UN NUEVO COMIENZO~~~~

Abrí mis ojos, me encontraba en el sofá, en el living de mi casa, afinando mi guitarra eléctrica favorita, tenía un color rojo brillante, seguido de líneas que terminaban en la oscuridad de un mango enteramente negro.
Al tiempo que terminaba de afinar mi guitarra la puerta de mi hogar se abrió, dejando entrar a 2 mujeres, 2 hembras pelirrojas de muy agradable figura, una de ellas vestía de camisa y minifalda, con medias oscuras que le cubrían por completo ambas piernas y unos lentes rojos bastante formales, la otra vestía una pantalones cortísimos y una playerita ligera, casi dejando ver sus enormes senos.
Ambas desconocidas entraron a mi casa desvergonzadamente, me levanté y caminé hacia ellas despacio hasta entrar en completo contacto visual,
Mujer1: - ya estamos en casa -
Anunció al verme la chica que vestía formal, parecía la mayor
Mujer2: - *O*!! como está el hermanito más precioso del mundo -
Dijo la segunda corriendo hacia mí y abrazándome de un salto, rodeando mi nuca con sus brazos y ahogándome con sus pechos. Acostumbrado a ello rápidamente  recibí sus piernas con mis brazos, sosteniéndola por los muslos para alzarla en mi cintura sin riesgo de dejarla caer.
Vice: - Lina... tienes que dejar de saltar así - con una sonrisa lujuriosa a pesar de todo - podría tropezar -
Lina: - Jum! qué tiene de malo disfrutar de mi hermanito? - comentó acariciando mi espalda - para eso eres ya fuerte y grande no?, para encargarte de las necesidades de tus hermanas mayores ♥ -
Mujer1: - Siempre igual de pervertida Lina, deja a ****** en paz - dijo la chica de vestimenta formal, no entendí lo que decía, no... no es que no lo hubiese entendido, una especie de interferencia se había mesclado con sus palabras, pero al parecer se refería a mí, quizás... quizás era mi nombre...
Lina: - Jum! Hinako siempre la perfecta Hinako... como si no quisieras hacer lo mismo >w< solo míralo si está tan mono - dijo propinando besitos a mi frente.
Hina: algo ruborizada - estoy embarazada y en una feliz relación no digas estupideces... - argumentó Hinako, su vientre no parecía medir más de lo normal, seguramente tendría un embarazo de 3 meses o menos.
Vice: - somos hermanos - dije sonriendo y tomándomelo todo a broma - es imposible que algo raro pase XD - al decir esto bajé a Lina hasta el suelo y me dirigí nuevamente por mi guitarra - por cierto Lina, cómo está tu hijito? el pequeño Gakupo - ya sentado en el sofá
Lina: - par de amargados... - parecía bastante molesta por los comentarios de Hina... o era por los míos?, no lo sabía - Gakupin está muy bien, lo dejé con su abuela, tiene el cabello muy largo, no se lo quiere cortar... supongo que le recuerda a su difunto padre... - con una sonrisa en la cara disimulando la tristeza de haber perdido a su marido hace bastante poco - pero como figura paterna te tengo a ti ♥ - comentó acariciándome un hombro y sentándose a mi lado - ... pero tú tienes esa guitarra ¬¬, siempre con esa guitarra, para todos lados con esa guitarra -
Vice: - Claro!, es mi tesoro, no sería nada sin esta guitarra, daría lo que fuera por ella *O* -
Lina: - hasta nos venderías a nosotras? - dijo molesta mientras Hina llegaba con zumo de naranja para los 3.
Vice: - ... obvio - dije despreocupadamente sin saber lo que el destino me tenía preparado para aquella tarde, como es normal Lina se molestó dandome un pequeño golpe en la cabeza mientras yo sonreía.
Hina: - La hora al médico es en poco, dijeron que me acompañarían - Nos recordaba Hina - últimamente estoy sintiendo mareos, me preocupa que sean las mellizas... - comentó preocupada
Vice: - tranquila, seguro es porque trabajas como una loca ¬¬, deberías relajarte un poco -
Hina: - un poco... cómo tú?, ser un libertino?, andar con esa guitarra cada día de mi vida?, con mujeres de distinto tipo?, sin una cama propia?, durmiendo en donde sea?... -
Vice: - ... pues... algo así? - le dije sonriendo - no tienes porque preocuparte tanto, todo saldrá bien - la consolé levantándome y dándole un abracito que la tranquilizó, y al cual respondió cariñosamente, Hina parecía una chica fría, pero era bastante suave por dentro.
Lo siguiente que recuerdo éramos los 3 caminando juntos, pasando frente a un gran edificio con ventanas como espejos, al ver mi propio reflejo me sorprendí, era yo... pero no era yo... me parecía a mí, era más joven, mi cabello era más corto, y no tenía ningún tatuaje.
Era extraño pero en ese momento parecía no preocuparme, es más, todo era extraño, qué era esto?, está gente... este par de mujeres... no las conocía... pero no me parecía extraño tratarlas como mi familia...
Me quedé estupefacto mirando mi reflejo, mientras Hina y Lina se adelantaban. Pasaban en medio de una calle cuando hina colapsó, cayó sobre sus rodillas en la acera y no se movía, Lina le daba aire con las manos sin estar segura de qué cosa tenía que hacer, pero claro, lo primero era sacarla del camino. Por desgracia un acontecimiento siguió al otro aparte de mi distracción y la caída de Hina, un coche con un chofer descuidado venía rápidamente contra el par de pelirrojas, el conductor parecía simplemente no verlas, ni siquiera intentaba frenar...
No había tiempo... al darme cuenta de lo que pasaba  no tenía como alcanzar a mis hermanas y sacarlas del camino... no podía hacer nada... no podía hacer...
Solo corrí... corrí con todo lo que tenía, la guitarra pesaba... no la llevaba en mis manos, la guitarra se sostenía por una amarra a mi cuello, no pensé en quitármela, no había tiempo... corría... pero... no hacia mis hermanas... solo podía empujarlas... salvar a una... o no podría salvar a ninguna si el empujón no servía... no pensaba claramente... solo corría... hacia el coche en movimiento... corría en diagonal... para impactarlo antes que a mis hermanas... Lina hacía su mejor esfuerzo... no era fuerte... no podía con su hermana... sus piernas se debilitaban por lo que veía venir...
Cuando me encontré frente al coche me di cuenta... me destrozaría...  no había sido buena idea, para un humano es imposible hacer frente a algo así, debía huir... salir de ahí lo más pronto posible... mis hermanas estaban en el trayecto... no podía simplemente salir... solo había una solución... desviar el vehículo con mi cuerpo.
Cerrando los ojos arremetí, mis manos siempre adelante, el impacto no fue tan duro como creí en un primer momento, abrí los ojos... mi guitarra estaba frente a mí, entre mis manos y el parachoques del coche, con razón la quería tanto, y con una sonrisa arremetí como podía contra el vehículo, pero no era suficiente, fui arrastrado hacía atrás, mi guitarra destrozada en pedazos, mis pies dolían... mis brazos dolían... había algo rojo salpicando a mi alrededor... pero ya no me importaba, tenía que sacarlo de curso, no sabía que tan lejos estaba de mis hermanas, tenía que hacerlo ahora... pero no... no podía detenerlo... mis pies parecían deslizarse hacia atrás... era incapaz de frenarlo... hasta que en un momento sentí un impacto, el auto se detuvo por milésimas de segundo, mire a mi lado, lo que había escuchado era el mango de mi guitarra, se había atorado entre el parachoques y la acera, era mi oportunidad, con toda la fuerza que me quedaba empujé casi el mismo punto en el que se encontraba mi mango (que parecía ser de muy buena calidad xD), logrando así cambiar su rumbo y haciéndolo impactar contra un edificio cercano.
Todo había pasado, miré hacia atrás, mis hermanas se encontraban sentadas en el mismo lugar, no se movían, me miraban con lagrimas en los ojos, parecían aterrorizadas, pero estaban bien, nada les había pasado, ni a ellas ni a las mellizas...
Baje la vista, y divisé lo que solían ser mis manos, no las encontré, solo habías pedazos de hueso y carne en su lugar, no tenían forma, pero no me importaba
Vice: - así no podré tocar la guitarra... - sonreí... o creí que lo hice, en realidad no estoy seguro de si hablé o solo emití un murmullo.
Tampoco podía caminar, y no quería mirar mis piernas, probablemente estaba acabado, había perdido mi guitarra, mi más preciado tesoro... pero ellas estaban bien... ellas estaban bien...
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Negro... todo era negro, no sabía dónde estaba, pero escuchaba cosas...
Escuchaba a mis hermanas, lloraban desconsoladamente cerca mío, me decían cosas, probablemente palabras de aliento, probablemente que me cuidarían, probablemente que nunca se separarían de mí.
No era lo único que oía, el escándalo del accidente parecía ser peor que al principio, el coche probablemente prendió en llamas luego de estrellarse contra el edificio, escuchaba sirenas, pasos rápidos de un lado a otro, y el sollozo incesante de aquellas 2 importantes personas que logré salvar.
Pronto sentí una de las sirenas acercarse, y detenerse prácticamente a mi lado, probablemente era una ambulancia, probablemente alguien la habría llamado, probablemente intentarían salvar lo que quedaba de mí... Todo sonido retumbaba en el suelo, mas no me molestaba, nada me molestaba, no sentía dolor, no podía ver... solo era capaz de escuchar... podía oír mi propio corazón latiendo lentamente, pero con fuerza, sin intención de rendirse, pum!... pum!... pum!... pum!, nunca fui bueno para tirar la toalla... lo consideraba detestable y al parecer estaba aferrándome a la vida de la misma forma, no me rendiría, aunque nunca volviese a caminar, a escribir, a tocar la guitarra, a hablar... no me rendiría...
Pude sentir como me levantaban del suelo, o como levantaban lo que de mí quedaba.
Distintos fluidos caían al suelo mientras me colocaban en una camilla, creí incluso sentir algo de carne dejar mi cuerpo para también ser víctima de la gravedad.
Dentro de la ambulancia todo era tranquilo, no había sirenas, no sentía pasos, no habían gritos... solo el incesante sollozo de mis hermanas y el sonido de la ambulancia al moverse, intentaba hablar, moverme, tranquilizar a las mujeres que tanto sufrían por mi causa, no podía, solo respirar ya era demasiado esfuerzo para mí, y así en completa oscuridad... me dormí.
Desperté debido a unos extraños susurros, podía oír claramente una conversación mas no me interesaba, intenté moverme pero mi cuerpo aún respondía de la misma manera, no podía hacer nada más que respirar, me encontraba en el mismo deteriorado estado... no escuchaba a mis hermanas, ni el sonido característico de la ambulancia, la camilla no temblaba por los movimientos del coche al moverse así que supuse que estaba en el hospital.
Hombre1: - Qué mierda pensabas al robar a un paciente del hospital? -
Al escuchar eso la conversación comenzó a interesarme, un paciente?, se referían a mi?
Hombre2: - Pensaba en nuestro proyecto, en todo lo que estamos haciendo -
Hombre1: - Eres idiota?, si robas a un paciente obviamente comenzarán a buscarlo... -
Hombre2: - Quién te crees al hablarme así?, es lo mismo que hemos estado haciendo hasta ahora -
Hombre1: - claro que no!!, hasta ahora hemos estado usando mendigos, huérfanos, gente que vivía sola o abandonada... además míralo... está en pedazos, ya debería estar muerto. -
Hombre2: - pero no lo está... por eso es especial, tú no lo viste... no viste lo que hizo, yo sí, estaba ahí. -
Hombre1: - morirá como el resto... no, incluso antes que el resto, puede que ya esté muerto. -
Hombre2: - estoy seguro que esta vez será un excito, vamos, hay que empezar el procedimiento -
Hombre1: - Axel... estás seguro de esto?, cada sujeto de prueba que muere es una perdida monetaria enorme... -
Axel: - Claro que estoy seguro, solo necesitamos a un individuo más fuerte, y este... este tiene lo que hace falta... avisa al resto de los científicos , comenzaremos antes de que sea tarde -
Científico: - de acuerdo... -
No lo podía creer... no solo no estaba en el hospital, sino que había sido raptado... no sabía que planeaban, y no podía hacer nada al respecto, maldije para mi interior lo que sucedía y me fije solo una meta, pasase lo que pasase no me rendiría, sobreviviría y volvería con esas 2 mujeres a las que tanto amaba, volvería a verlas sonreír, a tocarlas... a disfrutar de aquel brilloso mundo que en mi actual oscuridad parecía tan lejano... escuchaba sonidos cerca mío, esta vez eran más de dos, no podía contar cuantos sujetos se movían a mi alrededor, estaba nervioso, temía... temía no volver a verlas... eran lo único que me importaba... lo único que quería ver, lo único en lo que podía pensar
Un agudo dolor atravesó mi cuello, probablemente una aguja, seguramente contenía anestesia general... no quería dormir de nuevo, temía que si lo hacía no volviese a despertar, pero los fármacos eran más poderosos. Lentamente mi conciencia comenzó a desvanecerse... extraños sonidos provenían de lo que parecían máquinas a mi alrededor, pero solo podía escuchar una especie de eco mientras me convertía en la inofensiva presa de aquellos dementes... la oscuridad que presenciaba ante mis ojos se volvía cada vez más profunda hasta que finalmente caí dormido.
Abrí mis ojos, nuevamente todo era oscuro, acaso esto nunca terminaría?
Oscuridad: - ... -
... No... esta vez era distinto... había algo dentro de toda aquella oscuridad, podía sentirlo.
Un sonido inundaba el sitio, era lento y poderoso: "pum... pum... pum", lo reconocía, eran mis latidos, pero... cada vez eran más lentos. Intenté alzar mi voz, nada salió por mi boca, no podía emitir un solo sonido, no podía hacer nada más que mirar de frente a toda esa oscuridad, la cual parecía volverse ligeramente... roja?, no, no era eso, delante mío había algo... algo que no era negro... algo muy... muy oscuro, pero con ligeros toques rojizos, no podía acercarme, pero parecía que esa mancha se hacía más grande... se acercaba a mí.
No sabía lo que era, pero ya enfrente distinguí 2 enormes ojos que me miraban sin parpadear, rojos como la sangre y brillosos cual lámparas en medio de la oscuridad, me iluminaban esperando algo... los latidos se hacían más lentos, cada vez más lentos mientras que los ojos de la bestia brillaban con mayor fuerza, cegándome, pero no podía parpadear o apartar la vista, solo podía observarlo mientras el sonido se reducía hasta un último latido.
Oscuridad: - kkkkwwwaaAAAAAAAAARRRRRHHHH!!! -
Un chillido asqueroso reventó mis tímpanos, parecía haber llegado la oportunidad que aquel ser esperaba, con poca fuerza mordió mi cabeza, y disfrutando de la tortura lentamente me la arrancó.
Desperté sudando frío y tocándome el cuello, obviamente estaba intacto, ningún ser podía dañar al todopoderoso Vice...
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Me encontraba en una cama, desnudo bajo las sabanas dentro de una habitación iluminada solo por la luz de la luna que por las ventanas entraba, respirando agitado por el sueño que aún me inquietaba, probablemente era mitad de la noche.
Miré a mi lado y sonreí, la espalda de una curvilínea hembra retozaba junto a mí, relamí mis labios mientras estiraba mi surda para alcanzarle la nuca y jugar con sus suaves y delicados cabellos, sin perder más tiempo descendí acercándome a ella,  acariciándole la columna hasta llegar a la parte baja de sus espalda, donde sus suaves pero resistentes nalgas me esperaban, después de pocas caricias la chica gemía entre sueños y descaradamente inserté  mi miembro bajo su culito abriéndome paso entre sus piernas.
Reconocía esos rincones, sabía quién era la joven que estaba a punto de hacer mía, doblándome un poco lamí su espalda hasta besar su tatuaje, una hermosa rosa roja propiedad de Elian.
Ella comenzó a moverse, parecía haber despertado, de buen humor me erguí dejando que mi sexo se moviera libremente en contacto con el de ella y me acerqué a su rostro para darle los buenos días, su cabello había cambiado, parecía seco, duro, opaco, era extraño, antes lo había tocado, podía jurar que no era así, me acerque más en busca de su cara, ella había dejado de gemir, incluso de moverse,  la sostuve por el hombro y tire de ella lo suficiente como para ver su rostro, no habían ojos, no dientes, no lengua, ella estaba fría, y su cuello se sacudía en todas direcciones, parecía roto. No emití sonido alguno, la sorpresa me había dejado paralizado, tenía tantos sentimientos dentro mío que todos chocaban y se destrozaban buscando gobernar.
No tuve tiempo para sufrir, el cadáver de Elian se deshizo entre mis dedos así como también la cama y las paredes, convirtiéndose todo en una especie de líquido rojizo, oscuro como la sangre. Miré al suelo, dicho líquido me tapaba los pies por completo, era difícil moverse, pero de todas maneras intenté caminar hasta donde se encontraba la puerta... pero ya no había puerta, no había habitación, no había luna... el cielo era negro, y todo lo que veía en el horizonte delante mío era ese líquido rojizo tapando el suelo. Comencé a caminar con dificultad en busca de alguna salida, el líquido era bastante denso, casi como caminar en barro, pero a la vez era escurridizo y podía reflejarme en él, con lo cual nuevamente me di cuenta de un detalle, aún no tenía tatuajes en mi desnudo cuerpo, aún no terminaba la pesadilla que hace mucho había comenzado, era esto alguna clase de maldición?, era el infierno?. Cada vez costaba más caminar, el líquido parecía estarse endureciendo pero no tenía otra opción que forzar mis pies para seguir adelante, hasta que un horrible dolor me detuvo, algo había mordido mi pie izquierdo y no podía liberarme, instintivamente use mi surda para dar un poderoso golpe en el sitio  afectado, el liquido salpicó, pero parecía no haberle dado a nada, el dolor solo aumentaba y no podía retirar mi pie, molesto intente levantarme... no podía, mi mano estaba atrapada bajo el líquido y comencé a preocuparme, una vez más un intenso dolor atravesó mi muñeca y con fuerza saque como pude mi mano de ahí... el liquido había rodeado mi mano, y tiraba de ella hacia abajo, no me iba a rendir, y di otro paso adelante con mi adolorido pie izquierdo, esta vez el líquido actuó violentamente, saltando y alcanzando mi otra mano, 2 fuertes punzones me indicaron que mi pierna y mano derechas habían sido atrapadas, pero seguí porfiadamente adelante, el líquido subía por mis piernas y brazos creando extrañas formas que creía reconocer, no me importaba, con fuerza me sacudía intentando liberarme de ese extraño líquido que me aprisionaba, pero no había forma, una gran cantidad saltó desde delante y se enredó a mi cuello, tirando de mí, obligándome a caer sobre mis rodillas mientras seguían dibujándose marcas en mi piel, nuevamente vi mi reflejo, y esta vez reconocí mis tatuajes, no entendía porque este extraño ente los había imitado, mas no me importaba, me levanté con la sola fuerza de mis rodillas y seguí intentando liberarme, el liquido se expandía por mi cuerpo, y parecía morderme poderosamente en cuanto llegaba a un lugar nuevo, era un tortura, no había escape, donde mirase había líquido, excepto en el cielo... la oscuridad que antes veía sobre mí ahora parecía un paraíso al lado de lo que me atormentaba.
Vice: - ah!... -
En un último intento estiré mi diestra sobre mi cabeza para alcanzar algo en el cielo, algo inalcanzable, y luego mi cuerpo fue engullido por ese extraño liquido, el cual tomó forma y con un intenso rugido reemplazó todo lo que yo era.
Vice: - kraaaaaaaAAAARRHHKKK!!! -
El resto del líquido se agrupó formando largas y gigantescas colas que partieron en dos el mundo en el que nacieron.

Desperté nuevamente... ahora lo recordaba, me había dormido en medio del valle oculto, sin cobertura, sin ocultarme, no tenia nada que temer, a nadie a quien temer, me levanté, molesto por ese estupido sueño... e intrigado por la aparición y la forma de Eli en él... algo no estaba bien... tenía un mal presentimiento y me dejé llevar por mis pies entre los árboles, perdiendome en la zona.