Entrenando con lanza

Finalmente tras unos pocos minutos de vuelo, llegamos a la nueva zona donde íbamos a entrenar. Era una estepa, con un clima más o menos seco, pero había hierba, lo que demostraba que no era una zona desértica.
Miré el paisaje con detenimiento. No nos era del todo propicio, dado que no había zonas con muchos obstáculos en los que ocultar nuestra presencia, pero esa ausencia de escondites nos daba a la vez una mejor visión, y una claridad de sonidos más elevada.

Después esperé a que el digimon descendiera. Y esperaba que esta vez no tuvieran la idea de tirarme esperando que me salvara, a fin de cuentas no volaba. Y lo único que podía hacer era tratar de reducir el daño del impacto.

Ahora comenzaría lo divertido, el entrenamiento. Sonreí levemente mientras pensaba en que hacer, en esa zona ella debería luchar cuerpo a cuerpo y su enemigo tambien lo haría. Jewel no solo seria su contrincante si no que tambien ulforce, pero con los niveles de ambos la niña moriría a lo cual decidí hacer otra cosa.

- ulforce, jewel, digi mental evolution

Ambos evolucionaron a su forma del valor y miraron a la mujer esperandola...

Los dos digimons de Haseo mostraron una nueva forma que aún no habían mostrado. Poco conocía de las digievoluciones de los digimons, pero en este caso los dos presentaba una especia de protecciones de color rojo con el dibujo de llamas en amarillo.

Agarré con fuerza la lanza y cambié a la forma ultra, es decir, Crescemon. Aunque esta vez dejamos el Luna Nuova aparte. No ibamos a entrenar con esa arma, sino con la lanza. Aunque claro está empuñarla era una cosa, usarla otra y más si no tenía ni idea de lo que era capaz de hacer salvo volverse invisible. Cosa que por otra parte aún no sabía como se hacía.

Flamedramon y shadramon, esas eran las formas que ambos digimons usaban, una polilla de fuego y bueno, lo que sea que fuese flamedramon. Shadramon sonrió levemente mientras apuntaba desde ambas de sus manos hacia el crecent, flamedramon hizo lo mismo, de los brazos de ambos salieron fuego. El del insecto iban hacia ella y el de flamedramon a su izquierda y derecha. Con la otra mano shadramon disparo fuego hacia arriba. La mujer solo podía hacer una cosa para sobrevivir.

Fuego. Una repulsión innata en el cuerpo de ese digimon apareció en cuanto aumento la temperatura. Que desdén me provocaron esas llamas, y eso que yo no las odiaba.
Pero no era buena idea dejarse llevar por ese sentimiento, estábamos entrenando. Un muro de fuego que se aproximaba a mi, detenido por una simple lanza. Un asunto delicado. Suspiré apenas había tiempo para pensar antes de que me carbonizaran.

Lancé la lanza sin pensar demasiado hacia Shadramon. Si conseguía al menos que dejara de echar fuego por las manos, no tendría que moverme, y si la hierba prendía, podría saltar hacia arriba.

El Shadramon prácticamente no pudo ver nada, y el Flamedramon tampoco por que su fuego le impedía la vista. La niña había detectado bien el ataque. Pero se había olvidado de algo, yo todavía servía para la lucha. Llevé mis manos a mi arma a una gran velocidad y la tomé firmemente, lo suficiente como para que mis puños se volviesen blancos. Era el momento de la defensa, hacia mucho que no me defendía, siempre eran Ulforce y Jewel los que atacaban y luego usaba la Ulforce para cubrirse o se movía con su supervelocidad. Di una fuerte blandida de arriba hacia abajo como si el maso pesase lo mismo que si estuviese hecho de papel. Por alguna razón era demasiado liviano para lo que parecía.

El martillo dio un golpe en el suelo que retumbó en este, era lo suficientemente fuerte como para que si alguien tenía unos oidos agudos le quedase un shock por el sonido y escuchase un bip durante bastante largo rato como sucedía cuando había una explosión de una granada. De la nada desde el suelo creció en menos de un segundo un mural de piedra que protegió a Shadra. La lanza impactó contra este y se quedó pegado pero sin destruirlo.

- Bien... - Al mismo tiempo la niña fue rodeada de roca contra la cual impactó el fuego de Flamedramon -excelente.... siguiente nivel... hacerlo invisible... - dije como si nada - deberás buscar diversos sentimientos hasta encontrar con el cual el arma sirve - finalmente el mural de piedra desapareció y Flamedramon dejó de utilizar su fuego.

Al lanzar la lanza, pocos segundos después oí un sonido muy potente. Por suerte el cuerpo de Crescemon tenía unas orejas más pequeñas que Lekismon, pero aun así notaba un extraño pitido en ellos.
Inmediatamente después se alzó un muro de piedra que me protegió de las llamas, y protegió a Shadramon de la lanza.

Recogí la lanza cuando el muro comenzó a descender, escuchando lo que decía el chico.
¿Sentimientos para hacerla invisible? Un punto complejo, dos formas de hacerlo: la primera dado que era un arma, y estas se usan en la batalla quizá fuera un sentimiento rápido sin necesidad de tener que concentrarse; y la segunda opción es que fuera por medio de alcanzar un estado mental de tranquilidad, siendo distante del medio, y gracias a ello llegar a indicar qué es lo que querías al arma.
Me decantaría por el primero, sino fuera porque Jewelbeemon no parecía un digimon que se dejara llevar por los sentimientos durante la batalla.

- ¿Alguna pista más, o eso es todo?
A mi me costaba alcanzar un estado de indiferencia al medio, aunque Lux tenía gran maestría en ello. Mientras que para mí era mucho más fácil dejarme llevar por algún sentimiento.

La chica preguntó si tenía alguna pista más o si eso era todo. No me gustaba hablar mucho de los sentimientos pero bueno, en algunos momentos debía de hacerlo - Tienes que tranquilizarte, sentirte aislada del mundo, y pensar en que el arma es una extensión más de tu cuerpo, en ese momento piensa en la nada y se volverá invisible - dicho esto Jewel clavó su lanza al suelo - 3... 2... 1... - el arma de Nox se volvió datos rápidamente y desapareció - Ahora trata de usar esta... - el Jewel le lanzó su arma a Nox rápidamente.

La cogí, dado que no había sido lanzada con malas intenciones, ni tampoco demasiado rápido. Y después respiré hondo, antes de dejarle todo el control a Lux. Dado que suyo era el cuerpo, la única complicación era saber si el arma era receptiva a mis pensamientos, porque en ese caso tendríamos que aprender a combinarnos durante el combate y dejar de ser dos entes. Yo pensando, y Lux controlando las emociones y el cuerpo.

Cerramos los ojos, y tratamos de vaciarnos todo lo que pudiéramos, cosa que Lux consiguió rápidamente. Pero a mí me llevaba algo más de tiempo.
Si pasaba como siempre que ocurría en la nada, no me iba a desaparecer, sino a destrucción, porque la nada lo devora todo.

Podía haber pasado un segundo, o mil años. No nos importaba el tiempo, poco a poco fui tratando de dejar a un lado mis sentimientos, y ser como Lux: un trozo de hielo. Cuando ella estuvo segura de que ambas estábamos indiferentes, pensó en la nada, esperando ver que resultado daba.

Yo, por mi parte, simplemente me quedaba observando hacia delante, hacia el digimon, humano o lo que fuese, esperando a que completase su misión. Solo debía esperar a que eso pasase, a que volviese mi arma invisible. Ahora ya no necesitaba a Jewel, por lo cual Nox podría tenerla. Por mi parte con Ulforce y el martillo me bastaba.

- Jewel, serás el guardían de Nox... -

Jewel solo asintió y esperó a ver que lograba la mujer.

Me desconcentré al oír voces, y por ende, la lanza no se hizo invisible.

Resoplé con resignación por ello. Y volvimos a empezar de nuevo, aunque ahora más despacio, porque teníamos que ser inmunes al ambiente que nos rodeaba. Porque antes una simple voz me había desconcentrado, y eso que no había entendido lo que decía. Daba igual, ya me enteraría. Mi misión por ahora era conseguir hacer invisible a ese cacharro.

La respiración se ralentizó hasta alcanzar el mismo ritmo que el de una persona dormida. Poco a poco, alejandonos más de ese mundo. Lo único que notaba externo al cuerpo era la lanza.
Y poco a poco extendimos nuestra voluntad de hacerla desaparecer, de que se convirtiera en nada.
Los ojos estaban cerrados para que los colores no nos distrajeran, por ello no sabíamos si lo conseguíamos, pero cada vez notaba el arma como una extensión más de ese cuerpo.

Nuevamente solo seguía observándola calmadamente, no sabía si podía o no lograrlo, simplemente esperaba a ver que pasaba. No hice ruido alguno esta vez, simplemente la miraba como si nada esperando.

Percibí un cambio en el arma, pero cuando abrí los ojos, seguía estando allí.
Quizá tuviéramos que aprender a mantener la concentración en cualquier momento. Cosa nada fácil, dado que en mitad de una batalla has de estar atento al medio.
Suspiré con resignación, esto no era tan fácil como pensaba.
- Necesitaremos más tiempo.- informó Crescemon al peliblanco.- Si tienes algo que hacer puedes irte, sino perderás el tiempo hasta que consigamos controlarlo

Dicho esto tratamos de hacerla invisible esta vez, con los ojos abiertos.

La chica me sugirió que me fuese, posiblemente para buscar más tranquilidad o algo a lo cual simplemente me di la vuelta y comencé a caminar lejos con Ulforce.

- Yo me quedo... seré tu maestro... - dijo Jewel mientras se sentaba a esperar.

Asentimos ante el comentario del digimon, mientras que Haseo se marchaba. No era bueno tener a alguien que tenía que hacer más cosas cuando tú tenías que tomártelo con calma para dominar perfectamente lo que estés haciendo.

De nuevo pensar en la nada, mientras que multitud de cosas nos rodeaban, esto iba a ser complicado, sobre todo porque el más mínimo movimiento de cualquier cosa, incluso de la hierba al ser mecida por el viento, nos distraía. Pero mejor ahí que en otro sitio.

Ahora la cuestión era concentrarme en el arma y a la vez poder controlar el área que me rodeaba. Difícil sí, pero no imposible.

Jewelbeemon simplemente observaba a la mujer calmadamente, este para no interrumpirla ni nada se hizo invisible mientras caminaba lentamente hacia ella. Había un modo más fácil y al parecer sería mejor para la mujer utilizar eso.

- Sabes... visualiza el paisaje.. ahora imagínalo sin la lanza y sin su peso, como si no existiese... - dijo el digimon mientras miraba al cielo invisible aún

Miré hacia donde surgía el sonido, pero no había nada. Jewel era un buen maestro para esto, sobre todo porque su arma era esa misma lanza. Al menos sus consejos serían los mejores posibles.

- Gracias por el consejo

Respiré hondo y miré la pradera que se extendía ante mí. El viento soplo con delicadeza, pero con la suficiente constancia para hacer que las hierbas se doblegaran ante él y el polvo dibujara trazas en el aire. Demasiados detalles para centrarse en uno solo, pero si me olvidaba del resto entonces otra cosa podría llamarme la atención.
Y eso era lo que había que evitar a toda costa, si se podía analizar todo, sin centrarme para nada en la lanza, incluso despreciando su existencia, entonces, todo saldría.
Me relaje mientras que veía lo que había en frente mía, despreciando la sensación que me enviaba el sujetar el arma. En mi mano ya no había nada, sólo aire, trasparente.

Jewel simplemente observaba a la mujer calmadamente aún estando invisible. Lentamente ella cerró los ojos y comenzó a concentrarse en la invisibilidad. Luego de un rato la lanza comenzó a desaparecer lentamente, primero a penas podía ver un poco del paisaje detrás de ella y luego de eso simplemente desapareció completamente.

- Bravo... - dijo mientras aplaudía.

Los aplausos me sobresaltaron, pero seguí pensando que tenía aire en las manos, y la lanza siguió invisible.
Concentrarse en varias cosas era complejo, pero por ahora podía conseguirlo. Quizá en un ambiente más hostil no pudiera. Pero la segunda parte de este entrenamiento era solo volverla invisible.

- Bueno, y ahora, ¿qué?
Pregunté a mi nuevo maestro, manteniendo aún la lanza invisible.

Jewel simplemente escuchó lo que la joven decía y sonrió levemente. Volviose visible lentamente mientras comenzaba a caminar hacia delante en busca de un árbol en aquella llanura. Al encontrar uno simplemente se sentó al lado de este y miró a Nox calmadamente.

- Ahora hay que aprender a lanzarlo, después de todo como es invisible el enemigo no verá que lo ataques... así que lanza... emboca acá.. - dicho esto sacó una estrella ninja y dibujó una x en medio del tronco cortándolo levemente.

Relativamente fácil, dado que Crescemon era un digimon cuyos ataques eran en su mayoría a distancia, así que en cuestiones de puntería no era excesivamente complicado.
Aunque claro, la ballesta era una cosa diferente a la lanza. Porque ahora contaba también con la fuerza para lanzar, podría quedarme corta o pasarme.

Me propuse acertar en 3 intentos, si lo cumplía me podría sentir orgullosa conmigo misma.
- Entendido

Eché el brazo hacia atrás y lo lancé hacia delante, siempre mirando cual era mi objetivo. La lanza quedo clavada a menos de 5 cm de la marca. Chasqueé la lengua con frustración. Si la distancia aumentaba se me complicaría cada vez más el acertar.

Me acerqué para recoger la lanza.

Jewel simplemente se acostó en el suelo y comenzó a esperar a que la mujer lograse completar su entrenamiento.

La recogí, había errado en 5 cm con viento constante, que ya estaba calculada su desviación antes de lanzar, aunque claro esta, calculado para el peso de una flecha. Ese había sido el error.

Cogí una de las flechas que llevaba a mi espalda y la lanza, tasandolas aproximadamente. Después de eso, volví a mirar mi objetivo, eché el brazo atrás y lancé el arma.
Ahora sí que dio en el blanco.

Sonreí, aunque no se vió nada debido al casco.
- ¿Y ahora? - pregunté a mi maestro que estaba relajado.

- Ahora pues debes aprender a usarla para combatir normalmente, búscate un enemigo que use una espada y lucha contra él utilizando esa lanza - terminó de decir el digimon para luego mirar hacia arriba

¿Buscar un enemigo? Más o menos calculando lo que llavaba en ese mundo era menos de un mes. Y el único digimon que había visto con espada era sacroleomon. Y era un mega, además de que a saber si decidía matarme...

- Indícame el objetivo, y me enfrentaré a él. Llevo poco tiempo en este mundo y apenas llego a conocer un 1% de todos los digimons diferentes que hay

Miró para arriba y seguí su mirada, por si acaso el karma decidía regalarme un enemigo con espada repentinamente.

No había ningún digimon por la zona, a lo cual el digimon con el arma debía de ser nada más ni nada menos que el mismo Jewel, pero no había ningún arma que fuese como una espada para que la pudiese usar.

- Mmm.... la tenemos difícil... por ahora descansa y yo me encargaré... -

- Como quieras, maestro- dije mientras que recuperaba mi forma humana.

Clavé la lanza en el suelo y me senté con las piernas cruzadas, no iba a dormir ahora, pero quizá se podría intentar hacer un poco de meditación.

- Duerme un poco.... mañana saldremos a buscar un enemigo - dijo al ver que anochecía por la zona

Abrí un ojo, aunque anocheciera, a menos que marcharamos por la noche, podría tardar un poco mas en ir a dormir, además necesitaba poner en orden los pensamientos de dos entidades, cada una teníamos demasiadas emociones desde que habíamos llegado a ese mundo. Y quizá era hora de limpiar, aclarar y así conjuntar mejor nuestros pensamientos.

- Vale, pero en media hora me voy a dormir

El tiempo que dije se me hizo corto, pero pasados los 30 minutos, me recosté en el suelo, y dejé que el cuerpo descansara, mientras que yo salía de él. Y comenzaba mi vigilia nocturna.