Tempestad Negra

Ya hacia un tiempo que caminaba por la Isla File siguiendo el radar de mi Digivice, buscando mi siguiente Digispirit. En mi viaje me acompañaba Keilyn, una chica que conocí tras una batalla en un lago, también aspira a ser una heroína y que me convenció en hacer un equipo de héroes.
Nos adentramos a una zona llamada “Antigua Región Dino”, el lugar es un desierto o casi, ya que hay una serie de ríos y riachuelos que cruzan las irregulares montañas y acantilados cóncavos, además de una escasa pero muy verde vegetación. Básicamente, es como estar adentro de El Gran Cañón, pero en una versión reducida. A pesar del árido paisaje, no hace mucho calor, y eso se puede deber quizás a la gran cantidad de nubes que bloquean parcialmente al sol y proveen de sombra. En la zona también se pueden apreciar las entradas de una gran diversidad de sistemas de cuevas y cavernas, lugares donde los Digimon nativos se resguardan y de donde se pueden oír sus rugidos y ronquidos.

-Ok piénsalo… deberías inspirarte en Aquaman, tu traje podría ser una cota de malla con diseño de escamas y blandir un tridente como arma… me parece un buen traje para una heroína acuática- Le digo a Keilyn mientras caminamos, uno de los temas mas recurrentes de conversación ha sido planificar la “empresa” de súper héroes, en la que se hace necesario un traje, un nombre y un lema. Mientras caminamos, en mi mano derecha mantengo mi Digivice, el que miro regularmente para saber si estamos en la dirección correcta.

La muchacha rubia caminaba con aire ausente, no por nada llevaba mucho tiempo caminando sin tener un rumbo claro, y el Sol que caía de vez en cuando entre los huecos que dejaban las nubes no ayudaba nada. Ella había crecido en un país en el que no era habitual unas temperaturas muy elevadas y con un radiante Sol en el cielo -aunque hubiese nueves en ese momento-, así que su resistencia natural se veía mermada por eso.
Iba inmersa en una especie de sopor, por culpa del cansancio y de obligarse a ir poniendo un pie delante de otro. Esa era la única forma que tenía de caminar por allí. Y por culpa de ello ignoraba prácticamente todo lo que la rodeaba.

Sus pensamientos se cerraban en un círculo vicioso en el cual no encontraba la salida. Primero, maldecir a sus dos espíritus: Selenemon y Heliamon, que habían decidido obligarla a desaparecer de la vida de Zayyn durante meses a modo de penitencia. Sin dejarla hablar con la pelirroja cuando consiguió "salvarla" de las garras de la chica con el digimon zorro. Lo segundo era el arrepentimiento por pensar eso, a fin de cuentas sus espíritus la habían ayudado, y cuando no les había hecho caso las cosas habían acabado mal para ella. Tercero, de nuevo rabia por el intento de control de ellas sobre cada aspecto de su vida. Y finalmente, otro ramalazo de culpabilidad por penar eso, unido también al agradecimiento por haberla permitido rescatarla.
En ese punto regresaba al primer pensamiento y de nuevo volvía a realizar toda la vuelta.

Sacudió la cabeza y parpadeó con fuerza al escuchar una voz que la reclamaba. Debía haberlo estado haciendo desde un rato, porque sonaba bastante molesta... Aunque bueno, ella casi siempre estaba con un humor neutro o molesto.

<< ¡Tú, maldita rubia! Alguien se acerca a nosotros, uno de los nuestros creo. Pero no sé quién. Quizás sea Naois... >>

Sonrió de manera sarcástica, se le había olvidado que además del tema con la pelirroja, aún tenía que solucionar los problemas que tenía con el hijo de esta. ¡Cuanta alegría! Una sola familia parecía haberse propuesto molestarla de la peor manera: haciéndola sentir culpable. A pesar de que en uno de los dos casos no había sido su culpa, sino de los espíritus de las estrellas.

Con paso firme intentó seguir la dirección que le indicaba por pitidos el dispositivo, así como el mapa pixelado de la pantalla. Si había suerte ese mismo día concluiría uno de los dos temas. Pero no estaba segura de ello.

La semana habia sido larga y curiosa, muchas cosas habian cambiado. Sobre todo aquello ultimo. Habia cambiado mucho, aquel nuevo compañero decidido a ser mi compañero de equipo. Mi compañero para desstruir l amaldad y proteger a los debiles. Estaba feliz, por primera vez en mi vida no se habian reido de mis ideales. Es mas, habian decidido unirse. Por lo que sonrei feliz durante casi todo el camino.
-No se... transformarme ya me tranformo cuando evoluciono. Eso de las escamas y demas... o un tridente...mola, pero ya lo tengo..mas o menos. Preferiria algo mas simple... y...menos cantoso.quizas una simple capa y un antifaz..nose...
Dije sin saber muy bien que mas decir, esos temas..eran complicados. sobre todo cuando nunca habia pensado en algo asi. ¿un disfraz?¿mi familia en peligro? Me habia olvidado de esos pequeños detalles. Asi que segui a Karasu aun algo confusa por el tema. En mi cabeza se amontonaban miles de posible sdisfrazes y nombres. Suspire y avance, notando con cierta parte digimon, que parecia haber alguien mas por l a zona. Aunque un leve olor..podia ser incluso un digimon pequeñajo. Por lo que no me preocupe hasta que no nos acercaramos mas.

-Lo simple es bueno, pero si tienes la oportunidad de tener un traje mas vale exagerar, por el simple placer de darse el gusto y si haces mucho el ridículo modificas un par de cosas y se arregla todo… además es bueno deformar lo mas posible tu apariencia humana con el traje… el traje cumple dos funciones como sabrás… la de propaganda y protección…- Le digo a Keilyn mientras ambos seguimos caminando por aquel seco paramo. Entonces, mi Digivice de pronto comienza a sonar más rápido y más fuerte, la flecha señala directamente hacia una gran roca del tamaño de un edificio de unos diez pisos, que se encuentra a una distancia considerable aún. -Alli esta… solo espero que nada salga mal… y con que salga mal me refiero al grado de maldad del Digimon…- Digo mientras me detengo por un tiempo para observar el horizonte y a la roca.

Mientras tanto, al otro lado de una colina rocosa, en donde se encuentra Natasha, una manada de Digimon Dinosaurio corren despavoridos para esconderse en cualquier sitio, una roca, una cueva hasta incluso se zambullen bajo la poco profundas fuentes de agua. El estruendo que hace la estampida puede ser escuchada por todos, aunque ese sonido es rápidamente opacado por un rugido que provoca escalofríos.

<< Derecha, te digo, estúpida humana >>

Por sorprendente que fuera, esos insultos no iban dirigidos hacia la rubia que estaba parada mientras que sus dos espíritus digitales "decidían" cuál era el mejor camino para llegar a la persona misteriosa. Porque, cómo no, un monte se alzaba frente a ella, y el dispositivo la indicaba que la persona estaba justo frente a ella. Pero con el obstáculo en medio, tenía que tomar una de las dos desviaciones que había a cada lado del montículo. También podría atravesarlo por medio, pero era más cansado.

<< Y yo te digo que es por la izquierda. Pedazo de cacho de trozo de lagarto alado.>>

Adorables ambas cuando empezaban a insultarse de manera incoherente. Y lo peor de todo es que no conseguía encontrar la solución. Y mejor que no se le ocurriera a la muchacha moverse, o sino los dos espíritus empezarían a insultarla. Se cruzó de brazos en una pequeña sombra que daba un raquítico arbusto.
La discusión entre ambas criaturas no parecía acabar en poco, se cruzó de brazos y esperó. Pero alguien, o mejo dicho, algo hizo que se detuvieran.

Un profundo rugido resonó en el área, asustando a varios digimons que pasaron por delante de la joven, en apariencia huyendo de eso que había rugido. Y si no huían de eso, sería otra cosa, pero que fuesen dos hechos independientes era prácticamente imposible. Tanta casualidad no puede existir.

<< Parece que se pone interesante la cosa... ¡Mi turno! >>

La rubia hizo aparecer varias cadenas de códigos digitales que formaron una esfera en su mano derecha. Con la izquierda pasó el dispositivo digital.

- ESpíritu digital animal Digievolución... ¡Heliamon!

El gran dragón de escamas refulgentes como el mismo Sol abrió sus alas y de un potente salto, alzó el vuelo. Iba a observar qué era eso que había provocado tanto revuelo por la zona.

Escuche las explicaciones de karasu admitiendo que tenia razon. Debia servir de proteccion. No solo de propaganda. Debia pensar en algo. Pero estaba con un poco de dolor de cabeza. como ausente. No sabia como ni por que, pero me sentia distante del mundo. Por o que no respondi, solo el pitido y activacion del dispositivo de karasu me despisto y me devolvio a la realidad.
-Si, esperemos que nada valla mal. Por ahora la cosa no fue tan mal. Y como te dije, si vengo es para ayudarte. No creo que suceda nada malo si actuo a tiempo.
respondi con esperanza y mirando al horizonte, escuchaba algo, mucho ruido. entonces se escucho un rugido que me hizo dar un paso atras. Pero me mantuve firme esperando y decidida a seguir.
-Creo que hay que hacer de heroes de nuevo...Hasta el final.
dije decidida y dando otro paso hacia delante.

-Ese rugido… no puede ser…- Digo al mismo tiempo que me quedo helado, ese rugido me era muy familiar y me trajeron recuerdos trágicos imborrables. Hasta que al final, llego a una conclusión en mi cabeza. -Corre… ¡corre! ¡Si este enemigo es quien yo creo que es, debes correr, es muy poderoso!-.
Mientras tanto, pesados pasos comienzan a oírse a lo lejos y entonces, repentinamente una gran explosión sacude la tierra y destruye la colina que separaba a los tres humanos (dos y medio). Otro rugido resuena, esta vez mas fuerte que entes, debido a que el enemigo esta mas cerca y en el horizonte ya puede verse, es un dragón gigante o su esqueleto mejor dicho, el que se acerca a paso apresurado mientras va aniquilando todo Digimon que se encuentra en su camino para absorber sus datos.

-Tu… maldita criatura…- Digo al ver al oponente aproximarse, confirmando las sospechas de que es el mismo Digimon que hace un año asesino a mis padres. Inmediatamente activo el Digivice y me transformo en Kokuramon. Dando un aleteo me elevo a unos cuantos metros y me mantengo suspendido a la espera de SkullGreymon.

El montículo que evitaba que pudiera ver al poseedor del otro espíritu digital, desapareció como si nunca hubiera existido. No se la había ocurrido intentar cargarse la elevación evolucionando. Del mismo modo que no se les había ocurrido sobrepasarla volando hasta que estuvieron en el cielo. Hay veces en las que pensar no les vendría demasiado mal, en vez de cegarse en ganar una ridícula discusión.

El culpable de la desaparición de la elevación era una especie de esqueleto de un reptil: SkullGreymon. Una gran sonrisa apareció en el rostro lleno de escamas de Heliamon. Estaba deseando empezar el combate. Pero otro movimiento le llamó la atención: un resplandor que indicaba evolución.
Sus agudos ojos fueron capaces de ver e intuir quién era el espíritu. Para mala suerte de la rusa y de su contraparte humana, no era Mirumon. Pero podría ser igual de divertido, quizás un combate después, no por nada era una evolución de tipo virus, y Helia amaba pelear contra esos digimons.

<< Невидимый вуаль >> pensó antes de desaparecer de la vista de todos.

Se acercó a Kokuramon planeando, pero sin mostrarse aún. Prefería un reencuentro en el cual, no supiera el otro guerrero digital su ubicación. Puede que Selenemon aceptase a digimons corruptos, pero Helia tenía una relación más complicada con ellos.

<< Parece que volvemos a encontrarnos, pajarito. Últimamente estamos todos muy activos. >> envió los pensamientos a los seres a su alrededor. Puesto que la dragona en sí carecía de cuerdas vocales.

Observó con atención al SkullGreymon, decidiendo esperar un poco más antes de entrar en la batalla, ayudando a Kokuramon y a la humana rubia... O quizás no tan humana.

off:

No podia creerlo, ¿karasu decia que corriera? No, no pensaba correr. Me dab aigual que digimon fuese. No dejaria que nadie muriera. O que el luchase solo. No pensaba huir. Ni por l acabeza se me habia pasado.
-No pienso correr y menos huir. Luchare como la ultima vez.
Dije viendo como el evolucionaba sin pensar en las consecuencias. No debia hacerlo, no asi...Debia luchar yo primero, asi el alomejor no tendria por que dejarse controlar. Entonces escuche una voz en mi mente, la voz de alguien mas, al parecer hablando a Karasu. como no, debia de tener mas amigos que solo yo. al fin y al cabo yo tenia una hermana. Pero estaba decidido, no evolucionaria aun. Debiamos de guardar por lo menos fuerzas para otro combate...eso si a karasu se le iva de las manos. Todo empezaba a descontrolarse...Y yo no queria perder mas amigos.

-Karasu...ten cuidado, y controlate.
Dije sin mas y heche a correr en busca de algun lugar por donde hubiese agua, el agua suficiente para nadar o para estar en mi elemento. Estaba claro que estando en tierra solo seria un estorbo. Y aquel digimon...parecia ser muy poderoso.

Una voz extraña resonó en mi cabeza, se que era en mi cabeza y no algo que había oído físicamente, pero lo que dijo esa voz me confundió, no era Keilyn, es imposible que sea el enemigo que se aproxima y definitivamente no es Kokuramon quien intenta apoderarse de mi. -No molestes…- Digo en voz baja en respuesta a aquella voz, al mismo tiempo que mi cuerpo es rodeado por un aura maligna. -Cuídate Keilyn, no te arriesgues…- Digo antes de  levantar mi báculo y pronuncio las palabras “Henkan”, este se transforma en un martillo de guerra el que empuño con firmeza y vuelo a gran velocidad hacia el dragón esquelético al que comienzo a asestar golpes tras golpes con el martillo. Pero SkullGraymon me atrapa con una de sus garras esqueléticas y me lanza lejos como si apartase una mosca. La fuerza del Digimon me lanza lejos y termino incrustado en el suelo arenoso donde termina la evolución, el ataque además de alejarme del enemigo, también me acerco mucho mas a la gran roca en la que se supone que esta el Digispirit. -La única forma…- Digo mirando la roca, a lo que vuelvo a transformarme para volar hacia ella.
Mientras tanto, SkullGreymon se acerca cada vez mas hacia donde están Keilyn y Natasha. Mientras el enemigo mas se acerca, se puede apreciar que este está persiguiendo a una manada de Digimon, los que golpea uno por uno para matarlos y asi absorber sus datos.

Cerca del lugar hay un rio no muy profundo el que va desde donde esta Keilyn, cruza por el callejón entre montañas por el que camina el enemigo, cruza por donde está la gran roca y sigue más allá.

La dragona rió, pero aleteó alejándose del guerrero, esperando ver cómo se las apañaba él sólito. Simplemente por el hecho de saber si merecía la pena malgastar sus fuerzas en detener a SkullGreymon, o Huesitos como le llamaría a partir de ese momento.
Planeó quedando encima del digimon Ultra, observando sin perderse ningún detalle del intento de pelea de Kokuramon. Que fue lanzado lejos por la portentosa fuerza de los huesos, porque músculos no tenía o eso parecía, de SkullGreymon.

<< Parece que tendré que molestar... Sobre todo, después de una gran actuación. >> De nuevo envió sus pensamientos, no la importaba que su actual enemigo supiera que iban a atacarle de nuevo, porque no podía verla, aún.

Se dejó caer desde su posición encima de Huesitos, y  cuando faltaban diez metros para colisionar con este, abrió las alas mientras que todo su cuerpo volvía a iluminarse. De las alas salieron bolas de plasma directamente dirigidas contra su enemigo. Que no se esperaría un ataque tan veloz desde arriba.
Después de esa acción, aleteó intentando ganar un poco más de altura para seguir hostigándolo.

off:

Seguia corriendo esperando que karasu no se descontrolara. O tendria que luchar contra dos digimons encolerizados. Fui a avanzar para luchar cuando el me dijo que esperara. que no me arriesgara. El ataco, pero algo imprevisto pasó. Sin previo aviso el digimon esqueleto lanzo lejos de un manotazo a Karasu. Ahora ya no iva a quedarme parada. Ya no mas. Ademas...si aquel digimon avanzaba en linea recta una estampida vendria delante, y como humana..no sobreviviría a ser aplastada.

Decidida saque el dispositivo y me dispuse a correr hacia el agua, cuando un invitado inesperado ataco al digimon huesudo desde arriba. Quizas no haria falta gastar energias.  Es mas, mi cabeza ahora no miraba la estampida, ni la pelea entre aquellos dos, miraba alli donde habian lanzado a karasu. alli donde le mandaba el dispositivo. Sabia que iva a hacer. Y las cartas estaban hechadas. O seria bueno y todo lo malo acabaria, o seria malo... y habria que luchar contra el con todas las fuerzas necesarias.

Asi que simplemente me eche al agua, no cubría mucho, pero lo suficiente para manejarme en modo sirena si me veia obligada a evolucionar. Tenia incluso una posible salida por aquel mini arroyo. claro que un heroe jamas huia de una batalla.
-*mucha suerte Karasu...Esperemos que esto acabe pronto*
Pense mientras esperaba, volviendo a mirar a skullgreymon a lo lejos y a aquel dragon misterioso. Ojala no necesitase ayuda...Si no... todos deberiamos gastar fuerzas.

Aun estaba sorprendido de no haber llegado a la ciudad juguete, creo que todos los caminos que yo había tomado estaban mal, todos los digimon con los que yo había hablado para pedir instrucciones solo me estaban tomando en broma, eso pensé. No sabia en donde estaba y hacia mucho que no encontraba un Trailmon, si bien, habían carriles en el pantano Geko, pero nunca pude ver a uno.

Yo iba caminando, ya no tenia tartas ni dulces, ni postres que comer. Mi estomago gruñía. Ya llevaba casi 3 semanas caminando sin poder encontrar la ciudad juguete.

Sentí la voz de Hakumon nuevamente, ~Chihiro, Kokuramon y otro poseedor de digispirit se encuentran cerca de aquí, además de otra persona y creo saber porque lo están...~

~Si Kokuramon esta aquí eso significa que Karasu tambien lo esta. Espero que no este causando problemas. ¿A que te refieres cuando dices '' se porque lo están''?~

~...El digispirit bestia...~

El digispirit bestia, ese poder del cual ya había oído escuchar, pero solo podría ser utilizado por un portador de digispirit. Me puse en marcha hacia ese lugar, no solo por el digispirit bestia, sino por Karasu, si había gente a su alrededor y el se transformaba en Kokuramon, ellos podrían estar en peligro.

Vuelo alrededor de la gran roca, hasta divisar un agujero en la parte superior, que da lugar a una cámara interna en donde hay un Altar de roca y sobre el altar, se ubica el Digispirit, el que brilla intensamente. Yo entro a la a la cámara y regreso a mi forma humana para luego comenzar a aproximarme al Digispirit. -¡No! ¡Es muy peligroso, detente!- Dice una voz de una procedencia desconocida, la que hace que me detenga para observar a mi alrededor, pero no encuentro a nadie. -Es muy peligroso te consumirá inmediatamente- Vuelve a decir aquella voz, la que creo que procede de mi Digivice, por lo que lo miro y en la pantalla se halla una imagen algo borrosa de Kokuramon. -Escucha humano, no nos a ambos que tomes ese Digispirit… ambos seremos consumidos- Dice Kokuramon. Tras escucharlo confirmo mis temores acerca de la nueva evolución, era aún peor que Kokuramon e incluso este le teme. Me dejo caer de rodillas y cierro mis ojos ante la pena, decepción y estrés que toda esta situación abarca. -¿Porque?...-
Mientras tanto, SkullGreymon chilla de dolor al recibir el ataque de Heliamon y luego este enfurece y lanza un rugido que hace templar la tierra. El Digimon esquelético detiene su marcha y ahora este fija la mirada en su nuevo oponente al lanza dos bio-misiles seguidos contra ella, los que provocarían grandes daños al impactar o una enorme explosión si fallan. Aunque SkullGreymon sea nivel Ultra, sus ataques son tan fuertes como los de un Digimon nivel Mega.
Al oír el rugido de SkullGreymon inmediatamente reacciono poniéndome de pie y vuelvo a caminar hacia el Digispirit. -Debo salvar a Keilyn, no puedo dejarla sola con esa bestia…- estando frente a frente al altar con el Digispirit. -Manten ese sentimiento y quizás puedas domarlo un tiempo…- Dice Kokuramon justo antes de que estire mi mano con el Digivice hacia el Digispirit y al hacer eso, ambos objetos brillan intensamente.
 

-¡Digispirit! ¡Ultrdigivols haaaaaaaa!... Karashimon-


 

La roca en la que se encontraba el altar se quiebra por la mitad y su parte superior es pulverizada, de ese lugar surge un Digimon similar a un ave negra gigante, con un cuerno de cristal, orejas largas y tres ojos. El Digimon estira sus alas y al hacerlo lanza un molesto rugido algo chillido y que te obliga a taparte los oídos aunque sea por unos instantes. El Digimon, Karashimon emprende el vuelo y velozmente se acerca a SkullGreymon, acompañado de un aura maligna muy fuerte. Karashimon agita sus alas y de ellas salen diez diescos color negro que vuelan en línea recta hacia SkullGreymon, pero este responde lanzando uno de sus misiles, aunque este termina siendo cortado por la mitad por los discos negros.

De haber tenido un rostro más humano, la dragona hubiera sonreído al oír el rugido de dolor de su enemigo. Pero al no tenerlo enseñó más los dientes de sus fauces, cosa que podría considerarse un gesto de desafío. La dragona de haber tenido cuerdas vocales, hubiera rugido para acallar a su rival, pero como ese no era el caso removió la cola como si fuese un látigo.

Entrecerró los ojos al ver dos misiles acercarse, con romper el primero la explosión de este haría estallar el segundo. Y pocas cosas eran mejores que partículas cargadas que viajan a gran velocidad y con una temperatura que podría considerarse interesante.
Esperó hasta calcular aproximadamente unos 20 metros entre el misil y ella, a pesar de que cuando su ataque llegara esa distancia se habría reducido algunos metros. En el momento que ella creyó, abrió las fauces y dejó que un chorro de plasma (poco denso) impactara contra el primer misil para obligarlo a estallar. Sabía que se llevaría daños, pero era mejor eso a estar volando media hora y tener los dos misiles pegados a la punta de la cola.

Plegó las alas, a sabiendas de que una explosión no son solo llamas; las cuales apenas la hacían daño, puesto que era un digimon nacido para vivir en una estrella, y cuyo cuerpo podía cubrirse de plasma. Así pues, las temperaturas y el fuego eran inútiles contra ella. Pero eso no quitaba que las ondas de choque no la provocaran graves daños, y más a las alas que estaban formadas por huesos finos y muchos tendones. Si se le rompía algo de eso, no podría volar y eso sería su forma de salir del combate.
Cayó hacia el suelo, pero en diagonal, afectada por la potencia de las explosiones que las llevó para atrás. Impactó contra el suelo, creando un pequeño cráter. Pero por suerte sus alas seguían intactas, aunque doloridas. Al igual que el resto de su cuerpo.

<< Невидимый вуаль >>

Volvió a desaparecer de la vista, y salió del agujero andando, o en concreto, renqueando. Necesitaba unos segundos más para ignorar los dolores causados por la explosión y el golpe.

off:

Aquello no pintaba muy bien al parecer. Aquel digimon parecia mas fuerte que en un principio. Era duro de pelar. Asi que mire el panorama seriamente. ¿que podia hacer?... todos estaban gastando sus energias con aquel esqueleto. Y a este paso el dragon necesitaria ayuda. Pero entonces Karasu...si algo le iva mal...Estaba en un cayejon sin salida. Iva a acabar evolucionando, antes o despues. solo habia que esperar a que Karasu tuviese un digimon con cabeza.

Cuando vi a aquel dragon contra el suelo nade hacia su posicion. Pero un poco despues de aquello un digimon salio del lugar donde karasu habia caido. ¿aquel era el?. No sabia, pero desde luego, aquella sensacion de miedo que me habia invadido con Skylgreymon, se multiplico por aquel digimon. Digimon que con unos discos negros fue partido por la mitad. Aquello no me gustaba. Si estaba descontrolado... no habia gastado nada de fuerza para acabar con el esqueleto.Eso solo significaba que estaba a tope para luchar contra nosotros. Y parecia mas fuerte que ninguno. Por lo menos en apariencia. Por lo que concentrandome a tope evolucione a mermaimon. Apoye el ancla en el fondo del arroyo y mire al digimon volador.

-¡¡¡¿karasu?!!!
a partir de esa pregunta descubriria si era o no él y si tenia control sobre el digimon o alreves. Aunque ese aura que le rodeaba ya me daba mala espina.

Me dirigía hacia el área donde se encontraba Karasu, pero iba muy lento en mi forma humana, así que decidí transformarme en Hakumon para aumentar mi velocidad. ¡Spirit.... evolution!... Nuevamente obtenía mi forma del caballero lunar. Ya estaba cada vez más cerca, se escuchaban los estruendos de batalla, de pronto Hakumon me hablo de nuevo.

~El digispirit bestia ha despertado y Karasu es su poseedor, Karashimon es muy poderoso, no creo que podamos vencerlo tan fácilmente.~

~Lo haremos... Desde la primera vez que vi a Karasu, sentí que nos teníamos que encontrar muchas veces más, lo único que tiene que hacer es aprender a controlar ese maldito digispirit, así lo lograra.~

Ya se lograba ver un digimon con forma esquelética, junto con esa chica un dragón de rara forma, al otro lado una chica la cual nunca había visto y un ave gigante, al no ver a Karasu y a Kokuramon deduci que Karashimon era esa ave.

¡Karasu...! Dije mirando a Karashimon.

Keilyn y Chihiro me estaban llamando, aun siento que puedo controlar al Digispirit en un estado semiconsiente. Giro la cabeza para ver a ambas personas que mencinaron mi nombre, pero al hacer eso me distraigo lo suficiente como para que SkullGreymon me aseste un poñetazo que me hace retroceder, puñetazo que también me hace perder cada vez mas el control ante la bestia. -¡Corran!- Es lo ultimo que pudo hacer antes de caer completamente ante el poder del Digispirit, quien reclama su poder lanzando un rugido muy estridente y agudo. SkullGreymon le lanza a Karashimon uno de sus misiles, pero el ave gigante repele el ataque cortando el proyectil con sus discos negros, los que también vuelan de mas y dañan al mismo SkullGreymon. -¡Tempestad Negra!- Dice el ave gigante, con una notoria diferencia en el tono de voz de lo que dije anteriormente. Inmediatamente después de decir el nombre del ataque, Karashimon comienza a agitar violentamente las alas, produciendo tres tornados de vientos color negro. Tierra, rocas, todo y todos los que están cerca de la tempestad son atraídos a sus vientos en donde estarán atrapados. Karashimon se aleja de la escena y a su vez, SkullGreymon queda atrapado entre los tres tornados, dificultando y realentizando sus movimientos, además de ser golpeado por toda la basura que los tornados absorben y acarrean.

La dragona sacudió la cabeza con pesadez mientras que volvía a desplegar las alas. Por suerte era invisible para todos los que usaran un tipo de visión normal, aunque los que tuvieran la capacidad de ver las temperaturas de los cuerpos la localizarían en apenas unos segundos. Dirigió sus ojos a la escena de combate, puesto que tenía que regresar a atacar a ese maldito digimon que la había enviado contra el suelo.

Pero la escena de destrucción sin que nadie se opusiera a él no era la que estaba ocurriendo. Un pájaro negro que emitía un aura bastante corrupta para su gusto se estaba enfrentando a él. Con un salto alzó de nuevo el vuelo. Aunque avanzaba lentamente, debido al dolor, ganando altura.
Por ahora se mantendría vigilante, sin entrar en el combate. Si había suerte los dos se agotarían entre ellos. Momento que aprovecharía para acabar con ambos, o sino con el superviviente del combate.

Poco tiempo despues otro digimon grito su nombre. ¿quien era el? ¿por que le conocia?. Parecia que al fin y al cabo iva a tener ayuda. No vendria nada mal aquello. Entonces karasu grito. No habia perdido el control, pero queria que huyesemos, sabia que perderia el control. Pero yo no huiria.

Despues de aquello la voz cambio. Y con elllo un ataque aparecio de la nada. Aquella batalla entre aquellos dos guerreros parecia ser definitiva. ¿despues de la muerte de skulgreymon tendria el control karasu sobre el digimon?. quien sabia. viendo aquellos tornados clave bien el ancla en tierra por si acaso salia volando y espere. Por lo menos que aquel combate acabase. Con suerte despues de aquello el espiritu digital de karasu estuviese cansado como paso con seadramon en el lago.
-Vamos...aguanta...

Viendo la escena de los digimon batallando no pensé en otra cosa sino intervenir, apunte mi espada hacia el digimon esquelético. ¡Helada lunar!... Lanzando el la onda para congelarlo rápidamente, luego quede viendo hasta que el digimon terminara de congelarse. Esto tenia que dar resultado, sabia que Hakumon era uno de los digimon más débiles del lugar, pero nada perdía con intentar ayudar un poco a Karasu, la única ayuda que en realidad llegue a considerar fue... La Luna.

Una parte del cuerpo de SkullGreymon se ha congelado y la otra es inmovilizada por los fuertes vientos de la Tempestad Negra, lo único que puede hacer el Digimon esquelético ahora es lanzar sus bio-misiles. Lanza dos misiles seguidos, uno se dirige hacia Karashimon y el otro hacia Hakumon, como si estos estuviesen teledirigidos. Luego SkullGreymon lanza un tercer misil hacia Keilyn. Karashimon lanza sus discos negros para cortar el misil que se dirigía hacia el, el resto de los discos hieren a SkullGreymon, pero uno de ellos se desvia de su curso y casualmente corta por la mitad el misil que se dirigía hacia Keilyn, situación que capta la atención del ave gigante. SkullGreymon vuelve a disparar, un misil hacia Keilyn y el otro hacia Karashimon, aunque esta vez el ave gigante decide elevarse para esquivar el proyectil, el que pasa de largo para explotar lejos, causando una gran y luminosa explosión. Pero cuando el gran fulgor provocado por la explosión se apaga, aun hay una gran fuente de luz en el campo de batalla, el que proviene del cuerno de Karashimon quien esta cargando un ataque -¡Cañón Relámpago!- Dice Karashimon antes de abrir la boca de par en par, liverando un enorme trueno color azul el que viaja directamente a SkullGreymon provocando un destello y una explosión enormes, aunque no tan grende como el producido por el ataque del Digimon esqueleto. El impacto es tan fuerte que el hielo que mantenía inmovilizado a SkullGreymon se rompe y además es empujado fuera de las corrientes de los tres tornados, dejando al dinosaurio zombie tirado en el suelo. Karashimon lanza un chillido agudo para conmemorar su victoria y ahora fija la mirada en los demás Digimon presentes en el campo de batalla, moviendo sus seis ojos casi de forma independiente.

La dragona evitó la zona afectada por los tornados negros, sentía que no era bueno estar cerca de esas turbinas naturales de color negro. Huesitos continuaba disparando los misiles, uno para cada uno de los que estaban allí. Aunque el pájaro negro se entretenía cortándolos. Al menos los que iban dirigidos a él y a la sirena. Cosa que no pasó desapercibida para la dragona que asintió desde donde estaba.

Aterrizó un tanto alejada de la pelea. Mientras que cambiaba de forma a la humana. Una mujer de cabellos negros con ropajes de cuero en blanco en negro y con dos katanas hizo acto de presencia. Observaba la pelea en silencio. Quizás perdieran camuflaje en esa forma, pero se consumía mucha menos energía.

Por ahora parecía que los tres digimons que habían podían pelear en bastante igualdad con SkullGreymon. Y por ello la guerrera decidió esperar y ver como avanzaba la cosa. Se estiró notando aún algunos daños que había recibido en la forma de Heliamon.

Aquella pelea parecia tener un final claro. El ave ganaria fijo karasu venceria. Pero.. quizas aquello le saliese caro. Atacaron los dos, y Karasu se defendio de aquellos misiles. Yo vi como uno se dirigia hacia a mi. No me esperaba aquello, menos sabiendo que el esqueleto no me miraba. Quizas un misil perdido, o quizas... un misil a cada uno de los enemigos. Incluso al otro digimon que habia aparecido hace poco y que conocia a karasu. Pronto tendriamos que luchar contra nuestro amigo.
Pero el misil fue destruido por un ataque de karasu. ¿aun tenia control de ese digimon?... Parecia ser que lo suficiente para desviar un ataque. Y eso podia ser bueno en la futura pelea. Pero la pelea sigui y mas tarde otro misil se dirigio a mi, esta vez prepare un ancla y tense el brazo. Aquel misil no llegaria a tocarme. Podian pasar dos cosas, que el ancla lo cortase en dos y explotase en el aire, o que lo golpease sin romperlo, davolviendolo al mismo que lo lanzo o ccerca de el. La suerte estaba echada. Con suerte no explotaria en el aire y yo no sufriria ningun daño.
-Vamos alla...preparadossss... listos... ¡¡¡lanzamientooooooo!!!
Grite lanzando el ancla con todas mis fuerzas y haciendo punteria. Claro que en eso no habia caido. Tambien podia ser que se me desviase un poco del misil. Poco probable, pero todo podia pasar. Aun asi, tras tirar el ancla comence a nadar hacia donde ellos estaban, acercandome mas a la batalla. Por lo menos sabia que Karasu estaba bien...mas o menos.

Cuando vi que el misil se dirigía hacia mi lo único que pude hacer fue saltar hacia un lado anteponiendo mi escudo en el lugar donde el misil estallo, pero no fue suficiente, cuando el misil estallo la fuerza del estallido me empujo bruscamente e hizo que volara en los aires un poco, luego caí y me volví a levantar. Me había dado cuenta de que el Skullgreymon estaba inconsciente, supe que no estaba derrotado, un digimon con tanta fuerza no se iba a dejar vencer tan fácilmente. Ahora mi preocupación era de que Karasu no pudiera controlar el digispirit bestia y ahora el me estaba observando y sabia para que era.
Corrí hacia la chica que se situaba en el agua y la mire para luego decirle, Huye de aquí... Karasu no va a controlar al digispirit bestia y lo más probable es que empiece a atacar, así que huye.

El anclazo de Mermaimon desbia el bio-misil, el que da giron en el aire antes de caer en la ladera de una colina, haciendo explosión, al mismo tiempo que los tres tornados negros comienzan a desaparecer lentamente. Mientras tanto, Karashimon logro identificar a cada Digimon en el campo de batalla incluyendo a un Digimon humanoide simular a una mujer humana en la cima de una montaña, además de una gran cantidad de Digimon dinosaurio escondidos. El ave gigante comienza a descender lentamente, al mismo tiempo que su aura maligna desaparece poco a poco para ser reemplazada por una luz color rojo a su alrededor. Para cuando Karashimon toca tierra, esa luz roja se materializa en la forma de cadenas color rojo que rodean el curpo del Digimon, quien cierra los ojos y acto seguido de eso, las cadenas en su cuerpo se expanden, muchas se clavan en el suelo a gran velocidad, pero otras salen disparadas hacia los Digimon dinosaurio, las cadenas envuelve el cuerpo de un Triceramon, un Monochromon y un Peteramon. Una ultima cadena envuelve el cuerpo de SkullGreymon y ya teniendo los cuatro Digimon apresados, las cadenas se retraen, arrastrando a las bestias digitales para reunirlas en un solo lugar y completando esto, las cadenas se cargan de un aura maligna al mismo tiempo que los ojos de los Digimon apresados se vuelven rojos y brillantes. Pteramon se eleva rápidamente, estirando la cadena roja detrás de el, la que aparenta poder extenderse hasta el infinito. Pteramon dirije su mirada a Selenamon y comienza a lanzarle una ráfaga de misiles. Monochromon y Triceramon corren a gran velocidad hacia Mermaimon para atacarla en carga con sus cuernos y por ultimo, SkullGreymon quien se mueve como si fuese una marioneta, camina hacia Hakumon al que intenta golpear con sus garras.

Los ojos plateados de la guerrera observaban con calma la situación analizándola. Al parecer, el pájaro negro era poderoso y peligroso, aunque toda forma animal de manera descontrolada podría causar tales daños con facilidad. Aunque ese aura que se la clavaba como pequeños alfileres en la piel no la gustaba nada. Incluso a la distancia a la que estaba, era capaz de percibirlo.

Siguió observando cuando las cadenas atraparon a otros digimons, atrayéndolos hacia sí ¿se los iba a comer? No parecía que fuese esa la función de las cadenas. Pero era extraño al menos para Selenemon. Aún no iba a moverse, ¿quién sabía si ocurriría algo malo si se acercaba?
Pero como reza el dicho: si la montaña no viene a tí, ve tu a ella. Y eso es lo que ocurrió con Selene, puesto que un pterodáctilo se dirigió directamente hacia ella, disparando los misiles bajo sus alas.

Ella no se movió, esperando tranquilamente a que fuese el momento óptimo, y entonces se teletransportó a diez metros de su posición acercándose al pájaro. Calculando a que altura volaría para decidir cómo realizar sus ataques.

off:

Estaba algo liada. Aquel digimon dragon me seria de gran ayuda. Pero parecia haber desaparecido. Necesitaba alas en momentos como estos. Necesitaba volar. Por lo menos para acercarme a Karasu. Ahora ya si que estaba descontrolado. Alas...que bien me vendrian tener unas en momentos asi...

Pero entonces paso algo extraño, Karasu creo unas cadenas, con las qe aprisiono a los digimons, luego, tras algo que parecia ser mortal para esos digimon, les libero. Pero entonces, dos de ellos corrieron hacia mi con intencion de embestirme. ¿que estaba haciendo Karasu? El chico que me aviso parecia alterado. Pero no iva a hacerle caso¿quien se ceia?
-No pienso abandonar a mi compañero por que si, confio en el y acabara controlandose, aunque para ello haya que darle una pequeña paliza.
Dije seria a aquel chico que conocia a Karasu. Tras aquello me centre, veia donde estaba Karasu. No queria quedarme quieta sin hacer nada. Asi que con un ancla en mano, y viendo que el rio corria al lado de donde habia caido el skulgreymon me puse manos a l aobra. Sonrei a los digimons que ivan contra mi pasando de largo a gran velocidad por el agua, mientras ellos avanzaban por tierra. Cuando estuve mas o menos cerca y aquellos digimons estaban atras unos cuantos metros lance dos anclas,una a Karasu y la otra hacia una de las cadenas. al parecer tenia buena punteria. Y en el agua mi velocidad era bastante mas que las de esos dinosaurios. Si pillaba despistado a Karasu le daria.
Mientras esperaba volver a ver al dragon, le pediria ayuda, y si podia acercarme con seguridad a karasu lograria cualquier cosa.

Pero que tonta... Dije eso a la chica luego de lo que me contesto. Después de eso el digimon esquelético me buscaba para pelear, aunque ya se veía que no tenia mucha energía. Ahg, ¿cuando dejaras de molestar? En ese momento me di cuenta de que todo el lugar estaba infestado de digimon, algunos atacaban a la chica, otros iban detrás de otro digimon, pero este por alguna razón no podía verlo. Karasu estaba en medio de todo esto. Solo vi una opción, derrotar a el digimon esquelético, luego a Karashimon y al final llevarme a Karasu, no podía permitir que cada vez que evolucionara destruyera todo a su paso. Apunte mi espada a el digimon esquelético y le lance un ¡Espíritu de la luna! con todas las fuerzas, para por fin derrotarlo.

Mermaimon lanzo dos anclas contra el ave negra, el ancla dirigida a las cadenas solo provoca que las cadenas se muevan pero no se rompen o abollan, la energía maligna a su alrededor las protege como si fuese un campo de fuerza salido de una película de ciencia ficción. El ancla destinada a Karashimon, es intersectada por los misiles de Pteramon, desviando el trayecto del ataque. Pteramon antes de lanzar su ataque, se encontraba volando alrededor del campo de batalla, al desaparecer su primer objetivo, el rápidamente lo cambio por proteger a su amo al dispararle al ancla y ahora al dispararle a quien lanzo el ancla, Pteramon fija la mirada en Mermaimon y vuelve a lanzar sus misiles contra ella.
Los dos Digimon dinosaurio que herraron sus ataques, ambien cambian de objetivo y se dirigen rápidamente hacia Selenamon, pasando por encima rocas y escalando la montaña sin parar, de por si ere era su habitad natural y sabían manejarse bien allí, pero aun asi pareciese que los dos dinosaurios digitales no sienten cansancio ni dolor en su intento de embestir al Digimon humanoide. El otro Digimon humanoide lanza su ataque de media luna a SkullGreymon, el impacto es directo pero el esqueleto parece ni inmutarse por ello, como si no sintiese dolor como antes lo hacia, pero definitivamente el ataque lo sintió, ya que los movimientos del Digimon se han realentizado y ahora una especie de humo negro comienza a brotar de el, aun asi, SkullGeymon levanta un puño para dejarlo caer contra Hakumon, al mismo tiempo que la cadena roja libera a SkullGreymon para regresar con el ave negra. De impactar el ataque o no, en el momento cuando el puño de SkullGreymon toca el suelo, el Digicode del Digimon surge para luego dar paso a la desintegración en datos, dando fin a la vida de SkullGreymon, si es que estaba vivo antes.

off:

La guerrera observó cómo el digimon volador disparaba contra una de las anclas de la sirena que estaba más abajo. Y cambiaba además de objetivo, una tontería darle la espalda al enemigo. Por lo que decidió aprovechar para al menos tratar de herirle.

- глубокая рана Лунный

Dos ondas de color plateado se dirigieron hacia el Pteramon, si estaba a menos de 15 metros del lugar de la guerrera, el ataque llegaría a dar en el blanco, siempre y cuando no se percatara de esa acción.

Sin embargo, el Pteramon no era el único que había cambiado de objetivo. Por suerte, la discreción y el silencio no eran las características preferentes de los dinosaurios con sus enormes pezuñas (o lo que sean). Por lo que Selenemon se percató de que los otros avanzaban directamente hacia ella. Simplemente esperó a que se acercaran, cuando llegaron a los veinte metros más o menos, cintas de datos la rodearon y cuando estos desaparecieron de nuevo el dragón apareció en escena expulsando una llamarada de plasma en dirección a sus rivales. Si había suerte, les costará frenar y apartarse debido al impulso de la anterior carrera. Y el daño que recibirían sería prácticamente directo.
Si conseguían atravesarlo, podrían cargar contra ella directamente, pero al menos de manera mucho más débil por los daños.

ataques:

Aquello que escuche me molesto.¿tonta?, solo faltaba que me llamara rubia tambien. odiaba esa manera de criticar a la gente sin conocer. Como odiaba que hiciera esas cosas el mundo, bajaban la moral cuando uno estaba mal. Asi que hable por lo bajini.
-Tonto tu...
Respondi en un tono muy bajo y luego ataque. Mis ataques tuvieron un efecto inesperado, teniendo sorprendentemente a un dinosaurio voladon en contra y una cadena al parecer irrompible. Maldije por lo bajo, viendo como aquel combate seria duro. Lance otra ancla al pteramon para interceptar sus misiles, viendo como un ataque se le dirigia por la espalda. Ojala le diese.
-¡¡¡¡Karasuuuuuuuuu, deja de hacer el idiota!!!!!!!
Grite molesta y le lance otro ancla, esperando que llegase a darle, esta con efecto, para que girase en ultimo momento.

Mi ataque no vasto para que el digimon esquelético cayera, luego de eso este lanzo un manotazo sobre mi el cual desvié moviendo la espada bruscamente. Luego el digimon solo cayo mientras su digicode lo rodeaba, pensé en la purificación que había aprendido de Alec y Tony, saque mi digivice, su forma había cambiado y capture el digicode del digimon junto con las siguientes palabras, Espíritu que haz sido corrompido por las tinieblas y la oscuridad de la noche... la luz de la luna te ha encontrado y ahora te purificara con este digivice... digicode... ¡captura! Luego de eso, en la pantalla aparecían los datos del digimon... Skullgreymon.
Solo mire a Karasu y corrí para luego saltar y hacerme encima de el.

El anclazo de la sirena y la onda de calor del Digimon humanoide dejan fuera de combate a Pteramon quien cae en picada al suelo en el que se estrella dejando su Digicode expuesto mientras se deshace en datos. Monochromon y Triceramon son alcanzados por el aliento de plasma, pero a pesar del dolor y el daño causado, ambos Digimon avanzan como si nada y logran propinarle la embestida a la dragona, antes de que ambos dinosaurios también enseñen su Digicode antes de desintegrarse acabando con sus vidas. Pero antes de la muerte de todos los Digimon bajo el control de las cadenas, un anclazo de la sirena impacta al ave negra quien durante todo este tiempo permaneció inmóvil en un mismo lugar. El golpe despierta al ave, haciendo que pierda la concentración y haciendo que las cadenas desaparezcan. Karashimon agita sus alas y comienza a volar otra vez elevándose unos cuantos metros para alejarse de Hakumon y Mermaimon. -Ahora que están débiles… comienza la verdadera fiesta… después de tantos siglos soy libre al fin… mis futuros alimentos- Dice el ave negra con su grave y rasposa voz, la que luego sigue de un chillido tan agudo que uno termina con un molesto pitido en los oídos. Luego el Ave se eleva mas y con sus ojos busca al rival mas débil, quien resulta ser la dragona quien ya acarrea varias heridas, por lo que Karashimon agita sus alas y le dispara diez discos negros con un alto poder de corte, lo que viajan directamente hacia ella.

Heliamon recibió el ataque, por suerte con su tamaño y por ser de un nivel más alto no salió su code. Pero se encontraba bastante cansada, aunque aún podía pelear un poco más. Aunque quizás fuese mejor cambiar a su forma humana, dado que al menos el cuerpo de Selenemon estaba sin daños. Aunque la pérdida de energía era la misma en ambos cuerpos lo que hacía que el tiempo de evolución fuese menor. Pero al menos Selene no tenía daños, cosa que ayudaba a la hora de moverse.

La dragona observó al pajarraco alzar de nuevo el vuelo, abriendo el pico. Se imaginaba que habría chillado o lo que fuese que hicieran las aves, pero ella, incapaz de oir no lo percibía.

Se envolvió en datos, reduciendo su tamaño a la talla de un humano. Cegándose unos segundos. Segundos en los cuales observó diez discos dirigiéndose hacia ella. Frunció el ceño y de nuevo esperó a que estuvieran lo más cerca posible para transformarse en sombra y desplazarse diez metros a la derecha.
Desenvainó las dos katanas, resollando cansada. Tenía que retirarse de la batalla en unos minutos, o regresaría a su forma humana, pero por ahora no podía hacer más en la batalla. Vigiló que los discos no volviesen a ella de nuevo, porque había muchos ataques de los digimons que funcionaban de manera teledirigida. Y esos eran un problema.

Aquel primer anclazo, junto con el ataque de aquella chica acabaron con el dinosaurio. Pero mejor aun fue cuando la segunda ancla impacto en elpajaro y, para mi sorpresa perdio el control de los digimons.
-Wejeeeeeeeeeeee, que punteria. Sabia que pasaria, lo tenia todo planeado. ¿que huyese? Jaaaaah, aqui hasta ganar.
Dije emocionada con un subidon de emocion y felicidad. Era afortunada por lo que acababa de pasar. Las cadenas desaparecieron, pero el pajaro volo lejos, alejandose un poco de mi y el otro digimon chico. Karasu dio un chillido con el que tuve que taparme los oidos. Despues d aquello mire al ave, que estaba decidido a atacar a la chica dragon. Queria que aquella chica me ayudase, pero ¿como?... necesitaba llamar su atencion. Asi que con el ancla lance como espadazos de aire hacia los discos que la seguian. Quizas asi llamaria su atencion y vendria a mi lado.

Apunte mi espada hacia Karashimon y la lance como un boomerang. Cálmate ahora o no tendré otra alternativa.Dije al digimon Karasu mientras tomaba de nuevo mi espada cuando volvía. ¿Piensas calmarte?. En ese momento Hakumon me hablo de nuevo... ~Es mejor no intentar pelear con el, esta en un nivel más alto que nosotros, podríamos vencerlo, pero para eso necesitaríamos explotar nuestro poder y podría llevarte a la muerte.~ Ahora yo quedaba pensando en que hacer.

La teletransportación de la chica la salvo del impacto de los Discos Acerradores, el ataque solo viaja en línea recta y si la distancia es muy larga estos comienzan a moverse son control hasta impactar contra algo, pero ese no es el caso ahora. El impacto de los diez diacos produce cortes enormes en la roca de la montaña y la totalidad de los diez básicamente la parte por la mitad. Mientras tanto, la espada-boomerang de Hakumon impacta a Karashimon, aunque este no lo siente como si fuese un gran ataque, al fin y al cabo el era un nivel mas fuerte. Karashimon voltea la cabeza en dirección a Hakumon y este eleva las comisuras que tiene al final de su pico, como si le sonsonriese de la mejor forma que puede. -Hakumon… nos volvemos a encontrar…- Le dice el ave negra a su nuevo objetivo, tras terminadas esas palabras, Karashimon se voltea completamente y agita las alas para lanzarle los discos negros a Hakumon al que mira con mucha malicia.

Aliviada la guerrera digital, se dejó caer sobre una rodilla, ahora que la atención del pájaro estaba centrada en el otro espíritu digital. Tenía que recuperar el máximo de energía posible para seguir peleando, y para regresar a la forma de dragón. Aunque claro está, no apartó en ningún momento la mirada del digimon pájaro. Atenta a otro intento de ataque ahora que estaba cansada.

Por ahora se las tendrían que apañar un rato solos los demás. Precipitarse en una batalla podía ser mortal, y la guerrera prefería seguir peleando.

Maldije cuando aquella chica me ignoro totalmente. Cuando vi que el digimon se alejaba hacia el otro digimon sonrei y decidi. Era el momento exacto.
Volvi a ser humana y sali del agua. Corri lo mas rapido que podia en direccion a aquel digimon. Asi me veria. Tenia que verme. Mire hacia atras de vez en cuando para cerciorarme de que aquel digimon se hubiese quedado luchando contra el otro. Corri hacia ella con mas prisa y sonriendo. Aquello era ser una heroina, tenia que salvar a Karasu.
-Tuuuuuuuuu, necesito tus alas dragon..chica dragon. Ayudame
Grite corriendo algo patosa.

Hola Karashimon, cuanto tiempo... te veo algo diferente... un nuevo corte de cabello, ¿verdad?.
Luego este lanzo dos discos, de los cuales me defendí con el escudo, Te noto algo tenso... En fin, necesito que por los viejos tiempos dejes a Karasu en paz, no puedes ir por ahí posesionandote de cualquier persona.

Aunque Hakumon se protegio con su escudo, eso no quita el hecho de que recibió bastante daño por enfrentar un ataque de un nivel mas poderoso, aunque ahora lo mas poderoso en realidad es la ira de Karashimon al oir las palabras de Hakumon. -¿Viejos tiempos?... ¿a cueles te refieres? ¿Ese donde tu, LightGarurumon y los demás me traicionaron, dejándome como carnada en el Dark Area?... si… por los viejos tiempos… ustedes me quitaron todo…- Dice Karashimon con su tétrica voz y un rostro que refleja odio puro. El ave negra se eleva varios metros en el aire y entonces se detiene, sin quitar la mirada de Hakumon. -¡Cañón Relámpago!- Grita Karashimon mientras su cuerno de cristal se ilumina fuertemente, aunque el fulgor no dura mucho, se apaga repentinamente al mismo tiempo que de la boca del ave negra surge un rayo color azul que viaja directamente hacia Hakumon, el ataque mas poderoso en el arsenal de Karashimon.

La guerrera miró a la humana que se acercaba hacia su posición. Era la misma que se había transformado en sirena y al parecer necesitaba que se transformara de nuevo en Heliamon para acercarse al pájaro. Sin embargo, estaba muy cansada no era seguro que consiguiese aguantar hasta el espíritu animal.

- No creas que es tan sencillo, no tengo demasiada energía. Si quieres asegurarte de llegar quizás sea mejor que nos acerquemos a ellos andando. Solo tengo una duda, no me apetecería hacer una locura como acercarme a mi enemigo estando demasiado débil: ¿Estás segura de poder pararlo?

De todas formas, la guerrera digital echaría a correr hacia los dos combatientes, hasta alcanzar justo un risco que quedaba cerca de ambos. Un trecho que estaba segura de poder recorrer con las alas a pesar de estar agotada.

- En cuanto que evolucione me haré invisible, puesto que no me conviene que me tengan localizada, transformate antes o no, si no quieres hacerlo. Pero te sujetaré con una de las garras, así que, no te asustes si de repente flotas.

Dicho eso, dejó que los datos la rodearan, apareciendo de nuevo en el herido cuerpo de la dragona, que desapareció un segundo después de que los datos se desvanecieran. Desplegó las alas y de un poderoso salto se puso a volar de nuevo, recogiendo a su pasajera en cualquier forma que estuviese.
Se dirigió directamente hacia el gigantesco cuervo, para dejar caer a la sirena encima de su cuerpo. Quizás desde allí pudiera hablar con él o darle anclazos. De cualquier forma, esperaba que lo que tenía en mente funcionase.

El digimon me ignoro y corri hacia la chica. La que me dijo que estaba debil. muy comprensible.  Cuando me hablo y pregunto suspire.
-La cuestion no es que creo que pueda hacerlo. es que tengo que hacerlo. Y no llevo desde el agua. No puedo contra el. Me da un poco miedo el volar...pero tengo que ayudar a mi amigo. Es mas, quiero ser una heroina. Si me rindo no sere nada. Tu solo llevame encima...no podre usar las anclas si me llevas por el peso, pero podre lanzarme encima de el. Asi podre darle leches de lo lindo.
Dije a la chica sonriente y decidida.Finalmente dijo que se acercaria siendo invisible. Lo que era mejor aun. Sonrei y evolucione a Mermaimon de nuevo. Me hubiese gustado poder volar, o que ella tuviese mas resistencia para mantenerme un rato. Pero... todo estaba dicho, asi que solo podria lanzarme encima de Karasu. Entonces me agarro y me sujete para no caerme, hechandole valor a eso de volar.
-Vamos alla.
Cuando estuve practicamente encima, avise al dragon para que soltara, me agarre y en el ultimo momento salte encima del digimon, esperando que perdiese el equilibrio. Le di unos golpecitos en la cabeza.
-toc toc.¿esta karasu ahi dentro?

Las palabras y el ataque de Karashimon fueron muy rápidos. El ataque fue sorpresivo, realmente no lo esperaba, intente irme hacia un lado para poder esquivarlo pero los esfuerzos fueron en vano, mi pierna estaba lastimada de la pelea contra Skullgreymon así que lo único que me quedo fue poner mi escudo enfrente y protegerme con el todo lo que pudiera pero funciono solo un poco, el ataque golpeo contra mi escudo y me empujaba hasta que yo no pude soportar la fuerza y me envió hacia atrás. Quede tendido en el suelo un momento e intentaba levantarme, pero no funcionaba, realmente estaba muy débil para hacerlo, sentí como si mi transformación en Hakumon se estuviera alejando de mi.

Karashimon veia sádicamente como su oponente estaba derrotado y solo bastaba un golpe mas para enviarlo a la tumba. El ave negra se preparaba para lanzar el tiro de gracia, pero entonces algo cae sobre el, lo que hace que pierda el equilibrio tambaleandose en el aire y perdiendo algo de altura pero se recupera rapidamente. Cuando su pasajero indeseado le de los golpecitos en la cabeza, entonces el ave se enfurece bastante. -Sujetate pescadito… no creo que sea necesario mencionar que este no es tu elemento…- Dice Karashimon mientras pone recto su cuerpo y pliega sus alas, lo que le hace que el ave y su pasajero caigan en picada mientras dan giros sobre su propio eje, el plan del ave era simple, azotar a la sirena contra el suelo sin que el caiga tambien y si es posible, azotarla sobre Hakumon, matando literalmente a dos pajaros de un tiro, analogía un poco ironica.

Mi caida fue triunfante. Cai encima y logre engancharme bien para no caerme. Pero el digimon se cabre bastante y no recibi ni una sola respuesta de Karasu. Lo que me preocupo. ¿de verdad era el quien estaba ahi dentro? Parecio mosquearse. Decidido a destrozarme. Me agarre fuerte mientras s ecolocaba en posicion, aquello no me gustaba. Pero si yo iva al suelo, el tambien iria.
-No sera mi elemento, pero lograre sacar a Karasu de tu control
Dije decidida y clave los dientes en su cuello para agarrarme mejor, mientras con una mano invocaba un ancla. Con la otra mano me sujetaba tambien.
-Infiniti chain
Tras decir eso lance el ancla a un lado, al aire. Al girar sobre su eje, sin hacer mucha fuerza, las cadenas empezaron a enredarse por si solas en torno al ave y alguna a mi. No podia controlarlo bien a atanta velocidad. Asi que la cadena se engancho poco a poco al ave y a mi. a mi dejandome igual y dandome mas sujeccion, mientras que a el le costaba mas volar ya que las alas empezaban a  plegarse mas con la fuerza de las cadenas. cuando tuvo las alas inmovilizadas le hable de nuevo soltandome ya mas tranquila.
-si caigo yo, tu caeras conmigo.

ataque:

La dragona habiendo cumplido con su misión, aleteo para alejarse de la escena de la batalla. Ella estaba demasiado cansada como para continuar en una encarnizada lucha. Ya todo quedaba en manos de la sirena y el otro guerrero.
Todo parecía ir bien para la sirena, puesto que llego a la espalda del ave sin problemas, pero todo lo malo radicó cuando este se dejó caer en picado. Iban a impactar contra el suelo, gracias a las cadenas que rodeaban las alas del ave. Posiblemente eso fuera la eliminación de los tres digimons, porque el ave al ser tan grande también recibiría grandes daños al impactar contra el suelo.

Por un lado, Heliamon, estaba dispuesta a dejar el combate como estaba, y a ignorar el hecho de que fuesen a darse un golpe que seguramente dejara a 2 de los 3 para el arrastre. Pero por otro lado, Natasha, que detestaba la violencia en la mayor parte de las ocasiones, no quería que les pasase nada malo. Finalmente la dueña del cuerpo fue la última en tener la palabra. Y el dragón, se precipitó hacia abajo todo lo rápido que podía.
El plan era sencillo, conseguir sujetar con las garras alguna de las cadenas y de ese modo dejar al ave en el suelo con "cuidado" para evitar que los tres sufrieran daños por eso. Pero había que tener mucha suerte y una buena capacidad visual. Y esto último lo cumplia la dragona.

De haber conseguido sujetar a Karashimon, lo dejaría en el suelo un par de metros lejos de Hakumon. Inmediatamente después el cuerpo sería rodeado de datos y volvería a ser humana. Había agotado toda la energía que tenía dentro del cuerpo. Natasha quedaría tirada en el suelo, consciente, pero sin apenas fuerzas para moverse.
En caso de que no consiguiera sujetarle. Heliamon frenaría su caida y después aterrizaría antes de volver a su cuerpo humano. Ya no había más energía que para estar en esa forma. El resto de la batalla dependería de la sirena y el guerrero.

No prestaba atención a todo lo que estaba sucediendo, me quede un momento en el suelo y luego empece a pensar muchas cosas, cosas raras se pasaban por mi mente. En esto me empece a levantar, aferrando a mi espada enterrada en la tierra. ¡Karashimon estupido!... tu verdaderamente no sabes nada de lo que paso ese día, ¿verdad?. Dije con la cabeza baja, gritando hacia el ave.

Karashimon no contaba con que la sirena tubiese cadenas en su arsenal, ahora el ave no puede extender sus alas y el peso extra del metal acelera la caida. -¡loca suicida, nos mataras a mabos!- Dice el ave negra muy enojado y nervioso ante el suelo que cada vez se acerca mas. El ave mira a Kakumon quien se levanta débilmente pero que aun esta en el sitio exacto donde el ave se estrallara. -Nos mataras  a los tres…- Termina de decir Karashimon, quien no se resiste a la caida, no forcejea ni se mueve, como si aceptase su destino. -Yo soy un espiritu… el unico quien morira sera el humano- Dice malévolamente el ave negra.

De pronto otro Digimon entra en escena quien se aferra a las cadenas evitando la caida, o mejor dicho amortiguandola ya que la velocidad y peso total de lo que la dragona tiene que sostener, es demaciado para su cansado cuerpo. El frenazo también desvia la trayectoria de la caida, haciendo que Hakumon quede sano y salvo pero algo porlvoriento devido a la nube de polvo que levanta la caida de Karashimon, quien además esta aturdido por el porrazo y aun no puede moverse por las cadenas.