Pequeña historia de Lobos [parte 1]

ummm, pues estaba feliz de la vida creandome un personaje, cuando por razones insospechadas me vi en la necesidad de ponerle una historia, "bien!" pensé, "haré algo corto para que no me fastidien", el problema es que se fue alrgando a tal punto que parece una historia, y... lo peor es que aún falta mucho para explicar la idea principal del personaje, pues termine explicando lo que pasaba alrededor D:, bueno aqui lo dejo, leedlo si gustais


Historia:

Bel nació en uno de los más prestigiosos clanes de hombres lobos, especializados en el combate cuerpo a cuerpo, para el cual solían usar sus garras como grandes armas, tanto de manos como de pies.
En esté clan corría la más pura y fina sangre, todo lobo dentro de él era decendiente de otro de la misma especie, si alguna mezcla llegaba a ocurrir, era simplemente exiliada del clan para no manchar la decendencia, algunos pensaban que sería mejor la muerte para tal aberración, sin embargo tenían un lider benévolo.

Comenzaré con el padre de Bel:
El Clan estaba orgullozo de su sangre y de su gran fuerza, la cual había evolucionado con los años otorgandoles control total sobre sus poderes, a diferencia de otros clanes los cuales perdían cordura o no podían entrar en su estado licantropo a no ser que hubiera luna llena.
- condenados sangre sucia -
solían repetir muchos dentro del clan, por la falta de autocontrol de esas bestias que se hacían llamar nuestros hermanos el nombre de los hombres lobos estaba siendo manchado, no había mucho que pudiermos hacer, sin embargo habían algunas cabezas (lideres de menor categoría) dentro del clan que pensaban incluso en tomar por fuerza al resto de los clanes, y cortar de raiz las impuresas que mancillaban nuestro nombre, sin embargo el macho alfa Howl, no apoyaba esta tendencia, Howl era amable, le disgustaba ver injusticia sea cual fuese, muchas veces los demás no entendían el porqué tenían un lider tan blando como él, pensamiento que era desechado inmediatamente cuando había una pelea por el mando.
Por el comportamiento de Howl muchas veces habían levantamientos internos, personas que pensaban que él no era indicado para ser lider, y lo retaban a una batalla por el puesto.
Howl tenía un corazón blando, pero su cuerpo rebozaba en vitalidad, y su mente estaba abierta a toda posibilidad, siempre aprendiendo, sus sentidos siempre estaban atentos, y... su placer por la batalla, se contrarrestaba con su amabilidad.
Como era de esperarce Howl no perdía, no podían quitarle el mando por lo menos no ahora, en su juventud.
Howl había recibido el mando directamente de su padre, muerto en batalla por protejer a sus hermanos, su amable corazón era probablemente parte de la herencía dejada por su padre, además de gran fuerza, y un negro azabache en todo su pelaje, oscuro como la noche, raro incluso entre sus semejantes, pues lo normal eran lobos plateados con pequeños rasgos oscuros, blancos o incluso café.
Uno de los cabecillas, un lobo ruín que deseaba el poder, pero nunca se atrevió a dar batalla por él, comenzó a tramar una revuelta, junto a otros cabecillas que buscaban lo mismo que él, comenzaron a reunir hombres para auqel trabajo, el clan era enorme, y probablemente muchos no fueran a traicionar a su lider actual, por la costumbre y el instinto natural de un lobo de seguir a su lider sin rechistar, si querían tomar el poder, necesitaban más fuerzas, algo externo...


Varios años pasaron, Howl era ya mayor, una abundante barba lo demostraba, pero su cuerpo no había cambiado en lo más mínimo, aún fuerte y saludable, no habían sido capaces de arrebatarle el poder.
Hace un tiempo Howl tuvo su primer hijo, Laina, su madre, orgullosa de lo que era y de con quien se había comprometido decidió su nombre
- Belial, como tú, el señor de todo lo que vemos, y un orgulloso licantropo -
Le repetía Laina a su marido, Belial significa "el señor del orgullo", en textos antiguos referidos a Satanas, el señor de las tinieblas, muy ingenioso de su parte, ponerle ese nombre al pequeño señor de grandes bestias, además de que, a pesar de su diminuto tamaño, su cabellera indicaba la oscuridad de su linaje, el negro azabache heredado por su padre era ya bastante notorio.
Belial tenía 10 años edad cuando ocurrió el desastre, alcanzó a aprender parte de las artes que su padre usaba en pelea, era atento, solía memorizar rápidamente los movimientos.

Greed, el lobo ruín antes mencionado, ya había reunido un gran ejercito, y sabía bien quienes eran las familias dentro del clan que no lo apoyaban, y a quien debía eliminar, para esto había hecho una alianza con la familia de los dragones de Aire, el lider de estos, codicioso a su vez, había dedicado los últimos años a expandir su territorio, y al ver la posibilidad de hacerce con el basto terreno de sus lobeznos vecinos no dudo en hacer trato con los traidores y otorgarles parte de su poder.
Además de darles la ayuda de sus propios guardias (poderosos dragones de viento protectores de su lider), y gran cantidad de esclavos para aumentar sus numeros, el lider Dragon (Algul) hizo un pacto con Greed, le otorgaría una poderosa magia de viento a sus mas fuertes guerreros, incluyendolo, a cambio de que estos le jurarán lealtad.
Greed aceptó sin rechistar, claramente sin intención de seguir ordenes ajenas y usar esos poderes para su beneficio, pero Algul, no daría estos poderes sin asegurarse de que tendría completo control.
La ceremonia para la entrega de poderes se basaba en que los más poderosos magos del clan dragon de viento conjurarán un hechizo, una marca, que entregaba a los guerreros elejidos parte del poder de los dragones, sin embargo Algul agregó un hechizo a la ceremonia, mientras 2 magos recitaban el hechizo de poder de viento, un tercero recitaba una maldición, una maldición que obedecería cada orden que diera el lider dragón, si el deseo de Algul era que uno de los que llevasen la marca muriera, ese individuo moriría, la manera de morir tambíen dependía del lider, siendo rápida y piadosa o larga y dolorosa, así como también podía simplemente castigar con un intenso dolor.
La marca consistía en un tatuaje, una mancha negra imborrable en el brazo izquierdo, con la forma de una largo dragón.

El día en que todo ocurrió, o la noche en realidad, no había rastros de la luna o las estrellas, era una noche de completa oscuridad, y una extraña niebla invadía el terreno del clan, quizás traída aquí por los mismísimos dragones de aire, el Gran lider Howl, enseguida comprendió que algo andaba mal, era una noche silenciosa, demasiado para ser normal, los animales en las cercanias no emitían ruido, se habían ocultado, estaban al tanto del peligro que se avecinaba.
Raudo, despierta a Laina, y le advierte que se ponga a salvo junto a Bel, puede que sea una falsa alarma, no había nada seguro, pero... Howl no dejaba de sentir un extraño malestar.
Al instante se oyó una gran explosión, la entrada al territorio del clan había sido derribada, pero no desde afuera, sino por los traidores dentro del clan, la guerra interna comenzó de inmediato, lobos asesinaban lobos, confundidos, aquellos que apoyaban al lider fueron presa fácil, aunque no dejaban de dar batalla con su poderosa transformación, 2 lobos aparecieron frente a Howl y su familia, con extraños poderes atacaron, e hirieron a Howl de gravedad, pero subestimaron la capacidad regenerativa del más poderoso pura sangre y su voluntad para pelear, con rapidos movimientos se abalanzó contra los que le creían vencido y les despojó de sus cabezas, grandes garras habían sido el arma adecuada para tal acción.
El bando de Howl se resistía, podían hacerlo, hasta que llegaron los dragones de viento y una gran cantidad de esclavos, con ataques a distancia los confundidos lobos eran prácticamente un blanco fácil, avanzada la batalla y aclarados los bandos, la lucha se alargaba, Howl ya lideraba su bando con orribles heridas, imponiendo resistencia a base de voluntad contra los traidores y enemigos, los cuales tenían ventaja, poderosos dragones usando el poder del viento contra ellos y lobos reforzados, con extrañas fuerzas fuera de cualquier comprención, no había forma de ganar, hasta que entre los traidores una voz se alzó
- Deteneos!, como miembro del clan quiero retar al poderoso Howl en batalla! -
gritaba Greed sonriente
- que haz hecho Greed -
Replicaba molesto Howl
- nada!, solo obtener la libertad para mi y los mios, cansados de tu estupidez, podríamos habernos expandido hace tiempo, tener muchos terrenos, ser muchos más, pero tu y tu familia nos ha mantenido aqui, encerrados, como perros -
- no es asi es... -
- te reto!, si ganas nos retiraremos, si yo gano todos los lobos a tu mando pasarán a estar al mío, asi nadie más morirá, no te parece una gran oferta? -
sin duda lo era, Howl no tenía opciones, sus heridas eran graves, con una noche de descanso probablemente sanaría, pero no tenía ese tiempo, y sabía que aunque ganase, lo más probable es que la batalla seguiría, como buen lider Howl no era tonto, sabía cuanto le convendría a los dragones apoderarse del territorio, solo había una cosa que podía hacer para salvar al resto del clan, debía perder.
Howl Lanzó una mirada a una lejana parte de la zona, desde donde Laina y Belial miraban, con un gesto Laina supo lo que pasaba, Howl sonrio a lo lejos, Laina hizo lo mismo, sostuvo a Belial en brazos y corrió, tan rapido como le dieran las piernas, sin un rumbo fijo, solo se alejó de la zona qeu por tanto tiempo había sido su hogar.
- mamá? y... y papá? -
con lágrimas en los ojos Laina no emitía palabra, no, si lo hacía
- tu padre es un orgulloso lobo, yo lo soy, tu debes serlo, orgulloso de tu linaje, de tu poder, orgulloso por tu característico color, Belial -
un gran abrazo selló las palabras de Laina en el corazón de su pequeño.
Un sonido la alertó, la habían seguido, con fuerza lanza a su propio hijo a unos matorrales fuera del camino y se detiene, un dragon apareció junto a ella
- vi lo que tiraste, ese... era tu hijo no? -
sonreía de mala manera el dragon mientras se abalanzaba contra Laina, ella nunca fue muy diestra en las artes de la pelea, pero no tenía opción, el dragón sabía que Belial estaba a un lado del camino, mirando todo paralizado por el miedo, debía ganar, matar al dragon, no dejar pista de que el hijo del lider seguía con vida, la pelea fue larga, dura, Laina había perdido ambos brazos, el dragon solo jugaba con ella y la torturaba con la idea de liquidar a Bel, con un último movimiento atravezó a Laina por el pecho
- ahora le toca a tu hijo -
le decía al oído convecido de su victoria, con la guardia baja, jactandose de su poder.
Laina no podía dejar qeu eso ocurriese, y con sus últimas fuerzas uso su transformación, para, con su ocico arrancarle la gargante de cuajo a su oponente, Laina cayó de espaldas en el suelo, liberada de la mano de su oponente, vomitando sangre a borbotones, y mirando a los matorrales mientras sollozaba
- se valiente, vive como un lobo -
el último mensaje que le dió a su hijo, no podía decir más, se desangraba lentamente, en ese momento Bel salió de los matorrales, se acercó a su madre limpiandosé las lagrimas con el antebrazó
- lo seré... -
con la garganta destrozada de solo aguantar su llanto, Bel no entendía bien todo lo que había pasado, pero lo entendería, era inteligente, el sabía que en algún momento, mientras siguiese con vida, podría entender que era lo que había pasado, con su familia, con su pueblo, con su clan.
Laina sonrió al oír las palabras de su hijo, y con un último suspiro sus ojos se apagaron.
Belial no tenía nada que hacer ahí, debía sobrevivir, y solo tenía una opción por el momento, alejarce del lugar que lo vió nacer lo más que pudiera, el pequeño cachorro comenzó a caminar, a travez de la extensa niebla que aún rodeaba toda la zona, entre sollozos contenidos el pequeño Bel debía encontrar la fuerza para sobrevivir.