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Maldita claustrofobia... ¡Sacadme de aquí, YA!
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Re: Maldita claustrofobia... ¡Sacadme de aquí, YA!
Reí con voz ronca y volví a quemar el hielo con las llamas. Así estuvimos un buen rato, en el que me mantuve en silencio para mantener el calor del cuerpo. Entonces me di cuenta de que me había transformado teniendo puesta la chaqueta de Masaru, y de que él ahors debía de estar pasando frío. Chasqueé la lengua y me dí más prisa, para que el chico no tuviera qie sufrir más.
Entonces, de repente, me detuve. Olisqueé un poco la pared y gruñí. Me eché un poco para atrás y lancé una bola de fuego para finalizar el trabajo. Tras una nube de vapor, apareció un boquete. Aullé y salí rápidamente, volviéndome para indicar a Masaru que saliera corriendo.
Entonces, de repente, me detuve. Olisqueé un poco la pared y gruñí. Me eché un poco para atrás y lancé una bola de fuego para finalizar el trabajo. Tras una nube de vapor, apareció un boquete. Aullé y salí rápidamente, volviéndome para indicar a Masaru que saliera corriendo.
Re: Maldita claustrofobia... ¡Sacadme de aquí, YA!
La ansiada apertura en la pared tuvo lugar. Me tapé la cara con el antebrazo por la pequeá explosión que produjo la llamarada que salió de su boca y el posterior desprendimiento del hielo-nieve formando en las paredes de aquella cueva. Cuando abrí los ojos venía en mi busqueda, anunciando que había llegado el momento de salir de allí y salió corriendo. La seguí corriendo con grandes zancadas para, de un solo salto, subirme a su lomo. Fue una brusca caída sobre ella, debido a la velocidad, pero de suave forma me agarré a su espalda, echándome hacia alante, cabalgándola (Tú que lees, no malpienses, cerdo) a gran velocidad intentando salir de aquél sitio.
»● Masaru: Tenemos que buscarles, pelirroja...
Y acaricié el lomo para dar un par de azotes con la mano de forma que subiera el ritmo, estaba un poco nervioso solo de pensar en que algo podría pasarles a Agumon y BlackGatomon, aunque me tranquilicé, eran fuertes, al menos sabía que Agumon lo era, pocos peligros podían vencerle.
»● Masaru: Tenemos que buscarles, pelirroja...
Y acaricié el lomo para dar un par de azotes con la mano de forma que subiera el ritmo, estaba un poco nervioso solo de pensar en que algo podría pasarles a Agumon y BlackGatomon, aunque me tranquilicé, eran fuertes, al menos sabía que Agumon lo era, pocos peligros podían vencerle.
Masaru Daimon
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Re: Maldita claustrofobia... ¡Sacadme de aquí, YA!
Me di cuenta de que Masaru estaba a mi espalda cuando me volví para atrás. Giré la cabeza para mirarle, y mis ojos plateados se cruzaron con los verdes de él. Sonreí, enseñando los colmillos y luego alcé la cabeza hacia arriba para aullarle al cielo. Tras eso, olisqueé el aire un poco y orientándome por el cielo corrí en dirección a donde había visto a Black y a Agumon por última vez. Aumenté el ritmo sabiendo que eso era lo que Masaru quería. Velocidad.
Me di cuenta entonces de que habría que decirles algo a nuestros digimons, algo sobre nuestra ehm... relación. Sí, se me hacía raro pensar que tenía una relación... y más aún, me asustaba. Porque tenía algo en mi interior, algo que no era de Masaru, y no sabía cómo iba a reaccionar él cuando se lo contase.
Me di cuenta entonces de que habría que decirles algo a nuestros digimons, algo sobre nuestra ehm... relación. Sí, se me hacía raro pensar que tenía una relación... y más aún, me asustaba. Porque tenía algo en mi interior, algo que no era de Masaru, y no sabía cómo iba a reaccionar él cuando se lo contase.
Re: Maldita claustrofobia... ¡Sacadme de aquí, YA!
Me miró, mostró los colmillos y aulló al viento. Hizo alarde de sus habilidades felinas ahora que habia digievolucionado y rapidamente se puso en busqueda respondiendo positivamente a mis peticiones, lo cual me resultaba cada vez más chocante y contradictorio con la anterior Zayyn. Sonreí de nuevo y, aún tumbado sobre su lomo, le dí un pequeño beso en la nuca sonriendo.
La noté algo nerviosa, como si ocultara algo, no le dí importancia y me mantuve firmemente atento a cualquier atisbo de presencia digital o pista de presencia de nuestros compañeros, y así fue, un sonido de las chispas que despriende el fuego, junto a una iluminación al fondo de la cueva nos anunciaron la presencia de alguien, ¿Sería Agumon? Señalé sin decir nada a Zayyn y ella ya entendió lo que quise decirle.
La noté algo nerviosa, como si ocultara algo, no le dí importancia y me mantuve firmemente atento a cualquier atisbo de presencia digital o pista de presencia de nuestros compañeros, y así fue, un sonido de las chispas que despriende el fuego, junto a una iluminación al fondo de la cueva nos anunciaron la presencia de alguien, ¿Sería Agumon? Señalé sin decir nada a Zayyn y ella ya entendió lo que quise decirle.
Masaru Daimon
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Re: Maldita claustrofobia... ¡Sacadme de aquí, YA!
Sentí un cosquilleo en la nuca cuando me beso. ¿Qué me estaba pasando? Yo, alguien tan fría, me resultaba rarísimo que alguien me diera muestras de aprecio y amor como esas. Sacudí la cabeza, continuando con la carrera, hasta que Masaru me indicó silenciosamente la ubicación de una cueva con chisporroteos.
Corrí colina helada abajo, marcando en la nieve las huellas de mis enormes garras y resoplando mientras dejaba un hilillo de vaho a mi paso. Dí un salto hasta posarme sobre ep hielo congelado, y anduve, ahora lentamente -no querríamos que pasara lo de la otra vez- hacia la cueva.
- ¿Black? ¿Eres tú?-inquirí, con cautela.
Corrí colina helada abajo, marcando en la nieve las huellas de mis enormes garras y resoplando mientras dejaba un hilillo de vaho a mi paso. Dí un salto hasta posarme sobre ep hielo congelado, y anduve, ahora lentamente -no querríamos que pasara lo de la otra vez- hacia la cueva.
- ¿Black? ¿Eres tú?-inquirí, con cautela.
Re: Maldita claustrofobia... ¡Sacadme de aquí, YA!
Me agarré fuerte a Doitainmon cuando ésta se deslizo por el hielo por miedo a darme el hostió. Quedó quita, preguntándole al aire con nerviosismo si allí se encontraba su compañera. Me bajé de su lomo de un salto y me coloqué por delante de ella por si no lo eran y hubiera que atacar de forma preventiba. Intenté agudizar el oído, buscando nuevas pruebas de que allí estaban y un barullo, como el eco de un desprendimiento, llegó a nuestros oídos.
»● Masaru: ¿¡Agumon!?
Grité algo preocupado de la posibilidad de que allí se encontraran y corrieran la misma suerte que nosotros el día anterior.
»● Masaru: ¿¡Agumon!?
Grité algo preocupado de la posibilidad de que allí se encontraran y corrieran la misma suerte que nosotros el día anterior.
Masaru Daimon
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Re: Maldita claustrofobia... ¡Sacadme de aquí, YA!
Me detuve, y solté un gruñido. Me pareció oír un ruido por dentro, como de un desprendimiento. Abrí mucho los ojos, preocupada por la gata negra.
- ¡Black! Si esto es una broma, no tiene nada de gracia.
Volví a gruñir, esta vez de manera grave, y me adentré con cuidado en la cueva., poniendo una especial atención en cualquier ruido sospechoso. Encontraria a Black aunque mi vida dependiera de ello. No iba a dejar que la pasara algo malo.
- ¡Black! Si esto es una broma, no tiene nada de gracia.
Volví a gruñir, esta vez de manera grave, y me adentré con cuidado en la cueva., poniendo una especial atención en cualquier ruido sospechoso. Encontraria a Black aunque mi vida dependiera de ello. No iba a dejar que la pasara algo malo.
Re: Maldita claustrofobia... ¡Sacadme de aquí, YA!
Miré a una de las paredes que se encontraba junto a nosotros, parecía igual al resto, de hecho era igual al resto, pero tuve un pálpito y sentí que al otro lado de aquella pared se encontraba Agumon. Probablemente el Digivice estuviera disparado de hace rato, pero tanto el alboroto como la tensión no me dejaban centrarme en eso ahora mismo. Me quedé mirando la pared unos segundos y como por un acto reflejo, dejándome llevar por una corazonada, di media vuelta sobre mí mismo y lancé una fuerte patada giratoria que caería el "tabique" de nieve abajo.
Acerté, al otro lado de la pared, como si un pasillito nos separara, se encontraban juntos Agumon y BlackGatomon; no parecían muy contentos de verme -De vernos-, lo cual era normal. Estaban atrapados en un pequeño espacio y los temblores que habiamos escuchado venían de unos metros sobre sus cabezas. El "techo" parecía inestable, se vendría abajo de un momento a otro y de nuevo, sin pensármelo dos veces, de forma suicida me lancé corriendo hacia ellos y sin decir nada arrastré a ambos a mis paso, cogiendo cada Digimon en uno de mis antebrazos y lanzándome al otro lado del hueco en el que habían quedado presos.
Efectivamente, fue pasar al otro lado y el techo cayó, dejándonos tanto a mí y a los Digimons como a Zayyn a salvo. Los dos tiritaban junto a mí, entre el susto y el frío. Sonreí aliviado, aún un poco consternado por el momento y dije
»● Masaru: Por que poquito...
Miré a Zayyn que podía verme perfectamente al otro lado del "pasadizo" y tras guiñarle un ojo resople fuerte liberando la tensión que me había cargado sobre los hombros en un instante.
Acerté, al otro lado de la pared, como si un pasillito nos separara, se encontraban juntos Agumon y BlackGatomon; no parecían muy contentos de verme -De vernos-, lo cual era normal. Estaban atrapados en un pequeño espacio y los temblores que habiamos escuchado venían de unos metros sobre sus cabezas. El "techo" parecía inestable, se vendría abajo de un momento a otro y de nuevo, sin pensármelo dos veces, de forma suicida me lancé corriendo hacia ellos y sin decir nada arrastré a ambos a mis paso, cogiendo cada Digimon en uno de mis antebrazos y lanzándome al otro lado del hueco en el que habían quedado presos.
Efectivamente, fue pasar al otro lado y el techo cayó, dejándonos tanto a mí y a los Digimons como a Zayyn a salvo. Los dos tiritaban junto a mí, entre el susto y el frío. Sonreí aliviado, aún un poco consternado por el momento y dije
»● Masaru: Por que poquito...
Miré a Zayyn que podía verme perfectamente al otro lado del "pasadizo" y tras guiñarle un ojo resople fuerte liberando la tensión que me había cargado sobre los hombros en un instante.
Masaru Daimon
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Re: Maldita claustrofobia... ¡Sacadme de aquí, YA!
Observé cómo Masaru se introducía dentro y observaba con atención la pared. Iba a decirle que tuviera cuidado cuando de repente, sin avisar, dio una fierte patada, rompiéndo el hielo con estruendo. Cerré los ojos un momento, el techo temblaba y aquello podía desmoronar en cualquier momento. Cuando los abrí, el chico salía agarrando a un Agumon y a una BlackGatomon congelados de la cámara donde habían estado. Se puso a cubierto, y yo me reuní corriendo con él, preocupándome por la inestabilidad del techo. Cuando me encontré junto a ellos, a salvo, me acerqué a mi digimon. Black me abrazo, preocupada, y, a pesar de que aún me resultaba extraño que esa gata fuera Impmon, correspondí rozando mi cabeza con la suya.
- ¿Estás bien?
Black asintió, sonriendo, y maulló mientras se estiraba. Levanté la mirada y solté un gruñido.
- No me gusta este sitio. Vámonos de aquí-dije caminando hacia la salida al aire libre.
- ¿Estás bien?
Black asintió, sonriendo, y maulló mientras se estiraba. Levanté la mirada y solté un gruñido.
- No me gusta este sitio. Vámonos de aquí-dije caminando hacia la salida al aire libre.
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