Diario de Walter

Tras pasar por muchísimas cosas en mi joven vida; momentos de felicidad, dolor, angustia y un gran etc, decidí crear un diario especial con la intención de dejar registrado en él cada una de mis preciadas aventuras. Esos momentos son muy importantes para mí, si llegara a olvidarlos... si algún día me enterase de que me han borrado la memoria de nuevo... no lo soportaría. Dorumon, Dracomon, Samuel, Carlos, Fary, entre otras cosas que me han motivado a superarme... Los Digimon, el Digital World, la razón de mi propósito... ¡fue lo mejor que me ha pasado! por ende escribiré todas mis aventuras, ¡las cosas que aprendí en el camino! ... Y sobre todo, los momentos de amistad y compañerismo que he tenido junto a los Digimon y a los Tamers que he conocido.


Recuerdo la forma en la que llegué a ese extraño mundo. Fue un día que me pegaba al monitor del PC, en esos momentos mis amigos estaban de viaje y yo me quede solo en casa, mis padres habían salido un larguisimo rato, y no tenia nada que hacer más que chatear en las redes sociales. Ademas, cargaba conmigo mis cartas de colección Favorita; Digimon, un juego recién salido, que apenas salir a la venta las primeras semanas fue un total éxito. Mis amigos empezaban a jugar con ellas así que... ¿Porqué quedarme atrás?, al final de todo, fue un juego que termino llamando muchísimo mi atención, las animaciones eran muy geniales, incluso tenia su propio Anime, los cuales me vi hasta el final. Curiosamente, empece a tener ganas y deseos de que los Digimon fueran reales... Tenía 12 años, a esa edad, no es muy normal tener ese tipo de deseos, ¿o si?.

Cuando chateaba en mi computador ese día, un extraño mensaje me había llegado, un mensaje que decía "Bienvenido al Digital World". Recuerdo que me quede pensando muchas cosas entre ellas la posibilidad de que mi PC haya recibido un Spam o que de verdad se trata de un mensaje real, pero mis dudas se solucionaron cuando de inmediato, ¡el PC me absorbió!, toda la habitación se había vuelto datos de internet, recuerdo que la silla en la que me senté se había desvanecido y de inmediato todas las paredes se derrumban, cuando esto sucede... El exterior era de color negro, ya no estaba en la ciudad, estaba en otra dimensión o algo así. En el momento que vi eso, me desmaye.

Volví en mí, jeje, solo para darme cuenta de que estaba en el cielo y caía como un meteoro contra una especie de isla extraña. Cuando me desperté estando a esa altura, mi rostro se había vuelto de un color totalmente pálido... No lo puedo dudar, fue el primer susto de mi vida, aunque... Desearía que eso se repitiera. Impacte en la isla, ¡recuerdo que deje un gran hoyo formado!, aunque, no sentí nada de dolor, fue un aterrizaje muy fiero pero al mismo tiempo fue como caer en una almohada. Al levantarme, y respirar hondo para que mi corazón dejara de latir tanto, decidí ver en que lugar me encontraba... El cielo tenia una especie de Número como nube, la isla era muy bonita, y me recordaba mucho a cierta cosa. No paso mucho tiempo cuando me encontré con un Humano, es un adulto que tenia una expresión algo seria, aunque obviamente también había llegado a este mundo por primera vez, y por ser así, me acerque a él (obviamente) para preguntarle cosas para ver si sabia algo del lugar donde nos encontrábamos. No sirvió de nada la verdad, él tampoco conocía nada de este mundo, aunque fue amigable y me propuso que investigáramos para ver si habían humanos en este lugar. Su nombre es Carlos, tiene más o menos 19 o... más cuando lo conocí, ya a pasado mucho tiempo desde la ultima vez que lo vi... como 1 año y 2 meses, de seguro a cambiado mucho, ¡seria genial volver a verlo!.

Él y yo fuimos en busca de los humanos que posiblemente estén, ¡Ups!, olvide escribir que al estar en el cielo logre ver muchas figuras, estas figuras fueron las que me hicieron creer que había humanos, aunque... parecían animales...
De todas formas Carlos y yo continuamos con el objetivo que ya e escrito. Llegamos a un pueblo, una especie de pueblo, con casas algo graciosas pero muy pequeñas, tanto que me recordaban a los enanitos de cierto cuento. Lo inspeccionamos hasta deducir que no había ni una sola alma... El lugar estaba totalmente abandonado, pero, cuando comenzamos a tener la idea de regresar, se escucho un gran ¡PLASS! dentro de una de las casas...
Al ir a ver de que se trataba, de tocar la puerta y todo lo demás, no nos esperábamos encontrar con esos Animales... Una vez que aquel ser abrió la puerta para ver de quien se trataba, me quede totalmente impactado, él... digo ellos, eran unos animales que jamas había visto, pero que sin duda me recordaron mucho a cierto juego de cartas. Era el, Dorumon, ¡mi camarada!, y detrás se encontraba Agumon, el Digimon de Carlos. Ellos se habían impactado de ver humanos en el Digimundo, aunque yo me impacte mucho más de ver que los Digimon eran reales... Aun no estaba seguro de que se trataba de Digimons, pero eso era lo que más sentía. Luego de hablar un poco, Dorumon me veía con una sonrisa muy grande, ¡yo lo veía a el con una aun más grande!, ¡era un Digimon!, estaba delante de mí, fue increíble la primera vez que lo vi...

Pero lo mejor fue lo que paso después... Ambos Digimon, Dorumon y Agumon, resultaron caernos muy bien a Carlos y a mí. Un tiempo después, como unos 2 o 3 minutos, unos aparatos extraños que Carlos y yo teníamos en nuestro bolsillo (del cual desconocíamos todo, ni siquiera sabíamos que lo portábamos) comenzaron a brillar... al tocar estos aparatos, Dorumon y Agumon fueron rodeados por una especie de luz temporalmente, Carlos y yo no sabíamos de que se trataba, pero los Digimons si...
Ellos empezaron a decir que nosotros terminamos destinados a un nuevo futuro... Que tanto como Dorumon y Agumon estaban felices de tener a su "Tamer" y que esos Tamers eramos Carlos y yo. Ahi fue cuando empece a sentir esa emoción, ese sentido de adrenalina que pasó por mis venas , ¡¡tenia un Digimon!, tenia algo que mucha gente desconoce, y sobre todo... Tenia un nuevo amigo.

B-Bueno, mejor seguiré con este diario mañana... Quien sea que lo leas, por favor. llega hasta el final... ¡Hasta la proxima!.