Día S - Buscadnos o Temednos

Estoy preparado para recibir un golpe, tampoco sería el primero, pero en su lugar solo veo un fuerte sonrojo, varios gritos y una acusación que sencillamente me hace sonreír mientras siento una extraña mezcla de malicia y ternura - ¿Entonces ni golpes ni devoluciones? - Sin decir nada mas se gira y comienza a correr en dirección a lo que deduzco que será el despacho del director, ante lo que solo puedo reír mientras me re-coloco la máscara, antes de seguirla con rapidez, junto a mis dos compañeras Digimon..

No tardamos mucho en llegar, y observo restos de batalla ¿Mike y Ada ya habían llegado? Parece que han encontrado algo de resistencia que les ha desviado, pero es evidente que no estarán demasiado lejos, en cualquier caso eso me permite entrar con soltura en el despacho, sin nadie que lo vigile en estos momentos. Nada mas examinar la habitación sigo el mismo procedimiento que en la biblioteca; activo mi almacenamiento de la Digiterminal y voy mandando los libros a archivarse en la misma carpeta que se encontraban aquellos tomos prohibidos de la biblioteca... No tengo tiempo para examinarlos ahora, pero mi terminal hará el trabajo por mi gracias a su función de análisis por el momento con los primeros, si bien estos... Sencillamente los almacenaré por ahora, no puedo fiarme de que uno invoque a Chtulhu solo por ser descifrado por mi terminal, así que lo haré en el futuro con calma - El conocimiento es poder... Y me encanta obtener poder mientras aprendo - La estantería, mucho mas pequeña que las de la biblioteca, solo me lleva unos segundos para ser vaciada con el sistema de almacenamiento, así que tras ello observo la mesa de chrome negro ¿Como abrirla?

Tras mirarla unos segundos termino concluyendo que si bien es posible de aplicarse un impacto lo suficientemente poderoso, esto destruirá cualquier archivo valioso en su interior, y que realmente no quiero saber lo que el director tenía oculto en esos cajones... Algo me da mala espina de un despacho con tantos utensilios como este ¿O será mi miedo primigenio al despacho del director? Quien sabe - Quizás... Si, esa cosa de lust parecía mas que afilada. Harleen, Viral, abajo el muro de la entrada y sacad la mesa - Dos manotazos de Vi después la mesa ya entra por la puerta, y entre ambos Megas mover la misma al exterior es pan comido.

- Nos vamos - Dicho esto salgo de la estancia, mientras le indico a Harleen que pegue dos tiros a su interior... Medio segundo después de estar a cubierto, una fuerte explosión destruye todo lo que hay en su interior, haciendo que el tejado del mismo caiga en la estancia ya abandonada, y finalmente, cierro la puerta desde fuera, que evidentemente cae contra el suelo al no haber siquiera paredes que la sustenten.

Camino mirando un reloj de bolsillo con decorados de calaveras y gatos negros tallados que parezco haber sacado de la nada - El resto de pecados deberían estar al llegar, no estás obligada a dialogar con Lust por el momento, no te preocupes, ya pensaremos después en que hacer, que ahora en cualquier momento debería de ocurr... - Mis palabras se ven interrumpidas por un potente temblor del suelo, que me lleva a sujetar a Harumi para que no se caiga al tiempo que me aferro con la otra mano a Harleen, que no se ve afectada por el temblor - ¡Si, ahí está! ¡En algún lugar el pilar ha salido a la luz! ¿Que es una escuela sin sus documentos mas importantes, alumnos y con el caos por doquier? Ya le tocaba aparecer.

Al mismo tiempo en que concluye el temblor, observo como tras figuras conocidas giran la esquina, los tres pecados que faltaban - ¿Estamos todos? El pilar ha asomado la cabeza en algún lugar... Todo tuyo pero ¿Podrías antes abrir esa mesa con cuidado? De lo otro ya hablaremos después, en cuanto esta locura concluya. Pese a que no tenían comunicaciones, ya deben de haber logrado salir de la isla, y desde allí podrán llamar a refuerzos... Claro que no queda nada por lo que luchar aquí dentro a parte del pilar - Mientras hablo, con mis últimas palabras claramente dirigidas hacia Zayyn, los observo con detenimiento para comprobar que se hallen en perfecto estado. Luego sencillamente espero a que la pelirroja me haga el favor solicitado y activando de nuevo la terminal almaceno cualquier documento o útil en su interior - ¿Estáis todos bien?

Miro algo obtusa a Mike, el cual parece tener la situación bajo control por su parte. Su digimon ha podido evolucionar bajo una apariencia más rompedora. ¿Justo en el mejor momento? Parece que nuestro pequeño X se va haciendo mayor y pronto abandonará el nido. Es como si fuese ayer cuando correteaba moribundo por las cuevas del Dark Área. En fin, sea como sea, me alegro de quitarme ya mis responsabilidades de mama gallina.

Trago saliva y lentamente voy reconstruyendo mis pasos hacia la posición de Metalgarurumon X. No es posible que algo nos haya encontrado tan pronto. O quizás sí, pero para eso tenemos que tomar una pequeña variable o cabo suelto. Los digimons pequeños no solo se han limitado a huir, sino que posiblemente ya tuviesen esto ensayado en caso de sufrir peligro. ¿Acaso no es algo natural?

Unos pasos solemnes y fríos surgen imperiosos por el pasillo acompañados por una sonrisa fina. Pronto se deja ver una silueta gracil, bella y vegetal que derrocha seguridad en sí misma. Mi rostro se tuerce hacia un lado, chasqueo la lengua a la par que estiro el brazo hacia delante para indicarle a mi digimon que esté preparado para mi orden.

Así que todo el ruido procedía de este gigante de hojalata...-pero pronto advierte que no somos los únicos y redirige su atención hacia Mike y Greymon. A lo que me veo obligada a dar un silbido.

¡Eh! Con nosotros te basta cabeza tulipán.-le comento con una sonrisa pérfida. Meso mi barbilla unos segundos y adoptó unas expresión juguetona.

¿Q-que me has llamado?-su expresión denota que es la primera vez que se h fijado en mí-Niños elegidos que no saben nada de este mundo y se piensan que pueden jugar con él a sus anchas...-extiende su latigo espinado con rabia y lo moldea tratando de hacerlo impactar contra MetalGarurumon X.

No me lo digas a ver si lo adivino... Tu eras la profe que castigaba a los niños malos.-tuerzo los labios hacia la izquierda con satisfacción, adoro cuando me encuentro un digimon que quiere ver quien tiene la soberbia más larga.

Yo he sido un niño muy malo...-gruñe de forma metálica mi digimon.

La velocidad con la que ejecuta su siguiente movimiento va en aumento. Si algo se nos da bastante bien, y no solo puede dar fe de ello nuestros enemigos, es sacar de sus casillas a alguien. Con la lista que tiene Gabumon de gente que le quiere patear el trasero, podría decir que tiene un máster en esto. Es esa maldita velocidad la que acorrala a mi digimon y le hace comerse pétalos y alguna que otra espina. Pero es ese instante en el que decide tirar el látigo, esos segundos en los que debe permanecer quieta que Metalgarurumon puede impactarle con sus misiles e iniciar una lluvia de balas. Que deplorable espectáculo para alguien que se dedique a la jardinería... Y en el fondo, su belleza es tan genuina... Si por mi fuera preferiría encerrarla en un frasquito cual maldición de príncipe egoísta y preguntarle por quién es la más bella del reino. Pero creo que eso no va a ser posible y además estoy mezclando dos cuentos.

El combate toma un giro inesperado cuando Rosemon atrapa a Metalgarurumon con una enredadera subterránea. Así que es mi turno de intervenir.-Escucha, no hemos venido a hacerte daño.

Ya lo creo, soy yo la que está apuntando al cuello de tu digimon con mi espada.-comenta con la voz firme y autoritaria.

A lo que me atrevería a decir que es una buena observación a mis palabras.Me quito el casco para descubrirle mi rostro bajo la inquisitiva mirada de Rosemon. Que no haya dado todavía el golpe de gracia me desvela mucha información. Avanzo unos pasos hacia su posición relajando la expresión y modulando mi voz de forma suave.

Somos esa nueva generación que se nos enseñó a luchar, se nos enseñó la herencia de un mundo lleno de corrupto poder. ¿Quieres que hablemos del bien y del mal? Para poderlos conocer, solo es posible cuando ya puedas ver la trayectoria final de quienes ya se fueron de este mundo. Demasiado tarde, me temo. Mi legado empieza aquí, Rosemon, el futuro no puede dar comienzo con leyes obsoletas del pasado.

Tras un largo silencio, sin abandonar su posición, Rosemon se pronunció.-Insolente niña, cambiar el mundo solo trae muerte.

He visto las consecuencias de los digimons sometidos al más bondadoso poder, tambien al más sanguinario. ¿Sabes cual es la diferencia? Ninguna. Unos mueren de rodillas y los otros torturados, pero al final los recojo en mis brazos.

De nuevo su silencio tensa la sala, sus labios están semiabiertos y con una lentitud pasmodica su expresión se relaja. Por lo que Metal garurumon queda liberado de su confinamiento. Sus pasos terminan por recorrer la distancia y a su manera, mira hacia abajo para enfrentar nuestras miradas. Tras unos minutos opta por recoger su látigo y caminar perdiéndose en el estrecho pasillo. Supongo que podría haber optado por el dialogo desde el principio, pero una parte de mí se excita cuando ve a una que gasta su misma soberbia cabrearse.

Vuelvo a colocarme el casco y me reúno junto a mi digimon. Es la hora de abrir por fin esa puerta. Supongo que Mike habra decidido ir hacia allí.Cuando asomo mi cabeza por la puerta encuentro que todos están dentro. Asiento ante la pregunta de Gula acerca de nuestro estado y espero con determinación al siguiente movimiento.

Avanzo lo suficiente como para encontrarme con algunos guerreros enemigos rezagados que intentan oponerse a mí, tratando de retrasarme todo lo posible. ¿Para qué, si se puede saber? Tarde o temprano la isla desaparecerá, lo quieran ellos o no. Es su destino caer, y es mi deber hacerla desaparecer entre las profundidades del océano.

Coral, llevada por su insaciable sed, al final ha optado por desobedecerme y seguirme el paso. No me molesta que haya ignorado mis órdenes, de hecho al final prefiero que me acompañe, por si necesito su ayuda en algún enfrentamiento. Con todo, no llegamos a pelear, puesto que al alcanzar una zona cercana al edificio principal, encontramos a nuestros otros compañeros... Los demás pecados. La familia.

Mis ojos se detienen en cada uno de ellos, en Ada, en el muchacho de azulados cabellos, en Yuri, y finalmente, en la jovencita a la que estuve a punto de asesinar. Una afilada sonrisa se perfila entre mis labios, y lanzo una dentellada en el aire en su dirección, consciente de que con mi presencia, es muy posible de que la haya alertado, a ella, a Yuri, y quién sabe a quién más. Sin embargo, no es mi intención causar más desajustes como el anterior. Pero eso no significa que no necesite obtener un momento inolvidable.

- Hell ya-respondo cuando Gula me pide que le abra lo que parece ser un escritorio fabricado de Chrome Digizoid Negro-. Tus deseos son órdenes ~

Avanzo un par de pasos, hasta detenerme justo delante del mueble. Antes de empuñar el Boomerang, muevo la cola un poco para los lados, juguetona, Mis garras afiladas se cierran en torno al mango de la hoja cerrada, lo elevan por encima de mi cabeza, y rápidamente, en un borrón impredecible, dejan caer la cuchilla sobre el mueble, el cual poco después muestra su contenido intacto; el corte ha sido limpio y preciso, y no ha dañado nada más que no fuera el propio chrome.

- Ahí tienes, disfruta de la merienda-de repente, una sacudida repentina me obliga, casi de manera inconsciente, a alzar el vuelo de un salto para recobrar el equilibrio. Miro a mi alrededor, alerta, tensándome por la posible llegada de un digimon tan poderoso como para provocar ese tipo de seísmo... Pero cuán es mi sorpresa, al contemplar, en el horizonte, una enorme y brillante columna de luz que se pierde en la infinidad del cielo. Mis ojos brillan con emoción, y sin mirar a ninguno de los allí presentes, retomo la marcha para ir en busca de la fuente de tan intensa luz... Coral, al carecer de alas, decide seguirme por tierra, abriéndose paso a grandes zancadas-. Al fin.

El enorme Pilar del Destino se alza ante mí, inmenso, gigante, vibrante de poder, un poder que escapa a mi imaginación... Pero que sin embargo puedo erradicar de la faz de la Tierra con tan solo desearlo. Muevo las alas, desciendo la mirada hasta mi mano derecha, mientras Coral se las ingenia para subir, mediante saltos, a lo alto de un edificio, quedando a mi misma altura, pero de diferente forma. Mis ojos demoníacos contemplan el siniestro filo oscuro del Boomerang de la Tormenta mientras invoco la Guadaña de la Novena en mi otra mano y dibujo con ella un portal mortuorio en el aire. Sigo solemnemente con un dedo los dibujos de las runas, de punta a empuñadura, mientras, en mi mente, una sola palabra resuena como si de un aviso se tratara. << ...n... yn... yyn... ayyn... >> Entorno los ojos, la voz en mi cabeza no se apaga, se ha ido amplificando a medida que me acercaba a mi objetivo, pasando de ser un simple susurro, a un murmullo completamente audible << Zayyn... Zayyn... >> Sacudo la cabeza, en un acto reflejo, mis dedos se han cerrado con todavía más fuerza en torno al mango de mi arma, y ante esa reacción, la voz acaba siendo acompañada, como estímulo, por un potente pitido en mis oídos. El sonido al principio es incluso soportable, pero lo que sea que se ha adueñado de mi cabeza está consiguiendo que se torne insoportable.


Muevo el cuello con violencia, gruñendo, intentando sacarme esa sensación de "deja vu" de mi cerebro. Esa voz... ¡¿De dónde procede esa voz?! Da igual, un simple y misterioso ente en mi cabeza no va a conseguir que me detenga. No voy a permitir que ahora, estando tan cerca de conseguir la gloria, vengan a estropearme el momento.

Doy un poderoso rugido, dolorida por la retumbante voz, por el brillo del Pilar, por lo sucedido anteriormente... Me doy un impulso en el aire, y con un fuerte tirón del brazo, abro el Boomerang, y lo lanzo violentamente contra la columna de luz.


Por un momento no se escucha nada. Ni el aletear de un pájaro, ni el grito de algún inocente, ni un gruñido de Coral... Ni siquiera soy capaz de escuchar el fuerte palpitar de mi corazón en mi pecho. El tiempo se detiene, se ralentiza como un efímero recuerdo tratando de abarcar algo más de tiempo en su breve existencia. Mis ojos siguen la trayectoria del Boomerang, siguen el arco trazado en el aire... Hasta que las poderosas aspas atraviesan, como si se tratara del más frágil cristal, la estructura de la enorme columna...

De repente, todo comienza a desmoronarse. El sonido vuelve a mis oídos, pero de forma casi completamente opacada. Aunque estoy en el aire, puedo sentir perfectamente como la tierra grita y tiembla, sufriendo, agonizando por el peso de una realidad a la que ya nada puede sostener. El pitido de antes no desaparece, mis ojos verdes, abiertos de par en par y desorbitados, observan atónitos los restos del Pilar desintegrándose... Una voz a mi lado chilla, grita para intentar hacerse oír por encima de toda esa exorbitante agitación... Y de repente, cuando todo comienza a teñirse de blanco con una cegadora luz, un cuerpo me empuja en el aire, y me lleva con él a través de la puerta interdimensional que he abierto poco antes.




Mi cuerpo da, con violencia, sobre un suelo de cerámica vieja y sucia, arrancándome un uejido al sentir la dureza de la baldosa contra mis rodillas, mi pecho, y mi cabeza. A mi lado cae otra forma de vida, aunque esta de manera más silenciosa. El pitido en mis oídos ya no es tan constante, pero sigue ahí, desapareciendo poco a poco, pero siendo sustituído por un penetrante dolor de cabeza que estoy segura que debe de estar perforándome de lado a lado. Apoyo mi brazo sobre el suelo para intentar incorporarme, abro los ojos y parpadeo con rapidez, siendo el cuerpo de Coral, ahora en su forma rockie, lo primero que veo, tumbado sobre el suelo ante mí.

- Cor...-mi voz suena rasposa, agrietada, rota, por lo que me veo obligada a carraspear para recuperar el habla. En el proceso, miro mis manos, ahora son humanas, pero... Oh, vaya...-. Coral...

Me arrastro como puedo, desnuda, hacia ella, y al tenerla a mi alcance, me siento en el helado suelo que consigue, con su contacto, arrancarme un escalofrío que recorre toda mi columna vertebral, sobre la que mis cabellos se derraman como cascada. Cruzo las piernas, en posición de meditación, y acerco hasta mí a la Lalamon, abrazándola con mis brazos humanos, desnudos, y cubiertos, en mayor parte, por tatuajes que en otro tiempo decidí plasmar.

Espera... ¿Qué otro tiempo?

Como respuesta a esa pregunta, de un momento a otro me veo en mitad de un mar de recuerdos, memorias que brotan ante mis ojos como si fuera una película en primera persona. Quedo muda de asombro ante el descubrimiento de todas esas imágenes que creía... no, que ignoraba que pertenecieran a mi ser. ¿Desde cuando...? No puede ser... Todo lo que creía... Todo lo que he vivido hasta ahora... ¡¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?! Madre, Padre, Ráthalos, Cinthia, Rusia... 6 meses... 7 años...



Jadeo con violencia, hiperventilando. Un sudor frío recorre todo mi cuerpo, haciendo que mis cabellos se me peguen a la piel. Mis manos ascienden, independientes, hasta mi cabeza, agarrando los largos cabellos rojizos. Todo mi cuerpo tiembla como un flan enfermizo, al clavar un pie en el suelo, alzar la mirada y dirigir, al cielo, un agónico chillido desesperado.

Segundos después, me desplomo de nuevo contra el suelo, inconsciente.

Iba a ir a apoyar a mi compañera cuando algo ataco por la espalda a MetalGreymon , lo que lo saco volando varios metros y llego un digimon en forma de Androide que se paró frente a mí, este grandulón se había metido con la personas equivocada, en estos momentos no tenía paciencia para que cualquiera se interpusiera en mi camino y mucho menos que alguien se atreviera a derrotarnos a mí y a mi compañero, cruce los brazos para obsérvalo –Oye grandote te recomendaría irte de una vez, todavía puedes tener una vida plena y buena, no quiero terminar con tu vida en estos momentos sinceramente, no quiero terminar con la vida de muchos digimons-respeto su voluntad de quedarse y luchar por sus ideales, un objetivo muy noble, pero para su desgracia yo era su enemigo.

-Humano, enemigo identificado, destruir a toda costa- comenzó a hablar ese digimon, parecía que no le había causado ninguna expresión, que aburrido, no me gustaba pelear exclusivamente contra maquinas sin sentimientos –Que aburrido eres amigo mío- sonreí bajo la máscara, mientras comenzó a correr hacia mí para atacarme, yo no me moví ni un centímetro mientras tenia los brazos cruzados y vi como MetalGreymon volvió a salir, con su garra metálica detuvo el golpe, este digimon parecía estar su mismo nivel, la energía que se liberaba era tan que varias piedras comenzaron a volar, una se pequeñas se dirigieron a donde yo me encontraba, me cubrí con el brazo mientras retrocedí un poco y me quite la manga izquierda dejando mi brazo al descubierto.

Iba a derrotar a este maldito, sin importar cuanto me costara, no podía dejarme derrotar por este tipo de digimons, mi emblema comenzó a brillar intensamente pro el sentimiento de no dejarme ganar por nadie, de no rendirme, de proteger a mis amigos sin importar el costo –VAMOS METALGREYMON, DEMUESTRA NUESTRO ENTRENAMIENTO-grite con toda mi furia, con toda mi pasión les íbamos a demostrar a todos nuestro entrenamiento, una luz salió de mi digivie, para dirigirse a MetalGreymon, estaba evolucionando, una sonrisa se asomó por mi otro, cuando el brillo acabo , una nueva forma salió.

-WarGreymon...-un fuerte rugido se oyó por todo el cielo, era como si mi ira, como si todos mis sentimiento se estuvieran concentrado, fácilmente arrojo a ese digimon hacia el cielo, y con toda su velocidad y sus nuevas garras le corto la cabeza, dejando todo su cuerpo en el suelo y al final solo quedando su cabeza, cayendo a varios metros de mí, me acerque y me agache, todavía presentaba señales de vida, así que tome su cabeza y me la quede, rápidamente WarGreymon bajo y se arrodillo, me acerque lentamente y con mi mano descubierta pase mi mano por sus nuevas garras –mi pequeño Koromon al fin creció-no pude evitar sentirme sumamente orgulloso, todo nuestro sufrimiento por fin había rendido frutos, una pequeña lagrima de orgullo recorrió mi nosotros, agite mi cabeza y comencé acelerar el paso, pronto esto acabaría y tenía que seguir en movimiento.

Me encontré con Ada y la observe con una sonrisa –Sigamos con esto Pride- levante mi brazo y estaba listo para seguir con esta misión , cuando entramos ahí, no pude evitar llevarme de odio de nuevo, observando a la que casi mato a Harumi y viendo a Yuri –Estas bien amigo mío?, recuerda que yo soy el único de nosotros que tendrá el honor de matarte algún día- dije con una sonrisa, intentando hacer menos evidente mi molestia y soportar la presencia de esta persona que casi mato a una de nuestras hermanas.

Parecía que mi misión había acabado aquí y pronto me tendría que ir de aquí, retirar de aquí, un fuerte temblor comenzó a sentirse y antes de caer WarGreymon me sostuvo y me saco volando unos metros en el aire para ver lo que se aproximaba –Con que por esto veníamos…- teníamos que irnos de aquí, algo malo se aproximaba –Oye tu desgraciado- le grite a Lucky –Tenemos que irnos de aquí, te sigo hasta el mismo infierno, aunque no lo recomendaría mucho de nuevo, pero vámonos de aquí- le grite con toda mi fuerza, sin soltar mi trofeo.

Simplemente dirigí una mirada gélida a Lucky en cuanto nombro un castigo por aquel beso, obvio lo castigare, pero luego, ahora mismo debemos terminar con esto, ya estoy cansada y no dudo que Galgomon también lo este. Llegamos a la oficina del director donde Yuri comenzaba a guardar todo tipo de libros y papeles en su terminal, bufé cansada recargandome en el marco de la puerta con los brazos cruzados mirando a mi compañero -¿estas bien, Galgomon?-

-si ¿y tú? te vez muy cansada Haru- solo negué con la cabeza diciéndole que estaría bien, que no se preocupara. Ansiosa miraba a Yuri esperando a que ya acabara para irnos, no tengo idea si capto mi mirada o que, pero finalmente salió de la oficina conmigo siguiéndole mientras que Harleen destruía el lugar, salvo por unos cajones, acto seguido cerro la puerta la cual cayo por falta de una pared la cual sostenerse -oye, ¿qué clase de mal chiste fue ese?- hable después del ruido seco de la puerta; ignorando mi pregunta Lucky comenzó a hablar esperando a los demás nombrando a Lust seguida por las palabras "no estas obligada a dialogar con ella" ¿gracias? no es que pensará hacer eso, normalmente si alguien intentaba matarte no le invitarías una tasa de café o té; las palabras del chico fueron interrumpidas por un temblor que nos tomo por sorpresa, apunto de tomar a Galgomon Yuri me sujeto al mismo tiempo que sujetaba la mano de Harleen -¿e-eso fue el pilar?-

Los demás chicos llegaron al momento justo, con ellos Lust quien me miro sonriendo y lanzándome una mordida juguetona ¿se estará burlando de mi? por reflejo me escondí detrás de Lucky Cat desviando mi vista a la de los demás chicos.

Como si fueran ordenes de Lucky, Lust destruyo los cajones dejando a vista lo que tenía dentro y salió disparada hacia el pilar...


-ugh... mi cabeza- me desperté sente lentamente mientras con mi mano derecha sujetaba mi adolorida cabeza, en mi regazo se encontraba inconsciente Terriermon -¿donde estoy?- mire a mi alrededor y lo único que encontraba eran arboles y matorrales, cargando a Terriermon en brazos me puse de pie tambaleándome un poco mareada, no recordaba nada ¿qué era lo que hacía yo ahí? ¿cómo llegue aquí?... Los recuerdos llegaron de golpe a mi mente tirandome nuevamente de rodillas, ahora lo recordaba, estábamos en la isla Digi... era una misión que había preparado Lucky Cat... no... Yuri Voltaire, ese es el nombre que me dijo después de descubrir que el muy infeliz se estaba muriendo... ¿un beso? ese idiota ¿¡cómo se le ocurre!?...¿ah?... Lust... La chica que por un gran error casi me mata destruyo el pilar... Pride abrió una especie de portal y nos saco del lugar antes de desaparecer junto a la isla... ¿es por eso que estoy aquí? pero ¿y los demás? no veo a los otros cerca... un momento, esto... no me siento como la de antes ¿qué me estara pasando? me siento diferente, me siento...-... ¿¡Lopmon!? ¿¡donde esta!? ¡Lucky me dijo que aparecería después de destruir el pilar! ¿¡me mintió solo para que me uniera a sus fuerzas! ¡Debo hablar con él! ¡ahora!

Observo en silencio la aparición de Mike, el cual ha llegado por detrás de mí. ¿Cómo es posible que haya venido por detrás de mí? Bueno, ya no tiene importancia preguntarse nada así. La aparición de Zayyn parece estar dedicada a la muchacha pupila de Yuri. Sonrío sarcásticamente, algo me dice que este tema dará para largo. Yuri le ordena atacar el pilar, supongo que todo lo bueno se acaba. Al menos por esta vez.

Respiro profundo y entrecierro los ojos escuchando de fondo algún comentario de Mike. Tomo mi dispositivo y abro un portal gracias a mi membresía en el DATS. Supongo que tampoco me quedará mucho después de esto. Es como firmar un finiquito por adelantado, la verdadera pregunta es ¿hasta dónde habría durado este espectáculo?

Chasco los dedos y señalo con determinación hacia el portal.-Colorín, colorado, este rodeo se ha terminado. El día S por fin ha dado comienzo y como un enorme reloj todos los engranajes están girando. –Busco en mi terminal la aplicación de almacenamiento y guardo mi armadura dentro de él. Por lo que mi aspecto se ciñe a una malla negra pegada a mi cuerpo y un sombrero texano que he sacado junto a una piruleta de forma circular.- Algún día alguien cantará sobre nuestras hazañas, pero hasta ese momento…-le doy un par de lameditas a mi piruleta y de forma teatral les hago una despedida militar llevándome la mano hacia la frente y tirándome de espaldas contra el portal con una sonrisa en la boca.

                                                                           
Abro los ojos de forma superficial, siento cómo las formas se acercan y se alejan sobre mí con una nitidez nula. Algo parecido en el cielo me deslumbra ¿es el sol? Alzo la mano para taparlo y cerrar mi puño como si quisiese aplastarlo. Es entonces cuando me hago consciente de las líneas que recorren mis brazos… ¿Pero qué…? Me levanto de un sobresalto, con la respiración agitada ante el repentino movimiento y me observo a mí misma. No puedo creerme que no sea capaz de reconocerme a mí misma… Cielos, ¿dónde estuve anoche? ¿Qué me ha pasado?

Con dificultad inicio mis pasos hacia ninguna parte, en un lugar que no soy capaz de reconocer de los dos mundos que conozco. ¿Tengo que volver al internado o es que hoy es domingo? ¿Tengo que huir de alguien hoy? ¿Aplasté a aquel Puppetmon? No entiendo una mierda, es como si alguien hubiese estado escribiendo mi vida en un teclado cutre de ordenador y ahora viese los hilos que me dicen que no soy una niña de verdad. Estos recuerdos me pertenecen pero me permiten dudar de todo cuanto soy, he sido o seré. Abro mi dispositivo para ver los últimos mensajes de la terminal. El pilar cayó.

Llevo mi mano hacia mi rostro para cubrirlo y río como si me hubiesen contado el mejor chiste del mundo. Es divertido. Divertido. Divertido. Divertido. Lo hicimos. Ya lo creo que fue así…

▲▼▲▼▲Antes▲▼▲▼▲

Después de recoger todas las cosas que Lust ha dejado a la vista con ayuda de su boomerang en el escritorio, me giro hacia Ada a tiempo de ver como abre un portal en medio del aire... Tengo que aprender a hacer eso tarde o temprano - Que nadie se quede atrás - Está claro que Zayyn ya ha partido el pilar, porque los temblores de la isla han vuelto, así que invito a Harumi y su Digimon pasar por el portal, justo antes de que Harleen y Viral retomen su forma humana para no llamar la atención si caemos en un sector del mundo humano.

Una vez tengo vigilado todo lo que era mi labor, salto por el portal, tomando a Viral en brazos mientras Harleen se aferra a mi hombro para no separarnos un solo milímetro... Es solo cuando cruzo que comprendo que quizás debería haber mirado atrás... ¿Donde está Wrath? Se suponía que yo solo debía estar atento de la seguridad de Harumi en esta invasión... Joder... ¿Que ha ocurrido?

▲▼▲▼▲Ahora▲▼▲▼▲

Todo es oscuridad... Lo primero que siento al despertar, aquello que me obliga a abrir los ojos de golpe, es como mis pulmones arden obligándome a escupir algo de sangre. Tardó unos segundos en comenzar a entender por qué no debería de estar escupiendo, después de todo estoy así desde mi primera visita al mundo Digital, cuando un campo tóxico me causó esta enfermedad pulmonar... No... Espera ¿Por qué algo me dice que fué a causa de pasar toda la vida en la calle? Tal y como lo de mi... ¿Eso me lo hicieron por ser un soldado? ¡Que demonios!

Estoy a punto de gritar una maldición a causa de mi falta de entendimiento, cuando dos torrentes parejos de recuerdos invaden mi cabeza... Es un dolor intenso e indescriptible que se hace insoportable no tanto por su intensidad como por l que te obliga a sentir,noto como dos vidas distintas y todos sus eventos recorren mi mente, obligándose los unos a los otros a desaparecer. Pierdo algunos, pero logro gracias a mi fuerza de voluntad que los nuevos no eliminen a la mayor parte de los antiguos ¡Son mis recuerdos! Lo irónico es que cuando nos acercamos al punto actual empiezo a reír como un loco ¡El mundo está en la mierda! Es decir, no es que antes estuviera mejor pero... - No... sabía qué era lo que había que hacer. Ahora más que nunca, ni siquiera esos malditos servidores Digitales podrán criticarnos lo hecho. Les hemos salvado, a ellos y al mundo Digital...Todo esto, son solo daños colaterales.

Una mano me ayuda a levantarme a mi espalda, no necesito mirar para saber quién es, Lily, o Harleen como acostumbraba a llamarla en la otra dimensión, me mira en su forma humana mientras sonríe complacida - Tenemos que buscarles - Sonrío a sus palabras y asiento, a decir verdad el brillo rojizo de las llamas que nos rodean la da un atractivo sobrenatural - D.A.T.S. estará al llegar - Como nota final a sus palabras, un fuerte rugido se escucha desde algún punto sin determinar, mientras ahora si, me obligo a mirar a mi alrededor. Nos hallamos en unas extrañas instalaciones, quemadas y derrumbadas, hay decenas de charcos y masas de sangre que supondré son cadáveres humanos, y lo poco que no ha sido derribado se encuentra en llamas. Además, en lo más alto de todo, una figura triunfante le ruega la luna, alzada e imponente entre las llamas, Viral parece haber terminado de divertirse. Sin dejar de sonreír me giro y deposito un suave beso en la mejilla de Lily.

- ¿El mundo está en llamas...? Justo como lo deseábamos... Es perfecto.

Tema Finalizado