Llegando al Digimundo

(....) y justo deserté en un lugar totalmente diferente al que me encontraba, los rascacielos y el humo denso que se forma cuando apenas va saliendo el sol habían sido cambiados por una luz resplandeciente de un sol que no divisaba y nubes blancas y esponjosas reemplazaban las grises que lanzaban agua a cántaros hace unos momentos, debía de encontrarme en algún lugar lejano, o tal vez no me encontraba en otro lugar sino inconciente sobre la banqueta y alguien pronto llamaría a una ambulancia, tal vez... recibir un rayo mientras se está en un callejón solitario no es buena suerte.

La cabeza me daba vueltas y sentía mis extremidades temblorosas sobre un pasto húmedo sin cortar, me incorporé para sentarme y el mareo empeoró pero conseguí mantener la comida dentro y sentarme para ver árboles al rededor, hacia cualquier lado que mirase, un sinfín de espeso verdor sobre los troncos irregulares, sin duda alguna estaba muy lejos de donde me encontraba, ¿por qué me había alejado tanto de japón?, si bien era un estudiante de intercambio ¿por qué tenía que haber terminado aquí?...

Pero claro yo no estaba solo cuando ese rayo cayó sobre mí... lo encontré comiendo placidamente a unos metros a mi espalda, como si fuera el lugar más normal que existiera, como si no importara que no hubieramos logrado casi nada desde que nos habíamos conocido, al menos yo lo veía como la misma bola morada que había llegado a mí hace unas semanas

-Eh Pagumon...-La voz me sonaba entrecortada y raspaba mi garganta- *JJhm* dónde demonios estamos?-

-Lloyd qué bueno que despertaste!! estamos en el digimundo yo vengo de aquí y estaba esperando regresar para mostrartelo todo, pero ... no recuerdo muchas cosas de aquí-

Vaya guía que estaba hecho... sin conocer el lugar, por lo menos ya tenía un nombre, me acerqué a pagumon y tomé una hoja con agua que el había conseguido y la bebí de un sorbo apenas dejándole un trago al final él sacudió sus largas orejas en respuesta pero hice un ademán para alejarlas mientras me preguntaba a qué podía enfrentarme mientras estaba allí, tal vez esto era lo que estaba esperando

Como era de costumbre, estaba tranquilamente en el gimnasio de mi escuela. Era muy normal encontrarme en aquel lugar observando detalladamente todo y también, donde normalmente nos reuníamos a jugar, en un frondoso y verde árbol con unas hermosas flores blancas besadas por una pequeña tonalidad naranja que se dejaban caer en el lugar. Llegado al lugar, me dicuenta que no traía mi mochila conmigo y en eso corrí rápidamente al aula en busca de esta donde se encontraban mis cartas. Mientras corría en eso logré divisar una carta en el suelo. Era bastante rara... tanto que como sabía que no era de ninguno de mis amigos, decidí quedármela y al llegar a aquel curso vacío y lleno de las pertenencias de los demás, agarre aquella carta y la pasé por mi D-arc, y este largó un gran destello blanco que dejándome shockeado, me trasladó junto con mi mochila a un lugar desconocido.

Se podía decir que para un chico como yo que normalmente acostumbraba a jugar juegos en su ordenador, no le pareció raro, sin embargo ver aquel mundo lo había impresionado a tal punto de dejar al chico boquiabierto. Observaba el entorno, el cielo teñido de celeste y con manchas blancas que marcaban aquellas nubes que era como algodón. El césped mismo, con un color verde claro como si recién hubiese crecido luego de un gran invierno.

Todo mostraba un clima primaveral, sin embargo mientras aquel detallista chico observaba aquel paisaje de fantasía logró escuchar una voz... -Hola- Le decia. Al darse vuelta quedó shockeado. Era wormmon, un digimon que lo estaba mirando y sonriendo. Al segundo este se le pego a la pierna mostrando cariño, sin embargo el chico dio un paso hacia atras en muestra de susto.

-Pero, pero...-titubeaba sin poder soltar una palabra ante tal impresión.

-Eres mi tamer cierto???- me preguntaba mientras torcía su cabeza en forma diagonal esperando mi respuesta.

Yo sin saber que responder me acosté en aquel colchón de hojas que estaba mojado por el rocío primaveral y me puse a meditar sobre lo sucedido.

Estaba tras unos momentos con un cigarro en la boca, mi encendedor había corrido con suerte y no se había hechado a perder durante la lluvia, la llama estaba a punto de prender el cigarro cuando un resplandor a lo lejos llamó mi atención y dejé la llama temblando en el aire mientras me ponía de pie, le hice una seña a pagumon que se acercó a mí de inmediato y fuimos juntos hacia donde venía el resplandor, subí mi capucha para cubrir mi cabello y mi rostro y me oculté en las sombras, mientras pagumon evolucionaba en demidevimon y subía a las ramas de los árboles cercanos para observar qué estaba pasando, cuando me acerqué lo suficiente pude observar a un niño, tal vez unos años menor que yo, con un peinado bastante raro, en fin a mí no me tocaba juzgar, si era una persona... aunque no fuera de fiar era mejor que algun digimon más grande.

-¿Tú también caiste aquí?- Esperaba que no fuera a infartarse por su manera de llegar, pero no se le daba muy bien decir "hola..." y presentarse como todos lo hacían.

Saqué de los bolsillos internos de la túnica el encendedor y el cigarro que había guardado y esta vez no tuve que detenerme, inhalé una bocanada y saqué humo al tiempo que me quitaba con la mano que no sostenía el cigarro la capucha negra para revelar mis tan entrañables ojos negros y su cabello blanco como la nieve que solía asustar a los demás.

Demidevimon salió de entre las hojas de un árbol y se quedó ahí a unos metros de mí, le molestaba el humo del cigarro por lo que cada que encendía un cigarro sabía que él bajaría, por lo menos él no compartía mi ineptitud para hablar

-Disculpen al Jefe, su nombre es Lloyd y el mío es Demidevimon, ustedes como se llaman??- no fue hasta que lo escuché hablar en plural que vi al pequeño gusano que estaba agarrado de la pierna de el niño, él era como yo, ahora tenía una verdadera intriga por aquel chico

Estaba tranquilamente en el suelo con mis ojos cerrados meditando sobre el tema... "soy un tamer, un tamer".

Mientras continuaba sumergido en mis pensamientos abrí uno de mis ojos y me di cuenta que Wormmon seguía a mi lado. Yo solamente sonriendo lo mire y le dije -Kirito, Kirito es mi nombre-. Ya dicho esto logré ver como Wormmon sonreía y giraba a mi alrededor en muestra de felicidad. Yo aunque se suponía que tenía que hablar con mi compañero digimon, estaba demasiado atontado por aquel clima, no quería desperdiciar ni un segundo de este ya que en Japón hacia tiempo que no había un lugar tan perfecto.

Pasado un rato de estar acostado, estaba a punto de dormirme, sin embargo escuché un ruido de como venían hacia aquí alguien y al mismo tiempo Wormmon tomó una posición defensiva. Girando mi cabeza coordinado al abrir mis ojos, logré ver que un tipo un tanto extraño estaba cerca mio junto con otro digimon. Este me hizo una pregunta a la cual solo asentí con mi cabeza, seguido de que con una de mis manos tocara a Wormmon para que se relajara. Aquel digimon tomó la iniciativa dirigiéndonos unas palabras amablemente, por lo que proseguí a responder... -mi nombre es Kirito, y el de él es Wormmon, un gusto- sonriendo mientras volvía a mirar el cielo el cual parecía un eterno paraíso para descansar desde donde se podía ver como algunas personas como los que estábamos en ese momento charlaban en aquel colchón verde manchado por las flores que le daban mas color al lugar.

-acuéstense tranquilos- les dije -no todos los días nos encontramos en un lugar tan perfecto- cerrando mis ojos nuevamente

Demidevimon se adelantó y supe que debería de hacer lo mismo, lo sentía como algo antinatural pero pensé que era mejor terminarme mi cigarro y después ir hacia allá a tomar un poco del sol que se colaba por entre las ramas de los árboles, deslicé mi espalda contra un tronco cercano hasta que quedó sentado en la base que se sentía rugosa y unas cuantas raices sobresalían del suelo, alzandose e intentando tocar el cielo, muy lejos de su objetivo, cerré los ojos y seguí en mi acto monótono que me mantenía ocupado.

-En un momento los alcanzó, no quisiera molestarlos con esto- levanté el índice y el medio de la diestra para mostrar un cigarro al que no le quedaba mucho tiempo, me había tomado la molestia de explicarme y eso me producía una sensación bastante incómoda en el estómago, giré mi cabeza y abrí mis ojos hacia Kirito, no me podía imaginar cómo era que una persona se concentrara en descansar por lo hermoso de un día en lugar de investigar por qué el día era hermoso, sin embargo no podía molestarme, parecía un chico tranquilo y bastante sereno, y sorprendentemente no se había exaltado al ver mi cabello y mis ojos, incluso mi digimon resultaba fuera d elo común viéndolo acostado junto al suyo, su wormmon se veía como un pequeño insecto que pronto evolucionaría en otro insecto, pero no se podía decir lo mismo del mío, aquella bola morada con una especie de casco con una calavera solo podía augurar un digimon terrorífico, como si me hiciera falta para que la gente se asustara al verme.

El final del cigarro quemó la parte interna de mis dedos y lo solté rapidamente apagándolo con la suela del pie contra las hojas del suelo antes de causar un incendio, me puse de pie lentamente y caminé a un sitio junto a demidevimon y puse mi capa negra sobre las hojas antes de acostarme, de pronto me di cuenta que no tenía nada que hacer en aquel lugar, era como estar a la deriva en el mar, puedes ir a cualquier dirección porque no teimporta a donde llegues.

-¿Qué crees que deberíamos hacer Kirito? ¿Hay alguna razón para estar aquí y ahora?- me quedé a la espera de su respuesta mientras intentaba sin resultados ver el sol que nos alumbraba, se podía sentir su calor y sus rayos, pero no se lograba divisar un sol, ni algo parecido, era un cambio agradable, te recordaba que no estabas donde comenzaste todo

Wormmon tranquilamente mientras yo me acostaba, se acercó hasta aquel árbol en el que el peliblanco estaba apoyado, y lo comenzó a escalar. Mientras lo escalaba al estar a la altura de la cabeza de aquel chico, se frenó para verlo detenidamente -usted es algo misterioso señor- le dijo mirándolo como examinándolo -Se podría decir siniestro-. Dicho esto continuó escalando hasta la altura de la copa de aquel arbol donde se posó a descansar.

Por mi parte, yo me encontraba acostado a unos metros de aquel árbol, y cerca mio Demidevimon. Yo solamente me dignaba a estar tranquilo deleitando mi vista con aquel paisaje. Aquel hombre seguía con su cigarrillo, cosa que la verdad me pareció una buena muestra de respeto ya que la verdad el humo del cigarrillo si me molestaba. Aquellos dos individuos me demostraban cierta desconfianza por sus vestimentas y aspectos, sin embargo demostrarlo sería un signo de debilidad ante ellos por lo que con mi fuerza de voluntad me mantuve firme y sin prestarle mucha atención a aquellos detalles luego de haberlos examinado.

Lloyd luego de terminar su cigarro se acercó donde mi y cortó mi relajamiento al ver que me tapaba la luz del sol, seguido de que su ropa desprendía un olor a cigarrillo muy repulsivo. Todo esto se notaría por lo que forcé una sonrisa para no molestar al chico. Este se dignó a preguntarme unas cosas... -Por ahora la única razón que encuentro es mirar este bello paisaje- dije extendiendo mis manos como señalando todo el entorno -y por ahora aprovechar lo que nos brinda el entorno- dicho esto me levanté ya que llevaba un tiempo acostado en el lugar y me digné a fijarme en el entorno nuevamente en busca de un lago a simple vista, sin embargo solo se denotaba unas montañas que eran tapados sus peñascos más altos por aquellas nubes blancas.

-Wormmon- dije viendo como este se levantaba de su lugar y creando un pequeño hilo de seda bajaba donde mi. Ya a la par mía le pregunté lo que quería -conoces algún lugar con un lago???- mientras lo miraba ya que lo encontré en este lugar y capaz que lo conocía como la palma de su mano. Este solo asintió y comenzó a caminar en dirección contraria a aquellas montañas

Ya había recibido muchas críticas de lo raro que lucía por lo que no quise hacer nada con lo que dijo wormmon y unos instantes después de preguntar Kirito le respondió como si no le interesara investigar el lugar o ver qué clase de cosas podía haber ahí, al parecer sabía algunas cosas de supervivencia porque le preguntó a wormmon por un lago, o tal vez ahora le apetecía ver el paisaje que tenía aquel mundo con un lago al lado, cuando wormmon asintió y se puso a andar le dirigí una mirada cansada a demidevimon que de inmediato entendió que él ni siquiera recordaba dónde estaban y se fue volando hacia donde wormmon.

Recogí mis cosas sin decir ninguna palabra y me fui tras ellos, apurando un poco el paso para darles alcance, hasta que después de un rato de poner un paso tras otro dimos con un lago de agua cristalina, pude percibir de Kirito que no confiaba en nosotros, tal vez nos había invitado a acostarnos en las hojas por lo que me acerqué a él, porque al parecer no había mucha compañía humana que pudiéramos tener mientras estuvieramos perdidos ahí, pero no sabria decir cuanto tiempo nos toleraría.

-Si quieres alzar un campamento aquí podemos traer cosas para ayudar- Igual de inoportuno que siempre, no importaba, si decía lo contrario sería grosero de mi parte y si simplemente nos ibamos no sabría hacia a donde ir de no ser por wormmon, me imaginé que nos tendríamos que quedar aunque fuera esa noche con ellos, así que me limité a asentir para reforzar las palabras de Demidevimon y ver si Kirito pensaba lo mismo, antes de ir aproveché la rama más cercana de un árbol al lago para colgar mi túnica, no tenía nada de valor así que no temía porque el chico se la fuera a quedar, para sobrevivir le vendría mejor ayuda que una cobija

Luego de caminar por un rato y que nos siguieran Lloyd y su digimon, llegamos a aquel lago en donde wormmon al verlo se dirigió feliz a este y se adentró en la parte menos profunda. Al parecer el pelinegro ya estaba algo frustrado... mi actitud serena le estaba llevando al límite. Yo al escuchar sus palabras solo asentí para luego ir a buscar unas cuantas ramas en el lugar.

Alejándome un poco, vi unos pequeños arbustos que al parecer al no estar acostumbrados al sol estaban secos, por lo que ya estaban muertos también. Recogiendo unas ramas para la fogata, solo faltaba un tronco grande de madera que resistiera al fuego por bastante tiempo, por lo que llamé a wormmon quien se acercó a mi -Que sucede???- me preguntó mientras se ponía pansa para arriba así el sol le secara lo que tenía mojado.

-Puedes cortar una rama de este tamaño???- mostrandole como debía ser con las manos. Este solo asintió y disparando agujas echas de seda, luego de un gran rato, cortó una rama consiguiendo tres troncos de ese tamaño.

Terminado esto dejé las cosas para la fogata al chico y le dije -si no te molesta podrías preparar el fuego???- sonriendo mientras dejaba la forma de la fogata armado rodeándola de piedras para que el mismo fuego no se expandiera por todo el bosque. Echo esto me saqué mi remera dejándola sobre una piedra, al igual que mis zapatillas medias y pantalón para meterme a nadar al lago, el cual estaba con el agua a la temperatura perfecta.

Durante un momento me quedé dudando de si el chico había escuchado a demidevimon, me senté a la sombra del mismo arbol hasta que hubieron teminado de cortar ramas, para ese entonces demidevimon ya estaba chapoteando con sus alas en el lago, yo no sabía nada de aquel mundo pero generalmente si iba a algun lugar con demasiado sol mi piel se quemaba dejándome un ridículo aspecto rojo por lo que decidí quedarme ahí a ver qué pasaba.

El chico se acercó y me pidió de manera muy amable que prendiera el fuego, era algo simple así que asentí y lo dejé que fuera a divertirse con wormmon, le hablé a demidevimon para que se acercara y regresó escurriendo formando un camino con las gotas de agua
-hey, no te acerques demasiado a la madera o no prenderemos esto jamás, sécate las alas por allá, necesito tu ayuda-

Unos momentos más tarde la tarde dejaba de mostrar tanta luz y las llamas ardían tras un buen trabajo de mi encededor sobre unas ramitas y el aleteo de demidevimon para avivar las llamas mientras pasaban sobre la madera, subí las vistas y me pecaté de un cielo que jamás había visto, eran estrellas, muchísimas estrellas, sobre el cielo de tokyo jamás había visto tantas, era como una pintura de un mundo anhelado, de pronto me sentí en el lugar correcto y me saqué la playera sin mangas y el pantalón y fui a nadar un rato al estanque, siempre de espaldas y mirando aquella maravilla de orificios resplandecientes sobre un manto negro atercipelado, el agua estaba ya fría y la brisa empujaba mi cabello mojado contra mi frente, pero apenas podía notarlo, apenas noté cuando me golpee la cabeza con una piedra que sobresalía del lago, aunque a demidevimon le hizo gracia y comenzó a reir junto al fuego, no importaba en realidad si no sabía donde estaba, debía de ser algo más lo que me permitía estar tan tranquilo, tal vez por fin estaba cerca de encontrar lo que debería hacer con mi tiempo

Estaba nadando plácidamente por el lago. Lo rodeaba cuantas veces quería era bastante pequeño por lo que no me costaba hacerlo. Wormmon en un momento me pidió que lo cargara en mi cabeza. Yo solo accedí y seguí nadando con este encima mio. Ya el telon se iba cambiando cuando recostado en aquel líquido cristalino con wormmon en mi abdomen observaba detenidamente el cielo del lugar. El cielo gracias a aquel sol adormecido se tornaba de un tono anaranjado, mientras que al seguir pasando el tiempo, esto comenzó a apagarse quedando en la oscuridad de la que comenzaron a iluminarse algunas estrellas tornando el lugar en otro paisaje inolvidable.

Saliendo del agua para poder ver aquel espectáculo más detalladamente, me senté a la par del fuego para tomar calor ya que el viento que recorría aquel bosque acariciando el pasto al igual que los árboles del lugar. La luna, que bailaba junto con las estrellas en un compás eterno que era plasmado para todos los tiempos en aquel pequeño lago. No sabía como sentirme ante tal belleza por lo que solo me digné a acostarme en el lugar y sacar un bento para dos personas que tenía en la mochila para comer junto con mi hermano que al parecer no sabía como comería hoy a la noche.

-quieres???- le dije al chico mientras que wormmon solo se subió a un árbol a comer hojas tranquilamente

Apenas iba saliendo del lago cuando mi compañero me ofrecía alimento, en aquel momento me sentí muy torpe, por contemplar lo hermoso de aquel escenario me había olvidado completamente de qué comería, demidevimon podría cazar algo o recolectar frutas cuando quisiera, pero no lo había siquiera pensado, asentí y se sentó junto al fuego a compartir la comida en un silencio sepulcral que me ponía por alguna razón.

Demidevimon mordisqueaba su comida y la devoraba rapidamente, no parecía tener tanta hambre por la comida de hacía unas horas, pero parecía al borde de atragantarse todas las veces, me volví a poner la playera una vez seco y de regreso a la hoguera le dije a kirito

-Haré la primera guardia, te despierto en unas horas para que me reemplaces- me dirigí a un tocón de un árbol bastante grueso y me senté sobre él, no estaba muy lejos de las llamas pero a una distancia en la que no me quemaría si se caía dormido, comenze a juguetear con sus dedos de manera distraida mientras sus pensamientos se alejaban en el pasado, pero mi mirada estaba fija en la distancia de las sombras que teñían el bosque dandole un aspecto tenebroso, de dedos de madera largos que alcanzaban las sombras de la noche

-Qué curioso contraste no Lloyd? es tan hermoso y temible- demidevimon me tapaba las piernas con mi túnica para cubrirme del frío
-Claro, así es como son la mayoría de las cosas, tienen muchas caras- me pregunté cuantas tendría yo, y cuantas tendría Kirito

Luego de comer aquel bento el cual estaba delicioso luego de pasar bastante tiempo sin comer nada, me habia dejado la boca seca la comida, por lo que me acerqué al lago y juntando un poco de agua en mis manos comencé a tomar un poco hasta saciar mi sed -esta muy buena- dije hacia todos. Luego de esto escuché al pelinegro decir que tomaría la primer guardia por lo que solo asentí y me eché a dormir.

Wormmon luego de tomar un poco de agua del arbol, se acercó a mi, y me embolvió en su seda para calmarme el frio, al mismo momento que traía mi remera así me la pusiera. Yo solamente le agradecí acariciándolo hasta que este quedó dormido echo un bollito a mi lado que yo también me dormí ya que esperaría mi turno tranquilamente

Kirito se quedó dormido luego de que wormmon lo arropara, me quedé bastante más tranquilo al oirlo respirar profundamente, al parecer confiaba en mí lo suficiente como para quedarse dormido sin necesidad de alguna garantía de que no lo mataría o robaría por la noche, al parecer yo tampoco debería de preocuparme por algo así, de pronto un cansancio se apoderó de mí, y la parte externa de mi vista se tornaba borrosa, había sido un día muy largo, o habían sido dos días??, en fin, apenas había tenido un momento de inconciencia para descansar, de pronto empecé a cabecear y demidevimon aleteó para poder despertarme rápido, mi guardia continuó sin más percances, unos cuantos digimons que pasaban a lo lejos, sin siquiera notar que nosotros estabamos ahí a la orilla del lago.

Me paré a unas horas de haber empezado a hacer guardia, para poder dormir el mismo tiempo que Kirito, me dirigí hacia él y me coloqué en cuclillas y lo moví un poco para despertarlo sin que se sobresaltara, esperaba que no fuera uno de esos tipos que golpean cuando alguien los despierta, y le dije por lo bajo

-Ya es hora de tu guardia Kirito-

Estaba durmiendo plácidamente. Soñaba como junto con wormmon me unía a este y luego eramos uno solo en batalla, sin embargo algo perturbó mi sueño. El pelinegro me había despertado para que hiciera mi guardia, a lo que solamente le sonreí y me fui al lago a limpiarme la cara para sacarme las ojeras.

El tiempo transcurrió bastante lento. Todo era muy aburrido, pero sin embargo Wormmon estaba a cargo de mantenerme despierto para que yo hiciera la guardia. Algunos digimon pasaban por el lugar, pero estos no se alertaban al vernos, sino que seguían su rumbo.

El telón se corrió, cambiando de escena, al mismo tiempo que aquel sol somnoliento, se levantaba de su sueño para dominar los cielos nuevamente. Yo solo decidí buscar unas frutas en unos árboles, a los que Wormmon subía y con su pequeño pico las arrancaba de estos grandes vigías del lugar.

Luego de haber sacado algunas frutas, caminé nuevamente a donde el pelinegro y esperé a que se levantara mientras comía una