lo que paso alli se queda alli. Mientras hablo con mi hermano, le hago una señal con la mano a la chica, indicándole que puede seguirnos a la vez que me aseguro que mi hermano no vea aquello. -Quiero empezar quemando un avión, no logramos hacer eso en Europa, ya me imagino como debe explotar, bum bum kamunka y la bola de fuego debe ser enorme- Digo mientras se dibuja una sonrisa malévola en mi rostro. -No se si te diste cuenta pero esa chica dijo algo de “Pasar la noche”… tenemos el ultimo paso incluso antes de dar el primero…- Digo mientras regreso la mirada a la chica.

Vi el gesto del joven que me respondió amablemente
Gracias, sois todo un caballero...mmm...¿Cómo os llamais?
Sonreí ampliamente mientras seguía observando el paisaje y esperando una respuesta de aquellos dos muchachos
Yo soy Annike, encantada
Le tendí la mano al muchacho amable, al otro lo ignoré.
Eran buena gente.
Por cierto, ¿a dónde vamos?

Ciertamente los aviones explotan fantásticamente- respondí a Crow alucinado ignorando lo que despues me dijo. La chica realmente estaba para una de esas noches pero hablaba mucho.

Solo te tengo una regla, deja de hacer preguntas, andarás con nosotros hasta que encuentres donde ''pasar la noche''- dije mientras caminaba. Cuando llevábamos poco tiempo de estar caminando había un gran edificio en el cual de frente decía: ''Hikarigaoka Banco'', mire a Crow y saque de una bolsa entre mi gabán dos pares de guantes negros. Es hora...

Al ver el banco, me pongo mis guantes negros para no dejar huellas, me volteo por unos segundos para ver a la chica y entonces le saco la lengua y le guiño un ojo. -Espera aquí y disfruta del espectáculo- Entonces vuelvo a ver a mi hermano y le doy una palmada en la espalda. -Mismo procedimiento, intenta ser mas rápido esta vez- Digo mientras me pongo en mi marca, como si estuviese apunto de correr una maratón y de pronto comienzo a correr a una velocidad sobrehumana, atravieso las puertas del banco e inmediatamente golpeo a un guardia para dejarlo inconsciente a la vez que le quito su arma la que percuto contra las cámaras de seguridad, destruyéndolas una por una. Entonces mas guardias se aproximan a mi, apuntándome con sus armas, los guardias se veían temerosos y para crear una distracción, estiro mis brazos hacia los lados para disimular que me estoy rindiendo y darle pie para que entre mi hermano y acabar con toda la seguridad.

¿Pero que pretendían estos dos? ¿Iban a robar un banco? Al menos eso parecía... En menuda estaba metida...

Vi como uno de ellos me dijo que disfrutase del espectáculo y después sucedió todo demasiado rápido.
No puedo quedarme parada esperando a que hagan algo malo. Tengo que impedirlo
¡¡Esperad!!
Ni caso. No me quedará mas remedio que ir tras ellos.

Me puse los guantes lentamente, espere a que Crow diera la señal y entre rápidamente. Me apoye en los brazos de mi hermano y di un salto con vuelta, en la mitad de este saque las dos escopetas y empece a disparar a todos los guardias, cuando caí en ya todos los guardias habian caido muertos, -¿Eso es todo?, que aburrimiento.
- dije mientras me guardaba de nuevo las escopetas.

Uno de los empleados del banco estaba oculto tras una gran vitrina delante de las escaleras para subir hacia la caja fuerte, este iba a precionar el boton de panico para llamar a la policia. Antes de que este se diera cuenta yo ya estaba a su lado -¿Que vas a hacer?- le dije mientras desenfundaba una escopeta, -Na...na..na..nada señor-.

-Quiero que te arrodilles y cantes La donna e Mobile ante mi.

-¿La Donna e Mobile?-tarareaba.

-Si.

-La donna è mobile qual piuma al vento muta d'accento e di pensieri...

-Era ''edipensiero''... ¡idiota!- dije mientras le daba un tiro en la cabeza -La gente no sabe de música...

Empiezo a tararear felizmente mientras veo a la gente asustada tirada en el suelo y los sesos de un empleado del banco pegados en una vitrina. -¡Fantástico! Alli esta el lóbulo occipital y alli el cuerpo calloso, esto es anatomía al plomo… pero ahora vamos por los verdes- Digo mientras registro los guardias y los empleados del banco para obtener las llaves de la bóveda de seguridad. -¡Ho! Gran puerta de hierro que atrás los verdes escondes, dineros necesarios para satisfacer nuestros caprichos, en este nuevo y extraño mundo llamado Japón ¡la alegría se esconde atrás de esta puerta!... ¡Ábrete sésamo!... tenia que intentarlo- Digo mientras veo la puerta de hierro de la bóveda del banco, con los brazos extendidos. Me disponía a abrir la puerta, cuando entonces noto a la chica que antes se identifico como Annike. -Se suponía que esperaras afuera, donde quizás compraras unos helados para luego ir a otro lugar… aunque supongo que tampoco tienes dineros verdes, pero tienes razon al entrar, es de día el sol esta fuerte y te puedes quemar, además las aves pueden defecar en ti, asi: plur pup… jejeje esa chica tiene un sombrero, te quedaría bien- Digo comenzando a divagar con las llaves de la bóveda en mis manos y apuntando con el dedo a una civil tirada en el suelo por el miedo y que además tiene un sombrero común y corriente puesto.

Pero, ¿¡estáis locos o que os pasa!?
Miré a la gente a mi alrededor, todos estaban muertos. Sesos y entrañas y plomo por todos lados.
Comencé a llorar, no sé por qué, pero la situación no requería menos.
¡Joder! ¿Por qué lo habéis hecho? ¡Eran gente inocente!
Comencé a gritar y a sentir pena por aquellas personas.
¿Y tú querías que yo fuese a por un helado? Me dirigí al chaval que estaba conmigo y, tras eso, le pegué una bofetada llorando.
Me fui, no soportaba ver a aquellas personas así, tendidas en el suelo.

Una vez fuera intenté quitarme todo recuerdo macabro de mi mente, pero por mucho que lo intentara no se iban. ¿Cómo puede ser la gente así de despiadada? El otro no me importaba porque lo suponía en su manera de hablar, pero el otro... Parecía amable y sincero y buena gente. Veo que soy demasiado confiada y comienzo a llorar de nuevo.
Debo buscar un sitio para pasar la noche, lo malo es que no sé a dónde ir. Tendré que esperarles, aunque... ¿y si llamo a la policía?

Cogí mi teléfono, lo único que conservaba; me preparé a llamar.
¿Oiga? ¿Policía? Si, verá... Hay un atraco en el banco principal de la ciudad....Si.... Dos jóvenes....Pelo blanco...si....Vengan pronto....Gracias

Cuando colgué me sentí mucho más aliviada.
Oí sirenas a lo lejos, bien. Todo va a acabar pronto.

Termine subiendo las escaleras y llegando con Crow a la bóveda donde se encontraba el dinero. Tras la habladuría de Crow le quite las llaves y abrí esta -Voilá- dije mientras la puerta se abría. Ignore a la chica la cual salio llorando del banco y luego entre a la bóveda para empezar a tomar el dinero.

No mucho despues se empezaban a oír sirenas de patrullas llegando al banco -Ya va a empezar la fiesta Crow...- dije mientras envolvía aun el dinero. Solo quedaba un poco de dinero por recoger, el cual deje a mi hermano, mientras tanto bajaba las escaleras y me senté en la vitrina para tomar un poco de agua.

Miro extrañado a la chica al verla irse llorando después de darme una bofetada. -¿Que le paso?- Pregunto a mi hermano mientras camino a la bóveda para sacar mi parte del botín. -Lloraba ¿Por qué?- Pregunto nuevamente teniendo ahora mi saco lleno de efectivo. Al oír el sonar de las sirenas, me pongo en guardia otra vez, arrastro una silla hasta un costado de la entrada principal y me siento alli a esperar. Mientras tanto, las patrullas se detienen afuera del banco y un grupo de policías armados se precipita a entrar, al primero que ven es a Bakura detrás de la vitrina y no viéndome a mi, los policías apuntan con sus armas a Bakura, entonces yo me levanto y agarro a uno de ellos por el cuello y le quito el arma, lo uso de escudo humano para evitar de sus compañeros me disparen y vació el cargador contra esos policías, matándolos a todos, luego dejo caer el arma y con un rápido movimiento le rompo el cuello al oficial que use como escudo. -Los Japoneses son muy delgados y frágiles… el arroz no es un buen alimento- Digo mientras recojo una radio de uno de los oficiales caídos, por el dispositivo se escuchaba a otro policía preguntando desenfrenadamente que había sucedido. -Los tenemos- Digo por la radio poniéndome la mano en la boca para distorsionar mi voz, luego dejo caer la radio y miro a mi hermano. -¿Ahora nos vestimos como los policías o salimos a matarlos?... la primera opción es mi favorita, aun recuerdo las caras de esos sujetos, jejeje- Digo mientras recojo una gorra ensangrentada de policía para ponérmela en la cabeza.

Menos mal, siguen dentro
Justo después de esa frase vi como un grupo de policías entraba al interior pero pocos minutos después sonó un "los tenemos" muy poco convicente.
Supongo que tendría que creérmelo y para ello entré
Muchas gracias, agentes. Estaba preocupada por...
Miré a mi alrededor horrorizada, más de lo que estaba antes. Cuerpos de policía.
Me desmayé, no pude soportar la escena

Estaba sentado sobre las vitrinas con una escopeta apoyada en el hombro -no dan mucho espectáculo estos agentes, pensaba que iba a ser más divertido...- Veo como la chica se desmaya y cae al suelo pero no pongo mucha atención , guarde la escopeta y enseguida me levante para caminar hasta la puerta a ver cuantos policías había, -1,2,3,7,15...son 17 en total y hay dos motorizados más... esas motos se ven rápidas... ¿Recuerdas Nueva York?, creo que tendremos que salir por la puerta de enfrente... no me resisto en tomar una de esas motos-.

Cargue una escopeta con cartuchos suficientes para salir de allí, luego tome de la cadera a la chica y salí disparando a uno por uno mientras silbaba la 9na de Beethoven.

-¿Motos? Hooo… se ven geniales… no tienes que recordarme Nueva York…- Digo mientras veo por la ventana para saber donde están las motos, luego tomo dos pistolas de los policías muertos. -¿La chica se desmayo, que raro no? Teniéndola como rehén no nos dispararan- Digo mientras me pongo en mi marca con una pistola en cada mano, para luego comenzar a correr a una velocidad sobrehumana, atravieso la puerta del banco y empiezo a disparar inmediatamente, mis primeras victimas son los policías sobre las motos y después a los demás hasta que gracias a un trabajo conjunto de hermanos, todos terminan muertos. -En Alemania daban mas pelea… sin mencionar Nápoles… ¡Quiero esta!- Digo antes de dar un salto para subirme a una de las motos y empezar a hacerla acelerar para oír el rugir de su motor. -Esto es una motoneta comparada con las que habían en Alemania…- Digo mientras con una pistola apunto a uno de los tanques de gasolina de una patrulla, luego acelero la moto y comienzo a andar sin dejar de apuntar y para cuando me alejo un poco, disparo al tanque de gasolina, haciendo que el auto y los demás a su alrededor exploten, luego suelto el arma y continuo mi camino por la ciudad, buscando un callejón seguro donde podamos perder a la policía o escondernos.

Inconsciente. Seguí sumida en mis pensamientos. Aquella pobre gente... Todo por culpa de los dos imbéciles que tomaba por "amigos"

Me desperté al rato y vi que iban a por las motos
¡Socorro! ¡Que alguien me ayude!
Comencé a gritar desesperadamente pero nadie acudió a mi llamada.

¿Por qué haceis esto? ¡Sois crueles!
Me intenté liberar del abrazo del chico antipático pero éste no me soltaba... Si pudiera hacer algo ahora mismo...

-Claro que se puede arreglar-, digo a Crow en respuesta cuando dijo que eran simples motonetas.

La chica despertó e intento soltarse de mi pero sin esforzarme hice presión para que no se soltase, luego la puse de pie y la bese un poco -Hablas mucho-, dije y luego la volví a tomar por la cintura para montarla en la moto y acelerar rápidamente, -trata de sostenerte y no hacer mucho ruido-.

Me puse enfrente de Crow cuando iba en la moto y cuando escuche la explosión dije a la chica -Ha comenzado el juego...- Le hice señal a Crow para que tomáramos diferentes caminos y luego vernos en el centro.

~Esto sera... muy divertido-, dije para mi mismo.

Veo la señal de mi hermano e inmediatamente me separo de el tomando otra calle, comienzo a escuchar las sirenas a lo lejos, pero aun no están atrás de mi. Veo un centro comercial frente a mi, el que tiene grandes ventanales de vidrio. -¡De compras!- Digo mientras acelero la moto para atravesar los ventanales y asi entrar a la tienda, esquivando la gente y las repisas. Paso por la tienda de ropa de donde saco unos lentes y una gorra, pero antes de irme lanzo un puñado de billetes desde la moto “pagando” lo que me estoy llevando. Paso por otra tienda arriba de la moto donde al parecer venden productos diversos, de alli me llevo un oso de peluche y un sombrero playero lo que “pago” apropiadamente. Antes de irme doy una visita apropiada a la tienda de comestibles de donde me llevo unos paquetes de cigarrillos y unas botellas de licor. Salgo de Edificio por otra ventana y continúo mi camino, pasando por callejones y asustando a la gente al pasar por la acera, aun escucho las sirenas a lo lejos pero al parecer aun no pueden localizarme. Al llegar al centro, reduzco un poco la velocidad buscando un callejón indicado para esconderse, hasta que encuentro uno perfecto, entre edificios de apartamento además en la calle de enfrente hay un bar, por lo que conociendo a mi hermano deduzco que el también elegiría este lugar. Entro con la moto al callejón, me siento en el suelo entre dos contenedores de basura justo a todo mi botín y abro una cajetilla de cigarrillos para fumar uno, pero luego me doy cuenta de que no tengo un encendedor, por lo que solo me lo meto en la boca y espero a que llegue Bakura.

Me agarro a la cintura del joven que me lleva en la moto con él, estoy asustada. Me aprieto contra él para no caerme.
Hace curvas tumbándose demasiado en ellas, cierro los ojos en cada una que viene
Me entró la curiosidad y no tuve más remedio que preguntar:
¿Qué juego ha comenzado? ¿Qué querías decir con esa frase?
Espero que no tuviera que ver nada conmigo...
Oye, ¿a dónde vamos?
No podía evitar curiosidad y preguntar cuando tenía dudas, pero de momento eso bastaba. Quería saber que rumbo consagrábamos, es más, lo necesitaba.

Tras separarnos de nuestra nueva aliada y hospedarnos unos días más en el hotel británico, Beelko y yo viajamos a Japón para comenzar con nuestra búsqueda. Necesitábamos información y necesitábamos dinero, y habíamos elegido la isla nipona como destino porque allí no había nadie que pudiera reconocernos, en principio.

Al llegar, transformada yo en Scathmon, nos dirigimos a uno de los barrios que peor pinta tenían de la zona, en Hikarigaoka, porque ambas nos sentíamos más a gusto en un ambiente que fuera con nosotras. De modo que caminamos un poco, curioseando, Yo de vuelta siendo "humana", y Beelkomon transformada en BlackGatomon y posada sobre mi hombro izquierdo, como si fuese un lorito, pero siendo ella bastante más inteligente. Eso era lo que más gracia me hacía: en su etapa campeón, mi compañera digital tenía más luces que estando en su forma mega.

Al cabo de un rato de intentar recopilar información, al pasar junto a un bar, nos fijamos en que la televisión del lugar mostraba un plano general de un edificio siendo vigilado por casi una veintena de policías. Por la magnitud de la construcción supuse que era un banco, o algo parecido, y no me sorprendió cuando, al ver salir a dos chicos albinos de allí cargados con bolsas de dinero, comprobé que no me había equivocado.

Sonreí, divertida. Necesitaba dinero, y al parecer lo había encontrado. Me deslicé con el sigilo de un gato por las calles, cargando en la espalda con mis dos queridas espadas, las cuales aún no había tenido ocasión de estrenar. Escuché bocinas y alarmas, y vi como varios coches de policía recorrían las calles para acudir a la escena del crimen. Idiotas, lo último que haría un ladrón después de robar un banco sería quedarse por esa zona. Por eso supe que seguramente irían por esta zona marginal.

Pronto descubrí que no me equivocaba. Después de recorrer algunos callejones, me metí en otro más oscuro, uno con contenedores de basura. Allí, sentado en el suelo y con un cigarro entre los labios, estaba uno de los albinos. Con una media sonrisa, salí de entre las sombras del mismo callejón, acercándome a él y sacando un mechero de un bolsillo. Me detuve delante de él, me agaché, y le prendí el cigarrillo con el fuego.

- Problemas con la autoridad, por lo que veo~-fijé mi mirada verde en la del chico, mientras que Black olfateaba un poco desde mi hombro, dándome a entender que ese, no era un humano normal. Algo que yo ya me había imaginado al ver lo que habían sacado por televisión.

Sirenas de policía por todos lados, gente que se asustaba cuando conducía en la acera y el viento pegando en mi cara, era casi excitante estar en esta situación, algunas veces alcanzaba a patear las bombas hidráulicas para que dejaran brotar un gran chorro de agua, en otras pasaba sobre puestos callejeros haciéndolos caer y empujando a la gente la cual caía al suelo  asustada. -¿No es hermoso?- decía a la chica la cual no se cansaba de preguntarme cosas. -Solo agárrate y calla...-

En plena avenida abierta veía una gran tracto-mula con una rampa, acelere levantando la llanta delantera para luego saltar por esa rampa, un gran salto y un hermoso momento sin lugar a dudas. Cuando por fin llegamos al centro pude observar un bar, definitivamente por aquí debía estar Crow, me cerciore de que no hubiera mucha vista y entre a un callejón donde para mi sorpresa estaba Crow pero no solo el, una chica de cabellos rojos como a mi me gustaban, parecía que la noche se hacia cada vez mejor, además de estos dos un ser el cual identifique como un gato posaba sobre el hombro de la chica. -Y, ¿quien es la rojita?-pregunte mientras me bajaba de la moto y me quitaba los guantes.

Siento que alguien entra al callejón, no me importa realmente pero permanezco en guardia, pero me sorprendo al ver que es una mujer pelirroja con un gato en el hombro y que además esta enciende mi cigarrillo. -Muchas gracias- Le digo sonriendo antes de meter la mano en el saco con dinero recién robado para darle un par de fajos. -Que amable, es difícil encontrarse con alguien amable, a menos que ser amable por dinero sea su trabajo pero no creo que sea el caso… los vendedores son amables también pero solo para vender… ese gato es raro… no es un gato- Empiezo a decir rápidamente comenzando a divagar, pero luego me centro en el gato que a chica tiene en el hombro, al verlo mi memoria se activo y recuerdo unos archivos de padre que clasificaban a distintas criaturas llamadas Digimon, recuerdo a uno es especifico parecido a ese gato pero en color blanco. Antes de decir nada, mi hermano llega con la chica de antes, por lo que tomo mis cosas y voy corriendo hacia el dándole las cajas de cigarros y dándole el oso de peluche y el sombrero a la chica. -Fui de compras, ¿aun estas triste?- Digo eso ultimo viendo a Annike. -No lo se, encendió mi cigarro, tiene un Gatomon en el hombro como los que aparecen en los archivos de padre, pero el de ella es negro… que raro- Digo respondiéndole a mi hermano.

Cuando me bajé de la moto decidí enfrentarme a la situación. Reparé en que había otra persona del sexo femenino: Pelo rojo y con un extraño gato en su hombro.
Le respondí claro y alto al chaval de la cicatriz no sin antes haberle pegado una bofetada.
¡No estoy triste, pienso en ellos! ¿Sabes? Sois unos egocéntricos

Al otro no merecía la pena pero aún así le dije unas cuantas palabras bien claras.
Más que hermoso me parece inhumano... Aparté la vista pensando en aquellas personas inocentes.
Ese muchacho era despiadado, en cuanto al otro...Me importaba

Me relajé, relajé todo músculo tengo y mi expresión que estaba acentuada con ira. Cambié de tema
Bueno, va siendo hora de buscar un sitio para pasar la noche...
Miré al muchacho de la cicatriz
Tú conmigo, tengo que hablar...quiero...conocerte mejor

Me erguí de nuevo, viendo como el albino me miraba con curiosidad y me daba las gracias, fijándose sobre todo en BlackGatomon. Sin pedirle permiso ni nada, saqué yo mismo un cigarrillo de la cajetilla y me lo encendí al sujetarlo con los labios. A fin de cuentas, yo le había dado fuego, ¿no? ¿Qué menos que prestarme uno?

- Suelo mostrarme amable con los de mi misma especie...-expliqué, mientras acariciaba a BlackGatomon por debajo de la barbilla con el dedo en el que llevaba el anillo de lobo-. Esta pequeña se llama Black, y es la contraparte del Gatomon blanco que seguramente conoces, ¿verdad?

Me retiré el cigarro de la boca unos segundos sosteniéndolo con dos dedos de la mano izquierda y expulsé el humo, mientras contemplaba tranquilamente desde arriba al muchacho. Sonreí, divertida. ¿Amable por dinero? Sí, puede que también fuese por eso, pero el que ellos fueran biohybridos como yo me facilitaba las cosas. Iba a añadirle algo más, pero entonces escuché pasos cercanos de varias personas y miré en dirección a los recién llegados. Como había supuesto, uno de ellos era el otro chico de pelo blanco, que a judgar por su evidente simuilitud al primero, debía de ser su hermano. Un mellizo posiblemente, si tenían la misma edad. La otra se trabaja de una joven de cabellos verdosos, la cual no me pareció gran cosa, pero para asegurarme olisqueé imperceptiblemente, notando que era completamente humana... ¿Sin compañero? Muy interesante...

- Buenas tardes ~ -saludé sonriendo de medio lado, directamente hacia el otro biohybrido-. Me sorprende ver por aquí a dos semejantes tan seguidamente-comenté, retirándome el cigarrillo para hablar bien- Puedes llamarme Deir, si te place, albinito-contrataqué, curiosa, al escuchar que ya me habían apodado por el color de mis cabellos.

Recordé haber leído de nuevas especies digimon en los expedientes del pelón ayudante de Fausto, tenia que ser una de esas, un Gatomon que era negro, un BlackGatomon para ser exacto.

Tome la cajetilla de cigarrillos y rápidamente destape para echarme uno a la boca y encenderlo con prisa. Rápidamente note que la chica no era una humana corriente, era tal como mi hermano y yo y era raro, tu simplemente no vas por ahí viendo Biohybridos y mucho menos si se trata del mundo humano aunque nunca hubiera ido al mundo digital. -Bueno... eso mismo iba a decirte, ¿que hace una chica como tu en esta parte del mundo? y peor aun ¿como es que de todas las personas de Japón viniste a dar justo con nosotros?- pregunte mientras tomaba el cigarrillo con mi mano izquierda.

Justo despues me tomo como ''albinito'', la ultima persona que me había llamado así estaba durmiendo con los tiburones, -me place llamarte rojita por ahora pe...-, no alcance a terminar mi frase cuando de repente a nuestras espaldas las luces de varios autos de policía nos tomaban por sorpresa y de ellos un montón de policías bajaban apuntándonos con pistolas y uno de ellos con un megáfono que decía -Policía de Tokio... ¡manos arriba!-.

Por la cantidad de luces y sonidos en el área supuse que habían por lo menos 30 docenas de policías en todo el área, estábamos algo atrapados.

La chica volvió a abofetearme, incluso después de traerle regalos, no entendía lo que ocurría, por lo que me alejo unos pasos de ella y miro a mi hermano hablar con la chica pelirroja quien nos llama albinos. -Error… el albinismo es un trastorno genético en donde la persona carece de melanina que es un pigmento que da color a todo en el cuerpo, como resultado la piel de la persona es muy blanca, el cabello es blanco y los ojos son rojos… nosotros solo tenemos el cabello blanco- Digo mientras desvió lentamente la mirada a Annike. -¿Por que estas enojada? Te compre regalos- Termino diciendo a la hora que la policía llega levantando inmediatamente los brazos. -Espera a que vengan hermano… que sea igual a la huida de Nápoles- Le digo a Bakura mientras veo que los policías se acercan lentamente con sus armas en mano.

¿Que por qué estoy enojada? ¿Te parece poco lo que tu y el otro habéis hecho?
En cuanto me dijo que me había comprado regalos... Me sorprendí bastante. No esperaba que un chico que parecía no tener corazón lo tuviese.
¿Que me has...comprado algo? ¿Por qué?

Algo interrumpió mis pensamientos... Al escuchar las sirenas admití que les habían pillado. Si me dicen que declare un juicio ellos saldrán perdiendo...Bueno, menos el de la cicatriz, no se pero puede que le haya cogido cariño, es un hermano o algo más para mi...

Sabrían que tarde o temprano vendrían. Te han cogido chico
Sonreí ampliamente.

Di otra calada al cigarrillo, mirando al recién llegado a los ojos, y después a la humana que parecía haber cogido como rehén. Esbocé una sonrisilla de leve desdén al tiempo que volvía a echar fuera el humo, pero no dije nada. Me volví nuevamente hacia el albino más de meno estatura, el que había llegado con la chica.

- Nah… tan solo estaba por aquí de paso, y luego os vi por televisión. Dio la casualidad que después me topé con vosotros…-Black maulló, y volví a acariciarle la cabecita, distraída-. Puedes llamarme como te plazca. No me importa y…

De repente, un potente foco me hizo volver la cabeza, molesta. Miré a la fuente de dicha luz con una expresión malhumorada, y sin sorprenderme observé que había policías apuntándonos… Pero ya no eran dos o tres coches, sino bastantes más.

- Vaya…-dije, parpadeando, algo molesta. Suspiré y me volví hacia el chico al que le había prestado el fuego del mechero-. En realidad, deberías saber que nadie puede tener los ojos rojos. Ese síndrome en el albinismo deriva a una falta del pigmento melanina, y lo que ves en realidad son los vasos sanguíneos del interior-Hablaba tranquilamente, a pesar de la cantidad de pistolas que estaban apuntándonos. Pero para chula, yo. Que no me viniera ahora como el listo del pueblo-. Bueno… Intentaré arreglar esto, ¿ok? No hagáis ninguna tontería y seguidme el juego, si todo sale bien, pronto estaréis gastándoos tranquilamente esas bonitas bolsas de dinero ♥

Sonreí con complicidad, mientras BlackGatomon se bajaba de mi hombro y se quedaba junto a los dos biohybridos y la humana. Yo avancé hacia los policías con las manos en alto, demostrando que no tenía ninguna intención de otorgar violencia y que lo único que quería era hablar. Por el camino, saqué de un bolsillo una tarjeta de identidad. Sí, era de DATS, y sí, era falsa. Pero ni siquiera un policía idiota sospecharía de ello. Me había cerciorado bien al llegar a Japón, de que, en caso de que algo pasara, llevara una documentación decente. No me apetecía para nada llamar la atención.

- Agente Deirdre de DATS. Tengo la situación controlada.

El capitán de la policía se acercaba aun apuntando a la pelirroja quien había dicho que era agente de DATS, de todas formas ¿que era DATS?. El policía tomo la identificación y verifico cuidadosamente esta, -Agente Deirdre, ¿que hace en esta zona un agente de DATS?, segun tenia entendido los ataques digimon habian sesado hace mucho y no tenemos reportes que digan que hay nuevamente- dijo este enfundando de nuevo el arma pero con los demás policías atrás de el apuntando aun.

-De igual forma tendré que llevarme ese trió... asalto a mano armada, homicidio a gravado a sangre fría... solo con esto ya tienen para al menos 90 años en prisión si es que el juez no los condena a pena de muerte..-El policía enseguida llamo a central,-Los tenemos... por favor, verifiquen en la base de datos a una tal agente Deirdre de DATS-dijo este, enseguida supe que la cosa se pondría fea.

Puse mis manos en las fundas de las escopetas -Hermano, ves subiendo en la moto junto con esa chica... si algo pasara debemos huir como sea de acá- dije mientras me acercaba a roja.

-Ya lo tenia pensado desde antes… quiero ver si la táctica de la pelirroja es exitosa- Digo respondiéndole a mi hermano, entonces dirijo la mirada a Annike y aun con las manos en alto empiezo a señalar a un sombrero de playa y un oso de peluche en el suelo, que intente darle a la chica anteriormente antes de que ella me abofeteara, otra vez.
-Pongan en custodia a los prisioneros- Dice el oficial de mayor rango presente, haciendo que un grupo de policías camine hacia nosotros para ponernos las esposas, mientras tanto, la central intenta acceder a los datos de DATS que tienen para verificar si existe una agente con ese nombre.

Miré a donde señalaba el muchacho de la cicatriz. Un sombrero y un osito de peluche. Que mono... Era un cielo, y por eso no permitiría que se convirtiera en alguien como el otro.
Agentes, estos don estaban robando en el banco central. Yo fui la que los llamé para que les detuvieran
Digo mientras otro me pone las esposas.
Señorita, por favor, no nos cuente una mentira. Somos muy inteligentes. somos la autoridad. Personas como ustedes son las que impiden día a día nuestro trabajo

En cuanto lo escuché y analicé supe que no me iban a creer con tan buena compañía alrededor.
Mierda... Lo que faltaba...

Mi expresión no varió cuando mi pequeña táctica de poner a los dos hermanos y a la humana a salvo se vio fallida. Lástima, hubiera salido sido más fácil así y hubiera muerto menos gente. Pero ahora que sabía que no había más opción, tendría que actuar... Sonreí levemente y asentí, conforme, y mientras el policía hablaba por la radio, comencé a colocarme la capucha que llevaba implementada la chaqueta de cuero.

- Well. Esos dos de ahí estaban bajo mi jurisdicción-murmuré, sonriendo más ampliamente desde las sombras de la capucha-. Lástima...

Alcé la mirada nuevamente, y a velocidad vertiginosa agarré la pistola que el mismo policía había enfundado y con fuerza le amarré con el brazo el cuello. Apunté su sien con el cañón de la pistola, usandolo como escudo viviente. Solté una leve risotada: La estaba liando, de nuevo, pero por suerte esta vez, si me enchufaban con alguna cámara o algo parecido, no verían otra cosa que una mujer encapuchada. Mi rostro quedaba oculto ante los demás.

- ¡¡Un solo movimiento y le reviento!!-chillé, con voz potente y autoritaria-. ¡Tenemos dos rehenes! ¡No hagáis nada que luego podáis lamentar!

Comencé a caminar de espaldas, lentamente, para rejuntarme con los demás. BlackGatomon, a la sombra del callejón, evolucionó en Beelkomon e hizo aparecer su propia moto, a la que se subió y espero a que los demás tomáramos nuestros vehículos.

- Y si yo muero, os llevaré conmigo a ti y a la chica a la tumba-le susurré a mi prisionero-. Así que más te vale no hacer ninguna tontería-Me volví hacia mis nuevos "amigos"-. Preparad las motos, nos llevamos a este también.

El capitán de la policía ahora estaba tomado por la pelirroja, la cual le tenia apuntado con la misma pistola de el -Alto-le decía este asustado a sus demás compañeros, -no vallas a disparar-, estos enseguida empezaron a bajar sus armas y a retroceder.

Por mi parte me volvía a colocar los guantes y encendí la moto mientras esperaba que mi hermano se montara en la otra con la molesta chica, -escúchame pancake- le decía a la chica de cabello verde, -mi paciencia contigo se esta agotando, si vuelves a decir algo tus sesos quedaran todos pegados a una pared...-

Desenfunde la escopeta y empezaba a apuntar a los policías mientras la moto calentaba y esperando a que roja se montara junto con el policía ahora rehén, subí y empece a acelerar pero con la moto aun en neutro, -Crow, sera mejor que cuando salgamos de aquí nos dividamos y nos encontremos de nuevo en la estrada del barco, que el digimon valla contigo...

-Al parecer la táctica fallo- Digo al ver que la chica pelirroja toma de rehén a un policía, después de oir las ordenes de mi hermano, agarro a Annike, la levanto y la subo a mi motocicleta que para ser exactos no es mia del todo. -Sujétate, no queremos que te revientes contra el pavimento- Le digo a la chica mientras acelero la moto e irme de aquel callejón. Mi táctica de huida consiste en atravesar calles y callejones repetidamente, golpeando botes de basura en el camino y casi atropellando a un par de personas, pero aunque mi manera de conducir era errática y desordenada, si tenia un objetivo claro al que me acercaba poco a poco, el puerto.

¿Qué estaba agotando su paciencia? ¡Y él la mía!
De repente me enervé le iba a contestar cuando el chico de la cicatriz me cogió y me llevó a una moto robada
¿Qué es lo que ocurre?
El muchacho no me escuchó pero me dijo que me agarrase, y eso hice: le agarré fuerte por la cintura y pegué mi cuerpo a su espalda.
Su forma de conducir no era buena, pero puede que esa ocasión  lo requiriese.

Cuando llegué junto a los dos hermanos, la chica, Beelko y las motos, sonreí, viendo cercana nuestra huida. Rocé, para regodearme, el cuello del policía con el afilado anillo que llevaba en mi dedo central de la mano derecha. Era como si me burlara de él, como si pretendiera intimidarle con la probabilidad de matarlo en cualquier momento, tan solo con clavarle un poco la punta del anillo. Me volví y de un empujón obligué al policía a subirse a la moto de Beelko: Él iría delante, Beelko detrás para vigilar que no los seguían.

- Si no me cabreas, no tendrás nada por lo que preocuparte-le respondí, mientras le ataba las manos con sus propias esposas. Sin embargo, luego me lo pensé mejor. Beelkomon debía irse con los otros dos, pero si el policía iba con ella, entonces nosotros nos quedaríamos sin escudo humano... Sería mejor llevarlo con nosotros-. Pensándolo mejor, te vienes con nosotros-le agarré otra vez y le hice rodearme con el espacio que había entre él y las cadenas por debajo de los brazos, para que no intentara escapar en la moto del albino. Mientras tanto, la motera torció el gesto, pero ordenó mentalmente a la moto que se moviera, en la misma dirección por la que se había ido el otro biohybrido.

Miré al que quedaba de los dos, intrigada, viendo como agarraba sus dos escopetas y como preparaba nuestro vehículo para irnos. Con un brillo divertido en los ojos, me subí tras él, llevando al rehén detrás de mí, y le rodeé el costado con un brazo para sujetarme, mientras que con la otra pretendía disparar a cualquier posible perseguidor que fuera tan tonto como para seguirnos.

- C'mon, let's go~-murmuré al chico, para que hiciera mover el vehículo ya-. ¡Si alguien nos sigue, los rehenes mueren!

OFF: En la moto primero va Bakura, después yo con un brazo rodeandole para sujetarme, y el policía se sujeta a mi a la vez, pero de manera que no me aprisione los brazos con los suyos propios al estar atado con las esposas.

Enseguida en cuanto la roja se monto y monto al policía con nosotros me puse en marcha primero levantando la llanta delantera y acelerando para comenzar la marcha. Saque la escopeta y con los espejos iba pendiente de que alguno no siguiera, cuando iba un poco lejos de los carros un disparo se escucho en el lugar y despues solo un -Fuck- mientras aun aceleraba. Acelere mucho más y guarde la escopeta un poco adormilado, las luces empezaban a irse al igual que los sonido, de un momento a otro la moto empezaba a bajar la velocidad y mientras cruzaba la avenida esta perdió el control haciendo que resbalara y chocando contra un separador hacia que voláramos al menos unos 2 menos sobre el aire dando vueltas. Cuando la moto cayo al pavimento hizo que me separara de esta y haciendo que cayera en toda la calle mientras sangre empezaba a salir de un hoyo hecho en la parte derecha de mi estomago por aquel disparo mientras aun estábamos huyendo.

Unas cuantas patrullas empiezan a perseguirme, pero las pierdo rápidamente metiéndome por callejones y dando virajes bruscos, finalmente me detengo en un callejón que se ubica muy cerca del puerto, tampoco quise ir exactamente al puerto para evitar conducir los policías al IGDA. -Que gran viaje- Digo al detener la moto para luego voltearme y abrazar a mi pasajera, quien durante todo el viaje pude sentir todo su cuerpo contra el mio. -Debes tener frió- Le digo mientras acaricio suavemente sus hombros. -En cualquier momento regresara mi hermano, cuidado con lo que dices y haces por que el actúa de manera errática… como yo en una dulcería- Digi mientras le sonrió a la chica.
Pasan los minutos y no veo señal de mi hermano o de la policía siquiera, cada segundo extra que pasaba me preocupaba cada vez mas. -Algo paso… algo malo paso…- Digo totalmente tenso pero aun dispuesto a esperar un poco mas antes de actuar.

Me solté, separé su cuerpo del mío. Volvía a ser yo.
Afirmó que tenía frío... La verdad es que si, asi que cuando el me acarició los hombros con dulzura le abracé y lloré lo más profundamente que pude.
No... no puedo seguir así... Tengo que... Tengo que...
En ese momento vi que el chico estaba preocupado mientras yo divagaba sobre el bien y el mal y lo que debía hacer con él.
Algo malo, eh... Espero que no sea muy malo

Sonreí ampliamente, sabiéndonos ya muy posiblemente a salvo. Miré hacia atrás, pendiente de que los policías no nos siguieran o dispararan, pero aún estaban allí, mirándonos con impotencia mientras nos íbamos con uno de los suyos como rehén. Solté una leve risa burlona, ignorando una sombra se deslizó por la fachada de uno de los edificios. Me di la vuelta de nuevo y amarré con fuerza al chico de delante mío, esperando que fuese bastante hábil maniobrando con la moto.

Sin embargo, hubo varias cosas que no me había esperado. Primero pude escuchar un disparo proveniente de atrás, y luego una maldición por parte del biohybrido albino. En ese momento supuse que se habría molestado porque los policías habían echo caso omiso de nuestras amenazas, y que por lo tanto nos seguirían a pesar de tener un rehén en nuestras garras. Pero después noté algo húmedo delante de mí, y la motocicleta comenzó a perder velocidad.

- Wha... ?-no tuve tiempo a decir más. De un momento a otro, me vi volando por los aires hasta dar con mi cuerpo en el suelo. Por suerte, el policía seguía "amarrado" a mí, y gracias a que caí sobre él en el suelo no me hice nada grave, pero aún así se me cortó la respiración.

Rodamos un poco por el suelo, hasta finalmente detenernos mientras yo jadeaba de la sorpresa y el golpe. Me atreví, con algo de esfuerzo, a mirar a mi alrededor para buscar al albino, pero lo que me encontré... No había sido lo que había planeado.

Estaba a unos metros de mí, tirando en el suelo, y con la ropa ensangrentada por la zona del estómago. La mancha roja cada vez parecía hacerse más y más grande, y al instante pude atar cabos sueltos. La sombra del edificio había disparado y, de alguna manera, había alcanzado al chico, el cual posiblemente en esos momentos no estaba ni para levantarse.

- Shit...-me quité de encima al policía y le propiné una patada para evitar que se levantara. Busqué rápidamente mis espadas y la pistola de antes. Una de las afiladas hojas estaba tirada en el suelo, mientras que la otra seguía en su funda, a mi espalda. El arma de fuego se encontraba junto al cuerpo del otro biohybrido.

Mi mente comenzó a trabajar rápidamente, como nunca antes lo había hecho (o al menos no desde que desperté con la memoria perdida). Desenfundé la espada que me quedaba en la espalda y amenacé con ella otra vez al policía. Estaba enfadada, habían conseguido cabrearme.

- Fools!-grité-. Os advertí que nadie disparara, habéis conseguido cabrearme...-Me oculté rápidamente y con el rehén tras la pared de un edificio, pero no para abandonar al biohybrido, sino para entrar de una vez en escena. Agarré el digivice y con el digisoul golpeando la parte de arribe del dispositivo evolucioné en un ángel caído con armadura dorada y negra.


Sin salir de detrás del edificio, comencé a actuar. Amenacé al humano con una nueva espada que ganaba cada vez que evolucionaba en Scathmon, y chasqueé los dedos de la otra mano, invocando diversas criaturas negras que salieron a la vista de los humanos, dispuestas a proteger al otro biohybrido en caso de que los policías decidieran acercarse. Seguidamente, susurré unas simples palabras (Seilbh Scáth) con un acento siseante y oscuro, tras las que cuatro finas sombras procedentes de la mía propia que se proyectaba en el suelo, se deslizaron rápidas hacia la moto, el biohybrido, la pistola y mi otra espada que llevaba en forma humana. Las sombras, cada una, agarraron una de las anteriores cosas mencionadas y tiraron de ellas para llevarlas a donde yo me encontraba.

- Que tenga que evolucionar de esta forma ante unos humanos... Qué vergüenza-murmuré.

OFF:

* Legion

Invoca unas pequeñas criaturas de naturaleza oscura (10 en total por tema), llamadas "Darks". No son muy fuertes, así que por separado no suponen mucha ayuda. Sin embargo, si son varias pueden entorpecer al rival, además siendo bastante rápidas. Tienen la fuerza de un rockie y la velocidad de un ultra/mega.

Spoiler:

-----------

* Seilbh Scáth (Posesión de sombra)

Scathmon controla su sombra, estirándola y dándole poder físico de tal forma que cuando llega al enemigo, sale del suelo para atacar o atraparlo. Tiene una apariencia puntiaguda, capaz de golpear y cortar. Como esta técnica no tiene un gran alcance (alcance de 20 metros máximo), Scathmon puede utilizar varios factores a su favor; ya sea una fuente mayor de luz para poder hacerla más larga, o utilizar una sombra ya existente y poder viajar entre ella. También se sabe que la sombra se puede dividir en varias (5 sombras más, aunque ahi el poder se reduciría a un 20% cada sombra si se divide en 5), ya sea para atacar y atrapar a más enemigos o para crear una distracción, pero cuantas más sombras sean, menos poder tienen cada una.

Su tiempo de duración tiene un máximo de 5 post, y no lo puede usar hasta otros cinco, para recuperar fuerzas. Si el usuario ejecuta esta técnica con muy poca energía, o no se lleva acabo en un lugar con suficiente luz, el ataque no funciona del todo bien.

El viento soplaba mientras aun podía sentir los sonidos de los autos que transitaban el lugar, mucha gente se aglomero hacia el accidente como suele pasar, la respiración se me complicaba algunos otros sonido que podía sentir pero no podía identificar, las luces de los alumbrados de las calles... I wanna a trip trip trip...

Un susurro a mi oído, una voz familiar pero que por el mismo motivo sentía tristeza ~Bakura... levántate hijo mio, aun no es tiempo de morir...

~Ma... ¿Madre?- decía entre mi aun adolorido.

~Mira cuanto has crecido, estoy tan orgullosa de ti.

~No es cierto, por culpa de Fausto soy algo anormal, algo que jamás quise ser... Algún día el debe sufrir todo lo que mi hermano y yo hemos sufrido y ese día yo estaré ahí para verlo porque mis propias manos serán lo que lo harán sufrir...

~Recuerda, vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él...Ahora, despierta, te amo hijo...~ La voz se empezaba a alejar de mi cabeza mientras mis sentidos de nuevo aparecían y abría mis ojos poco a poco.

-Ahg, ese hijo de puta...- digo como ultima palabra antes de caer inconsciente de nuevo a culpa de la perdida de sangre.

Me quedo mirando a la nada por unos instantes, sin mover ni un músculo, ni siquiera pestañar, estaba totalmente sumido en mis pensamientos. -¡Hermano!- Repentinamente grito eso, monto a la chica a la moto para luego subirme yo también y acelerar a gran velocidad buscando a Bakura. -Algo malo paso- No paro de repetir eso durante todo el trayecto. Entonces llego al lugar, a lo lejos puedo ver a la moto en el suelo, la pelirroja haciendo algo extraño y las patrullas de policía que se acercan cada vez mas. -Bajate… estarás segura con la pelirroja- Le digo a la chica mientras la empujo un poco. Entonces acelero y me meto por un callejón y conduzco por la calle paralela hasta llegar a la altura de las patrullas, saco la tapa del tanque de combustible y acelero la motocicleta a su máxima velocidad hacia las patrullas levantando la rueda delantera en los últimos metros para hacer un salto que me eleva por los aires, en ese punto salto de la moto y aterrizo en tierra para luego alejarme de los autos, por su parte la moto sigue en el aire hasta estrellarse contra una patrulla, explotando en el acto y al mismo tiempo haciendo explotar ese auto la que a su vez hace explotar los autos aledaños en un efecto en cadena.[/color]

El chico de nuevo me montó en la moto. algo malo había pasado según él.
Pronto divisamos el cuerpo del otro en el suelo rodeado con sangre.
Atendí al cuerpo del chico sin hacerle caso al de la cicatriz que ahora estaba ocupado con las patrullas. Por lo visto, el chico antipático parecía ahora indefenso en el suelo. Bakura... ése era su nombre.

Me rasgué parte de mi falda creando una venda con la que tapé sus heridas
Eh, Bakura, mírame... ¡No te duermas! Vamos, tienes que ser fuerte...Dije mientras la compasión me llevaba en un lagrimeo constante.

Por favor, no te duermas Abracé su cuerpo, me daba igual llenarme de sangre. Lo importante ahora era que él sobreviviese.

Beelkomon había llegado junto con el albino de la cicatriz y la humana, pero los otros dos no llegaban. La motera, al igual que el biohybrido, comenzó a impacientarse, y ni siquiera titubeó cuando el biohybrido decidió regresar a buscar a los demás. Pronto, ambos llegaron cerca de donde habían estado antes, y como había temido, no todo había sucedido como habían esperado.


Pronto vi regresar a Beelko y a los otros dos. Supuse que se habían mosqueado por nuestra tardanza, y no me extrañaba. Yo no me retrasaba sin razón, así porque sí. Con un gesto de cabeza, le ordené que vigilara al policía, y que impidiera que huyera. Ella asintió, y le apuntó con una de sus escopetas, pero sin dispararle, solo amenazándole.

Fui a prestar atención a los demás. el biohybrido herido ya estaba detrás del edificio junto a mí, la moto, mi espada y la pistola. Me agaché junto a él para examinar la herida, pero antes de que pudiera tocarle, ya salió la humana, molestando y abrazándolo. Fruncí el ceño, irritada. ¿No se suponía que se llevaban mal entre ellos? Al menos eso era lo que habían dado a entender antes, cuando me los encontré en el callejón.

- Aparta-espeté, dandola un leve empujón. Agarré al chico con un brazo y lo cargué al hombro con cuidado. Seguidamente, con la espada, rasgué el aire, creando una apertura dimensionar que nos llevaría a la otra punta de la ciudad: un portal-. Cruzadlo, aquí no hay nada que hacer ya.

Beelko empujó al policía por el portal, y ella fue detrás, vigilando que no actuara de manera sospechosa. Con una mirada, les indiqué al otro hermano y a la humana que entraran también. En cuanto lo hicieran, yo iría tras ellos, cerrando la marcha y al mismo tiempo, el portal para que nadie pudiera seguirnos.