Demimeramon en el mar [Misión Dawn]

Se ah reportado que un tamer mientras se encontraba jugando con su DemiMeramon en la región Shikoku cerca de las orillas del mar, un Whamon de un salto metió al pequeño digimon en su boca y se lo llevo al mar, el tamer está muy preocupado de que Whamon abra la boca y el agua de mar entre extinguiendo la vida de su digimon. Tú misión es convencer al Whamon de que regrese a el Demimeramon al tamer antes de que sea demasiado tarde.

Shikoku, una isla cercana a Honshu, allí donde se realizaba habitaulmente una peregrinación, para aquellos -claro -que tuviesen un lado muy religioso. Para Alyson, aquél lugar tan solo tenía un punto cultural interesante de visitar, pero carecía de cualquier otro significado estar allí, a fin de cuentas, aunque llevaba cerca de diez años en japón nunca había sido muy dada a las religiones autóctonas.

Aunque, en esta ocasión no se encontraba allí por motivos de visita, si no que había recibido un encargo. Desde que había descubierto a los digimons, había comenzado a recibir peticiones y encargos en su dispositivo. Parecía algo irreal, pero así era. Y por primera vez, la muchacha había decido optar por el papel de "heroína" y tratar de ayudar a un desconocido.
En sí, la misión parecía sencilla: convencer a un Whamon de que liberase al digimon de otro niño elegido. Aunque tenía que liberarlo sobre una zona más o menos seca, porque estaba formado por fuego, o eso es lo que le había entendido la chica de largas coletas a su compañera digital.

- Repítemelo de nuevo, por favor, Lu-chan. ¿Qué estamos buscando?

- Ya podrías aprender a memorizar, que la cabeza está para algo más que para llevar el pelo- su compañera a pesar de su adorable aspecto era bastante gruñona - Lo que buscamos es un Whamon, que es un digimon ballena bastante grande. Al que tenemos que rescatar es a DemiMeramon que es un digimon de fuego. Para que entiendas como es, sería una especie de fantasma.

- Perfecto, pues. Vayamos hacia la playa. Seguro que alguien ha tenido que ver a una ballena por las aguas cercanas a la zona.

Alyson echó a andar en dirección a la costa, con Lunamon entre sus brazos, como si fuese un peluche. Por suerte, gracias a su aspecto, no quedaba demasiado extraño que llevase un muñeco cargando. Aunque sí que le resultaba algo molesto.