escapado de la corrupción

Era bastante entrada la noche, era imposible que alguien estuviese de noche.

Unos pasos se hicieron eco en las desoladas calles de la noche, un hombre de 21 años, cabello blanco y vestimenta blanca se encontraba corriendo por las calles, estaba agitado escapado de algo o alguien. Trataba de no mirar a tras sabia que era seguido, en sonido de un vehículo confirmo sus temores

Entro rápidamente a un basurero antes que la luz de los faroles causase resaltar su vestimenta blanca, corrió hacia unas escaleras de incendio desafortunada mente la escalera estaba levantada pero, eso no le hizo flaqueas, sin perder empuje corrió y salto sobre un basurero, se colgó de la escalera de incendios apresurándose a trepar antes que esta bajase y llamase la atención de sus perseguidores

Subio corriendo cada tramo de las escaleras hasta llegar al techo, finalmente se detuvo en el tejado, suspiro y saliendo de su bolsillo se encontraba aun Kudamon

-¿los perdimos?- pregunto el ser digital

-eso espero-

Una bola de fuego casi dio a ambo fugitivos, afortunadamente El humano fue ágil y esquivo la bola de fuego, con su kudamon en brazos continuo corriendo por los tejados pero, una bola de fuego impacto contra la espalda del muchacho logrando que ambos, digimon y humano cayesen desde 15 piso de altura, afortunadamente cayeron sobre una pila de bolsas de basura, el hombre se desmallo por el impacto y un alarmado kudamon miro al cielo, temiendo que en cualquier momento llegasen, debían escapar

Mierda, mierda mierda mierda. ¡MIERDA! Esos imbéciles de DATS no nos podían dejar en paz. Yo era un criminal buscado por asesinato en serie, pero lo peor eran los de DATS. Esos no se andaban con chiquitas, mataban todo aquella persona que se aliase o conociese a uno de esos bichos, tuvieras intención de entregarte o no. Ya lo había sentido en mis carnes cuando conocí al diablillo que estaba corriendo a mi lado.

—¡Malditos humanos!

—Cállate o será peor—el sonido era otro de nuestros problemas, pero que empezara a gritar solo lo empeoraría. Giramos a la izquierda en un callejón y viramos por varias calles, intentando por todos los medios despistar a los cabrones que nos perseguían. Vi nuestro escondite perfecto cuando divisé unas bolsas de basura. Ambos saltamos y nos ocultamos entre la porquería. Los hombres pasaron de largo... Bien. Salimos mientras me quitaba toda esa mierda de encima. Siempre tenía que acabar entre la basura... Como la basura de mundo que era. Iba a moverme a una zona segura con precaución... Hasta que oí un golpe seco entre las bolsas.

—... It's raining men.

—¿Pero qué...?—un hombre de pelo y ropa blancos acababa de caer desde los tejados. Además. uno de esas cosas estaba junto a él... Justo a tiempo para que viera a un par de tíos asomar la cabeza. ¿Por qué siempre tenían que pasarme esas cosas?

Los hombre sonrieron pero...¿se tiraron? los agentes DATS cayeron al vació y no contaron con tanta suerte como el hombre de blanco, cayo de lleno en el suelo hallando su final

arriba en el borde por un segundo se pudo contemplar una silueta que se alejo rápidamente, quizá otro agente, que se asusto al ver a sus amigo tierrarse o quizá el verdugo de esos hombres. No era claro

El hombre de blanco se quejo posando su mano en su cabeza mirando al Kudamon -no hay que hacerlo de nuevo-

-por mi perfecto- sonrio kudamon, mientras el humano se levantaba y noto al muchacho y a ipmon a su lado

Un silencio tomo pie en el ambiente, el hombre de blanco miro al otro antes de sonreír -hola- se paro limpiando su ropa, miro hacia la calle al escuchar sirenas y ni corto, ni perezoso tomo la muñeca de otro emprendido una carrera hacia un edificio en construcción

.. ¿Pero qué rayos les pasaba por la cabeza? No tardaron ni un segundo en precipitarse al vacío ellos también, dando un resultado desagradablemente estúpido. ¿Pero quién había contratado a esos imbéciles? Un tercero (o más bien, su silueta) asomó la cabeza durante un segundo, aunque parecía tener más luces que sus compañeros (si es que lo eran) y se alejó, seguramente para alertar de nuestra posición.

Me sacudí la cabeza. No había tiempo de entretenerse con esas cosas. Había que buscar OTRO escondite, por culpa de ese imbécil. Saqué mi pistola del bolsillo y la preparé para la mínima amenaza. Indiqué con la cabeza a Impmon que nos largábamos, mientras el tío de blanco quería entablar una conversación con nosotros de la que pasé por completo, aunque, como siempre, me fijé en cada uno de sus movimientos. Es por eso que me aparté de inmediato en cuanto quiso sujetarme por la muñeca al escuchar las sirenas. Si fuera a dejarme coger por cualquiera, ya estaría más que muerto.

—Ni te atrevas a tocarme—como fuera, también corrimos a través de los callejones, prestando atención a cualquier posible asaltante... Y eso incluía, obviamente, al par caído del cielo.

Nada me indicaba que no formaran parte de DATS. También estaba evaluando la situación. ¿Me convenía quedarme con ellos o separarme? La segunda me daba menos posibilidades de sobrevivir a un enfrentamiento directo,  pero la alternativa podía mandarme directamente a una trampa. No me extrañaría un pelo que añadieran un "segundo escapista" para ganar empatía con él y que luego me llevase directamente a mi detención. Sin embargo, acabé suponiendo que la mejor estrategia era acompañarle... Pero teniendo yo el control de dónde ir.

—Izquierda. Busquemos un edificio abandonado—viramos Impmon y yo a la izquierda tal y como dije y me aseguré de que el extraño me acompañara. Buscar un edificio era fácil de decir, pero no era tan sencillo. Romper puertas y ventanas no era una opción, que digamos. Por suerte, divisé lo que parecía un bar cerrado—Trunca la cerradura y la alarma, Impmon—su cualidad para truncar aparatos electrónicos era cuanto menos útil.

—Oído cocina—ante mi orden, el diablillo provocó (aún sin saber cómo) una pequeña descarga en el pomo de la puerta, eliminando el seguro magnético y abriendo la puerta a nuestra disposición. Hizo lo mismo con la alarma del bar, permitiéndonos permanecer allí dentro sin ser descubiertos al instante. Cerré la puerta rápida pero silenciosamente y coloqué una de las sillas para mantenerlo cerrado (así como barricada). Esperé en silencio por si los guardias pasaban de largo.

El hombre le blanco miro al muchacho y al darse cuenta de su rechaso pudo genera casi un esquema completo de la personalidad del otro, noto el arma y lejo de mostrarse asustado o siquiera molesto por la actitud del niño

-vale, perdona-sonrio mientras cudramon trepo la ropa de su camarada y de descanso en cuello de este.

al escuchar el comentario de muchacho indicando un cambio de ubicación el humano asintio y sin problemas, la carrrera duro un tiempo hasta encontrar un bar que al parecer el chico de cabello desordenado tomaria como escondite, kudamon y el hombre miraron en silencio como fundian la alarma y forzaban la cerradura. Bien el hombre de blanco abria aplaudido opto por solo entrar antes que el niño le cerrase la puerta

Casi en forma desperocupada camino hacia la barra y saco de una refrigeraros dos latas de gasesosa, abrió una lata y coloco en un tarro de cerveza grande sus contendidos, kudamon bajo de cuello de humano a la mesa contemplando lo que el hombre de blanco hacia

El hombre camino el compartimiento de utensilios y saco un cuchillo, un mortero y un pica hielo, un colador para cocktel y un vaso pequeño de plástico con mondadientes, sin menciona que un embaste con lava platos, fósforos de cortesía y una pajilla

Coloco una cubeta metálica a su lado y rápidamente mezclo los ingredientes con algos licores de los estantes, corto la tapa de la lata llena con mucho cuidado y comenzo a trabajar vertiendo con mucho cuidado el liquido en en interior de la lata y luego el vaso, corto la otra lata creando pequeñas y binas puntas gracias a cuchillo y junto a los mondadientes los puso pego un fosgos en la tapa y la coloco con cuidado, haciendo una leve incisión gracias al pica hielo

-buen trabajo- dijo kudamon mientras el hombre de blanco sonrió y miro al chico

-ten- dijo no muy alto mientras pasaba la granada de metralla casera -solo girarla, tendrás 10 segundo para arrojarla -

-ire a investiga, quizá este serca- dijo kudamon

-esos hombres muertos-

-cayeron igual que tu-

-físicamente es imposible, fueron empujados- sonrio -esta cerca ve-

kudamon asiente y se aleja corriendo escabulléndose fuera del local

Off-rol:

Cuando terminé con la ligeramente improvisada barricada, me dispuse a hacer algo que no podíamos desaprovechar: coger cosas de la despensa. Sobrevivir en las calles era imposible sin comida, y no iba a desperdiciar la oportunidad de desvalijar un bar. Tomamos varios alimentos ligeros que guardamos en una bolsa improvisada. De mientras, no le había quitado el ojo de encima al otro chico. Estaba preparando algo con todos esos licores, y cuando acabó de taparlo, supuse lo que era... Una bomba casera que me daba sin venir a cuento.

—¿Ha?—miré unos segundos la peligrosa arma que me lanzó. ¿Qué pretendía haciendo esto, así sin más? Nada en ese mundo era gratis, y le habría venido mejor a él llevarla consigo —...Tch.

Dejé la granada sobre la barra y me alejé un poco, no fuera a explotar mientras conversábamos. En cuanto se fue el bicho blanco, todo se quedó en un tenso silencio en el que no le quitaba la vista de encima.

—¿Qué haces tú  por aquí? No tienes pinta de ser un muerto de hambre—preferí omitir el hecho de que yo sí lo era.  En esos momentos, quería interrogarlo.

El muchacho se puro a revisar el bar en busca de algo que pudiese ser de utilidad, comenzó a armarse con cuchillos tenedores y cuchara cuando escucho el chasquido de lengua del otro, no le dio importancia, tomo una botellas de aguardiente y ron, junto con dos latas para fabricar una segunda bomba dejaba de lado un trozo rectangular de la segunda lata para guardarla en su bolsillo

dejo su tarea para ver al otro sin dejar de lado su fiel sonrisa, casi parecía estar haciendo un trabajo escolar en lugar de un arma potencialmente letal

-bueno hubo un tiempo en que lo fui- sonrio regresando a su trabajo -pero vinimos aqui por accidente olvidamos las fechas y viajamos a japon- terminando la segunda bomba -supongo que DATS quiere estudiarnos o quizás encerrarnos, no estoy seguro pero, no nos apetece averiguarlo-

se estira aburrido cuando un ruido se escucha desde la bodega

-em.... si recuerda que los establecimientos tiene generalmente una puerta trasera donde reciben el embarque ¿no?-