Conociendo A Alguien No Querido.

Después de mi gran viaje del DigiQuartz, quise dar un gran paseo en el Digi-Mundo, un lugar para jugar y entretenerme pues el Pueblo De juguete era una buena elección y obviamente ya estaba allí jugando con un pardees juguetes con Dracomon.

-Mira, este robots puede disparar un misil-Comente presionando el botón y el misil fue expulsado en poca distancia-Yo esperaba que fuera real-Dije desilusionado.

-Que mal, ya estaba ya preparado para contra-atacarte-Dijo Dracomon chorreándome con una pistola de agua- ¡Que divertido!-Dijo con alegría.

-Ya verás-Dije y agarre otra pistola de juguete chorreándole, nada podía arruinar este día.

Mientras nos divertíamos a lo máximo, algo había arruinado la gran felicidad que teníamos habíamos oído, explosiones además vi hacia arriba, una silueta negra volaba en los cielos disparando a los guardias, nos levantamos de repente.

-Oh dios mío, ya cada vez digo algo y todo se vuelve a una destrucción total de un apocalipsis-Comente preocupado.

-Ya ha parado las explosiones…-Dijo Dracomon, pero nunca habíamos estado tan equivocado pues una extrema explosión había destruido una torre roja de legos y salimos expulsado por la onda de aire.

-Pero qué clase de maldad hace todo esto…-Dije- Nuestro día…, nuestros amigos guardianes…., nuestros torre de lego y sobretodo y más importante ¡Nuestros Juguetes!-Dije, pues almeno no he perdido lo más preciada del mundo que es Dracomon.

-¿Podemos escapar? Este lugar lo que hará es estallar-Sugirió Dracomon.

-De acuerdo-Acepte y salimos corriendo hasta llegar a una torre roja de lego.

Ya cada vez había mas explosiones por todas partes, si supiera quien lo haría, almeno le provocaría que se fuera del lugar, cuando me fije hacia arriba en la gran torre de lego, vi a una chica, una silueta de una chica creo.

-Creo que tengo… Creo que tome unos binoculares-Dije sacando un pequeño binocular y usándolo me fije que había una chica con capucha… aunque llevaba capucha tenía un buen cuerpo.-…. Hola lindura, ¿Qué hace alguien tan sexy como tu aquí?-Comente al ver la linda chica.

-¿Qué rayos ves?-Pregunto Dracomon viendo el feo desastre de las explosiones y oyendo mis palabras.

-¿Eh?... A cierto, pude ver una chica con capucha (Muy sexy) ¿Qué hace ella aquí?-Luego se me vino una idea- Oh God… ¿Ella debe ser la que provoca todo esto?-Pregunte sorprendido.

-Posiblemente, ¿hay que detenerla o algo?-Pregunto Dracomon.

-Hay que intentarlo, distraerla si es posible… Y que almeno que una chica mayor me hable-Añadí accidentalmente- ¡!!!Oye Tu!!!-Grite a todo pulmón.

Mire de nuevo con los binoculares, la chica se había quitado la capucha ahí lo mire con más detalles, cada parte, cabello pelirroja, sexy cuerpo y había gritado cosas desagradables, esa chica estaba mal.

-¡Pero qué chica más atractiva he visto! Chica demente, almeno dame un abrazo…-Comente al ver su cuerpo y un golpe que Dracomon me dio me hiso reaccionar pues la chica me hiso una pregunta- ¡!! Te Casarías Conmigo!!!-Ahí recibí otro golpe de Dracomon- Quise decir… ¡!! Ven aquí, prueba tu arma conmigo, ¿Tu amiga se perdió por alguna parte? Ven si quieres desquitarte!!!

Ahí empecé a correr si es que la chica ultra sexy me perseguía.

Estaba perdido entre mis emociones, era muy joven tengo 13 años, estoy en la etapa de la pubertad, dejarme tocarme mi cuerpo seria increíblemente maravilloso por lo tanto puse mis manos un poco hacia adelante, moviendo mis dedos de forma extraña y lo puse como puños y lo puse en mi boca mirando de reojo a la chica, diciendo entre mis pensamiento: << Tócala, sería un sueño hecho realidad ¡! Tócala!! >> Mientras que otro decía << Es una trampa, viste como destruyo todo el lugar, no es de fiar. No le hagas caso >>

-Perdón, pero no me acercare hacia a ti… Porque… Porque…-Trague saliva- ¡Porque eres una anciana!-Ahí supe que metí la pata- Si te hace bien, juega mientras tanto…-Dije acercándome en un juguete de mi tamaño- al hombre Maravilla, con su escudo de plástico y su espada de hule-En ese punto nos alejamos un poco.

Cuando avanzo hacia nosotros, ahí era hora de correr como unos locos demente, por nuestras vidas y todo eso.

-¡Corramos!-Grite y Dracomon y yo salimos corriendo con todas nuestras fuerzas.

-]¿Qué tienes pensado hacer?-Pregunto Dracomon.

-Bueno, si encontramos unas vías, podemos invocar a Trailmon y salir de aquí-Explique mi estrategia.

Aquello parecía divertido a la par que peligroso. Habíamos llegado al pueblo de los juguetes únicamente por casualidad, perdidos entre la niebla del bosque, pero...

- Veo que han redecorado

- No seas cruel... Evidentemente han redecorado todo esto, insinuarlo en lugar de afirmarlo sería insultar al artista ¡Mira como arden esas casas! Es perfecto.

Varias casas de plástico ardían y se derretían con lentitud ante nosotros, fuera quien fuera el causante de aquel caos merecía mis elogios, era difícil derribar edificios construidos con piezas de Lego, debido a que resistían casi cualquier cosa, pero el detalle de usar fuego aceleraba las cosas.

- De cualquier modo esto parece peligroso, quizás deberíamos irn...

- ¡Intrusos! ¡Flama Juguete!

- Were ¡Esquiva! - Logré articular la orden justo a tiempo para que WereImpmon saltara a un lado esquivando el lanzamiento de aquella extraña llama sólida, algo cómica entre un mar de fuego cabe señalar... Al parecer era tarde para marcharnos, habíamos sido confundidos con el causante de los incendios por aquel minúsculo microbio, y aunque aquello me alagaba, su grito habría alterado a mas hormigas en aquel peculiar juego.

Were estaba seriamente enfadado por aquel ataque a traición, entre el humo y que los ToyAgumon no desprendían ningún olor no había sido capaz de prevenir aquella acometida - Estas muerto maldita broma sin sentido...

- ¡Flama juguete!

De nuevo aquel ataque, en aquella ocasión no me hizo falta prevenir a Were para que se apartara.. Tras lo cual le indiqué con un gesto que se lanzara en acometida contra su enemigo, señalando la pared que ardía... Interpretando la indicación de manera correcta Were apareció al lado de su enemigo con una rapidez muy superior para su nivel Rokie, golpeando a ToyAgumon con su golpe escondido y lanzándolo a la pared que ardía, la cual envolvió al juguete de plástico fundido que le impediría moverse... Otorgándonos además un espectáculo mas que entretenido de los gritos agonizantes.

Mientras tanto Were se dedicó a tirar pequeñas bolas de fuego a los pies del juguete mientras este se deshacía en datos con lentitud - Parece que te estás divirtiendo... De acuerdo, podemos ayudar con la iluminación del lugar, pero al mas mínimo peligro nos largamos. - Were no respondió, si no que sencillamente continuó riéndose de la escena. Hacía tiempo que no le veía tan entretenido.

Todo era un horrible caos, todo se hacía pedazos, las torres de legos se caían a golpees al suelo, y nosotros esquivando con saltos, con esquivos en zig-zag, viendo la muerte súbita de los ToyAgumon.

-¿Eres una mujer psicópatas o solo te traumaron con videos de mayor edad de pequeña?-Le pregunte a gritos la mujer satánica, que nos perseguía.

Para hacer las cosas más segura, metí a Dracomon en mi Xros Loader, cuando paseo por una esquina me fije, en un chico de mayor edad (!!De nuevo!!) Con un extraño digimon, que nunca e visto en mi vida.

-¿Es que nadie puede, dejarme tranquilo?-Dije desesperado, preocupado si ese chico seria unos de esa mujer de la loca, satánica del inframundo.

Were pasó a reírse como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo... mientras tanto ToyAgumon se había disuelto en datos por completo, quedando en su lugar solo un Digiegg que no tardó en comenzar a arder. No ibamos a arriesgarnos a recuperar el huevo, en parte pro que no me interesaba para nada, por otro lado... Por que tampoco me importaba que ardiera.

Al final de todo el espectáculo Were temrino sentado en el suelo, con una mano sobre su pecho y la otra apoyada en el suelo mientras retomaba el aliento. Pensaba decirle que se previniera por si venían mas digimons, pero antes de que eso ocurriera ambos pudimos escuchar una voz que preguntaba cosas extrañas sobre su tranquilidad. Al mirar a nuestra derecha pudimos ver a un joven humano... ¿Sería ese el causante de el incendio? No lo parecía... mas bien parecía estar corriendo por su vida, y no veía a ningún digimon con el. Poco después apareció otra mujer, iba armada con una pistola que intimidaba en gran pedida y se echó encima de aquel primer chico mientras sonreía de una manera que me era extraña y tétricamente familiar...

- Suponía que tendríamos compañía, pero no sabía que fuera a tratarse de dos humanos... Y mucho menos de otra Elegida oscura - Por la actuación de la mujer era evidente su corrupción, así que por si eso me ayudaba en algo mostré mi Digivice oscuro, a pesar de lo cual Were no dudó en prepararse para cualquier combate...El huevo de ToyAgumon había ardido.

Al aparecer el chico había matado un digimon, pues vi un Digi-Huevo ardiendo en llamas, el pobre no pudo sobrevivir, vi detrás de mi hombre ahí estaba, la mujer casi se balanceaba sobre mi pero logre esquivarlo al tiempo, gracias a mi estatura pues retrocedí unos cuantos pasos, ya no había salida, estaba rodeado de gente anormal y feroces.

-¿Qué me van a hacerme?-Pregunte como un estúpido.

Al tocar la unica pared que habia, me agache y contemplar al chico y a la chica.

Pude ver como la pared de detrás del chico se derrumbaba con tan solo un disparo de las pistolas que llevaba la pelirroja, tras lo cual mi atención fue reclamada por una sombra que pasaba por el cielo... No me dio tiempo de ver a la primera, pero tras esta pasaron dos Justimons, ante lo cual me quedé petrificado... Sopesé con rapidez varias posibles estrategias, pero ninguna parecía eficaz contra el poder de un mega, y entonces... La Desconocida derribó a uno de un solo disparo.

- Impresionantes... Si... - Eso por decir algo. Si era fiel a la ideología de luz y oscuridad no corría peligro, pero como decidiera enfrentarse a nosotros estábamos perdidos. Si no encontraba ninguna estrategia para derrotar a un mega en nuestro nivel actual, mucho menos para alguien que los hacía caer como moscas. Were parecía haberse tranquilizado, quizás por que había entendido que contra ella no tenía nada que hacer, así que era mejor mostrarse amistoso.

- Ahora es evidente que la causante de toda esta... Belleza en llamas eras tu. Es como si lo llevaras escrito en tu melena. Y supongo que esa sombra que nos ha pasado por encima es tu Digimon ¿Me equivoco?

Antes de que me respondiera miré al joven moreno, sonriendo con cierta ironía malicia ante su anterior pregunta - En cuanto a tu destino... A mi no me preguntes, tu vida le pertenece a ella. No me gusta reclamar lo que no es mio. - Were se rió con cierta malicia ante mi comentario, llevándose las manos a su nuca para permanecer con gesto tranquilo.

Me fije en el cuelo, pasaban 2 Justimon ahí me sentí alegre ellos podían salvarme mi vida, pero toda la esperanza se arruino porque la chica, usando una pistola, muy rara, le disparo a uno causándole un grave daño como si apenas fuera una mosca. Me sentí cada vez peor, como si estuviera dentro de una película de terror que era completamente real.

-¿Es que estas, de lado de la chica?-Pregunte enojado al chico- ¿Por qué haces estas cosas, mujer? Es que, no te sientes culpable matando, gente que no tuvo nada que ver, con tu cosa traumática o algo así-Dije, cada vez lleno de miedo- Solo, causas caos sin razón sin sentido-Me sentí asqueroso.

Estaba viendo en todos lados, no había escapatoria, ya tenía mucho miedo lo que me hiciera ¿Me abriría por la mitad? ¿Me mataría con cuchillos? O peor ¿Me matara con esa pistola? Me cubrí la cabeza, esperando que solo fuera una pesadilla.

La mujer de cabellos como el fuego había decidido dejarlo en libertad solo para que expandiera la noticia de su al parecer recientemente adquirido poder, eso hacía notar que deseaba ser aclamada como un poder superior, además de que tenía algún plan aun mas destructivo para el futuro... ¿Quizás la conquista del mundo digital? Pero la pregunta de verdad era... ¿Aquello nos importaba a mi y a Were? Realmente, no, nunca nos habíamos dejado llevar por los clichés malvados, quizás por que no entendíamos el sentido de conquistar algo que luego no íbamos a querer gobernar. Were adoraba luchar y aniquilar y yo ver como lo hacía y de paso manipular dentro de lo posible a todo el que se escapara de aquel circulo vicioso.

Debido a que se me había dejado de prestar atención decidí que alejarme podía ser la mejor opción, a causa de ello me decidí a hacer un leve gesto a Were, indicando el callejón mas cercano, pero antes de poder hacerlo otro ToyAgumon histérico salió del mismo gritando como un loco y haciendo desaparecer nuestra salida silenciosa.

- Maldita escoria inoportuna...

- ¡Ah!

Parecía dispuesto a atacarme, y aún no se había percatado de la presencia de Were o de los otros dos humanos... Pero antes de que abriera de nuevo su aterrorizada mandíbula Were le golpeo de nuevo con su golpe oculto, lanzándonos contra un muro que aún no se había derribado, tras lo cual le bombardeó a base de llamas salidas de sus dedos... Y en cuanto el ToyAgumon tocó el suelo visiblemente malherido aprovechó para cargar su conjuro final, liquidando así con un espectacular golpe final al juguete, que antes de desaparecer por completo en datos fue sepultado por el muro trasero, para el cual otra llama mas, cargada además de un toque gélido había sido demasiado.

Ahora tendríamos que quedarnos hasta el final del espectáculo, aunque con algo de suerte no seríamos cambiados de lugar por el joven aterrorizado.

Ahora todo era mi fin, la chica puso su pistola en mi barbilla quitándole el seguro, ahí presionando lentamente el gatillo y cerré mis ojos para esperar que pasara lo peor e irme de este mundo por siempre… No había pasado nada aun y abrí los ojos vi que la chica había quitado la pistola de mi barbilla y me explico que había cambiado de opinión pero, que yo tendría que ir corriendo gritando como loco de su poder y me levante de inmediato ignorando todo lo que hiso aquel chico porque lo único, que me importada era salir de aquí.

-¡Aghh!-Grite, por lo que hiso la mujer con su arma, lo toco con mi mano quemándomelo un poco; era una sensación horrible y me dejo ahora una marca roja como una línea, en mi mano y sospeche que duraría por siempre y salí corriendo.

Tomando mi Xros Loader invoque a Dracomon, evolucionándolo a Coredramon y montándome en su lomo, escapamos volando lo más lejos posible.

-¿Te encuentras bien?-Pregunto mi digimon preocupado.

-No…-Respondí sobando, mi mano herido- Me quede traumado ahora, definitivamente no me volveré a toparme con ella-Dije y me acosté en su lomo.
OFF: Me salgo del tema, byee x3

El muchacho huyó aterrorizado, volando en su digimon en cuanto le fue posible, por mi parte me llamó la atención su dispositivo digital, ya que al parecer podía guardar dentro a su digimon... Aunque solo le veía utilidad en escasas circustancias. Tras esto la mujer roja me habló, haciendo una serie de preguntas que al parecer suscitaban su propia curiosidad.

- Mi digimon... Quizás su nombre te de mas pistas, es un WereImpmon, aunque desconozco los detalles concretos de su nacimiento, y el también, pero su parentesco es evidente. - Sonreí con tranquilidad, parecía querer hablar, y la verdad era que me resultaba una compañía agradable, quizás por no tener que aparentar ser una persona distinta a la que realmente era - En cuanto a mi... Me perdí por el bosque de niebla, y no quise desperdiciar la ocasión de contemplar semejante caos creado, todo lo que tengo ante mi es bello a la par que sobrecogedor, vos incluida por supuesto...

Hice una especie de amago de reverencia, mientras Were cotilleaba entre los escombros en los que había sido sepultado ToyAgumon, parecía no agradarle la idea de haber perdido de vista al Digimon y su destrucción.

- Mi nombre es L. Knight por cierto... ¿Con que nombre te bautizó a ti el infierno?

parecía estar complacida, algo bueno si se tenía en cuenta su poder real. Pareció comprender la ironía del nombre al pronunciarlo en dos palabras, antes de lo cual miró al cielo, gesto que terminó de confirmar mis sospechas... Por la sombra que había logrado ver en dos ocasiones me parecía un digimon alado, y por su condición oscura sumada a aquella mirada me había quedado claro que se trataba de un Beelzemon en su segunda etapa. Lo cual explicaría la tranquilidad de esta al dejarle solo contra un Justimon que a estas alturas había sido aniquilado.

Se presentó, haciéndose llamar Zayyn, y justo cuando me disponía a hablar se decidió a alzar de nuevo su pistola, miré a la dirección que apuntaba y vi a cinco ToyAgumons, aunque antes de que siquiera me decidiera por un patrón de ataque uno de ellos acabó derritiéndose - Were, carga el conjuro máximo - Dije aquellas palabras susurrando, pues el oido de mi compañero era muy fino, y los ToyAgumon parecían no estar prestando atención a nadie mas que a Zayyn.

Mientras otro de los ToyAgumon era alcanzado por una de las balas, esta vez pasando a un estado gélido y con aspecto mortal, Were creó una bola de fuego en su mano derecha mientras escupía una llamarada azul sobre la otra... Luego las juntó, y tras que las llamas danzaran como dos espíritus rabiosos hasta hacerse una sola sonrió, justo a tiempo de que uno de los Toy nos hiciera caso - Je... - No hicieron falta mas palabras, aquel monosílabo y la consiguiente llamarada azul y roja, sumados a la desintegración en datos de un ToyAgumon por el impacto de la bola sin ofrecer nada de resistencia fue suficiente para que los ToyAgumons restantes se quedaran petrificados, sabían que podían darse por muertos.

Los dos digimon restantes no tardaron en caer ante el abrumador poder de aquellas armas... Si eran armas que pudiera manejar un humano normal debía hacerme con ellas, con estas bajo mi poder podría finalmente ser útil mas allá de mera estrategia en los combates, pudiendo ayudar a Were única y exclusivamente cuando fuera necesario, pues en otras ocasiones prefería dejarle divertirse.

- ¿Nuestra conversación? Veamos... -Me llevé una mano a mi rostro, pensativo mientras Were decidía sentarse en el suelo, recuperando parte de sus energías por haber usado dos veces el conjuro final - Hablábamos del parentesco de mi digimon, pero creo que ese tema está zanjado, a no ser que tengas alguna otra duda, así que si me lo permites pasaré a hacerte una pregunta.

Me acerqué unos pasos, no tanto como para mostrar una confianza demasiado abierta, pero si para dejar de tener que alzar la voz y poder tener una conversación formal a corta distancia.

- ¿Cual es tu propósito con toda esta destrucción bella diablesa?

Aparte del hecho de que no me había sacado de la gran bola de destrucción masiva, me parecía un objetivo con demasiado cliché y no terminaba de convencerme, quizás por que nunca me han gustado las cosas sencillas.

- ¿Destruir? Admito que es entretenido, aunque no tengo suficiente poder para hacerlo por mi cuenta... El problema de la destrucción es que un día se termina y luego no hay nada mas que hacer - Me encogí levemente de hombros, alzando una mano en un gesto que le restaba situación al asunto .

- Además, este mundo es un buen lugar para dominar. Excepto ciertas zonas que son sencillamente... ridículas - Mientras decía aquello le dí una patada a una pieza de juguete que había a mis pies, apartándola del camino - El mundo humano sin embargo en mi opinión tiene una existencia sobrevalorada. Demasiadas cabezas sin poder suficiente para no hacer otra cosa que pensar y planificar... Les pones delante a un Digimon y ya empiezan a estar desesperados, se olvidan de pensar y analizar... Son mas divertidos de traumatizar, así que... ¿Por que aquí? ¿Por que no a ellos?

Junté mis dos manos y la miré con frialdad... Esperaba una respuesta algo mas creativa que la anterior, y quizás me estuviera metiendo en problemas, pero hiciera lo que hiciera no podía huir de aquella situación así que me importaba poco.

Mal humor.

Sí, estaba de muy mal humor. El motivo, fácil y sencillo, no me habían dejado dormir mi preciada siesta. Y mira que no solía dormir durante el día, pero llevaba tres días andando por mitad del bosque y no había podido dormir bien; así que ahora que por fin llegaba a un maldito pueblo, alguien decidía que era el mejor momento para hacer explosionar las casas e incendiar todo.

Debo decir que por suerte la zona por donde había empezado los ataques estaba en la otra punta del pueblo de donde me alojaba.

Iba caminando, tratando de evitar las llamas en gran medida, dirigiendome hacía donde se oían más explosiones y tal. No porque quisiera proteger a los del pueblo y tal --solo lo haría si me dieran una recompensa-- sino que iba a darle una pequeña charla sobre respetar los horarios de descanso. Vamos, que me iba a acordar de toda su familia, pasada, presente y futura.

Además por culpa de esto del despertar repentina, tenía un aspecto poco cuidado. Pelo enredado y despeinado, ojeras mucho más marcadas que habitualmente y el precioso vestido azul, arrugado y algo descolocado. Si esto fuera una serie de anime, ahora mismo sería un gran aura morada con ojos rojizos.

Kario en mis brazos notaba esto, pero no decía nada, sabía que era mejor no hacerlo, porque podría ser el objetivo de mi ira. Aunque de vez en cuando se revolvía, cosa que hacía que chasqueara la lengua y dirigiera mis ojos verdes hacia ella, cargados de rabia. Cosa que hizo que se detuviera.
Sabía que tenía una pequeña obsesión con el fuego, puesto que siempre quería tocarlo o comérselo. En cualquiera de los dos casos, se haría daño.

Tras un par de minutos más, pasando por calles cubiertas de cascotes y casas en llamas, finalmente pude ver a dos humanos y un digimon. Si no hubiera llevado el cabreo que llevaba me hubiera fijado en que una de ellas me era conocida.

Me acerque a ellos.

- ¡Eh! Los dos pirómanos, ¡¿no sabéis respetar las horas de descanso de los demas?!- les grité de mal humor.
- Oi, oi, Shirka. - me llamó la atención Wolve- ¿Esa no es la pelirroja de ciudad Light y de Los Ángeles?

Ahora que lo decía, sí era Zayyn. No sabría decir si me alegraba o me desagradaba. Solo sabía que estaba de muy, muy mal humor.

Pronuncio la palabra humanos como si ella misma no entrara en aquella categoría... ¿Era posible que un digimon tomara apariencia humana? No lo sabía, pero empezaba a sospechar lo, y tras tantas cosas que había visto en el escaso tiempo al que mi memoria podía acceder, no me sorprendería un detalle de este tipo.

También sonreí ante sus palabras hacia los humanos "idiotas" era una buena forma de definir a la gran mayoría... Por supuesto yo no me consideraba así, pero mi propia esencia me distinguía de ellos así que no negaría su inferioridad general o casi absoluta - Tranquila, no ofendes, además... - Fui interrumpido con brusquedad por un grito procedente de una dirección mas próxima a Zayyn que a mi mismo.

Al mirar en la dirección de la cual había salido aquella chillona vocecilla pude distinguir a otra humana mas... Paso semanas sin ver a un solo humano y me topo con dos y otra presunta en un mismo día, bueno, eso si no contábamos a la joven del Gilmon, que era un tema aparte... Esta por su parte parecía estar como mínimo poco arreglada, claro que nos acusaba "indirectamente" de haber destrozado su descanso, así que la opción mas viable es que si además de con ojeras y despeinada no venía en pijama era de puro milagro.

- Bonito vestido, aunque está un poco destrozado.

No pensaba decir nada mas, no al menos hasta que arreglaran sus propias diferencias, pues parecían conocerse... Were aún no era capaz de alcanzar siquiera su forma campeón, así que no sería yo el necio que se metería en medio del fuego cruzado. Si querían luchar, que se mataran entre ellas, ya intervendríamos nosotros en el momento que nos pareciera oportuno.

Puse los ojos en blanco.

- Sí, sí, lo que quieras sobre la ropa.- dije de manera desinteresada. No estaba para hablar de ropa.- No he dicho nada de detenerte ni pararte, a ver si escuchamos... Estúpidos yankies egocéntricos.

Esto último lo gruñí más que decirlo. Si había suerte habría oído eso, sino, lástima.

Solté a Kario, que se puso de pie mirando al digimon del chico, no recordaba que fuera de Zayyn. El tiempo que ella llevaba en el digimundo no recordaba haber visto ningún digimon como ese. Se acercó a él, mirandole desde lejos y dando una vuelta a su alrededor, para verle desde todos los ángulos.

- Nunca había visto a nadie como tú. ¿Qué eres?- su voz se podría definir como adorable, aguda con un deje infantil y siempre amable.

Pero no había que fiarse ni de su voz ni su apariencia, tan pequeña como un roockie, era un campeón y además especializado en ataques de fuerza. Y, bueno, a digimon extraño ella, que era única.

Me crucé de brazos y miré a los dos fijamente.
- Veamos, ¿tengo que hablar con los dos sobre lo de molestar en horas de descanso, o sólo con uno? Así pues, ¿quién de los dos se ha dedicado a tirar cerillas?

La joven portaba un extraño digimon, una especie de zorro azul que caminaba a dos patas, y que lo primero que hizo fue rondar a Were preguntándole sobre su extraña apariencia.

- ¿Tu te has visto? No eres precisamente un Digimon normal... - En cuanto al comportamiento de Were, el tacto brillaba por su ausencia - Soy un WereImpmon ¡Único en mi especie! ¿Y tu que demonios eres?

Entre aquel espectáculo y Zayyn repitiendo con otras palabras mi observación anterior sobre el vestuario de la joven, unas palabras mucho mas directas, termine poniendo los ojos en blanco, dispuesto a alejarme de la trifulca negando mi influencia en las llamas del lugar... Yo solo había exterminado a unos cuantos ToyAgumon, lo que al parecer a la recién llegada le traía sin cuidado, pero antes de decir nada Zayyn voló un nuevo edificio, dejando claro todo lo sucedido.

. Esta situación empieza a volverse un tanto ridícula e insostenible... - Murmuré con cierto desdén.

Kariomon sonrió, ajena a la falta de tacto del otro digimon. No estaba en modo pelea, así que no veía las palabras de manera dañina, además de que decía algo claramente obvio.

- Yo soy Kariomon, también un digimon único. Encantada. Eres el primero que veo aparte de mi.

Dicho eso se giro hacía Zayyn y se dirigió a ella.

- Oi, oi, chica demonio. ¿Dónde está Impmon? Es que quiero jugar

Por mi parte, tras comprobar que el chico no habría tenido nada que ver, retire casi toda mi atención de él. Obviamente no la iba a quitar del todo, no me gusta tener a la gente revoloteando a mi alrededor, sin saber qué hacen o donde están. Siempre pueden aparecer cuchillos misteriosos de la nada.

- Sí, eso responde a mi pregunta. En cuanto a la apariencia, mejor que la tuya, indudablemente... Tienes una mirada tan desquiciada que solo provocas pena.- la miré de manera despectiva- Vamos a lo que ME interesa. ¿Quién te crees para ir despertando a las personas? ¿No podrías esperar unas cuantas horas? Nooooooo, que va, mejor molestarme a mí. Si te sientes sola porque la persona a la que querías te ha rechazado; no lo pagues con los que estamos tranquilamente descansando, que no te hemos hecho nada.

Sí, lo último me lo había inventado, pero había visto a mucha gente que al ser rechazados habían tenido comportamientos extraños y estúpidos. Dañándose a si mismos o a los demás, aunque por preferencia era mejor el que se dañaran a si mismo, así al menos no molestaban.

Sonreí complacido cuando la situación se torció por completo en dirección a la recién llegada... No era que la odiara, ni mucho menos, de hecho su visión me resultaba curiosa, y habría deseado profundizar mas en su cabeza... Pero el poder ver la aniquilación de otro ser humano y de paso descender el deseo asesino de Zayyn para evitar futuros problemas, sin embargo...

- Idiotas humanos... - Rescaté aquellas palabras de la boca de Zayyn, sabiendo que así suscitaría su curiosidad - Se dejan llevar por las emociones y sentimientos y ni si quiera pueden ver el peligro ante ellos cuando lo que tanto adoran les nubla la visión - Chasqueé la lengua mientras indicaba a Were que se mantuviera alerta con un gesto oculto - Sin embargo hay quien se salva de esta maldición claro... ¿Como se iba a dejar llevar por meros sentimientos un ser oscuro? - Y ahí estaba la bomba... ¿Como reaccionaría la pelirroja ante la posibilidad de quedar al mismo nivel de los humanos en caso de apretar el gatillo solo por emociones?

Podía parecer que intentaba salvar a la recién llegada, nada mas lejos de la realidad, pero no lo negaría en alto, pues podía reportarme futuros beneficios.... Y nadie podía acusarme de insultar a la chica armada, puesto que había descrito una categoría en la que ella aún no había entrado... Simplemente alimentaba mi curiosidad, esperando ver como resultaría lo ocurrido.

Abrí los ojos, pero no por miedo, no, sino sorpresa. Acerté. A veces pienso que tengo gran intuición para estas cosas, aunque se presenta pocas veces esta situación.

Formé una pequeña sonrisa, mientras que mis ojos pasaron a una expresión taimada. Al parecer ahí había un gran filón para molestar a la pelirroja, aunque habría que sacar más datos en claro para empezar con la tortura psicológica. Por que sí, el daño físico puede ser apabullante, pero el psicológico es mil veces peor. Te destruye desde dentro, te hace sentir inseguro...

En fin, no soy mala, o al menos del todo, no tengo nada en contra de los demás; es solo que tengo demasiado tiempo libre. Y con algo tengo que ocuparlo. Además como había dicho Francis Bacon: "el conocimiento es poder". Y en cierto sentido es cierto, si eres lo suficientemente hábil conociendo a alguien puedes controlarlo, y que haga lo que deseas.

Pero antes de que pudiera decir nada, note como una pistola me tocaba la frente. Fruncí el ceño, tenía que pensar en algo para evitar que me matara.

Veamos, se había enfadado mucho con el asunto. Es decir la otra pesona la había tenido que haber rechazado de una manera realmente horrible, aunque ya sabía que era de las que culpaban a los demás de que se le rompiera una uña, no creía que se hubiera rendido ante una persona que hubiera conquistado su corazón. Sobre todo por la dificultad de llegar a él. ¿Qué podría ser definitivo?
Quizá que hubieran matado a Impmon, de ahí su falta... Pero eso hubiera acabado con la otra persona muerta... Sí, sonaba creíble. Por eso de que hiciera pagar las cosas a los demás puesto que el culpable estaba muerto. E incluso con lo inestable que era, es posible que al ser rechazada hubiera tenido un ataque de ira y lo hubiera matado.

- Aprieta el gatillo si quieres, seguro que es lo mismo que le hiciste lo mismo a la persona que te rechazó. Simplemente si no podía corresponderte, era mejor que no existiera, ¿no?- repliqué con una mirada llameante, pero en el fondo estaba asustada.

Si mis palabras no funcionaban recibiría una bala en la cabeza.

Kario por su parte se fue acercando a Zayyn, con los ojos rojos, brillando a causa de la ira. Si era necesario se tiraría hacia la pelirroja antes de que pudiera evolucionar y la rompería todos y cada uno de sus huesos a base de golpes.
Aunque si todo salía bien, luego agradecería al chico pelirrojo sus palabras para salvar a su tamer.

Sonreí con cierta malicia en el rostro al ver todo lo que iba ocurriendo, mientras en mi mente anotaba un dato detrás de otro. Zayyn se dejaba llevar por los sentimientos, y por mas que intentara negarlo o parecer lo que no era estos le afectaban de manera muy directa, además de que odiaba ser comparada con ninguna clase de humano... Por otro lado la joven desconocida o bien no tenía el mas mínimo aprecio a su vida o bien su lengua era mas rápida que su cabeza al tratar temas comprometedores, si bien la ultima frase había sido una estratagema ingeniosa, seguía atacando mentalmente a su agresora, acariciándola además con el consuelo de que era lo que debía ocurrir, esperando que así no apretara el gatillo, que en efecto, fue lo que ocurrió.

- Hmmm... - Me llevé una mano ante mi boca, cubriendo en parte mi sonrisa con un gesto misterioso, al tiempo que Were me miraba con picardía, sabiendo lo que estaba haciendo... Ya lo había hecho otras veces, era mi manera de divertirme - ¿Nos dirás ahora tu nombre extraña joven? No lo digo por la deuda, si no por curiosidad. A mi puedes llamarme L... ¿Y bien?

Me crucé de brazos a la espera de su respuesta, mientras tanto Were tenía otras cosas que hacer. El Digimon se movió con rapidez, esquivando las llamas y subiendo a una parte sin dañar de uno de los edificios, la razón era que se había recuperado físicamente, y estaba en búsqueda de otro combate, había apreciado el poder del pequeño zorro azul y no se iba a batir contra el, pero otro frágil ToyAgumon saciaría su continuo deseo de poder.

Suspiré aliviada, a saber qué era lo que la había hecho cambiar de opinión, pero en todo caso, la pelirroja regalaba información. Ahora sabía que el amor de su vida, otra chica al parecer, la habían matado.

Sacudí una mota invisible de polvo de mi vestido, mientras que intentaba calmarme. Seguía viva, cosa que era buena. El problema es que las llamas se mueven y cada minuto nos encerraba más en ese lugar.

La pelirroja evolucionó a su forma mega, cosa que no me sorprendió demasiado, ya la había visto hacerlo, y sabía lo que era. Después centre mi atención en el pelirrojo, o L e incliné la cabeza. Ahora que lo pienso cuanto pelo rojo por la zona.

- Me parece un poco escasa la información acerca de tu nombre. Aunque qué más da, las probabilidades de vernos de nuevo son bajas. El mio es Shirka. - el chico sabía usar las palabras tal y como había demostrado antes, y no creía que las hubiera dicho al azar; quizás fuera alguien interesante, con el cual verdaderamente habría que tener cuidado. - Y créeme, me gustan las deudas, pero me temo que en este caso no sé si tendré que devolverlo, puesto que quizás me hubiera librado yo sola... Ya veremos si hago lo que me pides o no.

Sonreí levemente, esperando su respuesta. Aunque sabía que me costaría más sacar información de él, una sensación mía, sobre todo por las palabras que decía y su manera de expresarse. Habría que andarse con mucho ojo a la hora de hablar y sobre todo mantener la cabeza fría. Cosa que por desgracia para mí, en ese momento, era difícil de conseguir, puesto que necesitaba varias horas de sueño. Por suerte mi naturaleza más reservada al menos salvaría parte de las cosas que no me diera cuenta.

Kario, curiosa siguió a WereImpmon, le extrañaba el digimon. Quizás cuando fuera más fuerte podría ser un enemigo divertido para ella. Puesto que no tendrían los datos para saber cómo enfrentarse a él.
- ¿Qué haces?

Las explosiones continuaban por todos lados, y dudaba que Zayyn se parara a mirar a que estaba disparando ahora que había sido descontrolada y se había transformado...

- Creo que hablaremos de tus posibilidades de supervivencia ante un arma que mata a Justimons de un golpe después... Ahora deberíamos apartarnos de su rango de destrucción. Le tengo aprecio a mi vida ¿O prefieres esperar a que cambie de opinión y se decida a dispararte? _me encogí de hombros mientras sonreía con cierta ironía... No iba a esperar su respuesta, pues creía que sería capaz de ver que tenía razón, así que me giré y comencé a andar en la dirección que reconocía como la mas correcta para salir del caos.

- Were, deja de buscar combate antes de que nos de una bala perdida. Ya seguirás entrenando otro día.

- Hmmm... Supongo que tienes razón. Y tu ya sabes lo que buscaba Azulito, quizás otro día podamos jugar... por ahora me ganarías, y no me divierte perder.

Were bajó del tejado de un salto, cayendo a cuatro patas y moviéndose con rapidez hasta situarse al lado de L, tras lo cual se colocó de nuevo a dos patas y caminó a su par con los brazos tras la cabeza.

- ¿Entonces me acompañas Shirka? ¿O prefieres adentrarte aún mas en la ciudad? - No detuve mi paso, simplemente giré levemente el rostro mientras seguía caminando, esperando su reacción.

Observé divertida a la pelirroja, ahora ya estaba de mejor humor. Había conseguido que alguien estuviera peor que yo, o al menos eso me parecía. Es sorprendente lo que mejora el humor el saber que otra persona esta peor. Aunque no peor por motivos superiores en los cuales no puede hacer nada, sino que provocados por remover sus debilidades o miedos.

Miré al pelirrojo, sin expresión en el rostro. Tras el enfado y la diversión proporcionada por molestar a Zayyn, estaba de nuevo en un estado de tranquilidad.

- Por ahora está muy entretenida en eso. Además, me preocuparía más si fuera más racional y analítica. Si alguien así decide matarte, da igual lo que digas o hagas, lo hará... Sin embargo alguien así de influenciable, siempre puedes tratar de hacerle cambiar de opinión.- repliqué, aunque me puse en movimiento. Ya no había mucho más divertido que hacer.

Kario por su parte miró extrañada a WereImpmon. La pobre no entendía bien algunas situaciones, por ello no sabía a que se refería el otro digimon. Aunque él había pasado por alto que era una hembra, así que tampoco debía ser demasiado inteligente.

- No, no lo sé. No estoy en tu mente... Pero si fuera tú, buscaría un combate con varios enemigos para mejorar mi nivel como guerrera- contestó sonriendo ampliamente.- Y jugaremos cuando tú quieras, me encantan los juegos.

Después saltó varias veces hasta llegar a colgarse en mi espalda. Sonrió ante la oportunidad de enfrentarse a WereImpmon y sus ojos rojizos brillaron de manera extraña. No dejaría que la ganaran por mucho que dijera el otro.
Por mi parte escuché de nuevo al pelirrojo.

- Ya te seguía, L. Y mi motivo de acercarme era ver quien había interrumpido mi descanso, hablar con él y después irme. Así que no tengo nada más que hacer en esta ciudad. Sobre todo, porque no podré volver a irme a descansar.- dije de manera calmada.

Y ese era mi plan realmente, en cuanto que pudiera me marcharía a buscar algún lugar para descansar. Aunque sola, y para eso tendría que poder llegar a alguna desviación de la que poder tomar otra dirección distinta a la del chico.

Me alegre de que L no hablara, así al menos no tenía que tener cuidado con lo que decía, cosa que podría causarme problemas debido a que tenía bastante sueño. Y sí, bostece rodeada de llamas y edificios que se desplomaban. Nadie normal haría eso, desde luego. Tampoco me molestó que acelererara el paso, yo iba tranquilamente con Kario. Sabía que ella me protegería de todo lo que fuera a aplastarme.

Ellos se detuvieron más adelante, pero para cuando llegué las llamas que antes decoraban la zona se habían extinguido. Abriéndonos paso hacia el bosque. Continué a paso tranquilo, pasando por la zona. Al parecer el pelirrojo tenía mucha prisa.

Kario parpadeó varias veces antes de añadir:
- No veo nada

Sí, la frase era muy obvia, pero no se veía nada realmente. La niebla nos rodeaba completamente, lo cual no era sino un motivo de vulnerabilidad sobre todo para mí. De los cinco sentidos era en el que más me apoyaba seguido del oído. Por eso lo agudicé oyendo las palabras de Knigt con mucha claridad.

Me reí suavemente con eso de doncella en apuros. Sí acababa de atacar mi orgullo, pero el que tendría que tener cuidado sería el caballero que me rescatara, no fuera que en vez de salvar a la dama del dragón, hubiera cogido al dragón.

- Nadie ha dicho que no lo cumpla... Sólo que depende de lo que me pidas- dije a la niebla, sin saber siquiera que me escuchara.

Después de eso me interné por el bosque, que con suerte y con tanta niebla no habría muchos peligros rondando por miedo a darse un golpe. Y así podría dormir tranquilamente.

Off: Imagino que fin del tema a menos que Z conteste.