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Digimon El Origen Del Mundo Digital.
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Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Capitulo 1 El Hombre Equivocado.
En los inicios del siglo XX(20) en 1938 que fueron creando las primeras computadoras, eran muy populares y se vendían rápido pero algunos no le gustaba mucho la tecnología así fue una chica llamada Naly que le gustaba pasear por los jardines, césped y bosque aunque muy pocas veces, un día ella se paseaba por el césped de su casa y luego cuando vio un árbol grande había un bulto que se movía cerca del árbol.
Naly se acerco en el árbol, cuando vio el bulto resulto ser un simple chico de la misma edad de Naly (12 años) el chico la vio y se parto un poco de ella: Tenía el rostro, un poco mojado y con varios rasguños además tenía como vestimenta una chaqueta de cuero de color rojizo oscuro y pantalones de color marrón.
-Hola niño.-Saludo Naly amablemente.
-Hola.-Contesto sin mirarla. -¿Quién eres tú?-Pregunto.
-Me llamo Naly ¿y tú?-Respondió y pregunto.
-Me llamo Tony-Respondió mirándola al fin.
-Que nombre más gracioso.-Se rio Naly, Tony se enojo un poco y se paro y se alejo un poco de ella.- Oye no te alejes no fue mi intención ofenderte.-Se disculpo Naly.
-Sí, si todo le parecen gracioso mi nombre pero sospecho que no es la mitad de gracioso que Naly ¿eh?-Se quejo Tony.
-No me quejo de mi nombre pero no lo encuentro divertido.- Respondió Naly. – Y almeno yo me lavo la cara sobre todo después de haber…-Se corto Naly a punto de decir << Llorando >> Pero pensó que eso sería muy malos modales además que recién conoce a Tony y no quiso ser grosera con él.
-Si he llorado durante un rato ¿Qué tiene eso de malo? Cada quien debe expresar sus sentimiento, sobre todo cuando te hacen obligar vivir con tus tíos en una mansión, cuando tienes un loco tío que pasa cada 24 horas al día metido en su cuarto haciendo no se qué.- Respondió Tony en voz alta, no le importaba que lo escuchaba.- Cuando ya no tienes un padre y tiene solo una madre cuando está enfermo y… posiblemente… pueda… morir.-Dicho eso le cayó otra lagrima.- Y no quieres vivir bajo la nueva tecnología y por eso quise correr mereciendo estos rasguño.- Luego se alejo un mas, Tony tenía ganas de correr otra vez para desquitarse un poco.
-Oh… Lo siento no tenía idea perdona.- Dijo Naly arrepentida por haberse burlado y quiso cambiar de tema con cosas más entretenidas y empezó con su tío que Tony menciono que estaba loco.
-Bueno, no hablo mucho con él pero siempre tiene manchas negras en la cara, varias quemaduras y una cara que parece estás loco creo cuando hablo con él lo que hace siempre mi tía interrumpe cambiando de tema al aparecer no quiere que yo sepa algo.- Empezó a contar su pequeña historia a Naly sentando en el césped.
-¿Nunca averiguaste que hacia tu tío?-Pregunto Naly muy interesada.
-Algo, cuando cruce en su cuarto se estaba quejando, gritando y tosiendo me fije en su rejilla solo vi una luz azul brillante eso es todo.- Respondió Tony cogiéndose de hombros. – Lo que hace mi tío es un misterio para mi.-Dijo Tony.
En esos días Tony y Naly se hicieron grandes amigos, Naly también vivía en una mansión los 2 le gustaba investigar en sus mansiones para saber que mas hay, aunque casi no encontraba nada interesante, en el tejado solo descubrieron un cofre con varias cosas viejas y retratos de señoras y señores horrible aunque eran viejos así que no estaban seguros, Tony aprendió como abrir cerrojos con una navaja que consiguió cuando estaba investigando su armario y Naly se le ocurrió hacer una historia pero en secreto no quiso mostrárselo a Tony por el momento.
-Mira Tony, hay una pequeña casita por ahí-Dijo un día Naly a Tony caminando por el césped.
-Cosas viejas creo yo, ¿Quieres ver su contenido?-Pregunto Tony interesado.
Naly asintió enérgicamente la cabeza y ambos fueron a la vieja casita de hierro que se notaba que no lo usaban en años, Tony movió el cerrojo pero estaba cerrado y usando sus habilidades de abrir cerrojos y candados logro abrirlo y entraron.
-¡Cof! ¡Cof!-Tocio Tony oliendo el polvo que se disperso al abrir la puerta.- Esta casa está muy abandonado y no se ve nada.- Añadió cuando choco contra la pared accidentalmente.
-Encontré 2 velas ¿Podíamos usarlo?-Sugirió Naly prendiendo las 2 velas con los fosforo que tenía guardado.
-No tenemos más opción, ¿Qué más da?-Acepto Tony cogiendo una vela iluminando el lugar, había una trampilla debajo los pies de Tony y Naly cuando lo abrieron vieron escalera de tierra y decidieron bajar viendo todas las paredes de hierro medio agrietara pasaron 5 minutos ahí caminando se sorprendieron cuando supieron ya que era un pasillo muy largo bajo tierra y lograron tocas varias escaleras y subiendo encontraron otra puerta vieja y rasguñada.
-Vamos hacia la aventura.-Dijo Tony abriendo la puerta y era una sala elegante por así decirlo, alfombrar limpias, madera nada desintegrada ni enmarañada con varias copas metálicas y de vidrio cuando se fijaron en la mesa principal había botellas con líquidos de diferente colores expulsando burbuja y gas mas había una gran máquina con teclado, botones y estaba conectado con otras maquinas pequeñas echando humo negro.- ¿Quién viviría aquí? Este lugar es genial para estar bajo tierra.-Comento Tony.
-Podía vivir una persona aquí y entramos en una zona prohibida.- Dijo Naly empezando a asustarse.
Luego oyeron un portazo de la otra puerta, había un viejo anciano con un traje de gala, era muy flaco con cabello corto de color blanco con varias arruga y mostraba una expresión de felicidad viciada.
-¡Tío Luis!-Exclamo Tony sorprendido, habían llegado en el cuarto de su tío y empezó a retroceder.
-Mis queridos muchachos, sean bienvenido a mi cuarto…-Dijo Luis cerrando la puerta y los niños decidieron irse en la otra puerta pero Luis fue más rápido había conseguido cerrarlo con llave.- Valla, mi primera visita y ya quieren irse que forma tan de malos modales.-Dijo Luis.
-Oye Tío. Déjanos ir ya casi debemos ir a nuestra casa se preguntaran donde estamos.-Dijo Tony.
-Si mis padres me regañaran si supieran que no he vuelto.-Contesto Naly muy asustada y estando pegada en la puerta esperanzada que se abriera.
-¿Tan pronto?-Reclamo Tío Luis.- Por que se van, este viejo hombre esta solo aquí las 24 horas al día sin ninguna conversación aparente, llega mi oportunidad que son ustedes y quieren irse…-Dijo Tío Luis cogiendo una caja de madera y abriéndola.
Naly lo vio y no pudo resistirse acercarse y contemplando, el contenido había 4 brazaletes; 2 color azul metálico y 2 azul oscuro metálico que tenían una pantallita y se le sonaba un poco.
-¿No quieres una pequeña?-Dijo Luis.- Una bella dama como tú le quedaría bien estos brazaletes.- añadió y Naly pensó que no era un loco chiflado después de todo y se acerco poco a poco.
-¿Puedo tomar cualquiera?-Pregunto Naly.
-Solo uno de color azul y no el oscuro.- Respondió Luis sonriendo de una forma macabra o eso noto Tony.
-¡No lo toques Naly!-Grito pero ya era demasiado tarde Naly tomo un brazalete azul y desapareció ahora solo quedaba Tío Luis y Tony.
En los inicios del siglo XX(20) en 1938 que fueron creando las primeras computadoras, eran muy populares y se vendían rápido pero algunos no le gustaba mucho la tecnología así fue una chica llamada Naly que le gustaba pasear por los jardines, césped y bosque aunque muy pocas veces, un día ella se paseaba por el césped de su casa y luego cuando vio un árbol grande había un bulto que se movía cerca del árbol.
Naly se acerco en el árbol, cuando vio el bulto resulto ser un simple chico de la misma edad de Naly (12 años) el chico la vio y se parto un poco de ella: Tenía el rostro, un poco mojado y con varios rasguños además tenía como vestimenta una chaqueta de cuero de color rojizo oscuro y pantalones de color marrón.
-Hola niño.-Saludo Naly amablemente.
-Hola.-Contesto sin mirarla. -¿Quién eres tú?-Pregunto.
-Me llamo Naly ¿y tú?-Respondió y pregunto.
-Me llamo Tony-Respondió mirándola al fin.
-Que nombre más gracioso.-Se rio Naly, Tony se enojo un poco y se paro y se alejo un poco de ella.- Oye no te alejes no fue mi intención ofenderte.-Se disculpo Naly.
-Sí, si todo le parecen gracioso mi nombre pero sospecho que no es la mitad de gracioso que Naly ¿eh?-Se quejo Tony.
-No me quejo de mi nombre pero no lo encuentro divertido.- Respondió Naly. – Y almeno yo me lavo la cara sobre todo después de haber…-Se corto Naly a punto de decir << Llorando >> Pero pensó que eso sería muy malos modales además que recién conoce a Tony y no quiso ser grosera con él.
-Si he llorado durante un rato ¿Qué tiene eso de malo? Cada quien debe expresar sus sentimiento, sobre todo cuando te hacen obligar vivir con tus tíos en una mansión, cuando tienes un loco tío que pasa cada 24 horas al día metido en su cuarto haciendo no se qué.- Respondió Tony en voz alta, no le importaba que lo escuchaba.- Cuando ya no tienes un padre y tiene solo una madre cuando está enfermo y… posiblemente… pueda… morir.-Dicho eso le cayó otra lagrima.- Y no quieres vivir bajo la nueva tecnología y por eso quise correr mereciendo estos rasguño.- Luego se alejo un mas, Tony tenía ganas de correr otra vez para desquitarse un poco.
-Oh… Lo siento no tenía idea perdona.- Dijo Naly arrepentida por haberse burlado y quiso cambiar de tema con cosas más entretenidas y empezó con su tío que Tony menciono que estaba loco.
-Bueno, no hablo mucho con él pero siempre tiene manchas negras en la cara, varias quemaduras y una cara que parece estás loco creo cuando hablo con él lo que hace siempre mi tía interrumpe cambiando de tema al aparecer no quiere que yo sepa algo.- Empezó a contar su pequeña historia a Naly sentando en el césped.
-¿Nunca averiguaste que hacia tu tío?-Pregunto Naly muy interesada.
-Algo, cuando cruce en su cuarto se estaba quejando, gritando y tosiendo me fije en su rejilla solo vi una luz azul brillante eso es todo.- Respondió Tony cogiéndose de hombros. – Lo que hace mi tío es un misterio para mi.-Dijo Tony.
En esos días Tony y Naly se hicieron grandes amigos, Naly también vivía en una mansión los 2 le gustaba investigar en sus mansiones para saber que mas hay, aunque casi no encontraba nada interesante, en el tejado solo descubrieron un cofre con varias cosas viejas y retratos de señoras y señores horrible aunque eran viejos así que no estaban seguros, Tony aprendió como abrir cerrojos con una navaja que consiguió cuando estaba investigando su armario y Naly se le ocurrió hacer una historia pero en secreto no quiso mostrárselo a Tony por el momento.
-Mira Tony, hay una pequeña casita por ahí-Dijo un día Naly a Tony caminando por el césped.
-Cosas viejas creo yo, ¿Quieres ver su contenido?-Pregunto Tony interesado.
Naly asintió enérgicamente la cabeza y ambos fueron a la vieja casita de hierro que se notaba que no lo usaban en años, Tony movió el cerrojo pero estaba cerrado y usando sus habilidades de abrir cerrojos y candados logro abrirlo y entraron.
-¡Cof! ¡Cof!-Tocio Tony oliendo el polvo que se disperso al abrir la puerta.- Esta casa está muy abandonado y no se ve nada.- Añadió cuando choco contra la pared accidentalmente.
-Encontré 2 velas ¿Podíamos usarlo?-Sugirió Naly prendiendo las 2 velas con los fosforo que tenía guardado.
-No tenemos más opción, ¿Qué más da?-Acepto Tony cogiendo una vela iluminando el lugar, había una trampilla debajo los pies de Tony y Naly cuando lo abrieron vieron escalera de tierra y decidieron bajar viendo todas las paredes de hierro medio agrietara pasaron 5 minutos ahí caminando se sorprendieron cuando supieron ya que era un pasillo muy largo bajo tierra y lograron tocas varias escaleras y subiendo encontraron otra puerta vieja y rasguñada.
-Vamos hacia la aventura.-Dijo Tony abriendo la puerta y era una sala elegante por así decirlo, alfombrar limpias, madera nada desintegrada ni enmarañada con varias copas metálicas y de vidrio cuando se fijaron en la mesa principal había botellas con líquidos de diferente colores expulsando burbuja y gas mas había una gran máquina con teclado, botones y estaba conectado con otras maquinas pequeñas echando humo negro.- ¿Quién viviría aquí? Este lugar es genial para estar bajo tierra.-Comento Tony.
-Podía vivir una persona aquí y entramos en una zona prohibida.- Dijo Naly empezando a asustarse.
Luego oyeron un portazo de la otra puerta, había un viejo anciano con un traje de gala, era muy flaco con cabello corto de color blanco con varias arruga y mostraba una expresión de felicidad viciada.
-¡Tío Luis!-Exclamo Tony sorprendido, habían llegado en el cuarto de su tío y empezó a retroceder.
-Mis queridos muchachos, sean bienvenido a mi cuarto…-Dijo Luis cerrando la puerta y los niños decidieron irse en la otra puerta pero Luis fue más rápido había conseguido cerrarlo con llave.- Valla, mi primera visita y ya quieren irse que forma tan de malos modales.-Dijo Luis.
-Oye Tío. Déjanos ir ya casi debemos ir a nuestra casa se preguntaran donde estamos.-Dijo Tony.
-Si mis padres me regañaran si supieran que no he vuelto.-Contesto Naly muy asustada y estando pegada en la puerta esperanzada que se abriera.
-¿Tan pronto?-Reclamo Tío Luis.- Por que se van, este viejo hombre esta solo aquí las 24 horas al día sin ninguna conversación aparente, llega mi oportunidad que son ustedes y quieren irse…-Dijo Tío Luis cogiendo una caja de madera y abriéndola.
Naly lo vio y no pudo resistirse acercarse y contemplando, el contenido había 4 brazaletes; 2 color azul metálico y 2 azul oscuro metálico que tenían una pantallita y se le sonaba un poco.
- Spoiler:
Asi se ven los 4 brazaletes, solo imaginenlos metalico y de color azul y azul oscuro.
-¿No quieres una pequeña?-Dijo Luis.- Una bella dama como tú le quedaría bien estos brazaletes.- añadió y Naly pensó que no era un loco chiflado después de todo y se acerco poco a poco.
-¿Puedo tomar cualquiera?-Pregunto Naly.
-Solo uno de color azul y no el oscuro.- Respondió Luis sonriendo de una forma macabra o eso noto Tony.
-¡No lo toques Naly!-Grito pero ya era demasiado tarde Naly tomo un brazalete azul y desapareció ahora solo quedaba Tío Luis y Tony.
Invitado
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Está muy bien Samuel, pero pon comas XD en algunos tramos me quedé sin aire leyendo. Tienes que describir mejor las cosas :3 por lo demás, está bastante bien, se entiende, aunque alguna falta de ortografía se escape, tampoco es para tanto. Muy bien, sigue así y a ver para cuando la segunda parte <3
Alice Margatroid
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Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Capitulo 2 Tony y su Tío Tienen Una Pequeña Charla.
-¡Naly! ¡Naly! ¿Qué la hiciste?-Pregunto Tony enojado.
-No hace falta ponerte así, no la hice nada solo la envié en… como decirlo… Otro Lugar.- Respondió simplemente Luis con una expresión de triunfo.
-¿Qué otro lugar? Explícate Tío.-Le reprocho.
-¿No lo entiendes? En todo estos tiempos había descubierto gracias a la nueva tecnología y con mis locos experimentos pude descubrir que existía otra especie de Mundo muy diferente al nuestro.- Respondió Luis tronando sus dedos. – E estado trabajando un aparato que te envié ahí, tuve que esforzarse tanto que como consecuencia tuve mis manos quemadas y dejarme descubierto lo que hacía además este experimento me había fallado tantas veces que no pude evitar gritar de rabia.-Dijo Luis con una cara maléfica.
-Eso explica el grito y tus rasguños y quemadura.-Dijo Tony.
-Ohhh, ¿Entonces me espiabas?-Dijo Luis.
-No claro que no.-Dijo Tony cruzando de brazos indignado. – Solo lo escuche accidentalmente.-Le explico a su Tío.- Pero mi pregunta era ¿Qué le hiciste a Naly?- Repitió la pregunta.
-Bueno, bueno si tanto quieres saber te contare la historia de cómo se inicio todo, ¿Recuerdas a Lila?-Pregunto Luis.
-¿No era la Tía abuela? –Pregunto Tony.- Si creo que si quien es.-Contesto Tony confuso.
-Bueno mi pobre Lila era una señorita muy sola y casi nadie lo entendía había hecho tantas cosas que la pobre había terminado perdiendo.-Dijo Luis.
-¿Qué le paso?-Pregunto Tony aun confuso ¿Qué tenía eso que ver con Naly?
-Termino en la cárcel, tras las rejas oxidadas y mugrientas.-Contesto Luis.- Había estado robando cosas preciosas para dejar de ser pobre, ahí está en el retrato.-Dijo Luis señalando el retrato principal que era el más grande y Tony lo miro era unos de los mismo retratos que vio en el cobre, era una mujer bella con un buen cuerpo y con un vestido rosa.- Cuando ya era anciana, en su lecho de muerte…-Siguió hablando pero fue interrumpido por Tony.
-Haber, ¿Qué tiene que ver todo esto con Naly?-Pregunto Tony impaciente.
-Dios sí que este obsesionado con esa Naly.-Reprocho Luis.- Todo a su tiempo muchacho, ahora como seguía. Ella me invito a mí cuando ya estaba en su lecho de muerte, era de los poquísimos que ella hablaba, y me considero a mí como su favorito. Me dijo que yo escogiera algo que era de su pertenencia y me señalo su armario, estaba repleto de cosas pues yo escogí el cajón de madera.- Prosiguió Luis.- Me dijo que prometiera que no lo abriría, y dicho eso promesa que no pude cumplir.-Finalizo Luis.
-¡Que viejo repugnante es usted!-Reclamo Tony enojado.- Las, promesas no se deben, romper y tu lo rompiste como si nada.-Acuso a su tío con el dedo.
-¿! Como te atreves?!-Grito Luis muy ofendido.- bien, entiendo que te, sientas así de enojado. Es obvio que los padres enseñan a sus hijos, a no romper promesas. Eso está muy bien niño pero entiende que la obsesión y codicia no pueden mantener promesas, cuando ya alcance la edad adecuada abrí el cajón y había varios brazaletes que contenía un gran poder que yo debía averiguar, investigue cada hora de mi vida. Hasta que comprendí que esos brazalete le había añadido una cosa que podía ser parte de Otro Mundo cuando al fin se creó la primera computadora , ahí tenía que construir maquinas para que, la tecnología y los datos se conectaran a través de los brazaletes. Usando un poco de alquimista como ves, pude lograr crear un aparato que los transporta al Otro Mundo pero tenía que probarlo usando conejos.- al terminar la frase Luis no pudo evitar reírse un poco.
-Pero si tan desesperado estas de ir a ese Otro Mundo. ¿Por qué no vas tú?-Pregunto Tony muy enojado con su tío.
-¿Cómo dices?-Pregunto Luis sorprendido.- Soy el creador de estos aparatos, no puedo arriesgar mi vida, con solo intentarlo, debo usar cosas para asegurarme. Además no soy digno de ir, ustedes eran perfectos para usarlo y resulto.-Termino de relatar Luis y juntando sus dedos los hiso tronar nuevamente.- Los brazaletes azules son lo que te llevan, al Otro Mundo, mientras que los azules oscuros, te hacen volver al Mundo Real.-Explico Luis.
-Pero si Naly, no tiene un brazalete azul oscuro, no podrá volver.-Dijo Tony comprendiendo lo que iba decir su tío.
-Entonces, debes ir tú y ayudar a volver.-Dijo Luis y ahí Tony cayó a la trampa, debe ir al Otro Mundo y salvar a su amiga pero no estaba, muy seguro si lo lograba.
-Pero… Yo no soy, muy bueno de salvar vidas… Sería algo inútil.-Dijo Tony un poco asustado.
-¡Esta bien!-Exclamo su tío y se dirigió a la puerta.- Bien vete descansando, mientras que tu amiga. Estará intentando sobrevivir con las, criaturas que lo acechan y posiblemente mueran.-Al decir eso Luis abrió la puerta dejándole que se valla.
-¡Valla! Como deseo ser mayor para darte un puñetazo.-Dijo Tony decidido.- Ok iré, dame los brazaletes.
Luis satisfecho se dirigió a su mesa principal, poniéndose unos guantes, tomo los 2 brézateles azul oscuro. Luego se dirigió a Tony metiendo los 2 brazaletes oscuros en sus bolsillos.
-Si hacen contacto, con la piel serás tele transportado si usas guantes no te transportara, así de simple.-Le explico a Tony y le dio un guante.
Tony respirando hondo se dirigió hacia la caja, donde estaba el brazalete azul y tocándolo con el dedo sintió que estaba en un remolino, giraba y giraba no sentía nada esperanzado que acababa pronto.
-¡Naly! ¡Naly! ¿Qué la hiciste?-Pregunto Tony enojado.
-No hace falta ponerte así, no la hice nada solo la envié en… como decirlo… Otro Lugar.- Respondió simplemente Luis con una expresión de triunfo.
-¿Qué otro lugar? Explícate Tío.-Le reprocho.
-¿No lo entiendes? En todo estos tiempos había descubierto gracias a la nueva tecnología y con mis locos experimentos pude descubrir que existía otra especie de Mundo muy diferente al nuestro.- Respondió Luis tronando sus dedos. – E estado trabajando un aparato que te envié ahí, tuve que esforzarse tanto que como consecuencia tuve mis manos quemadas y dejarme descubierto lo que hacía además este experimento me había fallado tantas veces que no pude evitar gritar de rabia.-Dijo Luis con una cara maléfica.
-Eso explica el grito y tus rasguños y quemadura.-Dijo Tony.
-Ohhh, ¿Entonces me espiabas?-Dijo Luis.
-No claro que no.-Dijo Tony cruzando de brazos indignado. – Solo lo escuche accidentalmente.-Le explico a su Tío.- Pero mi pregunta era ¿Qué le hiciste a Naly?- Repitió la pregunta.
-Bueno, bueno si tanto quieres saber te contare la historia de cómo se inicio todo, ¿Recuerdas a Lila?-Pregunto Luis.
-¿No era la Tía abuela? –Pregunto Tony.- Si creo que si quien es.-Contesto Tony confuso.
-Bueno mi pobre Lila era una señorita muy sola y casi nadie lo entendía había hecho tantas cosas que la pobre había terminado perdiendo.-Dijo Luis.
-¿Qué le paso?-Pregunto Tony aun confuso ¿Qué tenía eso que ver con Naly?
-Termino en la cárcel, tras las rejas oxidadas y mugrientas.-Contesto Luis.- Había estado robando cosas preciosas para dejar de ser pobre, ahí está en el retrato.-Dijo Luis señalando el retrato principal que era el más grande y Tony lo miro era unos de los mismo retratos que vio en el cobre, era una mujer bella con un buen cuerpo y con un vestido rosa.- Cuando ya era anciana, en su lecho de muerte…-Siguió hablando pero fue interrumpido por Tony.
-Haber, ¿Qué tiene que ver todo esto con Naly?-Pregunto Tony impaciente.
-Dios sí que este obsesionado con esa Naly.-Reprocho Luis.- Todo a su tiempo muchacho, ahora como seguía. Ella me invito a mí cuando ya estaba en su lecho de muerte, era de los poquísimos que ella hablaba, y me considero a mí como su favorito. Me dijo que yo escogiera algo que era de su pertenencia y me señalo su armario, estaba repleto de cosas pues yo escogí el cajón de madera.- Prosiguió Luis.- Me dijo que prometiera que no lo abriría, y dicho eso promesa que no pude cumplir.-Finalizo Luis.
-¡Que viejo repugnante es usted!-Reclamo Tony enojado.- Las, promesas no se deben, romper y tu lo rompiste como si nada.-Acuso a su tío con el dedo.
-¿! Como te atreves?!-Grito Luis muy ofendido.- bien, entiendo que te, sientas así de enojado. Es obvio que los padres enseñan a sus hijos, a no romper promesas. Eso está muy bien niño pero entiende que la obsesión y codicia no pueden mantener promesas, cuando ya alcance la edad adecuada abrí el cajón y había varios brazaletes que contenía un gran poder que yo debía averiguar, investigue cada hora de mi vida. Hasta que comprendí que esos brazalete le había añadido una cosa que podía ser parte de Otro Mundo cuando al fin se creó la primera computadora , ahí tenía que construir maquinas para que, la tecnología y los datos se conectaran a través de los brazaletes. Usando un poco de alquimista como ves, pude lograr crear un aparato que los transporta al Otro Mundo pero tenía que probarlo usando conejos.- al terminar la frase Luis no pudo evitar reírse un poco.
-Pero si tan desesperado estas de ir a ese Otro Mundo. ¿Por qué no vas tú?-Pregunto Tony muy enojado con su tío.
-¿Cómo dices?-Pregunto Luis sorprendido.- Soy el creador de estos aparatos, no puedo arriesgar mi vida, con solo intentarlo, debo usar cosas para asegurarme. Además no soy digno de ir, ustedes eran perfectos para usarlo y resulto.-Termino de relatar Luis y juntando sus dedos los hiso tronar nuevamente.- Los brazaletes azules son lo que te llevan, al Otro Mundo, mientras que los azules oscuros, te hacen volver al Mundo Real.-Explico Luis.
-Pero si Naly, no tiene un brazalete azul oscuro, no podrá volver.-Dijo Tony comprendiendo lo que iba decir su tío.
-Entonces, debes ir tú y ayudar a volver.-Dijo Luis y ahí Tony cayó a la trampa, debe ir al Otro Mundo y salvar a su amiga pero no estaba, muy seguro si lo lograba.
-Pero… Yo no soy, muy bueno de salvar vidas… Sería algo inútil.-Dijo Tony un poco asustado.
-¡Esta bien!-Exclamo su tío y se dirigió a la puerta.- Bien vete descansando, mientras que tu amiga. Estará intentando sobrevivir con las, criaturas que lo acechan y posiblemente mueran.-Al decir eso Luis abrió la puerta dejándole que se valla.
-¡Valla! Como deseo ser mayor para darte un puñetazo.-Dijo Tony decidido.- Ok iré, dame los brazaletes.
Luis satisfecho se dirigió a su mesa principal, poniéndose unos guantes, tomo los 2 brézateles azul oscuro. Luego se dirigió a Tony metiendo los 2 brazaletes oscuros en sus bolsillos.
-Si hacen contacto, con la piel serás tele transportado si usas guantes no te transportara, así de simple.-Le explico a Tony y le dio un guante.
Tony respirando hondo se dirigió hacia la caja, donde estaba el brazalete azul y tocándolo con el dedo sintió que estaba en un remolino, giraba y giraba no sentía nada esperanzado que acababa pronto.
Invitado
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Muy buena historia amigo ya estoy esperando el capitulo 3 con ancias.
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Capitulo 3 El Árbol Entre Los Mundos.
Giraba sin parar hasta había un resplandor verde claro sobre su cara pero no estaba seguro de lo que era. Tony no sentía nada, no sabía si estaba de pie, sentado o algo. No sentía contacto con nada y luego que sintió que flotaba, sentía húmedo algo lo mojaba no sabía si estaba en la superficie del agua o si estaba dentro del agua, en ese momento se asusto demasiado además que no podía ver nada aun, cuando ya sintió que su cabeza se sobresalía del agua abrió los ojos, estaba en un césped verde, con un buen aire, pensó que estaba en otro bosque, se salió del agua pisando tierra firme y vio que estaba en, un estanque. Vio enfrente de él y vio un gigantesco árbol de color blanco, en la cima tenía una esfera gigante celeste más que sus raíces eran tan grandes, que tocaba en cada estanque que había cree que hay 12 estanque.
La única luz que había, era un sol blanco que no iluminaba mucho, era un buen lugar para acostarse, lo más extraño fue que Tony se olvidaba de cómo llego hasta aquí, no pensaba en su Tío Luis, ni a Naly ni a su madre, no sentía miedo, ni nervios ni nada si una persona le preguntaba << ¿Cómo llegaste hasta aquí? Posiblemente respondería simplemente << E vivido aquí toda mi vida >> se sentía extraño como si siempre había vivido aquí siempre.
<< Este sitio no sucede nada, solo hay un árbol extraño. Los arboles que están aquí solo se dedican a crecer >>
Se agito su cabeza y vio a su alrededor, luego sintió algo que tenía en su mano derecho era el brazalete, se lo puso de inmediato en el brazo izquierdo y luego se detuvo mirando a una niña recostada en el césped verde media dormida, estaba como, entre el sueño y la vigilancia.
Se acerco hacia Naly rápidamente, lo miro fijamente y de repente Naly abrió los ojos media dormida mirándolo.
-¿Te he visto en algún otra parte?-Pregunto Naly soñolienta.- tengo la sensación que sí. –Dijo Naly.
-A mi… También me lo parece.-Coincidió Tony.- ¿Llevas un rato aquí o algo así?-Pregunto Tony.
-Toda la vida… Eso creo yo… No lo sé, tengo la sensación que si.- Respondió Naly.
-Genial, porque yo igual llevo aquí mucho tiempo.-Dijo Tony.
-No claro que no, si te vi salir de ese estanque apenas unos minutos.-Dijo Naly luego se miraron unos minutos y dijo.- Creo que te conozco, veo una imagen en mi mente ver un niño y una niña haciendo de todo.- Luego miro en el cielo.
-Yo también lo recuerdo, de un niño y una niña que vivían en mansiones cercas, que gateaban en las mansiones, descubriendo cosas. Recuerdo que la niña tenía la cara muy sucia.-Repuso Tony.
-No… recuerdo que fue el niño que tenía la cara sucia.-Le contradijo Naly.
-No, no recuerdo el rostro, del niño.-Dijo Tony.- ¡Oye mira!-Dijo de repente señalando un conejo que tenía un brazalete azul en todo su cuerpo que husmeaba en el césped verdoso. - ¡Mira! ¡Un Brazalete! ¡También tú tienes uno en tu brazo izquierdo!
En ese momento la niña se sentó, con mucho interés que descubrieron, se miraron fijamente sin parpadear intentando recordar lo que pasaba de repente exclamaron a gritos. Ella dijo << El Señor Luis >> y el dijo << Tío Luis >> desde ahí empezaron a recordar quienes eran y lo que pasaba y Tony le conto a Naly el detestable comportamiento de Tío Luis.
-¿Qué hacemos ahora?-Quiso saber Naly.- ¿Agarramos el conejo y volver a casa?
-No hay prisa.- Respondió el con un gran bostezo.
-Claro que lo hay Tony.-Indico ella.- Este lugar es tan silencioso… tan maravilloso… Te dan ganas de dormir en este lugar y si lo hacemos podíamos terminar durmiendo eternamente.
-Se está muy bien aquí.- Repuso Tony sin darle mucha importancia.
-Si eso ya lo creo.- asintió ella.- pero tenemos que regresar a casa.
Naly se puso de pie y con cautela se dirigió al conejo pero luego se le ocurrió una idea repentina y miro a Tony.
-Tengo una idea, es mejor dejar al conejo aquí al aparecer le gusta este lugar.-dijo.- Sobretodo tu tío le haría algo horrendo al pobre conejo si lo llevamos de vuelta.
-Seguro que si lo haría.- Respondió Tony.- Mira como nos ha tratado a nosotros. Una cosa ¿Cómo regresamos a casa?
-Volviéndonos a meter en el estanque creo yo.- Respondió ella.
Fueron hacia el estanque de pie junto al borde, lo estaban contemplando un rato su lisa superficie brillante, lo cubría el reflejo de la rama del gran árbol extraño además notaron que el estanque podía tener una gran profundidad.
-Pero no tenemos traje de baño.-observo Naly.
-No es necesario tener un traje de baño tonta.-Dijo Tony.- ¿No recuerdas cuando salimos del estanque no nos mojamos ni un poco?
-Almeno ¿Sabes nadar?-Pregunto Naly.
-Solo un poco ¿Y tú?-Pregunto Tony.
-La verdad no mucho.-
-Haber no creo que sea necesario nadar.-Indico Tony.- Queremos ir hacia << Abajo >> ¿no es cierto?
A ninguno de los dos le gustaba tanto la idea de saltar al interior del estanque, pero nadie lo menciono. Se tomaron de las manos y dijeron: << Uno… Dos… Tres… ¡Ya! >> y saltaron al estanque. Hubo un gran chapoteo pero claro que habían cerrado sus ojos; pero cuando lo abrieron descubrieron que estaban en el mismo estanque con sus manos entrelazadas, en medio del frondoso bosque y con el agua que le llega a los tobillos. Ahí descubrieron que el estanque tenía apenas unos centímetros de profundidad. Se dirigieron de nuevo a tierra firme.
-¿Qué demonios había salido mal?-Quiso saber Naly con voz asustada, pero asustada del terror en realidad resultaba muy difícil asustarse en aquel bosque. El lugar era muy tranquilo.
-Ya se.- Dijo Tony.- Claro que no funciona. Aun llevamos estos brazaletes azules, y son para viajes de ida, tú ya sabes. Son los azules oscuro los que te devuelven a casa. Una duda ¿Tienes bolsillos?-Se fijo un poco.- Genial. Ahora guarda el azul claro en el izquierdo. Yo tengo 2 de color azul oscuro aquí tienes.
Se pusieron los brazaletes y regresaron al estanque. Sin embargo antes de que intentara saltar nuevamente Tony agarro fuertemente la mano de Naly y exclamo: << Ohhhhhhh >>
-¿Qué ocurre?-Quiso saber Naly.
-Acabo de tener una idea increíblemente maravillosa. ¿Qué serán los otros estanques?
-¿Qué quieres decir?
-Pues que si podemos regresar a nuestro propio mundo saltando en el interior de este estanque, ¿no podríamos ir a parar algún otro lugar si saltamos dentro de unos de los otros? Suponemos que existe un mundo en el fondo de cada estanque.-Dijo Emocionado.
-Pues yo pensé que ya estábamos en el Otro Mundo u Otro Lugar o como sea que lo llame él, al que se refería a tu tío. No dijiste que…
-¡Bah! Me da igual lo que dijo mi tío.- Interrumpió Tony.- No creo que el sepa nada de aquí, porque él nunca tuvo ni pisca de coraje de venir aquí el mismo. Solo hablaba de << Un >> Otro Mundo, pero suponemos que existirían docenas…
-¿Te estás refiriendo que este bosque podía ser uno de ellos?
-No, ni siquiera puedo creer que este bosque sea un mundo, ¿No ves esa esfera azulada? Probablemente sea una especie de réplica de un planeta o algo parecido, creo que este lugar es una especie de lugar intermedio.
Naly había mostrado una expresión perpleja y desconcertante.
-¿No te has dado cuenta?-Inquiero Tony.- Piensa en nuestro túnel por debajo de nuestros pies. No puede ser considerado una habitación de una casa. En cierto modo, no forma parte de ninguna de ellas, pero una vez que estas en el túnel puedes seguirla y entrar en cualquier casa en fila. ¿No podría ocurrir en este bosque? Es un lugar donde no se encuentra en ninguno de los dos mundos, pero que permite en entrar en todas de ellos.
-De acuerdo, pero incluso cuando puedas…-empezó a opinar Naly pero Tony no la escuchaba y siguió como si nada.
-Pues claro eso lo explica todo-dijo- Por eso aquí todo está muy tranquilo y soñoliento. Aquí nunca va a suceder nada interesante. Igual que en nuestro hogar, es en las casas donde las personas hablan, actúa y come. Mientras que los lugares intermedios no sucede nada; ni detrás de las paredes, ni encima de los techos ni debajo del suelo, ¡ni en nuestro túnel! Pero cuando ya sales del túnel sucede algo, puedes encontrarte en << cualquier >> casa. ¡Creo que podemos salir de este lugar e ir a parar en otros sitios! No es necesario que saltemos de nuevo en el interior del mismo estanque por el que hemos llegado, o almeno todavía no.
-El Árbol Entre Los Mundos-Observo Naly como en sueño.- Suena bastante bien.
-Bien-Le pregunto Tony.- ¿Qué estanque probamos primero?
-Haber.-Dijo ella.- no me atreveré a probar ningún estanque nuevo hasta que no nos hayamos asegurado que podemos regresar por el viejo estanque. Ni siquiera estamos seguros si valla a funcionar.
-Si claro.-repuso Tony.- ¡Y que el Tío Luis nos vaya a atrapar y nos quite nuestros brazaletes antes que pudiéramos divertirnos! No, gracias.
-¿No podríamos descender simplemente una parte del trayecto por nuestro estanque?-Sugirió Naly.- Solo es para comprobar si funciona. Entonces si lo hacemos, nos cambiamos nuestros brazaletes y subimos otra vez antes de que estemos de vuelta al estudio del señor Luis.
-¿Podríamos descender una parte del camino?
-Bueno, se tardaba un poco en subir. Supongo que harán falta unos segundos para regresar.
Tony medito al respecto, al final tuvo que aceptar la idea de Naly porque ella se negaba al extremo de visitar nuevos mundos hasta asegurarse que podían regresar al antiguo. Era una niña tan valiente como el acerca de algunos peligros (como las abejas o avistas por ejemplo) pero a ella nunca le intereso descubrir cosas nuevas como Tony que le gustaba saberlo todo, el pensó que cuando creciera podía ser un gran profesor.
Después de una larga discusión, se pusieron de acuerdo de ponerse los brazaletes azul oscuro (<< Azul Oscuro simboliza seguridad-Dijo Tony- así no podremos olvidar cual es cual >>), tomarse de las manos y saltar. No obstante en cuanto aparecerían en el estudio de Tío Luis, o incluso en su propio mundo, Naly debía gritar << Cambio >. Entonces se tenían que quitarse los brazaletes azul oscuro y ponerse de color azul. Tony quiso ser el que gritara << Cambio >>, pero Naly negó con la cabeza.
Se pusieron los brazaletes azul oscuro, entrelazaron las manos y de nuevo gritaron << Uno… Dos… Tres... ¡Ya!>>. Saltaron al estanque y esta vez dio resultado, todo sucedió en un abrir cerrar de ojos, al principio había muchas luces que se movían en un cielo negro; Tony pensaba que eran estrella incluso juraría que vio a Júpiter muy de cerca; lo bastante cerca como para ver la Luna, pero casi al mismo tiempo vieron mucho césped, grandes árboles, entonces vieron al Tío Luis de una forma muy neblinosa y vago pero poco a poco todo se volvía mas solido como si estuvieran materializaron; pero antes que todo se volviera mas real Naly grito << Cambio >> y se quitaron los brazaletes azul oscuro y se pusieron los brazaletes azules y nuestro mundo se desvaneció y la luz plateada se volvió a adquirir mas y mas fuerte hasta salir al fin del estanque y caminaron hacia la tierra firme.
-¡Ya está!-dijo Tony- Funciona. Ahora corramos nuestra aventura. Cualquier estanque podrá servir. Vamos probemos ese.
-¡Detente!-Ordeno Naly- ¿nos vamos a marcar << este >> estanque?
Se miraron fijamente y Tony comprendió el terrible error que estaba a punto de cometer, pues había varios estanques idénticos en el bosque y también todas las ramas que tocaba cada estanque eran iguales, de modo que pudieron dejar atrás el estanque lo llevaba a Nuestro Mundo y había muy pocas posibilidades de encontrar su estanque.
Tony saco su navaja y se dirigió a la orilla del estanque marcando un dibujo de una casa que se podía ver perfectamente entre la hierba y césped.
-¡Menos mal que por lo menos uno de nosotros tiene un poco de sentido común!-Observo Naly.
-De acuerdo, ahora no te pases de lista, presumiendo-replico el- Vamos, quiero ver que hay en los otros estanques.
Y se fueron en otro estanque, estaban muy pálidos, su corazón palpitaba muy rápido por los nervios, estaban en la orilla de un nuevo estanque y se tomaron de las manos diciendo: << Uno… Dos… Tres… ¡Ya! >>.
¡Plaff! De nuevo no funciono. Al aparecer el estanque no resulto ser más que eso y lo que consiguieron fue mojarse los zapatos y salpicarse las piernas por segunda vez esta mañana, pues el Árbol Entre Los Mundos siempre parece no haber pasado ni una hora.
-¡Genial!-Dijo Tony- ¿Qué salió mal esta vez? Llevamos puesto los brazaletes azules. Dijo que los brazaletes azules eran para el viaje de ida.
En realidad el Tío Luis que no sabía nada del Árbol Entre Los Mundos, tenía ideas bastante equivocadas acerca de los brazaletes. El brazalete azul no significaba << Viaje de ida >> y los brazaletes azules oscuro no significaba << Viaje de regreso >> al menos no tal como él pensaba, aunque la sustancia y la tecnología que estaban hecho ambos brazaletes había salido del bosque. La sustancia y tecnología de los brazaletes azules poseía atraerte en el árbol; era la materia que quería regresar al lugar donde pertenece, el lugar intermedio. Sin embargo la sustancia y tecnología que estaba creado los brazaletes azules oscuro intentaba abandonar el lugar donde pertenecía: de modo que el brazalete te sacaría del árbol y te conduciría de a un mundo. El tío Luis, al aparecer trataba con cosas que no comprendía en realidad; muchos científicos lo hacen. Ni siquiera Tony comprendía con tanta claridad o, al menos, no hasta más adelante. Pero una vez que lo hubieran discutido, decidieron probar los brazaletes azules oscuro en el estanque nuevo, solo para ver que sucedía.
-Vamos hacia a la aventura.-Dijo Tony y Naly asintió con la cabeza.
En su interior sabía que no pasaría nada, pero no lo quiso expresar al aparecer los 2 pensaban lo mismo así que volvieron agarrarse de las manos, respirando hondo.
-Uno… Dos… Tres… ¡Ya!-Exclamaron Tony y Naly y saltaron.
Giraba sin parar hasta había un resplandor verde claro sobre su cara pero no estaba seguro de lo que era. Tony no sentía nada, no sabía si estaba de pie, sentado o algo. No sentía contacto con nada y luego que sintió que flotaba, sentía húmedo algo lo mojaba no sabía si estaba en la superficie del agua o si estaba dentro del agua, en ese momento se asusto demasiado además que no podía ver nada aun, cuando ya sintió que su cabeza se sobresalía del agua abrió los ojos, estaba en un césped verde, con un buen aire, pensó que estaba en otro bosque, se salió del agua pisando tierra firme y vio que estaba en, un estanque. Vio enfrente de él y vio un gigantesco árbol de color blanco, en la cima tenía una esfera gigante celeste más que sus raíces eran tan grandes, que tocaba en cada estanque que había cree que hay 12 estanque.
La única luz que había, era un sol blanco que no iluminaba mucho, era un buen lugar para acostarse, lo más extraño fue que Tony se olvidaba de cómo llego hasta aquí, no pensaba en su Tío Luis, ni a Naly ni a su madre, no sentía miedo, ni nervios ni nada si una persona le preguntaba << ¿Cómo llegaste hasta aquí? Posiblemente respondería simplemente << E vivido aquí toda mi vida >> se sentía extraño como si siempre había vivido aquí siempre.
<< Este sitio no sucede nada, solo hay un árbol extraño. Los arboles que están aquí solo se dedican a crecer >>
Se agito su cabeza y vio a su alrededor, luego sintió algo que tenía en su mano derecho era el brazalete, se lo puso de inmediato en el brazo izquierdo y luego se detuvo mirando a una niña recostada en el césped verde media dormida, estaba como, entre el sueño y la vigilancia.
Se acerco hacia Naly rápidamente, lo miro fijamente y de repente Naly abrió los ojos media dormida mirándolo.
-¿Te he visto en algún otra parte?-Pregunto Naly soñolienta.- tengo la sensación que sí. –Dijo Naly.
-A mi… También me lo parece.-Coincidió Tony.- ¿Llevas un rato aquí o algo así?-Pregunto Tony.
-Toda la vida… Eso creo yo… No lo sé, tengo la sensación que si.- Respondió Naly.
-Genial, porque yo igual llevo aquí mucho tiempo.-Dijo Tony.
-No claro que no, si te vi salir de ese estanque apenas unos minutos.-Dijo Naly luego se miraron unos minutos y dijo.- Creo que te conozco, veo una imagen en mi mente ver un niño y una niña haciendo de todo.- Luego miro en el cielo.
-Yo también lo recuerdo, de un niño y una niña que vivían en mansiones cercas, que gateaban en las mansiones, descubriendo cosas. Recuerdo que la niña tenía la cara muy sucia.-Repuso Tony.
-No… recuerdo que fue el niño que tenía la cara sucia.-Le contradijo Naly.
-No, no recuerdo el rostro, del niño.-Dijo Tony.- ¡Oye mira!-Dijo de repente señalando un conejo que tenía un brazalete azul en todo su cuerpo que husmeaba en el césped verdoso. - ¡Mira! ¡Un Brazalete! ¡También tú tienes uno en tu brazo izquierdo!
En ese momento la niña se sentó, con mucho interés que descubrieron, se miraron fijamente sin parpadear intentando recordar lo que pasaba de repente exclamaron a gritos. Ella dijo << El Señor Luis >> y el dijo << Tío Luis >> desde ahí empezaron a recordar quienes eran y lo que pasaba y Tony le conto a Naly el detestable comportamiento de Tío Luis.
-¿Qué hacemos ahora?-Quiso saber Naly.- ¿Agarramos el conejo y volver a casa?
-No hay prisa.- Respondió el con un gran bostezo.
-Claro que lo hay Tony.-Indico ella.- Este lugar es tan silencioso… tan maravilloso… Te dan ganas de dormir en este lugar y si lo hacemos podíamos terminar durmiendo eternamente.
-Se está muy bien aquí.- Repuso Tony sin darle mucha importancia.
-Si eso ya lo creo.- asintió ella.- pero tenemos que regresar a casa.
Naly se puso de pie y con cautela se dirigió al conejo pero luego se le ocurrió una idea repentina y miro a Tony.
-Tengo una idea, es mejor dejar al conejo aquí al aparecer le gusta este lugar.-dijo.- Sobretodo tu tío le haría algo horrendo al pobre conejo si lo llevamos de vuelta.
-Seguro que si lo haría.- Respondió Tony.- Mira como nos ha tratado a nosotros. Una cosa ¿Cómo regresamos a casa?
-Volviéndonos a meter en el estanque creo yo.- Respondió ella.
Fueron hacia el estanque de pie junto al borde, lo estaban contemplando un rato su lisa superficie brillante, lo cubría el reflejo de la rama del gran árbol extraño además notaron que el estanque podía tener una gran profundidad.
-Pero no tenemos traje de baño.-observo Naly.
-No es necesario tener un traje de baño tonta.-Dijo Tony.- ¿No recuerdas cuando salimos del estanque no nos mojamos ni un poco?
-Almeno ¿Sabes nadar?-Pregunto Naly.
-Solo un poco ¿Y tú?-Pregunto Tony.
-La verdad no mucho.-
-Haber no creo que sea necesario nadar.-Indico Tony.- Queremos ir hacia << Abajo >> ¿no es cierto?
A ninguno de los dos le gustaba tanto la idea de saltar al interior del estanque, pero nadie lo menciono. Se tomaron de las manos y dijeron: << Uno… Dos… Tres… ¡Ya! >> y saltaron al estanque. Hubo un gran chapoteo pero claro que habían cerrado sus ojos; pero cuando lo abrieron descubrieron que estaban en el mismo estanque con sus manos entrelazadas, en medio del frondoso bosque y con el agua que le llega a los tobillos. Ahí descubrieron que el estanque tenía apenas unos centímetros de profundidad. Se dirigieron de nuevo a tierra firme.
-¿Qué demonios había salido mal?-Quiso saber Naly con voz asustada, pero asustada del terror en realidad resultaba muy difícil asustarse en aquel bosque. El lugar era muy tranquilo.
-Ya se.- Dijo Tony.- Claro que no funciona. Aun llevamos estos brazaletes azules, y son para viajes de ida, tú ya sabes. Son los azules oscuro los que te devuelven a casa. Una duda ¿Tienes bolsillos?-Se fijo un poco.- Genial. Ahora guarda el azul claro en el izquierdo. Yo tengo 2 de color azul oscuro aquí tienes.
Se pusieron los brazaletes y regresaron al estanque. Sin embargo antes de que intentara saltar nuevamente Tony agarro fuertemente la mano de Naly y exclamo: << Ohhhhhhh >>
-¿Qué ocurre?-Quiso saber Naly.
-Acabo de tener una idea increíblemente maravillosa. ¿Qué serán los otros estanques?
-¿Qué quieres decir?
-Pues que si podemos regresar a nuestro propio mundo saltando en el interior de este estanque, ¿no podríamos ir a parar algún otro lugar si saltamos dentro de unos de los otros? Suponemos que existe un mundo en el fondo de cada estanque.-Dijo Emocionado.
-Pues yo pensé que ya estábamos en el Otro Mundo u Otro Lugar o como sea que lo llame él, al que se refería a tu tío. No dijiste que…
-¡Bah! Me da igual lo que dijo mi tío.- Interrumpió Tony.- No creo que el sepa nada de aquí, porque él nunca tuvo ni pisca de coraje de venir aquí el mismo. Solo hablaba de << Un >> Otro Mundo, pero suponemos que existirían docenas…
-¿Te estás refiriendo que este bosque podía ser uno de ellos?
-No, ni siquiera puedo creer que este bosque sea un mundo, ¿No ves esa esfera azulada? Probablemente sea una especie de réplica de un planeta o algo parecido, creo que este lugar es una especie de lugar intermedio.
Naly había mostrado una expresión perpleja y desconcertante.
-¿No te has dado cuenta?-Inquiero Tony.- Piensa en nuestro túnel por debajo de nuestros pies. No puede ser considerado una habitación de una casa. En cierto modo, no forma parte de ninguna de ellas, pero una vez que estas en el túnel puedes seguirla y entrar en cualquier casa en fila. ¿No podría ocurrir en este bosque? Es un lugar donde no se encuentra en ninguno de los dos mundos, pero que permite en entrar en todas de ellos.
-De acuerdo, pero incluso cuando puedas…-empezó a opinar Naly pero Tony no la escuchaba y siguió como si nada.
-Pues claro eso lo explica todo-dijo- Por eso aquí todo está muy tranquilo y soñoliento. Aquí nunca va a suceder nada interesante. Igual que en nuestro hogar, es en las casas donde las personas hablan, actúa y come. Mientras que los lugares intermedios no sucede nada; ni detrás de las paredes, ni encima de los techos ni debajo del suelo, ¡ni en nuestro túnel! Pero cuando ya sales del túnel sucede algo, puedes encontrarte en << cualquier >> casa. ¡Creo que podemos salir de este lugar e ir a parar en otros sitios! No es necesario que saltemos de nuevo en el interior del mismo estanque por el que hemos llegado, o almeno todavía no.
-El Árbol Entre Los Mundos-Observo Naly como en sueño.- Suena bastante bien.
-Bien-Le pregunto Tony.- ¿Qué estanque probamos primero?
-Haber.-Dijo ella.- no me atreveré a probar ningún estanque nuevo hasta que no nos hayamos asegurado que podemos regresar por el viejo estanque. Ni siquiera estamos seguros si valla a funcionar.
-Si claro.-repuso Tony.- ¡Y que el Tío Luis nos vaya a atrapar y nos quite nuestros brazaletes antes que pudiéramos divertirnos! No, gracias.
-¿No podríamos descender simplemente una parte del trayecto por nuestro estanque?-Sugirió Naly.- Solo es para comprobar si funciona. Entonces si lo hacemos, nos cambiamos nuestros brazaletes y subimos otra vez antes de que estemos de vuelta al estudio del señor Luis.
-¿Podríamos descender una parte del camino?
-Bueno, se tardaba un poco en subir. Supongo que harán falta unos segundos para regresar.
Tony medito al respecto, al final tuvo que aceptar la idea de Naly porque ella se negaba al extremo de visitar nuevos mundos hasta asegurarse que podían regresar al antiguo. Era una niña tan valiente como el acerca de algunos peligros (como las abejas o avistas por ejemplo) pero a ella nunca le intereso descubrir cosas nuevas como Tony que le gustaba saberlo todo, el pensó que cuando creciera podía ser un gran profesor.
Después de una larga discusión, se pusieron de acuerdo de ponerse los brazaletes azul oscuro (<< Azul Oscuro simboliza seguridad-Dijo Tony- así no podremos olvidar cual es cual >>), tomarse de las manos y saltar. No obstante en cuanto aparecerían en el estudio de Tío Luis, o incluso en su propio mundo, Naly debía gritar << Cambio >. Entonces se tenían que quitarse los brazaletes azul oscuro y ponerse de color azul. Tony quiso ser el que gritara << Cambio >>, pero Naly negó con la cabeza.
Se pusieron los brazaletes azul oscuro, entrelazaron las manos y de nuevo gritaron << Uno… Dos… Tres... ¡Ya!>>. Saltaron al estanque y esta vez dio resultado, todo sucedió en un abrir cerrar de ojos, al principio había muchas luces que se movían en un cielo negro; Tony pensaba que eran estrella incluso juraría que vio a Júpiter muy de cerca; lo bastante cerca como para ver la Luna, pero casi al mismo tiempo vieron mucho césped, grandes árboles, entonces vieron al Tío Luis de una forma muy neblinosa y vago pero poco a poco todo se volvía mas solido como si estuvieran materializaron; pero antes que todo se volviera mas real Naly grito << Cambio >> y se quitaron los brazaletes azul oscuro y se pusieron los brazaletes azules y nuestro mundo se desvaneció y la luz plateada se volvió a adquirir mas y mas fuerte hasta salir al fin del estanque y caminaron hacia la tierra firme.
-¡Ya está!-dijo Tony- Funciona. Ahora corramos nuestra aventura. Cualquier estanque podrá servir. Vamos probemos ese.
-¡Detente!-Ordeno Naly- ¿nos vamos a marcar << este >> estanque?
Se miraron fijamente y Tony comprendió el terrible error que estaba a punto de cometer, pues había varios estanques idénticos en el bosque y también todas las ramas que tocaba cada estanque eran iguales, de modo que pudieron dejar atrás el estanque lo llevaba a Nuestro Mundo y había muy pocas posibilidades de encontrar su estanque.
Tony saco su navaja y se dirigió a la orilla del estanque marcando un dibujo de una casa que se podía ver perfectamente entre la hierba y césped.
-¡Menos mal que por lo menos uno de nosotros tiene un poco de sentido común!-Observo Naly.
-De acuerdo, ahora no te pases de lista, presumiendo-replico el- Vamos, quiero ver que hay en los otros estanques.
Y se fueron en otro estanque, estaban muy pálidos, su corazón palpitaba muy rápido por los nervios, estaban en la orilla de un nuevo estanque y se tomaron de las manos diciendo: << Uno… Dos… Tres… ¡Ya! >>.
¡Plaff! De nuevo no funciono. Al aparecer el estanque no resulto ser más que eso y lo que consiguieron fue mojarse los zapatos y salpicarse las piernas por segunda vez esta mañana, pues el Árbol Entre Los Mundos siempre parece no haber pasado ni una hora.
-¡Genial!-Dijo Tony- ¿Qué salió mal esta vez? Llevamos puesto los brazaletes azules. Dijo que los brazaletes azules eran para el viaje de ida.
En realidad el Tío Luis que no sabía nada del Árbol Entre Los Mundos, tenía ideas bastante equivocadas acerca de los brazaletes. El brazalete azul no significaba << Viaje de ida >> y los brazaletes azules oscuro no significaba << Viaje de regreso >> al menos no tal como él pensaba, aunque la sustancia y la tecnología que estaban hecho ambos brazaletes había salido del bosque. La sustancia y tecnología de los brazaletes azules poseía atraerte en el árbol; era la materia que quería regresar al lugar donde pertenece, el lugar intermedio. Sin embargo la sustancia y tecnología que estaba creado los brazaletes azules oscuro intentaba abandonar el lugar donde pertenecía: de modo que el brazalete te sacaría del árbol y te conduciría de a un mundo. El tío Luis, al aparecer trataba con cosas que no comprendía en realidad; muchos científicos lo hacen. Ni siquiera Tony comprendía con tanta claridad o, al menos, no hasta más adelante. Pero una vez que lo hubieran discutido, decidieron probar los brazaletes azules oscuro en el estanque nuevo, solo para ver que sucedía.
-Vamos hacia a la aventura.-Dijo Tony y Naly asintió con la cabeza.
En su interior sabía que no pasaría nada, pero no lo quiso expresar al aparecer los 2 pensaban lo mismo así que volvieron agarrarse de las manos, respirando hondo.
-Uno… Dos… Tres… ¡Ya!-Exclamaron Tony y Naly y saltaron.
Invitado
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
esta interesante joven elk
Janaan
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Programas Terminal de Batalla :
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Objetos/Armas :
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Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
INTERESANTE
Johno Battonage
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Emblema del Honor
Terminal de Batalla
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Emblema del Honor
Terminal de Batalla
Dispositivo Sagrado (DigiVice)
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Está muy bien~ sigue así, a ver para cuando el siguiente capítulo jeje ^^
Alice Margatroid
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Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Capitulo 4 El Poder De Los Brazaletes.
No hubo respecto el poder de los brazaletes en esa ocasión. Cayeron y cayeron como una exhalación, primero a través de oscuridad lograron ver una especie de números raros al caer y entre una masa de formas vagas y arremolinadas que podrían haber sido casi cualquier cosa. Clareo un poco, y entonces, de repente, notaron que estaban de pie sobre algo solido. Al cabo de un instante todo adquirió nitidez y pudieron mirar a su alrededor.
-¡Qué lugar más original!-Dijo Tony.
-No me gusta-Indico Naly, con algo parecido a un estremecimiento.
Lo primero que le trajo la atención fue la luz. No se parecía en nada una luz del sol, no podía compararse con una luz eléctrica, las lámparas, las velas, ni cualquier otra clase de luz que conocieran. Era una luz apagada y más bien rojiza, en absoluto alegre, y además era estable, sin parpadeos. Estaban de pie sobre una superficie plana pavimentada y a su alrededor se alzaban varios edificios. No había techo; se hallaban en un especie de patio además se dispersaba una especie de nube rara como escarcha. El cielo era extraordinariamente oscuro, de un tono entre azul y negro. Después de haber visto ese cielo se preguntaban cómo podía existir la luz ese lugar.
-Hace un tiempo muy curioso-comento Tony-. Me pregunto si no habremos llegado justo en el momento de una tormenta o un eclipse.
-No me gusta-Repitió Naly.
Los dos, no saber muy bien el por qué, hablaban en susurros, y a pesar que no exista un motivo por el que debieron seguir agarrado de las manos tras su salto, no se soltaron.
Las paredes se alzaban muy altas a sus alrededores de todo aquel raro patio, además tenían enormes ventanas sin cristales, a través de los cuales no se veía otra cosa más que oscuridad. Más abajo había enormes arcos sostenidos por pilares, que se abrían negros como la boca de los túneles del ferrocarril. Hacía mucho frio.
La piedra la que estaba construida parecía roja, pero el efecto podía ser meramente a la curiosa luz. Resultaba evidente que todo el lugar era muy antiguo. Muchas de las losas planas que cubrían el patio estaba agrietas que le dispersaba una curiosa nube que contenía pequeños cubos; ninguna encajaba bien y las puntiagudas esquinas estaban muy desgastadas. Una de las entradas en forma de arco estaba medio tapada por escombros y algunas piedras partidas por la mitad se le mostraban unas curiosas luces.
Los dos niños no hacían nada más que mirar y girar para contemplar los distintos extremos del patio, y uno de los motivos era por si alguien (O algo) los miraban a través de las ventanas cuando estuvieran de espalda.
-¿Crees que vive alguien aquí?-Pregunto Tony por fin, todavía en susurro.
-Claro que no-Respondió Naly- Esto está todo en ruinas, y no hemos oído ningún ruido cuando pisamos aquí.
-Quedémonos quietos y escuchemos durante un rato-Sugirió el.
Permanecieron quietos y aguzaron bien el oído, pero todo lo que oyeron fue el simple seco palpitaciones de su corazones. Aquel lugar al menos tan silencioso como el Árbol Entre Los Mundos; pero se trataba de algo inquietante. El silencio del bosque había sido placido y cálido, (y Lleno de Vida) mientras que aquel lugar era frio, sin vida y vacio. Era imposible que creciera algo en el.
-Oye vámonos a casa-propuso Naly.
-¿Qué? Pero no hemos visto nada aun-protesto Tony- Ahora que estamos aquí, simplemente hay que echar un vistazo.
-Estoy completamente segura que no hay nada interesante en este lugar.
-De poco sirve encontrar brazaletes que te permiten entrar en otros mundos si tienes miedo de echarle un simple vistazo cuando ya has llegado en ellos.
-¿Quién dice de tener miedo?-dijo Naly, soltando la mano de su compañero.
-Pues, no pareces entusiasmada de la idea de explorar este lugar.
-Iré a donde tú vayas.
-Podemos márchanos cuando queramos-dijo Tony- Sera mejor que nos saquemos los brazaletes oscuros(Es mejor llamarlo así) y los guardamos en el bolsillo derecho. Todo lo que tenemos que hacer es recordar que los azules se encuentran en el bolsillo izquierdo. Podemos mantener nuestras manos tan cerca del bolsillo cuando queramos, pero no las metamos o tocaríamos los brazaletes azules y desapareceríamos.
Así lo hicieron y se acercaron sin hacer ruido a unas de las enormes entradas de forma de arco que conducía al interior del edificio. Cuando se hallaron en el umbral y pudieron mirar al interior, descubrieron que no estaba tan oscuro como pensaban al principio. La entrada llevaba un inmenso y tenebroso vestíbulo que parecía vacio; pero en el otro extremo había una hilera de columnas con arcos entre ellas a través de aquellos arcos penetraban un poco mas de luz. Cruzaron el vestíbulo, caminando con sumo cuidado por temor a que hubiera un agujero en el suelo o cualquier cosa caída con la que pudieran tropezar. Les había parecido una caminata larga. Cuando llegaron al otro lado salieron por los arcados y se encontraron en un patio aun más grande.
-Esto no parece muy seguro-Dijo Naly, indicando un punto donde la pared curvaba hacia afuera y daba la impresión de estar a punto de caer al patio.
En una zona faltaba parte de pilar entre dos arcos y el pedazo de piedra descendía hasta donde debería haber estado la columna colgaba allí, sin nada lo sostuviera. Evidentemente, el lugar, había estado abandonado durante cientos, tal vez miles, de años.
-Si ha aguantado hasta ahora, supongo que aguantaría un poco más-Indico Tony- Pero debemos ser muy silencioso. Ya saber si hacemos un ruido todo se derrumbara, como un Alud en los Alpes.
Salieron del patio, atravesaron otra puerta, ascendieron una gran escalera y recorrieron salas inmensas que se sucedían hasta conseguir que uno se sintiera mareado por el impresionante tamaño del lugar. Algunas veces les parecía que iban a salir del exterior y ver qué clase de terreno rodeaba el enorme palacio; pero en cada una de ocasiones solo iban a parar en un nuevo patio. Sin duda tenían que haber sido unas estancias magnificas en la época que la gente vivía en ellas. En algunos de los patios tenían una fuente. Un gran monstruo de piedra que tenía una combinación de criaturas; Tigre, Pez y Caballo además que tenía unas grandes alas entendidas se alzaba con la boca abierta y aun podía ver un pedazo de tubería que sobresalía de ella, por el que el agua habría brotado en el pasado. Debajo de la extraña figura había una amplia pila de piedra para contener el agua; pero estaba tan seca como un hueso. En otros lugares se veían los tallos secos de alguna especie de planta morada trepadora que se había enroscado en las columnas y ayudado a derribar algunas cosas. Aquella planta también había muerto hace años, además aun estaba flotando la misteriosa nube de cubitos, y no había ni hormigas ni arañas ni tampoco los seres vivos que uno espera encontrar en las ruinas; y en los puntos en los que la tierra reseca aparecía por entre las losas rotas no había ni hierba ni musgo.
Todo resultaba tan deprimente y tan idéntico que incluso Tony pensaba que era mejor que se pusieran los brazaletes azules y regresaran al cálido y medio verde bosque del gran árbol vivo del Lugar Intermedio, cuando llegaron ante dos enormes puertas de metal posiblemente de oro. Una se encontraba algo entreabierta; así que, claro está, fueron echar un vistazo. Ambos dieron un salto y aspiraron profundamente: allí había algo digno de contemplar.
Por un segundo pensaron que la habitación estaba llena de extraña gente; cientos de personas, todas sentadas e inmóviles. Naly y Tony, permanecieron completamente quietos durante un buen rato, mirando el interior. Finalmente decidieron que lo que veían no podía ser gente real. Ni una sola se movía; tampoco se oía el ruido de una respiración. Eran como la figura de ceda mas maravillosas que uno hubiera visto jamás.
En esa ocasión Naly tomo la iniciativa esta vez. Había algo en aquella habitación que le interesaba más que a Tony: todas las figuras tenían un aspecto extraño, algunos tenían la piel muy pálido, los ojos como la de un gato, sus uñas lo tenían extra afiladas, muy pocas de esas personas traían algunas mascaras que le tapaban la cara y algunos solo el frente, 2 personas tenía unas grandes orejas; todos lucían con vestidos magníficos. Si uno le gustaban los vestidos, no podía evitar entrar para verlos más de cerca. Además el resplandor de sus colores pareciera, no exactamente alegre, pero almeno señorial y majestuoso después de tanto polvo y desolación de los otros. Y, tenían muchas más ventanas y más luz.
Todas sus ropas llevaban regias vestiduras y grandes coronas en la cabeza. Las prendas era de color carmesí, de un color gris plateado, también de un purpura intenso, también un verde brillante, y lucían estampados y lo que parecían mujeres tenían dibujos de flores y animales desconocidos, bordados por todas partes. Piedras preciosas de sorpréndete tamaño y luminosa observación fijamente desde las coronas y atisbaban desde todos aquellos lugares en los que había algo abrochado.
-¿Por qué no se han podrido todas estas prendas? ¡Con el gran tiempo que deben llevar aquí?-Inquirió Naly.
-Creo que Magia-Musito Tony- ¿No logras percibirlo? Apuesto que toda esta habitación esta atiborrada de hechizos. Logre captarlo cuando llegamos.
-Cualquiera de estos vestidos, podrían valer cientos de libras esterlinas-dijo ella.
Pero Tony estaba más interesado en los rostros (En los pocos rostros sin mascaras), y desde luego eran todos dignos de ser contemplando (Hasta con mascaras). Todas las figuras estaban sentadas en sus tronos de piedra bordeando la habitación y el suelo quedaba libre en la parte central, de modo que podía recorrer la sala de un extremo a otro e ir contemplando los rostros en uno en uno.
-Parecen buena gente-declaro Tony.
Naly asintió. Todos los rostros que veían eran tranquilizadores. Tantos Hombres como mujeres parecían bondadosos y sensatos y daban la impresión de provenir una gran raza hermosa. Luego, después de avanzar unos pasos más por la habitación, los niños se encontraron con rostros que tenían aspectos distintos. Se trataba de caras muy solemnes. Tras avanzar unos pasos más, ahora se habían encontrado con caras que no le gustaban: estaban más o menos en la parte central de la habitación. Ahora los rostros de aquella zona mostraban un aspecto muy enérgico y también orgulloso y feliz, pero parecían gente cruel; un paso más adelante parecían gentes más crueles todavía. Más allá parecían siendo crueles pero ya no parecían felices. Eran incluso desesperado: como si esa gente que pertenecía hubieran hecho cosas espantosas. La última de las figuras era el más interesante; era un hombre con traje con ms suntuosidad que los demás, era muy alto (más alto que la gente normal) con una expresión de tal ferocidad y de orgullo que lo dejaba aun sin respiración. Aunque al mismo tiempo exigía respecto.
Era el último de las figuras: pero aun quedaba una gran fila de sillas vacías después de él, como si pensaban hacer una colección de imágenes mucho mayor.
-¡Me gustaría saber la historia que hay detrás de todo esto!-dijo Tony- Oye, mejor retrocedemos para echar un vistazo a ese especie de mesa que hay en el centro.
Lo que había en el centro de la habitación no era exactamente una mesa. Era una columna cuadrada de un metro veinte de altura, y sobre ella se alzaba un pequeño arco dorado que colgaba una pequeña campanilla dorada; y junto a esta descansaba un martillo también dorada.
-Me pregunto… me pregunto… me pregunto…-Empezó a decir Tony.
-Mira, parece que hay algo escrito.-indico Naly, inclinándose sobre la lateral de la columna.
-¡Cielos! Parece que si-Confirmo Tony- Pero… Tiene una extraña escritura, no podemos leerlo.
-¿No podemos? No estoy, muy segura.
Ambos miraron con mucha atención, las letras talladas, eran desconocidas, el sumo deseo de Tony de lograr leerlo eran infinito. Pues entonces Tony sintió una vibración tremenda en su brazalete al mirarlo, la pequeña pantalla mostraba varias luces, Naly sorprendida, el brazalete oscuro expulso un aura celeste que cubrió la columna y las escrituras como código empezaron a cambiar a letra que lograron entender.
Es tu elección, aventurado desconocido; si golpea la campana, podrás saber que ocurrida, solo pregúntate hasta perder la cabeza, que habría pasado si lo llegas hacer.
-¡Ni lo sueñes!-exclamo Naly- No queremos correr los peligros de ningún tipo.
-Pero ¿No te has dado cuenta de que no servirá de nada?-dijo Tony- Ahora ya no podemos dar marcha atrás. Nos vamos a pasar el resto de la vida preguntándonos que había pasado si hubiéramos golpeado la campana. No voy a regresar a casa para luego loco por pensar en eso ¡Ni loco!
-No seas un idiota-repuso Naly- ¡Como si eso fuera pasarle a alguien! ¿Qué importaría lo que hubiera sucedido?
-Supongo que cualquiera que haya llegado tan lejos se tendré que ir obligado a hacerse preguntas continuamente hasta cavar como un demente. Esa debe ser la magia que tiene ¿Me entiendes? Ya puedo sentir que me hace efecto.
-Bueno, pues yo no-indico Naly, malhumorada- Y dudo mucho que tu lo notes. ¡Estas fingiendo!
-Eso es lo que dices tú-dijo Tony- ¡No lo entiendes porque eres una chica! Las chicas no quieren saber nada que no sean habladuría y tonterías sobre bodas blanco…
- ¡Has puesto la misma expresión que tu tío!-Le increpo Naly.
-¿Por qué te vas siempre por las ramas? De lo que estamos hablando es…
-¡Típico de hombres!-exclamo ella con una voz muy adulta; pero se apresuro añadir con su tono de siempre-: Y no digas que eso es típico de mujeres, o serás un copión asqueroso.
-Nunca se me va a ocurrir llamar a una mujer a una niña como tu-respondió Tony con altivez.
-Oh, así que soy una niña, ¿no es así?-dijo Naly, furiosa de verdad- De acuerdo, entonces no tendrás que preocuparte más por tener a una niña a tu lado. Me largo. Estoy harta de todo esto. Y estoy harta de ti…,¡Cerdo repugnante, presumido y testarudo!
-¡Nada de eso!-exclamo Tony en un tono de voz muy desagradable de lo que era su intención; pues se había fijado que la mano se Naly se dirigía al bolsillo del brazalete azul.
Antes de que la mano de Naly llegara a su bolsillo, Tony la sujeto con fuerza la muñeca, inclinándose a su espalda contra el pecho de su amiga. Luego, manteniendo la otra mano de Naly apartada con el codo, se inclino hacia adelante, tomando el martillo y golpeo la campana dorada con un ligero y suave golpe. Cuando lo hiso rápidamente soltó la mano de Naly y ambos se miraron fijamente. Naly se puso a llorar, no porque su amigo le haya hecho daño, si no porque estaba en un gran cólera (Furia). Sin embargo, en cuestión de 2 segundos, los dos estuvieron algo en que pensar que les hizo olvidar totalmente su pelea.
La campana sonaba como una melodía no muy fuerte. No obstante, en lugar de apagarse de nuevo, la nota siguió sonando; y a medida que sonaba fue subiendo de volumen. Solo había transcurrido un minuto y sonaba al doble de fuerte que lo había hecho al principio, y muy pronto fue tan potente que si los niños hubieran intentando hablar (Aunque no pensaban hablar, solo estaban de pie mirando boquiabierta) No se habían oído al uno al otro. Muy pronto fue tan fuerte, que si hablaban a gritos no se oían mutuamente. El sonido seguía aumentado: siempre basado en una nota, un melodioso sonido interrumpido, aunque había algo inquietante en su dulzura, hasta toda la atmosfera de aquella gran habitación vibro con él y notaron como el suelo de piedra temblaba. Luego, se mezclaba con otro sonido, vago y catastrófico, que al principio recordó un tren lejano y luego la caída de un árbol. Oyeron algo parecido a grandes pesos que caían. Finalmente con una repentina ráfaga de aire y un retumbo, una sacudida que casi los derribo al suelo, más o menos una cuarta parte del techo situado en un extremo de la habitación se había caído, enormes bloques cayeron alrededor de los niños, y las paredes se bambolearon. El sonido de la campana se apago. Las nubes se disolvieron. Todo se volvió ser muy silencioso.
-¡Ya está! Espero que estés satisfecho-Jadeo Naly.
-Bueno, al menos se ha acabado.
Y los dos pensaron que así era; pero jamás habían estado tan equivocados.
No hubo respecto el poder de los brazaletes en esa ocasión. Cayeron y cayeron como una exhalación, primero a través de oscuridad lograron ver una especie de números raros al caer y entre una masa de formas vagas y arremolinadas que podrían haber sido casi cualquier cosa. Clareo un poco, y entonces, de repente, notaron que estaban de pie sobre algo solido. Al cabo de un instante todo adquirió nitidez y pudieron mirar a su alrededor.
-¡Qué lugar más original!-Dijo Tony.
-No me gusta-Indico Naly, con algo parecido a un estremecimiento.
Lo primero que le trajo la atención fue la luz. No se parecía en nada una luz del sol, no podía compararse con una luz eléctrica, las lámparas, las velas, ni cualquier otra clase de luz que conocieran. Era una luz apagada y más bien rojiza, en absoluto alegre, y además era estable, sin parpadeos. Estaban de pie sobre una superficie plana pavimentada y a su alrededor se alzaban varios edificios. No había techo; se hallaban en un especie de patio además se dispersaba una especie de nube rara como escarcha. El cielo era extraordinariamente oscuro, de un tono entre azul y negro. Después de haber visto ese cielo se preguntaban cómo podía existir la luz ese lugar.
-Hace un tiempo muy curioso-comento Tony-. Me pregunto si no habremos llegado justo en el momento de una tormenta o un eclipse.
-No me gusta-Repitió Naly.
Los dos, no saber muy bien el por qué, hablaban en susurros, y a pesar que no exista un motivo por el que debieron seguir agarrado de las manos tras su salto, no se soltaron.
Las paredes se alzaban muy altas a sus alrededores de todo aquel raro patio, además tenían enormes ventanas sin cristales, a través de los cuales no se veía otra cosa más que oscuridad. Más abajo había enormes arcos sostenidos por pilares, que se abrían negros como la boca de los túneles del ferrocarril. Hacía mucho frio.
La piedra la que estaba construida parecía roja, pero el efecto podía ser meramente a la curiosa luz. Resultaba evidente que todo el lugar era muy antiguo. Muchas de las losas planas que cubrían el patio estaba agrietas que le dispersaba una curiosa nube que contenía pequeños cubos; ninguna encajaba bien y las puntiagudas esquinas estaban muy desgastadas. Una de las entradas en forma de arco estaba medio tapada por escombros y algunas piedras partidas por la mitad se le mostraban unas curiosas luces.
Los dos niños no hacían nada más que mirar y girar para contemplar los distintos extremos del patio, y uno de los motivos era por si alguien (O algo) los miraban a través de las ventanas cuando estuvieran de espalda.
-¿Crees que vive alguien aquí?-Pregunto Tony por fin, todavía en susurro.
-Claro que no-Respondió Naly- Esto está todo en ruinas, y no hemos oído ningún ruido cuando pisamos aquí.
-Quedémonos quietos y escuchemos durante un rato-Sugirió el.
Permanecieron quietos y aguzaron bien el oído, pero todo lo que oyeron fue el simple seco palpitaciones de su corazones. Aquel lugar al menos tan silencioso como el Árbol Entre Los Mundos; pero se trataba de algo inquietante. El silencio del bosque había sido placido y cálido, (y Lleno de Vida) mientras que aquel lugar era frio, sin vida y vacio. Era imposible que creciera algo en el.
-Oye vámonos a casa-propuso Naly.
-¿Qué? Pero no hemos visto nada aun-protesto Tony- Ahora que estamos aquí, simplemente hay que echar un vistazo.
-Estoy completamente segura que no hay nada interesante en este lugar.
-De poco sirve encontrar brazaletes que te permiten entrar en otros mundos si tienes miedo de echarle un simple vistazo cuando ya has llegado en ellos.
-¿Quién dice de tener miedo?-dijo Naly, soltando la mano de su compañero.
-Pues, no pareces entusiasmada de la idea de explorar este lugar.
-Iré a donde tú vayas.
-Podemos márchanos cuando queramos-dijo Tony- Sera mejor que nos saquemos los brazaletes oscuros(Es mejor llamarlo así) y los guardamos en el bolsillo derecho. Todo lo que tenemos que hacer es recordar que los azules se encuentran en el bolsillo izquierdo. Podemos mantener nuestras manos tan cerca del bolsillo cuando queramos, pero no las metamos o tocaríamos los brazaletes azules y desapareceríamos.
Así lo hicieron y se acercaron sin hacer ruido a unas de las enormes entradas de forma de arco que conducía al interior del edificio. Cuando se hallaron en el umbral y pudieron mirar al interior, descubrieron que no estaba tan oscuro como pensaban al principio. La entrada llevaba un inmenso y tenebroso vestíbulo que parecía vacio; pero en el otro extremo había una hilera de columnas con arcos entre ellas a través de aquellos arcos penetraban un poco mas de luz. Cruzaron el vestíbulo, caminando con sumo cuidado por temor a que hubiera un agujero en el suelo o cualquier cosa caída con la que pudieran tropezar. Les había parecido una caminata larga. Cuando llegaron al otro lado salieron por los arcados y se encontraron en un patio aun más grande.
-Esto no parece muy seguro-Dijo Naly, indicando un punto donde la pared curvaba hacia afuera y daba la impresión de estar a punto de caer al patio.
En una zona faltaba parte de pilar entre dos arcos y el pedazo de piedra descendía hasta donde debería haber estado la columna colgaba allí, sin nada lo sostuviera. Evidentemente, el lugar, había estado abandonado durante cientos, tal vez miles, de años.
-Si ha aguantado hasta ahora, supongo que aguantaría un poco más-Indico Tony- Pero debemos ser muy silencioso. Ya saber si hacemos un ruido todo se derrumbara, como un Alud en los Alpes.
Salieron del patio, atravesaron otra puerta, ascendieron una gran escalera y recorrieron salas inmensas que se sucedían hasta conseguir que uno se sintiera mareado por el impresionante tamaño del lugar. Algunas veces les parecía que iban a salir del exterior y ver qué clase de terreno rodeaba el enorme palacio; pero en cada una de ocasiones solo iban a parar en un nuevo patio. Sin duda tenían que haber sido unas estancias magnificas en la época que la gente vivía en ellas. En algunos de los patios tenían una fuente. Un gran monstruo de piedra que tenía una combinación de criaturas; Tigre, Pez y Caballo además que tenía unas grandes alas entendidas se alzaba con la boca abierta y aun podía ver un pedazo de tubería que sobresalía de ella, por el que el agua habría brotado en el pasado. Debajo de la extraña figura había una amplia pila de piedra para contener el agua; pero estaba tan seca como un hueso. En otros lugares se veían los tallos secos de alguna especie de planta morada trepadora que se había enroscado en las columnas y ayudado a derribar algunas cosas. Aquella planta también había muerto hace años, además aun estaba flotando la misteriosa nube de cubitos, y no había ni hormigas ni arañas ni tampoco los seres vivos que uno espera encontrar en las ruinas; y en los puntos en los que la tierra reseca aparecía por entre las losas rotas no había ni hierba ni musgo.
Todo resultaba tan deprimente y tan idéntico que incluso Tony pensaba que era mejor que se pusieran los brazaletes azules y regresaran al cálido y medio verde bosque del gran árbol vivo del Lugar Intermedio, cuando llegaron ante dos enormes puertas de metal posiblemente de oro. Una se encontraba algo entreabierta; así que, claro está, fueron echar un vistazo. Ambos dieron un salto y aspiraron profundamente: allí había algo digno de contemplar.
Por un segundo pensaron que la habitación estaba llena de extraña gente; cientos de personas, todas sentadas e inmóviles. Naly y Tony, permanecieron completamente quietos durante un buen rato, mirando el interior. Finalmente decidieron que lo que veían no podía ser gente real. Ni una sola se movía; tampoco se oía el ruido de una respiración. Eran como la figura de ceda mas maravillosas que uno hubiera visto jamás.
En esa ocasión Naly tomo la iniciativa esta vez. Había algo en aquella habitación que le interesaba más que a Tony: todas las figuras tenían un aspecto extraño, algunos tenían la piel muy pálido, los ojos como la de un gato, sus uñas lo tenían extra afiladas, muy pocas de esas personas traían algunas mascaras que le tapaban la cara y algunos solo el frente, 2 personas tenía unas grandes orejas; todos lucían con vestidos magníficos. Si uno le gustaban los vestidos, no podía evitar entrar para verlos más de cerca. Además el resplandor de sus colores pareciera, no exactamente alegre, pero almeno señorial y majestuoso después de tanto polvo y desolación de los otros. Y, tenían muchas más ventanas y más luz.
Todas sus ropas llevaban regias vestiduras y grandes coronas en la cabeza. Las prendas era de color carmesí, de un color gris plateado, también de un purpura intenso, también un verde brillante, y lucían estampados y lo que parecían mujeres tenían dibujos de flores y animales desconocidos, bordados por todas partes. Piedras preciosas de sorpréndete tamaño y luminosa observación fijamente desde las coronas y atisbaban desde todos aquellos lugares en los que había algo abrochado.
-¿Por qué no se han podrido todas estas prendas? ¡Con el gran tiempo que deben llevar aquí?-Inquirió Naly.
-Creo que Magia-Musito Tony- ¿No logras percibirlo? Apuesto que toda esta habitación esta atiborrada de hechizos. Logre captarlo cuando llegamos.
-Cualquiera de estos vestidos, podrían valer cientos de libras esterlinas-dijo ella.
Pero Tony estaba más interesado en los rostros (En los pocos rostros sin mascaras), y desde luego eran todos dignos de ser contemplando (Hasta con mascaras). Todas las figuras estaban sentadas en sus tronos de piedra bordeando la habitación y el suelo quedaba libre en la parte central, de modo que podía recorrer la sala de un extremo a otro e ir contemplando los rostros en uno en uno.
-Parecen buena gente-declaro Tony.
Naly asintió. Todos los rostros que veían eran tranquilizadores. Tantos Hombres como mujeres parecían bondadosos y sensatos y daban la impresión de provenir una gran raza hermosa. Luego, después de avanzar unos pasos más por la habitación, los niños se encontraron con rostros que tenían aspectos distintos. Se trataba de caras muy solemnes. Tras avanzar unos pasos más, ahora se habían encontrado con caras que no le gustaban: estaban más o menos en la parte central de la habitación. Ahora los rostros de aquella zona mostraban un aspecto muy enérgico y también orgulloso y feliz, pero parecían gente cruel; un paso más adelante parecían gentes más crueles todavía. Más allá parecían siendo crueles pero ya no parecían felices. Eran incluso desesperado: como si esa gente que pertenecía hubieran hecho cosas espantosas. La última de las figuras era el más interesante; era un hombre con traje con ms suntuosidad que los demás, era muy alto (más alto que la gente normal) con una expresión de tal ferocidad y de orgullo que lo dejaba aun sin respiración. Aunque al mismo tiempo exigía respecto.
Era el último de las figuras: pero aun quedaba una gran fila de sillas vacías después de él, como si pensaban hacer una colección de imágenes mucho mayor.
-¡Me gustaría saber la historia que hay detrás de todo esto!-dijo Tony- Oye, mejor retrocedemos para echar un vistazo a ese especie de mesa que hay en el centro.
Lo que había en el centro de la habitación no era exactamente una mesa. Era una columna cuadrada de un metro veinte de altura, y sobre ella se alzaba un pequeño arco dorado que colgaba una pequeña campanilla dorada; y junto a esta descansaba un martillo también dorada.
-Me pregunto… me pregunto… me pregunto…-Empezó a decir Tony.
-Mira, parece que hay algo escrito.-indico Naly, inclinándose sobre la lateral de la columna.
-¡Cielos! Parece que si-Confirmo Tony- Pero… Tiene una extraña escritura, no podemos leerlo.
-¿No podemos? No estoy, muy segura.
Ambos miraron con mucha atención, las letras talladas, eran desconocidas, el sumo deseo de Tony de lograr leerlo eran infinito. Pues entonces Tony sintió una vibración tremenda en su brazalete al mirarlo, la pequeña pantalla mostraba varias luces, Naly sorprendida, el brazalete oscuro expulso un aura celeste que cubrió la columna y las escrituras como código empezaron a cambiar a letra que lograron entender.
Es tu elección, aventurado desconocido; si golpea la campana, podrás saber que ocurrida, solo pregúntate hasta perder la cabeza, que habría pasado si lo llegas hacer.
-¡Ni lo sueñes!-exclamo Naly- No queremos correr los peligros de ningún tipo.
-Pero ¿No te has dado cuenta de que no servirá de nada?-dijo Tony- Ahora ya no podemos dar marcha atrás. Nos vamos a pasar el resto de la vida preguntándonos que había pasado si hubiéramos golpeado la campana. No voy a regresar a casa para luego loco por pensar en eso ¡Ni loco!
-No seas un idiota-repuso Naly- ¡Como si eso fuera pasarle a alguien! ¿Qué importaría lo que hubiera sucedido?
-Supongo que cualquiera que haya llegado tan lejos se tendré que ir obligado a hacerse preguntas continuamente hasta cavar como un demente. Esa debe ser la magia que tiene ¿Me entiendes? Ya puedo sentir que me hace efecto.
-Bueno, pues yo no-indico Naly, malhumorada- Y dudo mucho que tu lo notes. ¡Estas fingiendo!
-Eso es lo que dices tú-dijo Tony- ¡No lo entiendes porque eres una chica! Las chicas no quieren saber nada que no sean habladuría y tonterías sobre bodas blanco…
- ¡Has puesto la misma expresión que tu tío!-Le increpo Naly.
-¿Por qué te vas siempre por las ramas? De lo que estamos hablando es…
-¡Típico de hombres!-exclamo ella con una voz muy adulta; pero se apresuro añadir con su tono de siempre-: Y no digas que eso es típico de mujeres, o serás un copión asqueroso.
-Nunca se me va a ocurrir llamar a una mujer a una niña como tu-respondió Tony con altivez.
-Oh, así que soy una niña, ¿no es así?-dijo Naly, furiosa de verdad- De acuerdo, entonces no tendrás que preocuparte más por tener a una niña a tu lado. Me largo. Estoy harta de todo esto. Y estoy harta de ti…,¡Cerdo repugnante, presumido y testarudo!
-¡Nada de eso!-exclamo Tony en un tono de voz muy desagradable de lo que era su intención; pues se había fijado que la mano se Naly se dirigía al bolsillo del brazalete azul.
Antes de que la mano de Naly llegara a su bolsillo, Tony la sujeto con fuerza la muñeca, inclinándose a su espalda contra el pecho de su amiga. Luego, manteniendo la otra mano de Naly apartada con el codo, se inclino hacia adelante, tomando el martillo y golpeo la campana dorada con un ligero y suave golpe. Cuando lo hiso rápidamente soltó la mano de Naly y ambos se miraron fijamente. Naly se puso a llorar, no porque su amigo le haya hecho daño, si no porque estaba en un gran cólera (Furia). Sin embargo, en cuestión de 2 segundos, los dos estuvieron algo en que pensar que les hizo olvidar totalmente su pelea.
La campana sonaba como una melodía no muy fuerte. No obstante, en lugar de apagarse de nuevo, la nota siguió sonando; y a medida que sonaba fue subiendo de volumen. Solo había transcurrido un minuto y sonaba al doble de fuerte que lo había hecho al principio, y muy pronto fue tan potente que si los niños hubieran intentando hablar (Aunque no pensaban hablar, solo estaban de pie mirando boquiabierta) No se habían oído al uno al otro. Muy pronto fue tan fuerte, que si hablaban a gritos no se oían mutuamente. El sonido seguía aumentado: siempre basado en una nota, un melodioso sonido interrumpido, aunque había algo inquietante en su dulzura, hasta toda la atmosfera de aquella gran habitación vibro con él y notaron como el suelo de piedra temblaba. Luego, se mezclaba con otro sonido, vago y catastrófico, que al principio recordó un tren lejano y luego la caída de un árbol. Oyeron algo parecido a grandes pesos que caían. Finalmente con una repentina ráfaga de aire y un retumbo, una sacudida que casi los derribo al suelo, más o menos una cuarta parte del techo situado en un extremo de la habitación se había caído, enormes bloques cayeron alrededor de los niños, y las paredes se bambolearon. El sonido de la campana se apago. Las nubes se disolvieron. Todo se volvió ser muy silencioso.
-¡Ya está! Espero que estés satisfecho-Jadeo Naly.
-Bueno, al menos se ha acabado.
Y los dos pensaron que así era; pero jamás habían estado tan equivocados.
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Ánimo, me gusta =P Tiene futuro~
Alice Margatroid
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Digienergia :
149
Programas Terminal de Batalla :
- Funciones Básicas
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Capitulo 5 El Poder Apocalíptico.
Los niños estaban frente a frente, uno a cada lado del pilar en el que colgaba la campana, temblorosa aun, aunque ya no emitía ninguna nota. De improviso escucharon un ruido que quedo procedente del extremo de la habitación que seguía intacto, y se volvieron veloces como el rayo para averiguar que era. Unos de las figuras de largas vestiduras, el más alejado, el hombre que Tony que considero el orgulloso y que exigía mucho respeto, se alzaba en aquellos momentos de su asiento. Ya en pie, los niños se dieron cuenta que era aun más alto de lo que habían pensado. Y podía verse al instante, no solo por su corona y ropaje morado, sino por el centello de sus ojos detrás de su máscara que solo le tapaba la parte superior, supusieron que podía ser el Rey. El hombre paseo la mirada por la habitación con la mirada y viendo los destrozos y también a los niños, pero su rostro no dejaba de adivinar que pensaba de ninguna de las dos cosas, ni se sentía sorprendido. Se adelanto con grandes paso y veloz.
-¿Quién me ha despertado? ¿Quién ha roto el hechizo?-Pregunto.
-Creo que he sido yo-Respondió Tony.
-¡Tu!-Exclamo el rey, posando su mano en el hombro del niño, su piel era muy pálido de un blanco tiza, Tony también noto que era muy fuerte como tenazas de acero-. ¿Tu? Pero si no eres más que un niño humano, un vulgar humano. Cualquiera se puede darse cuenta a primera vista que no posees ni una gota de sangre digital o mágica en tus venas. ¿Cómo se ha atrevido alguien como tu a entrar en este palacio?
-Hemos venido de otro mundo; mediante la magia creo-dijo Naly, que pensó que ya era hora de que el rey le prestara un poco de atención a ella además de Tony.
-Magia Digital ¿Eso es cierto?-Inquirió el hombre, sin dejar de mirar al niño y sin dedicar ni una mirada a Naly.
-Supongo que sí-Respondió el.
El rey puso la otra mano bajo la barbilla del niño y tiro hacia arriba de él para poder contemplar mejor su rostro. Tony intento sostenerle la mirada pero no tardo en bajar la vista. Había algo en los ojos del hombre que lo intimidaba. Tras estudiarlo durante más de un minuto, el hombre le soltó la barbilla y declaro:
-No eres un Mago Digital. No tienes la marca. Debes ser el sirviente de un mago. Para viajar hasta aquí te has servido la magia de otro.
-La de mi Tío Luis-Dijo Tony ya pensando si su Tío había utilizado la rara tecnología de esa << Computadora >> Mas su alquimia y experimento creando Magia Digital.
En aquel momento, no en la misma habitación pero procedente de un lugar muy próximo como 9 metros del lugar, se escucho, primero un retumbo, luego un crujido y por fin el estruendo de la mampostería al caer; luego el suelo comenzó a temblar.
-Este lugar es muy peligroso-Indico el rey-. Todo el palacio se está haciendo pedazos. Si no salimos de él en unos minutos quedaremos enterrados bajo sus ruinas.- Lo dijo con todo tranquilidad de quien preguntar qué hora es.- Vamos-. Añadió, y tendió una mano a cada niño.
Naly, a quien el hombre no le inspiraba confianza y se sentía más bien malhumorada, no habría permitido que le tomara de la mano de haber podido evitarlo; pero aunque el hombre hablaba con calma, sus movimientos era tan veloces como el pensamiento. Antes que la niña supiera que le sucedía, su mano derecha había quedado atrapada en una mano que superaba tan ampliamente en tamaño y fuerza a la suya que no pudo hacer nada para impedirlo.
<< Es un hombre terrible-Pensó Naly- Tiene mucha fuerza que puede romperme el brazo con un movimiento. Y ahora que me sujeta el brazo izquierdo no puedo alcanzar el brazalete azul. Si intentara alargar e introducir la mano derecha en el bolsillo izquierdo me sería imposible alcanzarlo antes que él me pregunte que hago. Pase lo que pase no debemos permitirle que conozca la existencia de los brazaletes. Realmente espero que Tony tenga el sentido común de tener la boca cerrada. Ojala pudiera hablar con él a solas. >>
El rey los condujo fuera de la Galería De Imágenes a un largo pasillo y luego a través de todo un laberinto de vestíbulos, escaleras y patios. Muchas veces se oían como se desplomaban partes del enorme palacio, a veces, muy cerca de ellos. Una vez un arco enorme de piedra se precipito con un gran estruendo al suelo apenas unos instantes después de que ellos lo hubieran cruzado. El hombre andaba muy rápido (Los niños se veían obligados a correr para mantener a su altura) pero no mostraba ningún temor. Tony pensó: << Es increíblemente valiente. Y muy fuerte. ¡Eso es lo que yo llamo un Rey! Deseo con todas mis fuerzas que nos cuente la historia de este lugar. >>
En realidad sí que les conto algunas cosas mientras avanzaban.
<< Esa es la puerta de las mazmorras >>, les dijo, por ejemplo, o << Aquel pasillo conduce a las principales cámaras de tortura >>, o << Esa es la vieja sala del banquete donde invite a setecientos Digimon y Digi-Humanos a un festín y mi esclavo los mato a todos antes de que yo tuviera tiempo de beber hasta hartarme, porque ellos habían pensando a confesar algo que no le importaba. >> Aquellas palabras << Digimon y Digi-Humanos >> Habían confundido mucho a los niños pero luego Tony le preguntaría que significaba.
Llegaron por fin en un vestíbulo mucho más grande y soberbio que ninguno de los dos había visto nunca. A juzgar por su tamaño y las enormes por su tamaño y las enormes puertas situados al otro extremo, Tony pensó que debían de estar llegando a la puerta principal. Y en eso no se equivoco. Las puertas eran de un negro opaco que podía ser madera de ébano o de algún metal negro extraño que no se encontraba en Nuestro Mundo. Estaban atascadas mediantes grandes barras, la mayoría de ellas situadas a demasiada altura para poder alcanzarlo y todas excesivamente pesadas para conseguir alzarlas. Tony se pregunto cómo saldrían.
El Rey les soltó la mano y alzo un brazo, y a continuación se irguió todo lo que pudo y se quedo muy tieso. En ese momento Naly vio un pequeño huevo con manchas amarillas y pensó que sería cruel dejarlo en un lugar a punto de convertirse en ruinas y corrió hacia el huevo y lo agarro y volvió al lado del Rey que comenzó a hablar una lengua que no entendieron pero que sonó horrible, e hizo un movimiento como si lanzara algo en dirección a la puertas. Y aquellas puertas enormes y pesadas barras temblaron durante un segundo como si estuviera hecha de seda y luego se desintegraron hasta que no quedo más de ellas que un monto de polvo en el umbral.
-¡Vaya!-Exclamo Tony.
-¿Tiene tu señor mago, tu tío, poder como el mío?-Pregunto el rey, volviendo agarrar con firmeza las manos de los niños- Ya lo averiguare después. Entretanto, recordad lo que habéis visto. Esto es lo que les sucede a las cosas y a los digimon que se convierten en un obstáculo en mi camino.
Por el umbral despejado penetraba mas la luz de la que habían visto hasta el momento en aquel país, y cuando el hombre los condujo en el exterior a través de él, no los sorprendió encontrarse en el aire libre. El viento que soplaba sobre sus rostros era frio, pero ha la vez un poco viciado. Observaban desde una terraza elevada, y a sus pies se extendía un amplio panorama.
Muy bajo y cerca de la línea del horizonte flotaba un enorme sol rojo, mucho mayor que el nuestro. Tony tuvo inmediatamente la impresión que también era mucho más viejo: un sol que se hallaba cerca del final de su existencia, cansado de contemplar aquel mundo. A la izquierda del sol, y algo más alta, había una única estrella, grande y luminosa. Aquellas eran las únicas dos cosas que se podían ver en el oscuro firmamento; formaban un grupo deprimente. Y en tierra, en todas direcciones hasta donde alcanzaba la vista, se extendía una ciudad inmensa e la que no se veía ni un ser vivo. Y todos los templos, torres, palacios, pirámides y puentes proyectaban largas sombras de aspecto desastroso a la luz de aquel sol marchito. En el pasado un gran rio había discurrido a través de la ciudad, pero el agua había desaparecido hacia ya mucho tiempo, en aquellos momentos no quedaba otra cosa que una amplia zanja de polvo gris.
-Contemplad bien lo que ningún ojo volverá a ver nunca jamás- Anuncio el Rey- Esto era Witchenly, la gran ciudad, mi Gran Ciudad, el asombro del mundo, tal vez de todos los mundos. ¿Gobierna tu tío una ciudad tan grande como esta, muchacho?
-No-Respondió Tony.
Estaba a punto de explicar que el Tío Luis no gobernaba ninguna ciudad, pero él siguió diciendo:
-Ahora está en silencio. Sin embargo, yo he estado aquí, cuando el aire estaba lleno de los ruidos de Witchenly; el sonido de las pisadas, el crujido de las ruedas, el chasquear de los latidos y el gemir de los esclavos, el retumbar de los carruajes, y el golpear de los tambores para los sacrificio de los templo. He estado aquí hasta el momento del final, cuando el tronar de la batalla emergió de todas las calles y el rio de Witchenly fluyo los datos.-hizo una pausa y añadió- En un solo instante un Digimon los aniquilo a todos.
¿Quién?-Inquiero Tony con voz desfallecida; pero ya había adivinado la respuesta.
-Yo-Declaro el Rey- Yo, Apocalymon, el ultimo digimon rey, pero el Digimon Del Rey Del Mundo.
Los dos niños permanecieron callados, temblando por el aire helado.
-Fue culpa de mi hermana adoptiva-Siguió El- Ella me empujo a hacerlo. ¡Que la maldición de todo los Poderes caiga sobre ella por siempre! Yo dispuesto a firmar la paz en cualquier momento; si me hubiera entregado el trono. Pero no quiso. Su orgullo ha destruido el mundo entero. Incluso después del inicio de la guerra, se hizo una solemne promesa de que ningún bando utilizaría sus habilidades ni mucho menos la magia. Sin embargo, cuando ella rompió la promesa ¿Qué pude hacer yo? ¡Estúpida¡ ¡Como si no supiera poseía mas magia que ella! Incluso sabía que yo tenía el secreto del Poder Apocalíptico. La Aniquilación Total ¿Pensaba caso, pues siempre fue un ser débil, que no la utilizaría?
-¿Cuál era?-Quiso saber Tony.
-Esa era el mayor secreto de todo los secretos-Respondió el Rey Apocalymon- Desde tiempos inmemorables los grandes reyes de nuestra raza habían sabido que existía un poder que, si se pronunciaba con el ceremonial adecuado, destruiría a todos los seres vivos dependiendo el poder que tiene, excepto a quien lo pronuncie al menos que quien lo pronunciaba quiera autodestruirse. Sin embargo, los antiguos reyes eran débiles y blandos y, mediante terribles juramentos, se obligaron a sí mismos y a todos los que les sucedieran a no intentar averiguar jamás cual era ese poder y palabra. Pero yo lo aprendí en un lugar recóndito y pague un precio altísimo por eso. No la use hasta que me obligaron a hacerlo. Intente derrotarla por todos mis medios posibles. Vertí los datos de mi ejército como si fuera agua…
-¡Sabandija!-Mascullo Naly, agarrando con fuerza el huevo extraño, al aparecer Apocalymon nunca se dio cuenta del huevo.
-La última gran batalla-prosiguió el hombre- Se prolongo encarnizadamente durante tres días aquí, en la misma Witchenly. Durante los tres días mirando los combates desde este mismo sitio. No utilice mi poder hasta que no hubo caído el último de mis digimon, y la miserable de mi hermana, a la cabeza de sus digimon, había ascendido ya a la mitad de esa gran escalinata que conduce desde la ciudad al mirador. Entonces aguarde hasta que estuvimos tan cerca que podíamos vernos las caras. Sus perversos y horribles ojos centellaron contra mí y dijo: << Victoria >>. << Si >>, respondí << Victoria, pero no para ti >> Entonces pronuncie y utilice el Poder Apocalíptico. Al cabo de un instante yo era el único digimon bajo el sol.
-Pero ¿Y los otros digimon?-Pregunto Tony con voz entrecortada.
-¿Qué digimon, muchacho?
-Todos los digimon de a pie-Dijo Naly- Que no le has hecho a usted ningún daño. ¿Las mujeres, los niños y los animales?
-No existen ningún animal, somos criaturas hecho de datos, todo este mundo está hecho de datos pero viven como seres reales ¿No lo comprenden?-Replico el Rey, que se dirigía únicamente a Tony- Yo era el Rey. Todos eran mis Súbditos. ¿Para qué otra cosa servían si no era para cumplir mi voluntad?
-Pues mala suerte que tuvieron-Indico el ya entendiendo todo.
-Me olvide que no eres más que un muchacho humano vulgar. ¿Cómo podrías comprender las razones del Estado? Debes aprender, niño humano, que lo que podría resultar incorrecto para ti o para cualquier persona corriente no lo es para un gran rey como yo. El peso del mundo descansa sobre mis hombros, y por lo tanto debemos estar libres de toda regla. El nuestro es un destino sublime y solitario.
Tony recordó que el Tío Luis había dicho unos días las mismas palabras, aunque sonaron mucho más solemnes cuando el rey Apocalymon los pronuncio; tal vez porque su tío no media más de 2 metros y medio de altura ni poseía tanta fuerza.
-Y ¿Qué hizo entonces?-Pregunto Tony.
-Con anterioridad ya había lanzando poderosos hechizos en la Galería que ocupaban las imágenes de mis antepasados, y aquellos hechizos poseían la facultad que yo durmiera entre ellos, como si yo fuera una imagen, sin necesidad comida ni fuego, aunque transcurrieran mil años, hasta que llegara alguien, golpeara la campana y me despertara.
-¿Fue el Poder Apocalíptico lo que hizo que el sol se viera así?-Pregunto Tony.
-¿Qué dices?-Inquirió Apocalymon.
-Tan grande, tan roja y tan fría.
-Siempre ha sido así. Al menos, durante cientos miles de años. ¿Tenéis un sol distinto a vuestro mundo?
-Sí, es más pequeño y amarillo. Y desprende mucho más calor.
El rey prolongo un largo << ¡Ahhh! >>, y el niño vio en su siniestro rostro la misma expresión ansioso y codicioso que no hacía mucho había observado a su Tío.
-De modo que-Dijo el hombre- El vuestro es mucho más joven.
Callo unos instantes para mirar una vez más el desierto de la ciudad (Si lamentaba todo el mal que le había hecho su ciudad, desde luego no lo demostró) y luego dijo:
.Ahora, hay que ponernos en marcha. Hace frio aquí, en el fin de todas las eras.
-Y ¿Adónde vamos a ir?-Preguntaron al mismo tiempo los dos niños.
-¿Adónde?-Repitió Apocalymon sorprendido- Pues a vuestro mundo, desde luego.
Naly y Tony se miraron estupefactos. Naly había sentido antipatía por el digimon Rey desde el principio; e incluso Tony, ahora que había oído el relato, sentía que ya había tenido bastante y no quería saber nada mas del Digimon. Desde luego, no era en absoluto la persona o criatura que a uno le gustaría meter en la casa, y aunque quisiera hacerlo, tampoco sabía cómo podrían. Lo que deseaban era escapar, pero Naly no alcanzaba su brazalete y evidentemente, Tony no podía marcharse sin Naly. Tony enrojeció profundamente y tartamudeo.
-A… a… Nuestro Mundo. No sabía que usted quisiera ir.
-¿Para qué otra razón te enviaron aquí si no era para intentar encontrarme?-Inquirió Apocalymon.
-Estoy seguro de que no le gustaría nada de nuestro mundo-Declaro Tony- No es la clase de sitio al que usted está acostumbrado, ¿verdad Naly? Es muy aburrido; no es digno de ser contemplado, en realidad.
-No tardara de ser signo de ser contemplado cuando yo lo gobierne-Respondió el Rey.
-Eh…, pero no puede-Dijo Tony- No se hace así. No lo dejarían ¿Sabe?
El rey le dedico una sonrisa maliciosa.
-Muchos grandes reyes-Declaro- Creyeron que podían oponerse en la Casa de Witchenly. Sin embargo, todos fueron vencidos, ¡y hasta sus nombres han caído en el olvido! ¡Niño Estúpido! ¿Crees que yo, con mi fuerza y mi magia, no podre tener a todo tu mundo a mis pies antes de que haya transcurrido un año? Prepara tus sortilegios y llévame allí de inmediato.
-Esto es espantoso-Dijo Tony a Naly, noto que llevaba un huevo pero no pregunto porque aun.
-Tal vez temas por ese tío tuyo-Comento Apocalymon- Pero si me respeta como es debido, conservara su vida y el trono. No voy a ir a combatir contra él. Sin duda en un gran Mago Digital, si ha encontrado el modo de enviarte aquí. ¿Es Rey de todo tu mundo o solo una parte?
-No es rey de ningún sitio-Respondió Tony.
-Mientes-Replico el- ¿Acaso no va la magia siempre unido a la sangre digital? ¿Quién oyó hablar de personas humanas normales y corrientes que fueran magos? Distingo verdad tanto si lo dices como si no. Tu tío es el gran rey y hechicero digital de tu mundo. Mediante su arte ha obtenido la visión de mi poder absoluto, y a mediante su celo contra mi poder ha creado un poderoso conjuro relacionado con los materiales de los datos, que ha logrado estremecer tu mundo hasta sus cimientos y te ha enviado través del inmenso abismo que separa unos mundos y otros para buscarme y conducirme hasta el. Respóndeme: ¿es así como sucedió?
-Pues, no exactamente.
-¿No exactamente?-Grito Naly- Pero ¡Si esto no tiene ni pies ni cabeza! ¡Vaya rey!
-¡Chiquilla insolente!-Exclamo el rey, revolviendo enfurecido hacia Naly a la vez agarrándole del pelo, por la parte de la coronilla donde más duele; pero al hacerlo les había soltado la manos de los niños.
-Ahora-Grito Tony.
-¡Rápido!-Chillo Naly.
Hundieron la mano izquierda en el bolsillo, y no necesitaron siquiera ponerse los brazaletes. En cuanto los tocaron, todo aquel mundo sombrío se esfumo de su vista, y se encontraron ascendiendo a toda velocidad, en dirección a una cálida luz plateada y verde que brillaba sobre sus cabezas.
Los niños estaban frente a frente, uno a cada lado del pilar en el que colgaba la campana, temblorosa aun, aunque ya no emitía ninguna nota. De improviso escucharon un ruido que quedo procedente del extremo de la habitación que seguía intacto, y se volvieron veloces como el rayo para averiguar que era. Unos de las figuras de largas vestiduras, el más alejado, el hombre que Tony que considero el orgulloso y que exigía mucho respeto, se alzaba en aquellos momentos de su asiento. Ya en pie, los niños se dieron cuenta que era aun más alto de lo que habían pensado. Y podía verse al instante, no solo por su corona y ropaje morado, sino por el centello de sus ojos detrás de su máscara que solo le tapaba la parte superior, supusieron que podía ser el Rey. El hombre paseo la mirada por la habitación con la mirada y viendo los destrozos y también a los niños, pero su rostro no dejaba de adivinar que pensaba de ninguna de las dos cosas, ni se sentía sorprendido. Se adelanto con grandes paso y veloz.
-¿Quién me ha despertado? ¿Quién ha roto el hechizo?-Pregunto.
-Creo que he sido yo-Respondió Tony.
-¡Tu!-Exclamo el rey, posando su mano en el hombro del niño, su piel era muy pálido de un blanco tiza, Tony también noto que era muy fuerte como tenazas de acero-. ¿Tu? Pero si no eres más que un niño humano, un vulgar humano. Cualquiera se puede darse cuenta a primera vista que no posees ni una gota de sangre digital o mágica en tus venas. ¿Cómo se ha atrevido alguien como tu a entrar en este palacio?
-Hemos venido de otro mundo; mediante la magia creo-dijo Naly, que pensó que ya era hora de que el rey le prestara un poco de atención a ella además de Tony.
-Magia Digital ¿Eso es cierto?-Inquirió el hombre, sin dejar de mirar al niño y sin dedicar ni una mirada a Naly.
-Supongo que sí-Respondió el.
El rey puso la otra mano bajo la barbilla del niño y tiro hacia arriba de él para poder contemplar mejor su rostro. Tony intento sostenerle la mirada pero no tardo en bajar la vista. Había algo en los ojos del hombre que lo intimidaba. Tras estudiarlo durante más de un minuto, el hombre le soltó la barbilla y declaro:
-No eres un Mago Digital. No tienes la marca. Debes ser el sirviente de un mago. Para viajar hasta aquí te has servido la magia de otro.
-La de mi Tío Luis-Dijo Tony ya pensando si su Tío había utilizado la rara tecnología de esa << Computadora >> Mas su alquimia y experimento creando Magia Digital.
En aquel momento, no en la misma habitación pero procedente de un lugar muy próximo como 9 metros del lugar, se escucho, primero un retumbo, luego un crujido y por fin el estruendo de la mampostería al caer; luego el suelo comenzó a temblar.
-Este lugar es muy peligroso-Indico el rey-. Todo el palacio se está haciendo pedazos. Si no salimos de él en unos minutos quedaremos enterrados bajo sus ruinas.- Lo dijo con todo tranquilidad de quien preguntar qué hora es.- Vamos-. Añadió, y tendió una mano a cada niño.
Naly, a quien el hombre no le inspiraba confianza y se sentía más bien malhumorada, no habría permitido que le tomara de la mano de haber podido evitarlo; pero aunque el hombre hablaba con calma, sus movimientos era tan veloces como el pensamiento. Antes que la niña supiera que le sucedía, su mano derecha había quedado atrapada en una mano que superaba tan ampliamente en tamaño y fuerza a la suya que no pudo hacer nada para impedirlo.
<< Es un hombre terrible-Pensó Naly- Tiene mucha fuerza que puede romperme el brazo con un movimiento. Y ahora que me sujeta el brazo izquierdo no puedo alcanzar el brazalete azul. Si intentara alargar e introducir la mano derecha en el bolsillo izquierdo me sería imposible alcanzarlo antes que él me pregunte que hago. Pase lo que pase no debemos permitirle que conozca la existencia de los brazaletes. Realmente espero que Tony tenga el sentido común de tener la boca cerrada. Ojala pudiera hablar con él a solas. >>
El rey los condujo fuera de la Galería De Imágenes a un largo pasillo y luego a través de todo un laberinto de vestíbulos, escaleras y patios. Muchas veces se oían como se desplomaban partes del enorme palacio, a veces, muy cerca de ellos. Una vez un arco enorme de piedra se precipito con un gran estruendo al suelo apenas unos instantes después de que ellos lo hubieran cruzado. El hombre andaba muy rápido (Los niños se veían obligados a correr para mantener a su altura) pero no mostraba ningún temor. Tony pensó: << Es increíblemente valiente. Y muy fuerte. ¡Eso es lo que yo llamo un Rey! Deseo con todas mis fuerzas que nos cuente la historia de este lugar. >>
En realidad sí que les conto algunas cosas mientras avanzaban.
<< Esa es la puerta de las mazmorras >>, les dijo, por ejemplo, o << Aquel pasillo conduce a las principales cámaras de tortura >>, o << Esa es la vieja sala del banquete donde invite a setecientos Digimon y Digi-Humanos a un festín y mi esclavo los mato a todos antes de que yo tuviera tiempo de beber hasta hartarme, porque ellos habían pensando a confesar algo que no le importaba. >> Aquellas palabras << Digimon y Digi-Humanos >> Habían confundido mucho a los niños pero luego Tony le preguntaría que significaba.
Llegaron por fin en un vestíbulo mucho más grande y soberbio que ninguno de los dos había visto nunca. A juzgar por su tamaño y las enormes por su tamaño y las enormes puertas situados al otro extremo, Tony pensó que debían de estar llegando a la puerta principal. Y en eso no se equivoco. Las puertas eran de un negro opaco que podía ser madera de ébano o de algún metal negro extraño que no se encontraba en Nuestro Mundo. Estaban atascadas mediantes grandes barras, la mayoría de ellas situadas a demasiada altura para poder alcanzarlo y todas excesivamente pesadas para conseguir alzarlas. Tony se pregunto cómo saldrían.
El Rey les soltó la mano y alzo un brazo, y a continuación se irguió todo lo que pudo y se quedo muy tieso. En ese momento Naly vio un pequeño huevo con manchas amarillas y pensó que sería cruel dejarlo en un lugar a punto de convertirse en ruinas y corrió hacia el huevo y lo agarro y volvió al lado del Rey que comenzó a hablar una lengua que no entendieron pero que sonó horrible, e hizo un movimiento como si lanzara algo en dirección a la puertas. Y aquellas puertas enormes y pesadas barras temblaron durante un segundo como si estuviera hecha de seda y luego se desintegraron hasta que no quedo más de ellas que un monto de polvo en el umbral.
-¡Vaya!-Exclamo Tony.
-¿Tiene tu señor mago, tu tío, poder como el mío?-Pregunto el rey, volviendo agarrar con firmeza las manos de los niños- Ya lo averiguare después. Entretanto, recordad lo que habéis visto. Esto es lo que les sucede a las cosas y a los digimon que se convierten en un obstáculo en mi camino.
Por el umbral despejado penetraba mas la luz de la que habían visto hasta el momento en aquel país, y cuando el hombre los condujo en el exterior a través de él, no los sorprendió encontrarse en el aire libre. El viento que soplaba sobre sus rostros era frio, pero ha la vez un poco viciado. Observaban desde una terraza elevada, y a sus pies se extendía un amplio panorama.
Muy bajo y cerca de la línea del horizonte flotaba un enorme sol rojo, mucho mayor que el nuestro. Tony tuvo inmediatamente la impresión que también era mucho más viejo: un sol que se hallaba cerca del final de su existencia, cansado de contemplar aquel mundo. A la izquierda del sol, y algo más alta, había una única estrella, grande y luminosa. Aquellas eran las únicas dos cosas que se podían ver en el oscuro firmamento; formaban un grupo deprimente. Y en tierra, en todas direcciones hasta donde alcanzaba la vista, se extendía una ciudad inmensa e la que no se veía ni un ser vivo. Y todos los templos, torres, palacios, pirámides y puentes proyectaban largas sombras de aspecto desastroso a la luz de aquel sol marchito. En el pasado un gran rio había discurrido a través de la ciudad, pero el agua había desaparecido hacia ya mucho tiempo, en aquellos momentos no quedaba otra cosa que una amplia zanja de polvo gris.
-Contemplad bien lo que ningún ojo volverá a ver nunca jamás- Anuncio el Rey- Esto era Witchenly, la gran ciudad, mi Gran Ciudad, el asombro del mundo, tal vez de todos los mundos. ¿Gobierna tu tío una ciudad tan grande como esta, muchacho?
-No-Respondió Tony.
Estaba a punto de explicar que el Tío Luis no gobernaba ninguna ciudad, pero él siguió diciendo:
-Ahora está en silencio. Sin embargo, yo he estado aquí, cuando el aire estaba lleno de los ruidos de Witchenly; el sonido de las pisadas, el crujido de las ruedas, el chasquear de los latidos y el gemir de los esclavos, el retumbar de los carruajes, y el golpear de los tambores para los sacrificio de los templo. He estado aquí hasta el momento del final, cuando el tronar de la batalla emergió de todas las calles y el rio de Witchenly fluyo los datos.-hizo una pausa y añadió- En un solo instante un Digimon los aniquilo a todos.
¿Quién?-Inquiero Tony con voz desfallecida; pero ya había adivinado la respuesta.
-Yo-Declaro el Rey- Yo, Apocalymon, el ultimo digimon rey, pero el Digimon Del Rey Del Mundo.
Los dos niños permanecieron callados, temblando por el aire helado.
-Fue culpa de mi hermana adoptiva-Siguió El- Ella me empujo a hacerlo. ¡Que la maldición de todo los Poderes caiga sobre ella por siempre! Yo dispuesto a firmar la paz en cualquier momento; si me hubiera entregado el trono. Pero no quiso. Su orgullo ha destruido el mundo entero. Incluso después del inicio de la guerra, se hizo una solemne promesa de que ningún bando utilizaría sus habilidades ni mucho menos la magia. Sin embargo, cuando ella rompió la promesa ¿Qué pude hacer yo? ¡Estúpida¡ ¡Como si no supiera poseía mas magia que ella! Incluso sabía que yo tenía el secreto del Poder Apocalíptico. La Aniquilación Total ¿Pensaba caso, pues siempre fue un ser débil, que no la utilizaría?
-¿Cuál era?-Quiso saber Tony.
-Esa era el mayor secreto de todo los secretos-Respondió el Rey Apocalymon- Desde tiempos inmemorables los grandes reyes de nuestra raza habían sabido que existía un poder que, si se pronunciaba con el ceremonial adecuado, destruiría a todos los seres vivos dependiendo el poder que tiene, excepto a quien lo pronuncie al menos que quien lo pronunciaba quiera autodestruirse. Sin embargo, los antiguos reyes eran débiles y blandos y, mediante terribles juramentos, se obligaron a sí mismos y a todos los que les sucedieran a no intentar averiguar jamás cual era ese poder y palabra. Pero yo lo aprendí en un lugar recóndito y pague un precio altísimo por eso. No la use hasta que me obligaron a hacerlo. Intente derrotarla por todos mis medios posibles. Vertí los datos de mi ejército como si fuera agua…
-¡Sabandija!-Mascullo Naly, agarrando con fuerza el huevo extraño, al aparecer Apocalymon nunca se dio cuenta del huevo.
-La última gran batalla-prosiguió el hombre- Se prolongo encarnizadamente durante tres días aquí, en la misma Witchenly. Durante los tres días mirando los combates desde este mismo sitio. No utilice mi poder hasta que no hubo caído el último de mis digimon, y la miserable de mi hermana, a la cabeza de sus digimon, había ascendido ya a la mitad de esa gran escalinata que conduce desde la ciudad al mirador. Entonces aguarde hasta que estuvimos tan cerca que podíamos vernos las caras. Sus perversos y horribles ojos centellaron contra mí y dijo: << Victoria >>. << Si >>, respondí << Victoria, pero no para ti >> Entonces pronuncie y utilice el Poder Apocalíptico. Al cabo de un instante yo era el único digimon bajo el sol.
-Pero ¿Y los otros digimon?-Pregunto Tony con voz entrecortada.
-¿Qué digimon, muchacho?
-Todos los digimon de a pie-Dijo Naly- Que no le has hecho a usted ningún daño. ¿Las mujeres, los niños y los animales?
-No existen ningún animal, somos criaturas hecho de datos, todo este mundo está hecho de datos pero viven como seres reales ¿No lo comprenden?-Replico el Rey, que se dirigía únicamente a Tony- Yo era el Rey. Todos eran mis Súbditos. ¿Para qué otra cosa servían si no era para cumplir mi voluntad?
-Pues mala suerte que tuvieron-Indico el ya entendiendo todo.
-Me olvide que no eres más que un muchacho humano vulgar. ¿Cómo podrías comprender las razones del Estado? Debes aprender, niño humano, que lo que podría resultar incorrecto para ti o para cualquier persona corriente no lo es para un gran rey como yo. El peso del mundo descansa sobre mis hombros, y por lo tanto debemos estar libres de toda regla. El nuestro es un destino sublime y solitario.
Tony recordó que el Tío Luis había dicho unos días las mismas palabras, aunque sonaron mucho más solemnes cuando el rey Apocalymon los pronuncio; tal vez porque su tío no media más de 2 metros y medio de altura ni poseía tanta fuerza.
-Y ¿Qué hizo entonces?-Pregunto Tony.
-Con anterioridad ya había lanzando poderosos hechizos en la Galería que ocupaban las imágenes de mis antepasados, y aquellos hechizos poseían la facultad que yo durmiera entre ellos, como si yo fuera una imagen, sin necesidad comida ni fuego, aunque transcurrieran mil años, hasta que llegara alguien, golpeara la campana y me despertara.
-¿Fue el Poder Apocalíptico lo que hizo que el sol se viera así?-Pregunto Tony.
-¿Qué dices?-Inquirió Apocalymon.
-Tan grande, tan roja y tan fría.
-Siempre ha sido así. Al menos, durante cientos miles de años. ¿Tenéis un sol distinto a vuestro mundo?
-Sí, es más pequeño y amarillo. Y desprende mucho más calor.
El rey prolongo un largo << ¡Ahhh! >>, y el niño vio en su siniestro rostro la misma expresión ansioso y codicioso que no hacía mucho había observado a su Tío.
-De modo que-Dijo el hombre- El vuestro es mucho más joven.
Callo unos instantes para mirar una vez más el desierto de la ciudad (Si lamentaba todo el mal que le había hecho su ciudad, desde luego no lo demostró) y luego dijo:
.Ahora, hay que ponernos en marcha. Hace frio aquí, en el fin de todas las eras.
-Y ¿Adónde vamos a ir?-Preguntaron al mismo tiempo los dos niños.
-¿Adónde?-Repitió Apocalymon sorprendido- Pues a vuestro mundo, desde luego.
Naly y Tony se miraron estupefactos. Naly había sentido antipatía por el digimon Rey desde el principio; e incluso Tony, ahora que había oído el relato, sentía que ya había tenido bastante y no quería saber nada mas del Digimon. Desde luego, no era en absoluto la persona o criatura que a uno le gustaría meter en la casa, y aunque quisiera hacerlo, tampoco sabía cómo podrían. Lo que deseaban era escapar, pero Naly no alcanzaba su brazalete y evidentemente, Tony no podía marcharse sin Naly. Tony enrojeció profundamente y tartamudeo.
-A… a… Nuestro Mundo. No sabía que usted quisiera ir.
-¿Para qué otra razón te enviaron aquí si no era para intentar encontrarme?-Inquirió Apocalymon.
-Estoy seguro de que no le gustaría nada de nuestro mundo-Declaro Tony- No es la clase de sitio al que usted está acostumbrado, ¿verdad Naly? Es muy aburrido; no es digno de ser contemplado, en realidad.
-No tardara de ser signo de ser contemplado cuando yo lo gobierne-Respondió el Rey.
-Eh…, pero no puede-Dijo Tony- No se hace así. No lo dejarían ¿Sabe?
El rey le dedico una sonrisa maliciosa.
-Muchos grandes reyes-Declaro- Creyeron que podían oponerse en la Casa de Witchenly. Sin embargo, todos fueron vencidos, ¡y hasta sus nombres han caído en el olvido! ¡Niño Estúpido! ¿Crees que yo, con mi fuerza y mi magia, no podre tener a todo tu mundo a mis pies antes de que haya transcurrido un año? Prepara tus sortilegios y llévame allí de inmediato.
-Esto es espantoso-Dijo Tony a Naly, noto que llevaba un huevo pero no pregunto porque aun.
-Tal vez temas por ese tío tuyo-Comento Apocalymon- Pero si me respeta como es debido, conservara su vida y el trono. No voy a ir a combatir contra él. Sin duda en un gran Mago Digital, si ha encontrado el modo de enviarte aquí. ¿Es Rey de todo tu mundo o solo una parte?
-No es rey de ningún sitio-Respondió Tony.
-Mientes-Replico el- ¿Acaso no va la magia siempre unido a la sangre digital? ¿Quién oyó hablar de personas humanas normales y corrientes que fueran magos? Distingo verdad tanto si lo dices como si no. Tu tío es el gran rey y hechicero digital de tu mundo. Mediante su arte ha obtenido la visión de mi poder absoluto, y a mediante su celo contra mi poder ha creado un poderoso conjuro relacionado con los materiales de los datos, que ha logrado estremecer tu mundo hasta sus cimientos y te ha enviado través del inmenso abismo que separa unos mundos y otros para buscarme y conducirme hasta el. Respóndeme: ¿es así como sucedió?
-Pues, no exactamente.
-¿No exactamente?-Grito Naly- Pero ¡Si esto no tiene ni pies ni cabeza! ¡Vaya rey!
-¡Chiquilla insolente!-Exclamo el rey, revolviendo enfurecido hacia Naly a la vez agarrándole del pelo, por la parte de la coronilla donde más duele; pero al hacerlo les había soltado la manos de los niños.
-Ahora-Grito Tony.
-¡Rápido!-Chillo Naly.
Hundieron la mano izquierda en el bolsillo, y no necesitaron siquiera ponerse los brazaletes. En cuanto los tocaron, todo aquel mundo sombrío se esfumo de su vista, y se encontraron ascendiendo a toda velocidad, en dirección a una cálida luz plateada y verde que brillaba sobre sus cabezas.
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Esta muy bien!!! Sigue escribiendo!!
Sube pronto el próximo capitulo.
Sube pronto el próximo capitulo.
Ara
Digienergia :
414
Programas Terminal de Batalla :
- Funciones Básicas
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Capitulo 6 El Principio De Los Problemas Del Tío Luis.
-¡Suelta! ¡Suelta!-Aulló Naly.
-¡No te estoy tocando!-Protesto Tony.
Entonces sus cabezas salieron del estanque y, de nuevo, la soleada quietud del Árbol Entre Los Mundos los envolvió, y pareció más esplendido y tranquilo que nunca tras la rancidez y las ruinas del lugar que acababan de abandonar. Si hubieran tenido la oportunidad, habrían olvidado quienes eran otra vez y de donde venían; se habrían acostado en el suelo y habían disfrutado, medio dormidos, escuchando crecer los arboles. Pero en aquella ocasión hubo algo que los mantuvo más que despiertos, pues cuanto salieron y se encontraron sobre la hierba, descubrieron que no estaban solos. El Rey o Digimon, como uno prefiere llamarlo, había ascendido con ellos, bien sujeto a los cabellos de Naly. Esa era el motivo por que Naly gritaba << ¡Suelta! ¡Suelta! >>.
Aquello demostró, de paso, otra cosa que el Tío Luis no les había dicho a Tony, simplemente porque él tampoco lo sabía. Para poder saltar de mundo en mundo mediante uno de aquellos brazaletes no era necesario llevarlo puesto ni tocarlo uno mismo; era suficiente si uno tocaba a alguien que los tuviera. De modo que funcionaba igual que un imán.
Ahora que lo veían en el bosque, el rey Apocalymon tenía un aspecto diferente. Estaba mucho más pálido que antes. Andaba encorvado y parecía que le costaba mucho respirar, como si el aire de aquel lugar lo ahogara. Ninguno de los niños le tuvo el menor miedo entonces.
-¡Suéltame el pelo!-Ordeno Naly.- ¿Qué pretendes con eso?
-¡Vamos! soltadle el pelo. Ahora mismo-Insto Tony.
Los dos giraron y forcejaron al Digimon. Eran más fuertes que el Digimon y unos pocos segundos lo obligaron a soltarlos. El rey retrocedió temblando, entre jadeos, y en sus ojos había una expresión de terror poniendo sus manos en su cabeza, como atormentado hasta verle como su cuerpo disipaba un poco al aparecer se resistía.
-¡Rápido, Tony!-Dijo Naly- Cambiemos de brazalete y entremos al estanque que lleva a casa.
-¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme! ¡Tened piedad!-chillo el digimon con voz débil y ronca, yendo tras ello con pasos vacilantes.- Lléveme con vosotros. No puede ser que quieran abandonarme en este lugar horrible. Me está matándome.
-Es una razón de Estado.- Respondió Naly con rencor.- Igual que mataste a todos esos Digimon en tu propio mundo. Apresúrate, Tony.
Se habían puesto los brazaletes oscuros aun Naly llevaba el huevo raro en su brazo, pero Tony dijo:
-¡Caramba! ¿Qué debemos hacer?-No podía evitar sentir lástima por el digimon.
-¡No seas tonto!-increpo Naly-. Diez a uno a que solo finge. Anda, vamos.
Y a continuación los dos niños se sumergieron en el estanque que conducía a casa. << ¡Suerte que hicimos esa marca! >>, Pensó Naly. Mientras que saltaban, no obstante, Tony sintió un dedo largo y frio y un pulgar lo habían sujetado de la oreja, y a medida que se hundían y las formas confusas de nuestro propio mundo empezaban a aparecer, la presión de aquel dedo y aquel pulgar fue creciendo. Al aparecer el Digimon empezaba a recuperar fuerzas. Tony forcejeo y asesto patadas, pero no le sirvió absolutamente de nada. Al cabo de un instante se encontraron en el Estudio Del Tío Luis; y allí estaba su tío en persona, contemplando boquiabierta a la fascinante criatura que Tony había traído del más allá.
Tío Luis tenía motivo para mirarlo. Tony y Naly también lo hacían. No existía la menor duda que el Digimon se había recuperado de su tormento; y ahora que uno lo contempla en nuestro mundo, con objetos corrientes a su alrededor, realmente lo dejaba uno sin aliento. En Witchenly resultaba inquietante: En Londres resultaba aterrador. En primer lugar, no se habían dado cuenta de lo grande que era. << Enserio no parece un humano >>, fue lo que pensó Tony al mirarlo, pues no estaba seguro recién sabe de los Digimon y tal vez sea una raza única en su Mundo aquel Digimon. Pero su estatura no era nada comparado con su orgullo, firmeza y brutalidad. Parecía diez veces más vivo que la mayoría de la gente que se tropieza uno en Londres, y el tío Luis no dejaba de hacer reverencia y de frotarse las manos, con una expresión, la verdad, sumamente asustado. Parecía una criatura insignificante al lado del Digimon. Y sin embargo, tal como Naly dijo después, existía una especie de parecido en el rostro del Digimon y el de él, algo con la mirada. Era la expresión que tenía todos los Magos Digitales perversos, la << Marca >> que Apocalymon había dicho que no encontraba en el rostro de Tony. Algo bueno resulto verlos a los dos juntos fue que Tony no sentiría miedo por el Tío Luis jamás.
<< ¡Bah!-Pensó Tony- ¿´´El´´, un Mago Digital? ¡No! ¡´´El´´ Si que es ingenuo!
El tío Luis seguía frotándose las manos y haciendo reverencias. Intentaba decir algo muy educado, pero se le había secado la boca de tal modo que no podía hablar. El éxito de su << Experimento >> con los brazaletes, como él lo llamaba, se le escapaba de las manos, pues, aunque había mantenido la obsesión de crear cosas raras durante años, siempre había dejado que todos los peligros, en la medida de lo posible, recayeran en otras personas. Nada parecido a aquello le había sucedido jamás.
Entonces Apocalymon hablo, no muy fuerte, pero había algo en su voz que hiso que toda la habitación se estremeciera.
-¿Dónde está el mago que me ha traído en este mundo?
-Ah… Ah… señor-Jadeo el tío Luis-. Me siento muy honrando… sumamente satisfecho… Un muy inesperado placer… Si al menos hubiera tenido tiempo de efectuar algunos preparativos…
-He dicho ¿Dónde está el mago, estúpido?-Insistió Apocalymon.
-Yo… yo, señor. Espero que me disculpe cualquier… eh… libertad que estos traviesos chiquillos puedan haberse tomado. Le aseguro que no existía la menor intención de…
-¿Tú?-Dijo el Digimon con una voz un más terrible.
Luego, de un zancado, cruzo la habitación, agarro un buen puñado de cabello grises del tío Luis y le echo hacia atrás la cabeza de modo que el rostro del hombre se alzara hacia la de él. A continuación estudio su cara del mismo modo que lo había estudiado a Tony en el palacio de Witchenly. El anciano lo miraba muy nervioso durante todo el escrutinio. Finalmente el Digimon lo soltó, de un modo tan repentino que lo envió, trastabillando, contra la pared.
-Ya veo-Dijo el Rey en tono despectivo-. Eres un mago digital… más o menos. Levántate, inútil, y no te quedes ahí tumbado como si hablaras con tus iguales. ¿Cómo es que sabes Magia Digital? No tienes sangre digital, podría jurarlo.
-Bien… ah… tal vez no en el sentido estricto de la palabra-tartamudeo el tío Luis- No exactamente real, señor. Esta familia está muy interesada en los diferentes mundos… Señor.
-Silencio-Dijo el digimon- ya comprendo lo que eres: un insignificante mago humano mercachifle que solo seguía normas y libros utilizando estos artefactos creando un poco de Magia Digital; no existe autentica magia digital ni en tu sangre ni en tu corazón. En mi mundo acabamos con los de tu clase hace mil años, pero aquí te permitiré que seas mi siervo.
-Me sentiría muy feliz… estaría encantado de ser de utilidad… todo un Pla…placer, se lo aseguro.
-¡Silencio! Hablas demasiado. Presta atención a tu primera tarea. Veo que nos encontramos en una ciudad muy grande, así que consígueme una cosa que ustedes en su mundo utilicen para transportar. Luego llévame en un lugar donde conseguir joya, mañana iniciare la conquista de este mundo.
-I… i… iré a pedir un coche al instante-jadeó tío Luis.
-Detente-Dijo el digimon, justo cuando alcanza la puerta.- Ni se te ocurra traicionarme, mis ojos pueden ver cada cosa lo que haces. Estarán puestos en ti en todo momento. A la primera señal de desobediencia lanzare tales hechizos a tu persona que cualquier cosa sobre te sientes te parecerá un hierro rojo vivo, y cada vez que te acuestes en tu cama habrá bloques invisibles de hielo a tus pies ¡Ahora largarte!
El anciano salió, igual que un perro con el rabo entre las piernas.
Los niños temieron entonces que Apocalymon tuviera algo que decirles lo que sucedió en el bosque. No obstante, lo cierto fue que jamás lo menciono, ni entonces ni después. Creo, igual que opina Tony, que su mente es incapaz de recordar aquel lugar silencioso, y no importaba lo a menudo que uno lo llevaría allí ni el tiempo que lo dejara en aquel lugar. El digimon seguía sin saber que existía. Al quedarse solo entonces con los niños, tampoco presto la menor intención a ninguno de ellos; lo que también era muy propio de él. En Witchenly no había prestado la menor atención a Naly, porque era Tony la persona que deseaba utilizar. La mayoría de los brujos Digimon de aquel mundo se comportaban así, y no siente interés por cosas o personas a menos que puedan utilizar; son digimon terriblemente prácticos. Así pues reino el silencio en la habitación durante un minuto o do, aunque uno podía darse cuenta por el modo en que Apocalymon golpeaba con el pie al suelo que el Digimon empezaba a impacientarse.
-¿Qué está haciendo ese viejo idiota? –Dijo por fin, como si hablara consigo mismo- Debí haber traído un látigo.
Dicho eso abandono la habitación en grande zancadas en persecución del tío Luis sub dedicar ni una mirada a los niños.
-¡Uf!-exclamo Naly, soltando un largo suspiro de alivio-. Y ahora debo ir a casa. Es tremendamente tarde. Me regañaran.
-De acuerdo, pero regresa tan pronto como puedas-Dijo Tony-. Es espantoso tenerlo aquí. Debemos organizar algún plan.
-Eso es cosa de tu tío-declaro ella-. Fue él quien empezó a jugar con los datos y magia.
-De todas formas, regresaras. ¿Verdad? Diablos, no puedes dejarme solo en un apuro como este.
-Regresare a casa por el túnel-Replico Naly con frialdad-. Y si quieres que regrese, ¿no deberías decir que lo sientes?
-¿Sentirlo?-exclamo el- Vaya, ¡A ver si eso no es típico de una chica! ¿Qué he hecho?
-Nada, desde luego-repuso ella en tono sarcástico- Tan solo estuviste a punto de desenroscarme la muñeca en la sala de figuras de cera, como un vulgar matón cobarde; golpeaste la campana con el martillo, como un idiota, y retrocediste allá en el Árbol de modo que el tuvo tiempo de agarrarte antes de que saltemos al interior de nuestro estanque. Eso es todo.
-¡Oh!-dijo Tony, muy sorprendido-. Bueno, de acuerdo. Lo siento. De verdad lamento lo sucedido en la habitación de las figuras de cera. Ya está: ya he dicho que lo siento. Y ahora, se buena chica y regresa. Estaré en un aprieto increíble si no lo haces.
-No veo lo que puede sucederte. Es el señor Luis quien se va a sentar sobre sillas al rojo vivo y encontrara hielo en su cama, ¿No es cierto?
-No se trata de eso. Lo que me preocupa es mi madre. Supongamos que esa criatura o Digimon como él suele llamarse entrada en su habitación. Podría darle un susto de muerte.
-Vaya, comprendo-respondió Naly, en un tono de voz distinto- De acuerdo; hagamos las paces. Regresare, si puedo. Pero ahora debo irme.
Y se deslizo por la puertecilla al interior del túnel; y aquel lugar oscuro situado entre las vigas que había aparecido tan emocionante y lleno de aventuras unas pocas horas antes, le resulto entonces tranquilo y acogedor.
Mientras que el Tío Luis bajaba por el desván y no paraba de secarse la cabeza con un pañuelo mientras que llego a su dormitorio y lo cerró con llave, y lo primero que hiso fue servirse una copa que estaba escondido en un armario que la Tía Lily no podía encontrarla, y se sirvió un una copa de vino desagradable que lo acabo de un trago, Y a continuación aspiro con fuerza.
-¡Madre mía! –dijo para sí- Estoy alteradísimo ¡Esto es increíble!
Se sirvió una segunda copa, que también se lo termino de un trago y se cambio de ropa con su mejor ropa que tenia; Se puso un cuello almidonado muy alto y brillante, de esos que te obligan a mantener la barbilla en alzado todo el tiempo. Se coloco un chaleco blanco con bordados y dispuso la cadena de oro de su reloj sobre la parte frontal. Se enfundo en su mejor levita, la que guardaba para bodas y funerales, y a continuación tomo su mejor sombrero de copa y le saco lustre. Sobre el tocador había jarrón con flores, que la tía Lily había colocado allí, aunque eso no le intereso y se miro en el espejo.
Los niños hacen tonterías a su manera, como es bien sabido, y los adultos también, pero de otro modo. En aquel momento el tío Luis empezaba a hacer el ridículo de un modo propio de un adulto. Ahora que el Digimon ya no estaba en la misma habitación que él, comenzaba a olvidar rápidamente lo que había asustado y pensaba muchas veces ser también el rey de este mundo y gobernarlo como Apocalymon no dejaba de decir: << Una criatura increíble, sí señor, una criatura increíble. >>. También se las había arreglado para olvidar que había sido los niños quienes encontrado a << Criatura increíble >>se sentía como el mismo, gracias a su magia digital, lo hiso venir desde un mundo desconocido.
-Luis, amigo mío-Se dijo mientras se contemplaba al espejo- Eres un hombre muy suertudo.
Como puedes ver, el pobre iluso anciano realmente empezaba a imaginar si logra caerle muy bien al Digimon podía hacerle un gran rey de todos los mundos desconocidos y gobernarlo. Seguro que las dos copas tenían algo que ver con la idea. De todos modos, él siempre era tan presumido como el pavo real; por eso se había convertido en Mago Digital.
Abrió la puerta, bajo las escaleras, envió la criada conseguir un coche o un coche de caballo- Todo el mundo tenía gran cantidad de criados en aquellos tiempos-. Y echo una ojeada al salón. Allí, como ya esperaba, encontró a la tía Lily, muy ocupada en remandar un colchón que estaba colocada al suelo, cerca de la ventana, con ella arrodillada encima.
-Ah, Lilyna, querida-saludo- Tengo… ah… tengo que salir. Necesito que me prestes cinco libras, anda, se buena xica.
Tío Luis siempre decía << Xica >> en lugar de chica.
-No, Luis, querido-respondió la tía Lily con su voz firme y tranquila, sin alzar los ojos de su tarea-; te he dicho innumerables veces que que no te prestare dinero.
-Oh, vamos, no seas pesada, mi querida xica -Insistió el tío Luis- Es muy importante. ¿Es que no ves que me colocas en una posición muy incómoda si no lo haces?
-Luis- replico la tía Lily, mirándolo directamente a la cara-, me sorprende que no te de vergüenza pedirme dinero.
Existía una larga y aburrida historia de adultos tras aquellas palabras, pero todo lo que necesitas saber al respecto es que el tío Luis, entre mucho que decir de él se ocuparía de << administrar las cuestiones financieras de la querida tía Lily por ella >> sin llegar hacerlo nunca, y contraer enormes deudas por las compras de coñac y tabaco (facturas que la tía Lily pagaba una y otra vez), había dejado a su hermana bastante más pobre de lo que era treinta años atrás.
-Mi querida muchacha-insistió el-, no lo comprendes. Me han surgido unos cuantos gastos inesperados. Debo atender ciertos compromisos sociales. Vamos, no seas pesada.
-Y ¿con quién, pregunto yo, tienes ese compromiso social, Luis?-inquirió ella.
-Un… Un visitante muy distinguido acaba de venir.
-¡Distinguido, bobadas!-exclamo la tía Lily-Nadie ha llamado a la campanilla de la puerta durante la última hora.
En ese momento la puerta se abrió en par en par. Tía Lily volvió la mirada y vio con asombro un enorme hombre, con rara vestidura morada, con máscara negra en la parte superficial con cabello blanco en la parte de la cabeza, se hallaba de pie por el umbral. Era Apocalymon.
-¡Suelta! ¡Suelta!-Aulló Naly.
-¡No te estoy tocando!-Protesto Tony.
Entonces sus cabezas salieron del estanque y, de nuevo, la soleada quietud del Árbol Entre Los Mundos los envolvió, y pareció más esplendido y tranquilo que nunca tras la rancidez y las ruinas del lugar que acababan de abandonar. Si hubieran tenido la oportunidad, habrían olvidado quienes eran otra vez y de donde venían; se habrían acostado en el suelo y habían disfrutado, medio dormidos, escuchando crecer los arboles. Pero en aquella ocasión hubo algo que los mantuvo más que despiertos, pues cuanto salieron y se encontraron sobre la hierba, descubrieron que no estaban solos. El Rey o Digimon, como uno prefiere llamarlo, había ascendido con ellos, bien sujeto a los cabellos de Naly. Esa era el motivo por que Naly gritaba << ¡Suelta! ¡Suelta! >>.
Aquello demostró, de paso, otra cosa que el Tío Luis no les había dicho a Tony, simplemente porque él tampoco lo sabía. Para poder saltar de mundo en mundo mediante uno de aquellos brazaletes no era necesario llevarlo puesto ni tocarlo uno mismo; era suficiente si uno tocaba a alguien que los tuviera. De modo que funcionaba igual que un imán.
Ahora que lo veían en el bosque, el rey Apocalymon tenía un aspecto diferente. Estaba mucho más pálido que antes. Andaba encorvado y parecía que le costaba mucho respirar, como si el aire de aquel lugar lo ahogara. Ninguno de los niños le tuvo el menor miedo entonces.
-¡Suéltame el pelo!-Ordeno Naly.- ¿Qué pretendes con eso?
-¡Vamos! soltadle el pelo. Ahora mismo-Insto Tony.
Los dos giraron y forcejaron al Digimon. Eran más fuertes que el Digimon y unos pocos segundos lo obligaron a soltarlos. El rey retrocedió temblando, entre jadeos, y en sus ojos había una expresión de terror poniendo sus manos en su cabeza, como atormentado hasta verle como su cuerpo disipaba un poco al aparecer se resistía.
-¡Rápido, Tony!-Dijo Naly- Cambiemos de brazalete y entremos al estanque que lleva a casa.
-¡Ayúdenme! ¡Ayúdenme! ¡Tened piedad!-chillo el digimon con voz débil y ronca, yendo tras ello con pasos vacilantes.- Lléveme con vosotros. No puede ser que quieran abandonarme en este lugar horrible. Me está matándome.
-Es una razón de Estado.- Respondió Naly con rencor.- Igual que mataste a todos esos Digimon en tu propio mundo. Apresúrate, Tony.
Se habían puesto los brazaletes oscuros aun Naly llevaba el huevo raro en su brazo, pero Tony dijo:
-¡Caramba! ¿Qué debemos hacer?-No podía evitar sentir lástima por el digimon.
-¡No seas tonto!-increpo Naly-. Diez a uno a que solo finge. Anda, vamos.
Y a continuación los dos niños se sumergieron en el estanque que conducía a casa. << ¡Suerte que hicimos esa marca! >>, Pensó Naly. Mientras que saltaban, no obstante, Tony sintió un dedo largo y frio y un pulgar lo habían sujetado de la oreja, y a medida que se hundían y las formas confusas de nuestro propio mundo empezaban a aparecer, la presión de aquel dedo y aquel pulgar fue creciendo. Al aparecer el Digimon empezaba a recuperar fuerzas. Tony forcejeo y asesto patadas, pero no le sirvió absolutamente de nada. Al cabo de un instante se encontraron en el Estudio Del Tío Luis; y allí estaba su tío en persona, contemplando boquiabierta a la fascinante criatura que Tony había traído del más allá.
Tío Luis tenía motivo para mirarlo. Tony y Naly también lo hacían. No existía la menor duda que el Digimon se había recuperado de su tormento; y ahora que uno lo contempla en nuestro mundo, con objetos corrientes a su alrededor, realmente lo dejaba uno sin aliento. En Witchenly resultaba inquietante: En Londres resultaba aterrador. En primer lugar, no se habían dado cuenta de lo grande que era. << Enserio no parece un humano >>, fue lo que pensó Tony al mirarlo, pues no estaba seguro recién sabe de los Digimon y tal vez sea una raza única en su Mundo aquel Digimon. Pero su estatura no era nada comparado con su orgullo, firmeza y brutalidad. Parecía diez veces más vivo que la mayoría de la gente que se tropieza uno en Londres, y el tío Luis no dejaba de hacer reverencia y de frotarse las manos, con una expresión, la verdad, sumamente asustado. Parecía una criatura insignificante al lado del Digimon. Y sin embargo, tal como Naly dijo después, existía una especie de parecido en el rostro del Digimon y el de él, algo con la mirada. Era la expresión que tenía todos los Magos Digitales perversos, la << Marca >> que Apocalymon había dicho que no encontraba en el rostro de Tony. Algo bueno resulto verlos a los dos juntos fue que Tony no sentiría miedo por el Tío Luis jamás.
<< ¡Bah!-Pensó Tony- ¿´´El´´, un Mago Digital? ¡No! ¡´´El´´ Si que es ingenuo!
El tío Luis seguía frotándose las manos y haciendo reverencias. Intentaba decir algo muy educado, pero se le había secado la boca de tal modo que no podía hablar. El éxito de su << Experimento >> con los brazaletes, como él lo llamaba, se le escapaba de las manos, pues, aunque había mantenido la obsesión de crear cosas raras durante años, siempre había dejado que todos los peligros, en la medida de lo posible, recayeran en otras personas. Nada parecido a aquello le había sucedido jamás.
Entonces Apocalymon hablo, no muy fuerte, pero había algo en su voz que hiso que toda la habitación se estremeciera.
-¿Dónde está el mago que me ha traído en este mundo?
-Ah… Ah… señor-Jadeo el tío Luis-. Me siento muy honrando… sumamente satisfecho… Un muy inesperado placer… Si al menos hubiera tenido tiempo de efectuar algunos preparativos…
-He dicho ¿Dónde está el mago, estúpido?-Insistió Apocalymon.
-Yo… yo, señor. Espero que me disculpe cualquier… eh… libertad que estos traviesos chiquillos puedan haberse tomado. Le aseguro que no existía la menor intención de…
-¿Tú?-Dijo el Digimon con una voz un más terrible.
Luego, de un zancado, cruzo la habitación, agarro un buen puñado de cabello grises del tío Luis y le echo hacia atrás la cabeza de modo que el rostro del hombre se alzara hacia la de él. A continuación estudio su cara del mismo modo que lo había estudiado a Tony en el palacio de Witchenly. El anciano lo miraba muy nervioso durante todo el escrutinio. Finalmente el Digimon lo soltó, de un modo tan repentino que lo envió, trastabillando, contra la pared.
-Ya veo-Dijo el Rey en tono despectivo-. Eres un mago digital… más o menos. Levántate, inútil, y no te quedes ahí tumbado como si hablaras con tus iguales. ¿Cómo es que sabes Magia Digital? No tienes sangre digital, podría jurarlo.
-Bien… ah… tal vez no en el sentido estricto de la palabra-tartamudeo el tío Luis- No exactamente real, señor. Esta familia está muy interesada en los diferentes mundos… Señor.
-Silencio-Dijo el digimon- ya comprendo lo que eres: un insignificante mago humano mercachifle que solo seguía normas y libros utilizando estos artefactos creando un poco de Magia Digital; no existe autentica magia digital ni en tu sangre ni en tu corazón. En mi mundo acabamos con los de tu clase hace mil años, pero aquí te permitiré que seas mi siervo.
-Me sentiría muy feliz… estaría encantado de ser de utilidad… todo un Pla…placer, se lo aseguro.
-¡Silencio! Hablas demasiado. Presta atención a tu primera tarea. Veo que nos encontramos en una ciudad muy grande, así que consígueme una cosa que ustedes en su mundo utilicen para transportar. Luego llévame en un lugar donde conseguir joya, mañana iniciare la conquista de este mundo.
-I… i… iré a pedir un coche al instante-jadeó tío Luis.
-Detente-Dijo el digimon, justo cuando alcanza la puerta.- Ni se te ocurra traicionarme, mis ojos pueden ver cada cosa lo que haces. Estarán puestos en ti en todo momento. A la primera señal de desobediencia lanzare tales hechizos a tu persona que cualquier cosa sobre te sientes te parecerá un hierro rojo vivo, y cada vez que te acuestes en tu cama habrá bloques invisibles de hielo a tus pies ¡Ahora largarte!
El anciano salió, igual que un perro con el rabo entre las piernas.
Los niños temieron entonces que Apocalymon tuviera algo que decirles lo que sucedió en el bosque. No obstante, lo cierto fue que jamás lo menciono, ni entonces ni después. Creo, igual que opina Tony, que su mente es incapaz de recordar aquel lugar silencioso, y no importaba lo a menudo que uno lo llevaría allí ni el tiempo que lo dejara en aquel lugar. El digimon seguía sin saber que existía. Al quedarse solo entonces con los niños, tampoco presto la menor intención a ninguno de ellos; lo que también era muy propio de él. En Witchenly no había prestado la menor atención a Naly, porque era Tony la persona que deseaba utilizar. La mayoría de los brujos Digimon de aquel mundo se comportaban así, y no siente interés por cosas o personas a menos que puedan utilizar; son digimon terriblemente prácticos. Así pues reino el silencio en la habitación durante un minuto o do, aunque uno podía darse cuenta por el modo en que Apocalymon golpeaba con el pie al suelo que el Digimon empezaba a impacientarse.
-¿Qué está haciendo ese viejo idiota? –Dijo por fin, como si hablara consigo mismo- Debí haber traído un látigo.
Dicho eso abandono la habitación en grande zancadas en persecución del tío Luis sub dedicar ni una mirada a los niños.
-¡Uf!-exclamo Naly, soltando un largo suspiro de alivio-. Y ahora debo ir a casa. Es tremendamente tarde. Me regañaran.
-De acuerdo, pero regresa tan pronto como puedas-Dijo Tony-. Es espantoso tenerlo aquí. Debemos organizar algún plan.
-Eso es cosa de tu tío-declaro ella-. Fue él quien empezó a jugar con los datos y magia.
-De todas formas, regresaras. ¿Verdad? Diablos, no puedes dejarme solo en un apuro como este.
-Regresare a casa por el túnel-Replico Naly con frialdad-. Y si quieres que regrese, ¿no deberías decir que lo sientes?
-¿Sentirlo?-exclamo el- Vaya, ¡A ver si eso no es típico de una chica! ¿Qué he hecho?
-Nada, desde luego-repuso ella en tono sarcástico- Tan solo estuviste a punto de desenroscarme la muñeca en la sala de figuras de cera, como un vulgar matón cobarde; golpeaste la campana con el martillo, como un idiota, y retrocediste allá en el Árbol de modo que el tuvo tiempo de agarrarte antes de que saltemos al interior de nuestro estanque. Eso es todo.
-¡Oh!-dijo Tony, muy sorprendido-. Bueno, de acuerdo. Lo siento. De verdad lamento lo sucedido en la habitación de las figuras de cera. Ya está: ya he dicho que lo siento. Y ahora, se buena chica y regresa. Estaré en un aprieto increíble si no lo haces.
-No veo lo que puede sucederte. Es el señor Luis quien se va a sentar sobre sillas al rojo vivo y encontrara hielo en su cama, ¿No es cierto?
-No se trata de eso. Lo que me preocupa es mi madre. Supongamos que esa criatura o Digimon como él suele llamarse entrada en su habitación. Podría darle un susto de muerte.
-Vaya, comprendo-respondió Naly, en un tono de voz distinto- De acuerdo; hagamos las paces. Regresare, si puedo. Pero ahora debo irme.
Y se deslizo por la puertecilla al interior del túnel; y aquel lugar oscuro situado entre las vigas que había aparecido tan emocionante y lleno de aventuras unas pocas horas antes, le resulto entonces tranquilo y acogedor.
Mientras que el Tío Luis bajaba por el desván y no paraba de secarse la cabeza con un pañuelo mientras que llego a su dormitorio y lo cerró con llave, y lo primero que hiso fue servirse una copa que estaba escondido en un armario que la Tía Lily no podía encontrarla, y se sirvió un una copa de vino desagradable que lo acabo de un trago, Y a continuación aspiro con fuerza.
-¡Madre mía! –dijo para sí- Estoy alteradísimo ¡Esto es increíble!
Se sirvió una segunda copa, que también se lo termino de un trago y se cambio de ropa con su mejor ropa que tenia; Se puso un cuello almidonado muy alto y brillante, de esos que te obligan a mantener la barbilla en alzado todo el tiempo. Se coloco un chaleco blanco con bordados y dispuso la cadena de oro de su reloj sobre la parte frontal. Se enfundo en su mejor levita, la que guardaba para bodas y funerales, y a continuación tomo su mejor sombrero de copa y le saco lustre. Sobre el tocador había jarrón con flores, que la tía Lily había colocado allí, aunque eso no le intereso y se miro en el espejo.
Los niños hacen tonterías a su manera, como es bien sabido, y los adultos también, pero de otro modo. En aquel momento el tío Luis empezaba a hacer el ridículo de un modo propio de un adulto. Ahora que el Digimon ya no estaba en la misma habitación que él, comenzaba a olvidar rápidamente lo que había asustado y pensaba muchas veces ser también el rey de este mundo y gobernarlo como Apocalymon no dejaba de decir: << Una criatura increíble, sí señor, una criatura increíble. >>. También se las había arreglado para olvidar que había sido los niños quienes encontrado a << Criatura increíble >>se sentía como el mismo, gracias a su magia digital, lo hiso venir desde un mundo desconocido.
-Luis, amigo mío-Se dijo mientras se contemplaba al espejo- Eres un hombre muy suertudo.
Como puedes ver, el pobre iluso anciano realmente empezaba a imaginar si logra caerle muy bien al Digimon podía hacerle un gran rey de todos los mundos desconocidos y gobernarlo. Seguro que las dos copas tenían algo que ver con la idea. De todos modos, él siempre era tan presumido como el pavo real; por eso se había convertido en Mago Digital.
Abrió la puerta, bajo las escaleras, envió la criada conseguir un coche o un coche de caballo- Todo el mundo tenía gran cantidad de criados en aquellos tiempos-. Y echo una ojeada al salón. Allí, como ya esperaba, encontró a la tía Lily, muy ocupada en remandar un colchón que estaba colocada al suelo, cerca de la ventana, con ella arrodillada encima.
-Ah, Lilyna, querida-saludo- Tengo… ah… tengo que salir. Necesito que me prestes cinco libras, anda, se buena xica.
Tío Luis siempre decía << Xica >> en lugar de chica.
-No, Luis, querido-respondió la tía Lily con su voz firme y tranquila, sin alzar los ojos de su tarea-; te he dicho innumerables veces que que no te prestare dinero.
-Oh, vamos, no seas pesada, mi querida xica -Insistió el tío Luis- Es muy importante. ¿Es que no ves que me colocas en una posición muy incómoda si no lo haces?
-Luis- replico la tía Lily, mirándolo directamente a la cara-, me sorprende que no te de vergüenza pedirme dinero.
Existía una larga y aburrida historia de adultos tras aquellas palabras, pero todo lo que necesitas saber al respecto es que el tío Luis, entre mucho que decir de él se ocuparía de << administrar las cuestiones financieras de la querida tía Lily por ella >> sin llegar hacerlo nunca, y contraer enormes deudas por las compras de coñac y tabaco (facturas que la tía Lily pagaba una y otra vez), había dejado a su hermana bastante más pobre de lo que era treinta años atrás.
-Mi querida muchacha-insistió el-, no lo comprendes. Me han surgido unos cuantos gastos inesperados. Debo atender ciertos compromisos sociales. Vamos, no seas pesada.
-Y ¿con quién, pregunto yo, tienes ese compromiso social, Luis?-inquirió ella.
-Un… Un visitante muy distinguido acaba de venir.
-¡Distinguido, bobadas!-exclamo la tía Lily-Nadie ha llamado a la campanilla de la puerta durante la última hora.
En ese momento la puerta se abrió en par en par. Tía Lily volvió la mirada y vio con asombro un enorme hombre, con rara vestidura morada, con máscara negra en la parte superficial con cabello blanco en la parte de la cabeza, se hallaba de pie por el umbral. Era Apocalymon.
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
O.O
quiero el próximo capitulo!!!! >w<
quiero el próximo capitulo!!!! >w<
Ara
Digienergia :
414
Programas Terminal de Batalla :
- Funciones Básicas
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
BIen, quiero ver como sigue
Johno Battonage
Edad PJ :
18
Edad User :
32
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1821
Programas Terminal de Batalla :
- Funciones Básicas
- Almacenamiento
Objetos/Armas :
Nanotool
Emblema del Honor
Terminal de Batalla
Dispositivo Sagrado (DigiVice)
Emblema del Honor
Terminal de Batalla
Dispositivo Sagrado (DigiVice)
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Capitulo 7 Lo que sucedió ante la puerta principal.
-Y bien esclavo, ¿Cuánto debo esperar hasta que llegue mi transporte?-Trono Apocalymon.
El tío Luis se encogió, asustado. Ahora que el digimon estaba presente de verdad, todas las ideas estúpidas que había tenido mientras se contemplaba en el espejo se esfumaron. Por su parte, la tía Lily abandono al momento su posición arrodillada y avanzo hacia el centro mismo de la habitación.
-Y ¿Quién es este joven, Luis, si se me permite preguntarlo?-dijo con voz glacial.
-Un… Un extranjero… Un sujeto muy importante-Tartamudeó.
-¡Tonterías!-Exclamo la tía Lily, y luego, volviéndose hacia el digimon-: Sal de mi casa inmediatamente, desvergonzado, o llamare a la policía.
Pensaba que el desconocido pertenecía en un circo y no le parecía correcto que esa clase de gente entrada en sus casas de forma inesperada.
-¿Quién es esta criatura?-Inquirió Apocalymon-. De rodillas, sierva, antes que te fulmine.
-En esta casa nadie me levantaba la voz, jovencito.-La reprendió la tía Lily.
Al instante, al menos así le pareció al tío Luis, el rey se irguió a una mayor altura, si eso era posible. Sus ojos relampaguearon, y extendió el brazo con el mismo gesto y las mismas palabras horribles que hacía poco había convertido polvo las puertas del palacio de Witchenly. Pero nada paso excepto que la tía Lily, pensando que aquellas palabras horrorosas eran una frase hecha muy vulgar, exclamó:
-Ya decía yo… Este hombre está borracho. ¡Borracho! Ni siquiera es capaz de hablar con claridad.
Para el digimon fue sin duda un momento terrible cuando comprendió, de repente, que sus más fuertes poderes para convertir en polvo a los digimon y objetos, que había sido muy real en su propio mundo, no iba a funcionar en el nuestro. Sin embargo no perdió el coraje ni siquiera por un instante. Sin malgastar un solo pensamiento a la decepción sufrido, se balanceo al frente, agarro a tía Lily por el cuello y lo alzo por encima de su cabeza como si no pesara más que una muñeca, y lo arrojo al otro extremo de la habitación. Mientras que la tía Lily volaba aun por los aires, la criada-que estaba disfrutando de una mañana de lo más emocionante- introdujo la cabeza por la puerta y dijo:
-Con su permiso, señor, e conseguí un coche de caballos que los esperas.
-Te sigo, esclavo-Indico el digimon al tío Luis.
El anciano empezó a refunfuñar algo sobre << Violencia lamentable… realmente debo protestar >>, pero con una simple mirada a Apocalymon le hizo enmudecer de golpe. El digimon lo saco de la habitación y de la casa; Tony bajo corriendo la escalera a tiempo de ver que la puerta de la cake se cerraba tras ellos.
-¡Cáscaras!-Exclamó-. Ahora anda suelto por la ciudad. Y con el tío Luis. Me gustaría saber que sucederá ahora.
-Vaya, señorito Tony-Dijo la criada, que estaba disfrutaba una barbaridad-. Me parece que la señorita Lily se ha hecho daño.
Los dos se precipitaron al salón para averiguar que había sucedido.
Si la tía Lily hubiera caído sobre tablas desnudas o incluso sobre la alfombra, se le habrían roto todos los huesos: pero por una inmensa suerte se había ido a caer sobre el colchón. La mujer era una anciana muy dura de pelar. Una vez que hubo aspirado unos cuantos sales y permanecido sentada muy quieta unos minutos, declaro que se hallaba perfectamente, aparte de tener unos cuantas marcas de golpes. No tardo en tomar el control de la situación.
-Sara- Dijo a la criada que, se había divertido tanto-, ve a la comisaria en seguida y diles que hay un lunático peligroso suelto por ahí. Ya le subiré yo el almuerzo a la señora Mendoza.
La señora Mendoza era, claro está, es la madre de Tony.
Una vez que se hubieran ocupado del almuerzo de su madre, Tony y la tía Lily tomaron sus almuerzos, y después de eso el niño se dedico a pensar muy seriamente.
El problema era como devolver a Apocalymon a su propio mundo, o por lo menos sacarlo del nuestro, lo antes posible. Sucediera lo que sucediese, no se le debía permitir que se dedicara a arrasar la casa; su madre no debía verlo. Y, si era posible, tampoco se le debía permitir que corriera a sus anchas por Londres. Tony no había estado en el salón cuando intento << Fulminar >> a la tía Lily pero lo había visto << Fulminar >> Las puertas de Witchenly: por lo tanto conocía sus terribles poderes y no sabía que los había perdido por los menos un poco al llegar a nuestro mundo. También sabía que el digimon tenía la intención de conquistas nuestro mundo. En aquel momento, por lo que el sabia, podría estar volando en algunas casas y palacios, y era casi seguro que un cierto números de policías habrían quedado reducidos ya a montoncitos de polvos. Además, no creía que el pudiera hacer nada para evitarlo. << Pero los brazaletes parecen funcionar como imanes- Pensó Tony-. Si pudiera tocarlo mientras me pongo el azul, los dos iríamos al Árbol Entre Los Mundos. ¿Volvería el perder sus fuerzas allí? ¿Acaso el lugar provoca su debilidad o también todos los digimon excepto a los humanos? O ¿fue tan solo el sobresalto de verse arrancado de su propio mundo? Supongo que tendré que arriesgarme. Y ¿Cómo voy a encontrar esa bestia? No creo que la tía Lily vaya a dejarme salir, no, a menos que le diga a donde voy. Y no tengo más que dos peniques. Necesitaría una buena cantidad de dinero para autobuses y tranvías si tuviera que buscar por todo Londres. De todos modos, no tengo la menor idea de dónde buscar. Me gustaría saber si el tío Luis sigue con él. >>
Finalmente se dijo que lo único que podía hacer era aguardar y confiar que el tío Luis y el digimon regresaran. Si lo hacían, tenía que salir corriendo, sujetar al digimon y ponerse el brazalete azul antes de que él tuviera la oportunidad de entrar en la casa. Eso significaba que debía controlar la puerta de la calle como un gato que vigilaba el agujero de una ratonera; no tenía que abandonar su puesto ni un instante. Así pues entro al comedor y << Pego la cara >> en la ventana. Era una ventana en forma de mirador desde la que se podían observar los peldaños que ascendía hasta la puerta y ver en ambos lados de la calle, de modo que nadie podía llegar a la puerta sin que él lo supiera.
<< Me pregunto que esta hacienda Naly >>, pensó Tony.
Se hizo muchas preguntas al respecto mientras que transcurría la primera y lenta media hora. Naly había llegado tarde a comer, con los zapatos y las medias muy mojadas mas tenía que poner el raro huevo tras las espaldas; y cuando le preguntaron donde había estado y que había hecho, respondió que había estado por ahí con Tony Mendoza. Sometida a un interrogatorio más detallado dijo que se había mojado los pies en un estanque, y que el estanque estaba en un bosque. Cuando le preguntaron donde se hallaba ese bosque, contesto que no lo sabía. Cuando le preguntaron si estaba en uno de los parques, respondió sin faltar a la verdad que suponía que debía de encontrarse en una especie de parque. De todo eso la madre de Naly saco la idea de que la niña se había marchado, sin decírselo a nadie, a alguna parte de Londres que no conocía, y entrado en un parque desconocido en el que se había divertido saltando en charcos. Como consecuencia le dijeron que había sido muy desobediente y que no se le permitirá volver a jugar con << Ese chico >> nunca más si volvía a suceder algo parecido. A continuación Naly tuvo que esconder el huevo para luego comer, pero sin incluir lo que más le gusta y la enviaron a dormir durante dos horas enteras y ella agarrando el huevo se dirigió a su cuarto.
Así pues mientras que Tony miraba con atención por la ventana del comedor, Naly permanecía acostada en la cama, y ambos pensaban en lo terriblemente despacio que podía transcurrir el tiempo. Mientras que cada pocos minutos Tony oía un coche de caballos o el carromato de la panadero o un empleado de la carnicería que doblaban la esquina y pensaba << Ahí viene >>, y a continuación descubrió que no era así. Y entre tale falsas alarmas, durante lo que parecieron horas innumerables, el reloj seguía marcando la hora y una mosca enorme- en lo alto y totalmente lejos de su alcance- se dedico a zumbar contra la ventana. Era una de esas casas que se tornan muy silenciosos y aburridos después del mediodía.
Durante su larga vigilancia y espera sucedió una minucia. Llego una señora de visita con unas uvas para la madre de Tony; y puesto que la puerta del comedor estaba abierta, este no pudo evitar oir a la tía Lily y a la visita mientras hablaban en el vestíbulo.
-¡Que uvas más exquisitas!-Dijo la voz de la tía Lily-. Estoy segura de que si algo puede hacerle bien, son estas uvas. ¡Mi querida María, pobrecita! Aunque me temo que haría falta fruta del país de la Vida para ayudarla ahora. Nada de este mundo le serviría de gran cosa.
Luego las dos bajaron la voz y dijeron muchas cosas que él no consiguió oír.
De haber oído la mención del país de la Vida unos pocos días antes habría creído que la tía Lily se limitaba a hablar sin referirse a nada en concreto, como hacen los adultos, y no le habría interesado. Estuvo a punto de pensar lo mismo entonces; pero de improviso le vino la mente que ahora sabia- Incluso aunque su tía no lo supiera- que existían realmente otros mundos y que el mismo había estado en uno de ellos. Así pues, podría ser que existiera un autentico País de la Vida en alguna parte. Podría existir casi cualquier cosa. ¡Podría haber una fruta en algún otro mundo capaz de curar para siempre a su madre! Ya Tony empezó a conseguir un rayo de esperanza al respecto en eso. Ya que había estado experimentado tantas cosas raras con los brazaletes mágicos. Sin duda podían existir mundos a través de aquellos estanques del Árbol, y él podía buscar en todos ellos. Y luego, ¡su madre volvería estar bien! Todo volvería ir bien. Se olvido de ido completamente de vigilar el regreso del digimon, y su mano penetraba ya en el bolsillo donde guardaba el brazalete azul, cuando de improviso oyó un galope.
<< ¡Vaya! ¿Qué es eso?-Pensó Tony-. ¿Un coche de bomberos? Me pregunto qué casa está en llamas. ¡Por el amor de Dios, pero si viene hacia aquí! Pero si es él.
Para razonar un poco cuando dijo << Es el >> Se refería a Apocalymon.
Primero apareció el cabriole. No había nadie en el asiento del cochero. En el techo-No sentado, sino de pie sobre el techo- balanceándose con soberbio equilibrio mientras doblaba en toda velocidad la esquina con una rueda en el aire, estaba Apocalymon, El Gran Rey y el Terror De Witchenly. Mostrando sus dientes con una mueca se dio cuenta que sus dientes eran afilados como de los tiburones, sus ojos relucían como si llamearan. El Digimon azotaba el caballo pero no fue un látigo normal estaba hecho como un rayo de aura oscura de forma de látigo, con eso azotaba al caballo sin piedad, y la nariz del animal estaba dilatada y enrojecida, y sus costados salpicaban espumas. El caballo galopo enloquecido hasta la puerta principal, esquivando la cabina telefónica por cuestión de centímetros, y luego se alzo sobre las patas traseras. El carruaje choco contra la cabina y se partió en varios pedazos. El digimon, de un gran salto, había abandonado el cabriole justo a tiempo, pasando sobre el lomo del caballo. El digimon, se inclino al frente, musitándole cosas al oído; cosas que sin duda no estaban pensados para tranquilizarlo sino para enloquecer. El animal volvió a alzarse sobre los cuartos traseros al instante, y su relincho fue como un grito; el corcel era todo casco, dientes, ojos y crines alborotados.
Antes que Tony hubiera recuperado el aliento, empezaron a suceder muchas otras cosas. Un coche apareció a toda velocidad detrás del cabriole: de él saltaron un hombre gordo con levita y un policía. A continuación apareció un tercer coche con dos policías mas en el. Tras este llegaron unas veintes personas-en bicicleta, todos haciendo sonar los timbres y lanzando aclamaciones y silbidos. Cerrando la marcha se presento una multitud de gente a pie: estaban sofocando de tanto correr, pero evidentemente divertido con todo aquello. Se abrieron de inmediato las ventanas de todas las casas de aquella calle y una sirvienta o un mayordomo aparecieron ante todas u cada una de las puertas principales. Todos querían contemplar la diversión.
Entretanto, un anciano caballero había empezado a abrirse paso, temblorosamente, fuera de los restos del coche de caballos. Varias personas adelantaron para ayudarlo; pero como unas tiraban de él en una dirección y otras en otras distintas, tal vez habría salido más de prisa por sí mismo. Tony supuso que el anciano caballero debía ser el tío Luis, aunque era imposible verle el rostro, ya que le habían calado el sombrero de copa hasta la barbilla. Tony salió veloz y se unió a la muchedumbre.
-Ese es el hombre, ese es el hombre.-grito el hombre gordo, señalando a Apocalymon-. Cumpla con su deber, agente. Se ha llevado cosas por valor de miles de libras en mi tienda. ¿Ves ese collar de oro? Es mío. Y además me ha dejado el ojo morado con varios rasguños.
-¡Ya lo creo, jefe!-Dijo un miembro de la multitud-. ¡Menudo obra de arte le ha hecho en ese ojo! ¡Vaya! ¡Sí que es muy fuerte!
-Debería ponerse un pedazo de carne cruda sobre el señor eso es lo que necesita-aconsejo un aprendiz de un carnicero.
-Y bien-dijo el jefe de los policías-, ¿Qué sucede aquí?
-Yo se lo diré, el…-Empezó el hombre gordo, cuando otra persona grito:
-No dejéis que ese sujeto del coche de caballos se escape. Él le incito a hacerlo.
El anciano caballero era el tío Luis, acaba de conseguir de ponerse en pie y se frotaba las contusiones en aquel momento.
-Muy bien-Dijo el policía, volviéndose hacia el-. ¿Qué es todo esto?
-Mmm…, pomi… chomf- Surgió la voz de tío Luis desde el interior del sombrero.
-¡Vamos! ¡Basta de tonterías!-Ordeno el policía con severidad-. ¡Esto no es cosa de risa! Quítese el sombrero, ¿quiere?
Tío Luis forcejaba en vano con el sombrero durante un rato, otros dos policías lo agarraron por el ala y se lo extrajeron de un tirón.
-Gracias, gracias, gracias-Dijo el tío Luis con voz débil-. Gracias. Cielos, me siento terriblemente agitado. Si alguien pudiera darme una copita de coñac…
-Haga el favor de prestarme atención. Lo insto el policía, sacando un cuaderno grande y un lápiz pequeño-. ¿Está usted a cargo de ese joven de ahí?
-¡Cuidado!-Gritaron varias voces, y el policía dio un salto atrás justo a tiempo.
El caballo casi le había dado un golpe con sus patas delanteras sin duda que habría podido matarlo. El digimon estaba montado sobre su lomo que lo hizo girar al animal de modo que ahora el miraba a la multitud y las patas traseras del caballo estaban sobre la acera. El digimon ahora tenía un rayo oscuro en forma de un cuchillo y estaba ocupado cortando los correajes que sujetaba el animal a los restos del cabriole.
Durante todo aquel tiempo Tony había intentando colocarse en un lugar que le permitiera tocar a Apocalymon. No era fácil, en el lado más próximo a él, había demasiada gente, y para poder dar la vuelta al otro lado tenía que pasar por entre los cascos del caballo y las verjas de la << Zona >> que rodeaba la casa; Tony sabía muy bien los peligrosos que podían ser los caballos, pero apretó los dientes y se preparo para echar a correr hacia allí en los cascos del caballo en cuando viera una oportunidad.
Un hombre de rostro enrojecido con un sombrero de hongo se había abierto paso en aquel momento hasta la parte delantera de la multitud.
-¡Eh, policía!-Llamo- El caballo que esta mareado es mío, y el coche que se ha hecho trizas es mío.
-De uno en uno, por favor, de uno en uno.-Dijo el policía.
-Pero no hay tiempo-Protesto el cochero- Conozco ese caballo mejor que ustedes. Su padre fue caballo de batalla de un oficial, ya lo creo. Y si ese hombre sigue poniéndolo nervioso, correrá la sangre. Vamos, ¡solo quiero acercarme a él!
El policía se sintió más que satisfecho de poder tener un buen motivo para apartarse aun mas del caballo, y el cochero dio un paso al frente, alzo los ojos hacia Apocalymon y dijo en tono de voz no precisamente severo:
-Vamos, señor, yo le sujeto la cabeza y usted se baja. Estoy seguro que usted debe estar muy cansado y querrás ir a tu casa a tomar un poco de te.-Al tiempo que hablaba alargo la mano hacia la cabeza del caballo- Calma, Sonio. Tranquilo, tranquilo.
-¡Maldito humano!-Dijo con voz fría y ronca, que resonó con fuerza por encima del resto de los ruidos-. Humano, suelta a esta criatura. Estas antes el Rey Apocalymon.
-Y bien esclavo, ¿Cuánto debo esperar hasta que llegue mi transporte?-Trono Apocalymon.
El tío Luis se encogió, asustado. Ahora que el digimon estaba presente de verdad, todas las ideas estúpidas que había tenido mientras se contemplaba en el espejo se esfumaron. Por su parte, la tía Lily abandono al momento su posición arrodillada y avanzo hacia el centro mismo de la habitación.
-Y ¿Quién es este joven, Luis, si se me permite preguntarlo?-dijo con voz glacial.
-Un… Un extranjero… Un sujeto muy importante-Tartamudeó.
-¡Tonterías!-Exclamo la tía Lily, y luego, volviéndose hacia el digimon-: Sal de mi casa inmediatamente, desvergonzado, o llamare a la policía.
Pensaba que el desconocido pertenecía en un circo y no le parecía correcto que esa clase de gente entrada en sus casas de forma inesperada.
-¿Quién es esta criatura?-Inquirió Apocalymon-. De rodillas, sierva, antes que te fulmine.
-En esta casa nadie me levantaba la voz, jovencito.-La reprendió la tía Lily.
Al instante, al menos así le pareció al tío Luis, el rey se irguió a una mayor altura, si eso era posible. Sus ojos relampaguearon, y extendió el brazo con el mismo gesto y las mismas palabras horribles que hacía poco había convertido polvo las puertas del palacio de Witchenly. Pero nada paso excepto que la tía Lily, pensando que aquellas palabras horrorosas eran una frase hecha muy vulgar, exclamó:
-Ya decía yo… Este hombre está borracho. ¡Borracho! Ni siquiera es capaz de hablar con claridad.
Para el digimon fue sin duda un momento terrible cuando comprendió, de repente, que sus más fuertes poderes para convertir en polvo a los digimon y objetos, que había sido muy real en su propio mundo, no iba a funcionar en el nuestro. Sin embargo no perdió el coraje ni siquiera por un instante. Sin malgastar un solo pensamiento a la decepción sufrido, se balanceo al frente, agarro a tía Lily por el cuello y lo alzo por encima de su cabeza como si no pesara más que una muñeca, y lo arrojo al otro extremo de la habitación. Mientras que la tía Lily volaba aun por los aires, la criada-que estaba disfrutando de una mañana de lo más emocionante- introdujo la cabeza por la puerta y dijo:
-Con su permiso, señor, e conseguí un coche de caballos que los esperas.
-Te sigo, esclavo-Indico el digimon al tío Luis.
El anciano empezó a refunfuñar algo sobre << Violencia lamentable… realmente debo protestar >>, pero con una simple mirada a Apocalymon le hizo enmudecer de golpe. El digimon lo saco de la habitación y de la casa; Tony bajo corriendo la escalera a tiempo de ver que la puerta de la cake se cerraba tras ellos.
-¡Cáscaras!-Exclamó-. Ahora anda suelto por la ciudad. Y con el tío Luis. Me gustaría saber que sucederá ahora.
-Vaya, señorito Tony-Dijo la criada, que estaba disfrutaba una barbaridad-. Me parece que la señorita Lily se ha hecho daño.
Los dos se precipitaron al salón para averiguar que había sucedido.
Si la tía Lily hubiera caído sobre tablas desnudas o incluso sobre la alfombra, se le habrían roto todos los huesos: pero por una inmensa suerte se había ido a caer sobre el colchón. La mujer era una anciana muy dura de pelar. Una vez que hubo aspirado unos cuantos sales y permanecido sentada muy quieta unos minutos, declaro que se hallaba perfectamente, aparte de tener unos cuantas marcas de golpes. No tardo en tomar el control de la situación.
-Sara- Dijo a la criada que, se había divertido tanto-, ve a la comisaria en seguida y diles que hay un lunático peligroso suelto por ahí. Ya le subiré yo el almuerzo a la señora Mendoza.
La señora Mendoza era, claro está, es la madre de Tony.
Una vez que se hubieran ocupado del almuerzo de su madre, Tony y la tía Lily tomaron sus almuerzos, y después de eso el niño se dedico a pensar muy seriamente.
El problema era como devolver a Apocalymon a su propio mundo, o por lo menos sacarlo del nuestro, lo antes posible. Sucediera lo que sucediese, no se le debía permitir que se dedicara a arrasar la casa; su madre no debía verlo. Y, si era posible, tampoco se le debía permitir que corriera a sus anchas por Londres. Tony no había estado en el salón cuando intento << Fulminar >> a la tía Lily pero lo había visto << Fulminar >> Las puertas de Witchenly: por lo tanto conocía sus terribles poderes y no sabía que los había perdido por los menos un poco al llegar a nuestro mundo. También sabía que el digimon tenía la intención de conquistas nuestro mundo. En aquel momento, por lo que el sabia, podría estar volando en algunas casas y palacios, y era casi seguro que un cierto números de policías habrían quedado reducidos ya a montoncitos de polvos. Además, no creía que el pudiera hacer nada para evitarlo. << Pero los brazaletes parecen funcionar como imanes- Pensó Tony-. Si pudiera tocarlo mientras me pongo el azul, los dos iríamos al Árbol Entre Los Mundos. ¿Volvería el perder sus fuerzas allí? ¿Acaso el lugar provoca su debilidad o también todos los digimon excepto a los humanos? O ¿fue tan solo el sobresalto de verse arrancado de su propio mundo? Supongo que tendré que arriesgarme. Y ¿Cómo voy a encontrar esa bestia? No creo que la tía Lily vaya a dejarme salir, no, a menos que le diga a donde voy. Y no tengo más que dos peniques. Necesitaría una buena cantidad de dinero para autobuses y tranvías si tuviera que buscar por todo Londres. De todos modos, no tengo la menor idea de dónde buscar. Me gustaría saber si el tío Luis sigue con él. >>
Finalmente se dijo que lo único que podía hacer era aguardar y confiar que el tío Luis y el digimon regresaran. Si lo hacían, tenía que salir corriendo, sujetar al digimon y ponerse el brazalete azul antes de que él tuviera la oportunidad de entrar en la casa. Eso significaba que debía controlar la puerta de la calle como un gato que vigilaba el agujero de una ratonera; no tenía que abandonar su puesto ni un instante. Así pues entro al comedor y << Pego la cara >> en la ventana. Era una ventana en forma de mirador desde la que se podían observar los peldaños que ascendía hasta la puerta y ver en ambos lados de la calle, de modo que nadie podía llegar a la puerta sin que él lo supiera.
<< Me pregunto que esta hacienda Naly >>, pensó Tony.
Se hizo muchas preguntas al respecto mientras que transcurría la primera y lenta media hora. Naly había llegado tarde a comer, con los zapatos y las medias muy mojadas mas tenía que poner el raro huevo tras las espaldas; y cuando le preguntaron donde había estado y que había hecho, respondió que había estado por ahí con Tony Mendoza. Sometida a un interrogatorio más detallado dijo que se había mojado los pies en un estanque, y que el estanque estaba en un bosque. Cuando le preguntaron donde se hallaba ese bosque, contesto que no lo sabía. Cuando le preguntaron si estaba en uno de los parques, respondió sin faltar a la verdad que suponía que debía de encontrarse en una especie de parque. De todo eso la madre de Naly saco la idea de que la niña se había marchado, sin decírselo a nadie, a alguna parte de Londres que no conocía, y entrado en un parque desconocido en el que se había divertido saltando en charcos. Como consecuencia le dijeron que había sido muy desobediente y que no se le permitirá volver a jugar con << Ese chico >> nunca más si volvía a suceder algo parecido. A continuación Naly tuvo que esconder el huevo para luego comer, pero sin incluir lo que más le gusta y la enviaron a dormir durante dos horas enteras y ella agarrando el huevo se dirigió a su cuarto.
Así pues mientras que Tony miraba con atención por la ventana del comedor, Naly permanecía acostada en la cama, y ambos pensaban en lo terriblemente despacio que podía transcurrir el tiempo. Mientras que cada pocos minutos Tony oía un coche de caballos o el carromato de la panadero o un empleado de la carnicería que doblaban la esquina y pensaba << Ahí viene >>, y a continuación descubrió que no era así. Y entre tale falsas alarmas, durante lo que parecieron horas innumerables, el reloj seguía marcando la hora y una mosca enorme- en lo alto y totalmente lejos de su alcance- se dedico a zumbar contra la ventana. Era una de esas casas que se tornan muy silenciosos y aburridos después del mediodía.
Durante su larga vigilancia y espera sucedió una minucia. Llego una señora de visita con unas uvas para la madre de Tony; y puesto que la puerta del comedor estaba abierta, este no pudo evitar oir a la tía Lily y a la visita mientras hablaban en el vestíbulo.
-¡Que uvas más exquisitas!-Dijo la voz de la tía Lily-. Estoy segura de que si algo puede hacerle bien, son estas uvas. ¡Mi querida María, pobrecita! Aunque me temo que haría falta fruta del país de la Vida para ayudarla ahora. Nada de este mundo le serviría de gran cosa.
Luego las dos bajaron la voz y dijeron muchas cosas que él no consiguió oír.
De haber oído la mención del país de la Vida unos pocos días antes habría creído que la tía Lily se limitaba a hablar sin referirse a nada en concreto, como hacen los adultos, y no le habría interesado. Estuvo a punto de pensar lo mismo entonces; pero de improviso le vino la mente que ahora sabia- Incluso aunque su tía no lo supiera- que existían realmente otros mundos y que el mismo había estado en uno de ellos. Así pues, podría ser que existiera un autentico País de la Vida en alguna parte. Podría existir casi cualquier cosa. ¡Podría haber una fruta en algún otro mundo capaz de curar para siempre a su madre! Ya Tony empezó a conseguir un rayo de esperanza al respecto en eso. Ya que había estado experimentado tantas cosas raras con los brazaletes mágicos. Sin duda podían existir mundos a través de aquellos estanques del Árbol, y él podía buscar en todos ellos. Y luego, ¡su madre volvería estar bien! Todo volvería ir bien. Se olvido de ido completamente de vigilar el regreso del digimon, y su mano penetraba ya en el bolsillo donde guardaba el brazalete azul, cuando de improviso oyó un galope.
<< ¡Vaya! ¿Qué es eso?-Pensó Tony-. ¿Un coche de bomberos? Me pregunto qué casa está en llamas. ¡Por el amor de Dios, pero si viene hacia aquí! Pero si es él.
Para razonar un poco cuando dijo << Es el >> Se refería a Apocalymon.
Primero apareció el cabriole. No había nadie en el asiento del cochero. En el techo-No sentado, sino de pie sobre el techo- balanceándose con soberbio equilibrio mientras doblaba en toda velocidad la esquina con una rueda en el aire, estaba Apocalymon, El Gran Rey y el Terror De Witchenly. Mostrando sus dientes con una mueca se dio cuenta que sus dientes eran afilados como de los tiburones, sus ojos relucían como si llamearan. El Digimon azotaba el caballo pero no fue un látigo normal estaba hecho como un rayo de aura oscura de forma de látigo, con eso azotaba al caballo sin piedad, y la nariz del animal estaba dilatada y enrojecida, y sus costados salpicaban espumas. El caballo galopo enloquecido hasta la puerta principal, esquivando la cabina telefónica por cuestión de centímetros, y luego se alzo sobre las patas traseras. El carruaje choco contra la cabina y se partió en varios pedazos. El digimon, de un gran salto, había abandonado el cabriole justo a tiempo, pasando sobre el lomo del caballo. El digimon, se inclino al frente, musitándole cosas al oído; cosas que sin duda no estaban pensados para tranquilizarlo sino para enloquecer. El animal volvió a alzarse sobre los cuartos traseros al instante, y su relincho fue como un grito; el corcel era todo casco, dientes, ojos y crines alborotados.
Antes que Tony hubiera recuperado el aliento, empezaron a suceder muchas otras cosas. Un coche apareció a toda velocidad detrás del cabriole: de él saltaron un hombre gordo con levita y un policía. A continuación apareció un tercer coche con dos policías mas en el. Tras este llegaron unas veintes personas-en bicicleta, todos haciendo sonar los timbres y lanzando aclamaciones y silbidos. Cerrando la marcha se presento una multitud de gente a pie: estaban sofocando de tanto correr, pero evidentemente divertido con todo aquello. Se abrieron de inmediato las ventanas de todas las casas de aquella calle y una sirvienta o un mayordomo aparecieron ante todas u cada una de las puertas principales. Todos querían contemplar la diversión.
Entretanto, un anciano caballero había empezado a abrirse paso, temblorosamente, fuera de los restos del coche de caballos. Varias personas adelantaron para ayudarlo; pero como unas tiraban de él en una dirección y otras en otras distintas, tal vez habría salido más de prisa por sí mismo. Tony supuso que el anciano caballero debía ser el tío Luis, aunque era imposible verle el rostro, ya que le habían calado el sombrero de copa hasta la barbilla. Tony salió veloz y se unió a la muchedumbre.
-Ese es el hombre, ese es el hombre.-grito el hombre gordo, señalando a Apocalymon-. Cumpla con su deber, agente. Se ha llevado cosas por valor de miles de libras en mi tienda. ¿Ves ese collar de oro? Es mío. Y además me ha dejado el ojo morado con varios rasguños.
-¡Ya lo creo, jefe!-Dijo un miembro de la multitud-. ¡Menudo obra de arte le ha hecho en ese ojo! ¡Vaya! ¡Sí que es muy fuerte!
-Debería ponerse un pedazo de carne cruda sobre el señor eso es lo que necesita-aconsejo un aprendiz de un carnicero.
-Y bien-dijo el jefe de los policías-, ¿Qué sucede aquí?
-Yo se lo diré, el…-Empezó el hombre gordo, cuando otra persona grito:
-No dejéis que ese sujeto del coche de caballos se escape. Él le incito a hacerlo.
El anciano caballero era el tío Luis, acaba de conseguir de ponerse en pie y se frotaba las contusiones en aquel momento.
-Muy bien-Dijo el policía, volviéndose hacia el-. ¿Qué es todo esto?
-Mmm…, pomi… chomf- Surgió la voz de tío Luis desde el interior del sombrero.
-¡Vamos! ¡Basta de tonterías!-Ordeno el policía con severidad-. ¡Esto no es cosa de risa! Quítese el sombrero, ¿quiere?
Tío Luis forcejaba en vano con el sombrero durante un rato, otros dos policías lo agarraron por el ala y se lo extrajeron de un tirón.
-Gracias, gracias, gracias-Dijo el tío Luis con voz débil-. Gracias. Cielos, me siento terriblemente agitado. Si alguien pudiera darme una copita de coñac…
-Haga el favor de prestarme atención. Lo insto el policía, sacando un cuaderno grande y un lápiz pequeño-. ¿Está usted a cargo de ese joven de ahí?
-¡Cuidado!-Gritaron varias voces, y el policía dio un salto atrás justo a tiempo.
El caballo casi le había dado un golpe con sus patas delanteras sin duda que habría podido matarlo. El digimon estaba montado sobre su lomo que lo hizo girar al animal de modo que ahora el miraba a la multitud y las patas traseras del caballo estaban sobre la acera. El digimon ahora tenía un rayo oscuro en forma de un cuchillo y estaba ocupado cortando los correajes que sujetaba el animal a los restos del cabriole.
Durante todo aquel tiempo Tony había intentando colocarse en un lugar que le permitiera tocar a Apocalymon. No era fácil, en el lado más próximo a él, había demasiada gente, y para poder dar la vuelta al otro lado tenía que pasar por entre los cascos del caballo y las verjas de la << Zona >> que rodeaba la casa; Tony sabía muy bien los peligrosos que podían ser los caballos, pero apretó los dientes y se preparo para echar a correr hacia allí en los cascos del caballo en cuando viera una oportunidad.
Un hombre de rostro enrojecido con un sombrero de hongo se había abierto paso en aquel momento hasta la parte delantera de la multitud.
-¡Eh, policía!-Llamo- El caballo que esta mareado es mío, y el coche que se ha hecho trizas es mío.
-De uno en uno, por favor, de uno en uno.-Dijo el policía.
-Pero no hay tiempo-Protesto el cochero- Conozco ese caballo mejor que ustedes. Su padre fue caballo de batalla de un oficial, ya lo creo. Y si ese hombre sigue poniéndolo nervioso, correrá la sangre. Vamos, ¡solo quiero acercarme a él!
El policía se sintió más que satisfecho de poder tener un buen motivo para apartarse aun mas del caballo, y el cochero dio un paso al frente, alzo los ojos hacia Apocalymon y dijo en tono de voz no precisamente severo:
-Vamos, señor, yo le sujeto la cabeza y usted se baja. Estoy seguro que usted debe estar muy cansado y querrás ir a tu casa a tomar un poco de te.-Al tiempo que hablaba alargo la mano hacia la cabeza del caballo- Calma, Sonio. Tranquilo, tranquilo.
-¡Maldito humano!-Dijo con voz fría y ronca, que resonó con fuerza por encima del resto de los ruidos-. Humano, suelta a esta criatura. Estas antes el Rey Apocalymon.
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
No pares de escribir Sam *-*
sigue sigue sigue
*Hace porras.*
sigue sigue sigue
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Ara
Digienergia :
414
Programas Terminal de Batalla :
- Funciones Básicas
Re: Digimon El Origen Del Mundo Digital.
Capitulo 8 La Pelea Junto A Las Cabinas.
-¡Eh! Así que eres rey. ¿No? Ya lo veremos-Dijo una voz.
Luego otra voz grito: << !Tres hurras por el rey de Colney Hatch! >>, Y varias voces se le unieron. Apocalymon se sintió satisfecho que hiso una leve reverencia; pero las aclamaciones se apagaron para dar paso a estruendosas carcajadas y comprendió que solo se burlaban de él. Su expresión se altero y soltando una ráfaga oscura que echo a volar varias personas. Luego, sin advertencia, con agilidad como si fuera lo más normal del mundo, alargo el brazo derecho y arranco una parte de las cabinas como escudo. Aunque haya perdido una parte de sus poderes, pero no ha perdido su fuerza, era capaz de romper una barra de hierro como si se trataba de una barrita de azúcar. Utilizando su mano izquierdo crea otra espada hecha de un rayo oscuro y la blandió hacia el caballo para que siguiera adelante.
<< Ahora eres mío >> pensó Tony. Se introdujo a toda velocidad entre el caballo y la barandilla y empezó a avanzar. Si al menos el animal se quedara quiero un instante podría sujetar el talo del digimon. Mientras corría, escucho un escalofriante estrepito y un golpe sordo. El digimon había descargado la gran parte roto de la cabina sobre el casco del jefe de policía: el hombre se desplomo de golpe.
-De prisa, Tony. Hay que detener esto-Dijo una voz junto a él; era Naly que había bajado corriendo en cuanto le permitieron levantarse.
-Eres una amiga de verdad-Dijo Tony-. Sujétate a mí con fuerza. Tendrás que encargarte tú del brazalete. Azul, recuerda. Y no te lo pongas hasta que grite.
Se oyó un segundo estrepito y otro policía se desplomo. Un enojado rugido surgió de la muchedumbre:
-Derribadlo. Tomad unos cuantos adoquines. Llamad a los militares.
De todos modos la mayoría se alejaban tanto como podían. El cochero, no obstante, evidentemente el más valiente además de la persona más amable de entre todos los presentes, se mantenía pegado al caballo, regateando a un lado y a otro para esquivar el pedazo de metal, pero sin dejar de intentar agarrar la cabeza de Sonio.
La multitud abucheo y bramo otra vez. Una piedra silbo por encima de la cabeza de Tony. Entonces se oyó la voz del digimon, claro como una gran campana, y sonando como si, por una vez el digimon se sintiera feliz.
-¡Basura! Pagareis muy caro por esto cuando haya conquistado vuestro mundo. No quedara ni una piedra de esta ciudad. Hare con ella lo mismo que con Witchenly.
Tony consiguió por fin sujetarlo por el tobillo. El digimon lanzo una patada y lo golpeo en la boca, y el niño, lo soltó por el dolor. Tenía un corte en el labio y la boca llena de sangre. De algún punto muy cercano llego la voz del tío Luis en una especie de tembloroso chillido.
-Mi señor, por el amor de Dios, cálmese.
Tony intento alcanzar de nuevo el talón, y se fue repelido otra vez. Más hombres cayeron bajo el impacto del pedazo de metal. El niño hizo un tercer intento: agarro el talón, y se aferro a él como si le fuera la vida en ello, a la vez que gritaba a Naly.
-¡Ya!
Entonces los rostros enojados y asustados se habían desvanecido; las voces enfurecidas y atemorizadas habían callado. Todas excepto la del tío Luis. Muy cerca de Tony en la oscuridad, el anciano seguía gimoteando:
-No, no, ¿estoy delirando? ¿Esto es el fin? No puedo soportarlo. No es justo. Jamás quise ser un Mago Digital. Todo es un malentendido. Es todo culpa de mi madrina; ¡No hay derecho! En mi estado de salud.
<< ¡Diablos!-Pensó Tony- No queríamos traerlo también a él. ¡Caracoles!, que fiesta. >>
-¿Estás ahí, Naly?-Pregunto en voz alta.
-Sí, estoy ahí. Deja de empujar.
-No te empujo-Empezó a decir el, pero antes de que pudiera añadir nada mas, sus cabezas salieron a la cálida y plateada luz solar del bosque.
-¡Mira!-Grito Naly mientras abandonaban el estanque-. También hemos traído el viejo caballo con nosotros. Y el Señor Luis. Y el cochero. ¡En que lio nos hemos metido!
-¿Por qué has traído el huevo contigo?-Pregunto Tony al ver entre los brazos de Naly el huevo, raro que ha traído de Witchenly.
-No quise dejar el huevo, en nuestro mundo quiero devolverlo en su mundo o en un lugar mejor.- Respondió ella.
En cuanto el digimon vio que volvía estar en el Árbol palideció y se encorvo. Era evidente que se sintió terriblemente enfermo. El tío Luis temblaba. Sin embargo, Sonio, el caballo sacudió la cabeza, lanzo un alegre relincho y pareció sentirse mejor, Se tranquilizo por primera vez desde que Tony lo había visto. Las orejas que habían estado echadas hacia atrás y pegadas al cráneo, regresaron a su posición correcta, y el fuego desapareció de sus ojos.
-Es es, viejo amigo-Dijo el cocherón, palmeando el cuello de Sonio-. Eso está mejor. Tranquilo.
Sonio hizo entonces la cosa más natural del mundo; puesto que estaba sediento, lo que no era extraño, se encamino despacio al estanque más próximo y penetro en él para beber. Tony sujetaba aun el talón del digimon y Naly sujetaba la mano de Tony. Una de las manos del cochero estaba posada en el caballo; y el tío Luis, todavía tambaleante, acababa de agarrar la otra mano del cochero.
-Rápido-Dijo Naly, lanzando una mirada a Tony-. ¡Oscuros!
Así pues el caballo jamás consiguió beber. En lugar de ello, todo el grupo se vio sumergido en una total oscuridad. Sonio relincho; el tío Luis lloriqueó.
-¡Qué suerte hemos tenido!-Declaro Tony.
Se produjo una corta pausa y continuación Naly dijo:
-¿No deberíamos estar ya casi allí?
-Parece como si estuviéramos en alguna parte-Dijo Tony-. Al menos estoy de pie sobre algo solido.
-¡Vaya! También yo, ahora que lo pienso-Asintió Naly-. Pero ¿Por qué esta tan oscuro? Digo yo, ¿crees que habremos entrado en el estanque equivocado?
-A lo mejor esto es Witchenly-Indico Tony-. Solo que hemos regresado en plena noche.
-Esto no es Witchenly-Dijo la voz del digimon-. Esto es un mundo vacio. Esto es La Nada.
Y realmente resultaba extraordinariamente parecido a la Nada. No había estrellas, y estaba tan oscuro que no se podían ver entre sí y tampoco existía ninguna diferencia entre tener los ojos cerrados o abiertos. Bajo los pies tenían algo frio y plano que podría haber sido tierra, y que desde luego no era ni hierba ni madera. El aire era frio y seco y no soplaba viento.
-Mi fin ha llegado-Declaro Apocalymon con voz asombrosamente tranquilo.
-Vamos, no diga eso-Balbuceo el tío Luis-. Mi señor, se lo ruego, no diga tales cosas. No puede ser tan mal. Ah…, cochero…, buen hombre… ¿no llevara una botellita con usted? Una gota de licor es justo lo que necesito.
-Bueno, bueno-Oyeron decir al cochero, con voz firme y valerosa-, que nadie se ponga nervioso, eso es lo que yo digo. ¿Alguien se ha roto algo? Bien. Pues ¡podemos dar gracias! ¡Es una suerte y más después de semejante caída! Tal vez hemos caído en un hoyo, a lo mejor es para las obras de la nueva estación de metro. Dentro de poco vendrá alguien a sacarnos de aquí. ¡Ya lo veréis! Y si estamos muertos, pues pensad que en el mar pasa cosas peores y ¡que algún día hay que morirse! Y no hay nada que temer si uno ha llevado una vida honrada. Y yo creo que lo mejor que podemos hacer para pasar el rato es cantar.
Y así lo hizo. Empezó a entonar al instante un himno de agradecimiento por la cosecha, que decía algo sobre cosechas << puestas a buen recaudo >>. No era muy apropiado para un lugar en el que daba la impresión de que nada había crecido jamás desde el principio de los tiempos, pero era el que mejor recordaba. Poseía una voz hermosa y los niños se unieron a él; resulto muy reconfortante. El tío Luis y Apocalymon no cantaron.
Hacia el final del canto, Tony sintió que alguien le tiraba de su codo y por el olor general a coñac, tabaco y ropa buena decidió que debía tratarse del tío Luis. El anciano lo apartaba cautelosamente de los otros. Una vez que hubieran alejado un poco, el hombre acerco tanto la boca a la oreja de su sobrino que le hizo cosquillas, y susurro:
-Ahora, muchacho. Ponte el brazalete y vámonos.
-¡Maldito!-Le grito y salto del caballo-. ¿Has olvidado que puedo escuchar y ver lo que haces? Suelta al muchacho. Si intentas traicionarme me vengare de ti en un modo que nunca conociste en ningún mundo desde el principio de los tiempos.
-Y-Añadió Tony- si crees que soy un cerco tan mezquino como para marcharme y dejar abandonada a Naly y al cochero y al caballo en un lugar como estas, tu estas muy equivocado.
-Eres un chiquillo muy malo e impertinente.-Declaro el tío Luis.
-¡Silencio!-Exclamo el cochero, y todos aguzaron el oído.
En la oscuridad empezaba a suceder algo por fin. Una vez había comenzado a cantar. Sonaba muy distante y a Tony le costaba mucho decidir de qué dirección provenía. En ocasiones parecía provenir de todas a la vez; otras veces casi creía que surgía de la tierra bajo sus pies, pues las notas bajas eran lo bastante graves como para ser la voz de la tierra misma. No había palabras. Apenas si existía una melodía. Sin embargo se trataba, sin comparación posible, del sonido más hermoso que había oído jamás. Resultaba tan hermoso que apenas podía soportarlo. Al caballo también parecía gustarle; emitió la clase de relincho que emitiría un caballo si, tras años de ser un caballo de tiro, se encontrara de vuelta al campo donde había jugado cuando era pequeño, y viera a alguien, que recordaba y quería, cruzando el terreno para darle un terrón de azúcar.
-¡Caray!-Exclamo el cochero-. ¡Qué voz!
En ese momento ocurrieron dos prodigios al mismo tiempo. Uno fue que a la voz se le unieron de repente otras voces; tantas que era imposible contarlas. Estaban en armonía con ella, pero situadas en un punto mucho más alto de la escala: voces frías, tintineantes y brillantes. El segundo prodigio fue que la oscuridad a cientos de kilómetros sobre sus cabezas se lleno de improviso, de fulgurantes estrellas. Estas no surgieron suavemente de una en una, de una total oscuridad, se pasó a miles y miles de puntos de luz que se materializaron todos a la vez: estrellas individuales, constelaciones y planetas, más brillantes y grandes que los de nuestro mundo. No había nubes. Las nueves estrellas y las nueves voces nacieron justo al mismo tiempo, y Tony se sintió seguro que eran las mismas estrellas quienes cantaban, y de que fue la primera voz, la voz profunda, la que las había hecho aparecer y cantar.
-¡Esto es la gloria!-Exclamo el cochero-. ¡Me habría portado mejor de haber sabido que existían cosas así!
La voz situada en la tierra sonaba ahora más fuerte y triunfante; pero las voces del cielo, tras cantar sonoramente con ella durante un rato, empezaron a debilitarse. Y algo mas empezó a suceder.
A lo lejos, y cerca de la línea del horizonte, el firmamento fue tornándose gris, y comenzó a soplar una suave brisa, muy fresca. Justo en aquel punto, el cielo adquirió poco a poco una tonalidad más clara, y se pudieron distinguir las formas de colinas que se recortaban oscuras contra él. La voz no dejo de cantar ni un solo momento.
Pronto hubo luz suficiente para que pudieran verse los rostros. El cochero y los dos niños estaban boquiabiertos y les brillaban los ojos; escuchaban embelesados el sonido y daba la impresión de que les recordaba algo. El tío Luis también estaba boquiabierta, pero no de alegría; parecía más bien como si su barbilla se hubiera desencajado del resto de la cara. Tenía los hombros encorvados y le temblaban las rodillas; no le gustaba la voz, y si hubiese podido alejarse del introduciéndose el interior de la madriguera de una rata, lo habría hecho. Por su parte, el digimon parecía comprender la música mucho mejor que ninguno de ellos. Tenía la boca cerrada y apretaba fuertemente los labios y puños. Desde el mismo instante que se inicio la canción había percibido que todo aquel mundo estaba lleno de una magia distinta al suyo y más poderoso, y lo odiaba. Habría hecho pedazos todo el mundo, o todos los mundos, si con ello hubiera podido detener la canción. El caballo permaneció allí con las orejas bien erguidos al frente y en movimiento. De vez en cuando resoplaba y pateaba el suelo, y ya no parecía un viejo y cansado caballo de cabriole; en aquellos momentos era fácil creer que su padre había participado en batalla.
Por el este, el cielo cambio de blanco a rosa y de rosa a dorado. La voz creció y creció, hasta que todo el aire se estremeció con ella, y justo cuando alcanzaba el sonido más potente y glorioso que había producido hasta el momento, el sol se alzo.
Tony no había contemplado jamás un solo como aquel. El sol que brillaba sobre las ruinas de Witchenly daba la impresión de ser más viejo que el nuestro: este parecía más joven. Uno podía imaginarse riendo feliz mientras se alzaba. Y a medida que sus rayos recorrían la tierra, los viajeros vieron por primera vez en qué clase de lugar se encontraban. Era una especie de un gran campo de un bosque o un valle por el que se serpenteaba un rio amplio y veloz, fluyendo hacia el este en dirección al sol. Al sur había montañas, al norte colinas más bajas. No obstante era un lugar con simple tierra, rocas y agua; no se veían arboles, ni arbustos, ni una brizna de hierba. La tierra tenía muchos colores: colores frescos, cálidos e intensos, que hacían que uno se sintiera emocionado… hasta que vieron al cantor, y entonces olvidaron todo lo demás.
Era un león. No un león de nuestro mundo este era un león completamente diferente. Enorme, con un pelaje muy blanco como el papel, con una armadura en sus patas de platas con unos detallados celestiales, tenía unas grandes alas como la de un ángel y tenía una gran esfera encima de su lomo que flotaba que tenía unos aros que se cruzaban en sentido diagonal y horizontal hecha de una especie de códigos. Se hallaba de cara al sol que acaba de alzarse. Cantaba con las fauces abiertas de par en par y se encontraba a unos trescientos metros de distancia.
-Este es un mundo terrible-Dijo el digimon-. Debemos huir de inmediato. Prepara la magia.
-Estoy totalmente de acuerdo con usted, señor-Respondió Tío Luis-. Es un lugar hecho de datos de lo más desagradable. Completamente salvaje. Si fuera más joven y tuviera un arma…
-¿Cómo?-Dijo el cochero-. No pensara dispararle, ¿verdad?
-Y ¿Quién querría hacerlo?-Intervino Naly.
-Prepara la magia, viejo estúpido-Ordeno Apocalymon.
-Desde luego, mi señor-Respondió el tío Luis con astucia-; debo tener a los dos niños a mi lado. En contacto conmigo. Ponte el brazalete de vuela a casa, Tony.- el aciano deseaba marcharse sin el digimon.
-Ah, son brazaletes ¿No es cierto?-Exclamo el digimon.
Habría introducido las manos en el bolsillo del niño en un santiamén, pero Tony agarro la mano de Naly y chillo:
-Id con cuidado. Si cualquiera de vosotros se acerca a medio centímetro más, los dos nos esfumamos y os quedareis para siempre. Sí, tengo un brazalete en el bolsillo que nos llevara a Naly y a mí a casa. ¡Y fijaos! Tengo la mano preparada. Así que, mantened la distancia. Lo siento por usted-Miro el cochero-. Y por el caballo, pero no puedo evitarlo. En cuanto a vosotros dos-Miro entonces al tío Luis y el digimon-, los dos sois magos digitales, de modo que tendrías que gustaros vivir juntos.
-¡Silencio!-Indico el cochero-. Quiero escuchar la música.
La canción acababa de cambiar.
-¡Eh! Así que eres rey. ¿No? Ya lo veremos-Dijo una voz.
Luego otra voz grito: << !Tres hurras por el rey de Colney Hatch! >>, Y varias voces se le unieron. Apocalymon se sintió satisfecho que hiso una leve reverencia; pero las aclamaciones se apagaron para dar paso a estruendosas carcajadas y comprendió que solo se burlaban de él. Su expresión se altero y soltando una ráfaga oscura que echo a volar varias personas. Luego, sin advertencia, con agilidad como si fuera lo más normal del mundo, alargo el brazo derecho y arranco una parte de las cabinas como escudo. Aunque haya perdido una parte de sus poderes, pero no ha perdido su fuerza, era capaz de romper una barra de hierro como si se trataba de una barrita de azúcar. Utilizando su mano izquierdo crea otra espada hecha de un rayo oscuro y la blandió hacia el caballo para que siguiera adelante.
<< Ahora eres mío >> pensó Tony. Se introdujo a toda velocidad entre el caballo y la barandilla y empezó a avanzar. Si al menos el animal se quedara quiero un instante podría sujetar el talo del digimon. Mientras corría, escucho un escalofriante estrepito y un golpe sordo. El digimon había descargado la gran parte roto de la cabina sobre el casco del jefe de policía: el hombre se desplomo de golpe.
-De prisa, Tony. Hay que detener esto-Dijo una voz junto a él; era Naly que había bajado corriendo en cuanto le permitieron levantarse.
-Eres una amiga de verdad-Dijo Tony-. Sujétate a mí con fuerza. Tendrás que encargarte tú del brazalete. Azul, recuerda. Y no te lo pongas hasta que grite.
Se oyó un segundo estrepito y otro policía se desplomo. Un enojado rugido surgió de la muchedumbre:
-Derribadlo. Tomad unos cuantos adoquines. Llamad a los militares.
De todos modos la mayoría se alejaban tanto como podían. El cochero, no obstante, evidentemente el más valiente además de la persona más amable de entre todos los presentes, se mantenía pegado al caballo, regateando a un lado y a otro para esquivar el pedazo de metal, pero sin dejar de intentar agarrar la cabeza de Sonio.
La multitud abucheo y bramo otra vez. Una piedra silbo por encima de la cabeza de Tony. Entonces se oyó la voz del digimon, claro como una gran campana, y sonando como si, por una vez el digimon se sintiera feliz.
-¡Basura! Pagareis muy caro por esto cuando haya conquistado vuestro mundo. No quedara ni una piedra de esta ciudad. Hare con ella lo mismo que con Witchenly.
Tony consiguió por fin sujetarlo por el tobillo. El digimon lanzo una patada y lo golpeo en la boca, y el niño, lo soltó por el dolor. Tenía un corte en el labio y la boca llena de sangre. De algún punto muy cercano llego la voz del tío Luis en una especie de tembloroso chillido.
-Mi señor, por el amor de Dios, cálmese.
Tony intento alcanzar de nuevo el talón, y se fue repelido otra vez. Más hombres cayeron bajo el impacto del pedazo de metal. El niño hizo un tercer intento: agarro el talón, y se aferro a él como si le fuera la vida en ello, a la vez que gritaba a Naly.
-¡Ya!
Entonces los rostros enojados y asustados se habían desvanecido; las voces enfurecidas y atemorizadas habían callado. Todas excepto la del tío Luis. Muy cerca de Tony en la oscuridad, el anciano seguía gimoteando:
-No, no, ¿estoy delirando? ¿Esto es el fin? No puedo soportarlo. No es justo. Jamás quise ser un Mago Digital. Todo es un malentendido. Es todo culpa de mi madrina; ¡No hay derecho! En mi estado de salud.
<< ¡Diablos!-Pensó Tony- No queríamos traerlo también a él. ¡Caracoles!, que fiesta. >>
-¿Estás ahí, Naly?-Pregunto en voz alta.
-Sí, estoy ahí. Deja de empujar.
-No te empujo-Empezó a decir el, pero antes de que pudiera añadir nada mas, sus cabezas salieron a la cálida y plateada luz solar del bosque.
-¡Mira!-Grito Naly mientras abandonaban el estanque-. También hemos traído el viejo caballo con nosotros. Y el Señor Luis. Y el cochero. ¡En que lio nos hemos metido!
-¿Por qué has traído el huevo contigo?-Pregunto Tony al ver entre los brazos de Naly el huevo, raro que ha traído de Witchenly.
-No quise dejar el huevo, en nuestro mundo quiero devolverlo en su mundo o en un lugar mejor.- Respondió ella.
En cuanto el digimon vio que volvía estar en el Árbol palideció y se encorvo. Era evidente que se sintió terriblemente enfermo. El tío Luis temblaba. Sin embargo, Sonio, el caballo sacudió la cabeza, lanzo un alegre relincho y pareció sentirse mejor, Se tranquilizo por primera vez desde que Tony lo había visto. Las orejas que habían estado echadas hacia atrás y pegadas al cráneo, regresaron a su posición correcta, y el fuego desapareció de sus ojos.
-Es es, viejo amigo-Dijo el cocherón, palmeando el cuello de Sonio-. Eso está mejor. Tranquilo.
Sonio hizo entonces la cosa más natural del mundo; puesto que estaba sediento, lo que no era extraño, se encamino despacio al estanque más próximo y penetro en él para beber. Tony sujetaba aun el talón del digimon y Naly sujetaba la mano de Tony. Una de las manos del cochero estaba posada en el caballo; y el tío Luis, todavía tambaleante, acababa de agarrar la otra mano del cochero.
-Rápido-Dijo Naly, lanzando una mirada a Tony-. ¡Oscuros!
Así pues el caballo jamás consiguió beber. En lugar de ello, todo el grupo se vio sumergido en una total oscuridad. Sonio relincho; el tío Luis lloriqueó.
-¡Qué suerte hemos tenido!-Declaro Tony.
Se produjo una corta pausa y continuación Naly dijo:
-¿No deberíamos estar ya casi allí?
-Parece como si estuviéramos en alguna parte-Dijo Tony-. Al menos estoy de pie sobre algo solido.
-¡Vaya! También yo, ahora que lo pienso-Asintió Naly-. Pero ¿Por qué esta tan oscuro? Digo yo, ¿crees que habremos entrado en el estanque equivocado?
-A lo mejor esto es Witchenly-Indico Tony-. Solo que hemos regresado en plena noche.
-Esto no es Witchenly-Dijo la voz del digimon-. Esto es un mundo vacio. Esto es La Nada.
Y realmente resultaba extraordinariamente parecido a la Nada. No había estrellas, y estaba tan oscuro que no se podían ver entre sí y tampoco existía ninguna diferencia entre tener los ojos cerrados o abiertos. Bajo los pies tenían algo frio y plano que podría haber sido tierra, y que desde luego no era ni hierba ni madera. El aire era frio y seco y no soplaba viento.
-Mi fin ha llegado-Declaro Apocalymon con voz asombrosamente tranquilo.
-Vamos, no diga eso-Balbuceo el tío Luis-. Mi señor, se lo ruego, no diga tales cosas. No puede ser tan mal. Ah…, cochero…, buen hombre… ¿no llevara una botellita con usted? Una gota de licor es justo lo que necesito.
-Bueno, bueno-Oyeron decir al cochero, con voz firme y valerosa-, que nadie se ponga nervioso, eso es lo que yo digo. ¿Alguien se ha roto algo? Bien. Pues ¡podemos dar gracias! ¡Es una suerte y más después de semejante caída! Tal vez hemos caído en un hoyo, a lo mejor es para las obras de la nueva estación de metro. Dentro de poco vendrá alguien a sacarnos de aquí. ¡Ya lo veréis! Y si estamos muertos, pues pensad que en el mar pasa cosas peores y ¡que algún día hay que morirse! Y no hay nada que temer si uno ha llevado una vida honrada. Y yo creo que lo mejor que podemos hacer para pasar el rato es cantar.
Y así lo hizo. Empezó a entonar al instante un himno de agradecimiento por la cosecha, que decía algo sobre cosechas << puestas a buen recaudo >>. No era muy apropiado para un lugar en el que daba la impresión de que nada había crecido jamás desde el principio de los tiempos, pero era el que mejor recordaba. Poseía una voz hermosa y los niños se unieron a él; resulto muy reconfortante. El tío Luis y Apocalymon no cantaron.
Hacia el final del canto, Tony sintió que alguien le tiraba de su codo y por el olor general a coñac, tabaco y ropa buena decidió que debía tratarse del tío Luis. El anciano lo apartaba cautelosamente de los otros. Una vez que hubieran alejado un poco, el hombre acerco tanto la boca a la oreja de su sobrino que le hizo cosquillas, y susurro:
-Ahora, muchacho. Ponte el brazalete y vámonos.
-¡Maldito!-Le grito y salto del caballo-. ¿Has olvidado que puedo escuchar y ver lo que haces? Suelta al muchacho. Si intentas traicionarme me vengare de ti en un modo que nunca conociste en ningún mundo desde el principio de los tiempos.
-Y-Añadió Tony- si crees que soy un cerco tan mezquino como para marcharme y dejar abandonada a Naly y al cochero y al caballo en un lugar como estas, tu estas muy equivocado.
-Eres un chiquillo muy malo e impertinente.-Declaro el tío Luis.
-¡Silencio!-Exclamo el cochero, y todos aguzaron el oído.
En la oscuridad empezaba a suceder algo por fin. Una vez había comenzado a cantar. Sonaba muy distante y a Tony le costaba mucho decidir de qué dirección provenía. En ocasiones parecía provenir de todas a la vez; otras veces casi creía que surgía de la tierra bajo sus pies, pues las notas bajas eran lo bastante graves como para ser la voz de la tierra misma. No había palabras. Apenas si existía una melodía. Sin embargo se trataba, sin comparación posible, del sonido más hermoso que había oído jamás. Resultaba tan hermoso que apenas podía soportarlo. Al caballo también parecía gustarle; emitió la clase de relincho que emitiría un caballo si, tras años de ser un caballo de tiro, se encontrara de vuelta al campo donde había jugado cuando era pequeño, y viera a alguien, que recordaba y quería, cruzando el terreno para darle un terrón de azúcar.
-¡Caray!-Exclamo el cochero-. ¡Qué voz!
En ese momento ocurrieron dos prodigios al mismo tiempo. Uno fue que a la voz se le unieron de repente otras voces; tantas que era imposible contarlas. Estaban en armonía con ella, pero situadas en un punto mucho más alto de la escala: voces frías, tintineantes y brillantes. El segundo prodigio fue que la oscuridad a cientos de kilómetros sobre sus cabezas se lleno de improviso, de fulgurantes estrellas. Estas no surgieron suavemente de una en una, de una total oscuridad, se pasó a miles y miles de puntos de luz que se materializaron todos a la vez: estrellas individuales, constelaciones y planetas, más brillantes y grandes que los de nuestro mundo. No había nubes. Las nueves estrellas y las nueves voces nacieron justo al mismo tiempo, y Tony se sintió seguro que eran las mismas estrellas quienes cantaban, y de que fue la primera voz, la voz profunda, la que las había hecho aparecer y cantar.
-¡Esto es la gloria!-Exclamo el cochero-. ¡Me habría portado mejor de haber sabido que existían cosas así!
La voz situada en la tierra sonaba ahora más fuerte y triunfante; pero las voces del cielo, tras cantar sonoramente con ella durante un rato, empezaron a debilitarse. Y algo mas empezó a suceder.
A lo lejos, y cerca de la línea del horizonte, el firmamento fue tornándose gris, y comenzó a soplar una suave brisa, muy fresca. Justo en aquel punto, el cielo adquirió poco a poco una tonalidad más clara, y se pudieron distinguir las formas de colinas que se recortaban oscuras contra él. La voz no dejo de cantar ni un solo momento.
Pronto hubo luz suficiente para que pudieran verse los rostros. El cochero y los dos niños estaban boquiabiertos y les brillaban los ojos; escuchaban embelesados el sonido y daba la impresión de que les recordaba algo. El tío Luis también estaba boquiabierta, pero no de alegría; parecía más bien como si su barbilla se hubiera desencajado del resto de la cara. Tenía los hombros encorvados y le temblaban las rodillas; no le gustaba la voz, y si hubiese podido alejarse del introduciéndose el interior de la madriguera de una rata, lo habría hecho. Por su parte, el digimon parecía comprender la música mucho mejor que ninguno de ellos. Tenía la boca cerrada y apretaba fuertemente los labios y puños. Desde el mismo instante que se inicio la canción había percibido que todo aquel mundo estaba lleno de una magia distinta al suyo y más poderoso, y lo odiaba. Habría hecho pedazos todo el mundo, o todos los mundos, si con ello hubiera podido detener la canción. El caballo permaneció allí con las orejas bien erguidos al frente y en movimiento. De vez en cuando resoplaba y pateaba el suelo, y ya no parecía un viejo y cansado caballo de cabriole; en aquellos momentos era fácil creer que su padre había participado en batalla.
Por el este, el cielo cambio de blanco a rosa y de rosa a dorado. La voz creció y creció, hasta que todo el aire se estremeció con ella, y justo cuando alcanzaba el sonido más potente y glorioso que había producido hasta el momento, el sol se alzo.
Tony no había contemplado jamás un solo como aquel. El sol que brillaba sobre las ruinas de Witchenly daba la impresión de ser más viejo que el nuestro: este parecía más joven. Uno podía imaginarse riendo feliz mientras se alzaba. Y a medida que sus rayos recorrían la tierra, los viajeros vieron por primera vez en qué clase de lugar se encontraban. Era una especie de un gran campo de un bosque o un valle por el que se serpenteaba un rio amplio y veloz, fluyendo hacia el este en dirección al sol. Al sur había montañas, al norte colinas más bajas. No obstante era un lugar con simple tierra, rocas y agua; no se veían arboles, ni arbustos, ni una brizna de hierba. La tierra tenía muchos colores: colores frescos, cálidos e intensos, que hacían que uno se sintiera emocionado… hasta que vieron al cantor, y entonces olvidaron todo lo demás.
Era un león. No un león de nuestro mundo este era un león completamente diferente. Enorme, con un pelaje muy blanco como el papel, con una armadura en sus patas de platas con unos detallados celestiales, tenía unas grandes alas como la de un ángel y tenía una gran esfera encima de su lomo que flotaba que tenía unos aros que se cruzaban en sentido diagonal y horizontal hecha de una especie de códigos. Se hallaba de cara al sol que acaba de alzarse. Cantaba con las fauces abiertas de par en par y se encontraba a unos trescientos metros de distancia.
-Este es un mundo terrible-Dijo el digimon-. Debemos huir de inmediato. Prepara la magia.
-Estoy totalmente de acuerdo con usted, señor-Respondió Tío Luis-. Es un lugar hecho de datos de lo más desagradable. Completamente salvaje. Si fuera más joven y tuviera un arma…
-¿Cómo?-Dijo el cochero-. No pensara dispararle, ¿verdad?
-Y ¿Quién querría hacerlo?-Intervino Naly.
-Prepara la magia, viejo estúpido-Ordeno Apocalymon.
-Desde luego, mi señor-Respondió el tío Luis con astucia-; debo tener a los dos niños a mi lado. En contacto conmigo. Ponte el brazalete de vuela a casa, Tony.- el aciano deseaba marcharse sin el digimon.
-Ah, son brazaletes ¿No es cierto?-Exclamo el digimon.
Habría introducido las manos en el bolsillo del niño en un santiamén, pero Tony agarro la mano de Naly y chillo:
-Id con cuidado. Si cualquiera de vosotros se acerca a medio centímetro más, los dos nos esfumamos y os quedareis para siempre. Sí, tengo un brazalete en el bolsillo que nos llevara a Naly y a mí a casa. ¡Y fijaos! Tengo la mano preparada. Así que, mantened la distancia. Lo siento por usted-Miro el cochero-. Y por el caballo, pero no puedo evitarlo. En cuanto a vosotros dos-Miro entonces al tío Luis y el digimon-, los dos sois magos digitales, de modo que tendrías que gustaros vivir juntos.
-¡Silencio!-Indico el cochero-. Quiero escuchar la música.
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