re encuentros

-¿Qué gran fracaso?- le pregunté interesado al Blanco, mientras en mi interior sentía que me empezaba a hervir la sangre. Golpearme siempre es un error. Aún tenía la suficiente cordura como para seguir preguntando. -¿De qué habla Arcanus, Dynasmon?¿Por qué dice que le cambió su futuro?.- Sentía que tenía derecho a saber. -Y no me iré hasta que me lo digas.- le ultimé con mirada fría.

-Hasta en la Oscuridad existe la Luz.- le respondí a aquél ser cruel, aguantando mi deseo de darle una buena golpiza. -Al igual que en la Luz existe la Oscuridad. Tú me lo demostraste aquella vez que me salvaste de mí mismo. Por eso se que existe un gramo de Bondad en ti.- le expliqué tranquilamente. -Además, si quisieras hacerles daño, esta es la mejor forma.- le dije tratando de tentarlo.

Arcanus trataba de hacer sacar a Dynasmon, tal como me lo imaginé. Creía que podía hacer lo que él quisiese. Salvo por un detalle, yo fui capaz de abandonar a mi familia de toda la vida para proteger a alguien que hace pocos meses conocía. Particularmente, a pesar de mi buen corazón, no era uno de los "buenos". -Te olvidas de dos cosas.- le dije cruelmente a aquel que ocupaba el cuerpo de Janaan. -La primera es que, con la patada que me diste, despertaste mi sed por combates y sangre. Y la segunda...- me interrumpí para señalar la torre Assembler.

Mientras tanto, mi dorumon se fue junto al otro para saber qué era lo que pasaba.

Apenas había reaccionado de que Arcanus dejó de controlar el cuerpo de Janaan. Al parecer, el albino había logrado retomar el control o aquella criatura se lo había permitido. Aún tenía muchas preguntas que hacer y nadie se las quería responder. Preguntas como ¿a que se refería aquel ser?¿Qué destino hubiese tenido Janaan si no hubiese conocido a Dynasmon?¿o quién era realmente Arcanus?. Muchas preguntas y ni una respuesta. Miré a la Torre Assembler. Entonces lo recordé, yo también debía lidiar con mis propios problemas. Había venido hasta acá para eso. Si podía hablar con el residente de aquél lugar, tal vez hallaría la respuesta. Debía ir allá en cuanto pudiese, pero no podía abandonar al albino después de ésto. Mi Dorumon sintió pena por el esfuerzo en vano que el otro morado había realizado. Se le acercó y trató de alegrarlo de distintas formas.

Dorumon le devolvió la mirada al de Janaan. Por un momento le miró sin saber si decirle o no. Pero al final decidió decirle. -Johno quiere encontrar a QinLongmon que, por lo que nos dijeron, vive en la Torre Assembler.- contestó dubitativa. Luego se calló al verme acercarme.

-Quiero que me ilumine con su sabiduría.- le aclaré al Digimon De Janaan con los brazos cruzados. Luego me acerqué, me agaché y le dije: -Si quieres saber algo de mí, por favor pregúntamelo a mí.-

(-Él tiene razón Johno, buscas el camino fácil. eres patético. tuviste suerte de poder desatar tu emblema.- se burló Korialtrazs de manera muy cruel. -Siempre quieres protegerlos, incluso de ti mismo. ¿Crees que buscando la sabiduría de los demás, lograrás vencerme?. Ya te dije, existiré mientras tu existas.-) Tal vez tengan razón, debo abrir mi camino. Quizás una camino solitario me permita llegar a la respuesta que quiero. No podía matar a Korialtrazs sin matarme a mi mismo. No podía ignorarlo tampoco. Me dirigí al bosque. Dorumon me estaba siguiendo. -¡NO ME SIGAS!- grité furioso dándole un puñete a un árbol, y ella se espantó y regresó con el otro Dorumon, temblando.

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(Johno)

Me senté en un arbol que había más adelante. Cuando miré mi mano, me dí cuenta que me la había lastimado. Me quedé pensando que hacer ahora, todo este viaje había sido inútil. El Dorumon de Janaan tenía razón, la sabiduría debía conseguirla por mí mismo, no debía pedir ayuda. Me sequé la lágrima, pensando que cerca podría estar Dynasmon y debía mostrarme fuerte. Me levanté y miré a la Torre Assembler. Tomé una decisión.

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(Dorumon)
Miedo, tenía miedo a Johno. Tanto es así que no paraba de temblar. No recuerdo haberlo visto tan enojado y frustrado. sentía que yo hubiese podido ser ese árbol. miré al otro Dorumon, esperando consuelo o confort e su calma.

dorumon tomo en sus brazos a la pequeña dorumon y recordando a la criada le dio un suave beso en la frente a dorumon-animo, battonage esta a un en duelo-

donde johno

-no debería tomar enserio las palabras de ese otro individuo-sentado sobra la rama del árbol donde descansaba a battoange, con una dornida amable y una mirada mas descansada -por favor dime lo que pasa- sonrio en una forma paternal

]Dorumon]

Me sentí confundida, por la acción de Dorumon, y a la vez más tranquila. Me agradaba que él fuese el que me dió consuelo. -Gracias.- le Agradecí dulcemente, mientras me quedaba mirándolo.

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]Johno]

Miré hacia arriba del árbol, de donde provenía el sonido. En una de las ramas estaba Janaan, el albino, y me estaba preguntando que me pasaba. Mi tristeza era evidente. -Que todos tienen razón.- le contesté con una mirando al cielo. -Solo he conseguido que Dorumon evolucione por suerte. lo he dado todo porque el resto fuera feliz, hice todo lo posible para conseguir el poder y sabiduría para protegerlos. Todo eso solo para darme cuenta de que seguía un camino falso. La Sabiduría solo se la puede encontrar por uno mismo, no se la puede pedir a nadie.- me interrumpí para suspirar y tomar un segundo aire. -Y el poder para protegerlos. Creí que si vencía a todos aquellos a los que deseaba poteger, me permitiría descubrir que soy mejor capaz para protegerlos. Protegerlos de lo que sea.- Luego de decir esto, tomé mi emblema en mis manos y me levanté. -No creo que pueda desatar todo su poder.- pensé en voz alta. Luego, guardé silencio

]Johno]

-Proteger a mis seres queridos, Janaan.- le respondí sencillamente mientras me alejé un poco al verlo tirarse. Aunque debía decirle todo completo. -Proteger a tantos como pueda, por eso quiero ser el más fuerte y sabio de todos. Solo para protegerlos.- le expliqué brevemente al albino. Aunque tenía un poco de pavor decirlo, agregué: -Pero temo que no pueda protegerlos de mi mismo si eso llega a pasar.-

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]Dorumon]

-Si un poco.- le contesté sin dejarlo de ver. -¡Que lindo eres!... para conmigo.- se corrigió luego de unos segundos.

(Johno)

-Jan, debemos volver.- dije, tratando de cambiar de tema mientras me preparaba para volver con el resto. -Y gracias por el consejó.-

----------------------------------------------------------------------------------------(Dorumon)

-¿Qué sucede?- le pregunté preocupada. Quizás no le agradó lo que dije o lo tomó a mal.-¿Es por lo que te dije recién?. Yo Ehhh... lo siento.-

(Dorumon)

-¿Qué pasó con ese Ebemon del que me hablas?- pregunté con mi mentalidad curiosa la razón de no queren encontrarlo. -¿Por qué no lo continúan buscando?-

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(Johno)

Volvía con los Dorumon, al parecer ellos estaban hablando de algo. pero no lo llegué a oir. -¿De qué estarán hablando?- pensé en voz alta

(Dorumon)

-Por favor sigue contando.- dije interesada, queriendo conocer las historia de aquel humano que estimaba tanto. -No te detengas y continúa. No querrás que te haga una tortura china.- dije bromeando.

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(Johno)

Miré a Jan tratando de ver si él me lo decía -¿Qué hubiese sido de tí si no hubieras conocido a Dynasmon?- le pregunté de manera deliberada.

(Dorumon)

-Ésto es tortura china- le contesté, haciéndole cosquillas a más no poder. Le hice cosquillas por un rato hasta que me cansé. -Cuéntame más o seguiré.- le advertí en tono gracioso.

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(Johno)

-Entonces, creo que fue bueno que lo hayas conocido.- concluí, pensando que yo tampoco sería un sujeto agradable y social. Luego, pensando en Dynasmon. -Si no tienes problemas, déjame hablar con Dynasmon.-

(Dorumon)

-¡Que tragedia!- exclamé tristemente desviando la mirada. Era increíble que alguien como ese humano pudiese existir. También quería saber por qué no perseguían al Ebemon, así que se lo pregunté: -¿Y por qué no quisieron perseguirlo?-

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(Johno)

Asentí y me fui a verlo a Dynasmon al bosque, cercando al río. Tardé varios minutos pero pude hallarlo finalmente. Al parecer, se estaba mirando en el reflejo del agua. -Ya sé la verdad Dynasmon, sé bien el porque me desprecias.- le dije, llamando su atención mientras me acercaba a onde él estaba.

(Johno)

-Bueno, como quieras.- le contesté luego de un suspiro, pero luego agregué. -Quiero que sepas que de que creo indudablemente que conocerte, fue lo mejor que le pudo pasar a Janaan. Tal vez le arruinaste un futuro, pero tal vez puedan lograr uno mucho mejor. No tengo dudas de ello.- le confesé sinceramente, esperando que alguna vez me escuchase. Luego me senté en el suelo mirando al río y proseguí: -Janaan me dijo que si no te hubiese conocido, sería un mal tipo.- Miré al cielo. -No mires el vaso medio vacío. Tampoco medio lleno. Sino que mira al vaso entero y no pienses en cosas que pudieron ser y no fueron.- terminé diciendo con un rstro que emitía felicidad.

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(Dorumon)

-Ya veo.- entendí la situación de por qué no perseguían a Ebemon. -Así que por eso no quieren encontrarlo, por temor a perder a Dynasmon. Yo pensé que existían lazos que no se rompían jamás.- expliqué mis pensamientos.

(Johno)

-¡Está bien!- le dije bruscamente al Blanco, levantándome de un salto. -Pero te equivocas, y mucho.- le dije enojado. Lo miré directamente a los ojos -Mis padres si me querían. Claro se separaron, pero yo me quedé con mi madre. Y con respecto a lo de proteger a otros, fue desde siempre, desde que recuerdo. Siempre quise ayudar, casi ni lo podía evitar. No quería que nadie sufriese innecesariamente.- le aclaré, con gran furia en mi corazón. -Y ES LA RAZÓN DE LA QUE TE QUISE HABLAR A SOLAS.- dije gritandole. (-Ves, tu camino es incorrecto-) Luego, en un tono más bajo y frío, agregué -Pero tienes razón, no debería ayudar a nadie.- Al terminar de decir esto sentí algo, como un rayo, que recorrió todo mi ser. Casi me caigo, apenas pude sostenerme. Me senté, me sentía mareado. La visión se me nublaba de a poco. Mi emblema brilló, o mejor dicho, oscureció.
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(Dorumon)

-Demasiadas emociones por un día.- dije bostezando: Luego me disculpe con el otro Dorumon. -Lo siento, pero me iré a descansar.- y dicho esto me acerqué a un árbol para recostarme contra él. Pero no llegué. empecé a sentir dolor y a retorcerme.

(En la mente de Johno)

Miraba para ambos lados, estaba en un lugar oscuro y solitario. Al menos eso creí. Pero ahí estaba él. Aquel ser que tanto aborresco, que odio. Su mirada penetrante y su sonrisa falsa, la cual no la exageraba, me hacían sentir que estaba frente a una serpiente en forma humana. -¡Koriastrazs!-

-Así es, Johno.- Dijo ladeando la cabeza y cerrando los ojos, mientras sostenía esa sonrisa fingida. -¿Ya sabes por qué estás aquí, no es así?- me preguntó retóricamente. Sabía la respuesta, aunque no se la dijera. Se me acercó. Sin que pudiese reaccionar me dió un gran golpe, déjandome inconsciente. -Eres mío.- sontrió Koriastrazs mientras tomaba control de mí.

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(En la realidad)

Estaba inconsciente. Pero cualquiera podía ver como mi emblema, cualquier resplandor que tuviesen se convirtió en oscuridad.

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(Dorumon)

Sentía dolor, mucho dolor. Sentía mi cuerpo retorcerse. Sentía como si hubiese alguien más ahí. De pronto, todo el dolor desapareció, sentía el sueño. Me dormí y a la vez estaba despierta. Miré para todos lados. Donde antes estaba el otro Dorumon había algo, una criatura despreciable. Dónde estaba janaan había un horrible bípedo. Yo me miré, veía que era otra Doruguremon. No entendí como evolucioné hasta esta etapa sin Johno. Me sentía confundida.

(Johno/Koriastrazs)

De a poco me iba despertando. Me dió un sobresalto al ver que estaba Dynasmon tan cerca mío. -¿Qué?, ¿cuándo?- dije asustado y mirando para todos lados, con las pupilas contraídas. Luego, al caer en cuenta de todo lo miré apáticamente y le dije: - Ah, eres tú.-

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(Doruguremon)

Veo a aquella criatura de dos patas a acercarme con un arma en mano. Le advierto dándole un zarpaso al aire mientras le gruñía. -Grrrrrr.- dije, aunque quise decir aléjate. No entendía que pasaba.

(Doruguremon)

-Ssss...grrr.- dije alerta. Por alguna razón no podía hablar. Esas criaturas me hablaban como si me conocieran. Extendí mis alas mientras me encorvaba un poco, como para dar sensación de mayor tamaño y advertirles que, si seguían insistiendo, los atacaría.

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(Johno/Koriastrazs)

-Nos conoces y a la vez no.- le dije tranquilamente a aquél digimon de armadura blanca. -Solo que por separado.- agregué sin ser detallista en mi forma de hablar. -Si quieres saber de mí un poco más, llévame con tu Amo, ser de alma adolorida.- terminé diciendo con falsa simpatía.

(Johno/Koriastrazs)
-Confiar, que extraña palabra.- le dije en tono cruel a aquel Digimon con aspecto de Caballero-Wyvern. -Confías en un ser que te puede matar, sin ser que ese ser sea realmente culpable de ello.- agregué, con una pequeña risa para mis adentros. Luego al ver que no lo convencía, agregué en voz baja: -Entonces te lo diré, soy Koriastrazs, la verdadera personalidad de lo que tu conociste como Krassus, Aaron y Kurai.- le confieso mientras le muestro mi emblema, que irradiaba oscuridad. -Ya te he dicho mucho, si tu no me llevas, que venga mi Digimon.-

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(Dorumon)

Ellos no se inmutaban ante nada. De repente, sentí que me llamaban. Alcé vuelo y me dirigí al bosque. Cada segundo, estaba más cerca de aquel lugar al que me llamaban.

(Doruguremon)

Trataba de moverme y no podía. Trataba de hablar, y tampoco podía. Lo único que podía hacer era ver y oír. Ese monstruo bípedo, que ahora se había montado en el dragón aquel, me tenía apresada y a su merced. trataba de escaparme de su control, pero no podía. logré articular algo. -M....t.....e.- dije con dificultad

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(Johno/Koriastrazs)

No dije nada, solo le sonreí cruelmente. Esperaba sacarlo de quisio. Si conocía a Jan y a Dynasmon, él no me intentarían matar.

(johno/Koriastrazs)

-¡Que gaste saliva si quiere!- le contesté con sarcasmo. Sabía quién era Arcanus, así que sé que no me convencería lo que tuviera que decir. -Solo que no tarde, porque el tiempo es crucial y no quiero ir gastándolo por ahí.- agregué con desdén.

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(Dorugreymon)

Me intentaba safar de la situación. -M.....t....e!!! h....a...o favor!!!- exclamé, articulando algunas letras.

(Dorugreymon)

Era libre, al fin. Miré a aquellas criaturas. al parecer me habían liberado. Enojada porque no lograban entenderme me voltié. Miré a aquel que me llamaba, era mi amo. ¿Amo? Yo nunca le diría amo, ¿por qué ahora sí?. No entendía el por qué actuaba así. Cuando me acerqué a él le quise hablar -Gr rrr g- no pude decir nada.

(Koriastrazs)

Cuando Dorugreymon y yo logramos reunirnos le dije: -Bien, eres mía ahora.- Luego miré al albino: -¿Que quieres, Arcanus?-

Había logrado recobrar el control con ayuda de Janaan y de los otros dos. Caí de rodillas, apoyando mis manos en el suelo. Me encontraba agitado y mareado, como si hubiera evitado el peligro después de una larga corrida. Miré al albino. Me puse de pie con algo de esfuerzo. Luego miré a Dorugreymon. Al apagarse mi emblema, restaurando sus verdaderos colores, ella regresó a su forma Rookie. -Lo siento.- me disculpé, por lo ocurrido. Luego, volviéndose a mirar a Dynasmon, agregué: -Es solo cuestión de tiempo. Ahora entiendes el por qué debo encontrar a QinLongmon.-

Dorumon también había vuelto a la normalidad. Se acercó a Alphamon y le dijo: -Gracias por no matarme y perdón.- diciendo esto último también a Janaan.

-No me miren así.- dije divertido por la situación. No podía creer lo que acababa de pasar. Esta escena me dejó completamente perplejo y a la vez me costaba contener la risa. Dorumon escuchó mi risa. No lograba entender que pasaba por la mente de todos, que se quedaron mirándolos a ella y al otro Dorumon.

Dorumon mira con cara apática al otro morado. -No lo sabías....- se interrumpió dulcemente al ver que él esperaba ser golpeado. -TE golpearé porque eso quieres.- y dicho esto, lo golpeó. Luego le dio un beso en la mejilla como compensación. Yo no me podía parar de reír por la situación.