El Domador de Lobos [mision]

El sol se oculta lentamente entre las montañas, el día está finalizando, la noche espera su hora de actuar y con ella el cansancio y el hambre provocado por vagar en un desierto, comienza a surgir. A lo lejos una silueta comienza a distinguirse, no es un espejismo, es Hospi-Town un pequeño pueblo desértico liderado por Jijimon, un pueblo hospital en la que abundan los Digimon bebes y los buenos modales, o eso era. Ahora Hospi-Town no presenta señales de vida, las casas y edificios hechos de barro y madera están casi en ruinas, lo único que puede oírse es el viento y aullidos a lo lejos. Muchas casas están revueltas y casi vacías, como si sus antiguos propietarios hubiesen tomado algunas cosas antes de escapar, se puede saber que nadie ha entrado a robar porque aún hay cosas de bastante valor dentro de las viviendas. Los muebles están cubiertos de polvo y la comida esta en los primeros estados de putrefacción, dando a conocer que el pueblo ya lleva un tiempo abandonado.

Yo (Fantomon) he estado vagando mucho tiempo por el desierto, aunque, por mi calidad de fantasma poderoso, nunca tengo hambre ni cosas parecidas, así que el paseo fue simplemente aburrido, hasta que me topé con esto.

¿Una ciudad muerta? Eso no es normal, y menos un lugar como este. Era una ciudad muy animada, o al menos eso me parecía cuando llegué allá por primera y última vez antes de ahora.

Estaba desierto, las casas abandonadas, la comida escasa. Parecía saqueada, aunque no lo parecía al mismo tiempo, pues aún había suficientes cosas para muchas personas en las casas.

Empecé a recorrer cada casa, una por una, y empecé a notar cada vez mas la soledad, así que tomé una de mis trampas y comencé a atravesar las paredes, gritando, para saber si alguien se asusta por un fantasma y poder saber, por fin, que pasó en este pueblo.

Las casas están totalmente desiertas, ya no hay nada vivo en ellas y ahora el silencio domina e pueblo o al menos lo haría si no fuese por el viento incesante, los aullidos que se oyen a la lejos y ahora un nuevo sonido, sollozos, alguien esta en el pueblo y esta llorando. Si se sigue el sonido, se llegara al centro del pueblo donde esta el pozo, el llanto proviene de un pequeño Digimon con apariencia de anciano, Jijimon. Su báculo esta tirado en el suelo, Jijimon esta arrodillado en el suelo, con sus manos sobre su rostro y llorando desconsoladamente.

Luego de avanzar por las casas, una por vez, empiezo a notar un sonido extraño de un porvenir desconocido. Sigo atravesando paredes y gritando en busca de alguien que me diga algo, pero, mientras avanzo, me doy cuenta de que el sonido extraño se vuelve más fuerte.

Vuelvo a mi forma físicamente palpable y me paro sin hacer más que escuchar, sin hacer ningún sonido. Y en ese momento puedo detectar muy bien de que dirección proviene ese sonido. Empiezo a atravesar las paredes una por una, casa por casa, sin saber de que lugar exacto proviene el sonido, si está cerca o lejos, solo lo sigo, buscando en cada una de las casas.
Llega un momento en que salgo del área de las casas para llegar a un lugar desierto, del otro lado de donde llegué, sin nada más que un pozo. En ese pozo había un digimon, pero no lo podía identificar, así que me vuelvo invisible a través de mi capa y vuelo rápidamente al lugar.

Cuando llego veo al digimon detenidamente, sin que este me pudiese ver. En un momento me pongo frente a el y tranquilamente, sin querer asustar, pues parecía estar ya muy triste, le hablo, siendo invisible para el.

¿Que ha pasado en este pueblo? No debería estar así.

-Acabaron con todo y todos… acabaron con ellos…- Dice Jijimon entre sollozos, sin dirigir la mirada al Digimon fantasma. Si se miran detenidamente las paredes de las casas, se pueden apreciar marcas de garras y además, prestando atención, se puede oír que los aullidos que antes sonaban casi incesantes, ahora han acabado repentinamente. -Ya vienen…- Dice Jijimon antes de dejar caer sus brazos, los que están empapados de lágrimas. Jijimon se mantiene en esa pose, arrodillado, con las manos a los lados y con su báculo lejos, como si estuviese dispuesto a aceptar su destino.

Ciertamente no lo había notado demasiado. Esas marcas parecería, para alguien muy xenofóbico, señales de una tecnología residencial bastante burda. Pero yo no soy así, o al menos no mucho.

¿Y como quedaste solamente tu?-digo intrigado-Todo un pueblo destruido y tu a salvo ¿Acaso escapaste de tu pelea? Me indignaría de ti...

Escucho un infrasonido. Pasos a lo lejos que alguien normal no escucharía. Así que me olvide de todo lo que le había dicho al Jijimon.

¿Son ellos? ¿Como son? ¿Que hicieron para destruir esto?-digo intentando hacer una estrategia rápida para seguir vivo en los momentos siguientes.

-Estaba de viaje… atacaron por sorpresa… los defendí todo el tiempo que pude… no fue suficiente- Dice Jijimon sin dejar de llorar y sin decir más nada, a excepción de que comienza a decir “no fue suficiente” una y otra vez en voz baja. Los minutos pasaban y con el paso del tiempo, el viento se intensifica, lo único que se puede escuchar el es viento y la visibilidad es limitada por culpa del polvo, tierra y arena que levanta el mismo viento.

La “tranquilidad” se rompe repentinamente, cuando un Digimon aparece entre la tormenta de arena y se abalanza contra Kor para atacarlo. El Digimon es un Garurumon que lanza su fuego azul.

Cuando el Garurumon llegó lo había sentido llegar unos segundos antes del ataque, pero como creía que solo era un falso presentimiento, no creí eso real sino hasta el ataque, pero al ser un digimon de un nivel más bajo que el mio, el ataque no es muy efectivo. Me duele, pero no más que eso, sin heridas reales.

Dado el ataque veo profundamente al Garurumon a los ojos solo por 2 segundos, para luego desaparecer tras mi capa. Luego aparezco rápidamente tras el digimon Lobo para intentar eliminarlo pasando mi hoz 3 veces por su cuerpo, sin piedad, y con toda mi fuerza.

Esto pasa por atacarme...-digo vengativo-¿Eran ellos los que atacaron al pueblo?

OFF: Recuerda que estoy en nivel Ultra

Kor estaba distraído atacando al Garurumon o intentando atacarlo mejor dicho, por que sin aviso, un nuevo Digimon aparece y lanza lejos al Kor de una patada. Luego mas Digimon aparecen y el Phantomon se ve rodeado por cinco Garurumon, un Gururumon, tres WhereGarurumon, dos Gaogamon y un MachGaogamon. -No, fui yo quien se apodero del pueblo…- Dice una voz desconocida la que no proviene de ninguno de los Digimon anteriormente mencionados. Un silbato resuena e inmediatamente todos los Digimon dan unos pasos hacia atrás, menos los ocho que están en nivel Champion, lo que se abalanzan contra el Digimon fantasma lanzando fuego y tornados por la boca.

EDITADO

OFF: Creo que sobre utilicé mis habilidades porque solo tengo un ataque, así que me costaría hacer un buen post. Los ataques nuevos que pedí ni los han visto.

ON:

Cuando lanzan los ataques los digimon lobo, vuelo lo más rápido que puedo hacia arriba, pues es el único lugar donde podría haber escapatoria. En el vuelo unos cuantos ataques impactan con mi casi incompleto, así que intento razonar con el ser que habla desde un lugar que me es imperceptible, mientras empiezo a girar la cadena de mi hoz para contrarrestar cualquier ataque que pueda.

-¿Quien eres?-digo a todos lados, dando vueltas, registrando el perimetro desde el aire mientras vigilo a los otros digimon-¿Que te hizo hacer esto? ¿Acaso yo tengo algo que ver con esto?

-No seas egocéntrico, tu solo eres un entrometido y un estorbo temporal en mi plan de conquista… aunque eso no significa que no pueda jugar con tigo…- Dice quien parece estar comendando a los Digimon lobo, alguien quien aun no se muestra, o al menos no completamente, ya que se puede ver a una pequeña figura humanoide que camina hacia una de las manos de MachGaogamon como transporte, ya que con un chasquido de dedos, todos los Digimon lobo de nivel alto se retiran del campo de batalla. Los Digimon de nivel inferior se dispersan y esconden entre los edificios.
Jijimon sigue en el mismo lugar que estaba antes, arrodillado en el suelo, llorando y con su bastón a unos metros de el, casi como si ya no le importase lo que ocurre.

Escabullendose por atrás de unos edificios, un Garurumon y un Gururumon saltan hacia los costados del Digimon fantasma mientras les disparan sus llamas azules.

Misión cancelada por inactividad